industriales
Industrial Business Projects
Industrialización del algodón nativo
peruano de color
Ludwig Declercq Pedraza*
Universidad de Lima. Perú
Ingeniería Industrial n.° 35, enero-diciembre 2017, ISSN 1025-9929, pp. 141-161
Ludwig Declercq Pedraza
Tabla 1
Análisis de las fibras de algodón nativo de color
Longitud Índice de
Color Micronaire Resistencia Elongación
(mm) uniformidad
Crema 6,58 23,32 81,3 32,1 11,7
Pardo 5,96 24,66 77,4 25,6 12
Verde 2,89 22,22 74,5 23,9 9,4
Marrón 4,22 23,55 77,7 25,6 15
Pardo claro 5,63 20,73 70,3 21,5 18
Tabla 2
Análisis de longitud de fibra de algodón nativo de color
Mínimo 20 11 20 11 20 22
Máximo 25 16 25 15 27 25
Promedio 23 15 23 13 25 25
Como conclusión, se obtuvo que las fibras de mayor longitud son las
de colores crema y verde, con las cuales se pueden hacer hilos de gran
calidad y finura. Sin embargo, los colores fifo (lila) y pardo oscuro arro-
jaron una corta longitud de fibra, que solo permite elaborar hilos de
grueso calibre.
1.2.2 Rendimiento
La producción del algodón nativo peruano empieza entre los seis y los
siete meses de instalado en campo definitivo. Cada color presenta una
arquitectura de planta y una producción diferente. Los rendimien-
tos promedio actuales a nivel de parcelas comerciales se encuentran
por encima de los 2000 kg/ha. Asimismo, cabe resaltar que el algodón
blanco es el más productivo, con 2680 kg/ha; al cual le sigue el crema,
con 2615 kg/ha, y luego el pardo, con 2412 kg/ha. Los de menor rendi-
miento son los algodones nativos marrón y fifo (lila), con 2242 kg/ha y
2093 kg/ha, respectivamente. Por último, se indicó que se siembran
2000 plantas por hectárea.
El algodón nativo de color ha sido utilizado por Caral (5000 años a. C.),
la civilización más antigua de América. Se conoce que los agricultores
producían algodón destinado a la confección de redes y ropa (Vásquez,
Vásquez y Escurra, 2012).
Además, se han encontrado fibras de algodón nativo de color con
características de intermedia domesticación en zonas arqueológicas de
Ancón y Huaca Prieta (3500-2500 a. C.). Finalmente, el algodón nativo
de color fue usado en formas domesticadas por las culturas moche y
sicón (Vásquez, Vásquez y Escurra, 2012).
En la época de la colonia, se continuó con el cultivo de algodones
perennes y semiperennes hasta fines del siglo xix. El cultivo del algo-
dón en el Perú fue efectuado de manera artesanal para uso doméstico
hasta 1830. Entre los años 1831 y 1874, la producción se orientó hacia
la comercialización (Vásquez, Vásquez y Escurra, 2012).
Alrededor de 1920, el cultivo del algodón nativo de color fue despla-
zado por el de algodón pima en la costa norte, ya que sus características
eran las más adecuadas a las exigencias de la demanda de Inglaterra,
que era el principal destino al cual se exportaba algodón.
La presencia de algodón nativo de color fue considerada como una
amenaza hacia las variedades híbridas introducidas, debido a que atraía
plagas (como especie silvestre, era más resistente que las domesticadas).
Las disposiciones del Ministerio de Agricultura llegaron a prohibir su culti-
vo en 1940, lo que implicaba que no recibiría agua del Estado, y que sus
tallos, raíces y semillas serían quemados después de cada cosecha.
A partir de esto, el algodón nativo de color solo se cultivó doméstica-
mente en menores cantidades en la zona norte del Perú, donde también
creció en estado silvestre y pasó a formar parte de la tradición rural
del norte. No obstante, investigadores como J. Vreeland, entre otros,
destacaron sus propiedades en los años ochenta. En la primera década
del siglo xxi, el Gossypium barbadense L. fue declarado, en un marco
general de puesta en valor de las tradiciones y biodiversidad nativas,
como Patrimonio Natural de la Región Lambayeque en el 2006 y como
Patrimonio Genético Étnico-cultural de la Nación en el 2008, dejando
de esta manera sin efecto la prohibición de su cultivo (Ministerio de
Comercio Exterior y Turismo, 2009).
A grandes rasgos, después del periodo prehispánico, el algodón nativo
de color no fue un cultivo de aceptación general, en la medida en que su
exportación fue minoritaria, pues se reemplazó por otras especies híbri-
das y hubo la intención de erradicarlo de su área de origen. Además,
nunca fue cultivado con mayores cuidados que el de la poda, aunque,
pese a ello, tuvo un buen rendimiento de producción. Esta variedad,
legado genético y cultural de la nación, no ha demostrado aún toda su
potencialidad.
2. VIABILIDAD TÉCNICA
Tabla 3
Características de los algodones pima y tangüis
(1) (2)
(3)
Figura 4. Cadena cinemática que brinda velocidad a los husos y al tren de estiraje
Elaboración propia
(7)
(9)
(8)
(10)
Figura 5. Cadena cinemática que brinda velocidad a los cilindros del tren de estiraje
y al formador de canilla
Elaboración propia
Zeolitas
1 Pesado
NaCl
Ablandamiento
9
de agua
1 Premezclado
Zeolitas Fibras
Fibras
Apertura y
3
limpieza
2 Dosificado
4 Cardado
Fibras cortas
Cinta
Regularizado
5 de cinta
Fibras
Repetir 2 veces
6 Estirado
Fibras
Mecha
7 Hilado
Fibras
Hilo
8 Enconado
Conos
Fibras
Cono de 2 kg
10 Humidificado
Agua blanda
Bolsas
Resumen
11 Embolsado
Etiquetas
12
2 12 Etiquetado
Algodón nativo de
color (2,3 kg)
Cardado Merma 2 %
Hilado Merma 2 %
Conos
Enconado Merma 2%
Agua blanda
Humidificado
Bolsas Agua blanda
Embolsado
Etiquetas
Etiquetado
El hilo elaborado con algodón nativo de color, a diferencia de los hilos hechos
con algodones convencionales (como el tangüis y el pima), presenta la venta-
ja de poseer color natural sin haber pasado por un proceso de teñido. Así,
se evita su tratamiento con sustancias químicas, de forma que se dejan de
contaminar grandes cantidades de agua y disminuyen las probabilidades de
que las personas con piel sensible o las que sufran de enfermedades derma-
tológicas se vean afectadas. Además de ello, hilar algodón nativo de color
ahorra costos, pues se omite el proceso de teñido, lo que hace de este produc-
to una alternativa atractiva para las industrias textiles.
Este hilo será usado para la elaboración de telas para prendas de
vestir como polos, poleras y chompas; es decir, telas que se hacen con
tejido de punto. Por ello, debe tener un menor título, entre 10 y 40 Ne.
Es preciso mencionar que para elaborar chompas se necesitan hilos de
dos o tres cabos, y que esta prenda será usada preferentemente en las
estaciones de primavera y otoño, pues su tela es fresca y no abrigadora.
Tabla 4
Rango de título para determinadas prendas de vestir
5. CONCLUSIONES
REFERENCIAS