¿PARA QUÉ FUTURO

EDUCAMOS? CURSO-TALLER
Lidio Riveiro DI DÁCTI CA PARA
Reporte #1 UNI VERSI TARIOS

FICHA DE RESUMEN
IDEAS PRINCIPALES
El autor nos invita a pensarnos como docentes desde
el ámbito social, por ello nos invita a interrogarnos:
¿Para qué sociedad es que estamos educando y para
qué sociedad debemos educar?

Las dos etapas del capítulo

 Advertir el grado de compromiso que asume el
educador en la ejecución de las metas propias
al quehacer educativo que señalan las leyes. REFLEXION FINAL
 Ahondar en la pertinencia de dichas metas en La lectura nos encara con una
la actualidad y su posible transformación. realidad palpable, nos increpa a
reconocernos como agentes de
Primer etapa | La Ley Federal de Educación (LFE) cambio a partir del compromiso
que como docentes debemos
Se recupera el artículo primero de la LFE, donde se
asumir hacia el presente y el futuro.
presta especial atención sobre el término de “interés
Por ello, pensar en el significado e
social”, punto clave en el reconocimiento de las tareas
implicaciones que tiene hablar de
que como docentes hay que asumir.
“mejoramiento docente”, me
Más adelante se presenta el artículo segundo, el cual atrevo a pensar, se vuelve una
señala que la educación es un medio para lograr la tarea indefectible. Estoy
conformación de hombres y mujeres con sentido de firmemente convencida de que el
solidaridad social. No obstante, se advierte que en mejoramiento docente debe
tanto que nadie puede dar lo que no posee, lo involucrar el desarrollo de un
docentes debemos comenzar por ser solidarios con pensamiento crítico y reflexivo
uno mismo, después con nuestros colegas y ligado a la acción concreta,
estudiantes. porque hablar y especular sobre las
En el artículo quinto, en el inciso tercero establece la tareas del educador desde el vacío
pertinencia de “un idioma común” en el contexto teórico puede devenir en un
nacional, a partir del cual se logre aprovechar la ejercicio ocioso y no gratificante.
riqueza comunicante de nuestro idioma. La lectura se
vuelve factor clave, ella posibilita eliminar los círculos
viciosos que empobrecen el idioma. El docente debe
asumir el reto de enriquecer su vocabulario y el de sus
estudiantes, factor clave para paliar los problemas
ligados a la decadencia cultural. El desarrollo de
hábitos intelectuales se han desembrar no sólo en el
estudiante sino en el docente mismo, pero para ello se
vuelve necesario asumir el compromiso que dicha
tarea representa.
El desarrollo de la responsabilidad social implica que
empapemos a nuestros estudiantes del conocimiento
de las problemáticas sociales, para generar el espíritu
creador que surge como respuesta a situaciones
concretas. Desafortunadamente, en nuestras aulas la
imaginación e ingenio creador se encuentran
ausentes.
Pensar el compromiso hacia una legislación educativa
vigente implica proyectarnos hacia futuros venideros,
pero comencemos por asumir los compromisos para
con las realidades presentes, donde la rutina, el
inmovilismo y las salidas fáciles son algunas de las
múltiples caras del no-compromiso.
El reconocimiento, de lo que el autor llama pilares
políticos, colocan la acción educativa como un
elemento relevante a nivel social:

1. Compromiso con las mayorías.

2. Sensibilidad ante problemas sociales.
3. Conciencia sobre nuestro papel transformador
4. Apetencia intelectual.
5. Reconocimiento de los principios rectores de la
educación en el país.