Para que la estabilización de un suelo con cal tenga éxito, los suelos deben ser plásticos (un
Índice de Plasticidad igual o mayor a 10), pero además existen otras limitaciones en los tipos
de suelos en los que se puede realizar la estabilización:
La estabilización de suelos, por tanto, requiere un estudio previo detallado no solo de las
características y homogeneidad del suelo, sino también de ensayos de laboratorio para
determinar la dosificación necesaria de cal.
CLASIFICACIÓN
Las cales empleadas para la mejora y/o estabilización de suelos serán cales aéreas cálcicas
vivas o hidratadas, con las siguientes clases:
Cal clase Q:
Cal viva cálcica. Tipos: CL 90Q o CL 80Q, según la Norma UNE-EN 459-1 cuya
composición química cumple con los requisitos de la Norma UNE-EN 459-1 y además
con los requisitos de reactividad y granulometría de la tabla 2
Cal clase S
Cales hidratadas cálcicas. Tipos CL 90S o CL 80S según la Norma UNE-EN 459-1 cuya
composición química cumple con los requisitos de la Norma UNE-EN 459-1 y además
con los requisitos de humedad y granulometría. Salvo justificación en contrario, para
la mejora y/o estabilización de suelos, se usarán cales aéreas, vivas o hidratadas,
tipo CL 90.
1) Efectos de la cal en la estabilización de suelos
Son tres los efectos que puede tener el uso de la cal en la estabilización de suelos.
Concretamente, la cal puede ser utilizada en suelos inestables para secar, modificar o
estabilizar.
a) Secado del suelo: La cal viva (óxido de calcio) es muy efectiva para el secado de
cualquier suelo con humedad. Tras el mezclado con la tierra arcillosa la cal viva
absorbe el agua mediante una reacción exotérmica, reduciendo drásticamente la
humedad del suelo por hidratación y evaporación. La bajada de humedad variará en
función la cal añadida y las condiciones ambientales, pero puede oscilar un 2% y un
5%, según. Este proceso sucede inmediatamente después de adicionar la cal.
c) Estabilización del suelo: En este caso el efecto se produce más a medio plazo y de
una manera gradual. La arcilla del suelo (que contiene sílice y alúmina) en contacto
con la cal es capaz de formar silicatos y aluminatos cálcicos hidratados. Esta reacción
es llamada “puzolánica” y da como resultado un aumento de la compresión simple
del suelo, así como una mayor estabilidad frente a las heladas.