y el Derecho Humano al Agua 27 | 08 | 2006 Por Por Eduardo J. Mitre Guerra Los recursos hídricos, como los ríos, lagos, el mar, etc., son de domino público y le corresponde al Estado la gestión, planificación y adopción de las medidas necesarias para su conservación y explotación responsable, con la participación de la ciudadanía -usuaria. Precisamente por ello, con este proyecto, se ha dado motivo a que las autoridades públicas le tomen la importancia que merece el sensitivo y a la vez trascendental tema relacionado con el aprovechamiento de nuestras riquezas naturales; ello de la mano de tres aspectos que guardan relación unos con otros, a saber: el derecho a un medio ambiente sano; el derecho al agua; y el derecho a velar y proteger una mejor calidad de vida de los habitantes de este istmo. Los días 8 y 9 de agosto de este año, se desarrolló en nuestra ciudad, en ocasión a una iniciativa de APEDE, el Foro de Saneamiento de la Ciudad y la Bahía de Panamá: Hacía un entorno urbano de calidad. En este evento se dieron a conocer por parte de autoridades panameñas e incuestionables peritos en la materia de origen nacional e internacional, aspectos relacionados a los proyectos técnicos, programas de ejecución, financiamiento y el marco legal de este anhelado propósito que sin lugar a dudas, de llegar a concretarse permitirá a Panamá, ufanarse de una ciudad estéticamente admirable, con un orden urbanístico adecuado para la mejor convivencia humana y esta con el medio ambiente. Entre las conclusiones, puntualmente acordadas, esta la divulgación responsable del mega proyecto que se adelanta, para que así, todos los ciudadanos panameños tengamos conocimiento y por ende podamos ser participes del mismo. En virtud de ello, comparto entonces, lo que medularmente se debatió en el foro en mención, haciendo pues, una relación entre dicho proyecto con el derecho humano al agua. En la actualidad, y visto este problema desde décadas atrás, la Bahía de Panamá, es la mayor cloaca que tiene la ciudad, debido a que en ella terminan una serie alcantarillados por donde transitan aguas residuales, así como también desembocan diversos ríos, como lo son entre los más conocidos el Matasnillo, Curundú, Matías Hernández, Juan Díaz, cuya puridad también se ha deteriorado debido a las aguas contaminadas que irresponsablemente han venido convergiendo en sus causes La respuesta sustentada hasta el momento, con aparente base técnica y científica, señala para solventar dicho mal y de paso dar lugar a uno de los primeros pasos, concretos y prometedores para planificar, regular y mejorar nuestros recursos hídricos; dos objetivos esenciales, el primero recuperar y devolver a la población los ríos y quebradas de la ciudad de modo que repercuta ello en el mejoramiento de la salud y alimentación de las comunidades adyacentes, y el segundo recuperar la Bahía de Panamá, con lo cual se daría una imagen renovada a la ciudad. Para ello, en la primera fase se pretende implementar líneas colectoras e interceptoras a lo largo de los ríos y oleoductos que desembocan en la Bahía, de forma tal que las aguas insanas sean recogidas y transportadas hasta una Planta de Tratamiento, evitándose así que estas aguas lleguen a los ríos y a la misma zona costera. La segunda fase, comprende pues, la puesta en marcha de la Planta de Tratamiento, la cual tendría aparentemente ubicación en el sector de Juan Díaz, y cuya finalidad sería nada menos, y dicho en palabras sencillas, que la captación y potabilización del agua a través de un procesamiento en el que se segmente el líquido -de los sólidos, para luego desinfectar o recuperar el primero a niveles salubres, mientras que los lodos y demás sedimentos, serán tornados para su reutilización, bien para usos agrícolas o para la extracción de gas. Finalmente, en la tercera fase, el agua debidamente mejorada, convergería nuevamente a sus cauces naturales y así, luego el mar mediante su ciclo biológico se encargaría de sanear en toda su amplitud la Bahía. Pues bien, todo lo hasta aquí comentado, no es producto de una visión o un sueño lejano, sino que se traduce en un futuro inmediato, que sin lugar a dudas tendrá consecuencias positivas para la nación y su proyección internacional. Los recursos hídricos, como los ríos, lagos, el mar, etc., son de domino público y le corresponde al Estado la gestión, planificación y adopción de las medidas necesarias para su conservación y explotación responsable, con la participación de la ciudadanía -usuaria. Precisamente por ello, con este proyecto, se ha dado motivo a que las autoridades públicas le tomen la importancia que merece el sensitivo y a la vez trascendental tema relacionado con el aprovechamiento de nuestras riquezas naturales; ello de la mano de tres aspectos que guardan relación unos con otros, a saber: el derecho a un medio ambiente sano; el derecho al agua; y el derecho a velar y proteger una mejor calidad de vida de los habitantes de este istmo. Es impostergable, que la administración siente las bases necesarias para responder a los problemas habidos de la contaminación del agua y sus obvias repercusiones en la salud humana y el medio ambiente en general. Pero es igualmente impostergable, que la ciudadanía en general a través de sus comunidades, organizaciones civiles o no gubernamentales, juntas locales o por cualquier otro medio cívico, tomen ante todo, conciencia sobre la importancia que tiene la conservación de los recursos hídricos nacionales, y no sólo eso, sino que también asuman cada uno de los individuos que componen nuestra sociedad mayor beligerancia en la proposición del debate y en la toma de decisiones, para así colaborar con el Estado y de paso exigirle que sea activo y responsable, para entonces lograr los mejores resultados en esta materia. Señala el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas que "..el derecho al agua no puede disociarse de los derechos humanos ya reconocidos e invita a los gobiernos a aplicar el derecho al agua en beneficio de todos.." "..el derecho al agua se refiere al acceso de la población al abastecimiento de agua y al saneamiento de las aguas residuales en el marco de un servicio de abastecimiento del agua a cargo de organismos públicos o privados". En ese sentido, la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Pacto de Derechos Civiles y Políticos, entre otras, convienen en señalar como fundamento jurídico, el derecho de las personas a gozar de condiciones de vida adecuada, en el cual se involucra el derecho al agua; de allí que dicho contenido normativo asegure el derecho de todos a disponer de agua salubre, suficiente y accesible. El derecho al agua, esta aparejado a otra serie de derechos, como lo son el derecho a un nivel de vida apropiado, el derecho a una alimentación correcta, el derecho a la salud y el derecho al trabajo. La Constitución Política Nacional en el artículo 118 expresa que "Es deber fundamental del Estado garantizar que la población viva en un ambiente sano y libre de contaminación, en donde el aire, el agua y los alimentos satisfagan los requerimientos del desarrollo adecuado de la vida humana". Tiene pues, este derecho como elementos fundamentales, garantías y obligaciones, que todos -panameños o no, debemos conocer y saber asimilar para su cumplimiento; tales como: 1. La garantía de acceso al agua de la persona, que significa que todos los individuos pueden exigir el acceso a ella, sin discriminación; adicional a que la misma debe ser proporcionada según expresa la OMS, es decir de forma "suficiente para usos personales y domésticos". A la vez, este derecho obliga a las personas en general a la protección y conservación de los recursos hídricos, así como ha cumplir con la tarifación correspondiente al servicio, y 2. La responsabilidad del Estado, que tiene que ver con el servicio que presta, en virtud del cual debe garantizar su abastecimiento, las gestiones de obras y financiamiento, continuidad del servicio, tarifación, control de los entes públicos y privados que intervengan, respetar los derechos del usuario, otorgar un trato igualitario, y por supuesto, proteger y sancionar a quienes afecten las fuentes de agua. Así, concluyo diciendo pues, que Panamá debe oportunamente crear y mejorar la infraestructura técnica y normativa, no sólo para este proyecto de Saneamiento de la Bahía, sino que debe adecuarse a la realidad rural y urbana, a fin de enfrentar un problema que bien puede evitar que nuestros recursos pasen por la crisis de escasez, contaminación y afectación climática, como la que vienen padeciendo la mayoría de los países ricos, para así concretar una política pública entre Estado y ciudadanía que procure por una moderna e íntegra defensa de nuestro derecho humano al agua y como señala Chistof Kuechemann del "BID y los Objetivos del Milenio", contribuya esto "..sustancialmente al cumplimiento del Objetivo 1 de erradicar la pobreza extrema y el hambre". (eduardo_@hotmail.com) 4) El inglés a todos los niveles es muy pobre; por esto se perdió la inversión del HSBC, que fue a las Filipinas, porque ni había la calidad, ni la cantidad, tampoco hubo la posibilidad de producir en un plazo prudente las necesidades del banco. Todo esto en la víspera de la aprobación de la ampliación que proporcionaría los recursos económicos para llevarnos al primer mundo en relativamente poco tiempo. La tarea de mejorar la calidad en nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje es ineludible y de urgencia notoria. Ojalá que el dialogo para el mejoramiento de la calidad educativo logre mitigar los efectos del aumento de 49 millones de 22% en la planilla del sector educativo de tal suerte que podemos liberarlos recursos desperdiciados hoy día, de tal suerte, podemos emplearlos en el sector en las otras necesidades como computadores, laboratorios, etc. y por qué una parte como un estímulo a la docencia según su rendimiento bien medido. Igualmente, tendremos que adecuar el pensum de estudios y reforzar los métodos del proceso enseñanza aprendizaje para producir un egresado capaz de enfrentar los retos futuros: pensante, analítico, con una sólida base de formación científica tanto natural como social.