afectaron a la conservación del patrimonio galle- sia del convento de San Francisco. Pero también,
go, y que el propio Díaz Pardo cita con sus men- y no en menor medida por su directa implica-
ciones a la desaparición de las pinturas murales ción en el asunto, cabe vincular esta actitud de
de Portomarín, finalmente restituidas en la iglesia disponer a voluntad de los bienes del patrimonio
reconstruida, y al saqueo de un supuesto tesoro gallego con las actuaciones llevadas a cabo por
localizado en el monasterio de Sobrado15. Preci- el dictador Franco en su residencia veraniega de
samente el caso de Portomarín, donde en 1955 las Torres de Meirás. Formando parte de una
se proyectó el traslado de la iglesia de san Juan y concienzuda estrategia para apropiarse de la
otras piezas singulares del histórico enclave tan antigua morada de la escritora Emilia Pardo
vinculado a la peregrinación jacobea, constituía Bazán, siguiendo órdenes directas de Franco
un significativo precedente para el traslado de la durante aquellos mismos años cuarenta y cin-
fachada de Monfero, puesto que ambos se plan- cuenta se trasladaron e instalaron en los jardines
tearon por las mismas fechas y con participación de Meirás numerosas piedras armeras arranca-
del mismo arquitecto-restaurador: Francisco das de diferentes pazos y casas señoriales de
Pons-Sorolla. Sin embargo, la justificación en toda Galicia y, lo que todavía es más grave,
aras del interés económico y progreso general fuentes, portadas y partes de las fábricas de
que Portomarín compartía con otros templos pazos de tanto valor artístico como los de
afectados por la construcción de pantanos —san Ximonde o Dodro; de hecho, con las piedras de
Pedro de la Nave por el pantano Ricobayo, san la torre y balconada del pazo de Dodro se com-
Esteban de Chouzán y san Juan da Cova por las puso la escalinata y balaustradas que salvan el
obras del pantano de Os Peares—, haciendo pre- desnivel entre la primera y segunda terraza de
ferible el traslado y remontaje de los monumen- los jardines, como todavía se aprecia hoy en día.
tos en otro emplazamiento a su destrucción o Por lo tanto, la genérica alusión a las “autorida-
desaparición, no podía bajo ningún concepto des” que estaban apoyando el traslado de la
compararse a las circunstancias de Monfero. fachada de Monfero escondía otra intencionada
Como bien apunta Díaz Pardo, a la ignoran- crítica a la figura de Franco, que ayuda a enten-
cia y desprecio por los valores del patrimonio der porqué este segundo artículo apareció publi-
gallego se unía en este caso la absurda renuncia cado sin firma.
a proyectar una iglesia nueva con materiales y Las duras valoraciones que Díaz Pardo realiza
lenguaje modernos, algo que irritaba especial- sobre lo que califica de “injuria” y “traición al
mente a una persona como él, cuya ambición país” concluyen con un llamamiento a la respon-
frustrada había sido realizar estudios de arqui- sabilidad para que, abandonando el proyectado
tectura. En cambio, la propuesta para reutilizar traslado, no sólo se restaurara el monasterio de
la fachada de Monfero fue la opción preferente Monfero, sino que se contribuyera a su conser-
durante años, concretada incluso en un proyec- vación futura en el paisaje que lo había visto sur-
to que, desoyendo los razonamientos de Pons- gir. Afortunadamente las dificultades técnicas y
Sorolla, mostraba cómo quedaría instalada en la el elevado coste del traslado de las piedras de la
nueva iglesia de Mezonzo, por supuesto, fachada de Monfero se aliaron con la firme opo-
reconstruyendo en estilo la desaparecida torre sición de algunos intelectuales de prestigio,
norte16. Esta solución sólo es parcialmente com- como Ángel del Castillo17, para conseguir que se
prensible en el contexto de los citados prece- abandonara aquella injustificable y absurda solu-
dentes en la traslación de otras iglesias gallegas, ción, y se abriera el camino, si bien con demasia-
que en la misma ciudad de A Coruña tendrían do retraso, a la recuperación del monasterio
continuidad con el posterior traslado de la igle- actualmente en marcha.
del siglo XV con las comodidades de galería del Palacio Arzobispal. crónico conjunto, la iglesia que de
un hotel del siglo XX”. El propio Díaz 16 cemento armado se viene construyen-
De acuerdo con un plano publi-
Pardo criticará en un artículo posterior cado en el diario La Noche: V. de las do para parroquial de San Pedro de
algunos de los nuevos e inadecuados Heras, “Evolución progresiva de Gali- Mezonzo…”. A. del Castillo, “De
usos introducidos con motivo de esta cia. Entusiasta aportación del ingeniero nuestra riqueza monumental. Hay que
rehabilitación, como la cafetería ameri- industrial D. Juan María Martínez-Bar- conservar el antiguo monasterio de
cana o la bolera que funcionaron beito en el desarrollo del extenso pro- Monfero”, La Voz de Galicia, 22 de
durante algunos años en su interior. I. grama de edificaciones en nuestra julio de 1959, p. 6. Citado por A. Vigo
Díaz Pardo, “El Hospital Real de Santia- región”, La Noche. Suplemento de la Trasancos, “Ángel del Castillo (1886-
go de Compostela”, Galicia emigrante, Construcción, 3 de marzo de 1953. 1961). Una vida dedicada al estudio y
17 a la defensa del patrimonio artístico de
nº 19, Marzo-Abril de 1956, pp. 12-13; En el año 1959 Ángel del Cas-
en este mismo artículo se citan otras tillo pudo publicar un artículo cele- Galicia” en Inventario de la Riqueza
polémicas intervenciones en Santiago, brando con satisfacción el abandono Monumental y Artística de Galicia (A.
como el derribo de la casa de Espinosa del proyectado traslado de la fachada del Castillo), Reed. Fundación Pedro
para construir la sede del Banco de “para mal vestir con ella, con la mejor Barrié de la Maza, A Coruña, 2008, t.
España en Platerías, o la reforma de la intención, no cabe duda, pero en ana- I, pp. 81 y 139.