Anda di halaman 1dari 45

F--

oue el Drooio Hofmannsthal había padecido


Aceptando al hombrc II. La Ringstrasse, sus criticos y
aplicó los principios
"'r¡."ü"'J',.","
como Schnirzle¡, Hofmannsthal
más que de rep¡imir el nacimiento del modernismo urbano
i.i-.,i". l"l"rltr." Buscó la fo¡m¿ de canalizar
participación en l¿
;;;;til;;"i ;. r.r.f'*io*t su Pohtica de
y lo llevó a la tra-
¿.f todo eslaba teñida de anac¡onismo
""*t""i"
;;;i;:-;;'" ;; irrtltoi¡o at la necesidad de ampliar el espectro v- la
tanro el sentimiento hu-
oráctica del pensamiento politico para abarcar
para
il"." á-¿..i"¡" ,u.ion.t' pün"o una cuesrión fundamenral
i" ""-" En una ocasión Hofmannsthal observó que la activi-

;J"*;t'i";
""r¡¡"r"L
poetas modernos <es obligada' como si entre
todos- estu-
residencia de un
una pirámide, la monstruosa
"i"r."-.*t,lt"y*¿" En 1860, los libe¡ales de Austria dieron su primer gran paso
;;;;r;;;; ; ie un dios nonatoo2r con su tradicionalismodede los
una nueva Politica subli' hacia el poder político en la porción occidental del imperio de los
il#;;;;J;o-p¡""i..ti'"t"
'lroirnunnurt.l
de
sentidos' Habsburgo y transfo¡maron las instituciones estatales de acuerdo con
,nu.i¿i. pareció trabajar €n ambos
los principios del constitucionalismo y los valores culturales de la clas€
media. Al mismo tiempo ocuparon el poder en la ciudad de Vi€¡a,
que se convirtió en su bastión político, en su capital económico y en el
centro de ¡adiación de su vida intelectual. Desde el insta¡te mismo
de su ascenso al poder, los libe¡ales comenzaron a da¡ nueva forma a
la ciudad a su imagen y semejanza, y cuando los expulsaron del go-
bie¡no a finales de siglo, habían alcanzado un considerable triunfo: la
cara de Viena había cambiado. El punto culminante de esta recons-
trucción urbana fue la Ringstrasse: un vasto complejo de edificios
públicos y casas particulares enclavado en un a¡cho cinturón de terre-
no que separaba la vieja ciudad interior de sus suburbios. Gracias a
su homogeneidad estilística y a escala, rla Viena de la Ringstrasse,r
ha llegado a ser un colcepto pa¡a los aust¡íacos, una forma de evocar
mentalm€nte las caracte¡ísticas de una época, equivalente a la noción
¡yictoriano¡ para los ingleses, Gúnderzeit para los alemanes, o *Se-
gundo Imperio, para los franceses.
Hacia fines del siglo xrx, cuando los intelectuales austríacos co-
menzaron a abrigar dudas con respecto a la cultu¡a del libeialismo en
la que se habían formado, la Ringstrasse se convirtió en el foco sim-
bólico de sus críticas. Al igu¿l qu€ (victoria¡ismo, en Inglaterra,
Ringslrassenstíl se convirtió en un término gene¡al de oprobio meCian-
te el cual una generación de hijos vacilantes, críticos y estéticamente
sensibles ¡echazaban a sus padres arribistas y seguros de sí mismos.
Pero fue específicamente contra el yunque de la Ringstrasse que Ca-
millo Sitt€ y Otto Wagle¡ pioneros del pensamiento mo-
-los dos
de¡no acerca de la ciudad y su arquitectu¡a- martillaron sus ideas
de vida y forma urbanas cuya influencia aún opera enrre nosot¡os. La

45
44
l v--

panteón de los teoricos estuvi€ron totalmente ausentes en la época de la Ringstrass€.' La


crítica de Sitte le ha asignado un lugar en el
por reformadores crca' Dtsnificsción de la Ringstrassc fue controlada por los profesionales y
urbanos comunitarios, en el que es resp€tado
Las conccP Ls ricos paru cuya comodidad y alabanza estaba esencialncnte des.
tivos tan actuales como Lewis Murnford y lane Jacobs
rinada. El decreto imperial que determinó su programa urbanístico
i. w.g"*, ¡adicalment€ utilitarias en sus y básicas¡
premisas
eximió al resto de los ciudadanos del alcance de la Comisión para la
"i"".r
ü rr"i gunuao-tu, alabanzas de funcionalistas modernos sus aliados
puntos devista' Expansión Urbana, dejándolos así a merced dc la industria privada de
..fii""t, fat Pevsn€r y los Giedion. En sus contrastantes ta construcción. La planificación pública se basaba en un sistema in-
de la ciudad las objcc'
sirt. y wugne, llcvaron al pensamiento acerca diferenciado de la cuadrícula, donde sólo se aplicaba el control a la
.ion"i y modernistas a la civilización del siSlo xlx' que aPa'
"r""irt., teoría urbana y diseño ¡ltura de los edificios y el ancho de las calles,n
,aai- an ooat áreas de la vida aüstríaca En su
Cualesquiera fucsen las fortalezas y debilidades de los concejales
.ri""iut ..nlfarttton dos característic¿s destacad¡s de la naciente libcrales para definir y poner en práctica los servicios públicos que
psíquicos
.ui,uru .u.t,iu.u del siglo xx: sensibilidad por los estados son Ia columna ve¡tebral de la ciudad moderna, su principal motivo
y preocupación por las consecuencias y rambién l8s posibilidades de

de orgullo fue la transformación del ¡ostro de la ciudad. La nuev¡ ur-
---
racionalidad como guía de la vida. banización de Viena, en vidud de su concentración geográfica, supeó
ri p.it., lugar consideraré la Ringstrasse lropiaoente. dicha
social' Sin em- €n impacto visual a cualquier reconst¡ucción urbana del siglo xrx,
como una expresión visual de los valores de una cla¡e incluida l¿ de París. E¡ la nueva Viena, aquéllos nproyectaron su ima-
municipal hubo algo
bargo, es importante recorclar que en el desarrollo gen, con la misma conciencia con que pocos años atrás 106 di¡ectores
más'que la proyección rle valores cn espacio y Piedra Lol liberales
gsfuer¿os más to$aoos del Chase Manhattan Bank proclamaron su carácte¡ en lo que denomi-
qua gábarnabun Viena pusieron algunos de sus
c¡n relativa naron (vcrtiginosa angularidadr de su rascacielos modular de Nueva
* la-,ura" técnica que capr,citó a la ciudad para albergar York. Los objetivos prácticos que podía satisfacer el rcdiseño de la
salud y seguridad a una población que aumentaba Pasos
I agrg8nn'
públicos comunes ciudad quedaron decididamente subo¡dinados a una simbólica función
dos. Realizaron con notable diligencia los servicios
Canaliz¿¡on de representaotividsd. La Ringstrasse no estuvo dominada por el uti-
a las modernas metrópolis en expansión de todo el mundo litarismo sino por la autoproyección cultural. El té¡mino más común-
que la
el Danubio pur" p.ol.g., a la ciudad contra las inundaciones
mente empleado para describir el programa de los años sesenta no'
de 1860 Ios expertos
habían asolado durante siglos. En la década fue.renovación) ni <reurbanización,r, sino renbellecimiento de la
idea¡on un excelente abastecimiento de agua En l87l'
con la inaugu-
asumlo' imagen de Ia ciudad fVetschónerung des StadúíAes],.¡ Con mayor,
ración del Primcr hospital municipal' el consistorio liberal
que economía que cualquier otra fuente. el gran foro levantado a Io largo
.n notnbr. á. la ciencia médica' las responsabilidádes tradicionales de la RinSst¡asse vienesa ---+on sus monumentos y viviendas- nos
de la caridad'
con anterioridad habia cumplido la iglesia en nonbre proporciona un índice iconográfico de la mentalidad dcl liberalismo
Un plan de salud pública desterró las principahs cpidemias' aunque
aultríaco en Sscenso.
la ruberculosis siguió siendo un problema en los distritos habltaoos
;;;;1"t. trabiiadora.¿ A diferencia de Berlín y de las ciudades
iJurirlrl., del norte, en un sentido general la Viena en exprnsión
quc
ran*uo ,u inclinación barroca por los espacios abicrtos Claro I
de la
los parques ya no se concebían exclusivancnte en el lenguaje
g.ori.,i", ri"" rambién en los fisiológicos términos.orgánicos prel,eri- El hccho de que Viena tuviese en su centro una grcn extensióri
ios por el siglo xrx: (Los parques!, dijo el alcalde Kajetan Fclder' de terreno libre para el desarrollo moderno fue, irónicamente, una
parques'
nson los pulmones de una megalópolisr.8 En la Provisión de
¡nrt"lu.ion.t y servicios públicos, los liberales de Viena e¡tablecieroo
contr8¡¡te, aquellas caractcrísticas dc
pls- ' Hubo dos cxccpcioncs: cl cstablcc¡m¡cnto dc un único proyccro pt blico
ui i"rp"tutt" tc"ota.!¡ Pot dc vivicnd¡! p.opuc!¡o po¡ una fuodación crcada par¿ al lubilco d€ Frsnckco
,oa¿ c! lt9t, y ün proyacto comcrcial dc 1912. Vé¡rc H.¡nr Bobck/Elbsb.¡h
nificación u¡ba¡a por las que más tarde Viena sc hiz¡ famosa
-n'
urbsna- Lichtcob.rlcr, Win, Gr¡tz y Coloñi¿, 196ó, pp. 56,r 57.
viendas de baio coste y pla;ificación social de la ¿xp8üsión

46

l,l
+
'5
c
.c
i.l
H
i \
h
I

consecuencia del atraso histó¡ico de Ia ciudad. Tiempo después de


que A medida que avanzaban los cincuenta, las necesidades econó
el resto de las capitales europeas alrasaran sus proPias fortificaciones' micas demost¡ar9n
sff más Potentes que los temores revolucionarios
Viena seguía manteniendo lai suyas. Las nasivas obras de defensa el
y e¡ los más altos mandos Subernamentales. El 20 de diciembre de
ancho glacis que había Protegido la ciudad imperial contra los merG' 1g57, el emp€rador Francisco [osé dio a conoc€r su intención de abrir
la militar para uso civil y creó una Comisión de Expansión
deadorJs turcos había d;jado de definir tiempo at¡ás los límites de el espacio
sólido e¡a el cinturón para planificar y ejecutar su urbanización. Más tarde, la liberal
c¡pital. Nuest¡o mapa de 1844 muestB cuán Urbana
halitacional que se habia cer¡ado alrededor del amplio glacis
(figura 1)' Neue Frcíe Presse interpretó el sentido simbólico del acontecimiento
La ciudad interio¡ seguía aislada de sus suburbios Por ese vasto clntu- en el lenguaje de un cuento de hadas: uEl mandato imperial quebr,ó el
rón de te¡reno descubierto. José II, el benóvolo *emperador del
pue- antiguo cinturón de piedra que durante muchas centurias mantuvo a
blo¡r, dedicó una gran parte del glacis a zona rec¡eativa' pero la Re- bs más nobles miembros de Viena ence¡¡ados en un maleficio¡.8 Pero
volución de 1848 redefinió, tanto política como militarmente, el lugar el autor dc estas lineas, en 1873 --<uando los liberales se había¡
del glacis en la vida de la ciudad. L¡ abolición de la jurisdicción
po- hecho cargo de la RinSstrasse- disto¡sionó los comienzos de la urba-
litica feudal condujo a la plena incorporación de los subu¡bios a la nización. En realidad, durante los tres primeros años (1857-1860), la
ciudad. Al mismo tiempo, los liberales obtuvieron del emperador el asignación del espacio y especialmente las prioridades para los edifi
derecho al autogobierno municipal después de tres siglos de gobierno cios monumentales aún expresaban los valores del neoabsolutismo
imperial directo. El nuevo estatuto municipal del 6 de ma¡zo de 1850' dinástico. En primer lugar se l€vantó una gran iglesia, la Votivkirche
monumento de patriotismo y devoción del pueblo
aunque ro totalmente aplicado hasta la int¡oducción del Gobiemo
(1856-1879)
-(un
pa¡a con la Casa lmperiab-, construida pata celebrar que
consiitucional fara toda Austria en 1860, proveyó un marco político austríaco
hubiese escapado al disparo de un asesino húngaro na-
Dara las c¡ecienles demandas civiles con respecto al glacis Detrás el emperador
de

ia presión política subyacía el rápido crecimiento eco¡ómico de la cionalista. Financiada mediante suscripción pública bajo la dirección
década de i850, que dio a la ciudad de medio millón d€ habitantes de la familia real y el alto cle¡o, la Votivkirche expresaba la inque-
una gran aflucncia de población y al mismo tiempo una grave escasez brantable unidad del trono y el alta. cont¡a lo que en la ceremonia
de vivienda.'¡7 de colocación de la piedra angular, foseph Cardinal von Rausche¡
de Viena- denominó <cl tigre mortalmente herido
La revolución de 1848, al crea¡ crecientes demaodas Políticas -tlla azobispo
revolucióno.! El hecho de que la Votivkirche estuviese destinada
y económicas pa|a la utilización civil de la zona de defensa, también de

revitalizó su importancia estratégic¿. El cnemigo no era un lnvasor a servir simultáneamente como iglesia para la guarnición de Viena y
como abadía de Westminste¡ para los grandes de Austria, la convierten
extranjero, sino un pueblo revolucionario. Durante Ia mayor parte de
que las palabras de la Neue Frcie P¡¿sse- en un símbolo del
los años cincuenta el €jé¡cito ausríaco, picado por haber tenido -según
civil *Siibel- und Kultenrcgiment [Poder del sable y de la religión] r.
retiraGe de Viena en 1848, se opuso a todo plan de urbanización
del glacis, La Cancillería Militar Cent¡al pl¿¡teó como prcmlsa pnn' Por su parte los militares, aunque perdieron la batalla de los
muros y las fortificaciones, recibieron un tratamiento prefgr€nte en
cipal la persistencia de una amenaza rcvolucionaria. La corte imperial
debia tomar medidas contra posibles ataques (po¡ Parle del p¡ol€ta-
los planes de la Ringstrasse. Para cornpletar su cadena de moderniza-
das instalaciones contra la insu¡rección programa ya bien avan-
riado de los suburbios y de localidades alejadas del centro Sólo -un
puede confiarse en el ejército para la defensa del Gobiemo imperial'r'
zado hacia 1858- se construyeron un nucvo e imponente complejo
de arsenales y dos cuarteles cerca de estaciones ferroviarias que po-
afirmó eI Generaladi¡./f4¡, Ka¡l Grünne, oponiéndose todavía en 1857
a la propuesta de prescindir de las fo¡tificaciones. En un período de dían llevar refuenos a la capital desde las provincias. Enormes solares
rpetardeo revolucionario, dijo, hasta los conservadores permanece- adyacentes al Hofburg siguieron ¡eservándose como campos de fuego
(tumulto,.t para protegerse de los suburbios.'r' Finalmente, los militares dejaron
rían pasivos ante el

l¡ victa como cl t El Ar!.nal ccrcaoo a la Estació! dcl Sur fu. cdificado para álbcrga¡ 3
'Entrc l84o y l87O sc duplic¡¡o¡ ts¡to poblacióo dc
kcs ¡cgimicnto€ y un t¡llcr dc ¡¡tillcría, cntrc 1849 y 1855. Lo3 erquilccto6 S¡c-
oúEcro dc s¡¡! cmprcsa! cod¿rcialca.

50

IANCO Di tá .
||lprÉi"r ttilStcA,^.'"tu
Y-

su impronla en la Ringst¡asse cooo vía pública. Desaparecidas las dencia del emperador; el elegante palais de la aristoc¡acia; la catedral
forrificaciones, los portavoces del €jército sustíaco, como sus equiva' . gotict de San. Estebao y una multitud de iglesias rnás ¡equeñas disper-
lentes contemporáneos en la construcción de los bulevarcs de París, se ias en las calles angostas. En la nueva urbanización de la Ringstrasse,
mostraron favorables a una calle de la máxina anchura posible con. e[ tercer estado celebró, en la arquitectura, el triu¡fo del Recrrt cons-
el propósiro de extremar la rnovil¡dad de tropu y minimizar las opor- titucional sobre el Macht impenal, de la cultura laica sob¡e la fe reli-
lunidades de los ¡tbeldes en potencia para levantar ba¡ricadas '" Sios¿. L¿
Ringstrasse no se ca¡acterizó po. los palacios, guarniciones e
Por ende, la calle se diseñó como una anch¿ arteria Pa¡a circundar to' iglesias, sino por sus centros de gobiemo constitucional y cultura su-
talmente Ia ciudad interior con el fin de facilitar el rápido movimiento pedor. El arte edilicio, utilizado en el casco antiguo para expresar
de hombres y materiales hscia cualquier punto d€ peligro Asi, las magnificencia a¡istocrática y pompa eclesiástica, se conyirtió ahora
consideraciones militares coincidieron con los deseos civiles de un im' en propiedad comunitaria de la ciudadanía, expresando los dive¡sos
ponente bulevar para dotar a la Ringstrass€ de su forma circular y su aspectos del ideal cultu¡al burgués en una serie de Pruchtbauten
escala monumental. [edificios de esplendor].
En el plazo de una ciécada desde el dec¡eto imperial de 1857, Ia Aunque la escala y grandiosidad de la Ringstrasse sugi€r€ el per-
evolución política había transformado al Égimen neoabsolutista en sistente poder del barroco, Ia concepción espacial que inspiró su diseño
u¡¿ monarquía constitucional. El ejército, derrotado por Francia y el era original en Europa. Sus planificadores banocos habían organiza-
Piamonte en 1859 y por Prusia cn 1866. Perdió su Peso cn los conse' do el espacio a fin de at¡ae¡ al espectador hacia un foco cent¡al:
jos de estado y los liberales ocuparon el timón. De ¡esultas de ello, el espacio servía como escenado para hacer resaltar los edificios que
cambió la esencia y el significado del programa de la Ringstrasse' en lo abarcaban o dominaban. Los diseñadores de la Ringstrasse ¡nvir-
respuesta a la voluntad de una nueva clase dominante para erigir una tie¡on prácticamente el procedimiento barroco, utiliza¡do los edificios
serie de edificios públicos que exprcsaran los valores de una pax para magnificar el espacio horizontal. Organizaron todos los elementos
Iibe¡alis. En 1860, el primur folleto que prcsentó al público el plan en rclación con una amplia avenida o corso central, sin cont€nido ar-
urbanizador, registraba iconográfica!¡ente la ideologia de los nuevos quitectónico y sir desti¡o visible. La calle, de forma poliédrica es,
promoto¡es (fi8ur¡ 2). El significado de las figuru femeninas que flan- lite¡almente, el único elemento del vasto complejo que tiene vida pro-
quean el mapa está cla¡amente señalado en las leyendas: a la dere- pia, indep€ndient€ de cualquier ot¡a entidad €spacial. Mientras un
cha, rFuerte por la ley y la paz (o sea: no por la fuena militar); a u¡banista barroco habrla intentado uni¡ el subu¡bio con la ciudad
la izquierda (donde el espíritu del arte v¡ste, litersloente, a su amante, orSariizar amplios panoramas orientados hacia las monumen-
-para
Viena), ¡Embellecida por el arter. les caracte¡ísticas centlales-, el plan adoptado en 1859, con muy pe
El contraste entre la vieja ciud¡d interior y la zona de la cas excepciones, suprimió las yistas en favor del énfasis puesto en el
Ringst¡asse se amplió inevitablemeDte como resultado del cambio po movimie¡to circular, La Ringstrasse aisló el antiguo centro de los
lftico, La ciudad interior estaba dominada arquitectónicamente por los nuevos suburbios. r... La ciudad interior', esc¡ibió Ludwig von
símbolos del primero y segundo estados: el baroco Hofbu¡8, resi- Fórster, uno de sus principales urbanistas, radquirió forma cerrada
y regular llenando sus bo¡des irregulares como una figura de siete
lados alrededor de la cual correría lziehen'l uno de los paseos más
señoriales, el co¡so, que separaría la ciudad i¡terior de los subu¡-
y Van dc¡ NúU p¡¡ticip¡ron cn l¡ obr¡, auDqü. ¡mboa hsbía¡l s¡do
bios,, ! 6¡ lugar de un marcado sistema radial del que cabe esperar
c¡¡dsburg
ofici¡lcs dc le k8ión Ac;¿n¡;, h pri¡cipsl tucna nilit¡r qüc dcsaf¡ó al
ciérc¡@ cn 1848. Al A¡s.Dal 5. suúó cl 3u¡luo6o Mulco Mil¡t¡r. 13 Prüncr¡ vincule la5 afueras y el centro de la ciudad, la mayoría de las calles
'inst¡tución cuttur¡I", lcvantads co cl glacis. su ¡¡quil.do fuc Tbeophil llaff"' que llegan a la zona de la Ringstrasse, ya sea desde la ciudad interio¡
un colusi¡st¡ d€ la rcvolución g.i.8& quc postcriorm.¡L dis'óó cl cdific¡o dcl
P¿r¡¡mc¡to sustríaco. El cu¡¡tci mús 8¡and. fuc cl Fr¡nz Jor'f K¡s'rú' (lE5+ o desde los suburbios, tienen muy poca o ninguna importancia. Desem-
1857), dc¡ruido a fimlcs dcl si8lo par¡ dar lü8¡r ¡ u! ouavo M¡nbtcrio d¿ bocan en el movimiento circula¡ sin cruzarlo. Así, la vieja ciudad
Gucrra, asi.nto d¿l buroc¡ali¿do cj¿rc¡to dc nu.vo cstüo. quedó cercada por la Ringstrasse, reducida --como ha observado uno
' E¡ ciército pr.sioró c¡ v¡oo pa.¡ quc la cállc tr¡o9i¡dcntc dicb¡ fu€sc
de sus críticos- a algo semejante o un museo.! Lo que había sido
todavía má! sncb¡ quc lo! 25 m estipul¡do6.
3 }N
* É$FiiE _ii
Éñn
iPo
r É,5
Fee
ÉiÉ;iÉ{tÉt tE
gE

ÉE4lÉaiFt
g.
"¡ x.¡ ^ s - 9 3
':ái**aFi s

*E.;*;i:s r

ÉggiEHÉ?a
É;EF?i;É $
{

222
; ÉÉ - 3'e3E
íiEp FA
EEOX q.D
;::- i.:
6
,EE ^g ó +
P;áóÉ
6igE ;*FaF
ó
-s I e ó-
ph F! =i I
.< ó o
-6
" F8 q - g?
á-t -
: F* óE 3n
:86',e13
¡Fr I >3';
É:F oq9 g Y I
6 sg ¡ B H =E
! >6 6 3 á'
á*e =c.€
:{6^=^
ier-:
;;: Fqs -a
¡E- s5E ??
e F3.F
r"

'!::4.
l,

I
E

7-z

Fi8. 3. Ringstr¡.!.; d. izquicrda a dcrrche; P¡dtrD.nto, Rathau!, Univ' id'd


Y Burgtheatcr, c¿. l88E
!"_

de la imponente Vien¿ liberal construyó


su Rathaus en imponente gótico (fig. a). El
sidad da frente a la Ringstrasse' independientefuente
presencia de sus vecinos' Los árboles que enma¡can toda
la longitud Burgth€ater, sede
dé la tradicional reina de las anes de Austria (fig 5),
primacía de
la callc estilo barroco temPmno, conmemotando la época en
de la Ringstrasse sólo sirven pata aumentar Ia fr¡e concebido en
por vez primera lo eclesiástico, lo cortesano y lo
v el aislariiento de los edificios La masa vertical está subordinada
al oue el teatro reunió
rovimienro ho¡izontal de la calle. No es de extrañar que l¿ ncalle ol"b"yo an un entusiasmo estético comPartido. En la gran escalinata
la urbaniza- de la Pintura más jóvenes de la época,
de ci¡cunval¿ciónr lRi¡¡sf¡csse] diera nombre a toda de los
interior, uno maestros
Gustav Klimt, demostro de modo concluyente su valía al decorar el
ción.
Las dive¡sas funciones educativa y cultural- repre' cielorraso con lienzos que representaban la histo¡ia del teatro.* Al
-política'
sentadas en los edificios estáo expresadas como
equivalentes en la isual que la Ópera y el Museo de Historia del Arte, el Burgtheater
organización €spacial. Cen¡ros alternados de interés visual' no están sicnificó un punto de reunión de ta vieja élite a¡istocrática y de la
rei¡cionados enlre sí en fonna directa sino en su
solitaria confronta- nieva élite burguesa, donde Ias diferencias de casta y política podían
ción de la gran arteria circular, que lleva al ciudadano
de uo edificio se¡ al menos atenuadas, ya que no borradas, por una cultura estética
a otro como si lo llevara de un aspecto de la vida a ot¡o Los edificios

Dúblicos flotan sin organización en un medio espacial


cuyo único --llII pp. zrr ¿t¡.
"
elemento estabilizador es una arteria de homb¡es en movimiento'
La sensación de aislaniento e incomunicación creada Por el em-
plazamiento espacial de los edificios, se ve acentuada
por la variedad
de e¡tilos históricos en que s€ ejecutaron En Austria, como en cual-
ouier otro sitio, la clase media t¡iunfante fue enérgica en su indepen-
áencia del pasado en cuanto a la ley y la ciencia Pero toda vez que
se ernpeñó en expresar sus valores en la arquilectura,
se retrotrajo I
Ia hisLria. Como había observado Fónter al principio de su carrera
(18i6), se p¡opuso llam¡¡ ls
cuando atención de los constructo¡es

modernos sobre los tesoros del pasado en su publicación Die Bcu-


zeituna: El genio del siglo xlx es incapaz de seguir su ProPio
'... tienc color definido''r De ahí que se expresara
cariná... El siglo no
en el idioma visual del pasado, tomando Prestado el estilo cuyas asc
ciaciones históricas e¡an más apropiadas Para el proPósito figurativo
de un edificio dado. ilrrl
El así llamado bar¡io del Rathaus -que mencioné con ante ori- ft
dad para ilustrar el principio de equivalencia en el emplazamiento de
los eiiticios- también es un ejemplo del pluralismo de esülos arqul-
tectónicos y de su significado conceptual Los cuatro edificios
públicos
de e¡te sector forman un verdadero cuadrilátero de Recht y Kultut'
Repr€sentan, como en una rosa de los vientos, el sistema de valo¡es

deilibe¡alismor el gobiemo parlamentario en el edificio del Reichsrat'


la autonomía consistorial en el Rathaus, la enseñanz¡ superior en la
Universidad y el arte dramótico en el BurStheater' Cada edificio fue
ejecutado en el estilo histórico que se consideraba más aProPiado a
su función, Así, para evocar sus orígenes como comuna medieval
libre ¡enacida después de una larga noche de dominio absolutista, la
Fi8. 4. Rat¡¡u! (Fricd¡ich Scbeidt, arquit¿clo), 18?2-1883

58
cornpartida. La corte imperial (Hol) podía prolongarse cómodai¡ente ¡3 Lcgión Académica -constituida por profesores y alumnos de la
hasta los públicos reci€ntement€ ampliados dc las instituciooes de las Univenidad y dc otras instituciones de enseñanza superior- habla
a¡tes cscénicas Hofturgtheater, la Holoper, el Holmusecn-, en corazón dc las fuer¿as combativas revolucionarias organizadas
-el -sido el
tanto la nueva burguesía podía absorbe¡ fácilmente Ia cultura tradi. e¡ Viena. El ejército imperial no podfa olvidar ni pcrdonar su propia
cional de esas ¡rtes sin renunciar a su orgulloso sentido de la dife¡en- . ignominios¡ ¡etirada ante la intelectua¡id8d e¡ armas. Una vez re-
ciación religiosa, política y científica. o¡imida la Revolución, los militares ocuparon la Universidad de la
L¡ Universidad de estilo ren¿centista, en c¡nt¡aste cou el Burg- iiudad interior y dispusieron la dispenión de sus funciones e¡ edificios
theater, era un símbolo inequívoco de Ia cultura liberal. Consecuen- disrribuidos en distritos de las afueras. Al asumir el cargo en julio
temenle, tuvo qu€ espefar mucho para satisfacer sus aspiraciones a un de 1849, el conde Leo Thun y piadoso pero ilustrado
-aristocrático
solar significativo en la Ringstrasse. En tanto ciudadela del racion¿- ministro conservador de Religión y Educación- había intentado al
lismo laico, la Univenidad fue la última en obtener el reconocimiento mismo tiempo mode¡¡izar y domesticar a la Unive¡sidad para resta-
de las fuer¿as intransigentes del Viejo Derecho y la primera en sufrir blgce¡ su autonomía, aunque ligándola más estrechamente al trono y
pot el n¿cimiento de un Nuevo Derecho populista y antisemítico. El al altar. Se esforzó en vano contra el ejército y otros políticos para
¡.i.nto de la Univenidad e incluso su estilo arquitectónico ocasiona- sacar a la Universidad de su diáspora punitiva. Entr€ l85j y 186g,
¡.,, largos años de co¡rflicto en el interior del gobiernc' y entrc sus Thun y sus colaboradores lucharon infructuosamente pan crea¡ un
Ír:rpos de intereses sociales cambiantes. Durante años, la Univenidad nuevo ba¡¡io universitario de estilo inglés y gótico, que s€ agruparía
vivió a l¿ sombra del papel desempeñado en Ia Revolución de 1848. ¡lr€dedor de la Votivkirche.x
El problema de la Univenidad sólo se resolvió cuando los libe¡a-
Ies accedieron al podcr. En es€ momento, las tres instituciones públi-
rtisú
cas más importantcs para aquellos parlamento y
-Univenidad,
^ Rathaus- segulan en asientos traosito¡ios o inadecuados, mientras el
' ejército conscrvaba Ia plaza de armas, el último tcr¡eno ertenso (más
de 500 acres) del viejo glacis. Inmediatamente después de su c¡eación
en 1868, el nteto Bürgerminísteriu¡¡ solicitó ese solar al emperador,
¿unque sin éxito. EI alc¡lde Kajetan Felder rompió finalmente la pa-
rálisis designando una comisión compuesta por los srquitectos del
Parlamento, el Rathaus y la Univenidad con el propósito de que t¡a.
zaran plaoos de situaciót para dar cabida a los t¡e¡ edificios en la
plaza de armas. En abril de 1E70, con el entusiasta apoyo del mun!
cipio dominado por los liberales, Felde¡ obtuvo la aprobación del em-
perador para el plan de los trcs edificios. Antc un cuantioso pago com-
' pensatorio por parte del Fondo de Expansión Urbana, porfltimo el
ejército ccdió su champ de Mc¡s a los paladines de la politica y la
enseñanza libe¡ales.t
EI giro político que hizo posible la ubicación de la Universidad
en el lugar de más elevado honor de la Ringstrasse también se vio
refle.jado en la forma y el estilo del edificio mismo. Los olanes del
conde Th¡¡n para una ciré univercitairc medievalizante, con edificios
8ó(icos amontonados alrededor de la Votivkirche como pollitos al¡e.
d, ''. dc la gallina, sc esfumaron con la política neoabllutista que
Fig. J. Hofbu¡¡rbcata. (Gottf.icd Sclrpcr y C¡¡l llar.¡¡u.r, ¡¡quitlclor),
187+1886 Ies había dado origen, Ahora la univenidad adqui¡ió la forma de

ol
I

un impresionante edificio independiente a escala monumental. El es.


---€stilo que veneraba- psra vesti¡ el exte¡ior del edificio, aunque
tilo escogido no fu€ gótico, sino renacentista, para proclamar la aso- y semejaltes a bloques t€nían mayor af!
sus volúmenes articulados
ciación histórica entre Ia moderna cultu¡a racional y el resurgimieoto
nidad con el barroco. Auténtico helenófilo, Hansen crela que sus
del saber secular después de la larSa noche de superstición medievql.
dnobl€s formas clásicas producirían con irresistible fuez¡ u¡ efecto
Su diseñador, Hein¡ich Ferstel (1828-188J), un chaquetero in-
edificante e idealizante €n ¡os representantes del pueblo,.o Como en
cluso entre los arquitectos políticam€nte flexibles de la época, convo
el caso de la Univenidad, los planes cn cuanto a la forma, el estilo y
có todas las va¡iedades históricas de la .arquitectura de estilor h ubicación del Parlamento cambiaron a medida que creció el poder
---<omo se Ia llamabs-, dispues¡o a satisfacer los cambios de pre-
de los liberales. Al principio l¿s dos cámaras de la legislatura ocuparían
fercncias que acompañaban a los cambios en el poder político. Hijo
edificios separados ejecumdos en diferentes estilos. En sus planes
de un banquero, Fe¡stel había tenido su momento juvenil de revolu- originales, Hansen proyectó la Cámara de los Lores en griego clásico,
cionario en la Legión Académica en 1848, pero p.onto enmedó este el €stilo (más noble,. Pa¡a la Cámara de Representantes pensó en el
infortunado principio haciéndose arquitecto de la a¡istoc¡acia moderna estilo renaceotista romano.
€n los co$ervadores años cincuenta. Con el patrocinio de uno de esos Pero todos los planes se suspendieron a causa de Ia guer¡a austro-
aristócratas, el conde Thun, Ferstel se elevó a la fama c¡¡üo a¡quit€cto prusiana y la consiguiente crisis interna de 1866. Cuando se despejó
de la Votivkirche.tr Pero cuando finalmente comenzó la etapa Iibe- l¿ atmósfe¡a y se estableció una constitución más liberal, se decidió
ral de la planificación de la Unive¡sidad, se encargó a Ferstel el diseio --en 1869- trnir las dos
cáma¡as en <un único edificio de esplendor
de un edificio de estilo renacentista. Se dirigió a Ia cuna de la modema monumental [Pruchtbaulr, con un ala para cada cámara. Un hall
enseianza humaoista, Italia, con el propósito de estudiar las unive¡si-
dades de Padua, Génova, Bolonia y Roma. Por cierto, algunos espe-
cialistas de las ciencias naturales objctaron que Fetstel intentara supe-
rar, con su imponente estructura, ¡os modelos del pasado Renaci-
niento. Esos ven€rables edificios, argurnentaron, no servían al propósito
de fomefitar las ciencias natu¡ales, florecientes en todas partes: en
las universidades de Berlín y Munich, en el Collége de Frunce, en ta
Universidad de Lond¡es. En sus sencillos edificios, umás adecuados
a unas necesidades moderadas [...] las ciencias exactas se sienten
cómodas,r. pero incluso esos críticos plantearon sus puntos de vista
funcionales como excusándose y finalmente se adaptaron a Ia ten-
dencia imp€rante, que ponía el acento en las consideraciones figurati-
vas: nSi todos se maravillan por el esrilo de las universidades italia-
nas, sin duda alcanzaremos la gloria al superarlo>.s Así, el cstilo
!€¡acentista se llevó la palma como eslilo más apropiado para el mo".
nuneoral c€nlro vienés de enseñanza liberal (fig. 6),
Con toda probabilidad, el edificio m¡ís imponente del cuadriláte¡o
de Recht ,! Kultu¡ fw el Reichsrat o Parlamento (fi8. 7). Su a¡qui-
recto, el danés Theophil Hansen (l8lJ-1891). construyó cinco de los
edificios públicos del complejo de la Ringstrasse,' pero fue en el par.
lameoto donde prodigó sus mayores esfuezos. Escogió el griego clásico

. Hall dc la Socicd¡d dc Múic4 Acsdcr¡i¡ dc Bcllas A¡t.3, Botsa, Bcu.la


Ev¡ngéüc¿ Y P¡rl¿ocllo. Fcrstcl, lrqoitccro), lE73-lEE4

62
il F--

cefltral compartido, sslas de recepción compartidas po¡ los presid€ntes


ño psrque. Hansen discñó el edificio de manera que crease todas
de anbas cáma¡¡s y la adopción del rmás nobler estilo g¡iego Pa¡a
h5 ilusiones posibles de altura, como puede vene en la figura 7. Co
la tot¡lidad, simbolizaron la esperada inteS¡ación parlameniaria de l¡ ent¡ada p¡iocipal del edificio pa¡laoentario en la segunda
pares y pueblo.tr No se escatimaron gastos en los más ¡icos materiales
Dhr¡t8, dentro de un impooente pórtico con columnas y const¡uyó una
para la ejecución de los suntuosos planes de Hansen.
anplia ranpa para vehículos, que asccndía hast¡ allí desde el nivel
La cesión de la plaza de armas por palte del €jército también dio del suelo. La viSorosa lín€a diagonal ascendente de la rampa imparte
al Parlamento un asiento c¡nvenicnte para su nueva imPortancia a h sólida planta baja de textura n¡stica el carácte¡ de una acrópolis
política. En lugar del modesto emplazamiento originalmente consi- d€ nampost€¡ía sobre la que apoyan los refinados y clásicos pisos
I
dcrada,* el edificio adquirió ahora fachada principal a la Ringstrass€, sltos. Pero por ingeniosa que fucse la ilusión lograda, el templo del
donde podía dar frente di¡ect¡m€nte al Hofburg a t¡avés de un Peque' i¿clr, no produjo el efecto de dominar el €ntomo, tal como su creador
parrcía desear.
L8 estatuaria que adoma la rampa revela hasta qué punto cl
En l. aclu¡l Schillcrplst¿
liberalismo pa¡lamenta¡io aust¡íaco pe¡cibía su falta de anclaje en
cl pasado. Al carecer de pasado, no tenía hé¡oes políticos propios
p¡ra inmortalizar en piedra. Tomó prestado un par de <domadores
de caballos,r del Capitolio romano para guardar la entrada a la rampa.
A lo largo de ésta se dist¡ibuye¡on las figuras de ocho histo¡iadores
clásicos, Tucídides, Polibio y ot¡os notablcs. Donde faltaba tradicióri
histórica, la erudición histórica tuvo que llenar el vacío, por último
se eligió a Aten€a como símbolo ccritral para el frente del nuevo
edificio (fig. 8): (.donde fallaba la historia intervenia la mitología¡
Los parlamentarios austlacos no gavitaron hacir una figura tan car-
gada de pasado revolucionario cono la libertad. Atenea, protcctora
de ls polis y diosa de la sabiduría, era un slmbolo más diglo de con-
fianza. Al mismo tiempo resultaba una deidad apropiada para repre-
s€ntar la unidad liberal de política y cultura racional, unidad expre-
sada en el a menudo repetido lema de la llustr¿ción: <Wissen macht
/reir [El conocimiento (nos) hace libres]. A pesar de su grandiosa
nsg¡itud, Ateoea no es más capaz de dominar el escenario que el
Reichs¡at de Hansen. Fija la vista glacialmente en el centro vital azota-
do por los vientos: la Ringst¡asse prcpiamente dicha,.
El prcdominio de lo estillsticamente impooente sobre lo funcional-
mente útil se encuentra presente incluso en el bicn diseñado
-que
edificio del Parlamento- no siempre atraio a los homb¡es prácticos
que lormaban parte de los comités edilicios. En 1867, cuaodo los
s.quitectos Fer¡tel y Hansen prcsentaron planos para los museos de

t Aunquc formab¡ p¡rtc dcl p¡¡o dc H¡nsc!, ls cstatua dc A¡lDca c!-


culpida por Kü¡doaD !ólo s. critió.o l9m, cali vcitrtc sños dcspu6.dc rcr-
m¡nado €l cdificio y mucho d€lpucs d. quc cl crpl¡itu dc ¡acioo¡lidad ¿b¿ldoo¡ra
Fig. 7. Rcich!¡¡t lP¡¡l¡$cntol G¡cophil H¡¡!¿tr, ¡¡quitccto), lt7+lÜtl cl Rcicb!¡¡1.
i

I - SHORSK!

I
Historia del Arte c Historia Natural en los que apareclan espacios el canpo no scntían
ls menor necesidad de ocultar su identidad de
interiores insuficientes en beneficio de las fachadas, uno dc los miem- riDo nercantil. Asl, cuando los conce.iales del syuntami€nto tuvi€rol
bros del comité rcspondió dibujando un esbozo dc (una estructu¡s seleccionar un estilo pa¡a el acueducto de Baden correspondiente
o,¡e
funcional [Natzócu] con un plano de Planta utilizable y una fachada' ,l nu""o sistema dc suministro hídrico para Viena, rechaza¡on una
inutilizable". Un nuevo arquitecto, Gottfried Semper en prin. suserencia de
.algo con decoración Íelwas mit Scftmuc,tl,. Siguieron
-que quien dcclaó que para
cipio abogaba por la unidad de la utilidad y el esPl€ndor- tuvo que en cambio el consejo de uno de los arquitectos,
trasladarse desde Alemania para conciliar las demand¿s en conflicto.a semejante estructura práctica en el campo sólo existía un estilo apre
Es inter€sante notat que sólo en los edificios urbanos los padres bur. piado, uque se denomina estilo de Adán, €s decir de¡nudo y fuerte'.'r
gueses se sint¡eron incitados a afirmar la primacía de la estética. En in la ciudad, semejante desnudez de músculos se habría considerado
croseía. Alli la verdad de la sociedad industrial y comercial debía
iestirse con los ropajes decentes de los estilos anísticos preindustda-
les. La ciencia y la ley eran la verdad moderna, perc la belleza pro
veníc de la historia.
En c¡njunto, Ios monumentales edificios de la RinSst¡asse expresa-
ban ¿certadamente los valores más elevados de la cultura liberal
¡einantc. Sobre los restos de un champ de Ma¡s, sus partidarios eri-
gieron las instituciones políticas de un estado constitucional, los
c€rit¡os de enseñanza para educar a la élite de un Pueblo libre, y
los museos y teatros psra lleva¡ a todos la cultura que rcdimiría a los
rovi hoñin¿s de sus humildes o¡í8encs. Au' tue el ing¡eso en la vieja
¿ristocÉcia del cuad¡o genealógico cra difícil, la aristocracia del esPi
ritu estaba teóricamente abierta 8 todos a través de las nucvas insti
tuciones cultu¡ales. Estas contribuyeron a forjar el vínculo con la
cultura ante¡io¡ y la tredición imperial, a refor¡ar €sa.s€gunda so
cicdad¡ veces denominada (el entrcsuclo'-, donde los burgueses
-a
€n ¡scenso sc encontraban con los aristócratas disPuestos a sdapta6e
a nuevas formas de poder social y económico, un e[tresuelo en el que
la victo¡ia y la derrota pasaron a ser compromiso social y síntesis
cultural.
EI historiador liberal contemporáneo Heinrich Friedjung inter-
pretó el conjunto de la organización de la Ringstrasse como una pto-
nesa cumplida de ls historia, como la realización de los esfuerzos y
sufrimientos de generaciones de ciudadanos vienes€s corricnt$ cuya
riqucza y talento €nterrados eran por último exhumados a finales del
siglo xtx, rcomo enormes lechos de carbón dormidos en el subsuelo¡.
<En la época liberal,, escribió Fried.jung, el poder pasó, al menos en
parte, a la burgucsía y en ningún campo alcanzó una vida ta¡¡ plena
y pura cor¡o en la rcconstrucción de Viena.r '
Un joven provinciano Hitle¡- que llegó a Viena por-
-Adolf
que, mmo dijo, rquería scr algor, cayó tanto como Friedjung bajo el
Fis. E. Fucnt! dc Atcrrs d¿la¡tc dcl Parl.ocoto Crh.¡phil H¡ns.n y Karl
Kuodm¡nn), I t9& 1902
hechizo de la RinSst¡asse: ¡Desde la mañana hasta últimas horas de

66 I 67

lt
w-
la nocher, esc¡ibió c¡o rrfercncia ¡ su prime¡¡ visita, c¡r¡l de un oacios prlblicos rcprescntativos de la Ringstrassc. Los controles edil!
objcto de ¡nter6 s otro, p€ro cn todo mom€rito luc¡on lo¡ cdificioc cios p"ra el sector lesid€ncial s€ limita¡on a la altura, la línca de edi-
los que desp€rta¡on roi principal ¡ntcés' Du¡snte horas permanccf de y, hssta cierto punto, a la psrcelación de la tierra.iEn cuanto
pic delante de la ópra, dunnte horas contemplé el Parlamento; todo' ¡l rasto, cl m€rcado dete¡minaba los resultados. Y cel mercado¡ sirni-
el bulevar mc straíE como un enca¡tamicnto tomado dc I¿r Mi, , ficaba ¡a int€nección de los intereses económicos y los valores cultu-
uns Nochesr,.6 Eo tmto asPiraote s srtista y 8¡quitecto, en brevc rales de los ricos.¡
Hitler aorendió con frustnción que cl mundo mágico de Reclrt y La geógrala urbana Elisaberh Lichtenberger ha hecho un estudio
Kultur io en fácil de pnetrarÍ Tres décadas más tsrde r€toma¡fa profundo de Ia estructura social y económica de la Ringstrass€, es-
8 la Ringstrass€ cono conquistador de todo lo que ésts ¡epr€sentaba. tudio que unido a las investigaciones de Renate W¿gner-Rieger sobre
la arquitectura de l8 Ringst¡asse, nos permite acced€r a una comDren.
sión del habitat que la nueva clase vienesa en ascenso construvó Dara
sí misma durante el medio siSlo posrerior a 1860. Tanro l" oig"iir"-
II ción cspscid c¡mo el cstilo estétic! descubre¡ las nccesidades v as-
piracioDes de los constructores y su clientela.
La ext¡aordinaria serie de monumentales edificios del complejo El cdificio ¡esidencia fundsmental era la cas¡ de apartamentos.
de la Ringstrasse puede desdibujar fácilme¡te el hecho de que enor' Con cuat¡o s seis plantas de altura, la vivie¡da normal de unidades
mes ca¡a¡ de apartEmentos ocupabao la m¡yor Parte del cspacio cu- múltiple.s rars vcz contenía más de dieciséis unidades.rT El modelo
bierto. El ingenio de l¿ Cornisión de Expansión Urbana consistió, pre' formal para este tipo de edificios lue el Adetspalais [palacio aristocrá_
cisamente, €n aprovechar el sector Privado Par¡ crear las b¿¡es finan' dcol de la e¡a barroca, del que existían muchos ejemplos primorosos
cie¡as de la co¡strucción pública. Los beneficios de la vent¡ de l8 tie¡ra en l¡ ciudad ¡riterior. Adaptado a las necesidades de la nueva élite de
ingresaron en un Fondo de Expansión Urbana [Stqdlen eílerungslond|, 18 Ringstrass€, el Adelspalais se convirtió, en el lenguaje de lo época,
que a ru va sufragó el coste dc calles, parques y, en grrn parte, de los et w M¡etúast [palacio dc rental o en un llohnpalasr [traducción
edificios públicos. ¡proximada = palacio de apartamentosl.. T¡srbién se [o conocí¿
. Las autoridades manifestaron plena confianza en la emprasa P¡i' --desde el punto dc vista del inversor más que dcl ocupante_ cooo
vada para producir los resultados financieros deseados y co¡secuente' Zíns$ast [palacio luc¡8tivo]. plebeyo cn ¡elació¡ con el Adelsp¿lais.
mente gstimularon cn lugar de rcprinir la especulación cn lar prc cl Mietpalast €ra aristocrático en comparación con lu
Mierk¿se¡ne
piedades en venta. La aguda necesidad que de vivicndas tenía la ciu- [banacas de c¡ta] , las monótonas viyiendas de varios pisos que bro
dad i¡terior cn ta decada de 1850 ¡epreseltó url at¡activo sr8üDento ta¡oo simulaÁ¡eaménte en las ¡fucras dc Vicna para albergar a la
económico para que las cosas siSuie¡an c5€ curso. A Pcsa¡ de la¡ chsc trabajadora.{ Anbos tipos de edific¡ción proclamaban, en sus
protestas de los terratenientes de la ciudad iriterio¡, que tcmlan Ia fornas ¡ertangulsrcs y amplias dimensiones, su relación con los pro_
competencia de la construcción de vivicndas nuevas, la Comisióo para Senito¡rs clásic¡s y barrocos de la ciudad i¡terior: cl burguéslvfieipa_
la Expansión Urbana opeó sobre el principio de que la máxina ex- last con el palacio de la noblez¡, la Mietkaserne de la clase trabajadora
p¡otación luc¡aliva de loa tenenos produciría los mcjorcs rcndtados con I8s bar¡acas dc los oldados imp€rialc¡. Ni los nuevos ¡icos dc
para la comunidad. Claro que la Comisión no definió sus objetivos en movilidad social ¡¡cendeotc ni los artcsanos de movilidad social des-
términos de las necesidades habitacionales de los grupos de bajos ccndente qu€ ingresaban en el ejército de trabajadores i¡dustriales,
ingresos y ni siquiera €n términos de desar¡ollo económico urbano en mantuvie¡on sus formas de viviendas trsdicional€s, que ya fueseo un!
general, sino simplemente en términos de los edificios Públicos y es-

t
. L¡t ! cdebrr Palart !.rd. ctr forE¡ ¡ill¡dr rp !ólo 3i¡nif¡c¡ l¡ ü.¡
caitíc$ rr¡¡uaiG¡d Füo h! y ¡ ¡Dc¡udo FrsP¡c¡cc! d¿ Hiftr c¡.ta ünif¡sili¡¡, ri¡o t¡Dbié¡ ¡mpooctrta. clut , ¿. J¡rniza"¡ooi"
co! ¡cspacto ¡ la Rin¡lt¡rs. loEa .o cvidcnci¡ l¡ c¡Prcü¡d y ütdirtrd dc "¿n.¡aW¡8¡crRi.8Ér, rj.¡r"
rocrulo ¡aonc¿! dc cicrl¡ 8¡ardios¡dad. Vé¡s. R.n¡tc
,
6lr co¡ro dobolo d. u!¡ fo(d¡ dc vü¡. -
_
lm 19. tohthund. , Vicoc t9?0, p9. 205 y 206.
^rciúútur
68 69
\r'',--

familiares o múltiples habían sido al mismo tiempo residencia y lugar ...orad¿s, una por planta Esta, ¿sl llamada Beañtenhaus l':.o caben
fue cl prccursor del
dc trabajo del patrón y sus obreros.s La vida u¡ban¿ del siglo xrx i,i¿* ¿t qu. en Aust¡ia el funcionario estatal l¿ medievalizante
separó gradualmcnte vivienda y trabajo, residencia y tienda u oficina;
];.,,tivo comercial). todavía mantenía la escala de
t e
¿'r-*rt", en beneficio de la homogeneidad estétics La ideael de
la
las c¿sas de apartamentos reflejaron el cambio. Los edificios de l¡
,ür. m.¿i. que surge dc estos pmyectos de viviendas refleja lento
RinSstrasse marcaror¡ una etapa de transició[ en esta evolución. A pe-
¡ustríaco y el arcaísmo social que mar-
sar de que aún integraba el espacio comerrial con la vivienda en el Jt¡no del desartollo caPitalista
pseudopalacio que era le Mietpalast, la Parte comercial rara vez era en consecuencia, a algunos de los más fervi€nte-s voceros 8rtísticos
"ó. esa ñisma clase.
el lugar de t¡abajo de quienes vivían en cl edificio. dc

Cuando los u¡banistas de la Ringstrasse se plantearon por vez


La casa urbana ingless o Patricia no prosperó en los concejos
de vivienda no sa-
primera la cuestión dc los modelos de las viviendas, algunos de ellos de los urbanizadores de la Ringstrasse. Este tiPo
las exigencias de má¡imo aprovechamiento de la tic¡ra ni el
lieron l¡ .)portunidad dc rectificar el daño que consideraban habia tisfacía
posición social aristocrática'
deseo de símbolos correspondientes a una
infligidt, lr historia al for¿ar a la población a vivi¡ concenir¡d¡mente.
Los habitantes de Ia ciudad interior vienesa estaban acostumb¡ados,
¿Cóúo ,lcbe construir Vicna? Bajo este titülo, un folleto de la época
po¡ tladición banoca, a la Niethaus El problema no consistía en
se enfrc rtó a la élite dominante. En la vieja ciudad, el predominio de
superarla sino en exaltarla Ll hombre nuevo de la clase media
vienesa
las vivicn,:l¡s múltiples para la clase mcdia había sido impuesto por ya que no en valores
no aspiraba tanto a s€r patricio como noble, sus
el rápido crecimiento demográfico. La cas¡ unifamilia¡ c¡c¡nt¡ó thors
inte¡nos al nenos en su apariencia exterio¡ En tsnto €stilo edilicio'
dos destacados defensores: los autores de dicho folleto. Se t¡alaba de
el Mietpalast de la Ringstrasse llevaba el sello, con todas sus contra-
Rudolf von Eitelberger ---<l eminente historiador dc arte de la Univer-
dicciones, del acerc¡rmiento burgués-aristocrático.
sidad- y de Heinrich Fcrstel, a quien ya conocemos como arquitecto
de la Votivkirche, la Universidad y otros importsntes edificios de la
La decisión de vender la tiena en lotes
-y no segin la Ps¡ccla
de pequeña extensión corri€nle en la ciudad interior y el suburbio,
Ringstrasse. Ambos eran histo¡icistas románticos y como tar¡tos libe!8-
si¡¡o de acuerdo con la del palacio radicion¡l- selló el destino dc la
les austríacos, ambos eran anglófilos. Fentel, inspi¡ado por sus viajes
idea de la casa inglesa.t¡ Aunque en esos lotes se levaotamn unos po
a Inglaterra y ¡os Países Bajos en 1851, hizo hincapié en los mé¡itos
cos e imponentes palacios nucvos como residencias individuales para
superiores de las casas inglesas separedas por una pared medianera,
con su pequeño jardín p¡ivado, Para la u¡ba¡ización de la Ringstrasse.
l¡ nobleza de sangre o de dinero, la mayoría de los edificios fue¡on
concebidos como viviendas multifamiliares, cuyo cdnícter
(aristocráti-
Pero la casa urbana inglesa, especialrnente eo su eoc¿rnación decitne
cor quedó establecido sobre todo Po¡ sus fachadas. En ta[to la planta
nónica, estaba exclusivamente destinada a vivienda. Prcducto y sl
baja menudo sumamente s€ncilla-- se arr€ndaba para usos co
mismo tienpo ríntoms de la moderna división del traba.io --que con- -¡
me¡ciales, el primer pio alb€rgab8 cl o los apsrtsmentos má5 esps'
centrab¡ este úhimo en cdificios especializados e incluso distritos
ciosos y llevaba el nombre de Nobe6tage o Nobelstock (a la u¡anz¡
separados-, la rcsidencia dc la cl¿sc media ¿lta inglesa ya no cumplía
italiarta = piano nobile). A veces el segundo piso cra un duplicado de
funciones c¡mo lugar de trabajo. Cuando lo¡ dos c¡fticos austríacos
la planta de Nobelstock y en ocasiooes se subdividía €n apartamentos
defendieron la casa inglesa para la Ringstrasse la adaptaron, sin cm-
más pcqucños. La diferenciación vc¡tical de la fachada por la altura
bargo, a un estilo d€ vids Entcrior: el del ¡rtessno o come¡ciante
de las ventanas, la riqueza de ls omamentación, los pilares y ot¡oE
póspero del cspitalismo temprano, cuyo hogar tadbién era su lugar
detalles rcflejaba, hasta cierto punto, la5 d¡mension$ y cl lujo dc los
de trabaio. El modelo de casa de Eitelberger y de Ferstel contenía, en
apartamentos dcl intcrio¡: cuanto más alta era Ia plsnta, má6 numcro-
un estilo absolutam€nte rlo modemo y no inglés, tienda u oficina eo la
sas y pequeñas las unidades habitacion¡les. Pero el así llamado enne
planta baja, vivienda pars la familia en el primcr piso, tallercs y
blecis¡iento lNobilitierungl de la fachada solía ser engañoso. El nú-
habitacione¡ para la servidumbre y los trabajadores en los pisos su-
mero y despliegue de los spsrtamentos del espacio interior ----como
periorcs. En cl caso dc la¡ famili¡s burguesas más modcmas para
había apuntado Wagner-Rieger- depeodía de la demanda del con'
quienes la residencia debía esta¡ separada del lugar de tabajo, Eitel-
sumidor y el deseo del especulador.n
berger y Fe¡stel propusieron una casa con unidades habitacionales
1l
70
En el primer período edilicio de la Ringstrasse (1861-1865), posible de spartamentos en ángulo recto con respecto a la calle, con
la necesidad primordial de vivienda para quienes percibian ingresor el propósito de distribuir la presrigiosa ventaja de venranas en las fa_
medianos geneó una tende¡rcia hacia unidades más pequeñas y ua! qh¡das, elevando así al máximo los valores de la renta.ri Las caracte-
formes, a la que conesponde cierta unidad clásica de las fach¡das físticas
(en¡oblecedoras, que i¡c¡ementaban el rendimiento
rentable
El Kámtner Ring es repr6entativo de esta tendencia (fig,9). En la no tenían que aplicarse a las unidades apartamentales individuales. lm-
segunda ola de edificación (1868-1873), predominó la dife¡enciación ponentes cajas de escale¡as (fig. 1l) y espaciosos vestíbulos (fig. 12)
tanto en la fachada como en el inte¡io¡, proclamando la est¡atificación fuergn los recu¡los favo¡itos adaptados de la arquitectura palaciega
de la sociedad de la Ringstrasse y al mismo tiempo las aspiraciones de a la casa de apa¡tamentos.5a Natu¡almente, estas catacterísticas también
sus miembros. En la Reichsratsst¡asse calle exclusiva detrás del se utiliza¡on para dar grandiosidad a los edificios públicos; basta pen-
-una
Parlamento-, la fachada laminada alcanzó su cenit (Iig. l0). Los sar en la nescalinara impenal, fKaiserctiegel de Ia ópera, o en las
aquitectos proyecta¡on plantas en las que situa¡on la mayor cantidad dos alas enteras dedicadas exclusivamente a escaleras decoradas con

Fig. 9. K;i¡ntn.. Ring Fi8. 10. Rcichsretssl¡asc


todo lujo en el Burgtheater, una para la corte y otra para el público i. escslc¡as s€ncillas para los pisos superiorcs. Corno en las aqchas calles
(véase Ensayo V, figura 33) En los edificios de aPartamentos c¡n dela zo¡a de la Ringstrasse, en el inte¡ior de sus edificios (tanto Dúbli-
fuerte diferenciación vertical, la escalera pnnciPal LHe schaltsstíegel : cos como privados), l¿s comunicaciones espaciales se magnificaban
sólo podía tener la altura del Nobelstock o quizás un piso más, coo ee¡ todo denoche para producir una sensación de grandiosidad.

Fig. ll. Cais dc ls cscaLra cú Kemt¡c¡ Ri¡8 r.' 14, 1863-1t65 Fic. I2.

15
lFF'-'

En tsnto zona ¡€sidencial _ya fuera para compradores como


par¿ ¡rrcndatarios-, la Ringsuasse significó u¡ éxito a¡rollador. Hast¡
la caída de la monarquía I pessr de que se lev¿nta¡on ba¡rios
-y la fungsoasse
residenciale¡ en los suburbios-, mantuvo su poder
magnéric¡ pa¡a todos los elementos de la élite vienesa: el a¡istoc¡á¡ico
el comercial, el buroc¡ático y el profesional.s Los.est¡atos más elc-
vados de Ia sociedad ¡o sólo ¡esidían en la zona de la fungstrasse,
sino que coo sorprendente frecuencia eran p¡opietarios de los edifi-
cios en los que vivían, pues los apartamcn¡q! del árer, aunque gene-
ralmente construidos ¡ror empres¡s u¡banizadoras,
como la más scgüra y lucrativa invenión privada."a"o pa¡a"praai"do,
aumentar
tod¡vía más-su st¡activo, el Estodo y el consistorio süspendie¡on los
impu€stoc ¡ la p¡opiedad dulants trcinta años. El ¡ristóc¡ata, el come¡-
ciante, la viuda de ingresos fijos o el médico que podíaa permitírselo,
se sintieron atraídos a comprar u¡¡ edificio de apartamcnios, vivir en
una de ¡us unidades y obtener rentas del resto. Asl, e¡ la casa de la
Ringstrasse, la deseabilidad social y la lucratividad se refo¡z¡ron en-
tre sí,
Con gran ingenuidad se logró satisfacer la demanda de la máxima
munificcncia productora de ingresos ¡ costo razonable. Las comDañías
urbaniz¿doras compraron parcelas de una manz¿na entera. Los meio
¡es ¿rquitecros voo Sicca¡dsbu¡g y Eduard van der Nüll, de
-August
la ópcra, y Theophil Hansen, del pa¡lamento_ lue¡on contrarados
ps¡a dcdic¿r su capacidsd profesional al m6¡imo aprovechamiento
de la tiena. Cubriendo l¿ nanzatra cote¡a con un úniio edificio cuya
ccala y pmporciones r€pres€ntsbü g¡andez¡, eoplearon cajas áe
F¡9. 13. Cruppcnzinshaus lcdificio dc aparramcntos] (Thcophil Ha¡scn,
escalera y paüos para lograr un iDpacto ¡etórico sin consumir de. ar-
quirccto), 1870
mariado cspacio €n rclación con las u¡idadcs habitacio¡ales rcales.
pero eran neces¿rias unidades más pcqueñas pa¡a atraer
a inyersores
individuales, Hansen rcsolvió este problema pata una de las euprcsas
urb¿nizadoras, la Allgemein€ Oesterreichische Baugescllschaft, con una
cspecic de condominio, Ia Gruppcnzinshaus (fig. Ij). Hansen pro-
ycctó su edificio que ocupaba una ma¡zana de manera tal que pudier¿
subdividine en ocho entidades d€ viviendas múltiples, cada'una de 1",
cu¡les podía vende¡se I uo propietario distirito (fig. l4).Compartiendo
€l patio inte¡ior y uaa vasta fachada palaciega, y utilizando diseños de
eotr¿da uniform€, cada propi€tario podía beneficiarse de una fastuc
sidad quc habría sido prohibitivamente cara para unidades de diseño
individual de las didensiones que compraba,r Al proycctar cdificios
vecinos para difercnü$ clientes, los atquitectoJ a veces adaptaban sus
proyectos €ntre sí no sólo para economizar, sino para aicanzar Ia Fig. 14. Planra d€ la Cruppcd¿inshaus

Ib.
71
I

grandiosidad que pmduce la hoúogcneidad estilística er¡ la línea de siempre p¡ovenia de


t cia y burguesía. El deseo de una integración no
ts antepechos de las ventanas, las soleras e incluso los ornamentos esta'últimi. Por cierto, tanto la nobleza de dinero como la de sangc
La afortunada combinación de prestigio y beneficio en palacios primeros inversores fue¡tes de las viviendas
s€ contaron entrc los
de renta de propiedad individual reflejaron una de las más importan- en la del sesenta Este elevado estrato so
de la Ringstrasse década
tes teodencias sociales de la era liberal: el acercamiento de a¡btoc¡a- ,onfoit¿ prácticamente un barrio propio' con centro en la espa'
"iul

il
;l;l
I

I
I
I

Fig. 15. Schwarzcnbcrgpl¡tz

78

l
I
ejemplo'
T eran propietatios de casi la mitad de
las casas Los aristóc¡atas
(fig l5) Alli sus miembros
-por la mitad de ellos vivían en
ciosa SchawarzenberSplarz
Freiherr von Wertheim '- no lr- ."r".to," propietarios ausentes;
Victor y el balquero
ar"hiduque t udwi! iu,.*.t ¿" renta parecidas a palaciós que habían construido Aurque
"i de muchas prG
--l iu-nobl¿" .on título de todo tipo también e¡a dueña
clientes' con interesantes
O,*t construyó los palacios par¿ cstos dos oiedades de la fungstrasse todavía en
1914 (aProximadamente un
*rir"i""", ." 1"-áitp*;ción interior' acoúodándosede alslaaristocracia fin¿Dc¡cra
pcrsislcntc difcrcnc¡a
v i.r.io de todu, las casas de propiedad privada)' rilo en el barrio
;;;-ü-;til"t-d" iid¡ de la a¡tigua H?in¡¿'
.noblcza vo¡'F¿¡rr¿l cn RcDale Wagncr_ propiedad s
v"^.¿ xo¡bcn W¡biral'Reoata Mitüla i.iur.rz.nt"tg solían residi¡ en los edificios de su
R:;''ü;.';; tr;;.' Rirrr¡¡¿$¿ vol vrÍ' cap ltt pp Tó a 85

Fig. 16. ConcordiaPlatz

80

I
f,

social_d€ ¡epres€ntatividad para cuya satisfacción se habían proy€ctado


los edificios.
Aunque el bar¡io textil y la zona ci¡cundante de la Schwarzen-
b€rgplatz contenían marcas de clase bastante destacadas, Ia mayoría
de los vecindarios de la Ringstrasse combinaban los fluido¡ estrat;s
de
la sristociacia y la alta buryuesía. Avanzando po¡ la Ringstrasse

r'
I

ffiffi
Fig. 17. HcÍcngass!
82

8i
. --.¡"s dcl reloj, desdc la Schwarzenbergplatz cdificios plenarnente
exPu€stos, el banio del Rathaus alcanzó la sen-
en el sentido d. .'"',,";;. sumenta la presencia de la .segunda srción de opulenta dignided a la que aspiraba la élite de la era liberal.
-ii:#'ltxfr edificios rcsidenciales proporcionaban un adecuado marco ¡m-
iff i:4 i'""H fffr :"n J bicntal ¡ los mo¡umcntales edificios públicos, ¡oyss del aDillo libcral
'ffi.'lH
la élite comerclal-'-"'
^'i" *n"
qu" s€ extiend€ entre los museos y quc rodeaba Viena.
""T?
f 'ili::ii:,:::#ti',n::ff
¡"' "" :'ifl"Jj*i
el barrio del Rathaus' 'Ti?':::*'¡;":fi
sugieren los solemnes personajes que
Itt
,f T['I";:::"¿'¡":,',*:'i:":*'."1;'J"ff
estadísticas. Allí
vivian
ii],'-",1t.. más soPlio de"1n:'Til#
altos funciona' Si bien la Ringstrasse materializa en piedra y espacio una serie
profesores universitafll.t a los que podla encontrarse en de valores sociales, quienes la criticaban se ori€ntaban inevitablemente
rios gubernan€ntares J
"l-*.i¡"
j-lg cdificios del nuevo o¡den h8ci8 cuestiones más que pu¡am€nte arquitectónicas. La críiica esÉtica
¡onumentatcs
se dirigía a cuestiones y actitud€r sociales már amplias, Quienes en la
il'ili'i:"',"iffi ;-::'j:iJ'#f Tj;Xili,'l"l11lTili';3 Ringstrasse p€¡cibic¡on disonancias en I¿ relación entre estilo y funcióa
nacr¿.p-^
Univenidad- .
el Hofburg imperial de la vieja
así c¡mo
to-1Ll..r.nt"
planteaban, en realidad, una cuestión más amplia refercnte a la ¡cla-
minante a residir'.1 a la nobleza a instala¡s€ en Ias ción ent¡e sspi¡ación cultural y contenido social en una sociedad libe-
¿r''"- burguesa. Pero la discrcpa¡cia entrc estilo y función podía en-
ciud¿d habia atraido ral
**ulll',,,u, focarse desde dos ángulos diferentes, Camillo Sitte tomó en s€rio las
r. :l'1,,i::l:1i'""tlT:"'j'r:,""$1il:A:il",.T: rspiraciones historico€¡téticas de los constructores de Ia Ringst¡assc
rruidas a una .tlf i lli-,iu" a pesar de su pompa indiüdual. La y criticó su t¡aición de la tadición en beneficio de las exigencias de
una fuerE dignidao l'-"^.* ¿ett¡t dcl Parlamento de Hansen y con' Ia vida moderna, Otto Wagner lanzó su ataque desde la penpectiva
Reichsratsstrasse lu".í- parece uns respuesta burguesa a Ia opuesta, denunciando el c¡mascaramiento de la modemidad y sus fun
"rr¡ ciones detrás de las pantallas estilístic¡s d€ Ia historia. Así, en Ia
lil: i xl',I"i;1",:ii::i:il":,"# ;'f.'xi%'lT#il;li: rnemo¡able batalla al¡ededor de la Ringstrasse, tanto los d€feosores
al Hofburg(lt8 dc lo antiguo como los de lo modemo atacaron la síntesis de ¡os cons-
''u.^ll''trrt rrr., aunque sumamenle difercnciados
indiv¡dual€5 dt-'1 ^,'ll'-*"an,¡r,*, armonizan entrc sí por sus ante- tructorcs urba¡os de rnitad del siglo. Tanto el arcaísmo de Sitte como
el futurismo funcional de Wagner alimentaron una nuevq estética de
;:.''"-:'iii?'ffi:iTf i":'#l?i",T:"iliffi :';i,',J:::T la construcción urb¡na en la que los objetivos sociales recibí¡n la in-
homogénea desoe
T L-^' ¡qu"l que la Herrengase, 18 Reichsrats. fluencia de las consideraciones psicológicas.
Rathaus y ls Votivxlrcr¡v ''^l -una c¡lle residenci¡I, cn cont¡8¡ite con En su ob¡a más irnportante, Det S¡¿¡dtebsu lconstrücción de
stra¡e da Ia firme
s€¡¡.*- ' ciudadesl, publicada ea 1889, Sirte exporte la crítica básica de la
dicha, que empequۖece los edificios
la Ringstrasse
fI^PlT'Jrr¡¿" on la altu¡a mmo por la fuerza de
ciudad moderna deóde el punto de vista de los amantes de lo antiguo,
r¡nto po¡ su unl""_li o'n"|r"n,., los arquitectos del banio del utilizando la. Ringstrasse como modclo negativo. SitÉ se denominaba
su empuje horzonru -^-.rci¿lismo de sus palacios de renla por la a si mismo rabogado del aspecto &rtístico) y apuntaba a eun r¿odls
e¡,i"i.'trr
Rarhaus c86bi8ron t¡rn¿"r y oficinas en la planta baja. videndir con el sistema moderno de edificación urbana.@ Esta autodc-
instslsción mas u.'*ll----,¿a¡¿tes debajo de costosas arc¿das la finición es importante, ya que revela el supuesto profundamente 8r¡ai-
-a Sado en Sitte de que de alguna mane¡a (artístico, y rmodemo, eran
Il"":",X;T:ii{::*:,.;;,*:::T:}.:IffJ*Jl;
t""
términos antitéticos. Para é1, lo.moderno' se refería a los aspectos
teles destac¿oos' l' ,"i,-í
i^ p;ncsnas.se.Aunque no tan imponentc como técnico y racional de la construcción urbana, a cuyo predominio se
incluso para la zona-oe rrpl¡
plaza barroca y sus bloques de refirió repetidas v€ces como (tráfico, higiene, etc.'. to emocional-
--'
la Schwar¿enbergPr¿*'
¡J
u
IlÉgíialÉgIÉ
í¡ÉggIagFE íÉeglíaiígÉilglÉIg
ieFÉ*.:iÉi igÉffi iiiiái
qsÉri r;€€ ilaiEE itru;iiiiEi Fiii$iraiÉg
rcgr{ iáii ÉFiliF iiiisiÉÉEli iiiiiiÉÉiIi
e+ar* i*ái áeácIi I*iFláiÉi;I r;iÉ gri33gg
1
!.99
S€-e:
BB9
e 6'o
*o f
B i6'
icÉiiales ri i i i ffi iff¡¡i iÉi ¡ Éii+a riear3a o?>
cSI
'89
P f.f
ri;glgi
F
[ igÉ [ ii¡ ;.8sá R
lii*
rglÉisglá Egf
ili*Éiligg;gigiígÉ
$iili1iÉ$Éi$F Flt.i

o2e
- 3'É
gi
ffigÉiie aÉáiiÉiiÉ siE*ÉÉálái$áEBÉi ii P B9
-ri

, - r^. casos el re"sultsdo sería 18 interio¡iz¡ciór¡ del espacio, su oue rprendió en los libros modemos sólo reforzó su compromiso con
En tooos'"-^. de un medio sin límites en un volumen definido El ci cstilo antiguo y su ¡mor por los valores de la vida urbana pasada.
urndoíD,"'-'' e¡opósio fijo de la Ringstrasse quedaría detenido en ..La htina Plaza de los Pia¡istas, dondc su padre había ¡enov¡do la
mov¡mtenre-"'- ;srisfactoria Asf, Sine desar¡olló una especie de fun- f¡chada de la iglesia y donde él mismo asistió al instituto, fue siempre
¡ecos.a€ ""ilro¡6gico de la plaza para comp€nsar el funcion¡lismo el ideal de Sitte, un modelo del arnigable espacio tradicional viviente
cionalÉntvlr- 4 el movimiento de la calle. Empleó modelos históúcos de Viena quc debía conrapouerse a la inhumana Ringstrasse.D
orie ado^t'"- - simbolizar una función. como en los estilos arqui- El par¡oú histo¡icista de la cultura unive¡sitaria de Sitte ¡efonó
de pnza"' "- i.s "ruedificios de la Ringstrasse, sino para recrear la ex' los valores que le había¡ sido impartidos en la infancia y la juventud.
tec{ni::s.:;;;ir¡ri¿ dentro del Earco de una sociedad racional Su principal profesor en la universidad fue Rudolf von Eitelberger, el
tsn,n"]ijl'll.ró ¡ elaborar Sine sus ideas. tan fructífe¡ss en ¡a his- primer profesor de Historia del Arte en Vi€na (nombrado €n 1852)
,ll""r'"n¡rro modemo? Sin duda, un ingrediente de su pen- y vigoroso defensor de las a¡tes aplicadas. Ya lo hemos encontrado
tona F por el arte del pasado. en su condición de fallido abogado de la unidad habitacional privada
---¿l tipico entusiasmo decimonónico
t'nt't:i::."
*-- entus¡asmo -al igual que algunos de los arquitectos para las viviendas de la Ringstrasse. A su regreso de la Exposición
Adqutnu te Ringstrasse- a través del estudio de Ia nueva y apa- .i¿ Londres de 1862 --{onde s€ sintió inspirado por el Museo de
académtcu"--ttnu de la Histo¡ia del Arte Pcro la inmersión de s¡tle South Kensington (hoy Victoria and Albert Museum)-, Eitelberger
,¡o¡ant9-o¡*'r'- 5¡ co de un pasado bor¡ado no era únicam€nte una convenció al gob¡emo de que dcbía c¡earse un Museo del Arte y la
en el.rsül-¿¡rica, En Aust¡ia, la cultura y la sociedod de la era Iodust¡ia. En un momento en que la producción labril y la legislación
nostalSro. l]i
.ecuían muy vivas a mediados del siglo xrx, aunque a libcral contra los gremios debilitaba los oficios, Eitelberger obtuvo la
pr€inou!!¡''' u iitte tenía sus raíces en ella. Para los reformislas inSle' ¿yuda estatal para llevar la tradición artcsanal a la era indu¡trial, Al
la delenr"lión¿es como Ruskin y Morris, se trataba del renacimiento mejor €stilo decimonónico, la ¡ealización se concretaría a través de
ses conrs¡r'r , art€sanal y maoual muerta. En Ia atrasada Austria, la la primacía de la idea. Eitelbe¡ger esperaba que su museo inspirara al
& "ll_'Ii..,, la resur¡ección, si¡o Ia supervivenc¡a: la pres€rvación t¡ab8.¡8dor y al fabricante a crear productos racordes c¡n los estilos
cues¡lou "-^. dsd artcsanal aún viva pero mortalmenlc amcnazada. predominantes del arte superiorr.?¡ Así, aquello por lo que Sitte padre
En su persona sintetizó el nuevo abogaba desde abajo, a partir de una tradición artesanal práctica,
gl,Jllq;.*;.llclaseoanesanar'
Eitelberger intentó lograrlo desde aniba, por medio de educación, becas
trU.t @n.t'aijl, ru padre. era un famoso constructor y restaurador de y exposiciones públicas patrocinadas por el Estado. En 1863, Eitelberger
rto'l--'r,¡"ba a si mismo .arquitecto privado, y esre título logró que aprobaran el museo y en 1868 sc sumó a éste una escuela
EI:ti"tJ-: ¿" u-r¡.¡¿n entrc un m¿estro de ob¡as medieval adjunta de artes aplicadas. El principal maestro de arquitectura de
"riu¿o
rcl¡ejau"-i.-o arquitecto con título universitario. Durante la Revo- Camillo Sine en el Polytechnikum, Heinrich von Ferstel, proyectó el
y Sitte padre jugó un papel en la lucha por cl neogótico edificio de la Ringstrasse para la escuela y el museo de Eitelberger, con-
!l il"*iS,
lucton s'.f nacional contra el prevalcciente clasicisno gu- cibiéndolo al grandioso estilo pedagógico como Oessmtku|stverk
*pular
@''-,'Fn
como la batalla ta$bién estuvo involucrada la aulonomía [Obra de arte global] de las artes splicadas.Ti Así, Eitelberg€r y Ferstel,
kT"lllli**i"r en su condición de artistas. Pero a diferencia de que habían fracasado en ¡esucitar el ideal ciudadano medieval en su
d.,ot,''rll.u, solegas profesionales, sitte padrc amaba los valores campaña conjunta para casas urbanas unifamilires en la Ringstrasse,
alSunu"
-]]* 5ecial preindustrial moribunda, y sospechaba tanto del lograron inroducir los oficios tradicionales como modelos artísticos
dt unu,:;;"ionslismo acadénico como de l¡ auto¡idad esutal.Tt ---{on protección estatal- pa¡a la industria moderna. A t¡avés de la
;
n"r"ll-ilr"¿o al lado de su polifacetico pad¡e desde la niñcz. Ca- educación en museos y escuelas, podía realzarse la producción mo
pintura y la escultura como derna mediante la infusión del espíritu artesanal. También en este
.., 'ji,iJ'ror"n¿i¿ las Bellas A¡tes dc Ia
mttp "r"',- ane tolal] y la construcción como embe- c¿rso, como en Ia a¡quitectu¡a, el novi homines dirigió la vista al
6)rntkunst [El
Pant l''.: su educación teórica en ta¡to arquitecto pasado en busca de formas de enriquecimiento del p¡eÁente.
",or¡itectónico.
llecinrctr'" ''-or'ador del arte se origin¡ en esta base artesanal. Lo La c¡isis económica de 1875 dio nuevo ímpetu al apoyo €statal
modeme '
89
88

t
F"
para la visión tradicional en a¡tes y oficios'OesPués de completar
la
instrucción en una
multitud de oficios la c€rámica hasta
-desde
gremial tradicional en los oficios msdera-, sino que realizó una masiva campaña Pública en
aniquilación legal de Ia estructur¿ ¡a talla en
las Ordena¡zas Profesionales de 1859- en f¿vo¡ de un de las ¡¡tes y oficios en la prensa y en las t¡ibunas. Escribió
-mcdiante total, el proPio Gobierno liberal se dedicó s buscar eo sobre encuademación, trabaios €n piel, historia de la producción de
laissez-laire
de fo¡talece¡ a la rcstauración dc fuent€s, alfare¡ía e infinitos tópicos más,
la educación un süstituto dc los gremios como forma ñayólic8,
artesanal fracaso tolalmente inesperado de la libre uniendo el respeto por el pasado con la libe¡ación de la modema ima-
i.El t
"flisid" "1.r" mismo tiempo culpa y noslalSia en la nueva clase qinación estétic¿
emo'r.sa p,o"ocó al
dominante, S¡multáneamente intcnsilicó el resentimiento
de los arte' Todo lo dicho es suliciente para indicar que en l8E9 sitte acce'
lanos, que com€nzaron a organizarse políticamente para ampliar sus dió a su trabajo como teórico urbano no en tanto .planificadoD ur'
d"r.rho. y p,ot.g.rr" económicamente'E)El Gobierno quitó €l c¡ntrol bano, sino como paladín dc las artes aplicadas y como protaSonista
d¿ la educaci¿n de los oficios de manos del Ministerio
de Comercio y conse¡vador de un entorno creado artesanalmente. Su libro no se titula
enc.rrgó al Minisre¡io de Educación Ia tarea de elaborar un
sistema ¡Planificación urbanao, sino Conttrucción de ciudades [Des Stád-
I slobai de enseñanza de los mismos. El buróc¡ata
que Proyectó el sis- rcbaul; el título, que pone el ac¡oto en el <hacer, y no €n un proyecto
¡ i"*" eru un libe¡al cByo nacionalismo se vio reforza'Jo
pot los sbst¡acto, transmite el punto de vista artesanal de su autor. El sub-
,l
"r"olo,
fracasos del capitalismo
(cosmopolita' en Austria' al tiempo que lo tltulo, ¡o obstante, refleja la modema conciencia estética de Sitte:
I atrajo h¡ci8 los románticos canales tradicionales ' Construcción de ciudodes... scgún principios 4¡fí¡f¡cos. Sitte sug€¡ía
El nuevo programa educativo proPorcionó a Camiüo Sitte es- u que el hombre modemo debía lograr, a través del ¡aciocinio estético,

cenario institucional ideal en el cual consolidar combinadamente sus lo que otrora había ¡lcanzado en la práctica artesanal viYi€¡rte.
y
dos intercses principales: las artes oficios de la
const¡ucción con la La teoría que permitió a Sitte sintetizar la evolución histórica y
histo¡ia (le las artes y los monumenlos En 1875, Sitte
se convirtió l¿ tradición 8rtesanal en una misión social estética, pe¡t€n€cía al
( .ccomendación de Eitelberger- en dir€cto¡ de [a nucva Escuel¡ músico Richard Wagne¡. En sus tiempos de estudiante en el Gym'
-oor
Profesional EstataL fstoatsgeweúeschulel de Salzbu¡go En 1883 lo nasium de los Piaristas, Sitte había entablado amistades duraderas con
,r
y similar en Viena' Franz sitte condiscípulos de música del adjunto Conservatorio Uiwenbu¡8, donde
:t ll"ruron p"r. crear diriSi¡ una escuela
patrimonio como artFta en una t¡adición d€ artesanado musical nació el famoso Coro Infantil
P lamentó amargamenle que su hijo liquidara su
libre por un luesto burocrático.ló De hccho, el c¡mpromiso del hi¡o de la Co[te (actualmcnte Niños C¡ntores de Vicna). Eo tanto Sitte
5

o¡eservaba su cultu¡a artesana cu8¡i medieval por el único medio pq llegó a ser un logrado violoncelista aficionado, H¿ns Richter
-uno
propaganda erudita Com' de sus compañeros más queridos- se convirtió, en la década de los
m sible: educación patrocinada por el Estado y
la erudición estético-crític¡ de un John Ruskin con el conoci ses€nta, en intioo colaborado¡ de Richard Wagner y en eminente di-
le binando
miento práctico de un William Morris, Sitte no !ólo organizó
l¡ rcctor de la obra wagneriana.n
Después de 1870, tras la victoria prusiana sobre Francia y la
le
unificación de Alemania, el nacionalismo de Wagner se ertendió ráp!
. Dicho fr¡ncionsrio cra Aróand Fr'ihcrr votr Duor'ich'r' hijo dc
un
l¡ d. vicn¡ y ¡mi8o dc Eitclb'r8x' damcnte e¡tr€ los jóvcnes i¡telertuales austríacos, mientras la crisis
Dr o.o¡.*.-J--vá¡i¡n" dc Utrivcriidad
por l¿ cxpcricnci! dcl
ü--""t i".g¡¿" y frustrado su nac¡oú'lkmo Sprmaoo de l87l volvía especialnentq at¡activa su glorificación de la comuni-
áiiri"ü lo. aóos s.scota' cl ¡ovcr bu'ócratr !c volcó c¡ prin-
¿c dad art€sana medieval aleman¿ coot¡a la sociedad capitalista moder-
y "*iop.*¡-o
n""¡nnl¡[lo cultural po( 3ú po¡éncial politico a largo plazo Aunquc
na. Slte se contaba entre los que se zambulleron en la poderosa
or or "f
"ioJ tamDlc¡ apoy¿-
clcmcnrm consarvadorcs dc la aÍistocracia cl artcsa¡ado
y
I quc cl li9¿re]o q'^^3.'r corriente y fue un apasionado wagneriano el resto de su vida. Na-
,oo .i ioi"i*¡."*o dc lor o{icios, valc l¡ Pcña oorar
En tó'o'
rchabilit¡ción capccific¡ cducativ¿ penió dc un libcral d'srlurcnedo turalmente, se t¡ansformó €n un devoto de Bayreuth.t Sus amigos ín-
ii"--.i"¡.r_ ru pu."o.n le buroc¡acia cst¡tal po' cooviccióo na_
"ii*¡¿ " anticha al Pa¡laocnto uoa d&ad¡ nÁs tardc dimit¡ó timos e¡an fosef Hoffman' escenógrafo del festival- y
;;ili;. ;";; lL"¡, ¡u -pintor
ü_i. i"# dcl libcr¡l P¡rtido coos¡ilucion¡l a c¡us' dc l¡ úc8tliv3 Richter, el primer director del Nibelungenring [El Anillo de los Nibc-
i" i* "¡.*ti*
I""i* ¡." a fi! coot¡¿ loc dc¡ccho6 calovcooc ctr l¡! €lctrl4 v&s¿
" slÉ.,
i"rli*i¿ "A¡matrd Frcibrr voo Dumrcichcr", Ntu¿ o'st'rr'ichisth'
b¡osrapnu: lStS-lCtt, vicú¡' 1923 .t vol v, pp'nll4 ¡ 129' No dcb. co¡Iudirsc coo cl arquilcclo t ccsio¡is!¡ dcl E¡i¡oo mobr!.
'ci.,

90
9l
Reconstrúyelo,
lungosl. Por inte¡medio de ellos se faniüa¡izó c¡n el arquitecto teatrsl I
planificación ut- en tu pecho
de Wagner, Gottfried Senpe¡, cuyu ideas sobre la
bana y el teatro dieron sus frutos también e¡ la Ringst¡ass€' En 1876, Richard Wagner había most¡ado el camino en dos sentidos. sos_
dirigió la prinera ¡epresentación con- b Aevñtkunstver,k y como creador
año en que Richter en Bayreuth fivo Sitter como constructo¡ de
plen del Nibehngmring, nació cl primer hijo de Sittc' al que éste pulo de un héroe mítico para la redención nacional, La Gesantkunstwerk
cl nombre rte Siegfúed. Cuando en l88J Si$e dccoró €l hermoso era un modelo para la rcparación de la fiagmentación. Así como el
apartamento qua lt"gO ocupar como directo¡ de la nueva Escuela d¡ama musical unía las partes divididas, u¡ mito nacional debía unir
"
Profesional Esiatal de Vien¡. decoó el cielor¡a¡o de su salóo con
pin'
¡ un8 socicdad moderna dividida. El héroe wagneriano señalaba el
turas toEad¿s de escenas del Nibelwgenringa c¿mino de esta tarca al a¡tista y 8l pueblo. El Sigfrido de Wagner, con
Wagneriana
'€n un discu¡so pronunciado en 1875 en la Sociedsd sus raíces en la era teutónic¿ de las luchas físicas, tenfa fue¡za. la
al proporcionar un
d€ vieria, Sitte destacó l¡ importanci¡ de Wagner virtud específica neccsaria para la reyitalización del pueblo gerriano
marco intelectual para su propia defc¡sa de los valores 8ttcsanal€s
en esa utilitaris época hipercercbral. A parti¡ del pode¡ i¡ocente y de
en un mundo capitalista modimo.t'L¡ re¿üdad fundamental de la la voluntad de acción, Sigfrido forjó mn los fragmeltos de la espada
existencia moderna era, se8ún Sitle, la cafencia de uo coniunto
c'hc' de su pad¡€ una ¡ueva arma pañt ¡rlatar a los dragones de Ia riqueza
rcnte de vatore¡ de acue¡Jo ¡l cu¡l vivir' Los h¡c¿dores del mundo acumulada y para hacer lrizas la auto¡id:¡J dc dioses moribundos. Así
modemo eran científic¡s Galileo h¡sta Duwin- o cxplora" debía generar el artista modemo, con el ejemplo de su arte, la fuerza
-desdc prsonajcs Faus
dores-conquistador€s y comerci¡¡lte! sventu¡tros' Los psrs óuperar la fragmentación y dar al pueblo como totalidad una
to de Goeihe y nel holand6 cn¡¡te' de Wagner (e¡te último inspira {perspecliva de v¡da comunitariar.
do en un ¿uténtico Dc¡cadcr-¿v€nturerg, afirma Sitte)' fueron los La concepción que tenía Sitte del pueblo e¡a idéntica a l¡ de
hérocs épicos de csta esP€cie siugularnente oodema: subversivos' Wsgner: el yo¡t es conservador y proclive al filistcísmo, pc¡o taobién
rpcrturbadores de la prz, que destruí¡u los mitoc reliSiosos nediante capaz de rcsponder a la llam¡da del gcnio y de reconoce¡ los vslores
lÁ cuales loo hombres había¡ org¡oiz¡do strteriorm€nte sus vid¡J' o¡s profundo€. L¡s ciudadanoc dc Die Meisterc rget [Los maertros
Siendo la €s€¡cis de la condició¡ nod€ma l¿ frsgmetrtación de ls c¡ntorcsl muestran al pueblo eplcnamente ¡ealizador, dic€ Sitte, Sin
vida, necesitamos un mito integr¿do¡ L¡ frenética resolución del his cnba¡go, viviendo florm¿l¡ncnte scgrin las reglas de la tradición arte-
toricismo en rcstablccer la cultura ¡ricga u ocu no
podia funóiona¡¡ sanal puedcn rcsponder al nucvo a¡te dcl héro€ op€rístico, un srte
sólo producía farrta¡Ear €rar¡güar t¡¡to en el ¡¡te clmo eo la Yida' bas¡do en la llamada del corazón. pero para Wagner y Sitte,
€l pueblo
¡nrirtio s¡tt . El apelaba a uniuevo ideal, conc¡et¡mc¡te Precintado' no es t¡¡t €lemento sctivo de la política, como lo es para Marx para
o
que se erigiría rjunto a y por cncina del mundo reab, para fundir los teóúcos rcvolucionario¡ franceses, Son los pasivos y ,onrar""doaa,
ü, fr"gn*t.d* valores irasentes del hombre en uoa irnagen dc quicnes ncc€sitan la libe¡ación dc los modemos y
destructivos sub-
que rcconocf¡
futuro cohe¡ente sitte exaltó s wsgner en taoto Scnio versiyos-desde-aniba: los científicos y los comerciantes ¿ventureros,
esta obrs ¡edentora oricnt¡da haci¡ cl futÚro cono t¿¡ea €specífica Los artistas clmo rederitores no plante¿rían el progreso
que dest¡uían los
¡ la mane¡a
del artist¡. El artist¿ debe c¡tar de nuevo cl nundo de ¡austo, destruyendo implacablemente a.l pueblá consewador (es
desanaigado busc¡do¡c¡ de la ciencia y el comercio' deiando al su- decir, preindustrial), ¡ino en alianza con éste... Crearíaf¡
u¡ teatro de
friente úoll< sin un mito vital por cl cual viviriSitte citó el mandato ¡yida mode¡¡a nuevamente estructurada), co¡¡espondiente
al {mc
de los EspiriluJ a Fauito:
a.Du hast ti¿ 2.¡ 64/ Di. íhó',¿ W¿1..-. Bar. i¿ r,¡.d¿r/t,t
-
BtLt bau¿ tie oú.
d¿ín¿n,
Lo has destruído, ^
E" d F¿6ro dc Go.rhc, cl héroc cofno cmp¡cls¡io rhod.¡no, ¡l
has destruido ¿l hermoso mundo; ,_.,_'.:-
ur¡rr une
colrs.
l¡ ticrr¿ grn¡da ¡l mar, m¡ta ¡ u[¡ vituoae Ds¡!¡a
nucva soc¡cdad €n
l.TTo* q* rcprcr.nra cl úri8üo o¡d.Í. pcro F¡u.3ro tr¡!.hndc cstc c;im;n
r(Eü lu v¡6¡óo úlrio¡ dc u¡e locided libr. dc p¡oductoc!. Go.tbc,
_.¡
p¡¡i! II. F¿¡¡rr,
.cto V.

92
€9?
d a-
ÉÉE
'a*e
.o*
3qF
go
*** -
tl' :' =
;.-".a
FLsó
-? o.

d< P

-30

o-E.o
íea+iíilllaíÉril iisia{áeÉálí1iÉiaiÉ
FF ' 1
;.-.
o'= =
: gc g?d
i;E 69
g3
¡
!EC egll¡sígigElll¡gEi
sE3
dc9
ÉÉ*lgigiígi;í Eio
SE;
F*F
s f;
i oii
li='=-B
;9
i$E
**s;t
Fx
l5;
o6
S'E'B
=i?.
(o +li 6.
ííl¡iseígigiigligiÉlgiiiiii¡ii
l1 F-
controles social€6 DA
poR EL RECONOCIMTENTO DE QUE EL rlNtCO PUNTO
no estéticos del desanollo u¡bano: comunicaciones' !
dc lá exPlotación del suelo DE PARTTDA POSIBLE PARA NUESTM CREACIóN ARTISTTCA
,.ni*io, v ¿it."n.¡ttión ¡,{ VIDA MODERNA.' >
" De acuerdo con l¡s nuevas inquietudes del syuntamiento' Para
un proyecto dominado por la '
las oposiciones ¡le 1893 Wagne¡ Pr€sentó
Al lanzar así el p¡imer ataque importante sobre <el mundo su-
idea iel traosporte como clave del desanollo Propuso una serie de perado de las formasr de la época de la Ringstrasse, Wagner planteó
.u"tro aintu"ntt (visles y fe¡¡ovia¡ios) en forma de circunferencia,
el primero' Estos cinturones nuevas demandas s los arquitectos y urbanistas. Estos deben, agrega
de los cuales la zungsrsss€ constituiría
radiales Una irifinita expansión fue la más adelante, <hacer visible lveronschaulichenj nuestra mejor esencia
,..i.i "-r"¿ot por arteriss democrática, consciente y aguzada, y hacer justicia a los colosales lo.
o.riltu rAoo,.¿t por Wagner para Ia Viena del futu¡o Los fines
.embelle ciniento de la imagen de la ciudadr gros técnicos y científicos, así como al carácter fundamentalmente prác-
i. ",.onr.ni.ri"i¿u¿, y
dco de la hu¡ranidad modema>,e
dominado la plan¡ficación de la Ringstrasse-
no juga'
-o*'¡.Ui.npapel en lu especificaciones del concurso de 1893 ni en Así, al cie¡re de la e¡a de la Ringst¡asse, mientras Sitte apelaba
ron ninqún
je Por el conttario' Wagncr adomó su Proyecto ¿ modelos visuales del pasado comunita¡io para cont¡ar¡estar Ia ane.
el enfo{ue Wagner'
rnia del urbanismo, Wagner buscaba nuevas fonnas cstéticas para
Vi.* .o.o *galópolis con un lema que habría congelado la
""o venas de Camillo Sitte: Atl¡s solc doñínt necessitas erpresar Ias verdades del ajetleado e intencionado u¡banismo capita-
Lnqrc en las
necesid¡dlbEiqÜS]
ú lista qu€ gozosamcnte abrazaba. En tanto arquitecto y polemista,
'
[sóio L¿ , .
nsestro y teórico urbsno, Wagncr surgió de la cultura de la fungstrasse
¡n rtñ rapr+to W-gnernecesidad' sólo significaba eficacia'
De eso se ocupabo el como el modernista pcr excellence.
economi¿ v poribitiduda, de hacer negocios
pasado El Proyeclo de Nacido en 1841, Wagner tenía a sus espaldas una rica y eritosa
ho.brc modemo, a difcrcncia del hombre del
de la fornra en que se desplegarían caneñI como arquitecto de la Riugstr¿sse cuando e¡ la década de
Wacner no incluía ¡ingl¡n equema
vida urbana: indus' los noventa desplegó repentinamente su ataque al historicismo. Como
,"oiráfi"'.n,, los elementos conslitutivos de Ia
plan en el rn el caso de Sitte, el ¡mbiente ocial y las relaciones intelectuajes
ii.] ,..iarn.ir, espacio para oficinas' Mas bieD centó su del p€nsador arrojan luz sobre su crítica c¡eativa dc los principios en
abu,.", una extendida metóPoli en una unidad
irÁoon., o* pcdía
los qu€ se basaba la Ringstrasse. Mient¡as Sitte tenía sus ¡aíces en la
de dónde o cótno se distribuyeran sus componen-
eficiente, al rnargen
d€ Ia ciudad Wagner propuso insegura clase artesana.l, Wag¡er había nacido en la rsegunda socie.
res. Sólo en el nuevo cintu¡ón €xterior t
y servicios dad, que concibió y conshuyó la Ringstrasse a su imagen y semejalza.
como ce¡tros de conunicación locales
""rr*-fSidr"l
íAlli donde Sitte había intentado expandir el historicismo para El padre, aunque de origen hunilde, había logrado una exitosa canera
y el utilitarismo modernos' Wagner como nota¡io de la corte. Su enérgica madre procedfa de u¡a acomoda.
rescarar al hombre de la tecnologia
Wagner deseaba hacer retroceder al his' da familia burocrática. Viuda muy joven, Madame Wagner inculcó
trabaió en sentido oPuesto
a su hijo los nuevos valores empresariales: un fuerte seotido d€l yo
,ori"úro be¡eficio de los valo¡es de una civilización urbana fir'
- del arter, declaó Wagner, (consiste y una ambición más fu€rte aún por el éxito €conómico. Wagrte¡ cuenta
memente racional. ¡La función que su nidolatrada y venerada r¡amár lá había dicho rnuchii-veces
en consaqrar rodo Io que surge a l¿ satisfacción de objetivos [prácti'
de adaptar cl rost¡o de Ia ciudad rque luchara por la independencia, el dinero y por más dinero como
.orf.-. ,ci .."
corresponde la tarea
s En 1895 en el Prefacio de su libro rnedio para alcanzarla: después la gente reconocerá tu y¿lía). En url
a la humanidad contemPonines'
mayúsculas' el examen rctrospectivo, Wagner la consideró runa filosofía singular, pero
de texto. ¿4 arqu¡rccnru moderna' repudia, con letras
la educación arquilectónica del si' la única cor¡ecta,, quc le había permitido, tal como ella predijo, (vivi¡
historicismo que dominó toda
segrin sus propios idealesr,,t
glo xtxr
Desde su infancia Wagner estuvo relacionado con los construc.
tores de la Ringstrasse. lncluso antes de 1848, su emprendedora ma-
U¡¡ sola ide¿ inspira este üb¡o, conc¡lt¿mente: LA TOTALI- dr€ había €ncargado a Theophil Hansen arquitecto del parlamen-
DAD DE LA BASE DE I.A PERSPECTIVA ARQUITECTONICA
SER DESPLMA' t(r- la {modemizaciónr de un bloque de-el casas de t¡es apanamentos.D
OUE PREDOMINA EN NUESTROS DfAS DEBE

97
96 a- s¡toRs(E
Madame Wagner educó a su
hijo para que triunfara en el nuevo mun' chada renacen¡sta d€ dcs nivelcs (fig. l8). Eliminando prácticamente
por la experiencia las juntas ve¡ticales entre los bloques de piedra nística de la porcióo
i" i"'ir-,¡¿r"i t *," Wagner no se vio afectado
de Si¡te'
el palios histórico- que saturó
la formación inferior, transfo¡mó la mampostería en bandas horizontales que co-
il;ññ joven otto ingresó en la Es'
el ¡nunicaban con l¿ traycctoria de la calle. En los parios interioies del
il;;;;;; rlna solida escolarización
edificio (fig. lg), el arquitecto fue todavía más lejos. Despojó a las
;*':5:il;";; tiena para iniciar su formación arquitectónica'
de arquitectura de Be¡lín lo paredes extedores de todo orn¡tnento y, sacando las ventanas al plano
il"'ir.*'*",.o" con la escuela clisica
profesional en la ortodoxa v eli- de las paredes estucadas, presagló claramente el estilo ----o metaestilo_
;;""u ;;.JnJou;;' su educacidn
la que ingresó en 1861 ¡'llí
oe Bellas Art f¡¡ncional del futuro. En Ia escale¡a del Lánderbank, Wagner también
ir,í il"¿*,.ía""t ''.en
;; ;;;;;-tt a August siccardsburg v a Eduard van der Nüll' rornpió con la práctica de la Ringst¡asse, Cuando sus contemDoráneos
que entonces estaban en el apogeo de su
.,a"1te,at ¿, la Ringstrasse'
conjuntamente. dedicados a Ia
construcción del
.il.rd.;';Ñ;.. nse apropió
i.li. l. il'op." wagner recuerda que siccardsburg
utilita¡io que había en mi"'
i. ti"ft"i.lo" t "uki'ó el Principio
de su don para el dibujo'i
tf*r"'ü. ir, nttff lo inspiró a través fue la
ii'"utl** ¿t,* de una Pantalla de estilo histórico: esa
que la Academia legci a Wagncr'
'-";-;;;":
herencia
s€s€nra, mient¡a5 sitte volcaba
su orientación
rle los
en Ia iotelectualid¡d marginada de la
,n*;"i;;;di;ió" arcaísta

i""iiri á" i'zuts*tsse wagner se iostalaba en el centro especu'


de siglo hizo carrera
ffi; ,; ;tt ;d icio Durante un cuarto casas de aparta-
*¡n" construyendo muchas
"a"*O*tp*alio,
il'*""t tl *l*¿ u R¡ngst¡asse' w8gner solía vivir en los edificios
para financiar la siSuiente
que podía venderlos
;;;;.il;"
<kl iavo¡to estilo (renacentista librer'
wagner
ilffi'ü; de él como modernista en
il;;;;t* para que s€ sospechara
ptoy"ctos públicos los
en sus
r.rtf;i'..ie ian'tt" sinila'' rcflejó el tremendo espíritu
-donde
de mo-
!^irir'"i f".." Waper
a*"""r-,
tanto ma¡có a las Bellas Artes
y a 18 arquitectura
""r*.ffi.J
;;;il;rttt.. Hasla qué punto podía llevarlo su fantasía en est¿
de 1880 (fig l0)'
ii*rr¿i'í".i1." *'¿tncia en su provecto Artibus
que dejaba müy atrás
rtpftp de museos a una escala
""
a los de la Ringfrasse '
"aoi'rü:
-'--¡" Wagner se desvió Pronto de la práctica de
,lrrto"
"o,i¿o, la estructura c¡mercial indepen'
f" nl"tt,rt tr. lit'¡¿" po' l" id"" dt
i*i.l,il,o'¿ de l¿ cosrumtre.de ]L1l':::":1T:l-
t"*ltj:l"i:t::'l::il:
-ac"T".d:1
ffi; r;il;;J" e¡.un ediricio T :i
edif icios independienr" p*",:i!t:t-l:^Y^t::
r.]'"It.il;;
""" ;: ;LilJ;ñ
;:: sirnplificó drásticamente la acostumbrada
fa-

Fig. 18. OÍo W¡8ncr, Oastcrrcichhchc t_.ii¡dc¡b¡Dt, 1882-1884,


fach¡ds a
. le ctilc
vé¡sc mfu adclante, p. 112

99
9lJ
dotabu a lss escalcras de opulcnta magoificencia para destacar la nos; el segündo, por medio de su participación en el movimieüto
posicióu del propietario, Wagncr usó formas clásicas inclinadas con el sgcesionists, €l Arte Nouveau viené¡. Un nucvo p¡oy€cto fe¡roviario
iin de sugetir Ia scncillez dc la función de las escale¡as para el usua- le proporcionó novedosos principios edilicios, en tanto la Secesión lo
rio: provesr un medio directo de comunicación vertical (fi8 20)' dotó de un nuevo estilo segrin el cual e.iecuta¡los. Los problemas de
A pesar de unos Pocos indicativos semeja¡tes en nucvas di¡ec' l¡ ingeniería y la estética del A¡t Nouveau afectaron a Otto Wagner
ciones, Wagner no surgió como teórico funcio¡al y estilista de la en los años novcots de Ia misma manera que la educación artesanal y
const¡ucción u¡bana hasta que se insertó en los proyectos urbanizadq la ideología wagneriana habían influido a Sitte en los setenta. Le pro-
res municipales de la década de 1890. El primer Paso en su metamo¡' porciona¡on las coordenadas d€ un sistema intelectual para criticar
fosis lo dio ¡ t¡avés de su implicación en proyectos ingenieriles urba' y traosformar las formas urbanas ¡elacionadas con 18 Ringstrasse,
tsltto en 18 teorís como en la práctica de la edificació¡.

!-_

L,,,
t
*

Fig. 19. O!3t rEichi!.ha Liiúdcrbatrl, Palio l¡asro Fig. 20. Oestcrrc¡chischc L¡adcrbs¡k, cajs dc la cscal€¡¡

100 101

¡ANCO lX LA ¡tlPUsüqA
ü.|oftc¡ tuls-Ali6a A rto
=
ii *i;áÉiti iaAa
1i*ii11iiiiil i1;ieÉ[fi!?rii

laAI*1ffi*ffit**t*tt
iÉ i i iÉ*lle * itÉ€ g
E t;3* itf ii ÉliiÉ i, lái¡ iais
tlÉi$i iiiig +É iÉÉÉ i ii I ii i *F á FEáFgiÉÉieEFri
{
1

ráitiiííiÉíÉiíiíii

iísssÉilígíigíígig
su €stética Los ¿lumnos de los cunos superiores dc a¡quitectura habían tenido
22). Pero incluso en-estos c85os Wagner solía a¡monizar
a modo de maquillaje que escoger entr€ eita (escuela renacentista, o su cquivalente en la
estructur¡l ¡adical con la tradición, agregando
la estructura: revestimientos de ¿Jquitectura 8ótica.
las ca¡acterísticas que embellecerían -.

en bruto; guirnaldas, festones y Entr€ los srquitectos aspirantes al pu€sto que fueron rechazados,
oiedr¡ para oculta¡ pilares de hieno
se encontraba Camillo Sitte. En la atmósfera de repulsión contra el
ar,r,uo purc adomar y civilizar, por así decirlo, €l
nuevo materisl
de W88ner en capitalismo en 1876, las ideas tradicionalistas y proartesanales de
estructursl. Con muy pocas excepciones, los esfuerzos
marcsdos una disonancia ent¡e Sitte habían ejercido un poder 8tractivo, ganÁ¡dose la dirección de las
esta éDoc¡ ¿stán indeleblenente Por
sscuclas profesioneles estatales, Aho¡a, dos décadas más tarde, cor¡es-
la ética funcional de l¿ clnslrucción y 18 estética tradicional
del em'
pndió a Wagner montar e¡ la cresta de la ola dc los tiempos y be-
b€lleciÍÍento.
que revolucionaría neficiane del entusiasmo por llevar el transporte moderno y la técnica
En 1894, mient¡8¡ seguía inmerso en la obra
profesor de Arqu! a Ia ciudad, pues el ferocarril municipal estaba reemplazando a la gran
su D¡áctic¡ arquitectónica, Wagner fue designado
El hecho mismo de su nom- ayenida como símbolo de la grandeza y el progreso urbanos, así como
tecrur¡ de Ia AcadeDia de Bellas A¡tes.
en el ferrocar¡il mu' en la era de la Ringst¡asse la avenida había desalojado a la plaza. El
bradento siSnificabs Ia sceptación de su t¡abajo
l8 urbans comité de nombramientos de la Academia se sumó a esta tendencia.
nicipal. La idea de un concepto utiütario de arquitectura
incluso en su No eligió a \üagner por su eminencia en tres décadas de edifica¡ al
estaia erosionando el ideal cültural de la fungstrasse estilo rcr¡acentista, sino, por el contrario, po¡ su capacidad <para ar-
ciudadela, la Academia. La cátedra
que asignaron a Wagner había
y monizar las necesidades de la vida mode¡na y el empleo de materiales
est¿do anterio¡Dente definida
por el estilo histórico su ocupant€
edilicios modemos con las exigencias artlsticasr, No sin cierto pesa¡
teníaqu€ s¿r (un convencido representante del Renscimiento clásico''
el comité scñaló en su informe que le declinación de la consrrucción
monumental dificultaba la identificac,in de los maest¡os de los estilos
históricos,'r@
Las responsabilidades de Wagner como profeso¡ Ie brindaron la
oportunidad de consolidar y formular sus ideas. E¡ su discu¡so inau-
gural a la Acadania, pulsó la rónica de una nueva era en la arquitec-
fura:

El ¡a¡lism dc ¡¡¡cltrs época dcb'. p.n¿tr¡¡ l¡ obr¡ d€ art [...] dc h.cho


oo ¡csull¡rÁ üo¡ dcclin¡c¡& d.l ¡rtc, dno qur inlufl¡rá u¡a nucve y p¡lp¡-
t¡¡ta vida cn l&r forE¿r lda la ¡¡quitactur¡] y cor¡quist¡¡á nu¿vo6 c¡mpo5, po¡
cicñplo .l dc ls itrgrnicrl!, qur ¡litr catá! priv¡do¡ dc ütc,r.l

Aunque Wagner acentuaba la primacía de la utilidad, exigiendo


que el srqu¡tecto adaptara abiertamente la forma a lafunción [Zruecl<],
en modo alguno había abandonado la idea del arquitecto como artis-
ta. No obstante, €n contnste con Sitte consideraba a los arqu!
-que
tectos paladines de la belleza en cont¡a del utilitarismc-, W¡gner
¡ntentó rcvitalizar como una ventaja la función estétic¡ del arquitccto

. ' C¿rl H¡lcoau.r (lEll.t894), cl ¡nr.rior lirulrr dc ¡a cjt.dr4 babía


l¡do rclccc¡oo¡do por !l¡ rDa.3t¡fa .n los crtilo6 monumcntalcs, y b¡bía proyccta.
do-o p¡rücipado €D lo3 proycctcr. dc ¡lguoo. d€ los.dficios más g.aodiocos dc
ra t(lnSrtr¡rs.: lo3 d6 er¡!ao6, al Burgihcrtcr y cl oucvo Holbu¡.8,
F¡& 22. Otlo W¡¡¡cr, Di$r NBtdorl, 189+tt9t: i¡lpri€ría cltética

104
lu)
FF_

mediante su servicio a la utilidad. Eo su discurso inaugural Ppfetizó qrillos de Ia tradición y ab¡iria Aust¡ia a las ir¡novaciones europea$
(un estilo
que la vida modems obligaria a los a¡quitectos I encontlar in l¿s a¡tes plásticas... y especialm€nte al A¡t Nouveau. El lema de
único que nos ¡epresenler. Como primer paso' el arquitecto tendría
la Secesión sólo podía despertar la más fervorosa de las respuestas en
oue liberarse de su esclavitud a la h¡storia, a la t¡adición de la Sli' Wrgor,, (A la época su arte, al arte su libertadr. También Ve¡ Ss-
Isrchitektu¡.
'. üun ÍPtimavera sacral --el nombre del periódico de la Secesión_
(18951' Wagrtet
En su desafiant€ lexlo Ls üquilectuto mode o expresaba €l solemne compromiso del movimiento a rcgenerar el arte
para explicar el lamcntable dilema de en Austria y a Aust¡ia a t¡avés del arte. fosef Olbrich
desarrolló una teoría histórica
del siglo xtx Cada nuevo cstilo' - -uno de los
jóve¡es mejof dotados entre sus adjuotos- proyectó el pionero edifi-
la ecléctica rarouitectura de ¿stilo¡
cada nuevo ideal de belleza a lo larSo de ld historia' dijo' se habia cio modemo do la Secesión, ¡eproduciendo la forma de un templo
originado gradualmente en uno ant€rior' nl'rr nueva construcción' los nodemizado para sugerir la función del arte en tanro religión sustiruta
nuevos materiales, las nuevas tarea¡ y perspectlvas hum¿nas exlgen dc la élite intelectual seculs¡ vienesa (fig,59),.
un cambio o una reconslitución de las formas rxistent€s [ ]Los Entre los muchos símbolos concebidos para la Secesión, proba_
grandes cambios sociales sienpn hao dado a luz nüevos estilos') Pero blemente el más compatible con Wagoe¡ haya sido Nudc ve¡itos: u¡a
quebrado El niña virginal que sostiene el espeio del arte ante el hombre moder-
en la segunda roitad del siglo xlx eJte Proccso s'. había
ritmo de-l cambio social fue demuiado rápido p:ria que la evolución no (fig. 38). El pintor Gustav Klimt, autor del símbolo, cornDartí¡ con
de concebi¡ un cstilo que ex- Wagner el imperativo de p¡oclamar una nucva función pa¡a el a¡te
del arte lo emparejara. fnPosibiütados
prcsara las oecesidades y la visión de hombre moderno' los arquitcctos anles de haber enconrrado los medios artísticos para expiesarla. pre-
rastrea.on lodos los esiilos históricos Pasados Para llena¡ el
vacío' sidente de la Secesión y su más firme talento, Klimt (también como
había denominado <co- Wagner) abandonó la pintura histórica cl¡ísica ----con la que había
Wagner obscrvó que la era de la Ringstruse
'tstitoult¡ogl
misión de estilo, a todo eocargo arquitectónico lmpen- alcanzado la fama como artista de la Ringstassc- para empeña¡se
sable en cualquier époc¿ ¿nterior de l¿ historia' el c¡ncepto
mismo en una búsqueda experimental casi f¡enética de un lenguaje pictórico
traicionaba lu'reoaáión enrt ane y obletivo' la reducción de las quc prcsentara la condición del homb¡e modemo. Wagner idolafaba
obras arquitectónicas a producros dc estudio arqueológico Tales fue' ¿ Klimt y lo
llamaba rel más grande artista que haya pisado la
padecia el hombru r0'
ton los onleenes de la tresaca ¡fis¡ic¿t que ahora tiena,." Klimt fue para él lo que Richard Wagner había sido para
(no sólo
contempor;eo. Wagner convocó al arquitecto como a¡l¡sl¿ Sitte: un héroe cultural que lo ayudó a ¡edefinir su misión tanto en
como t;cnico utilitar]o) de una rebelión oor¿l en nombre del hombre su condición de profesional coEo de artista. Así como Sittc h8bía
su teoría pe' decorado la sala de estar de su casa con escenas de las épocas de
modcmo cont¡¿ uredio siglo de leurgo en el arter@{pn
dacócica. Wacne¡ dechrJ Ia guena ¡l sp¡endiz¡je de las memorias' Wagner, Otto Wagner colgó pinturas d€ Klimt en las par€des de su
t. i.iult.¿ p,ir.¡¿" del histo¡icismo)condenó cl viaje a ltalia' coro e¡egante vilta de Hürrelsdorf.rG
nación clásica de una educación srquitectónica en la5 Beaux-Arts' Klimt y la
Secesión afectaron las ideas de Wagner en dos senti-
poco que decir al
basándose en oue los modeloc italianos tenfan nuy dos: fortaleciemn su compromiso con lo moderno y le bdndaron un
homb¡e moderno, Dejenos que el noviciado arquitectónico visite'
en nuevo lenguaje visual para sustitui¡ los estilos históricos de la Ring-
carnbio, la y .atuc[os lugares donde reside el esplendot strass€, Pcro la relacidn estaba plagada de paradolas, pucsto que los
"rnetópoli, rostros del hombre moderno que Klirnt y Otto Wagner veían ref¡eja-
mod€mor.'6
..Pero oué sicnific¿ba u¡ ettilo nodemo? A¡rancar los
velos dos en el espejo de Nudo ve¡ita eran muy distintos. Más aún, cl estiio
al honbre modemo y celebrar A¡t Nouveau sirvió tanto para inhibir como pa¡a formula¡ los p¡in.
de la historia e¡a rira cosa, pero defioir
,u nu*."t"i" .i ,¿¡t¡.¡or..oit. En su búsqueda de un lenguaje visual cipios de Wagner con respecto a la utilidad y Ia función esrrucural
sdecuado a su época, Wagner enconró alisdos en una Senc¡ación en Ia arquitectura urbana.16
má¡ ioven de a¡tistas e i¡tcleltuales vienes€s que fueron pioneros el
la foim¡ción dc l¡ cultura superio¡ dcl siglo rr' En 1897 se unieron ' V¿.s. Err¡yo V, pp.2l5 a 292.
en un grupo y crcaron la Sec¡sión, una ssociación que rompería
los
" ...dq gt6st¿ Kiir.stl.r, dc¡ di. Ed¿ ¡¿ g¿Eag.n.

106 t07
continua separación entre estn¡ctura y estilo, precisamente el asDecto
La búsoueda dc Klint fue esenci¡lmente órfica e interna: la er' ,
ploración dei honb¡c nodemo, de qe homo ptychologicus qtle ya de Ia cultura arquitectónica de la Ringstrasse que tan fervientemente
parti¡ h¡bía stacado. En los edificios dc Wagner, la .belleza, siguió siendo
había aoa¡ccido cn 18 literatu¡8 de pri¡cipios de los noventa' A
de la vida instintiv¿ todo la h¡5ts cierto punto adventicia, una cuestión de piel, una funda estética
tle una alegrc rebeldía cn no¡nb¡e
-sobre par¿ adornar sus formas, proclamando en símbolos de moda la gloria
eótica-, iuy pronto Klint corocnzó I obsesionarsc por el dolor oca-
de la nodcrnidad.
siooado por ei itomo de lo nprimido' Presentando un universo scho
Dos casas de apa¡tamentos colindantes que Wagner levantó en
penbaueriano de fmnterss eYanesc€ntes y estructuras ractonales so.
l¿ Wienzeile en 1898-1899 muestran cómo explotó el estilo Secesión
cabadas, Klimt pinló en lenguaje alegórico y simbólico la
dolierte
atrapada en el curso del para provocar una n¡ptura radical con el modelo de palaciO renacen-
psique rlcl hoobie rnodemo, imPotenteme¡te
tista de la Ringstrasse (fig. 2J), En estos edificios Wagner unió por
destino.'
primera vez tres principios constitutivos que había elaborado en esa
El semblante del €sp€jo de la s¡odemidad de Wagner era muy
década. De los proyectos ingenieriles provenían dos de esos principios:
disti to: uo butgué¡ actiYo, eficaz, r¡cional y elegante' un bombre
la p.irnacía de la función lZweckl como determinante de ia forma y
u¡bano con Do{o tiempo, mucho dine¡o y 8u5to por lo monumental'
el uso abieno de mate¡iales modernos en términos de sus propieclades
El hombr€ roct¡opolita[o de Wagner sólo padecía una ca¡elcia patq
que el tiempo intrínsecas; tomó de la Secesión el tercer principio: un compromiso
tóeicar
-.t la necesidad de direc¡ión' En su mundo cn el
gcneral con el lenguaje ahistórico y cuasi simbólico de Ia modimirlad.
y movimiento conian a toda velocidad, era muy fácil €xPerimentar
¡dolo¡osa i¡ce¡tidumbre' El arquitecto En la prosecución del primer principio, el de la f¡anqueza fun_
lu que Wasne, denoninaba
líneas de movimiento defini' cional, Wagner ¡enunció a Ia integración ocufta de comercio y domi-
debi lles¡r ¡ suDera¡l¿ proPorcion¡ndo
colabora¡on con Wagner en cilio detrás de un frente renac¡ntista u¡ificador. Hizo que la fachada
das. El Lrib de Klimt y de la Secesión
bidimensional de de sus edificios de la Wienzeile proclamaran en formas distinrivas y
este esfuer¿o. En priner lugar, el coocepto e5pacial
contrastantes las dos funcioncs del espacio interior: negocio abajo
Klimt c¡nc¡bido Pars repr€scnt8¡ simbólicamente la esencia
-aunouc y residcncia aniba (fig,23). Una contundente zona de hieno y c¡is-
abst¡8cts del ilusorio nundo de la sust¿ncia- en la arquitectura
se
para los muros En oposición a tal dcma¡ca la planta baja como espacio comercial. por encima de Ia
D¡estabs 8 cr€a! u! nuevo significado
y de primera planta se irnpone la función residencial sobre las fachadas
L pared profundanente aliculada quebrada del Mietpalast la v
comienza la ornamentación,. Desde la perspectiva de la esquina se
nir4strase, la primera casa de aPartamentos de estilo secasiooista de
aprecia mejor la simbolización insistentemente dicotómica de las dos
w.i., or*nüb. u¡a fach¡da qrle en su lisura proclamaba su fun'
funciones del edificio. La cara derecha, coo f¡ente a la calle lat€¡al
cióri como o¡rerl. Alli donde la escultó¡ica casa de la Ringstrasse afir'
reside¡cial, es trstada d€ mane¡a u¡ita¡ia, con pequeñ¿s tiendas en
maba su difercnciación de la c¿lle, el frertt€ sec€sionista de
Wagner
plano' planta baja, discretamente absorbidas a la manera tradicional
refleiaba la sinplicidad de la calle como sometiéndola así a oara
acomoda¡se a la se¡eDa atnósfera de dicha calle rcsidencial. por
su dírección y al nis¡ro tiempo refoehdola En los interiores' Wagner con-
su pasión por la traste, la fachada izquierda del edificio fr€lte a la
adaotó de icual ¡nanera la línea del Art Nouveau a aiet¡€ada
y suelos de Wienzeile y su mercado- está dividida -con horizontalmente .n,i;luo..
orienración, diseñó b¿randillas de escaleras, alfombras
dc trabajo y vivienda, cada uno dc éstos con estilo y nateriales p-ro.
'farquet con Iranjas incrustadas según la principal dirección del mo
pios. El t¡atamiento de la esquina del edificio lleva Ia
p"r. ayudu a los rcsidsnt€s s superar su {dolorosa incerti' dualidad resul-
"irLnto, tante a su máxima intcnsidad, con el espacio angular para oficinas
dumbrer.
en hierro y cristales sobresaliendo decididamente dcsde debaio
De ideoloria ¿ntihistórica militante, la Secesión libeó tímidamen- de la
te la fantasía oara fornular un estilo indePeDdiente del pasado Pero
persistió la tímida búsqueda de un estilo c'mo tal Al proporcionar a
Wagn€r un nuevo vocabulaio deco¡ativo' mantuvo viva en él una
. ' En uno dc los do.
pnmc¡ prso p¡.¡ cubrir l¡
cdificios colindent€! r. ctcv¡ un grao ro3al dcsdc cl
totálid¡d dc Is fachad¡ d. l¡¡ plaols! rcaidcncial€s
En cl otro cdificio c¡ccc¡ A¡t¡olcs dc la vid¡, cmbcllccid; y .""o.r"¿oi q*
¡ d¡¡ rc¡lcc a 16 pilar8 dc los cxtremo! dc c¿ds ¡nü¡o.
Vé.!. má! ¡dcl¡rt , p¡.234 ¡ 240.

108 109
tl,

Fa.+.=:ff,
r¡ :- ':.

'{

-¡==**-¡sÑ

*!FF
a-.9
;^ra ü F
;g 1R"9
€6-rt:
_ .* i qq
=
F-
pisos residenciales' ahora ambas fuerzas hicie¡on su reaparición en forma moderna y
esquina lraciosamente arqueada y estucada de los
burocrática. Al nuevo Ministe¡io de Gucrra
's, pentágono imperial
¡n lo ,lio. un. fasruos¿ logi¿ decorada con grirnaldas' pequeños ¡a' -un
a la manera para albergar la descomunal administración de un modemo ejército de
maies. vasiias v est¡tues Art Nouveau corona el edificio
de la lujosa vida urbana que podía r€clutamiento- se asignó el sola¡ de una de las antiguas plazas fuer-
de'opulenta diadema, simbolo
las prosaicas y racionales oficinas comer- tes contranevolucionarias del viejo ejército profesional de la década
basarse económicameote en
w¡enz€ile, Wag¡er expresó los dc 1850, los Cuarteles Franz-fosef, demolidos por a¡ac¡ónicos en
ciales de abaio. En los edificios de la
con su propio idioma estilistico- del hombre 1898. Otto Wagner perdió el concurso de este encargo, ganado por
dos aspec¡os uno
-+ada un aiquitecto más tradicional, amante del resurgimiento del ba¡roco.
u.bano mode¡no tal como lo veia: el ho¡nbre de negocios el hombre
y
al descubierto en precaria pero abierta yuxta- La Caja Postal, cuya scde cent¡al const¡uyó Wagner, da testi-
de buen qusto. Deja asi
in' monio de Ia revitalización paralela de las antiguas fuerzas religiosas
oosiciijn l-o oue los ¡¡quitectos de la Ringstrasse habian intentado
cuando ejemplo en el banio bajo nuevas apariencias sociales, La instirución fue creada oa.a el
teera, rediunte el encubrimiento -por nhombre común,r, como un inlento promocionado por el .,tuáo paro
teitil- oculta¡on las funciones comerciales bajo el estilo residencial
cont¡arrestar el poder de las grandes bancas.._ el rgrupo Rothschild>.
del Dalacio re¡acentista.
Fue adoptada por el partido socialc¡istiano como una ¡espuesta institu_
La dualidarl lingúística de Wagner no duró mucho tiempo En
pala el sector cional de.la clase media baja al poder de los banqueros judíos y de
unos oocos años el estilo racional que él había concebido
primero en edificios los liberales: muchos pequeños ahorristas combinarían sus rccursos
comeicial de los edificios de la Wienzeile imperó
para compensar el poder de unos pocos poderosos. El funciona¡io que
para oficinas y luego en ruidencias Era como si l8 'esencia Práctica'
creó la Caja Postal en la década del ochenla, Ceorg Coch, llegó a ier
(lrase de Wagner) del ho¡¡bre noderno y el estilo conveoiente a su
un héroe rtrárti¡ para los antisemitas c¡istianos. Sus seguidores fracasa_
vida laboral hubiesen llegodo a dominar todas las dimensiones de su
asienta la ron en el intento de colocar su busto en el nulvo edificio de la sede
existencia. Por dekás d€ est¡ evolución arquitectónica se
gobiemo y del comercio La exPaDsión de un c€¡tral, supuestamente a causa de la influyente oposición judía. El
b¡¡¡ocrariz¿ción del
creó ¿petitos de espacio que ya alcalde Karl Lueger asumió la causa como una cuestióri Dolítica. Su
aDarato administrativo centralizado
ayuntamierito socialcristiano rebautizó la plaza de enfrente de la Caia
no podían sadsfacene mediante la tradicional disposición de oficinas
Wag¡er' que Postal con el nombre de Coch y expreso consentimienro áe
un, o dos olantas bajas de edificios de apartamentos
"n Otto Wagner- emplazó el busto en-con
había sentado las bases del edificio oficines{¡ autónomo en Viena un pedestal de la misma, el pri-
mer monumento de Ia Ringstrasse a un paladín de la cultura antise-
con su Ldnderbank en 1882'1884' respondió eotusiasmado a las
nue-
mita.rn Ya hemos visto que la Votivkirche habia simbolizado el ooder
vas oportunidades de diseio funcional'
de la Ringst¡asse --€l así de la reaccitin católica tradicionalisla en un exrremo de la Rinsstrasse
ia urbanización del segmento final
8¡terior a la gu€rra dio al comienzo de la era liberal; la Caja de Ahorros señaló .u -.esurs!
llar¡ado sector Stub€n- en la últirna década
miento como fuerza populista en el otro extremo de la calle _frente-a
ocasión al último anebato c¡e¿tivo del arquiteato' Wagner había in-
un nuevo Ministe¡io de Gue¡ra- al término de la e¡a libe¡al.
te¡venido en la planificación del proyecto de €ste sector en la década
del noventa. Con la llegada del nuevo siglo, el gobiemo imperial - . Cualquiera que fuese la impo¡tancia política anticapitalista de la
Caja Postal, sus requisitos arquitectónicos funcionales fueron decid!
aceleó su concreción ll¡mando a concuro para dos grandes edificios
damente mod€rnos, En la ejecución del edificio, Otto Wagn€r,
adminisrratiyos en l¿ zona: un nuevo Ministe¡io de Guera un ble
y cam_
la cent¡al de la Caja Imperial de peón del estilo de vida comercial urbano, logró el rico
que de oficinas para instalar sede aunlue sobrio
pfoyectos' aunque modernos en tanto encala- y elegante estilo moderno al que aspiraba desde hacía como
Ahorro Postal. funbos minimo
una década (fig. 24). En el mismo llevó más iejos aún las
ban las necesidades de una vasta concenüación bu¡ocrática, ¡ePresen- tendenci¿s
previamente destacadas en los apartamentos de
taban politicanente una especie de arcaísmo Marcaban el ¡etorno a la Wienzeile: la fachada
Plana con ventanas casi empotradas en las paredes, la experimentación
la Rinrstrasse del ejército y €l catolicisrno,las dos fue¡zas tradicionales
con nuevos materiales ----en este caso aluminio_, la simplificación
ou..inou. presidieron el nacimiento de la Ringstrasse habian sido
del diseño. La imponcnte uniformidad del racionalismo bu¡oc¡ático
i..r"rra¿u, d. su deurrollo por la vicroria del liberalismo' No obstan'

tt2 lll
t¡ñf,
H
É¡=f
.--

It

HiiI EEL EüI

rT f-r¡
rrr [-jl
Í-ltf rT,T
Fljl
'Sl ,¡=!I
,ffl,
ijg¡
F{

P*.b
\\\\\\.\\\\\

:c
8".;¡g
q 3 -^ii
!9t -
.lÉ^9 FE ^
g;i HF5
; ;"ciF
I
"w
s€ ve reflejada cn la supedicie misma del edificio,
c¡n sus disc¡etos
manos igualados, sus sencill¡s paredes de losu dc mármol
afianzadas

con magníficos aunque sinplcr pcrnos de alumiaio, su cotrada


muy
espaciosa a pesar de ser poco ostentossS eo campa¡ación con los mo
numentales portales preferidos cn los cdificios Públicos anlerioles de ls
RinSstrasse.'
Una vez resueltos los problemas del edificio de oficinas como una
estructura específica, en breve Wagner aplicó a la arquitectura residen-

cial las técnicas allí desarrolladasr el uso del aluminio, panelcs y hor-
migón armado vaciado;
ño de escale¡as,
l8 drástica simplificación gmmétlica del dise-
colunnas descubiertas y accesorios lumínicos; y una
'] TI
€lecante coh€rencia ent¡e el acabado intenor
y la forma e¡terior' Es-
ms fueron las característical de Neustiftgasse 40
(fi8. 25), la pri¡ne¡a
cas¡ de apartamentos que construyó despu& de la Caja tnperial de
rl 1

Ahorro Postal.
En Neustiftgasse 40, Wagner ejecutó su Sran innov8cióo: la trans'
ferencia de un nuevo €stilo concebido
para edificios de oficinas a la
*ni ll lr¡l
:l
vivienda, Esta obra scñaló el-fin dp una prolongada evolución en
Densamienlo y en la práctica de Wagner.

contenidos dentro
edificios de l¡
de formss
Wienzeile
¡€nacentistas
narcaron una
En los primeros
experinentos luncionales e¡ la co¡strucción comercial habí8n
básicas
primera
(fig.
incursión
tiempos,

18)' LueSo
el
sus
csta'lo
los
parcial de
de la
ltr lr
1I ]I
't
t
1l
l¡tl
fo¡nas utilitarias en el campo c¡nvencio¡almente domi¡a¡rtc
erlificación residencial (fig.23) Por último, en el'f0 de la Neustiftgasse
su realización cn la
{fig. 25), la ttayectoria de la evolución alcanzó it
victoria de la oficina sobre el hogar. Las Ycntanas droduls¡B de ÉBe
Neustifgasse 40, sin antepechos y de igualcs dimcnsiones, sugicren

inconfundiblemente el unilormc espacio celular de un edificio c¡me¡' rl


t.s
cial. Asimismo suponen contradicción con la diterc¡ciación li I
-€r¡ que €rPresan cn el e¡'
vertical de los ap¡¡tsmcntos de la fungstrasse
terior la divena condición económica de sus habitantes- una igualdad

entre los ocupantes También han desaparecido los omatos


adventicios,
ya fuesen de piedra victori¿na o pintu¡as y appliqués Art Nouvesu'
Sólo restrinSidas líneas y formas rectiüneas refuerzan
el carácter geo-
métrico de la estructura. El espacio comercial dc la base dcl edificio,
aunque todavía separado de las plantas sup€¡io¡es a la mane¡a rcna-

centtsta, está drásticamente definido por escaParates y lranjas de

. Es Eucho mír b 4r ¡odrír d.ci¡s da hr i!¡ovacioc! cltructur¡¡c!


cdifhiq pcro cstd tL!¡lL't arc¡la¡ a l¡ rdcr¡ dc ¡ucttr¡ cot¡¡aE c¡¡'
Fi8. 25. Oto Wagncr, N.utifrS¡ls¿ n." &. 1909-1910
d¿¡

n6
I -:lit!'"-
las ideas que había elaboradopara una conferencia intemacional de la
azuleios negrcs vidriados. En tanto en la Wienzeile las habitaciories
de sus formas graciosas y Universidad de Columbia sobre Arte Urbaoo.i
residencialJ superiores afirmaban a través
los frentes comerciales de las Como Sitte en su S¡üdtebau, Wagner utilizó Viena para exponer
de la decoraciói su índependencia de
pisos superiores aceptan modestamente el ¡diona s¡s principios de diseño urbano, poniendo el acento menos en las
planta baias, aquilos
comercial Más aún' el ajelreado ciudadano Drácticas del pasado que en las oportunidades del futuro. lrnplícita aun-
esrilistico de la porción
de Wasner necesitado de o¡ientación hasta este racional
ediiicio puede ;ue no explicitamente, dirigió un recio ataque contra Sitte y sus se-
semejante a un bloque guidores, contra (el parloteo de los historicistas en el problema de la
encontiarla fácilnente en la clara forma del todo
desde lo edilicación urbana,.rB Wagner despreciaba sus <amados lernas de
y ,oo .yud, del gran panel erterior de losa que proclama
arte popular encajado en Ia imagen urbana, el espíritu sencillo IGemütl
alto la dirccción del edificio.
por fin un estilo edili en el paisaje dela ciudad, elc.), y todas las normas que Sitte proponía
En Neustiftgasse 40, el a¡quitecto alcanzó
I
y una última etaPa en para lograrlo: trazado pintoresco, caües y plazas delibe¡adameote
cio uniforme para el hombre urbano moderno
ir¡eguiares, además del (¡ayl tan querido "ataví0" [Aulputz] de ¡¡a
su larga exploración experimental.
ciudadu.lm Precisamente los facto¡es que Sitte consideraba males ne-
cesarios del moderno edificio urbano económicos. ntráfico.
etc.'* -factores
eran aceptados por Wagner como base de una plani-
higiene,
ficación positiva. Éste valorizaba sob¡e todo la sólida uniformidad
que Sitte abor¡ecía y dcsarrolló conscientemente su potencial para el
v
diseño urbano arrístico.
¡nodular moderno Para Wagner, una economía moderna volvía inevitable la ex-
En 1910, aio en que perfeccionó su edificio
abordó una vez más el problema de la pansióo infinita de la ciudad. Se adhirió a la (autoentendida) volun-
en Neuliflgasse 40, Wagner
t¡anscu¡rido cincuenta años desde €l tad de crecimiento de toda administración urbana. La necesidad de ex-
un todo Habian
"i"¿rJ."
inicio de la const¡ucción de la Ringstrasse y casi veinte desde la adop pansión apareció como un valor psicológico. Como burgués urbano
Wagner había participa- hecho y derecho que era, Wagner no albergaba la menor duda de que
ción del segr-rndo plan de expansión de Viena
en la ' nla mayo¡ía de los hombres prefieren vivir en üna mettópoli antes
do .n u.blus et"pa. En su condición de arquitecto-especulador
unificador que en una pequeña ciudad o en el campo [...]. Este fenómeno se
ir¡, compartido et monumentalismo historicista
"rirl...
d. .lur., que la gobernó En tanto parliciPanle ganador del
concurso origina en la nece¡idad de ganarse la vida, en la posición social, las
1893' Wagner había situado a los comodidades, el lujo, la existencja de medios intelectuales e instala-
puru rl ,egundo iun u¡banístico de
de su proPu€sta' girando así de la ciones para la educación fisica, entretenimientos en el buen y el mal
iacto,.. ie t,anrp*e como eje
sentido, y finalmgnte en el arte'. Así como en la arquitectu¡a, en la
pritu.iu ¿, fu u la prirnacia de lo funcional y lo técnico Ocupó
"titi.,
la década subsiguiente en desarrollar un estilo que expresa¡a la natu- planificación u¡bana el arte odebe... adaptar la imagen de la ciudad
En una síntesis de nueva tecno al hombre contemporineo
¡aleza práclica áel burgués moderno' ".rlo
logía y nuevo arte, Wagner creó una arquitectura
asombrosamente La expansión urbana y la economía capitalista dictaron el enor-
y fun-
tiür. áe pattos histórico y alcanzó un estilo elegante' sencillo me bloque de viviendas como única solución para dar cobijo a milio-
contemporáneo' ya s€ nes de personas. <Nuestra esencia democrática, que nos impone tanto
cionalmente expresivo para el edificio urbano
Le faltaba articular una idea la demanda de casas sanas y baratas como la inevitable economía de
katara de oficinas cono de residencias
en lineas similares proyect¡r un entorno en el cual sus nuestro estilo de vida, tiene como consecuencia la uniformidad de nues-
de la ciud¡d
edificios hiciera¡ realidad su potencial luncional
y estético'
Con gran sentido de la oportunidad, Wagner
formuló sus nuevas
nociones de la ciudad moderna en lespuesta a una invitación de Esta- . La conferencia se cclcbró bajo los auspicios conjuntos del Estado de
de megaltipolis En un volumen de elc- Nueva York y del Ayunramicn¡o de la ñisma ciudad. OIro Wagncr, Dl¿
dos Unidos, ya t¡erra cldsica
Gtoszstült. Ein. Sludie übet di¿s., Vicna, l9ll, p. l.
gante dheño titulado Die Gtoszstadt lLa metópolisl ' Wagner expuso

119
118
?F-"
I

tras viviendas)'. No debenos nsponder al des¡fío rctrocediendo hacia


el pasado sino ¡elevando la unifornidad a mo¡umentalidad'.'I'
Para los c¡eadores de la Ringst¡asse, la clave de la monumentali'
dad residía en los grandes edificios púbücos a los que la callc llevaba
al ciudadano en sus .onda!. Wagner confirió monumentalidad a la
calle. El emplazamiento natural de viviendas en hileras cteaba nlargas
superficies regulares que e¡m¿rcaban la call€t. Reguladas en cüa¡rto
a altura y desp¡ovislas d€ desvi¿¡orias superlicies ornadas, las casas
hacian de la c¿lle en sí roisrna ut ¡no[umento. La lisa fachada lineal
del bloque de viviendas también ofrecía una ventaja psicológica. Re-
forzaba Ia trayectoria de la calle, ta¡ importante ---{omo hemos vis'
to- par¿ ofrecer dirección y oriestación en la coosecucr¡ln de ne'
el anisra planificador podia servilLo a la
g,-r.:ios. Finalmente,
¡¡onumentalidad como a la funció¡ orientadora de la c¿llt inte¡¡um-
piéndola ocasionalmente con focos arquitectónicos a la ma ¡a bar¡o-
ca: plazas formales, edificios públicos o monunentos de piedra. Estas
<interrupciones)r de la calle, co¡no l¡s llamaba Wagne¡, no eran tanto Fi8. 2ó. OÍo Wasn€r, Distrito U¡bano Modular,
para movers€ den!rc ---rrlmo en el caso de Sitte-, sino hacia. E¡ su
lucha co¡tra la a¡omia, Sitte utilizó la plaza para deten€r el flujo de
hombres en movimiento; Wagner para dat a ese fluio orientación y
meta. La perspectiva del tráfico ¡odado dominó los conceptos urbanos
de Waper, así como la !€atonal gob€mó los de Sitte. SiemPrc que
Wagnet afirmó la experiencia pe¿tonal urbana, lo hizo en el espíritu
del hombre de negocios o del te¡de¡o Como un Baudelai¡e del con-
sumismo, Wagler se enorgullecía de la brilla¡te 'cadena sin solución
de conti¡uidad de hermo¡as tiendas destella¡tes de productos artísti-
cos de la ciudad y el campor.'¡l
Ime¡so como estabae¡ la ciudad infinilamente crtciente, Wagner
encaró el prcblema de hace¡ viable esa ciudad. Reconoció la nec€sidad
de liberar al centro de una indebida presión demográfica y de contener
en forma integrada el trab¡io y la vivieoda dent¡o de límites geográfi-
cos razonables. La solución, como en el caso de su modema casa de
apartamentos, fue el módulo, Utiliz¡ndo Viena como modelo, propuso
que cada distrito urbano st proyectara como una subciudad semi'
autónoma de l00.O0O a 150.000 habitantes. Cada uno tendría sus Iu'
gares de trabajo (iWagner €vitó la mención de fábricas!), sus bloques
uniformes de apartamentos, y cada uno lindaría con una zona verde
y su formal unúcleo de aire* en el que se emplazarían los edificios
públicos y culturales. Sin duda regla y compás celebraron su triunfo
en el plano que vemos en la figura 26. El diseño que hizo Wagner del
centro de aire visto desde aniba (fig' 27) tanbiéD muest¡¿ co¡ cuánta Fig. 27. Orto lvagncr, dibuio dc u¡ "núclco de aire", lgll
120
l)l
i

at-- --\i \ ,. '-,-:: de un cintu¡in ve¡de alrededo¡ de la ciudad... precisamente cuando


4€oCEO Vie¡¿ estaba adquiriendo uno, de hecho, bajo su gobiemo ¡eformista
rocialc¡istiano. <A fin de cuentas,, escribió, <el desarrollo de un
cintuón [verde] alrededo¡ de Ia ciudad sólo es una limitación prees- .

tablecida, que indudablemenre debe evirarse [...]. parece más correc-


to dar a cada distrito adecuados centros de aire,r.rrs El racionalismo de
Wagner no dejaba lugar a la oahlraleza romántica. Incluso su modo
de expresión deja en claro que su ciudad infinita no sólo se tragaría
la tierra, slno que clnvertiría toda vegetación en escultura arquitec-
tónica verde.
Nada podía se¡ más radicalmente ajeno a la sensibilidad de Sitte.
;;'\ Éste hizo el otro cami¡o, insertando la naturc natutunte e¡ lt rcposa¿a
y pintoresca comunidad urbana. La AIIee, donde los á¡boles sólo son
un gesto o¡nam€ntal de la calle destacada en el diseño urbano
-tan
de Wagner-,9¡¿ p¿¡a Sitte (un grose¡o insulto a nuest¡o buen gusto,,

No pucdc hab.r nada rDfu dcScncrado qu. dcsviftuar la libre form¡ natu-
ral dc lot árbol€s --{u. prccisaflctrtc cn l¡ ciudad dcbcrían cvo.ar la magi¡ dc
la n¿lur¡leza abicrta- y d¿rlca id¿ntica alrura, a$ntátrdolos a intc¡valos ma_
tc¡náticamcn¡c calibrados [...] y, para colño de mahs, cn interorinablc extcn_
sióo. A uno llcg¡ a dolcrlc la cabcza, lirer¡¡mcn¡c, a causa J. t¡n oDrcsivo
aburrimicnto. ¡Y éra cs la riá.xima forma de ¿rk de nucstros
¡,,rrficad;cs ur-
Fig.28. Orc w¡gncr, pls¡ module¡ Para I¡ ciud¡d cd cxPansió¡' l9ll bar¡o6 dc l¿ fc 8loméoica! n.

Camillo Sitte y Otto Wagner --el arcaísta romántico v el funcic


a monumenta- nalista racional- se dividieron entre ambos los inconciliaúles compo
int¡ansigencia ideó su objetivo de elevar la unifo¡midad
nentes del legado de la Ringstrass€. Sitte, en base a la tradición
lidad. Las aspiraciones de la RinSstlasse por la graadiosidad
parecían artesana.
€n un tardío abrazó el historicismo de la Ringstrasse para p¡omover su proyeclo
empobrecidas por la utopía megalopolitana de Wagner,
de restablecer una ciudad comunita¡ia, con Ia plaza aaouá" ao.o
¡suefio de la ¡azón, del racionalista.
modelo del futuro. Wagner, en b¡se a la afirmación bu¡suesa de la
Con ánirno de desalentado realismo, Sitte había abandonado la
tecnologia moderna. abrazó como esencial lo que Sitre má--s aborrecia
mayor part€ de la ciudad a lo utilitario, enfatizando la conservación
plazas como en la Ringstrasse: Ia dinámica fundamental de la calle. El conse¡vado¡
de los tesoros urbanos del pasado y la construcción de
Wagner hizo todo lo contrarioi Sitte, temeroso de la acción del tiempo, cifró sus esperanzas para la
modelos para un mejor futuro urbano.
Ia vieja ciudad, dejó ciudad en el espacio contenido, en los confines humanos y socializan-
r€conociendo ta imposibilidad dc reconstruir
tes de Ia plaza. Wagner, más aún que los aEantes del progreso
esa larea a los historicistasy solo recomendó el mínimo neccsario de antes
que é1, sometió la ciudad a las ordenanzas del tiempo.
r€gulación y ¡enovación de la ciudad exist€nte Su Punto de mira De ahí que la
caile, la a¡teria de los hombres en movimiento, imperara en
estaba enfocado en el futuro: en la periferia y en el campo circun- sus pre.
yectos; para él la plaza podía ser, en el mejor de los casos,
d¿nte. Alli la ciudad aún podía ser racionalmente planificada Al meta de Ia
calle, proporcionando dirección y orientación a sus usuarios. El
igual que en su Proy€cto de 1891, en Díe Orcszstsdt' Wagner con- estilo,
I el paisajismo, todos los elementos a través de los cuales Sitte int€ntó
cibió anerias radiales de vías férreas y calles a partir del centro Pa¡a
la variedad y el pintoresquismo en su lucha cont¡a la anomis modema,
fijar la dirección del crecimiento (fig. 28).
fue¡on utilizados por Wagne¡ sobre todo para reforzar la función
En las mallas de la rcd así formada podían agregarsc nuevas sub- de la
plano la idea calle y su trayecto¡ia temporal,
ciudades cuando llegara el momento Wagner rechazó de

t22
Aunque ambos teóricos se sublevaron -de manera.s divergentes- Sobrc la base de su compromiso comúo con lo monumental, aftr-
contra la desgarbada síntesis de bellcza histó¡ic¿ y utilitarismo mG bos crlticos comparticron la admiración por el mÁs grandioso pro
demo de la Ringstr8sse, los dos fueron fieles a uno de los valo¡es de toda la urbanización de la Ringstrasse: la Burgplatz exterior
fundamentales de los creadores de la ciudad liberal burguesa: la mo 29). Gottf¡ied S€mper proyectó esta descomunal plaza
¡fig. -la llamó
nument&lidad. Sitte desa¡rolló sus proPuestas reformistas de la Ring- Kaiserforum- para unir el Hofburg con los dos grandes museos, el
strass€ proyectando las plazas como escenarios esPsciales para mag' de Histo¡i8 Natural y el de Historia dcl Arte. Amigo y compañero de
nificar los grandes edificios públicos.r¡5 Wagner iuzgaba el éxito dcl Richard Wagner y cn la lucha por la libenad en 1848, Sempcr había
planificador urbsno como srtista po¡ su capacidad de elevar la unifor- dibujado los primeros planos del teatro de Wagner para la ¡€presenta-
midad a monumentalidad. ción de sus d¡amas musicales. eCómo podía dejar de adrni¡a¡lo Sitte?

'i-*". ' 't'i',:*1¡'r'


¡l .is*E
-e .lfffr
¡l

Fig. 29. Gotúrid Scmpcr, Bü¡gpla¡z cxtcrior (K¡i-


!¿rforum). lE69

125
ry"
De.spués de la ¡evolución Semper había huido I lnglatcna, donde cl Wagner utilizó la plaza de Senper como excepción
¡¡do accidenteo.
su condición de cofundador del South Kensington Muscum pa¡a uni. Ia reSla de que rsin la visióo nec€saria
ficar el a¡te y la industria, llegó a ser también un influycnte
i* T"fitT:i.:"::_.1 ,lego
Gtuszstadtl, sin el arte consagtando una y otra vcz lo naciente.
positivista de la arquitectura Naturalnente, éste fue el aspecto dq g¡ -i6 puede surgir una metr<lpoli hermosa).¡¡7
personalidad que atraio a Otto Wagner. Iónicamente, este fragmento de la Ringstrasse cuya admiración
En la Kaiscrfo¡um de la RinSstrassc, Semper ofreció una solución @¡npartieron nuest¡os dos críticos, flo se concluyó. Los arc¡s de Sem.
práctica a un problema nde rcpresentstivid¡d' del diseño urbano. p€r que conectarferi la rcsidencia imperial con los a¡ientos de la cultu¡a
boncibió la enorme plaza como desafío a la soberanía del esPacio búrguesa nunca at¡avesaron la Ringstrasse. Poblada de veloces auto_
circulaote de Fórster. El foro sería un eje que dividiría en dos l¡ móviles, la calle sólo ha intensificado su capacidad de dividir la ciudad
Ringstrasse, Grandes arcadas vincularían los dos museos del frcnte interior y los bar¡ios exteriores.
con las dos extensiones del Hofburg imperial del fondo El eje que' A muy pocos arquitectos o diseñadores urbanos de cualouier
braría así el filete de pavimento con el cual la Ringstrasse habia ren. época les es dado ver cumplidos sus sueños. A las visiones de Sitte
olazado el de fortificaciones en piedra alrededor de la ciudad inte¡io¡. y de Wagner con respecto a una ciudad del futu¡o les fue peor que a
iunaría lo vieio y lo nuevoi la corte y los centros populares de cultura Semper y a su foro. En las rápidamente expansivas ciudades de Fin_de-
superior, la ¡esidencia de la antigua realeza y los institutos de la cien' Si¿cle, la sensación de quc la historia avanzaba a toda velocidad D¡estó
cia y el ane burgueses, la ciudad interiof y la ciudad exterior' urgencia a la transmisión rle las ideas sob¡.e una buena ciudad. antes
Para Sitte, Scmper había ideado la 'nueva y majestuosa Burg' de que Ia especulaciún y la indiferencia pública congelaran el fururo
platz [...] colosalmente', en el espíritu de los antiguos. sobre todo urba¡o eo la monotonia y Ia irregularidad. De ahí que tanto Sitte
de los romanos. A causa de sus enormes dimensiones, Roma habí¿ seng Wagner hicie¡an ¡ncansable propaganda en sus escuelas. en la
desarrollado modelos espaciales útiles Para las ciudades modern¿s, plataforma pública, en la prensa y en incontables comirés de
asocia_
espacios rcapaces de controlar grandes masas humanasr. El interés ciones estatales, municipales y profesionales. Ambos demost¡a¡on
ser
normal de Sitte por la intimidad y lo pintoresco cediercn ante las hijos del siglo xlx cuando se vo¡vieron hacia uuo de sus vehiculos pre-
heroicas pmporciones del proyecto de Semper. Vio como una señal dilectos_para t¡aúsmitit,sus ¡€spectiyos measajes a la posteridadi
el
de la madu¡ación de Vic¡a el hecho de que encargaratr un Proyecto nuseo. Pala cada uno de ellos, el museo servía al mismá üempo
como
que, al principio de la u¡banización de la fungstrasse (Probablemente proyecto pcdagógico y co¡lo Eonumento penonal
un tanto n;lancóli-
h¡bía sido conside¡ado una utopíar. Había llegado la ho¡a de Se¡¡' co, para dramatizar las ideas que cada u¡o se había esfozado por im-
per, un maestro del espacio dramático.tÚ Desde la década del noventa, poner eo una realidad social recalcit¡a¡te. Una
comparación d€ sus
ótto Wagner ádEiraba a Semper como teórico de la primacia de lo proyectqs de museo sin consr¡ur_ nos proporc¡ona una
-ambos
objetivo y Ia tecnología er¡ la determinación del estilo. Aú¡ más, la últina comprensión de su posición como crfticos.
grandiosidad barroca y los espacios librcs del foto Hofburg-y-museo Sitte imaginó su museo como una gran tone, un
monumento na.
áe Semper satisfacian tanto el sentido de la racionalidad como la cional a la cultura alemana. Mantendrla exposiciones vi¡uala para
un
escala de Wagner. Los jardines rectilíneos con sendcros que conducíaa gran proyecto erudito en el que su creador trabajó
toda la vida: uoa
claramente a po¡tales u otros dcstinos y la sencilla simetría en el Cesmtkunstgeschichte de las formas d€l a¡te co
siete volúmenes. En
emplazamiento de los edificios, podrian haber sido proyectados para su planificación u¡bana, Sitte sc había adaptado d. po., g.n.
1",
contentar los imperativos defendidos por Wagner con ¡esPecto a l8 modemas demandas utilitarias y al poder económico;
concibió cl"mu.
cl¡¡idad de dir€cción dentlo de la monumentalidad Para Wagner' rlgo no contaminado por la realidad, (lib¡e de todo pro
descollaba en co¡traposición con los f¡acasos ar'
:T."oto.
pós¡¡o prácrico, un monumento nacional puramente
la ob¡a de Semper artístic¡¡, La ior-
tísticos de Viena. rPese a la presencia de predios favorables, durante ma y la úbicación exp¡esaban tanto un ideal dogrnático
como un verda_
s€senta años Viena ¡o ha producido ninguna imagen met¡opolitana dero ret¡aiuiento. Lo llarnó ,(Torrc dcl Holandés,
¡noUanau firn)
fltoszstddtisches 8íldl , cxcePto la BurgPlatz exterio¡ de Semper [ ] y señaló.su deseo de emplazarlo lejos de la ciudad,
en una playa yer-
en tanto la Ringst¡asse proPiam€nte dicha debe su origcn a un afortu- ma. Se dice que El holandés e¡¡ante de Richatd W.gn.,
inriij ,u

t26 t27
I

elección del nombre de Ia tor¡e.rr¡ Probablemente Sitte combinó al h$ g6¡, el museotore de Sitte expresaba -tanto €n su forma fálica
la¡dés con el envej€cido Fausto de Goethe, quc corist¡uyó una tor¡e Jorno .n ru
contenido historicista- su deseo de afirmar la potencia
en su último papel de moderno ¡efo¡mador de la tie¡¡a y utópico fun- dol pasado contra las depredaciones del presente. Sitte emplazó su
dador comunitario en Holanda.r Cualquiera fuese la fuente de la ina-

í¡, obra3 modcmas co Holanda" cxtcrminó a 106 c¡¡npcsinoc radicional€s quc


I Pucsto qur Sittc había relscionado ¡l holaldés dc Wag¡cr cor €l Fausto y
rasadaba! ayudaban a nómadas como al Holand& Errarlc (F¿r¡Jro, paflc Il,
de Cocthc como cmprcaarios arqu.típico6 mod€rooó (véans. pp. 92 ¡ 94), el ¡n- ¡lro V). Por €¡dc, h tonc dc Sitt , dcdic¿da a ilmortalizar l¡ cultura popular
grcdicnte faustiano también puede hab€r cstado prcscntc etr la cl€cción de l¡ dÉl paedo adquirií¡, cn rclació¡ con Ia dc Gocrh€, cl caráct r de u¡a cxpiación
forma da to¡r€, Faüslo, con cl propósito dc construir una torrc para supcrvisar por 1o3 crímcn s dc los uabstrista3 Dodcmo6.

';'i \: .@'_4,'.

Fig. 30. Otto W.¡nc¡, Proyccto dc h Ciudrd Mu!.o ("A¡tibür"), ltto

t28 t - sttoRsl(¡
129
F,r. ll. Orro Wagner, C¿leria par¡
rti U0ra3 de A¡re de Nuejtr¿ Epoca.
1900

- .:'-

¡. ¡- F
li:: l::1

mr .-if +
.ru_

Fi8. 32. Ouo Wagnc¡, C¿sa del Arrc.


MCM.MM, I9I3

li0 1t l
w
to¡¡e con propiedad psicológica. Sólo lejos de una meMpoli modetna terios de conservación, la casa del arte de Wagner se defi¡ri¡ía a sí
real podía cultivarse con seguridad semejante fantasía necrofílica. roisma, sería presentista, creativa y dindmica.
El museo soñado por Otto Wagner era muy distinto. Estaba dedic¿- La primera fo¡ma arquitectó¡ica que en 1900 dio Wag¡er a su
do a las art€s del presente y del futuro, Empero, al igual que el mo- rGalerla para las Ob¡a¡ de Arte de Nuestra Epoca, cra tan pmsaica
num€nto a las artes del aye¡ p¡oyectado por Sitte, 9l muleo del mañana como etérea la de Sitter en sólido edificio bajo de dos plantas (fig.3l).

ideado por Wagner conmemoraba su propio compromiso aún hsatis- A través de todo el ancho de la fachad¡ horizontal del segundo piso,
fecho de transformar la civilización urbana. Wagner también había Wagne¡ extendió un friso de mayólica con su consabido mensaje con-
elaborado toda su vida el problema de los museos. En los principios de cemiente a la auté¡tica fu¡ción del arte modemo: (¡l arte corre
su car¡era (1880) había esbozado una especie de Ciudad Ntuseo utópica sl velo que con anterioridad ha abrumado a Ia humanidad,.,u
...--;--:-.r=-.:_-
ñlivá
llamada <Artibus> (fig, 30). Con un panteón de las artes en el cent¡o, operaban en este diseño de WágñEilu im-!-rll-so riTormista y su opti-
este hipertrofiado rincón artístico de paraíso urbano muestra con nis¡no histó¡ico,
cuánta plenitud habia compa¡tido Wagne¡ o¡iSinalmente las aspira- Hacia 1913, cuando a la edad de setenta años rehizo una vez más
sus planos para una galería moderna, el optimismo de Wagner había
ciones de la cultura de la fungsttasse.rre Pero con su conve¡sión a la
Secesión y la búsqueda de un nuevo estilo en 1897, sus ideas de lo que
decaído notori¡mente.r¡ El nuevo edificio sencillamente
{MCM-MMI-, lejos de hacer una decla¡ación -llamado
debía ser un museo cambia¡on de dirección. Wag¡e¡ se unió a la ideológica acerca de
campaña de la Secesión po! un museo de arte modemo pat¡ocinado la fu¡ción reveladora del arte moderno, expÉsa una ext¡aia mezcla
por el Estado. Su lucha mediarte la agitación Política, el t¡abajo de de ¡nodernidad en los sentimientos y tradicionalismo en la forma (figu-

comité en el Consejo de las A¡tes del Ministerio de Educación y ra 32), En su estilo mode¡no, Wagner trató las paredes como pieles,
sugirieodo debajo de éstas la presencia de volumen más que de masa,
Cultura y la presentación de diseños de museos, sólo ¡eporta¡on limi'
Pero en la fo¡ma del edificio ¡etornó a la historia y a los maestros de
tados beneficios a la causa y ningún encargo.r¡ Wagner rechazó el
co¡cepto predominante sobre un museo moderno como repositorio
la Ringstrasse. La refe¡encia a los museos de Histo¡ia del Arte y dc
Historia Natural de Semp€r y de Hasenauer (fig,29) es inequívoca;
de discretos obiets d'art, coleccionados y vigilados cori c¡iterios de
dos pisos divididos en cinco qujías, con uri i¡tercolumnio de entrada,
conservación. Evitando incluso el nombre de <museo>, abogó por una
sali€nte y cent¡al. El elemento m¡ís extraño en €sta cita de la forma
vitrina dinámica que presentara <una imagen cla¡a del estado de la
nconenacentista de la Ri¡lgst¡assc es el domo que corona la fachada.
ptoducción artistica al siglo venidero>.r¿r Wagner concibió incluso el
interior de la galeria. El espscio estaría subdiúdido ea veinte unidades
Allí donde los maestros de Wagner habían utilizado un sólido domo
techado, él sólo colocó aristas de metal, a la materc de memento mo¡i
que se lleoarían una a una a intervalos de cinco años erl el curso de
csquelético para el rcnacentismo de la Ringstrasse,
un siglo. Cada unidad abso¡bería una exposición integrada del mejor
ane y la mejor arquitectura producidos en un lustro dado. No e¡aq {cse a su deseo de evitar la mentalidad enclaust¡adora de Sitte. la
crcciente conciencia del ¡islamiento del artista y de su relativa impq.
necesa¡ios ni deseables los conse¡vadores. La organización de cada
tencia para modelar el mundo mode¡no incluso según sus propias ne-
exposición quinquenal sobfe el estado de las altes, argumentaba Wag-
cesidades utilita¡ias, habla obligado a Wagne¡ a ret¡otraerse a.l pasado
ner, debía asignane a un destacado artista o gruPo de artistas contem-
que quería dejar st¡ás. La ironía decisiva para este optimista ¡acional
poráneos, ncuya creación corresponda a la se¡sibilidad y el €spíritu
le seía impuesta por la ve¡dad de su propio lcma is sola dominq
de su época,.' r¿ Así, en tanto el museo de Sitte era erudito, o¡ientado
necessítas- al diseñar su monumento para los modelos -,4¡t
hacia el pasado, conse¡vativo y estático, como correspondía a sus cri' estéticos de
lo (modemo)r como un museo histórico. Como centro de sü querida
ciudad natal, Wagner había creado ¡nvolunta¡iamente un equivalente
' Par¡ csc programa wa8ncr dcbió dc iospüa¡g c¡ la cstratcSia !ccc- de la rTone del Holandés> de Sitte en ¡a playa: un museo de visiones
sio¡ist¿ dc g¡nar pa.a sí un¡ posición rcprc!.ntativa dcl Spbir¡no eütríaco,
montMdo cxhibicioncs unificadas en cxpoicion€s .xtr¡njcras, ctc El plano d. ideales del futuro inspiradas en forma fantasmal en la Ringstrasse,
ls Cae dr la Scccsión, .¡aborado por Jo6¿f Olbrich --{iscípülo dc W¡8¡rc¡- cuya cultura historicista con tanta vehernencia había D¡ocu¡ado tras-
c¡l lE9?, lambién pucdc hat.r inlluido c¡ ir¡ ftroS¡i¡m. ps¡a un¡ 8¿l.ría dodc¡_ ce¡de¡,)
r.. VealE. p. 221.

17)

Anda mungkin juga menyukai