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NtrnsE, .PETER H.

: «Érasme et Des Périers», Bibliotheque


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theque á'Humanisme et Renaissance, t. XXVI, p. 489-


509 (1964).
"RIBER, LORENZO: «Erasmo y los intelectuales germáni-
cos», Arbor, t. XXVII, p. 165-195 (1954).
- «Humanistas y Cristianos»,· Boletin áe la Real Acaáe-
mia Española, t. XXXV, p. 13-49 (1955).. •
UscATESCU, JORGE: «Erasmo, un creador prodigioso», Cua~
áernos Hispanoamericanos, t. 81, n.° 241, p. 16-45
(1970). ,
- «Erasmo, filósofo de Cristo», Revista de Filosofía,
a.c-'í.o XXVII, _n.° 104-107, p. 221-245 (1968).
- «El quinto centenario de Erasmo. Erasmo y noso-
tros», Atlántida, vol. VIII, n.° 44, p. 193-209 (marzo- ELOGIO DE LA LOCURA
abril 1970).
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PREFACIO

ERASMO DE ROTÍERDAM
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A SU AMIGO TOMAS MORO

$ALUD

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Cuando recientemente efectué mi viaJe de Italia
a Inglaterra 2 , y con objeto de no perder en conver-
saciones indoctas y en que las ·musas no tuvieran
·parte todo el tiempo que me vi obligado a pasar a
caballo, nfu di muchas veces a pensar en los estu-
dios que había compartido contigo y a complacerme
con el recuerdo de amigos entrañables que se me
aparecían ·con su aureola de ciencia y de bondad.

·1:

1. Acerca de la amistad-entre Erasmo y- Moro, véase el estudio


preliminar. Para más información respecto- al último, véase también
nuestro estudio preliminar de la Utopía en esta misma colección de
Obras Inmortales. '
2. Después de permanecer en Italia por espacio de tres años
(1506-1509), Erasmo fue invitado por sus amigos a visitar Inglaterra
cuando Enrique Vlll, protector de los humanistas, acababa de subir
al trono.

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Entre ellos tú, mi qL1erido Moro, eras el primero mento en que te lo d e d ico. es tuyo "o no mío. 6. Porgue
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en acudir siempre a mi memoria: encontraba de ~o faltarán criticastros que lo calu:m~'.~1,d d_ic~~~
nuevo en tu ausencia el mismo deleite, o más vivo or una parte que es una vana fnvo i a .m
aún, que encontraba antes en tu compañía, du.rante· ~e un teólogo, ºy por otra q_ue. su morda_cidad no
las horas que pasamos juntos y qu" considero como . .
conviene a la modestia cristiana,
. ·acusandoseme
. d' tº · 1
las más felices de mi vida. Sin embargo, como era . .
tam b 1en. de pretender resucitar la come
. ia an igua ·~
preciso ocuparse en algo más que en los recuerdos,· al estilo de Luciano •, y de aprovechar· la ocasi?n
y las circúnstancias no eran demasiado favorables ara arremeter contra todos. Pero ª9.l1ellos ~ qme-
para proflµ¡das meditaciones, se me ocurrió .Ja idea ~es ofenda la ligereza y el tono burlan d~;m1. ob_ra,
de escribir· un elogio de la Locura. ¿Qué Palas te . so el inventor de1 genero, smo
piensen q :ie .Yº no Y. el camino trazado desde
puso esto en la mente? 3, me preguntarás. En primer que me hm1to a segmr . H
lugar ·te contestaré que la idea me la inspiró tu ape- anti=o or famosos autores .. Hace siglos amero
" p b t de las ranas y de las Tatas en la
llido Moro, que tan cerca está del vocablo Moría 4, cantó el c:om ª ~
Batracomwmaquza', v·irgilº10 a_ los Mosquitos. y al.
como 'lejos de ella ·quien ·10- lleva. Así lo tesfim:cinia
todo el mundo. Además, pensé que este pasatiempo
sería muy de tu agrado, ya que si no recuerdo mal ' ~ . de palabras basándose en el
6. Erasmo realiza aqut. yin. 1:i,~ef~ locura, .maria, .Y .el. _ap!'.11.jtjp__ ª_e
te gusta mucho esa clase de donaires cuando no parecido entre el nom~re gnego a -obra está dedicada a Moro.
son insulsos e indoctos, y ves las cosas de la vida · Moro. De _ah~ que afir~~ Jue. \erés· para el lector, transcr!biremos
con los ojos de Demócrito 5 • Y aunque sin duda algu- 7. Creyendo que ·sera . e m ue acompañaban al Elogio de la
las notas de Gérard de Li~ter qE smo Proceden de una edición
na tú, por la perspicacia de tu singular ingenio, Locura, revisad'!.s Pºd
en francés: ..L'eloge e 1.ª
e1 f~Jte<;~ c~~pos¿, en déclamation par erasd
G eudeville ·AVec les notes de Gérar
sueles disentir ampliamente del vulgo, sin embargo,
me. Et traduit par mp~z~url u l'Acadé~ie de.Basle. Nouvelle Edi-
debido a la increíble suavidad y. d.ulzura de tu cora- Listres. Le tout sur l orz~znaA dÁ.msterdam chez J"ean-Pierre Lucas.
zón, con todos los hombres tratas, con todos te tion Revae et augmentee. . d ellas~ Lister .dice, acerca de la
avienes y con todos te diviertes. , M DCC.XXXVlll. En la pnmle;ra eto' fue' un cierto Susarion, de Ja
·
Anti.:rua Comedi a.. "El .que a inven·ente era tan libre, o me;or . t a~
Así pues, no sólo recibirás con agrado este dis- ciud~d de Meg~ª·~ Este tea~o bnaci los espectadores reprendiéndoles
cursillo, en recuerdo de tu amigo, sino que además licencioso, que en el se nom ra ido a or una ley hecha expresan;en~e;
sus vicios: pero esto fue pro~"b
fo tomarás bajo tu protección, pues desde el mo- y desde la reforma de ~e.ste a us~,ó s:
P llamó Escena, Nueva Comedia.
la Antigua Comedia".
Entre Jos latini::is, "la Sara sucedialoguista era un retórico. de Sam0-
3. Homero, Qdisea, XXJ, J. 8 Luciano: Este a~oso d ó ni siquiera a los dioses; esto
4. Moria: "locura" en griego. Esta obra recibió al principio el sata," y tan satíri<:º• que :1obr~~~:bre de lmpio". (Nota de Llster.)
título de Moriae Encomium, palabras griegas que se traducen ·en hizo que se ~e dier.a el .. durante la época romana, de 125
latín por Stultitiae ·Laus. La ·tradueción literal, ·en. español, debería Luciano, escntor gnego. que VIVl6 Historia verídica.
ser Elogio- de la Necedad, pero la obra ha sido traducida siempre a 192, escn"bió Anacarsi~, R~rat~cir Y padre de Grecia, autor de la
con el titulo de Elogio de la Locura. 9 Homero, legendano e uca a e Erróneamente se le
5. Dem6crito: filósofo griego nacido en Abdera hacia 480 a. C., ll1ad~ Y la Odisea, ·vivió el! e~qs¿iavr~ar~dia· dé la !liada, que no
el cual encontraba cómico el espectáculo ofrecido por la humani· atribuye el poema ~atracomio~ C. '
dad. Juvenal, Sátiras, X, 28-30; Séneca, J?e Ira, II, _lo, S. se remonta más alla del s. IV

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Ulises ", Luciano y Apuleyo ensalzaron al asn~ : Y


19
Almodrote 10 , Ovidio a las Nueces 11 • Polícrates alabó
a Busiris e Isócrates lo fustigó 12, Glauco elogió Ja no sé quién redactó el testamento de un coclnmllo
injusticia 13 , Favorino a Tersites y las fiebres cuar- llamado Grunio Corocota 20, del cual se acuerda: San
tanas 14,. Sinesio la calvicie 15 , Luciano las moscas Y. Jerónimo 21 • • ,
los parásitos"°. Séneca ridiculizó la apoteosº\s de Por ]o tanto, si así lo quie_r~n,. burlense de IIll
Claudia l7, Plutarco escribió el diálogo de Grillo y Jos críticos y represéntenme divirtiéndome . con los
dados 0 si lo prefieren, montado en un la~go bas-
10. Vir,gilio, que vivi6 en el s. I a. C., frie uri~ de los mayores tón 2z. ¿No sería demasi<tdo injust<;', co_ncediendo a
poetaS .líricos de la época de Augusto, autor de las Buc61icas, las todos los hombres el derecho a divertirse, no p~r­
mitir ningún solaz a los que se de~ican al estudio,
Geórgicas y la Eneida. En cuanto al Culex y al Moretúm, obras
a las que aquí ~ alude, la crítica moderna no posee· certidumbre de
la ,paterni_dad de Virgilio. máxime si hablan de asuntos senos '!ue, aunque
11.- -Oyidio, poeta latino que vivió en el s. I a. C., murienqq. en tratados en . broma, tal vez sean de mas provecho
_el año 17. d. _C., fue autor, entre otras obras, de las Metamorfosis, · · · de .olfato 23
las Tristes; la Ars Amatoria, -Fedra e Hip6lito. El -poema-Nux, atri- ara el lector que -tenga-un mimmo. ....... '···que
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buido a Ovidio, se debe seguramente a un discípulo suyo.
12. Polícrates, sofista griego, vivió en el s. 1v a ..c. Entre sus
. ~iertas severas· y espléndidas disertacion_es? Así por
obras, se .cita como suya la Apología de Busiris.-Is6crates (436- ejemplo un autor, con una oración zu_r~1da de frag-
338 a. C.), -orador griego que escribió numerosos discursos, uno de mentos de otros autores, alaba la reton~ª)' la~~~
los cl1ales <es --el BusiriS, - contra -el -sofista Polícrates. - Eri Cuánto- a
Busiris, Lister nos dice; "Cruel tirano dé Egipto; Hércules expurgó sofía, otro describe él elogio de un pnnc1pe -
de él a la Tierra". . .º
13. Glauco, hermano de Platón, se&dil Diógenes Laercio escribió ·
filósofo platónico na- ·
numerosos diálog'os, entre ellos el Elogio de la Injusticia, si hay que
creer al mismo Platón (República, II, 2).
·a 18. n Pllut4a6rcod~ fcecusnudºprf~~rpt~r of::g~s
),idas paralelas; escráibió
c1 o e e · · d á ¡ De los or cu-
14: ·Favorino, neosofista nacido en la Galla Narbonense, que también los diálogos De la cesación e 1os or cu os, 1 al Grillo
vivió en los siglos 1~11 d. C. Escribió Elogio de Tersites y Elogio los de Ja PidtoniUlsa'. a sí fr~faº de; ·¿~~v~~~er~:ªdeºqueen 1~ .;ida animai
de la Fiebre Cuartana. -Respecto a Tersites, Lister escribe: "Ho~ campanero e is0 5 ,
mero, que· le sitúa en el sitio de Troya, hizo de- él un espantoso es más grata que la de los humanos. 6 f a por su
retrato; bizco, cojo, jorobado, etc." ·. 19 Apuleyo escritor latino del s. II,. que goz t amtdo y su
· '- t de poemas discursos y ra a s,
15.. Sinesio de Cirene, filósofo neoplatónico que vivió en el notable elocuencia; es au or f . 'El asno de oro -Luciano
s. V y llegó_ a ser obispo. Escribió De insomniis, Dión, numerosas obra más célebre .es la Metamor osis o · .
cartas y ElOgio de la Calvicie, divertida obra que responde al Elogio esciibió también - El asno. . e t es una obra
del Cabello de Dión Crisóstomo. 20 El Testamento del coch1nillo Grunzo oroco a d' rtir a
1

16. Luciano escribió también Elogio de la Mosca y Sobre el satiric·a del S. III que servía de ejercicio de lectura para ive
Parásito, in;geniosos opúsculos. los escolares. . ·. .t tino nacido en Dalmacia entre
17. Séneca, filósofo cordobés del s. I d. C., que desde muy ., 21 San Jerórumo, escn or 1 d · Dámaso Autor ª .
joven vivió en Roma y fue desterrado por el emperador Claudio. 340 y. 350 d. C., fue sacerd~te y C?~e1ero. de.1 p~~ Sagrad~ Escri-
Nerón le ·dio la orden de morir, y él misino se abrió las venas. de abundante correspondencia, revis -Y¿. 't!ª UJo . de Orídei:tes. y
Escribió 12 libros de diálogos (De otz"o, De brevitate vitae, etc.), un turis .(Vúlgata), revisó asimismo los, . omentarios efecto, el
tratado Sobre la clemencia, Cartas a Lucilio, las tragedias Medea, escÚOió De viris illustribus. San Jerorumo r~cu:~d~'obr~ el profeta
F edra, Agamen6n, Hércules furioso y la Apokolokintosis, sátira testamento citado, en el prólogo de sus comen an s
sobre Ja muerte (l.e Claudia. Acerca de éste, Lister dice: "Luciano Isaias. ., . TI ~ 248
pone muy en ridículo a este emperador, que quiso ser contado en . 22. Verso de· Horacio en Sátiras, , .,, •
el número de los dioses". 23. Horacio, Epodos, XII, 2.

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quiera, otro exhorta a mover la guerra contra los sino contra todos .. Por lo tanto, si alguien se siente
turcos. Otro predice el porvenir, o se dedica a ima- herido y grita, o es que su conciencia lo acusa, o
ginar elucubraciones sobre el pelo de ]as cabras"· teme ser reconl?cido por culpable.
Pues nada hay más necio que tratar seriamente de En este género, San Jerónimo se mostró mucho
la necedad, ni nada más · divertido que tratar en más ·libre y mordaz, y ni siquiera se privó de citar
b~oma de aquello que nadie pensaría que lo fuera.
nombres: Yo, por el contrario, no sólo me abstengo
Solo a los . demás corresponde juzgar mi obra; sin totalmente de los nombres propios, sino que ade-
embargo, si el ampr propio 25 no me ciega, aunque más he puesto tanta moderación en el es!ilo, que
he alabado la locura, no lo he hecho del todo loca- el lector avisado comprenderá fácilmente qt¡e mi
mente. intención ha sido divertir, mucho más que morder.
En cuanto a los que me tachen de mordaz res- Pues, a ejemplo de Juvenal, no he removido la ocul-
p~:>nderé. que siempre se ha permitido a los ing~nibs ta y fétida sentina de ]os vicios, sino que he querido
cierta libertad para burlarse impunemente de las presentar lo ridículo antes que lo fétido. Y si hay
c;osas. humanas, con tal de que no se llegue a lo alguien a quien estas razones no puedan ap~acar,
licencioso. Admiro grandemente la delicadeza de los r,ecuerde al menos que vituperar es muy propio de
oídos de nuestro tiempo, que no pueden escuchar la Locura, y que, como la he hecho hablar, me he
más que títulos aduladores. Por eso :,'.,erás a!runos visto obligado a caraéterizarla conveniente;:nente.
religiosos que entienden su misión de maner~ tan Pero ¿qué voy a decirte yo a ti, abogado tan
extraña, que antes tolerarán una gravisima blasfemia singular, que podrías defender maravillosamente
contra Cristo, que la más leve broma sobre un pontífi- causas no tan justas como ésta? Adiós, elocuentísi"
ce o un príncipe, sobre todo si viven a sus expensas"· mo Moro, y protege amorosamente esta locura que
Pero yo pregunto: quien tiende a corregir las cos- te encomiendo.
tumbres de los hombres, sin atacar. a personas de- En el campo, el quinto día de los Idus de junio,.·
tennin_adas, ¿lo hace por el placer de morder, o para año 1508 :n.
advertir y enseñar? ¿Cuántas .veces no me he re-
prendido a mí mismo mi conducta? Por otra parte,
cuando la sá~ira no omite ninguna clase ni estado,
no puede decirse que vaya contra ningún individuo,

24. H?racio ~ice gue el hombre ·grosero pronto se bate si en


su presencia algu¡en dice "lana" y no "pelo" de cabra. Epodos I 27 La fecha de esta carta no figura en las primeras ediciones.
1~ l~l~ ' ' La d~ Basilea Gulio de 1522) señala P?r primera vez. una fecha:
. 2~. Erasmo designa al amor propio mediante la palabra griega la del 9 de junio de 1508. Varios eruditos han sostenido que esta
filautia. fecha es inexacta, pero en vista de que no hay acuerdo entre ellos
26. Erasmo toma está. s palabras de la obta El gallo de Luciano
de Samosata. ' ' preferimos dejar ésta..

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DECLAMACIÓN 21

HABIA LA LOCURA

I. Aunque los mor;tales hablen mucho de mí, sin


embargo, no _soy tan necia como a menudo oigo
decir a algunos que son locos en grado sumo, pues
sólo yo, yo sola, _puedo regocijar a los dioses y a
los hombres, y si de ello necesitáis una prueba in-
controvertible, observad que, con sólo verme dis-
puesta a tomar la palabra ante esta numerosa asam-

blea, todos vuestros semblantes reflejaron de pronto
una nueva e insólita alegría, de súbito desarrugas-
teis el entrecejo y me acogisteis con francas y ama-
bles risas, mientras veo también que en torno mío
hay muchos que ailtes s.e hallaban tristes y acongo-
jados, casi como si acabaran de_ salir del antro de

28. Declamación: '~! decir, a.qui, un j'ueto de ingenio. Por lo


demás, Erasmo introduce a la Locura. como una de esas divinidades
de teatro, que antiguamente debutaban por_ sus alabanzas; y así, con-
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viene tanto más a la locura, que es el carácter de un loco,· alabarse
y admirarse". (Nota de Llster.)

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Trofonio 29 , y ahora se tambalean como los dioses de
Homero"'· ebrios de néctar y de nepenta 31 •
Delnmismo modo que cuando el sol de la mañana II. Si queréis saber por qué cor¡-¡.parezco hoy ante
muestra a la tierra su hermoso y áureo ros~ro, o vosotros con solemnidad tan inusitada, os lo diré
cuando tras un riguroso invierno vuelve la primavera si no encontráis enojosas mis palabras y me pres-·
y con ella sopla el tibio y ligero Céfiro 32, todas las táis oídos, pero no aquellos de que os servís para
cosas adquieren nueva faz, nuevo color y nueva ju- escuchar a los oradores sagrados 33 , sino los que se
ventud, así vosotros, al verme, tenéis otra cara muy prestan a .los charlatanes, bufones y juglares, o me-
distinta. Pties con sófo mi presenciá he conseguido jor las orejas que en otro tiempo nuestro rey Midas 34
lo que con gran dificultad consiguen los rnás hábiles exhibía ante el dios Pan.
oradores con esos largos discursos cuidadosamente Me ha dado hoy por hacer un poco de sofista '5,
estudiados, que raras veces logran divertir a" los aunque no de ésos de nuestro tiempo que atiborran
oyentes. de estupideces la mente de los niños, haciéndolos
más testarudos que las mujeres 'ciJ.ando discuten,
sino de aquellos de, antaño que, para evitar el des-
crédito que llevaba consigo el nombre de s.abio, prefi-
rieron tomar el de ~ofistá: Su oficio consistía en
celebrar a los <;!ioses y a los grandes hombres en
.. elogios y encomios. También oiréis ahora un elogio,
·.·.··.·1
pero no será el de Hércules ni .el de Salón, sino el
29. . Antro d~ Trofonto: "Según la !uperstición pagana, un diablo de mí misma, esto es, la Locura. ·
era el oráculo de aquel antro; y como aquellos que entraban en
él para. consulta:rle. salían muy desfigurados, esto se tomó -como
proverbio, para designar a una persona abatida de pesar". (Nota·· de •
Líster.) Este oráculo estaba en el bosque sagrado de Lebadea. en
Beocia, y el devot6 recibía los mensajes del más allá durante ·su 33. "Lo cual res"..llta a menudo muy lánguido". (Nota de Lis·
inmeisió;:i en una corriente que recorría dicho antro con gran rapi~ ter.).
dez. En él había desaparecido Trofonio, asesino de su hermano. 34. Midas: "EncOntraba que Pan cantaba mejor que Apolo".
30. Dioses de Hornero: "Porque este famoso poeta los inventó". (Nota de Lister.) Midas,. rey de Frigia, Obtuvo de Baco el don de
(Nota de Lister.) 1 convertir en oro todo lo que tocara; sin embargo, viendo que sUs
31-. Nepenta; "Hierba. real o imaginaria, cuyo jugo, mezclado alimentos se transformaban también en oro, y que por lo tanto
con vino excitaba a la alegría". (Nota de Lister.) Se trata de una ¡•• perecería de hambre, renunció a tal don, y BaC.o le libró de él
haciéndole bañarse en el Pactolo. Apolo, enojado contra Midas
hierba qÜe en realidad :existe, perteneciente a la familia de las
nepentáceas. En la antigüedad era una especie de bebida mágica que porqüe éste consideraba su canto menos suave que el de Pan le dio
los dioses usaban para curarse las heridas o los doloras; al mismo orejas de asno. · '
tiempo era un prodigioso remedio contra la tristeza y los infortu- 35. Sofista: "Este fue al principio el títu!o de los filósofos y
nios y, al igual que las aguas del Leteo, producía olvido. de los maestros en sabiduría; después, de. los retóricos; y al fin,
32. Céfiro: viento de Poniente. Este pasaje r.ecuerda a Horacio, · este nombre no significó más que un notable y sutil decidor de
Odas, I 1-·41; III, ·7, 2; IV. 5, 6.
1 nada". (Nota de Lister.)


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En resumen, ine atengo a aquel tnllado proverbio
que- dice q'te es justo alabarse a sí mismo cuando
IIL Porque debo deciros que no considero sa- uno no tien~ nadie que le alabe
bios a lós que predicen que es_ sumamente loco e Declaro abiertamente que no sé si sorprende -más
insolente el que se alaba a sí mismo. Sea en hora la ingratitud o la indolencia · de los hombres para
buena todo lo loco que se quiera, con tal de que conmigo, los cuales cultivan todos mi trato y se sien-
se reconozca que es honroso el serlo. En efecto, ¿hay ten muy satisfechos gozando de mis beneficios, y s_in
nada más lógicb que el que la propia Locura sea embargo, no· ha habido nadie desd_e el comienzo de
pregonera de sus méritos y su propio flautista 36 ? los siglos que celebrara con gratos discursos los
¿Quién podrá darme a conocer mejor que yo, a no loores de la Locura, mientras que no han faltado
ser que pretenda conocerme mejor todavía de, lo quienes derrocharan pomposas palabras, aceite; vigi-
que yo me conozco? Y, _ciertamente, no es que me lias, para exaltar con -grandes elogios a los Busiris,
considere menos modesta que aquellos a los que el los Falaris""· las fiebres cuartanas, las moscas, la
vulgo reputa óptimos y sabios, que con perverso calvicie y otras calamidades de este género. Escu-
pudor suelen sobornar a un retórico -adulón o a un charéis, pues, de mis labios una oración, quizá ex-
poeta chiflad(), a fin _de que, obligados por las m~r­ temporánea y poco elaborada, pero por lo mismo
cedes recibidas, les dediquen alabanzas que sólo son más verdadera. '
grandísimas mentiras 37, lo cÚal no impide que el
púdico personaje, afectando humildad, aunque hen,
IV. No consideréis en modo alguno que mis pa-
chido como un pavo real, haga la rueda y empine la
labras son afectadas y ostentación del ingenio, como
cresta cuando _el impúdico adulador equipara a los ocurre entre el vulgo de los oradores. Pues éstos,
dioses aquella nulidad de hombre, cuando la pre- • en nuestros tiempos, ofrecen una oración elaborada
senta como absoluto modelo de todas las virtudes, durante treinta años, y algunas veces _ajena, y no
sin pensar en que esté de ellas más .dist_ante que la :;:'., obstante asegura~ que, casi como un juego, la han
luna de la tierra, ni en que de este modo viste a escrito o dictado en tres días. A mí siempre me re-
lina cornejilla con plumas ajenas, blanquea a un sultó muy grato decir de pronto cuanto se me vi-
etíope" o·hace pasar una mosca por· un elefante 39 • niere a la boca •1. Por tanto, nadie espere que, imi-

36. Erasmo ,recuerda en este punto una locuci6n griega muy


corriente que se empleaba para indicar que uno se elogia a·sf mismo. 40. "Luciano hizo la Apología de Falaris." (Nota de Lister.)
37. "Se reprocha aquí sobre todo las alabanzas que los orácu- · Falaris fue un tirano de Agrigento (Sicilia) que destacó por su cruel~
los sagrados dan públicamente a los gral).des." (Nota de Lister.) dad. Vivió de 670 a 594 a. C.
38. Proverbio griego. 41. "Era un proverbio sacado de Esquiles, antiguo griego y
39. Proverbio griego. poeta trágico." (Nota de ~ister.)

98 99
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tanclo a ecos vulgares retóricbs dé la definición de !as prominentes orejas de Midas, por más que tra-
:mí misma; mucho menos puedo dar la división de ten de ocultarlas.
la materia. No sería entrar" con buen pie si empe- Ingratos sin duda son conmigo esta clase de
zara circunscribiendo en :r:i1ezquinos límites ªquello hombres, que a pesar de ser lo mejor de nuestra
cuyo poder aparéce tan extenso, o dividiendo lo que '.-.;; facclJ)n, se avergüenzan en publico de nuestro nom-
une en su· culto a todo ser humano. Por lo demás, bre de tal manera, que muy a menudo lo arrojan
¿a qué conduciría que tratara de definirme .y repre- a los demás como .un gran insulto. Siendo éstos los
sentar mi imagen, si reputaríais que ésta no es más más locos, los morotatoi, aunque quieren que los
que una sombra de mí misma, teniéndome como rrie_ demás les vean sabios como Tales 45 , ¿no merecen
tenéis delante de los ojos? Yo soy, pues, como veis, por derecho propio que les llamemos morosofoi? «.
aquella verdadera dispensadora de bienes 42 a la.que
los latinos llamaron Stultitia y los griegos Moría.
VI. Se ha visto, pues, que imito a los retóricos
de .nuestro tiempo, que se creen dioses si se mues-
tran bilingües, como la sanguijuela 47, y; tienen por
V. No sé por qué hablo de todo esto, cual si no cosa preclara introducir en su latín algunos peque-
me fevelara, como ya· se ha dicho, en los ojos o en ños vocablos griegés, con los que·hacen a menudo
la frente#' o cual si alguien. que me tomara por un mosaico fuera de· lugar. Y en ,el caso de que
Minerva o por la Sabiduría no pudiera convencerse ignoren estas lenguas, no tienen más que sacar de
inmediatamente de su error con sólo mirar:¡ne y pergaminos apolillados cuatr.o o cinco palabrejas
sin que fuera preciso oírme pronunciar palabra, que suman al lector en las tinieblas, de· manera que
puesto que el rostro es el espej ci del alma. En mí los que las comprendan se complazcan doblemente,
no hay lug.ar para el engaño, ni · simulo una cosa y los que no las comprenilim les rintj¡m por lo mis•
en la frente y llevo otra en el corazón. Soy siempre mo mayor admiración. Las cosas nos gustan y en-
idéntica a mí misma, y no pueden disimularme ni
siquiera aquellos que se dan el título de personas
sabias, y se pasean como monas vestidas de seda 45. Tales: HUno de los siete sabios de Grecia". (Nota de Lis~
o asnos con piel de león 44 • Por algún lugar asoman ter.) Tales de Milete vivió de 627 a 545 a. C.; según é11 el principio·
de todas las cosas es el agua.
46. MoroSofoi: palabra que designa a los sabios que desbarran,
y qué proviene d6 Luciano, Alex .. 40. Se- encuehtrá también en Ra.:.
42. Dispensadora de bienes: uEs así cómo Homero llama a belais 1 en el libro III de· Gargantúa y Pantagruel. (Véase esta obra
menudo a sns dioses". (Nota de Lister.) de Rabelais en nuestra colección Libro Clásico, n.o 56, con estudio
43. Cicerón 1 Cartas a Ático, XIV, 13. preliminar a cargo de Angeles Cardona.)
44. e.El asno de la fábula fue reconocido por sus orejas." 47. ·Sanguijuela: "Plinio dice que tiene la lenguna · hendida'~.
(Nota de Lister.) (Nota de Llster.)

100 101

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centramos en ellas mayor voluptuosidad cuanto más la paz, los imperios, los consejos, los juicios, los
peregrinasn son. Y si alguien cree que esto no basta comicios, los matrimonios, los pac.)os, las alianzas,
para aparentar que lo comprende, ría y aplauda Y a las leyes, las artes, lo cómico, lo. serio ... me falta el
· ejemplo del asno mueva las orejas, para que lQs de- aliento ... en smna, todos' los negocios públicos y pri-
má"s vean que lo ha comprendido a la perfección. vados de los mortales. Sin su ayuda, el pueblo en-
Así es, no cabe duda. Y. ahora volvamos al tema. tero de esos númenes poeticastros, digamos mejor,
incluso los· mismos dioses mayores 52, no existirían,
o por lo menos no podrían comer caliente 53 • A aquel
VII. Sabéis, pues, mi nombre, varones... ¿Qué
que le hubiera irritado, ni siquiera Palas 54 podría
epíteto añadir? ¿Cuál, sino archilocos? Pues ¿qué
salvarle. Por el contrario, aquel a quien es propicio
otro epíteto más digno puede usar la diosa Estultieia
para honrar a los suyos? Pero como de ·muchos no podría mandar a la horca al supremo Júpiter con
es conocida mi progenie, intentaré exponerla con- todos sus rayos. Este es el padre de quien me enva-
tando con el auxilio de las Musas 48. nezco. Este es quien.me engendró no de su cabeza,
Verdaderamente ni el Caos, ni Orco, ni Saturno, como Júpiter a la tétrica y ceñuda Minerva, sino
ni Japeto 49, ni ningún otro de esa casta de pútridos de. Hebe ss, la más:,hermosa de todas las riinfas y
y malolientes dioses. fue mi padre, sino Plutón 50 , la más a,legre. Y d no vine al mundo como consecuen-
supremo dios, y, pese a Hesíodo s1, Homero e incluso cia de un triste deber conyugal, de igual modo que
Júpiter, padre de los dioses y de los hombres. Con aquel herrero cojo, sino, lo que es. más dulce, como
un solo gesto suyo, hoy como en otro tiempo, se fruto del comercio amoroso, que diría nuestro Ho-
trastornan desde sus cimientos todas las cosas sa- mero 56. ·No penséis que nací de aquel Plutón de
• gradas y profanas. Por su arbitrio se rigen la guerra, Aristófanes 57, por "entonces ya ciego y con un pie

48. "Porque esta pieza es una ficci6n poética." (Nota de "'Lister.) 52. ciLa teclogfa pagana admitía ,doce grandes pclncipales dio-,
49. "Eran~ según Hesíodo, los más antiguos dioses, de los ses." (Nota· de Lister.)
cu!11es descendían todos los demás." (.Nota de ·Lister.) - Caos, vacío 53. Significa que si los hombres no ofrecieran sacrificios y liba-
existente antes .de ser creado el _universo; ·confusión universal de -la ciones a los dioses, éstos sólo podrían _ingerir néctar y ambrosía.
mater_ia .ante_s de que __ se formara en ella el orden o coSmos. Orco, 54. Palas: '~Diosa de la Sabiduría, que defendió a Júpiter con-
antigua divinidad itálica de los Infiernos, a menudo asimilada a Plu-
tón por los poetas latinos~ - Saturno, rey fabuloso de la mitología tra los gigantes". (Nota de Lister.)
latina al que los romanos identificaron siempre con el griego Cro- 55. "Es decir, Juventild." (Nota de Lister.)
nos. - Japeto, uno de los Titanes, hijo del Cielo y de la Tierra. 56. Homero, Odisea, VIII, 271; llíada, XIV, 295.
50. Plutón, dios de la riqueza. 57. Alusión a la comedia de Aristófanes titulada Plutón, en
51. Hesíodo, poeta griego de .los siglos vm-VTI a.. C., autor de la que se caricaturiza a este dios y se analiza. su supuesta injusticia
la Teogonía y Los trabajos ¡ los días. en el reparto de bienes.

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en la sepultura, sino de aquel otro aún intacto y brosía, el loto, la rosa, Ja violeta, el jacinto 'ó, todo
animado· por la juventud, y no sólo por la juventud, el jardín de Adonis 66 •
si\'io por el néctar abundantísimo que sin duda aca- Nacida entre tales delidias, no saludé la vida con
baba de apurar largamente en el banquete de los lágrimas, sino qµe en seguida sonreí a mi madre 67•
dioses 58 • Ciertamente no' envidio al pod.;roso hijo de Cronos oa
la cabra. que le amamantó 69 , puesto que a mí me
dieron sus pechos dos encantadoras ninfas, Meté 'º•
hija de Bac<;>, y Apedia n, hija de Pan. Vedlas aquí,
VIII. Si ahora me pn,guntáis· cuál es el lugar de
entre mis c<;>mpañeras y las damas de mi cortejo.
mi nacimiento, ya que en la actualidad se considera Si queréis conocer los nombres de las otras que lo
como el principal timbre de. nobleza el lugar en que forman, -os los diré, pero a fe mía que los oiréis en
se ha dado el primer vagido, os diré que no ·J:ie griego.
nacido ni en la errática Delos 59 , ni en el ondulado
mar 00 , ni en las grutas azuladas •1, sino en las mis-
mas Islas Afortunadas 62 , en donde todo crece espon- IX. Esta .de tan altivo rostro y cejas fruncidas
táneamente v sin cultivo •i. Allí no se conocen ni el es Filautía (el Am~r Propio). Esta que veis riendo
trab¡¡jo, ni Ía vejez, ni la enfermedad 64, ni en sus con- fos ojos y aplaúdiendó con !as :inaI1o' es Colada
Campos se produce asfódelo, ni malva, ni cebolla, (la Adulación). Esta que parece adormilada se llama
ni altramuz, ni haba, ni otras inmundicias dé este Leteo (el Olvido). Esta qµe se apoya sobre los codos
género. Allí deleitan por doquier la vista y el olfato y cruza las manos es Misoponia (la Pereza) .. Esta,
la moly, la panacea, la nepenta, la mejorana, la am- coronada con una guirnalda de rosas y untada 'de


58. ··-En el cual Plutón había sido servido por la diosa Hebe. 65. "Hierbas fabulosas." (Nota de Lister.) Moly, o ajo áuri!O!
59. Ovidio, Metamorfosis, VI, 333-334, habla de la flotante y hierba maravillosa que Mercurio dio a Ulises par~ preservarle de
errática isla de Delos, asilo de Latona, amante de Júpiter; •en ella Jos encantos de Circe. Panacea: hierba maravillosa que, según Plinio
(Historia llatural, XXIV, 11), cura todas las enfermedades. Acerca
nacíetón Diana y Apolo, hijos de ambos. de la nepenta, véase la nota 31. Loio (Homero, Odisea, IX 84),
60. Alusión al naci.in.iento de Venus, que salió de la espuma hierba de los lotófagos, que según se cree habitaban en la 'costa
die ias olas. . de Libia.
61. Palabtas de Hoiileró, Odisea, I, 73; IV, 403. Alusión al 66. El jardín de las flores eírmeras.
na.Gimiente de Tetis y de sus hermatias las Nereidas. 67. Recuerdci de Virgilio, Bucólicas, IV, 62-63.
62. Así se llamaba a las islas é}ue con-stituían el paraíso de -Jos 6R. Cita -de la 111.ada, If, 403.
bienaventurados. Los antiguos geógrafos las situaban más allá de 69. Se refiere a la cabra Aro.altea, que amamantó a Júpiter en
las columnas de Hércules, eh lo que hóy son las Islas Canarias. Creta (Ovidio, Fast., V, 165 y sig.)
(Plinio, VI, 36.) 70. La Embriaguez.
63. Expresión homérica. (Odisea, IX, 109.) 71. "La Ignorancia, parque Pan era un rústico." (Nota de Lis·
64. Horacio, Epodos, 16, 61. ter.) Es~a y la Embriaguez son diosas inventadas par Erasm~.

104 105
perfumes, es Hedoné (la Voluptuosidad). Esta, de
aire indeciso y errante mirada, es Anoia .(la Demen· (\
cía). Esta, de nítido cutis y cuerpo gentil y bien XL Y en principio, ¿qué puede haber más duke
cuidado, tiene por nombre Trifé (lª Molicie). Veréis y más precioso que la vida misma? ¿Y a quién se
también entre ellas dos diosecillos, de los cuales uno debe· que ella comience sino a mí? Pues ni la lanza
se llama Como (Genio de los Banquetes) y el otro de Palas, diosa nacida del poderoso padre, ni la égi-
Morfeo (Profundo Sueño 72). Así pues, con el auxilio da 75 de Júpiter, dios que fragua las tormentas, po-
de estos .fieles servidores, todas las cosas están a drían engendrar y propagar el género humano. El
mi mandado, imperando incluso sobre los 1nismos mismo padre de los dioses y de los hombres 76, que
emperadores. con un movimiento de cabeza hace temblar todo el
Olimpo 77 , no encuentra ningún reparo en dejar a ·
un lado su triple rayo" y su rostro de titán 7' (con
X. Y a conocéis mi origen, mi educación y mis
cortesanos. Ahora, para que nadie me vea usurpar
J;]. el que, cuando le apetece, aterroriza a todos los dio'·
ses), y en cubrirse con una pobre máscara, corno
sin causa el nombre de diosa, oíd con mucha aten- ·¡ un histrión, cada vez que quiere hacer, lo cual le
ción cuántas ventajas procuro tanto a los dioses ---~z ocurre a· menudo, .un hijo.
como a los hombres, y hasta dónde se extiende mi· Los estoicos pre:sumen de estar muy cerca de los
imperio. Si alguien ha escrito ·acertadamente 73 que dioses. Pues· bien, dadme uno que sea tres, cuatro, ·
es propio de los dioses proteger a los mortales, y o si se quiere mil veces estoico, y tened la seguridad
si merecieron ser admitidos en el senado del Olimpo de que, si no consigo que se corte su barba, atributo
los que enseñaron el uso del vino, del trigo o cual- de sabiduría, que por lo demás comparte con los
quier otra cosa que redundara en provecho de los machos cabríos 80 , por lo menos lograré que desa-
mortales, ¿por qué no se me ha de llamar a mí con • rrugue el entrecejo y alise la frente, que abandone
justicia el alfa 74 de todos los dioses, a mí, que pro- sus inflexibles dogmas, y que cometa algunas ton-
digo a todos toda clase de bienes?

74. LOcución tomada del Apocalipsis, I, S; el Señor dice: "Ego


sum Alpha et Omega, principium et jinis." ·
75. Égida: "Escudo de Júpiter, hecho de la piel de su nodriza.,
la cabra Amaltea". (Nota de Líster.) ·
'1 76.
Apelativo frecuente de Júpiter en la Ilíada, ·I, 125.
Virgilio, Eneida, IX, 106.
77.
78. Ovidio, Metamorfosis, II, 848.
79. Rostro de mirada torva y feroz, como .el de los Titanes.
72. Expresión homérica (Odisea, XIII, 79.) 80. En la antigüedad, la barba larga era, Junto. con la capa
73. Plinio,. Historia. natural, II, 5. y el bastón, la insignia de los filósofos cínicos_ Y esto1cps.

106 107

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terías y calaveradas. Y en s-uma, a mí, sólo a mí, sin nuestra ·ayuda vería su poder o defectuoso o
repito, tendrá que acudir ese sabio si alguna vez nulo.
quiere ser padre. Pues bJen; de estas mis irrisorias bromas de ·
Pero ¿por qué no hablar con vosotros abierta- borracho provienen los ceñudos filósofos, en cuyo
mente, como acostumbro? Pregunto: ¿con qué en- · lugar les han sucedido hoy aquellos a quienes el
gendran los dioses a Jos hombres, con la cabeza, con vulgo llama frailes, los reyes cubiertos de púrpura 83 ,
la cara, con el pecho, con las manos, con las orejas, los piadosos sacerdotes, y los tres Vt"ces santísimos
o con lo que !].aman partes honestas? No, verdade- pontífices. En fin, toda Ja caterva de los dioses de
ramente; la propagadora del género humano es aque- la poesía, tan numerosa que apenas cabe 'en el Olim-
lla parte, tan loca, tan ridícula, que no puede ser po, a pesar de ser muy espacioso.
nombrada sin excitar la risa. Esta es la fuente sa-
grada de donde fluye toda la vida con más verdad
que del cuaterno de Pitágoras 81 • Porque ciertamente, XII. No obstante, muy poco supondría haber pro-
¿qué hombre, decidme, cargaría por su propia vo- bado que yo soy el principio y la fuente de la vida,
luntad con el yugo del matrimonio, si, como suelen si no probara también que cuanto bueno existe en
hacer los mismos sabios, pensara seriamente en el mundo se me depe igualmente a mí. En efecto,
los inconvenientes de la vida conyugal, ni qué mufor ¿qué sería la vida, yº merecería recibir· el nombre de ·
consentiría que se le acercara ·un. varón, si exami- vida, si faltara el placer? Veo que aplaudís. Ya sabía
nara y conociera los peligrosos trabajos del parto, yo que ninguno de vosotros lo sospechaba, o mejor
o las molestias de criar a Jos hijos? Pues si la vida que ninguno había perdido el .juicio hasta tal punto,
Ja debéis al matrimonio, y el matrimonio lo debéis o más bien que no fuera tan extremadamente cuerdo
a la Demencia, mi sirviente, comprended claramente como para no ser de esta opinión. ·
Jo que me debéis a mí. ¿Qué mujer experta en todo • Aunque Jos ·mismos estoicos no despreciav el
esto querría repetir, si no fuera gracias a la virtud placer, sin embargo, lo disimulan sagazmente, y si
del Olvido? iLa misma Venus, pese a Lucrecio 82, bien dicen mil injurias delante de la gente, es sólo
a fin de que les dejen campo Ubre para gozar ellos
a sus anchas 84, Pero decidme, por Júpiter: ¿qué
81. Pitágo·ras de Samos fundador de 1a escuela pitagórica, na~ momento de la vida no es triste, enojoso, aburrido,
ciclo entre 580 y 570 a. C. 'Nada -nos queda de sus escritos. - Con insípido, molesto, si el placer, esto es, la estulticia,
la expresión cuaterno- se designaba los números -1, 2, 3 y 4, que
indican los intervalos que servían de base al sistema de los pitagóri-
cos, los cuales juraban por este cuaterno. (Luciano, Vit. auct.. 4.)
82. Lucrecio escritor latino (98?-55 a. C.) que compuso De 83. Horacio, Odas, I, 35, 12..
rerum natura, ~ema que comienza con la invocación de Venus.
Lister dice de Lucrecio: "Reconocía a Venus por el principio de 84. Alusión a Piloxeno, que se sonaba en un buen manjar,
teda generación". para COD?-erlo él s_olo.

108 109

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no añade su condimento? Esto lo demostró con los ben sean también los que ·menos se enojen. Y si no
más auto rizados testimonios que pudieran existir lo creéis, ved que, cuando el adolescente crece y
el nunca suficientemente alabado Sófocles, autor de comienza a adquirir conocimientos, ya por la expe-
aquel magnifico elogio que hizo de mí: -· riencia de las cosas, ya por el estudio~ de las cien-
«Cuanta menos sabiduria se tiene, más feliz se cias, continuamente se marchita la gracia de sus for-
es» 85, pero ahora vayamos al fondo de la cuestión"· mas, languidece su vivacidad, se enfría su donaire
y desmaya su vigor. A medida que se aparta de mí,
vive cada vez menos, hasta que llega la enojosa
XIII. En principio, ¿quién no sabe que la prime- vejez, tan molesta para los demás como para uno
ra edad del hombre es la más alegre y la más grata mismo 87 • Para ningún mortal sería tolerable, si yo
de todas? ¿Qué es lo que vemos en los niños. que no le echara una mano para socorrer tantas mise-
hace que los besemos, los abracemos, los acaricie- rias, pues de igual modo que los dioses de los poetas
mos, y nos parezca que incluso tienen la virtud de suelen salvar a sus protegidos de la muerte con
desarmar al enemigo, si no el atractivo· de la estul- alguna metamorfosis, así yo, cuando los veo próxi-
ticia, que a gufaa de merced concede a los recién mos al sepulcro, y en cuanto me es posible, los
nacidos la prudente naturaleza, como si con algún
torno a la niñez. De !,fü1í que la gente llame con. pro-
género de satisfacción o de premio quisiera recom-
pensar los trabajos de la crianza o hacer más lleva- piedad a la vejez segunda infancia 88• Si alguien qui-
deros los cuidados de la educación? Y la adolescen- siera s·aber cómo efectúo tal transformación, no se
cia, que es la edad que sucede a ésta, ¡cuán placen- lo ocultaré. Para ello los llevo a la fuente de nuestra
tera es a todos, cómo tiene a to.dos propicios su ninfa Leteo, que nace en las lslas Afortunadas (la
candor, con cuánta solicitud se la· ayuda, CC#n qué que corre por el Infierno no es más que un pequeño
interés se le tiende una mano protectora! Y así pre- riachuelo), para que allí beban los largos olvidos 89
gunto: ¿de dónde procede esta gracia juvenil? ¿De disolviendo poco a poco los afanes, y vuelvan a la
dónde, si no de mí? Yo hago que los que menos sa- juventud.
Pero. entonces se dirá que deliran y pierden el
juicio. Lo admit9._ Pero precisamente esto es con-
vertirse en niños. Pues verdaderamente, ¿qué hay
85. Sófocles (496-406 a. C.), poeta griego que, según el criterio
de los· contemporáneos y de la posteridad, encamó el tipo más alto más propio del niño ·que delirar y carecer de sen-
de la perfección y la felicidad humanas. Escribió numerosas obras 9
de las cuales muy pocas han llegado a nosotros, como las tragedias
Antígona1 Ayax, Edipo rey, Electra. El verso citado por Erasmo se
encuentra en Ayax, 554. · 87. Séneca, Ed., 607.
86. "HoraCio hace mención de ·un hombre que se enojaba con 88. Luciano, Saturn., 9.
sus amigos porque ellos le habían curado de su looura." (Nota de
Llster.) · 89. Virgilio, Eneida, VI, 715.

110 111.

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satez? ¿Qué hace que esa edad sea tan deleitosa, sino de Ja vida, que es la murmurac10n. "<\ñaclid a esto
el no saber nada? ¿Quién no abominará y detestará, que, aunque !os niños se divierten a costa de los
como una monstruosidad, al niño que razo!le como n viejos, éstos por su parte se divierten a costa de los
un hombre? Esto lo atestigua el conocido refrál;l niños:
del vulgo: "Odio en el niño la sabiduría precoz ... » «Porque Dios siempre junta ·51 los que. se aseme-
¿Quién soportaría la amistad o "'l trato de un jan» 94•
anciano que a su gran ·experiencia del mundo y de ¿Qué hay entre ellos que les difere!lcia, ·sino la
las cosas uniera la plenitud de sus facultades men- rugosidad de la piel y el número 'de cumpleaños
tales y el. rigor y la penetración de sus críticas? De- celebrados? LÓs cabellos claros, la boca desdentada,
jemos que esa edad delire. Por tanto, este delirio el cuerpo débil, la apetencia de la leche, Jos. balbu-
es la compensación que ofrezco a las miserias de ceos, la simpleza, la charla insustancial, la falta de
la vejez, apartándola de las preocupaciones que ator- memoria, la carencia de reflexión, todo esto, entre
mentan al sabio. Es entonces . un bueri compañero otras cosas, les acerca. Cuanto más se acercan las
de bebienda. No siente el tedio de la vida, que ape- personas a la vejez, más se parecen a los niños,
nas tolera la edad más robusta.· A veces, como ..el hasta que, como a éstos les ocurre, sin sufrir el can-
viejo Plauto 90 , vuelven a las tres letras famosas 91,
sancio de la vida, sin conocer-el sentido de la muer-
lo qÚe. les haría muy, desgraciados si tuvieran su
razón. Pero es feliz gracias a mi füvor, agradable te, emigran cie la Vida.
a fos amigos y a la sociedad.
Según Homero, de los labios de Néstor fluían
palabras más dulces que Ja miel 92, mientras que las XIV. Y ahora, quien así 10 quiera, compare mis
de _Aquiles desbordaban amargura, y las de los an- beneficios con las 1Tietamorfosis que operan los diO.
cianos que se congregaban en las mnrallas de la . ses. No pretendo recordar las que· hacen cuando
ciudad eran festivas y amenas 9e. De ello deduzco están airados, sino las que Jlevan a cabo cuan.do ·
que en cierto modo la vejez supera a la infancia, quieren mostrarse más propicias, caso en el cual
amable· sin duda, pero privada del supremo ;placer suelen transformar a · 1as personas en árbol95 , en
ave 96, en cigarra 97 e· incluso en serpiente 98: como si

9Ó. Plauto~ escritor latino que compuso importantísimas come-


dias. Véase nuestra edición de Pia·1to, en la colección Libro Clá- 94. Verso de Homero, Odisea, XVII, 21S.
sico, n. º 42. 95. Según Ovidio (Metamorfosis, l, 452-567), Dafne fue meta·
91. Se trata de las ietras A.M.O., es decir~ el verbo amo: m,orfoseada en árbol.
vuelve a amar. (Plauto, Mercator, 304.) 96. Cebe y su esposa Alción fueron cpnv~rtidos en aves. (OvidiQ~
92: llíada, I, 249. Metamorfosis, XI, 4!(}.742.)
93. llíada, IU, 152. 97. Titón~ hermano de Prlam-0, .fue convertido en, cigarra. (Ovi-

112 113

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cambiar de forma no fuera lo mismo que morir. a medida que se acercan a la vejez, se vuelven cada
Yo, en cambio, restituyo a los hombr@s la mejor y vez más y más locos. No hay otra gente como ésta,
más feliz parte de su vida. Si los mortales rompie- que tome la vida tan en broma y sienta menos la
ran su trato con la sabiduría, y actuaran en .. todas tristeza de la >¡,enectud. Mis holandeses 1º1 se acercan ·
las edades según mis máximas, no se harían viejos mucho a ellos, tanto por sus costumbres como por
y disfrutarían felices. de una perpetua juventud. ¿No sus fronteras. ¿Por qué no los llamaré mios, cuando
veis esos hombres sombríos a los que el estudio cultivan mi trato de tal modo que }).asta del pueblo
de la filosofía o el incesante cuidado de los serios merecieron un remoquete 102 ? Y éste no sólo no les
y arduos negocios les hace casi siempre envejecer avergüenza, sino que se lo adjudican ellos mismos
antes de llegar a la juventud, porque las preocupa- como un honor. Vayan ahora los. locos mortales a
ciones y la continua tensión del pensarriiertto .,les pedir a las Medeas, Circes, Venus y Aurora 1º3 o a no
agotan el espíritu y les secan el jugo vital? Mis locos, sé qué ·fuente, que les restituyan su juventud, cuan-
por el contrario, están gordos y lucios 99, con la piel do yo s::ila puedo y suelo conceder el favor.. Yo tengo
brillante como los cerdós de Acarnania 100 , como se aquel mágico elix1r con que la hija de Memnón pro-
dice, y sin experimentar jamás ninguna de las incÜ- longó la juventud de su antepasado Titón 104 • Yo soy
modidades de la vejez, si no se inficionan, como a aquella Venus con\ cuyo favor· Faón 105 . rejuv.f!neció
veces sucede, con el contagio. de los sabios.· Nada
amarga tanto la vida del hombre, como no gozar
de la felicidad completa. Añádase a esto el no leve . 101. "Se les llama aquí locos bromeando, a causa d.e su sin~
testimonio del· proverbio vulgar, según el cual la eeridad de sus maneras simples y naturales." (Nota de Lis ter'.)
locura es una cosa que detiene la fugacísima juven- 102.' Proverbio holandés que reza así: "Cuanto más viejo es el
holandés, más estúpido." - '
tud y aleja la enojosá vejez. Verdad a medias para 103. Famosas hechiceras. Ovidio habla de los talentos mágicos
quien no apruebe lo que temerariamente se mur- de Medea (Metamorfosis, VII, 162) y de Circe (Metamorfosis, XIV,
mura de los de Brabante. Así como los demás hom- 10, 348, 399) .. Esta última ·aparece también en Homero, Odisea, X,
137. .
bres suelen adquirir la sensatez con los años, ellos, 104. Memn6n, rey de los etíopes, era a su vez hijo de Tit6n
y de la Aurora. Titón, gracias a las ·súplicas de su nieta, fue con~
vertido en cigarra poi Júpiter. Ayudado por los ruegos de la Auro-
ra había obtenido de los dioses el don de la inmortalidad, pero
dio, Metamorfosis, ill, 98; - Fast., VI, 473. Virgilio, Eneida~ IV? n~ consiguió la eterna juventud. (Ovidio, Metamorfosis, XIII, 576-
585.) • . . 622.) .
98. Cadmo fue metamorfoseada en serpiente. (Ov1d10, Meta- 105. Faón era un viejo batelero de Mitilene que, al no querer
morfosis, IV, 571-603.) · aceptar pago alguno po( haber conducido a .Venus en una travesía,
99. Horacio se aplica a sí mismo estos epítetos cuando se pre- fue convertido por la diosa en un hombre Joven ~ apuesto. ~e. éJ
senta como un "cerdo de la manada de Epicuro". (Ep., I, 4, 15-16.) se enamoró perdidamente Safo, que al verse desdeñada se prec1p1to
100. Los cerdos de Acarnania gozaban fama de ser superiores
a todos los demás. Lister se limita a señalar: uManjar excelente". desde una roca.

114 115

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.... :!' ..
tanto como para enloquecer de amor por él a Safo J<J6. durnar con mosto y con zumo de higos frescos. ¿Qué
Mías son las hierbas, si las hay, mías las oraciones, burlas y ofensas no ha recibido de la antigua co-
(\
mía aquella fuente que no sólD devuelve la pasada ... ·.':'! media Hl9? «¡Oh, insulso dios ---exclaman-, dígno de
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adolescencia, sino que, lo que es mejor, la co:r;iserva haber nacido de un muslo 1101,, Sin embargo, ¿quién
perpetmunente. , no preferiría ser ese fatuo e insulso, siempre alegr:e,
Si reconocéis que mida hay más apetecible que siempre juvenil, siempre aportando juegos y place-
la adolescencia, ni nada más detestable. que la vejez, res a todos, antes que aquel s¡ontencioso Júpiter,
reconoéeréis también cuánto me debéis a mí, que temido por todos, o el viejo Pan sembrando por
hago duradero tanto bien y evito tanto mal; todas partes el terror 111, o Vu!cano, lleno de tizne
de carbón y siempre trabajando en su_ tenebrosa.
fragua, o la misma Palas, de mirada torva 112, ar-.
XV. Pero ¿por qué hablar ·ahora de los mciha-
1es? Trasladémonos al empíreo, y consiento en ·que mada siempre con su Gorgona'13 y su!anza? ¿Por
quien así lo quiera injurie mi nombre si cuanto se qué Cupido siempre es niño? ¿Por qué? Porque es
descubre en los ·díoses que no sea despreciable ·y frívolo, y no se ocupa ni piensa en· nada sensato 114 •
áspero no se debéa otra cosa que a mi influjo. Pues ¿Por qué la áurea Venus renueva con_stantemente .
,¿por·.qué Baco es siempre el efebo de hermosos ca- su belleza? Sin duda alguna porque tiene ilinidad ·
bellos? Sencillamente porque :vive, ebrio e, incons- conmigo, y de ahí que· 'lleve en el rol>tro el color ·
ciente, entre festines, danzas, cánticos y juegos 101, de mi padre, y ésta es la causa ·de que Homero. la
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y no tiene con Palas el menor trato. Por el contrario
se aleja de ella, y tiende tan poco a pasar por sabio,
que quiere que se Je honre únicamente con burlas 109. Erasmo alude a ~ ranas de Arist6fanes, comedia en_"_Que
y chanzas. No •se ofende por el proverbio que le éste habla deScaradamente de Dionisos ·(BacO), ·protbctor- del,:-art~
atribuye el mote de fatuo, cuando se dice que es dramático. Lister n'os dice acerca de la Cpmedia Antigua:' -uEra
satírica hasta nombrar a las personas, lo cual obligó a los magis..;
más necio que Móricos 108 • Este nombre de· mórico tractos a prohibirla". · . . ·..
procede de la estatua sedente situada a la entrada 110 40 Se daban dos nacimientos de Baco: el uno, de su, madre;
de los templos, que los vendimiadores solían er:i:J.ba- el otro' del muslo de Júpiter." (Nota ·de Lister.) Semele, madre de
Baco, ~og6 a Júpiter que se _le mostr;ara _en toda su gloria, y. en-- ·
ton.ces Júpiter se mostró a ella en medio de rayos y truenos; Semele, ·
envuelta en llamas, dio ·a luz a Baco prematuramente; éste iba a
morir, pero Júpiter lo encen:ó. en su muslo-·h_asta que estuvo Com-
10\S. ·sato de ·Lesbos, poetisa que vivió en los sig16s VII-VI a. C. pletamente desarrollado. (Ov1<lio, MetamorfoSlS, III, 310; IV, 11.)
y de cuyas obras sólo nos· quedan fragmentos. 111 .. De los terrores ·sembrados por Pan procede la denomina~
107. Probable alusión a las Geórgicas; en Il. 380-396, Virgilio ción de '"pánico".·
descn"be el culto al dios Baco. 112. . Luciano, Pseud., 32; S6focles, Ayax, 452.
108. Locuci6n proverbial siciliana. Mórlcos o "embadurnado" 113. Su escudo.
es el sobrenombre que se daba a Baco. 114. Homero, litada, VIII; 524.

116 117

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llame áurea Afrodita m. Por eso rie perpetuamente repugna grandemente que se introduzca en la cor-
si hemos de cr1¡er. ~ !_os poetas y a sus émulos lo~ te de los reyes, en donde ocupa el prime¡¡ lugar mi
escultores. ¿Que divm1dad tuvo nunca entre los. ro-
servidora la Adulación, que no tiene con Momo más
manos un culto más fervoroso que Flora madre de
semejanza que el lobo con el éordero. De este rriodo
todos los placeres 116 ? Si alguien observa 'atentamen-
t~ en Homero y otros poetas la vida de los rígidos
los dioses, libres ya del indiscreto, y sin tener nin-
dioses, encontrará la locura en todas sus acciones. gún censor de sus acciones, pudieron entregarse a
¿Habrá que recordar otros hechos, como los. a!nores sus frivolidades ·con más dulzura y desahogo, o,
y devaneos de Júpiter 117, el mismo dios del rayo? como dice Homero 121 , a todo su placer.
¿O como los de aquella severa Diana, que olvidada ¿Qué distracción no ofrece aquel Priapo de hi-
de su sexo no hacia otra cosa que cazar, mientras guera 122 ? ¿Qué entretenimiento no proporcionan
desfallecía de amor por Endimión 118 ? Verdadera- los engaños y las raterías de Mercurio? El mismo
mente me gustaría que Momo 119 les hiciera ofr sus Vulcano 113 suele hacer de bufón en los banquetes
verdades, que en otro tiempo se solían oír con fre- de los dioses, llega. cojean~o, y con sus mamarra-
cuencia. iPero se enojaron y le echaron a la Tierra chadas y sus malicias hace reír a carcaj atlas a to-
con Até 120 , porqu:e turbaba .la felicidad de los dioses dos los presentes. Y Sileno, el famoso viejo verde,
·• con las importunidades de la sabiduria. Desde en- suele bailar el cori:lax.124 con el pesado Polifemo,
tonces nadie ha querido dar asilo al expatriado, y mientras las ninfas bailan la gimnopodia 125 • Los
Sátiros semicabras · representan atelanas 11D, Pan
mueve a todos a risa con alguna insulsa cancion-
115. Odisea, VIII, 337. cilla, que el!os._prefi.eren antes que oír a las mismas
, , 116.. Flora ~rala diosa roman~ .de las flores y de la primavera;
en su fiesta anual, cel~br~~a del 28 de abril al 1 de mayo, tenían~ •
lugar toda clase de d1vers1ones y alegrías. (Ovidio Fast v 183)
117. Alusión .ª los siete matrimo.nios efectuados p~r Íllpite;, 121. · Iliada, VI, 138.
que además tuvo. innumerables amores.
118. Diana, diOsa· de· la luna, sintió un profundo amor por el 122. HoraclD, 8.• Sátira, 1, ·8, l.
hermi:;so caz~dor Endimión. T<?das las noches, cuando él ·se hallaba
123. Vulcano: "Homero dice que sirve la mesa en los festines,
domndo en el m?nte Latmo, le infundía un profundo sueño para que hace reír a los dioses por su caminar cojo, que da de beber a su
peder abrazarlo sin ,q?-e se diera cuenta. (Juvenal, Sát., X; Cicerón, madre y que dice agudezas para reconciliarla con Júpiter su mari-
Tus_c., ,1, _38; Properc~o. El.,_ TI, 15.) . · do". (Nota de Lister.) llíada, I, 568; XVIII, 397. '
124. Cordax: danza lasciva y descompuesta, que precedió en
119. Momo: "No el burlón, sino el censor". (Nota de Lister.)
Hesíodo, Teogonía, 214. Grecia a la aparición de la Comedia Antigua. (Aristófanes, La3
120. Até: "Significa Querella". (Nota de Lister.) La diosa Até nubes, 540 y 555; Petronio, Satiric6n, LII, 9.)
inducía al .ª~or a los dioses d~l Olimpo, D;evándoles en consecuencia 125. Gimnopedia: danza de los lacedemonios que se bailaba
a su perd1c16n. Por ello Júpiter la arrojó a la Tierra, donde se con los pies descalzos. Luciano, De saltatione, XII.
complacía sembrando toda clase de injusticias y calamidades. (Ho- 126. 'Falsas atelanas: farsas groseras, bufonas y muy licenciosas
mero1 Iliada1 XI~ 91; Hesíodo, Teogonia, 230.) · que se representaban en los albores del teatro romano. Su nombre
procede de la villa de Atella1 en la Campa.nía.

118
119

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Musas, sobre todo cuando el néctar comienza a y la concupiscencia, cuyo imperio se. extiende ?m~
subir a Ja cabeza. ¿Y qué diré de lo que hacen los pliamente hasta el bajo vientre. Lo que pueda la
dioses, ya bi(lil bebidos, después ¡je los festines? razón contra estas dos fuerzas gemelas~ lo declara
Es de tal locura, que cuando lo recuerdo ¡;¡o puedo ampliamente la existencia de los hombres comen"
contener la risa. Pero en este punto es mejor callar tes, pues ella sólo puede gritar hasta ponerse ron-
imitando a Harpócrates 121, no sea que algún dios ca y mostrar las normas de conºducta honesta: los
Coriceo 128 nos escuche revelar cosas que ni el mis- hombres protestan de fonna ruidosa y se obstinan
mo Momo ha podido cl.ecir impunemente. en sacudir un yugo tan despótico hasta que al fin,
fatigada la razón, acaba por ceder y rendirse.
XVI. Es ya hora de que, a ejemplo de Homero,
dejando las alturas tornemos a la tierra, donde''no XVII. Sin embargo, habiendo el varón nacido
encontraréis_ alegría ni felicidad si yo no- interven- para gobernar Jas cosas de la vida, era necesario
go con mis favores. darle, para compEOnsar sus .trabajos, un poco· más
En primer lugar ved con qué providencia la na- de razón de la que en él ·se infundió, y habiéndose-
turaleza, madre y creadora del género humano 129, me consultado el c¡;so, como muchas otnis. veces,
cuida de que en nada falte el aderezo de la locura. di un c0nsejo digno' de rní: que al lado del hornb.ré
E.n efecto, según los definidores estoicos, la sabidu- se pusiera la mujer, animal loco e inepto si los hay,
ría no es más que el gobierno de la razón; la locu- pero gentil y suave al mismo tiempo, que en la vida
ra, por el contrario, consiste en dejarse llevar por doméstica atenúa y endulza con su locura la me-
las pasiones, pero para que la vida de los hombres lancolía y aspereza de la índole varonil.· Ved que
no fuera. triste y amarga, ¿cuánto mayor lugar dio Platón m, al dudar entre incluir a la5 mujeres en
• Júpiter a las pasiones que a la razón? Lo que va •
de media onza a- una libra. Por eso relegó la ra-
zon BO a un pequefio ángulo de la cabeza, y abando-
131. Plat6n, filósofo griego (428-368 a. C.), fue uno de los
nó el resto del cuerpo a todas las pasiones. Además, más fíeles discípulos de Sócrates, y meditó sobre Jos Problemas po~
casi aislada, le opuso dos tirános violentísimos, la líticos y morales. En ,Atenas fundó uha famosa ~scuela que, por
ira, que colocó junto al corazón, ;fuente de la vida, estar situada en el lugar donde Se hallaba el gimnasio conságrado a
Academo recibió el ilómbre de Academia. Escribió numerósos Diá~
lagos, C;rtas y la Apólogía de Sócrates. -El. influjo de la filosofía
de Platón ha sido inmenso a través de ·1os tiempos. -Este Pasaje
de Erasmo ha ejercido influencia sobre Rabelais, Gargantúa y Pan·
127. Harpócrates, dios del silencio. tagruel, libro III, cap. XXX1I. Sin embargo, parece ser que Platón,
128. Dios Coriceo: .sinónimo de delator. en sus censuras contra el sexo femenino, no fue más allá de
129. Cicerón, De natura deorum, I, 8. afirmar. (República, libro V) que son di~intas _las aptitu1es. de los
130. _.Razón: . "Platón la sitúa en el cerebro, la cólera en el sexos y que, en líneas generales, se advierte Cierta Infenot1dad de
corazón y la codicia en las partes inferio¡e.$".. (Not·a de Lister.) la mujer con relación al hombre.

120 121

sm:m:M!N ·= umm
- M
' .!-
·~··.
la categoría de los animales racionales o en la de ~\ gustar al hombre todo lo que puedan? ¿Tienden
los irracionales, no pretendió otra cosa que indicar t acaso a otro fin su~ adornos, sus tintes, sus baños,
la insigne locura de ese sexo. Si por ventura alguna ~! sus peinados, sus afeites, sus perfumes, y, en resu-
mujer quisiera. ser juiciosa, únicamente lpgrai:ía ser ~- men, todas las artes que emplean para componerse,
dos veces loca. Sería como intentar llevar un buey pintarse y fulgir rostro, ·ojos y cutis? ¿Hay algo,
al gimnasio 132• El vicio se agrava en aquel que arti- pues, que las haga más recomendables al hombre
ficiosamente pretende revestirse de la apariencia de que la locura? ¿Hay algo que ellos no permitan a
virtud, yendo contra 1a naturaleza. Y de igual las mujeres? ¿Y qué otra cosa exigen de ellas sino
modo que, como dice el proverbio griego, · aunque el deleite? Por lo tanto, lo que deleita en las muje-
la mona se vista de seda, mona se queda, así la res no es más que la locura. Verdaderamente no
mujer es siempre mujer, esto es, loca, aunque, se habrá nadie, piense lo que quiera en su interior,
ponga una máscara. que no disculpe las tonterías que el hombre dice
Sin embargo, no creo que las mujeres sean tan a la mujer, ni las necedades que haga por ella cada
locas que se ofendan de que una mujer, sobre todo vez que lo disponga el deseo de la hembra. Ahora
siendo la encarnación de la Locura, las califique de sabéis cuál es la fuente de que procede el primero
locas. Y si lo piensan bien todavía deben estarme Y más importante <e;ncanto de la vida.
agradecidas, ya que por muchas razones las muje- 0

·~'\
res son más afortunadas que ·los hombres. En pri-
mer lugar tlenen el privilegio de la belleza 133 , cua- XVIII. pero hay algunos, sobre todo entre los
lidad que ellas anteponen a todas las demás, y por viejos, mucho más bebedores· que mujeriegos, que
cuya virtud ejercen sin duda alguna tiranía sobre encuentran el supremo deleite en las bebidas. Qµe
los mismos tiranos. ¿De dónde creéis que procede
diséutall' otros si puede haber o no un magnífico
la disposición desaliñada del varón, su piel rugosa,
banquete sin la presencia de mujeres. Lo que cier-
sus barbas enmarañadas, que le hacen parecer vie- tamente consta, es que ninguno de ellos será agr.a-
jo aunque sea joven, sino del hábito de la cordura, dable sin el aderezo de la .Jocura. Y si en él no hay
cuando en las mujeres sus mejillas siempre lisas, quien con locura verdadera ·o simulada in~eva a
su voz sier.ipre delicada, su tez fina, hacen que sea risa a los demás, se llamará a algún bufón pagado
la imagen de una perpetua juventud? Por otra par- o a algún ridículo parásito que con burlas y mor-
te, ¿qué otra cosa les preocupa más en la vida, que dacidades, esto es, con frases necias, ahuyente de
la fiesta el silencio y la tristeza.
¿Qué placer habría· en cargar el estómago de
132. Locución griega proverbial, que significa pretender enseñar confituras, manjares y golosinas, si los ojos, los
algo a quien no es capaz de comprenderlo. oídos y el alma entera no recibieran también su
133. Ideas platónicas.

122 123
refacción de risa, burlas y donaires? De esta clase algo-, que los· mismos filósofos no vacilan en co-
de postres soy yo única repostera. Todas. las cere- locarla entre los más señalados bienes. Mas, ¿qué
monias de los banquetes, el sorteo para designar diríais si os \l)robara que de este gran bien soy yo
al rey del festín, el juego de los dados, los brindis al mismo tiempo .Ja proa y la popa L'h? Os lo pro-
recíprocos, las rondas de vino, cantar con el mir- baré, sin embargo, no mediante cocodrilites, sori-
to 134 , danzar y hacer tonterías, no fue inventado por tes m, · ceratines ni otras argucias dialécticas. de este
los siete sabios de Grecia, sino por mí, para la salud género, sino a la pata la llana, y mostrándolo como
del género humano. La naturaleza de las cosas es con el dedo. ·
tal, que quienes más locos son llevan la mejor parte Ahora decidme: disimular, confiarse en extremo,
.de la vida, a la cual, si es triste, no sé cómo se la cegarse, dejarse· alucinar por las faltas de los ami-
puede llamar vida 135 • Asimismo conviene huir de la gos, y a veces tomar y admirar miríficamente como
tristeza, a fin de que esta .hermana gemela del tedio
virtudes sus más destacados vicios, ¿no es algo muy
no prive de todos los placeres.
semejante' a la locúra? Uno besa dulcemente la ve-
, rruga de su amiga, otro se deleita con la voz gan-
XIX. No faltan personas que, despreciando tam- gosa de su Inés,· un padre dice que su hij.o s.ólo
-·~
bién esta clase de delectación, se complacen en las. ·tiene estrabismo 'cü'!J]do- es completamente bizco 138;
dulzuras y el trato de los amigos, diciendo que la • ¿qué es esto, digo, sino mera locura? Que sean lla-
amistad se ha de anteponer a todas las cosas, por- mados tres y cuatro veces locos: y es únicamente
que es algo tan necesario; que ni el aire, ni el fue- esta Jocur.a lá que une y conserva a los amigos.
go, ni el agua lo son más. Su encanto es tal, que Hablo aquí de la generalidad de los mortales,
prescindir de ella equivaldría a prescindir del sol; de los cuales, por no nacer ninguno sin defectos,
por ·último es tan honesta -si serlo sirve para •

136, Adagio grecolatino,


137. Quintiliano (lnst. or., I, 10, S) mencio~a estos dos tipos
134. Lorenzo Ri"ber, en su traducción de Horacio, l'.11 anotar la de silogismos; el cocodri~ites lo explica como sigue: un cpcodrilo
oda ÍV del libro 1, señala: "En los banquetes, el simposiarca o el que ha robado un niño· dice a su madre que se lo ~evolvera a ~'?n­
maestro y rey· G.e la mesa era ·designado Por la suerte. Era él dición de que ésta le explique su propósito con respecto al runo.
quien .señalaba el número de copas que cada uno había de beber; "No me lo devolverás" dice la madre. Y ·así es, puesto que el co-
designaba a los que habían de cantar y dirigía las conversaciones". codrilo no se lo devu~ive.· La madre replica de nuevo: ºD_evuél-
Liste! nos aclara, acerca del mirto: ºEntre los antiguos, aquel que vemelo, porque ·he adivi~ado tu intenc~ón". A lo ~ual ~l cocodrilo
comenzaba a cantar en la· mesa, cogía nn·a rama de este arbolillo; responde: "No, ya que si ·te lo devolviera no habn.as dicho la ver-
después, habiendo terminado su canción, daba la rama a su vecino, dad''. En cuanto al sorites, silogismo llamado sorites c':rnudo, es
que hacía lo mismo; y así hasta eI último convidado". como sigue: ºTú tienes lo que no has p~rdido; ahora bien, tú no
135. "No llamaban propiamente vivir, ·más que a divertirse". has perdido cuernos, por Id. tanto tienes cuernos".
(Nota de Lister.) · 138. Horacio, Sátiras} I, 3.

124 125
es el mejor aquel que tiene menos: en cambio, en- ¿Qué más? Cupido, padre y autor de toda sim-
tre esos dioses que son los sabios, no arraiga la (1 patía, absolutamente ciego, toma lo feo por hermo-
amistad o es tétrica y sin gracia, y aun así se da so 141 , hace que cada cual encuentre bello lo que
en casos muy ·captados, por no decir que ei;i nin- ama, y logra que el viejo adore a la vieja 142b10 mis-
guno, y de ahí que, como la mayoría de los hom- mo que el mozo a la moza. Esto es lo que vemos en
bres han perdido el sentido, no hay ninguno que el mundo, y aunque el mundo lo halle ridículo, no
no delire de muchas maneras, y los que se parecen cabe duda de que a esta irrisoria ridiculez de la
se juntan, Si entre esos espíritus austeros surgiera ~: vida ·se debe la unión y lá concordiá social.
+-" ;
una mutua benevolencia, ésta, ciertamente; nunca
sería estable ni duradera, ni podría serlo tratándo- ¡~.:'
se de esos molestos espías que buscan los defec;,tos >ij: XX. Lo que he dicho de la amistad se aplica
't, ·:
de los amigos can ojos tan penetrantes como· 1os ·,·~'. •'. mejor aún al matrimonio, que no es otra cosa que
,.
del águila o de la serpiente de Epidauro "'· Ven la -~:, . la unión de dos personas por toda la vida. ¡Dioses
paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio. ' inmortales, cuántos divorcios, e incluso cosas peo-
La naturaleza del hombre es tal, que no se encon- res 143 que el divorcio se verían a cada paso, si mis
trará nadie, sin excluir ningún ingenio, que no ten- satélites la adulaciqn, la chanza, la afabilidad, el
ga grandes defectos, Si. añadís a esto la considera- engaño y el disimulo no vinieran, como de ·costum-
ble diversidad de temperamentos y de educaciones, -? '• bre, a conservar y robustecer la vida doméstica del
los numerosos errores, desaciertos y peligros de la hombre y de la· mujer! ¡Ah, qué pocos matrimonios
vida, comprenderéis que entre aquellos Argos 140 no habría si el novio se informara prudentemente de
sería posible una tranquila amistad por más de una los juegos con que la doncellita, de maneras deli-
hora si no la mantuviese lo qae los griegos llamañ cadas y pudicas, se había divertido más antes de
acertadamente la falta de seso, esto es, la locura, casarse! ¡Qué pocos permanecerían unidos si no
o, si lo preferís, la indulgencia para can las debi- quedaran ocultos muchos hechos de las mujeres,
lidades ajenas. gracias a la negligencia y la estupidez de los hom-
bres! Todo este mérito se atribuye a Ja Locura, y
a ella se debe también que Ja mujer guste al ma-
139. Erasmo cita dos versos de la Sátira de Horacio (I, 3, z5... rido, y el marido a la mujer, que la casa esté tran-
26). Sabido es que el águila tiene una mirada escrutadora. Respecto
a la serpiente, se trata aquí del dios Esculapio, que era honrado
bajo esta forma en Epidauro; la serpiente ·era el símbolo de la vi-
gilancia y de la prudencia que debía poseer un médico. Aristó- 141. Teócrito, VI, 19.
fanes menciona esta serpiente en su Pluto . . 142. Locución proverbial latina.
140. Argos, símbolo por autonomasia de agudeza de visión. 143. "Como los envenenamientos. y los homicidios". (Nota de
(Ovidio, Metamorfosis, I, 625.) Lister.)

126 127
quila y no se turbe la paz doméstica. La gente se hombres, sobre todo a los poco avisados, inspirán-
ríe del consentido, cornudo, ¿y qué no le llama?, doles el afán de despreciar lo suyo y de admirar lo
que absorbe con sus labios las lágrimas de la adúl- ajeno. Esto hace que todas las disposiciones, todos
tera. ¡ C_uánto mejor es vivir engañado, que -~ejarse Jos primores ·y todas las gracias de la vida se ma-
consumir por los celos y tomarlo todo a lo trágico! logren y perezcan. ¿De qué serviría la. belleza, su-
premo don de los dioses inmortales, si se contami-
nara con la mancha de la melancolía 144? ¿De qué
XXI. En suma, de tal forma no hay ninguna la juventud, si se corrompiera con la levadura de
sociedad ni relación humana que pueda ser placen- . la tristeza senil? Y ya· que la belleza debe ser repu-
t~ra ni. estable sin mí, que ni el pueblo al príncipe, tada como el principio esencial del arte, así como
m el siervo al señor, ni la criada a la señora ni _de todos nuestros actos, ¿qué es lo que el hombre
el d~scípulo al maestro, ni el amigo al amigo, "t:i el conseguiría efectuar bellamente, bien para sí, bien
mando a la esposa, ni el inquilino al casero, ni el ca~ para Jos demás, si no le tendiera su mano Filautía,
marada al camarada, ni el huésped al .anfitrión les que es mi hermana, puesto que en todas partes co-
soportarían un instante si el uno con respeéto ·al labora conmigo? ¿Hay algo más loco que gustarse
otro no fingieran, -ni se adularan, ni se· engañaran a sí mismo, admirarse a sí mismo? Y no obstante,
¿qué gentileza, qué gracia, qué· dignidad tendría lo
prudentemente, ni se untarán con la miel de Ja
que hicieras, si no estuvieras satisfecho de ti mis-
Locura.
mo? Quitad esta sal de la vida, y de inmediato él
Bien sé que todo esto os parece extraordinario, orador se enfriará en su acción, ningún músico emo-
pero oíd algo más extraordinario aún. cionará con sus cadencias, el cómico será silbado
en su representación, se reirán del poeta y sus Mu-
• sas, el pintor y su arte serán desdeñados, el médico
XXII. :Pregunto: ¿puede amar a alguien quien con todas sus drogas se morirá de hambre: Por
se odie a sí mismo? ¿Puede estar de acuerdo con último, veremos convertidos a Nireo en Tei:sites 145,
otro quien no lo está consigo? ¿Puede ser agrada-
ble para los demás quien para sí mismo sea inso-
portable y molesto? Creo que nadie responderá afir- 144. Pedro Voltes.Bou, en las notag a su traducción de Erasmo
mativamente, si no es más loco que la misma Lo- editada por Espasa-Calpe, Colección ·Austral, núm. 1.179, dice:
cura. Y si me excluyerais, nadie podría soportar a '~Putiditas en el original; palabra al parecer inventada por Erasmo,
ya que no consta en otra part~. Nuestra versión es, por ende, pura
otro, de tal modo que cada cual se apestaría a sí conjetura", como lo es también la nuestra.
mismo, de sí mismo sentiría asco y a sí mismo se 145. Nireo: "Homero dice que era el más bello de los griegos
que sitiaron Troya; y Tersites, el más feo". (No.ta de Lister.) En
odiaría. La· naturaleza, que a menudo es más ma- llíada, II, 671; II, 212. La comparación entre ambos parece haber
drastra que madre, se complace en atormentar a los sido s·acada de Ovidio, Pónticas, IV, 13.

128 129

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a Faón en Néstor i4ú, a Minerva en cerdo, al iocuaz
en balbuciente, al ciudadano en rústico. Tan nece-
sario es que cada cual se lisonjee a sí mis\!no y se XXIII. ¿No es la guerra el germen y la fuente
procur~ su propia estimación antes de que pueda de todos los hechos laudables? ¿Y qué hay más
ser estimado por los demás. Por otra parte, como loco que empeñarse en una de esas luchas por no
la primera condición .de la felicidad es que cada sé qué causas, de las cuales una y otra parte siem-
cual esté satisfecho de ser. lo que es 147, sin duda pre sacan más mal que bien? Los que sucumben,
Filautía da para ello grandes facilidades y abrevia como' se decía de los megarenses 148, nada significan.
el camino, pues logra que nadie tenga queja de su Ahora bien, cuando ya se disponen los ejércitos ar-
p:opia belleza, ni :'le su ingenio, ni de su progenie, mados y resuena el ronco clamor de las trompe-
m de su estado, ru de su conducta, ni de su. patria, tas 149, ¿de qué servirían, os pregunto, esos sabios 150
h~sta el punto de que el irlandés no querría 'cam-
exhaustos por el estudio, cuya sangre débil y helada
b~arse p~r el italiano, ni el tracio por el ateniense,
apenas puede sostener su espíritu? Se necesita en-
m el escita por el nacido en las Islas Afortunadas.
Y, ¡oh si_ngular solicitud de '1a naturaleza, que .. en tonces hombres gordos y bien cebados, de los que
tanta variedad de cosas todo lo iguala!· Cuando nie- tengan más audacia y menos inteligencia. A menos
ga al hombl·e alguno de, sus favores, a ése suele que se prefiera ·guerreros como Demóstenes, quien,
concederle Filautía mayor parte de los suyos, aun- siguiendo el consejo de Arquiloco 151 , en cuanto vio
que al hablar así lo hago como loca, pues sus dones al enemigo, arrojó el escudo y huyó, mostrándose
son los mayores que se pueda desear. Diré además tan cobarde soldado como sabio orador. Pero el en-
que no sería posible ninguna egregia empresa sin tendimiento, se dirá, es de gran importancia en la
la acción de mi estímulo, nj ninguna excelente per- guerra. En efecto, así lo reconozco, en el general, •
fección de la que yo no sea la creadora. aunque el entendimiento que en él se requiere es
el militar y no el filosófico; además, los parásitos,
los alcalmetes, los ladrones, los agesinos, los truha-

148. Locución proverbial.


149. Virgilio, Eneida, VIII 2.
150. "Según Aristóteles, la' sangre espesa produjo la fuerza y la
necedad; y la sangre sutil _produjo el talento, 1:a debilidad ·del cuerpo
y la timidez". (Nota de Lister.) ·· ·
151. Archilocus: Demóstenes. "Los lacedemonios expulsaron a
146. Fa6n: "Rejuvenecido por Venus; Néstor vivió tres siglos,,•. este poeta, porque se vanagloriaba, como de una acción de sabi~
(Nota de Lister.) Véase sobre Faón la nota 105. duría, de haber arrojado su escudo para huir mejor". (Nota de
147. Marcial, Epigramas, X, 47, 12. Lister.) Esto ocurrió en Queronea, en el año 2~8. a. C.

130 131

·.· l::)-•.',:;: º1' •\t.,. _~ll~' • \ • '- '• i 'I .·".-. -, '~ . (",. '. º•. ••,, .• ·t: ~' • ..
nes, los imbéciles, los petarcUstas y,·· en suma, la
la cicuta, sino su sabiduria? ÍVIientras filosofaba
hez de los mortales son los que realizan empresas
acerca de las nubes 155 y de las ideas, mientras me-
tan preclaras, y no los filósofos que liel<µi bajo una día las patas de una pulga, mientras se extasiaba
lámpara. ·
con el zumbido de un mosquito 156 , no se ocupaba
de lo que es necesario para Ja vida cotidiana. Y ~e­
cordad la defensa que hizo ·en aquella causa su dis-
XXIV. De cuán inútiles sf',an los sabios para to- cípulo Platón, excelente abogado en verdad, que,
dos los menesteres de la vida, nos sirve de ejemplo ofendido por el estrépito de la multitud apenas
el mismo Sócrates m, juzgado aunque con poco· pudo pronunciar la mitad de su alegato 157 • ¿Y qué
acierto como sabio único por el oráculo de Apo- diré de Teofrasto 158? ·Este, subido a la tribuna, de re-
153
lo , y el cual, intentando hablar en público de no pente enmudeció, como si hubiera visto al lobo 159 •
sé qué tema, se vio obligado a callar ante las "'risas Isócrates era tan tímido que hunca se atrevió a
de todos. Cierto es que este varón no había perdido abrir Ja boca· en público 16º. Marco Tulio, padre de
el seso por completo, ya que jamás quiso admitir la elocuencia romana, cuando iniciaba sus. discur-,
para sí el nombre de sabio, que únicamente a Dios sos, temblaba siempre terriblemente y balbucía
reconoció, y por otra parte consideraba ser de cuer- como un niño 16!, ::i;unque Fabio 162 lo interpretara
dos abstenerse de intervenir en los asuntos públi- como muestra de Ja cordura del orador_ y dt< su
154
cos , aunque habría hecho mucho mejor en reco-
mendar que modere sus · deseos de sab_er quien
aspire a contarse en el número de los hombres.
¿Qué le llevó a ser acusado y condenado a beber 155. · 11Arist6fanes inti'oduce . a S6c~ates adorando a las ni.tbes
como a los dioses·." (Nota de L1ster.) , .
15 6. Sócrates se hallaba sobre el terreno. mism? ~e la soflst1c a
• y con los sofistas podía confundirse, como hizo Ar1stof<;-Il:.C:,S eD; ~ta
grotesca caricatura. - Voltes Bou, en las no~, de la e<!1c1~ cita a,
152. Sócrates: filósofo griego (470-399 a. C.) proclamado por el señala refiriéndose a "se asombraba" {o se. extasiaba , como
oráculo de Pelfos el más sabio de todos los hombres, quiso ase- hemos' preferid6 nosotros): "El original dice mzratur, por lo C1;lal
gurarse de que no había burla en esta afirmación, y tras examinar los traductores han solido verter 'se asombraba', p_ero l~ que hizo
el saber de los demás llegó a la conclusión de que la sabiduría que Sócrates según Aristófanes, Las nubes,. v. 157, fue investlgar ~ estu-
le atribuía el oráculo consistía en saber que no sabía nada. Acusado diar (ri:natur) este sonido. Trátase, pues, indudablemente, e un
de introducir nuevas divinidades y de corromper a la juventud por- error perpetuado por la posteridad".
que le enseñaba a someter a crítica y revisión el saber tradicional, 157. Diógenes Laercio, I-I, 41.
no quiso defenderse ante el tribunal, y fue.·condenado a beber el 158. Teofrasto: "Quiere decir un hombre dotado de una elo-
mortal veneno de la cicuta, siendo así el primer mártir del pensa- cuencia divina". (Nota de Lister.)
1-9 Este incidente no consta en ninguna biografía ~el famoso
miento. Junto con Platón, fue el fundador de la fil95ofía del es-
píritu. orad~r: aunque sí en distintos lugares su elocuente facilidad.
153. Platón, Apología de Sócrates, 20 D. 160. Cicerón, De oratore, II, 3, 10.. .
154. Platón, Apo/ogia de Sócrates, 31 C;. Gorgias, 521 D; Je- 161. El mismo "Cicerón lo afirma en Pro Rosczo, IV,_ 9.XI
nofonte, Memor., I, 6, 15. 162. ·Se trata de Quintilla.no, en De institutione oratoria, , 1•
43.

132 133
conciencia del peligro que corría. ¿Cómo dijo esto, menos dañino para Ja repúbíica romana que De~
cuando habría que Q:?nfesar francamente que la sa- móstenes para la ateniense. Marco Antonio 110, aun
biduría es un obstáculo para hacer las cosas con concediendo que fuera buen emperador, a pesar "de
perfección? ¿Qué harían, en el trance de luchar con ~que puedo negarlo, dejó un nombre antipático y
las.. a.rmas, esos hom~res a los que el miedo deja ya odioso a los ciudadanos por haber sido fi.lósofo tan
exammes cuando solo combaten con meras pa- consumado. Sin embargo, ·aun Concediendo que fue-
labras? ra bueno, la gobernación de su hijo 171 fue cierta-
Después de esto se ensalzará, si place a· los dio'. mente tan desastrosa para la república, cuanto sa-
ses~ la far_nosa sentencia de Platón 163, que 'dice que· ludable fuera la administración del padre. Porque
serian felices las repúblicas si gobernaran los filó- suele ocurrir que esta c.lase de hombres que se de-
sofo7 o ~losofa;_an los que gobiernan. Si consu)táis dican al estudio de Ja sabiduría, siendo infelicísi-
la I;istona,. vere1s .pc;r el contrarío 164 que jamás ha mos en todas las cosas, lo es especialmente y con
habido gobiernos mas funestos para las repúblicas mucha frecuencia en la procreación de los hijos, lo
·que aquellos en que se ha injerido algún filosofas- cual creo deberse a que la previsoi;a naturaleza pro-
tro o algún aficionado a las letras. De ello creo que cura que el mal de esta sabiduría no cunda dema-
dan bastante fe los dos Catones de los cuales el siado entre los mortales. De ahí que el hijo de
un<!> ,165 pert;irbó la paz de la rep¿blica, y el otro 166 Cicerón, según consta, fuera • un degenerado m, y
echo por tierra hasta los cimientos la libertad del que aquel sabio Sócrates tuviera hijos que, como
pueblo romano al defenderla con demasiada sabi- escribió cierto autor, se parecían más a la madre
duría. Añadid a éstos los Brutos, los Casios 161, los que al padre, esto es, eran loe.os.
Gracos 163 y hasta el núsmo Cicerón 169, que no fue
• •
163: Plat6n, Repúbhca, V, 473· D. El mismo pasaje aparece en
Rabelais. (Gargantúa, XLV.) · ·
164. "Es la Locura quien habla y no Erasmo " (Nota de Lis-
ter.) ' ' ·
165. "Cató~ el Censor, que fue acusado cuarenta veces, y siem~
pre absuelto, mrentras que fue autor de más de setenta condenas "
(Nota de Lister.) Vivió de.234 a 149 a. C. y luchó encarnizadame~­
te contra ..los ~cipion~s. Plutarco, Cat6n, VIII. 169. "Irritó a Marco Antomo, para- desgracia de la República."
166~ . Catan de ytica, ~e, por su oposición a César, dio lugar (Nota de Lister.)
a la perd;,da de la libertad. (Nota de Lister.) Plutarco, Cat. Min. 170. Es el emperador Marco Aurelio, filósofo estoico, que es-
167. Estos dos hombres, a quienes se ha llamado los últimos cribió las Meditaciones, Una de las obras más significativas de su
romanos, mataron a César; después habiendo sido vencidos se época.
mataron ellos mismos.'' (Nota de LiSter.) ' 171. El emperador Cómodo, que gobem6 de 180 a 192.
. 168. Gracos: "Tiberio y Cayo, los dos elocuentes, los dos sedi- 172. Según Plinio, Historia natural, XIV, 28, y Séneca, Suas.,
ciosos, Y que perecieron los dos en un tumulto". (Nota de Llster.) VII, 13. el hijo de Cicerón era un borracho. ·

134 135

•• ·. · ··· : . · :_~ • .....:'. .' .··.~:. ·.. ·, -.~ ·• · :. ·, ". ·.',,_.,·:.: '"-..'1 1 1 't ·. · · · -~ J: ;.-., '~·. -•· . .r ·.'. :. · • ~ .~ · : · : ·" .'. -
clinaciones, sea inevitable que se capte el odio de
todos.
X.X V. No o<Dstante, podría tolerarse que gober- ¿Qué hay, pues, entre los _mortales que .no sea
naran los sabios, aun cuando ejerciendo las funcio- hecho en plena locura, por locos y para locos? Y si
nes ºpúblicas produjeran el efecto de asnos tocando alguien quiere ir contra el sentimiento universal,
la lira 173 , si mostraran maestría en todos los actos le aconsejaría que, imit<mdo a Timón 177, emigrara
de la vida. Mas llevad un S<tbio a un convite, y agua- a un desierto, donde sólo consigo mismo gozará de
rá_ la fiesta con su triste silencio o con molestas su s ab i duria.
cuestioncillas. Llevadlo a un baile, y diréis qne salta
como un camello 174 • Llevadlo a un espectáculo, y
sólo su rostro bastará para que el público no· .con- XXVI. Pero volvamos a lo anterior: ¿qué poder
siga divertirse y piense en pedir a Catón que salga llevó a los salvajes, que parecen nacidos de una
del iocal, ya que no puede desarrugar el entrece- roca o de un roble 178 , a reunirse en sociedad, sino
jo 175 • En las conversaciones, caerá de repente como la. adulación? Ninguna otra cosa significan las CÍ·
e'! lobo de la fábula 176. Si se trata de compras, de taras de Anfión y de ·orfeo m. ¿Qué es lo que devol-
contratos; en resumen, de alguna de esas cosas de vió la concordia a l<t plebe romana cuando estaba
próxima ª' sucumbir? ¿Tal vez un discurso filosófi-
las que no se puede prescindir en la vida cotidiana,
co? En modo alguno. Fue el ridículo y pueril apó-
diréis que ese sabio es un leñ'o, no un hombre. En
Íogo del vientre y de los derriás miembros del
consecuencia, como ignora los negocios ordinarios cuerpo ""· El mismo éxito valió a Temístocles 181 un
y discrepa de tal suerte de la opinión y las costum- apólogo parecido, de la zorra y el erizo. ¿Qué pro-
bres generales del pueblo, nunca podrá ser útil a
, los suyos, ni a la patria, ni siquiera a sí mismo. •
Esto explica también que, habiendo eritre él y los 177. "Este filósofo ateniense, escandalizado por las cOstri.mbres
demás tan gran diferencia de costumbres y de in- de sus conciudadanos se retiró a un lugar solitario, y rompió todo
·comercio con los hoffibres." (Nota de Lister.)" Timón fue un Cjem-
plo de misantropía (se le llamó Timó:J. el Misántropo),· a quien in-
mortalizó -Shakespeare en su comedia de este nombre. Cf. Aristó-
173. Locución proverbial griega. teles, Lys., 808, 812; Plutarco, Alex., 16; ~uciano, Timón.
178. Estacio, Tebaida IV, 340.
174. Locución proverbial. 179. Según la fábula,' al canto de Anfión, las piedras se orde-
175. "Se cuenta de-- .este CensOr que, asistiendo a los Juegos naban ··por sí solas en murallas; :isí fue ·construida Tebas; y <?rleo,
Florales, como los que debían jugar no osaban hacerlo delante de por su bella música, hacía moverse los robles." (Nota de L1ster.)
él, a causa de las mujeres desnudas y de las danzas lascivas, se le Horacio, Arte poética, 391-396.
ordenó cambiar de rostro, o salir; y que tomó el último partido." 180. "EJ pueblo romano, encontrándose sumido en deudas, se
(Nota de Lister.) En la literatura latina, las alusiones al entrecejo separó del Senado, que habiéndole enviado el orador Menenius
arrugado de Catón son muy frecuentes y casi constituyen un tópico. Agripa, éste le hizo volver gr.acias a este apólogo, que todo el
176. Locución proverbial. mwtdo sabe." (Nota de Lister.)

136 137
·-.;
,'-;'.'.
funda disertación habría producido un efecto se-
i::r:ejante al que produjo aquella superchería de la
(\
cierva de Sertorio m, o la de los dos perros de Li- XXVII. Por otra par\!e, ¿qué repúblicas acepta-
183
curgo , o aquella tan jocosa sobre la manera de ron alguna v~z ·1as leyes de Platón o de Aristóteles,
arrancar los pelos de la cola a los caballos 18'!? y no o las máximas de Sócrates 187 ? ¿Qué es lo que per-
hablo de. Minos 185, ni de Numa 186, por cuyas fabu- suadió ·a los Decíos 188 para que sacrificaran su vida
losas ficc10nes se gobernó la necia multitud. Son es- · fl los manes? ¿Qué llevó a Quinto ·Curcio 189 a. arro-
tas . necedades las que conmueven esa ingente y · jarse al abismo, sino la vanagloria, esa dulcísima
poderosa bestia que es el pueblo. ·

de saber qué se había propuesto demostrar Sertorio mediante aquella


1.81. "Lanlen~ándose el pueblo de Atenas de la avaricia de 1o·s prueba, le interrogaron sobre ello .. Sertorio l~s dijo: 'E~ ejército
mag1strad~s, Tewstocles contó que µna zorra atormentada por las romano es como la co-Ia de un caballo; mediante una tactica de
moscas, dio I~s gra;ias al erizo que se ofreciÓ a cazarlas,· diciendo guerrillas podemos destruirlo fác~ent~; en cambio, pretender des-
que el re~ed10 sena peor que la enfermedad." (Nota de Lister.) truirlo en ma~a es entregarle la v1ctona en sus propias manos, en
Plutarco, Sz el 'J!sta~o debe ser gobernado por un anciano, cap. XII. vez de obtener la ·victoria deseada'. De esta manera un pueblo
1i5: Sertorzo; > Este general romano hacía creer a los ibéricos bárbaro grosero difícil de gobernar y qtze marchaba hacia su ocaso
que l rana · l~ hab1a hecho .P~esente de una hermosa cierva blanca vio cor{ los oj~ la ·util:i,dad de un ejemplo_ é¡ue no había podido
captar. dG oídas". ~
qlu~ e ª.dveralti:a d~ todo. El ID1Smo, ~ara mostrar .a sus soldados que 185. Según la tradición, Minos, . rey de Creta, hacía creer a su
e ingenio V. e mas> que la fuerza, hizo Venir un buen caballo y un
f1al
~abdall o; despues ordenó a 1.!11 hombre vigoroso que arrancara
1
a co a e malo, lo -cual no consigui6; y a un hombre débil que
pueblo que cada nueve años se ence~aba ·en una profunda c~eya,
llamada cueva de Júpiter, y que salía de ella tras _hab~r rec1b1do
inspiración y consejo por parte del padre de los dioses. Homero,
i,~ranc)arpª¡ la cola del bueno, lo cual logr6 crin a. crin" (Nota de 'i.
Odisea, XIX, 178. ·
?Ster. u_tarco, _Sertorio,. XI y XX; Aulo Gelio, N. A:, XV, 22.
186. Numa Pompilio hacía creer a sus súbditos que la ninfa
d 183; 1¡'1ster dice de Licurgo: "Queriendo hacer ver a los Iace- Egeria era su consejera y . que .é~ta le visitaba en tmos b?sques
e_moruos a fuerza de la educación, se sirvió de dos perros de una situados celca de Roma. Tito L1vio, I, 19, 21; Plutarco, Vzda de
rmsma camada, de los cuales uno se lanzó hacia el comedero y el
otro IVsobre la liebre". Plutarco, Sobre Ja educación de los ~iños NUma. . ...
187. "Estas máximas son, que vale más sufnr un.a in3una que
cap. . •
hacerla; que la muerte no es un ~~l; que la Fífosof1a no es más
184. ._Maurfye Ra} en sus .notas al Elogio d'e la Locura publi-
Va'a lerio
º .PºM?~rn1er VII,
XlIIlO,
Fr,.,res (Paris, 1936), transCribe un fragmento de
3, 6, en que el autor dice: "SertOrio, al no
que la m·editací6n de la muerte, etc. (_Nota de L1ster.)
188. Tres personajes de este rmsmo nombre ..-padre, h110
..
y nieto-- se sacrificaron por su patria. Tito Llvio, VIII, 8¡ X, 27;
poder convencer a los lusitanos para llevarles a una .batalla general Floro, I, 18, 21. · :
con.tr~ los romanos, supo ponérselos de su parte mediante un pro- 189. Según la tradición romana, en el año 36! a. C. se prod_u10
cedm.uento muy ingenios_o., Hizo llegar delante de ellos dos caballos una grieta en el suelo del Foro y los augures senalaron que úruca-
:o> muy __ vigor.oso, el otro totalmente extenuado; acto seguido ar~ mente se llenaría de nuevo si' se arrojaba en su interior el más
no "!- un anciano que arrancara, una a una, las crines de la cola precioso de los tesoros de Roma. El joven patricio M. Curcio,
d~l Pnmero, Y a un hombre joven que arrancara, de un tir6n, la mientras afirmaba que Roma no poseía tesoro más digno y precioso
c !a del segundo. Los dos hombres obedecieron estas .6rdenes· pero · que un generoso y valiente ciudadano, mont6 so~re u~ caballo
nnentra.s que el .~razo del joven se fatigaba en ext!emo p$.ra' lleva{ y se lanz6 al fondo del. a.bismo, el cual se ~erró. 1~med1atament;
ª. !énmno la m1s16n ordenada y no conseguía arrancar la cola el sobre él. (Cicerón, De fznibus, II, 19, 61; Tito L1v10, VII, 6, S,
vieJo pronto terminó de hacer su trabajo, Los lusitanos, dese~sos Valerio Máximo, V, 67.)

138 139

i.4J.
''-W
sirena tan extremadamente vilipendiada por los sa-
bios? ¿Qué hay más insensato, dicen, que lisonjear
un candidato al pueblo para pedirle sus votos, com-
prar con ~argueza sus favores, perseguir el aplauso XXVIII. Hablemos ahora de las artes. ¿Qué es
de los nec10s, complacerse con las aclamaciones, ser sino Ja sed de gloria lo que induce a los mortales ¡
llevado en triunfo como una bandera, v verse en el a cultivar estas disciplinas, reputadas como excel- !

f?:º convertido en estatua 19º? Añadid a esto. Ja adop- sas, y a transmitir a la posteridad el fruto de sus
c10n de nombres y sobrenombres. Añadid los hono- trabajos? De tantos desvelos, de tantos sudores, se !1
res divinos rendidos fl. esos mentecatos, añadid las creyeron resarcidos algunos hombres verdad€'.ra-
cerem.onias públicas en que sol) puestos en el rango
J
mente necios, alcanzando no sé qué fama, que es !
de los d10ses los tiranos más infames 191. Son locu- lo más vano que puede existir. No obstante, a esta
ras tan grandes, que un solo Demócrito no· bastaría 1
para burlarse de ellas. Pero ¿quién lo niega? Sin
Locura debéis una de las mayores y más dulces ·¡
ventajas de la vida, como es sacar partido de la
embargo, de tal fuente han nacido -las más brillan- locura de los demás.
tes ~azañas de los héroes, en las que han empleado
los hteratos tanta elocuencia para ponerlas por la:s
nubes. Esta locura engendra las ciudades mantiene
XXXIX. Después sde haber reclamado para mí
los imperios, las magistraturas, la religió; los con-
sejos y la justicia, porque la vida entera 'ctel hom- ,las excelencias del valor y del ingenio, ¿qué diriais
bre no es otra cosa que un juego de locos. si reivindicara también las de la prudencia? Alguien
exclamará que esto es tan imposible_ como mezclar
agua con fuego. Con todo, espero salir con mi pro-
pósito si, como habéis hecho hasta aquí, me favo-
rncéis con vuestros oídos y vuestro espíritu. Si Ja
--
-
-· prudencia reside en el uso que se haga de las cosas,
¿a quién compete más el honor del nombre de pru-
dente, al sabio que, en parte por vergüenza, en parte
por timidez de ánimo, no ·emprende nada, o al loco,
190. Horacio, Sáti;as. 11, 3, 183.
a quien ni la vergüenza, de la cual carece, ni el
191.' "Los romanos hacían dioses de sus emperadores, cuando peligro que no se para a considerar, hacen que ante
estaban muertos; y he aquí cómo. Se- construía- una- a.ita toire de nada retroceda? Se refugia el sabio en libros vetus-
madera; se la llenaba de paja y de perfumes; se ataba un águila
en lo alto: .esta aye, desligada por las llamas, alzaba el vuelo; y tos, y no aprende más que un mero artificio de pa-
co~o al .ip.ismo tiempo se extendía un olor muy agradable, los labras. El loco, en cambio, abordando las realida-
necios cre1an que era el alma del príncipe que. subía al cielo," des y los peligros, adquiere, a mi juicio, la verda-
(Nota de Lister.)
dera prudencia. Homero, aunque ciego, lo vio bien
140
141
. ~: ?!">:Z:

cuando dijo que los hechos incluso los locos los en- a
más la pata la llana, como se suele decir, y pondré
tienden m. mis palabras al alcance de todos.
Dos obstáculos hay principalmente, que dificul- '¿Quién no creerá que un rey es opulento _Y pode·
tan el conocimiento de las cosas: la vergüenza, que roso? Sin embargo, si no posee un, a!m;o d1spu~st:
turba la claridad del espíritu, y el miedo, que, pre- para el bien, ni nada es bastante p~ra el •..será infi-
sentando el peligro, disuade de acometer las em- nit¡:¡mente pob:re. Y si su alma ~st'1 dorr;!nada P?r
presas. De ambos se desembaraza a perfecció:r;t la numerosos vicios, sólo será un vil Dama . Lo mis-
Locuqi. Pocos mortales comprenden las numerosas mo podríamos deci:r en muchos ·ot~Ps c~so.s. ~ero
utilidades y ventajas a que se lleva sin sentir nunca este ejemplo es sµfi.ciente para m1 ob¡eto. ~Qué
vergüenza ni temor. Y si se entendiera que es pre- prueba esto?, preguntar? alguien. Escw;:had lo que
ferible adquirir aquella prudencia que consiste en se deduce de ello. .
la exacta apreciación de las cosas, os ruego que' es- · Si a 1,ln histrión 195 que representara en escena
cuchéis cuán lejos están de ella los que reivindican su papel se le ocurriera quitarse la máscara Y ¡:nos-
para sí el nombre de prudentes. trar a Jos espectadores su natural y '.'erdadero ro~~
En primer lugar consta que en todas las cosas tro ·no trastornaría toda la comedia Y se ;han
humanas, como en los Silenos de Alcibíades 193 , hay dig;,,_~ de que el púqlico le echar<t a pedr~c;!a~ de~
dos aspectos muy diferentes entre sí. El exterior, • teatro como a un loco? Con ello se cambiana. ~
como dicen, es la imagen de la muerte, y si miráis p~onto el· orden de las cosas, porque se des~bnna
en el interior está la vida; Jo que parecía muerte es qu~ quien parecía mujer era un.hombre; qu1e;n pa-
vida; lo feo,· hermoso; lo miserable, opulento; lo recía jQven era un anciano; qlilen poco antes p~­
infame, glorioso; la ignorancia, sabiduría; lo débil, recía rey era de súbito un esclavo; e] que parecia
robusto; lo innoble, generoso; lo triste, alegre; lo un dios 'era de repente un hombrecillo. Intentar
adverso, próspero; lo enemigo, amigo; lo dañoso, sa- d~shace; estas apariencias es pert~~ar toda la :::_c-
ludable: en suma, si abrierais al sileno, encontra- ción dramática. Precisamente la ficc1on y .el engano
ríais de pronto. lo contrario de lo que muestra. Y
si esto os parece demasiado filosófico, os hablaré
es lo que c;letiene los ojos .de los espectadore.s.
ra bien, ¿qué otra "cosa es la vida de Jos mort es,
!fo-
sino una comedia cualquiera; en la que unos Y otros
salen cubiertos con sus máscaras a representar sus
._,
192, Homero, litada, XVII, 32
193. "Eran viejos sátiros: se les llamaba Silenos, porque giraban
alrededor del lagar, y porque se llamaba así a los que pisaban la
uva. Aquel que es tan. conocido bajo el nombre de Sileno, fue
preceptor de Baco; era calvo. Los Silenos eran también ciertas 194. Horado aplica este nombre a ~ esclavo ~9· Sátiras, .II,
estatuas ridículas por fuera, Pero que encerraban ·denuo imágenes S, 18; 7, 54; I, 6, 38. .
divinas: Alcibíades comparaba con ellas a ~6crates, .que parecía 195. Entre los antiguos, 193 actores iban ~c;(J.!~4Qs.
torpe y estúpido, pero que tenía un alma divina." (Nota de Lister.)
143
142

... !
,e~···ü 9
respectivos papeles, hasta que el director de escena . presentes ni obedece las costumbres, quien olvida
les ordena retirarse de las tablas? Este confía a un la regla de los banquetes que dice; «Bebe, o már-
mismo actor papeles muy distintos, de modo que chate» 197, y pide que la comedia no sea ya comedia.
el que hace poco vestía la púrpura de rey, a.l10ra Por el contrario, es verdaderamente prudente quien,
reaparece con I2s andrajos de un esclavo. Todo teniendo en cuenta gue es mortal, no se pre,ocupa
está disimulado, y en esta . comedia no se repre- por saber más que los hombres, y considera que la
senta de otra forma. · mayoría de los hombres, o se avienen a simular que
Si un sabio bajado del cielo empezara de pron- no ven, o se engañan con m.ucha cortesía. · ·
·to a decir que ese al que todos reverencian como · Y esto, se dirá, e·s propiamente locura. En modo
di~~ y señor 196 no es ni siquiera hombre, porque alguno lo negaré, a condición de que se reconozca
. deJandose arrastrar por las pasiones debe ser ·i;epu- que ésta es la manera de representar la comedia de
tado como un ínfimo esclavo, ya que sirve espOntá- la vida.
neamente. a. tantos amos tan infames.· Que aquel
.,
que llora la muerte de su padre debería ale"'rarse ,
porqu~ ahora precisamente empezó a vivir, ya que ' XXX. ¿Debo decir, o debo silenciar lo que resta,
esta vida no es otra cosa que la muerte misma. Que dioses mortales? Ma? ¿por qué silenciarlo, cuando
aquel que se jacta de su noble estirpe debería .ser es más verdadero que la verdad? Quizá convenga
llamad~ innoble y plebeyo, porque· está muy lejos para tan alta empresa apelar a las Musas del Heli-
de la virtud, que es la única fuente de nobleza, si cón 198 a las cuales suelen invocar los poetas con
habla~a de este modo de todo lo demás, ¿no se le tanta 'frecuencia· por simples ·bagatelas. Acercaos,
tendr1a por loco y por furioso? De la misma mane- pues, un momento, hijas de Júpiter, y os mostraré
ra que nada hay más loco que la inoportuna sablr que nadie puede poseer la egre¡pa sabiduría y la
duría, tampoco hay nada más imprudente que la felicidad si no le guía la Locura.
prudencia mal entendida. Y actúa con prudencia En primer lugar hay que confesar que todas li!S
mal entendida quien no se acomoda a las cosas pasiones humanas pertenecen a la L.ocura..Lo que
distingue al Ióco del sabio es que aquél está guiado
por las pasiones, y éste por la razón. De ahí que
. 196. Vuestro die'! y ~ues_tro señor: "Son los títulos que Domi-
Ciano se d..ab~. Marcial ha ~1...cho que no hay .riiás mala bestia que
un mal pnnc1pe, Estando D1ogenes subido a la tribuna como para
aren?ar Y gritando. a interval.os: '¡Hombres, escuchad!', acudió una 197. "El sentido moral de este proverbio, del que los antiguos ..
multitud Y le preguntaron qué queria, a lo cual respondió: 'He se servían en sus festines, es que h~y que acomodarse a ,~quellos
llamado a hombres, y no a vosotros quo no tenéis de humano nada con quienes se vive, o que es precJSO ·separarse de ello~. (Nota
. más que la fi¡:ura'.'' (Nota de Llst.;.) · de Lister .) .
198. Virgilio, Eneida, ·VII, 64l.

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*'
los estoicos 119 alejen· del sabio todas las perturba- ¿Quién no huiría aterrorizado, como de un mons-
ciones, . consideradi;; como enfermedades, auniue truo o un espectro, de un hombre como ése, que
en realidad las pasiones no sólo son los pilotos en- fuera sordo a todos los sentimientos naturales, que
cargados de llevar al puerto de la SJibiduría, sino no sintiera ninguna emoción, y el amor y la miseri·
~que también suelen ser en cualquier fundón de cordia no le conmovieran mas que si fuera de pe-
virtud algo así como espuela y ·acicate que inducen dernal o de mármol marpesio,
a obrar bien. Sin duda Séneca doblemente estoico
'
protestará contra esto, pues prohíbe al sabio toda' quam si ·dura silex aut stet Marpesia cautes 204;
clase de pasión. Pero al que hiciera esto no le que- ·
daría nada. de ser humano, sino que se convertiría de un hombre a quien nada se le escapa y que en
en un demiurgo 200, un nuevo Dios que nunca exjstió nada yerra, porque como Linceo 205 todo lo descu-
y nunca existirá, o, para decirlo más claro, en una bre, todo lo pesa y mide con minuciosidad, de un
est~tua de mármol con figura de hombre, privada hombre que nada igriora, que sólo de sí mismo está
de mteligencia y de todo sentimiento humano. De- contento y que se cree el único prudente, el único
jémosles, pues, que gocen de su sabio y le am'.en sano, el único rey, el único libre, y, en resumen, el
cuanto quieran sin tener rivales, con tal de que se único en todo 206 , aunque únicamente en su opinión,
vayan con él a la república de Platón 201 o si lo de un hombre que no convive con los mnigos, por-
prefieren, a la región de las. Ideas 'º2, o los' jardines que no tiene ninguno, que no dudaría en mandar
de Tántalo 203. ahorcar a los mismos dioses, y que todo cuanto ve
hacer a los demás le parece insensato o estúpido?
El animal que veis aquí es el prototipo del sabio.

199. Véase Séneca, Ep., 1V, ~1; LXXXIX, 13; Persio, .Scit., V, Y pregunto: si fuera caso de elección, ¿qué ciudad
96-119. querría un magistrado de esta clase, o qué ejército
200. Platón, Tirneo, 29 A, 31 A.
~01_. .La Repúblfca d_e ·Platón: ºHabí~ trazaQ.o ~ pl~n de µna
republica, pero nadie .qwso estar en ella. Luciano se burla jocosa~
mente con estas paj.abras: 1Plat6n --dice-- permanece completamen~
te solo en su repúb_lica"'. (Nota de Lister.) Luci3.no Historia verí-. 204. .Virgilio, Eneida, I, -471. MarpCsia es el nombre de una
dica, 115. · ' roca del monte Marpesos, en la isla de Paros; de allí se extraía
202. "El mismo Plat6n admitía en Dios las formas humanas una clase de mármol mu-Y reputada.
separadas de. la materia. Erasmo bromea también en este pasaj~ 205. Linceo, uno de loS argOnEiutris, tenía una vista tari Pe-
sobre las reg¡.ones fabulosas del Sol de la Luna de los Vientos del netrante que llegó a ser proVerbial, en confusión, seguramente, co!l
Fuego, ete~" (Nota de Lister.) ' ' ' la del lince. Horacio, Epodos, I, 1, 28. - En la versión anotada
. ~0.3, Los jardines d~ .Tántalo: '1Proverbio de los griegos, para por Lister se ha traducido, siguiendo esta confusión, Linceo por lince,
.s1gnif1<_:ar lo que no existe en ninguna parte; pues miraban como y Llster aclara: "Especie de ciervo manchad.o, que tiene la .vista muy
~· fabula lo que los poetas han dicho del Tártaro". (Nota de penetrante".
Lister.) · 206. Horacio, Epodos, I, 1, 106-107; Sátiras, I, 3, 124-125.

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lo eíegiría para jefe? ¿Qué mujer querría este gé- No es mi objeto en el presente discurso hallar el
nero de marido, qué anfitrión tal convidado, o qué motivo de que los hombres hayan merecido estos
siervo tomaría un amo de esta clase? ¿tluién no castigos, ni ·averiguar qué dios airado hizo que na-
preferiría tomar al azar, en la masa de los locos cieran en estas miserias. Pero quien medite sobre
más cualificados, uno cualquiéra .que siendo loco esto, ¿acaso no discufpará el suicidio de las donce-
pueda mandar u obedecer a los locos, que, como llas de Mileto 2'lll, aunque sea doloroso? ¿Quiénes son
el que más, guste a sus semejantes, que sea afec- los que se han matado por el tedio de vivir?, ¿No
tuoso con la esposa, alegre con los amigos, atento son los devotos de la sabiduria? Entre·. ellos silencio
con los convidados, amable con el anfitrión, y final- a los Diógenes 209, los Xenócrates 210 , los Catones m,
mente al que nada humano le sea extraño? Pero los Casios 212 y los Brutos 21', y recordaré a aquel
ese desdichado sabio me produce ya lástima.. Vol- Quirón 21• que, pudiendo ser contado entre los in-
veré a hablar de los demás bienes que reporto." mortales, prefirió la muerte. Creo que comprende-
réis lo que sería del mundo si en todas partes los
0 hombres fueran sabios: sería preciso que otro Pro-
XXXI. Escuchad, si alguíen desde una eminente meteo 215 se proveyera de una nueva arcilla. Por eso
altura mirara en torno a sí, como dicen que hace yo, valiéndome unas veces de la ignorancia, otras
el Júpiter <le los poetas.207, vería cuántas calamida- é

des pesan sobre la vida de lo? hombres, Jo misera-


ble y sórdido del nacimiento, lo engorroso de Ja 208. "Pre::.as de un furor que las llevaba a darse muerte". (Nota
crianza, los rigores a que está expuesta la niñez las de Lister.) .. . . . .
fati?"as a que se halla sujeta la juventud, las 'mo- 209. Se trata de D1ogenes· el C1n1co, que según algunos se sm-
cidó ahogándose. .
lestias de la senectud, la dura necesidad de la muer- 21 O. Xenócrates de Calcedonia, que vivió en el s. rv a. C y su-
te, así como la multitud de· enfermedades que ponen cedió a Espeusipo en la dirección de la Academia de Platón, murió · •
en peligro la vida, los innumerables accidentes que suicidándose o de accidente.
211. Catón de Utica, político y filósofo estoico, puso é1 mismo
la amenazan, las numerosas desgracias que sobre- fin a su vida.
vienen, y cómo no hay nadie que no rebose hiel, 212. Casio Longino político y epicúreo, uno de los asesinos de
Julio César ordenó a s'u esclavo que le quitara la vida.
para no recordar ahora los males que el hombre 213. M. Junio Bruto; po1ftico y también uno de los asesinos de
causa al hombre, como son la pobreza, la cárcel, la ·césar que le tenía como ahijado, se suicidó, al igual que Casio,
en 4Í a. C., tras su derrota en Filippos.
infamia, la vergüenza, Ja tortura, las insidias, la 214. "Preceptor de Aquiles. Rechazó la inmortalidad, que los
traición, las injurias, los litigios, los engaños. Pero dioses le ofrecieron en recompensa de su probidad." (Nota de Lis-
parece que trato de contar los granos de arena. ter.) El privilegio de inmortalidad lo cedió a Prometeo. 91!-irón era
el más justo y el más sabio de todos los centauros. Ov1d10, Meta·
_:_ í morfosis, IJ, 676; Horacio, Epodos, XIII; Luciano, Diálogos de los
muertos, XXVI.
215. Prometeo: "La fábula dice que hizo de arcilla el cuerpo
207. Homero, Ilíada, VIII, 51. del hombre". (Nota de Lister.).

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