Anda di halaman 1dari 5

La humanidad se encuentra en constante evolución, una clara muestra de ello, son las

revoluciones industriales y tecno-científicas que se han dado a través de los años. La


primera gran revolución podemos ubicarla a finales del siglo XIX, en la cual encontramos
la introducción de sistemas de producción mecánicos con tracción hidráulica y de vapor;
entre los inventos más destacados están: La primera máquina de vapor, el primer telar
mecanizado y la locomotora de vapor. La segunda revolución es a principios del siglo XX,
en esta revolución inicia la producción en serie, la división del trabajo de producción, el uso
de sistemas eléctricos, la industria química, eléctrica y automovilística y Thomas Edinson
patentó la bombilla. Los inventos más destacados son: La primera cinta transportadora, la
primera central eléctrica de uso comercial, el primer automóvil de combustión interna y la
primera transmisión de radio. La tercera revolución es de los ordenadores e internet a
finales del siglo XX, en esta revolución evidenciamos la incorporación de la
microelectrónica y tecnología de la información para automatizar toda la producción. Los
inventos destacados de esta era son: Los primeros ordenadores personales, el primer
controlador programable (PLC), que regula la producción y también nace la world wide
web (internet).

Estas han sido las tres revoluciones que han marcado la humanidad, pero actualmente se
habla de los inicios de una cuarta revolución (industria 4.0). Esta revolución gira en torno a
conceptos tales como internet de las cosas, objetos inteligentes interconectados, análisis
masivos de datos (“big data”), fabricación flexible (en series cortas) y próxima al consumo
con influencia directa del consumidor, “glocalización”, robots, impresión 3D, drones, etc.
Hemos entrado en la era de la automatización y la inteligencia artificial. Los avances
tecnológicos son cada vez más rápidos y dinámicos, de modo que pronto se vuelven
obsoletos.

Entre todos estos conceptos de nuevas tecnologías y automatización, que sin duda
revolucionarán el mundo donde vivimos, hay tres que tendrán un mayor impacto: La
impresión 3D, los robots y los drones. ¿Por qué principalmente estos? Comencemos
explicando cada uno de los conceptos y qué aportan.

El primer concepto es la impresión 3D o fabricación aditiva, la cual es una realidad cada


vez más extendida, aunque todavía tiene que evolucionar mucho. Actualmente ya es posible
crear piezas de distintos tamaños y materiales (plástico, metal, papel, cerámica, etc.), con
estructuras simples o complejas, a través de distintos métodos de “impresión”. El precio de
las impresoras es muy variable (entre 15 y 20 USD si es de plástico y hasta 100 USD si es
de metal, depende básicamente del tamaño de la pieza.) es un precio un poco elevado, pero
los costes de fabricación, financiación del inventario, almacenaje, manipulación, riesgo
obsolescencia, coste de destrucción del producto y transporte necesarios para distribuir
dicha pieza alrededor del mundo no son para nada insignificantes. Cabe destacar también
que, tanto los costos de las impresoras 3D como sus costos de impresión se reducirán
drásticamente a medida que la tecnología permita su utilización masiva.

Una de las tecnologías que más destacan y llaman la atención de todos en estos últimos
años son los llamados drones, pequeños aparatos voladores no tripulados y que pueden ser
controlados en forma remota. Empresas como Amazon o Google ya están haciendo pruebas
con drones que realizan la entrega al cliente de las compras realizadas por e-commerce en
el primer caso y de productos en general en el segundo. Hay otras compañías, como
Deutsche Post DHL, Matternet o VertiKUL, que también están trabajando en este tipo de
servicios, existiendo casos donde se ha establecido ya una ruta comercial de entrega, por
ejemplo de medicamentos a farmacias en zonas remotas. Un punto clave que se debe tener
en cuenta es que estos drones no funcionan solos, todos tienen que operarse manualmente
(con un joystick) desde el almacén de salida, y en ningún caso vuelan “solos” hasta su
destino. Hay otras restricciones a tener en cuenta en el futuro, tales como: las económicas,
las legislativas y de seguridad. Asimismo, es necesario resolver varios desafíos logísticos
antes de implementar la entrega por drones, como: definir autopistas de circulación aéreas,
los lugares de aterrizaje y el sistema de devoluciones. Los drones se desarrollarán para las
zonas de suministro remotas, como sistema de transporte interno dentro de las fábricas y
quizás a largo plazo se utilizará para la entrega a domicilio de pedidos de e-commerce. Pero
no es previsible que se utilicen drones de forma masiva o que lleguen a sustituir a otros
medios de transporte.

Seguimos con los robots, un robot es una máquina controlada por ordenador y programada
para moverse, manipular objetos y realizar trabajos a la vez que interacciona con su
entorno. Sólo es necesario visitar una planta de fabricación de automóviles para ver decenas
de robots soldando las distintas piezas que conforman la carrocería de un vehículo. Con la
Inteligencia Artificial se están consiguiendo grandes avances, y ya hace años que las
computadoras ganan partidas de ajedrez a los humanos. Sin embargo, en los centros de
distribución siguen viéndose un gran número de operarios manipulando las mercancías o
complejos sistemas de transporte y almacenaje de paletas y cajas, que poco se asemejan a
robots, sustituyendo el trabajo de personas. Según diversas fuentes, se estima que en 10
años más del 50% del personal de almacenes en el mundo será sustituido por robots. No
obstante, todavía no se ha inventado ningún robot capaz de copiar la mano humana con
todas sus capacidades de sensibilidad y agarre, por lo que la industria de la robótica deberá
trabajar mucho y mejorar los sistemas de reconocimiento, de sensores y de sujeción de sus
productos. Asimismo, se deberán reducir las inversiones mediante la estandarización y la
producción masiva de robots. Es posible que el uso de robots en los almacenes provoque la
eliminación de algunos puestos de trabajo pero también generará otros relacionados con su
fabricación, puesta en marcha, mantenimiento, etc.

Con tantos avances en la tecnología se han creado también nuevas tendencias como la
“Robotofobia”. La robotofobia, Como la xenofobia, se ceba con aquel que se piensa
diferente pero en el fondo se percibe como igual. Como no pueden evitar que los robots les
sustituyan, algo que parece inevitable, algunos plantean ponerles un impuesto y que coticen
por las personas que sustituyan. Algo que no se les pasó por la cabeza a las lavanderas
cuando llegó la lavadora, a los agricultores con el tractor o incluso a los actores de teatro
con la televisión. La humanidad ha diseñado máquinas para sustituir el trabajo desde los
tiempos más remotos y siempre se ha visto el proceso como una liberación, no como una
subordinación. Nuestra vida está rodeada de máquinas y ya les hemos puesto impuestos,
sobre el consumo, pero no sobre el trabajo. En el momento en que fijemos impuestos sobre
el trabajo a los robots es porque les estamos reconociendo como iguales, no como
máquinas.

Por otro lado está el movimiento transhumanista, el cual celebra la aceleración tecnológica
y el acercamiento de la Singularidad como un modo de mejorar las capacidades humanas,
acabar con la enfermedad y alargar la vida ostensiblemente. Uno de los ejemplos más
celebrados de este desarrollo multidisciplinar son los nanorobots que, inyectados en el flujo
sanguíneo, pueden llegar a combatir tumores cancerígenos, un ejemplo de cómo la
nanotecnología y la biología confluyen dando lugar a resultados no imaginados antes. A
este entramado multidisciplinar se le ha bautizado con diferentes acrónimos: NBIC (de
nano, bio, info y cogno) y el llamativo BANG (de bit, átomo, neurona y gen). La
convergencia no significa superponer diferentes tecnologías que se vayan alcanzando, sino
pensar ese avance como un todo. El transhumanisimo como mayoría de los temas
relacionados con tecnología, es muy polémico. Pues por un lado está el avance y todas sus
ventajas, pero por otro está el desconocimiento y la posibilidad de que el “avance” se nos
salga de las manos. Bien sabemos que la ley de Moore (el número de transistores en un
microprocesador se duplicará aproximadamente cada dos años, es decir, la capacidad de
computación crecerá de forma exponencial y además de más potente, la tecnología es cada
vez más barata), se ha cumplido a lo largo de estos año y el temor de muchos que es pase lo
mismo con el transhumanismo, que la constante aceleración de la potencia tecnológica y la
integración de las diferentes ramas llevarán a un punto de ruptura en la historia de la
humanidad, donde la inteligencia artificial supere a la humana.

De todo lo anterior podemos concluir que las revoluciones han marcado el progreso de la
humanidad, que aunque tradicionalmente se distinguen tres revoluciones, actualmente
estamos viendo lo que se puede considerar como la cuarta revolución y que los aspectos
que tendrán mayor impacto serán la logística y cadena de suministro, la robotización de los
almacenes y la distribución, por el lado de la industria. El campo de la medicina, la
neurociencia y la biología también se verán impactados. Las nuevas tecnologías como lo
son la impresión 3D, los drones y lo robots son herramientas que le ayudarán muchísimo a
la humanidad y a la industria pues facilitan un sinnúmero de procesos y a pesar de estas
tecnologías apenas están emergiendo, y les hace falta mucho perfeccionamiento y estudio,
ya son altamente útiles y el proceso de evolución se ve bastante viable y óptimo.

Como todo proceso de cambio y evolución, esta era de nuevas tecnologías ha generado
respuestas negativas como lo es la robotofobia, pero lo que realmente se debe tener en
cuenta es que los robots dejan de ser máquinas, cuando les dejamos de conocer como
máquinas y los comenzamos a reconocer como iguales. También debemos pensar que a
pesar de que
Por el lado completamente opuesto, encontramos el transhumanismo, el cual celebra la
aceleración tecnológica y el acercamiento de la Singularidad. Aporta conceptos como NBIC
(de nano, bio, info y cogno) y el BANG (de bit, átomo, neurona y gen) y que apunto hacia
un crecimiento exponencial de tecnologías, procesos interdisciplinarios y grandes avances
en el campo de la inteligencia artificial.

Anda mungkin juga menyukai