Debe abordarse como un proceso complejo que contemple al sujeto integrado en todas sus
dimensiones y niveles, tanto en las necesidades que permanentemente requieren satisfacción
para un adecuado crecimiento, como las específicas que señalan su evolución y las exigencias del
medio en que vive.
Se interesa por los aspectos formativos del proceso de aprendizaje, los valores, y la afectividad de
sus protagonistas.
El rol del orientador exige en primera instancia un posicionamiento de compromiso con la función
orientadora, reconocer esta práctica como generadora de nuevas subjetividades y asumir dicha
practica desde una visión integradora y contextualizadora.
Es indispensable:
Masificación y calidad.
Cuando la oferta educativa se limita a cubrir un público muy restringido se operan 3 factores de
simplificación:
La capacidad didáctica es una especie de “don innato”, propio de la personalidad del maestro. En
la enseñanza influye la sensibilidad e intuición del maestro y en su capacidad de establecer una
relación positiva con los alumnos.
El magisterio, más que un oficio que se aprende, es una vocación que se asume como una misión.
- En la primera dimensión se explican los elementos que han sido tomados en cuenta para
la avaluación, son consideradas las características de la personalidad del aprendizaje y lo
condicionan.
- La segunda dimensión es el juicio propiamente dicho, que se manifiesta en el hecho de
clasificar al aprendizaje en el interior de un espacio comparativo jerarquizado.
La evaluación se define como formulas verbales que definen la posición del alumno en una escala.
Según esta lógica, las características del alumno preverían los resultados del aprendizaje:
- La obligación de adaptación recae en el alumno (ya que los resultados depende de sus
características personales) -> resultados positivos si el alumno logra adaptarse.
- La enseñanza que se imparte es siempre adecuada
- Las características personales de los alumnos son tal como las percibe el maestro.
Una primera aproximación lleva a una primera gran distinción: existen variables independientes
(causales) y dependientes (resultado).
Las primeras a su vez, pueden clasificarse en: asignadas, cuando sus valores se definen en el
exterior de la situación formativa escolar, y construidas cuando sus valores son el resultado de
decisiones tomadas en el interior del sistema escolar.
Variables dependientes:
Dimensiones de calidad.
o La primera tiene que ver con la apropiación del saber, tiene que ver con el
desarrollo del conocimiento y aptitudes. Se denomina rendimiento y es lo que
miden las pruebas tradicionales.
o La segunda dimensión del aprendizaje tiene que ver con una cuestión ético-
política. Es lo que denominan aspecto “valoral” de la educación o inclusive todo lo
relacionado con aquellos valores sociales, tales como la solidaridad, sinceridad, y
veracidad de la comunicación. El que aprende no solo incorpora información y
capacidades genéricas y específicas, sino que también desarrolla un tipo de
relación. Esta segunda dimensión del aprendizaje es más difícil de medir y evaluar.
La educación escolar es una práctica social compleja con una función netamente socializadora. La
educación escolar es uno de los instrumentos que utilizan los grupos humanos para promover el
desarrollo de sus miembros más jóvenes. Para garantizar determinados aspectos del desarrollo de
los niños y niñas en nuestra cultura, es necesaria una ayuda sistemática, planificada, y sostenida
que solo es posible asegurar en la escuela.
Cada educador es un orientador, lo sepa o no, los educadores iniciales son los padres al trasmitir la
vida y fundar las bases de la personalidad, aun más los docentes cuando lo hacen de modo
intencional durante la educación sistemática.
Educar es difícil y al orientar, intentamos avanzar hacia la promoción del crecimiento personal y
social, hacia la salud mental en el aprendizaje y en la enseñanza, y hacia la prevención del
sufrimiento psíquico.
El rol del orientador – tutorial puede aprenderse aunque supone predisposiciones personales:
La inserción de los orientadores y tutores para ser eficaz deberá ser operativa, atendiendo a los
modelos que consideran a la escuela como un complejo sistema de grupos interactuantes, inserta
en una comunidad más amplia.
Se toma el sentido de orientación como asesoramiento y acompañamiento para promover
mejores aprendizajes, considerar los aspectos subjetivos que se movilizan en todo aprendizaje,
plantear y resolver problemas, identificar las dificultades y afrontarlas, reconocer los recursos
personales y grupales, motivar el deseo de aprender, y favorecer la elaboración de un proyecto
laboral y una preparación para el futuro.
En ambos, los docentes pueden incluirse en formas más específica a partir de la tutoría. Tutoría es
la capacidad que tiene todo docente de ponerse al lado del alumno, de sufrir con el los procesos
de alumbramiento conceptual, de ayudarle a resolver sus problemas personales de aprendizaje,
etc. y en esta tarea nadie puede quedar excluido. Es un proceso de acompañamiento en el
aprendizaje vital.
La orientación educativa y tutorial rescata una concepción constructivista del conocimiento y del
proyecto vital de los estudiantes “la inteligencia como una antorcha que arde”.
Postura idílica: hay quienes sostienen de forma explícita o no, una concepción sumamente
idílica de la adolescencia, la que considera que es la mejor etapa de la vida y que los
adolescentes son “naturalmente” buenos. Por esto, basta dejarlos crecer en libertad.
Tomando las metáforas botánicas, tan comúnmente utilizadas en educación, sostienen
que basta “negarlos” para que se desarrollen y florezcan. El mundo adulto es el que los
pervierte. De esta concepción derivan practicas libertarias que lindan con el
descompromiso y desprotección, y suelen ser muy negativas para el desarrollo de la
autonomía. La autonomía y la responsabilidad implican normas sociales internalizadas
asumidas como propias. Se hace difícil entender la violencia y la agresividad manifestada a
menudo durante la adolescencia.
Postura autoritaria: hay quienes creen que el adolescente es constitutivamente solo
perverso y permanentemente está tramando como perjudicar e irritar a los otros, en
especial al adulto, y como transgredir toda norma. Se adoptan posturas sumamente
autoritarias, ya que la disciplina y la norma solo entran con rigor. Presta postura el
adolescente es como un árbol, al cual si se lo deja crecer en libertad siempre se tuerce.
Hay que estaquearlo y podarlo. Tampoco alcanza explicar el fenómeno de la adolescencia
y conduce a actitudes mutilantes del crecimiento, de la madurez, de la autonomía a
actitudes perversas.
Ambas posturas desconocen que el adolescente es un sujeto de contradicciones, tanto los rasgos
de perversión como los afectos, la solidaridad como la agresión, son manifestaciones humanas y
dependerá de las mayores o menores posibilidades de desarrollo de algunas características en
desmedro de otras, en función de las articulaciones que se den en determinados contextos
sociales.
Estas reflexiones los comprometen a docentes y padres porque mucho dependerá de las
experiencias de aprendizajes que les ofrezcamos, el que ejerciten la competencia o la cooperación,
la apatía o el compromiso, la agresividad o la solidaridad, la formación de nuevos instrumentos de
pensamientos, etc.
Así no existe competencia didáctica sin un saber estructurado lleno de contenido, no puede uno
convertirse en profesor y serlo sin comprender lo que comunica. Uno de los errores más fatales en
que puede caer una didáctica y una pedagogía, es creer que se le puede disculpar al profesor no
saber la materia, degradándole así el papel de mero operador de medios de enseñanza.
El docente debe estar capacitado para proporcionar a los alumnos los instrumentos necesarios
para que lleve a cabo su propio proceso de construcción de los aprendizajes.
Debemos tratar de reconstruir el rol a partir de un estilo profesional que incluya y supere los
modelos anteriores.
La necesidad de revisión permanente de nuestra práctica, revisión que posibilite el análisis crítico
de los modelos internalizados, la confrontación entre rol deseado, el rol impuesto y el asumido, el
examen de las paradojas con las que se ve enfrentado el docente: lo que la sociedad espera de él y
lo que le reconoce, se lo sitúa por un lado en un lugar sagrado y consagrado, pero a la vez
inquietante y peligroso, se lo respeta y se lo desprecia a la vez, pero también se lo coloca en un
lugar del saber. Tiene por un lado la tarea de encantar a los alumnos para conducirlos hacia el
conocimiento, pero por otro, se espera de él cierto ascetismo.
Psicología del adulto. Esquema para el desarrollo de un taller de
aprendizaje con docentes universitarios. (Menin).
La psicología del adulto se refiere al transcurso que va de la adolescencia a la senectud. Etapa
de la vida donde los problemas del aprender sean diversos al de otras etapas o periodos,
cuyos caracteres distintivos no serían siempre visualizados con claridad.
Dos criterios para determinar el estado adulto: el criterio legal, y el criterio cultural.
Diferentes autores referencian la psicología del adulto entre psicología juvenil y gerontológica.
La psicología del adulto asumiría el compromiso de dar cuenta el origen estructural y dinámico
de un comportamiento singular, donde la problemática del aprendizaje, tanto formal como
informal, integra una compleja urdimbre de factores.
El aprendizaje no deja de ser un concepto recortado de la estructura global donde dicho sujeto
interacciona cotidianamente con el otro.
Viven diciendo que no es posible enseñar a los adultos de la misma manera que se enseña a
los niños. Que perciben que las motivaciones más profundas son otras, que sus intereses están
marcados por las exigencias más inmediatas del sistema social, la fuente de trabajo y los
niveles de compromiso político que adquiere su integración al medio. La psicología del adulto
se construye desde una perspectiva histórica material, con la ayuda del libro y los datos de la
experiencia cotidiana, donde el deseo se da de bruces permanentemente con la realidad.
El adulto joven motoriza su interés por nuevos aprendizajes a partir del trabajo, fuente de
sustentación, inspiración creadora y placer.
Categoría social, del trabajo, donde se conjugan aspectos políticos, éticos, y estéticos, que la
psicología y la pedagogía debieron abordar de consumo para resolver la problemática del aula
en una escuela de adultos.
La psicología genética actual avanza sobre carriles promisorios del comportamiento social y
afectivo.
En las líneas que transita hoy el psicoanálisis, el adulto aparece como una entidad abstraída de
la realidad concreta por la fuerza de la simbolización permanente. El estudio de los
aprendizajes, el conocimiento, y la expresión, se ven sometidos desde esta óptica psicológica a
la parcialización de esa estructura compleja y activa que llamamos “sujeto pedagógico”.
El adulto aprende como puede, cuando puede, en relación con la demanda social concreta.
Con sus intereses, con sus necesidades mediatas e inmediatas, según su proyecto de vida,
implícito o explicito, en el quehacer cotidiano. La mecánica de los diversos modos de aprender
ha sido explicada y teorizada de muchas formas. Pero como ocurre siempre en el campo
científico, no siempre logran acuerdos totales sobre un mismo tema. Eso pasa tanto en el
campo de las ciencias de la naturaleza, ciencias de la sociedad y también en el campo de las
ciencias del lenguaje.
La relación educativa se constituye por la presión ejercida por el maestro y por la recepción del
alumno (unilateral). El niño se acerca a la etapa de hombre a través del esfuerzo y la experiencia
(reciproca).
- Empírica: posibilita la lectura de las propiedades derivadas de las acciones a que el sujeto
someto a los objetos.
- Reflexiva: son propias del estadio del pensamiento formal donde el pensamiento se libera
de los apoyos materiales que permiten la manipulación de objetos.
El proceso de conocer está ligado con las perturbaciones que surgen en el sujeto en relación con
los obstáculos que presentan el entorno a su necesidad de re equilibración. Son los procesos de
autorregulación, que consiste en un juego de anticipaciones y retroacciones propias de los
sistemas cognitivos, los que en función de la información recibida sobre los obstáculos posibilitan
la corrección de los esquemas de acción y asimilación hasta encontrar las apropiadas para integrar
el nuevo objeto. Al lograr una máxima equilibración, da lugar a una mejor adaptación. Se
manifiesta un proceso dialectico del pensamiento que determina el pasaje de un sistema
equilibrado a otro más amplio y superior.
De esta actividad surgen reorganizaciones cognitivas y de sus esquemas de acción, pero con
diferenciaciones y superaciones en dos ejes:
La construcción del sujeto epistémico está vinculada con la necesidad del organismo de mantener
un equilibrio en relación con su entorno.
Esta etapa lógica de interacción sujeto – objeto, está regida por procesos básicos:
Las condiciones subjetivas que posibilitan tanto la asimilación como la producción del
conocimiento, la incorporación de valores, normas, propios de una cultura, se vincula con:
La incorporación del conocimiento es el resultado del pensamiento que se constituye asociado con
el lenguaje y las operaciones intelectuales. Es un continuo que se fractura y se reúne en un
proceso previamente de desconstrucción que da lugar a diversas modalidades:
La evaluación debe ser un recurso de investigación científica en conexión con la propia acción, un
elemento interno y ensamblado en el propio sistema (docente, investigador de la práctica áulica
para mejorarla).
Es preciso que exista no solo una evaluación final, sino una evaluación diagnostica inicial de las
condiciones del sujeto, y del medio para adecuar el tratamiento y comparar después los resultados
finales con los iniciales de entrada.
La evaluación, diálogo o conflicto. (Sanjurjo).
Educación -> práctica social.
Connotaciones:
Para Sanjurjo, es habitual que se confunda evaluación con acreditación, es decir, con la evaluación
del producto final.
Evaluación -> proceso amplio, complejo y profundo que abarca todo acontecer de un grupo.
Acreditación -> aspectos más concretos. Relacionado con los planes de estudio y en función de los
resultados.
Para Sanjurjo, la evaluación es un proceso conflictivo en donde la tarde del docente seria
transformar ese conflicto en dialogo para enriquecer los procesos educación – aprendizaje, la
evaluación debe intentar ser:
- Inicial (inicio).
- Sumativa (final).
- Formativa (docente).
- Sujeto pasivo: para diferenciarse de los demás. Evaluación: recabar los datos acumulados.
Docente: toma y corrige pruebas, se evalúa la memoria del alumno. La evaluación es un
instrumento de interés donde el alumno se ve obligado a estudiar, los alumnos más
entusiasmados por una buena nota.
- Sujeto activo: aprendizaje como proceso de permanente construcción, aprende a partir de
dudas, cuestionamiento y problemas a resolver. Evaluación: proceso de comprensión, se
evalúan los procesos y productos. Docente: fijar criterios y elaborar instrumentos. Escuela:
producir aprendizaje significativo y aumentar el capital cultural de los sujetos.
Rogers.
Autoevaluación:
- Proceso lógico para descubrir los aspectos en que la experiencia resutlo un fracaso y
aquellos en donde fue fructífera.
- El alumno debe formular sus criterios de evaluación, decidir normas. Las notas y la
evaluación se convierten en una limitación impuesta por el ambiente: problemas para el
estudiante -> solución -> autoevaluación.
Evaluación externa:
- Sociales.
- Institucionales.
- Individuales.
La evaluación en el estilo predominante.
Las prácticas evolutivas parten de un sujeto pasivo, capaz de responder a estímulos, capacitado
innatamente con diversas aptitudes, o con mayor o menor inteligencia, que le permiten
diferenciarse de los demás. En el desarrollo de la memoria mecánica la tardea de la evaluación
será recabar los datos acumulados. La evaluación mide solo productos, dejando de lado los
procesos más ricos sin analizar, es un acto separado del proceso de aprendizaje. La función
docente se reduce a controlar información a través de la toma de lecciones, se reduce a ser un
sujeto que toma y corrige pruebas. Se evalúa solo la memoria del alumno.
Los alumnos están más entusiasmados por sacar buena nota que por auto conocerse, observarse,
y reflexionar sobre su aprendizaje.
La evaluación será el proceso de comprensión del camino realizado. Se evalúan los productos y los
procesos.
El docente no será un simple corrector de ejercicios, sino que tendrá que poner en juego su
creatividad para fijar criterios y elaborar instrumentos.
La eficiencia de una institución se mide por el grado en el que es capaz de producir cambios en el
comportamiento de los individuos que son puestos a cargo y por la manera en que los egresados
de un nivel desempeñan en el próximo.
- La institución enfrenta una situación conflicto – riesgo: rol del asesor pedagógico más
libre.
- La dirección está interesada por mejoramiento del nivel general, deseo de modernizar la
enseñanza: la tare restringida del asesor pedagógico.
Modalidad de inclusión.
Metodología.
- Análisis de lo escrito, de lo dicho y hecho, de lo observado.
- Estrategias para instalar cambios e innovaciones.
- Supervisión y control.
- Favorecer el trabajo autónomo mediante actividades que fortalezcan el desprendimiento.
Para pensar acerca de las instituciones educativas. (G. Frigerio).
Podemos definir la institución desde diferentes aspectos:
Para algunos autores: una institución se caracteriza por construir una de las parcelas en las que la
sociedad divide su terreno, asignándole una función especial, relevante y significativa para su
existencia.
Es posible entender a las instituciones como formas sociales establecidas. Procesos por los cuales
toda sociedad se organiza a través de un movimiento continuo de construcción y desconstrucción.
Esto conlleva a la integración de distintos niveles de la realidad y de análisis que deben ser
considerados en sus entrelazamientos si se desea producir conocimiento sobre la institución.
Otros autores desde diferentes perspectivas nos llaman a prestar atención a la relación de los
sujetos con la institución, que no es otra que la relación de los sujetos con la ley.
Instruir e instituir: se entrelazan uniendo y articulando un saber con permanencia un saber que al
ser transmitido se instituye.
El grado de libertad nos posiciona frente a la combinación de las cuatro formas posibles de las
normas:
- Prescripciones.
- Prohibiciones.
- Zonas grises.
- Silencio u emisiones.
La relación de la norma y actores: frente a toda norma debemos considerar la norma objetiva,
es decir, aquella tal como aparece si la consideramos “a la letra” o textualmente. Podemos
denominar este aspecto como su formulación explicita. No debemos desconocer sus aspectos
implícitos.
Para cada actor la norma ofrece protección y seguridad, pero a su vez reprime, contiene y
limita. Se podrán tomar en cuenta aquí cuatro conductas o comportamientos posibles:
- La adhesión.
- La transgresión.
- La resistencia.
- La transformación.
Crisis en la psicología educacional. (O. Menin).
Cuando la psicología habla de los “problemas de aprendizaje” se refiere a ciertas dificultades o
trastornos que inevitablemente terminan en el fracaso escolar.
El fracaso escolar contiene las dificultades de aprendizaje, pero no se reduce a ellas. Es más
complejo, es abarcativo de un amplio campo donde se conjugan otros factores de igual
importancia: pobreza, trabajo infantil, y juvenil, culturales, lenguaje, discriminación.
El fracaso escolar sería una cuestión de “falta de inteligencia”, luego se relacionó con la
madurez y con ella la importancia del crecimiento y por ultimo con el desarrollo.
Los fracasos se hacen inevitables porque todo sigue igual. Los docentes siguen sin modificar su
comportamiento, no colaboran porque no entienden. Los niños siguen siendo víctimas de la
situación global pero tampoco colaboran.
Durante muchos años, la escuela tomo como marco de referencia los trastornos intelectuales
y orgánicos, luego los emocionales y posteriormente los sociales.
La integración de sujetos con hándicap intelectual con los alumnos “normales” de la escuela,
resuelve un problema ideológico pero no resuelve problemas de aprendizaje en el aula.
Problemas generados desde lo pedagógico como práctica cotidiana en el aula: trastornos que
se producen desde la entrada del niño a la escuela, por la dosis de exigencia pedagógica que
se le administra a los alumnos, cuya reacción adquiere formas de comportamiento imprevistas
para los padres y maestros.