2003
Resumen
Los trastornos de ansiedad, en sí mismos o asociados a otras patologías, son una de las
causas más frecuentes de consulta en la APS, y representan uno de los principales
problemas de salud en la comunidad. Los Médicos de Familia, por su ubicación en la red
asistencial, pueden detectar y tratar con máxima precocidad los primeros síntomas
psiquiátricos en los pacientes que acudan a su consulta con un trastorno de ansiedad.1
Desarrollo
Casi todos los efectos de las BDZ se producen, virtualmente, por sus acciones en el
sistema nervioso central (SNC). El ácido gamma amino butírico (GABA) es el principal
neurotransmisor inhibidor del SNC de los mamíferos. Las BDZ interactúan con estos
receptores, generando cambios en la permeabilidad de los iones de cloro con el
consiguiente potencial possináptico inhibitorio, es decir, una hiperpolarización que lleva
el potencial de membrana a valores más negativos, alejándolo del umbral, y
disminuyendo de esta manera, la excitabilidad neuronal.2
Propiedades farmacológicas
Efecto hipnótico: Las necesidades de sueño varían entre los individuos y tienden a
disminuir con la edad. Los adultos duermen menos que los niños, y los varones duermen
menos que las mujeres. En los pacientes ancianos existen patrones polifásicos (sesiones
múltiples de sueño por el día), sin afectar el estado de vigilia diurno. Las circunstancias
que pueden interferir con el sueño pueden ser numerosas, tornándose difícil el
tratamiento y a menudo es necesario individualizarlo.3
La mayor parte de las BDZ provocan acciones muy similares sobre el sueño sin
variaciones significativas en su eficacia. Causan una sensación de sueño profundo y
reparador. En general, se pueden decir que disminuyen la latencia del sueño y el número
de despertares, por lo que aumentan el tiempo total del sueño.
Un agente hipnótico ideal sería aquel que inicia su acción con rapidez a la hora de dormir,
que tenga una acción sostenida, para facilitar el sueño toda la noche, y ninguna acción
residual a la mañana siguiente; el triazolam es el que más se ajusta.2 Además, el
insomnio vespertino es, por lo general, ansioso, y el insomnio matutino es depresivo,
por lo que el médico debe tomar en cuenta el tratamiento de la ansiedad y la depresión.4
La mayoría de los pacientes que ingieren de manera crónica BDZ informan que la
somnolencia desaparece en un plazo de unos cuantos días. Sin embargo, el desarrollo
de tolerancia a los efectos ansiolíticos de las BDZ es motivo de discusión. El incremento
o disminución de la dosificación parece corresponder con los cambios en los problemas
o las tensiones; incrementar constantemente la dosis, sin motivo evidente, se puede
acompañar de una dependencia progresiva del fármaco.2
Para evitar la dependencia física el médico debe: 6 (Hernández AM. Uso y abuso del
diazepam ¿Por qué no medicina tradicional? Trabajo de terminación del diplomado en
gerencia de salud. Ciudad de La Habana: CDF, 1999)
Otros efectos de las BDZ son como anticonvulsivante y miorrelajante, que serán
analizados con una próxima publicación.
Farmacocinética
Todas las BDZ se absorben por completo por vía oral, excepto el cloracepato, que se
descarboxila con rapidez en el jugo gástrico.
La mayor parte de las BDZ tienen una absorción errática por vía intramuscular; la
administración profunda en el deltoides sería la más acertada, debido a que se evita el
tejido adiposo y la mayor vascularización de la zona. La distribución es amplia, en el
líquido cefalorraquídeo la concentración es similar a la del fármaco libre en el plasma,
atraviesan la placenta y se excretan por leche materna. Las BDZ se metabolizan en gran
medida por efecto de diversos sistemas enzimáticos microsómicos en el hígado,
formándose metabolitos activos que se biotransforman con mayor lentitud que el
compuesto original. El metabolito activo de estas reacciones se conjuga con ácido
glucurónido y se elimina por la orina.
La clasificación de las BDZ más utilizadas es según su tiempo de vida media.7 Pueden
ser de acción prolongada, cuando tienen un tiempo de vida media mayor o igual a 12 h
(alprazolam, bromazepam, clordiazepóxido, clobazam, diazepam, flurazepam,
flunitrazepam, halazepam, lorazepam, lorazepato, nitrazepam y quazepam); o también
de acción corta, cuando tienen un tiempo de vida media menor de 12 h (brotizolam,
clonazepam, clorazepato, estazolam, midazolam, oxazepam, temazepam y triazolam).
Las BDZ de vida media corta son idóneas cuando se busca un efecto hipnótico; sin
embargo, existen BDZ de acción prolongada utilizadas en el tratamiento del insomnio,
como el flunitrazepam, que tiene un rápido inicio del sueño a dosis muy bajas, otras
como nitracepam, flurazepam y quazepam son utilizadas en el insomnio, pero se debe
tener presente que los metabolitos activos se acumulan con el uso crónico.8 Las BDZ
con tiempo de vida media corto producen fenómeno de rebote, y las de tiempo de vida
media largo causan resaca. Además, la farmacodependencia resulta ser inversamente
proporcional al tiempo de vida media.9
Efectos adversos
Summary
Benzodiazepines provide a degree of safety that has caused the replacement of ancient
drugs for the treatment of insomnia and anxiety. We made a literature review to make
reference to some benzodiazepines available at present and also to their pharmacological
characteristics and uses, with the objective of applying them rationally and adequately.
Benzodiazepines are characterized by their quadruple pharmacological effect (anti-
anxiety, sedative or hypnotic, anti-convulsive and miorelaxing). These four components
of their effect are present in varied proportions, which determines the action profile of
each drug. We refer in this article to the two first effects since anxiety and insomnia are
frequent symptoms for self-medication and for going to the doctor's in the primary health
care. The therapeutic possibilities of benzodiazepines are related to their
pharmacological actions, mechanisms and pharmacokinetics. These drugs are a valuable
tool but it should be borne in mind that they have side effects like drug-dependence.
Referencias bibliográficas
1. Alonso V, Larrañaga PM, Zurriaga LIO, Gil CM, Urtiaga M, Calabuig P. Trastornos
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terapéutica. 9 ed.V.1 México: Panamericana; 1996.
3. Bennett, JC, Plum F, editores. CECIL. Tratado de Medicina Interna. 20 ed. V. 3.
México: Interamericana; 1996.
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tratamiento individual y específico. ROCHE. 1986.
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1995.
9. Manejo de la ansiedad, el insomnio y la depresión. Boletín de información
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10. Keith AR, Gutiérrez K. Antianxiety and Sedative-Hypnotic Drug. In: Kathleen
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SAUDERS COMPANY, Philadelphia, Pennsylvania. Chapter 17. 1999;307-27.