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ESPACIO POROSO DEL SUELO
INTRODUCCIÓN
La estructura del suelo y la formación de agregados, a partir de sus partículas
texturales y la materia orgánica (incluido el cemento bacteriano), son
fundamentales con vistas a una circulación del agua y del aire que favorezca
el crecimiento vegetal y de las comunidades biológicas del suelo. La vida, junto
con sus cadáveres y excreciones son las que generan que el suelo se
comporte como una esponja. De ahí que su compactación (ya sea superficial o
en los horizontes profundos), así como la formación de costras y
sellos (destrucción de agregados), por la acción del impacto de las gotas de
lluvia en un suelo desnudo de vegetación, sean procesos muy negativos en la
hidrología de los suelos. Pero los poros, en función de su tamaño,
desempeñan funciones distintas. Como en otros aspectos de la vida, los
extremos son negativos. La mejor porosidad la proporcionan, en general los
poros de tamaño intermedio.
Es la porción del suelo no ocupada por partículas sólidas. Los espacios porosos
están ocupados por aire y agua. El arreglo de las partículas sólidas del suelo
determina la cantidad de espacio poroso.
Los suelos arenosos superficiales varían del 35 al 50% de espacio poroso total
mientras que en los suelos de textura más fina tienen del 40 al 60%, de este modo
los suelos limosos y arcillosos tienen un mayor porcentaje de espacio poroso que
los suelos arenosos. Los subsuelos compactos pueden decrecer hasta un 25 a
30% del espacio poroso total.
Dos tipos de espacio porosos se observan en los suelos: macro y micro. No hay
una línea precisa de demarcación entre los dos tipos. Los macroporos funcionan
en el movimiento del aire y del agua, mientras que los microporos retienen o
conservan la humedad del suelo. Los suelos arenosos tienen una predominancia
de macroporos y manifiestan un movimiento bastante rápido del aire y del agua, de
texturas finas tiene una predominancia de microporos. Estos suelos tienen una
mayor retención de agua en comparación son los suelos arenosos, pero el
movimiento del agua y del aire es restringida.
Las cantidades relativas del aire y agua en el espacio poroso fluctúan con marcada
frecuencia.
La porosidad constituye el dominio natural de las fases líquida y gaseosa del suelo,
siendo la primera la que por su variabilidad limita el espacio ocupado por la
segunda.
El calculo de la porosidad total puede hacerse mediante los valores de los tipos de
densidad que acabamos de considerar, de forma que la masa de la fase sólida de
un volumen unitario vendria expresado por el valor de la densidad aparente, y el
volumen ocupado por esa fase solida lo definiria el cociente entre su masa y la
densidad real de dicha fase sólida:
P = 100 ( 1 - da/dr ) %
Para una correcta aireación del suelo y una buena retención de agua, es
conveniente que la porosidad se sitúe entre el 40 % y el 60 %. Valores menores
del límite inferior pueden crear asfixia en las raíces, contenidos de agua retenida
muy bajos, o ambas cosas a la vez. Un valor superior al límite máximo supone una
dificultada para el contacto entre el suelo y las raíces de las plantas.
Naturalmente, la circulación del agua está influida por el volumen ocupado por la
macroporosidad, pero también por la forma y distribución de los poros
correspondientes.
En ocasiones se forman una especie de burbujas conocidas como "vesículas", que
no están interconectadas con el resto del sistema poroso por lo que aunque su
tamaño es grande no participan del sistema de circulación del agua y siempre
están llenas de gas.
Una correcta distribución de los fluidos del suelo requiere una buena distribución
entre macro y microporosidad, que suele estimarse en volumenes semejantes, de
modo que cada una ocupe entre un 40 % y un 60 % del total. Las desviaciones
hacia la microporosidad generan un ambiente asfixiante y reductor con escaso
suministro de oxígeno a las raíces. La contraria supone un buena aireación pero
una retención de agua insuficiente. Es más importante está distribución que el
valor total de porosidad del suelo.
La medida de ambos valores suele hacerse en función del agua retenida con
determinada intensidad, como veremos en el apartado correspondiente, pudiendo
calcular a partir de ella el valor de la microporosidad, mientras que el de la
macroporosidad se obtiene por diferencia entre la anterior y el valor total.
La diferencia que existe en dos suelos con la misma porosidad total, pueden ser
muy diferentes en cuanto a su comportamiento frente al agua y al aire. Así, por
ejemplo, un suelo puede tener un volumen muy pequeño de macroporos y uno
mucho mayor de microporos, en cuyo caso se tendrá mucha capacidad de
retención de agua, pero muy lenta percolación y poca aireación. Los suelos
arcillosos son de este tipo a pesar del gran volumen total de poros. Un suelo con el
mismo volumen combinado de poros puede tener una relación inversa de
macroporos y microporos; en este caso la infiltración y percolación del agua serán
rápidas, habrá muy poca retención de agua y el suelo estará bien aireado. Los
suelos arenosos tienen estas características debido a la dominancia en ellos de los
macroporos.
El espacio poroso de los suelos forestales está corrientemente ocupado por aire y
agua en proporciones que cambian con frecuencia. La porosidad de estos suelos
fluctúa entre 30y 65 % (Wilde, 1959)citado por Donoso, 1997 , siendo más porosos
los suelos de texturas medias a finas y menos los suelos de texturas gruesas.
La porosidad del suelo tiene importancia especial porque constituye el medio por el
cual el agua penetra al suelo y pasa a través de él para abastecer a la raíces y
finalmente drenar el área; y también el espacio donde las raíces de las plantas y la
fauna tienen una atmósfera es decir, constituye la fuente de donde aquéllos
obtienen el aire.
La alta porosidad dlel suelo es indicadora de buen sitio si se comparan dos suelos
similares en otras características. En cambio, suelos de baja porosidad indican
normal-v mente sitios malos (Lutz y Chandier, 1959) citado por Donoso 1997. Por
lo tanto, la porosidad de los suelos influye en la distribución de la vegetación y en
las decisiones que se tomen respecto a su manejo.
OBJETIVO
El alumno determinará el espacio poroso del suelo mediante una práctica de
laboratorio.
METODOLOGÍA
El espacio poroso es la porción de suelo no ocupado por partículas sólidas. Los
espacios porosos están ocupados por aire y agua. El arreglo de Las partículas
sólidas del suelo determina la cantidad de espacio poroso.
PROCEDIMIENTO
Aunque la porosidad influye en la capacidad de retención del agua, sobre el
movimiento del aire, del agua y del crecimiento de las raíces de las plantas en el
suelo, para indicar Las condiciones de aireación y permeabilidad de un suelo es
necesario complementar el valor de dicha porosidad física de la distribución de
poros por tamaño.
Dr – Da
Pr (%) = ---------------------- X 100
Dr
Donde:
Pr = Porosidad %
Dr = Densidad Real
Da = Densidad Aparente
Los valores de la porosidad fluctúan alrededor de los porcentajes siguientes.
30% para Las arenas
50% para Las texturas francas
65% para Las arcillas.
RESULTADOS
DENSIDAD APARENTE
Determinada por el método de la probeta:
Densidad aparente del suelo: 1.42
DENSIDAD REAL
Determinada por el método del matraz:
Densidad del suelo: 1,897
CALCULOS:
Dr (1.894)– Da(1.42)
Pr (%) = ---------------------- X 100
Dr (1.894)
Pr (%)= 25%
CONCLUSIONES
Existen muchos métodos y formulas para hallar la porosidad del suelo, en
este caso aplicamos la formula dada y nos dio como resultado una
porosidad del 25% esto nos quiere decir que trabajamos con un suelo
donde predomina la Arena sobre la arcilla y el limo.
BIBLIOGRAFIA
Ilustración 2 Poros