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Cuando se habla de lenguaje, básicamente decimos que es el medio que utilizamos para

comunicarnos. Según el diccionario de la real legua española, el lenguaje se define como:

1. m. Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta loque


piensa o siente.
2. m. lengua (‖ sistema de comunicación verbal).
3. m. Estilo y modo de hablar y escribir de cada persona en particular.
5. m. Uso del habla o facultad de hablar.
6. m. Conjunto de señales que dan a entender algo.

Pero estos son conceptos muy vagos, si tenemos en cuenta que es un tema bastante amplio.
Para la psicopatología el lenguaje es: es cualquier forma de comunicación que se puede manifestar
mediante sonidos articulados, que están estrechamente ligados al pensamiento cuyas funciones
son: comunicativa, nominativa, cognoscitiva y reguladora.
Entonces por un lenguaje normal se entiende, que es aquel lenguaje que tiene un uso
adecuado de las palabras según su significado, un vocabulario de calidad y cantidad, una forma
gramatical adecuada, un ritmo y velocidad apropiados, un correcto volumen de voz, que haya
concordancia de las frases con su significado y lo que se desea expresar.
Pero por lo general este llamado “lenguaje normal”, sólo se aplica al lenguaje de un
adulto, puesto que, en el lenguaje infantil normal, todas estas habilidades están en proceso de
desarrollo. Aunque debemos entender que también existe un grupo de niños que presentan algún
tipo de trastorno del lenguaje, por ello es importante tener claro que signos son propios de la
edad y cuales no lo son.
Para hablar de los trastornos del lenguaje, es necesario recurrir a la psicopatología del
lenguaje quien nos dice que las patologías del lenguaje son los desórdenes o trastornos del
lenguaje.
La ASHA (American Speech-Language-Hearing Association) en una definición más
completa y establece el término trastorno del lenguaje como “el deterioro o el desarrollo
deficiente de la comprensión y/o la utilización de un sistema de símbolos hablados, escritos u
otros, incluyendo la morfología, la sintaxis, la semántica y la pragmática”.
Con esto claro podemos precisar que un trastorno específico del lenguaje es aquella
dificultad del funcionamiento lingüístico que afecta la formación de conceptos, pensamiento,
aprendizaje formal, la interacción social y en algunos casos el auto concepto.
Dentro de las patologías del lenguaje, podemos distinguir entre los trastornos primarios y
los secundarios:
Un trastorno primario es aquel que se deriva de un daño cerebral (ya sea adquirido o
progresivo). Y como el sistema cognitivo es un conjunto de procesos mentales que trabajan en
equipo, este trastorno primario va a influenciar a otros componentes, causando que no funcionen
de forma correcta. Entonces los trastornos del lenguaje tienen que ser primarios puesto que el
sistema del procesamiento del lenguaje por su complejidad se ve afectado por el funcionamiento
de cualquier otro subsistema.

Secundarios: TRASTORNOS SECUNDARIOS

Son aquéllos que se producen asociados o derivados de alteraciones de tipo orgánico, en


los que el trastorno del lenguaje, es un aspecto más dentro de la problemática general que
presenta el niño. Suelen generar, en mayor o menor grado, necesidades educativas permanentes.

DISGLOSIA

Hay una lesión en los órganos que se utilizan para hablar por malformaciones anatómicas
y/o de los órganos articulatorios.

Las causas son de origen periférico: disglosias labiales, mandibulares, linguales, palatinas,
dentales y nasales.

DISARTRIA
Trastorno de la expresión verbal causado por una alteración en el control muscular de los
mecanismos del habla. Se presentan:

Disfunciones motoras de la respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia

Tipos:

Disartria flácida
Espástica
Atáxica
Discinética

AFASIA

Alteración del lenguaje debida a lesión cerebral focal que puede interesar tanto a la
expresión como a la comprensión verbal, así como también a la representación gráfica del
lenguaje.

Sintomatología secundaria
En muchos casos también los problemas psicológicos pueden tener como consecuencia
síntomas que podrían parecer un trastorno cognitivo. Sin embargo, en este caso, como en el
anterior tenemos que atender a la causa y no a la consecuencia.

Un ejemplo es lo que muchos psicólogos diagnostican como Déficit de Atención. En


muchas ocasiones dicho déficit no es un trastorno, pues no se debe a un daño cerebral, sino a un
estado de ánimo anómalo como o sería la depresión o la ansiedad. Al tener ansiedad, ésta se come
todos los recursos de procesamiento y puede parecer que el niño tenga déficit de atención, pues
ésta se ve muy afectada por los escasos recursos. Si atendemos a la ansiedad, la atención
recuperaría sus niveles normales. Aquí hablaremos de una sintomatología secundaria a un
problema psicológico.
En conclusión, el neuropsicólogo tiene que hacer una evaluación muy detallada para poder
realizar un Diagnóstico Diferencial (diferenciar lo que es de lo que no es), pues la subsiguiente
intervención va a ser muy influenciada por su precisión. Así en el caso de identificar bien el
trastorno primario, el plan de rehabilitación va a estar centrado en los componentes
primariamente dañados y no se va a perder tiempo y esfuerzo sólo con los secundarios. Y en el
caso de que parezca que hay un trastorno cognitivo, pero los síntomas son debidos a un trastorno
mental, el tratamiento se va a centrar el el problema primario – el problema psicológico- y lo va a
llevar a cabo un psicólogo.
Clasificación de los Trastornos Específicos del Lenguaje (Rapín, 1996).

Trastorno del lenguaje expresivo


Dispraxia verbal: habla esforzada y poco fluida y problemas articulatorios
Déficit de programación fonológica: Habla ininteligible, aunque fluida. Importante mejoría
en la edad escolar
Trastorno del lenguaje expresivo – receptivo
Agnosia auditivo – verbal – auditiva: Serias dificultades de comprensión del lenguaje,
mejor comprensión de los gestos simbólicos, raro en la infancia
Déficit fonológico sintáctico: Dificultades de articulación y fonológicas, dificultades
morfosintácticas, problemas más graves de expresión que de comprensión
Trastornos de procesamiento de orden superior
Déficit léxico – sintáctico: Dificultades léxicas, morfológicas y de evocación de palabras y
normal desarrollo fonológico y sintáctico.
Déficit semántico – pragmático: Habla fluida e inteligible, problemas pragmáticos y de
comprensión del lenguaje inferencial.

Acosta R. y Moreno A.Mª. (2.001). Dificultades del lenguaje en ambientes educativos. Del
retraso al trastorno especifico del lenguaje. (2ª edic.) Barcelona. Masson

http://www.asha.org/espanol
Trastornos secundarios: cuando forman parte de otra patología o cuadro de base, siendo
las alteraciones lingüísticas uno de los síntomas del mismo, como por ejemplo, hipoacusias,
autismo, parálisis cerebral, y otros.
Hipoacusia
Retraso mental
Alteraciones neurológicas (PCI y otras encefalopatías)
Disartria del desarrollo
Alteraciones psiquiátricas
TEA
Trastornos ya adquiridos
Afasia infantil
Afasia del adulto
Asociados a síndromes psiquiátricos (Esquizoafasia)
Asociados a deterioro neuropsicológico (Demencias)

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