en este acto en mi carácter de defensora del imputado CARLOS ANTONIO BLANCO CASTILLO, titular de la Cédula de Identidad Nº V- 20.791.627, a quien se le sigue causa, según consta en el expediente con el número 17195- 19, llevado por ese Tribunal a su digno cargo, muy respetuosamente me dirijo a usted, en la oportunidad de exponer y solicitar lo siguiente:
En fecha xx-xx-xxx se realizó la Audiencia para Oír al Imputado,
prevista en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, donde fue acogida la precalificación del delito AGAVILLAMIENTO, previsto y sancionado en el artículo 286 del Código Penal y acordada la Medida Cautelar Sustitutiva de Libertad prevista en el artículo 242, numerales 3° y 8° del Código Orgánico Procesal Penal, a saber con un (1) Fiadores, por lo que el fiador debe devengar un ingreso igual o superior a ( ) Unidades Tributarias.
En este caso ciudadano Juez, mi representado presenta situación de
extrema pobreza a pesar que la defensa privada que en su momento que lo asistio no expuso ante este honorable tribunal la realidad de mi defendido y todo lo contrario ciudadano juez la defensa solicito una constitución de fianza de un fiador que mi propio defendido desconoce de la autenticidad de los recaudos consignados ante el tribunal, Es por ello ciudadano juez que esta defensa consigna escrito de extrema pobreza a fin de poder cumplir con la fianza impuesta por este Juzgado. En tal sentido, solicito se estudie la posibilidad de concederle a mi asistido la REVISIÓN DE LA MEDIDA CAUTELAR SUSTITUTIVA DE LIBERTAD BAJO LA MODALIDAD DE FIANZA, Y SUSTITUCIÓN POR LA CAUCIÓN JURATORIA, todo de conformidad con lo establecido en el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal.
En este orden de ideas, tenemos que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en su artículo 44 numeral 1 último aparte establece el Juicio en Libertad en concordancia con el artículo 229 de la Ley Adjetiva Penal.
Respecto a la imposición de medidas el artículo 249 de la Ley
Adjetiva Penal prevé: “Imposición de las medidas. El tribunal ordenará lo necesario para garantizar el cumplimiento de las medidas a que se refiere el artículo 242. En ningún caso se utilizarán estas medidas desnaturalizando su finalidad, o se impondrán otras cuyo cumplimiento sea imposible. En especial se evitará la imposición de una caución económica cuando el estado de pobreza o la carencia de medios del imputado impidan la prestación.” Asimismo, en razón de la necesidad y de la proporcionalidad de una medida de coerción personal específica que sea aplicada, cuando así lo exija el proceso, ésta debe imponerse y sustituirse por otra menos gravosa, más adecuada a las circunstancias personales y menos lesiva a la persona que debe padecer una restricción a sus derechos en condición de inocente, cada vez que la situación concreta así lo indique.
En este sentido, nuestro máximo Tribunal, en Sala
Constitucional con ponencia del Magistrado Dr. Iván Rincón Urdaneta, en fecha 16-03-04, amparo incoado por Wilfredo Lovera Manuit, reiteró:
“Ahora bien, en el presente caso, el Juez de Primera Instancia en
Función de Control, desestimó la solicitud fiscal de decretar la privación preventiva de libertad del imputado, acordando en su lugar las medidas cautelares sustitutivas previstas en los numerales 3, 4 y 8 del artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal.
Esta decisión que es congruente con el derecho a ser juzgado en
libertad reconocido en el artículo 44, numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se hace nugatoria cuando en la práctica no puede ser disfrutada por el beneficiario. En tal sentido, esta Sala ha exhortado “a los jueces a quienes corresponda autorizar la imposición de tales medidas, determinen las condiciones requeridas, de tal forma que se puedan llevar razonablemente a cabal término, en salvaguarda de la libertad personal garantizada por la Constitución” (sentencia Nº 1128 del 5 de junio de 2002. caso M.A. Romero).
Obviamente, esta exhortación no fue acogida por el Juez de Control,
que al negar en dos oportunidades la revisión de las medidas cautelares impuestas al imputado, por imposibilidad material de su cumplimiento, contrarió el objetivo de las mismas (el juzgamiento en libertad) privándolo inconstitucionalmente de su libertad sin haber mediado acusación por parte del Ministerio Público, por más de noventa días.
Este derecho a ser juzgado en libertad se conculca aún más, cuando
se imponen varias medidas cautelares y no una, como lo ordena el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal. A este respecto, esta Sala Constitucional, en sentencia Nº 1927, del 14 de agosto de 2002 (R. O. Puentes en amparo), decidió que “la aplicación de más de una medida (sustitutiva) en contravención con lo dispuesto en el referido Artículo 259 (hoy 250), constituye una clara y evidente lesión al debido proceso y, también, al derecho a la libertad personal…”. Continúa el fallo mencionado, que “el derecho a la libertad personal no se viola solamente cuando se priva de libertad a un ciudadano, sino también cuando el ejercicio de ese derecho resulta restringido más allá de lo que la norma adjetiva indica, como en el caso que nos ocupa, pues hay que recordar que las medidas cautelares sustitutivas, si bien no son privativas de libertad, sí son restrictivas y la garantía constitucional −cuando se refiere al derecho de libertad personal− se concreta en el ejercicio pleno de dicho derecho. De allí que acordar medidas cautelares sustitutivas de la privativa de libertad más allá del límite legal, constituye indudablemente, una lesión indebida al referido derecho fundamental, entendido en forma integral, como ha quedado expuesto…”. (resaltado mío)
Por todo lo narrado anteriormente, aunado a lo previsto en los
artículos 44 numeral 1 y 49 numeral 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los artículos 8 y 9 del Código Orgánico Procesal Penal, los cuales establecen los Principios de Afirmación de Libertad y Presunción de Inocencia, esta Defensa PIDE a favor del ciudadano CARLOS ANTONIO BLANCO CASTILLO, plenamente identificado en autos, la REVISIÓN DE LA MEDIDA CAUTELAR SUSTITUTIVA DE LIBERTAD BAJO LA MODALIDAD DE FIANZA, Y SUSTITUCIÓN POR LA CAUCIÓN JURATORIA, todo de conformidad con lo establecido en el artículo 250 ibidem .
Es Justicia que espero en la ciudad de Caracas, a los trece (13)
días del mes de Mayo de dos mil diez y ocho (2018).
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