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Eunice Carri

BOLILLA I. INTRODUCCION
1.- Comunidad internacional: evolución. Aparición del Derecho Internacional Público:
evolución de la doctrina ius internacionalista, escuelas. Ubicación dentro del
ordenamiento jurídico y delimitación.
2.- Derecho Internacional Público: concepto, caracteres, objeto, y sujetos. Método
3.- Obligatoriedad y validez del Derecho Internacional Público. Fundamento de la
validez de la norma jurídica internacional: teorías

BOLILLA II. FUENTES


1.- Concepto. Clasificación. Jerarquía. Artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional
de Justicia, Normas de ius cogens
2.- Tratados internacionales: concepto, clasificación. Proceso de codificación, la labor
de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas.
3.-Convención de Viena de 1969 sobre el derecho de los tratados. Elaboración de los
tratados: fases. Capacidad para celebrar tratados, representación del Estado, formas
de prestar el consentimiento, reservas, depósito, publicación. Entrada en vigor y
aplicación provisional. Eficacia. Interpretación. Modificaciones y enmiendas.
Suspensión, terminación y nulidad.
4.- Concordatos: definición, elementos.
5.- Costumbre internacional: concepto, formación, elementos constitutivos,
clasificación, prueba. Teoría de la costumbre instantánea. Relación entre costumbre y
tratado
6.- Principios generales del derecho: concepto, clasificación, relación con las demás
fuentes.
7.- Jurisprudencia y doctrina, concepto, función y valor. La equidad.
8.- Actos unilaterales, concepto, naturaleza jurídica, clasificación. Vinculación con otras
fuentes. Estoppel.
9.- formación del derecho internacional en el ámbito de los organismos
internacionales. Resoluciones de los organismos internacionales: naturaleza jurídica,
valor jurídico, efectos. Teoría del Soft Law.

BOLILLA III. DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y EL DERECHO INTERNO.


1.- Relaciones entre el Derecho Internacional Público y el derecho interno. Monismo y
dualismo.
2.- Régimen constitucional argentino.
3.- Jurisprudencia.

BOLILLA IV. SUJETOS Y ACTORES


1.- Concepto. Evolución del concepto de subjetividad internacional.
2.- Estado: concepto, elementos esenciales, estructura.
3.- Organismos internacionales: clasificación, naturaleza jurídica, elementos
constitutivos, función y rol en la comunidad internacional.
4.- Pueblos. Autodeterminación. Resolución 1514 de la Asamblea General de ONU.
Movimientos de liberación nacional. Insurgentes, beligerantes.
5. -Subjetividad internacional de la Santa Sede. Soberana Orden de Malta.
6.- Humanidad. Transnacionales.
7.- Individuo.

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BOLILLA V. ESTADO
1.- Nacimiento de los Estados. Reconocimiento del Estado. Reconocimiento de
gobiernos, concepto. Reconocimiento de gobiernos de facto.
2.-Sucesión de Estados: concepto, naturaleza jurídica, efectos. Sucesión de Estados en
materia de tratados, deudas públicas, patrimonio estatal, nacionalidad, membresía en
organismos internacionales.

BOLILLA VI. ORGANOS DEL ESTADO EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES


1.- Órganos del Estado en las relaciones internacionales. Clasificación (nacionales,
internacionales, centrales, periféricos). Régimen argentino. Servicio Exterior Argentino.
2.- Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas: agentes diplomáticos:
categorías, designación, funciones y competencias, inmunidades, privilegios.
3.- Convención de Viena sobre relaciones consulares: funcionarios consulares,
categorías, funciones y competencias, inmunidad y privilegios.
4.- Representación de los Estados ante organizaciones internacionales. Convención de
Viena de 1975. Misiones especiales.

BOLILLA VII. COMPETENCIA ESPACIAL


1.- Soberanía, evolución del concepto. La igualdad soberana de los Estados. Integridad
territorial. Doctrinas.
2.- Dominio terrestre: modos de adquisición del territorio, delimitación, demarcación.
3.- Dominio marítimo: Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
(1982). Antecedentes históricos. Evolución. Espacios, aguas interiores, mar territorial,
zona contigua, zona económica exclusiva, alta mar, plataforma continental, fondos
marinos: delimitación, derechos y obligaciones de los Estados ribereños y terceros
Estados. Organos creados por la Convención. Solución de Controversias. Pesca:
requisitos, derechos de los Estados.
4.- Dominio fluvial: concepto, evolución. Ríos internacionales, características. Tratado
de la Cuenca del Plata, Tratado del Río Uruguay, Tratado del Río de la Plata y su frente
marítimo
5.- Espacio aéreo: concepto, evolución. Doctrinas. Convención de Chicago de 1944
6.- Espacio ultraterrestre: concepto, naturaleza jurídica. Instrumentos jurídicos que
regulan el espacio y los cuerpos celestes.
7.- Territorios polares. Delimitación. Regímenes aplicables al Ártico y a la Antártida.
Doctrinas. Tratado Antártico. Reclamo Argentino.
8.- Medio Ambiente: evolución y antecedentes. Labor de los Organismos
Internacionales. Instrumentos internacionales y principios

BOLILLA VIII. COMPETENCIA PERSONAL


1.- Régimen de nacionalidad: concepto, principios. Personas físicas. Modos de
adquisición y pérdida de la nacionalidad. Apatridas Personas jurídicas: concepto,
doctrinas. Protección diplomática. Cláusula Calvo. Extraterritorialidad. Jurisprudencia
de la CIJ.
2.- Extranjeros: derechos y obligaciones. Causas de extranjería: doctrina. Régimen
argentino. Admisión y expulsión.
3.- Asilo: caracterización, categorías. Asilo diplomático y asilo territorial. Derechos y
deberes de los Estados y del asilado.

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4.- Refugiados: noción, características, requisitos. Labor de la Liga de Naciones y de la


ONU. ACNUR. Protección de minorías.
5.- Extradición: concepto, evolución, principios.

BOLILLA IX. ORGANISMOS INTERNACIONALES


1.- Origen y evolución de la organización internacional.
2.- Sociedad de las Naciones: antecedentes, constitución, estructura, miembros,
objetivos, funcionamiento, sistema de mandatos, disolución.
3.-Organización de las Naciones Unidas: antecedentes. Carta: propósitos y principios,
estructura, miembros. Órganos principales: integración, función, adopción de las
decisiones. Corte Internacional de Justicia: composición, funcionamiento,
competencia.
4.- Organismos especializados de las Naciones Unidas: OIT, UNESCO, FAO, OMS, OACI,
Banco Mundial, FMI, entre otros. OMC, GATT
5.- Organización de los Estados Americanos. Antecedentes: Hispanoamericanismo y
Panamericanismo. Carta: propósitos, principios, estructura, miembros. Principales
reformas. Órganos: integración, función, adopción de las decisiones. Conferencias
especializadas, organismos especializados.

BOLILLA X. ORGANISMOS DE INTEGRACION


1.- Integración regional: evolución histórica, procesos de integración, estadios.
Derecho comunitario originario y derivado. Supranacionalidad. Derecho comunitario y
derecho interno.
2.- Unión Europea: antecedentes, fines, instrumentos, miembros, órganos.
3.- Mercado Común Centroamericano, Comunidad Andina, Asociación Latinoamericana
de Integración,
4.- Mercado Común del Sur: antecedentes, fines, instrumentos, miembros, órganos.
Solución de Controversias.

BOLILLA XI. INDIVIDUO


1.- El individuo. Legitimación activa y pasiva.
2.- Derechos Humanos, conceptualización, evolución histórica.
3.-Sistema Universal de protección de Derechos Humanos. Protección convencional y
extraconvencional: instrumentos, órganos y mecanismos de protección. Conferencias
Internacionales. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
4.-Sistema Interamericano de protección de Derechos Humanos: instrumentos,
órganos y mecanismos de protección. Jurisprudencia.
5.- Otros sistemas regionales de protección de Derechos Humanos.
6.- Derechos Económicos y Sociales. Deuda externa.

BOLILLA XII. RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL


1.- Hechos y actos ilícitos y sus particularidades en el Derecho Internacional: evolución,
caracteres y elementos. Obligaciones erga omnes, normas de ius cogens y violaciones
graves.
2. Responsabilidad internacional: concepto, caracteres, elementos. Supuestos de
exclusión de la ilicitud. Responsabilidad por actos lícitos. Labor de la Comisión de
Derecho Internacional de las Naciones Unidas.

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3.- Reparación: principios, modalidades.


4.- Derecho penal internacional: evolución, concepto, tipificación de los crímenes y
delitos internacionales. Tribunales de Nuremberg y Tokio. Tribunales ad hoc de ONU.
Corte Penal Internacional: Estatuto de Roma.
5.- Nuevas figuras, terrorismo, delincuencia transnacional organizada.

BOLILLA XIII. SOLUCION DE CONTROVERSIAS.


1.- Principios de abstención al uso o amenaza de la fuerza y uso de medios pacíficos de
solución de controversias. Conceptos. Evolución. Vinculación con otros principios de la
Carta de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos.
2.- Legítima defensa: requisitos, mecanismo. ONU. Individual, colectiva, TIAR, OTAN.
Legítima defensa preventiva.
3.- No intervención en los asuntos internos: antecedentes, doctrinas. Regulación del
principio en la carta de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados
Americanos. Doctrina del deber de ingerencia.
4.- Solución pacífica de controversias. Procedimientos diplomáticos: negociación,
buenos oficios, mediación, conciliación, investigación. Procedimientos jurisdiccionales:
Arbitraje, Corte Internacional de Justicia, tribunales internacionales ad-hoc.

BOLILLA XIV. CONTROVERSIAS ARGENTINAS


1.- Territorio recibido del Virreinato. Situación de las fronteras argentinas.
2.- Fronteras con Chile, La expansión territorial chilena a través de la historia. Las
pretensiones chilenas. Tratado de 1881. Análisis. Acuerdos posteriores. Cuestiones
limítrofes resueltas hasta la cuestión del río Encuentro. La llamada “Cuestión del
Beagle”. El laudo británico. Declaración de nulidad del gobierno argentino. Causales.
Crítica. Las negociaciones directas. La mediación Papal. El Acuerdo de Paz y Amistad de
1984. Análisis. Cuestión de la Laguna del Desierto: mecanismo de solución aplicado.
Hielos continentales: situación actual del conflicto.
3.- La cuestión de las Islas Malvinas. Historia. La Resolución 2065 (XX) de la ONU. La
resolución 98, 99 y 100 de la 9° Conferencia Interamericana de la OEA, (Bogotá 1948).
Las negociaciones directas. Resoluciones y Consensos de la ONU. Memorándum de
Entendimiento (Mc Laughlin –Lord Chalfont, 1968). El Acuerdo de Comunicaciones de
1971. Las resoluciones del Comité Jurídico Interamericano. Informe Shakleton.
Soluciones ofrecidas por Gran Bretaña. Guerra de 1982. Resoluciones posteriores de
ONU. Análisis. Estado actual de la cuestión.
4.- El caso de las Papeleras (BOTNIA) con Uruguay.

BOLILLA XV. CONFLICTOS ARMADOS Y DERECHO HUMANITARIO


1.- Rompimiento de la Paz. Conflictos armados: evolución histórica, conceptualización,
caracteres, tipos. Beligerantes: concepto, implicancias. Neutralidad: concepto, clases,
derechos y deberes.
2.- Sistema de Seguridad Colectiva. Capítulo VII de la Carta de ONU, TIAR, OTAN.
3.- Derecho Humanitario Internacional. Concepto. Ámbito de sus disposiciones.
Mecanismos de aplicación. Deberes respecto de las personas. Heridos, enfermos y
náufragos. Prisioneros de guerra. Población Civil. Protección de los bienes culturales. El
papel del Comité de la Cruz Roja Internacional: creación, funcionamiento.

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BOLILLA I. INTRODUCCION

1.- Comunidad internacional: evolución. Aparición del Derecho Internacional Público:


evolución de la doctrina ius internacionalista, escuelas. Ubicación dentro del
ordenamiento jurídico y delimitación.
2.- Derecho Internacional Público: concepto, caracteres, objeto, y sujetos. Método
3.- Obligatoriedad y validez del Derecho Internacional Público. Fundamento de la
validez de la norma jurídica internacional: teorías

1.- Comunidad internacional: evolución. Aparición del Derecho Internacional Público:


evolución de la doctrina ius internacionalista, escuelas. Ubicación dentro del
ordenamiento jurídico y delimitación.

Comunidad internacional: evolución.

El concepto clave de la evolución de la comunidad internacional es su


institucionalización, su paso de lo simple a lo complejo. De una sociedad de
Estados meramente yuxtapuestos, que coexisten juntos sin ninguna forma de
superestructura, se llega a una constelación de instituciones que de diversas
maneras persiguen el interés común de la comunidad global o de comunidades
regionales.

Comenzando con la paz de Westfalia de 1648 que puso fin a la Guerra de los
30 años, empieza a generalizarse el sistema de Estados en Europa, y como
vimos antes, el Estado es el factor más importante en la formación y aplicación
del derecho internacional (en contraposición al feudalismo reinante en la etapa
anterior, basado en un poder disperso, aunque según algunos autores en dicho
período se formaron durante ese período relaciones en un pie de igualdad
entre los que eran generalmente Estados independientes de hecho, formando
un sistema de derecho cuasi-internacional). Esta etapa se extiende hasta el fin
de las guerras napoleónicas, lucha por mantener el equilibrio político en
Europa, que culmina con la victoria de los monarcas aliados consagrada en los
Tratados de París de 1814 y 1815.

La segunda etapa comienza con la celebración del Congreso de Viena en


1815, en el que se realizará un nuevo gran arreglo territorial y político europeo.
El derecho internacional como lo conocemos se formó en Europa, y solo
después del siglo XIX se extendió intercontinentalmente a través de la
independencia norteamericana y luego de las colonias del resto de América y
con el Tratado de París de 1856 se extendió también hacia el oriente.
Finalmente, tras las dos grandes guerras mundiales se universalizó el derecho
internacional a través de la descolonización.
El principio más importante que se afirma en el primer período y continua
relativizado hasta hoy es el de la soberanía del Estado: que no hay sobre los

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Estados que componen la comunidad internacional forma alguna de poder


superior.
El principio de igualdad jurídica de los Estados es corolario de la soberanía
estatal.
Para conservar la pluralidad de Estados soberanos e iguales entre sí se
requiere que ninguno de ellos adquiera hegemonía sobre los demás, es por
eso que un tercer principio, corolario de los dos anteriores, es imprescindible: el
equilibrio del poder. Para eso, los estados celebraban alianzas cuando alguno
adquiría, o amenazaba adquirir, una peligrosa preponderancia. Expresión
jurídica de ello es la cláusula del Tratado de Utrechr de 1713, que puso fin a la
Guerra de Sucesión Española, según la cual los Borbones españoles no
podían establecer alianzas con los Borbones franceses, puesto que la
conjunción de las dos familias reinantes en tan importantes países de Europa
amenazaba el equilibrio del continente. Inglaterra, vencedora y beneficiaria del
Tratado, pone ya de manifiesto su vocación de fiel de la balanza, papel que
desempeñó hasta nuestro siglo.

Los progresos realizados en materia de comunicación marítima permitieron


ensanchar los límites de la comunidad europea. Se consolidó la institución de
la actividad diplomática, se instituyó el principio de libertad de los mares –que
evita toda dominación unilateral del mar–, surgieron algunos principios relativos
a la adquisición de territorios y a la navegación marítima. La guerra era
frecuente entre los monarcas absolutos de la época, y aparece como un medio
normal y necesario de su política: no hay prohibición legal de recurrir a ella,
pero surgen algunas reglamentaciones de su conducción, en particular de la
guerra marítima y en alguna medida también de la neutralidad. El equilibrio de
poder es garante de la pluralidad, pero no de la paz. Los Estados convienen en
la práctica que la guerra justa es la que reviste ciertas formas: una guerra
conducida abiertamente y no una guerra clandestina o no declarada.

La presencia de un genio militar como Napoleón encabezando un país de la


importancia de Francia había demostrado la fragilidad del equilibrio político sin
otras instituciones que le dieran sustento. Derrotado aquél, nació del Tratado
de Paz de París de 1815 y del Congreso de Viena de ese mismo año, el primer
ensayo de organización de la comunidad internacional bajo la égida de las
grandes potencias. Así, en el artículo 6 del Tratado se establece la intención de
sus firmantes "para el bienestar del mundo" en "convocar, en épocas
determinadas, ...reuniones consagradas a los grandes intereses comunes y al
examen de las medidas que, en cada una de esas épocas, fueran juzgadas las
más saludables para el reposo y la prosperidad de los pueblos y para el
mantenimiento de la paz en Europa."
El cambio es radical, porque significa una relativización de la soberanía estatal
y de la igualdad jurídica de los Estados: la soberanía plena ahora sólo podrá
valer para las grandes potencias. Estos rasgos de la comunidad internacional
persisten hasta nuestros días.

El Tratado de París dio origen a la Tetrarquía, alianza de Austria, Gran Bretaña,


Prusia y Rusia, que se transformó en Pentarquía cuando Franca se adhirió en
el congreso de Aquisgrán de 1815. Suele también llamarse a este corto período
el del Directorio europeo, que alude precisamente al gobierno de aquellas

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potencias. Influenciada por la Santa Alianza, tratado que se firmó entre Austria,
Prusia y Rusia, el Directorio se empeñó en mantener el principio de legitimidad,
o sea el de que los tronos correspondieran a aquellas personas señaladas por
las leyes de sucesión monárquica. Se valió para ello de la intervención, que
alcanzó la dignidad de un principio del derecho de gentes. En tal sentido,
ejerció presiones: no reconocimiento de regímenes políticos ilegítimos, uso de
la fuerza armada, delegado en alguno de sus miembros. Desde el principio, sin
embargo, Gran Bretaña fue reticente a las intervenciones que estos ejercían;
en particular, no convenía a sus intereses comerciales la reconquista de sus
antiguas colonias por España, tanto que en 1825 Canning anunció su
reconocimiento de las repúblicas sudamericanas independizadas de España.

Tales resistencias británicas terminaron con el Directorio europeo, pero un


sistema más laxo de gobierno de las potencias continuó con el llamado
"Concierto europeo", durante el cual fueron convocadas conferencias siempre
que surgía alguna cuestión de particular importancia en el continente. Las cinco
o seis grandes potencias europeas entonces existentes se arrogaban a veces
la representación de todos. Se siguió utilizando la presión política
(demostraciones navales, bloqueos pacíficos y demás) para imponer las
recomendaciones de las Potencias.

Los movimientos nacionalistas y socialistas hicieron de 1848 un año de


revoluciones.
El proceso europeo, por su parte, se fue encaminando hacia la guerra de
1914/18, con el enfrentamiento de dos bandos (Alemania, Austria y Turquía de
un lado, Francia, Gran Bretaña y Rusia, luego también Italia, del otro). El
estallido de la Primera Guerra Mundial significó también el fin del Concierto
europeo. Se produjo al poco tiempo (1917) la revolución comunista en Rusia y
la aparición posterior de la Unión Soviética.

En toda esta etapa hubo desarrollos interesantes del derecho de gentes: una
declaración del Congreso de Viena sobre libertad de navegación de los ríos
internacionales, otra contra el tráfico de esclavos y posteriormente un convenio
sobre las jerarquías de las misiones diplomáticas y de sus jefes en el Congreso
de Aquisgrán de 1818. En 1856 se produjo en la Conferencia de París la
abolición del corso. En 1864 se celebró en Ginebra un convenio sobre
conducción de la guerra en el mar.
Lo más relevante de este período fueron las Conferencias de La Haya de 1899
y 1907, que marcan el principio de la codificación del derecho internacional a
través de tratados multilaterales. En la primera, convocada por el Zar Nicolás II
y que agrupó a veintiséis Estados, incluyendo a México y Siam, hubo
convenios sobre la solución pacífica de controversias, leyes y usos de la guerra
terrestre y aplicación del Convenio de Ginebra de 1864 a la guerra marítima.
Asimismo, tres declaraciones sobre la limitación de las hostilidades en la
guerra.

En la segunda, fruto de la iniciativa de Estados Unidos apoyado por Rusia,


estuvieron representados cuarenta y cuatro Estados y tuvo por ende carácter
universal. Hubo trece convenios y una declaración sobre arbitraje obligatorio.
Los temas de los acuerdos fueron la guerra terrestre, la neutralidad y la guerra

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marítima. Se creó el Tribunal Internacional de Presas, lo que dio origen a una


posterior conferencia convocada por Gran Bretaña y que tuvo lugar en Londres,
que resultó en una declaración sobre el derecho de la guerra marítima.
En cuanto a la institucionalización de la comunidad internacional, es de
destacar la creación de las famosas "uniones administrativas".
"Más aún, al desarrollarse la práctica de estas uniones, empezaron a
producirse cambios en la textura del derecho internacional tradicional, por
ejemplo, la lenta erosión de la regla de la unanimidad para la modificación de
cláusulas convencionales."

Luego de la Primera Guerra Mundial siguió una importante tentativa de


organización internacional a través de la Sociedad de las Naciones (SN), que
encuentra inspiración en el Concierto Europeo porque en el Consejo estaban
representadas las grandes potencias vencedoras de la guerra (las potencias
aliadas y asociadas) junto con otras menores, y si bien es cierto que todos los
miembros tenían virtual derecho de veto –pues regía la regla de la unanimidad–
sólo los grandes tenían asiento permanente.
La Asamblea, en cambio, significó una apreciable mejora sobre el
conglomerado más o menos informe de las pequeñas potencias que
completaban a veces –como vimos– la asistencia a las conferencias
convocadas por el Concierto para tratar un interés general europeo. Al tener
poderes concurrentes con el Consejo, la Asamblea asumió una considerable
estatura en el sistema.
La Sociedad mantiene la regla de la unanimidad, tradicional, aunque había
excepciones importantes en los artículos 15 (7) y (10). El mecanismo de la
garantía colectiva del Concierto es conservado y perfeccionado por el Pacto.
En su artículo 10, se dice que: "los Estados miembros se comprometen a
respetar y mantener contra toda agresión exterior, la integridad territorial y la
independencia política presente de los miembros de la Sociedad".

El Pacto consagró para la Sociedad de Naciones una vocación de


universalidad. "Vocación" porque el principio no tuvo completa ejecución, lo que
provocó el retiro de la Argentina. Pero evidentemente la SN significa una
culminación del crecimiento de la comunidad internacional y tiene
representatividad de orden prácticamente universal para su tiempo.

La Argentina asistió a la primera reunión de la Sociedad en 1919, representada


por Honorio Pueyrredón y por Marcelo T. de Alvear, Canciller el primero del
Presidente Hipólito Yrigoyen. En esa oportunidad, introdujo tres proyectos de
reformas al Pacto: uno consistente en admitir el criterio de universalidad
mencionado, o sea que la condición de Estado acarreaba automáticamente la
de miembro de la Sociedad; otro que procuraba el establecimiento del arbitraje
obligatorio y un tercero que admitía que los pueblos coloniales tuvieran voz, ya
que no voto, en la Asamblea. Obviamente, ninguno de los tres prosperó, dada
la composición misma de la Asamblea, lo que motivó el retiro argentino para no
volver sino en 1932, siendo Presidente Marcelo T. de Alvear.

La Sociedad tuvo logros importantes. Creó el sistema de mandatos. Lo


importante de este sistema es que consideraba que el bienestar y el desarrollo
de los pueblos de esos territorios era una "misión sagrada de la civilización" y

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que las naciones tutoras actuaban bajo un mandato de la Sociedad, no como


soberanas territoriales y daban cuenta anualmente del estado de sus pupilos.
La SN también tuvo a su cargo la protección de las minorías nacionales, que
alcanzaron bajo los Tratados de Paz y otras declaraciones y acuerdos,
importantes derechos de carácter político, religioso, educacional y lingüístico.
Asimismo, la ayuda a los refugiados alcanzó destacables niveles y se nombró a
un Alto Comisionado para que supervisara esta tarea.
Dos instituciones creadas por el Pacto e íntimamente relacionadas con la
Sociedad fueron la Corte Permanente de Justicia Internacional y la
Organización Internacional del Trabajo. La Corte significó una innovación
importante sobre la situación existente, desde que agregó a los medios de
solución pacífica de controversias el arreglo judicial. La OIT, por su parte, fue
clave en el avance de legislaciones laborales uniformes que configuraron gran
parte del sistema laboral de entonces y, siendo autónoma, pudo continuar con
su actividad durante la Segunda Guerra.

Fueron muchos los fracasos de la SN. No fue efectivo su sistema de sanciones


descentralizadas y libradas a los miembros; en cuanto al uso legítimo de la
fuerza, quedó supeditado al sometimiento previo de la cuestión a arbitraje o al
Consejo: sólo podía emplearse contra la parte que no hubiera acatado el laudo
arbitral o la 'resolución del Consejo. Este sistema fue modificado en la práctica
desde la adopción y generalización del Pacto Kellogg-Briand de 1928, que
prohibió el uso de la fuerza corno instrumento de política nacional.
La dinámica internacional creada por las Potencias del Eje RomaBerlín-Tokio
fue rápidamente sobrepasando la capacidad de la Sociedad para manejar
situaciones conflictivas y la invasión de Finlandia por la URSS le asestó un
golpe del que no se sobrepuso, trabado como estaba el conflicto de 1939.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945 se convocó a la Conferencia


de San Francisco, donde se aprobó la Carta de las Naciones Unidas, que es el
intento más logrado hasta ahora de organización de la comunidad
internacional.
El objetivo primordial de la ONU es el mantenimiento de la paz y de la
seguridad internacionales y la promoción de la cooperación de todo orden entre
los Estados. Baste por ahora decir que su acción ha sido determinante del
notable desarrollo del derecho internacional en nuestros días, como también lo
veremos oportunamente.

La estructura de la comunidad internacional es actualmente muy compleja. Una


espesa red de entidades demuestra claramente el proceso de estructuración de
la comunidad internacional. Repitiendo lo que dijimos al principio, el hilo
conductor en la historia de la comunidad de naciones es su creciente
institucionalización, ya que se pasó de una primera etapa de Estados
meramente yuxtapuestos a una segunda en que se ensayó un esbozo de
gobierno de Europa –y por ende del mundo– con el Directorio y el Concierto
europeos y a una tercera en que la cooperación internacional está alcanzando
concreciones institucionales considerables.

Se trata de una comunidad internacional escindida y reunificada:

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Gran parte de los anteriores logros tuvieron lugar con una comunidad de
naciones escindida por efectos de la Guerra Fría, que después de 1945
significó una división de la sociedad internacional en bandos ideológicos y
políticos enfrentados y al borde mismo de la guerra real. Aunque de fuerte
impacto en el derecho internacional, este enfrentamiento no alcanzó a dividirlo,
desde que los adversarios ideológicos y sus aliados llegaron a algunos
importantes entendimientos, como las limitaciones que se acordaron en materia
de desarme, prohibición parcial de ensayos nucleares (Tratado de Moscú,
1963), no proliferación de armas nucleares (Tratado de Londres, 1968),
limitación de armas estratégicas (Tratados SALT), Tratados de eliminación de
misiles de corto y mediano alcance (Tratado de 1987).
En el mismo sentido cabe apuntar la adopción por la Asamblea General el 25
de octubre de 1970 de la "Declaración de los principios de derecho
internacional que rigen las relaciones de amistad y cooperación entre los
Estados", que implicaba la aceptación por ambos bandos de la Guerra Fría de
una serie de principios universales y fundamentales del derecho de gentes, y
que será estudiada en pormenor más adelante.
La existencia de estos principios comunes fue ratificada en el Acta de Helsinki,
al final de la primera reunión de la Conferencia sobre Seguridad y cooperación
en Europa (CSCE), zona que constituyó el corazón de la Guerra Fría, por
treinta y cinco Estados firmantes que abarcaban todos los países europeos
menos Albania, más los Estados Unidos y Canadá, en el Acta de Helsinki.
A partir de 1989, en que se produce el colapso del bloque comunista, se
concluyen en el mundo varios importantes instrumentos. La Carta de París para
la Nueva Europa, firmada también en el seno de la CSCE el 21 de noviembre
de 1990 pone oficialmente fin a la Guerra Fría, y el voto afirmativo de la
Resolución 678 del Consejo de Seguridad por la Unión Soviética el 28 de
noviembre de 1990, que autoriza el empleo de la fuerza contra Irak por su
invasión a Kuwait, marca un largo paso en la nueva dirección.

El Consejo de Seguridad pareció llamado a desempeñar, tras más de cincuenta


años de demora, el papel que los fundadores de las Naciones Unidas le habían
asignado. Podría decirse que incluso fue más lejos: las operaciones de
mantenimiento de la paz que se desarrollaron bajo sus auspicios y que
consagraron formas de nation building (reconstrucción de países en vías de
disolución, como en Somalia y Haití) aunque posibles dentro de una
interpretación constructiva de la Carta, no parecían haber sido contempladas
originalmente.

Sería vano intento sintetizar en pocas palabras el desarrollo del derecho de


gentes desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta ahora.
Las Naciones Unidas han promovido una impresionante tarea de codificación y
desarrollo progresivo del derecho internacional.
El derecho que resultó de este proceso, a partir de 1945, tiene caracteres que
lo separan del llamado "derecho internacional clásico", de típicos rasgos. Tales
eran el liberalismo, la extrema descentralización y el carácter oligocrático.
"El Derecho Internacional Clásico era liberal, porque sus normas se
preocupaban fundamentalmente de distribuir las competencias entre los
Estados y de regular las relaciones entre ellos. Como ha dicho Friedman, se
trataba de la 'esfera tradicional' de las relaciones diplomáticas interestatales".

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Notablemente, este derecho clásico autorizaba la guerra y se preocupaba poco


de los pueblos, desde que la dominación colonial estaba enteramente
legalizada o de los individuos, desde que no existía la protección internacional
de los derechos humanos.
Era extremadamente descentralizado, por ser la costumbre su expresión
normativa más importante y porque la satisfacción de algunos intereses
comunes se canalizaba por la vía de tratados y no por instituciones
permanentes.
Por último, el derecho clásico era esencialmente oligocrático, entre otras cosas
porque su índole descentralizada y liberal permitía a las grandes potencias
ejercer su predominancia sin mayores trabas.

A nuestro parecer, los anteriores rasgos siguen caracterizando en alguna


medida al actual derecho de gentes, sólo que al haberse atenuado
considerablemente configuran un cambio casi cualitativo. No ha dejado el
derecho actual de ser liberal, descentralizado y oligocrático, pero lo es mucho
menos y en algunos casos se ha revertido la tendencia. El derecho de la
independencia de las naciones está siendo rápidamente reemplazado por el de
la "interdependencia". Una nueva y extraordinaria etapa del derecho de gentes
ha comenzado en nuestros días. Asimismo, el uso de la fuerza por los Estados
ha sido reglamentado, con todas las incertidumbres y lagunas que conocemos,
y prohibida la agresión.
La creciente institucionalización de la comunidad internacional, el carácter más
humanista que caracteriza las creaciones jurídicas actuales, han precipitado la
aparición de principios protectores del individuo, de las minorías y de los
pueblos. Hoy no se acepta la dominación colonial, los derechos humanos
fundamentales son protegidos internacionalmente, y la participación de todos
los Estados en la formación y aplicación de las normas internacionales es más
generalizada y, en tal sentido, más democrática que antes.
La comunidad internacional tiene mayor presencia que en el derecho clásico e
impone ciertos valores e intereses comunitarios.
También ha habido nueva creación jurídica en el campo del derecho
humanitario, o sea tocante a la protección de las víctimas de la guerra.

Creemos que es esta mayor presencia de la comunidad internacional y


consecuentemente esta creciente influencia de los intereses comunitarios, lo
que ha promovido el cambio de espíritu que insufla el derecho de gentes
actual.
En el reciente desarrollo del derecho de protección internacional del medio
ambiente han surgido principios igualmente sorprendentes para una óptica
clásica: el del "interés común de la humanidad", aludido en el preámbulo de
importantes convenciones multilaterales recientes, el de la "equidad
intergeneracional" o el del desarrollo sustentable que inspiran la conservación
de los recursos naturales.
Si se comparan algunas de estas convenciones modernas con el Tratado de
Berlín de 1885, por el cual las principales potencias coloniales fijaron las reglas
para su expansión a costa de las sociedades más débiles y atrasadas, como si
fuera la cosa más natural del mundo, se podrá advertir la magnitud del cambio.
Cambio que incluye, recientemente, los desarrollos relativos a la Corte Penal

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Eunice Carri

Internacional y al creciente juzgamiento y eventual castigo de los crímenes


internacionales.

Resumen

Se llama comunidad internacional a la asociación de Estados, en la cual los


mismos, reconocen su igualdad y se respetan mutuamente. Las normas que
constituyen el Derecho Internacional, son consecuencia natural de la relación y
la convivencia entre los pueblos. El Derecho Internacional se puede dividir en:
Derecho Internacional Clásico (desde su nacimiento y hasta la Segunda Guerra
Mundial) y Derecho Internacional Contemporáneo (desde la Segunda Guerra
Mundial en adelante y con la creación de la Organización de las Naciones
Unidas). El proceso de evolución de la comunidad internacional se puede
dividir en cuatro etapas:

 Primera etapa: desde la edad antigua hasta la edad media y


renacimiento, se trata de los Estados con falta de unión. En la edad
antigua hay subordinación de unos Estados con respecto de otros, en la
edad media no se admite el principio de igualdad ni el de soberanía de la
Nación, y el renacimiento se caracteriza por la rebelión de los Estados
contra la autoridad de la Iglesia.
La forma histórica más importante del ordenamiento del Derecho
Internacional clásico tuvo sus raíces en la Europa Occidental del siglo
XVI, donde arrancó la reflexión doctrinal más significativa sobre la
disciplina, en cuya fase constitutiva desempeño un papel fundamental la
Escuela Española del Derecho de Gentes (aplicado a los que no eran
ciudadanos romanos).
 Segunda etapa: la transformación de la sociedad medieval en una
pluralidad de Estados soberanos, que reclamaban independencia se
generalizó en Europa en el siglo XVII y se concretó jurídicamente en la
llamada Paz de Westfalia (1648) que consagró los principios de libertad
religiosa y equilibrio político en las relaciones internacionales y la
utilización de uno de los mecanismos de mayor influencia en el
desarrollo del Derecho Internacional, llamado tratado colectivo, y
consagró el nacimiento del Sistema Europeo de Estados y del Derecho
de Gentes Europeo, base del DI actual. Los tratados de Westfalia
adoptaron el principio de la igualdad jurídica de los Estados. De esta
manera, la paz se afirmó por medio de alianzas pactadas con el fin de
prevenir que ningún Estado alcanzara supremacía.
 Tercera etapa: con la Santa Alianza (1815) entre Inglaterra, Rusia,
Austria, Francia y Prusia aparecen las primeras manifestaciones de la
comunidad internacional organizada, por la cual, se acuerda respetar la
religión y la paz.
 Cuarta etapa: la organización internacional se da a partir de la creación
de la Organización de las Naciones Unidas en 1945, al finalizar la
Segunda Guerra Mundial.

Aparición del Derecho Internacional Público: evolución de la doctrina ius


internacionalista, escuelas. Ubicación dentro del ordenamiento jurídico y

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Eunice Carri

delimitación.

En su etapa clásica, el derecho internacional era definido como el “derecho de


las naciones”. Si bien siempre pueden rastrearse vestigios de normas
internacionales, el derecho internacional clásico tiene su origen en la Europa
moderna, considerándose como el punto de inicio más significativo la Paz de
Westfalia (1648), que estableció de manera embrionaria el sistema de Estados
soberanos en Europa-.
Como cuerpo institucionalizado de normas, el derecho internacional le debe
mucho a Hugo Grotius que buscaba regular las relaciones internacionales a
través de la introducción de nuevos estándares políticos y morales (procurando
adaptar los principios de la intervención religiosa al derecho natural).
La expresión “derecho internacional público” fue utilizada por primera vez por
Bentham, en 1780, para distinguirlo del nacional o interno, sustituyendo al
término derecho de gentes mal tomado del derecho romano con el que mucho
tiempo se denominó a la materia.
Históricamente le derecho internacional constituyó un conjunto de normas que
regulaba las relaciones entre Estados soberanos, reglas que emanaban de la
voluntad libremente expresada por los Estados en tratados o usos
generalmente aceptados; y el objetivo de estas normas era regular las
relaciones entre colectividades independientes que coexistían, para alcanzar
una finalidad considerada importante por la comunidad internacional.
“El Derecho internacional regula las relaciones entre Estados independientes,
las normas jurídicas que obligan a los Estados se basan en la propia voluntad
de éstos y, por lo tanto, no puede presumirse restricciones en la independencia
de los Estados” – Corte Permanente de Justicia internacional, en el asunto
Lotus (1927).

Sin embargo se han producido mutaciones del carácter de esta disciplina por la
evolución, con las que los sujetos a quienes se dirigen las normas han
ampliado su número considerablemente, se fue erosionando el concepto de
soberanía, mutaron los regímenes existentes o aparecidos nuevos. Así, hoy se
distinguen el derecho internacional contemporáneo del clásico. Por ello
podemos definir al DI como “el conjunto de normas jurídicas que regulan las
relaciones de los miembros de la sociedad internacional a los que se les
reconoce subjetividad en este orden” (Brótons).
Así, se perciben como reglas, pero a menudo ignoradas por la ausencia de
sanciones efectivas y centralizadas. De todas formas, entendemos que las
reglas desempeñan un papel fundamental en el DI pero él es mucho más que
normas. Existen otros elementos que confluyen; el derecho no es solo
resultado de autoridad, entendida como facultad o competencia, sino también
de poder (que lo presupone, porque la autoridad no puede existir en ausencia
de un mecanismo de control o poder que la haga eficaz). Así, cobran relevancia
las consideraciones políticas que forman parte integral del proceso de toma de
decisiones; deben evaluarse consideraciones metajurídicas como marcos
normativos en los que las decisiones son adoptadas. Ello explica porque a
veces el DI refleja el punto de vista o los intereses de los Estados más
poderosos. Así afirma Ridruejo que “el derecho internacional positivo resulta
con frecuencia de un ajusto o acomodación de intereses estatales
contrapuestos, y el distinto nivel de poder de los Estados ha dejado una huella

13
Eunice Carri

en él, en el sentido de que los intereses de los más fuertes han prevalecidos
sobre los intereses de los más débiles”.
Así, cuando los Estados deciden acatan normas de DI es porque consideran
que sus propios intereses se ven beneficiados con su aplicación recíproca, y
cuando no buscarán eludir su cumplimiento. Ello nos ubica frente a un dilema
por ser varios conflictos difícilmente solucionables a través del DI cuando los
Estados involucrados gocen de un nivel de poder suficiente como para eludir el
cumplimiento de las normas.

Villoro Toranzo dice que a pesar de que el DIP comienza a emanar a partir del
Congreso de Viena en 1814-1815, y que tomó sus antecedentes en ideas
pasadas se puede ubicar dentro de la Ciencia del Derecho.
Para poder ubicar al DIP como rama del derecho se debe de hacer una
distinción entre, Derecho y Ciencia del Derecho y Derecho Internacional
Público y Derecho de Gentes.
En ese orden de ideas, se debe de concebir al derecho o sistema de derecho
de cierto estado, como un conjunto coherente de normas, instituciones y
principios, que descansan sobre una ideología o axiología característica
distintiva que hace que ese conjunto forme precisamente un sistema, más
cuando este conjunto no resulta coherente, es hasta entonces indispensable
echar mano de los teóricos del derecho o teorías del derecho que arroja la
ciencia jurídica.
La distinción entre ramas del derecho es precisamente uno de los instrumentos
forjados por la ciencia del derecho para llevar racionalidad y coherencia al
derecho real.
Es así como se hace la distinción entre el derecho y la ciencia del derecho, el
derecho lo hace e legislador, en tanto a la ciencia del derecho la forma el
jurista.
Es decir. La ciencia del derecho forma teorías un tanto utópicas que servirán de
modelo para los diversos sistemas existentes en la realidad, que tienen como
finalidad proveer de racionalidad y coherencia a los principios jurídicos.
Recordando las características del conocimiento jurídico que son; objetividad,
racionalidad, universalidad y sistematización.
Para que nazca una nueva rama del derecho, el jurista debe tener en
consideración tres preceptos que influirán en su gestación: el proceso histórico,
ideológico y axiológico.
De la idea anterior, tenemos que si tomamos en consideración que si la
aparición de la maquinaria en las revoluciones industriales, fueron el
antecedente histórico que motivó el nacimiento del derecho laboral, y el
surgimiento del comercio lo fue para el derecho mercantil, el inicio del concepto
del estado-nación hizo las mismas veces respecto del Derecho Internacional
Público, llegando así a delimitar sin problemas el elemento histórico para poder
ubicarlo como rama del derecho.
La distinción entre el Derecho Internacional Público y el derecho de gentes,
radica mismamente en la aceptación de los criterios axiológicos que si bien se
comenzaron a gestar en este último, debían ser explicitados en nuevas
valoraciones de justicia frente a la nueva realidad de los Estado-Nación.
Para poder ubicar al DIP dentro de la ciencia jurídica y atendiendo a los tres
elementos ya comentados, nos referimos entonces al proceso histórico
destacando la importancia que tuvo la Revolución Francesa en este punto y

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Eunice Carri

como Fitche sentó las bases de la ideología de nacionalismo que junto a las
ideas de Sieyes dieron el aporte necesario para que la nueva clase de
Inteligencia comenzará a ejercer fuertes grupos de presión que ya no se
sentían bien, con el duopolio del poder iglesia-rey.
Esto culminó en el mencionado Congreso de Viena de 1814 en donde se
concluye y se aporta al DIP el nuevo concepto de Comunidad de Naciones, que
a diferencia del derecho de gentes las normas ya no son controladas solo de
manera bilateral sino que esta facultad ya recae sobre todo el complejo de la
misma Comunidad de Naciones.
Respecto del elemento ideológico para poder entenderlo nos hemos de avocar
de igual manera a dos preceptos: 1. Al Estado moderno, científico o de
bienestar y 2. a la comunidad de naciones.
Respecto del Estado moderno llamado así porque las instituciones se van
modernizando respecto de los avances de la ciencia el hombre ya no es
condicionado por la naturaleza sino que mediante los avances científicos y la
democratización ha formado el nuevo concepto de estado de bienestar que
respecto del anterior concepto de estado no solo espera ahora seguridad frente
a invasiones bárbaras sino que ahora el Estado ha absorbido varias de las
funciones que incluso eran propias de la iglesia, por tanto el Estado pasa a ser
esa supra estructura de la cual los gobernados esperan mucho más que
protección, esperan cobijo, alimento, empleo, salud etcétera.
Una vez que ya se ha formado ideológicamente lo que se espera de esta nueva
concepción de Estado, y respecto del derecho de gentes que el soberano
acudía a los tratados como la máxima autoridad en el Congreso de Viena ya no
lo hacían desde esa concepción, ahora estaban ahí representando a un pueblo
e incluso las determinaciones sostenidas en ese congreso debían someterla a
los parlamentos que eran la representatividad de la soberanía, es así como
surge el estado nación y la respectiva comunidad de naciones que ya hemos
comentado y que tenía igualmente como una de sus parte aguas regular
mediante la razón las relaciones internacionales en virtud de que los estados
soberanos deben negociar en el sentido y aceptación de su interdependencia
que sin duda debía ser regulada racionalmente proscribiendo de manera
significativa el uso de la fuerza en primer orden.
Respecto del elemento axiológico podemos mencionar que en el sentido de
que las normas son contenido de valor, estas adquieren valor para sus
destinatarios en tanto concuerda con sus intereses, así el propietario defenderá
siempre aquellas normas que vayan en concordancia con la defensa de la
propiedad, en tanto los destinatarios de las normas se encuentren
representados en sus intereses el cuerpo de normas adquiere entonces el
elemento axiológico. Fue así como las naciones se interesaron en formar parte
del Congreso de Viena al mostrar especial interés en el nuevo orden mundial
ya que ello de alguna manera le reportaba beneficios y estabilidad al
pertenecer entonces ala Comunidad de Naciones.
Una vez tocados los tres elementos que han de ser indispensables en la
configuración de una naciente rama del derecho, procedemos entonces a
delimitar nuestro objeto de estudio, el Derecho Internacional Público como
rama de la Ciencia Jurídica.
Es así que concluimos que la materia del Derecho Internacional Público son las
relaciones jurídicas entre los Estado-Nación, contempladas desde el punto de
vista de la sociedad de naciones.

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Eunice Carri

Entonces el Derecho Internacional Público es la rama del Derecho Público


externo que regula las relaciones entre los sujetos Soberanos, sean naciones,
Organismos Internacionales siempre y cuando los intereses representativos
sean claros y tengan trascendencia en el ambiente internacional.

2.- Derecho Internacional Público: concepto, caracteres, objeto, y sujetos. Método

“El Derecho internacional regula las relaciones entre Estados independientes,


las normas jurídicas que obligan a los Estados se basan en la propia voluntad
de éstos y, por lo tanto, no puede presumirse restricciones en la independencia
de los Estados” – Corte Permanente de Justicia internacional, en el asunto
Lotus (1927).

“El conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones de los miembros de
la sociedad internacional a los que se les reconoce subjetividad en este orden”
(Ramiro Brótons).

Es el conjunto de normas que rigen las relaciones de los diferentes sujetos que
componen la comunidad internacional (Moncayo, Vinuesa y Gutiérrez Posse).

El Derecho Internacional público es el ordenamiento jurídico que regula el


comportamiento de los Estados y otros sujetos internacionales, en sus
competencias propias y relaciones mutuas, sobre la base de ciertos valores
comunes, para realizar la paz y cooperación internacionales, mediante normas
nacidas de fuentes internacionales específicas. O más brevemente, es el
ordenamiento jurídico de la Comunidad Internacional.

Si esta idea general es comúnmente admitida por toda la doctrina, no es menos


cierto que se pueden apreciar muchas diferenciadas entre los autores, unas
que se refieren al fondo y otras que se manifiestan en la forma, dando lugar a
concepciones materiales, formales, sociológicas o mixta de muy distinta
significación.
El Derecho Internacional público tiene su asiento en la base sociológica
internacional, en lo que se puede denominar el «grupo humano», constituido
por un fondo de tipo comunitario y espontáneo y una realización orgánica de
carácter societario y artificial, del cual nace y para el cual se forma esta
específica normativa jurídica.
Lo que se ha discutido ha sido, precisamente, la naturaleza jurídica de esta
normativa y esto ha dado lugar a una específica «filosofía del Derecho
Internacional», que ha fijado tanto su existencia como su fundamentación.
En relación con lo primero, ni el derecho como normativa obligatoria específica,
es incompatible con la realidad social internacional, ni los argumentos de los
negadores de esta naturaleza, tienen consistencia, por lo que no se puede
negar al Derecho Internacional Público una existencia, comprobada por otra
parte por la realidad.
En punto a lo segundo, los iusnaturalistas y los positivistas han fracasado en su
intento de dotar a esta normativa de una base sólida, no queda otra solución

16
Eunice Carri

que volver al iusnaturalismo, con todas las matizaciones necesarias y a pesar


de todas sus indefiniciones concretas en muchos casos.
El problema que, tal vez, se ha planteado con más trascendencia, ha sido el de
si las normas del Derecho Internacional Público tienen todas ellas carácter
dispositivo o si hay algunas al menos que tienen naturaleza impositiva o de ius
cogens, es decir, si hay normas que tienen que ser cumplidas por los obligados
a ello, sin que puedan ser dejadas sin efecto por su voluntad. Hoy, después de
los artículos 53, 64 y 71 del Convenio de Viena sobre los tratados, nadie pone
en duda que el Derecho Internacional tiene normas de este carácter, aunque la
discusión se haya trasladado ahora a la concreción de cuáles son éstas.

Otra cuestión que se plantea es la de las relaciones entre esta normativa


internacional y los ordenamientos internos de los Estados, en cuanto los
sujetos principales del Derecho Internacional son estos Estados que, a su vez,
tienen un ordenamiento jurídico propio. Tanto la doctrina, como los textos
positivos, han dado soluciones muy dispares a estas relaciones. Para unos
autores se trata de ordenamientos jurídicos distintos, en tanto que, para otros,
son manifestaciones diversas de un mismo y sólo orden jurídico, lo que se
traduce en diferentes sistemas para situar a las normas internacionales en los
ordenamientos internos estatales. Las soluciones positivas varían mucho,
según de qué normas internacionales se trate -consuetudinarias,
convencionales, etc.- y según la actitud abierta o más restrictiva que cada
ordenamiento estatal adopte al efecto.

Sujetos.
 Los Estados soberanos.
 Organismos Internacionales (ejemplo: la Iglesia Católica, ONU, OEA, ONG,
empresas multinacionales, etcétera).
 El hombre, ya que cada vez avanza más la idea de admitirlo como tal, ya
sea para hacerlo responder por actos ilícitos, previstos por el Derecho
Internacional Público (genocidio, crimines de guerra, etcétera) o para
permitirle reclamar la protección de ciertos derechos (DDHH).
 La humanidad. Últimamente en algunos tratados internacionales va
adquiriendo fuerza la idea de considerarla como sujeto de Derecho
Internacional Público.
 Pueblos sometidos a régimen de colonias.
 Movimientos de liberación nacional.

Otro de los problemas más debatidos en el Derecho Internacional Público es el


de sus fuentes de producción normativa.
La historia del Derecho Internacional es tan plural en su naturaleza como
antigua en su origen. La realidad es que, en este campo, aparecen
normalmente mezclados tres planos distintos: el de la historia de las relaciones
internacionales, el de las instituciones internacionales y el de la doctrina
iusinternacional.
Las relaciones internacionales comienzan con la aparición de las diferentes
civilizaciones y las luchas de los pueblos entre sí, para ir centrándose en torno
a las relaciones de los Estados Europeos, que dominan el mundo durante
largos años, y terminar con unas relaciones a escala universal no sin que el

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Eunice Carri

protagonismo real pertenezca sólo a ciertas potencias. Estas relaciones son el


entramado del cuál nace el Derecho Internacional, mediante la aparición de
una serie de instituciones internacionales que han ido tejiendo el complejo
sistema actual.
Por otra parte, la doctrina de los autores ha contribuido de manera decisiva a la
elaboración del Derecho Internacional vigente; aquí cabe destacar la obra de la
Escuela Clásica Española de Derecho Internacional, del siglo XVI, que sentó
los fundamentos modernos de esta normativa jurídica.
Estructuralmente, el Derecho Internacional determina quiénes son los sujetos a
los que se dirige, cuáles son sus competencias y cómo son los instrumentos
jurídicos que utilizan.
Los sujetos fundamentales del ordenamiento internacional son los Estados,
personas jurídicas dotadas del elemento característico de la soberanía y
sometidas a este ordenamiento jurídico; lo distintivo del Derecho Internacional
es que se dirige a sujetos soberanos -dotados de poder de decisión propio-, de
manera tal que la soberanía aparece, al mismo tiempo, como el «obstáculo» y
el «fundamento» de su propia existencia. Sin sujetos «soberanos», el Derecho
Internacional no existe, sería otro, pero con sujetos «absolutamente»
soberanos tampoco puede existir, porque éstos no estarían sujetos a sus
normas, precisamente por ser soberanos; esta «contradicción» se ha resuelto,
como no podía menos de suceder, por el sometimiento de los Estados
soberanos al Derecho Internacional. También las Organizaciones
Internacionales son hoy sujetos del orden jurídico internacional. Y los
individuos, como tales, van ganando día a día su propia personalidad directa en
relación con este orden internacional.

El Derecho Internacional, por otra parte, delimita y define cuáles son las
competencias de los sujetos internacionales, es decir, el campo propio de sus
facultades, de acuerdo con este orden internacional. Así lo hace con las
competencias estatales, distinguiendo las de carácter espacial -terrestres,
marítimas y aéreas- y las de carácter personal fundamentalmente sobre sus
nacionales; en unos casos, estas competencias tienen naturaleza de exclusivas
de cada Estado, y en otros, son competencias concurrentes -de todos los
Estados en un mismo espacio o competencias conjuntas como ocurre con el
espacio ultraterrestre-. Por otra parte, las Organizaciones Internacionales
también tienen sus competencias que, por su naturaleza fundamental, son
denominadas competencias funcionales.

En cuanto a los instrumentos jurídicos de que se valen los sujetos para su


actividad internacional, el Derecho Internacional, y para los tratados entre
Estados, ha llegado a formular una normativa específica de validez
virtualmente universal.

Los Estados, que son los sujetos básicos del orden internacional, se pueden
encontrar en tres situaciones distintas, en sus mutuas relaciones, que son las
de paz y cooperación, conflicto no armado y conflicto armado o guerra.

Actualmente, el Derecho Internacional que regula las relaciones pacíficas y de


amistad entre los Estados, ha alcanzado un gran desarrollo, llegando a tener
cauces institucionales a través de las Organizaciones Internacionales

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Eunice Carri

fundamentales.
Cuando los Estados tienen algún conflicto entre ellos, el Derecho Internacional
arbitra unos procedimientos de solución pacífica de tales conflictos, los cuales
se encuentran recogidos en la Carta de las Naciones Unidas.

Finalmente, también el Derecho Internacional ha llegado a disponer de una


serie de normas específicas para la situación bélica, tratando, con ello, de
aminorar los sufrimientos de los hombres que se ven envueltos en estas
situaciones de violencia.

Método del Derecho Internacional Público:

Dos tendencias con respecto al método: la filosófica y la empírica. La filosófica


partía de un análisis razonado de las ideas, y utilizaba el método deductivo (ir
de lo general a lo particular).
La otra tendencia es la empírica, que se basa en los hechos, en los
antecedentes prácticos y su método es el histórico.
Críticas: el método filosófico deductivo conduce a reglas rígidas invariables
(algunas veces), y el derecho evoluciona. Si nos guiamos por un método
empírico histórico, muchas veces se observa que se confunde el derecho con
los hechos, y se torna casuista y contradictorio. Por lo tanto la solución es que
ambos métodos deben combinarse y aportar lo bueno, además deben
complementarse entre sí.

Arredondo:
Se basa en la libre observación de la realidad internacional, al margen de
cualquier concepción doctrinal o ideológica. El método empírico-inductivo
favorece la determinación de las normas mediante la observación de su
efectiva vigencia en la Sociedad Internacional y de su reconocimiento como
tales. La práctica internacional, consiste en la repetición de una determinada
conducta por parte de los sujetos del ordenamiento internacional, que atribuye
efectos jurídicos, afirma la existencia de un consensos generales de los E,
cuyas consecuencias o e f e c t o s j u r í d i c o s v a r í a n , s e n e c e s i t a e l
estudio global para seguir con rigor cualquier proceso
n o r m a t i v o y establecer su resultado. A los diversos medios de prueba para
determinar a la existencia de una norma internacional, conviene
prestar atención a los documentos precedentes de la estructura relacional que
permiten conocer la conducta de cada E en materias propias de las relaciones
internacionales como: la correspondencia diplomática, las
declaraciones .gubernamentales, los tratados internacionales, etc.

Caracteres: (y diferencias con el derecho interno)


El DIP posee atributos que lo caracterizan y diferencian del derecho
internacional clásico como del interno:
 Ausencia de un órgano legislativo centralizado;
 Ausencia de un órgano juzgador obligatorio;
 Ausencia de un órgano que centralice la aplicación coactiva de las
normas;
 Ausencia de un vínculo de subordinación entre los sujetos.

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Eunice Carri

Ausencia de un órgano legislativo centralizado:


Por la naturaleza de la estructura interestatal y basado en el principio de la
naturaleza jurídica de los Estados, el DI carece de un poder constituyente que
pueda darle una constitución en sentido formal, ni tiene un poder legislativo que
pueda dictar válidamente normas obligatorias para los sujetos de ese
ordenamiento. El proceso de formación del DI se produce primariamente a
través de la actuación de los Estados, quienes manifiestan su consentimiento
en obligarse por determinadas normas (a través de métodos que el DI
considera válidos).
Por eso no resulta esencial un órgano que centralice la función legislativa, ya
que en el DI la función creadora de normas se produce conforme a
mecanismos formales propios de ese ordenamiento.

Ausencia de un órgano juzgador obligatorio:


En el DI –al contrario del derecho interno- los sujetos pueden acudir a una
pléyade de métodos pacíficos de solución de controversias, que en muchos
casos es a través del propio acuerdo de voluntades de las partes en
controversias, o a un tercero imparcial para que resuelva la diferencia. Ello no
obstante existen recursos donde los Estados voluntariamente se someten a la
jurisdicción de un tribunal determinado que tendrá competencia para entender
en el asunto.
Debe subrayarse que la solución pacífica de las controversias es una
obligación del DIP que los sujetos de este ordenamiento se encuentran
compelidos a respetar.

Ausencia de un órgano que centralice la aplicación coactiva de las normas:


En el DI no existe un ente, como en el derecho interno, al que se pueda recurrir
para obtener la aplicación de normas y fallos judicialmente coercitivamente, por
lo que la aplicación de las normas reside fundamentalmente en la actuación
voluntaria del Estado y otros sujetos. El DI prohíbe el uso de la amenaza y de
la fuerza –reservada al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (se
requiere previamente que los Estados miembros de la organización le hayan
otorgado esa competencia, autorizándolos a actuar y obligándose a acatar las
resoluciones que éste adopte) o a los supuestos de legítima defensa. No
obstante que prevé mecanismos de sanciones y contramedidas a los que
recurrir para obtener el cumplimiento de las normas quebrantadas.
Una dificultad adicional es la falta de un sistema de sanciones
institucionalizado. En el DI actual, como sucedía en el clásico, las sanciones
“tienen un carácter descentralizado y son decididas y aplicadas por los propios
Estados en tanto que medidas de autoprotección… y su eficacia está
condicionada por el distinto nivel de poder de los Estados”. Por ello cuando los
Estados ven afectados sus intereses esenciales tienden a recurrir a medios de
solución de controversias de naturaleza política más que jurídica, preservando
su capacidad de decisión y acción, que pueden imponer de acuerdo a su nivel
de poder relativo (facultad que no puede ser ejercida por mecanismos de
naturaleza política).
En la realidad, existe una brecha entre lo que en teoría debería ser un óptimo
mecanismo de solución de controversias y lo que los Estados están preparados
a conceder en la práctica. Pujan también fuerzas externas e internas. Externas:

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Eunice Carri

la asimetría en el poder relativo de los Estados hace que aquellos con menor
poder relativo, y que por tanto no pueden recurrir a la utilización de otros
elementos extrínsecos para ejercer poder o influenciar en la resolución de la
disputa, busquen un mecanismo de solución obligatorio y estricto; mientras los
Estados más fuertes tratarán de evitar un mecanismo rápido y automático de
solución de diferencias, mecanismos informales o con menor grado de rigidez.
En cuanto a la presión interna sobre los Estados negociadores, se trata de
grupos nacionales que sienten en peligro sus intereses.

Ausencia de un vínculo de subordinación de los sujetos:


La comunidad internacional está compuesta por cerca de 200 Estados en plano
de igualdad y que contribuyen colectivamente a la formación del DIP. Uno de
los principios es que los sujetos (los Estados) se encuentran en un mismo
plano jurídico y, por tanto, carecen de capacidad de dictar normas unos a otros.
Ello significa que el DIP es un derecho de coordinación y no de subordinación.
Se infiere el doble carácter del ordenamiento del Estado porque actúa como
agente generador de normas y como sujeto al cual van dirigidas las normas. Es
una situación de yuxtaposición, en una sociedad horizontal escasamente
institucionalizada y donde algunos actores gozan de elevada concentración de
poder. Implica igualdad formal, igualdad soberana, pero alto grado de
desigualdad material o real.
La creación y aplicación de normas se produce a través de mecanismos
absolutamente descentralizados, dando particular importancia a la actuación de
cada Estado y a la de las organizaciones internacionales. El Estado es, a la
vez, agente generador de normas y sujeto de esas normas.
Los estados han ido ampliando los vínculos jurídicos internacionales
obligatorios, a través de una limitación voluntaria de sus competencias,
respecto de cuestiones que tradicionalmente eran de competencia estadual.

 Universalidad: se aplica a toda la comunidad internacional.


 Expansibilidad: se refiere a los orígenes del Derecho Internacional. Lo
encontramos a fines del siglo XV y principios del siglo XVI por parte de los
Estados Europeos, expandiéndose a otros Estados. Desde el siglo XIX
nacen nuevos sujetos como la ONU (1945), como así también nuevas
materias (ejemplo: normas en materia penal).
 Dispositividad relativa: todo Estado violado en sus derechos, debe recurrir
ante el organismo internacional competente, ya que este no puede intervenir
de oficio.
 Responsabilidad colectiva: cuando un Estado viola el Derecho Internacional,
la ONU puede optar por diversas medidas (ejemplo: bloqueo económico,
fuerzas armadas, etcétera).
 Mediatización del hombre: todos los habitantes de un Estado, deben agotar
las instancias internas dentro de su Estado antes de recurrir a un Organismo
Internacional. Hoy en día hay excepciones; como es el caso de los Estados
Europeos que acuden directamente.
 Escasez relativa de sujetos: hay un número limitado de Estados soberanos
(192), de organismos internacionales.
 Incompletividad: muchas de las normas del Derecho Internacional son
programáticas, ya que necesitan que los Estados las reglamenten.

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Eunice Carri

 Debilidad ante las violaciones: ejemplo: el genocidio, donde actualmente


vemos como la comunidad internacional no interviene en este tipo de
delitos.
 Ausencia de órganos centrales o descentralización: se habla de orden
jurídico descentralizado ya que carece de un órgano creador de normas, de
órganos que las interpreten, las apliquen oficialmente y otros que las hagan
cumplir.

3.- Obligatoriedad y validez del Derecho Internacional Público. Fundamento de la


validez de la norma jurídica internacional: teorías

A pesar de todo lo dicho, y las objeciones de considerar al DIP como derecho,


la evidencia empírica nos permite caracterizar al derecho internacional como
derecho:
- La práctica de los estados en el plano internacional muestra que su
comportamiento, mayoritariamente, procura responder o se encuentra
influenciado por el derecho internacional;
- La jurisprudencia de los tribunales internacionales como los nacionales
exhibe la interpretación y aplicación del derecho internacional al
momento de emitir sus fallos;
- La relación entre los miembros de la sociedad internacional se encuentra
regulada por un conjunto de normas que son obedecidas y aplicadas por
esos sujetos;
- Los sujetos del DI, usualmente, encuentran una serie de motivos que los
impulsan a cumplir con el DI, tales como la voluntad colectiva y el deseo
de cooperar y armonizar el conjunto de relaciones e interacciones entre
ellos;
- Los miembros de la comunidad internacional se muestran, por lo
general, renuentes a violar las normas del ordenamiento jurídico
internacional por considerar que podrían verse perjudicados a perder los
beneficios que les representa su participación en el sistema, sea por
sanciones o marginación;
- Ese marginamiento puede asimismo provenir también de la sociedad
civil internacional que en muchas ocasiones protesta contra violaciones
del DI.

Las normas de Derecho Internacional son obligatorias para todos los sujetos.
Las normas imperativas no pueden ser desechadas por los Estados, si estos
realizarán un acto contrario a las normas de ius cogens (imperativas), este
seria nulo.
Cuando se busca el fundamento de validez del DI –es decir la obligatoriedad
de este ordenamiento- hay diferentes respuestas, que se dividen en dos
grandes grupos:
a) Las teorías voluntaristas (o subjetivistas)
b) Las teorías objetivistas

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Eunice Carri

Teorías Voluntaristas:
Dentro de las teorías voluntaristas, todas las posiciones ven al Derecho
Internacional como un producto de la voluntad de los Estados, es decir,
depende de la voluntad de los Estados.
Acentúan el elemento subjetivo de la voluntad de los Estados, entes soberanos
que deciden limitar su soberanía, sea individualmente o en conjunto con otros
Estados. Aquí encontramos la:
- Teoría de la autolimitación (Jellinek)
- Teoría de la voluntad común (Trieppel)
- Doctrina soviética (Tunkin)
Se trata de teorías propias del positivismo jurídico de finales del siglo XIX y
principios del XX, donde el DI se restringía a las actuaciones de los Estados, se
circunscriben a explicar el proceso de formación del DI pero no revelan el
fundamento de validez del DIP.

Teorías Objetivistas;
Procuran encontrar el fundamento de validez en elementos que se encuentran
más allá de la mera voluntad de los Estados, porque si bien reconocen la
importancia de la voluntad como elemento fundamental para la formación del
DI, entienden que ella tiene límites que le vienen impuestos por el propio
ordenamiento jurídico (ius cogens/ erga omnes). La validez del Derecho
Internacional descansa en una norma, en un principio que le es propio, y en
contraposición a las teorías subjetivas o voluntaristas, dicen que existen
factores objetivos externos a la voluntad de los Estados, en los que se funda la
validez del Derecho Internacional.
Encontramos:
- El positivismo italiano: el fundamento de la validez radica en el principio
pacta sunt servanda
- La teoría normativa de Kelsen: en la norma fundamental básica e
hipotética: “los Estados deberán comportarse como lo hayan hecho por
costumbre”
- La teoría sociológica (Duguit) que sostiene que el fundamento es
metajurídico y que se halla en la solidaridad social y se origina en la
naturaleza de los hombres y sus necesidades esenciales o que el
derecho es un producto social
- Las teorías de derecho natural (Verdross) que derivan el fundamento del
derecho nacional y de la convicción de que ciertos principios jurídicos
provienen de la naturaleza humana, que procuran asegurar la
subsistencia de un mínimo de valores universales y constantes.

Las teorías buscan encontrar sustento racional e hipotético de por qué el DI es


obligatorio, lo cual excede al ordenamiento por sustentarse en razones
metajurídicas. Estas razones dan fundamento a una serie de principios y
normas que constituyen un conjunto coherente de respuestas jurídicas que
transforman el ordenamiento en un proceso continuo de decisiones
autoritativas.
El derecho tiene fuerza por la aceptación de la sociedad que entiende las
normas como obligatorias, por lo que podemos caracterizar el DI como
derecho.

23
Eunice Carri

El fundamento del DI deriva de que las relaciones entre los Estados deben
regirse por principios y reglas comunes.

24
Eunice Carri

ANEXO

Fragmentación del DI: dificultades derivadas de la diversificación y


expansión del DI

La enorme expansión tanto de las normas como de las instituciones del DI,
como el surgimiento de áreas cada vez más especializadas, ha llevado a
afirmar que el DI como un sistema holístico se encuentra en un proceso de
fragmentación. Este problema, ampliado por la proliferación de tribunales
internacionales y la ausencia de jerarquía formal de normas internacionales con
las excepciones de ius cogens, las obligaciones erga omnes y la primacía de la
Carta de las NNUU. Esto trajo el temor de que no se pueda mantener la unidad
del DI y que se disuelva en una serie de discretos sistemas localizados o
limitados, con poca o ninguna relación; y a conflictos entre sistemas locales o
por lo menos inconsistencias en la interpretación y desarrollo del DI.
Si bien en cierta medida el peligro es real, aún existe una poderosa dinámica
centralizadora en el DI, y de hecho una fuerte presunción contra el conflicto
normativo.
La Comisión de DI (CDI) de las NNUU, al considerar la cuestión de la
fragmentación del DI, llegó a dos conclusiones:
1. la aparición de regímenes convencionales especiales (que se entiende
deberían ser llamados autónomos) no ha socavado gravemente la
seguridad jurídica, la previsibilidad o la igualdad de los sujetos de
derecho. Las técnicas de ley especial, de ley posterior y los acuerdos
inter se, como la posición superior conferida a las normas imperativas y
las obligaciones erga omnes, ofrecen un repertorio técnico básico que
permite responder de manera flexible a los problemas más sustantivos
de la fragmentación. Y
2. no se dispone en realidad de un meta sistema homogénea jerárquico
que pueda eliminar esos problemas. El DI debe operar en un ámbito de
coherencia y pluralismo razonable para evitar colisiones.

25
Eunice Carri

BOLILLA II. FUENTES

1.- Concepto. Clasificación. Jerarquía. Artículo 38 del Estatuto de la Corte


Internacional de Justicia, Normas de ius cogens.
2.- Tratados internacionales: concepto, clasificación. Proceso de codificación, la labor
de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas.
3.-Convención de Viena de 1969 sobre el derecho de los tratados. Elaboración de los
tratados: fases. Capacidad para celebrar tratados, representación del Estado, formas
de prestar el consentimiento, reservas, depósito, publicación. Entrada en vigor y
aplicación provisional. Eficacia. Interpretación. Modificaciones y enmiendas.
Suspensión, terminación y nulidad.
4.- Concordatos: definición, elementos.
5.- Costumbre internacional: concepto, formación, elementos constitutivos,
clasificación, prueba. Teoría de la costumbre instantánea. Relación entre costumbre
y tratado
6.- Principios generales del derecho: concepto, clasificación, relación con las demás
fuentes.
7.- Jurisprudencia y doctrina, concepto, función y valor. La equidad.
8.- Actos unilaterales, concepto, naturaleza jurídica, clasificación. Vinculación con
otras fuentes. Estoppel.
9.- Formación del derecho internacional en el ámbito de los organismos
internacionales. Resoluciones de los organismos internacionales: naturaleza jurídica,
valor jurídico, efectos. Teoría del Soft Law.

1.- Concepto. Clasificación. Jerarquía. Artículo 38 del Estatuto de la Corte


Internacional de Justicia, Normas de ius cogens.

Es la base o soporte racional y jurídico en que descansa el DI y que justifica su


vigencia o le da la razón de ser a dicho derecho.

La esencia de todo sistema jurídico es un conjunto de principios y normas que


establecen los derechos y obligaciones de los sujetos de ese sistema, que
pueden ser llamadas normas primarias del sistema. Pero cada sistema también
contiene normas que pueden aplicarse para determinar, verificar o constatar
cuáles son las normas primarias, cómo surgieron y cuáles son los
procedimientos para cambiarlas: éstas son las normas secundarias.
El concepto de fuentes del DI subraya la idea de que una norma debe provenir
de alguna parte, y que es un proceso dinámico que puede llevar tiempo, donde
comienza como una propuesta o proyecto que termina en una norma positiva y
obligatoria.

Clasificación de las fuentes.

Tradicionalmente hay una distinción entre fuentes formales y fuentes materiales


del derecho:

26
Eunice Carri

a. Fuentes materiales: designa el origen del contenido de la regla, se refiere a


las circunstancias históricas y a los factores políticos, sociológicos,
económicos, morales, etc. Explican por qué surge una norma, es decir, su
fundamentación metajurídica, sin referirse al contenido o validez de esas
normas; son las causas extrajurídicas que originan las normas jurídicas
internacionales, es decir, es un hecho social o político que determina la
creación de un Tratado.
b. Fuentes formales: se refieren al procedimiento de creación de normas
jurídicas internacionales, de formalización o consagración de la norma.
Pueden ser subdivididas en fuentes formales en sentido amplio – que
incluyen tanto a las fuentes creadoras de las normas jurídicas como a los
métodos de constatación de la existencia de esas normas; gran parte de la
doctrina entiende que a las fuentes formales las podemos encontrar en el
artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia -, y las fuentes
formales en sentido estricto que se refieren exclusivamente a las fuentes
creadoras del DI, es decir la costumbre, los tratados y los actos unilaterales.

Artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia

“1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las


controversias que le sean sometidas, deberá aplicar:
a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen
reglas expresamente reconocidas por los Estados litigantes;
b. la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada
como derecho;
c. los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas;
d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de
las distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de
derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 59.
2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex
aequo et bono (según la equidad), si las partes así lo convinieren.”

Surge de este artículo, una nueva clasificación de las fuentes:


a. Fuentes principales: son las Convenciones Internacionales (Tratados), la
Costumbre Internacional y los Principios Generales del Derecho.
b. Fuentes auxiliares: las decisiones judiciales (Jurisprudencia) y la Doctrina.

Fuentes no mencionadas en el artículo 38 del Estatuto de la Corte internacional


de justicia:
1. Normas de ius cogens: son normas imperativas de Derecho Internacional
Público, por encima de todas, antes que los tratados. Son principios
superiores. Ejemplo: el no uso de la fuerza.
2. Actos unilaterales de los Estados que crean derechos: requisitos: público,
verbal o escrito, de objeto lícito, debe emanar de un órgano, que pueda
obligar jurídicamente al Estado.
Actos jurídicos que obligan al Estado: a) Estoppel: realizado el acto no se
puede ir para atrás. El Estado que genera derechos, para otro Estado, no

27
Eunice Carri

tiene derecho a rever sus propios actos. b) Aquiescencia: cuando un Estado


calla ante una reclamación de otro Estado, que normalmente es merecedor
de potestad o de otra forma de acción.
3. Resoluciones de las organizaciones internacionales: ejemplo: las de la ONU,
OEA, etcétera.

El art. 38 enuncia las fuentes pero no establece un orden de prioridad entre


ellas. Sin embargo, dado que la jurisprudencia y la doctrina son caracterizados
como medios auxiliares y que los principios generales del derecho están
concebidos como una fuente de resguardo en el caso que no resulte posible
encontrar una norma convencional o consuetudinaria aplicable a una situación
dada, es evidente que sí existe una jerarquía de las fuentes. El art. Sin
embargo no indica si existe una jerarquía de aplicación entre la costumbre y los
tratados. Por tanto puede afirmarse que no hay una graduación entre las
fuentes formales del DI, por lo que las normas convencionales y las
consuetudinarias gozan del a misma jerarquía (en general, cuando dentro de la
misma fuente existe más de una regla que es, prima facie, aplicable a una
situación dada, la elección entre ellas se realiza mediante la aplicación de uno
y otro de los dos principios; ley especial deroga ley general y ley posterior
deroga ley anterior).
Cuando una norma nueva no es de igual naturaleza, por ejemplo que las partes
de un tratado desarrollan una nueva norma consuetudinaria, se toma como una
modificación al tratado a través de la costumbre.
La relación entre las normas convencionales y consuetudinarias no es estática,
existen 3 tipos de situaciones en las cuales la creación de una norma
consuetudinaria se encuentra relacionada con las normas onvencionales:
- cuando un tratado recoge y codifica una costumbre preexistente,
siendo casi una simple declaración de reglas existentes
- cuando un tratado refleja prácticas estatales previas a la adopción
del tratado, cristalizando una norma consuetudinaria emergente
- cuando un acuerdo entre en vigor y otros Estados que no son
partes, con su comportamiento, deciden aplicar sus normas en
sus relaciones mutuas, lo que puede considerarse una práctica
que puede llevar al desarrollo de la costumbre.
Las relaciones entre las partes de un tratado son reguladas por ese mismo, y
entre una parte del tratado y un sujeto de DI que no es parte del mismo se
aplicará la costumbre, incluyendo aquella derivada de los tratados, y los
principios generales del derecho. Las fuentes auxiliares, como jurisprudencia y
doctrina, poseen menos relevancia como fuente, aunque son útiles al momento
de constatar la existencia de una norma.

Tipo de normas (IUS CONGENS)

La libertad irrestricta que gozaban los Estados viene siendo objeto de


restricciones desde la Primer Guerra Mundial, basado en tres factores:
1. por la ampliación material y personal de la red internacional de tratados
(restringiendo éstos su voluntad en el plano interno como en el
internacional), o por ser parte de organizaciones internacionales,
tratados de alianza, etc., que también condicionan su comportamiento.

28
Eunice Carri

2. el creciente número de restricciones legales al derecho de usar la


fuerza, con o sin la etiqueta de “guerra” (particularmente luego de la
Carta de las Naciones Unidas de 1945).
3. el conjunto de normas imperativas, llamadas ius cogens; es decir
normas de carácter general con mayor fuerza legal que las demás
normas, de las que los Estados no pueden apartarse a través de
acuerdos internacionales. Es decir, que los Estados se encuentran
obligados a abstenerse de acuerdos que se refieran a cuestiones
prohibidas por las normas imperativas, y si a pesar de ello éstos se dan
serán nulos y sin efecto.
Así, el DI presenta dos tipos de normas obligatorias: las normas dispositivas y
las normas imperativas.

Normas dispositivas:
Son aquellas cuyo cumplimiento a priori no es estrictamente obligatorio, porque
los sujetos pueden derogarlas o apartarse de ellas si así lo disponen. Son la
gran mayoría de las normas del DI por respetar la autonomía de la voluntad de
las partes de manera bastante amplia.

Normas imperativas:
Una definición de norma imperativa o ius cogens se encuentra en el art. 53 de
la Convención de Viena de 1969 sobre el derecho de los tratados, que prevé:
“… una norma imperativa de DI general es una norma aceptada y reconocida
por la comunidad internacional de Estados en su conjunto como norma que no
admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma
ulterior de DI general que tenga el mismo carácter”.
La convención establece la nulidad o la terminación de un tratado que no esté
en conformidad con el contenido de una norma imperativa.
De ello puede extraerse como caracteres de las normas imperativas que:
- se trata de normas de naturaleza general, que son aceptadas y
reconocidas por la comunidad de Estados en su conjunto
- no admiten acuerdo en contrario
- limitan la soberanía estatal
- sólo pueden ser modificadas por otra norma imperativa
- su violación acarrea la nulidad y, en su caso, la terminación del tratado.
Sin embargo el problema radica que no existe catálogo definitivo que permita la
rápida identificación de las normas imperativas. Entonces, no es por la forma
sino de la materia a la que se aplica, lo que puede darles su naturaleza de ius
cogens: representan la manifestación normativa del orden público internacional.
Son consideradas imperativas aquellas que prohíben actos que se consideran
intolerables porque representan una amenaza contra la comunidad
internacional y afectan ciertos valores fundamentales.
El incumplimiento sistemático y flagante o manifiesto de las violaciones de
estas normas imperativas del DI hace que las mismas asuman la naturaleza de
violaciones graves.

Las obligaciones erga omnes


El concepto de normas imperativas se encuentra estrechamente vinculado a la
noción de obligaciones erga omnes, concepto introducido por la CIJ, en el fallo
Barcelona Traction, que sugirió que la obligación de no cometer o tolerar la

29
Eunice Carri

discriminación racial tenía un carácter erga omnes y por tanto podía ser
invocado por cualquier Estado. Ello representó un aval de la corte a la
existencia de un ente denominado comunidad internacional.
Las obligaciones erga omnes suponen el reconocimiento de la existencia de
normas sustantivas de carácter fundamental, respecto de las que todos los
miembros de la comunidad internacional tienen un interés legítimo en su
protección. Ello hace que la comunidad internacional tenga derecho a invocar
la responsabilidad de un Estado que cometa una violación. No obstante, es aún
un mundo de virtualidad más que de realidad.
Sostiene Paz Andrés que “en definitiva, este tipo de obligaciones constituye el
plano del derecho subjetivo derivado de toda norma imperativa, en el sentido
de que toda norma de ius cogens se deriva de una obligación erga omnes,
aunque no siempre ocurra así a la inversa”. El estado que infringe una norma
imperativa incurre en responsabilidad internacional respecto del estado frente
al que se incumple la obligación imperativa y respecto de los estados de la
comunidad internacional.

2.- Tratados internacionales: concepto, clasificación. Proceso de codificación, la labor


de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas.

Los tratados pueden ser definidos de manera amplia, según Brótons, como “un
acuerdo escrito entre dos o más sujetos de DI, destinado a producir efectos
jurídicos entre las partes, según las normas del DI, sea cual sea la
denominación que reciba.”

Es un acuerdo de voluntades entre dos o más Estados o un organismo


internacional, que los obliga en virtud del principio de la Pacta Sunt Servanda
(los Tratados deben ser cumplidos).
Los tratados se pueden llamar Tratado, (ejemplo: Tratado de Paz y Amistad de
1984 entre Argentina y Chile), Convención o Convenio, si se firma otro que lo
complemente se llama Protocolo. Se pueden llamar Acuerdo, Pacto (ejemplo:
Pacto de la Liga de las Naciones), Carta (ejemplo: Carta de las Naciones
Unidas, Carta de la OEA), Acta (ejemplo: El Acta de Entendimiento),
Concordatos (que son los que se realizan con la Santa Sede), Compromiso
(acuerdo de un Estado sometido a una cuestión de arbitraje o compromiso
arbitral). En la guerra se llaman Armisticio, que son acuerdos temporarios que
hacen los mandos militares para cesar las hostilidades (es el caso de Corea del
Norte y Corea del Sur, que no han firmado un Tratado de Paz hasta la
actualidad), y por ultimo Los Carteles que los hacen los jefes militares.

A partir de la primera definición, de Remiro Brótons, podemos caracterizar al


tratado internacional:
 debe existir una manifestación de voluntades concordantes;
 tiene que ser formalizado por escrito (puede formalizarse en instrumento
único o dos o más conexos); ello no significa que no puedan contraerse
obligaciones verbales o tácitas, pero sin naturaleza de tratado;

30
Eunice Carri

 celebrado entre sujetos de DI: entes dotados de subjetividad


internacional;
 debe producir efectos jurídicos entre las partes (efectos relativos, es
decir, solo entre las partes, entre los sujetos que los han consentido);
 el tratado se rige por normas de DI;
 el título que se le de es irrelevante (lo decisivo es si los estados
negociadores tuvieron la intención de que el instrumento sea o no
jurídicamente vinculante.

La CvDT en s art. 2.1.a) adopta un concepto restringido de tratados, al


caracterizarlos como “un acuerdo internacional celebrado por escrito entre
Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un instrumento
único o en dos o en más instrumentos conexos y cualquiera sea su
denominación particular”,
Así, limita la aplicación de la Convención a los acuerdos concertados:
- En forma escrita, ya sea en un documento único o en varios conexos
- Entre estados
- Regidos por el DI
- Sin que importe la denominación que reciban.
Y se sigue de que:
- limita el ámbito de validez personal a los celebrados entre estados
- en cuanto a la validez temporal: después de su entrada en vigencia en los
Estados
- respecto a la validez espacial, será obligatorio respecto a la totalidad de los
espacios por los que el Estado es internacionalmente responsable.

Clasificación de los Tratados internacionales

1. Por el número de partes contratantes:


- Tratados bilaterales (dos sujetos)
- Tratados plurilaterales o multilaterales (más de dos).

2. Por su grado de apertura a la participación de otros sujetos:


- Tratados abiertos (de los que puede llegar a ser parte aunque no se
haya intervenido en su proceso de formación)
- Cerrados (quedan restringidos a los participantes originarios, donde la
participación de un nuevo estado supone la creación de un nuevo
acuerdo)
- Semicerrados (otros estados pueden llegar a ser partes, distintos a los
estados originarios)

3. Por la materia objeto del Tratado:


- carácter político, económico, cultural, humanitario, etc.

4. Por su función de creación de obligaciones:


- Tratados-contrato (prevén un intercambio de prestaciones)
- Tratados – ley (intentan crear una norma de carácter general aplicable a
toda la comunidad internacional o a una parte de ella).

31
Eunice Carri

5. Por la naturaleza de los sujetos que participan:


- tratados entre estados,
- entre estados y otros sujetos de DI
- entre otros sujetos de DI

6. Por su duración:
- de plazo determinado (pasado el cual se extinguen)
- de duración indeterminada (salvo denuncia)
- prorrogables (expresa o tácitamente)

7. Por la forma de conclusión:


- tratados concluidos de buena y debida forma (perfeccionamiento exige
un acto de ratificación, previa aprobación partalmentaria y que en
general contienen disposiciones referidas al intercambio o depósito de
instrumentos de ratificación)
- acuerdos concluidos en forma simplificada (obligan en virtud de un acto
distinto de la ratifiacación).

Proceso de codificación

La carta de las UN en su art. 13 señala que la Asamblea General “promoverá


estudios y hará recomendaciones para (…) impulsar el desarrollo progresivo
del derecho internacional y su codificación”. Para esta importante tarea la
AGNU creó un órgano subsidiario: la CDI, que es un órgano técnico codificador
que, bajo la autoridad y el control de la AGNY y en particular de la sexta
comisión (Asuntos Jurídicos), se dedica a la labor de codificación y desarrollo
progresivo del DI, su función principal.
El estatuto de la CDI establece el art. 15, que la expresión codificación del DI
es usada por conveniencia, para expresar la formulación y sistematización más
precisa de reglas de este derecho en aquellas áreas en donde ya existe una
práctica de los estados. Por su parte, la expresión desarrollo progresivo implica
la preparación de anteproyectos de convenciones en materias aún no
reguladas por el DI o en las que no hay suficiente desarrollo del derecho a
través de la práctica de los Estados.
Lo primero a hacer para codificar el derecho consuetudinario consiste en
expresar el contenido de las normas de costumbre en proposiciones
lingüísticas, comprendiendo la sistematización. Codificado, generalmente se
advierten lagunas o ambigüedad en la práctica internacional, por lo que se
intenta completar el derecho consuetudinario regulando las hipótesis no
previstas y optando por una solución determinada, mientras que si es ambigua
o contradictoria la práctica se conoce como desarrollo progresivo.
El art. 16 reserva la iniciativa de desarrollo progresivo a la AGNU, mientras que
el 18 atribuye la de la codificación a la misma CDI, entendiendo que el
desarrollo progresivo atendería a factores más políticos y la codificación a más
científicos y técnicos. Pero la AGNU como la CDI fueron incapaces de
mantener en la práctica la distinción entre desarrollo progresivo y codficación,
por lo que la CDI terminó elaborando un procedimiento único de trabajo.
Sin embargo, la complejidad de la materia o a oportunidad política llevan a la
AGNU a utilizar otras técnicas.

32
Eunice Carri

3.-Convención de Viena de 1969 sobre el derecho de los tratados. Elaboración de los


tratados: fases. Capacidad para celebrar tratados, representación del Estado, formas
de prestar el consentimiento, reservas, depósito, publicación. Entrada en vigor y
aplicación provisional. Eficacia. Interpretación. Modificaciones y enmiendas.
Suspensión, terminación y nulidad.

La Convención de Viena de 1969 sobre el derecho de los tratados fue


suscrita en Viena (Austria) el 23 de mayo de 1969 y entró en vigencia el 27 de
enero de 1980. Fue elaborada por una conferencia internacional reunida en
Viena, sobre la base de un proyecto preparado, por la Comisión de Derecho
Internacional de las Naciones Unidas. Su objetivo fue codificar el derecho
internacional consuetudinario de los tratados y, además, desarrollarlo
progresivamente. Principios Generales del Derecho que menciona la
Convención de Viena: a) Principio de libre consentimiento, b) Principio de la
buena fe, y c) Principio de la Pacta Sunt Servanda: el cual establece que todo
tratado obliga a las partes y deben ser cumplidos de buena fe.

Elaboración de los tratados: fases.

La celebración o formación de tratados es el conjunto de actos mediante los


cuales se concibe, gesta y nace un tratado internacional. Cuando prospera
desemboca en su entrada en vigor.
Si bien el procedimiento puede variar, es posible distinguir un orden
cronológico de dos fases, la inicial (que comprende negociación, adopción y
autenticación del texto) y la final (abarca la manifestación y el
perfeccionamiento del consentimiento).

1. Negociación.
Participación en la elaboración del texto, proponiendo, discutiendo
contrarrestando o aceptando propuestas de cláusulas. Una vez alcanzado un
entendimiento se redacta un texto que será sometido a la adopción y
autenticación.

2. Adopción del texto.


Los representantes de los Estados se ponen de acuerdo y se adopta el texto y
redactan las cláusulas del tratado. Es el acto por el cual los negociadores
expresan su acuerdo sobre dicho texto para consentir su redacción definitiva.
El acto de adopción no equivale al “consentimiento en obligarse por el tratado”.
Se puede adoptar por consentimiento, silencio o consenso.

3. Autenticación (del texto).


Es el acto jurídico formal y solemne mediante el cual los negociadores
certifican que ese texto es auténtico y lo hacen en forma definitiva; es la
manifestación documental de la adopción y atestigua el contenido definitivo.

33
Eunice Carri

No solo se ponen de acuerdo en lo que dice el tratado, además hay que


señalar que es auténtico, y el texto se autentica mediante la firma o rúbrica
puesta por los representantes de los Estados (hay libertad de forma, estos son
métodos residuales). Se puede firmar un tratado ad-referéndum, es decir, a la
firma de una autoridad superior.

4. Manifestación del consentimiento.


Da el comienzo a la fase final, se produce la expresión del consentimiento de
obligarse por un tratado, dando como consecuencia la entrada en vigor del
tratado y su obligatoriedad.
La manifestación del consentimiento es el acto por el que los sujetos expresan
su voluntad de quedar vinculados por el tratado y proceder al cumplimiento de
la obligaciones, hace falta para esto la ratificación, aceptación, aprobación y si
esta vigente la adhesión. Esa manifestación se presume hecha del tratado en
su totalidad, exacto en caso de tratados multilaterales.
Es esencial porque sin ella el tratado no obliga al sujeto.
Hay distintos procedimientos de manifestación, puede ser mediante la firma o
canje de instrumentos en tratados puede ser tomado como señal de
ratificación, esto se hace entre dos Estados solamente, es decir no pueden
superar los dos; o mediante un instrumento separado.
En argentina la aprobación parlamentaria es mediante ley en sentido formal
aunque no material, porque solo tendrá vigor en el plano interno cuando se
produzca el acto de manifestación de consentimiento en el plano internacional
y no desde el momento de la sanción de ley.

Hasta la fase 3, el Estado es contratante, luego es parte. Si el Tratado cumple


con estas 4 fases se denomina Tratado en debida forma. Los que se concretan
con la sola firma se denominan Tratado en forma simplificada.

5. El perfeccionamiento del consentimiento


Es el acto que concluye el procedimiento formativo del tratado y es cuando se
deja constancia en el plano internacional del consentimiento del sujeto en
obligarse. En cuanto a las formas se establece como regla general el principio
de libertad de formas y prevé como formas residuales el canje de instrumentos
donde consta la manifestación del consentimiento, el depósito de los
instrumentos, y la notificación a los estados contratantes o al depositario.

Capacidad para celebrar tratados, representación del Estado, formas de prestar


el consentimiento, reservas, depósito, publicación.

Capacidad para celebrar tratados:


Todos los Estados, por ser soberano, gozan de capacidad para celebrar
tratados
(derivado de su capacidad ilimitada, pero dicha capacidad puede verse limitada
en supuestos determinados:
a) un estado que actúa en representación de otro que, de forma total
o parcial, principal o subsidiaria, entrega su representación al
primero. Aquí el Estado queda obligado por los tratados
estipulados en su nombre por el representante

34
Eunice Carri

b) cuando se produce una transferencia de las competencias


estatales a una entidad superior
c) cuando existe un reconocimiento de capacidad convencional a
entes territoriales y comunidades lingüísticas en aquellos Estados
con estructura compleja o federal
Los sujetos internacionales, en tanto entes colectivos, deben actuar a través de
personas físicas que actúan en condición de órganos.
En cuanto a la capacidad para obligar al Estado por medio de tratados, la regla
general es que representan al Estado a) los provistos de plenos poderes –
documento que emana de autoridad competente de un estado- (representación
expresa) o b) cuando de la práctica u otras circunstancias se deduzca que los
Estados han considerado a la persona como su representante sin necesidad de
plenos poderes (representación tácita).
Si una persona no autorizada realiza un acto de representación del Estado, el
mismo pude surtir efectos si es posteriormente confirmado por el Estado en
cuya representación se había considerado actuar. Sino, será nulo.
En Argentina, la CN establece que los órganos autorizados para son el PE y el
PL, por lo que la celebración de los tratados es un acto complejo y
orgánicamente federal. La Cn también prevé que las provincias podrán celebrar
convenios internacionales mientras sean compatibles con la política exterior de
la Nación y no afecten las facultades delegadas.
La capacidad de celebrar tratados también puede predicarse respecto de otros
sujetos de DI de carácter estatal, como grupos beligerantes, insurrectos y
gobiernos en exilio mientras sean reconocidos por terceros como sujetos de DI
con capacidad, los pueblos y movimientos de liberación nacionales, y otros
sujetos atípicos como la Santa Sede. En el caso de las OI, con subjetividad
secundaria, su capacidad dependerá de las reglas de organización.

Representación del Estado.


Representantes: se considerara así a una persona que presente plenos
poderes que acrediten su representación o si se deduce de la práctica seguida
por los Estados o de otra circunstancia que esa persona representa al Estado.
Hay casos en que los representantes no hace falta que presenten plenos
poderes, y es cuando los tratados son celebrados por: a) El Jefe de Estado, b)
El Jefe de Gobierno, y c) Los Ministros de Relaciones Exteriores.
No tienen que presentar plenos poderes, los representantes acreditados, ante
una conferencia y una organización internacional para la adopción de un
tratado ante la conferencia u organización internacional.

Formas de prestar el consentimiento.


El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado podrá manifestarse
mediante la firma, el canje de instrumentos que constituyan un tratado la
ratificación, la aceptación, la aprobación o la adhesión, o en cualquier otra
forma que se hubiere convenido.

Reservas.
El consentimiento puede manifestarse en forma plena (sobre la totalidad) o
parcial, excluyendo al aplicación de determinadas cláusulas del tratado (con
reservas), a menos que el tratado las prohíba,

35
Eunice Carri

Las reservas implican un conflicto entre dos objetivos deseables en las


negociaciones internacionales: el deseo de una participación más amplia y la
necesidad de mantener la consistencia y uniformidad en la creación de esas
obligaciones internacionales.
Su fundamento teórico consiste en que si la soberanía estatal permite a un
Estado lo más debería permitir lo menos, facilitando instrumentos para solución
de problemas internos. Esta institución no suele ser de aplicación en tratados
bilaterales, porque aquí se renegociaría o daría por terminada la negociación.

Una reserva es una declaración unilateral, formulada por escrito, cualquiera


sea su enunciado o denominación, hecha por un Estado al firmar, ratificar,
aceptar o aprobar un tratado o adherirse al mismo, con objeto de excluir o
modificar los hechos jurídicos de ciertas disposiciones de un tratado en su
aplicación a ese Estado. A ello se le agrega que la reserva puede ser hecha
por una organización internacional y que puede efectuarse cuando un Estado
hace una notificación de sucesión en un tratado.

El Estado no podrá hacer reservas: a) Cuando la reserva que quiere hacer este
prohibida por el tratado, b) Cuando sea incompatible con el objeto y fin del
tratado y c) Cuando el Estado quiere ejecutar alguna que el tratado prohíba.

Su régimen permite distinguir tres momentos: la formulación, la aceptación /


objeción, y la retirada de reservas.
En la formulación, la regla general es que todo sujeto contratante puede
realizar reservas que considere pertinentes de conformidad con lo previsto en
el tratado, en la aceptación y objeción de la reserva por otros estados partes se
establece el principio de libertad para aceptar u objetar las reservas formuladas
(si están autorizadas no requieren ulterior aceptación pero pueden ser
objetadas, pero las prohibidas expresa o implícitamente son nulas). En cuanto
a la retirada de reservas u objeciones, la regla general es que pueden ser
retiradas en cualquier momento por escrito, y surten efecto con la notificación.

Los efectos de las reservas son relativos porque solo producen efectos ntre las
partes, sin modificar el tratado para otros estados.

Depósito, publicación.
La designación del depositario de un tratado podrá efectuarse por los Estados
negociadores en el tratado mismo o de otro modo. El depositario podrá ser uno
o más Estados, una organización internacional o el principal funcionario
administrativo de tal organización.
Salvo que el tratado disponga o los Estados contratantes convengan otra cosa
al respecto, las funciones del depositario comprenden en particular las
siguientes: a) Custodiar el texto original del tratado y los plenos poderes que se
le hayan remitido, b) Extender copias certificadas conformes del texto original y
preparar todos los demás textos del tratado en otros idiomas que puedan
requerirse en virtud del tratado y transmitirlos a las partes en el tratado y a los
Estados facultados para llegar a serlo, c) Recibir las firmas del tratado y
custodiar los instrumentos, notificaciones y comunicaciones relativos a éste, d)
Examinar si una firma, un instrumento o una notificación o comunicación
relativos al tratado están en debida forma y, de ser necesario, señalar el caso a

36
Eunice Carri

la atención del Estado de que se trate, e) Informar a las partes en el tratado y a


los Estados facultados para llegar a serlo de los actos, notificaciones y
comunicaciones relativos al tratado, f) Informar a los Estados facultados para
llegar a ser partes en el tratado de la fecha en que se ha recibido o depositado
el número de firmas o de instrumentos de ratificación, aceptación aprobación o
adhesión necesario para la entrada en rigor del tratado, g) Registrar el tratado
en la Secretaría de las Naciones Unidas, h) Desempeñar las funciones
especificadas en otras disposiciones de la presente Convención.
Los tratados, después de su entrada en vigor, se transmitirán a la Secretaria de
las Naciones Unidas para su registro o archivo e inscripción, según el caso, y
para su publicación.

Entrada en vigor y aplicación provisional.

La entrada en vigor es el momento en que un tratado adquiere plena eficacia,


es obligatorio, y por tanto susceptible de aplicación. Se dejan de ser estados
contratantes para ser estados partes.
La regla general es que entra en vigor de acuerdo a la voluntad de las partes:
de la manera y en la fecha que en el se disponga o que acuerden los Estados
negociadores. A falta de tal disposición o acuerdo, el tratado entrara en vigor
tan pronto como haya constancia del consentimiento de todos los Estados
negociadores en obligarse por el tratado.
Cuando el consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se haga
constar en una fecha posterior a la de la entrada en vigor de dicho tratado, este
entrará en vigor con relación a ese Estado en dicha fecha, a menos que el
tratado disponga otra cosa.
Las disposiciones de un tratado que regulen la autenticidad de su texto, la
constancia del consentimiento de los Estados en obligarse por el tratado, la
manera o la fecha de su entrada en vigor, las reservas, las funciones del
depositario y otras cuestiones que se susciten necesariamente antes de la
entrada en vigor del tratado se aplicarán desde el momento de la adopción de
su texto.
Entonces, existen diversos modos en que un tratado puede entrar en vigor:
- en una fecha especificada en el tratado
- a partir de la firma de ambos o todos los estados, común para estados
bilaterales que no necesitan aprobación parlamentaria ni nueva
legislación
- con la ratificación de ambos o todos los estados
- condicionada a la ratificación por parte de ciertos estados especificados
- a partir del intercambio de instrumentos de ratificación (bilaterales)
- con la notificación por parte de cada estado al otro sobre el cumplimiento
de sus requisitos constitucionales
- en el caso de un tratado constituido por un intercambio de notas, en la
fecha de la nota de respuesta.
-
Un tratado o una parte de él se aplicará provisionalmente antes de su entrada
en vigor: a) Si el propio tratado así lo dispone o b) Si los Estados negociadores
han convenido en ello de otro modo.

37
Eunice Carri

La aplicación provisional de un tratado es la ejecución de los tratados o de


algunas de sus disposiciones antes de su entrada en vigor, normalmente, a
partir de la fecha de autenticación del texto o inmediatamente posterior a ella.
La entrada de la aplicación provisoria será determinada por la voluntad de los
negociadores, o por notificación. Terminará si éste notifica a los Estados entre
los cuales el tratado se aplica provisionalmente su intención de no llegar a ser
parte en el mismo, a menos que el tratado disponga o los Estados
negociadores hayan convenido otra cosa al respecto.
El objetivo que se persigue con la aplicación provisoria es evitar la lentitud del
proceso interno de formación de voluntad.
El peligro que existe es que sea utilizada para evitar el preceptivo control
parlamentario, por tanto tiene limites a su uso, como tratarse de un recurso
excepcional, no puede usarse en situaciones irreversibles, ni cuando se
vulneren derechos reconocidos, etc.

Eficacia.

El principio pacta sunt seranda (los tratados deben ser cumplidos) es


considerado esencial para determinar el carácter vinculante de los tratados,
confiando cada parte en el cumplimiento. “todo tratado es vinculante para las
partes a la misma y debe ser cumplido por ellas de buena fe”.
Una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como
justificación del incumplimiento de un tratado. Por tanto si se requiere una
nueva legislación o modificaciones a la legislación vigente, el estado debe
garantizar que se haya hecho al momento de entrada en vigor.

Interpretación de los tratados.

La interpretación de las normas internacionales persigue como objetivo


descifrar la voluntad de compromiso de las partes; sus reglas se encuentran
codificadas en los arts. 31 a 33 de la CvDT.
La regla general (art. 31) es que un tratado deberá interpretarse de buena fe,
conforme al sentido ordinario de sus términos, dentro de su contexto y a la luz
de su objeto y fin. La norma prevé 3 criterios de interpretación que se aplican
en condiciones de igualdad:
1. el textual (o gramatical), que comprende tanto el sentido ordinario de los
términos como el sentido especial que se les haya querido dar
(interpretaciones auténticas)
2. el contextual (o histórico – práctico) que considera las circunstancias que
rodearon a la celebración del tratado, así como las ulteriores al mismo
3. el teleológico, que tiene en cuenta el objeto y fin del tratado, uno de
cuyos principios fundamentales es del efecto útil, que significa que la
interpretación dará sentido y afectará a todos los términos del tratado
(no puede adoptarse una interpretación que reduzca cláusulas o
párrafos enteros a la redundancia o la inutilidad).
Asimismo la interpretación tiene que ser realizada de buena fe y respetando el
principio que implica escoger –entre varias interpretaciones posibles- aquella

38
Eunice Carri

que parezca la más conforme a las exigencias de justicia en las circunstancias


del caso.
El art. 32 se refiere a los medios complementarios de interpretación, como los
trabajos preparatorios, circunstancias de celebración de tratados, etc., a los
que podrá acudirse para confirmar el sentido resultante de la aplicación de la
regla general, o determinar el sentido cuando la aplicación de la regla general
deje ese sentido ambiguo, oscuro, o el resultado sea manifiestamente absurdo
o irrazonable. Pero estos medios no pueden contradecir la interpretación
obtenida por la regla general
El art. 33 hala de los tratados autenticados en más de una lengua,
prevaleciendo lo dispuesto por las partes y presumiendo que los términos
tienen idéntico sentido, procurando conciliar los textos discrepantes atendiendo
a su objeto y fin.

Modificaciones y enmiendas.

Una enmienda o modificación de un tratado es un cambio que afecta a su letra


y su espíritu, Antes se usaba el término revisión.
La diferencia entre modificación y enmienda consiste en que la enmienda es un
proceso de revisión abierto a todos los estados contratantes, mientras que la
modificación está reservada sólo a un grupo de ellos.

Enmienda;
La regla general es que la enmienda se usa para todos los cambios
introducidos en las cláusulas del tratado (bilaterales y multilaterales), con la
única condición que sea por acuerdo entre las partes. El procedimiento, salvo
que se estipule otra cosa, será el mismo que el que se usa para la celebración
de los tratados y su entrada en vigor.
Las enmiendas pueden ser de tipo parcial (enmiendas stricto sensu) o de tipo
total (en el caso de sucesión de los tratados).
El régimen supletorio, en ausencia de normas expresas, estipula que debe
darse derecho de participación de todos los contratantes y existe la obligación
de notificar la propuesta de enmienda a todos los Estados. Las partes tienen
libertad de aceptar o rechazar las enmiendas. Todo Estado parte en el tratado
original podrá serlo del tratado enmendado. Los efectos son inter partes:
a. antes de su entrada en vigor, se aplican a quienes aceptaron las
enmiendas
b. después de su entrada en vigor, a aquellos Estados que no se han
opuesto.
Hay 2 límites (implícitos):
a. que no afecten a las otras partes ni al cumplimiento de obligaciones
b. que no afecten a una disposición cuya modificación sea incompatible
con la consecuencia efectiva del objeto y el fin del tratado en su
conjunto.
Respecto a la obligatoriedad del tratado anterior, no enmendado, y la del nuevo
acuerdo, es que los estados que no prestaron su consentimiento seguirán
rigiéndose por el anterior, y los que sí lo presten por el nuevo –excepto para
con los Estados que no lo han aceptado, rigiéndose por el no enmendado.

39
Eunice Carri

Modificación:
Dos o más partes de un tratado multilateral pueden modificarlo concluyendo
otro que reglamente sus relaciones mutuas.
- la posibilidad de modificación debe estar prevista en el propio tratado, o
no estar prohibida por él
- no debe afectar los derechos u obligaciones de las demás partes
- no debe ser incompatible con el objeto y el fin del tratado
- las partes interesadas deben notificar a las demás la intención de
celebrar el acuerdo y la modificación del tratado que en el acuerdo se
disponga

Suspensión, terminación y nulidad.

Existen determinadas situaciones que ponen de relieve que el tratado ha


entrado en crisis. El tratado se ve afectado por causas que determinan su
nulidad, suspensión de su aplicación, o eventualmente su terminación, que
replican entre los estados partes. Por ello, hay condiciones que tratan de
reducir los posibles efectos, como:
- lista cerrada de causas de nulidad, suspensión y terminación
- tipificación estricta
- limitación de capacidad para invocarlas, y admisión de sanación
- no se reconoce efectos inmediatos a quien invoca las causas
- limitación de efectos por el principio de divisibilidad
- se prevén obligaciones de forma y se facilita su revisión
- promoción de la preferencia de suspensión frente a la terminación
- se salvan las normas de DI general del tratado afectado

Nulidad:
Las causas son según afecten:
a. la competencia para expresar la voluntad del sujeto (violación del
derecho interno sobre competencia para celebrar el tratado, o
inobservancia de restricción específica)
b. la validez del consentimiento (error, dolo, corrupción del representante,
coacción sobre el representante)
c. la sanción de un crimen internacional (coacción sobre estado por
amenaza o por uso de la fuerza)
d. la licitud del objeto (oposición al ius cogens)
Los efectos se distinguen según sean causas de nulidad absoluta, en las que
no caben la confirmación o convalidación del tratado nulo, y las causas de
nulidad relativa que supone una causa que puede ser subsanada por un
acuerdo expreso.
En las causales de nulidad absoluta la legitimación para invocarla es de tipo
general (cualquier sujeto del tratado), mientras en la relativa es particular. La
nulidad absoluta afecta a todo el tratado, la relativa es parcial. Temporalmente,
el tratado es nulo ab initio: los efectos son retroactivos.

Terminación:
Puede darse por acuerdo de las partes o al margen del acuerdo de las partes.
Por acuerdo de las partes:

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Eunice Carri

- conforme a las disposiciones del tratado (cláusulas de duración, etc)


- acuerdo posterior de las partes, de manera expresa o implícita (ej: otro
tratado sobre igual materia)
Si es al margen del acuerdo de las partes, puede ser por:
- denuncia no motivada (un tratado no contiene disposiciones sobre su
terminación ni prevé la denuncia, y consta de la intención del as partes
de admitirla por la naturaleza del tratado
- violación del tratado (acto ilícito que genera responsabilidad
internacional del Estado)
- imposibilidad de cumplimiento (imposibilidad sobrevenida y de carácter
definitivo e irreversible)
- cambio fundamental de las circunstancias (causal de carácter
excepcional)
- oposición del tratado con una nueva norma imperativa del DI general
- disminución del número de partes por debajo del necesario para su
entrada en vigor (se pone de entredicho la satisfacción del objeto / fin del
tratado o si derivada en imposibilidad de cumplimiento)
- ruptura de relaciones diplomáticas o consulares
Los efectos de la terminación del tratado dependen del tipo de causa. Si es por
acuerdo de partes los efectos serán por ellas convenidos aunque hay un
régimen supletorio; y la legitimación para invocarla, por regla general,
corresponde a la parte afectada excepto se trate de normas ius cogens.
La terminación se aplicará a la totalidad del tratado si se trata de una denuncia
prevista en el tratado o no motivada por ius cogens superveniente. En los
demás supuestos rige el principio de divisibilidad si es decidida por todas las
partes, excepto el infractor.
Temporalmente los efectos son ex nunc, es decir a partir del momento de la
causa, respetando obligaciones o situaciones jurídicas previamente creadas
por las partes (excepto ius cogens superveniente).

Suspensión:
Es el cese provisional en la observancia como consecuencia originada con
posterioridad a la conclusión del tratado; es una solución menos radical que la
terminación, aunque las causas son las mismas:
1. por acuerdo de las partes:
- conforme a las disposiciones del tratado
- por acuerdo posterior de las partes
- suspensión relativa
2. al margen del acuerdo de las partes:
- extrínsecas:
a) violación grave
b) imposibilidad de cumplimiento
c) cambio fundamental en circunstancias existentes
- no extrínsecas
d) conflicto armado
- otras:
e) ruptura de relaciones diplomáticas y consulares
La suspensión produce el cese provisional de los efectos de los tratados: las
partes están eximidas de observar las disposiciones del tratado mientras se
suspende, pero surge la obligación específica – debido a su naturaleza

41
Eunice Carri

temporal- de la exigencia de no realizar actos que impidan u obstaculicen la


reanudación de la aplicación del tratado. Deja de producir efectos pero
permanece en vigor.

Procedimiento de verificación de nulidad, terminación y suspensión:


Es el mismo procedimiento que consta de los siguientes pasos:
1. notificación por escrito de la pretensión a las demás partes, señalando
causas y razones. Es un documentos solemne
2. debe esperarse un plazo (entre tres y doce meses) para procurar
encontrar una solución
Estas situaciones deben entenderse con carácter excepcional y restrictivo.

4.- Concordatos: definición, elementos.

Un concordato es un acuerdo entre la Iglesia Católica (Santa Sede) y


un Estado para regular las relaciones entre ellos, en materias de mutuo interés.
Es un instrumento jurídico mediante el cual la Iglesia y el Estado pretenden
reglamentar sus relaciones mutuas en las múltiples materias en que están
llamados a converger. Es su finalidad garantizar la autonomía y la libertad de
acción de cada una de las partes, así como también instaurar entre las dos
autoridades llamadas por diversos títulos a regir a los mismos individuos, un
régimen de concordia y colaboración que sea provechoso, no sólo para las
personas que de él se beneficien, sino también para la religión y la propia
sociedad civil.
El recurso a este instrumento nació de la comprobación hecha, tanto por la
autoridad eclesiástica como por el poder civil, de la necesidad en que se veían
de entenderse entre sí con vistas a arreglar sus problemas comunes de
manera satisfactoria y duradera.
Según Rafael Conde y Luque, algunos han pretendido entender al concordato
como un privilegio concedido por la Iglesia a determinados Estados; otros que
no es más que una ley establecida por el Estado, ni más ni menos que otra ley
cualquiera; y otros dicen que es un verdadero tratado internacional. Estos
autores entienden que es un verdadero tratado internacional por cuanto la
Iglesia como el Estado son dos poderes independientes.
Tienen naturaleza jurídica de tratados internacionales, porque las partes
contratantes son sujetos de Derecho Internacional público que actúan en pie de
igualdad y surgen como fuente en el orden de la sociedad internacional, lo que
es conforme con una de las doctrinas fraguadas en la moderna teoría
concordatoria, hoy mayoritaria y casi de unánime aceptación. Quedan
superadas, por consiguiente, las concepciones estatalista -que los tenía por ley
civil, originariamente unilateral- y curialista -que los consideraba un privilegio
concedido por la Iglesia al Estado-; no por ello puede desconocerse que el
concordato es un tratado internacional peculiar por ser siempre una de sus
partes la Santa Sede, lo que delimita el posible contenido material de sus
preceptos.
De tal naturaleza -reconocida por la jurisprudencia se sigue que en cuanto a la
forma de celebración, sus efectos, su interpretación y su extinción, habrá que

42
Eunice Carri

estar a las normas del Derecho Internacional.


En cuanto al contenido, en el tiempo presente, tiende a ser la fijación del
estatuto jurídico de la Iglesia en el Derecho del Estado parte, por razón de la
secularización y la preponderancia efectiva del poder civil sobre el poder
eclesiástico.

5.- Costumbre internacional: concepto, formación, elementos constitutivos,


clasificación, prueba. Teoría de la costumbre instantánea. Relación entre costumbre
y tratado

Concepto.

Es la práctica común y reiterada de la conducta de los sujetos internacionales,


y aceptada por éstos como derecho, con la convicción que su cumplimiento
satisface un deber jurídicamente exigible, transformándose en obligatoria como
regla de derecho.
El art. 38 del estatuto de la CIJ prevé que deberá, para resolver sus
controversias, aplicar “la costumbre internacional como prueba de una práctica
generalmente aceptada como derecho”.
Así, entonces, la costumbre puede ser definida como una norma resultante de
una práctica general, constante, uniforme y duradera, llevada a cabo por los
sujetos de DI y realizada con la convicción de ser jurídicamente obligatoria.

Formación.

Mediante las múltiples manifestaciones del comportamiento de los Estados,


ejemplo: actos internos, actos internacionales, leyes internas, etcétera.
El mero hecho de repetición de un comportamiento internacional en un sentido
particular no es suficiente en sí mismo para crear una norma, sino que se
requiere de un elemento adicional además de dicha práctica habitual: el
elemento psicológico conocido como la opinio iuris sive necessitatis (opinión en
cuanto a la ley o por necesidad.
En resumen, se necesitan dos elementos:
1. una práctica internacional o usus (elemento material)
2. que se realiza con conciencia de su obligatoriedad u opinio iuris
(elemento formal o psicológico)

Elementos constitutivos.

a. Elemento material: una práctica se constituye por la repetición constante de


ciertas conductas de los sujetos del Derecho Internacional, llevada a cabo
de manera general, constante, uniforme y duradera en el tiempo. Pueden
ser acciones u omisiones.
- práctica general: seguida por un número amplio y representativo de
sujetos, exigiendo consenso aunque no unanimidad ni universalidad

43
Eunice Carri

- práctica constante y uniforme: ante situaciones similares, los sujetos de


DI adoptan una postura idéntica y no contradictoria
- práctica duradera en el tiempo
b. Elemento psicológico: es necesario que el elemento material sea
acompañado de una convicción de que es obligatoria; realizada por los
sujetos de DI con el convencimiento de que responden a una obligación
jurídica (diferencia con los usos y reglas de cortesía).

Clasificación.

a. Positivas (que imponen un hacer, llevar a cabo una acción) y Negativas


(imponen un no hacer, una abstención).
b. Universales (conforman el Derecho Internacional General) y Particulares (se
clasifican en Regionales: ejemplo: el derecho de asilo diplomático en
América latina, que es por cuestiones políticas. Bilaterales: son las que se
dan entre dos países, ejemplo: la servidumbre de paso que había en la India
para que los portugueses pudieran pasar por los diferentes caminos que
tenían).

 Costumbres generales o universales.


o Tienen ámbito universal y obligan en principio a todos los
Estados, salvo que se hayan opuesto a la misma en su período
de formación de manera inequívoca y expresa (regla de la
objeción persistente). Por tanto, el litigante que se oponga a que
le sea aplicada una costumbre general habrá de probar que la ha
rechazado en el período de formación, recayendo sobre él la
carga de la prueba.
 Costumbres particulares
o Costumbres regionales. Son aquellas que han nacido entre un
grupo de Estados con características propias. Cabe hablar de
ellas, por ejemplo, en el ámbito de Iberoamérica o en el de la
Unión Europea. Las referidas costumbres, en el caso de un litigio
internacional, habrán de probarse por la parte que las alega.
o Costumbres locales o bilaterales. Su ámbito de aplicación es más
reducido que el de las anteriores, pudiendo afectar solamente a
dos Estados. En este caso podemos hablar de una costumbre
bilateral.

Prueba. Teoría de la costumbre instantánea.

La práctica es la conducta que se da en el mundo de los hechos. La norma


consuetudinaria es la que surge de una práctica cuando ésta es aceptada
como derecho. Resulta claro que la costumbre no es prueba de nada, más
bien, una práctica puede ser una de las pruebas para demostrar que existe una
costumbre basada en esa práctica.

a) Costumbres Generales:
La carga de la prueba corresponde al Estado que niegue su aplicación, ya que
la Costumbre General obliga a todos los Estados, salvo que se hayan opuesto
a la misma en el período de formación de forma expresa. Por tanto, dicho

44
Eunice Carri

Estado deberá probar : bien que se ha opuesto expresamente a ella en el


período de gestación, o bien que no pudo oponerse porque no ha participado
en su formación.
b) Costumbres Particulares:
En las Costumbres tanto Regionales como Bilaterales, la carga de la prueba se
invierte, es decir, el Estado que alega frente a otro una Costumbre Particular
viene obligado a demostrar que éste último ha contribuído con sus actos al
nacimiento de la regla consuetudinaria Regional o Bilateral. (CASO HAYA DE
LA TORRE)

Costumbre instantánea, en las que el tiempo necesario de una práctica para


convertirse en costumbre es muy inferior al usual o es nulo. Esta teoría no ha
sido muy seguida por la doctrina, pero ha tenido repercusión en las fuentes del
derecho y en la génesis del soft law: normas que tienden a ser imperativas pero
todavía no lo son.
En el fondo el tema de la costumbre llamada instantánea ha puesto el acento
en el elemento subjetivo, como elemento imprescindible a partir del cual se
llega antes o después a la constatación de la norma consuetudinaria. Sin
embargo, lo que ocurre en este caso no es que la práctica carezca de
relevancia sino que no es anterior al elemento psicológico. Es coincidente y
contemporánea con él.

Relación entre costumbre y tratado.

a. Efecto declarativo: cuando la costumbre internacional ya existe y es


plasmada en un tratado internacional.
Una costumbre ya existente que es recogida y declarada en un convenio codificador de ámbito
multilateral, con el efecto general de precisarla y sistematizarla por escrito, además de servir
como prueba suficiente de la presencia del elemento espiritual (opinio iuris) imprescindible para
determinar la existencia de dicha costumbre. El elemento clave de este efecto lo constituye la
adopción y posterior entrada en vigor del tratado: desde ese momento, un determinado
contenido de conducta rige simultánea y paralelamente en el plano consuetudinario (para los
Estados que han seguido cierta práctica concordante con ese contenido de conducta) y en el
convencional (para los Estados parte en el tratado que declara la norma consuetudinaria)
.
b. Efecto cristalizador: cuando el tratado internacional es el punto final del
nacimiento de una norma consuetudinaria.
Este efecto se distingue por la existencia de una norma consuetudinaria en vías de formación,
que logra cristalizar formalmente en virtud de un acto suficientemente relevante, ya sea:
- La adopción de un tratado multilateral que recoja el mismo contenido de conducta
objeto de la práctica consuetudinaria anterior al tratado.
- Cualquier otra prueba o manifestación de su aceptación general por los Estados
participantes en un proceso codificador, aunque dicha aceptación no tenga rango
normativo.
En este supuesto, la norma así cristalizada obliga en el plano consuetudinario a todos los
Estados que no se hayan opuesto expresamente a la misma, y en el plano convencional a
todos los Estados parte en el tratado o participantes en el proceso codificador.

c. Efecto constitutivo o generador: cuando un tratado internacional es el punto


de partida de una costumbre, se denomina esto, desarrollo progresivo del
Derecho Internacional.
Este efecto se caracteriza porque ciertas disposiciones de un tratado se convierten en modelo
de la conducta subsiguiente de los Estados en el plano consuetudinario, dando lugar a una
norma de DI consuetudinario si la práctica posterior es suficientemente constante y uniforme.

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Eunice Carri

Es preciso que se cumplan ciertos requisitos:


- La regla convencional que origina el proceso debe tener carácter normativo, es decir,
debe ser una regla general válida para un número indeterminado de situaciones de
hecho idénticas o análogas, o, al menos, debe poseer la capacidad necesaria para
constituirse en una norma general porque su contenido de conducta así lo permita.
- La práctica posterior debe ser general, uniforme y constante en el mismo sentido de la
disposición convencional invocada.
El elemento clave de este efecto radica en la práctica subsiguiente al tratado de los Estados no
parte, cuya conducta será determinante en la formación de la costumbre por no estar obligados
en principio a comportarse en el sentido que invocan las disposiciones convencionales; en el
bien entendido que, en este supuesto, el silencio de los terceros Estados no podrá interpretarse
nunca como una aquiescencia o aceptación tácita de dichas disposiciones convencionales, tal
como ocurre en el proceso normal de formación de las normas consuetudinarias.

6.- Principios generales del derecho: concepto, clasificación, relación con las demás
fuentes.

Los principios generales del Derecho son los enunciados normativos más
generales que, a pesar de no haber sido integrados formalmente en
el ordenamiento jurídico, se entiende que son parte de él, porque sirven de
fundamento a otros enunciados normativos particulares, o bien recogen de
manera abstracta el contenido de un grupo de ellos.
Estos principios son utilizados por los jueces, los legisladores, los creadores
de doctrina y por los juristas en general, sea para integrar derechos legales o
para interpretar normas jurídicas cuya aplicación resulta dudosa.
Cuando se estaba redactando el estatuto, hubo preocupación por la posibilidad
de que se encontraran cuestiones no reguladas por ningún tratado o norma
consuetudinaria, lo cual resulta totalmente indeseable, y por ello se reconoce la
posibilidad de tomar “los principios generales del derecho reconocidos por las
naciones civilizadas”.
Hace referencia a los principios de origen nacional, los reconocidos en
ordenamientos jurídicos de los Estados, que en su mayoría son del campo
procesal. Su utilización es supletoria en el campo internacional.

Clasificación, relación con las demás fuentes.

Principios generales del derecho interno reconocidos por los Estados


civilizados: el artículo 38 de la Corte Internacional de Justicia establece:
“deberá aplicarse los principios generales del derecho reconocidos por las
naciones civilizadas”, estos son:

 Pacta Sunt Servanda.


 Orden público.
 Derechos adquiridos.
 Enriquecimiento sin causa.
 Ley posterior deroga ley anterior.
 Cosa juzgada.

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Eunice Carri

 Ne bis in idem (nadie podrá ser procesado, ni sancionado más de una


vez por un mismo hecho).

Principios generales del derecho internacional: son reglas consuetudinarias que


surgen de la relación de los Estados que solo serán fuentes del Derecho
Internacional en la medida de que estos principios se transformen en
costumbre internacional, entre los cuales podemos mencionar:

 El principio de respeto mutuo entre estados.


 El principio de identidad.
 El principio de libertad en los mares.
 El principio de solución pacífica de las controversias.
 Principio de autodeterminación de los pueblos.
 Principio del respeto internacional a los DDHH.

7.- Jurisprudencia y doctrina, concepto, función y valor. La equidad.

Las decisiones judiciales y la doctrina son otra fuentes del DI, que son los
pronunciamientos de tribunales internacionales, nacionales, y laudos arbitrales
por una parte; y la opinión de prestigiosos juristas por otra.

Jurisprudencia:
Existe un debate doctrinario acerca el valor normativo de la jurisprudencia –es
decir, de sus funciones-; hay quienes interpretan que la función de los jueces
es aplicar el derecho preexistente, y quienes sostienen que es una fuente
autónoma de Di que crea derecho. Esta última posición ha sido rechazada por
la CIJ por contradecir el principio de consensualismo.
Una posición más razonable entiende que el juez internacional busca la norma
ya creada pero al aplicarla determina su contenido de forma más o menos
discrecional.
Por la CIJ y nuestro derecho, la mayoría entiende entonces que no podemos
definirla como una fuente formal de nuestro derecho en sentido estricto, porque
el artículo 38 atribuye a la jurisprudencia la característica de “medio auxiliar
para la determinación de las reglas del derecho”.

Doctrina
Es la opinión de los publicistas en la materia, que se manifiesta en forma
individual, mediante trabajos o colectiva a través de debates. Su misión es de
servir para dar fe de la existencia de determinadas costumbres internacionales
y tiene un papel relevante por el valor documental.
Se trata de una fuente que tuvo importancia considerable en los primeros
momentos de desarrollo del DI, pero que ha cedido su lugar a las decisiones
judiciales, aunque se continúan citando como fundamento de apoyo a las
pretensiones de los sujetos en controversias.

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Eunice Carri

La equidad
Justicia, imparcialidad en un trato o un reparto. El artículo 38 inciso 2 del
Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, la habilita para fallar “ex aequo et
bono” (equidad) siempre y cuando las partes así lo establezcan.
Fallando por equidad se estaría resolviendo una controversia solo teniéndola
en cuenta, y obviando las normas del Derecho Internacional, eventualmente
aplicables.
Cuando se habla de decidir un litigio ex aequo et bono es, por definición,
decidir de otra manera que conforme con el derecho aplicable: decidir
simplemente lo que al juez o árbitro le parezca la solución más justa en las
presentes circunstancias; poder que sólo tiene la Corte cuando las partes están
de acuerdo con ello, y siempre que las decisiones estén en conformidad con el
derecho vigente (y las demás fuentes).
Las nociones de la aplicación de “los principios de equidad” o de alcanzar un
“resultado equitativo” han jugado un papel importante en el campo
especializado de la delimitación marítima, en las decisiones judiciales y
arbitrales, etc. Generalmente desempeñan un rol moderador, cuando la
aplicación rigurosa de las normas aceptadas de la ley conduce a un resultado
que parece injusto.
¿Puede la equidad convertirse en fuente formal del DI? Esto tiene poco apoyo.
Dice Thirlway que probablemente la equidad puede ser considerada como uno
de los principios básicos que rigen la creación y el cumplimiento de las
obligaciones jurídicas, pero no en si misma una fuente de obligaciones donde
no existiría de otro modo.

L8.- Actos unilaterales, concepto, naturaleza jurídica, clasificación. Vinculación con


otras fuentes. Estoppel.

El art. 38 no considera los actos unilaterales ni a las resoluciones de


organizaciones internacionales como fuentes del DI. Sin embargo la doctrina
mayoritaria considera que esta disposición es meramente enunciativa –y no
taxativa- lo que abre las puertas a otras fuentes que responden, en todo caso,
a la evolución de las relaciones internacionales. Así, el art. debe interpretarse
de forma dinámica.

Se considera acto jurídico unilateral del Estado a la manifestación de voluntad


de un solo sujeto del derecho internacional, cuya validez no depende prima
facie de otros actos jurídicos y que tiende a producir efectos –creación,
modificación, extinción o conservación de derechos y obligaciones- para el
sujeto que la emite y para terceros, en determinadas circunstancias.

La práctica internacional nos demuestra la existencia de actos unilaterales de


los Estados que producen efectos jurídicos obligatorios con independencia de
otros actos.
Pastor Ridruejo entiende que no crean normas generales sino obligaciones
particulares para el Estado del que emanan, pero que tienen cabida en la teoría

48
Eunice Carri

de las fuentes del DI. Por su parte, Suy los caracteriza por los siguientes
rasgos:
- emanan de un solo sujeto de DI
- no dependen para ser eficaces de ningún otro acto jurídico
- no producen nunca obligaciones para terceros
- producen efectos jurídicos obligatorios y exigibles párale Estado del que
emana el acto.
Barberis agrega que el acto unilateral debe ser regido por el derecho de
gentes.
La producción de efectos jurídicos está condicionado por los requisitos de:
- capacidad (órgano del cual emana el acto, que debe tener facultad para
obligar al Estado en el plano internacional)
- forma (de manifestación de voluntad del Estado, debe ser pública,, sin
importar si es verbal o escrita, y debe ser hecha en términos claros y
específicos)
- consentimiento (el estado del que emana el acto unilateral debe querer
realmente comprometerse)

Algunos actos jurídicos en particular, como la notificación, el reconocimiento, la


protesta, la renuncia y la promesa unilateral producen efectos jurídicos por sí
mismos:
- la notificación: pone en conocimiento de un tercero un hecho, situación,
acción o documentación del que pueden derivar efectos jurídicos (y no
podrá alegarse desconocimiento)
- el reconocimiento: manifestación de la voluntad de aceptar las
consecuencias jurídicas de un determinado hecho o situación creada por
otro sujeto de DI y su consecuente imposibilidad de desconocimiento
posterior
- la protesta: implica el no reconocimiento por parte de un Estado de un
derecho de otro Estado y significa reserva del propio, salvaguardando
así sus derechos violados o amenazados
- la renuncia: un Estado declina ejercer un cierto derecho o ventaja;
manifestación de la voluntad dirigida a no hacer valer una pretensión
jurídica o un derecho
- la promesa unilateral: es la manifestación de la voluntad de un Estado
encaminada a observar un determinado comportamiento de hacer o de
no hacer respecto de una situación concreta; un Estado se compromete
a adoptar cierta conducta en relación con otro Estado o Estados; para
producir efectos jurídicos, la voluntad de obligarse por parte del Estado
debe ser inequívoca.
Debe recalcarse que no pueden revocarse en cualquier circunstancia, no
puede mediante otro acto unilateral crear una norma negatoria de la primera, a
menos de que haya sido efectuada en un plazo determinado o se haya previsto
expresamente. La protesta es en principio revocable.

La denominación genérica de actos unilaterales puede diferenciar en su seno a


tres supuestos que, sin embargo, comparten su fundamento sobre el principio
esencial de buena fe.
1. El primero de los actos unilaterales es en sentido propio, sobre el
que nos hemos referido hasta ahora.

49
Eunice Carri

2. El segundo es el estoppel, en virtud del que ciertos


comportamientos de un Estado producen el resultado de privación
o pérdida de derechos.
3. El tercero es la aquiescencia, cuyo efecto característico es que el
silencio o pasividad de un Estado frente al comportamiento de otro
Estado normalmente merecedor de protesta supone el
consentimiento del primero.
El estoppel priva al Estado autor del acto jurídico del derecho a volver contra
sus propios actos cuando con ellos lesionen derechos o expectativas de otros
Estados que han sido generador por aquellos comportamientos previos. Es
decir, que tiene carácter de límite o restricción (cuando una parte mediante un
acto unilateral ha hecho adoptar una actitud determinada que perjudica a otro o
con ella se beneficia, ella no puede luego por el estoppel formular otro acto
unilateral que tienda a hacer adoptar a la segunda una actitud contraria).
La aquiescencia o el silencio aparecen como una inacción calificada de la que
derivan efectos jurídicos (se suele presumir que el silencio ante un acto
merecedor de protesta es consentimiento y se presume que le es entonces
oponible).

9.- Formación del derecho internacional en el ámbito de los organismos


internacionales. Resoluciones de los organismos internacionales: naturaleza jurídica,
valor jurídico, efectos. Teoría del Soft Law.

El derecho internacional se basa en el principio de igualdad jurídica, los


Estados son sujetos originarios que gozan de plena capacidad de derecho, las
normas se generan a partir de sus acuerdos, voluntades, en un modo
descentralizado de creación del ordenamiento jurídico, en este ordenamiento
no existe un órgano legislad
No hay un congreso internacional, por lo tanto no hay leyes internacionales con
carácter obligatorio; emanan o tienen su origen en resoluciones de la Asamblea
General de la ONU (este es el órgano mas deliberativo, mas democrático pero
estas resoluciones no tienen fuerza jurídica obligatoria), son resoluciones que
no tienen fuerza normativa obligatoria, pero la pueden llegar a tener si lo que
establecen estas, es receptado por los Estados en convenios o tratados
multilaterales.
Hay algunas organizaciones internacionales que sus reglamentos dictados
tienen valor jurídico obligatorio porque generalmente van a ser dictados por
algunos organismos especializados con capacidad de dictar normas jurídicas
obligatorias para los miembros que componen el organismo y estos organismos
tienen una función técnica, como por ejemplo los reglamentos sanitarios de la
OMS, ya que las enfermedades no reconocen fronteras y toda la comunidad
internacional se tienen que poner de acuerdo con los dictados de este
organismo. Otro ejemplo es los reglamentos que dicta la OACI (Organización
de Aviación Civil Internacional) que tienen fuerza jurídica obligatoria.
También hay, aunque son los menos, organismos internacionales que tienen
Poder Legislativo propio, es decir, dictan normas jurídicas vinculantes, tanto

50
Eunice Carri

para los Estados como para sus ciudadanos, que son los organismos que
tienen la característica de la supranacionalidad. Por ejemplo, los reglamentos
de la Unión Europea que obliga a los estados y a los ciudadanos sin necesidad
de recepción legislativa alguna.

La organización normativa de las organizaciones internacionales (OI) está


determinada por su propio tratado constitutivo, que le confiere las
competencias necesarias para el cumplimiento de sus fines y propósitos en
aplicación del principio de especialidad que las caracteriza.
La competencia normativa se manifiesta hacia el interior de la OI, creando
normas dirigidas a la organización y adaptación de su propia estructura
orgánica, funcionamiento y ejecución de las exigencias estatutarias.
Las decisiones que son obligatorias pertenecen generalmente al orden interno.
La competencia normativa externa se manifiesta mediante las decisiones
obligatorias o recomendaciones (entendida como aquella que una OI dirige a
estados miembros o a otra OI), por conllevar cierta autoridad moral y
compulsión política, aunque no jurídicamente obligatorias.
Las decisiones obligatorias son verdaderos actos jurídicos unilaterales
vinculantes para sus destinatarios, basada su obligatoriedad en la competencia
que se le dio convencionalmente al órgano que las adopta.
Hay resoluciones creadoras de derecho de gentes que presentan las siguientes
características:
- manifestación de la voluntad de una organización internacional, para su
determinación es necesario recurrir al Estatuto constitutivo
- la manifestación no debe estar condicionada al consentimiento de otro
sujeto internacional, sino que son unilaterales
- debe crear una regla de derecho en el orden jurídico internacional, es
decir que debe prescribir una conducta permitida, prohibida u obligatoria
- dicha manifestación debe estar regida por el derecho de gentes,
refiriéndose a la legalidad de la resolución
Otra función normativa externa de las OI es la preparación de los tratados y
otros instrumentos internacionales; función de carácter preparatorio.
Hay autores que entienden que las declaraciones hechas solemnemente y
dirigidas a definir determinados principios, si bien no son obligatorias respecto
de los Estados miembros, despliegan una actividad normativa exhortativa por
cuanto proponen una conducta no obligatoria pero deseable. Según Barboza,
el mismo proceso de codificación y las resoluciones sobre materias
internacionales han servido de base para el desarrollo de nuevas costumbres.

Teoría del Soft Law.


El término soft law no ha encontrado un significado unívoco, en general; se usa
para denominar a instrumentos cuya juridicidad es dudosa o cuya fuerza
vinculante es cuestionable.
Algunos definen el término Soft Law (o derecho flexible) como los instrumentos
cuasi legales que no tienen ningún carácter jurídicamente vinculante, o cuyo
carácter vinculante es algo "más débil" que la fuerza vinculante de la ley
tradicional.
El desafío se da en la determinación del momento en que un acuerdo no
vinculante se convierte en un acuerdo internacional, una promesa en un acto
unilateral y un hecho en costumbre.

51
Eunice Carri

Barberis considera que son 3 las principales acepciones del término soft law:
1. las normas que se encuentran en proceso de formación y aún no
han adquirido validez jurídica
2. las normas jurídicas de contenido difuso o vago en las que resulta
difícil precisar si sus disposiciones han sido o no cumplidas
debidamente
3. las normas que se hallan en las resoluciones de Asamblea
General de las Naciones Unidas y de algunas organizaciones
regionales, en los acuerdos políticos entre gobiernos, en ciertos
códigos de conducta, etc., que en conjunto formarían un “orden
jurídico intermedio” y a las que nos hemos referido previamente.
En el 1) podríamos hablar de pre-derecho y responsabilidad pre-contractual.
En el 2) se da la dificultad de comprobar el incumplimiento y la responsabilidad
internacional; pero al contgrario del hard law o derecho positivo que encuentra
el fundamento de violación en la propia obligación, el incumplimiento de una
norma soft law se fundamentaría en la violación del principio general de buena
fe (principio que subyace a todas las relaciones jurídicas).
Los acuerdos no normativos no son considerados por los estados como
sustitutos de tratados (entran igual como soft law), pero sí como una
herramienta independiente que puede ser utilizada para regular su
comportamiento en algunos casos donde, por varias opciones, un tratado no es
una opción.
Uno de los problemas del soft law es la falta de criterios uniformes para
determinar sus efectos jurídicos (que variará según los intereses de cada
Estado).

52
Eunice Carri

BOLILLA III. DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y EL DERECHO INTERNO.

1.- Relaciones entre el Derecho Internacional Público y el derecho interno. Monismo


y dualismo.
2.- Régimen constitucional argentino.
3.- Jurisprudencia.

1.- Relaciones entre el Derecho Internacional Público y el derecho interno. Monismo


y dualismo.

El derecho interno y el DI coexisten, siendo dos ordenamientos jurídicos


diferenciados y ello implica la necesidad de aplicar en el derecho interno las
obligaciones asumidas por los Estados en el plano internacional.

Una de las cuestiones es si debe o no incorporarse el DI al derecho interno.


Ante ella surgen dos posiciones:

- El MONISMO, que plantea la aplicabilidad directa del DI (sin necesidad de


una norma de derecho interno que lo haga aplicable, ya que considera que
ambos son subsistemas que pertenecen al mismo ordenamiento jurídico,
relacionados jerárquicamente bajo el presupuesto de unidad del derecho). La
incorporación de los tratados y de la costumbre se produce de manera
automática.
Pero, ¿cuál sería la jerarquía o prevalencia entre dichas normas? Se plantean,
dentro del monismo, dos soluciones a esta interrogante:
1. Monismo con prevalencia del DI (primacía del orden internacional),
donde a su vez encontramos dos vertientes: I) la absoluta: afirma la
subordinación total (cualquier contradicción es nula automáticamente);
II) la moderada: una norma interna contraria al DI puede ser válida en el
derecho interno pero carece de validez en el DI.
2. Monismo con prevalencia de derecho interno: para el que el DI deriva
del derecho interno (constitucional), porque él determina quiénes pueden
comprometer al estado frente a la comunidad internacional.

- El DUALISMO, en la vereda del frente, señala la existencia de dos planos


paralelos: dos ordenamientos jurídicos separados e independientes. Separa
ambos derechos y niega que el DI opere por sí mismo en el derecho interno,
porque cada uno tiene su propio sistema de sujetos y fuentes, naturaleza
jurídicas diferenciadas, etc. Para que el DI sea aplicado en el derecho interno
es necesario que sea decepcionado por una fuente de este derecho.

En el fondo, se oculta un debate axiológico, porque el monismo es herederote


las concepciones universalistas, basadas en el iusnaturalismo, el dualismo es
deudor de teorías voluntaristas y del nacionalismo, que propone la superioridad
del Estado-nación por sobre la comunidad internacional.
Sin embargo el DI ha ido evolucionando no solo hacia la unidad de los
ordenamientos sino hacia la creación de principios y normas universales que
muestran la preminencia del DI sobre el derecho interno.
53
Eunice Carri

No hay una norma general que regule la incorporación de las normas


internacionales a los derechos internos, por lo que cada Estado determina el
modo de incorporación, aunque no goza de la libertad de decidir si incorpora la
norma internacional. Los estados no pueden alegar la existencia de una norma
interna para justificar la no aplicabilidad del DI.

En síntesis, existen dos ordenamientos jurídicos. El DI impone obligaciones a


los Estados, que éstos deben respetar. Además, deben adecuar sus
ordenamientos internos para cumplir con esas obligaciones, y que la existencia
de normas internas contrarias a las internacionales genera la responsabilidad
del Estado; aunque ha de saberse que las normas internas contrarias no son
nulas en forma automática, sino que son eficaces y aplicables aunque generen
responsabilidad internacional, hasta tanto se declare su nulidad. En fin, existe
supremacía del DI sobre el interno, prioridad que no funciona automáticamente,
sino que requiere mecanismos de implementación y no es reconocida
unánimemente.

2.- Régimen constitucional argentino.

El sistema constitucional de 1853, que rigió hasta 1994, tenía una norma que
establecía la jerarquía normativa de todo el ordenamiento jurídico, en virtud del
juego de los art. 27, 30 y 31:
Art. 31: “Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se
dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley
suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a
conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario que
contengan las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provincia de
Buenos Aires, los tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre
de 1859.”
Gros Espiell explica que en los Estados federales la expresión “ley suprema” no
significa que tengan los tratados una jerarquía superior a las leyes federales,
sino que la CN, las leyes federales y los tratados ratificados y en vigor, forman
un conjunto normativo que asegura la supremacía federal respecto de las
constituciones y legislaciones de las provincias.
Art. 27: “El gobierno federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y
comercio con las potencias extranjeras por medio de tratados que estén en
conformidad con los principios de derecho público establecidos en esta
Constitución.”
Art. 30: “La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus
partes. La necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el
voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará
sino por una Convención convocada al efecto.”

Por más de un siglo estas normas estructuraron la relación entre el DI y el


derecho interno dentro del sistema jurídico argentino. Ante la indeterminación
jerárquica los resultados fueron disímiles, por momento la CSJN dio primacía al
derecho interno sobre el DI y en otros a la inversa por el principio lex posteriori
derogat priori. Ello podría haber generado la responsabilidad internacional del
estado. La adopción de la CvDT e 1969, que entró en vigor en 1980, introdujo

54
Eunice Carri

una modificación sustancial en la jerarquía normativa establecida por la


jurisprudencia de la CSJN que aplicará en adelante la convención que
establece primacía del tratado internacional sobre la ley interna.

Además del fallo de Ekmekdjian, el otro acontecimiento relevante que cambió


el curso interpretativo fue la reforma constitucional de 1994, a partir de la que
se introduce el art. 75 inc. 22, que reconoce que los tratados internacionales
tienen jerarquía superior a las leyes de la Nación:

75.22.

Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las
organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y
concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración


Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos;
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención
sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención
contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la
Convención sobre los Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen
jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta
Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo Nacional,
previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada
Cámara.

Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados
por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los
miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.

“Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.”

En el art. se enumeran una serie de tratados y declaraciones pertenecientes al


sistema de DI de los DDHH que gozan de jerarquía constitucional (aunque
según la opinión de la doctrina constitucionalista, estos tratados enumerados
están a la altura de la CN pero no forman parte de ella).
El texto del art. ha cambiado en dos oportunidades desde la reforma de 1994,
incorporándose la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas (1997) y la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes
de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad (2003).
En caso de conflicto, debería ser resuelto por medio de una interpretación
sistémica y armoniosa por parte de los jueces (en Arancibia Clavel, Enrique
Lautaro s/ homicidio calificado y asociación ilícita y otros -2004 Reggiano

55
Eunice Carri

manifestaba en su voto mayoritario que la armonía entre los tratados y la CN es


un juicio constituyente, no pueden los tratados contradecir la CN sino que
complementan las normas constitucionales sobre derechos y garantías, tienen
igual jerarquía, son complementarias y por ello no pueden desplazarse o
destruirse recíprocamente”.

Así, la primera categoría del inciso 22 se refiere a los tratados de derechos


humanos con jerarquía constitucional, y según los art. 27 y 30 “no derogan
art. alguno de la primera parte de la CN y deben entenderse complementarios
de los derechos y garantías por ella reconocidos” debe interpretarse en el
sentido de sostener que continúan prevaleciendo los principios constitucionales
por sobre todo tipo de tratados (se ve en el caso Analía M. Monges c.
Universidad de Buenos Aires (1996) donde se sostuvo que el art. 75 inc. 22
establece en su última parte que los tratados no derogan artículo alguno de la
primera parte de la CN, y ello indica que los constituyentes han efectuado un
juicio de comprobación, en virtud del cual se ha cotejado y verificado que no
existe derogación alguna; y de ello se deriva que la armonía entre ellos es un
juicio constituyente, por la jerarquía constitucional de los tratados. Así, los
tratados complementan las normas constitucionales, lo mismo que la parte
orgánica de la CN).

En cuanto a los tratados de integración, el art. 75 inc. 24 también incorporado


reza:

Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a


organizaciones supraestatales en condiciones de reciprocidad e igualdad, y que
respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las normas dictadas en su
consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.

La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría


absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con
otros Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría absoluta de los miembros
presentes de cada Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y
sólo podrá ser aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara, después de ciento veinte días del acto declarativo.

La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la


mayoría absoluta de la totalidad da los miembros de cada Cámara.

Dentro de este inciso podemos clasificar a los tratados en dos:


- un grupo formado por los acuerdos de integración con países
latinoamericanos
- grupo formado por acuerdos de integración con países no
latinoamericanos
La distinción surge de las diferentes mayorías y número de votaciones que la
CN exige en el Congreso para su aprobación:
- Latinoamericanos: mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de
cada Cámara.

56
Eunice Carri

- Extra- regionales: mayoría absoluta de los miembros presentes de cada


Cámara para declarar la conveniencia de la aprobación del tratado y
solo podrá aprobar el tratado de integración con el voto de la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, después de
120 días del acto declarativo.
El inciso 24 no solo hace mención al derecho originario de los bloques de
integración, sino que otorga jerarquía superior a las leyes a las normas
dictadas en su consecuencia (es decir el derecho derivado de las
organizaciones supraestatales o supranacionales de un tratado de integración).
Surge la hipótesis que ante la incompatibilidad el PJ pueda declarar la
inconstitucionalidad si se dan dos condiciones:
1. la incompatibilidad se refiera al contenido del tratado
2. que haya una lesión de un derecho subjetivo en un caso concreto
Para que “las normas dictadas en su consecuencia” tengan jerarquía superior a
las leyes, se necesitan dos condiciones:
I. RECIPROCIDAD: que todas las Partes Contratantes hayan
convenido la delegación de competencias y que todas ellas acuerden
al derecho derivado jerarquía superior a las leyes
II. IGUALDAD: que todos los estados hayan delegado idénticas
competencias

Finalmente, hay una tercera categoría de tratados: el resto de los tratados


internacionales de los cuales Argentina sea parte, que no están enumerados
en el texto, y que no requieren mayorías especiales ni declaraciones de
conveniencia.

Estas 3 categorías e Tratados podría ser interpretada como jerarquía de los


tratados en el sistema jurídico argentino; pero Drnas de Climent dice que hay
que tomar en cuenta también ciertos aspectos sustantivos del DI que
determinan la jerarquía de los tratados entre sí interpretados como un todo.
Si bien no hay dudas sobre la primacía del DI sobre el interno, sí hay un
problema concreto sobre la distinción entre tratados operativos y programáticos
(que emana de EKmekdjian: Los tratados son operativos cuando contengan
disposiciones lo suficientemente concretas de los supuestos de hecho que
hagan posible su aplicación inmediata).
Esta creación jurisprudencial ha dado lugar a una interpretación a contrario
sensu: la existencia de tratados programáticos aún cuando del texto
constitucional no haya distinción, que resulta de la posibilidad procesal de
solicitar la no aplicabilidad directa del DI en la medida que no se demuestre la
operatividad de las cláusulas (ver dictamen del procurador general en Sancor,
controversia entre Uruguay y Argentina durante 2006).

En cuanto a la costumbre, se entiende que las normas consuetudinarias


internacionales se encuentran incorporadas al plexo normativo argentino; de
manera automática y directa, sin necesidad de dictado formal alguno.

En síntesis se puede señalar que la pirámide constitucional argentina se


encuentra establecida de la siguiente manera.

57
Eunice Carri

1. La CN y los tratados sobre DDHH enumerados en el art. 75 inc. 22, a los


que se les reconoce jerarquía internacional e integran el denominado
bloque constitucional federal.
2. Los tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a
OI (art. 75 inc. 24)
3. El resto de los tratados y las normas consuetudinarias internacionales.
4. Los convenios internacionales que celebren las provincias (art. 124)
5. Las leyes federales
6. El resto de ordenamiento interno argentino

3.- Jurisprudencia.

Antes de la reforma de 1994, y la indeterminación jerárquica, fueron disímiles


los fallos de la CSJN:
Como en el caso MERCK QUIMICA ARGENTINA (1948):
“en tanto se trate de mantener la paz o afianzar el comercio con las potencias
extranjeras, la República se conduce dentro de las orientaciones de la teoría
dualista. Pero cuando se penetra en el terreno de la guerra en causa propia la
cuestión se aparta de aquellos principios generales y coloca a la República y a
su gobierno político, en el trance de cumplir los tratados internacionales con
todo el rigorismo de que puedan estar animados.”
En MARTIN Y CIA. LTDA. S.A. c. ADMINISTRACIÓN GENERAL DE
PUERTOS (1963) la CSJN estableció que los tratados internacionales y las
leyes de la Nación integran el ordenamiento interno de la República, aunque
sostuvo que no existe fundamento normativo para acordar prioridad de rango o
superioridad a los tratados de DI respecto de las leyes válidamente dictadas
por el Congreso de la Nación. Y respecto a ambos rige el principio de que
normas posteriores derogan a las anteriores; por tanto era admisible la
derogación de las leyes nacionales y tratados con las potencias extranjeras.
Igual criterio se da en ESSO S.A c. GOBIERNO NACIONAL (1968) cuando
afirmó que entre las leyes y tratados de la Nación no existe prioridad de rango y
rige ante ambas clases de normas, en cuanto integrantes del orden jurídico
interno de la República con arreglo al mismo principio.

A comienzos de los 90 se dan dos acontecimientos que cambiarían la


regulación de la estructura normativa: (el primer fallo, y la reforma de 1994)

- EKMEKDJIAN, MIGUEL ANGEL c. SOFOVICH, GERARDO Y OTROS s/


RECURSO DE HECHO (1992): por la CvDT y la primacía del DI, ya no era
correcto sostener que “no existía fundamento normativo para acordar prioridad
al tratado frente a la ley”, como lo había manifestado en fallos anteriores, y
afirma: que un tratado internacionalmente celebrado, incluyendo su ratificación
internacional, es orgánicamente federal, pues el PE concluye y firma tratados,
el Congreso nacional los desecha o aprueba mediante leyes federales, y el PE
nacional ratifica los tratados aprobados por ley, emitiendo un acto federal de
autoridad nacional. La derogación de un tratado internacional por una ley del
Congreso violenta la distribución de competencias impuesta por la misma CN,

58
Eunice Carri

porque mediante una ley se podría derogar el acto complejo federal de la


celebración de un tratado. Constituiría un avance inconstitucional del PL
nacional sobre atribuciones del PEN, que es quien conduce, exclusiva y
excluyentemente, las relaciones exteriores de la Nación.”

- Esta doctrina fue reiterada un año más tarde en FIBRACA CONSTRUCTORA


S.C.A. c. COMISIÓN TÉCNICA MIXTA DE SALTO GRANDE (1993), cuando
sostuvo que los tratados internacionales están por encima de las leyes
ordinarias y por debajo de la CN: “la convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados es un tratado internacional, constitucionalmente válido, que
dispone en su art. 2: “Una parte no podrá invocar las disposiciones de su
derecho interno como justificación del incumplimiento de un tratado”. La
necesaria aplicación de este artículo impone a los órganos del Estado
argentino –una vez asegurados los principios de derecho público
constitucionales- asignar primacía a los tratados ante un eventual conflicto con
cualquier norma interna contraria.”

En CAFÉS LA VIRGINIA S.A. s/ APELACIÓN (1994), donde se discutió la


inconstitucionalidad de impuestos a la importación que se alegaban en
contradicción con normas de un acuerdo bilateral suscripto entre Argentina
y Brasil en 1983, la CSJN manifestó que el legislador no tiene atribución
para modificar un tratado por una ley y si bien podría dictar una ley que
prescribiese disposiciones contrarias a un tratado o que hiciese imposible
su cumplimiento, ese acto del órgano legislativo comportaría una
transgresión al principio de la jerarquía de las normas y sería un acto
constitucionalmente inválido… ni una ley ni otra norma de rango inferior
puede violar un tratado internacional”. Además agrega que ello incurriría en
una transgresión al DI.

Esta postura fue sostenida reiteradamente en numerosos casos.

59
Eunice Carri

BOLILLA IV. SUJETOS Y ACTORES

1.- Concepto. Evolución del concepto de subjetividad internacional.


2.- Estado: concepto, elementos esenciales, estructura.
3.- Organismos internacionales: clasificación, naturaleza jurídica, elementos
constitutivos, función y rol en la comunidad internacional.
4.- Pueblos. Autodeterminación. Resolución 1514 de la Asamblea General de ONU.
Movimientos de liberación nacional. Insurgentes, beligerantes.
5. -Subjetividad internacional de la Santa Sede. Soberana Orden de Malta.
6.- Humanidad. Transnacionales.
7.- Individuo.

1.- Concepto. Evolución del concepto de subjetividad internacional.

Primero debemos diferenciar entre actores de las relaciones internacionales, y


sujetos del DI.
Los actores de las relaciones internacionales actúan en el plano sociológico,
mientras que el sujeto de DI es un ente que es capaz de adquirir derechos y
contraer obligaciones en el plano internacional, de conformidad con las normas
del ordenamiento jurídico internacional.
Es una distinción entre el plano sociológico y el jurídico.
Si bien el sujeto por antonomasia del DI es el Estado, ya en la etapa del DI
clásico se reconocía, junto a los Estados, la existencia de otros sujetos del DI
como la Santa Sede y los grupos beligerantes, en cuanto entidades
poseedoras de un cierto grado de subjetividad internacional.
El desarrollo del DI, como vimos, nos permite observar una progresiva
tendencia a la ampliación de los sujetos. Hoy puede hablarse de una pluralidad
de sujetos de DI.
En la teoría de subjetividad jurídica, el sujeto es el destinatario de las normas
jurídicas, aquel a quien estas normas atribuyen derechos y obligaciones (en el
plano internacional). Es decir que es necesaria una aptitud para hacer valer el
derecho ante instancias internacionales o para ser responsable en el plano
internacional en caso de violación de la obligación.
Se requiere actitud para hacer valer el derecho o ser responsable en el plano
internacional en caso de violación de la obligación. La capacidad internacional
no es la misma en todos los casos, los Estados en su calidad de sujetos
originarios del Derecho Internacional, poseen una capacidad plena, mientras
que otras solo una restringida. Entonces, los estados poseen una capacidad
plena mientras otras entidades solo disponen capacidad restringida, que
incluye las capacidades de actuación que les han sido atribuidas en virtud del
acto de su creación.

2.- Estado: concepto, elementos esenciales, estructura.

Concepto:

60
Eunice Carri

“Comunidad jurídicamente organizada en un ámbito territorial determinado.”


(definición de Derecho Político – Fayt)

“Una comunidad compuesta por un territorio y una población, sometidos a un


poder político organizado y cuya nota característica es la de su soberanía.” –
Comisión Badinter (1991 – 1995)

El estado soberano sigue siendo la unidad básica e indispensable del sistema


internacional contemporáneo.

Elementos:

La existencia de un estado es una cuestión de hecho que depende de la


concurrencia de 3 elementos: territorio, población y Gobierno o poder político
organizado (aunque en la práctica la conjunción de estos 3 elementos no
siempre conduce a la existencia de un Estado). Sirve más para identificar si
estamos o no frente a un Estado.

1. Territorio: es el espacio físico (terrestre, marino y aéreo) sobre el que


se proyecta la soberanía o la jurisdicción del Estado y en el que se
ostenta el derecho exclusivo de ejercer sus funciones. Es un elemento
característico y diferenciador de los Estados.
El territorio comprende además del espacio terrestre, el espacio
subterráneo, aéreo y marítimo y fluvial, que posea legalmente. Es
indiferente el tamaño; lo esencial es que sea territorio cierto y estable.
Hay territorios que sin pertenecer a la soberanía de un Estado, están
administrados por éste: los territorios bajo dominación colonial.
Modos de Adquisición: a) Originario: por descubrimiento, posesión
(natural o artificial) o por cuestiones históricas y b) Derivado: por la
conquista, prescripción (Malvinas), cesión (Alaska), declaración de
independencia de Estados coloniales.
2. Población: Conjunto de individuos que viven en comunidad y que estén
asentados en un territorio con carácter de permanencia y continuidad.
Normalmente suelen ser los nacionales. Es el propio estado por medio
de su derecho interno, el que establece las normas para determinar
quiénes son sus nacionales, etc. No hay cantidad de población mínima.
El estado ejerce competencia en su territorio sobre todos los individuos,
sean nacionales o extranjeros. Normalmente la competencia territorial
prevalece sobre la personal (con ciertos límites, como extranjería y
protección diplomática).
3. Gobierno: organización política capaz de establecer y mantener el
orden sobre los dos elementos anteriores. Se requiere la existencia de
una estructura legal-administrativa con presencia y capacidad (legal
como fáctica) para ejercer sus potestades en ese territorio sobre esa
población. Organización política capaz de establecer y mantener el
ordenamiento interno, apta participar en las relaciones internacionales
de forma independiente (acción exterior). Esta acción exterior tiene más
que ver con su capacidad fáctica, por lo cual no debería relacionarse con
el concepto de reconocimiento de estados. En cuanto a la forma de

61
Eunice Carri

gobierno, rige el principio de autoorganización: el derecho inalienable de


cada estado de elegir su sistema político. Implica libertad para
establecer su estructura y régimen político y nombrar sus gobernantes.
Lo relevante es que internacionalmente siempre constituyen un sujeto
único, representados por un gobierno central que ejerce su competencia
de dirigir sus relaciones internacionales.

La dinámica del Estado:


Un estado puede experimentar transformaciones en sus elementos
constitutivos: el territorio disminuir o acrecentarse, población verse afectada, el
gobierno sufrir cambios que se reflejen en la estructura del estado, etc.
En cuanto a las vías de nacimiento o extinción del Estado, se puede producir
por:
- UNIFICACIÖN: uno o más estados se fusionan.
- ABSORCIÓN: de un estado por otro.
- ANEXIÓN: la absorción se produce por la fuerza.
- DISOLUCIÓN O DESMEMBRAMIENTO: un estado existente se disuelve
y surgen dos o más Estados nuevos
- SEPARACIÓN: cuando parte del territorio de un estado existente pasa a
formar parte de uno o varios estados
- SECESIÓN: es la separación violenta de parte del territorio de un
estado.

3.- Organismos internacionales: clasificación, naturaleza jurídica, elementos


constitutivos, función y rol en la comunidad internacional.

Estos sujetos de DI, las OI, son relativamente jóvenes, fruto de la creciente
actividad colectiva de los Estados.
Díez de Velasco las define como: una asociación voluntaria que formulan
generalmente los Estados mediante el perfeccionamiento de un acuerdo
internacional que establece la creación de órganos permanentes, propios e
independientes, encargados de gestionar unos intereses colectivos definidos
en la base convencional, y capaces de expresar una voluntad jurídicamente
distinta a la de sus miembros”.

Históricamente, circunscriptas en un espacio doméstico, se abrió paso a un


período de encuentros de alto nivel llamados Conferencias
Intergubernamentales, en donde altos funcionarios se encontraban y resolvían
sus problemas comunes mediante negociaciones y acuerdos eminentemente
políticos. Con el tiempo fueron imprimiendo una tendencia de periodicidad y
universalidad infrecuente para la época.
Sin embargo en el marco de la revolución industrial y del comercio
internacional, la complejidad de las relaciones internacionales dio espacio a la
necesidad de instaurar organismos permanentes que gestionaran los
problemas internacionales desde una perspectiva técnico-científica.
Estas circunstancias dieron rigen a las Oi de primera generación con un perfil
técnico, caracterizada por contar con una secretaría como única estructura
permanente.

62
Eunice Carri

La conjunción del aumento de la cooperación multilateral y la creación de


estructuras permanentes posibilitó del paso de la organización técnica a la OI
actual, dando inicio a la segunda generación de instituciones caracterizadas
por la diversidad de temas abordados, la amplitud de competencias atribuidas y
el creciente poder legal de regulación de las relaciones internacionales
contemporáneas.
Posteriormente tuvieron origen una serie de OI definidas como tercera
generación.
Es decir que el aumento de la complejidad de las relaciones internacionales
encontró en la creación de las OI un mecanismo eficiente para la gestión de
nuevos problemas de naturaleza mixta.

Clasificación de las OI

a. Generales: son los que se ocupan de todo tipo de asuntos, ya sean,


políticos, militares y económicos, (ejemplo: la ONU, la OEA) y
Especializados: se ocupan de temas específicos (ejemplo: el FMI, la OMS,
la UNESCO).
b. Universales: su ámbito de actuación es todo el mundo (ejemplo: la ONU, el
FMI) y Regionales: su ámbito de actuación se da en un espacio geográfico
determinado (ejemplo: la OTAN, la OEA).
c. Abiertos: cualquier Estado que cumpla con las condiciones puede ser
miembro (ejemplo: la ONU) y Cerrados: no cualquier Estado puede ser
miembro (ejemplo: la OTAN).
d. Formadores de políticas generales: dictan resoluciones que no son
obligatorias, recomendaciones (ejemplo: la ONU, la OEA), Reguladores de
ciertos aspectos: con capacidad normativa (ejemplo: los reglamentos
sanitarios de la OMS o las reglas de la OACI) y Organismos
supranacionales: son de delegación de soberanía que dan los Estados
partes (ejemplo: la Unión Europea, en las decisiones de esta, el Estado parte
no deberá dictar una normativa interna para aplicar esa resolución por haber
delegado esa soberanía).

Teniendo en cuenta la naturaleza dinámica de las OI, hablar de clasificación no


es apropiado, pero con fines pedagógicos tomaremos la de Díez de Velazco,
siempre tomando como referencia la dinamicidad de las OI:

1. POR FINALIDAD: generales o específicas; comerciales, financieras,


seguridad, otras
Según la amplitud de la finalidad, están las que responden a fines generales y
aquellas que presentan fines específicos. Las primeras porque sus estatutos no
circunscriben la acción a una finalidad específica de cooperación sino que
están facultadas a tratar cualquier tema que consideren relevante para los
intereses de la comunidad internacional (como la UN o la OEA). El segundo
tipo, representa la mayoría de las OI, con finalidades tan diversas como
realidades humanas.
2. POR COMPOSICIÓN TERRITORIAL: universales y regionales
La distinción de las OI por su composición geográfica se vincula a dos
elementos o procesos característicos de las relaciones internacionales
actuales. Por una parte la tendencia a la universalización, y por otrae la de

63
Eunice Carri

regionalización de las acciones internacionales. Del primero la madre es la UN.


En el supuesto de las organizaciones regionales, los estados se encuentran
agrupados por un criterio objetivo de proximidad geográfica, o por una
comunidad de intereses, o por ambos criterios a la vez.
3. POR DELEGACIÓN DE COMPETENCIAS: de cooperación y de
integración
Distingue las OI a la cuales no les han sido cedidas competencias soberanas
de parte de los Estados (de cooperación), de aquellas a las que sí les fueron
conferidas este tipo de prerrogativas (de integración).
La mayoría de las OI son de cooperación: se propicia la adopción de
obligaciones internacionales que instan a los Estados a cooperar y coordinar
sus actividades para conseguir objetivos prioritarios para los miembros de la
organización, pero sin transferencia de las competencias soberanas del
Estado. Sus decisiones no cuentan con efecto directo sino que requieren el
consentimiento posterior de cada uno de los miembros.
Las OI de integración operan una cesión de competencias soberanas hacia
entes transnacionales, que a veces pueden disponer con efecto directo e
inmediato en el territorio de los miembros.
Algunas OI esencialmente de cooperación pueden incluir elementos de
integración.

Naturaleza jurídica de las OI

En un primer momento hubo gran debate sobre su NJ, y se encontraban 3


corrientes doctrinales:
- unas propugnaban por el reconocimiento de la personalidad plena de as
OI, reconociéndolas como sujetos de DI con capacidad de operación
plena; se las asimilaba a los Estados, aun cuando no cuentan con su
soberanía y sus funciones están más limitadas
- la escuela socialista y la escuela italiana de Nápoles, con una visión
realista, que describía a las OI como meros instrumentos internacionales
para el desarrollo de la política exterior de los estados, por tanto lejos de
reconocerles una personería jurídica autónoma, la consideran objeto de
derecho y por tanto, carentes de subjetividad internacional
- la escuela ecléctica, que sostiene que las OI configuraban una nueva
clase de sujeto internacional y por tanto les era imputable una
personalidad internacional con características propias; con capacidad
limitada al cumplimiento de los objetivos establecidos en el elemento
constitutivo (“reglas de organización”
El debate fue resuelto por medio de la práctica de las OI y de la jurisprudencia
de la CIJ: si los Estados acordaron atribuir determinados fines a las OI, ellos
deben haber sido revestidos de la capacidad de llevarlos a cabo, caso
contrario, configuraría una realidad inerte y teniendo en cuenta la importancia
conferida a las OI se deduce que ellas encarnan un nuevo sujeto de DI.
Sus capacidades emergen no solo de su elemento constitutivo sino también de
sus decisiones y de su práctica establecida, conformando las reglas de la OI.
Por su parte tampoco ostentan una personalidad absoluta o plena (ecléctica),
sino que es de carácter funcional o especial, dado que encuentra sus límites en
los propios fines atribuidos al ente.

64
Eunice Carri

Además, tienen personalidad objetiva, existen más allá del reconocimiento de


los Estados (eso tiene carácter político, carente de consecuencias jurídicas).
Actualmente los Estados reconocen explícitamente la personería jurídica
internacional de las OI que conforman.

Elementos constitutivos de las OI

Generalmente son los Estados quienes constituyen el principal caudal de


miembros de las OI, sujetos soberanos que en el marco de prioridades de su
política exterior deciden la conformación, permanencia y eventual retirada de
una OI (con dos tipos de mecanismos de admisión: el del miembro fundador u
originario, y quien solicita la membresía con posterioridad; y con participación
plena o restringida).
La primera distinción diferencia entre órganos principales y órganos
secundarios, según circunstancias formales: principal cuando se haya
constituido directamente en el instrumento constitutivo, y subsidiario cuando su
nacimiento sea por resolución de un órgano principal.
Los órganos pueden ser:
- supranacionales (sin vínculo de mandato con ningún Estado)
- intergubernamentales (compuesto por representantes de los Estados
miembros)
- mixtos (representados los gobiernos como otros sectores de cada país)

La diferencia entre los Estados y las organizaciones internacionales se


manifiesta en tres importantes datos que no es posible ignorar:
a) En primer lugar, y a diferencia de los Estados, las organizaciones
internacionales no tienen territorio ni población.
b) Las organizaciones internacionales, por tanto, sólo tienen un elemento
constitutivo: los órganos a los que el tratado fundacional de cada organización
internacional confía el ejercicio de las competencias atribuidas por los Estados
miembros a la organización internacional de que se trate.
e) Por último, la relevancia de los tratados fundacionales hace que las
organizaciones internacionales difieran jurídicamente entre sí y sean
jurídicamente diferentes unas de otras, mientras que los Estados soberanos,
por encima de sus diferencias de hecho, tienen rasgos jurídicos comunes.

Función y rol en la comunidad internacional

El fundamento de estos organismos es la mayor cooperación política, militar y


económica para el logro del bien común internacional.
La funcionalidad de las OI será un elemento fundamental para determinar el
caudal de competencias que cada una dispondrá, deducido del elemento
constitutivo y de la práctica de la misma OI.
Las OI tienen:
- capacidad para celebrar tratados con sus Estados miembros, con
terceros Estados y con otras OI
- derecho a establecer relaciones diplomáticas (ejercicio de derecho de
legación activa y pasiva, es decir, enviar y recibir embajadores,
provenientes y/o destinados, de los estados miembros, de terceros

65
Eunice Carri

Estados y/o de otras OI; la diferencia con las relaciones diplomáticas


tradicionales es el carácter no territorial)
- Las OI tienen capacidad de participar en procedimientos de solución de
controversias
- Capacidad de participar en relaciones de responsabilidad internacional;
participación que puede asumir un rol activo, en caso de la que
Organización demande por la reparación de daños, o el rol pasivo,
cuando sea ella demandada por daños cometidos desde su estructura
- Las OI y sus agentes gozan de privilegios e inmunidades destinados a
garantizar la independencia en el ejercicio de sus funciones

Las Oi tienen capacidad de perfeccionar diferentes tipologías de actos


jurídicos:
- unilaterales: reflejan su poder normativo, como
1. decisiones: actos de carácter obligatorio, de resultado o
comportamiento, individual o general
2. recomendaciones: no vinculantes pero con autoridad moral
- convencionales y contractuales: requieren concurrencia de la voluntad
de sujetos de derecho de la propia OI
1. tratados internacionales: donde la OI es parte
2. contratos de la OI con sus propios agentes
3. contratos de suministro

4.- Pueblos. Autodeterminación. Resolución 1514 de la Asamblea General de ONU.


Movimientos de liberación nacional. Insurgentes, beligerantes.

Pueblo

Conjunto de personas de una Nación, aunque también puede entenderse


como el de parte de un país, el de una región o el de una localidad.

En el derecho internacional no cualquier colectivo humano es un “pueblo” ni


tiene derecho a la “autodeterminación”. Por supuesto, los derechos humanos
que corresponden a todo individuo también tienen vigencia para los mismos
cuando conforman una comunidad o grupo. Como ejemplo, el derecho
internacional reconoce el derecho de los pasajeros de un navío a ser
respetados como grupo y a ciertas garantías de convivencia, sanidad,
seguridad, alimentación y previsibilidad de su destino, así como a los Estados a
garantizar dichos derechos. Es un derecho colectivo de dicho grupo humano,
pero ello no les da el carácter de “pueblos”. De la misma manera, otro tipo de
asentamientos territoriales humanos, sea temporario o sea de más larga
duración, no alcanzan la designación de “pueblos”.
En definitiva, para ser considerado “pueblo” por el derecho internacional, o sea
sujeto del derecho a la autodeterminación, es necesario que ese grupo humano
posea ciertos requisitos.

Más que la definición de pueblo, tenemos que pensar en que solamente


podemos dar una definición de pueblo e intentar justificar ésta en las diversas

66
Eunice Carri

formulaciones del concepto y en la funcionalidad que tendría en Derecho


Internacional; tanto en su desarrollo como en su codificación.
Las expresiones confirman en un sentido las apreciaciones doctrinarias en
tanto vinculan mayoritariamente pueblo con territorio y pueblo con Estado (que
es el sujeto pleno del Derecho Internacional). Lo que tendría que estipular una
definición de pueblo ad usum iuris inter gentes sería cómo es o de qué tipo es
esa relación.
Así, la doctrina nos proporcionó una perspectiva según la cual los pueblos no
tendrían la capacidad de ejercer todos los derechos de la personería
internacional ni de asumir todas las obligaciones de ésta, sino cuando arriban a
organizarse políticamente constituyendo un gobierno independiente.
Situación que se vincula con el principio del derecho internacional según el cual
debe reputarse soberano qui de facto regit y que deja para el derecho interno la
cuestión de la legitimidad o ilegitimidad relativa a ese gobierno.
Específicamente, la actuación interna de un pueblo debería considerarse bajo
el derecho público del estado de que se trata; pero en sus relaciones externas,
tendría la facultad de ser considerado según el derecho internacional; por lo
tanto beneficiándose de los tratados de este tipo que le reconocen derechos
por el sólo hecho de formar parte de un pueblo (caso también aplicable a los
pueblos indígenas).
Otra de las notas es que no es una persona plena de derecho internacional, ya
que le faltaría la individualidad y no siendo el carácter de agregado de
personas suficiente para que se lo tenga por una unidad independiente del
derecho internacional.
La normativa internacional nos dio las notas de capacidad de
autodeterminación, la de establecer un gobierno, la de hacerse representar por
él y la de pedir el concurso de los demás miembros de la comunidad de
pueblos, por sí o a través de la organización universal.
Todo esto combinado nos permitiría enunciar la siguiente definición: "Pueblo
es todo grupo humano cohesionado por una o más características
comunes a sus individuos con capacidad no actualizada de darse una
organización política".
Las diferencias entre las clases de características que lo cohesionan serían las
que lo distinguen de otros grupos humanos como la nación, la que está unida
por vínculos de tipo involuntario (el nacimiento o la lengua).
La capacidad no actualizada sería la diferencia específica que lo que lo
distinguiría de la población de un Estado, en el cual esa potencia ya se ha
hecho acto y por lo tanto se ha consolidado como uno de los elementos
constitutivos del Estado.
Creo que esta definición puede funcionar desde el punto de vista del Derecho
Internacional, dado que sitúa el concepto en su ámbito de acción al hablarse de
pueblos en relación a la autodeterminación. Por otra parte, cuando nos
refiramos al grupo humano constitutivo de un estado, al utilizar la palabra
"población" estaremos empleando un término que comprende la situación de la
mayoría de los estados contemporáneos, pluriétnicos y plurinacionales, es
decir poligrupales.
En cuanto a la funcionalidad para el desarrollo del derecho internacional de
usar "pueblo" con este sentido, se desprende de la posibilidad de no
confundirlo con la población que constituye ya un Estado y a la vez nos
advierte sobre la capacidad de generar uno que en potencia tiene.

67
Eunice Carri

Para la codificación presenta la ventaja de que se lo puede manejar casi como


se lo ha hecho hasta ahora.
Ahora bien, hay ciertas normas de Derecho Internacional que surgirían de
estas elaboraciones y que se desprenden de los enunciados que hemos hecho.
En tanto capaz de llegar a formar una entidad organizada políticamente, el
pueblo tiene el derecho a determinar libremente cuál tipo de entidad constituir;
es lo que conocemos como principio de autodeterminación.
Pero por no haber actualizado esa potencia, no puede imponer a sus miembros
el respeto por los compromisos contraídos a nivel internacional (el pacta sunt
servanda) y por consiguiente carecería del treaty making power. Por otro lado,
sí tendría derecho, ya que es una comunidad, a que las demás comunidades lo
considerasen en un plano de igualdad y se abstuvieran de intervenir en su
contra si quisiera dotarse de la personalidad individual que deviene de la
existencia de un gobierno propio.

Autodeterminación

El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho de


autodeterminación es el derecho de un pueblo a decidir sus propias
formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural,
y estructurarse libremente, sin injerencias externas y de acuerdo con el
principio de igualdad. La libre determinación está recogida en los Pactos
Internacionales de Derechos Humanos, aunque no en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos. También numerosas resoluciones de la Asamblea
General de la ONU hacen referencia a este principio y lo desarrollan: por
ejemplo, las resoluciones 1514 (XV), 1541 (XV) ó 2625 (XXV), relativas al
derecho de autodeterminación de los pueblos coloniales.
Es un principio fundamental del Derecho internacional público y un derecho de
los pueblos, que tiene carácter inalienable y genera obligaciones erga omnes
para los Estados. Incluso, de acuerdo con muchos autores, la libre
determinación ha devenido norma de ius cogens.
Su multiplicidad de sentidos se deriva de que la libre determinación está
estrechamente ligada al término «pueblos», término que es a su vez
problemático y que no ofrece un único significado. Por el contrario, tanto la
doctrina como los Estados u otros agentes internacionales han tratado de hacer
valer sus respectivas concepciones.
El derecho de autodeterminación no se articula exclusivamente con la fórmula
de la independencia, sino que tal como aseguro la Comisión Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos puede articularse en "independencia,
autogobierno, gobierno local, federalismo, confederalismo, unitarismo o
cualquier otra forma de relación conforme a las aspiraciones del pueblo,
pero reconociendo los otros principios establecidos, como la soberanía e
integridad territorial".

Arredondo:
El principio remonta su origen a los conceptos de nacionalidad y democracia, y
su influencia se ve en disposiciones relacionadas con la protección de minorías
y establecimiento del sistema de mandatos. Su inclusión en la Carta, en
particular en el contexto de la declaración de propósitos de la Un, brindo la

68
Eunice Carri

oportunidad para la posterior interpretación del principio tanto en términos de


sus efectos jurídicos y consecuencias como en lo que respecta a su definición.
El derecho de autodeterminación aparece entretejido en el DI en 3 áreas: como
un estándar anticolonial, como una prohibición de ocupación militar extranjera y
como un requerimiento de que todos los grupos raciales tengan acceso al
gobierno.
Es un derecho subjetivo del que son titulares los pueblos, y que en su caso
puede ser ejercido por medio de la resistencia armada que frente a la opresión
oponen los movimientos de liberación nacional. Además, posee naturaleza
consuetudinaria. Se trata de un derecho oponible erga omnes, que se ha
transformado en una norma de ius cogens internacional.

Resolución 1514 de la Asamblea general de la ONU

"... para transferir todos los poderes a los pueblos de esos territorios, sin condiciones ni
reservas, de acuerdo con su voluntad y deseo libremente expresados, sin distinción
alguna por motivos de raza, credo o color, con el fin de permitirles gozar de total
independencia y libertad. "

La Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (también


conocida como Declaración sobre la concesión de la independencia a los
países y pueblos coloniales o Carta Magna de la descolonización) fue una
piedra angular del movimiento de descolonización. Aprobada el 14 de
diciembre de 1960, esta resolución hacía un llamamiento a la independencia de
las colonias, considerando los derechos humanos fundamentales y la carta de
las Naciones Unidas. Condenó el colonialismo y declaró que todos los pueblos
tienen el derecho de libre determinación, derecho que se ejercería a través de
la consulta a la población, mediante plebiscito o referéndum.
La resolución declara que la sujeción de los pueblos a dominio extranjero es
una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la
carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y la
cooperación mundiales. Así mismo, la resolución especifica que todos los
pueblos tienen derecho a la libre determinación, y que se deben tomar medidas
para traspasar el poder a los pueblos colonizados, sin condiciones y sin
represión de por medio.

Contiene principios ordenadores, que aspiran a orientar el desarrollo progresivo


del DI conforme al propio mandato que el art. 13 de la Carta de la UN
encomienda expresamente a la Asamblea General:
- que la sujeción de los pueblos a una subyugación, dominación y
explotación extranjeras constituye una denegación de los derechos
humanos fundamentales
- que todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación, lo que
incluye necesariamente el derecho a determinar libremente su condición
política y a perseguir libremente su desarrollo económico, social y
cultura
- que debe cesar toda acción armada o medida represiva de cualquier
índole dirigida contra los pueblos dependientes
- que en los territorios en fideicomiso de las UN y no autónomos y en
todos los demás territorios que no han logrado aún su independencia

69
Eunice Carri

deben tomarse inmediatamente medidas para traspasar todos los


poderes a los pueblos de esos territorios
Asimismo, contiene una advertencia, en previsión de los conflictos
poscoloniales que pudieran producirse en el futuro, contra todo intento
encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad
territorial de un Estado (descolonización) y sobre la obligación de todos los
estados de observar la Carta de la UN y DDHH en cuanto a la igualdad y la no
intervención en los asuntos internos de los demás estados, y el respeto de los
derecho soberanos de todos los pueblos y de su integridad territorial (art. 6 y
7).

Movimientos de liberación nacional. Insurgentes, beligerantes.

Un grupo beligerante puede ser definido como un grupo rebelde que se


levanta en armas contra un Gobierno establecido (y por un motivo que excluye
meras situaciones delictivas comunes) y que, cuando es reconocido por un
Estado, goza del estatuto de beligerancia, lo que le confiere ciertos derechos y
obligaciones derivados del orden jurídico internacional, poseyendo un cierto
grado de subjetividad internacional.
Como lo que busca el DI es entre otras cosas evitar conflictos bélicos e
intervenir cuando ello ocurra, reconoce que los rebeldes en beligerancia son
grupos que pretenden emanciparse de un Estado. Es decir, se trata de un
sujeto especial, y de un sujeto transitorio para el DI.
Debemos distinguir del grupo insurgente, que es una parte de la población
que se ha alzado en armas contra el Estado; la motivación política puede
cambiar, pero el hecho concreto es que se ha rebelado contra el Estado.
Tampoco es lo mismo que revolucionarios ni que terroristas.
Existe consenso doctrinario que los grupos insurgentes en principio no son
relevantes del DI: la insurgencia de una parte de la población contra su Estado
carece de subjetividad internacional. Puede ocurrir que el gobierno establecido
no pueda mantener el control de la situación y deba responder por las
actuaciones de los insurgentes frente hechos ocurridos contra 3os estados,
siendo responsable a nivel internacional por los actos cometidos por
particulares de un estado contra otro, porque la responsabilidad internacional
es atribuible a un sujeto de DI y no a personas individuales.
Cuando se afecta a un 3er estado o el conflicto se regionaliza, o se intenta
mediar, es que se considera al grupo como un sujeto de DI: la comunidad
beligerante.
Para que una comunidad beligerante pueda ser entendía como tal y acceder a
derechos y obligaciones atinentes a todo sujeto de DI Público, debe reunir
ciertos requisitos:
- control exclusivo de una parte importante del territorio del Estado en
donde se encuentra (imposibilidad real por el Estado de aplicar su poder
de policía en territorio beligerante)
- tener elementos de un gobierno regular (aún rudimentariamente, y que
ejerza dicho gobierno sobre el territorio bajo su control; estando privado
el Estado de ejercer sus funciones ordinarias de justicia, regulación,
control de normas)

70
Eunice Carri

- una organización jerárquica con tropas regulares, uniforme identificable,


insignias y símbolos propios, estatificada en rangos militares y
sometidas a disciplina militar (diferenciando de piratas, terroristas, etc)
- conducir conductas bajo estricto cumplimiento de las normas de DIH,
que debe seguir todo grupo regular en un teatro bélico de operaciones
- el reconocimiento internacional como sujeto de DI por parte de la
comunidad internacional, que puede o no incluir el del estado en donde
los beligerantes se encuentra
Las consecuencias que acarrea la catalogación como comunidad beligerante
son múltiples. En primer lugar la responsabilidad internacional (ya no del
Estado). Otra es su capacidad de celebrar tratados de paz con otros sujetos de
DI, en especial contra el estado contra el que se alza.
La internacionalización o regionalización del conflicto es otro efecto causado
por el status internacional de la comunidad beligerante, por cuanto se reconoce
un nuevo sujeto de DI, el Estado deja de tener exclusivo control y persecución
de lo que se podía considerar hasta entonces como meros rebeldes y pasa a
hablarse de una negociación entre iguales. Ello es aplicación del DI.
Los movimientos de liberación nacional suman complejidad al considerar los
sujetos especiales de DI. Barboza trata estos grupos en forma separada de las
comunidades beligerantes, entendiéndolos como agrupaciones armadas que,
en principio, nacieron al calor de las luchas por la independencia de las
colonias europeas principalmente en África y Asia durante 1960 y 1970,
entendiendo esos conflictos, no como problemas internos de un Estado, sino
como conflictos de carácter internacional.
En ese marco la AGNU resolvió reconocer a aquellos movimientos de
liberación nacional como sujetos de DI a raíz del contexto particular en que se
hallaban aquellas luchas y tomando en consideración su Resolución 1514, que
fijó el principio de autodeterminación de los pueblos. Aún así no debe
confundírselos con otros que llevan la misma denominación pero que nacieron
bajo contextos muy diferentes.

 Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas – México no es


sujeto de DI (no desean constituirse como estado separado sino el
reconocimiento de los derechos de las comunidades indígenas y se
garantice la dignidad de los sectores más marginados de la población
indígena mexicana)
 Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Tampoco son
sujetos de DI, si bien dominan importante territorio y poseen estructura
jerarquizada, carecen de reconocimiento por Colombia aunque si de
ciertos estados.
 Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, en El Salvador. Se
reconoce la comunidad beligerante: grupos de izquierda que optaron por
la insurrección armada contra la Junta Revolucionaria de Gobierno que
depuso al gobierno constitucional salvadoreño mediante un golpe miliar
en 1979; logro reconocimiento formal de Francia y México. Cuando
depuso armas se legalizó como partido político de oposición y gano
elecciones presidenciales.
 Organización para liberación de Palestina; armada, con objetivo inicial
de la “destrucción del Estado de Israel”.

71
Eunice Carri

5. -Subjetividad internacional de la Santa Sede. Soberana Orden de Malta.

Es común la confusión entre la Santa Sede, la Iglesia Católica y el Estado


Ciudad del Vaticano como un mismo ente internacional, que tiene asidero en
que las tres instituciones poseen una misma autoridad: el Papa Católico o el
Papa de Roma. Pero son diferentes, cada una con un propósito determinado y
con orígenes históricos distintos.
La Iglesia Católica Apostólica Romana tiene la potestad sobre el gobierno de
las almas, es decir todo lo que atañe a la fe católica y a su culto como religión.
Es una organización jerárquica, sistema de dependencias y jurisdicciones, etc.
También tiene gran incidencia en el mundo terrenal y por tanto en la realidad
política y jurídica entre la comunidad internacional.

La representación política es lo que se conoce como la Santa Sede, nombre


que deriva de las Sedes Apostólicas, que eran iglesias fundadas por los
apóstoles. La santa sede sí es reconocida como un sujeto de DI por ser desde
tiempo remotos la representación diplomática del Papa, pero carece de la
mayoría de los elementos constitutivos de un estado. Algunos autores
entienden entonces que es un estado sui generis, y Barboza entre otros apoya
la tesis que dice que la Iglesia Católica no sería sujeto de DI, siendo el sujeto
de DI la santa Sede.
Es así un sujeto especial de DI.

Por otro lado se encuentra el Vaticano, la Ciudad- Estado, que hoy se reconoce
como un Estado independiente, el más pequeño del mundo, con símbolos
propios, idioma propio, población, propias leyes y órganos de gobierno, etc.

Soberana Orden de Malta


La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas
y de Malta es un organismo no gubernamental que integra la Iglesia Católica
reconociendo la autoridad papal,: posee capacidad jurídica internacional, con
sede propia y estatuto de extraterritorialidad. Es una institución que tiene dos
finalidades fundamentales: el servicio de los pobres y la defensa de la
cristiandad. Su nacimiento data aproximadamente del año 1048. Actualmente,
su sede se encuentra en Roma, en vía Condotti.
Está facultada para concertar tratados, y mantiene relaciones diplomáticas con
la Santa Sede y con treinta y siete Estados; además de hacerlo con
organismos internacionales.
Es por lo tanto una comunidad religiosa que nació a fines del siglo XI, y fue
aprobada por el Papa en el año 1119, como comunidad hospitalaria, al hacerse
cargo un grupo de monjes dirigidos por Geraldus de un hospital ubicado en la
ciudad de Jerusalén.
Al sumarse Cruzados a la Orden, ésta adquirió carácter militar, para luchar
contra los moros.
Pudieron constituir un Estado propio en el Levante, pero fueron desalojados de
allí en el año 1291. De ese lugar pasaron a Chipre, luego a Rodas, y finalmente
se instalaron en la isla de Malta, de donde fueron expulsados por Napoleón
Bonaparte en el año 1798. Su destino definitivo, fue entonces, la ciudad de

72
Eunice Carri

Roma.
La Soberana Orden de Malta posee su propio gobierno, una magistratura
independiente y relaciones diplomáticas bilaterales con 104 países; se puede
decir que esta institución es independiente de cualquier Estado, puesto que la
Orden expide sus propios pasaportes, emite sellos, acuña monedas y crea
entidades públicas melitenses dotadas de personalidad jurídica propia. Con el
paso del tiempo, se ha constituido como soberana y ha logrado una
independencia en su sistema de gobierno.
Al hablar de la soberanía de la Orden no me refiero únicamente a la que tiene
en sus relaciones internacionales, sino también a laque se refiere a su
ordenamiento interno, puesto que cuenta con un sistema de gobierno que no
depende de ningún otro poder. La Orden cuenta con un sistema jurídico propio,
pues se rige por la Carta Constitucional y por el Código, los cuales regulan la
organización interna de la Orden, el funcionamiento de sus instituciones, los
derechos, deberes u obligaciones de sus miembros en cuanto a las relaciones
jurídicas que se forman como consecuencia de la pertenencia a la Orden.
En la actualidad, su función es esencialmente benéfica: Mantiene y colabora
con hospitales, asiste heridos y enfermos en las guerras o en emergencias, y
patrocina una organización para la ayuda de necesitados y refugiados.
La Orden se rige por un estatuto dado por el Papa que data del año 1957,
cuando fue aprobado por el Consejo de la Orden.

6.- Humanidad. Transnacionales.

Como sujeto del Derecho Internacional Público, tiene una participación acotada
porque la rama del Derecho Internacional Humanitario es aquella que protege a
las victimas en los conflictos armados, protege la preservación de la especie
humana, etcétera.
El Patrimonio de la Humanidad (titulo conferido por la UNESCO) refiere a todos
aquellos sitios, como bosque, montaña, lago, cueva, desierto, edificación,
complejo o ciudad, de gran importancia, que son contemplados para
protegerlos, ampararlos, y darlos a conocer por su importancia cultural o
natural, para la herencia común de la Humanidad.

Derecho transnacional
Es la ordenación jurídica de un nuevo espacio transnacional: la sociedad
internacional de comerciantes, caracterizada por su autonomía, intereses
comunes, desvinculación de los poderes de los Estados y predominio de la
voluntad privada. Es una sociedad paralela a la sociedad internacional de
Estados y que, como ésta, forma y estructura su propia normativa para atender
unos problemas que solo pueden y deben resolverse al margen del marco
estatal. Denominado también lex mercatoria, que evoca su precedente
medieval, el ius mercatorum, el Derecho transnacional se fundamenta en dos
instituciones: el contrato internacional y el arbitraje comercial internacional. Una
parte del actual ius mercatorum o Derecho transnacional es objeto de
recepción en los ordenamientos jurídicos nacionales a través de los textos
internacionales, con lo que, en definitiva, se amplía el contenido del Derecho
internacional privado.

73
Eunice Carri

7.- Individuo.

Actualmente se considera al individuo sujeto del derecho internacional, no era


reconocido como tal en el derecho internacional clásico.
El reconocimiento se da a partir de la creación de las Naciones Unidas, a partir
de la emisión del primer instrumento general de derechos humanos; hasta 1948
con la Declaración Internacional de Derechos Humanos. La subjetividad
reconocida fue muy lenta. El Individuo, hasta 1948 no podía demandar a una
Estado en una Instancia Internacional.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, y con el primer Instrumento, se plasmó
en lo que después fue la Declaración Internacional de Derechos Humanos.

Durante siglos el orden internacional estuvo compuesto exclusivamente por


Estados, como únicos sujetos de DI con plenitud de competencias, únicos con
capacidad plena para reclamar y a quienes se les imputaba su cumplimiento.
Por tanto existía acuerdo en afirmar que los individuos eran sólo objeto de
dicho ordenamiento, estando sus acciones condicionadas por el Estado al que
pertenecía.
La evolución del DI y la mayor institucionalización de la comunidad
internacional modificaron progresivamente esta situación, con la paulatina
aparición de nuevos sujetos que presentan sus propias características,
diferentes del Estado. Ello, más la agenda de la necesidad internacional de los
ddhh abre el reconocimiento de la posibilidad jurídica internacional al individuo.
Luego de la segunda guerra mundial, por primera vez, en el asunto Francia y
otros s. Goering y otros (1946) el Tribunal Militar de Nuremberg afirma por
primera vez la subjetividad del individuo, al señalar como responsables a
personas y no estados los que cometieron crímenes contra la humanidad.
El hecho de que los Estados establezcan normas dirigidas a las personas, sea
para protección de sus derechos o para responsabilizarlos por ciertas
conductas, no convierte per se a los individuos en sujetos de DI. Aunque
también es cierto que el fenómeno permite superar rápidamente la reducción
del individuo a la condición de mero objeto de este orden jurídico. Lo que sí va
a determinar que un individuo goza de personalidad en el DI es tener en cuenta
si ese ordenamiento faculta u obliga al individuo a actuar directamente. Es
decir, si goza de la aptitud para hacer valer el derecho ante instancias
internacionales o para ser responsable en el plano internacional en el caso de
cometer una infracción a una obligación vigente.
Si un tratado o una norma consuetudinaria otorga a una persona el ius standi,
podemos inferir que existe la voluntad de reconocerle personalidad jurídica, al
menos en instancia determinada. Si no se le permite defenderse o
representarse a si mismo, aunque pueda recurrir a medios indirectos de
defensa, esa voluntad no está o es muy limitada.
En ese marco, todavía sigue siendo excepcional la capacidad para hacer valer
esos derechos frente a instancias internacionales o para incurrir en
responsabilidad por la violación de deberes jurídicos.
Pero también es cierto que la evolución constante del DI va reconociendo, y
con sorprendente velocidad, un ámbito creciente de mayor acción individual,
dotando de más capacidad al individuo, como se pone de manifiesto en gran

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Eunice Carri

cantidad de tratados que permiten accionar directamente frente a órganos


judiciales o no judiciales.

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Eunice Carri

BOLILLA V. ESTADO

1.- Nacimiento de los Estados. Reconocimiento del Estado. Reconocimiento de


gobiernos, concepto. Reconocimiento de gobiernos de facto.
2.-Sucesión de Estados: concepto, naturaleza jurídica, efectos. Sucesión de Estados
en materia de tratados, deudas públicas, patrimonio estatal, nacionalidad,
membresía en organismos internacionales.

1.- Nacimiento de los Estados. Reconocimiento del Estado. Reconocimiento de


gobiernos, concepto. Reconocimiento de gobiernos de facto.

Nacimiento de los Estados:

 Por fusión: cuando varios Estados se unen dando lugar a un nuevo Estado
independiente.
 Por emancipación: cuando las colonias o provincias de un Estado se
separan de él constituyéndose en nuevos Estados independientes.
 Por desmembramiento: cuando uno o varios Estados se separan de la
entidad única que formaban.
 Por fundación directa: cuando una población toma posesión de un territorio
“res nullius” (sin dueño) habitándolo y organizando un gobierno.
 Por decisión de organismos internacionales, por tratados
internacionales y por leyes locales.

(de la bolilla IV)

La dinámica del Estado:


Un estado puede experimentar transformaciones en sus elementos
constitutivos: el territorio disminuir o acrecentarse, población verse afectada, el
gobierno sufrir cambios que se reflejen en la estructura del estado, etc.
En cuanto a las vías de nacimiento o extinción del Estado, se puede producir
por:
- UNIFICACIÖN: uno o más estados se fusionan.
- ABSORCIÓN: de un estado por otro.
- ANEXIÓN: la absorción se produce por la fuerza.
- DISOLUCIÓN O DESMEMBRAMIENTO: un estado existente se disuelve
y surgen dos o más Estados nuevos
- SEPARACIÓN: cuando parte del territorio de un estado existente pasa a
formar parte de uno o varios estados
- SECESIÓN: es la separación violenta de parte del territorio de un
estado.

Reconocimiento:

La sociedad internacional es dinámica respecto a la cantidad de sus miembros;


nuevos Estados nacen por vías como la secesión, emancipación o

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Eunice Carri

desmembramiento, mientras otros recuperan su independencia tras un período


de ocupación o anexión. En ocasiones los gobiernos que representan a los
Estados peden cambiar de manera contraria a sus órdenes constitucionales,
mediante revoluciones o golpes de estado, y en otras pueden establecerse
como consecuencia de la asunción de poder de administraciones beligerantes
e insurrectas. Estos acontecimientos crean nuevos hechos o situaciones.
El reconocimiento puede ser definido como el acto realizado por un sujeto de
DI para manifestar su voluntad de aceptar las consecuencias jurídicas de
un determinado hecho o situación creado por otro sujeto de DI que, desde
ese momento, resultará oponible al que reconoce. En este sentido, en
cuanto a su NJ, es un acto unilateral. Puede hacerse el reconocimiento de
modo provisional (de facto) o de modo definitivo (de iure).
Como el reconocimiento es un acto libre y discrecional, no existe obligación
internacional de reconocer a un nuevo Estado o gobierno; y se rige por el
principio de no formalismo, por tanto puede ser explícito o implícito. Finalmente,
el reconocimiento puede ser unilateral o colectiva, en virtud de que lo pueda
realizar un Estado por sí solo o materializarse a través de una declaración
conjunta o una invitación a adherirse a un tratado multilateral de carácter
político.

Teoría de no reconocimiento
No puede reconocerse una situación que ha sido creada mediante actuaciones
internacionalmente ilícitas (no pueden derivarse derechos legales de una
situación ilegal).

Reconocimiento de Estados

El reconocimiento de un Estado es el acto por el cual un Estado admite que,


con respecto a él, determinada comunidad reúne los elementos constitutivos de
un Estado y por lo tanto puede formar parte de la comunidad internacional y ser
sujeto del Derecho Internacional Público. Formas de reconocimiento:
 Expreso: cuando formalmente se hace una notificación o declaración en la
cual se manifiesta expresamente la voluntad de reconocer al Estado que
pidió ser reconocido.
 Tácito: cuando se infiere de ciertos actos que no dejen dudas acerca de la
voluntad de reconocer.
 De pleno derecho: es un reconocimiento definitivo e irrevocable.
 De facto: reconocimiento de hecho, provisional y que puede ser revocado,
ejemplo: cuando el nuevo Estado no llena totalmente los requisitos que debe
reunir como tal (territorio, población y gobierno).

Hay dos teorías opuestas sobre la naturaleza y los efectos del reconocimiento
de Estados.
La primera es la teoría constitutiva, según la cual la existencia del nuevo
Estado depende del reconocimiento de los demás Estados. Así, el
reconocimiento crea un nuevo sujeto de DI otorgándole personalidad jurídica
internacional completa. Por tanto, el reconocimiento le otorgaría todo el
conjunto de derechos internacionales fundamentales del que son titulares todos
los Estados. Por el contrario, la misma teoría entiende que el no
reconocimiento implica que un nuevo Estado no existe como tal, y por

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Eunice Carri

consiguiente no goza de tales derechos; y otro efecto del no reconocimiento es


que los demás estados no tienen obligaciones internacionales respecto a una
entidad no reconocida. Esta teoría no consigue aclarar la situación de los
estados que han sido parcialmente reconocidos.
La segunda teoría es la declarativa, inspirada por el pensamiento positivista,
reflexionando y enfatizando sobre la soberanía del estado y la ausencia de una
autoridad central en la sociedad internacional. De acuerdo a ella el
reconocimiento del estado se refiere a la aceptación por los demás Estados de
una situación ya existente. El reconocimiento se trata de una mera constatación
o verificación de que una entidad reúne los elementos constitutivos del estado
(territorio, población, gobierno).
En la actualidad la controversia ha sido superada dado que se admite que el
Estado existe de hecho.
Así, por ser un acto discrecional, puede surgir un encarecimiento del
reconocimiento cuando, por motivos políticos, un sujeto de DI hace depender el
reconocimiento de la satisfacción de condiciones adicionales, aparte de reunir
tales elementos constitutivos.
Los efectos jurídicos del reconocimiento del Estado son únicamente
declarativos debido a que una entidad política adquiere capacidad jurídica en el
marco de DI una vez que reúne dichos elementos y no por otra razón. Además,
estos efectos son esencialmente retroactivos y se trasladan al momento en que
el Estado comenzó, de hecho, a existir como tal.
El reconocimiento influye para la incorporación práctica del estado a la vida
internacional. Se trata de una garantía de respeto de los derechos que le son
atribuidos por el DI y determina sus relaciones.
Aún manteniendo que el reconocimiento es de naturaleza declarativa, y que la
existencia del estado es una cuestión de hecho, el número de reconocimientos
obtenidos es de relevancia en el marco del DI: tiene valor de prueba para
determinar si una entidad política reúne los elementos del Estado o no. Que
una entidad haya sido reconocida como estado es prueba de su estatus (caso
en dilema: Kosovo y su declaración de independencia, unilateral).

Reconocimiento de gobiernos

El reconocimiento de un gobierno se refiere al acto realizado por el gobierno de


un Estado con el fin de expresar su aceptación de un nuevo gobierno de otro
estado. El gobierno que hace el reconocimiento manifiesta su voluntad de
establecer o mantener relaciones oficiales con el nuevo gobierno.
“El reconocimiento del nuevo gobierno de un Estado ya reconocido es el acto
libre por el que uno o varios estados verifican que una persona o un grupo de
personas están en condiciones de obligar al Estado que pretenden representar
y expresan su voluntad de mantener relaciones con ellas.”
El tema se da cuando el gobierno surge o sube al poder en formas no
contempladas en el orden constitucional vigente de ese país, como una
revolución o un golpe de estado. Estos son los gobiernos de facto, opuestos a
los de iure, por no haber sido creados de modo consistente al derecho
constitucional del Estado que representan.
El reconocimiento de gobiernos está influido, según Ridruejo, por una serie de
factores políticos que hacen difícil su aprehensión según pautas jurídicas, y no
parece que pueda determinarse mediante normas de DI los requisitos que debe

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Eunice Carri

reunir un gobierno de facto para ser reconocido. Hay doctrinas, que frente al
quiebre del orden constitucional, se inclinan por respetar el principio de
legalidad, mientras otras prefieren la doctrina del control eficaz.
Ejemplo de la primera es la doctrina Tobar, mn de relaciones exteriores de
Ecuador, que sostenía que no debe otorgarse el reconocimiento de un gobierno
que ha subido al poder de forma contraria al orden constitucional, como
obstáculo a las frecuentes revoluciones y golpes de Latinoamérica. Ejemplo del
segundo es la doctrina Estrada, del mn de relaciones exteriores de México, que
fomentaba la doctrina del reconocimiento automático según la que el nuevo
gobierno no necesita reconocimiento de los demás gobiernos, y decía que
Tobar fomentaba una política internacional que dejaba la cuestión de
legitimidad de un gobierno en la mano de gobiernos extranjeros. Finalmente, la
doctrina Días Ordaz para gobernar las relaciones mexicanas con otros países
latinoamericanos, significó el abandono de la doctrina Estrada, porque aunque
promueve la práctica de no tomar decisiones acerca del reconocimiento o no
reconocimiento de gobiernos que han sido creados de facto, al mismo tiempo
destaca un deseo de mantener relaciones con otros países
independientemente de la legitimidad de sus gobiernos: más importante que la
legalidad del nuevo gobierno es que “no debe faltar un puente de comunicación
entre las naciones de América latina”.
El fin de la guerra fría marcó tendencias nuevas que ponen de relieve la
emergencia de una práctica estatal regional latinoamericana consistente en la
imposición de cláusulas democráticas (protocolo de Usuahia, etc).

Reconocimiento de gobiernos de facto.

 Doctrina Tobar: sostiene que debe negarse el reconocimiento, por lo menos


hasta que dichos gobiernos no obtengan consenso popular (doctrina seguida
por EEUU).
 Doctrina Estrada: sostenía que el reconocimiento era una práctica
denigrante para la soberanía y una injerencia en asuntos internos de otro
Estado, por lo cual su país se debía limitar a mantener o retirar sus agentes
diplomáticos ante el nuevo gobierno, sin hacer calificaciones apresuradas.
 Podestá Costa: sostiene que los gobiernos de facto deben ser reconocidos
cuando ellos tengan una autoridad efectiva y real, es decir que sus
decisiones sean obedecidas por la población y que tenga aptitud para
cumplir las obligaciones internacionales.

2.-Sucesión de Estados: concepto, naturaleza jurídica, efectos. Sucesión de Estados


en materia de tratados, deudas públicas, patrim
onio estatal, nacionalidad, membresía en organismos internacionales.

Se entiende por sucesión de Estados la sustitución de un Estado por otro en


la responsabilidad de las relaciones internacionales de un territorio.

Se denomina Estado predecesor al Estado que ha sido sustituido por otro con
motivo de una sucesión de Estados, y se entiende como Estado sucesor a
aquel que ha sustituido a otro Estado como consecuencia de una sucesión de
Estados. La fecha de sucesión sería aquella en la que el Estado sucesor
79
Eunice Carri

sustituyó al predecesor en la responsabilidad de las relaciones internacionales


de un territorio.

Actualmente la sucesión de Estados son:


a. transferencia de parte de un territorio
b. unificación de Estados (si uno continúa existiendo lo que hay es
absorción, y por tanto no nace un nuevo sujeto de DI)
c. disolución de un Estado
d. separación de parte de un territorio
Se fundamenta la clasificación en las necesidades actuales de la comunidad
internacional, dejando de lado los estados de reciente independencia (surgidos
de la descolonización: Estado sucesor cuyo territorio, inmediatamente antes de
la fecha de sucesión de Estados, era un territorio dependiente de cuyas
relaciones internacionales era responsable el Estado predecesor).

Efectos en materia de tratados:

 Por emancipación o independencia: en este caso el Estado predecesor no


desaparece, por lo tanto el nuevo Estado no tiene la obligación de respetar los
tratados firmados por el Estado predecesor.
 Por unificación de los Estados que pasan a formar uno solo: en este caso
el Estado o Estados predecesor/es desaparece y se aplica para el nuevo
Estado el principio de la continuidad de los tratados ya existentes, salvo que los
Estados convengan lo contrario.
 Por separación, desmembración o fraccionamiento: es el caso cuando un
Estado se separa y da lugar a la formación de otros Estados, por lo tanto se
aplica el principio de continuidad de los tratados, salvo que los estados
convengan lo contrario.
 Por paso del territorio de un Estado a otro: en este caso, parte de un
territorio de un Estado pasa a otro Estado, sin que desaparezca el Estado
predecesor, por lo tanto dejan de aplicarse los tratados del Estado predecesor
y se aplican los que haya firmado el Estado sucesor.

Efectos en materia de nacionalidad:

 Por emancipación o independencia: lo relativo a la nacionalidad se


determina en la Constitución del nuevo Estado.
 Por unificación de los Estados que pasan a formar uno solo: los habitantes
adquieren la nacionalidad del nuevo Estado.
 Por separación, desmembración o fraccionamiento: los habitantes
adquieren la nacionalidad del Estado sucesor.
 Por paso del territorio de un Estado a otro: la regla es que se pierde la
nacionalidad del Estado que cedió el territorio y se adquiere la nacionalidad del
Estado sucesor, pero puede darse el caso que se le conceda a los habitantes
de ese territorio la posibilidad de elegir la nacionalidad de uno u otro Estado,
dentro de un tiempo prudencial.

Efectos en materia de bienes: tanto en el caso de que el Estado predecesor


desaparezca o de que se pase parte del territorio de un Estado a otro, todo lo

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Eunice Carri

que sea bienes del Estado predecesor pasan al Estado sucesor, sean bienes
de dominio publico o privado del Estado.

Efectos en materia de deudas publicas: cuando un Estado desaparece o se


extingue totalmente, el Estado sucesor aparte de hacerse cargo de sus bienes,
se hace cargo de sus deudas y si un Estado solo pierde una parte de su
territorio, el Estado que la adquiere asume una parte proporcional de la deuda
publica.

Sucesión de Estados en materia de Tratados

La Convención de Viena de 1978 sobre la sucesión de Estados en materia de


tratados entró en vigor en 1996. En su art. 16 recepta el principio de tabula rasa
por el cual el Estado sucesor no se encuentra obligado por los tratados
suscriptos por el Estado predecesor (aplicable a estados de reciente
independencia).
La excepción se halla en los art. 11 y 12 referidos a los tratados que establecen
fronteras y aquellos que establecen obligaciones y derechos relativos al uso de
un territorios (excepto aquellos que prevén el establecimiento de bases
militares extranjeras), respectivamente.
Respecto a los tratados multilaterales, basta con que el Estado sucesor
notifique su calidad de Estado Parte.
Cuando la sucesión de Estados no comprenden estados de reciente
independencia (unificación, absorción, disolución y separación) se aplica la
regla de continuidad, es decir, que los estados sucesores continúan
obligados por los tratados en los que el estado predecesor era Parte a la
fecha de la sucesión de estados salvo que la aplicación del tratado al
nuevo Estado sea incompatible con su objeto y fin; cuando el tratado
fuera restringido a cierto número de estados; o que los Estados
interesados hubieran convenido algo distinto.

Deudas públicas

Deudas del Estado son aquellas obligaciones financieras del estado


predecesor para con otro estado, una organización internacional, o cualquier
otro sujeto de DI, contraídas de conformidad con el derecho internacional.
La convención establece que a falta de acuerdo, la deuda del estado
predecesor pasará al estado sucesor en proporción equitativa en relación con
los bienes, derechos e intereses transferidos al estado sucesor respecto de la
deuda contraída por el predecesor.
Existe también el principio de las "deudas odiosas", que son las contraídas por
las colonias en perjuicio de sus colonias; en este caso, el Estado sucesor se
niega a hacerse cargo de las deudas contraídas

Bienes estatales (patrimonio estatal)

Si se trata de inmuebles, la regla general establece que los bienes inmuebles


situados en el territorio al que se refiera la sucesión pasarán al sucesor. Si se
hallan en territorio de un tercer Estado, distinto del predecesor, pasarán a los
sucesores de manera equitativa.

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Eunice Carri

Si se trata de bienes muebles, la regla determina que se adjudicarán al estado


sucesor aquellos bienes muebles del Estado predecesor vinculados a la
actividad del Estado predecesor en relación con los territorios a los que se
refiera la sucesión.

Nacionalidad

En lo que toca a la nacionalidad, normalmente ésta es afectada ya que se toma


la del sucesor; sin embargo, en ocasiones se mantiene la nacionalidad del
predecesor seguido de un derecho de opción a los ciudadanos. En algunos
casos se reconoce una doble nacionalidad como en el caso de Rusia

Cuando se trata de personas naturales, hay un proyecto que fue bastante


objetado, que recoge dos principios fundamentales:
1. la nacionalidad se rige esencialmente por el derecho interno dentro de
los límites establecidos por el derecho internacional
2. la nacionalidad es un derecho humano
La nacionalidad del estado no será atribuida contra la voluntad de los
individuos, salvo que la no-atribución resultara en apatridia. El Estado sucesor
no esta obligado a otorgar su nacionalidad a residentes habituales en otros
Estados o que posean otra nacionalidad. Puede exigir la renuncia a otra
nacionalidad para adquisición de la suya.
Se establece claramente el derecho a la nacionalidad, y se consagra la
obligación internacional de prevenir la apatridia aunque ella no constituyera en
la actualidad una norma consuetudinaria de DI.
Se presume nacionalidad del Estado sucesor a favor del individuo que revista
calidad de residente habitual del territorio afectado por la sucesión de Estados
a la fecha de dicha sucesión, pero no podrá ser impuesta a nacionales de
terceros estados que sean residentes habituales del territorio afectado.
El derecho de opción se basa en un vínculo apropiado; y la condición jurídica
de los residentes habituales no será afectada por la sucesión de estados.

En personas jurídicas, debe señalarse que:


1. no existe un concepto rígido de nacionalidad respecto de las personas
jurídicas
2. la analogía que cabe trazar entre la nacionalidad de las personas
jurídicas y de las personas naturales tiene un límite.

Membresías en OI

En un momento determinado de la vía de la Organización Internacional, ésta


puede transferir a otra algunas de sus funciones o que la sustituya
completamente en el ejercicio de sus competencias y en el disfrute de su
patrimonio. En este caso se produce la sucesión de las Organizaciones
Internacionales.
Como la Organización es el fruto de un acuerdo de voluntades entre varios
Estados, su sustitución por otra exige que dichos Estados den su conformidad
a ello, ya sea de expresa o tácitamente. Esta conformidad se manifiesta con un
nuevo acuerdo celebrado por sus Estados miembros.

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Eunice Carri

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Eunice Carri

BOLILLA VI. ORGANOS DEL ESTADO EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

1.- Órganos del Estado en las relaciones internacionales. Clasificación (nacionales,


internacionales, centrales, periféricos). Régimen argentino. Servicio Exterior
Argentino.
2.- Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas: agentes diplomáticos:
categorías, designación, funciones y competencias, inmunidades, privilegios.
3.- Convención de Viena sobre relaciones consulares: funcionarios consulares,
categorías, funciones y competencias, inmunidad y privilegios.
4.- Representación de los Estados ante organizaciones internacionales. Convención
de Viena de 1975. Misiones especiales.

1.- Órganos del Estado en las relaciones internacionales. Clasificación (nacionales,


internacionales, centrales, periféricos). Régimen argentino. Servicio Exterior
Argentino.

Las reglas que regulan los distintos aspectos de las relaciones diplomáticas
constituyen una de las primeras expresiones del DI; cada vez que hubieron
coexistido grupos de estados independientes, se desarrollaron costumbres
especiales referidas a la forma en que los representantes especiales de otros
Estados debían ser tratados.
La diplomacia como método de comunicación es una institución antigua y las
normas internacionales que regulan sus manifestaciones son el resultado de
siglos de práctica estatal. Los estados deben negociar y celebrar consultas
entre sí y con las OI y para hacerlo precisan del personal diplomático, personal
que representan a los Estados en sus diversas maneras.
Tradicionalmente, las relaciones internacionales se llevaron a cabo por medio
de personal diplomático, pero con el crecimiento de las relaciones comerciales,
las funciones de las oficinas consulares se establecieron y expandieron.
El campo de la inmunidad diplomática es uno de los tópicos más aceptados y
axiomáticos del DI, ya que en la última instancia está en el interés de todos los
estados desarrollar y mantener relaciones diplomáticas, a pesar de que no
todos los Estados actúen de acuerdo a estos extremos.

La acción exterior del Estado, que comprende aquellas actuaciones de los


sujetos de DI que son necesarias para articular la cooperación internacional, se
encuentra basada en el principio de autoorganización, esto es, los Estados son
soberanos y libres para establecer la estructura, cauces y órganos a través de
los cuales se articulan las relaciones internacionales. En Estados con
estructura territorial compleja (por ejemplo Argentina), rige el principio de
unidad de acción, ya que la conducción de las relaciones exteriores es una
facultad delegada en el PEN.
Los órganos de la acción exterior del Estado pueden ser clasificados:
a. según los poderes en:
i) plenos: Jefes de Estado y de Gobierno y Ministros de Relaciones
Exteriores

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Eunice Carri

ii) limitados: Jefes de misión diplomática y representaciones


permanentes y otras personas debidamente acreditadas
b. según su función: los órganos pueden clasificarse en:
i) centrales: Jefes de Estado y de Gobierno y Ministros de Relaciones
Exteriores (desdoblamiento funcional)
ii) periféricos: que se encuentran fuera del territorio de su Estado
c. de acuerdo a su carácter general y permanente:
i) las misiones diplomáticas, consulares y permanentes ante las OI
ii) la diplomacia ad hoc, que consiste en el desempeño de mandatos
concretos y durante un tiempo determinado

Como toda persona de existencia ideal, el Estado necesita órganos que lo


representen en su calidad de sujeto del derecho internacional, que ejerzan sus
derechos y ejecuten sus obligaciones. El órgano central responsable, es el
gobierno, bajo cuyas órdenes actúan los órganos descentralizados fuera del
territorio nacional, los diplomáticos y los consulares.
En la Argentina, el Presidente de la Nación es el jefe de Estado y también jefe
de gobierno. Es quien representa al país en el exterior y en otros Estados.
Tanto el Presidente, como su familia y su comitiva oficial gozan de ciertos
privilegios e inmunidades: inviolabilidad de la persona (protección ante ataques
físicos y verbales), inmunidad de jurisdicción (en materia penal), exención de
impuestos directos y tasas (salvo bienes poseídos a titulo personal).
El Ministro de Relaciones Exteriores es el jefe de ministerio que tiene a su
cargo las relaciones exteriores del país, goza de todas las inmunidades que el
derecho internacional ha conferido a los diplomáticos.

Órganos centrales:
* Jefe de Estado y Jefe de Gobierno.
* Ministro de Relaciones Exteriores.

Órganos periféricos:
* Misión diplomática.

Jefe de Estado y de Gobierno:


Ejerce y representa con carácter supremo el poder público que rige en un
Estado.
El origen del cargo, el título y atribuciones, están regidos por el derecho interno.
En ciertas constituciones, el JE es titular del PE y está en cabeza de la
Administración. En otras, tiene escasos poderes y funciones meramente
representativas, las ejecutiva, en manos de JG (1er Ministro).

Jefe de Estado:
• Posee la representación exterior del Estado, suele delegarla.
• Reconoce a los Representantes diplomáticos que los Estados
extranjeros acreditan ante él.
• Envía funcionarios consulares al exterior y admite los de otros países.
• Concierta tratados o se adhiere a ellos, los ratifica o denuncia.
• Formula declaraciones de guerra y paz.

El Jefe de Estado y Jefe de Gobierno

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Eunice Carri

Por el Ceremonial, y por la importancia de sus funciones, en el exterior reciben


tratamiento condigno con el cargo que inviste. Se inspira en el propósito de
tratar por igual a todos los jefes de Estado.
El jefe de Estado y jefe de Gobierno, en el extranjero gozan de privilegios e
inmunidades, su familia y séquito oficial.

Privilegios e inmunidades:
• 1- inviolabilidad de la persona:
Protección de su persona y honor contra cualquier ataque físico o verbal.
• 2- inmunidad de jurisdicción:
Absoluta en materia penal.
• 3- exención de impuestos directos y tasas:
Salvo sobre bienes poseídos a titulo personal y sucesiones en que es parte.

INVIOLABILIDAD DE LA PERSONA
• Se debe prevenir y reprimir toda ofensa, daño o violencia, tanto de parte
de las autoridades, como de la población, contra la persona o los efectos
de un Jefe de E extranjero. Comprende los agravios morales, en tanto
afectan al gobierno que preside. El Estado que no los previene o reprime
incurre en responsabilidad Internacional.
• Supone que el JE no puede ser objeto de medida alguna de arresto ni
en su persona ni en su residencia, propiedades, equipaje o
correspondencia.
• La inviolabilidad comporta también la necesidad de una protección
especial, tanto desde el punto de vista material como desde el punto de
vista jurídico penal

INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN
• La exención de jurisdicción en materia penal es absoluta y alcanza a la
persona, la residencia y los efectos.
• La exención de jurisdicción civil:
- Es completa por actos realizados en su condición de Jefe de Estado.
- Por actos realizados a título privado la jurisprudencia dividida, británicos
y de EU hay inmunidad; franceses e italianos, duda
• Cuando un JE, participe en una misión oficial del Estado que envía,
gozará en el Estado receptor o en un tercer Estado, además de lo que
otorga la presente Convención, de las facilidades y de los privilegios e
inmunidades reconocidos por el Derecho Internacional.

Las inmunidades tienen por base la necesidad de que el Jefe de Estado


disponga de entera independencia. Los privilegios están fundados en razones
de recíproca cortesía.
Los privilegios e inmunidades de los JE tienen el carácter de normas de
derecho consuetudinario. Se basan en el principio de igualdad soberana de los
Estados.
La tendencia actual en doctrina se orienta hacia la admisión por los tribunales
de:
- Acciones reales.
- Juicios universales en que el JE sea parte

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Eunice Carri

- Acciones provenientes de obligaciones contractuales o de


establecimientos comerciales.
- Si el JE demanda a título personal, se somete voluntariamente.
Reconvención.

Servicio exterior de la Nación

La ley 20.957 de 1975 define el Servicio Exterior de la Nación como “la


organización fundamental del Estado para el desarrollo de sus relaciones con
la comunidad internacional” y establece que es “el instrumento de ejecución de
la política exterior nacional”.

Esa misma ley, su Decreto Reglamentario 1973/86 y sus modificatorios regulan


los aspectos básicos de la carrera diplomática. De este modo, el Estado se
asegura de contar con recursos humanos idóneos, que contribuyan a una
política exterior coherente y eficaz.
Denominación dé las funciones que el cuerpo diplomático argentino
desempeña en las naciones donde está acreditado.
Personal que ejerce tal representación.
A tenor de la Ley 12.951 integran este Servido exterior: a) los embajadores
extraordinarios y plenipotenciarios; b) los enviados extraordinario? y ministros
plenipotenciarios de lf clase; c) los enviados extraordinarios y ministros
plenipotenciarios de 2* clase; d) los consejeros de 1* clase y los cónsules
generales desigual categoría; e) los consejeros y los cónsules generales de 2*
clase; /) los secretarios 7 los cónsules de 1* clase; g) los secretarios y los
cónsules de 2* clase; h) los secretarios y cónsules de 3* clase; i) los agregados
y los vicecónsules.
Se requiere: ser argentino nativo o por opción; 29 gozar de los derechos civiles
y políticos; 39 tener buena conducta moral, pública y privada; 49 certificado de
buena salud y condiciones físicas adecuadas; 59 para los casados, que el
cónyuge sea argentino o naturalizado; 69 jurar fidelidad a la nación y a sus
instituciones; 79 cumplir los demás requisitos determinados. (v. CUERPO
DIPLOMÁTICO.)

2.- Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas: agentes diplomáticos:


categorías, designación, funciones y competencias, inmunidades, privilegios.

La misión diplomática es, según Ramiro Brotóns, el órgano periférico del


Estado de carácter representativo, acreditado ante otro Estado con el fin
primordial de asegurar las relaciones permanentes entre ambos.
Sus funciones se encuentran reguladas a través de un triple plexo:
- Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961
- El derecho del Estado que envía
- El derecho del Estado en el que se encuentran acreditadas
El alcance general de sus funciones y su naturaleza permanente son 2
características fundamentales. La CVRD modifica el derecho consuetudinario
vigente en la materia y es aplicable a la diplomacia permanente entre los
Estados; sus normas no regulan las relaciones diplomáticas entre Estados y OI
ni a la diplomacia ad hoc, que son objeto de normas especiales.

87
Eunice Carri

Además, la CVRD se encarga de reglamentar la misión como órgano


institucional, además de los agentes diplomáticos.
Las relaciones diplomáticas derivan del derecho de legación o representación
que reconoce a los Estados la facultad tanto de enviar sus representante al
extranjero, convirtiéndose en el Estado acreditante, como de recibir órganos
diplomáticos, convirtiéndose en Estado receptor.
El establecimiento de una misión diplomática implica el reconocimiento de
Estados y de Gobiernos.

Sin pretender agotarlas, la CVRD establece el marco de funciones que


caracterizan la misión diplomática:
a) Representar al Estado acreditante ante el Estado receptor
b) Proteger en el estado receptor los intereses del Estado
acreditante y lo de sus nacionales dentro de los límites
permitidos por el DI (muy diferente de la protección diplomática
como derecho discrecional del Esstado; porque en esta el estado
actúa mediante una reclamación condicionada a una serie de
criterios previos y no por nota diplomática como el inciso)
c) Negociar con el Estado receptor (gestión ordinaria de asuntos de
Estados)
d) Enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y la
evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar
sobre ello al Gobierno acreditante
e) Fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones
económicas, culturales, científicas entre el estado acreditante y el
receptor (proporciona marco de adopción de políticas de
cooperación y desarrollo)
f) Eventualmente puede ejercer funciones consulares

Agentes diplomáticos

La CVRD distingue 3 categorías diferentes de personal:


- diplomático
- administrativo
- técnico
Miembros de la misión diplomática: a) Jefe de la misión (lo nombra el Estado
que lo envía, con el consentimiento del Estado receptor), b) Personal
diplomático (miembros de la misión directamente afectados a ella, en gral no
requieren autorización del Estado receptor), c) Personal administrativo y
técnico (no tienen estado diplomático, intérpretes, secretarios, gozan de un
estatuto similar al diplomático), d) Personal de servicio (choferes, empleados
domésticos), e) Familiares de los agentes diplomáticos (todos los familiares
gozan de los mismos privilegios e inmunidades que los agentes, no deben
tener nacionalidad del e receptor ni residir en él).

El personal diplomático, que es el que nos interesa, son “los miembros del
personal de la misión que posean la calidad de diplomático”.
Los agentes diplomáticos son las personas que ejercen la representación oficial
de un Estado en otro, pero en la convención de Viena de 1961 se reserva esa

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Eunice Carri

denominación solo para el jefe de la misión y para los miembros del personal
diplomático.
La Convención clasifico a los agentes diplomáticos en 4 clases: a)
Embajadores y nuncios, b) Enviados extraordinarios, ministros
plenipotenciarios e internuncios, c) Encargados de negocios y d) Ministros
residentes creado por el Protocolo de 1818 y eliminado por la Convención de
Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.
Privilegios e inmunidades de los agentes diplomáticos: a) Inviolabilidad de la
persona del agente diplomático (no puede ser requisada, arrestada, se
extiende a sus bienes y documentos), b) Inmunidad de jurisdicción (en materia
penal), c) Excepción fiscal, d) Exención de derechos aduaneros.

El artículo 1, apartado e) del Convenio de Viena de 18 de abril de 1961, sobre


relaciones diplomáticas dispone que por «agente diplomático» se entiende el
jefe de la misión (persona encargada por el Estado acreditante de actuar con
carácter de tal) o un miembro del personal diplomático de la misión, es decir,
los miembros de la misión que posean la calidad de diplomático El agente
diplomático es, pues, toda persona -jefe de la misión o miembro de la misma-
acreditado con carácter diplomático ante el Estado receptor, que figura en la
lista diplomática y goza del estatuto diplomático. El conjunto de personas
acreditadas como agentes diplomáticos ante un Estado e incluidas en la lista
diplomática (embajadores, ministros, consejeros, encargados, agregados y
demás personal diplomático de la misión) forman el Cuerpo Diplomático
extranjero en una capital, aunque esta expresión se suele reservar para los
jefes de misión diplomática.
Según el artículo 14 del citado Convenio de Viena, los jefes de misión
diplomática se dividen en tres clases: a) embajadores o nuncios acreditados
ante los Jefes de Estado; b) enviados, ministros o internuncios
acreditados ante los Jefes de Estado; c) encargados de negocios
acreditados ante los ministros de Relaciones Exteriores.
El embajador es el jefe de misión diplomática de la máxima categoría. Puede
ser embajador perteneciente a la carrera diplomática (embajador de carrera) o
embajador político, que conserva vitaliciamente este título y honores. Si
pertenece a la carrera diplomática, puede tener la categoría personal de
embajador o de ministro plenipotenciario. Antes de nombrar al jefe de una
misión diplomática el Estado acreditante debe solicitar del Estado receptor el
consentimiento o «placet» sobre la persona propuesta, sin que el Estado que
niega el placet venga obligado a explicar los motivos de su denegación (artículo
4 del Convenio).
No tienen carácter de agentes diplomáticos el canciller (jefe personal
administrativo) ni el propio personal administrativo y técnico de las misiones
diplomáticas.
Los agentes diplomáticos gozan de inmunidad de la jurisdicción penal del
Estado receptor, no están obligados a testificar y su persona, residencia,
documentos y bienes son inviolables. No pueden ser objeto de detención o
arresto y tienen el privilegio de exención de todo impuesto o gravamen.
Inmunidades y privilegios que pueden extenderse a los familiares del agente
diplomático.

Nombramientos y designación

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Eunice Carri

El desarrollo de la práctica diplomática ha permitido que los Estados tengan


plena libertad para nombrar al personal diplomático más acorde a sus
necesidades. Sin embargo, se han tenido que poner ciertas limitaciones para
esta práctica como las contenidas en la Convención de 1928, con el fin de
evitar que los Estados caigan en abusos.
En cumplimiento del protocolo la designación de los miembros de una misión
diplomática se comunicará al ministro de Relaciones Exteriores, mediante una
nota diplomática o por conducto del jefe de misión. Los agentes diplomáticos
deben de realizar visitas protocolarias a los funcionarios de la cancillería y sus
colegas. La visita se realizará dejando tarjetas, las cuales llevarán las iniciales
p.p. (pour presenter/para presentar) y estarán acompañadas por la tarjeta del
jefe de misión.

Las funciones diplomáticas se dividen en normales y excepcionales. Aquí nos


ocupamos de las funciones normales. Estas funciones aparecen recogidas en
el convenio de Viena en artículo 3.1, que dice "Las funciones de una misión
diplomática consisten en representar al estado enviante ante el estado
receptor, en proteger en el estado receptor los intereses del estado acreditante
y sus ciudadanos, negociar con el gobierno del estado receptor; informarse por
todos los medios ilícitos de las condiciones y evolución de los acontecimientos
que ocurren en estado de recepción, enviando informes al respecto al estado
en mediante, promover relaciones amistosas y desarrollar relaciones
económicas, culturales y científicas entre ambos Estados.

1.- La representación: para representar al estado acredite ante el jefe de la


misión está dotado de la autoridad suficiente para hablar en su nombre.
Actualmente jefe de la emisión asegura las comunicaciones entre su gobierno y
el gobierno ante el que está acreditado; es decir, es un intermediario en la
comunicación entre ambos Estados.
Esta representación hace que el jefe de la misión represente al estado en las
actividades jurídicas (tratados, ante la justicia, etcétera). Esta representación
de tipo jurídica no necesita autorización ni fórmula específica de habilitación.
Ante la justicia: El jefe de la misión puede actuar a dos niveles, es decir, como
demandante y como defensor. Como demandante lo puede hacer cuando el
estado huésped vulnere un derecho del estado enviante; para esto se presume
que sus poderes son plenos. Como defensor se plantea el problema de saber
si los poderes de que se le dotan son suficientes. En líneas generales el jefe de
la misión debe actuar siguiendo las instrucciones de su gobierno (ministerio de
asuntos exteriores). Puede ocurrir que en algún momento el diplomático
comprometa a su estado, más en términos políticos, excediéndose de las
instrucciones que recibió. En este caso estado enviante tiene dos caminos:
desautorizar al enviado o convalidar tácitamente la actuación del mismo.
Otro problema que surge es el de la recepción de instrucciones contrarias al
derecho internacional público. Según un tribunal austriaco, en base al tribunal
de Nüremberg, las instrucciones contrarias al derecho internacional público no
deben ser cumplidas por los funcionarios diplomáticos .

2.- La negociación: se trata de conciliar o buscar transacciones, de preparar


tratados, de concluir arreglos políticos, etcétera. Estas actividades llevadas a
cabo por los embajadores tienen la ventaja de que pueden ser conducidas al

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Eunice Carri

abrigo de cualquier publicidad. El convenio de Viena de 1969 de derecho de los


tratados prevé los actos que un embajador puede llevar a cabo en la
negociación de tratados sin presentar poderes específicos. En virtud de sus
funciones, el jefe de la misión diplomática es competente para:
 La adopción del texto del tratado entre el estado enviante y el estado
receptor.
 Para fases más allá de la adopción (autentificación, firma, etc) el
embajador precisa de unos poderes específicos.

Otras funciones.

1.- La información. La protección diplomática:

A) La información: la misión debe informarse de todos los acontecimientos que


puedan afectar al estado enviante y, asimismo, informar sobre los
acontecimientos al estado acreditante. Los acontecimientos que pueden afectar
son aquellos que sean negativos bien para las relaciones entre los Estados,
bien para los nacionales del estado enviante que residen en estado estado
receptor.
El artículo 3 del convenio de Viena de 1961 señala que la información recogida
en el estado receptor debe obtenerse por medios ilícitos (de la noción de
"medios ilícitos" vendrá dada por estado de recepción) lo que excluye el
espionaje o el uso de la fuerza.
Otro asunto que variará de país en país es la consideración de "secreto" de
cierta información, con lo cual la discrecionalidad para juzgar los "medios
ilícitos" es muy amplia.
La información no consiste sólo en recaudar datos y enviarlos al país de origen.
También tiene un segundo plano, es decir, se puede entender también como
establecimiento de repercusiones de los hechos sucedidos en estado
acreditante en cuanto al estado receptor. Esta es una proyección de imagen del
estado enviante; en este sentido los diplomáticos son el apoyo en las visitas de
personalidades de su país de origen al estado receptor y viceversa.
Los diplomáticos también pueden ejercer un derecho de representación ante
los medios de comunicación que ellos consideren que deforman la realidad de
su país.

B)La protección diplomática: Se puede contemplar de 2 maneras:

Protección general de intereses de los nacionales (el status general de la


colonia en estado huésped). Abarca las condiciones generales de las visitas
turísticas y de negocios.

En relación con los nacionales que tienen un problema individual


particularizado frente al país en el que están alojados.
Esta protección puede ser entendida en un sentido amplio (protección ante un
problema en un país) o en un sentido estricto (problema nacional/tercer
estado). Esta última se puede llevar a cabo directamente de ministerio de
asuntos exteriores al ministerio de asuntos exteriores.

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Eunice Carri

En el nivel más amplio la protección diplomática está recogida en el artículo


3.1.b del convenio de Viena de 1961 en el que se recoge la prohibición del uso
de la fuerza.
En la protección diplomática es un acto discrecional del estado enviante.
Algunos Estados hacen distinciones entre protección diplomática y protección
consular (la intervención de las autoridades se hace a nivel de administración
local) .

2.- Fomento del desarrollo de las relaciones pacíficas. Ejercicio de las


funciones consulares: una de las funciones de la misión diplomática es la
promoción del establecimiento de relaciones económicas. Una de las funciones
del diplomático es informar a su país sobre los mercados, así como negociar
acuerdos que sirvan de contexto, precisamente, a la mejora de las relaciones
económicas. Además de las económicas, también se ocuparán de proteger las
relaciones culturales entre ambos Estados.
Numerosas misiones ejercen, a su vez, funciones consulares (entrega de
documentos, etc.). Esta es llevada a cabo por los Estados que no pueden tener
una misión diplomática amplia.

Privilegios e inmunidades

El estatus diplomático, o conjunto de tratos particulares otorgados en cuanto


órgano exterior del estado, constituye uno de los aspectos más relevantes del
estudio del derecho diplomático. Se le atribuye una importancia esencial para el
mantenimiento de las relaciones entre Estados, aceptado por buena parte de
ellos con independencia de su credo, cultura o tradición política. La convención
enumera un catálogo de facilidades, privilegios e inmunidades regidos por el
principio de la no obstaculización ni impedimento de la función diplomática para
un desarrollo eficaz de la misma.

De la misión diplomática:

 Inmunidad de jurisdicción y de ejecución


 Inviolabilidad de los locales
 Inviolabilidad de los archivos y documentos
 Libertad e inviolabilidad de las comunicaciones
 Derecho a colocar la bandera y el escudo
 Privilegios fiscales
 Privilegios aduaneros

En cuanto a los primeros ítems se asegura la inviolabilidad de los locales, por


la prohibición al estado receptor de penetrar en ellos sin consentimiento del jefe
de misión, y por otro lado se asegura una obligación especial de protección (de
toda intrusión o daño). Ello alcanza a los archivos y documentos “donde quiera
que se hallen”. Si ello no se cumple se recae en responsabilidad internacional.
Hay que también subrayar la conexión entre la inviolabilidad y el asilo
diplomático, que es una práctica nacida en América Latina: protección que
ejerce el Estado acreditante respecto de una persona que es requerida por el
Estado receptor, no emanando del asilo diplomático la inviolabilidad salvo la
que surge en el local diplomático, que es la que efectivamente impide su

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Eunice Carri

detención y facilita la obtención del salvoconducto que permite a la persona


salir del país.
En cuanto a la inviolabilidad de las comunicaciones y de la correspondencia,
hay obligación de permitirla y protegerla para todos los fines oficiales.
Las exenciones fiscales son del estado acreditante y del jefe de misión de todo
impuesto y gravamen, sean nacionales, regionales o municipales; exención que
alcanza igualmente a los percibidos por la misión por los actos oficiales. No es
aplicable el privilegio a los pagos de servicios particulares ni a los derivados de
contratos particulares con el estado acreditante.
Ya por último, los privilegios aduaneros, se permitirá la entrada de objetos
destinados al uso oficial de la misión con exención de toda clase de derechos
aduaneros e impuestos y gravámenes conexos, siempre condicionada a las
leyes y reglamentos internos del estado receptor.

De los miembros que forman la misión:

La distinción del agente diplomático del resto de los miembros es relevante en


el sentido de que será precisamente esta figura, considerando sus atribuciones
funcionales, la que goce de un estatus más generoso respecto de las otras
categorías.
En cuanto a los privilegios e inmunidades del agente diplomático, destacan:

 Inviolabilidad personal
 Inviolabilidad de residencia, documentación y correspondencia
 Inmunidad de jurisdicción y de ejecución
 Inmunidad fiscal
 Inmunidad aduanera
 Exención sobre las leyes de seguridad social del Estado receptor

Inviolabilidad personal se refiere a que, no solamente no puede ser objeto de


ninguna fuente de detención o arresto, sino que el estado receptor debe
adoptar todas las medidas adecuadas para impedir cualquier atentado contra
su persona, libertad o dignidad. Lo mismo con la de la residencia,
documentación y correspondencia.
Respecto a la inviolabilidad de jurisdicción y de ejecución, en lo que se refiere a
la jurisdicción penal, el agente diplomático goza de inmunidad absoluta (no
puede ser objeto de demanda ni querella alguna; por lo que en caso de
comisión de delitos solo podrá ser declarado persona non grata, pedir su
retirada y proceder a su expulsión, sin cesar por ello la obligación de
protección). En cuanto a la inmunidad civil y administrativa, está limitada para
aquellos casos que revistan una naturaleza oficial realizados por el agente
diplomático, excluyendo expresamente las acciones reales sobre bienes
inmuebles particulares radicados en el territorio del Estado receptor; las
acciones sucesorias en las que figure; y aquellas acciones vinculadas a
cualquier actividad profesional o comercial ejercida por el agente en el estado
receptor fuera de sus funciones oficiales. El agente diplomático no está
obligado a testificar.
En cuanto la inmunidad fiscal, el agente con determinadas excepciones está
exento de todos los impuestos y gravámenes personales o reales; sean de

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Eunice Carri

alcance nacional, regional o municipal. El estado recetor está obligado a aplicar


en su sistema tributario estos privilegios tributarios.
La inmunidad aduanera se refiere a que el estado receptor tiene la obligación
de permitir la entrada de bienes, destinada a uso oficial de la misión o del
agente y sus familiares, con exención de todo derecho de aduana, impuesto o
gravamen, con excepción de los gastos de almacenaje, acarreo y servicios
análogos. Además está exento de inspecciones de su equipaje excepto
motivos fundados para suponer objetos prohibidos o no comprendidos en las
exenciones.
Por último, en cuanto a las exenciones sobre las leyes de seguridad social del
estado receptor, se deja igualmente abierta la puerta a una participación
voluntaria.

Queda decir que en cuanto a los privilegios e inmunidades del personal


administrativo y técnico, difieren en lo referente a la inmunidad de jurisdicción
civil y administrativa, que solo alcanzará actos realizados en ejercicio de sus
funciones, y las exenciones aduaneras que se aplicarán solamente a los
objetos importados para la primera instalación (siempre que tenga residencia
en el estado receptor).

3.- Convención de Viena sobre relaciones consulares: funcionarios consulares,


categorías, funciones y competencias, inmunidad y privilegios.

La misión u oficina consular constituye, junto con la misión diplomática, otro de


los órganos exteriores principales encargado, con vocación de permanezca, de
las relaciones del Estado ante la jurisdicción de otro Estado.
La convención de Viena sobre Relaciones Consulares del 24 de abril de 1963,
entró en vigor el 19 de marzo de 1967. Es el instrumento jurídico internacional
de referencia.
La oficina consular se clasifica de dos modos a la institución. La más extendida
entre los Estados atiende a la propia definición de oficina consultad: consulado
general, consulado, viceconsulado y agencia consular, como cuatro categorías
distintas de oficina consular. Entre ellas se dan notables diferencias: las dos
primeras son autónomas e independientes, las dos segundas conservan una
relación de dependencia de las primeras. La segunda clasificación es de los
diferentes tipos de funcionarios: de carrera y honorarios, dando así lugar a las
oficinas de carrera, y con carácter facultativo, a las oficinas honorarias (en
Argentina no se contempla la categoría vicecónsul, no cónsul honorario).
El establecimiento de estas es de consentimiento mutuo, que se extiende a la
determinación de la sede, clase y circunscripción consular (territorio atribuido a
la oficina para realización de sus funciones). El consentimiento que hubiera
alcanzado para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre dos
Estados será, salvo indicación en contrario, extensible al establecimiento de
relaciones consulares. Esa asimilación no es mantenida en caso de ruptura (de
romperse las relaciones diplomáticas no necesariamente produce ruptura de
las relaciones consulares).

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Eunice Carri

Las funciones consulares son ejercidas pro las diferentes oficinas consulares,
sin por ello suponer un ejercicio exclusivo. El art. 5 recoge de manera no
exhaustiva cerca de una docena de funciones consulares susceptibles de ser,
siempre que no entren en conflicto con el ordenamiento interno del Estado
receptor, detalladas específicamente en tratados o convenios consulares, que
pueden agruparse del siguiente modo:

 Protección y asistencia consulares


De los intereses del estado, sus nacionales. La protección consular se realiza
mediante reclamación, que se produce en el momento de la comisión del ilícito
y ante el órgano específico que corresponda.
Para este punto es de importancia que se le aseguren las comunicaciones.
Tiene especial relevancia en casos de detención, arresto y prisión preventiva
de nacionales del Estado que envía; que se da solo mediante solicitud del
interesado. La oficina consular puede ejercer la protección de los intereses de
los nacionales del estado que envía en caso de sucesiones mortis causa
producidas en el estado receptor, velar por intereses de los menores o
incapaces, etc.

 Fomento de las relaciones comerciales, económicas, culturales y


científicas

 Función de información

 Funciones administrativas
Se incluyen el registro de nacionales residentes en la circunscripción,
tramitación de documentos de viaje, empadronamiento de nacionales, emisión
de certificados, etc.

 Funciones notariales y registrales


De práctica muy extendida como, en el ámbito del registro civil consular, la
celebración del matrimonio consular o la adopción.

 Funciones procesales o de cooperación judicial


Comunicación de decisiones judiciales y extrajudiciales, etc. Teniendo como
límite los acuerdos internacionales o en su defecto, las leyes y reglamentos del
Estado receptor. El reglamento consular argentino prevé que los cónsules
podrán “autorizar todos los actos que según las leyes de la Nación y de las
provincias puedan efectuar los escribanos públicos, y ejercer funciones
administrativas inherentes a su cargo”. En cuanto a la representación judicial,
expresa que los cónsules “podrán representar a sus connacionales o disponer
su representación apropiada ante los Tribunales y demás autoridades del
estado de su residencia, de conformidad con las prácticas y los procedimientos
vigentes, cuando por estar ausentes los interesados o por cualquier otra razón,
se encuentren impedidos de defender oportunamente sus derechos e
intereses, para solicitar se adopten las medidas provisionales de preservación
e esos derechos e intereses”. Sin embargo, en la práctica no se da.

 Funciones en materia de navegación marítima y aérea

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Eunice Carri

Control e inspección de buques de nacionalidad del estado que envía y de las


aeronaves matriculadas en él, así como sus respectivas tripulaciones. También
prestar ayuda, recibir declaración, examinar y refrendar documentos a bordo,
realizar encuestas incidentales y resolver litigios entre el Capitán, los Oficiales y
los marineros.

Miembros
Forman parte de la oficina consular los funcionarios y empleados consulares y
los miembros del personal de servicio, que se configuran a su vez en 3 niveles
de personal:
- los funcionarios consulares
- los empleados consulares
- personal de servicio

Los funcionarios consulares encarnan la categoría más alta de la oficina


consular, y son aquellas personas encargadas con ese carácter para el
ejercicio de diversas funciones consulares.
Los empleados consulares equivalen al personal administrativo y técnico de la
misión diplomática.

El funcionario consular es toda persona, incluido el jefe de la oficina consular


encargada del ejercicio de funciones consulares.
La función del cónsul tiene un origen privado, a diferencia del agente
diplomático, la función del cónsul no es política y carece de representación al
Estado. La tarea del cónsul se limita a defender los intereses de los nacionales
del Estado que lo designa a promover relaciones comerciales y a realizar actos
administrativos, notariales y de registro.
Los jefes de oficina consular serán de cuatro categorías: a) Cónsules
generales, b) Cónsules, c) Vicecónsules, d) Agentes consulares.
El jefe de oficina consular es “toda persona encargada de desempeñar tal
función” y podrá corresponder a cualquiera de las categorías del párrafo
anterior. Es nombrado por el Estado que lo envía, debe tener esa nacionalidad,
puede tener la nacionalidad del Estado receptor si este lo admite. Al igual que
los agentes diplomáticos, el Estado receptor lo debe autorizar, puede declararlo
persona no grata. El funcionario consular puede, excepcionalmente, realizar
actos diplomáticos si el Estado que lo envió no tiene misión diplomática, ni esta
representado por un tercer Estado.
Privilegios e inmunidades: a) Inviolabilidad de los locales consulares, b)
Exención fiscal de los locales consulares, c) Inviolabilidad de los archivos y
documentos consulares, d) Libertad de transito, e) Libertad de comunicación.

Privilegios e inmunidades
El principio ne impediatur affiium y la base funcional guían el reconocimiento
del conjunto de facilidades, privilegios e inmunidades que se conceden a la
institución consular.

Privilegios e inmunidades de la oficina consular.


 Inviolabilidad de los locales, archivos y documentos
 Privilegios fiscales y aduaneros

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Eunice Carri

 Uso de símbolos del Estado que envía e inviolabilidad de las


comunicaciones y de la correspondencia
Respecto al primer punto, es igual que la misión diplomática pero se limita solo
al carácter absoluto de la inviolabilidad, por poderse ingresar en situaciones de
riesgo incendios, u otras calamidades que requieran intervención inmediata.
Hay diferencias en cuanto a la inviolabilidad de jurisdicción y ejecución.
En cuanto a papeles y documentos también se preserva su inviolabilidad
siempre que estén separados de otros, de los particulares y de otras personas.
El segundo ítem es similar al de la misión diplomática, exceptuando el pago de
los servicios prestados y los impuestos y gravámenes que deba satisfacer la
persona que contrate con el Estado que envía, según la legislación local.

Privilegios e inmunidades de los miembros de la oficina consular


 Inviolabilidad personal
 Inviolabilidad de jurisdicción
 Privilegios fiscales y aduaneros
 Exención de inscripción de extranjeros y de permisos de residencia y de
trabajo (a condición que no sean nacionales o residentes permanentes)
 Privilegios relativos al régimen de seguridad social y prestaciones
personales
Del mismo modo que en el caso de los privilegios e inmunidades de los
miembros de la misión diplomática, la nacionalidad del funcionario juega un rol
sustancial al momento de concederle inmunidades y privilegios, siendo su
carácter sustancialmente reducido en los casos de nacionales del estado
receptor o residentes de forma permanente en él. Sobretodo en la inviolabilidad
de jurisdicción.

En cuanto al primero, la inviolabilidad absoluta del diplomático no se traslada al


consular, sustancialmente matizada en la comisión de delitos graves; incide el
carácter grave del delito y se necesitará decisión judicial competente para su
detención o sentencia firme. El estado receptor conserva la obligación de
asegurar las medidas adecuadas para evitar atentar contra su persona, libertad
o dignidad.
La inmunidad de jurisdicción civil, penal y administrativa abarca exclusivamente
los actos oficiales ejecutados en el ejercicio de sus funciones.

4.- Representación de los Estados ante organizaciones internacionales. Convención


de Viena de 1975. Misiones especiales.

Han aparecido otras formas de diplomacia reciente, consecuencia directa de


las nuevas necesidades de representación o reflejo de la multiplicación de los
foros donde se precisa ejercerla.

Misión especial:
La misión especial o DIPLOMACIA AD HOC se encuentra regulada por la
Convención de Viena sobre las misiones especiales del 8 de diciembre de 1969
(con poca participación de los estados).
Por misión especial se entiende la misión temporal que, con carácter
representativo del Estado, es enviada ante otro Estado mediando el

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Eunice Carri

consentimiento de éste último con la finalidad de tratar con él o realizar con él


asuntos o cometidos determinados.
Son misiones diplomáticas temporales que representando al Estado son
enviadas a otro Estado, con el consentimiento de este, con el propósito de
tratar con él asuntos determinados o a realizar ante él un cometido
determinado, por lo tanto podemos decir que estas son representativas
limitadas a un propósito determinado.
El envío de una misión requiere el consentimiento del estado obtenido por vía
diplomática o bien otra convenida o mutuamente aceptable, envío que no
necesariamente lleva impresa la bilateralidad.
Las diferencias con la misión diplomática son:
- el carácter temporal: interés concreto y común
- la especificidad funcional: serán los Estado concernidos los que definan
la función para cada caso considerando la naturaleza para su realización
El Estado que envía la misión debe informar al Estado receptor quiénes la
integran (nombrados libremente y puede conllevar uno o varios representantes
del Estado), y el Estado receptor en cualquier momento y sin exponer el motivo
puede declarar a cualquier miembro de la misión persona no grata.
Funciones: son determinadas por consentimiento mutuo entre el Estado que
envía y el receptor y comenzarán cuando la misión entra en contacto oficial con
el ministerio de relaciones exteriores u otro órgano del estado receptor.
Los privilegios e inmunidades son las mismas que las de funcionarios
diplomático, mutatis mutandis a los de la misión permanente. .

Las representaciones ante organizaciones y conferencias internacionales


La expansión de las OI, ha requerido una presencia del Estado en el epicentro
mismo de sus estructuras, como consecuencia de la prioridad que sus variadas
agendas imponen. Aparecen así nuevas formas de representación del Estado
en el exterior que dan lugar a la emergencia de una diplomacia multilateral que
encuentra en organizaciones y conferencias de carácter internacional nuevos
espacios donde asegurarse una presencia que proyecte sus intereses y
posiciones.
El primer envío de misiones o representaciones permanentes ante OI tuvo
lugar en el marco de la Sociedad de Naciones convirtiéndose entonces en una
práctica habitual de los Estados. Éxito no compartido, sin embargo, por su
regulación.
La misión permanente está regulada en la Convención de Viena sobre la
presentación de los Estados en sus relaciones con las organizaciones de
carácter universal, del 14 de marzo de 1975.
Se entiende por misión permanente una “misión de índole permanente, que
tenga carácter representativo del Estado, enviada por un estado miembro de
una organización internacional ante la Organización”.
De esa definición se extraen rasgos:
- carácter permanente
- capacidad representativa del Estado
- membresía previa del estado (no del todo acertada al contemplarse la
figura de misión permanente de observación)
Su establecimiento sustituye el consentimiento mutuo por una fórmula que
condiciona el establecimiento a la contemplación de esa posibilidad en las
reglas de la Organización, produciéndose una relación triangular entre el

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Eunice Carri

Estado que envía, la OI y el Estado anfitrión; relación que tendrá que


administrarse sobre la base de los acuerdos de sede.
Se compondrán del jefe de la misma, personal diplomático, administrativo,
técnico y de servicio.
Las funciones de la misión permanente ante una OI conservan la esencia de la
misión diplomática en buena parte.

Las delegaciones en los órganos y conferencias internacionales son las


delegaciones enviadas por un estado para participar en su nombre en las
deliberaciones, o bien de ese órgano, o bien de esa conferencia. Existe
igualmente la posibilidad de una delegación de observación.

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Eunice Carri

BOLILLA VII. COMPETENCIA ESPACIAL

1.- Soberanía, evolución del concepto. La igualdad soberana de los Estados.


Integridad territorial. Doctrinas.
2.- Dominio terrestre: modos de adquisición del territorio, delimitación,
demarcación.
3.- Dominio marítimo: Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
(1982). Antecedentes históricos. Evolución. Espacios, aguas interiores, mar
territorial, zona contigua, zona económica exclusiva, alta mar, plataforma
continental, fondos marinos: delimitación, derechos y obligaciones de los Estados
ribereños y terceros Estados. Órganos creados por la Convención. Solución de
Controversias. Pesca: requisitos, derechos de los Estados.
4.- Dominio fluvial: concepto, evolución. Ríos internacionales, características.
Tratado de la Cuenca del Plata, Tratado del Río Uruguay, Tratado del Río de la Plata y
su frente marítimo.
5.- Espacio aéreo: concepto, evolución. Doctrinas. Convención de Chicago de 1944
6.- Espacio ultraterrestre: concepto, naturaleza jurídica. Instrumentos jurídicos que
regulan el espacio y los cuerpos celestes.
7.- Territorios polares. Delimitación. Regímenes aplicables al Ártico y a la Antártida.
Doctrinas. Tratado Antártico. Reclamo Argentino.
8.- Medio Ambiente: evolución y antecedentes. Labor de los Organismos
Internacionales. Instrumentos internacionales y principios

1.- Soberanía, evolución del concepto. La igualdad soberana de los Estados.


Integridad territorial. Doctrinas.

La Soberanía (del latín “super amus”, ‘señor supremo’) es la voluntad política


que posee un Pueblo con derecho a tomar decisiones para determinarse,
manifestarse, y tomar decisiones con independencia de poderes
externos. –

El concepto de soberanía se refiere al uso del poder de mando o del control


político que se ejerce en distintas formas de asociación humana y que implica
la existencia de algún tipo de gobierno independiente que se apoya en la
racionalización jurídica del poder. La soberanía incorpora la noción de
legitimidad en oposición al uso arbitrario del poder por parte de los actores que
se amparan en la fuerza y en la coerción para imponerse sobre los demás.
Implica entonces la transformación de la fuerza en poder legítimo. El paso del
poder de hecho al poder de derecho

En la definición clásica de BODINO, «poder supremo sobre los ciudadanos y


súbditos no sometido a las leyes». Al comienzo del Estado moderno, el
concepto surge como elemento defensivo de su independencia frente a otros
poderes (Imperio, Iglesia, seres feudales); posteriormente, la idea de soberanía
sirve para fortalecer y extender el poder del monarca absoluto. En su doble
vertiente de poder supremo en el interior e independiente del exterior, la
soberanía constituye en adelante atributo esencial del Estado, discutiéndose
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Eunice Carri

sólo sobre el órgano titular de la soberanía, que poseerá el derivado poder de


legislar. De la creencia en el poder divino de los reyes se pasará a las teorías
pactistas, para desembocar, con la Revolución francesa, en las concepciones
de soberanía nacional y soberanía popular (V. soberanía nacional; soberanía
popular).

Es el atributo básico del Estado, compendiando la suma de potestades


supremas sobre el territorio y población integrados en la estructura nacional
correspondiente. Si al comienzo del Estado moderno el concepto de soberanía
sirve para subrayar el poder supremo del Estado frente a otros poderes que
podían irrogarse potestades superiores (Iglesia o el Imperio), actualmente la
soberanía es una cualidad que sólo puede predicarse del Estado como
expresión de su poder supremo en el interior del mismo y de su independencia
en el exterior y frente a los demás Estados. En cuando al fundamento de la
soberanía, que inicialmente se identifica con el poder divino de los monarcas o
soberanos, se reconoce ahora la legitimación de la soberanía en la base
nacional o popular. Como consecuencia de la evolución de las doctrinas y
formulaciones constitucionales, aparece la soberanía compartida, en la que la
potestad suprema -generalmente identificada con la de dictar leyes- se atribuye
al parlamento actuando con el monarca.

La soberanía tiene los siguientes caracteres:

 Es inalienable. La soberanía no se puede transferir ni enajenar bajo


ningún titulo a ninguna persona o grupo de personas. El pueblo al
organizarse en Estado a lo sumo puede delegar en sus gobernantes
para que la ejerzan.
 Es imprescriptible. Como esta delegado, el pueblo no la ejerce por si
mismo, pero esta falta de ejercicio no la desvanece, el pueblo no pierde
la soberanía por el paso del tiempo sin ejercerlo.
 Único. El pueblo no tiene otras “soberanías”, es único.
 Indivisible. La soberanía no se la delega en parte, es delegada
totalmente o no.

La teoría clásica de la soberanía, parte del supuesto de que todo estado,


entendido como un pueblo, asentado en un territorio y regido por un orden
político, se encuentra regido por un poder absoluto, no subordinado, el cual
determina las normas que regulan la vida en sociedad.
La soberanía en un estado puede encarnarse en el pueblo, en el caso de la
soberanía popular, en una persona, en el caso de la monarquía o en un grupo
de personas, en el caso de los regímenes aristocráticos.
El concepto de la soberanía estatal surge desde la edad media, especialmente
en Francia, cuando la realeza se concentra en conservar su jerarquía interna
frente a los feudos y su independencia frente al Sacro Imperio Romano y la
Iglesia Católica.
El concepto de soberanía estatal ha regido las relaciones entre estados desde
aquel entonces. Cada uno de ellos se ha concentrado en mantener su
independencia frente a la comunidad internacional y crear sus propias reglas
de convivencia.

101
Eunice Carri

El concepto de soberanía internacional, comenzará en poco tiempo a regir la


nueva política internacional y las relaciones de los estados. Entendida como el
poder absoluto e insubordinado que se otorga a organizaciones internacionales
para promulgar normas de carácter general, y obligatorio cumplimiento para los
estados del mundo.
El concepto de soberanía internacional se extiende al poder absoluto que
ceden los estados actuales con el fin de salvaguardar al ser humano y los
recursos naturales, a través de políticas globales de protección y convivencia.
El concepto de soberanía internacional en este sentido, aún se encuentra en
proceso de desarrollo y sería pretencioso determinar con exactitud sus
alcances. Razón por la cual en este estudio, se encontrará una constante
relación en el avance hacia el desarrollo del mismo.

Teorías

1. Soberanía del Estado

El mundo actual gira y se fundamenta en la soberanía de los estados que lo


componen. En el poder máximo que han ganado espacios de territorio a través
de su independencia y la formación de comunidades organizadas con intereses
comunes.
Es así que cada estado definido como un territorio físico, regido por un poder
político, público y soberano que busca el orden y el bien temporal de la
comunidad que lo habita, dicta sus propias normas de conducta, sus leyes y
ordena a todos aquellos que permanente o temporalmente lo visitan, obedecer
a las mismas, so pena de acatar sanciones de diverso carácter.
El concepto de estado actual, desde el punto de vista de la realidad, más no de
las diversas teorías doctrinarias que han cobijado su evolución, no e más que
un territorio que protege sus intereses y los de su comunidad a través de
normas de convivencia.

2. Soberanía de la Comunidad Internacional

La tendencia a la globalización, al menos en el ámbito económico es inminente.


La teoría económica de Adam Smith que nos recuerda la mano mágica del
mercado se hace evidente en la globalización de la economía mundial.
Finalmente, sería poco inteligente no aprovechar las ventajas competitivas y
comparativas de los países del mundo para crecer en eficiencia y
productividad. No obstante, la integración de culturas tomará un curso de
acción más largo. Los estados del mundo se han unido en la formación de
organismos internacionales para la protección de recursos, la protección e
integración de los mercados, la seguridad mundial, la explotación de áreas
pertenecientes a la raza humana entre otros temas de convergencia e interés
global. Sin embargo sus esfuerzos se han limitado al desarrollo de patrones de
conducta que deben ser ratificados por cada uno de los estados miembros y
cuya obligatoriedad está condicionada, en gran parte de los casos, a dicha
aceptación.
El respeto por el poder superior de cada uno de los estados, por su soberanía,
aún existe.

102
Eunice Carri

En vista de la integración de las naciones para diversos campos, se plantea la


necesidad de una soberanía internacional. Es decir, debe existir la presencia
de una autoridad superior, responsable por el mantenimiento de los recursos y
la convivencia pacífica en el planeta a la cual todos los estados sometan sus
decisiones y normas de convivencia.

Hubo una evolución histórica de la soberanía. En la Edad Media, dentro del


ámbito geográfico del feudo, la soberanía la detentaba el señor feudal con
facultades de mando sobre las personas en el marco de su territorio. Enfrente
de cada señor feudal había otros con categoría similar que ejercían su
respectiva soberanía interna. Hubo luchas ente feudos, los vencedores se
fortalecieron y llegaron a constituir el gran feudo que fue el Estado moderno,
los Estados modernos poseían un poderoso gobernante, en calidad de
monarca, y quien se estimaba soberano, con potestad absoluta sobre los seres
humanos que integraban su población. Los monarcas, en ocasiones, tenían en
su territorio feudos y señores feudales, pero la soberanía, o sea la mayor
potestad, correspondía al monarca.
Sin embargo, en la Edad Media, frente a las potestades monárquicas de los
reyes existentes, se produjo el fenómeno de dos potestades mayores: las del
emperador y las del Papa. Recordemos que el papa Alejandro VI, en la "Bula
Intercoetera" dividió las tierras y aguas marinas descubiertas y por descubrir,
entre los reyes de Castilla y Aragón, por una parte, y el rey de Portugal, por
otra parte. Es decir, el Papa actuó con un poder superior a los monarcas.
La superior autoridad del Papa sucumbió cuando los monarcas español y
portugués dejaron de lado la "Bula Intercoetera" y celebraron el Tratado de
Tordesillas, variando la distribución de tierras y aguas entre españoles y
portugueses.
Durante la Revolución Francesa se combatió el absolutismo del monarca y se
estableció que la soberanía corresponde al pueblo y los gobernantes sólo
representan al pueblo.

Igualdad soberana de los Estados:

Desde un punto de vista jurídico e internacional, la soberanía es un concepto


que sirve para determinar cuáles son las libertades, prerrogativas y
competencias de los Estados, pero también sus responsabilidades, que en la
sociedad internacional se definen y encuentran sus límites en las reglas de DI.
La igualdad soberana de los Estados es un principio fundamental del DI, del
que derivan muchos otros.
Los postulados de la igualdad soberana de los Estados provienen de la
organización normativa de las relaciones interestatales surgida de los Tratados
que consagraron la Paz de Westfalia de 1648, como un principio que útil y
necesario para regular las relaciones internacionales entre Estados que no
reconocían poderes superiores que pudiesen determinar sus obligaciones
basadas en su propio consentimiento, conformadas en gran parte de nociones
y elementos de igualdad. Ello acompañado de desarrollos del derecho natural
que definían los Estados como iguales a semejanza de la igualdad entre
individuos.
La igualdad soberana, sin embargo, fue durante mucho tiempo una norma
fundamental cuya aplicación se restringía a algunos Estados europeos

103
Eunice Carri

(suponiendo características comunes, homogeneidad cultural, etc.). La


desigualdad manifiesta de esto ha supuesto una lucha importante a lo largo de
la historia.
La consagración convencional del principio de igualdad soberana de los
Estados llega con la Carta de las Naciones Unidas, que dio origen a una nueva
fase en la evolución de la igualdad soberana de los Estados no sólo porque
declara que la propia Organización está basada en dicho principio, sino
también porque introduce el objetivo de la descolonización, que permite la
incorporación a ella de nuevos Estados que accedían a la independencia y que
asumían el principio de igualdad soberana en todos sus elementos como
garantía del respeto de su soberanía interna, mediante reglas de no
intervención e integridad territorial, y de su soberanía externa, a través de un
reconocimiento de sus derechos en las relaciones con otros Estados.
Así, en su art. 2, la Carta de la ONU establece que “la Organización está
basada en el principio de igualdad soberana de todos sus miembros”, reiterado
en resoluciones donde dice que los Estados “tienen iguales derechos e iguales
deberes y son por igual miembros de la comunidad internacional, pese a las
diferencias de orden económico, social, político o de otra índole.”
El art. 10 de la Carta de la OEA dice “Los Estados son jurídicamente iguales,
disfrutan de iguales derechos e igual capacidad para ejercerlos, y tienen
iguales deberes. Los derechos de cada uno no dependen del poder de que
disponga para asegurar su ejercicio, sino del simple hecho de su existencia
como persona de DI”.
Estos elementos sobrepasan la mera idea de igualdad de los Estados, sino que
tratan de preservar su soberanía interna y externa, como también su
independencia.

 Igualdad ante el derecho: búsqueda de la igualdad sustantiva entre los


Estados, que admite excepciones por la desigualdad material existente.
 Falta de jerarquías entre los Estados: desde el punto de vista jurídico;
los Estados no están subordinados unos a otros sin su consentimiento;
es un sentido formal de la igualdad, la no intervención en los asuntos
internos o inmunidad de jurisdicción.

Integridad territorial

La integridad territorial es un principio de Derecho internacional que evoca el


derecho y deber inalienable de un Estado de preservar sus fronteras de toda
influencia exterior.

La integridad o integralidad territorial es el principio según el cual todo estado


tiene derecho a la preservación de la totalidad de su territorio, a estar libre de
injerencia de otros estados o conjuntos de estados; que nadie tiene el derecho
a desgajar partes de ese territorio. Como diferente pero concatenado aparecen
las reclamaciones de derechos sobre territorios sobre los cuales un Estado
reclama soberanía pero no la ejerce efectivamente, generalmente por estar
ocupado por otro estado o porque otro estado lo considera parte suyo.

La cosa se complica cuando se dan varias situaciones: Una, que una parte de
ese territorio pretende aplicar su soberanía particular o autodeterminación

104
Eunice Carri

parcial para desprenderse del territorio madre. Dos, cuando la totalidad o parte
del territorio es reclamado por otro u otros estados. Tres, cuando concurren
ambas situaciones: la población de ese territorio o parte de territorio pretende
aplicar su soberanía particular, su autodeterminación particular, y además ese
territorio o parte de territorio es reclamado por otro estado o estados en
sintonía con la población. Cuatro, cuando se dan ambas situaciones pero
enfrentadas, generalmente cuando quien reclama el territorio va en oposición a
la soberanía particular de los pobladores o nacionales del territorio reclamado.

2.- Dominio terrestre: modos de adquisición del territorio, delimitación,


demarcación.

La nación tiende a conformarse como Estado, y para ello siempre necesitará de


un componente vital: el territorio, además de la población y el gobierno. Por ello
la importancia de límites jurisdiccionales claros y precisos. La existencia de
recursos naturales y cuestiones vinculadas a la propiedad de la tierra en zonas
de frontera, hacen cada vez más importante la demarcación estricta y puntual
sobre el terreno.
Así, hay una convención que entiende que los territorios no pueden adquirirse
por medio de la fuerza.
Además, la fijación de límites es un paso previo al establecimiento de sistemas
de cooperación fronteriza, y permite avanzar hacia sistemas económicos
integrados y alentar el tránsito de personas y mercaderías sobre la base de
acuerdos bilaterales o multilaterales.

La soberanía del Estado se extiende, en principio, únicamente dentro de su


ámbito territorial (tridimensional), sólo allí ejerce su jurisdicción (competencias
plenas y exclusivas), limitante de la intervención de terceros Estados en sus
asuntos “internos” (aunque es responsable internacionalmente por actos
realizados en su territorio que dañen a terceros Estados o a la comunidad
internacional).
Forman el territorio terrestre las tierras dentro de las fronteras del Estado (y su
subsuelo); las islas (y su subsuelo); el lecho y subsuelo de los dominios fluvial,
lacustre y marítimo; y la plataforma continental.

Para explicar en forma jurídica la relación entre el Estado y el territorio, se han


propuesto diferentes teorías (algunas de éstas ya han sido superadas
históricamente):
-Territorio –objeto -Sostenía que el territorio era propiedad del Estado, (doctrina
identificada con la época feudal y las monarquías reales)
-Teoría territorio-sujeto: territorio como elemento de la personalidad del Estado.
La pregunta es: ¿qué sucede con la personalidad del Estado si ocurre la cesión
de parte de su territorio? O sea si pierde parte de su territorio, la practica
internacional demuestra que la personalidad permanece intacta, el Estado
continua siendo Sujeto de DI.
-otras de las teorías es la formulada por Kelsen: hace diferentes análisis, y
concluye explicando las diferencias entre territorio ”stritu sensu” o sea aquel
circunscripto dentro de las fronteras y el “lato sensu” aquellos territorios en el
cual el Estado extiende sus dominios jurídicos (solo define la extensión del

105
Eunice Carri

orden jurídico del Estado. (Jiménez de Aréchaga) La teoría aceptada


internacionalmente, y también la que propone Jiménez de Arechaga es la
llamada:

Modos de adquisición del territorio


El territorio del Estado puede sufrir modificaciones, pero eso no altera la calidad
de Estado.
En todos los modos de adquirir el dominio territorial rige el ppio. de efectividad
(despliegue real de funciones estatales), pero en las hipótesis de territorios
sujetos a dominación colonial rige el ppio. del uti possidetis iuris, por el cual,
deben permanecer los límites preexistentes nacidos de tratados internacionales
celebrados por una potencia colonial y también es usado como criterio para
establecer las fronteras entre los nuevos Estados independientes, con este
significado surge en Hispanoamérica, fue aplicado en nuestro país.

FORMAS ORIGINALES
En estos supuestos, ningún Estado ejerció previamente soberanía en las tierras
objeto de adquisición.

1. OCUPACIÓN
No es la ocupación física militar de un territorio, tampoco es conquista porque
esta es un modo derivado. El territorio carece de dueño (“res nullius”) o es
derelicto (abandonado).
Elementos:
o Posesión real/efectividad. Despliegue efectivo de la autoridad, mediante
la realización de actos de soberano (ejercicio de funciones legislativa,
ejecutiva y judicial), de manera pacífica y contínua.
o “Animus”de apropiación. Intención de adquirir soberanía.
Disputa “Isla de Palmas” (1906), al sur de la isla de Mindanao, en el
archipiélago filipino: EE.UU alegaba que España mediante el Tratado de París
de 1898 le había cedido la Isla; España invocaba el descubrimiento y
contigüidad en cuanto a la Isla; y Holanda se fundaba en el despliegue real de
la soberanía desde 1700. La Corte Permanente de Arbitraje, con un único
árbitro (el jurista suizo Huber) sentenció a favor de Holanda porque prevalece
la posesión real, contínua y pacífica ante la Cesión; porque el Descubrimiento
es un título incoado (incompleto) que requiere la efectividad de la aprehensión
y porque el criterio de la contigüidad no tiene fundamento positivo en DI.
Intertemporalidad/derecho intertemporal: la ocupación debe ser efectiva al
momento de adquirir el derecho, pero también posteriormente para que
subsista, o sea que siempre debe tener validez jurídica.

2. ACCESIÓN
Se producen nuevas adhesiones territoriales por causas naturales (aluvión y
avulsión) o artificiales (el hombre extiende más allá de la costa el límite del mar
territorial, ganando así territorio -polders holandeses-).
Este “nuevo” territorio es accesorio respecto al principal y por ende, sigue su
suerte (“accesorium sequitur principali”), se transforma en parte del Estado al
que se incorpora.
En este modo pueden aceptarse la adyacencia, continuidad y contigüidad.

106
Eunice Carri

FORMAS DERIVATIVAS
El territorio se encontraba previamente bajo soberanía de otro Estado (pero no
alude al abandono porque en ese caso sería un modo originario).

1. PRESCRIPCIÓN
En esta hipótesis un Estado no ejerció debidamente su soberanía y otro Estado
la ejerció efectivamente por un tiempo razonable (para que conozcan la
situación todos los Estados y sobre todo aquel contra el cual opera la
prescripción) de modo pacífico, contínuo, y público; necesita también de la
inacción del antiguo soberano (sin su oposición, sin protestas).

2. CESIÓN
Mediante acuerdo, un Estado soberano cede a otro su territorio total o
parcialmente, a título oneroso (compraventa), gratuito (donación) o por permuta
(no es cambio de un territorio por otro, es territorio a cambio de ciertas
ventajas).
El cedente debe estar facultado para disponer del territorio (“Nemo dat quod
non habet” -nadie puede otorgar más derechos de los que tiene-).

3. ADJUDICACIÓN
Un tribunal o un organismo internacional adjudica un territorio mediante una
decisión constitutiva (el derecho nace con la decisión) o declarativa (reconoce
un derecho preexistente.
No toda la doctrina admite este modo. Parte de la doctrina que lo acepta
sostiene que también puede ser un modo originario (si recae sobre territorios
sin dueño o abandonados).

4. CONQUISTA
Desde el Pacto Kellog-Briand (1928) se prohíbe absolutamente el uso de la
fuerza, este Tratado origina la doctrina Stimmson por la que no se reconoce
ninguna situación, tratado o acuerdo obtenidos mediante la fuerza (por lo tanto,
tampoco se reconocen como válidas las adquisiciones territoriales nacidas del
uso de la fuerza). La Carta de UN (art.2, inc.4) y la Resol AGNU 2625
formalizan dicha prohibición.
En la órbita interamericana tenemos varios documentos que también
proscriben el uso de la fuerza, así, el Pacto antibélico Saavedra Lamas (1933);
la Convención sobre derechos y deberes de los Estados de Montevideo (1933),
y las declaraciones de la Conferencia interamericana de Bs. As. de 1936 y la
de Lima de 1938, recogidas posteriormente en la Carta de la OEA (1948) -art.
20: no reconoce adquisiciones territoriales o ventajas especiales obtenidas por
la fuerza o por cualquier otro medio de coacción-.

Delimitación y Demarcación

La frontera es el límite que marca el límite exterior del territorio de un Estado.


Su trazado se lleva a cabo mediante dos operaciones: la delimitación y la
demarcación.

Delimitación:

107
Eunice Carri

Acto jurídico por el cual se miden los límites del Estado, que se plasma con un
acuerdo entre Estados, aunque también puede ser de tipo judicial, de tipo
jurisdiccional o de tipo arbitral. Lo habitual es que se delimite el territorio con la
utilización de mapas.
Es el acto por el que se determina el límite del poder territorial de dos o más
Estados.
Puede ser convencional (mediante un tratado) o proceder de una decisión
judicial o arbitral.

Demarcación:
La demarcación es la ejecución material mediante señales visibles en cada
parte del territorio de los límites fijados a través de la delimitación Se efectúa
normalmente mediante organismos especiales llamados comisiones de límites,
compuestos por expertos.
Es la operación técnica por la cual se transpone en el terreno los límites ya
establecidos jurídicamente.
En el espacio marítimo se usa el Convenio del Mar, y en el espacio terrestre se
debe diferenciar otros límites:
 Naturales: Límites fijados por un accidente geográfico, ya sea montaña
o un río.
 Montaña: Determinar los puntos más altos y ahí fijar el límite.
 Río: Pueden ser de dos tipos:
 Navegables: Hay que determinar cual es el Canal de navegación, ya
que entonces se fijará el límite por la línea media de ese canal, lo que
puede resultar no equitativo.
 No navegables: Se traza una línea media en el río y se dividirá por ahí
en relación a cada Estado.
 Técnicos: Límites establecidos convencionalmente, que consisten en
fijar líneas que unan los diferentes puntos fijados en el territorio.
Además, dentro de los límites técnicos hay que establecer límites
geodésicos, porque han tomado directamente paralelos par determinar
el límite entre Estados.
 Preexistentes: Los nuevos estados que surgen, toman como límite
aquel que sea preexistente, es decir los que tenían antes de su
separación.
Una vez fijados los límites, estarán protegidos por el principio de inalterabilidad
de los límites, o de estabilidad de las fronteras, por el cual no se pueden
modificar los límites ya fijados, salvo acuerdo entre los Estados.

Para establecer las fronteras, deben realizarse tres operaciones desde el punto
de vista del derecho internacional:
1. Elección de principios generales o criterios de establecimiento de las
fronteras: en general son accidentes geográficos, ejemplo: las más altas
cumbres que dividen aguas, la línea central de un rio no navegable, el punto
más profundo de un rio navegable, meridianos y paralelos, etcétera. En el
caso de países descolonizados se utilizado el principio uti possidetis iure.
2. Trazado de límites: mediante tratados internacionales o acuerdos que
establecen la cartografía del lugar (mapas).
3. Demarcación del terreno: ejemplo: hitos, mojones, bollas, balizas.

108
Eunice Carri

3.- Dominio marítimo: Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
(1982). Antecedentes históricos. Evolución. Espacios, aguas interiores, mar
territorial, zona contigua, zona económica exclusiva, alta mar, plataforma
continental, fondos marinos: delimitación, derechos y obligaciones de los Estados
ribereños y terceros Estados. Órganos creados por la Convención. Solución de
Controversias. Pesca: requisitos, derechos de los Estados.

La soberanía territorial en el mar se ejerce de forma diferente según tres etapas


históricas:

1. Primera etapa: desde el siglo XV hasta la Segunda Guerra Mundial. Se


establecían en el mar dos zonas: una zona de mar territorial y una zona de
mar libre.
2. Segunda etapa: desde la Segunda Guerra Mundial (1945). Se caracteriza
por ser mayor la cooperación entre los Estados, se empieza a explotar con
más intensidad la pesca y algunos recursos de energía.
En la Conferencia de Ginebra de abril de 1958 se firmaron cuatro
Convenciones y un Protocolo facultativo (firmados pero no ratificados por
nuestro país) sobre estos temas: Convención sobre Mar Territorial y Zona
Contigua, Convención sobre Alta Mar, Convención sobre Pesca y
Conservación de los Recursos Vivos de la Alta Mar, Convención sobre
Plataforma Continental, Protocolo facultativo sobre jurisdicción obligatoria en
la solución de controversias.
3. Tercera etapa: pese a las normas de las Convenciones de Ginebra de 1958,
ninguna se refiere concretamente al límite del mar territorial ni a medidas
realmente eficaces para proceder a una explotación más equitativa de los
recursos del alta mar, su lecho y subsuelo. Y en tal sentido, fracasaron las
conferencias que, luego de las de Ginebra de 1958, intentaron abordar esos
temas, entre las que podemos citar las de Ginebra (1960), Londres (1964),
Caracas (1974), Ginebra (1975), Nueva York (1977) y Ginebra (1978).
En 1970, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la
Resolución Nº 2749. Contiene una “Declaración de principios que regulan los
fondos marinos y oceánicos y su subsuelo, fuera de los límites de la
jurisdicción nacional”, y expresa que dicha zona y sus recursos son
patrimonio común de la humanidad y que ese ámbito no estará sujeto a
apropiación, por medio alguno, por parte de los Estados ni de personas
naturales o jurídicas, y que ningún Estado podrá reivindicar ni ejercer la
soberanía ni derechos soberanos sobre parte alguna de ella.
En la Tercera Conferencia sobre Derecho del Mar que se lleva a cabo en
Nueva York, se elabora un verdadero código marítimo, que se concluye el 10
de diciembre de 1982. Su denominación es “Convención de las Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar”. Se aprobó en Nueva York y se firmo en
Montego Bay, Jamaica. La Argentina, la aprobó en agosto de 1995 mediante
la Ley 24.543.

La Convención regula 25 temas y cuestiones que abarcan distintos aspectos


de los usos y recursos del mar, conformando una verdadera Constitución de
los Océanos, entre los que podemos mencionar la pesca, la delimitación de
áreas marítimas, la protección y preservación de medio marino, etc.

109
Eunice Carri

Se sostiene que la Convención origina un nuevo derecho del mar.

Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982).

Espacios marítimos

Los espacios marítimos son delimitados por los Estados ribereños mediante
operaciones que determinan tanto sus puntos interiores como exteriores.
Respetando la Convención y el DI, la delimitación es en principio unilateral.

Consta de un Preámbulo, 320 artículos divididos en 17 partes y 9 anexos.


Divide al mar en cinco zonas:

1. Aguas interiores (y bahías): son aguas que están hacia adentro de las
líneas de base del mar territorial. Su límite exterior esta en el mar territorial y
el interior en tierra firme. El Estado ribereño puede prohibir el acceso a
buques extranjeros (salvo casos excepcionales). Tiene la facultad exclusiva
de explotar sus recursos.
En el curso de la debilitación se crean incorporaciones de espacios
marítimos hacia el interior del Estado ribereño, generando estas aguas
interiores y configurando un espacio sometido a su soberanía.
Asimismo, la Convención permite el establecimiento de aguas interiores en
los supuestos de costas que presenten profundas aberturas y escotaduras o
en los que se encuentra una franja de islas situadas a una proximidad
inmediata al Estado ribereño.
Con relación a las islas, se distingue en la Convención a las islas de las
rocas, las primeras comparables al territorio continental, mientras que las
rocas no pueden habitarse ni poseer vida económica.
En el caso de las bahías, la Convención dispone normas y principios
aplicables para la medición y determinación de aquellas cuyas costas
pertenecen a un solo Estado.
Los puertos conforman las aguas interiores y sus construcciones
permanentes se estiman parte de la costa a efectos de delimitación.

2. Mar territorial: franja de mar adyacente a las costas de un Estado sobre el


cual este ejerce su soberanía, cuya anchura no exceda las 12 millas (art. 2 y
3).
Cada Estado puede fijar la anchura de su mar territorial hasta un limite que
no exceda de 12 millas marinas a contar desde la línea de bajamar (que es
la línea de base normal). Es una norma consuetudinaria.
Su ancho se mide:
a) Estados con costas regulares, con línea de base normal,
b) Estados con costas irregulares, con línea de base recta,
c) Estados con costas enfrentadas, sus mares territoriales se trazan de
común acuerdo y si no llegan a un acuerdo se aplica la línea de
equidistancia.
Derecho de paso inocente: cuando no afecta la paz y seguridad del estado
ribereño y debe hacerse en forma continua, ininterrumpida y rápida. Los

110
Eunice Carri

submarinos deben pasar emergidos y mostrando la bandera de su Estado.


Es decir, que es una navegación rápida, ininterrumpida y pacífica que no
resulte perjudicial para la paz, el buen orden o la seguridad del Estado
ribereño.
Respecto de los buques de guerra, se entienden que tienen derecho de
paso, pero que los estados ribereños podrían tomar las medidas de
seguridad que estimen necesarias. Si el buque no cumpliera con las normas
y exigencias, podría ser exigido inmediatamente de salir del mar territorial,
incurriendo en responsabilidad internacional por las pérdidas o daños que se
ocasionen por su incumplimiento.
Es decir, que el estado ribereño ejerce su soberanía conforme la Convención
y normas de DI y puede, sin limitación alguna, reglamentar y reservar para
sus nacionales el aprovechamiento de los recursos vivos y no vivos, así
como prohibir y/o regular el sobrevuelo de las aeronaves de terceros
Estados.

3. Zona contigua: es la franja contigua o adyancente al mar territorial de cada


Estado, sobre la cual, este estado ribereño podrá ejercer el control necesario
y tomar medidas de fiscalización tendientes a prevenir o sancionar las
infracciones a sus normas aduaneras, sanitarias, fiscales o de inmigración
que puedan cometerse o que se hayan cometido en su territorio o en su mar
territorial (mediante inspección, verificación y advertencias para evitar
infracciones).
No puede extenderse más de 24 millas marinas desde la línea de bajamar o
de base, de modo que, parte de ella (12 millas marinas) se superpone con el
mar territorial.
En esta zona el Estado ribereño realiza una función de policía al ejercer
jurisdicción ante la necesidad de prevenir ilícitos en su mar territorial, y
también por razones de seguridad.
Sin embargo no posee competencia legislativa en la zona contigua para
sancionar esas infracciones, debido a que el buque aún no violó las leyes del
estado, por no estar en mar territorial.

4. Zona económica exclusiva: es un área más alla del mar territorio y


adyacente a este, en la cual, este tiene la exclusividad de la explotación
económica. Su extensión no excederá de 200 millas marinas a contar de la
línea de bajamar.
En la zona económica exclusiva el Estado ribereño tiene
- derechos de soberanía para los fines de exploración,
conservación y administración de los recursos naturales, tanto
vivos como no vivos
- jurisdicción con respecto al establecimiento y la utilización de islas
artificiales, instalaciones y estructuras, investigación científica
marina, etcétera.
- Otros derechos y deberes previstos expresamente
Respecto de otros Estados en la zona económica exclusiva, estos, sean
ribereños o sin litoral, gozan de las libertades de la navegación y sobrevuelo
y de rendido de cables y tuberías submarinos.
Se distingue del mar territorial porque los derechos del estado ribereño sobre
la ZEE no son iguales a la del mar territorial, ya que en la ZEE no tienen

111
Eunice Carri

origen en el ejercicio de la soberanía territorial y posee una serie de


limitaciones no existentes en la otra categoría.
Ello determina que los recursos (vivos y no vivos) pertenecen a la soberanía
del Estado ribereño, limitando las actividades de exploración, explotación,
conservación y administración de aquellas a la autorización de este Estado.
Con respecto a la competencia y sanción por parte del estado ribereño, la
convención impone dos límites:
1. en caso de apresarse un buque por infracción a sus normas, el mismo
debe ser liberado con prontitud, previa constitución de una fianza
razonable u otra garantía
2. las sanciones no pueden, salvo acuerdo entre los estados, incluir penas
privativas de la libertad
En las cuestiones atinentes a la actividad pesquera, los estados extranjeros
deben observar las medidas de conservación establecidas por el Estado
ribereño.
Por otra parte, los terceros Estados tienen, además de los recursos de pesca
excedentes (producto de la diferencia entre la captura permisible y la
capacidad de captura del Estado ribereño), todos los derechos inherentes a
las libertades de navegación y sobrevuelo, así como para el tendido de
cables y tuberías submarinas.

5. Alta mar: es el espacio acuático o marino que comprende todas las partes
del mar no incluidas en la ZEE, mar territorial, aguas interiores, aguas
archipiélagos. Área no sometida a la jurisdicción de un Estado.
Ningún estado puede ejercer soberanía, y por consiguiente está abierto a
todos los Estados, rigiendo las libertades del alta mar:
a) Navegar,
b) Sobrevolar,
c) Tender cables y tuberías submarinos,
d) Construir islas artificiales y otras instalaciones,
e) Pescar,
f) Proceder a la investigación científica.
Regido históricamente por el principio de libertad. Así, la jurisdicción en alta
mar corresponde en principio al estado del pabellón del buque, pero la
Convención dispone que esta regla de libertad admite excepciones previstas
expresamente por ella u otros tratados internacionales.
El derecho de persecución sobre buques extranjeros en alta mar puede
darse por el estado ribereño cuando se presenten motivos fundados de
violaciones a sus normas.
Cabe destacar que los buques de guerra, igual que los buques públicos no
comerciales, gozan de inmunidad de jurisdicción respecto de cualquier
estado que no sea el de su pabellón.
Por último, en materia de asistencia, todo capitán de un buque (sin importar
su pabellón) se encuentra obligado a auxiliar con la mayor velocidad posible
a personas en caso de abordaje situación de peligro, en la medida que no
peligre su propio buque, tripulación o pasajeros.

Debajo de la superficie existen dos zonas:

112
Eunice Carri

1. Plataforma continental: prolongación natural del territorio bajo agua que


empieza a la altura de donde termina el mar territorial y termina donde
empieza el fondo marino. Comprende lecho y subsuelo de las áreas
submarinas que se extiendan más allá del mar territorial y a lo largo de la
prolongación natural de su territorio hasta: a) El borde exterior del margen
continental (cuando este llegue a las 200 millas marinas), b) Una distancia
de 200 millas marinas (cuando el borde no llegue a las 200 millas marinas),
c) Cuando el borde supere las 200 millas marinas habrá un tope: 350 millas
marinas (desde donde se mide el mar territorial) o 100 millas marinas (desde
la isobata de 2500 metros).
El Estado ribereño tiene derechos de soberanía exclusivos a efectos de la
explotación de los recursos. Los demás Estados tienen derecho de navegar
y tender cables y tuberías submarinos.
El lecho y subsuelo ubicado más allá de la plataforma continental no
pertenece a ningún estado, y es patrimonio común de la humanidad. Para
que el límite sea definitivo y obligatorio frente a la comunidad internacional,
debe ser no solo aprobado por el estado ribereño, sino también por la
Comisión de Límites de la plataforma Continental, creada por la Convención.
Para el caso de los Estados que no poseen plataforma continental, o sean
muy reducidas (como Chile, Peru y Ecuador) la convención les reconoce el
ejercicio de los mismos derechos hasta una distancia de 200 millas sin
importar la profundidad ni la constitución de la plataforma misma.
En 209 se presentó el límite exterior propuesto por la República Argentina,
que abarca la prolongación natural de su territorio continental, sus islas y el
sector antártico argentino. Incorpora las Islas Malvinas, Georgias del Sur y
Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por
ser integrantes del territorio nacional, manifestando el país su reserva sobre
la nota verbal del Reino Unido de ese mismo año. La Comisión decidió que,
de acuerdo con su reglamento, no se hallaba en condiciones de examinar ni
calificar las partes de la presentación que fuesen objeto de controversias.

2. Fondos marinos: Comprende los fondos marinos y oceánicos más allá de


la plataforma continental de los Estados ribereños, comprende los fondos
marinos y oceánicos y su subsuelo, sobre los que ningún Estado puede
reivindicar o ejercer soberanía. Ningún estado, persona física o jurídica,
puede apropiarse de alguna parte de esta zona, y es un espacio declarado
patrimonio común de la humanidad.
Área no sometida a la jurisdicción de un Estado.
Es un espacio poco determinable que va más allá del talud (después de las
200 millas marinas o de la plataforma continental). La importancia de este
espacio es la explotación de los nódulos polimetálicos, que son piedras con
incrustaciones metálicas en la superficie.
Las actividades en la Zona deben realizarse en beneficio de la humanidad,
con prescindencia de la posición geográfica de los Estados.
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (la Autoridad) es un sujeto
soberano de DI integrado por todos los Estados parte de la Convención, que
tiene como objeto reglamentar las actividades en los fondos marinos y
preservar los mismos, organizando y controlando las actividades
desarrolladas en la Zona.

113
Eunice Carri

Órganos creados por la Convención.

La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos regula la Zona, organismo


integrado por todos los Estados que adhieran al convenio. Tiene su sede en
Jamaica. Los órganos principales de la Autoridad son:

 La Asamblea: integrada por un representante por cada estado miembro de


la Autoridad.
 El Consejo: órgano ejecutivo de la Autoridad. Establece la política concreta
a seguir por ésta y está integrado por 36 miembros elegidos por la Asamblea
respetando el sistema de la distribución geográfica equitativa y grupos de
intereses. Son órganos del Consejo: a) Una Comisión de Planificación
Económica y b) Una Comisión Jurídica y Técnica.
 La Secretaría: órgano administrativo.
 La Empresa: brazo industrial de las actividades económicas realizadas por
la Autoridad en la zona; órgano de la Autoridad que realizara las actividades
en la Zona, así como el transporte, tratamiento, comercialización de los
minerales extraídos, etcétera.

Solución de controversias.

Debido a la magnitud de las cuestiones tratadas en la Convención, se necesitó


la creación de un sistema de solución de controversias. En consecuencia, la
convención dispone como regla que las partes pueden solucionar sus
controversias relativas a la interpretación o aplicación de la Convención por
cualquier medio pacífico de su elección, clasificados en dos categorías:
- los diplomáticos o políticos de carácter no obligatorio (incluye el
intercambio de opiniones, la conciliación facultativa y la conciliación
obligatoria)
- los medios obligatorios (mecanismo de solución de controversias y
opiniones consultivas)
Los Estados deben resolver por medios pacíficos sus controversias sobre
interpretación o aplicación de la Convención. Cuando no puedan resolver una
controversia, deberán optar por someterse a: 1) El Tribunal Internacional del
Derecho del Mar, 2) La Corte Internacional de Justicia, 3) Un tribunal arbitral, 4)
Un tribunal arbitral espacial.

El tribunal esta compuesto por 21 miembros independientes que duran 9 años


renovables, elegidos mediante votación secreta por los Estados partes.
Entiende y decide en pleno todas las controversias.
Su jurisdicción comprende todos los conflictos y aplicaciones que se le
sometan de conformidad con la Convención.

Pesca: requisitos, derechos de los Estados.

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982) acepta
la existencia de una zona económica exclusiva a continuación del mar territorial
de cada Estado, y establece que todos los Estados tienen derecho a que sus
nacionales se dediquen a la pesca en alta mar, pero con sujeción a: a) Sus
obligaciones convencionales, b) Los derechos, deberes e intereses de los

114
Eunice Carri

Estados ribereños, c) Las disposiciones de la Convención sobre conservación y


administración de los recursos vivos en alta mar.

4.- Dominio fluvial: concepto, evolución. Ríos internacionales, características.


Tratado de la Cuenca del Plata, Tratado del Río Uruguay, Tratado del Río de la
Plata y su frente marítimo.

Se denomina dominio fluvial a la soberanía que tiene un Estado sobre el curso


de agua o porción que corre dentro de su territorio, ya sea, que lo atraviese o
que le sirva de límite.
Forma parte del territorio del estado y comprende ríos, arroyos, lagos, lagunas
y otras aguas no marítimas, no sólo las que nacen y mueren dentro del
territorio de un estado, sino las que lo atraviesan en la porción correspondiente.

Han surgido normas de Derecho Internacional que limitan las potestades del
soberano territorial, que son las normas relacionadas con la navegación fluvial
y de las otras utilizaciones de las aguas no marítimas.

Ríos internacionales

Existen dos categorías de ríos:


 los ríos interiores o nacionales, que tienen su curso en el territorio de un
Estado y
 los ríos que en su curso separan o atraviesan el territorio de más de un
Estado, llamados también binacionales o multinacionales. Estos ríos
pueden ser fronterizos o sucesivos, o ambas cosas a la vez.

Río internacional es aquel que atraviesa dos o mas Estados (ejemplo: Río
Amazonas), o también aquel que sirviendo de limite separa dos Estados
(ejemplo: Río Paraguay, el cual limita a la Argentina, Brasil y Paraguay). A
estos últimos ríos se los denomina ríos fronterizos.
Son aquellos que utilizando dos principios de Derecho Internacional Publico
(Priva el interés general sobre el interés particular; la libre navegación de los
ríos), ante la ONU y por solicitud del Estado interesado pueden convertir ríos
nacionales en ríos internacionalizados, le permiten a otros Estados traficar y
negociar tanto en cabotaje como el transporte de personas de un Estado a otro,
utilizando el cauce de navegable de los ríos nacionales. Ej. Río de la Plata, el
Río Amazonas, el Río Paraguay.

Para la delimitación de los ríos fronterizos, se tienen en cuenta los siguientes


principios: a) Ríos no navegables, se usa la línea media del rio, b) Ríos
navegables, se usa el punto más profundo.
Respecto a la soberanía de los ríos internacionales existen dos posturas: a)
Soberanía territorial absoluta: el Estado ribereño tiene soberanía absoluta
sobre la parte de curso de agua internacional que esta en su territorio, por lo
tanto esta soberanía solo podrá limitarse a través de convenciones dictadas al
efecto, y b) Integridad territorial absoluta: el Estado ribereño no puede usar el
curso de agua que cruza su territorio, perjudicando, con ello, al vecino.

115
Eunice Carri

Tratado de la Cuenca del Plata.

Suscripto en Brasilia el 23 de abril de 1969 por los gobiernos de los cinco


países integrantes de la Cuenca del Plata (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay
y Uruguay). Su objetivo es afianzar la institucionalización del sistema de dicha
Cuenca y mancomunar esfuerzos para promover el desarrollo armónico y la
integración física de la misma y sus áreas de influencia directa y ponderable.
La Cuenca del Plata es la quinta cuenca hidrográfica más grande del mundo.
Abarca importantes territorios pertenecientes a Argentina, Bolivia, Brasil,
Uruguay y la totalidad del Paraguay. Las precipitaciones que caen en su ámbito
se reúnen en dos grandes cursos, los ríos Paraná y Uruguay, que luego vierten
sus aguas en el Río de la Plata, el que finalmente desemboca en el Mar
Argentino, del Océano Atlántico. Algunos de los puntos desarrollados en el
tratado son:

 La facilitación y asistencia en materia de navegación.


 La utilización racional del recurso agua, especialmente a través de la
regulación de los cursos de agua y su aprovechamiento múltiple y equitativo.
 La preservación y el fomento de la vida animal y vegetal.
 El perfeccionamiento de las interconexiones viales, ferroviarias, fluviales,
aéreas, eléctricas, y de telecomunicaciones.
 La complementación regional mediante la promoción y radicación de
industrias de interés para el desarrollo de la Cuenca.
 La complementación económica del área limítrofe.
 La Cooperación mutua en materia de educación, sanidad y lucha contra las
enfermedades.
 La Promoción de otros proyectos de interés común y en especial aquellos
que tengan relación con el inventario, evaluación y el aprovechamiento de
los recursos naturales del área.
 El conocimiento integral de la Cuenca del Plata.

Tratado del Río Uruguay.

Tratado internacional celebrado en 1975 entre Argentina y Uruguay para reglar


los usos, actividades y conservación del río Uruguay, frontera entre ambos
países, en el tramo que ambos comparten.
El Estatuto del Río Uruguay fue firmado el 26 de febrero de 1975 y tiene como
principal antecedente el Tratado de Límites del Río Uruguay del 7 de abril de
1961. El propósito de su realización responde a la idea de contar con un
mecanismo idóneo para un óptimo y racional aprovechamiento del río. A tal fin
se creó una Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), de integración
binacional, que tiene la función de gestionar conjuntamente el río.
Algunos de los artículos de este Estatuto fueron usados por el Estado argentino
para presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya
por el Conflicto entre Argentina y Uruguay por plantas de celulosa, como ser: a)
Artículos 7 a 12: régimen de comunicaciones e inspecciones frente a cualquier
obra que pueda afectar la calidad de las aguas, b) Artículo 41: compromiso de
prevenir la contaminación de las aguas, c) Artículo 42: responsabilidad por

116
Eunice Carri

daños de un país frente al otro por la contaminación que causaren las


actividades, d) Artículo 60: jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de
la Haya para resolver cualquier conflicto.

Tratado Internacional del Río de la Plata y su Frente Marítimo.

El tratado del Río de La Plata y su Frente Marítimo (1973) regula, además de la


navegación, todo lo relativo al régimen jurídico del Río, las jurisdicciones y
limites de los Estados partes, la línea de su límite exterior, la división de
jurisdicciones marítimas, así como una zona común de pesca.
El Río de La Plata se extiende desde el paralelo de Punta Gorda hasta la línea
de base del frente marítimo, que es una línea recta imaginaria que une Punta
del Este (Uruguay) con Punta Rasa en el Cabo san Antonio (Argentina).
Se establece para cada país una franja costera adyacente a las costas de cada
uno de ellos, sobre la cual, dicho Estado ejerce la jurisdicción exclusiva.
La franja costera de cada Estado tiene una anchura de 2 millas marinas en la
parte más angosta del río, que es la que se extiende desde el Paralelo de
Punta Gorda hasta la recta Colonia-Punta Lara, desde ahí hasta la línea de
base del frente marítimo (Punta del Este-Punta Rasa en Cabo San Antonio) el
ancho de la franja costera de cada Estado es de 7 millas marinas. Lo que
queda entre medio de ambas franjas costeras es de uso común.
Sin embargo, los límites exteriores de cada una de las franjas costeras harán
las inflexiones necesarias para que no sobrepasen los veriles de los canales en
las aguas de uso común, y para que queden incluidos en la franja costera de
cada país los canales de acceso a sus respectivos puertos.
Tales limites exteriores de las franjas costeras no se aproximaran a menos de
quinientos metros de los veriles de los canales situados en las aguas de uso
común, ni se alejaran mas de quinientos metros de los veriles y la boca de los
canales de acceso a los puertos.
En síntesis: la franja costera perteneciente a cada Estado tienen un ancho de 2
millas marinas en la parte angosta del río, y de 7 millas marinas en su parte
más ancha, pero su límite exterior se modificara con relación a los veriles y a
los canales de acceso de los puertos.
En cuanto a la navegación, las partes se reconocen recíprocamente, a
perpetuidad y bajo cualquier circunstancia, la libertad de navegación en todo el
Río para los buques de sus banderas, y se garantizan mutuamente el
mantenimiento de las facilidades que se han otorgado hasta el presente, para
el acceso a sus respectivos puertos.
Las partes tienen derecho al uso, en igualdad de condiciones y bajo cualquier
circunstancia, de todos los canales situados en las aguas de uso común.
En las aguas de uso común se permitirá la navegación de buques de otras
banderas en los siguientes términos: a) Con relación a los países de la Cuenca
del Plata (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay), podrán navegar
buques de sus banderas, de cualquier clase, sean públicos o privados, b) Con
relación a otro países, en principio, solo pueden navegar sus buques
mercantes (públicos o privados), pero se respetaran los derechos que cada una
de las partes hayan otorgado a otros Estados, y cada parte permitirá el paso de
buques de guerra de terceras banderas autorizado por la otra parte, siempre
que no afecte su orden publico o su seguridad.

117
Eunice Carri

Cada parte podrá explorar y explotar los recursos del lecho y del subsuelo del
Río, desde su costa hasta una línea imaginaria que une una serie de puntos
que pasan aproximadamente por el centro del lecho.
En cuanto al Frente marítimo, él comienza en la línea de base Punta del Este-
Punta Rasa y se extiende hacia el Alta Mar. Desde dicha línea de base hacia el
Alta Mar se extienden 12 millas marinas de mar territorial de cada uno de
ambos países, que se divide entre ambos por una perpendicular a la línea de
base, trazada desde su punto medio.
Donde terminan las 12 millas marinas de mar territorial comienza una zona
común de pesca para los buques de ambas partes, esta zona común de pesca
se determina por dos arcos de circunferencia de 200 millas marinas de radio,
cuyos centros están ubicados, uno en Punta del este, y el otro, en Punta Rasa.
A los efectos de la realización de estudios y la adopción y coordinación de
planes y medidas relativas a la conservación, preservación y racional
explotación de los recursos vivos y a la protección del medio marino en la zona
común de pesca, se constituye una Comisión Técnica Mixta compuesta por
igual numero de delegados por cada parte. La Comisión tiene su sede en
Montevideo, pero puede reunirse en los territorios de una u otra de las partes.
Las partes establecen su Estatuto, y la Comisión se dicta su reglamento
interino.
Respecto a las islas, las ya existentes o las que se formen pertenecen a una o
a otra parte según donde se encuentren con respecto a la línea de división del
lecho. Pero hay una excepción que es la Isla Martín García, la cual tiene un
régimen especial, ya que se encuentra en las cercanías de la costa uruguaya,
pero de nuestro lado del canal natural de navegación, que es el Canal del
Infierno, encuadrándose bajo jurisdicción argentina, pero dedicada
exclusivamente como reserva natural.

118
Eunice Carri

5.- Espacio aéreo: concepto, evolución. Doctrinas. Convención de Chicago de 1944

El espacio aéreo es el ámbito que rodea la tierra y que se extiende sobre ella,
tanto sobre la tierra firme como sobre los espacios acuáticos. El aire es el
contenido del espacio aéreo, y consiste en una masa gaseosa, movible que no
es susceptible de apropiación ni de limitación.
Como decía Videla Escalada, el espacio aéreo es objeto de derecho y es
accesorio a la superficie terrestre, y por lo tanto esta sujeto a la soberanía del
Estado, dueño de ella; mientras se extiende sobre alta mar estará sujeto a un
régimen de libertad y uso común.

El problema de la reglamentación internacional de la navegación aérea ya fue


planteado a principios del siglo XX por algunos internacionalistas. Sin embargo
no siempre estuvo bien enunciado, ni las soluciones propuestas fueron
acertadas, pues la transposición sistemática de las reglas de derecho marítimo,

119
Eunice Carri

que inspiro la mayoría de la construcciones doctrinales, induce a muchas


reservas. Las ideas de aquella época habían de ser forzosamente
provisionales, pues la navegación aérea apenas empezaba a desarrollarse.
Pero los progresos técnicos de la aeronáutica indujeron a Francia a proponer a
los Estados Europeos la Reunión de una Conferencia diplomática, al objeto de
elaborar una reglamentación convencional de la navegación aérea
internacional. Esta conferencia se reunió en Paris del 18 de mayo al 29 de junio
de 1910 y en ella estuvieron presentes 18 Estados, pero debido a la oposición
de Inglaterra a alguna de las soluciones propuestas no pudo llevar a cabo la
labor codificadora deseada y tuvo que ser aplazada.
En los años siguientes se acentuó la divergencia entre las dos grandes teorías
que dominaban a) El principio de la libertad del aire defendido en los primeros
tiempos por la mayor parte de los autores y adoptado por el Instituto de
Derecho Internacional y b) El principio del Estado subyacente, con libertad de
paso para las aeronaves extranjeras sostenido por la mayoría de los autores
anglosajones.
En aquella época fundándose en el principio de soberanía muchos Estados
Europeos promulgaron leyes y decretos que fijaban las condiciones en las que
las aeronaves extranjeras podrían volar sobre el territorio nacional.
El extraordinario impulso que la guerra de 1914 dio a la aviación vino a justificar
la absoluta necesidad de una reglamentación internacional en esta materia;
labor que fue confiada a la Conferencia de la paz.
El derecho positivo se ha concretado en dos convenios sucesivos, concluidos
al terminar las dos guerras mundiales, en Paris el 13 de octubre de 1919 y en
Chicago el 7 de diciembre de 1944.
El Convenio de Paris: El primer principio sentado por el convenio fue el del
espacio atmosférico participa de la condición jurídica del espacio subyacente,
la atmósfera se haya sometida a la soberanía del Estado en la parte que cubre
el espacio terrestre y las aguas territoriales en cambio es libre sobre el alta
mar. Pero el convenio introdujo algunas atenuaciones sin las cuales no habría
sido posible el trafico aéreo; la libertad de paso en tiempo de paz.
El convenio de Chicago: El acta esta constituida por un conjunto de
instrumentos; a) un convenio sobre la aviación civil internacional, que es el
texto mas importante, b) dos convenios relativos a los servicios aéreos
regulares y c) 12 resoluciones y recomendaciones de orden administrativos,
jurídico y técnico.
El convenio de Chicago ha instituido la Organización de la Aviación Civil
Internacional un organismo técnico encargado de elaborar las reglas de la
navegación aérea, esta incorporada a la ONU en calidad de institución
especializada.
El Estatuto Jurídico del Espacio: El desarrollo de las actividades espaciales a
partir del lanzamiento del primer "sputnik" a determinado la aparición de un
nuevo derecho (espacial, astronáutica o cósmico) que, si todavía no constituye
un cuerpo de normas positivas, ya ha superado el periodo puramente
imaginativo o utópico. La existencia de actividades especificas relacionadas
con el planeta, la posibilidad de utilizar el espacio con finalidades militares, la
necesidad de regular las experiencias espaciales, los lanzamientos de ingenios
y la navegación por el espacio, al igual que la organización y previsión de un
régimen de responsabilidades para reparar los daños que puedan causar
justifican la elaboración de este derecho singular.

120
Eunice Carri

Doctrinas.

Respecto a la condición jurídica del espacio aéreo existen diferentes teorías:

 Teoría de la libertad absoluta del espacio aéreo (1901): establece que los
Estados no pueden ejercer su soberanía ni hacer valer su autoridad sobre el
aire porque imposible de limitarlo, apropiarse de él u ocuparlo. Por lo tanto
es propiedad común de los hombres, no sujeto a autoridad de ningún
Estado.
 Teoría de la libertad limitada (1906): establece que los Estados ejercen las
atribuciones necesarias sobre el espacio aéreo para conservar y proteger su
territorio y a sus habitantes y no tienen sobre él, en tiempos de paz, otros
derechos que los necesarios para su conservación.
 Teoría de la soberanía del Estado subyacente (1919): surge de la
Convención de París de dicho año (primera Convención internacional sobre
espacio aéreo, fue el marco regulatorio entre las dos guerras mundiales),
establecía la soberanía total, plena, exclusiva y sin restricciones del Estado
subyacente sobre su espacio aéreo.
 Teoría de la soberanía limitada del Estado subyacente (1944): surge de
la Convención de Chicago de dicho año y establecía la soberanía total, plena
y exclusiva del Estado subyacente, pero reconociendo a las aeronaves de
los Estados partes los derechos de pasaje inofensivo y escala técnica para
aprovisionamiento y reparación de las mismas.

Convención de Chicago de 1944.

En 1944 se firma el Convenio de Chicago, el cual establece en su artículo 1,


que todo Estado tiene soberanía plena y exclusiva en el espacio aéreo situado
sobre su territorio, admitiendo el pasaje inofensivo o tránsito inocente, según el
tipo de aeronave del que se trate: a) Aeronaves del Estado (las que cumplen
una función pública, ya sea, militar, aduanera o policial): necesitan autorización
para sobrevolar o aterrizar en territorio de otro Estado, b) Aeronaves civiles (no
cumplen funciones públicas, sino servicios comerciales o no comerciales): en
general tienen derecho a penetrar y sobrevolar el territorio de otro Estado.
Los principios generales del Convenio de Chicago son: a) Libertad de
sobrevuelo y escala técnica en los Estados contratantes de las aeronaves de
los demás Estados, b) La creación de una organización que va a regir la
materia que es la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Del Convenio de Chicago surgen, también, las 5 libertades del aire, que son: 1)
Volar sobre el territorio de los Estados contratantes sin aterrizar, 2) Aterrizar
con fines no comerciales (abastecimiento de combustible), 3) Desembarcar
pasajeros, correo y carga, 4) Embarcar pasajeros, correo y carga, y 5) Tomar
pasajeros, correo y carga, destinados al territorio de cualquier otro Estado.

6.- Espacio ultraterrestre: concepto, naturaleza jurídica. Instrumentos jurídicos


que regulan el espacio y los cuerpos celestes.

121
Eunice Carri

Ferrer define al espacio exterior o ultraterrestre como todos los inmensos


ámbitos del cosmos que se extienden a partir del límite superior del espacio
aéreo de la tierra.

La construcción del derecho del espacio ultraterrestres se fundamenta sobre 2


grandes principios:
- el de la libertad de exploración y utilización del estado
- el de no apropiación d ese espacio por ninguna entidad estatal o no
estatal, persona física o jurídica
Son complementarios.

Naturaleza jurídica:
Es un bien común de toda la humanidad regulado en beneficio de todos los
hombres de la tierra.

Instrumentos jurídicos que regulan el espacio y los cuerpos celestes.

En 1957 la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) logro colocar


con éxito en el espacio ultraterrestre el primer satélite artificial (Sputnik), esta
fue la primera vez que el hombre hizo uso del espacio ultraterrestre.
Las Naciones Unidas no podían permanecer extrañas ante este avance
tecnológico y en 1959 la Asamblea General creó como un organismo
subsidiario a la Comisión para la Utilización Pacifica del Espacio Ultraterrestre.
En 1961 se adopto por unanimidad la Resolución A/1721 en la que se declaro
que el espacio ultraterrestre y los cuerpos celestes no son susceptibles de
apropiación nacional; esto es, que son espacios fuera de toda jurisdicción
estadual. En esta resolución se afirmaba, además, que debían ser explotados y
utilizados en interés de todos los países e incumben a toda la humanidad.
Estos principios fueron contemplados y desarrollados en la Resolución A/1962,
titulada “Declaración de los principios jurídicos que deben regir las actividades
de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre”, en la
que se señala la responsabilidad del Estado del lanzamiento por los daños
causados a terceros. El contenido de estas resoluciones conformó en modo
instantáneo el derecho internacional general del espacio ultraterrestre que fue
codificado luego en el “Tratado Sobre los Principios que Deben Regir las
Actividades de los Estados en la Exploración y Utilización del Espacio
Ultraterrestre, Incluso la Luna y Otros Cuerpos Celestes”. Dicho tratado
establece: a) El espacio exterior, incluso la luna y otros cuerpos celestes son
de libre acceso por parte de todos los Estados, sin discriminación y en
condiciones de igualdad, b) Su explotación y exploración deben realizarse en
provecho y en interés de todos los Estados, c) No podrá ser objeto de
apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación ni de
ninguna otra manera.
Entre los tratados que se siguieron adoptando sobre esta materia, podemos
mencionar: el Acuerdo sobre el salvamento y la devolución de astronautas y la
restitución de objetos lanzados al espacio ultraterrestre (1968), el Convenio
sobre la responsabilidad internacional por daños causados por objetos
espaciales (1972), el Convenio sobre el registro de objetos lanzados al espacio
ultraterrestre (1975), y el Acuerdo que debe regir las actividades de los Estados

122
Eunice Carri

en la luna y otros cuerpos celestes (1979). Ninguno de estos instrumentos


jurídicos delimita el espacio ultraterrestre del espacio aéreo que esta sometido
a la soberanía estadual.
En síntesis, los principios generales del derecho internacional aplicables al
espacio ultraterrestre, la luna y otros cuerpos celestes comportan su no
apropiación, la libertad de exploración y utilización, la no militarización y la
cooperación, estando facultados los Estados sobre la base de la reciprocidad a
controlar su respeto.

1. Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los
Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluida
la Luna y otros cuerpos celestes: Tratado del espacio de 1967,
considerado como la piedra fundamental o carta magna de la legislación
espacial. Se reconoce formalmente la libertad de exploración y
utilización del espacio ultraterrestre, abierto a todos los estados, siempre
que sea en provecho y en interés de todos los países, e incumben a
toda la humanidad.
2. El Acuerdo sobre el salvamento y la devolución de astronautas y la
restitución de objetos lanzados al espacio ultraterrestre.
1967. Contiene un protocolo de funcionamiento cuando una de las
partes contratantes sepa o descubra que la tripulación de una nave
espacial ha sufrido un accidente, esté en peligro o haya realizado un
aterrizaje forzoso o involuntario en un territorio baso su jurisdicción; es
decir, notificar a la autoridad del lanzamiento, y si no la puede identificar
hacerlo público.
3. Convenio sobre la responsabilidad internacional por daños causados por
objetos espaciales. 1971. convenio fundamental que determina el
alcance de las normas y procedimientos internacionales sobre la
responsabilidad por daños y establece el modo de asegurar una
indemnización plena y equitativa a las víctimas.
4. Convenio sobre Registro de objetos lanzados al espacio ultraterrestre.
1974. (identificación de los objetos lanzados al espacio)
5. Acuerdo que debe regir las actividades de los Estados en la Luna y otros
cuerpos celestes. 18979-1984. se trata de un acuerdo, que si bien tuvo
un impulso grande en sus orígenes, en los últimos tiempos se ha
mostrado reticencias a apoyarlo. En este acuerdo se da un paso
fundamental en el reconocimiento de la humanidad, al considerar que la
luna y sus recursos naturales son patrimonio común de la humanidad,
por tanto su exploración como utilización se realizarán de conformidad
con el DI, en particular la Carta de las UN, la Declaración de los
principios de DI sobre relaciones de amistad y a la cooperación
internacional y la comprensión recíproca, sin olvidar los respectivos
intereses de los estados partes que solo podrán utilizar la luna con fines
pacíficos. Por tanto, no podrá ser objeto de apropiación nacional, ni sus
recursos naturales propiedad de nadie.

7.- Territorios polares. Delimitación. Regímenes aplicables al Ártico y a la


Antártida. Doctrinas. Tratado Antártico. Reclamo Argentino.

123
Eunice Carri

Las zonas polares son aquellos espacios terrestres y marítimos extendidos


entre los polos norte y sur, el Ártico es la región que está situada alrededor del
Polo Norte, comprende el océano Ártico cubierto de hielo y rodeado por tierra;
la Antártida es la región que está situada alrededor del Polo Sur, un continente
cubierto de hielo y rodeado por un océano.

En sentido geográfico estas zonas no presentan gran valor para los Estados
vecinos, debido a su clima, no propicio para el establecimiento de una
población y un desarrollo. Pero su valor radica desde el punto geopolítico, ya
que se cuenta con una ubicación estratégica, facilita las comunicaciones, son
territorios bastos de recursos minerales, no contaminados y aptos para la
investigación científica.
Las posiciones particulares del Ártico y la Antártida, son de gran controversia si
pensamos en la lógica estatal, ya que, ha despertado el interés de los Estados,
donde la soberanía juega un papel muy importante; y a su vez de la
Comunidad Internacional, en este marco, tenemos una zona cuyo régimen
político es altamente susceptible.

Respecto a estas zonas, está en debate si ciertos sectores pertenecen o no a


determinada soberanía, cuestionando la posibilidad de que estos territorios
sean objeto del domino territorial de ciertos Estados en particular. Es por este
motivo que se ha procurado el establecimiento de una regulación jurídica
específica con base en el Derecho Internacional y que resuelva todo esta serie
de conflictos en cuanto a la cuestión soberana del los polos.

Los modos clásicos de adquisición de territorios acreditados por el Derecho


Internacional consuetudinario, incluso aquellos más recientes aceptados y
referidos, a zonas deshabitadas, con difíciles condiciones de vida, y
escasamente pobladas no son aplicables en el Ártico y la Antártida ni
configuran titulo hábil para reclamar soberanía en ellas.
En consecuencia las reclamaciones particulares de diversos Estados que
aducen poseer derechos sobre estos territorios no se justifican, dejando en
claro que estas zonas no se han adquirido ni total ni parcialmente por Estado
alguno.
Todas estas pretensiones de los Estados sobre la soberanía de estas zonas,
llevo a la celebración de una conferencia antártica, la Conferencia de
Washington de 1959, que tiene como resultado la firma del Tratado del
Antártico del cual va a depender el sistema jurídico para esta zona.
El Tratado Antártico sienta sus bases en una serie de principios para el
establecimiento de su régimen jurídico:
• Uso de la Antártida con fines pacíficos
• Libertad de investigación y cooperación científica internacional
• Ejercicio del derecho de inspección y de la jurisdicción
• Conservación de los recursos
• Prohíbe nuevas reclamaciones sobre la soberanía territorial
• Solución pacífica de controversias
• Prohibición a terceros de contravenir los propósitos y principios del
tratado

124
Eunice Carri

Como podemos observar estas disposiciones dan cuenta de un régimen


jurídico basado en el Derecho Internacional contemporáneo, dejando de lado
las acciones tomadas bajo el Derecho Internacional consuetudinario en donde
cada Estado podía hacer uso de títulos para ejercer control sobre la soberanía
de territorios llamados en ese entonces “tierras de nadie”.

En lo que respecta al Ártico es considerado como en sector, lo cual establece


una repartición de territorios entre los Estados que se encuentran colocados
cerca de este polo.

En esta zona del ártico se llego a soluciones que determinaron el


establecimiento de un estatuto territorial en base a un criterio de orden práctico
y a tratados celebrados entre los Estados que detentan territorios en el Ártico:
Rusia, EEUU, Noruega, Finlandia, Canadá, Dinamarca y Suecia.

Podemos ver que la teoría del sector no es aceptada por el Derecho


Internacional ni como un método reconocido de adquisición de soberanía
territorial, sin embargo ha servido para explicar un statu quo territorial en la
zona, que es aceptado y reconocido por los Estados.

Para la región ártica no existen dificultades en cuestión de soberanía territorial,


pero existe el problema de determinar si el océano ártico debo tener un
régimen internacional especial debido a sus características y a su vinculación
entre Estados.

Entonces:

Zonas Polares :

- Ártico o Polo Norte .

- Antártida o Polo Sur.

Diferencias entre Zonas: Ártico : zona marítima helada

Antártida : continente formado por dos masas


continentales, rodeada de archipiélagos e islas.-

-En ambas zonas NO se aplican los Modos Tradicionales de adquisición de


soberanía-

- Si bien hasta mediados del siglo XX era imposible vivir en forma


permanente por las condiciones climatológicas, actualmente el avance de la
tecnología y las comunicaciones , sumado al calentamiento global a hecho
posible en algunas áreas, la instalación de bases permanentes.

- Considerar : Importante el valor estratégico y económico de estas regiones.

125
Eunice Carri

Los territorios polares son, el polo norte, conocido como Ártico y el polo sur,
conocido como Antártida.
Respecto a la soberanía del polo norte, los Estados de la zona (Rusia,
Finlandia, Canadá, Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Estados Unidos),
adoptaron la teoría de los sectores, la cual consiste en atribuir a cada Estado
con costa al mar ártico, la soberanía sobre las tierras comprendidas en un
triangulo, cuyo vértice es el polo y los extremos de la costa los meridianos.
Estos Estados tienen soberanía sobre las islas que allí se encuentren.
Respecto a la soberanía de los Estados en el polo sur, existen diferentes
teorías:

 Teoría del control: aquel Estado que ejerce actos posesorios en un


territorio, tiene derecho a reclamar soberanía.
 Teoría de los sectores: es la aplicada en el polo norte.

Los Estados que reclaman soberanía son: Argentina, Chile, Reino Unido,
Francia, Nueva Zelanda, Noruega y Australia. Todas las Zonas están
delimitadas y no se superponen, excepto las que reclama Argentina, Chile y
Reino Unido.

Tratado Antártico

El tratado fue firmado en Washington, capital de los Estados Unidos, el 1 de


diciembre de 1959 y entró en vigor el 23 de junio de 1961. Uno de los puntos
más importantes que el tratado establece es congelar por 30 años los reclamos
de soberanía. Pero los Estados que lo firman lo prorrogaron indefinidamente.
Firmantes originales: Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados
Unidos, Francia, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, el Reino Unido de Gran
Bretaña e Irlanda del Norte, Sudáfrica y la Unión Soviética.
Los principios básicos del tratado son: a) Utilización con fines pacíficos, b) Se
prohíben bases militares, c) Se permite la utilización de personal militar para la
investigación, d) Promueve la cooperación entre los estados, e) Prohíbe las
pruebas de armas nucleares o tirar desechos radioactivos.

En 1957/58 se declaró el Año Geofísico Internacional, durante el cual hubo 12


países involucrados en las actividades científicas y que llevó a que el año
siguiente se firmara, en Washington, el Tratado Antártico, siendo Argentina un
de los signatarios originarios. El tratado entró en vigor en 1961.
El tratado establece los siguientes principios:
- Uso exclusivo para fines pacíficos. Ello no implica que no puede haber
presencia de personal militar, pero éste sólo puede llevar adelante
actividades para fines específicos.
- Libertad de investigación científica y cooperación internacional se
mantienen, lo que incluyen:
 Intercambio de información sobre proyectos científicos
 Intercambio de personal científico entre expediciones y bases
 Intercambio de observaciones y resultados científicos disponibles
libremente

126
Eunice Carri

El ámbito de aplicación territorial del tratado es el área que se encuentra al sur


de los 60° de latitud sur.
En esa zona se establece el congelamiento de los reclamos de soberanía:
“Ningún acto o actividad que se lleve a cabo mientras el presente tratado se
halle en vigencia constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una
reclamación de soberanía territorial en la Antártida, ni para crear derechos de
soberanía en esa región”:
A pesar de que los autores sostienen que la norma implicaría un supuesto de
internacionalización de un territorio de interés de la humanidad, del mismo
modo que sucede con el espacio ultraterrestre y los fondos marinos abisales,
hablar de “internacionalización de la Antártida” supone un equívoco, ya que en
el DI la internacionalización de un área supone el establecimiento, a través de
acuerdos, de regiones que están más allá de la jurisdicción de los Estados, no
aplicable en la Antártida. Ello en virtud de que en ella hay sectores reclamados,
y los Estados no han renunciado sus pretensiones de soberanía sino que
simplemente las han congelado mientras dure la vigencia del tratado.
El tratado no contiene normas relativas a su terminación, por lo que puede
creerse que se ha creado un régimen permanente.
Se establece un régimen de reuniones consultivas, y cuenta con una Secretaría
con sede en Buenos Aires.

Luego de la puesta en vigencia, el Tratado Antártico tuvo sus logros. De


acuerdo con su objetivo primitivo, pudo evitar conflictos en la zona. Los países
signatarios acordaron suspender sus reclamos (aunque no renunciar a ellos)
mientras el tratado estuviera vigente. El Consejo también logró internacionalizar
y desmilitarizar el continente antártico, prohibir pruebas nucleares y desechos
radiactivos y asegurar que la región sea utilizada con fines pacíficos,
incluyendo principalmente la exploración conjunta y las investigaciones
científicas. Los países signatarios obtuvieron libre acceso a toda la región con
derechos recíprocos a inspeccionar sus instalaciones. El tratado prohíbe
“cualquier medida de naturaleza militar, tal como el establecimiento de bases
militares y fortificaciones, la realización de maniobras militares así como la
prueba de cualquier tipo de armamento”. Permite personal militar y equipos
únicamente para trabajar con fines científicos u otros objetivos pacíficos.
En su discurso del 1º de mayo de 1960, el presidente Frondizi dedicó un
párrafo a la Conferencia sobre la Antártida, afirmando que la Argentina había
podido incluir en el Tratado su oposición a la internacionalización de la zona.
Los principios de libertad y cooperación científica también habían sido incluidos
en el Tratado. Por otra parte, en preparación de la visita del presidente Frondizi
al Reino Unido, la embajada británica envió un informe sobre la política del
gobierno argentino respecto de la Antártida. De acuerdo con este informe, el
gobierno argentino estaba ansioso por trabajar conjuntamente con el Reino
Unido en el sector antártico.
En 1955 el gobierno británico había invitado a la Argentina y Chile a presentar
la disputa sobre el territorio antártico a la Corte Internacional de Justicia o a un
Tribunal de Arbitraje. Esta invitación fue rechazada por ambos países. En
noviembre de 1949, los tres países habían firmado, por primera vez, una
Declaración Tripartita por la que se comprometían a no enviar buques de
guerra al sur del paralelo 60 durante el verano. El gobierno argentino consideró
innecesario mantener esta declaración una vez que entrara en vigencia el

127
Eunice Carri

Tratado Antártico. Mientras el gobierno británico aceptaba la propuesta


argentina, el chileno consideraba necesario renovar la Declaración. Sin
embargo, el gobierno chileno aseguraba que estaba dispuesto a abandonar la
declaración siempre y cuando el gobierno argentino le enviara un compromiso
escrito sobre la ausencia de ejercicios navales en la zona. Finalmente, los tres
gobiernos firmaron el siguiente texto:
Desde 1949 los gobiernos de Chile, Gran Bretaña y Argentina han hecho,
anualmente, declaraciones simultáneas a fin de evitar cualquier malentendido
en la Antártida que pudiera afectar sus amistosas relaciones según las cuales
no preveían el envío de barcos de guerra al sur de los 60 grados de latitud sur
con excepción de movimientos ya habituales de años anteriores. Los gobiernos
de Chile, Gran Bretaña y Argentina consideran que, estando hoy vigente el
Tratado Antártico, han desaparecido las razones que motivaron tal declaración
ya que dicho instrumento internacional, especialmente su artículo primero,
asegura la utilización exclusivamente pacífica de la Antártida y prohíbe, en
consecuencia, la realización de todo acto o maniobras de carácter militar. Por
las razones expuestas, los gobiernos de Chile, Gran Bretaña y Argentina
resuelven no renovar, en el futuro, la Declaración tripartita y manifiestan que,
de acuerdo al Tratado Antártico, no prevén el envío de barcos de guerra a la
Antártida sino para los fines científicos contemplados en él.

8.- Medio Ambiente: evolución y antecedentes. Labor de los Organismos


Internacionales. Instrumentos internacionales y principios

El Derecho Internacional del Medio Ambiente (DIMA) puede definirse como el


cuerpo de normas de DI destinadas a la protección del medio ambiente.
No hay definición jurídica en el DI de medio ambiente que sea
omnicomprensiva, por la amplitud del concepto.
En la Declaración de Estocolmo de 1972 se proclama que “los recursos
naturales de la Tierra, incluidos el aire, el agua, el suelo, la flora y la fauna, y
especialmente muestras representativas de los ecosistemas naturales, deben
preservarse en beneficio de las generaciones presentes y futuras mediante una
cuidadosa planificación”:
En la Declaración de Johannesburgo de 2002 se citan algunos problemas de
carácter ambiental.
La propia CIJ, en su opinión consultiva sobre la Legalidad de la amenaza o
empleo de armas nucleares (1996) afirmó que “el medio ambiente no es un
concepto abstracto, sino que representa el espacio viviente, la calidad de vida y
la salud misma de los seres humanos, en particular, de las generaciones
venideras”.
Si bien se maneja un término bastante amplio de medio ambiente, el DIMA se
caracteriza por una aproximación antropocéntrica respecto de su protección: la
protección de animales y plantas, como de recursos naturales, interesa por el
hecho que sin ellos la supervivencia del ser humano podría peligrar,
relegándose a segundo plano la importancia de su valor intrínseco. Así lo
establece el principio 1 de la declaración de Río: “Los seres humanos
constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo

128
Eunice Carri

sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la


naturaleza”.

El derecho ambiental internacional es el ordenamiento jurídico destinado a


regular las relaciones de existencia, cooperación e interdependencia
institucionalizada o no entre sujetos del Derecho Internacional Público, y que
tiene como objeto la protección internacional ambiental.
Comprende dos tipos de normas: 1) Normas internacionales (ya sean,
destinadas a proteger elementos ambientales pertenecientes a toda la
humanidad, a dos o más Estados, o meramente territoriales), y b) Normas
nacionales.
Entre los instrumentos internacionales sobre esta materia, podemos mencionar:
la Conferencia de Río de Janeiro (1992), por la cual se firma la Declaración de
Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, la Convención sobre el Cambio
Climático, la Declaración sobre los Bosques y el Convenio sobre la Diversidad
Biológica.
En el 2002 se realiza una nueva conferencia en Johannesburgo. En el 2004, se
firma el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático.
Después de la primera cumbre histórica de Río de Janeiro en 1992 y diez años
después de la de Johannesburgo en 2002, se realizó la Conferencia de
Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable, celebrada del 20 al 22 de junio
de 2012 en Río de Janeiro, Brasil.

Ya a finales del siglo XIX existieron actuaciones internacionales, principalmente


bilaterales, para solucionar problemas ambientales aislados; el interés
internacional por el medio ambiente es relativamente reciente. El primer
llamado de atención internacional a modo global fue en el informe dirigido al
Club de Roma “Los límites del crecimiento” de 1972, donde se alertaba de la
rápida erosión del medio ambiente y la futura escasez de los recursos
naturales. No fue casual que a finales de ese año se celebrar la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, donde se adoptó la Declaración
de Estocolmo, primer instrumento ambiental significativo del DI. También se
creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
considerado el principal programa de las Naciones Unidas a cargo de los
asuntos del medio ambiente. Fueron los primeros pasos.
En los siguientes años la internacionalización del problema ambiental aumentó.
En 1987 la Comisión de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
(UNCTAD) publicó el informe “Nuestro futuro común” o Informe Brundtland,
donde se acuño el concepto de desarrollo sostenible. Concepto recogido y
desarrollado en la Declaración sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992
(Declaración de Río) y en la Agenda 21 (o Programa 21), instrumentos
internacionales que surgieron de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992 y conocida
como “Cumbre de la Tierra”. En ella se adoptó también la Declaración de
Principios relativos a gestión, conservación y desarrollo sostenible de todo tipo
de bosques, y se sometieron a la firma algunos acuerdos internacionales sobre
el medio ambiente: la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio
Climático y la Convención sobre Diversidad Biológica, que han servido de
marco jurídico para futuras negociaciones, culminando en la adopción de
acuerdos internacionales actualmente en vigor. A finales de 1992 también fue

129
Eunice Carri

creada la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS) por la AGNU con el


fin de asegurar el seguimiento efectivo de los resultados de la Conferencia de
Río, así como desarrollar y dar seguimiento a los planes de implementación de
las siguientes conferencias internacionales sobre medio ambiente.
El siguiente hito importante fue en 2002 en Johannesburgo: la Cumbre Mundial
sobre el Desarrollo Sostenible (conocida como Río + 10). Además de la
Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sostenible (donde los estados
se comprometieron a promover y fortalecer un desarrollo sostenible a todos los
niveles) también se adoptó un Plan de Aplicación en el que se recogían
actividades concretas y medidas con dicho fin (como erradicación de la
pobreza, modificación de hábitos de consumo y producción insostenible, etc).
Por último, con objeto de proseguir la revisión del concepto de desarrollo
sostenible y su implementación, en 2012 tuvo lugar en Brasil la Conferencia de
Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río + 20), a la que acudieron
representantes estatales del más alto nivel con el objetivo de asegurar el
compromiso político con el desarrollo sostenible, evaluar los avances y lagunas
en la implementación de los compromisos acordados, así como para examinar
medidas para afrontar nuevos retos. Las negociaciones giraron en torno a 2
grandes temas: la definición de una economía verde en el contexto de
desarrollo sostenible, y la erradicación de la pobreza.

Se sostiene que muchas de las reglas y principios que integran el corpus de


DIMA son de naturaleza blanda o de soft law, puesto que no comportan
obligaciones vinculantes para los Estados. El corpus del DIMA se encuentra en
constante evolución y desarrollo por lo que es posible que se transforme en
derecho vinculante bien por acuerdos internacionales o transformarse en
normas consuetudinarias.

 Principio de no causar daños ambientales fronterizos


 Principio de desarrollo sostenible
 Principio de precaución
 Principio de quien contamina paga
 Principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas
 Principios de cooperación y deber de negociación

 Principio de no causar daños ambientales fronterizos


Una de las normas primigenias. Ningún Estado tiene derecho a usar y de
permitir el uso de su territorio de tal modo que cause daño por razón del
lanzamiento de emanaciones en o hacia el territorio de otro. Establece la
obligación general de todo Estado de velar por que las actividades realizadas
dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen más daños al medio
ambiente de otros Estados o de zonas más allá de los límites de jurisdicción
nacional. Se ha afirmado el carácter consuetudinario de esta regla de DI
ambiental.

 Principio de desarrollo sostenible


Establece un vínculo entre la protección del medio ambiente y el desarrollo
general. Se asienta sobre tres pilares interdependientes y sinérgicos: el
desarrollo económico, el desarrollo social y la protección ambiental; se trata de
conciliar varios intereses, por una parte el desarrollo económico de los países,

130
Eunice Carri

como su desarrollo y cohesión social junto con la salvaguarda de un


medioambiente cada vez menos degradado.
 Principio de precaución
Surge del derecho alemán, regidos en numerosos AMUMA. EL principio 15 de
la Declaración de Río lo define: “cuando haya peligro de daño grave e
irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como
razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos
para impedir la degradación del medio ambiente”. El principio se refiere a cómo
gestionar los riesgos ambientales, que no es lo mismo que el principio de
prevención, que será de aplicación cuando los daños para el medio ambiente
son ciertos e innegables.
 Principio de que quien contamina paga
Principio 16 de Río: “las autoridades nacionales deberían procurar fomentar la
internacionalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos
económicos, teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina debe, en
principio, cargar con los costos de la contaminación, teniendo debidamente en
cuenta el interés público y sin distorsionar el comercio ni las inversiones
internacionales”: algunos advierten la dificultad de implementar este principio
por la dificultad de cuantificar muchos daños ambientales.
 Principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas
Principio 7 de la Declaración de Rio: “en vista de que han contribuido en
distinta medida a la degradación del medio ambiente mundial, los Estados
tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países
desarrollados reconocen la responsabilidad que les cabe en la búsqueda
internacional del desarrollo sostenible, en vista de las presiones que sus
sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y los
recursos financieros de que disponen”:
 Principios de cooperación y deber de negociación

Respecto de los Acuerdos multilaterales del medio ambiente (AMUMA) más


importantes y consagrados a la protección de sectores mas o menos
delimitados, cabe hacer una breve consideración general de ellos.
Se ha criticado la congestión de tratados, su enfoque poco integrado y
fragmenado de políticas, temas superpuestos y poca definición de prioridades;
de echo hace tiempo se plantea la necesidad de crear una Organización
Mundial del Medio Ambiente. Pero lo cierto, es que a pesar de ello, los AMUMA
han dotado a los Estados y sujetos del DI de instrumentos y foros de discusión
y actuación para la salvaguarda de un planeta cada vez más esquilmado. El
reto está en servirse de ellos y avanzar en la protección del medio ambiente
internacional.

131
Eunice Carri

132
Eunice Carri

BOLILLA VIII. COMPETENCIA PERSONAL

1.- Régimen de nacionalidad: concepto, principios. Personas físicas. Modos de


adquisición y pérdida de la nacionalidad. Apátridas. Personas jurídicas: concepto,
doctrinas. Protección diplomática. Cláusula Calvo. Extraterritorialidad. Jurisprudencia
de la CIJ.
2.- Extranjeros: derechos y obligaciones. Causas de extranjería: doctrina. Régimen
argentino. Admisión y expulsión.
3.- Asilo: caracterización, categorías. Asilo diplomático y asilo territorial. Derechos y
deberes de los Estados y del asilado.
4.- Refugiados: noción, características, requisitos. Labor de la Liga de Naciones y de la
ONU. ACNUR. Protección de minorías.
5.- Extradición: concepto, evolución, principios.

1.- Régimen de nacionalidad: concepto, principios. Personas físicas. Modos de


adquisición y pérdida de la nacionalidad. Apátridas. Personas jurídicas: concepto,
doctrinas. Protección diplomática. Cláusula Calvo. Extraterritorialidad.
Jurisprudencia de la CIJ.

Puede definirse la nacionalidad, como “la pertenencia permanente y pasiva de


una persona a un determinado Estado” (Verdross). Rousseau, por su parte,
cuando define los elementos del Estado dice que su población se encuentra
ligada a aquél por el vínculo jurídico y político de la nacionalidad.
La nacionalidad es el vínculo jurídico que une a una persona con el Estado.
Tiene una doble perspectiva, es un derecho humano fundamental y se lo
reconoce como un estatuto jurídico de las personas.

No debe confundirse nacionalidad con ciudadanía, que es atributo de sólo una


parte de los nacionales, los calificados legalmente para ejercer los derechos
políticos. Hay nacionales que por razones de edad, de sexo u otras causas
pueden no ser ciudadanos. El tema de la ciudadanía no es relevante al derecho
internacional, interesa exclusivamente al derecho interno, mientras que la
nacionalidad, como veremos, es un tema tangencial entre el derecho de gentes
y el interno.
Es decir que nacionalidad denota la relación de la persona con la Nación,
entendida como unidad social y destino común más allá del pluralismo de
quienes la integran, mientras que la ciudadanía muestra un lazo o vínculo
jurídico que mantienen los nacionales con el estado y les permite participar en
la organización política a través de los ejercicios de los derechos de esa
naturaleza, a la vez que les imponen deberes cívicos.
Nuestro ordenamiento jurídico no impone una distinción explícita de ambos.
Cada Estado determina las condiciones de su otorgamiento, mantenimiento o
pérdida por su cuenta. Pero el derecho internacional juega un papel importante
cuando se presentan casos de conflictos de nacionalidad (nacionalidad doble o
múltiple) o bien de apatridia (falta de nacionalidad). Pero entonces solo puede
ser resuelta la nacionalidad de acuerdo a la legislación de cada Estado; y la
única distinción jurídicamente relevante en el plano internacional es entre los
nacionales y los extranjeros.

133
Eunice Carri

Personas físicas

La nacionalidad puede ser originaria o adquirida. Es originaria cuando se


relaciona con el nacimiento de una persona y es independiente de su voluntad.
Es adquirida cuando alguien que ya tiene una nacionalidad, adquiere o toma
otra nueva, perdiendo la anterior o conservándola en caso de ser posible la
doble nacionalidad. Se llama naturalización al hecho de adquirir una nueva
nacionalidad.

En la legislación argentina encontramos a los:


- argentinos nativos
- argentinos por opción
- argentinos por naturalización

La nacionalidad argentina se basa predominantemente en el hecho del


nacimiento de la persona dentro del territorio nacional, ius soli, conforme al art.
75 inc 12 CN y el art. 1 inc. 1 de la ley 346. El ius soli se extiende a los buques
y aeronaves de guerra de la República dnde quiera que se encuentren y a los
nacidos en alta mar o en zona internacional y en sus respectivos espacios
aéreos bajo pabellón argentino. Estos casos son los argentinos nativos.
El ius soli atribuye asimismo la nacionalidad argentina al hijo de padres
extranjeros nacido en territorio argentino.

Argentinos por opción: el ordenamiento argentino también prevé la


posibilidad de que una persona nacida en el exterior, hijo de padre o madre
argentina, puedan adquirir la nacionalidad argentina, manifestando su voluntad
de hacerlo (opción). Se asimilan por ley a los argentinos nativos. El único
requisito es la manifestación expresa de optar por la nacionalidad argentina,
acreditando vínculo con padre o madre argentinos.
Pero por otra parte adquieren la nacionalidad argentina por efecto del ius
sanguinis los hijos de funcionarios argentinos del servicio exterior o de los
argentinos empleados en OI de las cuales la república es Estado miembro
cuando nazcan en el extranjero en ocasión de prestación de servicio de los
padres.

Las normas de ius sanguinis o ius soli no se aplican de modo exclusivo,


pueden aparecer combinadas. La Argentina, como se verá, adoptó un sistema
mixto, sobre la base de lo dispuesto en la Constitución de 1853 en su artículo
67.1, ratificado por la reforma de 1994:

Artículo 75: “Corresponde al Congreso:


12. Dictar... especialmente leyes generales para toda la Nación sobre
naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural y
por opción en beneficio de la Argentina...".

Argentinos por naturalización: Acto voluntario explícito y específico del


individuo, donde es su residencia anim manendi en el país por dos años
contínuos inmediatos, pudiendo la autoridad acortar el término a favor de quien
lo solicite probando servicios a la República, la condición necesaria.

134
Eunice Carri

Internacionalmente, se requiere una manifestación de voluntad por parte de


esa persona y una concesión voluntaria del Estado que la otorga.
Normalmente, la ley interna establece ciertos requisitos para conceder la
nacionalidad, condiciones cuyo objeto es asegurar la existencia de una cierta
vinculación de la persona con el país. Algunos Estados exigen la pérdida de la
nacionalidad anterior y no haber adquirido ninguna otra nacionalidad por medio
de naturalización. Normalmente, es el Poder Ejecutivo el único competente
para conferir la naturalización debido a su carácter político. El Estado puede
rehusar el pedido sin indicar razones y a la inversa y en contra de principios
generalmente aceptados del derecho internacional, imponer la naturalización a
un individuo contra su voluntad. La naturalización confiere la condición de
nacional, pero no siempre los mismos derechos que el nacional de origen.

Pérdida de la nacionalidad:
Los Estados determinan de modo discrecional las causas de pérdida de su
nacionalidad. Existen cinco modos de perderla, aunque no son
reconocidos por todos los Estados.
- Por renuncia: el individuo renuncia a su nacionalidad para adquirir otra
nueva o quedar apátrida.
- Por desnacionalización: una ley interna de un Estado puede adoptar
como sanción para un individuo o grupo de individuos, la pérdida de
su nacionalidad, por ejemplo por traición a la patria.
- Por expatriación: una ley interna de un Estado prescribe que se le quite la
nacionalidad a los súbditos que se vayan del país al extranjero y adquieran
residencia en otro país.
- Por opción: cuando un individuo por su nacimiento adquiere dos
nacionalidades por cumplir con los requisitos de dos Estados distintos y
una ley de dichos países permite que al cumplir la mayoría de edad pueda
optar entre ellas y elegir su nacionalidad.
- Por sustitución: para algunos países el hecho de que un individuo adquiera
otra nacionalidad, le hace perder, ipso fado, la que tenía. Esto no siempre
sucede pues hay Estados que en forma especial permiten que un individuo
pueda adquirir otras nacionalidades y a la vez conservar la de origen. Es
un caso típico de doble nacionalidad.
En nuestro derecho, la legislación aplicable no prevé el supuesto de perdida de
la nacionalidad ni en forma voluntaria ni en forma de castigo. Solo regla, en su
art. 8, la suspensión del ejercicio de los derechos políticos a aquellas personas
que se hayan naturalizado en un país extranjero (excepto que sean países con
los que Argentina haya firmado tratados de nacionalidad)., y a los que hayan
aceptado empleos u honores de Gobiernos extranjeros, sin permiso del
Congreso. Es más un caso de pérdida de ciudadanía.

Apatridia:
Un apátrida es una persona no reconocida pro ningún país como ciudadano.
Una especie de limbo legal que puede darse por péridda de nacionalidad o no
haber adquirido una.
La Convención de Nueva York de 1954 sobre el estatuto de los apatridas,
define como apátrida al que no es considerado como nacional por ningún
Estado. Se puede nacer apátrida o llegar a serlo por determinadas
circunstancias. Es de origen cuando el individuo, hijo de padres apátridas, o

135
Eunice Carri

extranjeros cuyo Estado sólo admite el jus solis, nace en el territorio de un


Estado que sólo admite el jus sanguinis. La apatridia es adquirida cuando se ha
perdido la nacionalidad sin adquirir otra.
El apátrida carece de protección internacional, no tiene un Estado defensor. Se
lo considerará un extranjero en todas partes, lo que le trae aparejado
innumerables inconvenientes, incluso para movilizarse de un lugar a otro.
Siendo la nacionalidad un derecho humano fundamental para todas las
personas, se trata de una anomalía que generó la atención de la comunidad
internacional para su erradicación.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por los Estados
Miembros de las Naciones Unidas en 1948, estableció que nadie puede ser
privado arbitrariamente de su nacionalidad y la Convención americana de
derechos humanos (Pacto de San José de Costa Rica de 1969) establece en
su artículo 20 que toda persona tiene el derecho a la nacionalidad del Estado
sobre cuyo territorio ha nacido, sino tuviere el derecho a otra.

La doble o múltiple nacionalidad:


Se da con frecuencia el caso de que una persona tenga a la vez dos
nacionalidades, adquiridas en el momento del nacimiento.
También puede adquirirse la doble nacionalidad después del nacimiento,
cuando la persona se nacionaliza en el extranjero y las leyes de su país no
disponen que por ello pierda su nacionalidad de origen. Otra manera es por
matrimonio, cuando alguien adquiere de esta manera una segunda
nacionalidad y puede mantener la de origen. Puede existir la triple o múltiple
nacionalidad como consecuencia de la combinación de las situaciones
referidas.
La doble o múltiple nacionalidad desnaturaliza la institución, debido a que una
persona no puede ejercer derechos ni cumplir deberes en varios Estados a la
vez, es una incongruencia política y es fuente de dificultades entre los Estados
en relación con las obligaciones militares y el ejercicio de la protección
diplomática. Es por ello que para el derecho de gentes siempre existe una
nacionalidad que es la verdadera y real, como se demostró en los casos arriba
citados de Nottebohm y de Canevaro.
Para remediar tales inconvenientes, se ha buscado reglamentar la materia en
convenciones multilaterales y bilaterales. En el protocolo de La Haya del 12 de
abril de 1930 se estableció que la persona que, poseyendo la nacionalidad de
dos o más Estados contratantes, resida en uno de ellos y a él esté más
vinculado, queda exenta de todas las obligaciones militares en el otro Estado.
Se funda en el hecho del domicilio como índice demostrativo de vinculación
real y sus efectos comprenden las obligaciones militares tanto en tiempos de
paz como de guerra.
Otra convención que se propone regular los efectos de la doble o múltiple
nacionalidad es la Convención de Estrasburgo del 6 de mayo de 1963 sobre la
reducción de los casos de doble o múltiple nacionalidad, y del Consejo de
Europa del 26 de mayo de 1968 sobre las obligaciones militares.

Personas jurídicas

136
Eunice Carri

También las personas morales se relacionan con los Estados mediante el


vínculo de la nacionalidad, que se inspira en el de las personas físicas y que
guarda con éste algunos parecidos. Es menester asignar a las personas
morales una nacionalidad para que el Estado pueda ejercer a su respecto la
supremacía personal fuera del territorio nacional y sobre todo la protección
diplomática.
Para el derecho internacional, una persona moral puede ser una sociedad
comercial o civil, una asociación sin fines de lucro, una corporación de derecho
público, como una municipalidad, una universidad, etc.
Una sociedad, a diferencia de las personas físicas cuya nacionalidad puede
deberse al accidente de su nacimiento en uno u otro lugar, o de determinados
padres, es constituida bajo las leyes de un cierto Estado (Estado de
incorporación) por un número de personas físicas. Generalmente, el derecho
interno no especifica los criterios según los cuales una persona moral va a
tener la nacionalidad del Estado de que se trate.
Sucede que a veces los accionistas, o la mayoría de ellos, o bien las personas
que ejercen el control de la sociedad son de una nacionalidad diferente a la del
Estado de incorporación. Puede también suceder que la sede social esté
ubicada en el territorio de un Estado diferente al de incorporación. Se plantean,
entonces, problemas respecto a qué Estado, si el de incorporación o el de la
nacionalidad de los accionistas, o el de la sede social, tiene con la sociedad un
vínculo más real y efectivo, como sucedería en el caso de las personas físicas.
Se han utilizado con ese fin, en la práctica internacional, cinco criterios que
Schwarzenberger trae a colación:
- la sede social
- el domicilio
- el país de constitución de la persona moral
- el control
- el interés beneficiario
Una regla que se abrió considerable camino es que las personas morales
tienen la nacionalidad del Estado de su constitución y donde se encuentra su
sede. La del control efectivo sólo se ha aplicado en circunstancias
excepcionales, como en tiempo de guerra, ya que es difícil en la práctica
establecer la efectividad del control ejercido sobre una sociedad. Aunque no lo
cita el autor recientemente mencionado, también se ha alegado la nacionalidad
de los accionistas para justificar la protección diplomática del Estado de su
nacionalidad. Fue, sin embargo, expresamente rechazada por la CIJ en el
asunto de la Barcelona Traction, Power and Ligbt Co. (Bélgica vs. España).
No siendo, entonces, enteramente decisiva la regla llamada “tradicional” por la
Corte, será menester en cada caso pesar los diferentes criterios que juegan en
cuanto a la nacionalidad de las personas morales para decidir en
consecuencia.

En este tema destacan dos teorías: La primera, que niega nacionalidad a las
personas jurídicas y, la segunda, que reconoce la nacionalidad a las personas
jurídicas.
En cuanto a la primera teoría, los doctrinarios que niegan la existencia del
vínculo de nacionalidad a las personas jurídicas, afirman que la sociedad
mercantil es una realidad social y económica independiente de las personas
físicas, a pesar de que poseen caracteres iguales como el domicilio, capacidad

137
Eunice Carri

para ejercer el comercio y para demandar. No obstante, hay cualidades que-


por naturaleza- sólo son inherentes a las personas jurídicas; así, debería
hablarse de sociedades locales y sociedades constituidas en el extranjero y no
de sociedades nacionales o sociedades extranjeras. Esto porque las dos
últimas expresiones no significa reconocerles una nacionalidad, pues las
personas jurídicas deben someterse a la legislación de la localidad o domicilio
en el que tengan su sede social.
En relación a la segunda teoría, el problema radica en los diferentes criterios
doctrinales, e incluso legislativos, en los que se sustentan los doctrinarios para
determinar la nacionalidad de las sociedades, tales como la nacionalidad del
grupo mayoritario de accionistas, el lugar de constitución, el domicilio de la
sede principal, el lugar de explotación, el lugar donde se ha suscrito el capital
social y después de la primera guerra mundial, aplican la teoría del control,
según la cual la nacionalidad de la persona jurídica se determina en función de
los elementos que tienen su dirección efectiva o que poseen la mayoría del
capital social. Empero, se afirma que el criterio más aceptado es el del lugar de
constitución que, por lo general, coincide con el del domicilio social.

Doctrina de Bernardo de Irigoyen: en 1876 fue nombrado Ministro de


Relaciones Internacionales del Presidente Nicolás Avellaneda. Durante su
gestión debió enfrentar la amenaza del Banco de Londres y del gobierno de
Gran Bretaña de bombardear Rosario si el gobierno de Santa Fe no dejaba sin
efecto la intervención del Banco de Londres. La enérgica posición de Irigoyen
detuvo la acción bélica. A raíz del conflicto Irigoyen fue conocido por elaborar
una doctrina sobre la ausencia de nacionalidad de las sociedades anónimas y
la inaplicabilidad para las mismas de la protección diplomática que recibían los
ciudadanos.

La determinación de la responsabilidad internacional por actos ilícitos que


violan los derechos de los extranjeros se garantiza mediante el ejercicio de la
protección diplomática. Por la institución de la protección diplomática un
extranjero -sea persona natural o persona jurídica- puede recurrir a su país de
origen con el objeto de obtener su intervención cuando se vea afectado por los
actos u omisiones del Estado con el cual ha celebrado un contrato. Por
consiguiente, se busca que un determinado Estado proteja los intereses de sus
nacionales que se encuentren en un Estado extranjero y, en casos
excepcionales, protege los intereses del particular que esté vinculado en cierta
forma al Estado.
La protección diplomática permite plantear en la esfera jurídica internacional, la
reparación debida a uno de sus súbditos por daños y perjuicios que otro Estado
-según el Derecho Internacional- le hubiere causado ilícitamente y, sólo
procede cuando el ordenamiento jurídico de un Estado no reconoce el derecho
del extranjero que domicilia en él o no lo ampara, por denegatoria de justicia.
Dicha protección se manifiesta por las intervenciones a nivel diplomático para
favorecer a los nacionales que resultaren afectados por cualquier acto ilícito del
Estado receptor y, otra forma de manifestarse, sería presentando la
reclamación ante un Tribunal Arbitral.
La realización práctica de esta institución se efectúa por medio del endoso, que
consiste en el accionar de un Estado por el cual se hace cargo de la
reclamación de los derechos de sus nacionales, es decir, un Estado acciona

138
Eunice Carri

ante otro Estado extranjero para reclamar respecto de sus nacionales.


"La protección diplomática es un derecho y un deber que tiene todo Estado y
que consiste en proteger o amparar a sus nacionales que se encuentran en un
país extranjero por los medios admitidos por el Derecho Internacional".
Debemos considerar que cuando una persona sale de su país de origen para
ingresar a residir en un país extranjero, entra a una particular esfera de
derechos y obligaciones, pero además, lleva consigo los derechos y deberes
impuestos por las leyes de su territorio. Entonces, vemos que dicha persona se
sujetaría a la jurisdicción territorial del Estado extranjero en el cual reside, y en
forma simultánea estaría sujeto a la jurisdicción de su país de origen.
También hay que tener presente que la soberanía y jurisdicción que todo
Estado ejerce sobre las personas que se hallan en su territorio son
automáticas. Empero, con la protección diplomática, sucede que los Estados
extranjeros mantienen una actitud de vigilancia sobre sus nacionales en el
exterior, con el fin de que sus derechos reciban el debido reconocimiento
establecido por los principios del derecho.
La protección diplomática se fundamenta en la potestad que tienen todos los
Estados de ejercer una adecuada protección hacia sus nacionales que
domicilien en el extranjero, ante los actos ilícitos que puedan sufrir fuera de su
país de origen. Por lo tanto, deberá existir una infracción, pero que aún no ha
sido satisfecha por los mecanismos de reparación disponibles en el país
extranjero.
Viéndolo desde otra perspectiva, encontramos que la protección diplomática
encuentra su sustento en la obligación que imponen las reglas del Derecho
Internacional a todos los entes estatales, de garantizar y asegurar a las
personas extranjeras que se encuentren en su territorio un trato no inferior ni
discriminatorio al de los nacionales.
La Corte Permanente de Justicia Internacional (C.P.J.I) fundamentó la
protección diplomática de la siguiente manera: "[...] Es un principio elemental
de Derecho Internacional, que todo Estado se halla autorizado a proteger a sus
súbditos perjudicados por actos contrarios al orden interestatal cometidos por
otro Estado, cuando aquéllos no han podido obtener satisfacción por la vía
ordinaria. Al hacerse cargo del caso de uno de sus súbditos, y al recurrir a la
acción diplomática o a un procedimiento judicial internacional en su nombre, el
Estado se encuentra realmente afirmando sus propios derechos, su derecho de
garantizar en la persona de sus nacionales, el respeto de las reglas de Derecho
Internacional [...]. Cuando un Estado se ha hecho cargo de un caso en nombre
de uno de sus súbditos, ante un tribunal, el Estado es el único reclamante".
Para que un individuo pueda solicitar y obtener el amparo diplomático de su
Gobierno se necesita de la concurrencia de tres requisitos desarrollados por la
doctrina. Así tenemos:
a) Nacionalidad de la reclamación;
b) Que, por parte del perjudicado, se hayan agotado los recursos legales
internos y
c) la conducta correcta del reclamante ("Cleans Hands").

A) La nacionalidad del reclamante


Sólo puede ser invocado por el Estado del cual es nacional la supuesta víctima
de una violación; debe existir un vínculo jurídico-político entre el individuo

139
Eunice Carri

agraviado y el Estado que efectúa la reclamación, vínculo que debe existir


durante todo el proceso.
B) Agotamiento de los recursos internos
Por este requisito, los individuos afectados en sus intereses deberán agotar
todos los recursos internos disponibles en el Estado demandado (causante del
perjuicio) para que proceda la protección diplomática del Gobierno de su
nacionalidad, es decir, los individuos perjudicados deberán utilizar todos los
recursos administrativos y judiciales que el Estado autor del hecho causante de
la reclamación internacional ponga a disposición de los individuos. En
conclusión, el daño sufrido por un individuo sólo podrá ser materia de una
reclamación cuando el particular afectado ya no posea, ante los tribunales del
Gobierno demandado, ninguna vía legal para obtener reparación y, cuando
haya agotado las vías legales que estuvieron a su alcance, sin éxito alguno.
No se aplica en los supuestos en que el hecho o acto ilícito cause perjuicio
inmediato al Estado o a uno de sus órganos, por ejemplo, un agente
diplomático. Tampoco se aplicaría este requisito cuando por acuerdo entre los
Estados interesados haya sido descartado.
El fundamento de este requisito "es el respeto por la soberanía y jurisdicción
del Estado que es competente para tratar la cuestión ante sus propios órganos
judiciales".
C) Conducta correcta del reclamante
Se le conoce con el nombre de teoría de las manos limpias (Clean Hands). La
doctrina sostiene que una conducta incorrecta de la persona física o jurídica,
por violación del derecho interno del Estado demandado, por ejemplo,
participando en un movimiento revolucionario contra el Gobierno regular, o del
Derecho Internacional, como por ejemplo, si ha practicado la trata de esclavos,
sería causal de inadmisibilidad del amparo diplomático, es decir, no deberá
existir prueba de que el perjudicado causó o favoreció, con sus acciones u
omisiones, a las sanciones que en su contra, fueron adoptadas por el Estado
local.

Del principio de la protección diplomática pueden extraerse las siguientes


consecuencias:
a) El individuo afectado no puede renunciar en forma previa a los beneficios
otorgados por su Estado al ejercer la protección diplomática.
b) El Estado afectado tiene dos opciones: Puede renunciar al ejercicio de su
derecho de pedir una reparación, o puede contentarse con la reparación que le
ofrezcan.
c) El ente estatal perjudicado tiene facultades discrecionales sobre el modo y
tiempo de plantear su reclamación.
d) El Estado reclamante está en la libertad de disponer de las reclamaciones de
sus nacionales, pudiendo abandonarlas o someterlas a transacción, siempre y
cuando lo juzgue conveniente y oportuno para el interés general.
e) Cuando el Estado afectado ha recibido una indemnización, puede darle a
ella el uso que le plazca y repartirla entre sus nacionales como lo tenga por
conveniente y conforme al procedimiento que él mismo señale.
Hay que tener presente que las relaciones entre el Estado reclamante y el
súbdito perjudicado sólo interesan al derecho interno, por lo que no se puede
afirmar que el individuo tenga un verdadero "derecho" a la protección
diplomática de su país de origen.

140
Eunice Carri

En relación a los efectos de la protección diplomática, cabe señalar que se


pueden encuadrar en la siguiente idea: Cuando el Estado presta su amparo
diplomático, endosa una reclamación, la hace suya y, lo que antes era un caso
particular se vuelve un caso de carácter nacional, es decir, se trata de un
derecho subjetivo que es "endosado" por el Gobierno protector, el mismo que
toma a su cargo el perjuicio que sufre el individuo. Por lo tanto, cuando un ente
estatal se hace cargo de un caso en nombre de uno de sus nacionales, ante un
tribunal internacional, ante éste, el único reclamante es el Estado. Ello da la
precisa medida de la importancia del instituto de la protección diplomática,
convirtiendo la originaria relación, de individuo afectado a Estado responsable,
en una relación de Gobierno reclamante a Gobierno responsable. Se trata de
una relación bilateral entre dos Gobiernos.

Cláusula Calvo
Un tema muy relacionado a la institución del amparo diplomático que ha
merecido ser estudiado en la doctrina, es el de la igualdad entre los extranjeros
y los nacionales.
Para evitar la modalidad intervencionista de protección a los súbditos, el ex
ministro de relaciones exteriores, Carlos Calvo, ideó una cláusula que se lleva
su nombre (Cláusula Calvo) que se inserta en los contratos que celebra el
Estado con extranjeros (por lo general, contratos de concesión), en los que
consta el compromiso de éstos de no recurrir a la protección diplomática, o a
no hacerlo sino en casos más o menos precisos.
Por lo general se consigna lo siguiente: "Las dudas y controversias que puedan
surgir debido a este contrato serán resueltas por los tribunales competentes del
Estado, de conformidad con su derecho, y no darán lugar a ninguna
intervención diplomática o reclamación internacional".
Los países de Latinoamérica han aplicado esta cláusula en sus contratos.
Empero, existe jurisprudencia que ha dictaminado su nulidad, toda vez que no
sería un derecho de los ciudadanos, sino del Estado del cual ellos son
nacionales, por lo tanto, éstos no tendrían la facultad de renunciar a un derecho
que no tienen.
La Cláusula Calvo tiene por finalidad evitar el amparo diplomático indebido de
los países desarrollados a favor de sus súbditos, supuestamente afectados en
los contratos celebrados con el Estado de países que no han alcanzado su
desarrollo.
Esta cláusula consagra el principio de igualdad de trato tanto para extranjeros
como para los nacionales. Como consecuencia, el extranjero propietario de
bienes en un Estado se somete a las normas y tribunales de dicho Estado. Este
pacto de renuncia a efectuar reclamaciones por vía diplomática es, en última
instancia, un mecanismo a través del cual se busca lograr una asimilación de
los súbditos extranjeros al régimen jurídico -en lo sustantivo y adjetivo - que
norma la actividad de los nacionales.
Siguiendo a Pastor Ridruejo, nos interesa resaltar dos formas de la Cláusula
Calvo: "La contenida explícitamente en un contrato, por la que el inversionista
extranjero renunciaba a la protección diplomática para toda reclamación
derivada de las relaciones contractuales, consintiendo ser tratado como
nacional; y la cláusula que sometía todas las diferencias que pudiesen nacer
del contrato a un arbitraje privado entre el inversionista y el Estado, con
renuncia a la protección diplomática".

141
Eunice Carri

"La esencia de esta cláusula es la de despojar de contenido material a


cualquier reclamación diplomática hecha por un daño a un extranjero. La
Cláusula Calvo expresada en estos términos es, pues, un convenio y participa
consecuentemente de todas las características de estos actos jurídicos. La
renuncia a realizar los movimientos necesarios para solicitar la ayuda de su
país viene a ser para el extranjero una condición que no lesiona ningún
derecho; es sólo un aumento en los riesgos de pérdida asociados normalmente
a cualquier relación contractual por la que se obtiene un privilegio".
La jurisprudencia internacional se muestra indecisa respecto al valor de esta
cláusula. Así, tenemos lo siguiente:
1º A veces ha admitido la su plena validez, aunque los fallos en este sentido
son escasos.
2º En la mayoría de los casos ha procurado limitar los efectos de la cláusula, ya
sea declarándola válida en las relaciones entre el sujeto afectado y el Estado
demandado, pero sin posibilidad de alegación frente al Estado accionante; o no
teniéndola presente en caso de denegatoria de justicia. Un ejemplo es la
decisión dictada en 1920 por la Comisión General de reclamaciones Estados
Unidos-México en el asunto North American Dredging Co, en la que la
Comisión pone énfasis en la estipulación del contrato en la que el particular
accedía a ser tratado como nacional y renunciaba a la protección diplomática.
3º También se ha pronunciado por la nulidad de la cláusula.
Empero, hay autores que rechazan la validez de la Cláusula Calvo porque
manifiestan que el derecho de brindar protección diplomática pertenece al
Estado, y que, por lo tanto, un individuo no puede renunciar a un derecho que
no le corresponde, es decir, el derecho de protección de nacionales en el
exterior es un privilegio del Estado, no susceptible de derogación por acto inter
alios. Hay que tener presente que la tendencia que inspiró la Cláusula Calvo
subsiste en Latinoamérica.

Extraterritorialidad
El principio de extraterritorialidad se define según la enciclopedia jurídica, como
“ficción del derecho internacional que ha sido utilizada para explicar las
inmunidades que sustraen a ciertas personas o a ciertas cosas (agentes y
locales diplomáticos sobre todo) a la autoridad del Estado de residencia, como
si estuviesen en el territorio nacional.”
Funciona también con respecto a los buques con derechos y obligaciones que
varían según la zona en que se encuentran.
determinadas personas o cosas que se encuentran en el territorio de un
Estado, son exceptuadas total o parcialmente de la jurisdicción y poder
coercitivo de dicho Estado.

2.- Extranjeros: derechos y obligaciones. Causas de extranjería: doctrina. Régimen


argentino. Admisión y expulsión.

Extranjeros son todos aquellos que no poseen la nacionalidad del país en que
se encuentran, ya sea viviendo o ya sea de paso. A su respecto, es el Estado
en que se encuentran, en ejercicio de su supremacía territorial, el que fija el
régimen al que estarán sujetos mientras continúen bajo su jurisdicción. Esta
potestad del Estado encuentra también ciertos límites en el derecho

142
Eunice Carri

internacional, tanto particular (tratados celebrados a este respecto por el


Estado del territorio) como en el general a través de la costumbre.
En general, se acuerdan a los extranjeros en el orden civil los mismos derechos
que a los nacionales en las relaciones de familia, en los contratos, en las
sucesiones, etc. Con ciertas restricciones en ciertos países, también los
derechos relativos a la libertad de tránsito y de circulación, de pensamiento, de
culto, de idioma y de educación. Es común encontrar restricciones a los
extranjeros en cuanto al ejercicio de funciones y empleos públicos, la pesca
comercial, la navegación de cabotaje y las profesiones liberales. Salvo
reciprocidad, también en lo tocante a la hospitalización gratuita y las
indemnizaciones por accidentes de trabajo.
Todos los habitantes deben pagar los impuestos, cuyo objeto es proveer al
bienestar común. Algunos países han suscrito tratados de amistad y comercio
que exceptúan a los extranjeros de las contribuciones extraordinarias.
En el derecho internacional clásico, no existían normas que reglamentaran el
tratamiento de un Estado a sus nacionales, asunto que se consideraba del
resorte exclusivo del derecho interno. Veremos cómo eso ha cambiado
actualmente, pero aún en aquel entonces, como también ahora, un Estado no
podía dar a los extranjeros en su territorio un tratamiento inferior a un cierto
standard internacional. No basta, en tal sentido, que el Estado requerido alegue
que da al extranjero el mismo tratamiento que a sus nacionales, si el que les
otorga está por debajo del standard internacional. Un standard, por lo demás,
no demasiado fácil de determinar pero a cuyo respecto podríamos intentar
algunas pautas.Por lo demás, existe un deber de protección del Estado
territorial a los extranjeros, deber en cuyo cumplimiento el Estado territorial
debe poner la debida diligencia. Como en todas las obligaciones de ese tipo, la
debida diligencia que se requiere debe ser estimada caso por caso.
Pero el Estado no cumple con su deber si un extranjero o grupo de extranjeros
es objeto de discriminación en cuanto a la protección que el Estado territorial
les otorga, o bien si hay disturbios xenófobos o muchedumbres amenazantes
contra los extranjeros, o contra los de cierta nacionalidad y el Estado no toma
los recaudos suficientes para evitar que se les haga daño. Tampoco si,
conocidos los responsables de los daños, se omite castigarlos de acuerdo con
la ley local.
Si el Estado territorial no cumple, entonces, con esta obligación de protección,
se hace responsable por la violación de una obligación internacional y pasible
de las consecuencias que eventualmente correspondieren.
Entonces, todo extranjero regular goza de todos los derechos humanos
básicos. Así, encontramos entre ellos un standard minimum: encontramos un
régimen general basado en el D.I. que consiste en que el Estado está obligado
a conceder un tratamiento determinado a los extranjeros. Encontramos los
siguientes derechos
1.- El de ser protegida su vida e intereses contra las acciones de violencia
colectiva organizada en contra de los extranjeros.
2.-Derecho a no ser detenidos arbitrariamente y a que se proceda a una
investigación en tiempo razonable, dando al interesado la posibilidad de ser
oído.
3.-Derecho a no ser torturado y a que no se le someta a tratamientos
inhumanos.

143
Eunice Carri

4.-Tener asegurado el libre acceso a los Tribunales y no ser discriminado ante


ellos por razón de nacionalidad. Dicho derecho va íntimamente ligado a la
responsabilidad internacional del Estado por denegación de justicia.
5.-Derecho a poder ejercitar determinados derechos civiles básicos (relaciones
paterno-filiales).

En el régimen argentino, principalmente encontramos su regulación principal en


la Constitución Nacional: “Artículo 20: Los extranjeros gozan en el territorio de
la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su
industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos;
navegar los ríos y costas; ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme
a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía, ni a pagar
contribuciones forzosas extraordinarias. Obtienen nacionalización residiendo
dos años continuos en la Nación; pero la autoridad puede acortar este término
a favor del que lo solicite, alegando y probando servicios a la República."

Admisión
La entrada, permanencia, tránsito y expulsión de los extranjeros son
competencia exclusiva del Estado territorial.
La admisión de inmigrantes con carácter permanente suele ser más rigurosa
que la de turistas, y su reglamentación puede estar destinada a impedir el
ingreso de personas social o políticamente peligrosas, como inhabilitados o
ilegales, extranjeros expulsados con anterioridad, delincuentes, agitadores o
mendigos. Desde mediados del siglo xix las migraciones han aumentado
considerablemente, con graves problemas para ciertos países, que se ven
invadidos por personas en busca de mejorar precarias situaciones económicas.
La Conferencia de Emigración e Inmigración reunida en Roma en 1924, definió
al emigrante como al que sale de su país con el fin de hallar trabajo o el de
acompañar a su cónyuge, ascendientes o descendientes y también hermanos o
hermanas, tíos o tías, sobrinos y sobrinas o sus cónyuges respectivos o va a
reunirse con ellos, emigrados ya, con el mismo fin, o regresa en las mismas
condiciones al país en donde ya hubiera emigrado anteriormente.
En la Argentina la Constitución Nacional (artículo 25) impone al gobierno
federal la obligación de fomentar la inmigración europea y prohibe restringir,
limitar o gravar con impuestos la entrada de extranjeros que traigan por objeto
labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las artes y las
ciencias. El régimen de admisión, permanencia y expulsión de extranjeros está
regulado por el decreto ley 4805 de 1963 y la ley 18.653 de 1970.

Expulsión
Ya dijimos que la expulsión de extranjeros es también resorte del derecho
interno del Estado.
Las expulsiones obedecen a diferentes criterios. Generalmente se expulsa al
extranjero cuya presencia es perjudicial para la segundad o el orden público.
El decreto ley 4805 de 1963 autoriza a la Dirección Nacional de Migraciones a
expulsar al extranjero cuyo ingreso o permanencia se considere ilegal por
haber entrado al país sin haberse sometido al control sanitario o por un lugar
no habilitado o por permanecer en el país vencido el plazo autorizado. La ley
18.235 de 1969 establece otras causales:
- Si el extranjero ha ocultado a las autoridades de admisión una condena por

144
Eunice Carri

delito doloso.
- Si es condenado por un delito doloso por un tribunal argentino.
- Si realiza actividades que afecten la paz social, la seguridad nacional o el
orden público.
Según la convención interamericana de 1928 sobre condición de los
extranjeros, en su artículo 6, las personas que fueren expulsadas deben ser
acogidas por sus países de origen.

3.- Asilo: caracterización, categorías. Asilo diplomático y asilo territorial. Derechos


y deberes de los Estados y del asilado.

La movilidad humana es un tema de gran trascendencia para el DI; y se da


desde antaño por razones naturales o humanas. Las migraciones
internacionales como hecho espontáneo son objeto del DI, y se verifican en él a
los refugiados, asilados y migrantes.

La palabra castellana asilo deriva de la latina asylum, que a su vez deriva del
griego y se podría traducir como sitio inviolable; significa amparo, protección,
hogar inviolable.
En el DI se ha desarrollado notablemente en América, y fue incorporado luego
de la Segunda Guerra Mundial en las declaraciones de derechos humanos.
El asilo territorial se apoya jurídicamente en la supremacía territorial de los
Estados y la extradición configura una excepción voluntaria a esa supremacía
para hacer posible la solidaridad internacional en la lucha contra el crimen.
Los delitos políticos suelen exceptuarse de la regla de la extradición, ya que el
perseguido carece de peligrosidad para los demás Estados, y por lo demás, los
tribunales del Estado territorial pueden ser sospechados de parcialidad en el
juzgamiento del delincuente político.
Las principales características del derecho de asilo son:
- se trata de un instituto aplicado al extranjero que sufre persecución
política actual
- es un derecho del Estado, no del individuo, y su concesión es
discrecional
- tiene naturaleza jurídica constitutiva: sólo después de su concesión el
derecho de asile se incorpora al individuo

Hay dos tipos de asilo: el asilo territorial o político y el asilo diplomático.

El asilo territorial ha sido objeto de una Resolución de la AGNU, la Declaración


sobre Asilo territorial, que dispone:
1. la prohibición de conceder asilo a cualquier persona que hubiera
cometido un crimen contra la paz, la humanidad o de guerra
2. la facultad exclusiva del Estado de calificar las causas motivan el asilo
por el concedido
3. el candidato a asilo no podrá ser recusado en la frontera o expulsado
4. posibilitar asilo provisorio en otro Estado, en caso de que decida no
conceder el asilo
La concesión de asilo político suspende o impide la extradición.

145
Eunice Carri

Debido a la supremacía territorial que ejerce un Estado sobre todas las


personas que se encuentran en su territorio, sean súbditos propios o ajenos,
los Estados extranjeros constituyen un asilo provisional para todo individuo
que, siendo perseguido en su país de origen, cruce sus fronteras.
El asilo no es un derecho que un extranjero pueda reclamar, es el Estado
territorial una vez requerido quien puede o no otorgarlo a quien está eludiendo
la acción de la justicia en su país. O sea, es un derecho del Estado requerido el
concederlo, y como vimos más arriba, algunos lo otorgan a los perseguidos
políticos.

El asilo diplomático se dio con el asunto Dereco de asilo ante el CIJ por el caso
del diplomático peruano Víctor Haya de la Torre, donde se reconoce a
Colombia el derecho a concederle asilo diplomático. La Convención de
Caracas sobre asilo diplomático (1954) define las reglas para su concesión,
que de resumen en:
- El asilo se concede a personas perseguidas por motivos o delitos
políticos
- El derecho a conceder el asilo pertenece al Estado (poder discrecional)
- El asilo no es concedido a personas acusadas, procesadas o
condenadas por delitos comunes
- Compete al Estado asilante calificar la naturaleza del delito o las razones
de la persecución
- El Estado asilante es el competente para calificar si a urgencia que
justifique la concesión del asilo
- El Estado territorial puede exigir que el asilado salga del país, para tanto
debe expedir un salvoconducto y las garantías para su retirada
El asilo diplomático concluye cuando sale del país el asilado, munido del
correspondiente salvoconducto y bajo la protección de funcionarios de la
Embajada local.
Toda misión diplomática debe indicar el país de destino de los asilados, pues
desde el momento que sale del país territorial, ya la Misión carece de
competencia respecto al asilado. En cambio, el Estado asilante, que había
dado el asilo diplomático, se transforma al llegar el asilado a su territorio en el
otorgante de un asilo territorial o político y el asilado en un refugiado. Debe,
entonces, recibirlo con el carácter de así lado territorial y sujetarlo a la
radicación temporaria y eventualmente muñirlo de pasaporte especial (para no
nacionales) si quiere radicarse en un tercer país.

Derechos y deberes
 Corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de
los motivos de la persecución.
 Corresponde al Estado asilante apreciar si se trata de un caso de urgencia.
 Otorgado el asilo, el Estado asilante puede pedir la salida del asilado para
territorio extranjero.
 Al Estado asilante le corresponde el derecho de trasladar al asilado fuera del
país.
 Efectuada la salida del asilado, el Estado asilante no está obligado a
radicarlo en su territorio, pero no podrá devolverlo a su país de origen, sino
cuando concurra voluntad expresa del asilado.

146
Eunice Carri

 Los gastos de este traslado y los de radicación preventiva corresponden al


Estado solicitante.
 Entre otras.

4.- Refugiados: noción, características, requisitos. Labor de la Liga de Naciones y


de la ONU. ACNUR. Protección de minorías.

El derecho al refugio es un instituto relativamente reciente, surgido en el siglo


XX, pero su desarrollo ha sido muy intenso y ha generado una rama específica
del DI de los Derechos Humanos. Así, existe el DI de los Refugiados (DIR), con
normas, principios y reglas propias, en nivel global, como regionales.

Es una Institución jurídica a través de la cual se otorga a un extranjero el


reconocimiento de "refugiado" en un Estado del que no es nacional y al que ha
acudido buscando la seguridad que le falta en el suyo propio, ante temores
fundados de persecución por motivos de raza, religión, ideales políticos,
etcétera. El refugio aparece configurado como una clase particular de asilo.
Pero a diferencia de este, goza de una regulación internacional.
Corresponde a la Comisión Nacional para los Refugiados declarar, mediante
acto motivado, la cesación o pérdida de la condición de refugio o refugiada,
fundamentado en las disposiciones establecidas en la Ley Orgánica sobre
Refugiados o Refugiadas y Asilados o Asiladas. Una vez hecha la declaración,
la Comisión Nacional para los Refugiados deberá notificar a la persona objeto
de esta medida, con la respectiva motivación que originó la declaración.

La protección a la persona humana dentro del Derecho Internacional, requiere


que el individuo potencialmente susceptible debe ser reconocido como
refugiado, reúna las condiciones siguientes:
 1. Que haya abandonado el país de su nacionalidad o el país donde
tenía domicilio permanente.
 2. Que tenga fundados temores de persecución por motivos d raza,
religión y nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social o por sus
opiniones políticas.
 3. Que no pueda o no quiera acogerse a la protección del país de su
nacionalidad o residencia.
El transcurrir del tiempo demostró que, lastimosamente, el problema de los
refugiados estaba lejos de ser una situación coyuntural. Es así como en 1967
se eliminó el espacio temporal por el cual tendría validez la Convención de
Ginebra de 1951.
 El refugio se concede a toda persona
"El derecho a refugio tal y como lo señala la Convención, es un derecho que
puede ser solicitado por cualquier persona física, no jurídica. Como
consecuencia de lo anterior, la solicitud se debe realizar personalmente"[5].
Esto no quiere decir que no pueda ser ayudada por cualquier persona jurídica
como por ejemplo una ONG. Lastimosamente bajo este concepto no es posible
cobijar a los refugiados de facto, ni tampoco a los desplazados en masa.
 Fundados temores
El punto a demostrar es que el temor es subjetivo y objetivo. Subjetivo porque
una persona puede sentirse perseguida por determinada circunstancia;

147
Eunice Carri

mientras que otra, ante las mismas circunstancias no lo sufre. El elemento


temor va acompañado del término fundado. Este es el término que hace que la
condición de refugiado no resida en la valoración subjetiva del mismo. En virtud
de lo anterior, el Estado receptor valora la situación del país de origen del
demandante de asilo. El demandante debe demostrar que su situación es
intolerable en cualquier parte de su país de origen.
 Exclusión al status refugiado
No necesariamente quien demuestre las condiciones del artículo 1º, literal A,
numeral 2, va a adquirir el status de refugiado. La Convención previó ciertos
supuestos en los que NO se otorga la condición de refugiado a una persona si,
como lo señala el artículo 10 literal E de la misma, "ha cometido un delito
contra la paz, un delito de guerra o un delito contra la humanidad, de los
definidos en los instrumentos internacionales elaborados para adoptar
disposiciones respecto de tales delitos". La Convención prosigue señalando
que tampoco se otorga a quien "ha cometido un grave delito común fuera del
país de refugio, antes de ser admitido en él como refugiado". La tercera y
última causal de exclusión se configura cuando la persona "ha cometido actos
contrarios a las finalidades y a los principios de la Naciones Unidas."
 Status de refugiado
Como se plasmó anteriormente, la persona natural que desee ser considerada
refugiada debe probar todos y cada uno de los supuestos desglosados
anteriormente. El problema es que no existe ningún instrumento jurídico que
regule el procedimiento a seguir mientras se le reconoce o no el status. Es así
como cada país regula internamente sus procedimientos.
 Derechos del refugiado
En el momento en que el solicitante obtiene el reconocimiento a su condición
de refugiado, obtiene también lo que la Naciones Unidas llama "status de
refugiado". El status implica que el refugiado tiene derechos y obligaciones con
el país que le concedió el asilo. Las obligaciones se encuentran consignadas
en el artículo 2 de la Convención; y los derechos de los refugiados se
encuentran plasmados en los artículos 3 a 34 del mismo estatuto internacional.
Los refugiados se asimilan a los nacionales del país de su residencia efectiva
para las cuestiones que tienen que ver con su estatuto personal y sus derechos
civiles. Así lo señala el artículo 12 de la Convención. El ser considerados como
nacionales de otro país, no implica que pierdan sus derechos en su país de
origen.
Actualmente, la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados
perteneciente a las Naciones Unidas, se ocupa de asistir a los refugiados de
todo el mundo, y desempeña un importante papel en la atención a los
desplazados internos.

El régimen jurídico internacional de protección de los refugiados está formado


por dos instrumentos básicos, bajo el paraguas de NU:
- Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (Convención de
Ginebra de 1951)
- Protocolo facultativo de 1967
La definición de refugiado esta en la Convención de 1951, base sobre la que se
a construido el DIR, e indica que se reconoce como persona refugiada a
aquella que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de
raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo socia u opiniones

148
Eunice Carri

políticas, se encuentre fuera de país de su nacionalidad y no pueda o, a causa


de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o que,
careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales
acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera residencia habitual, no
pueda o, a causadle dichos temores, no quiera regresar a él”.
De la misma constitución se extrae el principio más importante del DIR: el de
no-devolución, que determina que una persona que se declare refugiada no
puede ser repatriada, bajo ninguna hipótesis, para el puerto o el territorio de
origen. A fuerza de ese principio lo ha elevado a ius cogens.
El DIR solo se concreta con la ratificación o adhesión de los Estados a la
Convención de 1951 y el Protocolo de 1967.
Como organismo especializado del Sistema de Naciones Unidas para el tema
del refugio, fue creado e Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
Refugiados (ACNUR) en 1951: un organismo con sede en Ginebra, vinculado
al ECOSOC, constituyendo el organismo más actuante en el campo,
incluyendo regiones y zonas de conflicto armado. El ACNUR publica
anualmente un informe de la situación del refugio en el mundo, en base del
cual se planean políticas públicas de corto y largo plazo, de prevención y de
solución duradera para los refugiados.
Utilizando la Convención de 1951 como su herramienta más importante, el
mandato principal del ACNUR es garantizar la protección internacional de
aproximadamente 32 millones de personas desarraigadas en el mundo. La
Convención promociona los derechos humanos básicos de los refugiados y la
no repatriación contra su voluntad a un país donde sufran persecución. Les
ayuda a repatriarse a su país de origen cuando las condiciones así lo permitan,
a integrarse en los países de asilo o a reasentarse en terceros países. El
ACNUR promociona los acuerdos internacionales sobre los refugiados,
colabora con los Estados en el establecimiento de estructuras de asilo y actúa
en calidad de observador internacional en relación a los asuntos de los
refugiados.

Protección de minorías
La práctica internacional de garantizar derechos a las minorías tiene sus
orígenes luego de la Reforma religiosa. El Tratado de Osnabrück en 1648, al
terminar la Guerra de los Treinta años, intentó paliar la situación de las
minorías religiosas. Tras la Primera Guerra Mundial, al forjarse nuevos Estados
como consecuencia de los tratados de paz y cambiar de dueño vastas
extensiones de territorio, las principales potencias aliadas y asociadas
impusieron la igualdad de trato, justo y equitativo, que se debía dar a las
minorías raciales, religiosas y lingüísticas en los tratados celebrados varios
países aceptaron obligaciones análogas como condición previa para su admi-
sión en la Sociedad de las Naciones.
Las principales garantías se referían a:
• la protección de la vida y de la libertad, así como el ejercicio libre de la
religión, sin distinción por razón de nacimiento, nacionalidad, idioma, raza
o religión, para los habitantes en general.
• En principio y para ciertos habitantes, adquisición automática de la
nacionalidad del Estado contratante o facilidades precisas para adquirirla.
• Para las nacionalidades, igualdad ante la ley y en el ejercicio de todos
los derechos políticos y civiles.

149
Eunice Carri

• Libertad de asociación para fines religiosos y educativos.


• Provisión por el Estado de la enseñanza elemental, en su idioma, en
las zonas donde existiera una minoría determinada.
Para asegurar el cumplimiento de las cláusulas de minoría se apoyaron en
el derecho constitucional y en el derecho internacional: el Estado
contratante reconocía las cláusulas principales como leyes fundamentales
y se comprometía a que ninguna ley, reglamento o resolución oficial
estuviera en pugna con ellas. Las cláusulas relativas a las personas per-
tenecientes a una minoría racial, religiosa o lingüística, constituían obli-
gaciones de carácter internacional y quedaron sometidas a la garantía de
la Sociedad de las Naciones. No podían ser modificadas aquellas
cláusulas sin el asentimiento de la mayoría del Consejo, cuyos miembros
tenían derecho a llamarle la atención sobre cualquier infracción o peligro
de infracción que se produjera. El Consejo podía dar instrucciones e
impartir órdenes al respecto.
Los litigios respecto a la interpretación de las cláusulas entre el Estado
contratante y cualquiera de las potencias aliadas o asociadas o bien entre
los miembros del Consejo entre sí, debían ser sometidos a la Corte
Permanente. Dicho régimen se justificó como un sistema de vigilancia
internacional, tanto en los derechos elementales del individuo como de la
paz internacional.

5.- Extradición: concepto, evolución, principios.

La extradición es un procedimiento por medio del cual un Estado entrega


determinada persona a otro Estado, que la requiere para someterla a su
jurisdicción penal a causa de un delito de carácter común por el cual se le ha
iniciado proceso formal o se le ha impuesto condena definitiva. No es
obligatoria en el derecho internacional general, debido a lo cual se han
celebrado muchos tratados, tanto bilaterales como multilaterales, para facilitar
la cooperación judicial entre los Estados.
Para que proceda es necesario que el Estado requirente impute a la persona
reclamada un delito del derecho criminal, ya sea como autor, cómplice o
encubridor.
La imputación debe reunir las siguientes condiciones:
- debe tener por causa un hecho que para el Estado requirente y para el
Estado requerido sea considerado delito,
- debe ser un delito de carácter común, no político,
- la acción penal debe subsistir.
A comienzos del siglo XIX los delitos objeto de extradición estaban
enumerados taxativamente: el homicidio, el robo, la falsificación y el incendio.
Actualmente muchos Estados abandonan ese método y adoptan como base
única la pena aplicable, generalmente de prisión por uno o dos años, según se
quiera establecer en el tratado.

Hay dos tipos de extradición:


- Activa: es el acto de petición del país requirente al país donde se
encuentra el delincuente.
- Pasiva: es la que recae en el Estado captor o poseedor de la persona

150
Eunice Carri

requerida.
La extradición, en la mayor parte de los tratados en vigor experimenta ciertas
limitaciones. Una de ellas y tal vez la de mayor relevancia, es la de la
nacionalidad de la persona requerida. Por regla general, la mayoría de los
Estados niegan la extradición de sus propios nacionales. Esta limitación, sin
embargo, se ha visto modificada en el ámbito de la Unión Europea.

La Extradición supone estos requisitos:


- Competencia del Estado requeriente.
- Doble punibilidad.
- Subsistencia de la protección punitiva.
- Carácter común del delito.
- Debido proceso legal.
- Fundamentacion.
- Personas Extraditables.

Como principios fundamentales de la Extradición se tienen los siguientes:


- Competencia del Estado requeriente. El criterio procura que se aplique
la extradición a hechos cometidos en el ámbito territorial del estado
requeriente. Se exceptúan los delitos cometidos en el territorio del
Estado requerido y se excluyen los casos en que hay competencia de
este.
- Doble probabilidad. En términos generales no se conocen la extradición
por hechos no previstos como delitos en la ley del Estado requerido.
- Subsistencia de la pretensión punitiva. Esto exige que no haya
extinguido la acción por prescripción, amnistía, indulto, y que no exista
cosa juzgada.
- Entidad mínima del delito. Consiste en que no se concede extradición
por delitos menores o contravenciones.
- Carácter común del delito. No se concede la extradición por delitos
políticos y conexos y militares.
- Debido proceso legal. La doctrina acepta no conceder la extradición de
quienes hayan sido juzgada en rebeldía, o por tribunales ad hoc.
- Fundamentación. La solicitud de extradición debe acompañarse de los
documentos exigidos para cada caso.
- Extraditabilidad de las personas. Se deben tener en cuenta los
convenios internacionales y la legislación interna para determinar cuales
personas son extraditables.

La institución de la extradición surgió, en el marco de las relaciones


interestatales, resultado de los acuerdos amistosos concertados entre ciertos
reyes y sus enemigos personales, la extradición apareció primero en el plano
político.
A mediados del siglo XVIII, con el advenimiento de las monarquías
absolutistas, la única extradición que se practicaba, era la de los reos políticos.
Pero luego surgió un convenio que fue celebrado entre Carlos III de España y
Luís XV de Francia, el 29 de septiembre de 1765, significó desde luego un
adelanto en la materia, pues sin excluir a los delincuentes políticos únicos
extraditables hasta entonces, perseguía la entrega de los culpables de delitos
comunes más graves.

151
Eunice Carri

El surgimiento del constitucionalismo moderno, junto con una nueva idea de los
derechos del hombre y del ciudadano, conlleva a un Estado de derecho que
implica serias limitaciones al poder estatal.
Un ejemplo muy representativo de esta nueva corriente de ideas la
encontramos en el Tratado de Paz de Amiens de 1802, celebrado entre
España, Francia e Inglaterra, en el cual se aseguraba la extradición de la
delincuencia común, con exclusión total de la extradición política.

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Eunice Carri

BOLILLA IX. ORGANISMOS INTERNACIONALES

1.- Origen y evolución de la organización internacional.


2.- Sociedad de las Naciones: antecedentes, constitución, estructura, miembros,
objetivos, funcionamiento, sistema de mandatos, disolución.
3.-Organización de las Naciones Unidas: antecedentes. Carta: propósitos y principios,
estructura, miembros. Órganos principales: integración, función, adopción de las
decisiones. Corte Internacional de Justicia: composición, funcionamiento,
competencia.
4.- Organismos especializados de las Naciones Unidas: OIT, UNESCO, FAO, OMS,
OACI, Banco Mundial, FMI, entre otros. OMC, GATT
5.- Organización de los Estados Americanos. Antecedentes: Hispanoamericanismo y
Panamericanismo. Carta: propósitos, principios, estructura, miembros. Principales
reformas. Órganos: integración, función, adopción de las decisiones. Conferencias
especializadas, organismos especializados.

1.- Origen y evolución de la organización internacional.

Las organizaciones internacionales (OI) se encuentran en un plano secundario con


respecto a los Estados, que ocupan en la comunidad internacional un lugar
preponderante. Aquellas entidades, que han cambiado la estructura exclusivamente
interestatal y primariamente bilateral de las relaciones internacionales, adquirieron
notable desarrollo en el siglo XX. Puede decirse que, si bien no alcanzaron a producir
una ruptura con el modelo de la sociedad internacional de Estados, la transformación
que originaron en aquel modelo lo adaptó a las exigen cias de nuestros días.
Llamaremos organización internacional a toda asociación de Estado que adopte una
estructura orgánica permanente.
Tienen estas asociaciones cuatro caracteres principales:
1. Están compuestas esencialmente por Estados;
2. Son creadas por tratado;
3. Poseen una estructura orgánica permanente, y
4. una personalidad jurídica propia.
Carecen, en cambio, de soberanía, sus competencias les son asignadas por los Estados
en los tratados constitutivos y están al servicio de ciertos intereses comunes de sus
miembros, que tienden a satisfacer.

El fenómeno de las OI es comparativamente nuevo, se remonta a principios del siglo


XIX. Hasta entonces, el derecho internacional público sólo regulaba las relaciones entre
los Estados, que actuaban en forma individual y separada; no existían otras categorías
de entes dotados de personalidad propia. Apareció entonces la necesidad de
cooperación para resolver problemas de carácter internacional y surgieron los primeros
ejemplos de OI.
El nacimiento y desarrollo de las organizaciones internacionales reconoce tres períodos
bastante bien definidos:
• El primero se ubica entre los años 1815 y 1914, desde el Congreso de Viena, que
crea la Comisión central para la navegación del Rin,
hasta la Primera Guerra Mundial, que termina con la Sociedad de
Naciones.

153
Eunice Carri

Se desarrolla principalmente en lo relativo a la cooperación técnica, como ocurrió en


el campo de las comunicaciones telegráficas y postales. La creación de la Unión
Telegráfica Internacional en 1865 y de la Unión Postal General en 1875 fue un hito en
este itinerario.
• El segundo se extiende entre las dos Guerras Mundiales. La paz de Versalles del 28
de junio de 1919, contenía los instrumentos constitutivos de la Sociedad de Naciones y
de la Organización Internacional del Trabajo, primeras instituciones internacionales
permanentes de carácter político y universal.
• El tercero, que va desde la segunda posguerra hasta nuestros días, acentúa la
marcada tendencia hacia el universalismo reflejado en el nacimiento de la Organización
de las Naciones Unidas en el año 1945. Compuesta hoy por la gran mayoría de los
países del mundo, la ONU responde a la necesidad de una organización general de
Estados, cuyo principal propósito sigue siendo, al igual que el de su antecesora, el
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales.
En nuestros días, las organizaciones internacionales forman una compleja red dentro de
la estructura de la comunidad internacional organizada.

2.- Sociedad de las Naciones: antecedentes, constitución, estructura, miembros,


objetivos, funcionamiento, sistema de mandatos, disolución.

Para asegurar la seguridad de un mundo dividido en Estados territoriales, celosos de su


soberanía y algunos con pretensiones hegemónicas, Woodrow Wilson postuló en 1917
ante el Senado, la idea de crear una organización internacional que garantizara la paz en
el mundo una “liga para la paz” con la fuerza suficiente para impedir que las naciones
recurrieran a a guerra. Una “asociación general de naciones, establecida en virtud de
pactos detallados, con el fin de proporcionar garantías recíprocas de independencia
política e integridad territorial, tanto a los Estados grandes, como pequeños” (discurso
ante el Congreso el 8 de enero de 1918).
Así, el Tratado de paz de Versalles de 1919 incorporó a su articulado el pacto de la
Sociedad de las Naciones (SN), del cual no participó –paradójicamente- Estados
Unidos.
En 1920 entró en vigor e inicio sus actividades la Sociedad, con sede permanente en
Ginebra. Nacía así la primera OI de carácter Universal.

Según el preámbulo del Pacto, la Sociedad buscaba desarrollar la cooperación


internacional y garantizar la paz y la seguridad, objetivos ambiciosos que circunstancias
políticas diversas impidieron finalmente lograr.

Estructura

Tres eran sus órganos principales.


- la Asamblea
- el Consejo
- la Secretaría Permanente
-
También había dos órganos autónomos:
- la Corte Permanente de Justicia Internacional (CPJI)
- la Organización Internacional del Trabajo (OIT)

154
Eunice Carri

Los órganos principales eran secundados por otros especiales, comisiones e


instituciones, creados por la Asamblea o el Consejo.

La Asamblea estaba integrada por representantes de todos los Estados miembros, cada
Estado con un voto. Se reunían una vez por año en forma ordinaria, pudiendo realizarse
sesiones extraordinarias. Estaba dividida en 6 comisiones de trabajo que analizaban
temas que luego se sometían a la Asamblea en pleno.

El Consejo tenía miembros permanentes y no permanentes. Al principio fueron las


potencias aliadas en la guerra, y los no permanentes se elegían entre los miembros de la
Sociedad por la Asamblea. Cuando el Consejo trataba temas que interesaban
particularmente a Estados no miembros, se les permitía participación mediante un
representante ad-hoc con voz pero sin voto. El Consejo poseía facultades políticas de
mucha importancia. La composición inicial fue variando con el tiempo, consecuencia de
circunstancias políticas.

Las resoluciones se adoptaban por unanimidad, en la Asamblea como en el Consejo,


aunque no fuera ella una regla absoluta, ya que en las cuestiones de procedimiento
requerían para su aprobación una mayoría de 2/3. Esa rigidez limitó sustancialmente el
accionar de la Organización y fue una de las causas de su final fracaso.

La Secretaría Permanente era el tercer órgano principal, que tenía la administración de


la sociedad, preparaba los temas a tratar por la Asamblea y el Consejo, y actuaba como
ejecutora de las resoluciones tomadas por ellos. El jefe era el Secretario General
designado por el Consejo con la aprobación de la mayoría de la Asamblea.

A diferencia de la ONU, la Sociedad de las Naciones nunca alcanzó un alto grado de


universalidad.
Además de todas las retiradas, suspensiones y expulsiones, la continuada ausencia de
los Estados Unidos constituyó un factor de debilidad de la SN y una de las causas más
destacadas de su disolución al término de la Segunda Guerra Mundial.

Cabe señalar tres períodos en la evolución de la Sociedad.

• El primero, entre 1920 y 1923, corresponde a los pasos de formación, cuando


se crean y estructuran sus instituciones. El saldo de la primera etapa de la
Sociedad fue positivo, y preparó el terreno a una etapa de expanden, que se
extiende de 1924 a 1930. La SN resolvió litigios importante.
• Entre 1924 y 1930, la Sociedad consigue sus principales realizaciones. Con el
ingreso de Alemania en 1926 parece que aquélla se va a
transformar, de una organización de potencias vencedoras, en una
auténtica organización mundial. En 1928 se firmó el Pacto Briand-
Kellogg, de renuncia a la guerra como instrumento de política nacional,
primera vez en que la guerra es formalmente prohibida. El período se inicia con
el Protocolo de Ginebra de 1924, y los Tratados de Locarno de 1925, que
parecen prometer un largo periodo de estabilidad entre Alemania y sus vecinos
occidentales. Algunas disputas importantes fueron resueltas sin consecuencias
graves.
• La tercera etapa registra los fracasos y virtual desaparición de la
SN. Las esperanzas que se podían albergar en el terreno político a fines

155
Eunice Carri

de los años veinte se frustraron por la crisis económica mundial y la


expansión del fascismo en Europa y Japón. La década de los treinta,
que marca el tercero y último período de la SN se caracteriza por una
marcada agudización de los conflictos internacionales, y culmina con el
estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939. En 1931, Japón se lanzó a la
conquista de Manchuna. En 1935, Italia conquista por la fuerza el Imperio
etíope. En 1936 la Alemania de Hitler remilitarizó unilateralmente la Renania, y
firmó acuerdos con Italia que prepararon la alianza fascista de la Segunda
Guerra Mundial (Eje). La Conferencia económica mundial y la Conferencia de
desarme de 1932-1933 no llegaron a resultados prácticos, y la guerra de España de
1936 a 1939 agudizó las tensiones internacionales.El 14 de diciembre de 1939, la
SN adopta la decisión simbólica de expulsar a la URSS de su seno a
consecuencia de la invasión a Finlandia pero ya entonces nada podía hacer para
detener la Segunda Guerra Mundial.

Aunque la Sociedad de las Naciones no fue capaz de enfrentarse con los graves
problemas internacionales de su tiempo, la experiencia no resultó infructuosa. Por un
lado, algunos de aquellos problemas fueron resueltos utilizando los mecanismos
previstos en el Pacto. Luego, muchas de sus instituciones subsistieron en alguna u otra
forma y han sido heredadas por el sistema de las Naciones Unidas. Pero, sobre todo, su
experiencia ha servido de base para el establecimiento de una nueva organización
mundial, más permanente y eficaz que la anterior, y alrededor de la cual giran un gran
número de instituciones internacionales de cooperación.

Un Mandato de la Sociedad de Naciones, se refiere a varios territorios


establecidos el artículo 22 del Tratado de Versalles, y que habían sido
previamente controlados por países derrotados en la Primera Guerra Mundial:
los territorios coloniales del Imperio alemán y las antiguas provincias del
Imperio otomano.
El mandato era la entrega a potencias aliadas (y vencedoras en la Gran
Guerra) de dichos territorios para su administración y en algunos casos
eventual independencia. Dichos mandatos fueron supervisados por la Comisión
Permanente de Mandatos de la Sociedad de Naciones. Los mandatos eran
diferentes de los protectorados, en el que la potencia administradora asumía
obligaciones con los habitantes del territorio y con la Sociedad de Naciones.
El nivel exacto de control de la potencia administradora sobre cada mandato
era decidida en unos principios individuales por la Sociedad de Naciones; sin
embargo, de forma general, la potencia administradora tenía prohibido construir
fortificaciones y crear un ejército dentro del territorio, y tenía que presentar un
informe anual sobre el territorio a la Sociedad de Naciones.
A pesar de esto, los mandatos fueron vistos como colonias de facto de los
imperios de las naciones victoriosas en la primera guerra mundial.
La categoría de distribución de los mandatos dependía del nivel de desarrollo
de cada población, y era la siguiente:
 Mandatos tipo A, aquellas comunidades que habían alcanzado cierto grado de
desarrollo que permitiría su viabilidad como países próximos a una
independencia, siempre que contasen con los consejos y auxilios de un
mandatario hasta que sean capaces de conducirse por sí mismas. Consistía de las
provincias otomanas del medio oriente:

156
Eunice Carri

o Irak, bajo el nombre de Mandato británico de Mesopotamia, asignado al


Reino Unido. Estado independiente desde 1932;
o Palestina y Transjordania al Reino Unido, reunidos como el Mandato
británico de Palestina;
o Siria a Francia. Estado independiente desde 1946; y
o Líbano a Francia. Independencia declarada en 1941 y reconocida en
1943 por Francia.
 Mandatos tipo B, aquellos territorios o colonias cuya independencia no podía
ser resuelta debido a su bajo nivel de desarrollo y problemas sociales internos e
internacionales, necesitando la administración de otro país. Corresponde a los
territorios alemanes en África:
o Tanganica, asignado al Reino Unido;
o Camerún Alemán dividido entre el Reino Unido (Camerún británico) y
Francia (Camerún francés);
o Togolandia dividido entre Francia (Togolandia francesa) y Reino Unido
(Togolandia británica);
o Ruanda-Urundi a Bélgica.
 Mandatos tipo C, territorios o colonias que debido a su densidad poblacional o
lejanía de centros civilizados o por su continuidad geografía o por otras
circunstancias deben ser administradas como parte integrante de la metrópoli
colonial. Corresponde a territorios alemanes de África y Oceanía:
o África del Sudoeste Alemana (actual Namibia) a Sudáfrica
o Nueva Guinea a Australia
o Samoa Occidental a Nueva Zelanda
o Mandato de las Islas del Pacífico a Japón. Corresponde a las islas al
norte del ecuador en el Pacífico occidental:
o Nauru conjuntamente a Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda
Los mandatos fueron reemplazados por la administración fiduciaria, supervisada por el
Consejo de Administración Fiduciaria de las Naciones Unidas, en 1946.

3.-Organización de las Naciones Unidas: antecedentes. Carta: propósitos y principios,


estructura, miembros. Órganos principales: integración, función, adopción de las
decisiones. Corte Internacional de Justicia: composición, funcionamiento,
competencia.

La ONU constituye universalmente el logro históricamente más importante y universal


en la seguridad colectiva, y más en la cooperación internacional.
Fue creada en 1945, cuenta con más de 191 miembros, lo que constituye la casi
totalidad de los Estados que componen la comunidad internacional.
Abarca no solo la paz, sino también actividades de cooperación como el comercio, los
intercambios monetarios, la salud, el clima, la aviación civil, el trabajo, la navegación
marítima o las comunicaciones, la protección de la propiedad intelectual, el medio
ambiente, etc.

Fue la guerra la que hizo patente la necesidad de una nueva organización mundial con
cimientos más fuertes que la anterior, y se previó e la Carta del Atlántico ya. La
expresión “Naciones Unidas” se usó en la declaración común de las potencias aliadas
del 42. Luego se comprometieron, en la de Moscú sobre seguridad general (1943)
EEUU, el Reino Unido, la Unión Soviética y China se comprometieron a establecer una

157
Eunice Carri

organización general basada en el principio de igualdad soberana de todos los Estados


amantes de la paz, abierta la admisión a otros, para el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales. Los planes se establecieron en la conferencia de Dumbarton
Oaks en 1944 y tras algunos retoques, en la Conferencia de San Francisco de 1945 se
adoptó la Carta de las Naciones Unidas y el estatuto de la Corte Internacional de
Justicia.

En la Conferencia de San Francisco, que da nacimiento formal a la ONU, participaron


cincuenta países. La Carta de la ONU estableció una distinción entre las “Naciones
Unidas” (Estados aliados) y “Estados enemigos” (potencias del Eje). A estos últimos no
se les permitió entrar en la Organización como Estados fundadores y sólo pudieron
hacerlo más adelante, cuando cambiaron las circunstancias políticas.
A diferencia de la Sociedad de las Naciones, en la ONU esta distinción entre vencedores
y vencidos desapareció de hecho en corto plazo. Su Carta estableció una estructura más
compleja que la de su predecesor y entre otras cosas eliminó la unanimidad de los votos
como requisito para aprobar las resoluciones.

La Carta de las Naciones Unidas

La Carta de las UN es considerada e fundamento legal y conceptual del proceso de


internacionalización de los derechos humanos. Cuando es adoptada en 1945, la
comunidad se expresaba convencida de avanzar en el reconocimiento de la importancia
de la internacionalización de la agenda de derechos humanos, pero reticentes a la hora
de otorgar poderes a la organización que se creaba par avanzar al sistema de protección
y promoción de esos derechos.
La Carta es un punto de inflexión en la historia de la comunidad internacional, porque
funda una nueva agenda basada en el reconocimiento de la responsabilidad por el
respeto de los derechos humanos, y avanza con la fundación de instituciones.

Propósitos
En su artículo 1, la Carta establece los Propósitos, esto es, los fines comunes u objetivos
que constituyen la razón de ser de la Organización.
• El mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales es la
tarea principal (no compete a la ONU inmiscuirse en los asuntos internos de los
Estados).
• El segundo Propósito alude al fortalecimiento de las relaciones de
amistad entre las naciones, base de la paz universal (fundado en la igualdad soberana de
los Estados y en el respeto a la libre determinación de los pueblos).
• El tercer Propósito consiste en realizar la cooperación internacional (en el vasto
terreno de las cuestiones económicas, sociales, culturales o humanitarias y del respeto
por los derechos humanos y libertades fundamentales de todos, sin discriminación).
• El cuarto persigue la finalidad de convertir a las Naciones Unidas
en un foro o centro armonizador de los esfuerzos desplegados por los
Estados para el logro de los anteriores Propósitos.

Principios
Para la consecución de los anteriores objetivos, el artículo 2 enumera los Principios
dentro de los cuales ha de desenvolverse la Organización, que son el marco general de
la actuación de sus órganos. Los Principios enumerados en la Carta pueden ser
resumidos en los siguientes términos:

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Eunice Carri

• La igualdad Soberana de todos los Estados miembros.


• El cumplimiento de buena fe por ellos de las obligaciones internacionales
contraídas de conformidad con la Carta.
• El arreglo de las controversias internacionales por medios pacíficos, de tal manera
que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales ni la justicia.
• La abstención de recurrir a la amenaza, o al uso de la fuerza contra la integridad
territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma
incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas, que no admite otra excepción
sino la legítima defensa (artículo 51 de la Carta), y la adopción de medidas colectivas
por la Organización (Cap. VIII de la Carta).
• La asistencia a las Naciones Unidas en cualquier acción que ésta cumpla en
conformidad con la Carta y la abstención de ayudar a cualquier Estado contra el cual la
Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva.
• La obligación de la ONU de hacer comportarse a los Estados no miembros de
acuerdo con los anteriores Principios, en cuanto ello sea necesario para el
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales.
• La no intervención en los asuntos que sean esencialmente de la jurisdicción
doméstica de los Estados.
A éstos pueden agregarse dos Principios más que rigen la conducta de los Estados
miembros de la ONU, y que surgen de la Resolución 2625, del año 1970, y que son:
• El Principio de la no intervención de un Estado o grupo de Estados en los asuntos
de jurisdicción interna de otros Estados.
• El Principio de la cooperación pacífica entre los Estados, de conformidad con la
Carta.

Miembros
La Carta distingue entre los miembros originarios, que suscribieron la Carta de San
Francisco (artículo 3) (en total sumaban 51 miembros), y los admitidos, que ingresaron
de acuerdo al procedimiento del artículo 4.
Para ser miembros “deben ser Estados amantes de la paz, que acepten las obligaciones
establecidas en la Carta, y que, a juicio de la Organización, estén capacitados para
cumplir dichas obligaciones y que se hallen dispuestos a hacerlo”.
Cinco requisitos deben cumplirse, uno objetivo y cuatro de carácter subjetivo. El
objetivo es la calidad de Estado, que puede sin embargo presentar algunas dificultades
tocantes a su condición de independiente.
Debe ser un Estado amante de la paz, condición cargada de contenido político y que en
la actualidad carece de significación precisa, debe aceptar las obligaciones de la Carta -
normal para el ingreso de cualquier Estado que ingrese al sistema de un tratado- y debe
estar dispuesto a cumplirlas.
La admisión se realiza por decisión de la Asamblea General a recomendación del
Consejo de Seguridad (artículo 4).
Podrá suspenderse a un miembro cuando haya sido objeto de acción coercitiva por parte
del Consejo de Seguridad, a recomendación del mismo Consejo, pero por decisión de la
Asamblea General. El Consejo podrá restituirlo eventualmente a su calidad de miembro.
En la práctica esta sanción no se ha tomado en ninguna oportunidad (artículo 5).
Todo miembro que “haya violado repetidamente los principios contenidos en la Carta”
podrá ser expulsado de la Organización por la Asamblea General a recomendación del
Consejo de Seguridad (artículo 6). Tampoco hay ejemplo de dicha medida en la práctica
de la Organización.

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Eunice Carri

a) El Consejo de Segundad
De conformidad con la Carta, al Consejo de Seguridad le compete la responsabilidad
primordial por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Está compuesto por 15 miembros, cinco permanentes (China, Francia, los Estados
Unidos de América, el Reino Unido y Rusia, anteriormente la Unión Soviética) y diez
que duran dos años, elegidos por la Asamblea General. Cada miembro del Consejo
tiene un voto. Las decisiones sobre cuestiones de procedimiento se adoptan mediante
voto afirmativo de, por lo menos, nueve de sus quince miembros. Las decisiones sobre
cuestiones sustantivas requieren también nueve votos, pero incluidos en éstos los votos
afirmativos de los cinco miembros permanentes. Es el derecho de veto, con el que las
grandes potencias se aseguraron la posibilidad de bloquear cualquier resolución que no
convenga a sus intereses. Se ha intentado limitar este privilegio de las grandes potencias,
por ejemplo, cuando se resolvió que la abstención o la ausencia de una de ellas no
significaba un voto negativo o cuando la Asamblea decidió considerar como cuestiones de
procedimiento ciertos asuntos, que consecuentemente no requieren la mayoría especial de
las cuestiones sustantivas.
De acuerdo a la Carta (artículo 25) todos los miembros de las Naciones Unidas
convienen aceptar y cumplir las decisiones del Consejo. Aunque otros órganos de las
Naciones Unidas formulan recomendaciones a los gobiernos, sólo el Consejo está
facultado para adoptar algunas decisiones que, en el campo de la paz y seguridad, son
de obligatorio cumplimiento para los Estados miembros.
Las funciones y poderes que la Carta le asigna al Consejo son las siguientes:
• Mantener la paz y la seguridad internacionales de conformidad con los propósitos y
principios de las Naciones Unidas;
• Investigar toda controversia o situación que pueda crear fricción internacional;
recomendar métodos de ajuste de tales controversias o condiciones de arreglo;
• Formular planes para el establecimiento de un sistema que reglamente los
armamentos;
• Determinar si existe una amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto
de agresión y recomendar qué medidas se deben adoptar;
• Instar a los miembros a que apliquen sanciones económicas y otras medidas que no
entrañen el uso de la fuerza, con el fin de impedir o detener la agresión. Si fuera
necesario, adoptar una acción militar contra el agresor;
• Recomendar la admisión de nuevos miembros.
• Ejercer las funciones de administración fiduciaria de las Naciones Unidas en zonas
estratégicas;
• Recomendar a la Asamblea General la designación del Secretario General y, junto
con la Asamblea, elegir a los miembros de la Corte Internacional de Justicia.El Consejo
de Seguridad está organizado con el fin de velar constantemente por la seguridad colectiva y
por ello funciona permanentemente; un representante de cada uno de sus miembros debe
estar presente en todo momento en la sede de las Naciones Unidas.
Los Estados miembros están obligados a resolver, por los medios pacíficos establecidos
en el artículo 33 de la Carta, todas las controversias entre ellos cuya prolongación sea
susceptible de poner en peligro la paz y seguridad internacionales.
La existencia de una controversia, o de una situación que, sin serlo, sea susceptible de
crear fricción internacional u originar una controversia, podrá ser llevada al CS por
cualquier miembro de la Organización (artículo 35.1), o por cualquier Estado no
miembro pero que sea parte en la controversia, si acepta las obligaciones de arreglo
pacífico de la Carta (artículo 35. 2).

160
Eunice Carri

La Asamblea General, que tiene funciones concurrentes con el Consejo en materia


de paz y seguridad, se abstendrá sin embargo de hacer recomendaciones sobre una
controversia o situación respecto de la cual el CS esté desempeñando las funciones
que le asigna la Carta, a no ser que el mismo CS se lo solicite (artículo 12). Resulta
claro que el CS no puede imponer a las partes los términos del ajuste, sólo
recomendarlos, excepto naturalmente que “su poder residual para tratar casos de
amenazas a la paz y actos de agresión permanece intacto. O sea, que el Consejo
puede eventualmente encontrar que se trata de una situación que equivale a una
violación del artículo 39 (amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de
agresión). Pero debe advertirse que, en realidad, “el CS está interesado en los
aspectos políticos más que en los legales y su tarea es la de mantener la paz más
bien que la de juzgar lo que es ajustado a derecho en una disputa”.5
La otra forma de utilización legítima de la fuerza es la que utiliza por el organismo
mundial, en particular el Consejo de Seguridad. Debido a la ausencia de los
acuerdos del artículo 43, que hubieran puesto bajo sus órdenes directas a tropas
aportadas por diversos Estados miembros, se ha venido aplicando el uso de la
fuerza por el Consejo a través de recomendaciones para que fueran los Estados
miembros los que conduzcan las operaciones con fuerzas propias. Siendo el
Consejo de Seguridad un cuerpo eminentemente político, queda a su criterio
determinar cuándo una situación de las contempladas en el artículo 39 se ha
producido. Sus acciones no están supeditadas a revisión judicial.
Las sanciones del artículo 41 no involucran el uso de la fuerza armada; son de tipo
político y económico y obligatorias para los Estados miembros de la ONU. Van
desde la ruptura de las relaciones económicas o de las comunicaciones hasta la de
relaciones diplomáticas.
Si las medidas anteriores no son suficientes para restablecer la paz y seguridad o disipar
la amenaza contra ellas, el artículo 42 autoriza al CS a utilizar la fuerza armada. La
Carta preveía, en su artículo 43, que aquella fuerza iba a estar compuesta por
contingentes de diversos Estados miembros, puestos a disposición del CS por éstos
según acuerdos celebrados entre éste y aquellos.

La Asamblea General
La Asamblea General (AG) es el principal órgano deliberativo de las Naciones Unidas.
Está compuesto por representantes de todos los Estados miembros, cada uno de los
cuales tiene derecho a un voto. Las decisiones sobre cuestiones importantes (paz y
seguridad, admisión de nuevos miembros, cuestiones presupuestarias) requieren una
mayoría de dos tercios, las de otras cuestiones, simple mayoría.
Las funciones y poderes de la Asamblea versan sobre:
- Paz y segundad internacionales, incluso desarme y limitación de
armamentos; (recomendaciones)
- cualquier cuestión dentro de los límites de la Carta o que afecte a los poderes o
funciones de cualquier órgano de las Naciones Unidas;
- cooperación política internacional, desarrollo del derecho internacional y su
codificación, derechos humanos y libertades fundamentales y colaboración
internacional en los campos económico, social, cultural, educativo y sanitario;
- recibir y considerar informes del Consejo de Seguridad y otros órganos de las
Naciones Unidas;
- presupuesto de las Naciones Unidas y cuotas de los miembros;
- elección de los miembros no permanentes del CS, los del Consejo Económico y
Social y los elegibles del Consejo de Administración Fiduciaria; participación

161
Eunice Carri

con el CS en la elección de los magistrados de la Corte Internacional de Justicia


y, a recomendación del CS, nombramiento del Secretario General.
La AG sesiona en forma ordinaria anualmente, desde el tercer martes de setiembre hasta
mediados de diciembre. Tiene seis comisiones principales: la primera, trata asuntos de desarme
y de seguridad internacional, la segunda cuestiones económicas y financieras, la tercera
cuestiones sociales, humanitarias y culturales, la cuarta asuntos relativos a la descolonización,
la quinta cuestiones administrativas y de presupuesto y la sexta cuestiones jurídicas. Durante
un tiempo funcionó también una Comisión llamada “Política Especial”. Además de los
ordinarios, la Asamblea puede reunirse en períodos extraordinarios de sesiones, a solicitud del
Consejo de Seguridad, de una mayoría de los miembros de las Naciones Unidas, o de un
miembro si la mayoría de los miembros está de acuerdo.
Las decisiones de la AG carecen de obligatoriedad jurídica para los gobiernos, pero
generan una obligación moral y tienen peso en la opinión pública mundial. Además,
como vimos en el capítulo correspondiente, pueden servir de base para la
transformación de algunas de sus normas, o de todas, como reglas consuetudinarias y en
algunos casos expresar el derecho. La Asamblea General es el órgano más democrático
de la Organización, ya que en él participan todos los miembros y no existen privilegios
para ninguno de ellos.

El Consejo Económico y Social


El Consejo Económico y Social es el principal órgano coordinador de la labor
económica y social de la ONU y de los organismos e instituciones especializados que
conforman “el sistema de las Naciones Unidas”. Actualmente está integrado por 54
miembros elegidos por la Asamblea.
Sus decisiones se adoptan por mayoría simple y son sólo recomendatorias; cada miembro
tiene derecho a un voto. El ECOSOC (así llamado) celebra anualmente dos períodos de
sesiones de un mes de duración, uno en Nueva York y el otro en Ginebra. Su tarea
permanente la llevan a cabo sus organismos subsidiarios, que le presentan informes. Sus
funciones son amplísimas, aunque fundamentalmente actúe como órgano preparatorio
de resoluciones de la Asamblea. Son las más importantes:
• servir como ámbito central para el examen de los problemas
económicos y sociales internacionales, de naturaleza mundial;
• hacer o iniciar estudios, informes y recomendaciones sobre asuntos de
carácter económico, social, cultural, educativo, sanitario y asuntos conexos;
• promover el respeto por los derechos humanos y las libertades
fundamentales de todos y la observancia de estos derechos y libertades;
• convocar a conferencias internacionales y preparar proyectos de
convención sobre cuestiones de su competencia para someterlos a la
consideración de la Asamblea General;
• negociar acuerdos con los organismos especializados en los cuales se
definan sus relaciones con las Naciones Unidas;
• celebrar consultas con las organizaciones no gubernamentales que se
ocupen de asuntos en los que entiende el Consejo.
Dependen del ECOSOC muchos órganos subsidiarios como: las
comisiones de derechos humanos, de estadística, de desarrollo social, de
población, de la condición de la mujer y de control de estupefacientes.
Existen además, bajo la órbita del Consejo Económico y Social, cinco
comisiones que atienden asuntos regionales, seis comités permanentes y
diversos organismos permanentes de expertos que se ocupan de temas

162
Eunice Carri

diversos como la prevención del delito, la planificación del desarrollo, y el


transporte de mercaderías peligrosas.

El Consejo Económico y Social


El Consejo Económico y Social es el principal órgano coordinador de la labor
económica y social de la ONU y de los organismos e instituciones especializados que
conforman “el sistema de las Naciones Unidas”. Actualmente está integrado por 54
miembros elegidos por la Asamblea.
Sus decisiones se adoptan por mayoría simple y son sólo recomendatorias; cada miembro
tiene derecho a un voto. El ECOSOC (así llamado) celebra anualmente dos períodos de
sesiones de un mes de duración, uno en Nueva York y el otro en Ginebra. Su tarea
permanente la llevan a cabo sus organismos subsidiarios, que le presentan informes. Sus
funciones son amplísimas, aunque fundamentalmente actúe como órgano preparatorio
de resoluciones de la Asamblea. Son las más importantes:
• servir como ámbito central para el examen de los problemas
económicos y sociales internacionales, de naturaleza mundial;
• hacer o iniciar estudios, informes y recomendaciones sobre asuntos de
carácter económico, social, cultural, educativo, sanitario y asuntos conexos;
• promover el respeto por los derechos humanos y las libertades
fundamentales de todos y la observancia de estos derechos y libertades;
• convocar a conferencias internacionales y preparar proyectos de
convención sobre cuestiones de su competencia para someterlos a la
consideración de la Asamblea General;
• negociar acuerdos con los organismos especializados en los cuales se
definan sus relaciones con las Naciones Unidas;
• celebrar consultas con las organizaciones no gubernamentales que se
ocupen de asuntos en los que entiende el Consejo.
Dependen del ECOSOC muchos órganos subsidiarios como: las
comisiones de derechos humanos, de estadística, de desarrollo social, de
población, de la condición de la mujer y de control de estupefacientes.
Existen además, bajo la órbita del Consejo Económico y Social, cinco
comisiones que atienden asuntos regionales, seis comités permanentes y
diversos organismos permanentes de expertos que se ocupan de temas
diversos como la prevención del delito, la planificación del desarrollo, y el
transporte de mercaderías peligrosas.

La Secretaría General
La ONU tiene un Secretario General y los funcionarios que de él dependen. El
Secretario General es el más alto funcionario de la Organización, y asume la dirección
de los servicios administrativos de las Naciones Unidas. Pero además de sus funciones
burocráticas, cuenta con importantes competencias políticas y diplomáticas. De hecho
representa a la Organización frente al exterior y ante la opinión pública, y le
corresponden funciones de mediación y conciliación en el caso de conflictos entre los
Estados. La Carta faculta incluso al Secretario General a convocar una reunión del
Consejo de Seguridad en caso de urgencia, y a llamar la atención de éste sobre cualquier
cuestión que ponga en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales,
así como a interponer sus buenos oficios para contribuir a resolver las controversias
internacionales.
La labor de la Secretaría es tan variada como la lista de los problemas que examinan las
Naciones Unidas.

163
Eunice Carri

El Secretario General es elegido conjuntamente por la Asamblea y el Consejo de


Seguridad por periodos que suelen fijarse por cinco años pudiendo ser reelegido.

La Corte Internacional de Justicia


La Carta de las Naciones Unidas incluye un corto capítulo dedicado a la Corte
Internacional de Justicia (CIJ). El resto de las normas que rigen su funcionamiento se
encuentran en el Estatuto, anexo como a la Carta, y en las reglas de procedimiento que
la misma Corte se dio.
La Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial principal de la Organización de
las Naciones Unidas. Está encargada de decidir conforme al Derecho Internacional las
controversias de orden jurídico entre Estados y de emitir opiniones consultivas respecto
a cuestiones jurídicas que pueden serle sometidas por órganos o instituciones
especializadas de la ONU.
La Corte es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas (artículo 92) y es
sucesora de la antigua Corte Permanente de Justicia Internacional creada por el Tratado
de Versalles. Su Estatuto forma parte de la Carta, y está basado en el de la CPJI, como
lo reconoce expresamente el artículo 92. Todo miembro de la ONU es ipso facto parte
en el Estatuto y aun los no miembros pueden serlo,de acuerdo con las condiciones que
en cada caso fije la AG a recomendación del CS (artículo 93). La CIJ está integrada por
quince jueces, elegidos conjuntamente por la Asamblea General y el Consejo de
Seguridad en votaciones separadas.
La CIJ está compuesta de quince jueces electos para períodos de tres años por
la Asamblea General de la ONU y el Consejo de Seguridad de la ONU de una
lista de personas nominadas por los grupos nacionales en las Cortes
Permanentes de Arbitraje. El proceso de elección es expuesto en los Artículos
4–19 del estatuto de la CIJ. Las elecciones son escalonadas con cinco jueces
electos cada tres años, en orden de garantizar continuidad dentro de la corte.
En caso de que un juez de morir en el cargo, la práctica ha sido, en general
para elegir a un juez en una elección especial para completar el mandato. No
podrá haber dos que sean nacionales del mismo país. De acuerdo con el
artículo 9, se supone que la composición de la Corte para representar los
"principales formas de civilización y los principales sistemas jurídicos del
mundo". En esencia, esto ha significado el derecho común, derecho civil y
derecho socialista (ahora ley post-comunista).
El artículo 94 de la Carta establece el compromiso de todos los miembros de la ONU de
cumplir las decisiones de la Corte en los litigios de que sean parte, y en caso de que
alguna de las partes se negare a cumplirla faculta a la otra para dirigirse al CS. Éste, si
lo considera necesario, podrá hacer recomendaciones o tomar medidas para que el fallo
incumplido se ejecute.
Aunque la Corte sea el órgano judicial principal de la Organización, los Estados
miembros tienen total libertad para utilizar otros tribunales, ya sea aquellos a cuya
jurisdicción se hubieren sometido por acuerdos existentes, o que puedan concertarse en
el futuro (artículo 95).
La Corte desempeña una doble misión: el arreglo de las controversias de orden jurídico
entre los Estados que le sean sometidas por estos (procedimiento contencioso) y la
emisión de dictámenes consultivos sobre cuestiones jurídicas que le sometan los
órganos u organismos de las Naciones Unidas (procedimiento consultivo).
Solo los Estados pueden ser partes en el procedimiento contencioso (los Estados
Miembros de las Naciones Unidas y otros Estados que sean partes en el Estatuto de la
Corte o que hayan aceptado su jurisdicción bajo ciertas condiciones).

164
Eunice Carri

La Corte solo tendrá competencia para conocer de un asunto si los Estados implicados
han aceptado su jurisdicción de alguna de las siguientes maneras:
 en virtud de un acuerdo especial concluido entre los Estados con el propósito de
someter su controversia a la Corte;
 en virtud de una cláusula jurisdiccional. Este es el caso en que los Estados son
partes de un tratado en el que una de sus cláusulas prevé que, en caso de que
surja en el futuro una controversia acerca de la interpretación o la aplicación de
dicho tratado, uno de ellos la someta a la Corte;
 por el efecto recíproco de declaraciones hechas por ellos bajo los términos del
Estatuto, mediante las cuales cada uno de ellos ha aceptado la jurisdicción de la
Corte como obligatoria en caso de controversia con cualquier otro Estado que
acepte la misma obligación. Cierto número de estas declaraciones, que deben
depositarse en poder del Secretario General de las Naciones Unidas, contienen
reservas que excluyen determinadas categorías de controversias.
Los procedimientos podrán ser incoados de dos maneras:
 mediante la notificación de un acuerdo especial: este documento, de naturaleza
bilateral, podrá presentarlo a la Corte cualquiera de los Estados partes del
procedimiento o todos. El acuerdo especial indicará el objeto preciso de la
controversia y la identidad de las partes. Dado que no habrá Estado
«demandante», ni Estado «demandado», sus nombres aparecerán al final del
título oficial del caso separados por una barra en los documentos de la Corte, por
ejemplo: Benin/Níger;
 mediante una solicitud: la solicitud, que es de naturaleza unilateral, la presentará
el Estado demandante contra el Estado demandado. Está prevista para notificar a
este último. Además, el Reglamento de la Corte contiene unos requisitos más
estrictos respecto a su contenido. Además del nombre de la parte contra la que se
presenta el alegato y el objeto de la controversia, el Estado demandante deberá,
en la medida de lo posible, indicar brevemente cuáles son los parámetros por los
que dicho procedimiento atañe a la jurisdicción de la Corte (un tratado o una
declaración en la que se acepta la jurisdicción obligatoria), así como, más
sucintamente, los hechos y los motivos en los que basa sus alegatos.
El procedimiento consultivo de la Corte está abierto exclusivamente a los cinco
órganos y los dieciséis organismos del sistema de las Naciones Unidas.
La Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
podrán solicitar dictámenes consultivos sobre cualquier cuestión jurídica. Otros
órganos u organismos de las Naciones Unidas que hayan recibido autorización
para solicitar dictámenes consultivos solo podrán hacerlo respecto a las
cuestiones de derecho que se planteen dentro del ámbito de sus actividades.
Un procedimiento consultivo concluye con la exposición del dictamen
correspondiente en una audiencia pública.
Estos dictámenes son consultivos por naturaleza. Es decir, que, a diferencia de
los fallos de la Corte, no son vinculantes. El órgano, organismo u organización
solicitante tendrá libertad para hacer efectivo o no el dictamen mediante
cualquier vía para ello. Sin embargo, algunos instrumentos o reglamentos
pueden informar de antemano de que un dictamen consultivo de la Corte puede
ser vinculante (por ejemplo, las convenciones sobre las prerrogativas e
inmunidades de las Naciones Unidas).
Sin embargo, la autoridad y el prestigio de la Corte van unidos a sus
dictámenes consultivos y, si el órgano u organismo interesado acepta dicho

165
Eunice Carri

dictamen, la decisión tendrá el mismo efecto que si hubiese sido aprobada por
el Derecho internacional.

4.- Organismos especializados de las Naciones Unidas: OIT, UNESCO, FAO, OMS,
OACI, Banco Mundial, FMI, entre otros. OMC, GATT

OIT
La Organización Internacional del Trabajo es un organismo especializado de la ONU
que tiene por objetivos la promoción de la justicia social y el reconocimiento de las
normas fundamentales del trabajo, la creación de oportunidades de empleo y la mejora
de las condiciones laborales en el mundo.
La OIT fue fundada en 1919 y es la única superviviente del Tratado de Versalles que
estableció la Sociedad de Naciones. Se convirtió en el primer organismo especializado
de la ONU en 1946.
La OIT cuenta con una estructura tripartita, única en el sistema de Naciones Unidas, en
la que junto a la representación gubernamental figuran las de empleadores y
trabajadores. Integrado por los representantes de los gobiernos, de los sindicatos y de
los empleadores. Su órgano supremo es la Conferencia Internacional del Trabajo
(asesorada por la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y
recomendaciones), que se reúne anualmente en junio. Su órgano ejecutivo es el Consejo
de Administración (de quien depende el Comité de Libertad Sindical), que se reúne
cuatrimestralmente en Ginebra. Toma decisiones sobre políticas de la OIT y establece el
programa y presupuesto que posteriormente son presentados a la Conferencia para su
aprobación. También elige al Director General (quien dirige la Oficina Internacional del
Trabajo). La sede central se encuentra en Ginebra (Suiza).
Los principales mecanismos de trabajo de la OIT son el establecimiento y supervisión
de normas internacionales del trabajo, la prestación de asistencia técnica, y la búsqueda
y difusión de información. Entre sus principales ámbitos de actividad se encuentra la
promoción y el respeto de los principios laborales básicos, la erradicación del trabajo
infantil, la supervisión de la reglamentación laboral y el cumplimiento de los
Convenios, el desarrollo de programas de cooperación técnica, las migraciones laborales
y la Dimensión Social de la Globalización. La labor de la OIT gira alrededor de su
Programa de Trabajo Decente cuyo objetivo es la promoción de los derechos sociales y
laborales, del empleo, de la protección social y del diálogo social a escala internacional.
La OIT aboga por que el empleo y la protección social estén en el corazón de la agenda
de desarrollo con posterioridad a 2015.
La OIT realiza su trabajo a través de la Conferencia Internacional del Trabajo y
del Consejo de Administración los cuales cuentan con representantes de gobiernos,
empleadores y trabajadores. También tiene un Centro Internacional de Formación y
Perfeccionamiento Técnico en Turín (Italia) y un Instituto Internacional de Estudios
Laborales en Ginebra.

UNESCO
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura es
un organismo especializado de las Naciones Unidas. Se fundó el 16 de noviembre de
1945 con el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad en el mundo mediante la
educación, la ciencia, la cultura y las comunicaciones. La constitución firmada ese día

166
Eunice Carri

entró en vigor el 4 de noviembre de 1946, ratificada por veinte países. Tiene su sede
en París. La Unesco cuenta con 195 Estados miembros y 8 Miembros asociados.
Se dedica a orientar a los pueblos en una gestión más eficaz de su propio
desarrollo, a través de los recursos naturales y los valores culturales, y con la
finalidad de modernizar y hacer progresar a las naciones del mundo, sin que
por ello se pierdan la identidad y la diversidad cultural. La Unesco tiene
vocación pacifista, y entre varias cosas se orienta muy particularmente a
apoyar la alfabetización. En la educación, este organismo asigna prioridad al
logro de la educación elemental adaptada a las necesidades actuales.
Colabora con la formación de docentes, planificadores familiares y vivienda,
administradores educacionales y alienta la construcción de escuelas y la
dotación de equipo necesario para su funcionamiento.
Las actividades culturales buscan la salvaguarda del patrimonio cultural
mediante el estímulo de la creación y la creatividad y la preservación de las
entidades culturales y tradiciones orales, así como la promoción de los libros y
de la lectura.En materia de información, la Unesco promociona la libre
circulación de ideas por medios audiovisuales, fomenta la libertad de prensa y
la independencia, el pluralismo y la diversidad de los medios de información,
vía el Programa Internacional para la Promoción de la Comunicación.

FAO
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura es un
organismo especializado de la ONU que dirige las actividades internacionales
encaminadas a erradicar el hambre; tiene la misión de elevar el nivel de nutrición y las
condiciones de vida; de mejorar el rendimiento y la eficacia en la distribución de los
productos agrícolas; de mejorar las condiciones de vida de las poblaciones rurales, y
contribuir a la eliminación del hambre en el mundo. Brinda sus servicios tanto a
países desarrollados, como a países en vías de desarrollo, la FAO actúa como un foro
neutral donde todas las naciones se reúnen como iguales para negociar acuerdos y
debatir políticas. También es fuente de conocimiento e información, ayudando a los
países en vías de desarrollo y transición a modernizar y mejorar sus
actividades agrícolas, forestales y pesqueras, con el fin de asegurar una
buena nutrición para todos. La FAO cuenta con 194 Estados Miembros, 1 Organización
Miembro (La Unión Europea) y 2 Miembros Asociados (Islas
Feroe y Tokelau). También forma parte del Grupo de las Naciones Unidas para el
Desarrollo.

OMS
La Organización Mundial de la Salud es el organismo de la Organización de las
Naciones Unidas especializado en gestionar políticas de prevención, promoción
e intervención en salud a nivel mundial. Posee el objetivo de llevar a todos los
pueblos al más elevado nivel de salud posible. La OMS comprende una
Asamblea Mundial de la Salud, que se reúne con periodicidad anual, y un
Consejo Ejecutivo elegido por la Asamblea. Inicialmente fue organizada por
el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas que impulsó la
redacción de los primeros estatutos de la OMS. La primera reunión de la OMS
tuvo lugar en Ginebra, en 1948. Los 197 Estados Miembros de la OMS
gobiernan la Organización por medio de la Asamblea Mundial de la Salud. La
Asamblea está compuesta por representantes de todos los Estados Miembros
de la OMS.

167
Eunice Carri

OACI
La Organización de Aviación Civil Internacional es una agencia de
la Organización de las Naciones Unidas creada en 1944 por la Convención de
Chicago para estudiar los problemas de la aviación civil internacional y
promover los reglamentos y normas únicos en la aeronáutica mundial. Está
encargada de las cuestiones relativas a la aviación civil: principios y técnicas
de la navegación aérea internacional, desarrollo y planificación de los
transportes aéreos.
La dirige un consejo permanente con sede en Montreal (Canadá).
El convenio previo al establecimiento de una organización de aviación civil
internacional fue elaborado por la conferencia de Aviación Civil Internacional
celebrada en Chicago del 1 de noviembre al 7 de diciembre de 1944, que entró
en vigor el 4 de abril de 1947. Una Organización Provisional de Aviación Civil
Internacional estuvo funcionando desde el 6 de junio de 1945 hasta que se
estableció oficialmente la OACI.

BANCO MUNDIAL
El Banco Mundial es uno de los organismos especializados de las Naciones Unidas que
se define como una fuente de asistencia financiera y técnica para los llamados países en
desarrollo. Su propósito declarado es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo
interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en
desarrollo. Está integrado por 186 países miembros. Fue creado en 1944 y tiene su sede
en la ciudad de Washington, Estados Unidos.
La creación del Banco Mundial (con sede en Washington) fue decidida al mismo tiempo
que la del FMI, en ocasión de la conferencia monetaria y financiera de Bretton Woods
en 1944. El grupo del Banco Mundial está hoy compuesto por:
- el BIRD (Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo, creado en
1945;
- la AID (Asociación Internacional para el Desarrollo), fondo creado en 1960;
- la SFI (Sociedad Financiera Internacional), creada en 1956;
- y la AMGI (Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones), creada en 1988.

FMI
El Fondo Monetario Internacional como idea fue planteado el 22 de
julio de 1944 durante una convención de la ONU en Bretton Woods, New
Hampshire, Estados Unidos, y su creación como tal fue en 1945.
El FMI es una institución internacional que reúne 188 países, cuyo papel es de
fomentar la cooperación monetaria internacional, garantizar la estabilidad
financiera, facilitar el intercambio internacional, contribuir a un nivel elevado de
empleo, a la estabilidad económica y hacer retroceder la pobreza.
Creado en 1945, al mismo tiempo que el Banco Mundial, por aplicación de las
decisiones de la conferencia monetaria y financiera de Bretton Woods de 1944, el
Fondo Monetario Internacional (FMI, con sede en Washington) aconseja a los
gobiernos en el ámbito financiero. El FMI puede asimismo vender oro y divisas a sus
miembros, con el fin de facilitarles su comercio internacional. Ha creado una moneda
internacional, los DEG (Derechos Especiales de Giro), que los miembros pueden
utilizar para sus pagos internacionales.
El FMI comprende un Consejo o Junta de Gobernadores, nombrados por cada uno de
los Estados miembros; tiene administradores que conforman el Consejo de

168
Eunice Carri

Administración integrado por 20 miembros; cinco representan a los países de cuotas


más elevadas (U.S.A., Reino Unido, Alemania, Francia y Japón) y los 15 restantes son
elegidos por dos años por los otros países miembros; tres de ellos representan a los
países de Latinoamérica y los otros al resto del mundo; además hay un director general.

OMC
La Organización Mundial del Comercio fue establecida en 1995. Tiene su sede
en Ginebra, Suiza y sus idiomas oficiales son el inglés, el francés y el español.
La OMC no forma parte del sistema de las Naciones Unidas, y tampoco de los
organismos de Bretton Woods como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) se ocupa de las normas
mundiales por las que se rige el comercio entre las naciones. Su principal
función es velar por que el comercio se realice de la manera más fluida,
previsible y libre posible.
La Organización Mundial del Comercio fue establecida en 1995. Tiene su sede
en Ginebra, Suiza y sus idiomas oficiales son el inglés, el francés y el español.
La OMC no forma parte del sistema de las Naciones Unidas, y tampoco de los
organismos de Bretton Woods como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional.

Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT).


Se trata de un convenio que fue ideado en el marco de la Conferencia de La Habana que
se llevó a cabo en el año 1947 y que fue firmado un año después por 23 países, con el
objetivo de fijar un conjunto de pautas de alcance comercial y concesiones arancelarias.
Como el Banco Mundial, el GATT es otra de las iniciativas que se impulsaron al
término de la Segunda Guerra Mundial con el propósito de regular la economía global.
Según los expertos, se trata del precursor de la Organización Mundial de Comercio
(OMC).
Es importante destacar que el GATT y la OMC no son lo mismo. El GATT consiste en
un sistema de reglas establecidas entre las naciones que forman parte de él, mientras que
la OMC está valorado como una entidad de alcance internacional que se encarga,
además de de regular el comercio de todo el mundo, de reglar otros aspectos
relacionados con los servicios y los derechos de la propiedad intelectual a nivel
internacional.
En 1994, el GATT fue actualizado y se creó la OMC. Las 75 naciones nucleadas en
torno al GATT y la Comunidad Europea (CE) fueron los integrantes que fundaron esta
organización, que nació el primer día de enero de 1995.
A diferencia del Banco Mundial, el GATT no se constituyó como una institución, sino
como un foro de reunión entre varios países que contaba con una serie de principios
básicos para su funcionamiento los cuales se basan en la unión en las políticas de los
diferentes Estados y la ruptura total del bilateralismo que había sido uno de los
responsables de la II Guerra Mundial.
El GATT tiene su sede en Ginebra y se rige por un órgano llamado Asamblea, la cual as
u vez cuenta con un Consejo de Representantes (resuelven las cuestiones urgentes).

5.- Organización de los Estados Americanos. Antecedentes: Hispanoamericanismo y


Panamericanismo. Carta: propósitos, principios, estructura, miembros. Principales

169
Eunice Carri

reformas. Órganos: integración, función, adopción de las decisiones. Conferencias


especializadas, organismos especializados.

La organización internacional de los Estados de las Américas es la más antigua del


planeta en cuanto tiene antecedentes que se remontan a los primeros años de la
independencia. Ha sido, en gran medida, el modelo en el que se han inspirado
organizaciones similares en otros continentes, e incluso la propia organización mundial
en 1918. Es un caso singular en cuanto el sistema es anterior a su documento
constitutivo.
Resultaba natural una colaboración entre las diferentes porciones del Imperio Español
en América, que reconocían un origen común, la misma lengua y comunidad de
creencias. Si bien después de la independencia las fuerzas centrífugas llevaron a una
atomización de las divisiones administrativas del antiguo Imperio, aparecieron también
atracciones centrípetas, que impulsaban a la unidad y a la cohesión necesaria para
enfrentar los peligros del mundo externo, europeo, que avanzaba propósitos
colonialistas.
La declaración de la organización dice que trabaja para fortalecer la paz, seguridad y
consolidar la democracia, promover los derechos humanos, apoyar el desarrollo social y
económico favoreciendo el crecimiento sostenible en América o Las Américas. En su
accionar busca construir relaciones más fuertes entre las naciones y los pueblos del
continente. Los idiomas oficiales de la organización son el español, el portugués, el
inglés y el francés. Sus siglas en español son OEA y en inglés OAS (Organization of
American States).

Por hispanoamericanismo puede entenderse, entonces, la aspiración al acercamiento


espiritual entre las naciones que surgieron del desmembramiento de la parte americana
del imperio español; acercamiento que se traduciría en el mantenimiento de más y
mejores relaciones que organizasen esta parte de la comunidad internacional en la
defensa del patrimonio común constituido por la identidad de una cultura, de un idioma,
de una religión, etc.
Como se puede observar, este autor considera al hispanoamericanismo como una “mera
aspiración”, porque a su juicio, nunca se pudo concretar con la firmeza necesaria a pesar
de los reiterados intentos por hacer realidad la unidad: Congreso de Panamá (1826);
Congreso de Lima (1848); Congreso de Santiago de Chile (1856). El objetivo
perseguido por todos estos movimientos políticos surgidos a lo largo del Continente, no
era otro que el de alcanzar la Independencia y su defensa, una vez conquistada. Es decir,
no fue simplemente la comunidad de lengua, de raza, la cercanía geográfica o las
motivaciones económicas lo que reafirmaron el sentimiento de solidaridad entre las
antiguas colonias hispanas.

Etimológicamente panamericanismo significa “una sola unidad de toda América”. A


través de esta idea, Estados Unidos perseguía dar sustento a sus vínculos con toda la
extensa región situada al Sur del Río Grande. De la misma manera en que algunas
décadas antes Francia había acuñado el término América Latina para justificar su
proyección sobre la América Ibérica, Washington recurría ahora a un nuevo término con
iguales propósitos.
El panamericanismo buscaba encontrar sus raíces en dos factores: El primero, de
naturaleza geográfica. El segundo de naturaleza histórica. El geográfico era obvio en sí
mismo y respondía a la realidad de ese intenso continente, situado entre dos océanos

170
Eunice Carri

descubierto por Colón. El histórico, por su parte, aludía a la condición de civilizaciones


trasplantadas desde el otro lado del océano, que compartían la América anglosajona y la
América Ibérica, así como al episodio común de emancipación vivida por ambas.
La tesis según la cual, las ideas de unidad difundidas y defendidas por los próceres de la
independencia involucraban a toda la América, incluyendo a los Estados Unidos, es
reconocida como Panamericanismo.

Carta de la OEA

La organización instituida en la Carta constitutiva adoptada en la novena Conferencia


Internacional Americana en 1948 tuvo inspiración en la entonces reciente Carta de las
Naciones Unidas, en cuyo Capítulo VIII se insertó.
Se utilizó como base del nuevo instrumento la experiencia acumulada por los Estados
americanos en los años de la difusa Unión Panamericana.
“La Carta representa un intento de coordinar el sistema que se desarrolló a lo
largo de más de medio siglo, clarificando los principios que le sirvieron de base,
mejorar la maquinaria a través de la cual funcionaba y definir más
cuidadosamente las relaciones entre los órganos”.

El artículo 51 de la Carta establece los órganos designados para “realizar los fines” de
la OEA:
• la Asamblea General;
• la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores;
• los Consejos y
• la Secretaría General. Además se enumeran
• el Comité Jurídico interamericano;
• la Comisión Interamericana de derechos humanos;
• las Conferencias especializadas y
• los organismos especializados.

La OEA cumple con el postulado democrático de que a cada Estado le corresponde un


voto. De allí que el órgano supremo sea la Asamblea General cuya principal función es
“decidir la acción y la política generales de la Organización” (artículo 52). Se reúne una
vez al año (artículo 55) aunque eventualmente “en circunstancias especiales” podrá
celebrar sesión extraordinaria con la aprobación de los dos tercios de los Estados
miembros del Consejo Permanente (artículo 56).

Son miembros de la OEA todos los Estados americanos que ratifiquen la Carta y que
sean independientes y miembros de la Organización de las Naciones Unidas al 10 de
diciembre de 1985.

La Reunión de consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores


A fin de considerar problemas urgentes, se reúne a pedido de cualquier Estado miembro
dirigido al Presidente del Consejo, que decide por mayoría absoluta de votos. En caso
de ataque armado dentro del territorio de un Estado americano deberá convocarse de
inmediato por el Presidente del Consejo.

El Consejo Permanente
Está constituido el Consejo permanente por un representante por cada Estado miembro,
siendo presidido sucesivamente durante seis meses según el orden alfabético español de
los países miembros.
171
Eunice Carri

Sus funciones son amplias, ya que actúa en forma permanente, como su nombre lo
indica, y se ocupa de cualquier asunto que le encomiende la Asamblea General o la
Reunión de Consulta. Actúa provisionalmente como órgano de consulta en el caso de
ataque armado a un país americano. Pero su función política principal consiste en velar
por las relaciones amistosas entre los Estados miembros para lo cual los asistirá en la
solución de controversias que pudieran presentarse.
La Secretaría General
El órgano central y permanente de la OEA es la Secretaría General. El Secretario
General es elegido por la Asamblea General por un periodo de cinco años y podrá ser
reelegido por una sola vez. Dirige la Secretaría y participa con voz pero sin voto en
todas las reuniones de la Organización. Sus funciones específicas están enumeradas en
los artículos 118 y 119.

Otros órganos
La Organización cuenta con Consejos con funciones determinadas por la Carta. Ellos
son:
 el Consejo para el Desarrollo Integral, que estará formado por un representante
por cada Estado miembro, con nivel ministerial o equivalente. Su función
primordial es promover el desarrollo integral para contribuir a la eliminación de
la pobreza crítica.
 el Comité Jurídico interamericano, cuerpo consultivo de la Organización en
asuntos jurídicos; y
 la Comisión interamericana de Derechos Humanos.

Principios

Los Estados americanos reafirman los siguientes principios:


a. El derecho internacional es norma de conducta de los Estados en sus
relaciones recíprocas.
b. El orden internacional está esencialmente constituido por el respeto a la
personalidad, soberanía e independencia de los Estados y por el fiel
cumplimiento de las obligaciones emanadas de los tratados y de otras
fuentes del derecho internacional.
c. La buena fe debe regir las relaciones de los Estados entre sí.
d. La solidaridad de los Estados americanos y los altos fines que con ella
se persiguen, requieren la organización política de los mismos sobre la
base del ejercicio efectivo de la democracia representativa.
e. Todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema
político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le
convenga, y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otro
Estado. Con sujeción a lo arriba dispuesto, los Estados americanos
cooperarán ampliamente entre sí y con independencia de la naturaleza
de sus sistemas políticos, económicos y sociales.
f. La eliminación de la pobreza crítica es parte esencial de la promoción y
consolidación de la democracia representativa y constituye
responsabilidad común y compartida de los Estados americanos.
g. Los Estados americanos condenan la guerra de agresión: la victoria no
da derechos.
h. La agresión a un Estado americano constituye una agresión a todos los
demás Estados americanos.

172
Eunice Carri

i. Las controversias de carácter internacional que surjan entre dos o más


Estados americanos deben ser resueltas por medio de procedimientos
pacíficos.
j. La justicia y la seguridad sociales son bases de una paz duradera.
k. La cooperación económica es esencial para el bienestar y la prosperidad
comunes de los pueblos del Continente.
l. Los Estados americanos proclaman los derechos fundamentales de la
persona humana sin hacer distinción de raza, nacionalidad, credo o
sexo.
m. La unidad espiritual del Continente se basa en el respeto de la
personalidad cultural de los países americanos y demanda su estrecha
cooperación en las altas finalidades de la cultura humana.
n. La educación de los pueblos debe orientarse hacia la justicia, la libertad
y la paz

Ha sido reformada por:


 Protocolo de Buenos Aires (27 de febrero de 1967)
 Protocolo de Cartagena de Indias (5 de diciembre de 1985)
 Protocolo de Washington (14 de diciembre de 1992)
 Protocolo de Managua (10 de junio de 1993)

Organismos especializados y conferencias especializadas

El Capítulo XVIII de la Carta de la OEA define los Organismos Especializados como


organismos gubernamentales establecidos por acuerdos multilaterales, con determinadas
funciones en materias técnicas de interés común para los Estados americanos. Disfrutan
de amplia autonomía técnica, dentro del marco de las recomendaciones de la Asamblea
General y de los Consejos.
 Organización Panamericana de Salud
La organización Panamericana de la Salud (OPS), creada en 1902 por la
Segunda Conferencia de los Estados Americanos, es el Organismo Regional
especializado en salud del Sistema Interamericano, así como la Oficina Regional
para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (AMOR/OMS). Su
misión es “Liderar esfuerzos colaborativos entre los Estados miembros y otros
aliados, para promover la equidad en salud, combatir la enfermedad, mejorar la
calidad y prolongar la duración de la vida de los pueblos de las Américas.
 Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes
El Instituto es un organismo especializado que contribuye a articular las políticas
públicas sobre niñez en las Américas, a promover la relación del Estado con la
sociedad civil y al desarrollo de una consciencia crítica frente a los problemas
que afectan a la niñez y a la adolescencia en la región.
 Comisión Interamericana de Mujeres
Creada por la Sexta Conferencia Internacional Americana (La Habana, 1928), la
Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) es un organismo consultivo de la
OEA y el principal foro generador de políticas hemisféricas para la promoción
de los derechos de la mujer y la igualdad y equidad de género. Su objetivo es
fomentar la integración de la perspectiva de género en los proyectos, programas
y políticas de la Organización e impulsar a los Gobiernos a que desarrollen

173
Eunice Carri

políticas públicas y programas con perspectiva de género a fin de que hombres y


mujeres tengan igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la sociedad.
 Instituto Panamericano de Geografía e Historia
Creado por la sexta Conferencia Internacional Americana (La Habana, 1928), el
Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH) ofrece cooperación
técnica, capacitación en centros de investigación, difusión de publicaciones y
organización de reuniones técnicas en los campos de cartografía, geografía,
historia y geofísica.
Con el apoyo del sistema de secciones nacionales y con el concurso de la
comunidad científica afín en la región panamericana, el IPGH responde a la
creciente demanda de la comunidad científica internacional en su tarea de
interpretación del territorio, a partir del análisis geográfico e histórico y de una
visión auténticamente continental. Asimismo, desarrolla mecanismos de
comunicaciones efectivas y oportunas entre los especialistas, con base en
parámetros específicos.
 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
Fundado en 1942, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
(IICA) es el organismo del Sistema Interamericano especializado en el sector
agropecuario y los territorios rurales. Estimula, promueve y apoya los esfuerzos
de sus Estados Miembros para lograr el desarrollo sostenible de la agricultura y
la prosperidad de las comunidades rurales.

Las Conferencias Especializadas son reuniones intergubernamentales para tratar


asuntos técnicos especiales o para desarrollar determinados aspectos de la cooperación
interamericana, y se celebran cuando lo resuelva la Asamblea General o la Reunión de
Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, por iniciativa propia o a instancia de
alguno de los consejos u Organismos Especializados.

174
Eunice Carri

BOLILLA X. ORGANISMOS DE INTEGRACION

1.- Integración regional: evolución histórica, procesos de integración, estadios.


Derecho comunitario originario y derivado. Supranacionalidad. Derecho comunitario
y derecho interno.
2.- Unión Europea: antecedentes, fines, instrumentos, miembros, órganos.
3.- Mercado Común Centroamericano, Comunidad Andina, Asociación
Latinoamericana de Integración,
4.- Mercado Común del Sur: antecedentes, fines, instrumentos, miembros, órganos.
Solución de Controversias.

1.- Integración regional: evolución histórica, procesos de integración, estadíos.


Derecho comunitario originario y derivado. Supranacionalidad. Derecho comunitario
y derecho interno.

La integración es un fenómeno que se está produciendo en varias partes del mundo, y en


particular en América y en Europa. Consiste en que ciertos países, guiados muchas
veces por afinidades políticas, raciales, de lengua, o por lo que fuere y generalmente
amparados en una propincuidad geográfica, van cediendo porciones de su soberanía a
una entidad central, una organización de integración. El camino seguido hasta el
presente, sobre todo en Europa, ha sido el de integrarse primero en el campo económico
con vistas eventualmente a un grado de unión política más avanzado, de forma tal que
se cedan al ente integrado importantes porciones de soberanía que pueden transitar en lo
económico por fases de unión aduanera -aranceles externos comunes a todos los
miembros- y mercado común, que se caracterizan por la libre circulación interior de
bienes, servicios y personas. Hay grados superiores de integración: por ejemplo, luego
del Tratado de Mastricht, la Comunidad Económica Europea (CEE) cambió su nombre
por el de Unión Europea, adoptaron la mayoría de sus miembros una moneda y un
banco central comunes. En lo político se puede transitar desde un compromiso de
consultas en materia exterior hasta una defensa común y al manejo de porciones
importantes de las relaciones exteriores.

La integración regional es un proceso multidimensional cuyas expresiones incluyen


iniciativas de coordinación, cooperación, convergencia e integración profunda, y cuyo
alcance abarca no solo las temáticas económicas y comerciales, sino también las
políticas, sociales, culturales y ambientales. El presente documento se concentra en la
dimensión productiva de la integración y en cómo ella puede contribuir a la estrategia
de cambio estructural para la igualdad.

La integración económica puede definirse como la organización de un grupo de


países con el fin de mejorar el intercambio comercial en el marco de sus
territorios. Los objetivos principales son la eliminación de los obstáculos al
comercio y a la libre circulación de bienes, mercancías y personas; la reducción
de los costos de transporte, así como la implementación de políticas comunes
en distintos sectores de la economía.
La integración en bloques supone privilegiar el comercio por proximidad o
contigüidad física, por lo que se establecen también tarifas o aranceles

175
Eunice Carri

externos a los países no miembros. Al establecerse políticas comunes para


distintos sectores de la actividad económica, incluso para el área educativa, se
busca no sólo incrementar el comercio entre los países miembros, sino también
alivianar los riesgos que generan situaciones de incertidumbre en la economía
global.
Por eso, es importante que los acuerdos firmados se respeten y que no tienda
a privilegiarse más a unos países que a otros. De todos modos, las
desigualdades internas existen, incluso en el bloque europeo, que es el más
antiguo.
Para poner en práctica los procesos de integración se realizan acuerdos entre
dos países (bilaterales) o entre más países (multilaterales), tendientes a facilitar
el comercio exterior. Según el grado de profundidad de esos acuerdos, se
pueden distinguir varios niveles.
* Área de preferencia arancelaria: se establece entre dos o más países que se
conceden mutuamente una reducción arancelaria en ciertos productos.
* Zona (o área) de libre comercio (ZLC): supone la eliminación de todos los
aranceles entre los países integrantes del acuerdo, pero conservando cada uno
sus aranceles externos con respecto a terceros países. m Unión aduanera:
supone la liberalización del comercio de todos los bienes producidos por los
países socios y la adopción de un arancel externo común (AEC).
* Mercado común: es un espacio unificado por la libre circulación de bienes,
servicios, capitales y personas entre los países socios. Además, sus miembros
adoptan un arancel externo común. Es una etapa más compleja porque supone
armonizar las políticas macroeconómicas, fiscales, salariales, sociales,
etcétera.
* Unión económica: es el más alto grado de integración, es un mercado común
donde existe una moneda común. Supone transferir una serie de atribuciones
de los gobiernos nacionales a organismos supranacionales creados a fin de
poder armonizar las políticas.

El grado de integración económica puede categorizarse en seis estadios:


1. Zona preferencial de comercio.
2. Zona de libre comercio (Ejemplo: Pacto Andino).
3. Unión aduanera (Ejemplo: Acuerdo de Cartagena).
4. Mercado común (Ejemplo: Comunidad Andina).
5. Unión económica y monetaria: que supone un mercado común, una moneda
única y una uniformidad determinada en lo que concierne a políticas
económicas.
6. Integración económica completa: Existe la unificación de políticas, fusionando
sus economías y adoptan planes comunes. Existe una unificación monetaria,
fiscal, social, de servicios, etc. Esta conlleva a crear una autoridad supranacional
cuyas decisiones recaen sobre los estados miembros.
Sin embargo, en la dinámica los mecanismos de integración se trasciende lo meramente
económico y viene a jugar un papel preponderante lo político y la defensa, que en
definitiva es la creación de Estados supranacionales de hecho o de derecho, donde los
Estados nacionales "ceden" parte de su soberanía al nuevo Estado supranacional.
En tal sentido, pueden contituirse los estadios de integran de la siguiente forma:
 0.- Zona de Preferencias Arancelarias (muchos autores no consideran que sea
un mecanismo de integración relevante)
 1.- Zona de Libre Comercio

176
Eunice Carri

 2.- Unión Aduanera


 3.- Unión Económica y Monetaria
o Mercado Común
o Unión Monetaria
 4.- Libre tránsito de personas
o Visa no requerida
o Control aduanero no requerido
 5.- Unión Política
 6.- Acuerdo en Materia de Defensa
 7.- Otro
Estos "pasos" que conllevan a la integración son teóricos y no necesariamente
secuenciales, por ejemplo, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) fue en principio
una Zona de Libre Comercio, posteriormente una Unión Aduanera, actualmente se está
constituyendo un Mercado Común, pero entre los Estados signatarios ya está en
funcionamiento la primera fase de Libre tránsito de personas dado que no se requiere
Visa para que los ciudadanos andinos viajen dentro del bloque, todo esto sin existir una
Unión Monetaria ni haber un Mercado Común plenamente constituido.

El derecho comunitario

Conjunto de normas que constituyen y determinan el régimen jurídico del Derecho


comunitario. Las normas del mismo se clasifican tradicionalmente en Derecho
comunitario originario y Derecho comunitario derivado. Junto a las fuentes positivas
están también los principios generales y, reconocido por algunos autores, la costumbre.
Conjunto de normas que constituyen y determinan el régimen jurídico del Derecho
comunitario. Las normas del mismo se clasifican tradicionalmente en Derecho
comunitario originario y Derecho comunitario derivado. Junto a las fuentes positivas
están también los principios generales y, reconocido por algunos autores, la costumbre.

El Derecho de la Unión Europea (anteriormente conocido como Derecho


comunitario o de las Comunidades Europeas) es el conjunto de normas y
principios que determinan el funcionamiento, corporación y competencias de la
Unión Europea. Se caracteriza por tratarse de un orden jurídico sui generis,
diferenciado del Derecho internacional así como del orden jurídico interno de
los países miembros. Su mecánica se engloba bajo una categoría propia
denominada sistema comunitario o comunitarismo.

Derecho originario
El Derecho originario es aquel contenido en los diversos tratados que los
Estados miembros suscriben, siendo las fuentes de mayor rango, y aquellas
que posibilitan la aparición del Derecho derivado, que está sometido al
originario. El Derecho derivado no sólo cederá en caso de contradicción con el
originario, sino que además debe estar fundamentado y originado en los
diferentes Tratados que lo componen.

Derecho derivado
El Derecho Comunitario viene regulado por el Derecho Originario y el Derecho
Derivado.
Los instrumentos normativos del Derecho Originario son:

177
Eunice Carri

Los Tratados fundacionales, los Tratados de adhesión, el Acta Unica y el


Tratado de Maastrich. El Derecho Derivado está conformado por una serie de
actos normativos que manan de las Instituciones Comunitarias como el
Consejo, el Parlamento o la Comisión.
Las normas comunitarias pueden ser:
Reglamentos; Directivas; Decisiones o Recomendaciones.
 REGLAMENTOS: Son disposiciones generales de obligado cumplimiento y
directamente aplicables en los Estados miembros desde el mismo momento de
su publicación en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas (DOCE).
 DIRECTIVAS: Son también disposiciones obligatorias que pueden emanar del
Consejo, la Comisión o el Parlamento pero no son de aplicación inmediata. Son
de aplicación diferida a un hecho determinado.
 DECISIONES: Tienen un destinatario concreto, por tanto son disposiciones de
carácter particular y de obligado cumplimiento para el destinatario al que va
dirigida.
 RECOMENDACIONES: Estas no tienen carácter normativo ya que estas no son
vinculantes.

La relación entre el Derecho Comunitario y los ordenamientos internos de los Estados


miembros se fundamenta esencialmente en tres principios:
 El principio de autonomía del Derecho Comunitario es consecuencia de la
transferencia de competencias realizada por los Estados miembros a favor de la
Comunidad y que son ejercidas por las instituciones comunitarias.
 El principio de primacía del Derecho Comunitario respecto al derecho interno de
los Estados miembros.
 El principio de eficacia directa en el sentido de que se trata de un ordenamiento
cuyos destinatarios no son exclusivamente los Estados miembros sino, además,
sus nacionales respecto de los que genera derechos y obligaciones.
Además, es un ordenamiento que debe ser aplicado por los jueces nacionales que, en
cooperación con el Tribunal de Justicia, se convierten en jueces comunitarios.

La supranacionalidad es un sistema político en el cual determinados Estados


ceden parte de sus atribuciones de gobierno (en mayor o menor medida,
dependiendo del grado de supranacionalidad) a organismos internacionales
que afectan a más de una nación. Uno de los objetivos de los gobiernos
supranacionales desde el punto de vista de la globalismo neoliberal es la
internacionalización de la economía, la liberalización de barreras comerciales,
la implantación de sistemas monetarios supranacionales, etc. , aunque se
pueden tener otros objetivos, como es la regulación de las transacciones
internacionales y la preservación de los derechos humanos, el medio ambiente
y otros objetivos similares.
Es importante diferenciar el termino nación de Estado, ya que el primero tiene
un sentido más bien cultural e histórico y el segundo tiene que ver con las
estructuras gubernamentales que pueden tener una nación o un conjunto de
naciones.
La supranacionalidad se advierte especialmente en que las decisiones de los
organismos no necesitan ser refrendadas por los Estados para entrar en vigor
(a diferencia de los tratados internacionales clásicos.
Las Comunidades Europeas son el pilar supranacional de la Unión Europea.
Las decisiones tomadas en el seno de sus instituciones -incluso aquellas que

178
Eunice Carri

se han tomado por mayoría- no pueden ser revocadas por los estados
miembros. De esta forma las normas tienen prioridad sobre el derecho nacional
y deben ser aplicadas: son vinculantes en cuanto a sus objetivos, aunque, en
ocasiones, se deje libertad a los Estados miembros en cuanto a la forma de su
aplicación. Por ello, se dice que en las Comunidades Europeas hay cesión de
soberanía, lo que es la característica más neta de la supranacionalidad.
La Unión de Naciones Suramericanas o Unasur es una entidad supranacional
de Sudamérica (todos los países suramericanos son miembros). Sin embargo,
debido a su formación reciente (23 de mayo de 2008) todavía no es una
instancia real de supranacionalidad.

2.- Unión Europea: antecedentes, fines, instrumentos, miembros, órganos.

La UE es una organización internacional, que, como cualquier OI, ha sido


creada por un grupo de Estados, a través de un tratado internacional,
únicamente dispone de las competencias que aquéllos le han venido a atribuir
y cuenta con un conjunto de órganos que le permiten poner en práctica tales
competencias y llevar a cabo las funciones que le han sido asignadas.
La UE es la más sofisticada de las organizaciones internacionales existentes:
sus competencias abarcan ámbitos materiales muy extensos, y son, además,
de distintita naturaleza (normativa: adopción de medidas vinculantes de
alcance general; administrativas, que da lugar a la aprobación de actos de
carácter individual; convencional: de la que nacen acuerdos internacionales
celebrados con terceros Estados o con otras organizaciones internacionales; e
incluso judicial: con un Tribunal de Justicia que tiene una competencia
exclusiva para conocer determinados tipos de litigios).

Cuenta con un entramado institucional muy desarrollado, en el que hay:


- dos órganos de composición fundamental o exclusivamente
intergubernamental (el Consejo Europeo y el Consejo de la UE)
- un órgano compuesto por personas independientes que actúa en
interés de la UE (la Comisión)
- una institución parlamentaria cuyos miembros son elegidos por
sufragio directo por los ciudadanos de la UE (el Parlamento
Europeo)
- un órgano judicial (el Tribunal de Justicia)
- y distintos órganos de naturaleza consultiva (el Comité de las
Regiones y el Comité Económico y Social).
También tiene la UE un sistema de recursos propios, que la hace
independiente de las contribuciones de los Estados miembros.

El proceso de integración europea surge como reacción a las dos guerras


mundiales que asolaron al continente. Frente a un primer movimiento que
apuntaba a la cooperación entre Estados europeos, y que desembocó en el
Consejo de Europa en 1949, otros Estados –con Francia a la cabeza- quisieron
llegar más lejos y propusieron a creación de una organización internacional de
integración. La idea de Rober Schuman, Ministro de Asuntos Exteriores
francés, es que el proceso debía ser progresivo, debiendo iniciarse en un

179
Eunice Carri

determinado sector económico para luego extenderse al resto de las


actividades económicas y finalmente desembocar en la unión política.
Fruto de este diseño fue la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero (CECA), cuyo tratado constitutivo se firmó en París en 1951, a la que
luego siguieron: la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o
Euratom) y la Comunidad Económica Europea (CEE), creadas en virtud de
sendos Tratados constitutivos firmados en Roma en 1957. Así, a finales de
dicha década tres eran las Comunidades Europeas, tres organizaciones
distintas y autónomas, entre las que se daban una serie de elementos comunes
(instituciones y estados miembros es lo destacado).
A CECA dejó de existir en julio de 2002 cuando se cumplieron los 50 años de
vigencia previstos en el tratado. La CEEA –con ámbito de aplicación muy
limitado: uso pacífico de la energía atómica- aún sigue existiendo. La CEE, que
nació como una organización económica general –frente a la sectorial de la
CECA y CEEA- ha experimentado cambios importantes, dos destacables: la
modificación de su denominación, ya que en virtud del Tratado de Maastricht
pasó a llamarse “Comunidad Europea” en 1992; y que tras el Tratado de Lisboa
en 2007 ha sido sustituida por la Unión Europea.
Así, hoy, tenemo la Unión Europea y la CEEA/EURATOM. La primera regida
por dos Tratados internacionales de igual valor: el Tratado de la Unión Europea
(TUE) y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), el primero
contiene las disposiciones fundamentales y el segundo las previsiones de
desarrollo del anterior.

El proceso de integración europea ha experimentado dos tendencias paralelas:


o por una parte la ampliación. Nuevos estados se fueron incorporando a
las Comunidades Europeas con el tiempo, de los 6 son ya 27, a través
de sucesivos tratados de adhesión, de los que hasta la fecha ha
habido 6; y cuya entrada en vigor depende de la ratificación por parte
de todos y cada uno de los estados miembros, lo que supone que cada
uno tiene un poder de veto.
o También un proceso de profundización. Reconociéndose nuevos
ámbitos materiales.

Instrumentos:

Originarios
 Tratado de París, del 18 de abril de 1951: creación de la CECA, tratado
firmado entre Francia, a RFA, Bélgica, Italia, Luxemburgo y países bajos.
 Tratado de Roma de 1957: da nacimiento a la Comunidad Económica Europea
(CEE) y la Comunidad europea de la energía atómica. Era la Europa de los seis
(los tres países del Benelux más Alemania Federal, Francia e Italia). En 1972
ingresaron el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca. (Noruega firmó el tratado, pero
no lo ratificó en ese entonces.) En 1981 ingresó Grecia, en 1986 España y
Portugal y en 1995 lo hicieron Austria, Finlandia y Suecia. El 1 de mayo del
2004 se incorporaron la República Checa, Chipre (sólo la parte greco-chipriota),
Eslovaquia, Eslo-venia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia. En
enero 1, 2007 se incorporaron Rumania y Bulgaria. Son candidatos a ingresar en
un futuro más o menos indefinido Turquía, Macedonia y Croacia.

180
Eunice Carri

Posteriores
Tienen carácter constitutivo:
 el Acta única europea, firmada en Luxemburgo y en La Haya el 17 y 18
de febrero de 1986 y
 el Tratado de Mastricht, llamado Tratado de la unión europea (TUE), del
7 de febrero de 1992 que dio comienzo a una nueva evolución al crear la
Unión Europea y dotarla de cierta forma de política exterior y de seguridad
común, así como de una mayor cooperación en asuntos de justicia y del
interior
 el Tratado de Amsterdam de 1997, que profundizó la integración e inició
la reforma de las instituciones europeas al fortificar el papel del Parlamento
europeo. Su texto introduce algunas modificaciones al TUE y a los tratados
constitutivos de las comunidades.
 el Tratado de Niza, en vigencia desde febrero 1 de 2003, desarrolló otras
reformas institucionales con vistas a la mayor ampliación histórica de la
Unión con los países de Europa del Este.
 Continúa con: la Convención europea clausurada en julio del 2003, la
Conferencia Intergubernamental (CIG) de 2003/2004 y la Constitución
europea, firmada en octubre de 2004 Este itinerario se vio obstaculizado
por el resultado negativo de las consultas populares en Francia y en los
Países Bajos en 2005, por lo cual se llamó a una nueva Conferencia
Intergubernamental con el objeto de que se propusiera un nuevo tratado
para la reforma antes de que termine 2007.

Los objetivos generales que persiguen esos tratados que constituyen la UE son, en
suma, la integración económica y unión política progresiva de sus miembros.
Obviamente, en el campo económico el progreso en esa dirección es considerable. El
objetivo político, sin embargo, no figura expresamente entre los objetivos
constitucionales, por lo que el paso que significa el nuevo tratado constitucional sería
necesario como acto de voluntad política.

Órganos

Cuenta con un entramado institucional muy desarrollado, en el que hay:


- dos órganos de composición fundamental o exclusivamente
intergubernamental (el Consejo Europeo y el Consejo de la UE)
- un órgano compuesto por personas independientes que actúa en
interés de la UE (la Comisión)
- una institución parlamentaria cuyos miembros son elegidos por
sufragio directo por los ciudadanos de la UE (el Parlamento
Europeo)
- un órgano judicial (el Tribunal de Justicia)
- y distintos órganos de naturaleza consultiva (el Comité de las
Regiones y el Comité Económico y Social).

Aunque los órganos principales y la administración de las comunidades quedaron


unificadas, principalmente por el tratado de fusión de abril 8 de 1965, que crearon un
Consejo y una Comisión únicos. Las instituciones comunitarias son la Comisión, el
Consejo, el Tribunal de Justicia y el Parlamento Europeo.

• La Comisión

181
Eunice Carri

Por sus funciones, tiene cierto parecido con el Poder Ejecutivo de un Gobierno.
Desempeña un papel central en el proceso de integración, está compuesta por 27
personas, una por cada país de la UE. La designación de sus miembros es el producto de
un complicado proceso: en primer término, los Estados, previa consulta con el
Parlamento europeo, designan al Presidente. Luego, en consulta con éste, se designa a
los demás miembros. Es necesario un voto de aprobación del Parlamento.
La Comisión es independiente de los Estados, ya que defiende los intereses de Europa
como un todo.
Entre las funciones de la Comisión está muy especialmente la defensa de los intereses
comunitarios. Por esa razón ha sido llamada “Guardiana de los tratados” que consagran
dichos intereses. Tiene iniciativa legislativa y presupuestaria; competencias de ejecu-
ción de normas establecidas por el Consejo, en particular desde la sanción del Acta
única europea; así como ciertas competencias en materia de relaciones exteriores.

* Parlamento Europeo
Representa a los pueblos de los Estados miembros y se compone de representantes
elegidos directamente por sufragio universal.
En el seno del Parlamento, los representantes suelen agruparse por afinidades políticas.
Su misión principal es aprobar las leyes europeas (comparte esta responsabilidad con el
Consejo de la Unión Europea, mientras que las propuestas legislativas provienen de la
Comisión Europea). El Parlamento y el Consejo también comparten la responsabilidad
de aprobar el presupuesto anual de la UE.
Los sucesivos tratados de reforma han ido reforzando el papel del Parlamento en los
procesos de toma de decisión europeos, y se convierte al Parlamento, por el proceso de
“codecisión”, en un poder colegislador en compañía del Consejo, que entre ambos
adoptarán las leyes y leyes-marco europeas. Para ciertas de esas leyes y leyes-marco se
requiere un procedimiento especial, con consulta o a veces aprobación del Parlamento.

• El Consejo de la Unión Europea


Llamado anteriormente Consejo de Ministros, comparte como dijimos antes la
responsabilidad de aprobar las leyes junto con el Parlamento, así como la de adoptar
decisiones políticas.
Es responsable de la UE en lo relativo a la política exterior de la Unión, así como en
materias de seguridad y de justicia.
Los votos con que cuenta cada Estado miembro están en proporción, en líneas
generales, con su población, aunque en el reparto de votos resulten algo más
favorecidos los países chicos.
Las decisiones se adoptan por votación mayoritaria, pero en algunos asuntos
especialmente importantes (inmigración, asuntos fiscales, política exterior) se requiere
la unanimidad de los miembros.
Adolece de una cierta ambivalencia, ya que representa a los Estados miembros siendo
simultáneamente una entidad de carácter comunitario. Tiene nivel ministerial, lo que
hace que cambie según el tema que aborde: serán a veces los ministros de economía los
que se reúnan, o los de agricultura, etc. Los ministros de relaciones exteriores forman el
Consejo general, que coordina a los que se forman con ministros de otros ramos. Tiene
una Secretaría general y un cuerpo auxiliar, el COREPER, formado por los
representantes permanentes (embajadores) de los Estados miembros ante las
comunidades cuya misión es preparar los trabajos del Consejo y realizar las tareas que
éste le encomiende.
Las funciones del Consejo son importantes. Adopta decisiones y actúa como factor
decisivo en la formulación de normas de derecho comunitario derivado.

182
Eunice Carri

• El Consejo Europeo
Organo de gran importancia, funcionó primero sin un tratado que lo constituyera y se
institucionalizó más tarde por el Acta única europea y luego por el TUE.
Es una reunión de jefes de Estado o de Gobierno, con lo que se advierte su máximo
nivel. También se sienta en él el presidente de la Comisión y asisten a los jefes de
Estado los ministros de asuntos exteriores. En la práctica, ha fijado líneas de orientación
generales.
En el Tratado constitucional actual se dice que el Consejo dará los impulsos necesarios
para el desarrollo de la Unión y definirá sus orientaciones y prioridades políticas
generales.
Se le asigna un papel importante en el ámbito de la acción exterior de la Unión, desde
que identificará sus intereses y objetivos estratégicos. Esta labor de planificación no
debe confundirse con la aplicación de las políticas, que es materia de la Comisión, el
Parlamento y el Consejo. Se le otorga asimismo competencia en relación con algunas
decisiones constitucionales y participación en el nombramiento de importantes
dignatarios, al proponer al Parlamento el presidente de la Comisión y al nombrar, de
acuerdo con dicho presidente, al representante de la Unión para las relaciones
exteriores.

• El Tribunal de Justicia
Su función es interpretar y aplicar los tratados, que comparte con los tribunales de los
Estados miembros y con un tribunal de primera instancia creado en 1989. A diferencia
con los tribunales internacionales, éste tiene jurisdicción obligatoria en las materias de
su competencia y es responsable de que el derecho comunitario se aplique en manera
uniforme en todo el ámbito de la Unión. Cada Estado miembro tiene un juez.

Se trata de una estructura muy particular, que se articula en función de la representación


de intereses: la Comisión representa el interés comunitario, el Consejo y el Consejo
europeo son de naturaleza intergubernamental y representan básicamente los intereses
de Estados miembros, aunque siempre con la ambivalencia expuesta que le confiere su
simultáneo carácter de institución comunitaria. El Parlamento representa a los pueblos.
El Tribunal es neutral y asegura el imperio del derecho.
El funcionamiento es igualmente complejo. La función legislativa corresponde, como
vimos, a tres órganos; la iniciativa es de la Comisión, el Parlamento da su dictamen y la
decisión final es del Consejo. En cuanto a la función ejecutiva, ésta pertenece al
Consejo, quien la delega en la Comisión. Las competencias presupuestarias son
compartidas entre el Consejo y el Parlamento, aunque también participa la Comisión.

3.- Mercado Común Centroamericano, Comunidad Andina, Asociación


Latinoamericana de Integración

El Mercado Común Centroamericano (MCCA) está integrado por Guatemala,


El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Se rige por el Tratado de
Managua (1960) y sus protocolos modificatorios. Estados Unidos es el principal
socio comercial de los países del MCCA.
Desde 1991 sus miembros obtienen las preferencias contempladas en la
Iniciativa de la Cuenca del Caribe, a pesar de que las mismas se han visto

183
Eunice Carri

dañadas por la formación del Tratado de Libre Comercio de América del


Norte (TLCAN). Por otra parte, la Unión Europea otorga un tratamiento
preferencial a las exportaciones del MCCA así como cooperación en forma de
asistencia técnica. El comercio con el resto de América Latina y el Caribe es de
poca magnitud, excepto en el caso de México y Venezuela para compras
de petróleo.
A pesar de datar de 1960, no fue hasta mediados de la década de los ochenta
que el MCCA se convirtió en un ente económico de gran tamaño. Todo ello se
concretó con diversos acuerdos con otros organismos internacionales, entre los
que se puede destacar el acuerdo firmado en 1985 con la Comunidad
Económica Europea y que se concretó un arancel para la importación.
Asimismo, en 1987 se suscribió el Tratado Constitutivo del Parlamento
Centroamericano y en 1990 se estableció un nuevo sistema de pagos.
En 1990 los presidentes centroamericanos acordaron reestructurar, fortalecer y
reactivar el proceso de integración, así como sus organismos.
En abril de 1993 se llegó a un acuerdo de libre comercio que ha tenido como
objetivo el intercambio de la mayoría de los productos, la liberalización de
capitales y la libre movilidad de personas.
La reforma acordada en julio de 1997 contempla también el fortalecimiento del
Parlamento Centroamericano, la reforma de la Corte Centroamericana de
Justicia y la unificación de las secretarías en una sola Secretaría General.
Sus objetivos fundamentales se inscriben básicamente en tres campos: establecimiento
de una zona de libre comercio para los productos originarios de los cinco países;
aplicación de un AEC aplicable a las importaciones de terceros países y adopción de un
régimen de incentivos al desarrollo industrial.

La Comunidad Andina (CAN) es un organismo regional de cuatro países que


tienen un objetivo común, alcanzar un desarrollo integral, más equilibrado y
autónomo, mediante la integración andina, sudamericana y latinoamericana. El
proceso andino de integración se inició con la suscripción del Acuerdo de
Cartagena el 26 de mayo de 1969. Está constituida
por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, además de los órganos e instituciones
del Sistema Andino de Integración (SAI). Antes de 1996, era conocida como
el Pacto Andino o Grupo Andino.
La Comunidad Andina está conformada por Órganos e Instituciones que están
articuladas en el Sistema Andino de Integración, más conocido como el SAI.
Este Sistema hace que la CAN funcione casi como lo hace un Estado. Es decir, cada una
de estas instancias tiene su rol y cumple funciones específicas, por ejemplo: el Consejo
Presidencial Andino, conformado por los Presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador y
Perú, está a cargo de la dirección política de la CAN; el Consejo Andino de Ministros
de Relaciones Exteriores formula la política exterior de los países andinos en asuntos
relacionados con la integración y, de ser necesario, coordinan posiciones conjuntas en
foros o negociaciones internacionales; la Comisión, conformada por delegados
plenipotenciarios, o con plenos poderes, se encargan de formular, ejecutar y evaluar la
política de integración en temas de comercio e inversiones y generan normas que son
obligatorio cumplimiento para los 4 países.
La CAN cuenta con una Secretaría General que administra y coordina el proceso de
integración y el Tribunal Andino de Justicia es la entidad que controla la legalidad de
los actos de todos los Órganos e Instituciones y dirime las controversias existentes entre
países, entre ciudadanos o entre países y ciudadanos cuando se incumplen los acuerdos

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asumidos en el marco de la Comunidad Andina.


El Parlamento Andino, conformado por 20 Parlamentarios elegidos por voto popular -
5 por cada País Miembro- , es la instancia que representa al Pueblo; es decir, a los
Ciudadanos Andinos en general. Aquí se delibera sobre la integración andina y se
proponen acciones normativas que fortalezcan la integración.
Asimismo, son parte del SAI las instancias consultivas de la Sociedad Civil, como el
de los Pueblos Indígenas, de los Trabajadores y de los Empresarios. La Universidad
Andina Simón Bolívar, con varias sedes en la región, es la entidad educativa. Y, los
organismos financieros son la Corporación Andina de Fomento y el Fondo
Latinoamericano de Reservas.
 Promover el desarrollo equilibrado y armónico de los Países Miembros en
condiciones de equidad, mediante la integración y la cooperación económica y
social.
 Acelerar el crecimiento y la generación de empleo laboral para los habitantes de
los Países Miembros.
 Facilitar la participación de los Países Miembros en el proceso de integración
regional, con miras a la formación gradual de un mercado común
latinoamericano.
 Disminuir la vulnerabilidad externa y mejorar la posición de los Países
Miembros en el contexto económico internacional.
 Fortalecer la solidaridad subregional y reducir las diferencias de desarrollo
existentes entre los Países Miembros.
 Procurar un mejoramiento persistente en el nivel de vida de los habitantes de la
Subregión.

La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) es un organismo


internacional de ámbito regional. Fue creado el 12 de agosto de 1980 por el Tratado de
Montevideo 1980, en sustitución de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio
(ALALC). Actualmente cuenta con 13 estados miembros, y cualquier Estado de
Latinoamérica puede solicitar su adhesión.
Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay, en 1960, concluyeron
el “Tratado que establece una zona de libre comercio e instituye la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio” (ALALC), al que luego adhirieron Bolivia,
Colombia, Ecuador y Venezuela. La ALALC no alcanzó los fines que esperaban
los países miembros y, en definitiva, fue sustituida por la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI), adoptada el 12 de agosto de 1980 en
Montevideo, que entró en vigor en mayo de 1981 y aún está vigente.
Los fines de la ALADI son más modestos que los de su antecesora en cuanto al
proceso de integración, pero tiene objetivos más realistas y, por tanto, más
alcanzables. El tratado en su artículo 2 fija las funciones de la Asociación,
estableciendo un área de preferencias económicas.
El proceso de integración desarrollado en el marco de la ALADI está encaminado a
propiciar el desarrollo económico-social, armónico y equilibrado de la región, y tiene
como objetivo a largo plazo el establecimiento, en forma gradual y progresiva, de un
mercado común latinoamericano.
Sus principios son:
 Pluralismo en materia política y económica;
 Convergencia progresiva de acciones parciales hacia la formación de un
mercado común latinoamericano;

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Eunice Carri

 Flexibilidad;
 Tratamientos diferenciales con base al nivel de desarrollo de los países
miembros; y
 Multiplicidad en las formas de concertación de instrumentos comerciales.
La ALADI propicia la creación de un área de preferencias económicas en la
región, con el objetivo final de lograr un mercado común latinoamericano,
mediante tres mecanismos:
 Una preferencia arancelaria regional que se aplica a productos originarios de
los países miembros frente a los aranceles vigentes para terceros países.
 Acuerdos de alcance regional, comunes a la totalidad de los países miembros.
 Acuerdos de alcance parcial, con la participación de dos o más países del área.

Los países calificados de menor desarrollo económico relativo de la región


(Bolivia, Ecuador y Paraguay) gozan de un sistema preferencial; se busca una
participación plena de dichos países en el proceso de integración. La ALADI da
cabida en su estructura jurídica a los más vigorosos acuerdos subregionales,
plurilaterales y bilaterales de integración que surgen en forma creciente en el
continente. En consecuencia, le corresponde a la Asociación –como marco o
“paraguas” institucional y normativo de la integración regional- desarrollar
acciones tendientes a apoyar y fomentar estos esfuerzos con la finalidad de
hacerlos confluir progresivamente en la creación de un espacio económico
común.

4.- Mercado Común del Sur: antecedentes, fines, instrumentos, miembros, órganos.
Solución de Controversias.

A partir de la vigencia de los regímenes democráticos en Argentina y Brasil


comenzó una nueva etapa de las relaciones entre ambos países, que tuvo
como hito fundamental la firma de la Declaración de Iguazú, en 1985, que
marcó el comienzo del Proceso de Cooperación e Integración Económica
basado en la firma de Protocolos, a través de los cuales Argentina y Brasil
acordaron reducciones arancelarias bilaterales por sectores. Entre 1985 y 1990
se firmaron entre los dos países 24 Protocolos, no todos de naturaleza
comercial.

186
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En 1988 firmaron el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo, en el


que se definió la voluntad de crear un “espacio económico común”.
En 1990 se firmó el Acta de Buenos Aires, en la que se definió el objetivo de
“establecer un Mercado Común” entre Argentina y Brasil, que debería
encontrarse definitivamente conformado para el 31 de diciembre de 1994.
Así, MERCOSUR fue creado por un proceso de integración regional. En 1991
el Tratado de Asunción fue firmado entre Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay. El TA significó la reafirmación de los compromisos de Acto de
Integración Argentino-Brasileña de 1985.

El MERCOSUR es un acuerdo subregional de integración de carácter


intergubernamental, cuyo objetivo es la constitución de un Mercado Común y
que en la actualidad ha alcanzado el grado de una unión aduanera imperfecta.

Son Estados partes del acuerdo regional los países firmantes del TA. Otros
países latinoamericanos son Estados asociados del MERCOSUR:
- Chile
- Bolivia
- Colombia
- Perú
- Ecuador
- Venezuela, que se encuentra en una situación particular porque
en 2006 firmó el Protocolo de Adhesión, que aún no ha entrado
en vigor por no haber aún sido aprobado por el Parlamento de
Paraguay (debe ser ratificado por los Estados partes).

El Capítulo 1 del TA estableció como objetivo la creación de un Mercado


común. Definió su alcance al establecer que dicho Mercado Común implica:
- la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos
entre los países a través, entre otros, de la eliminación de los
derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la
circulación de mercaderías y de cualquier medida equivalente.
- E establecimiento de un arancel externo común y la adopción de
una política comercial común en relación a terceros Estados y la
coordinación de posiciones en foros económico-comerciales,
regionales e internacionales
- La coordinación de políticas macro-económicas sectoriales entre
los Estados partes: de comercio exterior, agrícola, industrial,
fiscal, monetario, cambiario y de capitales, de servicios,
aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se
acuerden, a fin de asegurar las condiciones adecuadas de
competencia entre los Estados Partes.
- El compromiso de los estados partes de armonizar sus
legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr el
fortalecimiento del proceso de integración.

Estructura institucional

Para la consecución de fines se necesita de un marco institucional.

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Eunice Carri

Para el período de transición el mismo TA previó una estructura basada


fundamentalmente en dos órganos:
- el Consejo Mercado Común (CMC) como órgano político y
encargado de la conducción del proceso de integración
- el Grupo Mercado Común (GMC) como órgano ejecutivo.
Sin embargo el TA había establecido expresamente que antes de diciembre de
1994 los Estados partes convocaran a una reunión extraordinaria para
determinar la estructura institucional definitiva de los órganos de
administración, sus atribuciones específicas y un sistema de adopción de
decisiones.
Los estados partes firmaron el Protocolo Adicional al TA sobre la Estructura
Institucional del MERCOSUR (Protocolo de Ouro Preto o POP) que entró
en vigor en 1995.
El POP señala una estructura conformada por órganos intergubernamentales,
que no disponen de poder autónomo, de un poder distinto de los Estados
partes, de tal manera que no posee un órgano que pueda ser puesto
exclusivamente al servicio de los objetivos comunes. Son 3 órganos con
capacidad decisoria:
- Consejo Mercado Común
- Grupo Mercado Común
- Comisión de Comercio
A ello se agregan 3 órganos sin capacidad decisoria:
- Comisión Parlamentaria Conjunta
- Foro Consultivo Económico y Social
- Secretaría administrativa del MERCOSUR (SAM)

Consejo Mercado Común


Órgano superior del MERCOSUR.
Le ocupa la conducción política de proceso de integración y la toma de
decisiones para asegurar el cumplimiento de los objetivos establecidos.
Integrado por los Ministros de Relaciones Exteriores y por los Ministros de
Economía, o sus equivalentes de los estados partes.
Se expresa mediante Decisiones que son obligatorias para los Estados Partes.

Grupo Mercado Común


Es el órgano ejecutivo del MERCOSUR.
Integrado por 4 miembros titulares y 4 alternos por país, entre los que debe
constar obligatoriamente representantes de los Ministerios de Relaciones
Exteriores, de Economía o equivalentes y del Banco Central.
Sus funciones son entre otras las enumeradas en el art. 14, como velar por el
cumplimiento del TA, proponer proyectos de Decisión a CMC, tomar medidas
necesarias para cumplimentar decisiones, etc.

Comisión de Comercio
Es el órgano encargado de asistir al GMC.
Aplica instrumentos de política comercial común, efectúa el seguimiento y
revisa los temas y materias relacionados con políticas comerciales comunes.
Integrada por 4 titulares y 4 alternos por cada Estado Parte y es coordinada por
los Ministerios de Relaciones exteriores.

188
Eunice Carri

Funciones enumeradas en el art. 19 y se vinculan a los instrumentos de política


comercia intra- MERCOSUR y con terceros países, administración y aplicación
del Arancel Externo Común.
Se pronuncia mediante Directivas y Propuestas. Las Directivas son
obligatorias para los Estados Partes.

Parlamento del MERCOSUR (Parlasur)


Como lo expresa el art. 1 del Protocolo Constitutivo del Parlamento del
MERCOSUR, es el órgano que sustituye a la Comisión Parlamentaria
Conjunta.
El Parlasur nace como un órgano con características de pluralidad,
independencia y autonomía y es el órgano por excelencia de representación de
los intereses de los ciudadanos del MERCOSUR, de representación de la
pluralidad ideológica y política de los pueblos de la región.
No tiene facultades decisorias, pero desempeña un fuerte poder político.
Integrado por representantes (“Parlamentarios”) electos por sufragio universal,
directo y secreto, según legislación interna de cada estado parte.
Funciona con una sola cámara y realizará al menos una sesión ordinaria
mensual. El CMC y los propios parlamentarios pueden convocarlo a sesiones
extraordinarias.
Para la toma de decisiones hay 4 tipos distintos de mayorías, según las
distintas complejidades e intereses.
El Parlasur es el primer organismo del bloque en el que se toman decisiones
sin necesidad de que sean unánimes. Funciona en plenario y comisiones,
elabora Dictámenes, Proyectos de normas, Anteproyectos de normas,
Declaraciones, Recomendaciones, Informes y Disposiciones.

El Foro Consultivo Económico-Social


Es el órgano de representación de los sectores económicos y sociales, y estará
representado por igual número de representantes por cada Estado parte. Se
manifiesta mediante recomendaciones al GMC.

La Secretaría del MERCOSUR


Es un órgano de apoyo operativo que presta apoyo a los demás órganos del
MERCOSUR y tiene sede en Montevideo. Es el archivo oficial; publica y
difunde las normas adoptadas, coordina traducciones, edita el Boletín Oficial
del MERCOSUR, entre otras funciones operativas. Está a cargo de un Director
con mandato por 2 años, designado en forma rotativa por el CMC.

El Tribunal Permanente de revisión


Creado cuando se perfecciona el sistema de solución de controversias del
MERCOSUR, a través de la aprobación del Protocolo de Olivos. Es un
órgano encargado de conocer y resolver los recursos de revisión contra los
laudos de los Tribunales Arbitrales ad hoc, de disponibilidad permanente, con
sede en Asunción, Paraguay y compuesto por 5 árbitros. Cuando la
controversia involucre a 2 estados partes, serán 3 árbitros: 2 nacionales de
cada estado y un tercero que ejercerá la presidencia designado por sorteo. Si
son más de 2 estados, serán 5 árbitros.

Órganos auxiliares y/o secundarios

189
Eunice Carri

Conforman parte de la estructura institucional, también de carácter


intergubernamental, y son creados, coordinados y dependientes de los órganos
principales.

SISTEMA DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS

Protocolo de Olivos
Actualmente el sistema de controversias del MERCOSUR se encuentra
regulado en el PO, firmado en el 2002, vigente entre los estados partes desde
2004, y por las disposiciones del Reglamento del PO.
Existen, además, los procedimientos de Consultas y de Reclamaciones;
mecanismos gestionados por la Comisión de Comercio del MERCOSUR y el
GMC.
De las disposiciones del Protocolo, se infieren dos procedimientos:
1. Controversias entre Estados Partes: sobre la interpretación,
aplicación o incumplimiento del TA, del Protocolo de Ouro Preto,
de los protocolos y acuerdos celebrados en el marco del TA, de
las Decisiones del CMC, de las Resoluciones del GMC y de las
Directivas de la CCM. Es decir, que los Estados Partes pueden
recurrir a las disposiciones del mencionado instrumento ante el
incumplimiento tanto del derecho originario como derivado del
MERCOSUR.
2. Reclamaciones de los particulares: sean personas físicas o
jurídicas, a través de sus reclamaciones con motivo de la sanción
o aplicación de medidas legales o administrativas restrictivas,
discriminatorias o de competencia desleal violatorias de normas
del MERCOSUR. Es importante señalar, no obstante, que las
mencionadas reclamaciones sólo pueden ser canalizadas a
través de la Sección Nacional del GMC del Estado parte donde el
particular tenga su residencia habitual o la sede de sus negocios,
siendo éste el órgano que podrá negociar con la Sección Nacional
del Estado parte al que se le atribuye la violación o podrá elevar
la reclamación ante el GMC.
De esto se desprende que la legitimación activa y pasiva en el sistema de
solución de controversias, adoptado en el proceso de integración, es siempre
de los Estados. Sólo se admite la iniciativa de los particulares.

El procedimiento consta de las siguientes etapas:


 Negociaciones directas: se inicia con esta etapa obligatoria, durante
un periodo de 15 días; si fracasan y media común acuerdo entre las
partes, podrá someterse la cuestión a consideración del GMC, que
formulará recomendaciones, asesorado por expertos, si se estimare
necesario. Asimismo, puede optar por iniciar el procedimiento ante la
CCM. Esta elección no elimina la posibilidad de reclamo posterior ante el
GMC. Las recomendaciones que realicen estos órganos no son
obligatorios.
 Instancia arbitral, que consta a su vez de dos etapas: la primera es
ante un Tribunal Arbitral Ad Hoc (TAHM) y la segunda instancia se
realiza ante el Tribunal Permanente de Revisión (TPR). Las partes

190
Eunice Carri

también pueden obviar la primera instancia y recurrir directamente a


TPR (per saltum), puesto que admite la posibilidad de acceso directo al
TPR, una vez agotadas las negociaciones directas. En este caso el TPR
actúa examinando la totalidad del problema, incluyendo los hechos, las
pruebas y los argumentos jurídicos.
 Tribunal Arbitral Ad Hoc (TAHM): Si la controversia aún no hubiera
encontrado solución, se inicia la instancia arbitral, a través de la
conformación de un TAHM, compuesto por 3 árbitros (cada parte elige
un árbitro de una lista permanente compuesta de 12 juristas de cada uno
de los países miembros); el tercer árbitro se desempeñará también
como Presidente del Tribunal, no debe tener la nacionalidad de ninguno
de los Estados partes en la controversia. Si no puede ser elegido de
común acuerdo por las partes, el mismo se establece por sorteo entre
aquellos que integran una lista de árbitros no nacionales para la elección
del tercer árbitro (4 árbitros por cada estado parte) preestablecida por el
PO para la solución de controversias.
El procedimiento se inicia con la presentación, por escrito, del reclamo y
la respuesta, seguido del examen de las pruebas, alegatos, y por último
del dictado del laudo en un plazo no mayor de 60 días, prorrogables por
30. el laudo es obligatorio para las partes, pero puede ser recurrida por
cualquiera de ellas pero solo sobre cuestiones jurídicas. Sino, firmes,
son definitivos, obligatorios y con carácter de cosa juzgado para los
estados en controversia. Además, el tribunal puede optar por medidas
provisionales.
 Tribunal Permanente de Revisión (TPR): ahora bien, cualquiera de los
estados partes de la controversia podrá presentar un recurso de
revisión, contra el laudo emitido por el TAHM, en un plazo no superior a
15 días, a partir de la notificación del mismo. Éste órgano tiene
competencia para conocer y resolver los recursos de revisión contra los
laudos de los TAHM para analizar cuestiones jurídicas tratadas, e
interpretaciones jurídicas. El TPR se pronunciará sobre el recurso en un
plazo máximo de 30 días contados a partir de la presentación de la
contestación del recurso de revisión el cual, por decisión del Tribunal,
podrá ser prorrogado por 15 días más. En su pronunciamiento podrá
confirmar, modificar o revocar los fundamentos jurídicos y decisiones del
TAHM. SEL laudo será definitivo, obligatorio e inapelable una vez firme,
con fuerza de cosa juzgada.
EL TPR, como el TAM, tiene competencia para resolver divergencias
sobre el cumplimiento del laudo y pronunciarse sobre medidas
compensatorias adoptadas por el estado parte en la controversia
beneficiado por el laudo, pronunciarse sobre el recurso de aclaratoria, y
atender casos excepcionales de urgencia. Pero a diferencia del TAHM,
el TPR puede emitir opiniones consultivas a solicitud, que no son
obligatorias ni vinculantes.

Es importante mencionar los laudos XI del TAHM y I del TPR, adoptados en el


marco de las disposiciones contenidas en el PO..
La TPR dictó su primer laudo en el recurso de revisión, presentado por
Uruguay contra el laudo arbitral de TAHM en 2005, en la controversia sobre la
Prohibición de importación de neumáticos remoldeados procedentes del

191
Eunice Carri

Uruguay. El TAHM se constituyó para dirimir una controversia entre Uruguay y


Argentina, generado a raíz de una ley argentina del 2002 que prohibía el
ingreso de neumáticos remoldeados, fundamentado en la necesidad de
proteger el medio ambiente justificado en el Tratado de Montevideo de 1980. A
través de esa norma se establecen excepciones a la libre circulación de bienes
en supuestos expresamente previstos en los incisos. Argentina sostenía que la
ley es compatible con las normas del MERCOSUR y es legítimo el uso de la
excepción mencionada, en protección de un interés no económico y superior: la
salud humana, animal y vegetal. Uruguay, por el contrario, entendía que era
una restricción arancelaria injustificada, dejando de lado la cuestión ambiental
para enfatizar en el principio de previsibilidad comercial y de confianza mutua.
A modo de resumen, Uruguay se fundamentaba en la proporcionalidad,
razonabilidad y previsibilidad comercial; Argentina en la protección del medio
ambiente, que no inciden en el comercio y que son proporcionales con el fin
perseguido. El TAHM constituido ponderó las cuestiones planteadas y rescató
la importancia de observar el objetivo del desarrollo económico sin dañar el
medio ambiente, manifestando que “la cooperación regional debe desempeñar
un papel fundamental en el desarrollo de la capacidad de cada país incluido en
la región para administrar sus problemas ambientales. La cooperación y el
apoyo recíproco entre políticas económicas y ambientales es esencial para el
desarrollo seguro y sustentable de la región”. Al referirse al principio de
prevención concluye que “consiste en la autorización para la toma de medidas
destinadas a evitar y prevenir riesgos potenciales”. Así, dicta su laudo: “La ley
argentina es compatible con lo dispuesto en el TA y en su anexo I, con las
normas derivadas del mismo, así como con las disposiciones de DI aplicables
a la materia”:
Con ese laudo Uruguay impone el pertinente recurso de revisión ante el TPR,
que reunido comienza el análisis y sostiene, en primer lugar, la inexistencia de
conflictos de principios desconociendo entidad de tal “principio protectorio
ambiental” referido por el TAHM, considerando que no debe ser tomado como
principio sino que se trata de una excepción al principio de libre circulación; y
entiende que es ese el principio rector que debe ser el primer postulado a
defender: la libre circulación. Descarta someter la cuestión en debate a
normativa del DI, por ser solo de aplicación subsidiaria. Por último expresa que
a pesar de haber descartado los argumentos empleados por ambas partes –los
criterios de justificación y proporcionalidad- sostuvo que la proporcionalidad no
ocupa un lugar menor y en este sentido invocó lo sostenido por el TJCE sobre
la libre circulación de mercancías: “Los requisitos a ser considerados expresión
general del principio de proporcionalidad son: la necesidad, y los medios
menos restrictivos posibles al comercio”. En base a todo lo expuesto dictó el
TPR su primer laudo por mayoría, en diciembre del 2005: “La ley dictada por
Argentina no es proporcional frente al producto, y que tampoco es proporcional,
ya que la ley en cuestión no previene el daño y la misma es incompatible con el
TA, por lo que Argentina deberá derogarla en el plazo de 120 días corridos”.

192
Eunice Carri

BOLILLA XI. INDIVIDUO

1.- El individuo. Legitimación activa y pasiva.


2.- Derechos Humanos, conceptualización, evolución histórica.
3.-Sistema Universal de protección de Derechos Humanos. Protección convencional y
extraconvencional: instrumentos, órganos y mecanismos de protección. Conferencias
Internacionales. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos.
4.-Sistema Interamericano de protección de Derechos Humanos: instrumentos,
órganos y mecanismos de protección. Jurisprudencia.
5.- Otros sistemas regionales de protección de Derechos Humanos.
6.- Derechos Económicos y Sociales. Deuda externa.

1.- El individuo. Legitimación activa y pasiva.

Sin duda que el hecho de considerar o no a los individuos como sujetos de


Derecho internacional Público depende mucho del momento histórico y de la
evolución misma del sistema.
Dentro de la doctrina podemos encontrar distintas posiciones:
 Quienes consideran que el individuo es el único sujeto del Derecho
internacional. Un ejemplo de esta corriente es la escuela sociológica
francesa. En este caso se considera al estado solo como un hecho,
como una asociación de individuos.
 También están quienes admiten cierta personalidad internacional del
individuo, pero sometida a limitaciones. Esta posición es la más
aceptada.
El individuo es un sujeto pasivo del Derecho internacional ya que sólo recibe de
él derechos y obligaciones. No puede ser sujeto del Derecho internacional
porque carece de capacidad para celebrar Tratados y no tiene legitimación
para acudir ante los Tribunales Internacionales para hacer valer sus derechos.

Cuando se pregunta sobre la personalidad internacional del individuo lo que


interesa es si hay en la práctica internacional una relación inmediata del
individuo con el derecho de gentes. El individuo es, la mayor parte de las
veces, representado por el Estado de su nacionalidad, en esos casos, en que
el individuo actúa a través de su Estado, no lo hace como un sujeto de aquel
derecho. El individuo es, en muchos casos, directamente tocado por el derecho
de gentes y que posee una personalidad estrictamente limitada, que le ha sido
conferida ya por el derecho convencional, ya por la costumbre, pero que no por
limitada deja de constituirlo en un sujeto del DIP.
El único sujeto pleno del derecho de gentes es el Estado soberano, y aun así
su capacidad de obrar no deja de acotarse por tratados o por el derecho
general. Si el DIP conoce y acepta personas no plenas, no puede entenderse
por qué el individuo, también una entidad de personalidad limitada, no sería a
su vez un sujeto de aquel derecho.
Podemos decir que el individuo tiene dos personalidades: la activa y la pasiva.

193
Eunice Carri

Personalidad activa del individuo

Por personalidad activa en el derecho de gentes se entiende la posibilidad de


una persona de ese derecho de reclamar directamente ante una instancia
internacional, esto es, sin la intermediación de terceros, por la violación de sus
derechos subjetivos.

- En el derecho internacional general


El individuo carece de esta personalidad en el derecho general, o sea, en el
consuetudinario. En cambio, como veremos, la posee en ciertos casos
limitados del derecho convencional.

- En el derecho convencional
A través de tratados se ha reconocido al individuo una circunscripta
personalidad internacional.

- En el campo de los derechos humanos


Hay algo de profundamente novedoso en esta materia: el derecho internacional
no se ocupaba antes de la protección de los individuos, a menos que fueran
extranjeros y aquella protección atendía en primer término a los derechos del
Estado de quienes eran nacionales. La relación entre el Estado y sus propios
nacionales era asunto interno del Estado en cuestión.
Gran parte de la protección internacional de los derechos humanos
se realiza, sin embargo, a través de la acción de los Estados, que recurren a
los medios diplomáticos para hacer cumplir tratados protectores.
Pero hay, sin embargo, ciertos aspectos que parecen consagrar la
personalidad del individuo en el derecho de gentes.
Los mejores ejemplos de otorgamiento de personalidad a individuos se
encuentran en tratados regionales. Dentro de ellos se destacan el sistema
interamericano y el europeo.
Pensamos que esa relación de fondo directa entre el individuo y el derecho
internacional ocurre en estos casos por la vía convencional; los individuos
pueden presentar peticiones a la Comisión y así poner en movimiento una
instancia internacional cuya misión es tratar de que se cumplan derechos
individuales internacionalmente otorgados. Esta instancia, por otra parte, tiene
medios de una eficacia no despreciable, aunque no sean coercitivos, para
hacer cumplir los derechos garantizados a los individuos. (Fundamentalmente,
exposición pública del Estado violador ante la opinión internacional.)
En el orden mundial la protección es menor. El protocolo facultativo al Pacto de
derechos civiles y políticos de las Naciones Unidas admite que los individuos
presenten reclamaciones al Comité de derechos humanos. Este derecho de
petición se resuelve en un traslado, por parte del Comité, al Estado objeto de la
acusación, el que le presenta sus observaciones al respecto. El Comité,
finalmente, participa sus comprobaciones al individuo y al Estado interesado.
Cabe observar que si la protección de los derechos individuales puede resultar,
en el orden mundial, menos eficaz que en lo regional, sin embargo en ambos
casos es el individuo el que pone en movimiento una instancia internacional
protectora de sus derechos, otorgados también internacionalmente.

194
Eunice Carri

Personalidad pasiva del individuo

Por regla general, las violaciones de las obligaciones internacionales originan


responsabilidad del Estado. Pero ciertas infracciones a normas internacionales
dan lugar a una responsabilidad penal de los individuos. Si el individuo actúa
como órgano del Estado, la responsabilidad individual puede correr aparejada a
una responsabilidad, de tipo civil, del Estado.
El individuo tiene, desde muy antiguo, una responsabilidad por ciertos actos
realizados a título individual, y penalizados por el DIP; también la tiene, más
modernamente, por actos ejecutados como órgano de un Estado.
Históricamente, era penado por la ley interna de los Estados. La creación de
los tribunales internacionales de Nüremberg y de Tokio, tras la Segunda Guerra
Mundial, significaron un revolucionario cambio al respecto, y están en el origen
de una tendencia que se manifestó en el establecimiento de tribunales en
varios países.
A todo ello cabe agregar que ciertas garantías, como la irretroactividad de la ley
penal, han sido proclamadas por instrumentos protectores de los derechos
humanos y que ciertas convenciones sobre tales crímenes específicos
determinaron algunas de sus características especiales, como el carácter de
imprescriptibles que tienen.
La jurisdicción es la potestad de decir el derecho: es una potestad del Estado
en relación con ciertas personas.
El orden público internacional conformado por los intereses comunitarios,
generales a la comunidad internacional en su conjunto, así como los
correspondientes a las comunidades particulares, son protegidos en ciertos
casos por organismos internacionales, pero en la mayoría de las veces, debido
al carácter descentralizado del orden jurídico internacional, y a la ausencia
hasta hace poco de tribunales penales internacionales, son los propios Estados
los que están a cargo de velar por ellos.
Un producto no menor de este proceso es la aparición de la protección
internacional de los derechos humanos: en la panoplia de instrumentos
protectores de tales derechos figura la represión de los crímenes
internacionales cometidos por individuos.

a) Cuando el individuo actúa a título personal:

Algunas conductas individuales fueron de tal manera atentatorias de intereses


comunitarios considerados vitales que la comunidad internacional reaccionó
penalizándolos.

i) La piratería en alta mar o en otra jurisdicción internacional


Este crimen es de origen consuetudinario y contempla los actos violentos
cometidos con fines de lucro contra los bienes y las personas en el alta mar. El
lugar de comisión es esencial: no hay piratería internacional cometida en tierra
o en el mar territorial. Las penas correspondientes a la piratería son impuestas
por el derecho penal del Estado que apresó a los piratas.
ii) Trata de esclavos
Se asentó la regla de que “conforme al derecho de gentes, la trata de esclavos
está prohibida”.
iii) Tráfico de estupefacientes

195
Eunice Carri

iv) Interferencias ilícitas con la aviación internacional


También aquí son los tribunales locales los que juzgan a los culpables y
aplican las penas del derecho interno.
v) Terrorismo internacional
La OEA tomó la primera iniciativa al respecto con un convenio sobre
prevención y represión del terrorismo en forma de crímenes contra las
personas o extorsión conexa. La Asamblea General de la ONU adoptó en 1973
una convención sobre un proyecto preparado por la Comisión de derecho
internacional sobre prevención y castigo de los delitos contra personas
especialmente protegidas, incluso agentes diplomáticos. En diciembre de 1979,
la AGNU adoptó otra convención, esta vez sobre la toma de rehenes.

b) Cuando actúa como órgano del Estado:

i) Antes de la Primera Guerra Mundial


Con anterioridad a la Primera Guerra Mundial, el individuo que actuaba como
órgano del Estado no tenía responsabilidad internacional, aunque a través de
su conducta individual se imputara a su Estado una violación del derecho de
gentes.
El Jefe de Estado y las autoridades nacionales estaban exentos de
responsabilidad internacional por el hecho de que sus conductas configuraban
“hechos del Estado” y consecuentemente no podían ser juzgados por los otros
Estados. A partir del Tratado de Versalles de 1919, que declaró al Kaiser
alemán pasible de ser juzgado, cambia la tradición y luego de la Segunda
Guerra Mundial el Tribunal de Nüremberg hizo comparecer y juzgó a las
autoridades del Reich alemán. Hoy es un principio aceptado y recogido por el
proyecto de Código de crímenes (artículo 5) de la Comisión de derecho
internacional y por el Estatuto de la Corte creada en el Tratado de Roma de
junio de 1998.
Era lógico: la conducta de un individuo-órgano tenía una sola imputación y era
asignada al Estado. Pero éste no tenía responsabilidad criminal en derecho
internacional, y así hubo que incurrir en la doble imputación: una criminal al
individuo y otra civil al Estado. En ese entonces, la imputación de crímenes
internacionales a los individuos favoreció la asunción de competencia por el
Tribunal en casos de infracciones cometidas por la autoridad alemana contra
sus propios nacionales, que no contaba con los instrumentos de protección de
los derechos humanos que existen hoy.
¿Qué responsabilidad cabe al Estado en caso de un crimen cometido por uno
de sus órganos? En la práctica internacional, la conducta del órgano nunca se
atribuyó al Estado con carácter criminal. Nüremberg no se ocupa de la
responsabilidad del Estado; normalmente debe corresponderá una
responsabilidad internacional por lo menos de tipo civil, acaso incluida en las
indemnizaciones de guerra.
El proyecto de Código de crímenes para la paz y seguridad de la Humanidad
deja a salvo en su artículo 4 cualquier responsabilidad que pudiere
corresponder al Estado en esos casos (la responsabilidad de las personas...
“no prejuzga ninguna cuestión de la responsabilidad de los Estados en virtud
del derecho internacional”). Aunque la regla no fue recogida en el Tratado de
Roma, el concepto nos parece correcto.

196
Eunice Carri

Toca los llamados “crímenes de guerra”, esto es, aquellos cometidos contra los
usos y costumbres de la guerra, en la primera posguerra mundial se reconoció
que el DIP autorizaba a los Estados lesionados en la persona de sus
nacionales a imponer su jurisdicción penal sobre los responsables, si caían en
su poder.
Esto abrió la puerta a la responsabilidad de los agentes del Estado, porque
conviene no olvidar que para el DIP aun un simple soldado raso es un órgano
del Estado cuya conducta puede constituir un “hecho del Estado” y por ende los
violadores de los usos y costumbres de la guerra no actuaban a título privado,
como en el anterior caso.
ii) Nüremberg y Tokio
Luego de la Segunda Guerra Mundial, las potencias vencedoras resolvieron,
por el Acuerdo de Londres del 8 de agosto de 1945, el juzgamiento de los
grandes criminales de guerra nazis y japoneses. Los criminales menores
caerían bajo la competencia de tribunales nacionales de los países donde
hubieran cometido sus delitos. La importancia de los principios de Nüremberg
en el derecho penal internacional es notable, porque por primera vez impone la
competencia de tribunales internacionales para el juzgamiento de ciertos
crímenes. Introducen dos categorías nuevas de figuras delictivas que se han
incorporado al derecho de nuestros días: los crímenes contra la paz y contra la
Humanidad e incriminan a los dirigentes y organizadores de actos de agresión
y otros inhumanos que habían actuado, en la perpetración de tales actos, como
órganos del Estado.
iii) Los principios de Nüremberg
La Asamblea General, sobre la base de un proyecto de la CDI, declaró como
principios del derecho internacional los reconocidos por el Estatuto y por las
sentencias del Tribunal de Nüremberg, afirmados unánimemente por la
Asamblea General en la Resolución 95 (I) del 11 de diciembre de 1946, lo que
les confirió carácter de derecho internacional general.
• Toda persona que cometa un acto que constituya un crimen de derecho
internacional es responsable del mismo y está sujeta a sanción.
Ni el Estatuto del Tribunal de Nüremberg ni la CDI definen qué es un crimen
internacional. Simplemente se enumera en siguientes artículos cuáles son los
crímenes internacionales que están sujetos a la responsabilidad individual de
quienes los cometieron, o en una u otra forma participaron en su comisión.
• El hecho de que el derecho interno no imponga pena alguna por
un acto que constituya un crimen del derecho internacional no exime
de responsabilidad en derecho internacional a quien lo haya cometido.
Apoya el criterio de la jurisdicción universal y la competencia del tribunal
incluso cuando los acusados no han cometido delito según la ley local (lex loa).
En este sentido, se relaciona con el principio que sigue y que se refiere a los
hechos de autoridades del Estado.
• El hecho de que la persona que haya cometido un acto que constituya un
crimen de derecho internacional haya actuado como jefe del
Estado o como autoridad del Estado, no lo exime de responsabilidad
conforme al derecho internacional
• El hecho de que una persona haya actuado en cumplimiento de
una orden de su gobierno o de un superior jerárquico no la exime de
responsabilidad conforme al derecho internacional si efectivamente ha
tenido la posibilidad moral de opción.

197
Eunice Carri

Este principio establece que la existencia de órdenes superiores de cometer los


crímenes del Estatuto no es eximente de responsabilidad, excepto cuando el
acusado no ha tenido realmente una posibilidad moral de opción. Pero la
obediencia debida puede ser considerada como atenuante según las
circunstancias.
• Toda persona acusada de un crimen de derecho internacional tiene
derecho a un juicio imparcial sobre los hechos y sobre el derecho.
Esta es una garantía muy general. Los proyectos posteriores y el Tratado de
Roma de 1998 incluyen garantías específicas de acuerdo con los principios del
derecho penal liberal, como el principio de non bis in idem y de irretroactividad
de la ley penal
• La complicidad en la comisión de un crimen contra la paz, de un crimen de
guerra o de un crimen contra la Humanidad, constituye asimismo un crimen de
derecho internacional.
iv) Los crímenes de Nüremberm (artículo VI)
“Los actos siguientes, o cualquiera de ellos, constituyen crímenes de
competencia del Tribunal por los que habrá responsabilidad personal:
a)Crímenes contra la paz, a saber: la planificación, preparación,
iniciación o realización de una guerra de agresión o de una guerra en
violación de tratados, acuerdos o compromisos internacionales; la
participación en un plan conjunto o conspiración para la realización de
cualquiera de los actos mencionados;
b)crímenes de guerra, a saber: violaciones de las leyes o costumbres de
la guerra. Entre esas violaciones se incluyen, sin que la lista sea
taxativa, el asesinato, maltrato o confinamiento a trabajo forzado o con
cualquier otro propósito de la población civil de un territorio ocupado o
que se encuentre en él; el asesinato o maltrato de prisioneros de guerra
o de personas que estén a bordo de naves en los mares, el asesinato de
rehenes, el pillaje de-bienes públicos o privados, la destrucción arbitraria
de ciudades, pueblos o aldeas y su devastación no justificada por
necesidades militares;
c)crímenes de lesa humanidad: el asesinato, la exterminación, la
esclavitud, la deportación u otros actos inhumanos cometidos contra
cualquier población civil, antes o durante la guerra o la persecución por
motivos políticos, raciales o religiosos para cometer cualquier crimen
que sea de competencia del tribunal o en relación con ese crimen,
Implique o no el acto una violación del derecho interno del país donde se
haya cometido.
Esta división tripartita de los crímenes ha permanecido en otros proyectos y
ensayos de creación del código de crímenes, que formuló la Comisión de
derecho internacional a pedido de la Asamblea General.
v) El proyecto de código de crímenes contra la paz y seguridad de la
Humanidad
A pedido de la AGNU, la CDI había presentado en 1951 y 1954 sendos
proyectos de código de crímenes a la Asamblea General. En primera fila de los
crímenes propuestos figuraba la agresión; como precisamente en esos
momentos el tema de la definición de agresión era objeto de la tarea de un
Comité ad-hoc de la Asamblea General y como el concepto básico de agresión
estaba lejos de ser objeto de consenso, se decidió que la CDI postergara la
consideración del Código de crímenes hasta tanto la AGNU adoptara la

198
Eunice Carri

definición de agresión, lo que sucedió por Resolución 3314 (XXIX) de 14/12/74.


En 1981, la AGNU invitó a la CDI a continuar con sus labores relativas al
código de crímenes. En 1996, la CDI terminó con el proyecto y lo envió a la
Asamblea General. El Código sólo abarcaba los crímenes más graves. Fueron
dejados de lado varios crímenes aprobados en primera lectura: intervención,
dominación colonial y otras formas de dominación, apartheid, mercenarios y
terrorismo internacional.
vi) Los crímenes internacionales del Tratado de Roma de 1998
Sobre la base provista por el proyecto de Código de crímenes de la CDI, la
Conferencia de Roma elaboró los tipos delictivos incorporados al Estatuto de la
Corte Penal.
• Genocidio
El artículo 6 sigue la definición de la Convención de genocidio. Su finalidad es
destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso como
tal. Los actos dirigidos a tal finalidad pueden agruparse según se trate de un
genocidio físico o de uno biológico, aunque tales categorías no figuren
explícitamente en la figura.
Configurarían un genocidio físico la matanza de miembros del grupo, la lesión
grave a la integridad corporal o a la salud física o mental de sus miembros o el
sometimiento intencional del grupo a condiciones de eX1stencia que hayan de
acarrear su destrucción física total o parcial.
El genocidio biológico consistiría en las medidas para impedir los nacimientos
en el grupo, o el traslado forzoso de niños a otro grupo.
Según lo reconoció la CIJ los principios sobre que se basa son vinculantes
para los Estados, aun sin necesidad de una obligación convencional. O sea
que, para la Corte, tales principios pertenecen al derecho internacional general.
El crimen se comete con cualquiera de los actos enumerados, si tienen el claro
propósito de causar destrucción total o parcial del grupo.
- Crímenes contra la Humanidad
Son materia del artículo 7. Las figuras del acápite tienen en cuenta la evolución
del DI posterior a Nüremberg. Se requieren tres condiciones para configurar un
crimen semejante: las acciones enumeradas deben ser ejecutadas en forma
sistemática o en gran escala e instigadas o dirigidas por: un gobierno, una
organización política o un grupo.
El Estatuto de Nüremberg no exigía que los actos fueran en gran escala o
sistemáticos. Además, la llamada “persecución” debía cometerse en tiempo de
guerra y en relación con crímenes contra la paz o crímenes de guerra. En el
proyecto de la CDI son crímenes autónomos.
- Crímenes de guerra
Son materia del artículo 8. También deben ser ejecutados en forma sistemática
o en gran escala para alcanzar el nivel del Código. Pueden ser: a) graves
violaciones de la Convención de Ginebra del 12 de agosto de 1949; b) otras
senas violaciones de las leyes y costumbres aplicables en los conflictos
armados internacionales, dentro del marco establecido por el derecho
internacional; y c) en caso de conflicto armado de carácter no internacional, las
violaciones senas del artículo 3, común a las cuatro convenciones de Ginebra
del 12 de agosto de 1949.
- Agresión
Aunque el crimen de agresión figura en el artículo 5 del Estatuto de Roma
como una de las cuatro categorías criminales contempladas para la jurisdicción

199
Eunice Carri

de la Corte, el inciso 2 de aquel artículo dice que la Corte ejercerá jurisdicción


sobre el crimen de agresión cuando se adopten las provisiones, de acuerdo
con los artículos 121 y 123, para definir el crimen y para establecer las
condiciones bajo las cuales la Corte deba ejercer su jurisdicción respecto a ese
crimen. Se dice además que aquellas provisiones deberán estar de acuerdo
con la Carta de las Naciones Unidas.
Esto quiere decir que el crimen de agresión tendrá que entrar por vía de
enmienda (artículo 121), por lo cual deberán transcurrir al menos los siete años
necesarios para introducirlas a partir de la entrada en vigor del Estatuto
(artículos 121.1 y 123.1)

2.- Derechos Humanos, conceptualización, evolución histórica.

Los derechos humanos son las prerrogativas inherentes a cada persona por
el solo hecho de su condición humana sin distinción alguna de
nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color,
religión, lengua, o cualquier otra condición, sin discriminación alguna.
Estos derechos son universales, interrelacionados, interdependientes e
indivisibles.
A ellos subyacen los conceptos de justicia, integridad y dignidad de la persona,
la ausencia de opresión y persecución, y la participación en los empeños
colectivos, y aparecen en todas las civilizaciones y en todas las épocas.
A universalidad de los derechos humanos queda de manifiesto por el hecho de
que la mayoría de los países, pertenecientes al abanico completo de
tradiciones culturales, religiosas y políticas han adoptado y ratificado los
principales instrumentos internacionales de derechos humanos.
Los derechos humanos abarcan todos los aspectos de la vida, comprenden no
solo derechos civiles y políticos y derechos sociales, económicos y culturales,
sino también derechos colectivos de los pueblos a la libre determinación, la
igualdad, el desarrollo, la paz y un medio ambiente limpio.
Tradicionalmente se afirmaba que los derechos políticos y civiles, conocidos
como derechos de primera generación, están basados en el concepto de la no
injerencia del Estado en los asuntos privados, mientras que los derechos
sociales, económicos y culturales –derechos de segunda generación-, exigen
que el estado adopte medidas positivas. Hoy se reconoce de forma
generalizada que para que los derechos humanos se hagan efectivos, los
Estados y la comunidad internacional deben adoptar medidas destinadas a
crear las condiciones y los marcos jurídicos necesarios para el ejercicio de los
derechos humanos en conjunto, haciéndose hincapié en los principios de
universalidad, indivisibilidad e interdependencia de todos ellos.

Son:
- universales: porque están basados en la dignidad de todo ser
humano; son aceptados por todos los estados y pueblos, para
todas las personas y pueblos
- inalienables: ninguna persona puede ser despojada de ellos, salvo
circunstancias legales claramente definidas por la ley y como
excepcionalidad (cláusulas de limitación; o en situaciones de

200
Eunice Carri

emergencia, que suponen amenaza grave para la vida de la


nación), pero no pueden ser derogados nunca, ni siquiera en
tiempos de guerra
- indivisibles e interdependientes: la violación de un derecho afecta
al ejercicio de otros
- ddhh y el principio de no discriminación: el derecho de igualdad
obliga a los Estados a velar por la observancia de los derechos
humanos sin discriminación por motivo alguno; la diferencia en los
hechos puede justificar la diferencia ante las leyes

Evolución
La lucha por el respeto de los derechos humanos data de muchos siglos,
aunque es a partir de las revoluciones francesa y americana a finales del s.
XVIII cuando se acelera y profundiza ese proceso. Durante siglos los derechos
humanos fueron considerados un asunto interno de cada país, entendiendo
que el Estado tenía soberanía absoluta sobre su jurisdicción interna; convicción
que impedía la intromisión de otros Estados y de la comunidad internacional,
incluso en las violaciones más grandes.
La legislación internacional en materia de derechos humanos surgió en el s.
XIX, cuando se comienza a avizorar doctrinas tales como la intervención
humanitaria, que propone como legítima la intervención de otro estado o de la
comunidad internacional en los casos de que un estado cometiera atrocidades
contra sus propios nacionales que espantan la conciencia de la humanidad.
Igualmente las guerras cada vez más generalizadas y atroces llamaron la
atención de la comunidad internacional, dando origen a instituciones como la
Cruz Roja y grandes instrumentos jurídicos como los Convenios de Ginebra. Al
mismo tiempo se produce un movimiento más poderoso de garantir
condiciones adecuados de trabajo, como la OIT en 1919.
Pero no fue hasta la Segunda Guerra Mundial cuando se puso seriamente en
tela de juicio la concepción tradicional de que los derechos humanos eran
asunto de jurisdicción exclusiva de los estados.
Las dos guerras mundiales, que ocasionaron más de 70 millones de muertos,
ataques a poblaciones civiles, etc, espantaron a la comunidad internacional y
generaron un consenso que permitió el inicio del proceso de
internacionalización de la agenda de los derechos humanos, la jurisdicción
compartida en estos temas entre los estados y la comunidad internacional y el
desarrollo de todo un sistema internacional de protección, con avances
impresionantes.
Hoy no caben dudas de que ha dejado de ser asuntos de competencia
reservada a los estados, y aunque no significa que le ha sido sustraida,
conforma una jurisdicción concurrente o compartida con la jurisdicción
internacional.

Las Convenciones de Ginebra han sido:


 La Primera Convención de Ginebra, que comprende el Convenio de
Ginebra para el mejoramiento de la suerte que corren los militares
heridos en los ejércitos en campaña de 1864, actualizado en las
siguientes convenciones de 1906, 1929 y 1949.
 La Segunda Convención de Ginebra, que comprende el Convenio de
Ginebra para el mejoramiento de la suerte de los militares heridos,

201
Eunice Carri

enfermos o náufragos en las fuerzas armadas en el mar de 1906,


actualizado en las siguientes convenciones de 1929 y 1949.
 La Tercera Convención de Ginebra, que comprende el Convenio de
Ginebra para mejorar la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos
en campaña y el Convenio de Ginebra relativo al trato de los prisioneros
de guerra, ambos de 1929, actualizados en la siguiente convención de
1949.
 La Cuarta Convención de Ginebra, que comprende el Convenio de
Ginebra relativo a la Protección de Personas Civiles en Tiempo de
Guerra de 1949.
La última modificación de 1949 de los Convenios de Ginebra entró en vigor el
21 de octubre de 1950.
El contenido de las 4 convenciones es el siguiente:
 I Convenio de Ginebra para Aliviar la Suerte que Corren los Heridos
y Enfermos de las Fuerzas Armadas en Campaña: Este tratado se
aplica en caso de guerra declarada o de cualquier otro conflicto armado
que surja entre las partes contratantes, aunque una de ellas no haya
reconocido el estado de guerra. También se aplica en caso de
ocupación total o parcial del territorio, aunque la misma no encontrase
resistencia. Todas las personas que no participen en las hostilidades,
incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las
armas y las personas puestas fuera de combate, serán tratadas con
humanidad, sin distinción alguna. Se prohíben los atentados contra la
vida y la integridad corporal, la toma de rehenes, los atentados contra la
dignidad personal, las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo
juicio ante tribunal legítimo y con garantías judiciales. Los heridos y los
enfermos serán recogidos y asistidos. En cada conflicto cada parte
podrá tener una Potencia Protectora o un organismo que ofrezca
garantías de imparcialidad, para ocuparse de salvaguardar sus
intereses. Los miembros de las fuerzas armadas que estén heridos o
enfermos tienen que ser respetados y protegidos en todas las
circunstancias.
 II Convenio de Ginebra para Aliviar la Suerte que Corren los
Heridos, los Enfermos y los Náufragos de las Fuerzas Armadas en
el Mar: Este tratado tiene normas similares a las del Primer Convenio
pero referidos a los miembros de las fuerzas armadas navales y a los
náufragos. Legisla sobre las garantías de los barcos hospitales y sobre
los transportes sanitarios. Incluye también la protección para el personal
médico, sanitario y religioso de los barcos hospitales y sus tripulaciones.
 III Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de
guerra: Tiene las mismas Disposiciones Generales de los dos convenios
anteriores. Este instrumento internacional protege a los prisioneros de
guerra que están en poder de la potencia enemiga. Es esta la
responsable de los mismos y no los individuos o los cuerpos de la tropa
que los hayan capturado. No podrán ser transferidos sino a otra potencia
que sea miembro del Convenio. Los prisioneros de guerra deben ser
tratados humanamente en toda circunstancia. Se prohíben los actos u
omisiones que causen la muerte o pongan en peligro la salud de los
prisioneros. Los prisioneros tienen derecho al respeto de la persona y de
su honor. El prisionero no está obligado a declarar más que sus datos

202
Eunice Carri

personales y número de matrícula y, menos las armas, puede guardar


sus objetos personales. Los prisioneros deben ser evacuados, con
humanidad, lejos de la zona de combate para no correr peligro y pueden
ser internados en un campamento en tierra firme y con todas las
garantías de higiene y salubridad. El convenio legisla sobre el
alojamiento, alimentación y vestimenta de los prisioneros de guerra y
sobre la higiene y asistencia médica. El personal sanitario y religioso que
hubiera sido retenido por la potencia detentará su rango y condición para
asistir a los prisioneros, no será considerado prisionero de guerra y
deberá contar con facilidades para prestar la asistencia médica y el
auxilio religioso. Los oficiales prisioneros serán tratados con las
consideraciones a su grado y edad.
 IV Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las
personas civiles en tiempo de guerra: Este tratado se refiere a la
protección general del conjunto de la población de los países en
conflicto, sin distinción alguna, contra ciertos efectos de la guerra.
Contiene las mismas disposiciones generales que los otros tres
convenios. Las partes en conflicto podrán, de común acuerdo designar
zonas neutralizadas para los heridos y enfermos, combatientes o no, y
para las personas civiles que no participen en las hostilidades. Los
heridos y los enfermos, así como los inválidos y las mujeres encinta
serán objeto de protección y de respeto particulares. En ningún caso
podrá atacarse a los hospitales, pero estos deberán abstenerse de
efectuar actos perjudiciales para el enemigo. También se respetaran los
traslados de heridos y de enfermos civiles, de los inválidos y de las
parturientas.

3.-Sistema Universal de protección de Derechos Humanos. Protección convencional y


extraconvencional: instrumentos, órganos y mecanismos de protección. Conferencias
Internacionales. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos.

El derecho internacional de los derechos humanos es la parte del DI que


establece las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en
determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada
forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y las
libertades fundamentales de los individuos o grupos.
Ostenta caracteres que lo distinguen del DI en general, porque sus tratados
están destinados a obligar a los Estados parte a cumplirlos dentro de sus
respectivas jurisdicciones internas.
En los derechos humanos, el principio de operatividad de las normas es la
regla, por lo que se genera la responsabilidad del estado por la acción u
omisión que impida poner en práctica lo dispuesto por los tratados vigentes. .
El efecto directo de las normas internacionales no basta si el Estado pudiera
aún limitar los efectos, y es en ese contexto que los órganos internacionales de
supervisión de los derechos humanos actúan, evitando que el Estado pueda
limitar los efectos del DI que ingresó en su sistema.

203
Eunice Carri

Por ello, los estados asumen obligaciones directas en relación con los
derechos humanos, asumiendo tres obligaciones amplias: respetar, proteger y
cumplir. Respetar es abstenerse de interferir, de menoscabar e disfrute de los
derechos. Proteger es que los estados protejan a los individuos contra los
abusos de los agentes no estatales, gozando el estado de un amplio margen
de apreciación. Cumplir es la virtud por cual los estados pueden adoptar
medidas positivas para garantizar que los derechos humanos puedan ser
gozados, conllevando el deber de proporcionar reparación a nivel interno en
caso de violación de los derechos humanos.

Desde la segunda guerra mundial, las Naciones Unidas han desempeñado un


papel de primer orden en la definición y promoción de los derechos humanos,
teniendo como resultado que han quedado codificados en diversos tratados e
instrumentos internacionales y regionales que han sido ratificados por la
mayoría de los países, y que hoy representan el único sistema de valores
universalmente reconocido.

La Carta de las UN es considerada el fundamento legal y conceptual de


internacionalización de los derechos humanos, adoptada en 195 por la
comunidad internacional. Se considera uno de los pilares fundamentales del
sistema internacional. La Carta no define en ningún momento lo que debe
entenderse por derechos humanos, no los enumera ni tampoco establece
mecanismos concretos para asegurar su eficacia. Pero es un punto de
inflexión, por avanzar en la fundación de instituciones que serán luego
arquitectos de un denso y complejo sistema de protección. Afirma el
compromiso con los derechos humanos, su universalidad y el respeto por el
principio de la no discriminación. Aunque el mandato que encarga a las UN es
muy amplio, los poderes que se le confieren son muy limitados.
Por otro lado, está la Declaración Universal de los derechos humanos. En 1946
se constituyó en el seno de la ONU la Comisión de Derechos Humanos, la cual
comenzó inmediatamente a trabajar en la redacción del instrumento
internacional en el que constaría la nómina de los derechos humanos a los que
se garantizaría protección. Para ello se optó por darle forma de declaración, en
oposición a la postura que pugnaba por una convención. Así, el 10 de
diciembre de 1948 se aprobó la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. La Declaración, que consta de un Preámbulo y treinta artículos,
sienta el principio de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad y derechos. En su articulado se contemplan no sólo los derechos
civiles y políticos fundamentales sino también los derechos económicos,
sociales y culturales, fijándose en último término la existencia de un deber
genérico del individuo hacia la comunidad vinculado con el respeto del
ordenamiento jurídico como única limitación al disfrute de los derechos
acordados. En cuanto a su valor jurídico, debe recordarse que su fuerza es la
de una recomendación que carece de carácter coercitivo. Como tal, se limita a
expresar una voluntad concurrente dirigida en un sentido común hacia el
respeto por los derechos humanos. Sin embargo, las disposiciones de la
Declaración han sido invocadas en diversos fallos de la Corte Internacional de
Justicia.

La Carta Internacional de Derechos Humanos ha ido complementándose con


varios instrumentos obligatorios, más específicos. Algunos tratados juntos con

204
Eunice Carri

los dos Pactos, constituyen un conjunto de instrumentos que generalmente se


conocen como los tratados básicos de derechos humanos.,
Ellos son:
- la Declaración con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos
- el Pacto internacional de Derechos económicos, sociales y
culturales
- los dos Protocolos Facultativos de PIDCP (Carta Internacinal de
DDHH)
- Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas
de discriminación racial
- Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer
- Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes
- Convención sobre los derechos del niño
- Convención internacional sobre la protección de los derechos de
todos los trabajadores migratorios y de sus familiares
La UN y sus organismos especializados han adoptado muchos otros
instrumentos de derechos humanos dedicados a grupos particulares.

Protección convencional:
 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (por el cual se crea el
Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas).
 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Protección extra convencional:


 Procedimiento 1503: cuyo objeto es el de examinar comunicaciones relativas a
violaciones de derechos humanos que han tenido lugar en aquellos Estados
que revelan una situación persistente de violaciones manifiestas. Es
confidencial.
 Procedimiento 1235: consiste en la creación de órganos especiales encargados
de estudiar la situación de los derechos humanos en un determinado país,
aunque también se puede encargar del estudio de un tema de derechos
humanos y de su desarrollo en todo el mundo. No es confidencial, sino público.

La necesidad de contar con un instrumento que no se limitara a la enunciación


de los derechos considerados fundamentales, sino que además brindara la
posibilidad de su protección efectiva motivó que la Comisión de Derechos
Humanos se avocara a la redacción de una verdadera Convención destinada a
contemplar la cuestión en forma integral. El proyecto inicial se transformó en la
propuesta de tratamiento por separado de los derechos civiles y políticos por
un lado y los derechos económicos, sociales y culturales por el otro.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos y Sociales fue aprobado


en 1966 y entró en vigor en 1968. Consta de un preámbulo y 31 artículos
(derecho a trabajar, a condiciones laborales equitativas, a formar sindicatos, al

205
Eunice Carri

seguro social, la extensión de esta protección a la familia del trabajador, el


derecho a la educación, etc). En cambio, el Pacto no contempla el derecho de
propiedad.
Debido a la particular naturaleza de los derechos contemplados que exige a los
Estados un cierto nivel de desarrollo para su cabal desenvolvimiento, se ha
dispuesto a través de su artículo 20 que éstos sólo están obligados, en cuanto
a la adopción de medidas conducentes, hasta el máximo de sus recursos
disponibles en un proceso progresivo que lleve a la plena entrada en vigor de
los derechos reconocidos en el Pacto.
Desde su entrada en vigor, el sistema de informes referentes a las violaciones
de los derechos contenidos en este tratado fue ejercido por un grupo de trabajo
no permanente que elevaba sus reportes al ECOSOC, la Comisión de
Derechos Humanos y los organismos especializados pertinentes. Este sistema
resultó de escasa efectividad, por lo que en 1985, se decidió crear el Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales como mecanismo permanente de
control y ejecución del Pacto.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


En el mismo acto por el cual se aprobó el Pacto de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, en 1966, se aprobó igualmente el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos que entró en 1976.
El Pacto, que consta de un Preámbulo y 53 artículos, protege, entre otros, los
derechos a la vida, a no sufrir torturas o penas crueles o inhumanos, a no ser
sometido a esclavitud o servidumbre, a no ser sometido a prisión en forma
arbitraria, al trato humano de los detenidos, a no ser detenido por un
incumplimiento contractual, a circular libremente, etc.
Prevé la instauración del Comité de Derechos Humanos como órgano de
control y ejecución del mismo y de su Protocolo Facultativo.

El Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos
También de 1966 (y establecido por la misma resolución que los dos pactos
anteriores), entró en vigor en 1976. A través del mismo se establece la
posibilidad de que los individuos que se encontraran bajo la jurisdicción de un
Estado parte del Protocolo denuncien la violación por parte de dicho Estado de
algún derecho contenido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos de 1966. Dichas denuncias se efectuarán a través de comunicaciones
dirigidas al Comité de Derechos Humanos de la ONU que no podrán ser
anónimas y deberán satisfacer el requisito del previo agotamiento de los
recursos internos y de no estar pendientes de resolución a través de otro
procedimiento de examen o arreglo internacional. Recibida la comunicación del
individuo afectado, el Comité la pondrá en conocimiento del Estado parte
involucrado, el cual deberá, dentro de los 6 meses, presentar un informe escrito
por el cual se aclare el asunto y se señalen las medidas que se hayan
adoptado al respecto.
Todo Estado parte podrá denunciar este Protocolo mediante notificación escrita
dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas pero la denuncia sólo
surtirá efecto pasados los tres meses de recibida la notificación, por lo que las
disposiciones del Protocolo rigen hasta la fecha en que la denuncia se haga
efectiva.

206
Eunice Carri

Otros tratados
Otras convenciones relativas a aspectos particulares de la protección de los
derechos humanos se han celebrado bajo los auspicios de la Organización de
Naciones Unidas.

Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio


Celebrada en 1948, entró en vigor en 1951. Establece una diferencia según
que las violaciones a la Convención hayan sido cometidas por individuos o por
Estados. En el primer caso, somete el juzgamiento de las personas acusadas
del delito de genocidio a los tribunales competentes del Estado en el cual se
haya cometido el acto en cuestión o ante la Corte Penal Internacional respecto
de la cual las partes hubieran reconocido jurisdicción. En cambio, cuando
surgiera alguna controversia entre Estados, relativa a la aplicación,
interpretación, ejecución o determinación de responsabilidad en los términos de
la Convención, ésta será sometida a la Corte Internacional de Justicia a
petición de una de las partes en la controversia.

Convención internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación Racial
Adoptada por la Asamblea General en 1965, abierta a la firma en 1966, entró
en vigor en 1969. Esta Convención prevé la constitución del Comité para la
Eliminación de la Discriminación Racial, ante el cual los Estados parte podrán
denunciar el incumplimiento por otro Estado parte de alguna de sus
disposiciones. El Comité dará traslado de la comunicación al Estado parte
involucrado, el cual deberá presentar las explicaciones del caso dentro de los 3
meses de notificado de la comunicación. Si dentro de los 6 meses no se
arribara a una solución satisfactoria para ambas partes, la cuestión podrá
someterse nuevamente al Comité. Éste recabará la información necesaria,
luego de lo cual nombrará una Comisión Especial de Conciliación que
elaborará un informe de la controversia y de sus posibles soluciones. Una vez
notificados de las conclusiones emitidas por dicha Comisión, los Estados partes
interesados dispondrán de tres meses para aceptar o no las recomendaciones
del citado informe.
Toda controversia entre Estados partes de la Convención que no se resuelva
mediante negociaciones o mediante los procedimientos en ella establecidos
será sometida a la Corte Internacional de Justicia a instancia de cualquiera de
las partes, a menos que éstas convengan en otro modo de solucionarla.
Tocante la posibilidad de efectuar denuncias por parte de individuos o grupos
de individuos, la Convención la supedita a la previa aceptación de la
competencia del Comité a este respecto, por parte del Estado del cual se
alegue la violación de la norma. Los Estados partes que la aceptaran podrán
designar un órgano dentro de su ordenamiento jurídico nacional, con
competencia para la recepción de las peticiones de los individuos o grupos de
individuos afectados por la violación de alguna disposición de la Convención.
En caso de que la persona afectada no reciba satisfacción por parte del órgano
designado, podrá, dentro de los seis meses de agotado el trámite interno,
elevar su petición al Comité, el cual a su vez derivará la comunicación al
Estado parte involucrado, para que este efectúe en un plazo de tres meses las
explicaciones y propuestas de solución correspondientes.

207
Eunice Carri

Convención sobre todas las Formas de Discriminación contra la Mujer


Adoptada por la Asamblea General en 1979, entró en vigor en 1981. Al igual
que las convenciones hasta aquí analizadas, esta también prevé la
conformación de un órgano de aplicación, el Comité sobre la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer. Sin embargo, las funciones de este Comité son
las de analizar los progresos en la lucha contra esta forma de discriminación,
más que las de servir de ámbito para los reclamos recíprocos entre los Estados
partes. A este efecto, la Convención dispone que, en caso de existir una
controversia entre dos Estados partes, que no sea solucionada a través de
negociaciones, se someterá a arbitraje a petición de uno de ellos. Si dentro del
plazo de seis meses de la solicitud de arbitraje las partes no se pusieran de
acuerdo sobre la forma del mismo, cualquiera de ellas podrá someter la contro-
versia a la Corte Internacional de Justicia.

Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o


Degradantes
Celebrada el en 1984, entró en vigor en 1987.
A través de este tratado se instituye el Comité contra la Tortura que tiene la
facultad de actuar de oficio, ante cualquier información fiable, formulando un
informe confidencial respecto de cualquier Estado parte sospechoso de
prácticas de tortura. Asimismo, se prevé un procedimiento para el caso en que
un Estado parte sea el que alegue la violación de disposiciones de la
Convención por otro Estado parte. En ese caso, el Estado denunciante pondrá
su reclamo en conocimiento del Estado denunciado a través de una
comunicación escrita, a fin de que el receptor exprese las consideraciones del
caso en un plazo de tres meses. Si dentro de un plazo de seis meses de la
recepción de dicha comunicación el asunto no se resuelve a satisfacción de los
dos Estados partes, cualquiera de ellos tendrá derecho a someterlo a
consideración del Comité. Éste, dentro de los dos meses, elaborará un informe
en el cual hará una breve exposición de los hechos e incluirá el detalle de la
solución arribada o de las exposiciones de argumentos de las partes si no se
llegó a solucionar la controversia. Este procedimiento sólo se llevara a cabo si
los Estados partes interesados han reconocido expresamente la competencia
del Comité.
Las controversias que surjan entre dos Estados partes que no puedan ser
resueltas mediante el método de negociación se someterán a arbitraje, a
petición de cualquiera de ellos. Si en seis meses no se arriba a un acuerdo
sobre el compromiso, la controversia puede someterse a la Corte Internacional
de Justicia, salvo que alguno de los Estados partes interesados hubiera
formulado reserva respecto de la aplicación de esta disposición de la
Convención.
La posibilidad de que los individuos o grupos de individuos lleven sus reclamos
ante el Comité está subordinada a la previa aceptación de los Estados partes
de la competencia del Comité para el análisis de esta clase de peticiones.
Verificada la admisibilidad de la petición, el Comité dará intervención al Estado
parte involucrado, el cual deberá, dentro de los seis meses, proporcionar las
explicaciones, aclaraciones y propuestas de solución que correspondieran. Son
requisitos de admisibilidad de una petición que ésta no sea hecha en forma
anónima, que el Estado parte involucrado haya efectuado la declaración de

208
Eunice Carri

competencia del Comité a este respecto, que la cuestión no sea objeto de otro
procedimiento de investigación o solución internacional y que se hayan
agotado todos los recursos de la jurisdicción interna, salvo retardo injustificado.

Convención de los Derechos del Niño


Celebrada en 1989, entró en vigor en 1990.
Esta convención plantea el establecimiento del Comité de los Derechos del
Niño, órgano cuya finalidad primordial consiste en el análisis de los progresos
efectuados en el campo de la protección de los derechos del niño, pero que no
contempla un procedimiento de protección de esos derechos a través de la
presentación de peticiones o comunicaciones, tales como las detalladas con
respecto a las convenciones hasta aquí analizadas.

Órganos

La Carta de a UN incluye la Comisión de Derechos Humanos, el Consejo de


Derechos Humanos y los Procedimientos especiales.

La Comisión fue reemplazada por el Consejo de Derechos Humanos, y su


primera reunión fue en 2006. La Comisión ha sido reemplazada recientemente
por el Consejo de Derechos Humanos, por haber caído en descrédito debido a
las acusaciones, tanto de politización creciente de su actividad como de que
figuraban en su composición varios países que se consideraban abiertos
violadores de los derechos humanos. Conviene, sin embargo, referirse aunque
sea brevemente a ella, desde que el Consejo está revisando los métodos que
empleaba para adaptarlos a su propia actuación.
El consejo es un órgano intergubernamental que se reúne en Ginebra durante
10 semanas al año. Compuesto por 47 Estados miembros de las UN elegidos
por un período inicial de 3 años, y no pueden ser elegidos por 2 períodos
consecutivos. Sus bancas se distribuyen por grupos regionales: 13 para África,
13 para Asia, 8 para América Latina y Caribe, 6 para Europa del Este y 7 para
Europa occidental y otros Estados. Los miembros tendrán un mandato de 3
años y podrán ser reelectos; la elección se hará en la Asamblea General por
una mayoría de 97 miembros de los 192 que la componen.
Es un foro que tiene la facultad de prevenir los abusos, la desigualdad y la
discriminación, proteger a los más vulnerables y denunciar a sus
perpetradores. Entre sus funciones principales tiene la de recibir el Informe
Periódico Universal de los Estados miembros de NU y tiene a su cargo los
procedimientos especiales.
El Informe Periódico Universal es un proceso de revisión de la situación de los
derechos humanos en todos los Estados miembros de las UN, al que se
someten cada 4 años; llevado a cabo por el Consejo de Derechos Humanos.
La Comisión de Derechos Humanos estableció procedimientos especiales para
ocuparse de las denuncias de violaciones de los derechos humanos,
procedimientos que fueron asumidos por el Consejo cuando reemplazó a la
Comisión. Estos procedimientos consisten en el examen, en el análisis y la
información de carácter público sobre situaciones de derechos humanos en
países o territorios concretos o presuntas violaciones graves de los derechos
humanos en todo el mundo.

209
Eunice Carri

La Comisión de Derechos Humanos estaba compuesta por 53 repre-


sentantes de Estados y su misión era promover el pleno ejercicio de los
derechos fundamentales del ser humano. Durante los primeros años de su
existencia y ante la falta de otros órganos a los que se atribuyera esa
competencia específica, la Comisión se transformó en receptora de decenas de
miles de peticiones relacionadas a violaciones de los derechos humanos, no
obstante la declaración formulada por ésta en 1947 según la cual dicho órgano
carecía de poder para tomar acción alguna en cuanto a las denuncias
presentadas.
Esta postura fue modificada a través de dos resoluciones que dan nombre a
sendos procedimientos no convencionales ante la Comisión: la Resolución
1235 del 6 de junio de 1967 y la Resolución 1503 del 27 de mayo de 1970.
La Resolución 1235 autorizó a la Comisión a examinar, a través de un
procedimiento no confidencial, información relevante sobre violaciones graves y
reiteradas de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Bajo las
previsiones de esta resolución, la Comisión creó un complejo sistema de
Relatores Especiales designados para elaborar informes sobre la situación en
determinados países (llamados Relatores Especiales geográficos) o con
respecto a determinados derechos (conocidos como Relatores Especiales
temáticos).
El llamado “Procedimiento 1235” se caracterizó por su flexibilidad, lo que
determinó que se lo utilizara con mayor frecuencia y mejores resultados que el
establecido por la Resolución 1503. Ello debido a la ausencia de reglas de
admisibilidad estrictas, particularmente al no requerirse el agotamiento de los
recursos internos, así como en la amplitud en cuanto a las fuentes de
información empleadas. En igual sentido y en virtud de la publicidad del
procedimiento, no se requería el consentimiento ni la cooperación del Estado
interesado, si bien se intentaba conseguirlo en todos los casos.
La Resolución 1503 estableció un procedimiento que significó el primer
mecanismo extraconvencional para recibir y tramitar quejas individuales por
violaciones de derechos humanos. Sin embargo, las quejas individuales sólo
se tomaban en cuenta a fin de verificar a través de ellas la existencia de una
situación de violación masiva de los derechos humanos en un determinado
Estado. Esta circunstancia, su carácter confidencial, las estrictas reglas de
admisibilidad, la necesidad de que el Estado interesado prestara su
consentimiento para las investigaciones pertinentes y la complejidad y
exagerada duración del proceso contribuyeron al descrédito del “procedimiento
1503” y motivaron diversos proyectos de reforma que proponían desde la
eliminación de la confidencialidad hasta la completa derogación del
mecanismo.

La Corte Internacional de Justicia


La Corte Internacional de Justicia, si bien no ha sido designada como órgano
judicial de intervención en los Pactos de Derechos Humanos de 1966, es el
único recurso jurisdiccional previsto en numerosos tratados celebrados bajo los
auspicios de la Organización. La Corte ha tenido oportunidad de expedirse en
numerosas cuestiones que involucraban violaciones a los derechos humanos.

210
Eunice Carri

El Centro para los Derechos Humanos


El Centro para los Derechos Humanos de la ONU nació como una división
creada en el seno de la Secretaría General a fin de otorgar funciones de apoyo
a la estructura de la Organización que se desenvuelve en el ámbito de los
derechos humanos. Esta División de Derechos Humanos fue trasladada a
Ginebra en el año 1974, para transformarse pocos años después en el Centro
para los Derechos Humanos, lo que implicó una jerarquización de la unidad,
con el consiguiente incremento de las tareas desempeñadas, las que pasaron a
cubrir otros aspectos diferentes de la labor de secretaría de todos los
organismos de la ONU dedicados a los derechos humanos, ampliándose el
espectro ahora a acciones como la elaboración de informes y reportes,
publicaciones, etc.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos
Los delegados de 171 Estados participantes en la Conferencia mundial de
derechos humanos, llegaron a un consenso sobre el establecimiento de esta
oficina, y la AGNU creó en 1993 por resolución el puesto de Alto Comisionado
para los Derechos Humanos, con rango de Subsecretario General, como “el
funcionario de las UN que tendrá la responsabilidad principal respecto de las
actividades de la Organización en materia de derechos humanos”.
Su misión principal es la de proteger y promover todos los derechos humanos
para todos. Fortalecer el programa de derechos humanos de la NU y
proporcionar un apoyo de calidad a los órganos de las NU encargados de la
supervisión de los tratados y los mecanismos especiales establecidos por la
CDH. Coopera con otros órganos de las NU para integrar las normas de
derechos humanos en la labor del sistema de las NU en conjunto. Entabla un
diálogo con los gobiernos en cuestiones de derechos humanos con el fin de
aumentar las capacidades nacionales en ese ámbito y mejorar el respeto de
los derechos humanos. También proporciona servicios de consulta y asistencia
técnica cuando se le solicitan, y alienta a los gobiernos a trabajar a favor del
desarrollo de instituciones y procedimientos nacionales eficaces para proteger
esos derechos.

4.-Sistema Interamericano de protección de Derechos Humanos: instrumentos,


órganos y mecanismos de protección. Jurisprudencia.

El sistema interamericano de protección de los derechos humanos ha sido


desarrollado bajo la dirección de la Organización de Estados Americanos,
entidad creada durante la novena Conferencia Interamericana desarrollada en
la ciudad de Bogotá, el 30 de marzo de 1948. En esta misma conferencia se
adoptó igualmente la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre.
Esta Declaración consagra los ideales de igualdad y respeto entre los hombres,
pero la carencia de un órgano capaz de dar fuerza ejecutoria a estos
postulados y velar por el cabal cumplimiento de sus disposiciones impidieron
hasta el año 1959 su eficaz aplicación. En este año, durante la quinta Reunión
de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores celebrada en Santiago de
Chile, los representantes de los Estados americanos, que se encontraban

211
Eunice Carri

analizando los informes sobre violaciones a los derechos humanos en Cuba y


República Dominicana, deciden crear la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos que entró en funciones el 6 de junio de 1960.
No obstante las limitadas competencias que le fueron asignadas, ésta logró con
el apoyo implícito de los Estados miembros, extender su campo de acción a
través de la práctica. Así, desde su primera reunión ordinaria determinó la
procedencia de los reclamos presentados por individuos, no obstante la
inexistencia de disposición al respecto en su Estatuto ni en su Reglamento.
Dicha atribución fue confirmada en la Segunda Conferencia Interamericana
Extraordinaria celebrada en Río de Janeiro en 1965 en el marco de un proceso
de fortalecimiento del rol de la Comisión que culminó con su consagración
como uno de los órganos principales de la OEA a partir de la suscripción del
Protocolo de Buenos Aires de 1967.
La necesidad de contar con un instrumento que abordara la cuestión de los
derechos humanos de manera integral determinó la celebración de la
Conferencia Especializada Interamericana desarrollada en la ciudad de San
José de Costa Rica en 1969. En dicha conferencia se aprobó en fecha 22 de
noviembre de 1969 la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos
que entró en vigor el 18 de julio de 1978.29
La Convención, también conocida como Pacto de San José de Costa Rica,
enuncia en su Primera parte el conjunto de derechos y libertades a cuya
protección está destinada. La segunda parte de la Convención está destinada a
los órganos encargados de ejecutar y velar por el cumplimiento de sus
disposiciones: la preexistente Comisión Interamericana de Derechos Humanos
y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, creada por este tratado

a) La Comisión interamericana de Derechos Humanos


La Comisión es un órgano principal de la OEA que tiene por función principal
promover el respeto de los derechos humanos y servir de órgano consultivo a
la Organización. Tiene su sede en Washington y está compuesta de 7
miembros elegidos a título personal por la Asamblea General de la OEA por un
período de cuatro años con la posibilidad de ser reelectos por un solo término.
De acuerdo al Reglamento de la Comisión, no podrán participar en las
votaciones referidas a una determinada cuestión los miembros que sean
nacionales de los Estados involucrados en ella.
Tiene una doble competencia: tiene competencia para recibir peticiones
individuales contra los Estados que hayan ratificado la Convención, y además,
podrá igualmente recibir peticiones contra los Estados miembros de la OEA
que no sean partes del Pacto.
De ese modo, la Comisión opera en un doble ámbito: el de la Convención para
aquellos Estados que la hayan ratificado y el de la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre con respecto al resto de los miembros de
la OEA (mientras que el proceso basado en la Carta es aplicable a todos los
estados miembros de la OEA, la CADH es jurídicamente obligatoria sólo para
los Estados partes.).
Para llevar a cabo sus objetivos tendrá, entre otras facultades, las de formular
recomendaciones y asesorar a los Estados miembros, efectuar estudios o
informes sobre la materia y solicitar a los gobiernos las informaciones que
considere pertinentes; la elaboración de informes especiales sobre la situación
de los derechos humanos en un país en particular, así como la posibilidad de

212
Eunice Carri

efectuar visitas de inspección “in loco” en los Estados miembros. Pero sin duda
la función de mayor importancia otorgada a la Comisión es la de conocer de las
peticiones y comunicaciones.
Tanto los individuos, grupos de individuos o entidades gubernamentales
reconocidas en al menos uno de los Estados miembros de la OEA, estarán
facultados para presentar peticiones ante la Comisión que contengan
denuncias o quejas de violaciones de la Convención por un Estado parte.
Existe la posibilidad de actuar de oficio en base a informaciones recibidas por
ésta sin que exista un denunciante en particular.
Asimismo, los Estados partes pueden hacer reclamos entre sí.
Para que una petición o comunicación sea declarada admisible deberá cumplir
con los requisitos de agotamiento de los recursos internos, presentación en
término, ausencia de litispendencia o cosa juzgada y debido fundamento de la
petición e identificación del denunciante.
El plazo para la presentación de la denuncia no puede exceder los seis meses
a partir de la fecha en que el presunto lesionado en sus derechos haya sido
notificado de la decisión definitiva del procedimiento previsto en la legislación
interna del Estado denunciado
En cuanto a la cosa juzgada, la Convención requiere que la petición no resulte
una reproducción de otra comunicación ya examinada y resuelta por la
Comisión u otro organismo internacional. Se rechazará asimismo, toda petición
que no esté debidamente fundamentada por no exponer hechos que
caractericen una violación de los derechos garantizados por la Convención.
Finalmente, se exige una debida identificación del denunciante para lo cual
deberá consignarse su nombre, nacionalidad, profesión y domicilio. No
obstante esta exigencia de identificación, la Comisión no revelará el nombre del
denunciante al Estado implicado si el peticionante no lo requiriera
expresamente.
Una vez que la Comisión emprenda el análisis del fondo del caso, trasladará la
petición al gobierno del Estado presuntamente responsable de la violación
solicitándole informaciones al respecto y fijándole un plazo para responder.
Recibida dicha información o vencido el plazo, determinará si subsiste la violación.
Si ésta ha cesado, el expediente se archivará, pero en caso de persistir la situación
se abrirá una nueva etapa en la cual la Comisión podrá realizar una
investigación, solicitando a las partes todas las facilidades, informaciones o
exposiciones verbales o escritas que estimare necesarias. En casos graves y
urgentes podrá prescindirse de la etapa en la cual se traslada la petición al
Estado denunciado. En tal supuesto, previo examen de los requisitos formales
de admisibilidad y con la autorización del Estado presuntamente responsable,
se realizará la investigación pertinente de las circunstancias del caso.
En ambas situaciones, luego de establecidos los hechos, la Comisión se
pondrá a disposición de las partes para arribar a una solución amistosa
fundada en el respeto a los derechos humanos. Si se arribara a esta solución
se confeccionará un informe que contendrá una breve exposición de los hechos
y de la solución acordada. El informe será remitido a las partes y Estados
interesados y elevado al Secretario General de la OEA para su publicación.
Si no se arribara a una solución en los términos expuestos, se elaborará un
informe en el que se expondrán los hechos y las conclusiones del caso, pero
que sólo será transmitido a los Estados interesados, quienes no estarán
facultados para publicarlo. A partir de la recepción del informe comenzará a

213
Eunice Carri

computarse un plazo de tres meses dentro del cual el asunto debe ser
solucionado o sometido a la Corte por la Comisión o por el Estado interesado.
Si vencido dicho plazo no se verificara ninguno de estos supuestos, la
Comisión podrá emitir su opinión y conclusiones, efectuando las
recomendaciones pertinentes y fijando un nuevo plazo a los Estados para la
adopción de las medidas destinadas a remediar la situación. Una vez
transcurrido este nuevo plazo la Comisión decidirá si el Estado ha tomado o no
las medidas adecuadas y en su caso, dispondrá la publicación del informe.

b) La Corte Interamericana de Derechos Humanos


El restante órgano previsto por la Convención es la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. La Corte está compuesta por 7 miembros, elegidos a título
personal entre juristas de reconocida autoridad moral e intelectual. Son
elegidos por un período de seis años y solo pueden ser reelegidos en una
oportunidad. No puede haber dos jueces de la misma nacionalidad. Conservan
su derecho a conocer de un caso aun cuando sean nacionales de un Estado
que sea parte en un conflicto sometido a la Corte.
Sólo los Estados partes y la Comisión están facultados para someter un caso a
la Corte. Para que ésta pueda conocer de un caso es necesario que se hayan
agotado los procedimientos ante la Comisión y que los Estados partes en el
mismo hayan reconocido la competencia del tribunal a tal efecto.
Además de la competencia contenciosa, la Corte tiene una competencia
consultiva, para lo que no se requiere que el Estado peticionante haya ratifi-
cado la Convención.
La Corte puede disponer la adopción de medidas provisionales cuando
considere que en aquellos asuntos que esté conociendo pudiera ocasionarse
un daño irreparable, lo que no existe en ningún otro sistema internacional de
protección de los derechos humanos.
La introducción de una causa se hará ante la Secretaría de la Corte, la que
procederá al análisis de los requisitos formales de la demanda. Si la Corte
entiende que ha existido una violación a un derecho contenido en la
Convención podrá disponer que se garantice el ejercicio del derecho en
cuestión, la reparación de las consecuencias de la medida que hubiera
lesionado a la víctima y el pago de una justa indemnización, según
corresponda.
El fallo es definitivo e inapelable, existiendo la posibilidad para las partes de
solicitar dentro de los 90 días de haber sido notificadas, las aclaraciones
pertinentes sobre su sentido o alcance. Los Estados partes en la Convención
asumen a través de la misma el compromiso de cumplir la decisión de la Corte
en todo caso en que sean partes. La Corte debe someter anualmente un
informe a la Asamblea General en el que se señalan los casos en que un
Estado no ha dado cumplimiento a sus fallos.

Resumen

Los órganos encargados de la protección de los derechos humanos en la OEA


son:

 La Comisión Interamericana de Derechos Humanos: compuesta por siete


miembros elegidos por la Asamblea General de la OEA de una lista de

214
Eunice Carri

candidatos propuestos por los Estados miembros de la organización. La


duración de su mandato es de cuatro años y pueden ser reelegidos por una
sola vez. La sede de la Comisión se encuentra en la ciudad de Washington
D.C. La Comisión cuenta con un Secretario Ejecutivo, el cual es elegido y
removido por el Secretario General de la OEA. La Comisión presenta dos
frentes de actuación. Respecto de los Estados que han ratificado el Pacto de
San José de Costa Rica actúa protegiendo los derechos contenidos en el
mismo, utilizando los procedimientos que este le otorga. Respecto de los
Estados que no ratificaron dicho pacto, la base jurídica de su actuación se
encuentra en la Carta dela OEA y en el Estatuto y reglamento de la
Comisión, y los derechos que debe proteger son los contenidos en la
declaración Americana.
La Comisión es un órgano de tipo administrativo que cumple una función de
policía administrativa en materia de protección de los derechos humanos, ya
que no es un tribunal, no tiene funciones jurisdiccionales y sus resoluciones
no tienen autonomía de cosa juzgada. Para que un caso pueda llegar a ser
tratado por la Corte Interamericana debe primero haber pasado por la
Comisión.
 Corte Interamericana de Derechos Humanos: órgano jurisdiccional para la
protección de los derechos humanos La Corte esta compuesta por siete
jueces propuestos y elegidos por los estados partes de la Convención
Americana para ejercer sus funciones por un periodo de seis años, pudiendo
ser reelegidos por una vez. Estos jueces deben ser nacionales de los
estados miembros de la OEA. El ejercicio de sus funciones es a titulo
personal.
La Corte tienen un Presidente y un Vicepresidente que son elegidos por un
periodo de dos años. El Estatuto dispone que puedan ser reelegidos. La
Secretaria de la Corte se encuentra bajo la dirección del Secretario,
funcionario que es elegido por la Corte por un periodo de cinco años con
posibilidad de reelección.
En la sede de la Corte, que se encuentra en la ciudad San José de Costa
Rica, se realizaran sus sesiones, que pueden ser de naturaleza ordinaria o
extraordinaria.
La Corte presenta una triple forma de actuación: mediante su competencia
consultiva, a través de la adopción de medidas provisionales y por medio de
su competencia contenciosa.
 Asamblea General: tienen funciones en materia de derechos humanos,
como por ejemplo: la adopción de declaraciones o pactos sobre derechos
humanos.
 Consejo Interamericano Económico y Social: facultado por el Protocolo de
San Salvador para recibir informes de los Estados partes sobre las medidas
adoptadas para asegurar el respeto de los derechos protegidos por el
Protocolo.
 Consejo Interamericano para la Educación y la Cultura: también posee esta
facultad para recibir informes.
 Comisión Interamericana de la Mujer: órgano de carácter permanente dentro
de la OEA, es uno de los órganos de aplicación de la Convención
Interamericana para la Prevención, la Sanción y la Erradicación de la
Violencia contra la Mujer.

215
Eunice Carri

 Instituto Interamericano del Niño: se encarga de promover estudios sobre la


maternidad, niñez, adolescencia y familia.

5.- Otros sistemas regionales de protección de Derechos Humanos.

Además del sistema de protección de los derechos humanos basados en la


Carta de la NU, que se aplica en todos los estados, y del sistema de protección
basado en los tratados de las NU, que se aplica solo en los estados partes,
muchos estados de África, América y Europa han contraído también
obligaciones jurídicas en materia de DDHH en el nivel regional y han aceptado
la supervisión internacional.

Europa:
- Consejo de Europa: prevé el sistema más avanzado de vigilancia de los
derechos humanos a nivel supranacional. Cualquier persona, ONG o grupo de
personas que afirmen ser víctimas de una violación de derechos humanos
garantizados en el Convenio Europeo y sus protocolos, cometida por uno de
los 6 estados miembros actuales del Consejo de Europa, tiene derecho, una
vez agotadas todas las vías internas de recurso disponibles, a presentar una
denuncia. Si se determina que se ha cometido una violación, el Tribual puede
conceder reparación a la parte perjudicada. Sus decisiones son finales y
jurídicamente obligatorias para los Estados Partes.

África:
- Unión Africana: adoptaron la Carta Africana de DDHH y de los Pueblos,
ratificado por 56 estados. Contempla derechos de diversa índole, incluso de
tercera generación. Las denuncias pueden ser presentadas por cualquier
persona, incluidos los estados –que pueden presentar denuncias entre
estados, y cualquier entidad individual o colectiva- , la cuestión jurídica de la
condición de la víctima no se plantea. No se examinan denuncias aisladas, sino
sólo comunicaciones que sugieren la existencia de un cuadro de violaciones
graves o generalizadas de los derechos humanos y de los pueblos. Tambien se
examinan informes de los estados.

6.- Derechos Económicos y Sociales. Deuda externa.

Los Derechos económicos, sociales y culturales se incluyen en la Declaración


Universal de los Derechos Humanos de 1948 y se desarrolla su protección en
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966.
Ejemplos: derecho a la alimentación, derecho a la vivienda, derecho a la salud.

Deuda externa.
La deuda externa es la suma de las deudas que tiene un país con entidades
extranjeras. Se componen de deuda pública (la contraída por el Estado)
y deuda privada (la contraída por particulares).

La necesidad de hacer frente a los efectos de la deuda externa en los derechos


humanos proviene del principio de la asistencia y la cooperación
216
Eunice Carri

internacionales, que figura de manera tácita o expresa en la Carta de las


Naciones Unidas y otros muchos instrumentos internacionales vinculantes.
En la Carta de las Naciones Unidas se señalan los propósitos generales de la
cooperación económica y social internacional; incluyen la realización de "la
cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de
carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo
del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos,
sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión". Se
comprometen "a tomar medidas conjuntas o separadamente, en cooperación
con la Organización" para la realización de esos propósitos.
En la Declaración Universal de Derechos Humanos se dispone que "toda
persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el
que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan
plenamente efectivos". Un orden internacional caracterizado por un extremado
endeudamiento de los países de ingresos bajos y medios y la correspondiente
incapacidad de cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos
respecto de sus ciudadanos es incompatible con ese derecho.
Según el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
cada Estado parte "se compromete a adoptar medidas, tanto por separado
como mediante la asistencia y la cooperación internacionales, especialmente
económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos de que disponga, para
lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en
particular la adopción de medidas legislativas, la plena efectividad de los
derechos aquí reconocidos".
El Consejo Económico y Social puede "señalar a la atención de otros órganos
de las Naciones Unidas, sus órganos subsidiarios y los organismos
especializados interesados que se ocupen de prestar asistencia financiera toda
cuestión surgida de los informes [presentados por los Estados partes en el
Pacto] que pueda servir para que dichas entidades se pronuncien, cada una
dentro de su esfera de competencia, sobre la conveniencia de las medidas
internacionales que puedan contribuir a la aplicación efectiva y progresiva de
Pacto".
Los Estados partes en la Convención sobre los Derechos del Niño están
obligados a adoptar medidas para dar efectividad a los derechos económicos,
sociales y culturales reconocidos en la Convención hasta el máximo de los
recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro del marco de la
cooperación internacional (art. 4).
Del mismo modo, en la Convención sobre los derechos de las personas con
discapacidad se dispone, en relación con los derechos económicos, sociales y
culturales, que "los Estados Partes se comprometen a adoptar medidas hasta
el máximo de sus recursos disponibles y, cuando sea necesario, en el marco
de la cooperación internacional, para lograr, de manera progresiva, el pleno
ejercicio de estos derechos, sin perjuicio de las obligaciones previstas en la
presente Comprensión que sean aplicables de inmediato en virtud del derecho
internacional".
Además de los instrumentos anteriormente mencionados, que son
jurídicamente vinculantes para los Estados partes, hay otros instrumentos que
han sido aprobados por diferentes órganos de las Naciones Unidas
(especialmente el Consejo Económico y Social y la Asamblea General), que
destacan los efectos perjudiciales de la deuda externa para el disfrute de los

217
Eunice Carri

derechos humanos y ponen de manifiesto el compromiso político de la


comunidad internacional de mejorar la cooperación a ese nivel en la esfera de
los derechos humanos. Tales compromisos políticos refuerzan las obligaciones
de los Estados con arreglo a las normas internacionales de derechos humanos
relativas, entre otras cosas, a la asistencia y la cooperación internacionales.
En la Declaración sobre el derecho al desarrollo se proclama el deber de los
Estados de "cooperar mutuamente para lograr el desarrollo y eliminar los
obstáculos al desarrollo" y que "los Estados deben realizar sus derechos y sus
deberes de modo que promuevan un nuevo orden económico internacional
basado en la igualdad soberana, la interdependencia, el interés común y la
cooperación entre todos los Estados, y que fomenten la observancia y el
disfrute de los derechos humanos".
En la Declaración y Programa de Acción de Viena, la Conferencia Mundial de
Derechos Humanos reafirmó "el derecho al desarrollo, según se proclama en la
Declaración sobre el derecho al desarrollo, como derecho universal e
inalienable y como parte integrante de los derechos humanos fundamentales"
y, exhortó "a la comunidad internacional a que haga cuanto pueda por aliviar la
carga de la deuda externa de los países en desarrollo a fin de complementar
los esfuerzos que despliegan los gobiernos de esos países para realizar
plenamente los derechos económicos, sociales y culturales de sus pueblos". La
Conferencia reconoció que era "indispensable que los Estados y las
organizaciones internacionales, en cooperación con las ONG, creen
condiciones favorables, en los planos nacional, regional e internacional, para el
disfrute pleno y efectivo de los derechos humanos".
En la Declaración de Viena se hace esencialmente un llamamiento para que se
adopte un enfoque integral respecto de los derechos humanos, exhortando a
los Estados a "eliminar todas las violaciones de los derechos humanos y sus
causas, así como los obstáculos que se opongan a la realización de esos
derechos".
Por último, en la Declaración del Milenio, de la que proceden los ocho ODM, no
sólo se hace una referencia sustancial a los derechos humanos, sino que
también se subraya que la cooperación internacional es un elemento esencial
de la respuesta mundial a la crisis de la deuda. En la Declaración, los Estados
manifestaron su compromiso respecto de "un sistema comercial y financiero
multilateral abierto, equitativo, basado en normas, previsible y no
discriminatorio" y, manifestaron su determinación de "abordar de manera global
y eficaz los problemas de la deuda de los países de ingresos bajos y medios
adoptando diversas medidas en los planos nacional e internacional para que su
deuda sea sostenible a largo plazo". Los Estados decidieron "adoptar medidas
especiales para abordar los retos de erradicar la pobreza y lograr el desarrollo
sostenible en África, tales como cancelar la deuda".
Dentro de los ODM, el objetivo 8, que es primordial, atribuye una
responsabilidad adicional a la comunidad internacional a los efectos de prestar
asistencia, al tiempo que contiene un compromiso concreto respecto de un
"programa mejorado de alivio de la deuda de los países pobres muy
endeudados y la cancelación de la deuda bilateral oficial, y la concesión de una
asistencia oficial para el desarrollo más generosa a los países que hayan
expresado su determinación de reducir la pobreza".

218
Eunice Carri

BOLILLA XII. RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL

1.- Hechos y actos ilícitos y sus particularidades en el Derecho Internacional:


evolución, caracteres y elementos. Obligaciones erga omnes, normas de ius cogens y
violaciones graves.
2. Responsabilidad internacional: concepto, caracteres, elementos. Supuestos de
exclusión de la ilicitud. Responsabilidad por actos lícitos. Labor de la Comisión de
Derecho Internacional de las Naciones Unidas.
3.- Reparación: principios, modalidades.
4.- Derecho penal internacional: evolución, concepto, tipificación de los crímenes y
delitos internacionales. Tribunales de Nuremberg y Tokio. Tribunales ad hoc de ONU.
Corte Penal Internacional: Estatuto de Roma.
5.- Nuevas figuras, terrorismo, delincuencia transnacional organizada.

1.- Hechos y actos ilícitos y sus particularidades en el Derecho Internacional:


evolución, caracteres y elementos. Obligaciones erga omnes, normas de ius cogens y
violaciones graves.

La responsabilidad penal en el ámbito internacional, como rama del DI, es un


ordenamiento jurídico donde se tipifican conductas como ilícitas, imputando
responsabilidad por su comisión a individuos, previendo la efectividad de la
sanción a aquellos que hubieran violado la norma establecida. Siendo rama del
DI participa de sus características, las normas que lo regulan son
convencionales o consuetudinarias, y por su especificidad las fuentes que lo
generan deben contener la descripción del acto ilícito, la intención y el
conocimiento de la ilicitud que al llevarlo a cabo, ya se trate de una norma
violada de naturaleza dispositiva o de naturaleza imperativa. A todo esto debe
sumarse la noción de coacción, insita en la sanción penal, y la capacidad de
conocer en elación a un determinado comportamiento, atributo de los estados
soberanos que, en principio, sólo a ellos correspondería ejercer.

Clásicamente, la responsabilidad se definía como la reparación del daño


causado por la violación de una obligación. Responsabilidad sería “la situación
de un sujeto de derecho internacional frente al derecho de otro sujeto a exigirle
una reparación, o frente a la facultad de este otro sujeto de imponerle una
sanción”
Eran tres los pilares que sostenían su arquitectura: el hecho ilícito, el daño, el
vínculo de causalidad.
“Todo hecho internacionalmente ilícito del Estado genera su responsabilidad
internacional”.
No menciona el daño. Por eso se dice ahora que el daño está eliminado como
ingrediente necesario para que exista la responsabilidad: el mero hecho de la
violación, entonces, bastaría para generarla.

El acto ilícito internacional es la violación del derecho internacional por quienes


tienen subjetividad internacional. Elementos:

219
Eunice Carri

 Elemento subjetivo (imputabilidad / hecho del estado): el acto (sea por


acción como por omisión) debe ser imputable al Estado como organización,
ya que este no actúa por sí sino por personas que son sus órganos o
dependientes cuando cumplen sus funciones. El Estado es responsable
internacionalmente por los actos de sus órganos: a) Por actos legislativos,
cuando se dictan leyes contrarias al derecho internacional, b) Por actos
administrativos, cuando un ente descentralizado o Ministro no cumple un
deber internacional, c) Por actos judiciales, cuando las sentencias son
arbitrarias o injustas.
 Elemento objetivo (ilicitud /violación): violación de una obligación
internacional asumida por el Estado en cuestión, sea por acción como por
omisión.
Para parte importante de la doctrina existe un tercer elemento: la culpa del
sujeto imputado.

Para que exista un ilícito internacional, debe existir el incumplimiento de una


obligación internacional; y esa violación no puede ser excusada por disposición
alguna de derecho interno.

Como dijimos anteriormente, la ilicitud se conforma con un elemento subjetivo y


otro objetivo.
La atribución al Estado, como sujeto del derecho internacional, de la conducta
de ciertos individuos es uno de los dos elementos de la responsabilidad. El otro
apunta a que la conducta en cuestión constituya el incumplimiento de una
obligación internacional de aquel Estado. Suele llamarse al primero elemento
subjetivo, y elemento objetivo al segundo.
La conducta atribuida al Estado puede ser positiva u omisiva, siendo esta
última la más frecuente en el campo de los hechos ilícitos internacionales.Y la
atribución sólo puede ser hecha por el DI.

a) La atribución de una conducta al Estado


Cuando la conducta de ciertas personas puede ser atribuida al Estado, nos
encontramos en presencia de un “hecho del Estado”. ¿Quiénes son aquellas
personas cuya conducta se atribuye al Estado y en qué casos?
1. Los órganos del Estado: el Estado como persona moral, no puede
actuar sino por intermedio de personas físicas a las que su derecho
interno asigna el carácter de “órganos del Estado”, siempre y cuando
hayan actuado en la ocasión como tales órganos.
2. Personas o entidades que ejercen atribuciones del poder público:
comportamientos de personas o entidades que no sean órganos del
Estado pero a las cuales el derecho interno de dicho Estado las faculte
para ejercer atribuciones del poder público; comprendiendo gran
variedad de entes con funciones públicas o de reglamentación (por
ejemplo, a veces el Estado puede ejercer el poder de policía en una
zona determinada a través de su propia fuerza o confiar esta tarea o
algunos de sus aspectos, a entes autónomos).
3. Órganos puestos a disposición de un Estado a otro Estado: si un
Estado pone un cierto órgano a disposición de otro Estado, y este
órgano actúa en ejercicio del poder público del Estado a cuya

220
Eunice Carri

disposición se encuentra, su comportamiento se considerará en el


derecho internacional como un hecho de este último Estado.
4. Actuación ultra vires o contra instrucciones de órganos del
Estado: en cuanto a la atribución al Estado de hechos de sus órganos o
de personas o entidades facultadas para ejercer atribuciones del poder
público, cuando éstos actúan más allá de su competencia, o aún en
contra de sus instrucciones, la Comisión se pronuncia claramente en su
favor, y confirma el giro que la práctica y la jurisprudencia
internacionales tomaron desde fines del siglo pasado. En efecto, un
Estado no puede escudarse en que, según lo dispuesto por su derecho
interno o sus instrucciones, los hechos de estas personas o entidades
deberían haber sido diferentes o no debieran haber ocurrido. Si tal no
fuera el caso, se terminaría por autorizar el abuso, ya que en la mayoría
de los casos no habría prácticamente manera de probar que un agente
ha procedido o no de acuerdo con las órdenes recibidas.
5. Comportamiento dirigido o controlado por el Estado: La conducta
de una persona, o de un grupo de personas, que actúen de hecho por
instrucciones o bajo la dirección o control de un Estado es atribuida a
ese Estado. La palabra “control” puede evocar diferentes grados de
sujeción al Estado.
6. Comportamiento bajo la dirección o control del Estado: “Se
considerará hecho del Estado según el derecho internacional el
comportamiento de una persona o de un grupo de personas si esa persona
o ese grupo de personas actúa de hecho por instrucciones o bajo la
dirección o el control de ese Estado al observar ese comportamiento”.
7. Comportamiento en caso de ausencia o defecto de autoridades
oficiales: puede suceder que personas privadas, individual o
colectivamente, actúen como órganos del Estado sin serlo. Tal podría
ser el caso de personas que ante la necesidad asumen prerrogativas del
poder público.
8. Comportamiento que el Estado reconoce y adopta como propio:
una conducta que al momento de producirse no es atribuida al Estado y
cuya atribución sólo tiene lugar a posteriori y por un hecho ulterior del
Estado, “en el caso y en la medida en que el Estado reconozca y adopte
ese comportamiento como propio”.
9. Comportamiento de un movimiento insurreccional o de otra índole:
No se considera “hecho del Estado” la conducta de personas que no
actúen por cuenta de aquél. Eso no debe confundirse con la imputación
al Estado de hechos propios, cuando los actos de los particulares están
relacionados con ciertos deberes del Estado y éste no los cumple. Por
ejemplo, el Estado receptor tiene la obligación de proteger a los
diplomáticos extranjeros que están acreditados ante él contra actos de
personas privadas que puedan atentar contra su seguridad. Si no lo
hace, teniendo los medios para hacerlo, tiene una responsabilidad que
emerge de la negligencia de sus propios órganos y no de aquellos
hechos de particulares que no le son atribuibles. Se encuentra dentro de
la misma hipótesis la conducta de los órganos de un movimiento
insurreccional, concepto que se da en derecho internacional. Desde
ese momento existe, paralelamente al Estado, una organización dotada
de su propio aparato institucional, cuyos órganos pueden actuar por

221
Eunice Carri

cuenta del movimiento insurreccional mismo en una parte del territorio


que está bajo la soberanía o la administración del Estado.

2. El elemento objetivo (la ilicitud)


Cuando un hecho le es atribuido al Estado según alguno de los criterios arriba
comentados, queda aún por ver si tal hecho viola una obligación internacional
del Estado. Si ello fuere así, concurriría el elemento objetivo y nacería su
responsabilidad internacional.
a) La violación de una obligación internacional
Se requieren ciertas condiciones para que una obligación se considere violada,
y que además la violación tendrá características especiales según se produzca
mediante un hecho puntual o bien por uno continuado o compuesto. Se define
la violación de una obligación internacional por un Estado cuando un hecho de
este Estado no está en conformidad con lo que de él exige esa obligación
cualquiera fuere el origen o la naturaleza de la obligación violada y es menester
que la obligación de marras esté en vigencia para el dicho Estado.
b) La violación de una obligación internacional como crimen del Estado
Vimos que el origen consuetudinario, convencional u otro- de la obligación no
afectaba la responsabilidad que correspondiera por su violación. Respecto, sin
embargo, del objeto de la obligación o de la gravedad de la infracción
cometida, ocurre algo diferente en la concepción de la CDI. Las consecuencias
de la violación de ciertas obligaciones era admisible una dualidad de
tratamiento según la importancia que para la comunidad de naciones en su
conjunto revistieran dichas obligaciones y según la gravedad de la violación
misma. El derecho internacional, según esta posición, reconocía dos
regímenes de responsabilidad: para los ilícitos ordinarios cabría la obligación
de reparar y sólo en caso de no obtenerse una reparación adecuada entraría a
jugar una sanción; para los ilícitos más graves la sanción correspondería
inmediatamente, sin aquel requisito previo, amén del derecho del Estado
lesionado a reclamar reparación.
El reconocimiento de la existencia de normas que imponían obligaciones erga
omnes, así como de normas imperativas en el DIG (normas de jus cogens) que
impondrían obligaciones de particular importancia para la comunidad
internacional, el castigo de los individuos-órganos en los juicios de Nüremberg,
y el consenso de que había conductas que implicaban violaciones particular-
mente graves, como los actos de agresión, fueron elementos que abonaron la
admisibilidad del criterio.
Esta categoría de hechos tendría otro rasgo diferencial con los ilícitos
comunes: establecerían una nueva relación jurídica del Estado autor, no
solamente con el afectado, sino también con todos los Estados de la
comunidad internacional.
“La obligación violada debe ser tan esencial para la salvaguardia de intereses
fundamentales de la comunidad internacional que su violación esté reconocida
como crimen por esa comunidad en su conjunto”. Tales infracciones
constituían crímenes internacionales del Estado, contra otras expresiones
como “crímenes de derecho internacional”, o “crímenes de guerra” utilizadas
para referirse a ciertas violaciones cometidas por individuos; éstos eran
considerados como crímenes atribuibles a los Estados que acarreaban para
éstos consecuencias diferentes de aquellas correspondientes a los ilícitos
comunes. La noción de “crimen internacional del Estado” despertó resistencias

222
Eunice Carri

tanto en la doctrina como en las propias Naciones Unidas. Las objeciones más
fuertes se levantaron contra la idea de que pudiera existir una responsabilidad
criminal del Estado, acaso porque el nombre elegido para estas infracciones
más graves, tomado del derecho interno, tiene un lastre de significación
inaceptable en el plano de las relaciones interestatales.
c) La responsabilidad del Estado en relación con la violación por otro Estado de
una obligación internacional
Llamada “responsabilidad derivada”, esto es, de la que recae sobre un Estado
por el hecho de otro Estado. En estos casos, sin embargo, no se imputa la
conducta de un Estado a otro, simplemente se transfieren las consecuencias
de la violación cometida por el otro Estado. Es, entonces, un caso de no
aplicación de la regla general y por ende muy excepcional: la conducta ilícita
que origina la responsabilidad derivada debe guardar una relación muy
estrecha con el sujeto que es derivadamente responsable. Las disposiciones
pertinentes contemplan tres cursos posibles:
• Ayuda o asistencia de un Estado a otro para cometer un hecho ilícito.
• Dirección y control por un Estado del hecho ilícito de otro Estado.
• Comisión de un hecho ilícito por un Estado bajo coacción de otro
Estado.
Los artículos establecen condiciones limitativas para que se origine
responsabilidad:
• En todos los casos, el Estado que presta asistencia, dirige o controla el
acto, o ejerce la coacción, debe haber tenido conocimiento de las
circunstancias del hecho internacionalmente ilícito.
• El hecho en cuestión debiera haber sido también internacional-mente
ilícito de haberse cometido por el Estado que prestó ayuda o asistencia o
ejerció la dirección o control, o en el caso de la coacción, hubiera sido un
hecho ilícito del Estado coaccionado de no haber mediado la coacción
mentada (que lo exime de responsabilidad). El principio fundamental que
inspira estos textos es que un Estado no debe poder hacer por intermedio
de otro Estado lo que le está prohibido a él mismo. Debe también
recordarse que las meras incitaciones a cometer un hecho ilícito no son
suficientes para originar responsabilidad derivada.
Es la ilicitud del acto del protagonista la que tiñe con su propio color a la del
que asiste. El Estado que asiste es responsable “hasta tanto su conducta
causó, o contribuyó a causar, el hecho ilícito”, de forma que si, claramente, el
hecho hubiera ocurrido de todas maneras, no hay responsabilidad para aquel
Estado.
En los dos otros dos casos (dirección y control, coacción) los Estados
actuantes juegan un papel secundario, casi nulo. Si un Estado asume la
dirección o control del hecho ilícito del otro, o si ejerce coacción sobre éste, la
voluntad del Estado en cuestión apenas participa.

C. Circunstancias que excluyen la ilicitud


Se trata de circunstancias que pueden convertir en lícita una conducta que de
otro modo sería ilícita y no se trata simplemente el de desproveer de
consecuencias a un hecho que continúa siendo ilícito.
“El comportamiento de un Estado, cuando tiene lugar, por ejemplo, en
circunstancias de legítima defensa, fuerza mayor o ejercicio legítimo de una
sanción, no constituye un hecho internacionalmente ilícito, ya que en tales

223
Eunice Carri

circunstancias el Estado no tiene que observar la obligación internacional que


normalmente debería respetar ni, por lo tanto, puede haber violación de tal
obligación. Falta, por consiguiente, una de las condiciones esenciales para la
existencia de un hecho inter-nacionalmente ilícito”.
Lo anterior es importante, de un punto de vista teórico, para no ir contra el
principio que dice que “Todo hecho internacionalmente ilícito del Estado genera
su responsabilidad internacional”.
Las circunstancias que tienen el antedicho efecto son: el consentimiento, la
legítima defensa, las contramedidas respecto a un hecho internacionalmente
ilícito, la fuerza mayor, el peligro extremo, y el estado de necesidad.}}

Medidas contra violaciones graves de normas imperativas


Toda norma imperativa genera una obligación erga omnes, pero todas las
obligaciones erga omnes no derivan de normas imperativas; igualmente, no
toda violación de una norma imperativa supone un crimen internacional, tan
sólo las violaciones graves. Por tanto, las normas de ius cogens y las
obligaciones erga omnes son dos nociones íntimamente ligadas pero
diferentes.
Mientras que las normas imperativas se basan en el alcance y la prioridad que
ha de darse a un cierto número de obligaciones fundamentales, en el caso de
obligaciones erga omnes el centro de atención es esencialmente el interés
ju´ridico de todos los Estados en su cumplimiento.
La interpretación conjunta del concepto de norma imperativa y del concepto de
obligaciones erga omnes, debe relacionarse a su vez con un tercer criterio: las
violaciones graves.
La violación de obligaciones derivadas de normas imperativas de DI general no
es suficiente para la aplicación de un régimen de responsabilidad distinto al de
la responsabilidad internacional tradicional: estas violaciones han de ser
violaciones graves.
Se entienden como tales las violaciones flagrantes y sistemáticas de normas de
ius cogens. Entre los criterios que pueden considerarse para medir la gravedad
de una infracción se encuentran la intención de violar la norma, el número de
violaciones individuales o la gravedad de las consecuencias que se acarree a
las víctimas.
Toda norma de ius cogens tiene alcance erga omnes, por lo que todos los
Estados pueden adoptar medidas lícitas para poner fin a la violación. Además,
los artículos de la CDI afirman que ningún Estado reconocerá como lícita una
situación creada por una violación grave, ni prestará ayuda o asistencia para su
mantenimiento.

2. Responsabilidad internacional: concepto, caracteres, elementos. Supuestos de


exclusión de la ilicitud. Responsabilidad por actos lícitos. Labor de la Comisión de
Derecho Internacional de las Naciones Unidas.

El ámbito material del DP internacional esta constituido tanto por los delitos
internacionales como por los crímenes internacionales, es decir, por las
violaciones de normas de ordenamiento jurídico internacional de fuente
convencional y consuetudinaria que tipifican conductas como ilícitas, imputando

224
Eunice Carri

una responsabilidad de naturaleza penal a los individuos que con intención y


conocimiento incurran en ellas.
La distinción entre delitos y crímenes internacionales radica en su naturaleza
jurídica, es decir, los intereses y valores que se intentan tutelar. En el supuesto
de los delitos internacionales, se trata de normas dispositivas que generan
derechos y obligaciones entre los Estados vinculados por tales normas de
derecho. En el caso de los crímenes internacionales, las normas, reconocidas y
aceptadas por la comunidad de los estados en su conjunto, tendrán carácter de
imperativas.

La represión internacional de un delito procede por parte el Estado siempre


que exista una fuente que así lo determine o que dicho estado haya adoptado
en su legislación la tipificación penal que permita la punición de la conducta.
En materia de crímenes de DI, los Estados deben cumplir con obligaciones de
carácter erga omnes, tanto convencionales como consuetudinarias, cuyo
incumplimiento podría constituir un hecho internacionalmente ilícito que
comprometería la responsabilidad del Estado.
Era necesario dar origen a un sistema de represión internacional directo en
virtud de la gravedad y peligrosidad de los crímenes de DI y la poca actividad
de represión doméstica de estos crímenes. Por ello, a fines de 1919 se
reconoció la existencia del concepto de responsabilidad penal individual en el
ámbito internacional.

Se define la responsabilidad internacional como cualquier acto o hecho que


provoque una violación del derecho internacional imputable a un Estado y del
cual se deriven para otro estado un daño material o uno moral.
De esta definición se desprenden los siguientes elementos:
1. Es un acto o un hecho que provoca una violación del Derecho
internacional. La sociedad Internacional como toda agrupación humana, ha
tenido y tiene la máxima de que nadie debe ser dañado por la actividad de
otros. Aunque no se desprenda voluntad en la realización del hecho que
ocasione la responsabilidad internacional, es evidente que eso no es suficiente
para evitar el daño ocasionado y por lo tanto, se tiene el deber de repararlo o
dicho de otro modo, regresar las cosas al momento en que se encontraban
antes del suceso.
2. Que sea imputable a un Estado, es decir que la causa de la
responsabilidad, como lo mencionamos anteriormente, no es sólo un acto de
voluntad sino también un puede ser un hecho pero que pueda ser imputable a
algún Estado.
3. Que se cause un daño que puede ser material o bien, moral.
En otras palabras, la responsabilidad internacional del Estado es el conjunto
de relaciones jurídicas que nacen en Derecho internacional público del hecho
internacionalmente ilícito cometido o imputable a un Estado.
Estas relaciones se dan entre el Estado infractor, por un lado, y el Estado
perjudicado, una pluralidad de Estados o la comunidad internacional en su
conjunto, por otro.
Se trata de una materia regulada fundamentalmente por el Derecho
consuetudinario pero que ha sido objeto de la atención de la Comisión de
Derecho Internacional.

225
Eunice Carri

Los casi cuarenta años de trabajo del organismo resultaron en un Proyecto de


Artículos sobre Responsabilidad del Estado por Hechos Internacionalmente
Ilícitos, adoptados por la Comisión de Derecho Internacional el 9 de agosto de
2001. La Asamblea General de las Naciones Unidas, el 12 de diciembre de ese
mismo año, lo remitió a la atención de los Estados.

Un Estado es responsable internacionalmente cuando se le imputa un acto de


carácter ilícito que le cause un daño a otro Estado.
Según Podestá Costa es la responsabilidad que se origina en ciertos casos en
que sufren lesión los derechos de otro Estado o los nacionales de este, en su
persona o en sus bienes, a causa de un acto u omisión de los órganos o de los
funcionarios del Estado local o por el hecho de sus habitantes, a condición de
que dicho acto u omisión se considere ilícito desde el punto de vista
internacional.
La responsabilidad por actos lícitos abarca las actividades internacionalmente
licitas que pueden crear un riesgo de provocar un daño. Es decir, las
actividades que por su importancia social no pueden dejar de realizarse, no
pueden prohibirse, pero si debe repararse el daño que pudiesen provocar y,
más aún, deben adoptarse todas las medidas que sean posibles para evitarlo
puesto que, tratándose del medio ambiente y del ser humano en él, difícilmente
esa reparación pueda consistir en volver las cosas al estado anterior. A este
tipo de responsabilidad se la denomina también objetiva, causal, por el riesgo
de la cosa, en razón del nexo que existe entre la actividad física que se lleva a
cabo y el resultado dañoso.
Corresponde a los Estados, cooperar para desarrollar las normas que se
refieran a la responsabilidad internacional por las consecuencias perjudiciales
de actos no prohibidos por el derecho internacional y, en su caso, a la
reparación a las victimas de los daños ambientales. Así, la Convención sobre la
Responsabilidad Internacional por Daños Causados por Objetos Espaciales, la
Convención sobre el Derecho de los Usos de los Cursos de Aguas
Internacionales, o la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del
Mar, que en la parte XII, referida a la protección y preservación del medio
marino establece que ha de prevenirse, reducirse y controlarse la
contaminación en relación a las actividades que el Estado lleve a cabo bajo su
jurisdicción o control, debiendo cooperarse para ello y notificarse cuando haya
un daño inminente o se haya producido un daño.
Elementos de este tipo de responsabilidad:
 Generada por una actividad (ha de tratarse de una actividad del hombre,
una actividad física, que entrañe el riesgo de causar un daño),
 un daño sensible (este daño ha de ser un daño sensible de tipo
fronterizo, es decir, que se produzca con relación a otro u otros Estados
distintos del Estado de de origen, tengan o no fronteras comunes, con
relación a las personas, los bienes o el medio ambiente),
 Imputabilidad de esa actividad a un Estado.

CIRCUNSTANCIAS QUE EXCLUYEN LA ILICITUD:

Como dijimos, hay causas que excluyen la ilicitud de los hechos, y se


encuentran en el quinto capítulo de la primera parte del Proyecto de la

226
Eunice Carri

Comisión. Son llamadas de ese modo y no simplemente causas de exclusión


de la responsabilidad porque el efecto de las causas en cuestión es el convertir
en ilícita una conducta y no simplemente el de desproveer de consecuencias a
un hecho que continua siendo ilícito. Hacen definitiva o temporalmente
inoperante la obligación internacional de cuya violación se trate, en los casos
que ocurre una de esas circunstancias. Por lo tanto quedan afuera de estas
causas aquellas que se limitan a agravar o atenuar la responsabilidad. Las
causa excluyentes de ilicitud comportan la no comisión de un delito y por
consiguiente la inexistencia de responsabilidad.

1) el consentimiento
Un estado no puede reclamar contra el hecho de otro para el cual prestó
consentimiento: dicho consentimiento equivale a un acuerdo entre las partes
que ha quitado fuerza a la obligación del caso particular. Por supuesto, esta
causal no vale contra las obligaciones de ius cogens desde que estas no
pueden se afectadas por acuerdos entre estados. La prestación del
consentimiento será valida salvo que concurran en ella algunas de las causas
que vician el consentimiento (error, solo, coacción, etc.) por lo cual el hecho
sería ilícito.

2) las contramedidas
La ilicitud de un hecho de un estado que no este en conformidad con una
obligación de ese estado para con otro estado quedará excluida si el hecho
constituye una medida legítima según el derecho internacional contra ese otro
estado.
Las llamadas "contramedidas" se refieren en particular a las represalias,
acciones que serían ilícitas si no fuera por el hecho de que el estado contra el
cual van dirigidas ha cometido anteriormente contra el que toma la
contramedida, un hecho también ilícito.
Se trata de una medida que invalida la obligación solo para el caso particular y
también la exclusión de la ilicitud esta dada por la conducta previa del otro
sujeto.
La medida debe ser legítima de acuerdo con el derecho internacional, o sea,
que debe cumplir con todos los requisitos que aquél establece para que una
contramedida sea legal (por ejemplo, la interrupción de las relaciones
económicas, comunicaciones ferroviarias, marítimas o aéreas, adopción de
medidas como prohibición de suministros, etc.) Obviamente, teniendo en
cuenta la prohibición del recurso a la amenaza y uso de la fuerza y habida
cuenta de que las contramedidas deben ser legítimas según el derecho
internacional aquel recurso no está comprendido en la causa de exclusión de la
ilicitud del hecho que ahora consideramos.

3) fuerza mayor y caso fortuito


La ilicitud de un hecho de un estado que no este en conformidad con una
obligación internacional del estado quedará excluida si el hecho se debió a una
fuerza irresistible o a un acontecimiento exterior imprevisible ajenos a su
control que hicieron materialmente imposible que ese Estado procediera en
conformidad con tal obligación o que se percatara de que su comportamiento
no era conforme a esa obligación.

227
Eunice Carri

No será aplicable si el estado de que se trata ha contribuido a que se produzca


la situación de imposibilidad material.
Los estados pueden quedar por circunstancias ajenas a su voluntad en la
imposibilidad de seguir la conducta prescripta por la obligación, ya fuere
materialmente, porque una fuerza exterior se lo impide, o bien porque no
pueden percatarse de que el comportamiento seguido configura el de la
prohibición legal.
La fuerza mayor consiste en una fuerza irresistible y el caso fortuito (o casus)
en un acontecimiento imprevisible que tiene los efectos ya explicados.
Es una condición necesaria que no haya sido el propio Estado quien
contribuyera intencionalmente o por negligencia a producir la situación de
imposibilidad material que le impide cumplir la obligación o percatarse, según el
caso, de la ilicitud del comportamiento observado.

4) peligro extremo ( distess, détresse)


La ilicitud de un hecho de un estado que no esté en conformidad con una
obligación internacional de ese estado quedará excluida si el autor del
comportamiento que constituyera el hecho de ese estado no tenía otro medio,
en una situación de peligro extremo, de salvar su vida o la de las personas
confiadas a su cuidado.
No será aplicable si el estado de que se trate ha contribuido a que se produzca
la situación de peligro extremo o si era probable que el comportamiento de que
se trata originara un peligro comparable mayor.
Esta causal se refiere a la situación de necesidad en que se encuentra, no el
estado, sino el órgano del estado, que está actuando ya que la alternativa que
se le presenta es la de violar una obligación internacional del estado que
representa o en su defecto poner en peligro su propia vida o la de las personas
confiadas a su cuidado.
En esta figura no interviene una fuerza irresistible o un acontecimiento fortuito
cuyo efecto sea excluir la participación de la voluntad o de la intención en la
conducta seguida. Existe una imposibilidad moral de obrar en cumplimiento del
deber internacional.
Considera Barboza que se trata de una hipótesis algo restringida en su alcance
dado que aquí no se trata de que una conducta estatal (hecho del estado) se
despoje de ilicitud, sino más bien que la conducta de ese órgano no sea
atribuida al estado.
En suma, el peligro extremo e inminente, debe serlo para la persona de los
órganos del estado, y no para la existencia del propio estado o de alguno de
sus intereses vitales.
En la práctica internacional se ha invocado y reconocido el peligro extremo
como causa excluyente de la ilicitud de un hecho en casos que entrañaban la
violación de la frontera de un estado. Por ejemplo, cuando el capitán de un
buque de estado que se encuentra en situación de peligro a causa de una
tempestad, busca refugio en un puerto extranjero sin autorización, o cuando el
piloto de una aeronave de estado aterriza sin autorización en suelo extranjero
para impedir una catástrofe, o la violación de una frontera terrestre para salvar
una vida en peligro.
A diferencia de los supuestos de fuerza mayor o caso fortuito, en los que el
sujeto individual no tiene opción, en la hipótesis de peligro extremo existe una

228
Eunice Carri

opción, opción teórica o aparente, de todos modos, porque el sujeto sabe que
parecerá si observa el comportamiento exigido por una obligación internacional.

5) estado de necesidad (del estado)


Ningún Estado podrá invocar un estado de necesidad como causa de exclusión
de la ilicitud de un hecho de ese Estado que no esté en conformidad con una
obligación internacional, a menos que:
a. Ese hecho haya sido el único medio de salvaguardar un interés esencial
del Estado contra un peligro grave e inminente; y
b. Ese hecho no haya afectado gravemente un interés esencial del estado
para con el que existía la obligación.
En todo caso, ningún Estado podrá invocar un estado de necesidad como
causa de exclusión de la ilicitud:
a. Si la obligación internacional con la que el hecho del estado no esté en
conformidad dimana de una norma de Derecho Internacional general, o
b. Si la obligación internacional con la que el hecho del estado no este en
conformidad ha sido establecida por un tratado que, explícita o
implícitamente, excluya la posibilidad de invocar el estado de necesidad
con respecto a esa obligación, o
c. Si el estado de que se trata ha contribuido a que se produzca el estado
de necesidad.-
El estado de necesidad se trata de un mecanismo jurídico imprescindible que
existe en la mayor parte de los derechos nacionales destinado a evitar lo que el
adagio latino describe como summum jus, summa injuria.
El estado de necesidad ocurre cuando un interés esencial del Estado se pone
en peligro si ese estado intenta cumplir con cierta obligación internacional. Si,
para proteger ese interés esencial viola la obligación, se dice que actúa en
necesidad y por ende que su conducta está desprovista de ilicitud.
La necesidad en cuestión es una necesidad de estado, pues la situación grave
de peligro que se aduce no es un riesgo para las personas físicas , cuyo
comportamiento se atribuye al estado, sino un peligro grave para la propia
existencia del estado, para su supervivencia política o económica, para
preservar la posibilidad de funcionamiento de sus servicios esenciales, para el
mantenimiento de su paz interna, para la supervivencia de una parte de su
población, para la conservación ecológica de su territorio, o de una parte del
mismo, etc.
A diferencia de lo que sucede en el consentimiento, y en las contramedidas, el
estado de necesidad no se justifica por el comportamiento previo del estado
contra el que va dirigida la acción. En esto se asemeja la fuerza mayor y al
peligro extremo, del cual está muy cercano por ser ambas hipótesis semejantes
que tocan, uno al órgano y otro al estado mismo.
Se diferencia en la fuerza mayor, en que, como en el peligro extremo, la
conducta adoptada en violación de una obligación internacional es
perfectamente deliberada.
Al decir un "interés esencial" del Estado, nos referimos no solo a la protección
de la existencia del estado, sino que se puede invocar un bien jurídico distinto a
aquélla.
El peligro que amenace a ese "interés esencia" debe ser grave e inminente y la
conducta violatoria de la obligación el único medio para conjurarlo. El estado
que lo invoca, además, no debe haber dado lugar él, mismo al estado de

229
Eunice Carri

necesidad y el interés sacrificado del otro estado no debe ser, a su vez, uno de
sus intereses esenciales.
El estado de necesidad no puede ir contra el cumplimiento de una obligación
imperativa del derecho internacional (jus cogens) ni contra una obligación de un
tratado en el que se ha estipulado explícitamente que no se pueda invocar. Con
respecto a la primera condición, la más indudable de todas las obligaciones
que puedan ser consideradas de jus cogens es, precisamente, la que prohíbe
usar la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de los
estados, con lo cual se eliminaría uno de los casos más frecuentes en la
historia del estado de necesidad. Sin embargo, en la actualidad no faltan
invocaciones a cerca del estado de necesidad como medio para justificar el uso
de la fuerza. Esta última postura se basa en que el aspecto imperativo de la
norma solo alcanza a los usos constitutivos de actos de agresión, pero no a
usos menores (para salvar vidas humanas, para impedir la actuación de
bandas armadas desde el territorio de otro estado, etc.), argumentando de este
modo que el estado de necesidad justifica el recurso a esos usos menores de
la fuerza.

6) la legitima defensa
La ilicitud de un hecho de un estado que no esté de conformidad con una
obligación internacional de ese estado quedará excluida si ese hecho
constituye una medida lícita de legítima defensa, tomada en conformidad con la
Carta de las Naciones Unidas.
La Comisión de Derecho Internacional considera necesaria la presencia de dos
premisas básicas para la operación de la legítima defensa:
Su empleo solo "en los casos en que tenga finalidades defensivas, es decir,
que adopte la forma de oposición al ataque violento de otro sujeto"
Su carácter de "excepción a una norma por la que se reserva a una autoridad
centralizada al monopolio o el cuasi monopolio de uso e la fuerza".
Conforme Barboza, el mecanismo básico del estado de necesidad se repite en
la figura de peligro extremo, en las contramedidas y en la legítima defensa,
formando todas estas la " familia de la necesidad".
En la legítima defensa, si no se utiliza la fuerza para defender la integridad
territorial o la independencia política del Estado, se perderían esos preciados
bienes. En la defensa tampoco puede haber exceso, es decir, debe imperar la
proporcionalidad so pena de incurrir en la ilegalidad. En las contramedidas,
tales hechos, los cuales serían ilícitos de no mediar el antecedente del
cumplimiento anterior por el estado al que se aplican de una obligación
internacional, son el único medio para el estado de hacer valer su derecho, o
en otras palabras, de proteger su bien jurídico atacado por el incumplimiento.

Responsabilidad LÍCITA
(distintos tipos de responsabilidad)

A) Responsabilidad internacional derivada del acto ilícito: recogiendo el sentido


tradicional, la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, al
redactar el artículo 1 del proyecto de artículos sobre responsabilidad de los
Estados, establecía que «todo hecho internacionalmente ilícito de un Estado da

230
Eunice Carri

lugar a las responsabilidad internacional de éste». Su presupuesto


indispensable viene dado por la existencia de una violación de una obligación
derivada de una norma internacional convencional o consuetudinaria, siendo
irrelevante en cualquier caso la eventual pretensión de legalidad interna en que
el sujeto internacional funde su comportamiento si el ordenamiento
internacional ha sido vulnerado.La gravedad del ilícito será pareja además a la
mayor o menos trascendencia del alcance de la transgresión, en la medida en
que ésta afecte o no a una obligación erga omnes, en cuanto entonces se
estaría ante un crimen internacional y no sólo ante un mero delito internacional.
Aunque ambas categorías delictuales generan responsabilidad, el crimen
internacional presupone por parte de un sujeto internacional determinado la
violación de una obligación respecto al conjunto de la comunidad internacional -
así, en los casos de comisión de delitos de genocidio, agresión, tráfico humano,
apartheid, dominación colonial o masiva contaminación dolosa en los ámbitos
marítimo o espacial- y, por tanto, conlleva no sólo la necesidad de la
correspondiente reparación, sino también la imposición de sanciones
internacionales tanto en vía judicial como política.
La comisión del acto ilícito debe ser atribuible, pues, a un sujeto internacional
determinado, por lo que es irrelevante la cualidad del órgano estatal o
internacional concreto autor de la infracción, conjugándose a tal fin dos
principios concurrentes -el principio de su personalidad jurídica única y el
principio de efectividad-, de forma que el comportamiento de dichos órganos le
sea imputable aun en los casos de notorio exceso en sus propias competencias
internas (acto ultra vires) o cuando se trata de la conducta de personas
particulares que, no siéndole achacable, sí pone de relieve una omisión de su
deber general de vigilancia respecto a la tutela del orden y seguridad
internacionales.

B) Responsabilidad internacional derivada de actos permitidos por el Derecho


Internacional o de actividades lícitas de alto riesgo: en la actualidad se perfila
de forma muy individualizada la existencia de responsabilidad internacional por
las consecuencias perjudiciales de actos no prohibidos por el Derecho
Internacional, por lo que se producirá -en palabras de PASTOR RIDRUEJO-
«el desencadenamiento de la obligación de reparar sin necesidad de ilicitud
previa por parte del Estado».

La responsabilidad sine delicto es la que se genera en ciertos casos en que se


causa un daño sin violación de obligación, a diferencia de la que vimos
anteriormente, que se basa en el hecho ilícito de un Estado. Se aplica a
actividades que, aunque peligrosas, son lícitas debido a su utilidad para la
sociedad que las permite, y en las que la responsabilidad por los daños
causados surge aunque se hubieran empleado las precauciones debidas para
tratar de evitar los accidentes. No interesa, por ende, la culpa: si se produce un
daño y la relación causal entre incidente y daño queda establecida, debe
indemnizarse sin más.
En lo que toca al derecho internacional, si bien una corriente mayo-ritana de
opinión considera que no existen normas de derecho internacional general que
consagren este tipo de responsabilidad, ella es recogida en numerosos
tratados en los que la responsabilidad se canaliza hacia el explotador y en
algunos casos, como en las convenciones de responsabilidad por daños
nucleares (de París y de Viena), el Estado tiene una responsabilidad residual.
231
Eunice Carri

Hay sólo una convención en la que se atribuye exclusiva responsabilidad sine


delicto al Estado: la relativa a los daños producidos por objetos lanzados al
espacio.
Suele también llamarse a esta responsabilidad “objetiva”. Por nuestra parte,
propusimos “causal”, puesto que opera por el mero nexo causal entre el acto y
el resultado perjudicial. Tras posterior reflexión, llamarla “responsabilidad sine
delicto” nos parece lo más apropiado y específico,, porque surge sin que se
viole obligación alguna, esto es, sin hecho ilícito.

Las diferencias entre la responsabilidad sin delito, de la estudiada


anteriormente son varias:
- Diferencias de fundamentos: El fundamento de la responsabilidad por
ilicitud es la violación de la obligación, el hecho ilícito que causa un daño
jurídico y que exige el retorno a la legalidad; el de la responsabilidad sine
delicto, por el contrario, encuentra su fundamento en el daño producido por
un hecho lícito. No hay daño jurídico ni existe por ende el reclamo de
retorno a la legalidad.
- Normas primarias y secundarias: a diferencia de las obligaciones por hecho
ilícito que emergen de normas secundarias, las sine delicto son primarias.
- La atribución de conducta al Estado: (imputación): Hemos visto que en la
responsabilidad por hecho ilícito se atribuye al Estado la conducta de
ciertas personas actuando en determinadas condiciones. En la
responsabilidad sine delicto, en cambio, las conductas que originan el daño
no se atribuyen al Estado, y las obligaciones que a éste incumben nacen
simplemente porque dichas actividades se desarrollan bajo su jurisdicción o
control.
- El daño: La responsabilidad de los Estados (por hecho ilícito, se entiende)
no asigna al daño ninguna función para determinar la violación de una
obligación internacional, En cambio, en la responsabilidad sine delicto el
daño es condición sine qua non de la respon sabilidad: sin daño no existe
obligación alguna por parte del eventual responsable, ya que es el daño el
que pone en movimiento el mecanismo de la norma primaria que rige esta
responsabilidad y hace exigible la prestación que es el contenido de la
obligación de indemnizar.
- La Reparación: el principio dominante en la responsabilidad por ilicitud es el
de la in integrum restitutio, “borrar las consecuencias del hecho ilícito y
restablecer la situación que hubiera existido si el hecho no hubiera tenido
lugar”.10 Si bien hay una tendencia a que en la responsabilidad une delicto
se llegue asimismo a similar resultado, en la responsabilidad sine delicto el
hecho de que sea una actividad lícita la que origina el daño hace posibles
otras diferencias, como la de fijar topes a las indemnizaciones,11 rasgo
contrario a la lógica de la reparación del daño causado por el hecho ilícito.
La reparación no tiene la misma naturaleza en los dos tipos de
responsabilidad: cuando media la violación de una obligación, el principio es
categórico: hay que borrar las consecuencias del hecho ilícito. Cuando no
existe dicha violación, la equidad y la justicia aconsejan llegar lo más cerca
posible de la regla de Chorzow.
- La cesación: esto es, la terminación del acto continuado violatorio, que sería
rasgo característico de un hecho ilícito, y no se presenta en la
responsabilidad por acto lícito. El concepto clásico de causación ha sido
reemplazado a veces por construcciones jurídicas como la responsabilidad
cuasi colectiva, por ejemplo en ciertos casos de daño ecológico. Es muy
interesante anotar que la reparación del daño se reparte entre sujetos que
no causaron el incidente que produjo dicho daño, pero que tienen relación
232
Eunice Carri

estrecha con la actividad peligrosa. Las redes de protección, la canalización


de la responsabilidad, la responsabilidad residual del Estado o los fondos
compensatorios son mecanismos en los que consideraciones prácticas
prevalecen sobre conceptos estrictos de causalidad. atribución “colectiva”
en forma de redes o de capas de responsabilidad tiene que ver, en algunos
casos, con la incertidumbre y complejidad de los vínculos de causalidad en
lo relativo al medio ambiente, por ejemplo, o con el manejo de tecnologías
complicadas que hacen muy difícil discernir las causas productoras del
daño.

Labor de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas.

Desde el año 1978, la Comisión de Derecho Internacional, a solicitud de la


Asamblea General de las Naciones Unidas incluyo en su agenda de trabajo el
tema de la responsabilidad internacional por las consecuencias perjudiciales de
actos no prohibidos por el derecho internacional. En 1997, la Comisión de
Derecho Internacional, considero que el tema abarcaba dos cuestiones: la
prevención y la responsabilidad propiamente dicha. En consecuencia, decidió
examinar en primer lugar la prevención de daños fronterizos causados por
actividades peligrosas. En 2001 aprobó el texto definitivo de un proyecto sobre
este primer aspecto de la cuestión, remitiéndolo a la Asamblea General con la
recomendación de que invitase a los estados a elaborar una convención sobre
dicha base. A partir de ese momento, y nuevamente a solicitud de la Asamblea
General, reanudo el examen de los aspectos del tema relacionados con la
responsabilidad propiamente dicha. Si bien se esta en presencia de un
anteproyecto de tratado, actualmente a consideración de los Estados, y de
trabajos preparatorios, la labor cumplida hasta el presente constituye doctrina
valiosa en tanto que guía para el conocimiento de una cuestión compleja y
novedosa del derecho internacional.

3.- Reparación: principios, modalidades.

El Estado que ha incurrido en un hecho internacionalmente ilícito tiene el deber


de reparar las consecuencias jurídicas de ese hecho. En primer lugar, deberá
cesar en la ilicitud, si el hecho continua, ofreciendo seguridades de no
repetición. Pero, a más, ha de reparar íntegramente el perjuicio causado, tanto
material como moral, volviendo las cosas al estado anterior al hecho ilícito o, de
no ser ello posible, pagando una suma que corresponda al valor de la
restitución debida, incluyendo lucro cesante e intereses cuando fuesen
procedentes.
Cuando el perjuicio causado no pudiese ser reparado por restitución o
indemnización, el Estado responsable tienen una obligación a su cargo, esta
es, la de dar satisfacción, como por ejemplo: una disculpa formal por la quema
de una bandera de otro Estado.

El criterio básico de la reparación es la restitución integral, plena, de todos


los daños causados por el hecho ilícito. Principio consagrado por la Corte
Permanente en el asunto de la Fábrica de Chorzow: “Es principio de derecho
internacional que el incumplimiento de un compromiso impone la obligación de
reparar en forma adecuada... la reparación debe, en la medida de lo posible,
233
Eunice Carri

borrar todas las consecuencias del hecho ilícito y restablecer la situación que,
según toda probabilidad, habría existido si dicho hecho no se hubiera cometi-
do”.
La Comisión eligió distinguir entre la reparación plena y el simple retorno a la
situación anterior al hecho ilícito, que sería la restitución.
La regla de Chorzow ubica la reparación plena en el momento en que tiene
lugar, no en el momento anterior al hecho ilícito; entre ambos momentos
pudieron surgir daños que también es menester compensar (pago de intereses
o de lucro cesante, por ejemplo). En suma, reparación se toma en sentido
amplio, y restitución en sentido específico. Para que la reparación plena se
produzca es necesario que cada uno de los tipos de daño anteriormente
analizados encuentre su compensación, por eso el dice: “La reparación íntegra
del perjuicio causado por el hecho internacionalmente ilícito adoptará la forma de
restitución, de indemnización y de satisfacción, ya sea de manera única o
combinada”.

Irrelevancia del derecho interno


Tampoco en el campo de la responsabilidad puede el Estado “basarse en su
derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones
internacionales”.

Las formas de reparación corresponden a los diferentes tipos de daños.

- El daño directo (indemnizable): no todo daño es indemnizable. El distingo


entre daños directos e indirectos (indemnizables e indemnizables
respectivamente) tiene que ver con la relación de causalidad entre el hecho
ilícito y el daño, siendo directo un daño que el derecho considere causalmente
unido al hecho ilícito e indirecto un daño que se ha producido por la
intervención de un factor extraño en la cadena causal, una concausa, que la ha
desviado y así producido, o contribuido a producir, el daño en cuestión. Pero no
está enteramente claro en doctrina o en la jurisprudencia a qué se refieren
exactamente esos términos. La causalidad, y por ende el carácter de
indemnizable o no del daño, es algo que debe ser apreciado en cada caso.

- Distintas especies de daños reparables: Los artículos de la CDI sólo


hablan del daño material y del moral. En la doctrina de la responsabilidad de
los Estados por hechos ilícitos, suele admitirse la existencia de distintas clases
de daño; una primera distinción se refiere al daño inmediato y mediato.
El primero es el que sufre el Estado, de orden material cuando afecta su
territorio, o su organización, sus bienes en el país y en el exterior, sus
instalaciones militares, locales diplomáticos, buques, aeronaves, naves
espaciales, etc. Es de orden moral cuando afecta a su prestigio, su
personalidad moral.
El daño mediato, en cambio, es el que se inflige al Estado a través de las
personas físicas o jurídicas de sus nacionales o representantes, así como de
los bienes que a éstas pertenecen, y puede también dividirse en daño material
o moral.
A los diversos tipos de daños que puede sufrir el Estado lesionado por efectos
del hecho ilícito corresponden diversas formas de reparación. Al daño material
se asigna, según lo vimos en los principios generales, o bien la restitución en

234
Eunice Carri

sentido restricto (o sea, la vuelta al statu quo ante) o si eso no es posible, una
indemnización que sustituya o complete lo que la restitución no alcance a
compensar: si la restitución es parcialmente posible, se completa con una
indemnización por lo que falta. Al daño moral del Estado, sufrido en su honor,
dignidad y prestigio suele asignarse la satisfacción. Pero el daño moral de los
nacionales del Estado se cubre por medio de una indemnización, como parte
integrante del daño principal sufrido por el Estado.
“Es un principio de derecho internacional, e incluso una concepción
general del derecho, que toda violación de un compromiso implica
obligación de reparar”.
Si por “responsabilidad” queremos decir “reparación”, entonces es necesario el
concepto de “daño”. La reparación es reparación de un daño: daño y
reparación son inseparables, como el anverso y el reverso de la misma
moneda. Si no hay daño, ¿qué es lo que se repara? No habría en tal caso
reparación posible, ni por ende responsabilidad. ¿Qué sucede, entonces,
cuando la violación de una obligación internacional no produce daño material ni
moral? Según el derecho de la responsabilidad, hay consecuencias, por
ejemplo la declaración, hecha por un tribunal o directamente por el Estado
responsable, de que se violó una obligación internacional. Eso restituye al
Estado afectado en su derecho sujetivo y restablece el imperio del derecho
objetivo. En cambio, existiendo daño moral y material, las excusas por la
violación pueden satisfacer el daño moral, pero si no se repara el material,
subsiste el daño jurídico y no hay retorno a la legalidad.
Al restituir al Estado en sus derechos y restaurar el derecho objetivo, la
responsabilidad hace volver la situación a su cauce de legalidad. La legalidad
se restaura no sólo con respecto al Estado individualmente afectado, sino
también a la colectividad del tratado multilateral si la obligación violada es erga
omnes partes, o a la comunidad internacional en su conjunto en el caso de las
erga omnes.

MODALIDADES

La reparación es la obligación que tiene el autor de un hecho


internacionalmente ilícito a reparar el daño causado, al ser considerado
internacionalmente responsable del hecho ilícito que ha cometido. El autor de
un hecho ilícito está obligado a reparar el daño realizado.
La consecuencia normal del hecho internacionalmente ilícito es la
responsabilidad internacional de su autor. Esta consecuencia se conecta
visiblemente con el derecho subjetivo lesionado (se es responsable frente a
alguien) y en este sentido hace entrar en juego la noción del daño o perjuicio
resultante para uno o varios sujetos de Derecho de la transgresión por otro
sujeto de una obligación jurídica a su cargo. Ese daño causado a un sujeto de
Derecho con la comisión del hecho ilícito es el que en general da lugar a la
obligación de reparar.
Ahora bien, esta obligación de reparar en sentido lato cubre en realidad dos
aspectos distintos en DI: el hecho internacionalmente ilícito causa un daño o
perjuicio que es preciso reparar, pero puede, además, estar en el origen de una
situación ilícita que persiste o se prolonga en el tiempo, en cuyo caso lo que
está en juego es una vuelta a la legalidad. En DI y bajo el título de reparación

235
Eunice Carri

lato sensu, se engloban tanto la compensación del perjuicio (reparación stricto


sensu) como la cesación de la situación ilícita o vuelta a la legalidad.
A esos dos aspectos diferentes se refiere el proyecto de la CDI. Por un lado, el
art. 30 establece que, tratándose de hechos ilícitos de carácter continuo y sin
perjuicio de la responsabilidad en que haya incurrido el Estado autor, éste está
obligado a poner fin al hecho. Por otro lado, el art. 31 dispone que el Estado
responsable está obligado a reparar íntegramente el perjuicio causado por el
hecho internacionalmente ilícito.
En su jurisprudencia, el TIJ ha distinguido esos dos aspectos, la cesación y la
reparación, al valorar la conducta del Estado autor y deducir las consecuencias
de ella.
La reparación del perjuicio
El Estado responsable está obligado no sólo a hacer cesar el hecho ilícito, sino
también a reparar íntegramente el perjuicio causado por ese hecho. El perjuicio
comprende todo daño, tanto material como moral, causado por el mismo.
El daño puede consistir en una lesión directa de los derechos de otro Estado o
en un perjuicio ocasionado a un particular extranjero. No obstante, desde el
punto de vista jurídico internacional, sólo el daño sufrido por el Estado es
relevante, sin perjuicio de cualquier derecho que la responsabilidad
internacional de un Estado pueda generar directamente en beneficio de una
persona o de una entidad distinta de un Estado.
El daño del Estado así concebido, consistente en una lesión inmediata de un
derecho o interés exclusivamente suyo, o en un perjuicio irrogado a un nacional
suyo cuya causa viene a asumir el propio Estado puede representar o no un
perjuicio patrimonial, del mismo modo que en su caso puede representarlo o no
para el propio particular.
Si lo que está en juego es un perjuicio patrimonial irrogado a un nacional del
Estado, el monto de la reparación (que no dejaría de tener la naturaleza de una
reparación de Estado a Estado) se calculará de acuerdo con los daños sufridos
por el particular.
Si se trata de un perjuicio de carácter no patrimonial, surgirá un tipo de
responsabilidad especial, que podrá traducirse en la llamada “satisfacción”.
La obligación de reparar: sus modalidades
La obligación de reparar, que corre a cargo del Estado responsable, es una
consecuencia directa de la comisión de un hecho internacionalmente ilícito y no
depende de una demanda o protesta por cualquier Estado.
Por otra parte, la obligación de reparar, al igual que la de hacer cesar el hecho
ilícito, puede darse con respecto a otro Estado, a varios Estados o a la
comunidad internacional en su conjunto, según sean la naturaleza y el
contenido de la obligación internacional violada y las circunstancias de la
violación. Así, la contaminación del mar, en caso de ser extensa e importante,
puede afectar a la comunidad internacional en su conjunto o a los Estados
ribereños de una región y, en otras circunstancias, puede afectar tan sólo a un
Estado vecino. Por lo demás, el Estado responsable no puede invocar las
disposiciones de su Derecho interno o su propia práctica institucional para no
cumplir con su obligación de reparar.
La obligación de reparar alude a los diversos medios con que cuenta el Estado
para liberarse de la responsabilidad derivada del hecho internacionalmente
ilícito y que podrían básicamente resumirse en tres modalidades: la
satisfacción, la restitución y la indemnización o resarcimiento. Mientras que la

236
Eunice Carri

satisfacción es la forma adecuada de reparación de los perjuicios no


materiales, la restitución (o compensación por equivalencia en su caso) y la
indemnización operan esencialmente en el campo de los daños patrimoniales
causados al propio Estado o a particulares extranjeros.
Se aplica la regla de Chorzow, al determinar la manera en que puede cumplirse
la reparación íntegra: “La reparación íntegra del perjuicio causado por el hecho
internacionalmente ilícito adoptará la forma de restitución, de indemnización y
de satisfacción, ya sea de manera única o combinada, de conformidad con las
disposiciones del presente capítulo”.

La satisfacción
La satisfacción es una forma adecuada para enjugar los daños “morales”
ocasionados al Estado (ofensa al honor o a la dignidad).
En la noción de satisfacción se incluye una serie de prestaciones como la
presentación de excusas, el castigo de los culpables, el pago de una suma
simbólica e incluso la verificación, por una instancia imparcial internacional, del
carácter ilícito del hecho. Alguna vez se instó, por un órgano internacional, al
Estado culpable a reconocer el carácter ilegal de su acción y presentar excusas
al Estado perjudicado. En todo caso, dar satisfacción por el perjuicio causado
se presenta como una obligación del Estado responsable “en la medida en que
ese perjuicio no pueda ser reparado mediante restitución o indemnización”. La
satisfacción no debe ser desproporcionada en relación al perjuicio ni puede
adoptar una forma humillante para el Estado responsable.
La satisfacción puede darse a través de varias prestaciones a la vez (disculpas,
castigo de los funcionarios responsables e incluso indemnización de daños y
perjuicios correspondiente a la gravedad de la vulneración de los derechos del
Estado lesionado).
La restitución
La restitución es, en principio, la forma más perfecta de reparación en la
medida en que apunta a restablecer el statu quo ante, borrando todas las
consecuencias del hecho ilícito (abrogación de una disposición interna contraria
al DI y anulación de sus efectos; puesta en libertad de una persona; restitución
de dinero, documentos o bienes de distinta naturaleza; liberación y devolución
de buques capturados, etc).
El art. 35 del proyecto de artículos de la CDI dispone que el Estado
responsable “está obligado a la restitución, es decir, a restablecer la situación
que existía antes de la comisión del hecho ilícito” en la medida en que ello no
sea materialmente imposible. Riphagen en 1980 señaló que “una restitutio in
integrum perfecta es, de hecho, siempre “imposible”: lo que ha sucedido ha
sucedido, y ningún poder en la Tierra puede deshacerlo”.
Dejando aparte los múltiples casos de restitución imperfecta, diversas
circunstancias pueden impedir o desaconsejar de hecho la realización de esta
forma de reparar. Bernad distingue al respecto los supuestos de imposibilidad
material (asesinato de una persona, desaparición o destrucción de bienes) y de
imposibilidad jurídica (por obstáculos constitucionales o legislativos: dificultad
de eliminar in toto las consecuencias de una ley o de una medida
administrativa), así como ciertos supuestos en los que por diversas causas no
prospera esta modalidad de la reparación (oposición del Estado responsable,
desinterés del perjudicado a optar por una indemnización, acuerdo de las
partes, invocación de intereses públicos superiores, inoportunidad de la

237
Eunice Carri

restitución en el caso concreto, etc.). En tales supuestos puede operar el


mecanismo de la compensación o reparación por equivalencia, situado ya fuera
del estricto ámbito de la restitución.

La indemnización
La indemnización tiende, en principio, a cubrir cuantitativamente, además de lo
debido por equivalencia, el resarcimiento de los daños sufridos que no hayan
sido reparados por el pago efectivo.
Según se establece en el art. 36.1 del proyecto de artículos de la CDI, el
Estado responsable está obligado a indemnizar el daño causado por el hecho
ilícito en la medida en que éste no haya sido reparado por la restitución. Esta
es la forma más común de reparación y, por tanto, la más minuciosamente
analizada en sus diversos aspectos por la jurisprudencia internacional.

La determinación del contenido de la reparación


El hecho de que, en general, la reparación deba regirse por la regla de la
proporcionalidad significa que, en concreto, se ajuste en lo posible a la entidad
del daño, esto es, que no sea inferior ni superior a éste.
El que la reparación deba cubrir en lo posible todo el perjuicio ha llevado a la
jurisprudencia a incluir en ella la indemnización del lucro cesante, el pago de
intereses y el resarcimiento de daños extrapatrimoniales. En el laudo relativo al
ballenero norteamericano Cape Horn Pigeon (1902), capturado en alta mar por
un crucero ruso, el árbitro sostuvo que la indemnización debería compensar no
sólo el daño sufrido sino también los beneficios no percibidos a causa de la
captura.
En relación con el lucro cesante y los intereses, los arts. 36.2 y 38 del proyecto
de artículos de la CDI vienen a corroborar una práctica bien establecida al
prever que la indemnización, que cubrirá todo daño económicamente valorable
sufrido por el Estado lesionado, podrá incluir el lucro cesante (en la medida en
que éste sea comprobado) y los intereses (devengados desde la fecha en que
debería haberse pagado la suma principal hasta la fecha en que se haya
cumplido la obligación de pago).
En lo que se refiere a los daños extrapatrimoniales se establece como una
forma apropiada de satisfacción, en caso de vulneración manifiesta de los
derechos del Estado lesionado, la indemnización de daños y perjuicios
correspondiente a la gravedad de esa vulneración.

4.- Derecho penal internacional: evolución, concepto, tipificación de los crímenes y


delitos internacionales. Tribunales de Nuremberg y Tokio. Tribunales ad hoc de ONU.
Corte Penal Internacional: Estatuto de Roma.

El derecho penal internacional es la rama del derecho que define los crímenes
internacionales y regula el funcionamiento de los tribunales competentes para
conocer de los casos en los que los individuos incurran
en responsabilidad penal internacional, imponiendo las sanciones que
correspondan.
La lista de los delitos internacionales fue establecida por la Primera
Conferencia para la Unificación del Derecho Penal, reunida en Varsovia en
1927:

238
Eunice Carri

 Genocidio.
 Piratería.
 Falsificación de monedas metálicas, otros efectos públicos o billetes de
banco.
 Trata de esclavos.
 Trata de mujeres o de niños,
 Empleo intencional de todos los medios capaces de producir un daño
común.
 Destrucción de cables submarinos.
 Tráfico de publicaciones obscenas.
 Tráfico de estupefacientes: incluye el cultivo, producción, fabricación, tráfico
y uso ilícito o de estupefacientes.
Esta lista ha sido completada en Congresos posteriores (entre otros, por el
Primer Congreso de Derecho Comparado de La Haya, en 1932). Ejemplo:
terrorismo.

El Derecho Penal Internacional es la rama del Derecho que define los crímenes
internacionales ( principalmente, genocidio, crimen de guerra, crímenes contra
la humanidad y crimen de agresión ) y regula el funcionamiento de los
tribunales competentes para conocer de los casos en los que los individuos
incurran en responsabilidad penal internacional, imponiendo las sanciones que
correspondan. El surgimiento de esta rama supone una importante evolución
respecto del Derecho internacional clásico, que era esencialmente interestatal y
no consideraba a la persona como sujeto de Derecho internacional. La
responsabilidad individual es independiente de la responsabilidad internacional
del estado.
El principal órgano del Derecho Penal Internacional es la Corte Penal
Internacional, el primer tribunal de justicia penal internacional permanente,
creado en 1998 a través del Estatuto de Roma. La Corte tiene sede en La
Haya.
Se encuentran algunos precedentes del derecho internacional penal antes de la
Primera Guerra Mundial. No obstante, es tras esta guerra cuando se plantea la
creación de un auténtico tribunal penal internacional que enjuiciaría a los
responsables de crímenes cometidos durante el conflicto. Así lo previó la Parte
Séptima del Tratado de Versalles de 1919 para juzgar al Káiser Guillermo II de
Alemania; pero los Países Bajos ofrecieron asilo al emperador, lo que frustró la
iniactiva.
Tras la Segunda Guerra Mundial, las potencias aliadas acordaron, en virtud de
la Carta de Londres, la constitución de un tribunal que juzgaría no sólo
crímenes de guerra, sino también los crímenes contra la humanidad cometidos
bajo el régimen Nazi. Los conocidos como juicios de Núremberg comenzaron el
20 de noviembre de 1945, y se dictó sentencia el 30 de septiembre y el 1 de
octubre de 1946. También se creó un tribunal similar para los crímenes de
guerra japoneses, el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente,
que operó entre 1946 y 1948.
Los principios que inspiraron los juicios de Nuremberg tuvieron una relevancia
fundamental en la conformación del Derecho internacional penal. La resolución
95 (I) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 11 de diciembre de
1946, reconoció los principios formulados en la Carta de Londres y las
sentencias del Tribunal de Nuremberg. Asimismo, solicitó al Comité de

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Eunice Carri

codificación de Derecho Internacional que fijara como asunto prioritario la


redacción de un "Código Criminal Internacional" que concretara los delitos
contra la paz y seguridad de la humanidad de acuerdo con los principios
aplicados en Nuremberg. Se planteó poco después la creación de un tribunal
permanente, pero los trabajos quedaron finalmente paralizados.
La idea del Derecho internacional penal se reactivó en la última década del
siglo XX. En 1993, como consecuencia de las violaciones de derechos durante
las Guerras Yugoslavas, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
acordó la creación de un Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. En
1994, el genocidio de Ruanda provocó que se aprobara también la constitución
del Tribunal Penal Internacional para Ruanda.
La Comisión de Derecho internacional había iniciado en 1993 los trabajos
preparatorios para el establecimiento de una tribunal penal internacional de
carácter permanente. En 1998 se firmó el Estatuto de Roma, que crea la Corte
Penal Internacional (CPI).

Actualmente, el tribunal más importante en este ámbito es la Corte Penal Internacional,


pero existen además otros tribunales creados ad hoc. Algunos son de carácter
exclusivamente internacional, como el Tribunal Penal Internacional para la ex
Yugoslavia o el Tribunal Penal Internacional para Ruanda. Otros son híbridos y están
compuestos por jueces tanto nacionales como internacionales. Es el caso de la Cámara
Extraordinaria en las Cortes de Camboya, que investiga los crímenes en Kampuchea
Democrática, o el Tribunal Especial para Sierra Leona, encargado de enjuiciar los
crímenes cometidos durante la guerra civil.

Cabe evaluar la necesidad de enjuiciamiento y sanción punitiva de las


personas acusadas de haber incurrido en responsabilidad internacional penal.
La práctica permite distinguir 3 instancias: la justicia de un Estado, los
Tribunales Penales Internacionales, y los Tribunales internos
Internacionalizados. Todo estado soberano tiene el poder de crear su propio
ordenamiento jurídico, aplicarlo y en caso de ser transgredido, juzgar y
eventualmente tomar medidas coactivas. Pero pueden habilitarse tribunales
internacionales, independientemente de lo que dispusiese el derecho interno,
puesto que prevenir, juzgar y sancionar la comisión de los ilícitos
internacionales es trascendente para la comunidad internacional en su conjunto
y puede constituir una vía de pacificación luego de conflictos.
Hay entonces que hablar del concepto de Jurisdicción, que significa decir
derecho. Es el poder de decir el derecho. La medida de la jurisdicción esta
dada por la competencia, determinada por materias, territorios, personas y
tiempo, límites que fijan la validez de un ordenamiento jurídico. La jurisdicción
de cada Estado es una lógica consecuencia de principio de igualdad soberana
de los Estados (libres de regular su PJ y PL, siempre que no sobrepasen los
límites prohibidos por el DI).
El ejercicio de la jurisdicción universal de tipo penal se ha fundamentado a
partir del siglo XIX en normas consuetudinarias del DI que permitían la
persecución de actos de piratería cometidos en espacios desligados del
ejercicio de soberanía de los Estados. Posteriormente la CPJI aplicó dicha
norma consuetudinaria en el caso LOTUS.

240
Eunice Carri

Se desprende que todos los estados tienen el deber de garantizar la protección


de intereses comunes a todos los estados, y de no permitir una violación que
afecte y lesione dichos intereses que les resultan idénticos.
Ahora bien, en materia de crímenes internacionales, específicamente con
relación a los crímenes de guerra, la identificación de valores comunes a todos
los estados puede advertirse con posterioridad a la Primera Guerra Mundial.
Finalizada dicha guerra, las potencias aliadas decidieron reglamentar los
términos de la paz a través de una Conferencia de Paz, que celebrada en
Francia, concluyó con la firma del Tratado de Paz de Versalles de 1919; y que
constituye uno de los primeros tratados internacionales en el cual se
establecen las bases para la aplicación del principio de responsabilidad
individual por crímenes cometidos durante la guerra por miembros de una
fuerza beligerante en contra de las personas o de los bienes de otra.
Luego de la segunda guerra mundial, se desarrolló el valor de dignidad de la
persona; y en valor de su protección un Estado podía intervenir para perseguir
la sanción de crímenes internacionales. Así, la justicia de los estados adopta un
criterio distinto: cuando se evidencia un incumplimiento se da la posibilidad a
terceros estados para que asuman esta tarea ejerciendo la jurisdicción penal
universal.
La jurisdicción penal universal se define como la jurisdicción penal que se basa
exclusivamente en la naturaleza del crimen, sin importar el lugar en el que éste
se cometió, ni la nacionalidad del acusado o de la víctima, y sin que se requiera
otro punto de conexión con el Estado que se ejerce la jurisdicción más allá del
que derive de la naturaleza propia de la conducta criminal.
A lo expuesto se agrega el principio de imprescriptibilidad.

Crímenes y delitos internacionales

Siguiendo el estatuto ya aprobado de la nueva Corte Penal


Internacional, podemos definir estos delitos en 4 categorías:

EL GENOCIDIO.
Es la acción perpetrada con la intención de destruir ( total o parcialmente) a un
grupo nacional, étnico, racial o religioso. Comprende las matanzas; las lesiones
graves a la integridad física o mental de los miembros de un grupo; el
sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de
acarrear su destrucción física, total o parcial; las medidas destinadas a impedir
nacimientos en el seno del grupo y el traslado por la fuerza de niños del grupo
a otro grupo.

CRIMENES DE LESA HUMANIDAD.


Son los actos cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático
contra una población civil. Por ejemplo, el asesinato, el exterminio, la
esclavitud, la tortura, la violación, la prostitución o el embarazo forzado, el
secuestro y la desaparición forzada de personas, el apartheid y otros “actos
inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes
sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental
o física”.

241
Eunice Carri

CRIMENES DE GUERRA.
Son las violaciones graves al Derecho Internacional Humanitario. En conflictos
internacionales, están tipificados en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949.
Y en conflictos internos, son crímenes de guerra las violaciones graves al
artículo 3, común a los cuatro Convenios de Ginebra y a las leyes y usos
internacionales aplicables en estos conflictos no internacionales. Por ejemplo,
el homicidio, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y la toma de rehenes
de personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los
miembros de las fuerzas armadas que se hayan rendido o hayan quedado
fuera de combate por enfermedad, herida o detención. Son también violaciones
graves al DIH cualquier forma de ataque intencional contra la población civil
(como un todo) o contra las personas civiles (individualmente consideradas); el
reclutamiento de menores de quince años o su utilización para participar
activamente en las hostilidades; el desplazamiento forzado de poblaciones por
razones relacionadas con el conflicto, a menos que así lo exija la seguridad de
los civiles o razones militares imperiosas.

CRIMENES DE AGRESION.
En el estatuto de la Corte son los crímenes contra la paz. No están definidos en
el estatuto, pero lo serán en el futuro. Son los actos de dirección, apoyo,
colaboración y encubrimiento de una guerra de agresión. Las excepciones al
principio de prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales
son : a) la legítima defensa; b) las medidas de seguridad colectivas ordenadas
por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de acuerdo con el
capítulo VII de la Carta; y c) la empleada, si no hubiere otra opción, por los
movimientos de liberación nacional. Pero éstos no son tales sino cuando
representan a un pueblo en su lucha por la autodeterminación contra un Estado
colonial, racista y de ocupación. No es el caso, por ejemplo, de las guerrillas en
Colombia.

Tribunales de Nuremberg y Tokio

Antecedentes para la creación de un Tribunal Penal Internacional

Los fundamentos políticos y doctrinales para el establecimiento de un tribunal


internacional que pudiera juzgar crímenes contra la humanidad, datan en
occidente desde la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que permitió poner en
práctica los conceptos de derecho humanitario bélico que habían sido
elaborados por las primeras convenciones de Ginebra de 1864 y de La Haya
de 1899 y 1907.
Desde el inicio del conflicto, dos de los vencidos fueron acusados de gruesas
violaciones al derecho internacional: Alemania con relación a la ocupación de la
neutral Bélgica, y Turquía con relación a la persecución al pueblo armenio. Con
respecto a las penalidades para el vencido Imperio Alemán, el Tratado de
Versalles del 28 de junio de 1919, estableció que se constituiría un tribunal
penal internacional compuesto por cinco jueces, que juzgaría al emperador
alemán Guillermo II por su "ofensa suprema contra la moralidad internacional y
la santidad de los tratados", para lo que se requeriría su extradición a los
Países Bajos. Desde el punto de vista histórico, esto constituyó un precedente

242
Eunice Carri

valioso como muestra de la voluntad internacional de concluir con la tradición


de las amnistías dictadas al finalizar la guerra, aunque careció de resultados en
la práctica. El tribunal no alcanzó a constituirse, Guillermo II nunca fue
extraditado y se dejó en manos de los jueces de su país.
La falta de resultados concretos para castigar las violaciones del derecho
internacional tras la Primera Guerra Mundial, estuvo presente en la actitud que
los aliados tomaron, desde sus primeras negociaciones a mediados de la
Segunda Guerra Mundial para castigar los crímenes cometidos. El
descubrimiento de los campos de concentración y las gruesas violaciones al
derecho de la guerra por parte de los alemanes fueron los factores
movilizadores para la creación de un tribunal internacional que tuviera a su
cargo el castigo de tales crímenes. A pesar de las discrepancias aliadas para
evitar la constitución del tribunal, que llegaron incluso a propiciar la ejecución
sumaria de los criminales nazis; el 26 de junio de 1945 en la Conferencia
Internacional sobre Tribunales Militares en Londres, se acordó la Carta
Orgánica del Tribunal Militar que juzgaría a los grandes criminales de guerra
alemanes en Nuremberg y que, en términos semejantes, permitiría el
juzgamiento de los japoneses por el Tribunal de Tokio, aunque este último tuvo
algunas características que lo separan del que juzgó a los europeos.
Los juicios de Nuremberg, constituyeron un conjunto de procesos
jurisdiccionales emprendidos a iniciativa de las fuerzas de las naciones aliadas
que vencieron al final de la Segunda Guerra Mundial, en los que se determinó y
sancionó las responsabilidades de dirigentes, funcionarios y colaboradores con
el régimen nacional-socialista de Adolfo Hitler, en los diferentes crímenes y
abusos cometidos a partir del 1 de septiembre de 1939.
Desarrollados en la ciudad alemana de Nuremberg entre 1945 y 1949, el
proceso que obtuvo mayor repercusión en la opinión pública mundial fue el
conocido como el Juicio principal de Nuremberg o Juicio de Nuremberg, que
celebró a partir del 20 de noviembre de 1945 el Tribunal Militar Internacional,
constituido por La Carta de Londres, en contra de 24 de los principales
dirigentes supervivientes capturados del gobierno nazi y de varias de sus
principales organizaciones.
Otros 12 procesos posteriores fueron conducidos por el Tribunal Militar de los
Estados Unidos entre los cuales se encuentran los llamados Juicio de los
doctores y Juicio de los jueces
El artículo 6º de la Carta del Tribunal de Nuremberg estableció como crímenes
generadores de responsabilidad individual y como hechos que entraban en la
jurisdicción del Tribunal, a los crímenes contra la paz, los crímenes de guerra y
los crímenes contra la humanidad. La primera calificación estaba destinada a
perseguir el planeamiento y preparación de la guerra de agresión que
desembocó en la Segunda Guerra Mundial. La segunda atendía a las
violaciones de las leyes de la guerra vigentes en la época, y la tercera
castigaba al asesinato, la exterminación, la esclavitud, la deportación y otros
actos inhumanos cometidos contra cualquier población civil, antes o durante la
guerra. También tenía en mira a las persecuciones basadas en motivos
políticos, raciales o religiosos, aunque no fueran en violación de leyes del país
donde se perpetraron.
Otro de los antecedentes podemos encontrarlos en el Tribunal Penal Militar
Internacional para el Lejano Oriente, que fue el órgano jurisdiccional ante el

243
Eunice Carri

que se desarrollaron los Juicios o Procesos de Tokio, organizados contra los


criminales de guerra japoneses una vez terminada la Segunda Guerra Mundial.
Otros dos pasos importantes en este camino han sido la creación de los
Tribunales "ad hoc"( Según el diccionario de acción humanitaria se refiere a
los Tribunales establecidos por el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas para juzgar crímenes cometidos en conflictos específicos, cuyas
competencias están restringidas a un periodo de tiempo y lugar determinados)
para juzgar a los presuntos culpables de violaciones graves al derecho
internacional humanitario en la ex Yugoslavia y el creado para juzgar a los
responsables de genocidio y otras violaciones del Derecho Internacional
Humanitario en Ruanda.
El primero, fue creado por el Consejo de Seguridad mediante resolución 827
del 25 de mayo de 1993. Este tribunal se encargaba de juzgar a los presuntos
responsables de haber cometido graves violaciones al derecho internacional
humanitario, convencional o consuetudinario, o delito de genocidio o crímenes
contra la humanidad, en el territorio de la ex Yugoslavia cometidos a partir del
1º de enero de 1991. Este tribunal dispone en el artículo 9 de su estatuto una
jurisdicción subsidiaria del tribunal con los tribunales internos. De esta manera
permite el ejercicio de su jurisdicción a los tribunales internos, estableciendo
una primacía del Tribunal Internacional sobre aquellos.
En cuanto al segundo de ellos, el implementado para el territorio de Ruanda,
fue creado mediante resolución 955 del Consejo de Seguridad del 8 de
noviembre de 1994. Poseía competencia para juzgar a los presuntos culpables
de los delitos de genocidio y otras violaciones del derecho internacional
humanitario, como así también a los ciudadanos ruandeses presuntamente
responsables de tales actos o violaciones cometidos en territorios de Estados
vecinos en el período que va desde el 1º de enero al 31 de diciembre de 1994.
La labor de estos tribunales fue de gran importancia, ya que facilitaron la
determinación del contenido y de las formas de genocidio, a saber: instigación
a cometer genocidio, conspiración para cometer genocidio, complicidad en el
genocidio, así como la comisión de genocidio propiamente dicha.
Efectos posteriores
El conjunto de procedimientos llevados a cabo tanto en Nuremberg como en
Tokio, significaron el establecimiento de reglas básicas de persecución de
criminales de guerra y la determinación de tales delitos.
Dentro de estos efectos, cabe destacar que el Tribunal de Nuremberg fijó las
bases de los que serían llamados posteriormente, Principios de Nuremberg,
recogidos varios de sus aspectos en los Tribunales Internacionales para la ex
Yugoslavia y Ruanda.
Fue de vital importancia, también, al redactarse:
 La Convención contra el Genocidio de 1948
 Declaración Universal de Derechos Humanos 1948
 Convenciones de Ginebra de 1949 y sus protocolos de 1977.
La tipificación de los crímenes y abusos realizada por los tribunales en
Nuremberg y los fundamentos de su constitución, representaron un avance
jurídico que sería aprovechado posteriormente por las Naciones Unidas, para el
desarrollo de una jurisprudencia específica internacional en materia de
crímenes en contra de la paz, crímenes de guerra y crímenes en contra de la
humanidad, así como para la constitución a partir de 1998 del tribunal
permanente de la Corte Penal Internacional. En este sentido el Tribunal de

244
Eunice Carri

Tokio contó con la ventaja de haberse iniciado con posterioridad al juicio


alemán, por lo que se pudo corregir parte de los errores que se cometieron en
Europa.
El legado de estos Tribunales Internacionales (Tokio y Nuremberg) sin duda es
la Corte Penal Internacional, establecida en Roma en 1998 y que tiene como
base de sus reglas de procedimiento, también los Estatutos de los Tribunales
de la ex Yugoslavia y Ruanda.

Corte Penal Internacional: Estatuto de Roma.

Llamada en ocasiones Tribunal Penal Internacional. Cuenta como base


fundante de sus reglas de procedimiento los Estatutos de los Tribunales de
Núremberg, Tokio, ex Yugoslavia y Ruanda.
La Corte Penal Internacional puede conocer de los siguientes crímenes
internacionales: a) Genocidio, b) Crímenes contra la humanidad, c) Crímenes
de guerra, d) Delito de agresión.
El Estatuto de Roma es el instrumento constitutivo de la Corte Penal
Internacional. Fue adoptado en la ciudad de Roma, Italia, el 17 de
julio de 1998, durante la "Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las
Naciones Unidas sobre el Establecimiento de una Corte Penal Internacional".

En 1948 se adoptó la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de


Genocidio, que estableció en su art. 6 que las personas acusadas de genocidio
serían juzgadas por un tribunal competente del Estado en cuyo territorio el acto
había sido cometido, o ante la Corte Penal Internacional que fuera competente
respecto de aquéllas y a la que las Partes contratantes hubieran reconocido
jurisdicción.
Con ese fin la Comisión trabajó en dos proyectos, uno respecto al
establecimiento de una jurisdicción penal permanente y otro relacionado con a
codificación de crímenes contra la paz y a seguridad de la humanidad.
El estudio se aplazó hasta 1981. Ese año la AGNU invitó a la CI a reanudar la
labor para el Proyecto de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la
Humanidad y en 1989 le solicitó a la Comisión que en ese mismo proyecto se
ocupara de la cuestión de establecer un tribunal penal internacional u otro
mecanismo de justicia penal internacional que tuviera competencia sobre las
personas que presuntamente hubieran cometido crímenes que pudieran ser
tipificados en dicho código. Esto se concretó en 1991 y se adoptó la versión
final del proyecto de la CPI en 1994, y el de los crímenes en 1996. En 1998 se
arribó a un texto consolidado que contenía una especie de código de fondo y
un código de procedimientos. Ese año comenzó la Conferencia Diplomática sus
trabajos convocada por la AGNU, de la que participaron 160 estados, OI y
ONG. En julio de ese año, mes después, se adoptó el Estatuto de la Corte
Penal Internacional bajo la forma de un tratado internacional y el Acta Final de
la Conferencia.
El Estatuto de Roma constituye la base legal de la CPI, es un tratado
internacional con vocación de universalidad que instituye el Tribunal, y
simultáneamente regula la aplicación de sus disposiciones.
La CPI es una organización internacional independiente de carácter
permanente, con sede en La Haya (países bajos), con una Asamblea de

245
Eunice Carri

Estados Partes, como órgano de gobierno y administración, y 4 órganos que


completan su estructura:
- la Presidencia
- las Salas (1 Sección de Apelaciones, 1 Sección de Primera instancia, y 1
Sección de cuestiones preliminares)
- la Fiscalía
- la Secretaría
Se ha afirmado que la CPI es el primer tribunal internacional de carácter
permanente que tiene jurisdicción para intervenir en crímenes internacionales
mencionados en el Estatuto de Roma, pero puede ejercer su jurisdicción sólo si
el Estado que también pudiera tenerla se encontrara impedido, imposibilitado o
sin manifestación genuina de la voluntad de llevar adelante una investigación o
un procedo judicial por la comisión de tales conductas criminales. Es una idea
de coordinación entre la jurisdicción de la Corte y la de los estados: el principio
de complementariedad.
Respecto de la competencia material del Tribunal, el estatuto establece que
podrá ejercerla respecto de los crímenes de su competencia material, esto es,
crimen de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y
crimen de agresión, si:
- un estado parte remite al Fiscal una situación en que parezca haberse
cometido uno o vario de esos crímenes
- el CSNU remite al Fiscal una situación igual
- el Fiscal ha iniciado una investigación respecto de un crimen de este tipo
sobre la base de la información recibida.
En lo que respecta a la competencia temporal, solo conocerá respecto de
crímenes cometidos luego de la entrada en vigor del Estatuto, para cuando los
estados a que ese momento fueren parte del tratado, a menos que exista una
declaración consintiéndolo.
La competencia personal se ejerce sobre las personas naturales.
Ha la fecha de junio del 2012, 15 casos en 7 situaciones han sido llevados ante
la CPI.

5.- Nuevas figuras, terrorismo, delincuencia transnacional organizada.

El terrorismo es el uso sistemático del terror para coaccionar a sociedades o


gobiernos.
El terrorismo, como táctica, es una forma de violencia que se distingue del
terrorismo de Estado por el hecho de que en este último caso sus autores
pertenecen a entidades gubernamentales. Se distingue también de los actos de
guerra y de los crímenes de guerra en que se produce en ausencia de guerra.
La presencia de actores no estatales en conflictos armados ha creado
controversia con respecto a la aplicación de las leyes de guerra.
En ninguno de los instrumentos figura una definición de " terrorismo " o de
"actos terroristas" . El terrorismo es un fenómeno social que presenta
numerosos y variables aspectos. Ni los expertos en derecho internacional ni los
representantes de los Gobiernos han logrado convenir en una definición
general y ampliamente aceptada.
No obstante, en la Convención de 1937 para la prevención y represión del
terrorismo, se establece que son actos de terrorismo los " actos criminales

246
Eunice Carri

contra un Estado o cuya finalidad sea infundir terror a personas individuales,


grupos de personas o al público en general".
Esta definición no es muy explícita, pues el texto se refiere sólo a " actos
criminales " y no especifica qué actos son ilícitos en el contexto del terrorismo.
En el proyecto de Convención general sobre el terrorismo internacional,
elaborado por el Comité Especial y el correspondiente grupo de trabajo de la
ONU, se esboza la siguiente definición de actos terroristas (artículo 2):
" Comete delito en el sentido de la presente Convención quien ilícita e
intencionadamente y por cualquier medio cause:
 la muerte o lesiones corporales graves a otra persona o personas; o
 daños graves a bienes públicos o privados, incluidos lugares de uso
público, instalaciones públicas o gubernamentales, redes de transporte
público, instalaciones de infraestructura o el medio ambiente; o
 daños a los bienes, lugares, instalaciones o redes mencionados a que
se hace referencia en el apartado precedente, cuando produzcan o
puedan producir un gran perjuicio económico,
si el propósito de tal acto es, por su naturaleza o contexto, intimidar a la
población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a hacer o
dejar de hacer algo. ".
Queda por ver si este texto se convertirá en una referencia universalmente
aceptada para luchar contra el fenómeno del terrorismo.
No es la finalidad de este artículo definir lo que se entiende por terrorismo o
actos terroristas. Los numerosos intentos que se han hecho en ese sentido han
demostrado que la cuestión está cargada de consideraciones políticas que
obstaculizan el establecimiento de definiciones jurídicamente satisfactorias y
ampliamente aceptables. Además, la noción de terrorismo cambia con el
transcurso del tiempo.
Cabe suponer que esa percepción común del significado de terrorismo se
compone de los siguientes elementos:
 El terrorismo implica violencia o amenaza de violencia contra personas
civiles corrientes, su vida, sus bienes, su bienestar. Los actos terroristas
no distinguen entre un blanco deseado y terceras personas, o entre
diferentes grupos de estas personas. Los terroristas atacan
indiscriminadamente.
 El terrorismo es un medio para alcanzar un objetivo político que
supuestamente no podría lograrse por medios legales y ordinarios,
dentro del orden constitucional establecido.
 Los actos terroristas suelen formar parte de una estrategia y los cometen
grupos organizados durante un largo período de tiempo.
 Los actos terroristas se cometen, en general, contra personas que no
tienen influencia directa en los resultados pretendidos ni conexión con
éstos, como son las personas civiles corrientes.
 El propósito de los actos terroristas es aterrorizar a la población para
crear unas condiciones que, en opinión de los terroristas, favorecen su
causa.
 El objetivo del terrorismo es humillar a seres humanos.
La gran mayoría de la gente considera que los actos terroristas son crímenes,
aunque, en circunstancias determinadas, algunas personas pueden intentar
justificar esos actos con el argumento de que sirven para lograr un objetivo

247
Eunice Carri

que, en su opinión, es más importante que la prohibición de la violencia


indiscriminada contra las personas civiles.
.
Naciones Unidas
A pesar del reconocimiento de su conveniencia, no ha sido nunca posible
alcanzar un consenso sobre la definición de terrorismo, básicamente por la
imposibilidad de conseguir una definición rigurosa que no incluya las acciones
terroristas de los estados. El primer intento de definición se produjo en 1937 en
tiempos aún de la Sociedad de Naciones:
«Cualquier acto criminal dirigido contra un estado y encaminado a o
calculado para crear un estado de terror en las mentes de personas
particulares, de un grupo de personas o del público en general.»
La resolución 51/210, «Medidas para eliminar el terrorismo internacional»,
adoptada en la 88ª Asamblea Plenaria de 17 de diciembre de 1996, proclama
en el punto I.2 que la Asamblea General de las Naciones Unidas:
«Reitera que los actos criminales encaminados o calculados para
provocar un estado de terror en el público general, un grupo de personas
o personas particulares para propósitos políticos son injustificables en
cualquier circunstancia, cualesquiera que sean las consideraciones
políticas, filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas, religiosas o de
cualquier otra naturaleza que puedan ser invocadas para justificarlos.»
En un informe a la ONU el especialista A.P Schmid propuso tomar como punto
de partida el concepto de crimen de guerra, considerando que, si su definición
se extiende al tiempo de paz, se alcanza una muy funcional definición de los
actos de terrorismo como los «equivalentes en tiempo de paz a los crímenes de
guerra».
Dentro del conjunto de definiciones exploradas una de las más recientes ha
sido la formulada el 1 de diciembre de 2004 incluida en el informe final del
Grupo de expertos de Alto Nivel sobre las Amenazas, los Desafíos y los
Cambios, nombrado por el Secretario General de Naciones Unidas:
Cualquier acto, además de los ya especificados en los convenios y
convenciones vigentes sobre determinados aspectos del terrorismo, los
convenios de Ginebra y la Resolución 1566 del Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas (2004), destinado a causar la muerte o lesiones
corporales graves a un civil o a un no combatiente cuando el propósito
de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una
población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a
realizar una acción o abstenerse de hacerla.24
Existe además lo que se ha descrito como un consenso académico, un acuerdo
entre los especialistas, que según la formulación de Schmid (1988) se puede
expresar así:
«El terrorismo es un método productor de ansiedad basado en la acción
violenta repetida por parte de un individuo o grupo (semi) clandestino o
por agentes del estado, por motivos idiosincráticos, criminales o
políticos, en los que —a diferencia del asesinato— los blancos directos
de la violencia no son los blancos principales. Las víctimas humanas
inmediatas de la violencia son generalmente elegidas al azar (blancos
de oportunidad) de una población blanco, y son usadas como
generadoras de un mensaje. Los procesos de comunicación basados en
la amenaza —y en la violencia— entre el terrorista (la organización

248
Eunice Carri

terrorista), las víctimas puestas en peligro y los blancos principales son


usados para manipular a las audiencias blanco, convirtiéndolas en
blanco de terror, blanco de demandas o blanco de atención, según que
se busque primariamente su intimidación, su coerción o la propaganda.»

Delincuencia trasnacional organizada


Delincuencia (del latín delinquentia) es la cualidad de delincuente (una persona
que comete delitos y, por lo tanto, viola la ley). El término también se utiliza
para nombrar al conjunto de los sujetos que delinquen y mantienen conductas
contrarias al derecho.
El adjetivo organizado u organizada, por su parte, está vinculado a una
organización (el sistema diseñado para alcanzar ciertos objetivos y metas).
Denota, por lo tanto, una orientación hacia un fin determinado.
¿Qué es la delincuencia organizada? Se trata de un grupo social con una cierta
estructura y con miembros que se organizan para cometer acciones delictivas.
A diferencia del delincuente que actúa en solitario, los individuos que forman
parte de una banda de delincuencia organizada deben responder a la
estructura y cumplir con una
Es habitual que estas organizaciones delictivas estén regidas por un orden
jerárquico. Los miembros de las capas más bajas deben hacer méritos para
ascender y mostrar su lealtad a los jefes.
La complejidad de los mercados ilegales de alcance internacional es mayor que
nunca: conocidos también con el nombre de delincuencia organizada
transnacional, se trata de un negocio que se basa en la venta de productos no
amparados por la Ley, y que genera miles de millones de dólares por año.
Lejos de preocuparse por cuestiones relacionadas con la seguridad o la ética,
estos comerciantes se mueven basados en la demanda.
Es correcto afirmar que la mayoría de los delitos graves de alcance
internacional, cometidos con claros fines de lucro forman parte de alguna
banda organizada transnacional. Algunas de las actividades que más
comúnmente se asocian a este ámbito son el tráfico de personas, de drogas y
de armas, la adulteración de productos, el blanqueo de dinero, la venta de
animales y, más recientemente, los ataques a sistemas informáticos de
grandes compañías.
El crimen organizado amenaza la seguridad de las personas y de los animales,
representa un espacio en el cual no se respetan los derechos básicos y atenta
contra el correcto desarrollo cultural, económico, social, civil y político de los
países de todo el mundo. Si agregamos a esta peligrosa ecuación la corrupción
por parte de ciertos gobernantes, la repercusión es verdaderamente aterradora.
Uno de los aspectos más preocupantes de la delincuencia organizada
transnacional es su capacidad de mutar para adaptarse a las cambiantes
tendencias de los mercados, como si se tratase de un virus que evita por todos
los medios quedar en la mira de la selección natural. Dado que no responde a
ningún marco legal o moral, este negocio no teme las medidas drásticas,
siempre que le garanticen la continuidad de sus ganancias.
Además del tráfico de drogas, que supera al resto de las actividades en lo que
a beneficios económicos se refiere (se estima que su valor anual ronda los 320
mil millones de dólares al año), la trata de personas es uno de los delitos más
terribles, ya que consiste en convertir a individuos de todas las edades en
productos orientados a la explotación laboral y sexual.

249
Eunice Carri

La Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional es un


tratado multilateral patrocinado por Naciones Unidas en contra del crimen
organizado transnacional, fue adoptado en 2000. Es también llamado la
Convención de Palermo, y sus tres Protocolos (los Protocolos de Palermo)
son:
 Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la
Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños; y
 Protocolo de las Naciones Unidas contra el Contrabando de Migrantes
por Tierra, Mar y Aire.
 Protocolo de las Naciones Unidas contra la fabricación y el tráfico ilícito
de armas de fuego
Todos estos tres instrumentos contienen elementos de las actuales leyes
internacionales sobre trata de personas y el tráfico ilegal de armas. La
convención y el protocolo están bajo la jurisdicción de Oficina de Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC,por sus siglas en inglés United
Nations Office on Drugs and Crime).
La convención entró en vigor el 29 de septiembre de 2009. Para 6 de octubre
de 2008, la convención de Palermo contaba con 147 estados miembros.

250
Eunice Carri

RESUMEN SOBRE RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL, BOLILLAS XI Y XII

La relación jurídica nueva surgida del hecho internacionalmente ilícito

Indole de la relación nueva

Con respecto a la índole de la relación nueva que se deriva de la comisión de un hecho


internacionalmente ilícito, encontramos tres diferentes tendencias de autores:

 Unos (entre ellos Anzilotti) estimaron que se trata de una relación bilateral
entre el Estado autor del hecho y el Estado lesionado, con la reparación como
única consecuencia posible.
 Para otros (Kelsen, Guggenheim) la consecuencia propia del hecho ilícito está
en la sanción que el Estado lesionado está autorizado a aplicar al Estado
culpable.
 Un último grupo de autores (entre ellos Ago) sostuvieron la posibilidad de
existencia, no de una relación única, sino de dos tipos de relaciones, basadas
respectivamente en el derecho a exigir una reparación y en la facultad de
aplicar una sanción (acumulables o no según los casos), sin que este último
ingrediente coercitivo dé lugar en DI a una distinción entre delito civil y delito
penal como la que se hace en Derecho interno.

Sujetos del hecho internacionalmente ilícito

Referente a los sujetos, activos o pasivos, del hecho internacionalmente ilícito,


partiendo de los Estados, existe la tendencia a ampliar su esfera a las organizaciones
internacionales y otros entes. Igualmente existe la tendencia de dejar de concebir la
relación de responsabilidad como estrictamente bilateral, llegando incluso a perfilarse
una responsabilidad internacional erga omnes.

Pauta

En lo que respecta a la pauta para poder reputar de internacionalmente ilícito un


hecho de un sujeto internacional, ésta será el DI y sólo el DI, según se expresa en el
artículo 3 del proyecto de la CDI en relación con los comportamientos estatales al
establecer que “La calificación del hecho del Estado como internacionalmente ilícito se
rige por el Derecho internacional. Tal calificación no es afectada por la calificación del
mismo hecho como lícito por el Derecho interno.” El anterior principio debe vincularse
al hecho de la primacía del DI sobre el Derecho interno y, más en concreto, a la regla
según la cual un Estado no puede invocar las disposiciones de su Derecho interno
como justificación del incumplimiento de una obligación internacional a su cargo.
Dicho principio aparece, por lo demás, sólidamente establecido en la jurisprudencia
internacional y en la práctica de los Estados.

251
Eunice Carri

Modos de hacer efectiva la responsabilidad

En lo que se refiere a los modos de hacer efectiva la responsabilidad y específicamente


al derecho a invocar la responsabilidad del Estado autor del hecho ilícito, la CDI
establece en su proyecto de artículos una distinción entre el Estado lesionado y
cualquier otro Estado que, sin ser Estado lesionado, actúe en interés colectivo de un
grupo de Estados o, en el caso de obligaciones erga onmnes, de la comunidad
internacional en su conjunto.

La responsabilidad internacional del Estado

Teniendo en cuenta que el Estado actúa a través de individuos o conjuntos de


individuos, el problema principal de la atribución al Estado de un hecho
internacionalmente ilícito, originador en cuanto tal de su responsabilidad
internacional, se conecta básicamente a la calidad o no de órganos del Estado
predicable de las personas autoras del hecho, así como a las condiciones en que tales
personas actúan. De ahí que debamos referirnos seguidamente a la atribución al
Estado de los hechos de sus órganos, para ver a continuación si el Estado es
directamente responsable en el plano internacional por hechos de los particulares u
otros, es decir, si son atribuibles al Estado dichos hechos.

Atribución de responsabilidad al Estado por los hechos de sus órganos


(Comportamiento de los órganos estatales)

Es un principo básico el de que se atribuyan al Estado los hechos de sus órganos o


agentes, en tanto integrantes de la organización estatal. Este principio aparece
reconocido de antiguo en la jurisprudencia internacional. El TIJ en 2007 indicó que el
comportamiento de todo órgano del Estado se considera como un hecho del Estado
según el Derecho internacional y, por tanto, daría lugar a la responsabilidad del Estado
si constituye una violación de una obligación internacional de ese Estado.

Dada la capacidad del Estado para autoorganizarse, se entiende que “órgano” incluye
toda persona o entidad que tenga esa condición según el Derecho interno del Estado.
Por otra parte, sólo se consideran hechos del Estado, desde el punto de vista del DI, los
realizados por personas o entidades que actúan en calidad de tales órganos, sin que
quepa atribuirle los realizados por esas personas o entidades a título puramente
privado.

La conducta por la cual cabe declarar al Estado internacionalmente responsable puede


consistir, bien en un hecho instantáneo, bien en una cadena de hechos constitutiva de
un proceso en el cual suelen intervenir varios órganos del Estado. En relación a este
asunto, el art. 4.1 del proyecto de artículos de la CDI considera atribuible al Estado
todo hecho de un órgano suyo cualquiera que sea su posición (superior o subordinada)
en la organización del Estado.

En la doctrina del DI hay una virtual unanimidad en cuanto a la posibilidad de


considerar como hecho del Estado la conducta de cualquiera de sus órganos

252
Eunice Carri

independientemente del “poder” al que pertenezca, soliendo figurar en los Manuales


un estudio por separado de los más significativos hechos generadores de
responsabilidad internacional realizados por órganos legislativos, administrativos y
judiciales. Por tanto, es indiferente la naturaleza de las funciones (legislativas,
ejecutivas o judiciales) ejercidas por el órgano o el carácter internacional o interno de
esas funciones. El principio de la responsabilidad del Estado por hechos de sus órganos
ejecutivos, legislativos y judiciales se da por sentado en toda una serie de decisiones
internacionales. Se supera así la vieja tesis de que el Estado sólo es responsable por los
hechos de los órganos encargados de las relaciones exteriores.

Además de responder por los hechos de sus órganos stricto sensu actuando en el
marco de sus competencias, el Estado también responderá:

 Por la conducta de entidades públicas territoriales u otras entidades que estén


facultadas por el Derecho interno del Estado para ejercer atribuciones del
poder público.
 Por la conducta de órganos puestos a disposición del Estado por otro Estado o
por una organización internacional.
 Por la conducta de órganos del Estado o de personas o entidades facultadas
para ejercer atribuciones del poder público que actúen excediéndose en su
competencia con arreglo al Derecho interno o contraviniendo las instrucciones
concernientes a su actividad.

La CDI propugna considerar atribuibles al Estado, sin excepción, los hechos aquí
contemplados, basándose en la idea de seguridad que debe presidir las relaciones
internacionales, así como el hecho de que, de seguirse el criterio contrario, se le daría
al Estado una escapatoria para sustraerse a su propia responsabilidad.

Atribución de responsabilidad al Estado por hechos de los particulares

El art. 8 del proyecto de artículo de la CDI considera hecho del Estado según el Derecho
internacional “el comportamiento de una persona o de un grupo de personas si esa
persona o ese grupo de personas actúa de hecho por instrucciones o bajo la dirección
o el control de ese Estado al observar ese comportamiento”. Esto significa que el
comportamiento en cuestión sólo será atribuible al Estado si éste dirigió o controló la
operación y si el comportamiento denunciado era una parte integrante de la
operación.

Salvo en el supuesto de personas o grupos de personas que actúen de hecho bajo la


dirección o el control del Estado (art. 8 del proyecto de artículos) o ejerzan de hecho
atribuciones del poder público en defecto de las autoridades oficiales (art. 9), según ha
expresado claramente el TIJ en 1980, los comportamientos de los particulares no se
considerarán como hechos del Estado.

Por tanto, en relación a los comportamientos de los particulares en sentido estricto, la


regla general es la no atribución de los mismos al Estado, lo que no significa que el
Estado no pueda resultar responsable por su pasividad o falta de diligencia en la

253
Eunice Carri

prevención o represión de tales comportamientos. En este caso, según la doctrina


dominante, el Estado no estaría asumiendo como suyos los hechos de los particulares,
sino respondiendo internacionalmente por sus propios hechos en cuanto constitutivos
de la violación de una obligación internacional de vigilancia y protección.

Con respecto a la obligación de prevención a cargo del Estado en estos casos, habrá de
tenerse en cuenta diversas circunstancias, como la mayor o menor previsibilidad de
disturbios o revueltas, la especial vulnerabilidad de locales oficiales extranjeros, el
carácter público de las personas. La práctica internacional en la materia tiende a basar
la responsabilidad estatal en la violación de un deber internacional de vigilancia por
parte de las autoridades públicas.

Atribución de responsabilidad al Estado por hechos realizados por movimientos


insurreccionales

Si los comportamientos de los particulares no pueden ser tenidos por hechos del
Estado a los efectos de la responsabilidad internacional, a fortiori no podrán serlo los
hechos realizados por movimientos insurreccionales (grupos insurgentes, rebeldes con
estatuto de beligerancia, movimientos de liberación nacional, frentes
revolucionarios…) en su condición de entes dotados de un aparato institucional propio,
distinto y paralelo al del Estado en cuyo territorio están establecidos y capaces por ello
de incurrir por sí mismos en responsabilidad internacional.

No obstante, el Estado no quedaría exento de responsabilidad por los hechos de sus


propios órganos consistentes en dejar de cumplir las obligaciones de vigilancia,
prevención y represión a su cargo en relación con la actuación de los rebeldes, siendo
en estos casos la omisión del deber de represión ex post (castigo, una vez sofocada la
rebelión, de los autores de los hechos ilícitos cometidos durante la lucha) la que con
más frecuencia se aducirá al efecto de exigir responsabilidad al Estado.

La jurisprudencia internacional avala el principio de la no atribución al Estado de los


comportamientos de movimientos insurreccionales, pero confirma a la vez la eventual
responsabilidad estatal derivada de la omisión de la diligencia debida. En cambio, se
considerará atribuible al Estado todo hecho de un movimiento insurreccional que
resulte triunfante, esto es, que se convierta en un nuevo gobierno de un Estado o cuya
acción dé lugar a la creación de un nuevo Estado en una parte del territorio de un
Estado preexistente o en un territorio bajo su administración (art. 10 del proyecto de
la CDI). Esta atribución al Estado de los hechos de los movimientos insurreccionales
triunfantes viene confirmada también por la jurisprudencia.

Frente al hecho internacionalmente ilícito del que es autor un Estado, otros Estados
pueden ejercer su derecho a invocar la responsabilidad internacional de ese Estado. El
término “invocar la responsabilidad” debe entenderse en el sentido de adoptar
medidas de carácter relativamente oficial, como, por ejemplo, la presentación de una
reclamación (no de una simple protesta) contra otro Estado o la iniciación de
procedimientos ante un órgano internacional de solución de controversias.

254
Eunice Carri

Ante todo, es el Estado lesionado (como Estado cuyo derecho individual ha sido
menoscabado por el hecho internacionalmente ilícito o que ha quedado
particularmente afectado por ese hecho) quien tiene derecho a invocar la
responsabilidad del Estado e incluso a recurrir a contramedidas contra él con el objeto
de inducirlo a cumplir las obligaciones que le incumban (art. 49.1 del proyecto de
artículos de la CDI).

La situación de un Estado lesionado debe distinguirse de la de cualquier otro Estado


que pueda tener derecho a invocar la responsabilidad. Por ejemplo, con arreglo al art.
48 del proyecto de artículos, que se refiere al derecho a invocar la responsabilidad en
relación con un interés general compartido.

Precisando qué hay que entender por “Estado lesionado”, el art. 42 del proyecto de
artículos identifica tres supuestos en los que un Estado puede considerarse lesionado:

1. Si la obligación violada existe con respecto a ese Estado individualmente.


2. Si la violación de una obligación colectiva le afecta especialmente, como sería el
caso de una contaminación de la alta mar en violación del art. 194 de la
Convención de las NU sobre el Derecho del Mar, que tuviera consecuencias
particularmente graves para ciertos Estados ribereños partes en la Convención.
3. Si el cumplimiento de la obligación por el Estado responsable es una condición
necesaria para su cumplimiento por todos los demás Estados respecto de los
cuales la obligación existe, de modo que la violación de ésta es de tal índole
que se considera que afecta per se a todos esos Estados.
o Este caso corresponde a las llamadas obligaciones integrales o
interdependientes establecidas en los tratados sobre desarme, sobre
zonas libres de armas nucleares o cualesquiera otros en que el
cumplimiento por cada una de las partes está condicionado por el
cumplimiento de las demás.

Además del Estado lesionado, otros Estados (incluso todos los Estados en el supuesto
de violación de obligaciones erga omnes) pueden tener interés jurídico en invocar la
responsabilidad del Estado autor del hecho ilícito y en asegurar el cumplimiento de la
obligación de que se trate. Este supuesto está contemplado en el art. 48 del proyecto
de artículos, que se basa en la idea de que en los casos de violación de obligaciones
específicas que protegen los intereses colectivos de un grupo de Estados o los
intereses de la comunidad internacional en su conjunto, pueden invocar la
responsabilidad Estados que no son Estados lesionados en el sentido del art. 42 del
proyecto de artículos.

Un comportamiento internacionalmente ilícito resulta a veces de la colaboración de


varios Estados y no de un solo Estado que actúa aisladamente. Esta colaboración
puede revestir distintas formas, que pueden dar lugar a situaciones diferentes. En el
Capítulo IV del proyecto de artículos de la CDI se contemplan tres situaciones al
respecto:

1. La que figura contemplada en el art. 16 del proyecto de artículos

255
Eunice Carri

o Esta situación se da en aquellos casos en que un Estado presta ayuda o


asistencia a otro Estado en la comisión por este último de un hecho
internacionalmente ilícito. La CDI pone como ejemplos los siguientes:
financiar la actividad contraria al DI; proporcionar los medios de cerrar
una vía navegable internacional; facilitar el secuestro de personas en
territorio extranjero; ayudar en la destrucción de bienes pertenecientes
a nacionales de un tercer país. Según el propio art. 16, para que el
Estado colaborador pueda considerarse responsable es preciso que se
cumplan los siguientes requisitos:
1. Que la ayuda o asistencia se preste para facilitar la comisión del
hecho.
2. Que el órgano o institución del Estado que preste la ayuda o
asistencia conozca las circunstancias en virtud de las cuales la
conducta del Estado que recibe dicha ayuda o asistencia debe
reputarse ilícita.
3. Que el hecho cometido debe ser tal que hubiera sido ilícito si
fuera cometido por el propio Estado que presta la ayuda o
asistencia.
2. La que figura contemplada en el artículo 17 del proyecto de artículos
o Esta situación se produce cuando se considera responsable por un
hecho internacionalmente ilícito a un Estado que dirige y controla a otro
Estado en la comisión por este último de dicho hecho. A diferencia del
supuesto de la prestación de ayuda o asistencia, en el que la
responsabilidad se da tan sólo en la medida de la ayuda o asistencia
prestada, en este supuesto de ejercicio de dirección y control sobre la
actuación del otro Estado, el Estado que dirige y controla el hecho en su
totalidad es responsable por el hecho en sí mismo.
3. La que figura contemplada en el art. 18 del proyecto de artículos
o Esta situación extrema se produce en el caso en que un Estado
coacciona deliberadamente a otro para que cometa un hecho que
constituye o que, de no mediar coacción, constituiría un hecho
internacionalmente ilícito del Estado coaccionado. En este supuesto, la
ilicitud del hecho que haya cometido este último Estado puede quedar
excluida si se debe a fuerza mayor. El Estado que coacciona es el
principal responsable del comportamiento ilícito y el Estado
coaccionado es puramente un instrumento.

La reparación

La reparación lato sensu y sus distintos aspectos

La reparación es la obligación que tiene el autor de un hecho internacionalmente ilícito


a reparar el daño causado, al ser considerado internacionalmente responsable del
hecho ilícito que ha cometido. El autor de un hecho ilícito está obligado a reparar el
daño realizado.

256
Eunice Carri

La consecuencia normal del hecho internacionalmente ilícito es la responsabilidad


internacional de su autor. Esta consecuencia se conecta visiblemente con el derecho
subjetivo lesionado (se es responsable frente a alguien) y en este sentido hace entrar
en juego la noción del daño o perjuicio resultante para uno o varios sujetos de Derecho
de la transgresión por otro sujeto de una obligación jurídica a su cargo. Ese daño
causado a un sujeto de Derecho con la comisión del hecho ilícito es el que en general
da lugar a la obligación de reparar.

Ahora bien, esta obligación de reparar en sentido lato cubre en realidad dos aspectos
distintos en DI: el hecho internacionalmente ilícito causa un daño o perjuicio que es
preciso reparar, pero puede, además, estar en el origen de una situación ilícita que
persiste o se prolonga en el tiempo, en cuyo caso lo que está en juego es una vuelta a
la legalidad. En DI y bajo el título de reparación lato sensu, se engloban tanto la
compensación del perjuicio (reparación stricto sensu) como la cesación de la situación
ilícita o vuelta a la legalidad.

A esos dos aspectos diferentes se refiere el proyecto de la CDI. Por un lado, el art. 30
establece que, tratándose de hechos ilícitos de carácter continuo y sin perjuicio de la
responsabilidad en que haya incurrido el Estado autor, éste está obligado a poner fin al
hecho. Por otro lado, el art. 31 dispone que el Estado responsable está obligado a
reparar íntegramente el perjuicio causado por el hecho internacionalmente ilícito.

En su jurisprudencia, el TIJ ha distinguido esos dos aspectos, la cesación y la


reparación, al valorar la conducta del Estado autor y deducir las consecuencias de ella.

La reparación del perjuicio

El Estado responsable está obligado no sólo a hacer cesar el hecho ilícito, sino también
a reparar íntegramente el perjuicio causado por ese hecho. El perjuicio comprende
todo daño, tanto material como moral, causado por el mismo.

El daño puede consistir en una lesión directa de los derechos de otro Estado o en un
perjuicio ocasionado a un particular extranjero. No obstante, desde el punto de vista
jurídico internacional, sólo el daño sufrido por el Estado es relevante, sin perjuicio de
cualquier derecho que la responsabilidad internacional de un Estado pueda generar
directamente en beneficio de una persona o de una entidad distinta de un Estado.

El daño del Estado así concebido, consistente en una lesión inmediata de un derecho o
interés exclusivamente suyo, o en un perjuicio irrogado a un nacional suyo cuya causa
viene a asumir el propio Estado puede representar o no un perjuicio patrimonial, del
mismo modo que en su caso puede representarlo o no para el propio particular.

Si lo que está en juego es un perjuicio patrimonial irrogado a un nacional del Estado, el


monto de la reparación (que no dejaría de tener la naturaleza de una reparación de
Estado a Estado) se calculará de acuerdo con los daños sufridos por el particular.

Si se trata de un perjuicio de carácter no patrimonial, surgirá un tipo de


responsabilidad especial, que podrá traducirse en la llamada “satisfacción”.
257
Eunice Carri

La obligación de reparar: sus modalidades

La obligación de reparar, que corre a cargo del Estado responsable, es una


consecuencia directa de la comisión de un hecho internacionalmente ilícito y no
depende de una demanda o protesta por cualquier Estado.

Por otra parte, la obligación de reparar, al igual que la de hacer cesar el hecho ilícito,
puede darse con respecto a otro Estado, a varios Estados o a la comunidad
internacional en su conjunto, según sean la naturaleza y el contenido de la obligación
internacional violada y las circunstancias de la violación. Así, la contaminación del mar,
en caso de ser extensa e importante, puede afectar a la comunidad internacional en su
conjunto o a los Estados ribereños de una región y, en otras circunstancias, puede
afectar tan sólo a un Estado vecino. Por lo demás, el Estado responsable no puede
invocar las disposiciones de su Derecho interno o su propia práctica institucional para
no cumplir con su obligación de reparar.

La obligación de reparar alude a los diversos medios con que cuenta el Estado para
liberarse de la responsabilidad derivada del hecho internacionalmente ilícito y que
podrían básicamente resumirse en tres modalidades: la satisfacción, la restitución y la
indemnización o resarcimiento. Mientras que la satisfacción es la forma adecuada de
reparación de los perjuicios no materiales, la restitución (o compensación por
equivalencia en su caso) y la indemnización operan esencialmente en el campo de los
daños patrimoniales causados al propio Estado o a particulares extranjeros.

La satisfacción

La satisfacción es una forma adecuada para enjugar los daños “morales” ocasionados
al Estado (ofensa al honor o a la dignidad).

En la noción de satisfacción se incluye una serie de prestaciones como la presentación


de excusas, el castigo de los culpables, el pago de una suma simbólica e incluso la
verificación, por una instancia imparcial internacional, del carácter ilícito del hecho.
Alguna vez se instó, por un órgano internacional, al Estado culpable a reconocer el
carácter ilegal de su acción y presentar excusas al Estado perjudicado. En todo caso,
dar satisfacción por el perjuicio causado se presenta como una obligación del Estado
responsable “en la medida en que ese perjuicio no pueda ser reparado mediante
restitución o indemnización”. La satisfacción no debe ser desproporcionada en relación
al perjuicio ni puede adoptar una forma humillante para el Estado responsable.

La satisfacción puede darse a través de varias prestaciones a la vez (disculpas, castigo


de los funcionarios responsables e incluso indemnización de daños y perjuicios
correspondiente a la gravedad de la vulneración de los derechos del Estado lesionado).

La restitución

La restitución es, en principio, la forma más perfecta de reparación en la medida en


que apunta a restablecer el statu quo ante, borrando todas las consecuencias del

258
Eunice Carri

hecho ilícito (abrogación de una disposición interna contraria al DI y anulación de sus


efectos; puesta en libertad de una persona; restitución de dinero, documentos o
bienes de distinta naturaleza; liberación y devolución de buques capturados, etc).

El art. 35 del proyecto de artículos de la CDI dispone que el Estado responsable “está
obligado a la restitución, es decir, a restablecer la situación que existía antes de la
comisión del hecho ilícito” en la medida en que ello no sea materialmente imposible.
Riphagen en 1980 señaló que “una restitutio in integrum perfecta es, de hecho,
siempre “imposible”: lo que ha sucedido ha sucedido, y ningún poder en la Tierra
puede deshacerlo”.

Dejando aparte los múltiples casos de restitución imperfecta, diversas circunstancias


pueden impedir o desaconsejar de hecho la realización de esta forma de reparar.
Bernad distingue al respecto los supuestos de imposibilidad material (asesinato de una
persona, desaparición o destrucción de bienes) y de imposibilidad jurídica (por
obstáculos constitucionales o legislativos: dificultad de eliminar in toto las
consecuencias de una ley o de una medida administrativa), así como ciertos supuestos
en los que por diversas causas no prospera esta modalidad de la reparación (oposición
del Estado responsable, desinterés del perjudicado a optar por una indemnización,
acuerdo de las partes, invocación de intereses públicos superiores, inoportunidad de la
restitución en el caso concreto, etc.). En tales supuestos puede operar el mecanismo
de la compensación o reparación por equivalencia, situado ya fuera del estricto ámbito
de la restitución.

La indemnización

La indemnización tiende, en principio, a cubrir cuantitativamente, además de lo debido


por equivalencia, el resarcimiento de los daños sufridos que no hayan sido reparados
por el pago efectivo.

Según se establece en el art. 36.1 del proyecto de artículos de la CDI, el Estado


responsable está obligado a indemnizar el daño causado por el hecho ilícito en la
medida en que éste no haya sido reparado por la restitución. Esta es la forma más
común de reparación y, por tanto, la más minuciosamente analizada en sus diversos
aspectos por la jurisprudencia internacional.

La determinación del contenido de la reparación

El hecho de que, en general, la reparación deba regirse por la regla de la


proporcionalidad significa que, en concreto, se ajuste en lo posible a la entidad del
daño, esto es, que no sea inferior ni superior a éste.

El que la reparación deba cubrir en lo posible todo el perjuicio ha llevado a la


jurisprudencia a incluir en ella la indemnización del lucro cesante, el pago de intereses
y el resarcimiento de daños extrapatrimoniales. En el laudo relativo al ballenero
norteamericano Cape Horn Pigeon (1902), capturado en alta mar por un crucero ruso,

259
Eunice Carri

el árbitro sostuvo que la indemnización debería compensar no sólo el daño sufrido sino
también los beneficios no percibidos a causa de la captura.

En relación con el lucro cesante y los intereses, los arts. 36.2 y 38 del proyecto de
artículos de la CDI vienen a corroborar una práctica bien establecida al prever que la
indemnización, que cubrirá todo daño económicamente valorable sufrido por el Estado
lesionado, podrá incluir el lucro cesante (en la medida en que éste sea comprobado) y
los intereses (devengados desde la fecha en que debería haberse pagado la suma
principal hasta la fecha en que se haya cumplido la obligación de pago).

En lo que se refiere a los daños extrapatrimoniales se establece como una forma


apropiada de satisfacción, en caso de vulneración manifiesta de los derechos del
Estado lesionado, la indemnización de daños y perjuicios correspondiente a la
gravedad de esa vulneración.

Causas de exoneración y de modificación de la responsabilidad internacional

La responsabilidad internacional resulta de la violación por un sujeto de DI de una


obligación internacional a su cargo en virtud de una regla jurídico-internacional.
Cuando en atención a circunstancias especiales otra regla jurídico-internacional
descarta la antijuridicidad de un hecho que de otro modo sería ilícito, quedan
obviamente excluidas las consecuencias negativas resultantes en abstracto para el
sujeto al cual se atribuye el hecho en cuestión. Pensemos en la legítima defensa
definida en los términos del art. 51 de la Carta de las NU, en tanto excepción a la
prohibición general del recurso a la fuerza enunciada en el art. 2, párrafo 4, de la Carta
o, en otras palabras, en tanto supuesto de empleo de la fuerza autorizado por la propia
Carta.

En ciertas circunstancias excepcionales el comportamiento del Estado o, en su caso, de


otro sujeto de DI, puede verse exento de la tacha de ilicitud. En este sentido, la CDI ha
expresado que “toda circunstancia que excluya la ilicitud de un hecho tiene
necesariamente el efecto de excluir igualmente la responsabilidad”. Así, un hecho de
un Estado que esté en principio en contradicción con una obligación internacional
contraída por él respecto de otro Estado, pero que haya sido realizado en aplicación de
una medida legítima según el DI contra ese otro Estado a consecuencia de un hecho
internacionalmente ilícito de este último, pierde, en razón de tal circunstancia
excepcional, la tacha de ilicitud, pues en el caso concreto la obligación de cuya
violación en principio se trata deviene inoperante al no quedar obligado el Estado a
obrar de otra forma distinta de como lo hizo, resultando en consecuencia exonerado
de responsabilidad.

Como causas de exclusión de la ilicitud y, por ende, de exoneración de la


responsabilidad internacional, la CDI recoge en su proyecto de artículos, aparte de las
contramedidas legítimas según el DI (art. 22), diversas otras causas, como el
consentimiento del Estado perjudicado, la fuerza mayor, el peligro extremo, el estado
de necesidad y la legítima defensa.

260
Eunice Carri

Consentimiento del Estado perjudicado

Cuando el consentimiento del Estado perjudicado intervine a posteriori de la


realización del hecho, equivale (en los supuestos en que fuera operativo) a una
renuncia del Estado a su derecho a la reparación o a la acción conducente a obtenerla.
No obstante, deben tenerse en cuenta las siguientes condiciones:

 Es condición básica que el consentimiento sea válido, es decir, que no esté


viciado por la coacción, el error o el dolo.
 No podrá servir de causa de exoneración de responsabilidad si la obligación
violada dimana de una norma de ius cogens internacional.

Fuerza mayor

La CDI recoge esta figura en el art. 23 de su proyecto de artículos, caracterizándola en


el sentido de que el hecho de un Estado que no esté en conformidad con una
obligación internacional a cargo suyo se deba a una fuerza mayor, es decir, “a una
fuerza irresistible o un acontecimiento imprevisto, ajenos al control del Estado, que
hacen materialmente imposible, en las circunstancias del caso, cumplir con la
obligación”. La causa de exoneración no entrará en juego en caso de que la situación
de fuerza mayor se deba al comportamiento del Estado que la invoca o éste haya
asumido el riesgo de que se produjera dicha situación.

Como manifestaciones características de esa causa de exoneración en DI se han citado,


entre otros, los casos de penetración, sin autorización del Estado territorial, de buques
de guerra extranjeros en aguas sujetas a su jurisdicción, buscando refugio en
situaciones de peligro inminente.

Peligro extremo

La circunstancia del peligro extremo ha sido recogida en el proyecto de artículos de la


CDI, al establecer que la ilicitud de un hecho de un Estado “queda excluida si el autor
de ese hecho no tiene razonablemente otro modo, en una situación de peligro
extremo, de salvar su vida o la vida de otras personas confiadas a su cuidado”, salvo
que la situación de peligro extremo se deba en todo o en parte al comportamiento del
Estado que la invoca o que sea probable que el hecho en cuestión cree un peligro
comparable o mayor. Esta circunstancia es cercana a la de fuerza mayor.

Estado de necesidad y legítima defensa

Las causas representadas por el estado de necesidad y la legítima defensa se han


invocado con frecuencia por los estadistas para justificar el recurso a la fuerza por sus
gobiernos. De ahí que en la doctrina se hayan recogido estas causas con reservas y
sujetas a estrictas condiciones.

La excepción de la legítima defensa debe aceptarse en la actualidad con los


condicionamientos estrictos con que aparece configurada en la Carta de las NU

261
Eunice Carri

(respuesta a una agresión actual, carácter provisional, subordinación al control del CS,
etc.).

En lo que se refiere al estado de necesidad, el TIJ en el asunto sobre el proyecto


Gabcíkovo- Nagymaros, lo ha reconocido como causa de exclusión de la ilicitud de un
hecho contrario al Derecho internacional y ha destacado su carácter excepcional,
estimando que las condiciones para su ejercicio recogidas en el proyecto de artículos
de la CDI reflejan el Derecho internacional consuetudinario (que el hecho sea el único
modo de salvaguardar un interés esencial del Estado contra un peligro grave e
inminente; que ese hecho no afecte gravemente a un interés esencial del Estado
respecto del cual la obligación existe; que el Estado autor del hecho no haya
contribuido a que sobrevenga el estado de necesidad).

Ninguna de las circunstancias que quedan expuestas en este epígrafe excluirá, no


obstante, la ilicitud de cualquier hecho de un Estado que no esté en conformidad con
una obligación que emana de una norma imperativa de Derecho internacional general.

Es preciso reconocer que en los supuestos de consentimiento, fuerza mayor, peligro


extremo y estado de necesidad, si bien queda excluida la ilicitud del hecho, puede
subsistir la obligación del Estado autor de indemnizar al Estado perjudicado por los
daños resultantes, ciertamente por un concepto distinto del de la responsabilidad por
hecho ilícito; obligación que se justificaría en no haber motivo para que el Estado
perjudicado cargue enteramente con las consecuencias de la intervención de esas
diversas circunstancias.

El régimen particular de la responsabilidad por actos no prohibidos por el Derecho


Internacional

Con el término de responsabilidad objetiva se designa aquel tipo de responsabilidad


que resulta de la realización de actividades, en principio no prohibidas aunque
potencialmente generadoras de daños, en razón de los excepcionales riesgos que
comportan (responsabilidad por riesgo).

En relación al ámbito de la responsabilidad internacional, la afirmación anterior nos


lleva a distinguir entre los dos planos siguientes:

1. El común de la responsabilidad por hecho ilícito.


2. El excepcional de la responsabilidad sin hecho ilícito o por riesgo.

La mayoría de los autores admite este segundo tipo de responsabilidad,


reconociéndolo más o menos ampliamente en sectores como la exploración espacial,
la utilización de la energía nuclear o las actividades susceptibles de afectar al medio
ambiente.

Regulación en el proyecto de artículos de la CDI

El proyecto de artículos de la CDI sobre este tipo de responsabilidad se aplica a las


actividades no prohibidas por el Derecho internacional que se realicen en el territorio
262
Eunice Carri

de un Estado o que de alguna otra manera estén bajo la jurisdicción o control de dicho
Estado y “que entrañen el riesgo de causar, por sus consecuencias físicas, un daño
transfronterizo sensible”, entendiendo por tal riesgo aquel que implica “una alta
probabilidad de causar un daño transfronterizo sensible y una baja probabilidad de
causar un daño transfronterizo catastrófico”.

Ese especial énfasis puesto en el riesgo lleva a la propia CDI a destacar la idea de
prevención, estableciéndose que el Estado de origen (aquel en cuyo territorio o bajo
cuya jurisdicción o control en otros lugares se planifican o realizan las actividades de
riesgo) “adoptará todas las medidas necesarias para prevenir un daño transfronterizo
sensible o, en todo caso, minimizar el riesgo de causarlo”. Esta obligación es
desarrollada en unas medidas de procedimiento que implican derechos y deberes para
todos los Estados interesados. Ello presupone que la realización de las actividades
previstas en el art. 1 del proyecto o la continuación de las actividades preexistentes
requiere la autorización previa del Estado de origen, debiendo basarse dicha
autorización en la evaluación del daño transfronterizo que pueda causar tal actividad,
incluida la evaluación del impacto ambiental (art. 7).

Por otra parte, esta obligación de prevención está basada en la regla de la diligencia
debida, que establece el deber de adoptar todas las medidas necesarias para prevenir
o minimizar el riesgo, lo que incluye la adopción de disposiciones legislativas,
administrativas o de cualquier otra índole, incluido el establecimiento de mecanismos
de vigilancia apropiados.

Además, en caso de que el procedimiento del art. 7 determine la existencia de un


riesgo de causar un daño transfronterizo, el Estado de origen tiene la obligación de
informar antes del inicio de la actividad a los Estados que puedan resultar afectados
por ella y no podrá autorizar la actividad de que se trate antes de recibir en un plazo
no mayor de seis meses, la respuesta del Estado que pueda resultar afectado. En estos
casos, los Estados interesados deben celebrar consultas durante un plazo razonable
para alcanzar soluciones aceptables y basadas en un equilibrio equitativo de interés
respecto a la adopción y aplicación de medidas preventivas, sin perjuicio de que, a
falta de acuerdo, el Estado de origen, teniendo en cuenta los intereses de los Estados
que puedan resultar afectados, prosiga la actividad bajo su responsabilidad.

El deber que tienen los Estados interesados de informar y consultarse sobre la


actividad en sí, los riesgos que entraña y los daños que pueden resultar, se extiende
también al público que pueda resultar afectado. Precisamente al centrarse los trabajos
de la CDI en esta esfera en las consecuencias perjudiciales de actos no prohibidos, salta
al primer plano la idea de daño o perjuicio, lo que serviría para distinguir las
obligaciones de que se trata aquí de aquellas que derivan de actos ilícitos, en la
medida en que, mientras que por regla general un acto ilícito entrañaría una obligación
de reparar, un acto no prohibido sólo entrañaría tal obligación si causase un perjuicio.
Así, según el art. II del Convenio sobre la responsabilidad internacional por daños
causados por objetos espaciales de 1972 “Un Estado de lanzamiento tendrá
responsabilidad absoluta y responderá de los daños causados por un objeto espacial
suyo en la superficie de la Tierra o a las aeronaves en vuelo”.

263
Eunice Carri

El hecho de no estar aquí ante una responsabilidad por ilicitud, sino por un acto no
prohibido, situaría a esta norma y, en general, a todas las relativas al tema que nos
ocupa en este epígrafe, en la esfera de las normas primarias. En este caso, la norma del
Convenio de 1972 impondría al Estado de lanzamiento la obligación de dar una
reparación por las consecuencias perjudiciales causadas por el objeto espacial y sólo
en el caso de que ese Estado no la diese entraría en juego, ante la violación de dicha
obligación, una norma secundaria determinante de la responsabilidad por hecho ilícito,
lo cual significaría que el régimen de la responsabilidad por actos no prohibidos no
menoscabaría la universalidad del régimen de la responsabilidad por ilicitud, al
moverse ambos regímenes en planos diferentes, aunque complementarios.

El DI consuetudinario no ofrece suficiente protección frente a las consecuencias


dañosas de ciertas actividades que resulten inevitables. Esta laguna no puede cubrirse
sino por vía convencional o, en general, a través de la enunciación de nuevas normas
primarias de obligación. En este sentido, en la doctrina se suele advertir que la teoría
de la responsabilidad por riesgo sería hoy por hoy aplicable sólo en los supuestos
cubiertos por convenios internacionales.

En este sentido, los Estados se esfuerzan por regular esta materia a través de
regímenes convencionales (universales o regionales) cada vez más abundantes y
minuciosos, sobre todo en la esfera del medio ambiente, regímenes que incluyen
reglas de prevención, basadas en la doble idea del equilibrio de intereses entre las
partes y de la obligación de diligencia debida, en función del objetivo de impedir o
minimizar las pérdidas o daños resultantes de las actividades de que se trate e incluso
de reparación, comprendiendo ésta, en su caso, la obligación de indemnizar a las
víctimas de los accidentes que no se haya conseguido impedir o de establecer un
sistema de indemnización.

264
Eunice Carri

BOLILLA XIII. SOLUCION DE CONTROVERSIAS.

1.- Principios de abstención al uso o amenaza de la fuerza y uso de medios pacíficos


de solución de controversias. Conceptos. Evolución. Vinculación con otros principios
de la Carta de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos.
2.- Legítima defensa: requisitos, mecanismo. ONU. Individual, colectiva, TIAR, OTAN.
Legítima defensa preventiva.
3.- No intervención en los asuntos internos: antecedentes, doctrinas. Regulación del
principio en la carta de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados
Americanos. Doctrina del deber de ingerencia.
4.- Solución pacífica de controversias. Procedimientos diplomáticos: negociación,
buenos oficios, mediación, conciliación, investigación. Procedimientos
jurisdiccionales: Arbitraje, Corte Internacional de Justicia, tribunales internacionales
ad-hoc.

1.- Principios de abstención al uso o amenaza de la fuerza y uso de medios pacíficos


de solución de controversias. Conceptos. Evolución. Vinculación con otros principios
de la Carta de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos.

El Principio de abstención del empleo de la fuerza

A lo largo de toda la historia de la humanidad, hasta 1919, cuando fue creada


la Sociedad de las Naciones, no existió ninguna restricción legal al uso de la
fuerza por parte de los Estados ni una norma específica que autorizara la
legítima defensa.
EL uso de la fuerza en las relaciones entre estados estaba solo limitado por las
relaciones de poder entre ellos. Por ello, hasta el llamado período clásico del
DI, que coincidió con la expansión colonial europea y la difusión de la
navegación oceánica, y el comercio a grandes distancias, el uso de la fuerza
entre estados no tuvo ninguna limitación legal. Fue recién a partir de allí que
algunos tratadistas comenzaron a elaborar doctrinas para establecer ciertos
principios generales para calificar el uso de la fuerza como legal o ilegal;
partiendo de la idea de que toda sociedad y todo estado tiene derecho a
asegurar su supervivencia y auto preservación, construyendo desde ahí el
derecho a la defensa propia, cuya expresión jurídica es la categoría de legítima
defensa.
El interés por encontrar una regulación para el uso de la fuerza fue creciendo a
medida que aumentaba la capacidad de los ejércitos modernos de causar más
daños, culminando con el enorme costo de la Primera Guerra Mundial.
El Pacto de la Sociedad de las Naciones firmado en 1919, del que llegaron a
formar parte 58 países, intento construir una comunidad de Estados que
procuraban regular sus relaciones por medio del derecho, estableciendo un
sistema pacífico para la solución de controversias y un sistema de seguridad
colectiva. Aceptaban la obligación de no recurrir a la guerra, y se comprometían
a respetar la integridad territorial y la independencia política de los otros
estados miembros. En caso de disputa grave acordaban someterse a arbitraje,
a una solución judicial (CPJ) o llevarlo ante el Consejo, comprometiéndose al

265
Eunice Carri

no uso de la fuerza por 3 meses posteriores a la decisión de los árbitros, jueces


o informes del Consejo. La violación era considerada un acto de guerra contra
todos los miembros de la sociedad, y el Consejo podía autorizar a responder
por medios militares.
El pacto representó un gran avance, tanto por el mecanismo para prevenir el
conflicto como por la creación de un órgano que podía establecer la licitud o
ilicitud del uso de la fuerza. Pero resultó poco eficaz a la hora de detener usos
de fuerza y la Segunda Guerra Mundial, porque su eficacia reposaba en las
decisiones individuales de cada estado.
Un intento por superar estas limitaciones fue el Tratado de París de 1928, al
que adhirieron 23 estados, por el que las partes condenaban el recurso de la
guerra para solucionar controversias internacionales y renunciaban a ella como
instrumento de política internacional (pero no internacional) en sus relaciones
mutuas. No prohibía el uso de la fuerza en defensa propia ni establecía
organismo o etapa de evaluación para determinar si la fuerza fue utilizada
legalmente.
Pese a estos y otros intentos, hechos que llevaron a la 2da GM minaron la
eficacia y credibilidad del sistema; pero la experiencia de estas guerras,
Nuremberg y Extremo Oriente, llevaron a la negociación de un nuevo acuerdo
entre las potencias vencedoras para establecer un sistema internacional
basado en un conjunto de normas que proscribieran la guerra de agresión y
establecieran un mecanismo de seguridad colectiva para responder a ella.
Esas ideas quedan establecidas en la Carta de las UN (1945 por 50 estados),
que entró en vigor en 1945 y las sesiones se desarrollaron en 1946.

El arreglo pacífico de controversias consiste en el arreglo de los conflictos


internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en
peligro ni la paz y la seguridad internacionales. La prohibición del uso de la
fuerza es considerada por la Corte Internacional de Justicia un principio básico
y estructural del derecho internacional contemporáneo. Distinguimos dos tipos
de acciones para la solución de conflictos: procedimientos diplomáticos y
jurisdiccionales.
Según la Carta de las Naciones Unidas, en su artículo 33 establece que las
partes en una controversia donde este en peligro el mantenimiento de la paz y
seguridad internacionales buscarán la solución mediante la negociación,
investigación, conciliación, arbitraje, u otros medios pacíficos a su elección, y el
Consejo de Seguridad si es necesario instará a las partes a que arreglen sus
controversias por dichos medios.
Según la Carta de la Organización de Estados Americanos, en su artículo 23
establece que los Estados están obligados a solucionar sus controversias por
medios pacíficos evitando poner en peligro la paz y seguridad internacionales.
Hay libertad de elección del medio pacifico a utilizar para solucionar la
controversia, como por ejemplo: tal es el caso del conflicto entre Argentina y
Chile por el Canal de Beagle, donde las partes acudieron al arbitraje en primera
instancia y luego a la mediación. Por último, se llego a un acuerdo a través de
una negociación

El arreglo pacífico de controversias tiene dos características, que se deducen


de los textos mencionados anteriormente. La primera, es que se trata de una
obligación general, impuesta por el derecho internacional moderno, por la cual

266
Eunice Carri

los estados deben arreglar sus controversias por medios pacíficos y según
algunos autores que dicha obligación procede de una norma de jus cogen. La
segunda es que los Estados conservan una amplia libertad en la elección del
medio que emplearán para solucionar sus diferencias.
La solución pacifica de controversias es una obligación general impuesta por el
DI que procede de una norma ius cogens. Ello implica dos obligaciones: de
hacer, y de no hacer. Ello se anexa al principio de libre elección de medios
(expresión del principio de igualdad soberana de los estados). El DI no impone
los medios para resolver conflictos, sino solo que ellos sean pacíficos.
Dado que no existe obligación de resultado, sino de comportamiento.
La elección de los medios puede realizarse:
- antes de la controversia (por ej mediante un tratado general o cláusula
compromisoria)
- después de la controversia (a través de un acuerdo ad hoc entre las
partes implicadas)

Concepto de controversia
“Una controversia es un desacuerdo sobre un punto de derecho o de hecho,
una contradicción, una oposición de tesis jurídicas o de intereses entre dos
partes”. (CPIJ)
Las controversias pueden ser de tipo jurídico (cuando las partes se hallan en
desacuerdo acerca de la interpretación o aplicación de una norma vigente) o de
tipo político (cuando hay discrepancia acerca de los hechos que generaron la
controversia o cuando se procura encontrar una solución que implica una
modificación del derecho vigente).

Evolución (por Arrendondo y Curi)


Las controversias en el derecho internacional ponen de relieve una peculiaridad
propia del DI: la falta de un sistema obligatorio entre Estados. En ausencia de
acuerdo de partes por un foro mutuamente aceptable, no existe
previsiblemente tribunal con jurisdicción obligatoria.
A pesar de que las controversias son un elemento característico de las
relaciones internacionales, existe gran consenso de que deben ser resueltas de
modo pacífico.
En el DI clásico gozaban de absoluta libertad de recurrir o no a métodos de
arreglo pacífico, en la medida que existía la posibilidad de acudir a la guerra.
Esa situación se modifica radicalmente en el DI contemporáneo, que
transforma a la solución pacífica de controversias en un principio fundamental
del DI.
Al trazar una línea del tiempo para ver la evolución del principio, vemos hitos
fundamentales en ese proceso de transformación:
1. Las Conferencias de la Paz de La Haya de 1899 y 1907: en la primera
se aprueba la Convención para el Arreglo Pacífico de los Conflictos
Internacionales (recogía, por ejemplo, la mediación y arbitraje
internacional, y creaba el Tribunal Permanente de Arbitraje, en la Haya);
en la segunda se adoptó una nueva convención revisando la segunda.
2. La Sociedad de las Naciones: después de la 1°GM se crea la sociedad
de las naciones para el mantenimiento de la paz, que emana en
obligación para los miembros de someter a arbitraje o investigación

267
Eunice Carri

cualquier conflicto, pero sin proscribir la guerra, sino que supeditaba


primero al paso de una instancia pacífica de solución.
3. El Pacto Briand-Kellog: este acuerdo de 1928 (por apellidos de ministros
de Francia y EEUU) se suma al conjunto de iniciativas impulsadas por
los estados para institucionalizar el recurso a los métodos de solución
pacífica de controversias. Renuncian al recurso de la guerra como
manifestación directa de sus políticas nacionales.
4. El Acta General para la solución pacífica de controversias
internacionales: también de 1928 por la Asamblea de la Sociedad de las
Naciones, contiene disposiciones relativas al tema, como el arreglo
judicial y el arbitraje. Pero además introduce un método antes no
recogido: el procedimiento de conciliación.
5. Esquemas Regionales: en el marco del sistema interamericano en 1948
se firma el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, estableciendo
recursos obligatorios, haciendo distinción entre conflictos de índole
jurídica y no jurídica. Se impone que las partes contratantes convienen
en “abstenerse de la amenaza, el uso de la fuerza de cualquier otro
medio de coacción para el arreglo de controversias y en recurrir en todo
tiempo a procedimientos pacíficos”. Para ello se regulan los
procedimientos de buenos oficios, mediación, investigación, conciliación,
arreglo judicial y arbitraje.
Este recorrido histórico se completa con la recepción del principio de solución
pacífica de controversias en la Carta de las Naciones, que lo cristaliza.

2.- Legítima defensa: requisitos, mecanismo. ONU. Individual, colectiva, TIAR, OTAN.
Legítima defensa preventiva.

Todo estado tiene derecho a defenderse si es atacado, porque nadie puede


alegar el derecho a obligar a otro a suicidarse.

La Carta de la NU estableció el principio de prohibición del uso de la fuerza,


pero el alcance de esa prohibición ha sido objeto de dos interpretaciones: una
absoluta y una restringida (la que entiende que no restringe el derecho de
enfrentar una amenaza del uso de la fuerza que aún no se ha consumado).
Otra limitación es la defensa propia. Así, dice Carta de la ONU –en su art. 51-
sobre acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o
actos de agresión):
“Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de
legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un
Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad
haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad
internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del
derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de
Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del
Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la
acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la
seguridad internacionales.”
El derecho de defensa es el derecho a responder por medio de la fuerza
armada a un uso de la fuerza ilegal del que el Estado ha sido víctima, por sí

268
Eunice Carri

solo (legítima defensa individual) o mediante la ayuda de terceros Estados


(legítima defensa colectiva) a los que se haya solicitado ayuda. Así, la Carta
permite la respuesta colectiva de los países miembros de alianzas militares.
La CIJ, en su opinión consultiva sobre la Legalidad de la amenaza o el uso de
las armas nucleares (1996), reconoció: “el derecho fundamental de cada
estado a la supervivencia, y por lo tanto, de recurrir a la legítima defensa de
acuerdo con el art. 51 de la Carta, cuando su supervivencia está en juego”.
Ante una conducta ilícita o un daño causado injustamente, el derecho
internacional autoriza a reaccionar lícitamente y esta acción de respuesta se
puede involucrar tanto la reparación del daño causado como una sanción que
actúe como disuasión para que esa acción que provocó el daño no vuelva a
repetirse.
La legítima defensa exime, prima facie, de ilegalidad al uso de la fuerza del
Estado que la ejerce, aunque las circunstancias del caso que justificaron el
derecho invocado puedan ser revisados ex post en instancia internacional, y en
su caso, dar reparaciones.
Los requisitos son necesidad y proporcionalidad (Nicaragua vs. EEUU 1986); y
el ataque debe ser de cierta gravedad.
El art. 51 ha también dado lugar a una interpretación restrictiva y otra amplia:
- restrictiva: debe cumplir con 4 condiciones:
1. el estado debe haber sido primero víctima de un ataque armado
importante
2. el blanco de la respuesta debe ser el responsable del ataque armado
3. la cantidad de fuerza utilizada debe ser la estrictamente para defenderse
4. proporcional al daño sufrido o amenazado
(los partidarios de esta teoría entienden que por eso se usó el término
“ataque armado” y no “agresión”, para limitar los casos de aplicación).
Solo procede cuando el uso de la fuerza ilegal ya se ha consumado, y por
tanto provocado un daño.
- amplia: reconoce la existencia de normas preexistentes de naturaleza
consuetudinaria sobre el uso de la fuerza. Entiende también que el
derecho se extiende a la respuesta a un ataque armado que aun no se
ha consumado pero es inminente (doctrina de la legítima defensa
precautoria).

Requisitos

La legítima defensa se traduce en “el amparo o protección respecto de un


previo ataque”. Desde la perspectiva del Derecho Penal, en el sentido de su
individualización, tendría un doble fundamento: por una parte la necesidad de
protección de bienes jurídicos individuales, y por otra, dentro de los límites
razonables, la posibilidad de conservar la primacía del derecho frente al injusto.
Ante esta situación se establecen como requisitos para apreciar la legítima
defensa los siguientes:
 Agresión ilegítima: que ponga en grave peligro de deterioro o pérdida
inminente a los bienes (sea por actos de fuerza, propósitos lesivos, etc.)
 Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
 Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
En el derecho internacional, como vimos, no existe un desarrollo conceptual
diferente de la institución, lo que nos sugiere que ha de entenderse en su

269
Eunice Carri

aproximación a la legítima defensa definida en el Derecho Penal. No obstante


aparecen conceptos que resulta necesario desarrollar:
 Agresión: Subraya VERRI: “empleo de la fuerza armada de un Estado
contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de
otro Estado”. Esta puede tener varias manifestaciones, desde la invasión
o ataque al territorio por fuerzas armadas de otro Estado hasta los
intentos de anexión mediante el empleo de la fuerza, actos de
mercenarismo, entre otros.
 Estado víctima: Queda claro que es aquel que sufre directamente o se
halla en peligro inminente de sufrir una agresión. A tales efectos
vuelve a considerarse que “el Estado víctima de una agresión tiene el
derecho a ejercer la legítima defensa”.
Si habláramos de requisitos para apreciar la legítima defensa por parte de un
Estado sobre el que pende una agresión de carácter militar, podrían retomarse
algunos de los presupuestos de su similar en el Derecho Penal: la existencia de
una agresión y presumiblemente la falta de provocación, aunque esta última
posición puede resultar discutible. Sin embargo, el hecho de desarrollar esta
legítima defensa “de la manera que se considere necesaria”, puede reforzar la
idea de la necesidad objetiva de la defensa y excluir la necesaria
proporcionalidad entre el medio de ataque y los medios de defensa. Otro
requisito explícito es la obligatoriedad de informar rápidamente al Consejo de
Seguridad sobre las medidas de defensa que se hayan tomado, como
mecanismo legitimador además, tal como lo exige la Carta de Naciones
Unidas.

Legítima defensa colectiva

La legítima defensa colectiva ocurre cuando un Estado es víctima de un ataque


armado y otros acuden en su ayuda. No hay mucha práctica internacional en
esta materia, aunque existan numerosos tratados de asistencia recíproca cuyo
objeto es, precisamente, proveer a dicha defensa.
Curiosamente, y no obstante haber sido muy debatida la inclusión de la
defensa colectiva en el artículo 51 de la Carta, hoy en día no hay mayores
desacuerdos doctrinales respecto a su contenido. En la práctica han sido los
hechos el objeto de controversias: si existió realmente un ataque armado que
diera origen a esta defensa, si hubo un auténtico pedido de intervención
defensiva por parte del Estado víctima, etc. Su inclusión en aquel artículo de la
Carta fue debida al pedido expreso de los países latinoamericanos, que
querían mantener la compatibilidad del sistema interamericano de asistencia
recíproca con el que se establecía en la Carta de la ONU.
La legítima defensa colectiva es un concepto novedoso, introducido en el
derecho internacional a través de la Carta, y en los debates que precedieron a
su sanción se discutió sobre si se trataba de un “derecho” autónomo de
cualquier Estado, esto es, si un Estado podía acudir por su propia iniciativa en
defensa de otro atacado o si sólo podía hacerlo a su pedido, o bien si sólo
podía hacerlo en caso de que fuera también víctima del ataque o si su interés
resultara comprometido por dicho ataque.
En disidencia en el caso Nicaragua, el juez Jennings opinó que para que
existiera defensa propia colectiva debería haber en dicha defensa, además del
elemento “colectivo”, también algo del elemento “propio”, esto es, el ataque

270
Eunice Carri

debía amenazar también a los otros Estados. Puso en duda, entonces, que
fuera legítimo que Estados que no habían sido atacados participaran en la
defensa del que sí lo había sido. Este punto de vista, sin embargo, no parece
haber prevalecido en la práctica de los Estados ya que dejaría sin objeto a los
tratados defensivos existentes. También se discutió si era necesario un tratado
previo autorizando esta intervención, porque se aducía que de otra manera
sería contraria al espíritu del artículo.
La CIJ tuvo oportunidad de expedirse sobre este tema in extenso en el caso
Nicaragua. Allí determinó que lo dicho respecto a la naturaleza del ataque
armado en cuanto a la legítima defensa individual vale igualmente para la
defensa colectiva, esto es, no hay legítima defensa colectiva sin un ataque
armado con las mismas características requeridas para la defensa individual.
También que era necesario un pedido formal del Estado que sufre el ataque,
cuando determinó que no existía ese pedido por parte de Honduras o El
Salvador a Washington ante ataques atribuidos a Nicaragua.

TIAR – OTAN

La legítima defensa se maneja según criterios de poder. Su aplicación varía


dependiendo de la capacidad de los actores de implementarla. En el caso de la
legítima defensa colectiva, autorizada por el Art. 51 de la Carta de la ONU y por
las organizaciones defensivas regionales, no pudo ser aplicada para el caso de
la guerra de las Malvinas, debido a la total ineficacia del TIAR, que fue utilizado
por EUA como instrumento disciplinador de la región y para protegerse de los
avances soviético-cubano en el hemisferio. En cambio se ha podido utilizar sin
ningún tipo de problemas en los casos de intervenciones de la OTAN, en
Yugoslavia, y con los pedidos de incorporación de los países del Este Europeo,
incluida Rusia. La desintegración de la URSS produjo la desaparición, del
Pacto de Varsovia, el sistema de defensa colectiva del bloque oriental.

Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), también llamado


Tratado de Río, es un pacto de defensa mutua interamericano firmado el 2 de
septiembre de 1947 en Río de Janeiro. El área geográfica de acción del
tratado, comprende a América y 300 millas a partir de la costa, incluyendo la
región entre Alaska, Groenlandia, en el norte, y en la zona ártica hasta las islas
Aleutianas. En el sur las regiones antárticas, y los islotes de San Pedro y San
Pablo y la isla Trinidad (detallado en artículo 4 del Tratado).
Según el artículo 3.1 en caso de (...) un ataque armado por cualquier Estado
contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos
los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes
Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del
derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el
Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.
Se trata del primer tratado de su especie después de la Segunda Guerra
Mundial. La firma del Tratado del Atlántico Norte corresponde a 1949. No todos
los estados miembros de la Organización de los Estados Americanos lo han
firmado.
El Consejo Permanente de la OEA actúa provisoriamente como organismo. Es
el mecanismo de consulta, pero sólo participan en la votación las partes
contratantes del TIAR. El Consejo es el encargado de evaluar si existen las

271
Eunice Carri

condiciones para convocar una Reunión de Consulta de los integrantes del


TIAR o la aplicación de las medidas correspondientes.
La firma del TIAR fue una de las razones por las que Costa Rica disolvió su
ejército en 1948, al considerar a las previsiones del Tratado como garantía
suficiente para asegurar su defensa nacional.

El TIAR ha sido invocado al menos 20 veces durante los años 1950 y 1960.
Particularmente durante el bloqueo a Cuba en 1962 y la guerra entre Honduras
y El Salvador en 1969. Sin embargo nunca fue puesto en acción debido a
amenazas de la Guerra Fría. La más reciente invocación del TIAR ha sido la de
EE. UU. después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Durante la Guerra de las Malvinas (1982), se trató de hacerlo efectivo. Sin
embargo, EE. UU., que era tanto miembro del TIAR como de la OTAN, prefirió
cumplir las obligaciones de la OTAN, de la cual el Reino Unido era integrante,
porque la OTAN tiene una cláusula indicando que cuando un país miembro de
la OTAN es atacado, se le debe prestar asistencia.
Una de las razones para no cumplir el TIAR esgrimida por EE. UU. era que
Argentina empezó la guerra al recuperar por la fuerza las islas Malvinas —un
territorio en litigio con el Reino Unido quien lo administra—, por tanto no
correspondía su aplicación; similar fue la posición de Chile y Colombia, que
también aducían que el TIAR es un acuerdo netamente defensivo acorde el
artículo 3.1.
Además se presentaba la resolución 502 del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas que exigía el retiro de la fuerzas argentinas de la islas
Malvinas como condición a cualquier proceso de negociación entre las partes.
Esto no significó el retiro de EE. UU. del TIAR al no haber un comunicado
oficial ante la OEA de su renuncia como parte (Artículo 25 del TIAR).
Fue un no cumplimiento de facto de las obligaciones del tratado. Sin embargo,
la condición del TIAR como instrumento de defensa multilateral de América
quedó seriamente deslegitimada. Ésta fue una de las razones de México para
renunciar al tratado en 2002. El 5 de junio de 2012 los presidentes del ALBA
anunciaron que los miembros de esta unión también se retiraban del Tratado.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN; en inglés: North


Atlantic Treaty Organization, NATO; en francés: Organisation du Traité de
l'Atlantique Nord, OTAN), también denominada Alianza del Atlántico o del
Atlántico Norte, es una alianza militar intergubernamental basada en el
Tratado del Atlántico Norte o Tratado de Washington firmado el 4 de abril de
1949. La organización constituye un sistema de defensa colectiva, en la cual
los Estados miembros acuerdan defender a cualquiera de sus miembros si son
atacados por una facción externa. El cuartel general de la OTAN se encuentra
en Bruselas, Bélgica, uno de los 28 Estados miembros de la organización que
se extiende por Norteamérica y Europa. Las últimas incorporaciones fueron
Albania y Croacia, en abril de 2009. Además, hay 22 países que colaboran con
la OTAN dentro del programa Asociación para la Paz, con otros 15 países
involucrados en programas de diálogo. El gasto militar combinado de todos los
países miembros de la OTAN supera el 70 % del gasto militar mundial.
En sus primeros años, la OTAN no era mucho más que una asociación política.
Sin embargo, la Guerra de Corea hizo que se planteara una coalición
permanente, y desde entonces se creó una nueva estructura militar bajo la

272
Eunice Carri

dirección de los comandantes de Estados Unidos. El curso de la Guerra Fría


llevó a las naciones rivales a crear el Pacto de Varsovia, que se formó en 1955.
Siempre se han manifestado dudas sobre la alianza europeo-norteamericana
ante una invasión soviética, desacuerdos que se plasmaron con la creación por
parte de Francia de la fuerza de choque nuclear, y finalmente con su retirada
de la alianza en 1966.
Después de la caída del Muro de Berlín en 1989, la organización intervino
dentro de la Guerra de Yugoslavia, lo que se convirtió en la primera
intervención conjunta de la OTAN, y también después en 1999. Políticamente
la organización ha ido mejorando sus relaciones con los antiguos miembros del
Bloque del Este, que culminaron al incorporarse varios miembros del Pacto de
Varsovia entre 1999 y 2004. En septiembre de 2001 ha sido la única ocasión
en que un país miembro, Estados Unidos, ha invocado el Artículo 5 del tratado
reivindicando la ayuda en su defensa. A partir de entonces los países
miembros colaboraron con los Estados Unidos en la Guerra de Afganistán y de
Irak. El artículo 4 del tratado prevé llamar a consulta a los países miembros y
ha sido convocado 4 veces, 3 de ellas por Turquía, la primera por la Guerra de
Irak y las dos restantes por ataques recibidos durante la Guerra Civil Siria,3 la
cuarta ha sido invocado por Polonia durante la Crisis de Crimea de 2014,
debido a la movilización de tropas rusas en la frontera polaca con Kaliningrado
y las maniobras rusas en el Báltico.

Legítima defensa preventiva

Han existido casos de uso de la fuerza emprendido por Estados en lo que se


ha dado en llamar “legítima defensa preventiva” ante la alegada inminencia de
un ataque armado por otro Estado. Esta concepción choca contra un obstáculo
insalvable dentro de la definición misma de la legítima defensa en el artículo 51
de la Carta, que la concibe: “en caso de ataque armado”. No mediando tal
ataque, no cabría la posibilidad de defensa legítima.
Remiro Brotóns dice que el DI no obliga a los Estados “a diferir su acción
defensiva hasta el momento en que el agresor consuma su ataque, pues ha de
entenderse que el ataque armado existe a partir del momento en que se ponen
en marcha los efectivos que han de desencadenarlo” y cita como ejemplo que
“el ataque británico contra Argentina por la recuperación de las islas Malvinas
se inició ...cuando (la flota) zarpó en misión de guerra con rumbo al Atlántico
sur”.
Acaso asista la razón a este autor, particularmente en cuanto al ejemplo citado,
puesto que la preparación y objetivos de la expedición británica habían sido
ampliamente publicitados. Otros ejemplos podrían ofrecer algunas dudas. Si la
flota japonesa, que salió en secreto y en plena paz, para bombardear Pearl
Harbor en 1941 hubiera sido atacada por fuerzas de los Estados Unidos
cuando se encontraba en camino a su blanco, lo hubiera sido en legítima
defensa? ¿O sólo cuando comenzó a descargar sus cañones?
De todos modos, las Resoluciones 2625 (XXV), 3314(XXIX) y la 41/7652 nada
dicen sobre la defensa preventiva, y antes de que apareciera la doctrina Bush,
los Estados en general fueron renuentes a alegarla.
Para los autores de tendencia permisiva, sin embargo, la Carta no derogó el
derecho consuetudinario anterior que permitía el uso de la fuerza cuando
surgía “una necesidad de defensa propia urgente, abrumadora, que no dejara

273
Eunice Carri

lugar a elección de medios ni tiempo a deliberación” como rezaba la


descripción de Webster.
En nuestros días defiende la posición preventiva, entre otros, el autor
norteamericano Me Dougall con un razonamiento práctico: dada la existencia
actual de armas de destrucción en masa y de vectores muy rápidos para
hacerlas llegar a destino, así como medios eficaces de inteligencia para
detectar movimientos de ese tipo, sería absurdo no utilizar la fuerza
preventivamente en tales casos. Un Estado, en particular uno pequeño, podría
ser borrado de la faz de la tierra si se obstinara en cumplir con el artículo 51 de
la Carta.
Un autor israelí, Y. Dinstein, distingue el uso “preventivo” de la fuerza contra un
ataque armado simplemente previsible o simplemente concebible, de un uso
“interceptivo” de la fuerza, frente a un ataque “inminente y prácticamente
inevitable”. En su concepción, sólo el uso “interceptivo” sería legal.
Por otra parte, autores que niegan en absoluto la legalidad de la defensa
preventiva, como Théodore Christakis, se inclinan a buscar en el estado de
necesidad la justificación para este uso de la fuerza.

El caso del Caroline

Aunque, como dijimos antes, la legítima defensa sólo tiene sentido si existe
una prohibición del uso de la fuerza, en el derecho internacional anterior a la
Carta hubo oportunidades en que los Estados la alegaron para justificar usos
de la fuerza menores ante otro Estado, no obstante la libre posibilidad que
tenían de declarar la guerra entre sí. La apelación a la legítima defensa podía
evitar la creación de un status de guerra con todos sus efectos, entre otros la
suspensión de los tratados, o creación de obligaciones emergentes hacia
terceros Estados como consecuencia de su estado de neutralidad como
terceros Estados.
Esta variedad de la legítima defensa no sería aceptable actualmente, ya que
según el artículo 51 de la Carta ésta procede únicamente ante un ataque
armado, o sea solamente ante un uso mayor de la fuerza. El famoso caso del
Caroline proporciona un ejemplo al respecto.
En 1837, durante la rebelión canadiense contra Gran Bretaña, algunos
ciudadanos norteamericanos fletaron un buque, el Caroline, que ayudó
considerablemente a los rebeldes, siendo neutral su país, los Estados Unidos.
El Caroline fue apresado por fuerzas inglesas, incendiado y hecho caer en las
cataratas del Niágara. Dos nacionales de los Estados Unidos, que estaban a
bordo, fueron muertos en la ocasión. En los años 1841-1842 en correspondencia
diplomática con Gran Bretaña, el Secretario de Estado norteamericano, sr.
Webster, aclaró el concepto de su país respecto a la legítima defensa,
considerando que no había un estado de guerra entre Gran Bretaña y Estados
Unidos y que el Caroline era, por ende, de bandera neutral. Eso hacía oportuna
la definición de la legítima defensa frente a un uso de la fuerza que no
equivalía a la guerra.
Gran Bretaña debía probar, en los términos de Webster, “una necesidad de
defensa propia urgente, abrumadora, que no dejara lugar a la elección de los
medios ni tiempo a la deliberación”. Además, y para legitimar su incursión
dentro del territorio de los Estados Unidos, los británicos debían establecer que
no habían hecho “nada irrazonable o excesivo, desde que los actos justificados

274
Eunice Carri

por la necesidad de la defensa propia deben ser limitados por esa necesidad y
mantenidos claramente dentro de sus límites”.
Esta definición de la legítima defensa pasó a convertirse en la del derecho
consuetudinario de la época y exigía la presencia de tres elementos:
• que la reacción fuera respuesta a una necesidad de defensa propia
apremiante,
• que la amenaza no pudiera evitarse por otros medios (necesidad), y
• que la fuerza utilizada fuera proporcional al peligro.
Algunos de los conceptos de Webster han pasado como afirmaciones o como
dudas al derecho internacional general. Ellos pueden haber inspirado la idea de
que no solamente corresponde la legítima defensa en respuesta a un ataque
armado en desarrollo, sino que también es procedente -incluso cuando el
ataque no se hubiere aún producido- si aquél es inminente (necesidad de
defensa propia “urgente, abrumadora, que no dejara lugar a la elección de los
medios ni tiempo a la deliberación”). Es la llamada defensa preventiva.
En relación con lo que dijimos antes, el caso del Caroline indica que la
concepción de la legítima defensa en ese entonces se aplicaba a situaciones
prácticamente inversas a las actuales. Los hechos ejecutados por el buque
configuraban un uso menor de la fuerza ejercido por particulares y en plena
paz entre Gran Bretaña y los Estados Unidos. En cambio, técnicamente, la
legítima defensa solamente corresponde hoy en día ante un uso mayor de la
fuerza, esto es, ante un ataque armado.
Gran Bretaña alegó la legítima defensa seguramente para no incurrir respecto
a los Estados Unidos en una causal de guerra. La definición de Webster, la
primera que se ensayó sobre la legítima defensa respecto de un uso menor de
la fuerza, tuvo por esa circunstancia tanta repercu sión. El Reino Unido, en el
fondo, la aceptó y trató de demostrar que su acción se adaptaba a la figura
descripta por Webster.

3.- No intervención en los asuntos internos: antecedentes, doctrinas. Regulación del


principio en la carta de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados
Americanos. Doctrina del deber de ingerencia.

Si los Estados que conforman la CI son soberanos e iguales, ello quiere decir
que en sus relaciones recíprocas ninguno puede ejercer autoridad sobre otro.
Eso se traduce en el DI general en el principio de no intervención de un Estado
en los asuntos internos o externos de otro, corolario de la igualdad soberana.
Remiro Brotóns define la intervención como un acto por el cual un Estado, o
grupo de Estados se entromete por vía de autoridad en los asuntos de la
jurisdicción doméstica de otro Estado para imponerle un comportamiento
determinado. Acaso faltara aquí la nota de la interferencia en los asuntos
externos, que figura en la Resolución 2131.
En el DI clásico, la intervención no estaba prohibida. Vimos que tras el
Congreso de Viena, se formaron las alianzas que configuraron una especie de
gobierno europeo y que utilizaron la intervención como un medio normal de
imponer algunas de sus ideas e intereses, sobre todo la idea de legitimidad
monárquica. Posteriormente, se fue restringiendo el concepto de intervención
legítima a ciertos casos. La CIJ, en el caso del Canal de Corfú, se expresó
claramente en contra de un pretendido derecho de intervención, que en su

275
Eunice Carri

parecer no era sino la manifestación de una política de fuerza que había dado
lugar en el pasado a los más graves abusos y que no podía encontrar un lugar
en el derecho internacional actual. Menos admisible aún, agregó la Corte, en
casos como el de marras en que el derecho se reservaría para los Estados
más poderosos, lo que tendería fácilmente a una perversión de la
administración de justicia.

“El principio de no intervención supone el derecho de todo Estado soberano de


conducir sus asuntos sin injerencia exterior; aunque los ejemplos de violación
del principio no sean raros, la Corte estima que forma parte del Derecho
internacional consuetudinario”... “La existencia del principio de no intervención
en la opinio juris de los Estados se apoya en una práctica importante y bien
establecida. Por otra parte, se ha presentado este principio como un corolario
del principio de igualdad soberana de los Estados”. (CIJ – Nicaragua vs.
Estados Unidos – 1986).
La Corte reconoce, entonces, la existencia de este principio en el derecho
internacional general y su opimo juris fundamentada en la aceptación general
del principio como derecho y en su estrecha relación con otro principio
indudablemente consuetudinario, como el de la igualdad soberana de los
Estados.
La misma Corte se ha encargó de delimitar el alcance del principio.
“La intervención prohibida debe, pues, recaer sobre materias respecto de las
cuales el principio de soberanía de los Estados permite a cada uno de ellos
decidir libremente. Ello ocurre con la elección del sistema político, económico,
social y cultural y con la formulación de la política exterior. La intervención es
ilícita cuando utiliza medios de coerción respecto a esas elecciones, que deben
permanecer libres. Este elemento de coerción, constitutivo de la intervención
prohibida y que forma parte de su propia esencia, es particularmente evidente
en el caso de una intervención que utiliza la fuerza, bien bajo la forma directa
de una acción militar, bien bajo la forma indirecta de apoyo a actividades
armadas subversivas o terroristas en el interior de otro Estado”.
Del interesante pasaje transcripto surgen varias comprobaciones. La primera
es que la intervención tiene lugar cuando se refiere a aquellos asuntos en que
el Estado está autorizado, por el derecho de gentes, a elegir libremente su
conducta. Y ello parece indudable en cuanto al meollo de derechos que supone
lo relativo al sistema político, económico, social o cultural de un Estado y a la
formulación de su política exterior.
Es decir, que aun cuando la intervención tuviera el mejor propósito, como el de
ayudar a una facción del país que busca la implantación de un régimen
democrático, o la implantación de una conducta estatal acorde con el respeto a
los derechos humanos fundamentales de la población, no adquiriría con ello
legitimidad.
En cuanto a los medios, es claro que ellos deben ser coercitivos, aunque no
medie la fuerza armada, y que su utilización configuraría el grado sumo de la
intervención.

Naciones Unidas y organización de estados americanos

El artículo 2.7 de la Carta dice: “Ninguna disposición de esta Carta autorizará a


las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la

276
Eunice Carri

jurisdicción interna de los Estados, ni obligará a los Miembros a someter dichos


asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta, pero este
principio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas prescritas en el
Capítulo VII”.
En la práctica, se hicieron dos distintas lecturas de esta norma, una restrictiva y
la otra amplia. La primera identificaba intervención con uso de la fuerza: eso
era lo prohibido, la intervención con utilización de la fuerza. La segunda, en
cambio, se amparaba en la introducción del artículo 2 que textualmente dice:
“Para la realización de los Propósitos consignados en el artículo 1, la
Organización y sus miembros procederán de acuerdo con los siguientes
Principios:” Con lo que suponía la extensión a los miembros de la
Organización del deber impuesto a esta última por el principio.
En esas circunstancias, las resoluciones 2131 y 2625 vinieron a terminar con las
especulaciones, puesto que se ocupan específicamente de la no intervención en el
plano de Estado a Estado. Dada la aceptación con que ambas fueron recibidas por la
comunidad internacional, no cabe duda de que al presente sus textos han llegado a ser
normas consuetudinarias y asilo dijo la propia CIJ en el asunto de Nicaragua vs.
Estados Unidos.
Bajo el título de “El principio relativo a la obligación de no intervenir en los asuntos que
son de la jurisdicción interna de los Estados” la Declaración de 1970 dice: “Ningún
Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir directa o indirectamente, y sea
cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro. Por lo tanto,
no solamente la intervención armada sino también cualesquiera formas de injerencia o
de amenaza atentatoria contra la libertad del Estado o de los elementos políticos,
económicos o culturales que lo constituyen, son violaciones del derecho internacional.
Ningún Estado puede aplicar o fomentar el uso de medidas económicas, políticas o de
cualquier otra índole, para coaccionar a otro Estado a fin de lograr que subordine el
ejercicio de sus derechos soberanos y obtener de él ventajas de cualquier orden. Todos
los Estados deberán también abstenerse de organizar, apoyar, fomentar, financiar,
instigar o tolerar actividades armadas, terroristas o subversivas encaminadas a cambiar
por la violencia el régimen de otro Estado y de intervenir en la guerra civil de otro
Estado, el uso de la fuerza para privar a los pueblos de su identidad nacional constituye
una violación de sus derechos inalienables y del principio de no intervención. Todo
Estado tiene el derecho inalienable de elegir su sistema político, económico, social y
cultural, sin injerencia en ninguna forma por parte de ningún otro Estado. Nada en los
párrafos precedentes deberá interpretarse en el sentido de afectar las disposiciones
pertinentes de la Carta relativos al mantenimiento de la paz y seguridad
internacionales”.
El primer párrafo del texto transcripto fue tomado, poco menos que a la letra,
del artículo 18 y la primera parte del segundo del artículo 19, del Capítulo 4
(Derechos y deberes fundamentales de los Estados) de la Carta de los Estados
Americanos. A su vez, el párrafo relativo al derecho de los pueblos de elegir
libremente su sistema político, económico, social y cultural reconoce su
inspiración en el artículo 16 del mismo cuerpo legal.
En realidad, el principio de no intervención es un aporte notable del sistema
interamericano y fueron su motor los países de América latina, determinados a
poner sus relaciones con los Estados Unidos sobre bases de cierta igualdad.
En efecto, las numerosas intervenciones de ese país, particularmente en
México, América Central y el Caribe, habían provocado una resistencia que
intentó infructuosamente plasmarse en la Conferencia interamericana de La

277
Eunice Carri

Habana, 1928, mediante la inserción del principio en una Declaración sobre los
derechos y deberes fundamentales de los Estados. La posición norteamericana
en esa oportunidad fue de rechazo y recién en 1933, en la Conferencia de
Montevideo, el principio se aceptó, aunque con una frustrante reserva de
Estados Unidos relativa al mantenimiento de las causales del derecho
internacional. Sucedió eso durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt, e
inaugurada que fue la política del buen vecino y levantada la Enmienda Platt a
la Constitución cubana, que autorizaba la intervención de los Estados Unidos
en ciertos casos en la isla. Sólo en 1936 aceptó Estados Unidos lisa y
llanamente el principio de no intervención, en la Conferencia interamericana de
Buenos Aires y en oca sión de la visita a la Argentina del Presidente de los
Estados Unidos.
La Resolución 2625 contiene interesantes especificaciones.
- La frase “directa o indirectamente” contenida en el primer párrafo excluye la
intervención a través de terceros intermediarios.
- La frase “sea cual fuere el motivo” destierra las causales del derecho
internacional clásico como el cobro de deudas y la intervención llamada
“humanitaria”. La ayuda a la lucha de liberación nacional contra la colonización
sería, sin embargo, excepción a la regla anterior, pero esta excepción se forjó
sólo en la década de 1960/70, con motivo de la descolonización.
- “Sean cuales fueren los medios empleados” tiene por fin incluir en forma
indudable en esta prohibición a los medios económicos, que no lo fueron en lo
relativo al uso de la fuerza.

El artículo 2.7 de la Carta dice: “Ninguna disposición de esta Carta autorizará a


las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la
jurisdicción interna de los Estados, ni obligará a los Miembros a someter dichos
asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta, pero este
principio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas prescritas en el
Capítulo VII”.
En la práctica, se hicieron dos distintas lecturas de esta norma, una restrictiva y
la otra amplia. La primera identificaba intervención con uso de la fuerza: eso
era lo prohibido, la intervención con utilización de la fuerza. La segunda, en
cambio, se amparaba en la introducción del artículo 2 que textualmente dice:
“Para la realización de los Propósitos consignados en el artículo 1, la
Organización y sus miembros procederán de acuerdo con los siguientes
Principios:” Con lo que suponía la extensión a los miembros de la
Organización del deber impuesto a esta última por el principio.
En esas circunstancias, las resoluciones 2131 y 2625 vinieron a terminar con las
especulaciones, puesto que se ocupan específicamente de la no intervención en el
plano de Estado a Estado. Dada la aceptación con que ambas fueron recibidas por la
comunidad internacional, no cabe duda de que al presente sus textos han llegado a ser
normas consuetudinarias y asilo dijo la propia CIJ en el asunto de Nicaragua vs.
Estados Unidos.
Bajo el título de “El principio relativo a la obligación de no intervenir en los asuntos que
son de la jurisdicción interna de los Estados” la Declaración de 1970 dice: “Ningún
Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir directa o indirectamente, y sea
cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro. Por lo tanto,
no solamente la intervención armada sino también cualesquiera formas de injerencia o
de amenaza atentatoria contra la libertad del Estado o de los elementos políticos,

278
Eunice Carri

económicos o culturales que lo constituyen, son violaciones del derecho internacional.


Ningún Estado puede aplicar o fomentar el uso de medidas económicas, políticas o de
cualquier otra índole, para coaccionar a otro Estado a fin de lograr que subordine el
ejercicio de sus derechos soberanos y obtener de él ventajas de cualquier orden. Todos
los Estados deberán también abstenerse de organizar, apoyar, fomentar, financiar,
instigar o tolerar actividades armadas, terroristas o subversivas encaminadas a cambiar
por la violencia el régimen de otro Estado y de intervenir en la guerra civil de otro
Estado, el uso de la fuerza para privar a los pueblos de su identidad nacional constituye
una violación de sus derechos inalienables y del principio de no intervención. Todo
Estado tiene el derecho inalienable de elegir su sistema político, económico, social y
cultural, sin injerencia en ninguna forma por parte de ningún otro Estado. Nada en los
párrafos precedentes deberá interpretarse en el sentido de afectar las disposiciones
pertinentes de la Carta relativos al mantenimiento de la paz y seguridad
internacionales”.
El primer párrafo del texto transcripto fue tomado, poco menos que a la letra,
del artículo 18 y la primera parte del segundo del artículo 19, del Capítulo 4
(Derechos y deberes fundamentales de los Estados) de la Carta de los Estados
Americanos. A su vez, el párrafo relativo al derecho de los pueblos de elegir
libremente su sistema político, económico, social y cultural reconoce su
inspiración en el artículo 16 del mismo cuerpo legal.
En realidad, el principio de no intervención es un aporte notable del sistema
interamericano y fueron su motor los países de América latina, determinados a
poner sus relaciones con los Estados Unidos sobre bases de cierta igualdad.
En efecto, las numerosas intervenciones de ese país, particularmente en
México, América Central y el Caribe, habían provocado una resistencia que
intentó infructuosamente plasmarse en la Conferencia interamericana de La
Habana, 1928, mediante la inserción del principio en una Declaración sobre los
derechos y deberes fundamentales de los Estados. La posición norteamericana
en esa oportunidad fue de rechazo y recién en 1933, en la Conferencia de
Montevideo, el principio se aceptó, aunque con una frustrante reserva de
Estados Unidos relativa al mantenimiento de las causales del derecho
internacional. Sucedió eso durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt, e
inaugurada que fue la política del buen vecino y levantada la Enmienda Platt a
la Constitución cubana, que autorizaba la intervención de los Estados Unidos
en ciertos casos en la isla. Sólo en 1936 aceptó Estados Unidos lisa y
llanamente el principio de no intervención, en la Conferencia interamericana de
Buenos Aires y en oca sión de la visita a la Argentina del Presidente de los
Estados Unidos.
La Resolución 2625 contiene interesantes especificaciones.
- La frase “directa o indirectamente” contenida en el primer párrafo excluye la
intervención a través de terceros intermediarios.
- La frase “sea cual fuere el motivo” destierra las causales del derecho
internacional clásico como el cobro de deudas y la intervención llamada
“humanitaria”. La ayuda a la lucha de liberación nacional contra la colonización
sería, sin embargo, excepción a la regla anterior, pero esta excepción se forjó
sólo en la década de 1960/70, con motivo de la descolonización.
- “Sean cuales fueren los medios empleados” tiene por fin incluir en forma
indudable en esta prohibición a los medios económicos, que no lo fueron en lo
relativo al uso de la fuerza.

279
Eunice Carri

El deber de injerencia

La injerencia consiste para un Estado en inmiscuirse en los asuntos interiores


de otro Estado. Se trata de un acto que va en contra de uno de los pilares
fundamentales del derecho internacional público: el de la soberanía del Estado.
Sin embargo, el derecho de injerencia invoca circunstancias excepcionales
donde la población de un Estado estaría en una situación de peligro tal que una
intervención externa se justificaría para ayudarle, aun cuando esto violare la
soberanía del Estado en el que se encuentra. El deber de injerencia agrega
una dimensión moral de orden obligatorio al concepto del derecho de
injerencia. No obstante ello, ni uno ni el otro tienen existencia jurídica dentro del
derecho humanitario internacional.
El derecho o deber de injerencia suscita múltiples polémicas, tanto en el plano
político como jurídico. No existe ninguna definición jurídica de ese derecho o
deber, mientras que se opone a dos principios fundamentales del derecho
internacional público: el respeto a la soberanía de los Estados y el principio de
no injerencia. Por ello, su legitimidad y su licitud son cuestionadas.
Es por eso que Mario Bettati hace hincapié en pegarle el adjetivo de
“humanitario”, pues la “expresión “derecho de injerencia”, sin mayores
precisiones […] está desprovista de todo contenido jurídico. Sólo puede adquirir
uno si se le agrega el adjetivo “humanitario”. Este último, al asignarle una
finalidad a la intervención, le quita el costado ilícito que tiene universalmente.”
El concepto de derecho o deber de asistencia humanitaria es entonces
preferible.
En continuidad con este debate semántico, el concepto de “responsabilidad de
proteger” aparece en 2002 en el informe Evans-Sahnoun producido por la
Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía de los Estados, creada
por iniciativa de Canadá y de un grupo de grandes fundaciones. El Consejo de
Seguridad ratificará ese principio el 28 de abril de 2006 en su resolución 1674,
donde “Reafirma las disposiciones de los párrafos 138 y 139 del Documento
Final de la Cumbre Mundial de 2005, relativos a la responsabilidad de proteger
a las poblaciones del genocidio, de los crímenes de guerra, de la purificación
étnica y de los crímenes de lesa humanidad”. La responsabilidad de proteger
se basa en el principio de que cada Estado es responsable de la protección de
su población y del respeto de sus derechos. En el caso en que el Estado no
cumpliera con su tarea, la comunidad internacional tendría entonces el deber
de actuar en nombre de la responsabilidad de proteger. Sometida al principio
de la subsidiariedad, esta responsabilidad sólo se activa en última instancia e
incluye asimismo una “responsabilidad de prevenir” y una “responsabilidad de
reconstruir”.
A pesar de ello, los temores siguen siendo los mismos. Uno de los principales
temores expresado por los países en desarrollo es el del retorno de una
injerencia imperialista so pretexto de intervención humanitaria -tal como la
colonización que se hizo en nombre de una misión civilizadora-. La
aprehensión también apunta a posibles excesos en la aplicación del concepto
de responsabilidad de proteger o de deber de injerencia, según una lógica
parcial, en función de las motivaciones más o menos legítimas de los Estados
interventores. Las razones para intervenir o no en un Estado pueden ser
muchas: políticas, económicas, energéticas, estratégicas, mediáticas, etc. El
riesgo es que las motivaciones de los Estados que intervienen estén más

280
Eunice Carri

alentadas por intereses nacionales que por una verdadera voluntad de socorrer
a una población en peligro. La discutida intervención de Estados Unidos en Irak
en 2003 es un ejemplo de ello.

4.- Solución pacífica de controversias. Procedimientos diplomáticos: negociación,


buenos oficios, mediación, conciliación, investigación. Procedimientos
jurisdiccionales: Arbitraje, Corte Internacional de Justicia, tribunales internacionales
ad-hoc.

El derecho internacional establece diferentes principios aplicables a la relación


de amistad entre Estados, como pueden ser:
 El no uso de la fuerza armada.
 Solución pacífica de controversias.
 No intervención de un Estado en los asuntos internos de otro.
 Cooperación.
 Igualdad de derechos y libre determinación de los pueblos.
 Igualdad soberana de los Estados.
 Buena fe en el cumplimiento de obligaciones internacionales.

Tomando el criterio tradicional de clasificación de medios de solución de


controversias, podemos agruparlos en:
- medios no jurisdiccionales (también conocidos como métodos o
procedimientos diplomáticos o políticos)
- medios de procedimiento jurisdiccional

Entre los medios diplomáticos encontramos:


- mediación
- buenos oficios
- investigación de hechos
- negociación
- conciliación
(Donde las consideraciones u opiniones emitidas no tienen carácter obligatorio,
a menos que medie acuerdo entre las partes, y tampoco necesariamente
deben estar basadas en el DI. Las partes pueden encontrar una solución que
no necesariamente se adapte al derecho preexistente, y todos tienden al
acuerdo entre las partes. El acuerdo final puede disponer la creación de
situaciones jurídicas novedosas sin invocar la preexistencia de normas
jurídicas.)

Entre los medios jurisdiccionales:


- arbitraje
- arreglo judicial
(Siempre interviene un tercero, y la controversia se soluciona mediante la
aplicación del DI y el laudo o fallo es definitivo y vinculante para las partes. Los
elementos comunes son que interviene un tercero imparcial, el fundamento de
competencia es la voluntad de las partes, son procedimientos contradictorios, y
concluyen en una decisión fundada en el derecho vigente que es vinculante
para las partes. Las diferencias entre arbitraje y arreglo judicial es que en el
arbitraje hay un órgano establecido de manera ad hoc, con carácter efímero,

281
Eunice Carri

mientras que en el arreglo judicial está preestablecido y subsiste con


posterioridad; además, en el primero los estados participan en el
nombramiento, lo que no ocurre en el segundo.)

Procedimientos diplomáticos

Negociación
Es el más utilizado en la práctica, es un método autónomo, sin la intervención
de un tercero. Es una herramienta usual del DI, integrado con otros
mecanismos de solución de controversias que, por lo general, lo presuponen.
La obligación convencional de negociar es un requisito para acceder a otros
medios de solución, que implica determinadas obligaciones a las partes como
la buena fe.
El procedimiento de negociación directa es considerado como originario,
presupone un entendimiento básico sobre el contenido y el alcance de la
disputa, así como la voluntad de las partes de arribar a un acuerdo. El
resultado siempre es un acuerdo o tratado en que las partes dejan plasmado
un régimen jurídico particular que se aplicará en la solución de la disputa. Pero
si no se llega a un acuerdo, deberán obligatoriamente buscar otro
procedimiento de solución pacífica.

Los buenos oficios y la mediación


A veces puede ayudar la participación de una persona no relacionada con las
partes.
El procedimiento de buenos oficios implica siempre la participación de un
tercer, que se encarga de acercar a las partes de la controversia sin intervenir
directamente en la negociación. El facilitador no opina sobre el fondo ni emite
recomendación alguna.
En la mediación, también interviene un tercero. Pero su función consiste en
acercar a las partes, intervenir directamente en las negociaciones y realizar
propuestas que sirva de base a las partes a arribar a una solución. El mediador
puede adoptar una posición sobre la sustancia de la controversia y tratar de
persuadir a la partes para que adopten su propuesta de solución, pero su
participación no es de carácter formal y no es vinculante su propuesta.
Estos métodos no pueden imponerse, y se acude a ellos cuando las partes lo
soliciten o bien sean ofertados por el tercero y haya consentimiento mutuo.
El mediador o facilitador suelen ser representantes estatales, personalidades
independientes, representantes de OI. Sus funciones cesan cuando hay
rechazo de las partes o cuando pasa el plazo estipulado para alcanzar la
solución de la controversia.

Conciliación
También interviene un tercero. La conciliación implica la participación directa de
una persona externa en los debates y las negociaciones entre las partes. En
estos supuestos podrá intervenir un grupo colegiado (con igual cantidad de
representantes de cada una de las partes en la controversia, más uno neutral).
Ese cuerpo participa directamente de las negociaciones, realiza un examen de
las cuestiones de hecho y de derecho, y propone formalmente soluciones a la
disputa, que es meramente recomendatoria.
La comisión puede tener sus propios procedimientos.

282
Eunice Carri

Si bien la conciliación no obliga a las partes, la propuesta de solución es


generalmente conocida por la comunidad internacional, que puede instar
moralmente a su cumplimiento.
(Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile, de 1984, para poner fin a la
disputa por las islas del Canal de Beagle, fue por un proceso de conciliación).

Los procedimientos de buenos oficios, conciliación y mediación son


estrictamente confidenciales, y no menoscaban la posición de cualquiera de las
dos partes en el subsiguiente procedimiento de solución de diferencias. Si las
negociaciones no llegan a una solución , y se pasa a la etapa jurisdiccional, la
actitud constructiva, flexible, no debe redundar en detrimento de las partes.

Investigación
A veces la disputa es sobre discrepancias de puntos de vista sobre
determinados hechos; se requiere conocimiento imparcial y detallado de los
hechos que le dieron origen a la controversia, y por ello, el procedimiento de
investigación –para el que se conforman las comisiones de investigación o
comisión encuesta- tiene como objetivo el establecimiento de los hechos.
El paso siguiente es la elaboración de un informe por estas comisiones, que
contendrá la corroboración de los hechos, a partir de los cuales las partes
definirán el proceso adecuado para solucionar la controversia.

Procedimientos jurisdiccionales

Arbitraje

“El arbitraje es un medio de solución de las diferencias entre sujetos


internacionales en e que interviene un tercero independiente (órgano
unipersonal o colegiado) al que las partes de mutuo acuerdo han investido de
la facultad de adoptar, después de un procedimiento contradictorio, una
decisión basada en el derecho y jurídicamente obligatoria para las mismas.”
(Díez de Velasco).
- voluntad de las partes de someterse al arbitraje
- búsqueda de solución del conflicto basada en el derecho
- elección de los jueces por las partes en la controversia
- solución de controversia en forma definitiva y obligatoria para las partes,
a través de un laudo arbitral
- Ramiro Brotóns agrega: sujetos capaces de concertarlos

La voluntad de las partes de someterse al arbitraje puede manifestarse en


diversos instrumentos. Uno es el compromiso arbitral: un acuerdo internacional
único, con nacimiento posterior al del litigio. También puede ser mediante una
cláusula compromisoria, dentro de un tratado. Y sino por un tratado de
arbitraje.
Por lo general, el sometimiento a una cláusula compromisoria o tratado de
arbitraje no obsta a la necesidad de suscribir también un compromiso arbitral
ad hoc, esto es un instrumento aparte de aquél en el que figura la obligación de
someter las controversias al arbitraje, en el cual se especificarán, entre otras

283
Eunice Carri

cosas, el órgano arbitral, el derecho aplicable y las cuestiones de


procedimiento.
El órgano arbitral tiene naturaleza temporal, porque es conformado para
atender sobre un conflicto o grupo de conflictos determinados. Una vez
emanado el lado éste órgano perfecciona su objetivo y por tanto se disuelve.
Eso lo convierte en un órgano cuya existencia es temporal, por naturaleza ad
hoc.
Pueden conformarse por un árbitro único, comisiones mixtas (comisionarios
designados por cada parte), por tribunales arbitrales (3 miembros, uno
designado por cada parte y tercero de común acuerdo).
El procedimiento arbitral está detallado en el Compromiso arbitral ad hoc, o en
el Tratado de arbitraje, dependiendo del caso. De todas formas la convención
de 1907 tiene ciertas reglas de procedimiento generales de carácter ilustrativo.
Una vez designados los árbitros se constituye formalmente el órgano arbitral,
luego las partes asignan a sus agentes, consejeros y abogados; y el
procedimiento tiene dos fases:
- la escrita
- la oral
Concluidos los debates el órgano arbitral deliberará a puerta cerrada, y las
decisiones se adoptarán por mayoría. Posteriormente se motivará el laudo,
leído en sesión pública y decidirá la cuestión en forma definitiva e inapelable.

Arreglo judicial

La Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial principal de las NU (art.


92 de la Carta). Es un órgano jurisdiccional de alcance general y con
pretensiones de universalidad.
Pero antes de la 2° GM existieron otros tribunales internacionales con la
finalidad de resolver diferencias interestatales que por diferentes motivos no
responden al modelo de la actual CIJ: la Corte de Justicia Centroamericana y la
Corte Permanente de Justicia Internacional (CPJI).
La CJC es de alcance regional; y la CPJI fue la primera jurisdicción
internacional de ámbito universal con competencia general.
La CIJ se encuentra formalmente vinculada a las NU por estar en la Carta
como órgano judicial de Organización. Por lo que todos los estados partes de la
Carta, lo son ipso facto en el estatuto, aunque puede participar en la Corte otro
estado que no sea parte siempre que se cumplan con las condiciones fijadas
por la Asamblea General a recomendación del Consejo General.
La corte está formada por 15 miembros de distintas nacionalidades, elegidos
por un sistema de doble votación en la AGNU y el CSNU, del listado de
candidatos que prepara el SGNU.
En el seno de la corte deben estar representados los principales sistemas
jurídicos del mundo, lo que en la práctica se traduce en un reparto geográfico,
según el que hay :
- 3 jueces africanos,
- 2 de América Latina y Caribe,
- 2 asiáticos,
- 5 de Europa occidental, y
- 2 de Europa oriental

284
Eunice Carri

Contando siempre entre los 15 con nacionales de los Estados que son
miembros permanentes del CSNU.
El mandato de los jueces de la Corte dura 9 años, renovable indefinidamente,
dependiendo ello dos factores:
1. el mantenimiento como candidato del estado que lo propone
2. la obtención de mayorías precisas para su elección
El estado que carece de juez de su nacionalidad en formación del tribunal,
tiene el derecho de nombrar unilateralmente un juez de su preferencia (no
necesariamente de su nacionalidad) para el conocimiento de su caso, pudiendo
contar entonces el tribunal como 16 miembros para el conocimiento de esa
controversia, o incluso 17 si ninguna de las partes tuviera un juez nacional. Ello
habilita entonces a nombrar un juez ad hoc.
La Corte puede actuar en su competencia:
- Contenciosa: conoce de controversias interestatales; su constitución
facultativa, y en cuanto a la materia es cualquier controversia siempre
que sea susceptible de ser resuelta en aplicación del DI.
- Consultiva: la labor de la corte consiste en elaborar dictámenes u
opiniones consultivas sobre las cuestiones jurídicas que le pueden
plantear los órganos de las NU. Aquí gozan de una posición privilegiada
la AGNU y el CSNU, porque cuentan con una competencia material
general, pudiendo solicitar dictamen sobre cualquier cuestión jurídica.
Los demás organismos y órganos ven limitada su capacidad: primero
porque su competencia material se limita al ámbito de sus funciones sólo
pudiendo plantear cuestiones jurídicas a la esfera de sus actividades, y
en segundo término porque precisan de la preceptiva autorización de la
AGNU. Aquí la CIJ no emite sentencias sino opiniones consultivas, que
carecen jurídicamente de valor vinculante y obligatorio. Pero tiene
importante fuerza moral, por lo que en la práctica cuenta con valor cuasi
obligatorio.
La competencia contenciosa de la Corte es facultativa pues depende de la
voluntad de las partes en la diferencia. Su jurisdicción, entonces, no es
obligatoria. Ello implica la necesidad del consentimiento de las partes, lo que
impide la jurisdicción de oficio. Hay casos donde por instrumentos se consiente
a priori, o a posteriori.
El procedimiento se inicia con la presentación de la demanda o la notificación
del compromiso de someter el asunto a conocimiento del tribunal en la
Secretaría de la Corte y consta de 2 fases: la primera escrita y una vez
concluida ella, la oral. La fase escrita tiene carácter confidencial, y comprende
la presentación de escritos de las partes. La fase oral consiste en audiencia de
testigos, peritos, agentes, consejeros y abogados en audiencias públicas, salvo
decisión contraria del tribunal o petición de las partes en ese sentido.
El procedimiento puede complicarse, y dilatarse en el tiempo, por la presencia
de incidentes procesales.
Salvo que nos encontremos ante el desistimiento del demandante, de un
allanamiento del demandado o de arreglos amistosos entre las partes en la
controversia, los procedimientos contenciosos ante la CIJ concluyen en
Sentencia. Las decisiones se adoptan por mayoría de votos de los magistrados
presentes, decidiendo en caso de empate el voto de calidad de presidente. El
fallo ha de estar motivado, tomando sus fundamentos del DI. Las sentencias
tienen un efecto definitivo e inapelable, poseen carácter de cosa juzgada

285
Eunice Carri

relativa, debido a que solo es obligatoria para las partes en litigio y respecto del
caso que ha sido decidido.
Al carecer de un órgano superior al que recurrir por estas sentencias, resultan
inapelables, aunque el Estatuto prevé la posibilidad de solicitar la interpretación
auténtica de las sentencias y la revisión de las mismas, cuando tras emitirse el
fallo, se descubre un hecho que pudiera haber alterado su contenido. Hasta el
momento, no se ha aceptado ninguna de las revisiones solicitadas.
Son las partes de la controversia los responsables de la ejecución de la
Sentencia. La obligación de cumplimiento deriva de la aceptación de la
competencia de la CIJ. No está previsto ningún mecanismo de ejecución
forzosa; es cierto que la Carta atribuye competencia al CSNU para recomendar
o dictar medidas para la ejecución del fallo, pero ello deriva en problemas por la
arquitectura del Consejo.

286
Eunice Carri

BOLILLA XIV. CONTROVERSIAS ARGENTINAS

1.- Territorio recibido del Virreinato. Situación de las fronteras argentinas.


2.- Fronteras con Chile, La expansión territorial chilena a través de la historia. Las
pretensiones chilenas. Tratado de 1881. Análisis. Acuerdos posteriores. Cuestiones
limítrofes resueltas hasta la cuestión del río Encuentro. La llamada “Cuestión del
Beagle”. El laudo británico. Declaración de nulidad del gobierno argentino. Causales.
Crítica. Las negociaciones directas. La mediación Papal. El Acuerdo de Paz y Amistad
de 1984. Análisis. Cuestión de la Laguna del Desierto: mecanismo de solución
aplicado. Hielos continentales: situación actual del conflicto.
3.- La cuestión de las Islas Malvinas. Historia. La Resolución 2065 (XX) de la ONU. La
resolución 98, 99 y 100 de la 9° Conferencia Interamericana de la OEA, (Bogotá 1948).
Las negociaciones directas. Resoluciones y Consensos de la ONU. Memorándum de
Entendimiento (Mc Laughlin –Lord Chalfont, 1968). El Acuerdo de Comunicaciones de
1971. Las resoluciones del Comité Jurídico Interamericano. Informe Shakleton.
Soluciones ofrecidas por Gran Bretaña. Guerra de 1982. Resoluciones posteriores de
ONU. Análisis. Estado actual de la cuestión.
4.- El caso de las Papeleras (BOTNIA) con Uruguay.

1.- Territorio recibido del Virreinato. Situación de las fronteras argentinas.

El Virreinato del Río de la Plata es creado por real cédula de 1176 por Carlos
III. En 1782 se dictó la real ordenanza de los intendentes, la cual establece la
composición del Virreinato Río de la Plata: se subdivide en 8 intendencias y 4
gobernaciones militares.
Las intendencias eran: a) En Argentina: Buenos Aires (La Pampa y la
Patagonia), Salta del Tucumán, Córdoba del Tucumán (Cuyo), Paraguay
(Brasil, Misiones, Chaco y Formosa), y b) En Bolivia: Potosí, Cochabamba, La
paz, Charcas.
Las gobernaciones militares eran: Montevideo, Misiones (sur de Brasil), Moxos,
Chiquitas.

Situación de las fronteras argentinas.

 Con Bolivia: cuando se constituyó la República Argentina, dejo en libertad a


las cuatro intendencias del Alto Perú, que constituyeron la República de
Bolivia. Pero los límites entre ambos Estados quedaron sin definirse. La
Argentina reclamaba territorio y Bolivia requería una parte del Chaco. En
virtud de ello, celebraron un tratado, en el cual Bolivia renunciaba a su
pedido si Argentina desistía de sus reclamaciones. Con la demarcación,
surgieron dificultades, hasta que se firmó un protocolo (1941) señalándose
como límite el curso del Río Pilcomayo, que demarca toda la frontera con
Bolivia.
 Con Brasil: la Argentina mantuvo una controversia por la posesión de los
territorios que se hallan al este de Misiones. La misma fue sometida al
arbitraje de los Estados Unidos, en 1985, cuyo Presidente emitió el
reconociendo de la postura brasileña. En cuanto al sector limítrofe de los ríos

287
Eunice Carri

Iguazú y Uruguay, diversos tratados firmados en 1898 y 1941 determinan


que la línea del canal más profundo marca el confín jurisdiccional.
 Con Paraguay: terminada la guerra de la Triple Alianza, mediante un tratado
se estableció que la línea divisoria entre los dos países sería el Río Paraná.
En cuanto al Chaco se los dividió en tres zonas, la zona septentrional quedó
para Paraguay, la zona austral para Argentina, la intermedia se sometió a
arbitraje del Presidente de Estados Unidos, quien se la otorgó a Paraguay,
sin ningún fundamento.
 Con Uruguay: firmaron en 1973 el Tratado del Río de la Plata, que
establece de manera muy particular las jurisdicciones de soberanía. El
mismo corresponde a la línea media del Río Uruguay en el sector de la
represa de Salto Grande hasta Punta Gorda en el canal mas profundo. Se
acordó también, que las islas Filomena Grande, Filomena Chica y otras,
fueran uruguayas por tener poblamiento de esa nacionalidad, a pesar de
estar al oeste de la línea más profunda de navegación. También se fijó el
límite exterior del río, el mismo sería la línea recta que une la localidad
uruguaya de Punta del Este con Punta Rasa, en el Cabo de San Antonio en
la Argentina, se establecieron franjas costeras de soberanía exclusivas para
cada país y las aguas centrales son de uso común.
 Con Chile: cuando Bolivia cedió a la Argentina la Puna de Atacama, Chile
sostuvo que ese territorio era suyo y que Bolivia no tenía derecho a
transferirlo, sometieron el asunto a una Comisión Conciliadora, quien falló
fijando como límite una línea quebrada que dividía a la Puna en dos partes
iguales. El Tratado de Límites (1881) intentó deslindar las soberanías en la
Cordillera de los Andes, estableciéndose el límite en las altas cumbres que
son divisorias de aguas. Su interpretación y aplicación concreta fue el origen
de numerosas controversias. En el sector de los Andes centrales pudo
aplicarse, no así en los Andes Patagónicos, donde las cumbres más
elevadas no coincidían a menudo con la separación de las aguas. El
arbitraje del Rey de Inglaterra (1902) estableció una línea que en parte
conformaba a ambos países. Aún así la Comisión Demarcadora encontró
inconvenientes, como el caso de la ubicación correcta del Río Encuentro,
que fue sometido al arbitraje británico. En 1984 firmaron el Tratado de Paz y
Amistad que puso fin a la cuestión sobre el Canal de Beagle. En 1991, en un
encuentro entre los presidentes de ambos países, se resolvieron diferendos
menores, quedando pendientes el de la Laguna del Desierto, en el que el
Tribunal Arbitral de Río de Janeiro reconoció la soberanía Argentina en 1994
y el de los Hielos Continentales, cuya resolución depende de la aceptación
de ambos congresos de la línea demarcadora poligonal opuesta.

2.- Fronteras con Chile, La expansión territorial chilena a través de la historia. Las
pretensiones chilenas. Tratado de 1881. Análisis. Acuerdos posteriores. Cuestiones
limítrofes resueltas hasta la cuestión del río Encuentro. La llamada “Cuestión del
Beagle”. El laudo británico. Declaración de nulidad del gobierno argentino.
Causales. Crítica. Las negociaciones directas. La mediación Papal. El Acuerdo de
Paz y Amistad de 1984. Análisis. Cuestión de la Laguna del Desierto: mecanismo
de solución aplicado. Hielos continentales: situación actual del conflicto.

288
Eunice Carri

En la actualidad, Chile limita al Norte con Perú, al Este con Bolivia y Argentina,
al Oeste con el Océano Pacífico y al Sur con el Polo Sur.

El tema de Tierra del fuego


El archipiélago fueguino pertenece hoy a dos países: Argentina y Chile.
Además cada país tiene sus propias divisiones políticas internas
subdividiéndose en departamentos, jurisdicciones, comunas, etc. Pero en sí
podemos decir que está situado entre los paralelos 52° y 56° de latitud Sur y
los 63° y 73° de longitud Oeste de Greenwich. La superficie total es de
aproximadamente 65.000 km cuadrados, de los cuales 20.898 km2 son
argentinos y el resto le corresponde a Chile.
Comparando el área que ocupa podríamos decir que su tamaño es alrededor
de las 3/4 partes de Irlanda. La parte argentina da como resultado una
superficie algo menor que El Salvador y la chilena un poco mayor que la
superficie de Suiza. La latitud de la zona correspondería, en el hemisferio norte,
a la que ocupan las ciudades de Londres, Amsterdam, Brujas, Varsovia, Berlín,
Hamburgo o Copenhague solo para citar a algunas; aunque el clima de la
región es totalmente diferente. La división del territorio entre ambos países está
dada por el meridiano 68° 40' Oeste de Greenwich.
Las islas al sur del Beagle y desde isla Nueva al cabo de Hornos pertenecen a
Chile, sin proyección hacia el océano Atlántico, según se especificó en forma
definitiva en el tratado de paz y amistad firmado el 2 de enero de 1985, en
Roma.

Antecedentes
El problema de los límites en la región austral datan prácticamente desde la
independencia de ambos países. El primer "acuerdo de paz, amistad, comercio
y navegación" (1856) conviene que los límites serán los existentes en 1810.
Las diferencias se debían arreglar sin llegar a las armas. Pasaron varios años y
luego de disputas y hasta algunos forcejeos se arriba al tratado de 1881 donde
se establece la división de la Isla Grande de Tierra del Fuego y la división del
resto del archipiélago.
Para ese entonces la ciudad de Punta Arenas, sobre el Estrecho de
Magallanes, ya había sido fundada. En realidad se trataba del traspaso de la
población de Fuerte Bulnes (1843) y su presidio a un lugar más benévolo,
eligiéndose para ello a "Sandy Point" (1848).
Chile realizó una expedición a Tierra del Fuego en 1879, cuando el Capitán
Montaner desembarca en Gente Grande, explora Bahía Inútil y llega hasta San
Sebastián regresando al continente. El asentamiento en la bahía Porvenir,
hacia 1894, ya era más que un establecimiento y varias casas se levantaban
cerca del puerto. La fiebre del oro y la actividad de los loberos hizo que
existiera una corriente "colonizadora" hacia las islas al sur del archipiélago.
Así hacia 1890 había trabajadores en islas como Lennox, Picton, Navarino,
Hoste, etc. Todos provenían de la ciudad de Punta Arenas, puerto de recalada
obligado para todo vapor que navegaba hacia uno u otro océano. Algunos se
afincaron y comenzaron explotaciones ganaderas y aserraderos

289
Eunice Carri

En 1953 se comienza a construir Puerto


Williams en el sitio conocido por Puerto
Louisa. Allí funcionaba el aserradero de
Federico Lawrence que fue expropiado por
el gobierno de Chile. Los Lawrence también
tenían una estancia en Punta Remolino, en
la margen norte del Beagle. Recibían
rollizos de Almanza y Moat que eran
transportados en jangadas cruzando el
Beagle.
La situación que comenzó a reinar en la
zona fue bastante confusa y luego de
reclamaciones mutuas, un arbitraje
objetado por una de las partes y varios
roces, se llega al borde de la guerra hacia
fines de 1978. La intervención papal,
representado por el Cardenal Samoré, en
las mediaciones, evitó un conflicto armado
y propuso una solución a la controversia.
Luego de un plebiscito celebrado en la
Argentina en 1984, se firmó el tratado de
"paz y amistad" entre ambos países. Ante Delimitación marítima aceptada
la presencia del Papa, el 2 de enero de en el Tratado de 1985 (Ampliar
1985 se firmó en Roma el acuerdo donde imagen)
Chile mantenía su soberanía sobre las islas
Nueva, Picton y Lennox, además de otros islotes e islas que no estaban en la
discusión.
A cambio de esto las naves argentinas pueden surcar libremente las aguas del
Beagle que antes eran chilenas. Por otra parte, el acuerdo establecía que por
cinco años no se podían presentar reclamaciones fronterizas por ninguna de
las partes. En el papel, Chile conservó lo que era suyo, las islas Picton, Lennox
y Nueva, pero Argentina logró su objetivo de delimitar las aguas y consagrar
una "extraña" línea divisoria que deja intactas y da fuerza a sus pretensiones
futuras sobre el Territorio Antártico chileno, ya que ahora su poroyección
resulta evidente.
Estrecho de Magallanes

Con la división realizada del archipiélago fueguino, en 1881, Argentina obtuvo


la boca oriental del Estrecho de Magallanes (Atlántico). En el mismo tratado se
establece que al norte del Estrecho exista una línea fronteriza, retirada de la
costa, que desde Punta Dúngenes (sobre el Atlántico) corra hasta encontrar el
"divortio aquarum" de la Cordillera de los Andes. En la práctica, Chile mantuvo
en propiedad su soberanía sobre todo el Estrecho de Magallanes, salvo la boca
que da sobre el Atlántico. De este modo, Argentina no accedió a territorios
sobre el Estrecho de Magallanes manteniendo Chile tanto la franja costera de
Tierra del Fuego como la parte continental.
Las relaciones argentino-chilenas sufrieron serias dificultades, principalmente
durante el gobierno de Rosas. Chile era un lugar de refugio de los enemigos
unitarios, que combatían a las autoridades de Buenos Aires a través de una
constante prédica periodística. En segundo término, Rosas había comenzado a

290
Eunice Carri

ocuparse de la cuestión territorial de la Patagonia. Con el advenimiento de


Urquiza, después de Caseros las relaciones entre ambos países mejoraron.
En 1855 la Confederación celebró un Tratado de amistad, comercio y
navegación con Chile. En dicho instrumento se resolvió provisoriamente definir
la cuestión limítrofe de acuerdo al principio del “uti possidetis”según el cual
ambos países reconocen como límites de sus respectivos territorios los que
poseían al tiempo de su independencia de la corona de España. El tratado
tendría vigencia por 12 años y se renovaría por períodos iguales por tácita
reconducción, pero las cláusulas de amistad y paz serían perpetuamente
obligatorias.
El tratado aplaza las discusiones sobre una redefinición de límites para más
adelante. Sin embargo, los dos países se venían ocupando desde tiempo atrás
en el estudio y la recopilación de datos sobre los títulos de la época colonial.
Cabe destacar en este punto el trabajo publicado por Dalmacio Vélez Sarsfield
en 1853 denominado “Antecedentes históricos y jurídicos de los derechos
argentinos en el sur del continente”.
Después de cesar parcialmente luego del tratado de 1855, la discusión de los
límites con Chile fue reanudada en 1971. La cuestión había sido demorada
porque la Argentina estaba ocupada con la guerra de la Triple Alianza.
La década transcurrida entre 1871 y 1881, fecha de conclusión del tratado
definitivo de límites, fue de una intensa actividad política y diplomática. Hubo
repetidas negociaciones, pero ninguna obtuvo el consentimiento formal de
ambas partes. Hubo tratativas encaminadas a lograr un acuerdo poniendo el
acento en el recurso del arbitraje y otros menos optimistas que avizoraban
aprestos bélicos.

Tratado de límites de 1881

El Tratado de Límites de 1881 fue firmado entre Argentina y Chile para fijar los
límites precisos entre ambas naciones a lo largo de toda su frontera común.
El tratado se firmó en Buenos Aires el 23 de julio de 1881 por Francisco de B.
Echeverría, Cónsul General de Chile en Buenos Aires y el Doctor Bernardo de
Irigoyen, Ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina en representación
de los presidentes de las respectivas naciones y las ratificaciones fueron
canjeadas en Santiago de Chile el 22 de octubre de 1881. El límite se define en
tres etapas:

 Desde el norte hasta el paralelo 52 S, es decir unos 10 kilómetros al sur de


Puerto Natales o Río Gallegos (la línea fronteriza correrá en esa extensión
por las cumbres más elevadas de dicha Cordillera que dividan las aguas y
pasará por entre las vertientes que se desprenden a un lado y otro).
 La zona norte del Estrecho de Magallanes (se define el límite desde la orilla
norte del Estrecho de Magallanes hasta la intersección del paralelo 52° S).
 La isla grande de Tierra del Fuego y el Canal Beagle (en la Tierra del Fuego
se trazará una línea que, partiendo del punto denominado Cabo del Espíritu
Santo en la latitud cincuenta y dos grados cuarenta minutos, se prolongará
hacia el Sur, coincidiendo con el meridiano occidental de Greenwich,
sesenta y ocho grados treinta y cuatro minutos hasta tocar en el Canal
"Beagle". La Tierra del Fuego dividida de esta manera será Chilena en la

291
Eunice Carri

parte occidental y Argentina en la parte oriental. En cuanto a las islas,


pertenecerán a la República Argentina la isla de los Estados los islotes
próximamente inmediatos a ésta y las demás islas que haya sobre el
Atlántico al Oriente de la Tierra del Fuego y costas orientales de la
Patagonia; y pertenecerán a Chile todas las islas al Sur del Canal "Beagle"
hasta el Cabo de Hornos y las que haya al Occidente de la Tierra del
Fuego).

El problema fue que no se adjuntó un mapa que definiera el Canal Beagle, lo


que daría espacio a diferentes interpretaciones respecto al mismo.
Este tratado sentó la base de la frontera entre ambos países, desmilitarizó el
Estrecho de Magallanes, declaró obsoletos los tratados anteriores y nombró
una instancia en caso de controversias.

Entonces, podemos decir que luego de los mencionados intentos Argentina y


Chile celebraron un tratado el 23 de julio de 1881, el cual entro en vigor en
octubre de ese mismo año. Este consta del preámbulo, seis artículos y una
cláusula final.
En el Preámbulo los dos países manifiestan haber resuelto “amistosa y
dignamente” las controversias de límites que hubo.
Artículo 1: “El límite entre la Rep. Argentina y Chile es, de norte a sur, hasta el
paralelo cincuenta y dos de latitud, la Cordillera de los Andes. La línea
fronteriza correrá en esa extensión por las cumbres más elevadas de la
cordillera que dividan las aguas y pasará por entre las vertientes que se
desprendan a un lado y otro”.
La interpretación de este artículo a dado lugar a una serie de largos debates
diplomáticos y políticos. En Derecho Internacional las reglas de interpretación
prescriben que ha de acudirse primeramente al texto del tratado que debe ser
leído de buena fe, en todo su contexto teniendo en cuenta su objeto y fin. Esta
regla tiene preeminencia por sobre los demá###étodos de interpretación
auxiliares como aquellos que recurren a la intención de los negociadores o a
los trabajos preparatorios. A la luz de estas reglas es posible comprobar que el
art. 1 acuña el concepto de límites en los Andes y enuncia las características
definitorias que este posee. Según el texto el límite debe ser una línea que
satisfaga las tres condiciones siguientes:
 Que esté en la Cordillera de los Andes
 Que sea divisoria de aguas
 Que pase por las más altas cumbres
De estas características se infiere que el límite consiste en la línea de las más
altas cumbres de los Andes que dividan aguas.
El Artículo 2 fija el límite entre la intersección del paralelo 52 con la Cordillera
de los Andes y la Punta Dungeness. Por su parte el artículo 3 determina el
límite en la Tierra del Fuego y las demás islas. Quedando atribuido a Chile
todas las islas al sur del Canal de Beagle hasta el cabo de Hornos y las que
hubiere al occidente de la Tierra del Fuego. Esta disposición fue objeto de
controversias más adelante siendo resuelta en la mediación papal como se
vera más adelante.
Entre otras cosas el tratado establece una servidumbre en la zona del Estrecho
de Magallanes, el cual queda neutralizado a perpetuidad, se asegura su libre
navegación para todas las banderas y se prohíbe la construcción de

292
Eunice Carri

fortificaciones y de defensas militares en las costas que puedan contraria los


propósitos de libertad y neutralidad.
El artículo 6 caracteriza el arreglo como una transacción. En rigor de verdad,
así fue, y los objetos de transacción fueron el Estrecho de Magallanes y su
régimen jurídico ya mencionado, la Patagonia y la Tierra del Fuego. La
transacción consistió fundamentalmente en atribuir a Chile el Estrecho de
Magallanes y a la Argentina la Patagonia. Cabe destacar que en la Argentina la
opinión pública no fue unánime a favor del tratado.
Concluido el tratado se suscitaron problemas en lo referente a la demarcación,
ya que esta no se realizó de inmediato a la firma del tratado. Después de 1881
la Argentina y Chile dispusieron el envío de misiones geográficas a la zona
meridional del continente a fin de precisar los conocimientos que hasta
entonces se tenían de la región. Los trabajos realizados dieron resultados
importantes.
Así se pudo comprobar que en la región patagónica, la divisoria de aguas se
apartaba con frecuencia de la cordillera de los Andes y había que buscarla al
oriente de ésta, en la región plana de las pampas. Los estudios permitieron
comprobar también que en algunas zonas la cordillera se sumerge en el
Pacífico.
Los estudios geográficos dieron pie en los dos países a interpretaciones del
tratado que favorecían reivindicaciones territoriales: la Argentina podría
disponer de puertos en el Pacífico y Chile podría extender sus territorios hasta
las planicies patagónicas.
En 1882 el perito chileno Barros Aranda planteó la necesidad de adoptar un
criterio para determinarla línea general de la frontera y, en ese sentido,
interpretó el art.1 del tratado como el “divortium aquarum” continental, o sea, la
línea que divide las aguas que van a desembocar en el Pacífico de las que lo
hacen en el Atlántico. La Argentina por su parte sostuvo que el art. 1
consagraba como límite la línea de las altas cumbres que dividían las aguas. A
fin de salvar las divergencias en cuanto a la demarcación ambos países
concluyeron en 1893 un protocolo adicional y aclaratorio del tratado de límites.
En él las partes indicaron con precisión que el límite pasa por el
encadenamiento principal de los Andes, aun cuando este se hallare en las
planicies patagónicas desvirtuando así la tesis del perito chileno. En segundo
término se estableció que la soberanía de cada país sobre su litoral marítimo
sería absoluta de modo tal que la Argentina no podría pretender ningún punto
sobre el Pacífico ni Chile sobre el Atlántico.

III. El arbitraje británico


El protocolo de 1893 no resolvió los conflictos ya que ambas partes mantenían
sus tesis. Las relaciones argentino-chilenas pasaron por un momento crítico
que llevó a los dos países a realizar preparativos bélicos. En la Argentina se
estimaba que el protocolo había dado solución a los problemas de la
demarcación. En este orden de ideas Argentina había renunciado a la
posibilidad de contar con puntos sobre el Océano Pacífico a cambio de que
Chile abandonara su tesis de la divisoria continental de aguas.
En 1896 se trató de resolver un conflicto mediante un tratado en el cual las
partes sometían sus divergencias al fallo del Gobierno de Su Majestad
Británica.

293
Eunice Carri

El primer paso estaría a cargo de peritos designados por los países


enfrentados, por parte de Argentina, Francisco P. Moreno. Los puntos de estos
dictámenes donde no hubiera coincidencia fueron sometidos al arbitraje.
En 1898 se realizó la presentación de las partes ante el gobierno británico y se
solicitó su intervención como árbitro. Dicho gobierno procedió a designar al
tribunal arbitral, que fue integrado por Lord Macnaghten, miembro del Privy
Council; Jhon. Aradagh, miembro de la Royal Geographical Society y T.
Hungerford Holidch, coronel de ingenieros y vicepresidente de la Royal
Geographical Society. El tribunal celebró la primera cesión en marzo de 1899.
Las exposiciones orales y escritas de las partes tuvieron lugar entre mayo de
aquel año y octubre de 1902.
El compromiso arbitral establecía que el árbitro designaría una comisión para
reconocer el terreno disputado. En cumplimiento de esas disposiciones el
árbitro designó una comisión encabezada por el coronel Holdich, recorrió la
zona en litigio en el verano de 1902 y elaboró el informe correspondiente.
En ese informe el coronel Holdich manifiesta que el recorrido de inspección
efectuado al este de los Andes fue llevada a cabo por una ruta intermedia, la
cual le permitió examinar no sólo la línea pretendida por Chile sino también la
conformación de las montañas en la zona ubicada entre las pretensiones de
ambos países. El motivo por el cual eligió esa ruta era efectuar un rápido
reconocimiento y verificar que los peritos de las partes quedaran satisfechos de
la exactitud de la cartografía, para que no se presentaran luego argumentos
sobre los mapas utilizados. De esa manera, el Tribuna arbitral podría comenzar
de inmediato a estudiar y fijar un límite basado en esa cartografía aceptada.

IV. Los Pactos de Mayo


Mientras se aguardaba el fallo del árbitro británico, las relaciones entre
Argentina y Chile estaban agitadas por corrientes belicistas de opinión y había
acusaciones mutuas de ocupación de territorios en disputa.
Para disipar ese ambiente y dar una prueba de reconciliación y amistad, los
presidentes de ambos países firmaron los “Pactos de Mayo” el 28 de mayo de
1902 en Santiago de Chile. El canciller chileno y el ministro argentino en
Santiago suscribieron en ese momento un acta preliminar y dos tratados.
El primero de ellos fue el “Tratado General de Arbitraje”. Este creó un sistema
de arbitraje obligatorio para todas las controversias de cualquier naturaleza que
se suscitaren entre las partes, excepto aquellas que afectaren algún precepto
de la Constitución de uno u otro país. Las partes podrían recurrir a él de común
acuerdo o unilateralmente. El árbitro designado era Su Majestad Británica,
quien debía decidir de acuerdo al Derecho Internacional. El fallo era inapelable
y su cumplimiento quedaba confiado al honor de las Naciones signatarias.
Además, dicho fallo tenía un plazo de vigor de diez años y era renovable por
tácita reconducción. Estuvo en vigor hasta 1972, cuando fue reemplazado por
otro convenio que aceptaba la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia.
En virtud del tratado de arbitraje de 1902 fueron sometidas a la decisión de la
corona británica las controversias sobre Río Encuentro y sobre el Canal de
Beagle, como se explicará más adelante.
El otro tratado estaba referido a la limitación de armamentos navales, por
medio del cual Chile y Argentina desistían de adquirir las naves de guerra que
tenían en construcción y de hacer nuevas adquisiciones, comprometiéndose

294
Eunice Carri

además a no aumentar durante cinco años sus armamentos navales sin un


aviso previo de dieciocho meses a la otra parte.
El 28 de mayo de 1902, las partes suscribieron también un acta para solicitar al
árbitro británico que designara una comisión para demarcar el límite que fijaría
en su sentencia.

V. La Sentencia Arbitral de Eduardo VII


El Tribunal arbitral aprobó el 19 de noviembre de 1902 un informe que elevó
juntamente con la cartografía correspondiente, a ### Británica. Al día siguiente,
el rey Eduardo VII suscribió el laudo arbitral.
El Informe pone de manifiesto las posiciones de ambas partes, explicando que
la Argentina sostenía que el límite contemplado por el tratado de 1881 estaba
determinado por la línea de las más altas cumbres en la Cordillera de los
Andes en tanto que Chile pretendía que la única línea que podía satisfacer lo
estipulado era la divisoria continental de aguas. Establece, además, que los
términos del Tratado y del Protocolo son inaplicables a las condiciones
geográficas de la región a la cual se refieren. Estas circunstancias llevaron al
Tribunal a apartarse de los acuerdos que por expresa previsión de las partes
debía aplicar para la solución del litigio, fijando una línea alternativa de manera
pragmática.
A diferencia del tratado de 1881 que define conceptualmente el límite en la
cordillera de los Andes, el laudo describe solamente el recorrido de la línea
fronteriza. La superficie disputada era de 89.421 km2 de los cuales se
adjudicaron a Chile 50.500 y la Argentina 38.921 km2. Si bien la distribución
fue despareja, se dijo que los territorios atribuidos a nuestro país poseían
mejores recursos naturales que los adjudicados a Chile.
Las críticas que se pueden señalar a este laudo son varias. En primer lugar, no
tuvo en cuenta el derecho a aplicar (tratado del 23 de julio de 1881 y su
protocolo adicional de 1893) y en segundo término no especificó cuál fue el
criterio de delimitación aplicable a todas las secciones sometidas a arbitraje,
sino que efectuó una suerte de distribución equitativa del terreno sin ofrecer
argumentos que apoyen o descalifiquen las posiciones de las partes.
Sin embargo ni Argentina ni Chile formularon objeciones acerca del arbitraje
británico, aceptando la decisión.
Mientras se desarrollaba en Londres el arbitraje y con motivo de los pactos de
Mayo, Chile y Argentina acordaron en un acta pedir al árbitro que nombre una
comisión que fije en el terreno los deslindes que ordenare en su sentencia.

VI. La Comisión Mixta de Límites


Una vez concluida la labor de la comisión británica encargada de demarcar la
sentencia arbitral de Eduardo VII, Argentina y Chile trataron en 1903 y 1904 de
establecer un organismo permanente que se ocupara de la conservación de los
hitos fronterizos. Estas gestiones tuvieron escaso éxito, pues sólo en 1905 y
1906 se pudieron erigir nuevos hitos. Luego, la frontera perdió interés político y
se produjo un cierto abandono en la conservación de la señalización del límite.
Algunos hitos se deterioraron, otros se perdieron y en algunos casos el
aumento de la población hizo necesaria la colocación de hitos intermedios.
Actualmente, las distancias mayores entre hitos se encuentran en la zona de
los hielos continentales.

295
Eunice Carri

A fin de solucionar estos problemas, las partes firmaron el 16 de abril de 1941


un Protocolo sobre la reposición y colocación de hitos. El mismo creó una
Comisión Mixta de límites formada por delegados de ambos países. Según el
convenio ésta tiene la misión de reponer los hitos deteriorados o
desaparecidos, colocar nuevos donde fuera necesario y determinar las
coordenadas exactas de todos los hitos de la frontera. La Comisión ha
trabajado ininterrumpidamente desde su creación hasta ahora.

VII. La Cuestión del Canal Beagle

Se conoce como Conflicto del Beagle al desacuerdo sobre la soberanía de las


islas ubicadas al sur del Canal Beagle y sus espacios marítimos adyacentes,
protagonizado por Argentina y Chile.
El conflicto se centró en la disputa por la posesión de las islas e islotes
ubicadas en el llamado "martillo", un polígono definido en el Compromiso de
Arbitraje de 1971 en el que se hallaban ubicadas las islas Picton, Nueva,
Lennox, Gratil, Augusto, Snipe, Becasses, Gable e islotes adyacentes.
Los primeros antecedentes del conflicto datan de 1888, siete años después de
la firma del Tratado de Límites (1881), cuando aparece el primer mapa
argentino en el que aparecen las islas en cuestión bajo soberanía argentina. A
pesar del pequeño tamaño de las islas, su valor estratégico entre los océanos
Atlántico y Pacífico originó un largo conflicto entre ambos Estados durante gran
parte del siglo XX.
El laudo británico: en el año 1971 ambos países acordaron en el Compromiso
de Arbitraje definir un polígono (el "martillo") y someter la soberanía de las islas
ubicadas en él a la sentencia de un Tribunal Arbitral que debía dar a conocer
su decisión a la Reina Isabel II de Inglaterra. El Tribunal Arbitral dictó una
sentencia, conocida como Laudo Arbitral de 1977, que otorgaba aguas
navegables en el Canal Beagle a ambos países y la mayor parte de las islas y
de los derechos oceánicos a Chile.
Declaración de nulidad del gobierno argentino. Causales. Crítica: el régimen
argentino rechazó el fallo, considerándolo "insubsanablemente nulo", extendió
el conflicto a toda la región hasta el Cabo de Hornos, es decir las islas Evout,
Barnevelt, Freycinet, Terhalten, Sesambre, Deceit y la parte oriental de las islas
Wollaston, Herschel y de Hornos y amenazó con la guerra. El conflicto llegó a
su punto culminante el 22 de diciembre cuando las Fuerzas Armadas de la
Argentina se disponían a ocupar las islas en disputa por la fuerza.
La mediación papal: el conflicto, tras más de dos tercios de siglo de disputa, se
solucionó finalmente en 1984 cuando el gobierno argentino, tras una consulta
popular, aceptó la propuesta del Cardenal Antonio Samoré de la Santa Sede
que reconoce la frontera trazada por el Laudo Arbitral en el Canal Beagle,
otorgó las islas en la mitad norte del canal a Argentina y las islas en la mitad
sur y al sur del canal a Chile y otorga derechos de navegación a ambos países
en casi toda la zona. Asimismo concedió a Argentina la mayor parte del
territorio marino en disputa.

El Tratado de Límites de 1881, tal como fuera expuesto, adjudica a cada país
las islas que se hallan en el extremo meridional de América. Desde fines del
siglo XIX se planteó la controversia acerca del curso del Canal Beagle en su
boca oriental y de la pertenencia de las islas.

296
Eunice Carri

El mencionado canal desemboca en el Atlántico por brazos que corren entre la


costa meridional de la isla Grande de Tierra del Fuego y la isla Navarino. En
esa zona se hallan las islas Picton, Nueva y Lennox. Ocurre que según se
determine cuál es su boca y por cuál de los brazos corre el canal Beagle,
algunas islas estarán o no al sur de éste y estarán o no en el Atlántico.
En 1915, 1938 y 1960, la Argentina y Chile firmaron acuerdos para someter la
cuestión a una solución arbitral o judicial, pero ninguno de ellos entró en vigor.
Así, en 1915, Argentina presenta sus primeras protestas diplomáticas formales
frente a los actos de jurisdicción chilena, pero sólo respecto de las islas Picton
y Nueva. En ese año se concreta un convenio de arbitraje sometiendo a la
corona británica la cuestión de la soberanía sobre las islas Picton, Lennox,
Nueva e islotes del canal Beagle. Este Convenio, como se anticipara, no fue
aprobado por los congresos de ninguno de los dos países y nada se hizo.
En 1928 el perito Francisco Moreno se pronunció en contra de la posición
argentina en esta controversia. Lo hizo en un memorándum que entregó al
ministro británico en Bs.As. y en el que opinó que carecía de sustento la
reclamación argentina de las mencionadas islas.
Hacia 1938 se suscribe un nuevo Convenio de Arbitraje que no se concreta ya
que fallece el árbitro designado, quien era el procurador general de los Estados
Unidos (Homer S. Cunnings).
Para octubre de 1959, durante la presidencia del Dr. Frondizi, la Argentina
presenta una nota a Chile sugiriendo el arbitraje no sólo sobre las tres islas de
la controversia, sino también sobre las otras situadas al sur de ellas, hasta el
Cabo de Hornos. Es la primera vez que nuestro país plantea un reclamo formal
sobre las islas más australes, planteo que fue rechazado por Chile. Como
resultado de las negociaciones subsiguientes, Argentina retira en marzo de
1960 la nota en que había formulado dicha propuesta. Poco después, ambas
partes suscriben el 12 de junio de 1960 cuatro protocolos en uno de los cuales
se sometía a la decisión de la Corte Internacional de Justicia la cuestión de la
soberanía de las islas Picton y Nueva e islotes adyacentes solamente, dado
que la isla Lennox se reconoció como de soberanía chilena. Este acuerdo
tampoco fue ratificado por los parlamentos.
Finalmente en diciembre de 1967, Chile solicitó la intervención del gobierno
británico en virtud del Tratado de 1902. El 22 de julio de 1971 se suscribió el
compromiso arbitral. Según este convenio, la reina Isabel II designó con
acuerdo de la partes una corte arbitral compuesta por cinco jueces de la Corte
Internacional de Justicia. Se determinó que si la decisión de la Corte era
sancionada por la reina, ella valdría como sentencia.
El objeto de la controversia consistía en fijar el límite en el canal Beagle al este
del meridiano que divide la Tierra del Fuego y decidir a qué país pertenecían
las islas Picton, Nueva y Lennox e islas e islotes adyacentes.

Pretensiones de Chile y Argentina:


Chile sostenía que el canal Beagle corría por el brazo que se halla entre la isla
Picton y la costa meridional de la isla Grande de Tierra del Fuego y que, por lo
tanto, las islas en disputa están situadas al sur de él de manera que, en
concordancia con el tratado de 1881, ellas le pertenecían.
Argentina, por su parte, pretendía que la boca del canal Beagle se encuentra al
norte de la islas Lennox, entre las islas Picton y Navarino, razón por la cual la
isla Nueva y la mencionada Picton no se hallarían al sur del canal. Por otra

297
Eunice Carri

parte, la isla Lennox, al igual que las otras dos mencionadas estarían en el
Atlántico. Por estos motivos, las islas en cuestión estarían bajo soberanía
argentina. En cuanto al límite en el canal, la tesis argentina era que él debía
pasar por la línea media, pero haciendo las inflexiones necesarias para que
cada país pueda navegar por aguas propias.

EL Laudo Arbitral:
El 18 de febrero de 1977, la Corte dio a conocer su decisión, fijando el límite en
el canal y reconociendo la soberanía chilena sobre las tres islas principales en
disputa. Dos meses después, ###. británica sancionó la decisión de la Corte y
declaró que ella constituía la sentencia arbitral.
Después de la notificación del laudo arbitral, que Chile aceptó inmediatamente,
este país comenzó a tomar medidas que significaban la ejecución de sus
disposiciones: estableció nuevos puestos de vigilancia e instaló señales en las
islas más al sur del continente.
Por su parte, él gobierno argentino el 25 de enero de 1978 declaró la nulidad
de la decisión de la Corte arbitral y del laudo de la corona británica y, en
consecuencia, no se consideró obligado a su cumplimiento. En dicha
declaración se afirma que la decisión de la Corte “adolece de defectos graves y
numerosos” y que la misma fue dictada en “violación de las normas
internacionales a que la Corte debía ajustarse”.
La declaración señala que la sentencia está afectada por vicios que pueden ser
agrupados en seis categorías:
a) Haber deformado las tesis argentinas; b) haber emitido opinión sobre
cuestiones litigiosas no sometidas a arbitraje; c) haber incurrido en
contradicciones en el razonamiento; d) haber cometido errores de
interpretación ; e) contener errores geográficos e históricos; f) no haber
guardado equilibrio en la apreciación de la argumentación y de la prueba
producida por cada parte. Como ejemplo puede citarse la tergiversación que la
Corte hizo de la afirmación argentina sobre el recorrido del canal Beagle:
nuestro país sostuvo que la boca oriental se encuentra al norte de la isla
Lennox, entre Picton y Navarino. El laudo en cambio sostiene que según la
Argentina el canal se prolonga entre las islas Navarino y Lennox, lo cual es
inexacto.
La decisión de no aceptar el laudo fue hecha conocer al gobierno chileno en la
entrevista de los dos presidentes realizada en Mendoza el 19 de enero de
1978. Y luego, el día 20 del mes siguiente los presidentes se reunieron en
Puerto Montt (Chile) y suscribieron un acuerdo llamado “Acta de Puerto Montt”
en el que convinieron un sistema de negociaciones tendientes a la solución de
la controversia.
Nuestra diplomacia actuó con deficiencia ya que aceptó que entre los puntos
que debían ser examinados se incluyeran las cuestiones relacionadas con el
estrecho de Magallanes, siendo que en dicho lugar no se presentaban
problemas ya que toda cuestión de delimitación había sido resuelta por el
tratado de 1881.
Su inclusión en dicho documento fue una invitación a la diplomacia adversaria
para reclamar aguas al este de la boca oriental de ese estrecho, como lo hizo
al poco tiempo.
Las negociaciones realizadas en virtud del acta de Puerto Montt no tuvieron
éxito. Durante todo ese año hubo negociaciones para tratar de solucionar el

298
Eunice Carri

problema, el que no solo consistía ya en la validez o nulidad del laudo arbitral,


sino que se habían incorporado otras cuestiones tales como las relativas a la
jurisdicción marítima, la navegación por los canales fueguinos y la relativa a la
boca oriental del Estrecho de Magallanes.
Chile ofreció someter la controversia a la Corte Internacional de Justicia, pero
Argentina prefirió buscar una solución mediante negociaciones directas. Para
diciembre de 1978 se acentuó la tensión y el peligro de enfrentamiento militar
entre los dos países. Hubo llamado de reservistas, movilización de tropas,
envío de fuerzas navales al sur y cierre de fronteras. La Argentina llevó el caso
al Consejo de Seguridad de la ONU y Chile pidió a la OEA la convocatoria
urgente de una reunión de consulta.
Ante la grave situación, el Papa Juan Pablo II se mostró dispuesto a enviar a
Buenos Aires y Santiago de Chile un representante personal para obtener
informaciones más concretas y examinar las posibilidades de una solución
pacífica de la controversia.
Ambos países aceptaron la propuesta y el Papa designó a Monseñor Antonio
Samoré como su representante. Este llegó a Buenos Aires el 26 de diciembre
de 1978, mantuvo conversaciones con las autoridades argentinas y dos días
después se dirigió a Chile.
La misión del cardenal Samoré tuvo por resultado que los cancilleres de ambos
países concertaran un acuerdo en Montevideo el 8 de enero de 1979 en el que
solicitaban al Papa Juan Pablo II que actuara como mediador en el diferendo.
Al recibir este pedido de mediación, Samoré solicitó que el mismo fuera
acompañado del compromiso de que los Estados no recurrirían a la fuerza en
sus relaciones mutuas. La solicitud de mediación fue aceptada el 21 de enero
de 1979.

La propuesta de Juan Pablo II:


El 12 de diciembre, el Papa hizo llegar su propuesta a las partes. Si bien
reconocía la soberanía de Chile sobre las islas en cuestión, por otro lado
aseguraba a la Argentina un delimitación marítima que acotaba la proyección
sobre el mar de dichas islas y reconocía los derechos argentinos sobre las
aguas.
La solución del Sumo Pontífice hacía referencia a una “Zona de Actividades
Comunes” situada sobre el océano atlántico. Esta zona concedía a ambos
países a perpetuidad la explotación de recursos del agua, del lecho y del
subsuelo marino, así como la posibilidad de ejercer otras competencias
jurisdiccionales, tales como la investigación científica y el control de la
contaminación.
A juicio de la Argentina este aspecto podía ser causa de graves problemas en
el futuro. La inclusión de esta Zona de Actividades Comunes impidió su
aceptación por parte de la Argentina en tanto que recibió la aprobación de
Chile.
En 1984, Su Santidad propuso la actual solución. En lo relativo a la delimitación
marítima de la zona, la región anteriormente comprendida en la Zona de
Actividades Comunes se divide según un límite que forma un polígono hacia el
sur correspondiendo a Chile el área situada al oeste de ese meridiano y a la
Argentina el área situada al oriente del mismo. Respecto a la delimitación de la
boca del Estrecho de Magallanes, el límite entre ambos países es una línea

299
Eunice Carri

recta que va desde Punta Dungeness hasta el Cabo del Espíritu Santo,
quedando la soberanía chilena al oeste y la argentina al este de dicha línea.
El 25 de noviembre de 1984, la solución papal fue sometida a consulta popular,
siendo respaldada por el pueblo argentino.
Finalmente, las partes sobre la base de la propuesta papal , llegaron a un
acuerdo y el 29 de noviembre de 1984 suscribieron el “Tratado de Paz y
Amistad”.

El Acuerdo de Paz y Amistad de 1984. Análisis.

Se conoce como Tratado de Paz y Amistad al acuerdo firmado


entre Argentina y Chile en 1984 que determina "la solución completa y definitiva
de las cuestiones a que él se refiere", esto es la fijación del límite entre los dos
desde el canal Beagle hasta el pasaje de Drake al sur del cabo de Hornos. El
tratado finalizó el Conflicto del Beagle, que llevó a ambos países hasta el borde
de la guerra en diciembre de 1978.
Permite la proyección hacia el futuro de un postulado esencial: “la paz como
presupuesto de la cooperación y de la integración entre Chile y Argentina”,
además permite avanzar más allá de la mera cooperación económica,
extendiéndose a otras áreas como las ciencias, tecnología, educación,
seguridad social, posibilitando igualmente establecer una política de resguardo
de los comunes intereses en la Antártica y/o la cooperación en otros campos,
como puede ser la seguridad.
Por otra parte, frente a posibles conflictos entre ambos países, contempla no
sólo los medios para solucionar controversias, sino también contiene las
fórmulas adecuadas para prevenir dificultades y mantener las buenas
relaciones, que permitan evitar y resolver conflictos y preservar nuestro
patrimonio. Efectivamente, establece que deben realizar esfuerzos que
contribuyan a generar confianza y la solución pacífica de sus controversias.
Establece una comisión permanente binacional, con la misión de intensificar la
cooperación económica y la integración física entre ambos países. Además de
promover y desarrollar iniciativas en áreas, tales como sistemas globales de
enlace terrestre, aeronavegación, interconexión eléctrica y de
telecomunicaciones, explotación de recursos naturales, protección del medio
ambiente y complementación turística.
Los problemas limítrofes han sido el principal impedimento histórico para
concretar mayores acuerdos de integración entre Chile y Argentina, por más de
un siglo y medio. Aunque a la fecha sólo quedaría pendiente la delimitación del
sector norte de Campos de Hielo Sur, y reconociendo los importantes avances
que, desde 1991 hacen que la posibilidad de nuevos escenarios de conflictos
por temas de soberanía sea menor, no podemos descartar plenamente, que a
futuro, se puedan generar nuevos conflictos por intereses o recursos valiosos
entre ambas naciones, donde ya existen propuestas contrapuestas de
soberanías, como es el caso de los recursos hídricos compartidos en la
Patagonia y del Territorio Antártico.

Cuestión de la Laguna del Desierto: mecanismo de solución aplicado.

Se denomina disputa de la Laguna del Desierto a la controversia limítrofe entre


Argentina y Chile en una región patagónica de 481 km² ubicada entre el hito 62

300
Eunice Carri

(en la ribera sur del lago O'Higgins/San Martín) y el monte Fitz Roy, zona en la
que se encuentra la Laguna o Lago del Desierto.
El 31 de octubre de 1991 los presidentes Patricio Aylwin de Chile y Carlos Saúl
Menem de la Argentina acordaron, según lo previsto en el Tratado de Paz y
Amistad de 1984, acudir a un arbitraje internacional sobre la disputa, la cual fue
resuelta el 21 de octubre de 1994 por el fallo de un tribunal arbitral que
sentenció en favor de la argumentación argentina; y se convalidó el 13 de
octubre de 1995 cuando el mismo tribunal rechazó el pedido de
reconsideración por parte de Chile.

Hielos continentales: situación actual del conflicto.

Los hielos de la zona en conflicto cubren un trayecto de 200 kilómetros


aproximadamente, con una profundidad de 100 a 1115 metros. De los 22.500
km2 totales de hielos continentales, 19.000 km2 pertenecen a Chile, los
restantes, 3.500 km2 pertenecen a Argentina. En esta última porción hay
alrededor de 100 glaciares, 130 ríos y arroyos y 46 lagos y lagunas.
Las negociaciones en cuanto a los límites habían convocado a los peritos
Francisco P. Moreno, por la Argentina y Diego B. Arana, por Chile. Para un
mejor trabajo, ellos dividieron la Cordillera en tramos, levantando actas e
indicando donde había acuerdos y donde no.
Las divergencias eran muchas, desde Neuquén hasta el Estrecho Magallánico.
Con una excepción: entre los cerros Fitz Roy y Stokes ambos peritos habían
acordado la línea divisoria en común. Allí no había discrepancias porque las
altas cumbres situadas dentro del encadenamiento principal de los Andes y la
divisoria de aguas coinciden entre sí.
El 2 de agosto de 1991 se firmó el Acuerdo Menem–Aylwin para precisar el
límite de la zona comprendida entre el Monte Fitz Roy y el Cerro Stokes. Para
su demarcación se aplicó una fórmula conocida como “la poligonal”. Dicho
acuerdo no fue ratificado.
Más adelante, con el Acuerdo Menem–Frei se buscó la ratificación del
acuerdo. Finalmente, se resolvió el trazado de una línea poligonal similar a la
establecida en el Acuerdo Menem–Aylwin.

3.- La cuestión de las Islas Malvinas. Historia. La Resolución 2065 (XX) de la


ONU. La resolución 98, 99 y 100 de la 9° Conferencia Interamericana de la OEA,
(Bogotá 1948). Las negociaciones directas. Resoluciones y Consensos de la ONU.
Memorándum de Entendimiento (Mc Laughlin –Lord Chalfont, 1968). El Acuerdo
de Comunicaciones de 1971. Las resoluciones del Comité Jurídico Interamericano.
Informe Shakleton. Soluciones ofrecidas por Gran Bretaña. Guerra de 1982.
Resoluciones posteriores de ONU. Análisis. Estado actual de la cuestión.

La Cuestión de las Islas Malvinas, entendida como la disputa de soberanía


entre la Argentina y el Reino Unido por las Islas Malvinas, Georgias del Sur,
Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, tiene su punto de
partida el 3 de enero de 1833, cuando el Reino Unido, quebrando la integridad
territorial argentina, ocupó ilegalmente las islas y desalojó a las autoridades
argentinas impidiendo su regreso así como la radicación de argentinos

301
Eunice Carri

provenientes del continente. Desde entonces, la Argentina ha denunciado


insistentemente la usurpación del Reino Unido y, como dispone su Constitución
Nacional, ratificado su soberanía y afirmado que su recuperación conforme el
derecho internacional constituye un objetivo permanente e irrenunciable.
La Cuestión de las Islas Malvinas ha sido calificada por las Naciones Unidas
como un caso colonial especial y particular que involucra una disputa de
soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte que debe ser solucionada mediante negociaciones entre las
dos partes. En el mismo sentido se ha pronunciado la Organización de Estados
Americanos.
La Argentina cuenta además con el firme respaldo de los países de América
Latina y el Caribe y de los 54 países de África a sus legítimos derechos de
soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los
espacios marítimos circundantes, así como con la solidaridad de países de
otras regiones que respaldan la reanudación de las negociaciones entre las dos
partes a fin de alcanzar una solución pacífica y definitiva a la disputa.
El Gobierno argentino se propone recuperar las islas de manera pacífica, de
conformidad con los principios del Derecho Internacional y teniendo en cuenta
los intereses de sus habitantes. Sin embargo, a pesar de la permanente
voluntad de diálogo del gobierno Argentino, el Reino Unido ignora el llamado de
la comunidad internacional a reanudar las negociaciones de soberanía y
agrava la situación mediante la realización de actividades unilaterales, las que
incluyen la exploración y explotación de recursos naturales renovables y no
renovables, así como la realización de ejercicios militares.

La Resolución 2065 (XX) de la ONU

La resolución 2065 de la Asamblea General de la ONU, aprobada el 16 de


diciembre de 1965, reconoció la existencia de una disputa de soberanía entre
el Reino Unido y la Argentina en torno a las Islas Malvinas. De igual manera,
reconoció que el caso de las Malvinas se encuadra en una situación colonial,
que debe ser resuelta teniendo en consideración lo expresado en la resolución
1514 (XV), donde se estableció el objetivo de eliminar toda forma de
colonialismo. La resolución invita a las partes a resolver sin demora la disputa
de soberanía teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas.
Tras la resolución, se iniciaron las negociaciones para la transferencia de
soberanía de las islas.

Historia:
Mientras se negaba a discutir la cuestión con la Argentina, alegando derechos
históricos incuestionables, la cancillería británica producía documentos
secretos que planteaban serias dudas sobre la validez de sus títulos de
soberanía sobre las islas Malvinas. El Duque de Wellington expresó sus
reservas en 1829, cuando la Argentina ocupaba las islas: «no está claro para
mí que alguna vez hallamos tenido la soberanía de esas islas». En 1908
Gaston de Bernhardt, funcionario del Foreign Office, produjo un memorándum
donde señalaba las debilidades de los argumentos británicos y la fortaleza de
la posición Argentina. En 1911 Ronald Campbell, Secretario de Estado
asistente, afirmó que: « (...) las islas fueron ocupadas por las Provincias Unidas

302
Eunice Carri

de Buenos Aires como sucesora del título de España, de quien la colonia


acababa de ganar la independencia.»
Cumplidos 100 años de ocupación, el gobierno británico decidió cambiar su
estrategia; decidió ignorar lo que ocurrió antes de 1833 y plantear que la
ocupación contínua del territorio, durante un siglo, le otorgaría al Reino Unido
un título por prescripción. De esta manera, el Reino Unido considera que
adquirió el derecho en la práctica.20
El gobierno británico era consiente, no obstante, que fundamentar su derecho
en el paso del tiempo es un argumento frágil. Cuantos más débiles sean sus
derechos previos a 1833, más débiles serán sus derechos posteriores. No
existe consenso en la comunidad internacional respecto a la legitimidad de la
prescripción para resolver disputas de soberanía. Por otro lado, avanzar en el
argumento de la prescripción implicaría un reconocimiento británico a los títulos
de soberanía argentinos previos a 1833. Uno de los obstáculos para la
prescripción, es que Argentina nunca aceptó la ocupación británica y mantuvo
su protesta. La prescripción demanda también que exista un consenso en la
comunidad internacional, que considere la disputa resuelta. En este sentido, la
Resolución 2065 es la mejor prueba de que ese consenso no existe.
Ante la debilidad del argumento de la prescripción el Reino Unido adoptó la
idea de la autodeterminación. En 1964, el representante británico plantó ante el
Comité de Descolonización de Naciones Unidas que los habitantes británicos
de las islas tienen derecho a la autodeterminación y que el proceso de
descolonización debe realizarse atendiendo a sus «deseos».
La Argentina sostiene que los habitantes de las islas no constituyen un pueblo
con derecho a la autodeterminación porque no son una víctima de la situación
colonial sino, por el contrario, su beneficiaria. A diferencia de lo ocurrido en
otras situaciones coloniales, donde al momento de producirse la colonización la
población del territorio queda sometida a dominación colonial, en el caso de
Malvinas, la población fue despachada a Buenos Aires y reemplazada por
ciudadanos británicos. Por lo tanto, en la cuestión Malvinas, la aplicación del
derecho de autodeterminación a los colonos británicos, llevados por el gobierno
británico luego de la expulsión de las autoridades argentinas, entraría en
contradicción con el proceso de descolonización que fue aceptado por la
comunidad internacional en la resolución 1514 (XV).1 En su presentación ante
Naciones Unidas el delegado argentino, José María Ruda, advirtió sobre los
peligros de aplicar de manera indiscriminada el principio de autodeterminación
sobre un territorio escasamente poblado por ciudadanos de la potencia
colonizadora:
En tal sentido, consideramos que el principio de libre determinación sería mal
aplicado en situaciones en que parte del territorio de un Estado independiente
ha sido separado, contra la voluntad de sus habitantes, en virtud de un acto de
fuerza por un tercer Estado, como en el caso de las Malvinas, sin que exista
ningún acuerdo internacional posterior que convalide esta situación de hecho y
cuando, por el contrario, el Estado agraviado ha protestado permanentemente
por esta situación. Estas consideraciones se ven agravadas muy en especial,
cuando la población originaria ha sido desalojada por este acto de fuerza y
grupos fluctuantes de nacionales de la potencia ocupante la han reemplazado.
El derecho a la autodeterminación y el principio de integridad territorial no
implica una contradicción en el caso de Malvinas, porque quien tiene derecho a
ejercitar su autodeterminación en el territorio, es el pueblo argentino, que fue

303
Eunice Carri

expulsado del territorio y al que se le impidió instalarse luego de la ocupación


británica. La Argentina, con sus derechos históricos y la integridad territorial
que incluye a Malvinas, sería quien tiene el derecho a la autodeterminación en
este caso.
La postura argentina se fundamenta con antecedentes históricos. En el caso de
Alsacia y Lorena se consideró que la población del territorio en 1919 no
constituía un pueblo con derecho a la autodeterminación y los derechos
históricos de la población anterior tuvieron preferencia. En el caso de Gibraltar,
el gobierno británico realizó un referendum en 1967 que fue rechazado por la
Asamblea General por considerar que los habitantes de Gibraltar constituyen
una población colonial importada que reemplazó a los habitantes españoles de
lugar.

Interpretaciones jurídicas de la resolución.


La resolución 2065 plantea que existen dos partes en la disputa: Argentina y el
Reino Unido. De esta manera se considera a la Argentina, y no a otro grupo,
como la víctima de la acción colonial británica. Por otro lado, la resolución
establece que la disputa debe resolverse tomando en consideración los
«intereses» de los «habitantes» en oposición a los «deseos» de un «pueblo»
con derecho a la autodeterminación.

La Resolución 98, 99 y 100 de la IXº Conferencia Interamericana de la


OEA, (Bogotá 1948).

En 1948, se llevó a cabo en Bogotá la IXº Conferencia Interamericana, que


tenía como objetivo sancionar la Carta de la Organización de Estados
Americanos. Allí, la delegación argentina reiteró sus reclamos sobre los
derechos soberanos a los territorios en disputa con el Reino Unido.
Los Estados americanos reunidos en la Conferencia de Bogotá crearon, por
resolución XXXIII, la Comisión Americana de Territorios Dependientes, cuya
competencia era centralizar el examen de los territorios ocupados y
dependientes en América. Esta resolución también afirmó la necesidad de que
se ponga término al coloniaje y a la ocupación de territorios americanos por
países extra continentales.
Esa comisión se reunió por primera vez en La Habana en marzo y julio de
1949. Allí se decidió diferenciar entre los territorios "bajo tutela colonial" y
"ocupados”. Entre estos últimos, se nombraba a las Islas Malvinas, Islas
Sándwich del Sur, Islas Georgia del Sur, Zona americana de la Antártida. El
otro territorio incluido fue Belice. Se observa que con excepción del primero, los
territorios enumerados son los reclamados por la Argentina. Se aclara que las
Malvinas no son "territorio no autónomo" sino "territorio ocupado de facto por
una potencia extranjera".
En esa reunión, la delegación argentina respondió a un memorándum
presentado por la embajada del Reino Unidos con otro memorándum que en
tono emotivo sostenía "que la Gran Bretaña debe devolvernos nuestras Islas.
Tenemos la esperanza que la Gran Bretaña, que se ha caracterizado por ser
un país que ha defendido el derecho en muchas oportunidades, lo practique en
ésta" . Por último, el informe final de la Comisión incorporó una declaración
argentina en donde se "renueva las justas aspiraciones de su pueblo y de su
gobierno, afirmando que debe desaparecer de América el coloniaje y

304
Eunice Carri

terminarse con las ocupaciones ilegítimas de territorios americanos por países


extracontinentales" .
Cabe agregar la respuesta del Canciller Juan Atilio Bramuglia a una de las
notas inglesas, a comienzos de 1948, establece en forma concluyente la idea
que anima a nuestro país: "Ningún argentino reconocerá jamás sobre las Islas
Malvinas otra soberanía que no sea la de la propia Patria".
A pesar del eco favorable que la Argentina había encontrado en el organismo
de las Américas, en la IV Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores (Washington DC, marzo-abril de 1951) se votó una resolución que
introdujo el tema de los "intereses de los habitantes" . En respuesta a la misma,
el 15 de abril, la Argentina presentó la siguiente reserva:
La representación argentina al suscribir la Resolución 'reafirmación de
Principios interamericanos en relación con las Colonias y posesiones Europeas
en América' reitera las reservas que sobre la materia ha efectuado... y deja
expresa constancia de que esa resolución no se refiere ni comprende a las
Islas Malvinas, Islas Georgias del Sur, Islas Sandwich del Sur y tierras incluidas
dentro del sector antártico argentino, sino que hacen parte del territorio
argentino y están comprendidas en su dominio y su soberanía...
Poco después, en 1954, la reserva argentina fue contemplada por el organismo
interamericano durante la X Conferencia Interamericana, reunida en Caracas.
En la Conferencia se sancionaron dos resoluciones tituladas "Colonias y
territorios ocupados en América" (Resolución XCVI) y "Colonias en territorio
americano" (Resolución XCVII). Si bien ambas proclamaban la voluntad del
organismo americano de "eliminar definitivamente el coloniaje mantenido contra
el sentir de los pueblos", la segunda de ellas, dejaba en claro que ellas no
hacían referencia a "territorios que son materia de litigio o reclamación entre
países extracontinentales y algunas Repúblicas americanas" . Por lo tanto, se
reconoció que el principió de autodeterminación no se aplicaba a territorios en
litigio como lo son las Malvinas y sus dependencias.
Habrá que esperar hasta abril de 1973 para que el tema de las Islas Malvinas
reaparezca en la OEA. En efecto, durante la Tercera Asamblea General
realizada en Washington DC el Ministro de Relaciones Exteriores de la
Argentina, Eduardo Mc Loughlin recurrió a ese foro para denunciar lo que
consideraba una actitud reticente y dilatoria en el curso de las negociaciones
bilaterales según los deseos de las Naciones Unidas de resolver la disputa por
medios pacíficos . En un párrafo del discurso, el Canciller sostuvo que:
“Nuestra decisión de lograr la erradicación definitiva de esta anacrónica
situación colonial es permanente e invariable en toda circunstancia política de
nuestro país y confiamos en que así lo comprenda el Reino Unido para no
obligarnos a un cambio de actitud y para que podamos proseguir hacia la
materialización del objetivo fijado” .
Aquí también se observa el cambio de tono (más subido) en el discurso del
canciller de la Argentina.
Durante el Cuarto Período de la Asamblea de la OEA, celebrada en Atlanta en
abril de 1974, el Canciller Alberto Vignes reafirmó, una vez más, los derechos
de su país sobre las Islas .

La Resolución 1514 de la ONU.

305
Eunice Carri

En 1960, la Asamblea General de la ONU aprueba una resolución que tiene


que ver con la descolonización, esta es, la “Declaración Sobre la Concesión de
la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales”. Dicha resolución
proclama la necesidad de poner fin rápida e incondicionalmente al colonialismo
en todas sus formas y manifestaciones, además, establece los dos principios
que deben primar en el proceso de descolonización, que es, el principio de
autodeterminación de los pueblos pero aplicado teniendo en cuenta el principio
de respeto a la unidad nacional e integridad territorial del Estado.
En 1962 se crea un órgano de vigilancia de aplicación de dicha resolución
conocido como Comité de los 24 o Comité de Descolonización.

La Resolución 2065 de la ONU. Memorándum de Entendimiento de 1968


(Mc Laughlin–Lord Chalfont). El Acuerdo de Comunicaciones de 1971.

En 1965, la Asamblea General de la ONU adopta esta resolución. La misma


toma nota de la existencia de una disputa de soberanía entre Argentina y Gran
Bretaña por dicho territorio, e invita a los gobiernos a seguir negociaciones para
encontrar una solución pacifica teniendo en cuenta la Carta de la ONU, la
Resolución 1514 y los intereses de la población de las islas (Inglaterra quería
suplantar el vocablo “intereses” por el de “deseos”, ya que este alude al
principio de autodeterminación).
Se debía informar al Comité de Descolonización y a la Asamblea General de la
ONU del año siguiente el resultado de estas negociaciones.
Esta resolución habla de territorio y no de territorio no autónomo y utiliza por
primera vez el término Islas Malvinas y Falklands.
En 1966 comienzan las negociaciones diplomáticas entre Argentina y Gran
Bretaña. En 1968 el gobierno ingles propone un Memorándum de
Entendimiento (Mc Laughlin–Lord Chalfont), el cual contemplaba la
transferencia de soberanía de las islas a la Argentina si se aseguraban las
comunicaciones entre las islas y el continente y si se otorgaban garantías que
contemplaran los intereses de los kelpers.
El 1 de junio de 1971 los gobiernos de ambos países firman, en Buenos Aires,
el Acuerdo de Comunicaciones entre las islas y el territorio continental
argentino. Este acuerdo tiene por objeto favorecer las comunicaciones y el
movimiento de bienes y personas en ambas direcciones, se establece que va a
existir un documento especial para viajar llamado tarjeta blanca, los británicos
debían establecer una línea marítima regular entre las islas y el continente y los
argentinos un servicio aéreo regular, además se eximían de obligaciones al
servicio militar a los kelpers, se establecía cooperación en materia sanitaria,
agrícola y desarrollo técnico. Se aseguraban las comunicaciones postales y la
concesión de becas para que los kelpers pudieran estudiar en universidades
argentinas.
En 1972 se suscribe un acuerdo sobre la construcción y operación de un
aeródromo provisorio en las islas por parte de la Argentina, se abre una
agencia de líneas aéreas del Estado.

Memorandum de entendimiento
1. Los representantes del Gobierno de la República Argentina y del
Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte,
habiendo discutido la cuestión de las Islas Malvinas (Falkland

306
Eunice Carri

Islands) en un espíritu de amistad y cooperación, de conformidad


con la Resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, dejan constancia de este Memorándum de su
entendimiento acerca de la posición alcanzada en las
negociaciones.
2. El objetivo común es solucionar definitivamente y en forma
amistosa la disputa sobre la soberanía, teniendo debidamente en
cuenta los intereses de la población de las Islas. A fin de crear las
condiciones en las que pueda alcanzarse ese objetivo, los dos
gobiernos se proponen realizar rápidos progresos con medidas
prácticas para promover la libertad de comunicaciones y movimiento
entre el territorio continental y las Islas, en ambas direcciones, de un
modo tal que estimule el desarrollo de vínculos culturales,
económicos y otros.
3. A tal efecto y en el deseo de contribuir a esa solución, el gobierno
de la República Argentina promoverá la libre comunicación y
movimiento entre el continente y las Islas y el gobierno del Reino
Unido colaborará en la ejecución de esta política. Las discusiones
sobre las medidas prácticas a adoptarse tendrán lugar de inmediato
en Buenos Aires.
4. El gobierno del Reino Unido, como parte de esa solución final,
reconocerá la soberanía de la República Argentina sobre las Islas a
partir de una fecha a ser convenida tan pronto como sea posible
después de que (i) los dos gobiernos hayan resuelto la actual
divergencia entre ellos respecto del criterio conforme al cual el
gobierno del Reino Unido considerará si los intereses de los isleños
estarían asegurados por las salvaguardias y garantías a ser
ofrecidas por el gobierno argentino y (ii) el gobierno del Reino Unido
se halle entonces satisfecho de que aquellos intereses estén
asegurados así.
5. Ambos gobiernos continuarán las actuales conversaciones en
Londres a efectos de definir los detalles de las garantías y
salvaguardias de los intereses de la población de las Islas a ser
ofrecidas por el gobierno argentino.
6. Los dos Gobiernos han tomado nota de las respectivas políticas y
comparten la opinión de que un cierto período de tiempo facilitaría el
desarrollo de condiciones para un arreglo definitivo. Si no hubiese
alcanzado un arreglo definitivo, a solicitud de cualquiera de los dos
Gobiernos podría convocarse a una reunión de representantes
especiales un una fecha no antes de cuatro años y no después de
diez años a partir de la firma de este Memorándum para comprobar
el progreso o para examinar la cuestión.

El Acuerdo de Comunicaciones de 1971.


En junio de 1971, bajo la presidencia de Alejandro A. Lanusse, ambos
gobiernos por medio de sus respectivas delegaciones, celebraron en Buenos
Aires una serie de conversaciones, que culminaron en una declaración
conjunta, relacionada con las comunicaciones y movimiento de personas entre
territorio argentina y las Islas. Dichas conversaciones tuvieron lugar dentro del
marco general de las negociaciones recomendadas por la Resolución 2065 de

307
Eunice Carri

la Asamblea General de las Naciones Unidas. De esta manera, los delegados


llegaron a la conclusión de que deberían ser adoptadas las siguientes medidas
en el entendimiento de que ellas pueden contribuir al proceso de una solución
definitiva de la disputa sobre las islas entre los dos gobiernos, por lo que
establecieron la creación de una Comisión Consultiva Especial constituida por
representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino y la embajada
británica, con sede en Buenos Aires.
Se estableció que el gobierno argentino otorgara un documento a los
residentes en las Islas Malvinas, sin referencia a la nacionalidad, que deseen
viajar al territorio continental argentino y que permitiría su libre desplazamiento
en el. Además los residentes de las islas serán declarados exentos del pago de
derechos e impuestos y de cualquier otra obligación como resultado de las
actividades en las islas. Asimismo el acuerdo contemplaba la construcción de
una pista de aterrizaje en Malvinas y establece un servicio aéreo y marítimo
que cumplían LADE y Transportes Navales de la Armada, como así también
becas para jóvenes kelpers en el continente.
Por último, el 26 de abril de 1977, los gobiernos argentino y británico
alcanzaron un acuerdo sobre los términos de referencia para las negociaciones
sobre la disputa acerca de las Islas Malvinas, de la siguiente forma:
"Los gobiernos de la Republica Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte han acordado mantener negociaciones, las que se referirán a
las futuras relaciones políticas, incluyendo soberanía, con relación a las Islas
Malvinas, las Georgias del Sur y las Sándwich del Sur y a la cooperación
económica con respecto a dichos territorios en particular y al Atlántico Sud
occidental en general. En estas negociaciones serán tratadas las cuestiones
que afectan el futuro de las Islas y las negociaciones se dirigirán a la
elaboración de la solución pacifica a la disputa existente entre los dos estados
sobre soberanía y el establecimiento de un marco para la cooperación
económica argentino-británica, la que contribuirá substancialmente al desarrollo
de las islas y de la región en general"
Un objetivo importante de las negociaciones será lograr un futuro estable,
prospero y políticamente duradero para las islas, cuya población será
consultada por el Gobierno del Reino Unido durante el transcurso de las
negociaciones.

Las resoluciones del Comité Jurídico Interamericano

En 1975 la V Conferencia de Países no alineados apoyó el reclamo argentino.


En diciembre Gran Bretaña anunció que no dejaría explorar los hidrocarburos
de las Islas Malvinas a ningún país, motivando el reclamo de Argentina, lo
mismo que el arribo a las islas de la misión del Shackleton para realizar un
relevamiento económico. En su respuesta, el canciller inglés calificó de estéril
la disputa sobre la soberanía de Malvinas, ya que constituía un mandamiento,
dejando entrever la negativa a reconocer el derecho argentino sobre las islas.
Esta misión no autorizada por el gobierno argentino trajo un cambio sustancial,
que violaba el tácito principio de no innovar que ambos países habían
respetado hasta el momento.
En 1976 el Comité Jurídico Interamericano, de la OEA (Organización de los
Estados Americanos) reconoció a Argentina “el inobjetable derecho de

308
Eunice Carri

soberanía sobre las Islas Malvinas”, declaración que hizo suya la Asamblea
General del organismo continental.

El Informe Shakleton.
En junio de 1976 fue entregado al Gobierno inglés el Informe Shackleton. Este
documento que fue, y sigue siendo, la base de toda discusión sobre la
economía y la sociedad en Malvinas no solo negaba que el sostenimiento de
las islas implicara un drenaje de fondos para el contribuyente inglés, sino que
formulaba numerosas críticas sobre la explotación de recursos, ya que las
ganancias no eran reinvertidas en Malvinas sino que se desviaban hacia
inversiones en el Reino Unido.
Shackleton mostraba a las islas como un paraíso económico: Transportes
pesqueros, procesamiento de algas, cultivo de salmones, todo era posible con
el “reforzamiento y ampliación del aeropuerto”, haciendo notar, asimismo, que
una pista mas larga haría posible el despliegue de tropas en caso de amenazas
de invasión desde el continente.
Sin embargo, el Informe desalienta la idea de explotación de hidrocarburos en
la cuenca Malvinas pues, según las investigaciones, la extracción sería difícil,
costosa e implicaría grandes riesgos políticos. Recomendaba, en cambio,
inversiones en proyectos de obras públicas; el problema era, entonces, el
dinero que Gran Bretaña debía destinar a las islas.
De todos modos el Informe Shackleton logró aumentar el apoyo parlamentario
al recientemente restablecido Comité por las Islas Falkland.

Soluciones ofrecidas por Gran Bretaña y Argentina

En 1981 el Parlamento inglés aprueba la Ley de nacionalidad con el fin de


restringir (por razones raciales) la creciente inmigración hacia su país, de
personas provenientes de sus colonias. Según esta ley el imperio otorgaría la
plena ciudadanía a quien ostentara status patrio, es decir, a quien tuviera por lo
menos un abuelo nacido en Gran Bretaña. Ello no cayó bien en los kelpers, que
en su mayoría eran descendientes de colonos llegados en 1833, y se veían así
despojados de la ciudadanía. Pero seguían sin querer oir de Argentina.
Entonces, en Argentina no habían pruebas serias de invadir el territorio antes
de 1970, pero sí a fines de la década del 60 con un proyecto de Jorge Anaya,
quien en 1982 sería el Comandante de la Marina.
Al retornar Perón al poder en 1973, la Marina queda a cargo del Almirante
Emilio Massera quien emprende un período de crecimiento naval, llevando a
convertir a la marina casi en un poder autónomo. Massera entendía que la
opinión mundial no siempre era adversa al uso de la fuerza y que una acción
rápida e incruenta cumplida en nombre del anticolonialismo sería rápidamente
aceptada como un fait accompli.
El “plan Goa” (Proyecto Anaya – Massera) planteaba un desembarco sorpresa
en las islas, el traslado del total de la población a Montevideo y su reemplazo
por colonos argentinos.
Expuesto a la Junta de Videla en 1976 y en 1978, fue rechazada. El
fundamento más importante recayó en la amenaza que constituian los
submarinos británicos que representaban un obstáculo insalvable.

Guerra de 1982

309
Eunice Carri

Las causas son varias. Una es la especial relación entre los paises desde la
independencia de Argentina con España, signada por la competencia
economica, siendo nuestro país el granero del mundo y Gran Bretaña proveía
manufacturas. Ello establecía cierta relación de dependencia, que empezó a
declinar luego de la 2°GM cuando Inglaterra pierde poder frente a EEUU. Otra
era la flota británica y su producción armamentista.

A principios de 1982 el régimen militar, estaba llegando a su fin. El descontento


popular por el deterioro de la situación económica y política, sumado el
conocimiento sobre las violaciones de los derechos humanos que amparaba el
régimen, llevaron a la Junta Militar a un callejón sin salida. Ante los resultados
nefastos de la gestión, el régimen, entró en una crisis casi terminal.
La recuperación de la soberanía sobre las Islas Malvinas se convirtió en una de
las preocupaciones centrales del gobierno militar encabezado por el General
Leopoldo F. Galtieri, frente a la posibilidad de que Chile obtuviera el control de
Canal de Beagle y Argentina perdiera presencia en el Atlántico Sur. Para ello
comenzó, una ofensiva diplomática e irreflexible que duraría hasta el comienzo
de la guerra.
Argentina se propuso reactivar las negociaciones y alcanzar algún tipo de
acuerdo con Inglaterra sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
En enero de 1982, la Junta militar decidió, retomar las negociaciones
diplomáticas y emplear la fuerza armada en caso de fracaso de la primera
opción. La operación militar prevista inicialmente era incruenta y consistía en el
desembarco, la ocupación y el retiro inmediato de las islas. De este modo, los
militares argentinos buscaban evitar una reacción del gobierno inglés y
obligarlo a una negociación.
Sin embargo, una vez producido el desembarco, la Junta decidió no retirarse
de las islas porque advirtió que la campaña militar por la recuperación de la
soberanía sobre las Islas Malvinas podía generar importantes beneficios
políticos internos, ya que los militares necesitaban realizar una acción
espectacular que desviara la atención del publico del aumento de los conflictos
sociales. La guerra de Malvinas, una causa de reivindicación nacional de largo
tradición, les permitiría, además, conseguir el apoyo de amplios sectores
sociales que ya comenzaban a mostrar su disconformidad y su oposición a la
dictadura.
A principios de marzo, el gobierno militar argentino propuso al gobierno
británico acelerar las negociaciones diplomáticas para "obtener una pronta
solución".
Los reclamos de la Argentina fueron adquiriendo un tono cada vez más
agresivo.

EL EPISODIO DE LAS GEORGIAS, APARENTE DESENCADENANTE DEL


CONFLICTO ARMADO.
Hacia fines de mayo de 1981, la empresa "Georgias del Sur", en cumplimiento
de un convenio firmado con Gran Bretaña, contrató un grupo de operarios
argentinos con la misión de desmantelar una planta ballenera que se hallaba
instalada en la Isla San Pedro (la mayor de las Georgias del Sur) ocupada al
igual que las Malvinas y las Sándwich del Sur.
El 20 de marzo de 1982, Londres presentó una protesta considerando un
hecho grave de desembarco del personal civil y militar, quienes habían izado la

310
Eunice Carri

bandera Argentina y cambiado señales inglesas, y que además se habían


escuchado disparos de armas de fuego. Esta actitud fue considerada por el
gobierno británico como el primer paso de una invasión.
Como consecuencia, se llevaron a cabo los primeros movimientos de tropa de
ambos países. Argentina envió varias unidades de la flota de guerra para
prestar apoyo y proteger al citado grupo de ciudadanos, el gobierno ingles por
su parte envió una embarcación militar para desalojar de inmediato al grupo de
trabajadores que había "cometido actos contrarios a la soberanía británica en la
región". Este hecho hizo pensar al gobierno argentino que Gran Bretaña estaba
utilizando esta oportunidad para reforzar su presencia militar en las islas.

LA OCUPACIÓN MILITAR DE LAS MALVINAS.


Durante la noche del 1º de abril de 1982 y la madrugada del viernes 2, parte de
la flota argentina de mar operaba frente a las Islas Malvinas. Entretanto, la
reducida dotación de británicos en la capital malvinense se desplegaba en
actitud defensiva.
Esa misma noche se reunía el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
a pedido de Gran Bretaña, que denunció "la inminente amenaza de invasión
argentina a las islas". La reacción argentina fue inmediata. Nuestro embajador
denunció ante las Naciones Unidas la situación de grave tensión provocada
arbitrariamente por Inglaterra en las Georgias.
A las 6.30 de la mañana del viernes 2 de abril, las Fuerzas Armadas argentinas
(ejército, marina y aviación) desembarcaron en las Malvinas tomando posesión
de Puerto Stanley, al que rebautizaron Puerto Argentino. Cabe aclarar aquí,
que también los jóvenes argentinos que hacían el servicio militar fueron
"embarcados y llevados" hacia el sur. Ellos no combatieron en la guerra porque
tenían una carrera militar sino porque el servicio militar era entonces
obligatorio.
Luego de algunos enfrentamientos en diversos lugares de la isla culminaron
con la rendición del gobernador británico, así fue como la Fuerza Armada
argentina levantó la bandera nacional.
Debido al exitoso resultado del operativo, el gobierno militar comunicó a la
población que "la Republica, por intermedio de las Fuerzas Armadas, mediante
la concreción de una excelentísima operación conjunta, ha recuperado las Islas
Malvinas, Georgias y las Sándwich del Sur…". La noticia fue anunciada al país
por cadena oficial y generó una primera reacción de sorpresa generalizada.

DEL TRIUNFALISMO A LA DERROTA.


Como mencioné en el apartado que se refiere a la ocupación militar, con el
episodio sucedido el 2 de abril, el gobierno y la población, creían que el triunfo
estaba cerca.
Además, las autoridades militares argentinas siempre consideraron improbable
que las autoridades británicas intentaran recuperar militarmente las islas,
estaban confiados en que Gran Bretaña no entraría en una contienda bélica en
territorios tan alejados, y según creían los estrategas de las Fuerzas Armadas
argentinas, sin importancia para los intereses británicos. Este error de
apreciación fue la razón por la cual la Junta no tenía previsto un plan de
defensa de sus posiciones una vez que las islas habían sido tomadas. Por otra
parte, confiaban también en que, en caso de un enfrentamiento armado, las
fluidas relaciones que la Argentina tenía con el gobierno de Ronald Reagan,

311
Eunice Carri

presidente de los Estados Unidos, servirían para asegurar, por lo menos, la


neutralidad de ese país en la guerra.
Sin embargo, la reacción británica no fue la que habían previsto Galtieri y los
otros jefes militares. Los grupos conservadores de aquel país, liderados por la
primera ministra Margaret Thatcher, vieron, al igual que los militares argentinos,
la posibilidad de utilizar la guerra del Atlántico Sur como un medio para
conseguir consenso hacia su política interna. Rápidamente los británicos
enviaron una gran cantidad de buques de guerra hacia la zona austral, al
mismo tiempo que lograban la solidaridad de los miembros de la Comunidad
Económica Europea y el apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, y también de la OTAN.
Argentina, por su parte, había conseguido un tibio respaldo de la Unión
Soviética y la solidaridad total, aunque no armada, de los países
latinoamericanos. El ministro de Relaciones Exteriores Costa Méndez, realizó
infructuosas gestiones para lograr el apoyo del gobierno estadounidense, pero
no se pudo lograr. Por el contrario poco después de terminada la guerra se
supo que Estados Unidos había otorgado apoyo logístico a las tropas
británicas.
Inicialmente, el gobierno de EEUU cumplió el papel de mediador entre sus
aliados. Sin embargo, la gestión conciliadora, fracasó. La guerra, entonces,
apareció como la única opción.
La llegada de los buques de guerra británicos a las islas hizo evidente que los
ingleses consideraban que tenían muy poco para negociar con el gobierno
argentino. Luego de recuperar sin mayores problemas las Islas Georgias, a
principios del mes de mayo, los británicos comenzaron el ataque militar contra
las Malvinas.
A comienzos de junio, la infraestructura de combate era considerablemente
inferior a la tecnología bélica de los ingleses y las condiciones alimentarias de
los soldados argentinos eran pésimas. Pese al heroísmo de nuestros soldados
y algunos resultados exitosos de la aviación, el resultado de la guerra iba
mostrando la cruda realidad de la derrota argentina.

LA REACCIÓN DE LA POBLACIÓN ANTE LA GUERRA DE MALVINAS.


Al igual que en el apartado anterior, también el sentimiento de la población
transitó de la euforia a la desmoralización.
En principio, la actitud triunfalista en el gobierno se extendió a todo el pueblo
que apoyó con fervor y entusiasmo el desembarco de la Fuerzas Armadas
argentinas en las islas.
El 2 de abril, Galtieri convocó al pueblo a Plaza de Mayo. Desde el Mundial de
Fútbol de 1978, los jefes militares no habían tenido otro "baño de multitud". La
sociedad argentina se vio arrinconada contra una paradoja imprevista: el
régimen que había sumido el país en una de sus etapas más tenebrosas, ahora
aparecía como paladín de una vieja y legítima reivindicación: la recuperación
de las Islas Malvinas. Nadie pudo permanecer al margen acerca del tema;
muchos se movilizaron de una u otra forma, para expresar su apoyo a la acción
militar. Una encuesta registra un 90% de adhesión a los militares.
El pueblo argentino dio un total apoyo a la decisión del gobierno militar, no sólo
con su voz sino también donando ropa, joyas, dinero, chocolates y todo que
podía ser de ayuda para los chicos de la guerra.
Como contraparte de la euforia que manifestaba el pueblo, sediento de

312
Eunice Carri

venganza contra la histórica usurpación inglesa sobre nuestro país, se hallaban


padres y familias enteras rogando por el regreso de sus hijos; esos hijos que no
eran mas que nuestros soldaditos de 1982, desprotegidos, solos, lejos de sus
seres queridos, con miedo de ser muertos como mucho de sus compañeros.
Algunos de ellos, los que sobrevivían, enviaban cartas a sus familiares y seres
queridos, contando la verdad de los acontecimientos. …pensemos en la
angustia y desesperación de ellos, tan diferente a la alegría y euforia de todo
del resto de la población, que hablaba de un triunfo cercano.
Así, el clima de euforia aumentaba y siguiendo instrucciones oficiales, los
medios de comunicación eran los encargados de informar sobre este episodio,
con la misma pasión con que se transmite un partido de fútbol y con la misma
seguridad de que el partido estaba ganado.
Es así entonces, como la sociedad mantuvo un espíritu triunfalista que era
alimentado por los órganos de prensa manipulados por el régimen militar. La
censura aplicada a la información sobre el curso de la guerra creó la ilusión de
la victoria.
A pesar de todo, como mencioné antes, la inferioridad de combate frente a los
ingleses nos llevó lentamente a la derrota y cuando esto no pudo disfrazarse
más, los partes oficiales y los medios de comunicación lentamente
comunicaron la verdad de lo que estaba ocurriendo, la Argentina estaba siendo
vencida.

LA VISITA DE JUAN PABLO II


Ante la extrema gravedad de la situación, el Papa Juan Pablo II decidió viajar a
la Argentina, lo cual hacía prever el fin de la guerra.
A principios del mes de junio, antes de la rendición incondicional de las tropas
argentinas frente a las inglesas, el Papa llegó a Buenos Aires. Permaneció en
el país dos días, durante los cuales desplegó una intensa actividad que
comprendió, fundamentalmente, una prolongada entrevista con la Junta Militar
con el presidente de la Nación. A su vez celebró dos misas una en Palermo y la
otra, en Luján, a las que concurrieron más de miles de seguidores, instando por
la paz del país.

LA RENDICIÓN.
Al mismo tiempo que el Papa elevaba sus súplicas por la concordia y la paz
ante inmensas multitudes, recrudecía en las Malvinas y en las Georgias la
lucha después del desembarco británico en diversos puntos de sus territorios.
El día 14 de junio las fuerzas británicas presionaban con una manifiesta
superioridad en armamentos y en efectivos humanos, en las afueras del Puerto
Argentino, capital malvinense.
Al promediar la tarde de ese día, el Estado Mayor Conjunto informó que se
había acordado un alto el fuego, signado por el gobernador militar argentino en
las islas, general Mario Benjamín Menéndez y el comandante de las fuerzas
británicas.
La guerra que había durado 74 días, en la que muchos soldados murieron en la
lucha en la que la inferioridad de condiciones materiales de las Fuerzas locales
fue determinante, había dejado como saldo más de 700 muertos y alrededor de
1500 heridos.
La rendición se produjo ante la posibilidad de <<continuar la resistencia sin
producir un estéril derramamiento de sangre>>.

313
Eunice Carri

LOS EFECTOS POLÍTICOS DE LA DERROTA.


El día 15, Galtieri convocó a la población a Plaza de Mayo con el propósito de
anunciar la rendición y realizar un balance del conflicto. Una multitud volvió a
cubrir la plaza, pero esta vez repudió a la dictadura militar y también criticó la
irresponsable conducción de la guerra por parte de los militares.
Los partidos políticos de la oposición, hicieron responsables a los militares de
haber utilizado la excusa del conflicto para frenar las presiones sociales y
mantenerse en el poder. También criticaron la falta de una correcta evaluación
de la situación internacional y la actitud negligente con la que los comandantes
militares habían enviado a la muerte a jóvenes conscriptos sin experiencia de
guerra, mal alimentados y con armamentos de dudosa efectividad.
La concentración en la plaza, terminó con una violenta represión de las fuerzas
de seguridad contra todos los presentes.
La derrota de Malvinas provocó una profunda crisis en el régimen militar. El
desgaste del gobierno se aceleró y Galtieri renunció en julio de 1982. Por su
parte, la oposición política y social reclamaba el fin de la dictadura, la
convocatoria a elecciones y la aparición con vida de los detenidos-
desparecidos por la dictadura militar.
La salida hacia la democracia ya tenía fecha: octubre de 1983 de la mano del
Dr. Raúl Alfonsín.
Por otra parte, la victoria militar de Gran Bretaña, permitió a Thatcher recuperar
su capital político y obtener su reelección en las elecciones de 1982.

ONU

El mismo 3 de abril de 1982 el canciller Costa Mendez, ante el Consejo de


Seguridad de la ONU, dejaba claramente expresada la postura argentina en
cuanto a considerar las islas como territorio argentino al señalar los derechos
de Argentina contra una “usurpación ilícita” y catalogaba el problema como una
“cuestión clásica colonial”.
Pero para nuestro país fue una primer derrota ante NU, ya que Gran Bretaña
había presentado el caso ante el Consejo de Seguridad de NY y ante la
Comunidad Europea. Pero el consejo aprobó por 10 votos a favor, 1 en contra
y 4 abstenciones, la Resolución 502 que estipulaba el cese de las hostilidades,
el retiro de las fuerzas argentinas, y la solución del conflicto mediante
negociaciones. Ese mismo día nuestro país completaba su despliegue militar
por la recuperación de las islas.
Durante el conflicto nuestro país realizó una propuesta el 19 de abril de 1982,
con amplias concesiones, llegando a la formación de una Administración
especial Interinal de la cual participaban los 2 estados, ambas banderas, pero
la postura no prosperó porque en la cláusula 8° se fijaba que a partir del 1 de
enero de 1983 la jefatura del gobierno y administración serían ejercidas por un
funcionario designado por el gobierno argentino.
El 26 de mayo el consejo de seguridad de NU aprobó la resolución 0/83 que
exhortaba a las partes a cooperar con el Secretario General en su misión de
buenos oficios con miras a poner fin a las hostilidades y pedía a éste que
buscara las condiciones aceptables para un cese al fuego. La resolución incluía
la posibilidad de enviar observadores de la ONU.
En cambio en la OEA Argentina encontró cierto respaldo.

314
Eunice Carri

Situación actual de Malvinas

Actualmente el gobierno argentino busca reinstalar el tema de las Islas


Malvinas en la agenda internacional en el marco de la ONU para crear las
condiciones que posibiliten una negociación con Gran Bretaña y que termine
con el impasse en que se encuentra el tema desde que tuvo lugar la guerra
hace 25 años. Este esfuerzo encabezado por el canciller argentino Jorge
Taiana ante la mencionada organización ha sido apoyado por casi todos los
países del Cono Sur así como también China, Rusia y Siria. Es dable destacar
el esfuerzo chileno por una negociación pacífica de la cuestión teniendo en
cuenta que el embajador de ese país ante la ONU, Heraldo Muñoz ha
presentado una resolución llamando a los dos países a negociar. Una vez mas
la unión Latinoamericana deja ver que es la única vía para resolver los
conflictos que afronta la región.

La situación política actual de las islas Malvinas es la de un territorio británico


de ultramar. El Gobernador del territorio es designado por la Corona británica a
propuesta del Gobierno británico, y tiene facultades limitadas.
Las islas tienen cierta autonomía interna, con una democracia parlamentaria.
Los isleños eligen los miembros de la Asamblea Legislativa, que a su vez forma
parte del poder ejecutivo. Al igual que otros territorios de ultramar del reino, el
estado británico es responsable de solventar el costoso sistema de defensa del
archipiélago, así como sus relaciones exteriores.
Las negociaciones sobre la soberanía de las islas tuvieron lugar entre
Argentina y el Reino Unido en los años 1960 y 1970, pero a pesar de ciertos
avances en la relación con el continente, no se llegó nunca a ningún acuerdo.
Tras el estancamiento en las negociaciones, en 1982, la Argentina recuperó las
islas, dando inicio a la guerra de Malvinas que finalizó con la victoria británica.
Desde la guerra, la Argentina ha seguido reclamando la reanudación de las
negociaciones pacíficas a través de las Naciones Unidas, pero el Reino Unido
se niega a dicha solicitud, declarando que los isleños tienen el derecho a la
libre determinación.
La actual constitución de las islas Malvinas, en el capítulo 1, le otorga a los
habitantes de las islas Malvinas el derecho a la libre determinación, que
pudiera ejercerla en cualquier momento.
Dado que la Argentina exige que se cumplan las resoluciones de la ONU,
abriendo negociaciones que permitan la restitución de su soberanía sobre el
archipiélago, el Reino Unido buscó evadir la cuestión impulsando un
referéndum para consultar a los habitantes de las islas sobre si desean que el
territorio continúe administrado por el dicho reino. Si la mayoría de los votos
hubiera optado por el no, el gobierno local habría llevado a cabo las consultas
necesarias y los trabajos preparatorios con el fin de llevar a cabo un
referéndum sobre las opciones alternativas.
En el cuarto aniversario del inicio de la guerra, la Asociación de las Islas
Malvinas y el Instituto Marplan realizaron una encuesta entre todos los votantes
registrados en las islas, cuyo resultado mostró que el 96,45% de los isleños
admitió seguir siendo un territorio británico. Ocho años más tarde, en una
encuesta de inspiración argentina, el 87% de los isleños rechazó cualquier

315
Eunice Carri

forma de discusión de la soberanía en ninguna circunstancia, prefiriendo seguir


siendo británicos.
La falta de contacto que durante el siglo XX la comunidad de las islas tuvo con
la Argentina, luego de la guerra de 1982 se transformó en «animadversión».
Las nuevas generaciones se desarrollan en un ambiente en que se exterioriza
la antipatía hacia los vecinos del continente. Como generalmente ocurre en las
comunidades pequeñas, no resulta fácil llevar en público una postura contraria
a la opinión mayoritaria.
Actualmente en las islas, el portar una bandera de Argentina (incluso pequeña)
se toma como un «acto de provocación» y se arriesga a otras consecuencias.
Se pueden desplegar banderas argentinas sólo en las tumbas del cementerio
argentino en Puerto Darwin, pero incluso allí las mismas deben estar atadas
desde sus puntas, pues no se permite que flameen. También es visto como
una provocación el vestir con la camiseta deportiva de la selección argentina.
Incluso las banderas argentinas de los veleros son retiradas porque pueden
provocar «preocupación y ansiedad entre algunos de los miembros de la
comunidad»
Las tensiones diplomáticas sobre el estatus de las islas comenzaron a
aumentar en 2010 con 30° aniversario de la guerra de las Malvinas y la
decisión del gobierno de las Islas Malvinas de comenzar la exploración
petrolera en aguas disputadas, iniciándose en 2015. Esto llevó a que el
gobierno de Argentina lleve a cabo así un bloqueo comercial (a nivel nacional,
latinoamericano y caribeño) que afectó al archipiélago austral. El gobierno
argentino también comenzó una campaña diplomática, pidiendo a varios
grupos internacionales apoyar la reanudación de las negociaciones, ganando el
apoyo de organizaciones como la Unión de Naciones Suramericanas,
Mercosur, ALBA, G-77, SICA, CELAC y el Grupo de Río, entre otros.
Debido a los reclamos y protestas que mantiene Buenos Aires, el gobierno de
Londres ordenó el rearme sobre el Atlántico Sur y las islas Malvinas y con ello
la ejecución de ejercicios militares, aunque a pesar que el gobierno argentino
acusó a Gran Bretaña de militarizar la región en disputa, el gobierno británico
negó las acusaciones de que Londres militariza el océano Atlántico Sur y las
Islas Malvinas.
En 2011, el ministro de Defensa argentino, Arturo Puricelli, afirmó que los
isleños se mantuvieron como «rehenes» en las islas y más tarde sugirió que los
militares británicos «[eran] el único elemento que defiende la usurpación de esa
parte de nuestro territorio nacional». Esto llevó al gobernador de las Islas
Malvinas, Nigel Haywood, a proponer un referéndum para que los isleños
decidieran si querían o no seguir siendo británicos «para que podamos resolver
el problema de una vez por todas».
La pregunta fue: «¿Desea que las islas Malvinas mantengan su estatus político
actual como un territorio británico de ultramar?». Como respuesta se pudo
optar por un «sí» o «no». En caso de que los isleños rechazaran la
continuación de su situación actual, se llevaría a cabo un segundo referéndum
con posibles alternativas políticas. Los funcionarios malvinenses anunciaron la
realización una campaña por las dos opciones y que el gobierno ya se
encontraba buscando observadores internacionales para garantizar la
transparencia de la iniciativa.
La Asamblea Legislativa de las Islas Malvinas anunció el referéndum el 12 de
junio de 2012. La propuesta fue apoyada por el primer ministro británico, David

316
Eunice Carri

Cameron, quien dijo que «defenderá y respetará» los resultados. El anuncio fue
hecho por el legislador malvinense Gavin Short, que dijo:
«Hemos pensado cuidadosamente acerca de cómo transmitir un fuerte
mensaje al mundo exterior que expresa los puntos de vista de la gente de las
Malvinas de manera clara, democrática e incontestable. Así que hemos
decidido, con el pleno apoyo del Gobierno británico, para celebrar una
referéndum sobre las Islas Malvinas para eliminar cualquier posible duda sobre
nuestros deseos.»
La fecha de la votación y el texto exacto de la pregunta fue anunciado por el
Gobierno de las Islas Malvinas.
La redacción definitiva de la propuesta fue obra de la Asamblea Legislativa, en
octubre de 2012, y oficialmente aprobado por el Consejo ejecutivo el 21 de
noviembre de 2012.
Dos legisladores isleños, Dick Sawle y Barry Elsby, hicieron en septiembre de
2012 una gira por varios países de América Latina después de su participación
como observadores en la reunión ParlAmericas en Panamá, visitando también
Colombia, Guatemala, y México. Allí, los legisladores dijeron que, el
referendum en las Malvinas «tendrá observadores internacionales para que
puedan ver con sus propios ojos cómo el proceso evoluciona con transparencia
y equidad», y que «los consejeros están ayudando a redactar la pregunta del
referéndum para que sea exacta, clara y razonable, de modo que no haya lugar
para los errores de interpretación».
Un mes antes del referéndum, la oficina filatélica de las islas lanzó estampillas
alusivas.
La población del archipélago hacia ese año era de 2841 habitantes. Para poder
votar en el referendo, los electores debían residir en las islas, y ser mayores de
18 años. Según el censo de 2012, el 11% del electorado no era nacido en las
islas o en el Reino Unido. Esto incluyó a trece argentinos no nacidos en las
islas, pero que viven allí. También incluyó a chilenos, filipinos, de la isla Santa
Elena y de países escandinavos, entre otros. Las urnas estuvieron abiertas de
10:00-18:00 FKST (UTC-3) el domingo 10 y lunes 11 de marzo de 2013 en las
dos circunscripciones de las islas (Stanley y Camp).
Hubo unos sesenta periodistas de varios países del mundo cubriendo los
comicios, que llegaron en el vuelo semanal de LAN Airlines desde Chile. Los
centros de votación estuvieron habilitados el domingo 10 en cuatro localidades
del archipélago, dos en la isla Soledad (Puerto Argentino/Stanley y Pradera del
Ganso) y otros dos en la isla Gran Malvina (Bahía Fox y Puerto Mitre). Además
hubo cinco centros de votación "móviles", instalados en vehículos todo terreno
que visitaron el lunes 11 algunos lugares más alejados de las islas.
Barry Elsby, uno de los ocho miembros de la Asamblea Legislativa de las islas,
dijo a un periodista español que la intención de los malvinenses es «decirle al
mundo cómo se sienten de cara al futuro» y que confiaban en que el apoyo al
«sí» sería de entre un 80 y un 90%. También dijo que la intención de los
isleños era la de mostrar «la realidad de las islas Falklands» y que quieren
hablar con Argentina «pero no de la soberanía». Gavin Short dijo que el
referéndum es un «derecho humano» que tiene la población isleña. Dick Sawle,
declaró a la BBC que esperaba que el resultado «reafirme el principio de auto-
determinación de los isleños y envíe un mensaje tanto a la comunidad
internacional como a los argentinos» y rechazó la posición argentina acerca de

317
Eunice Carri

que los isleños son una población «implantada», al indicar que los habitantes
de Malvinas «llevan más tiempo en las islas que los argentinos en Argentina».
Estaban habilitados para votar un total de 1672 electores, 155 de ellos (9,2 %)
no votaron. De los que sí lo hicieron 1513 optaron por que las islas continúen
siendo administradas por el gobierno británico (99,83 % de los votos), mientras
que 3 personas (un 0,17 % de los votos) se inclinó por un cambio del statu quo,
no pudiendo ser este interpretado como perteneciente a una única opción, pues
el cambio podría referirse al reclamo por la independencia plena, a la
restitución de la soberanía de las islas a la Argentina, o a otras posibles
alternativas jurídicas, las cuales sólo habrían sido presentadas formalmente si
el voto por el no hubiera sido el mayoritario.
En los días de votación y en los festejos de los resultados, los isleños colgaron
banderas del Reino Unido en sus casas y las llevaron en los vehículos, incluso
en sus vestimentas o sobre sus mascotas, bolsos, paraguas, etc. También se
enarbolaron banderas con leyendas ofensivas hacia la Argentina, o con mapas
en que ese país aparecía hundido en el Atlántico
El referéndum sobre la soberanía de las islas Malvinas de 2013 fue un
plebiscito decidido por el gobierno local de las islas Malvinas, que es un
territorio no autónomo administrado por el Reino Unido y cuya soberanía se
encuentra en disputa con la República Argentina. Se llevó a cabo los días 10 y
11 de marzo de dicho año. A los habitantes de las islas Malvinas se les
preguntó si querían que el archipiélago continuara bajo administración británica
—como hasta ahora—, en razón del pedido de la Argentina para negociar la
devolución de la soberanía de las islas.
Jurídicamente, la Organización de las Naciones Unidas lo considera un
territorio de soberanía aún pendiente de definición, entre el Reino Unido —que
lo administra— y la Argentina, que reclama su devolución. Además, dicho
organismo no reconoció el referéndum.
El gobierno de Argentina ha argumentado que en el caso de las Malvinas no
corresponde el derecho de libre determinación, ya que la población de las islas
fue «implantada» por el Reino Unido tras la ocupación de las islas en 1833,
siendo «controlados los movimientos migratorios» y cuya demografía «crece
por las necesidades económicas y administrativas del gobierno colonial».
También el gobierno argentino afirma que las resoluciones de las Naciones
Unidas no hablan de la aplicación de la libre determinación en las islas, si no
que Argentina respete los «intereses» de los isleños en cuanto a la identidad, el
idioma, las tradiciones, etc, y que el país no quiere «quitarles su identidad
británica ni cambiar su forma de vida».
En cuanto a la postura de los Estados Unidos sobre el referéndum, dicho país
se ha mostrado de manera neutral hacia dichos comicios, indicaron que
reconocen la administración de facto británica pero no toman posición sobre la
soberanía de dichas islas.

4.- El caso de las Papeleras (BOTNIA) con Uruguay.

Argentina y Uruguay mantuvieron un conflicto debido a la instalación de una


planta de producción de pasta de celulosa perteneciente a la empresa
finlandesa UPM-Kymmene (previamente propiedad de Metsä-Botnia), ubicada

318
Eunice Carri

en territorio uruguayo y sobre las aguas binacionales del río Uruguay, cerca de
las poblaciones uruguaya de Fray Bentos y argentina de Gualeguaychú.
Durante el conflicto, Botnia finalizó la construcción y puso en marcha la planta
el 8 de noviembre de 2007.
Argentina demandó a Uruguay ante la Corte Internacional de
Justicia argumentando que la instalación de las plantas de celulosa es
contaminante y se ha realizado en violación del Estatuto del Río Uruguay. Por
su parte, Uruguay demandó a Argentina ante el sistema de solución de
controversias del Mercosur y la Corte Internacional de Justicia, argumentando
en el primer caso que los cortes de ruta constituyen una violación al principio
de libre circulación, y en el segundo caso, que los mismos son tolerados y
utilizados por el gobierno argentino para presionar al gobierno uruguayo en las
negociaciones referidas a la instalación de las plantas de celulosa.
El 20 de abril de 2010 la Corte Internacional de Justicia dictó el fallo definitivo,
resolviendo que Uruguay violó sus obligaciones procesales establecidas por
el Estatuto del Río Uruguay de notificar e informar de buena fe pero, si bien
Argentina pudo demostrar que algunos parámetros de contaminación de las
aguas del río se habían elevado desde la puesta en marcha de la pastera, falló
en probar que la planta de celulosa era la causante y no otros factores ajenos a
ella, por lo que la Corte entendió que Uruguay no violó sus obligaciones para
evitar la contaminación ambiental, por lo que consideró que resultaba
desproporcionado ordenar el cierre de la planta de Botnia, pero instruyó a
ambos países a realizar un monitoreo en conjunto del río a través de
la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y aplicando el Estatuto
del Río Uruguay.
El conflicto finalizó tras la firma, el 30 de agosto de 2010 en Montevideo, de un
acuerdo para conformar un Comité Científico en el seno de la Comisión
Administradora del Río Uruguay.
El 29 de abril de 2010 se produjo una reunión entre los presidente de Argentina
y Uruguay para tratar de destrabar el conflicto entre ambos países. Luego de la
reunión los presidentes brindaron una conferencia de prensa en la anunciaron
"un proceso de reencauzamiento definitivo entre ambos países".
El 17 de mayo de 2010 las delegaciones de Argentina y Uruguay ante la
Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) comenzaron a negociar la
forma cómo controlarían en forma conjunta la producción de pasta de celulosa
por parte de UPM. Argentina planteó colocar técnicos de la CARU dentro de la
planta de UPM para vigilar cómo y en qué condiciones se vuelcan al río los
efluentes de la fábrica. Uruguay tomó esto como una propuesta de máxima,
para llegar a un acuerdo intermedio entre la idea argentina y lo que estaba
dispuesto a ceder en cuanto al monitoreo conjunto.
El 2 de junio de 2010 se volvieron a reunir los presidentes Cristina Fernández y
José Mujica en la estancia presidencial de Anchorena de Uruguay. Argentina
insistió en entrar a la planta de UPM para controlarla, mientras que Uruguay
mantuvo su postura de que eso no estaba contemplado el fallo de La Haya y
que se debía monitorear sólo el río. Este bloqueo en la negociación quedó claro
en la declaración conjunta que emitieron ambos presidentes y que señalaba
que se crearía "un plan de vigilancia para la planta de UPM conforme a lo
establecido en la sentencia" de La Haya y "un plan de control y prevención de
la contaminación del río Uruguay". Los presidentes instruyeron a sus

319
Eunice Carri

delegaciones ante la CARU para que en 45 días acordaran los términos y


criterios para la puesta en marcha de ambos planes.
El 16 de junio de 2010 la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú
resolvió, por 402 votos contra 315, negociar con el gobierno argentino, permitir
el paso de vehículos y quedarse al costado de la ruta internacional N° 136.
El 29 de junio de 2010 el nuevo canciller argentino Héctor Timerman visitó
Montevideo y se reunió con el presidente Mujica y con el canciller Luis
Almagro. Timerman presentó a su par uruguayo una propuesta para controlar
la contaminación del río Uruguay consistente en monitorear de forma conjunta
todo el río y las industrias instaladas en ambas márgenes a través del
intercambio de información científica sobre sus posibles efectos nocivos en la
calidad del agua y el medio ambiente en general. La idea era crear un centro
de estudios binacional que recogiera y procesara información científica sobre la
producción de las industrias uruguayas y argentinas que podrían contaminar el
río. El canciller uruguayo advirtió que Uruguay se tomaría unos días para dar
una respuesta final y hacer una contrapropuesta o, a lo sumo, sugerir algunos
agregados.
El 6 de julio los cancilleres se reunieron secretamente en Buenos Aires. El 21
de julio de 2010 se volvieron a reunir, pero no lograron un acuerdo sobre el
monitoreo del río Uruguay. Acordaron sí establecer un período de reflexión de
48 horas, tras el cual retomaríann las negociaciones. Coincidieron en no hacer
declaraciones respecto a lo conversado. Sin embargo, las 48 horas de reflexión
que se tomaron no fueron suficientes para resolver las diferencias. La
diferencia principal radicaba en que Argentina demandaba "acceso irrestricto" a
la planta UPM, algo que el gobierno uruguayo no aceptaba. La reunión fue
suspendida por la falta de acuerdo.
El 28 de julio de 2010 los presidentes Fernández y Mujica se reunieron en la
Quinta Presidencial de Olivos y firmaron un acuerdo para conformar, en el
plazo de 30 días en el seno de la Comisión Administradora el Río Uruguay
(CARU), un Comité Científico integrado por dos científicos uruguayos y dos
científicos argentinos, a elección de cada país. La función de este Comité
Científico sería la de monitorear el río Uruguay y todos los establecimientos
industriales, agrícolas y centros urbanos que vuelcan sus efluentes al río
Uruguay y sus áreas de influencia.
Finalmente, el 30 de agosto en Montevideo, los cancilleres firmaron un acuerdo
por canje de notas reversales en el que se conforma, en el seno de la Comisión
Administradora del Río Uruguay (CARU), un Comité Científico, estableciendo
los criterios para su funcionamiento.
El 6 de octubre de 2010 el comité científico de la CARU realizó una visita ocular
en UPM. Los cuatro integrantes del comité -Guillermo Lyons y Juan Carlos
Colombo por Argentina, y Eugenio Lorenzo y Alberto Nieto por Uruguay-,
ingresaron a la planta junto a técnicos de la Dirección Nacional de Medio
Ambiente (Dinama), quienes extrajeron muestras de los efluentes.
El comité científico tenía plazo hasta el 2 de noviembre de 2010 para presentar
su plan de monitoreo ante la CARU. El plan de monitoreo contendrá detalles
como qué universidades o instituciones científicas llevarán a cabo los estudios,
la fecha exacta del ingreso a UPM para tomar muestras y conocer el
funcionamiento de la planta, cuál será el primer emprendimiento en la margen
argentina del río en ser monitoreado y la cantidad de ingresos anuales a los
emprendimientos de ambos países. Ese día se reunieron en Buenos Aires los

320
Eunice Carri

vicecancilleres de ambos países. Debido a diferencias entre las delegaciones,


Uruguay pidió una extensión del plazo para hacer su propuesta.
El 14 de noviembre de 2010, luego de 10 horas de reunión en Montevideo, los
cancilleres de Argentina y Uruguay llegaron a un acuerdo con los grupos
científicos sobre el plan de monitoreo del río Uruguay. El acuerdo incluye 12
ingresos anuales a la planta de UPM, así como también la instalación de
sensores especiales. Se estiman que los trabajos de medición comiencen en
forma inmediata, mientras que otros trabajos demorarán debido a la necesidad
de instalar los equipos especiales. Se seleccionará un laboratorio internacional
para que estudie las muestras que se tomen.
A pesar de la satisfacción oficial, algunos representantes de la Asamblea de
Gualeguaychú, que concentra la protesta de los vecinos de esa localidad,
criticaron la propuesta, por considerar que limita el control ambiental al
establecer que serán 12 las inspecciones anuales en UPM.
No obstante, los asambleístas informaron que esperarán los resultados de las
pruebas para determinar si retoman las movilizaciones y el bloqueo del puente.

321
Eunice Carri

BOLILLA XV. CONFLICTOS ARMADOS Y DERECHO HUMANITARIO

1.- Rompimiento de la Paz. Conflictos armados: evolución histórica,


conceptualización, caracteres, tipos. Beligerantes: concepto, implicancias.
Neutralidad: concepto, clases, derechos y deberes.
2.- Sistema de Seguridad Colectiva. Capítulo VII de la Carta de ONU, TIAR, OTAN.
3.- Derecho Humanitario Internacional. Concepto. Ámbito de sus disposiciones.
Mecanismos de aplicación. Deberes respecto de las personas. Heridos, enfermos y
náufragos. Prisioneros de guerra. Población Civil. Protección de los bienes culturales.
El papel del Comité de la Cruz Roja Internacional: creación, funcionamiento.

1.- Rompimiento de la Paz. Conflictos armados: evolución histórica,


conceptualización, caracteres, tipos. Beligerantes: concepto, implicancias.
Neutralidad: concepto, clases, derechos y deberes.

La guerra es la confrontación armada entre dos o más Estados llevada a cabo


por las fuerzas armadas, reglamentada por el derecho internacional, en donde
cesa el estado de paz.
La guerra como institución jurídica:
 Derecho de guerra (ius in bellum): término utilizado para referirse a la rama
del derecho que define las prácticas aceptables mientras se está en guerra.
Sus disposiciones se aplican a todas las partes en conflicto,
independientemente de los motivos del conflicto y de la justicia de la causa
defendida por una u otra parte. Las reglas de la guerra ayudan a
salvaguardar la vida humana, a proteger los derechos humanos
fundamentales y asegurar que la guerra sea limitada y no simple violencia.
 Derecho a la guerra: (ius ad bellum): término utilizado para referirse a la
rama del derecho que define las legítimas razones que un Estado tiene para
entrar en guerra y se enfoca en ciertos criterios para hacer la guerra justa.
Antes de la guerra, pueden existir otros medios de coerción, como ser: a) La
represalia, b) La retorsión, c) La ruptura de relaciones diplomáticas, d) El
ultimátum, etcétera.

Comienzo de la guerra:
- Por declaración de guerra de un Estado, donde manifiesta
unilateralmente su voluntad de estar en guerra con otro y su motivo (a
partir de la Segunda Guerra Mundial esta declaración dejo de exigirse
para iniciar la guerra. Además, la Carta de la ONU había prohibido la
guerra, por ende, la declaración de guerra también era considerada un
acto ilegal), o
- Por el comienzo repentino de las hostilidades.

Terminación de la guerra:
- Con la firma de un tratado de paz entre los Estados involucrados,
- Con el cese de hostilidades,
- Con la firma de la rendición.

322
Eunice Carri

Entendemos por conflicto armado “todo enfrentamiento protagonizado por


grupos de diferente índole (tales como fuerzas militares regulares o irregulares,
guerrillas, grupos armados de oposición, grupos paramilitares, o comunidades
étnicas o religiosas que, utilizando armas u otras medidas de destrucción,
provocan más de 100 víctimas en un año”.
Conflicto armado, definido debajo de normas legales internacionales, se
categoriza entre varios tipos de conflicto armado interno y otros tipos de
situaciones de conflicto. El derecho internacional se reconoce a por lo menos
cuatro tipos de situaciones de conflicto, cada uno gobernado por otro conjunto
de normas legales:

- El término "tensión interno y disturbios" hace referencia a las situaciones que


no llegan a ser un conflicto armado, pero que involucran el uso de la fuerza y
otras medidas represivas por parte de un gobierno para mantener o restaurar la
orden pública o la seguridad pública. El derecho internacional se aplica en
estas situaciones, aunque debe ser notado que los gobiernos están permitidos
derogar de o limitar un conjunto restringido de obligaciones debajo del
Garantías de Derechos Humanos (DDHH) en el contexto de tensión y
disturbios.

- El término "conflicto armado interno" se hace referencia a situaciones en


dónde dos o más estados están involucrados en un conflicto armado. En tales
situaciones, las provisiones centrales del Derecho Internacional Humanitario
(DIH) se vuelven operativos, particularmente ellos contenidos en las cuatro
Convenciones de Ginebra y Prótocolo I a las Convenciones de Ginebra.
Además, la mayoría de las garantías de los derechos humanos se mantienen
aplicables en tales situaciones, aunque sujetos a los mismos tipos de
derogaciones y limitaciones permitidos a gobiernos en situaciones de tensión
interno y disturbios.

- El término "guerras de liberación nacional" se hace referencia a los conflictos


armados en dónde "personas están peleando encontra de una dominación
colonial y ocupación extranjera y encontra de regimenes racistas en el ejercicio
de sus derecho a la autodeterminación." Hablando en términos generales, las
mismas provisiones del DIH y DDHH que se aplican en el contexto del conflicto
armado internacional aplican por igual en el contexto de estas guerras.

- El término "conflicto armado interno" se hace referencia a todos conflictos


armados que no se puede caracterizar como conflictos armados
internacionales o guerras de liberación nacional. Protocólo II establece que
conflictos armados internos "deben tomar lugar en el territorio de una Parte
Contractante entre sus fuerzas armadas y las fuerzas armadas disidentes y
otros grupos armados organizadios cuales, debajo de un mando responsable,
ejercen un control sobre parte de su territorio así para capacitarles mantener
operaciones sostenidas y concertadas e implementar (Protocólo II)". La
Cámara de Apelaciones del Antiguo Yugoslavia refinió esta definición más aún,
en su decisión, Fiscal v. Dusko Tadic a/k/a "Dule".

Conflicto Armado Interno Activo

323
Eunice Carri

Un conflicto, basado en estados o no estados, se considera activo si han


habido por lo menos 25 muertos relacionados con batallas por año calendario
en una de las partes del conflicto. Esta regla también aplica a las partes
principales de la guerra. Una parte secundaria se considera activa si apoya a
una de las partes principales con tropas regulares entre el lugar de
incompatibilidad. Una parte secundaria en otras partes no tiene que haber
sufrido o incurrido 25 muertos para ser considerados como una parte activa en
el conflicto.

Normas del DIH y DDHH Aplicables en Conflictos Armados Internos


En el contexto de un conflicto armado interno, existen tres fuentes principales
de protección establecido por el DIH:
1. Clausula de Martens
2. Artículo Común 3
3. Protocólo II
La Clausula de Martens permite que las partes a cualquier conflicto armado
deben actuar "de acuerdo con los principios de la ley de nacionales derivados
de los usos establecidos entre personas civilizadas, de las leyes de la
humanidad y del dictado de la conciencia pública." Artículo Común 3 se
construye encima de la Clausula de Martens y establece que las partes de un
"conflicto armado de un carácter no internacional" (ie., conflictos armados
internos) deben aplicar unos estándares mínimos a "personas no tomando una
parte activa en las hostilidades". En particular, Artículo Común 3 establece una
obligación afirmativa de recolectar y cuidar a los heridos y enfermos, y
expresamente prohíbe a cuatro categorías de actos específicos:
1. violencia a la vida y persona, en particular todo tipo de homicidio,
mutilación, tratamiento cruel y tortura;
2. toma de rehenes
3. escándalos frente a la dignidad personal, en particular tratamiento
humillante y degradante;
4. y pasar sentencias y llevar a cabo ejecuciones sin juicio previo
pronunciado por una corte regularmente constituida, permitiendo todas
las garantías judiciales reconocidas como indispensables por parte de
personas civilizadas.
Protocólo II se mejora sobre los protecciones "minimas" establecidas desde la
Clausula de Martens y Artículo Común 3, aunque su cobertura no es tan amplia
como las Convenciones de Ginebra o Protocólo I. Lo más importante con
respecto a Protocólo II incluye a Parte II (provisiones con respecto al
tratamiento humano de personas quienes no toman parte directa en o quienes
han cesado tomar parte en las hostilidades), Parte III (provisiones con respecto
a los heridos, enfermos y naufragos, y personal médica y religiosa) y Parte IV
(provisiones con respecto a la población civil). Con respecto a Parte II, Artículo
4(2) suplementa a las prohibiciones contenidas en Artículo Común 3 agregando
prohibiciones en contra castigo colectivo, terrorismo, esclavitud, pillaje, y
amenazas a llevar a cabo los mismos actos. Parte II también provee
protecciones especiales para niños (Art. 4(3)) y personas quienes han tenido
restricciones sobre su libertad (Art. 5), además de proveer un conjunto riguroso
de estandares con respecto a la fiscalización y castigo de ofensas criminales
relacionados al conflicto (Art. 6). Con respecto a Parte IV, las provisiones más
relevantes en un conflicto armado interno son Artículos 13(2) (prohibiendo

324
Eunice Carri

ataques o amenazas violentas contra civiles), 14 (prohibiendo hambría forzada


de civiles), 15 (protegiendo obras conteniendo fuerzas peligrosas) y 17
(prohibiendo el desplazamiento forzado de civiles).
Con respecto a las protecciones desde los DDHH en el contexto de los
conflictos armados internos, existe una variedad más amplia de fuentes
relevantes y aplicables. Los instrumentos principales son la Carta de las
Naciones Unidas y el cuerpo consolidado de los DDHH incluyendo a la Carta
Internacional de los Derechos Humanos, incluyendo a la Declaración Universal
y demás protocolos. Además de estos instrumentos, existen otros como la
Convención sobre Genocidio, la Convención sobre la Esclavitud, la Convención
sobre la Tortura, el CRC, CEDAW, CERD y la Convención sobre Refugiados.
También hay herramientas regionales.
Sin embargo, en el contexto de un conflicto armado interno, los gobiernos
tienen el derecho de restringir o suspender el ejercicio de muchos de los
derechos en estos instrumentos de DDHH. Varios de los derechos no están
establecidos como obligaciones absolutos, si no como derechos sujetos a
restricciones razonables para poder proteger la seguridad pública. Segundo,
los gobiernos pueden suspender ciertos derechos por periodos temporales en
casos en donde el tratado contiene una "clausula de derogación". La mayoría
de estas clausulas proveen ciertos derechos, ie., el derecho a la vida, y las
prohibiciones a tortura, la esclavitud, y una aplicación retroactiva del derecho
penal - no pueden ser sujetos a la derogación.

Los Estados que forman parte de la guerra son llamados Estados beligerantes
y su población se divide en combatientes y no combatientes. Los demás
Estados son neutros.
Se rompen las relaciones diplomáticas y consulares, por ende, los
representantes diplomáticos y consulares cesan en sus funciones y se les debe
permitir salir del país. Si no pueden salir antes de su comienzo, se acostumbra
a realizar el canje de diplomáticos. Durante la guerra suele existir una potencia
protectora de cada Estado beligerante que cuida la embajada y su interior
dentro del Estado enemigo y lo ayuda con temas burocráticos.
Respecto a los tratados bilaterales, solo se mantienen los que son sobre guerra
y soberanía y se suspenden los de tipo político y económico.
Respecto a los bienes del Estado enemigo, pueden confiscarse los que están
dentro de su jurisdicción y pueden ser usados con fines bélicos, salvo los
bienes de carácter diplomático o consular.
Las personas de nacionalidad enemiga que no sean combatientes se pueden
quedar en el país, pero bajo vigilancia y sin armas, además, se deben inscribir
en un registro especial, deben tener un documento que los identifique como
extranjeros bajo vigilancia y deben presentarse ante las autoridades
periódicamente.

Neutralidad:

Concepto.

Es la situación de no participación en una guerra por parte de un país. Las


relaciones entre los países neutrales y beligerantes están reglamentadas por
diversas normas internacionales y basadas en el principio de que los Estados

325
Eunice Carri

neutrales no deben actuar a favor de ninguno de los bandos, en tanto que los
beligerantes deben respetar la soberanía de los países neutrales.

Clases.

 Neutralidad absoluta: consiste en no mostrar directa ni indirectamente,


favor para ninguno de los Estados beligerantes.
 Neutralidad relativa: es la actitud nacional que, ante un conflicto armado
entre otros pueblos, adopta una posición neutral en cuanto a las hostilidades
en sí, a la no intervención armada a favor de uno u otro beligerante, pero con
reserva de comerciar con uno de ellos en mayor medida que con el otro, o
de socorrerle indirectamente en materia sanitaria o de distinta índole.
 Neutralidad obligatoria: es la resultante para un Estado de la seguridad
formal dada unilateralmente a los beligerantes, o derivada de estricto
compromiso con ellos conjunto o separado, en relación con el conflicto
actual, y mientras no se modifique la situación ni sea atacado el neutral.
 Neutralidad voluntaria: es la que es observada por espontánea y unilateral
decisión.
 Neutralidad convencional: es la estipulada expresamente antes de estallar
una guerra o durante el curso de la misma, y por la cual una Nación se
compromete a guardar su neutralidad, ya por convención con una o ambas
bandas beligerantes.
 Neutralidad natural: derivada de que ningún pueblo está obligado a
intervenir en una guerra entre otros, salvo excepcional alianza o
compromiso.
 Neutralidad perpetua: es la situación que prohíbe a un país declarar o
hacer la guerra a cualquier otro.
 Neutralidad vergonzosa: es la desleal o impropia que integra la no
beligerancia.

Derechos y deberes.

 A tener relaciones comerciales con los demás Estados neutrales o


beligerantes
 A que su territorio no sea violado, los Estados beligerantes deben respetar el
territorio de los Estados neutrales.
 No prestar ayuda a los Estados beligerantes (abstención). Pierden su calidad
de neutrales y pasan a ser tratados como enemigos si realizan actos
hostiles, o a favor de alguno de los Estados beligerantes.
 Tratar en igual forma a todos los Estados beligerantes (imparcialidad), en la
práctica esto no se cumple por los intereses creados entre los Estados.

2.- Sistema de Seguridad Colectiva. Capítulo VII de la Carta de ONU, TIAR, OTAN.

La seguridad colectiva es un sistema político inter o supranacional que busca


la paz por los participantes del sistema, y en el que cualquier alteración del
orden establecido es tomado en consideración por todos los miembros
participantes, dando lugar a una reacción conjunta frente a la amenaza. No va

326
Eunice Carri

dirigido contra ningún enemigo externo y aspira a ser un sistema de seguridad


universal, en el que ningún estado se quede fuera. En este sistema, un agresor
potencial es disuadido ante la perspectiva de una unión del resto frente a él.
Este concepto no es nuevo. Puede encontrarse en el tratado de I. Kant La Paz
Perpetua, y posteriormente, en las Cartas fundacionales de Sociedad de
Naciones y la Organización de las Naciones Unidas.
La idea de que el equilibrio de poder es un sistema natural para preservar la
paz entre las naciones contiene al menos una verdad parcial. En teoría, un
sistema de equilibrio de poder requiere solamente ejércitos y diplomacia, los
perennes instrumentos de la política exterior. En contraste, un sistema de
seguridad colectiva debe ser creado, y requiere una organización internacional
capaz de organizar la cooperación entre los estados para el mantenimiento de
la paz.

Desde su creación, el Consejo de Seguridad de las NU tiene monopolio de la


autorización del uso de la fuerza, rasgo que lo distingue de su antecesor.

CAP. VII CARTA DE LA ONU

El Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas proporciona el marco para


que el Consejo de Seguridad pueda tomar medidas coercitivas. Permite que el
Consejo determine «la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento
de la paz o acto de agresión», haga recomendaciones o decida qué medidas
que no impliquen el uso de la fuerza armada o que entrañen una acción militar
se han de emplear “para mantener o restablecer la paz y la seguridad
internacionales”. En el Repertorio se incluyen referencias implícitas y
referencias explícitas al Capítulo VII y a los Artículos 39 a 51 de la Carta en los
documentos del Consejo de Seguridad, y también figuran estudios de casos en
los que el Consejo analizó los Artículos respectivos del Capítulo VII al examinar
situaciones específicas incluidas en su orden del día.

El objetivo primordial de las NU es el mantenimiento de la paz y de la seguridad


internacionales, y para conseguirlo se propone “tomar medidas colectivas
eficaces” que permitan prevenir y eliminar las amenazas a la paz y suprimir su
quebrantamiento y los actos de agresión.
La evolución del uso de la fuerza llevó a los redactores de la Carta de la NU a
establecer, como uno de sus pilares fundamentales, la prohibición del uso de la
fuerza por parte de un estado. Pero este principio genera 2 excepciones:
1. la legítima defensa individual o colectiva
2. el sistema de seguridad colectiva.
A través de este sistema se otorgó al CSNU el monopolio del uso de la fuerza,
procurando así evitar la acción unilateral.
En el marco del Cap. VII el CSNU debe determinar la existencia de:
- una amenaza a la paz
- un quebrantamiento de la paz
- un acto de agresión
(ver art. 39)
Debe tenerse en cuenta que el CSNU actúa en un doble carácter: como órgano
político y como órgano jurídico.

327
Eunice Carri

Dentro del sistema de seguridad colectiva, el CSNU dispone de una serie de


herramientas para la solución de controversias, que contemplan tanto aquellas
que no implican el uso de la fuerza armada, así como las que, habiendo
fracasado las anteriores, requieren la intervención armada. Entre las posibles
acciones del Consejo se encuentran:
- hacer recomendaciones a las partes implicadas
- decidir medidas
- instar a que las partes cumplan medidas provisionales

CAPÍTULO VII: ACCIÓN EN CASO DE AMENAZAS A LA PAZ,


QUEBRANTAMIENTOS DE LA PAZ O ACTOS DE AGRESIÓN

Artículo 39
El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz,
quebrantamiento de la paz o acto de agresion y hará recomendaciones o
decidirá que medidas seran tomadas de conformidad con los Artículos 41 y 42
para mantener o restablecer 1a paz y la seguridad internacionales./p>
Artículo 40
A fin de evitar que la situación se agrave, el Consejo de Seguridad, antes de
hacer las recomendaciones o decidir las medidas de que trata el Artículo 39,
podrá instar a las partes interesadas a que cumplan con las medidas
provisionales que juzgue necesarias o aconsejables. Dichas medidas
provisionales no perjudicarán los derechos, las reclamaciones o la posición de
las partes interesadas. El Consejo de Seguridad tomará debida nota del
incumplimiento de dichas medidas provisionales.
Artículo 41
El Consejo de Seguridad podrá decidir qué medidas que no impliquen el uso de
la fuerza armada han de emplearse para hacer efectivas sus decisiones, y
podrá instar a los Miembros de las Naciones Unidas a que apliquen dichas
medidas, que podrán comprender la interrupción total o parcial de las
relaciones económicas y de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas,
postales, telegráficas, radioeléctricas, y otros medios de comunicación, así
como la ruptura de relaciones diplomáticas.
Artículo 42
Si el Consejo de Seguridad estimare que las medidas de que trata el Artículo
41 pueden ser inadecuadas o han demostrado serlo, podrá ejercer, por medio
de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para
mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. Tal acción podrá
comprender demostraciones, bloqueos y otras operaciones ejecutadas por
fuerzas aéreas, navales o terrestres de Miembros de las Naciones Unidas.
Artículo 43
1. Todos los Miembros de las Naciones Unidas, con e1 fin de contribuir al
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, se compremeten
a poner a disposición del Consejo de Seguridad, cuando éste lo solicite,
y de conformidad con un convenio especial o con convenios especiales,
las fuerzas armadas, la ayuda y las facilidades, incluso el derecho de
paso, que sean necesarias para el propósito de mantener la paz y la
seguridad internacionales.

328
Eunice Carri

2. Dicho convenio o convenios fijarán el número y clase de las fuerzas, su


grado de preparación y su ublicación general, como también la
naturaleza de las facilidades y de la ayuda que habrán de darse.
3. El convenio o convenios serán negociados a iniciativa del Consejo de
Seguridad tan pronto como sea posible; serán concertados entre el
Consejo de Seguridad y Miembros individuales o entre el Consejo de
Seguridad y grupos de Miembros, y estarán sujetos a ratificación por los
Estados signatarios de acuerdo con sus respectivos procedimientos
constitucionales.
Artículo 44
Cuando el Consejo de Seguridad haya decidido hacer uso de la fuerza, antes
de requerir a un Miembro que no éste representado en él a que provea fuerzas
armadas en cumplimiento de las obligaciones contraídas en virtud del Artículo
43, invitará a dicho Miembro, si éste así lo deseare, a participar en las
decisiones del Consejo de Seguridad relativas al empleo de contingentes de
fuerzas armadas de dicho Miembro.
Artículo 45
A fin de que la Organización pueda tomar medidas militares urgentes, sus
Miembros mantendrán contingentes de fuerzas aéreas nacionales
inmediatamente disponibles para la ejecución combinada de una acción
coercitiva internacional. La potencia y el grado de preparación de estos
contingentes y los planes para su acción combinada seran determinados,
dentro de los límites establecidos en el convenio o convenios especiales de
que trata el Artículo 43, por el Consejo de Seguridad con la ayuda del Comité
de Estado Mayor.
Artículo 46
Los planes para el empleo de la fuerza armada serán hechos por el Consejo de
Seguridad con la ayuda del Comité de Estado Mayor.
Artículo 47
1. Se establecerá un Comité de Estado Mayor para asesorar y asistir al
Consejo de Seguridad en todas las cuestiones relativas a las
necesidades militares del Consejo para el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales, al empleo y comando de las fuerzas puestas
a su disposición, a la regulación de los armamentos y al posible
desarme.
2. El Comité de Estado Mayor estará integrado por los Jefes de Estado
Mayor de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad o sus
representantes. Todo Miembro de las Naciones Unidas que no éste
permanentemente representado en el Comite será invitado por éste a
asociarse a sus labores cuando el desempeño eficiente de las funciones
del Comité requiera la participación de dicho Miembro.
3. El Comité de Estado Mayor tendrá a su cargo, bajo la autoridad del
Consejo de Seguridad, la dirección estratégica de todas las fuerzas
armadas puestas a disposición del Consejo. Las cuestiones relativas al
comando de dichas fuerzas serán resueltas posteriormente.
4. El Comite de Estado Mayor, con autorización del Consejo de Seguridad
y después de consultar con los organismos regionales apropiados, podrá
establecer subcomités regionales.
Artículo 48

329
Eunice Carri

1. La acción requerida para llevar a cabo las decisiones del Consejo de


Seguridad para el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales será ejercida por todos los Miembros de las Naciones
Unidas o por algunos de ellos, según lo determine el Consejo de
Seguridad.
2. Dichas decisiones serán llevadas a cabo por los Miembros de las
Naciones Unidas directamente y mediante su acción en los organismos
internacionales apropiados de que formen parte.
Artículo 49
Los Miembros de las Naciones Unidas deberán prestarse ayuda mutua para
llevar a cabo las medidas dispuestas por el Consejo de Seguridad.
Artículo 50
Si el Consejo de Seguridad tomare medidas preventivas o coercitivas contra un
Estado, cualquier otro Estado, sea o no Miembro de las Naciones Unidas, que
confrontare problemas económicos especiales originados por la ejecución de
dichas medidas, tendrá el derecho de consultar al Consejo de Seguridad
acerca de la solución de esos problemas.
Artículo 51
Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de
legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un
Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad
haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad
internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del
derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de
Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del
Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la
acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la
seguridad internacionales.

Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

Pacto interamericano de defensa mutua, firmado el 2 de septiembre de 1947 en


Río de Janeiro. El área geográfica de acción del Tratado comprende a América
y 300 millas a partir de la costa, incluyendo la región entre Alaska, Groenlandia,
en el norte, y en la zona ártica hasta las islas Aleutianas. En el sur las regiones
antárticas, los islotes de San Pedro y San Pablo y la Isla de Trinidad (artículo 4
del Tratado).
En caso de un ataque armado por cualquier Estado contra un Estado
Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados
americanos, y en consecuencia, cada una de las partes contratantes se
compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho
inminente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el artículo 51
de la Carta de las Naciones Unidas (artículo 3.1 del Tratado).

Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Es una alianza militar intergubernamental basada en el Tratado del Atlántico


Norte, firmado el 4 de abril de 1949. La organización constituye un sistema
de defensa colectiva en la cual los Estados miembros acuerdan defender a
cualquiera de sus miembros si son atacados por una facción externa. El cuartel

330
Eunice Carri

general de la OTAN se encuentra en Bruselas, Bélgica, uno de los 28 estados


miembros de la organización que se extiende por Norteamérica y Europa.

3.- Derecho Humanitario Internacional. Concepto. Ámbito de sus disposiciones.


Mecanismos de aplicación. Deberes respecto de las personas. Heridos, enfermos y
náufragos. Prisioneros de guerra. Población Civil. Protección de los bienes culturales.
El papel del Comité de la Cruz Roja Internacional: creación, funcionamiento.

Conjunto de normas que, en tiempo de guerra, protege a las personas que no


participan en las hostilidades o que han dejado de hacerlo. Su principal objetivo
es limitar y evitar el sufrimiento humano en tiempo de conflicto armado. Las
normas estipuladas en los tratados de Derecho Humanitario Internacional han
de ser respetadas no sólo por los gobiernos y sus fuerzas armadas, sino
también por grupos armados de oposición y por cualquier otra parte en un
conflicto. Los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 (el primero sobre heridos y
enfermos en guerra terrestre, el segundo sobre heridos, enfermos y náufragos
en guerra naval, el tercero sobre prisioneros de guerra, y el cuarto sobre
población civil en pueblo enemigo) y los dos Protocolos de 1977 adicionales a
estos (el primero completa los Convenios de Ginebra en conflictos armados
internacionales y métodos y medios en combate, y el segundo completa los
Convenios en conflictos armados no internacionales) son los principales
instrumentos.
Los Convenios protegen una serie de bienes como ser, personales, de la
población civil, protección de las victimas donde se contempla unidades
sanitarias, hospitales, buques hospitales, bienes culturales, como ser, museos,
obras de arte, iglesias, protección del medio ambiente, etcétera.

Si bien en la antigüedad los estados podían recurrir al uso de la fuerza cuando


lo consideraran necesario, gradualmente surgieron reglas que protegían
combatientes o víctimas de conflictos armados, y se elaboraron normas para
iniciar y terminar una guerra.
El Derecho Internacional Humanitario (DIH) se encuentra estrechamente
vinculado al nacimiento de la Cruz Roja, o Comité Internacional de la Cruz
Roja, y en 1864 con apoyo del gobierno suizo se convocó a una conferencia
internacional de la cual surgía el primer Convenio de Ginebra para mejorar la
suerte de los heridos en campaña. Posteriormente se anunciaron los Principios
de Humanidad. La declaración de San Petersburgo de 1868 formula los
principios de distinción, necesidad militar y de prohibición de los males
superfluos. Finalmente el principio de proporcionalidad establece el equilibrio
entre la necesidad militar y el principio de humanidad.
Ello implica que en casos no previstos por el derecho convencional, los
combatientes y personas civiles quedan bajo la protección de los principios de
derecho de gentes.

Básicamente, el DIH nace de la concepción de que, incluso en tiempos de


guerra, no todo está permitido. Y de allí se formulan un conjunto de normas
destinadas a proteger a ciertas categorías de personas y prohibir ciertos
métodos o medios de combate.

331
Eunice Carri

Así, podríamos definir al DIH como el conjunto de normas cuya finalidad, en


tiempo de conflicto armado, es proteger a las personas que no participan o han
dejado de participar en las hostilidades y, por otra, limitar los métodos y medios
de conducir hostilidades.
Es una rama del DI cuyo cuerpo de normas es aplicable en caso de conflicto
armado nacional o internacional. Su bien jurídico protegido es la Humanidad.
Se aplica el DIH en casos de:
- guerra declarada
- conflicto armado sin que una parte reconozca el estado de guerra
- ocupación total o parcial del territorio de un estado (aún sin resistencia
militar)
- conflicto armado interno entre fuerzas armadas y FA disidentes o grupos
armados organizados.

El ámbito de aplicación temporal es desde el comienzo de las hostilidades


hasta su fin, y aún en las secuelas del conflicto. En cuanto al personal, debe
respetar el DIH en primer punto los Estados, como por todas las partes
involucradas en el conflicto. Son beneficiarios de sus normas, o sea, las
personas jurídicamente protegidas, los heridos y enfermos, prisioneros de
guerra, la población civil, los periodistas en misión profesional, el personal
sanitario y religioso; y además existe protección especial para mujeres y niños
y poblaciones vulnerables.

Existen diferencias entre el DIH y el DI de los derechos humanos (DDHH)


porque el DIH es un derecho de excepción, de emergencia, por cuanto ocurre
en la ruptura del orden internacional o interno, mientras que el DDHH se aplica
fundamentalmente en tiempos de paz.

Ámbito de sus disposiciones.

1. Situacional: conflictos armados internacionales (guerras entre dos o más


Estados, guerras de liberación nacional) y no internacionales (ejemplo:
disturbios interiores y/o tensiones internas provocados por problemas
políticos, sociales, raciales, religiosos, etcétera).
2. Temporal: tres tipos de normas: a) Normas que se aplican desde el
comienzo hasta el fin de las hostilidades, b) Normas que no tienen
temporalidad limitada de aplicación (ejemplo: promoción de tratados
internacionales, etcétera), c) Normas con finalidad jurídica determinada
(ejemplo: agencia central de búsquedas para establecer lazos familiares,
etcétera).
3. Personal: los Convenios de Ginebra protegen a ciertas categorías de
sujetos, el primero sobre heridos y enfermos en guerra terrestre, el segundo
sobre heridos, enfermos y náufragos en guerra naval, el tercero sobre
prisioneros de guerra, y el cuarto sobre población civil en pueblo enemigo. A
su vez, los dos primeros protegen a los sujetos que tienen que ver con el
personal sanitario, el tercero protege a las mujeres y menores de edad y el
cuarto a los refugiados.
El primero protege, además, a los profesionales del periodismo que cubran
conflictos armados.

332
Eunice Carri

Mecanismos de aplicación.

 Medidas de implementación nacional: normas que se desarrollan en la


legislación de un Estado, a los fines del respeto, protección de hospitales
civiles, zonas de seguridad, etcétera.
 Medidas preventivas: difusión por parte de los Estados de los tratados de
Derecho Internacional Humanitario, tanto en caso de programas de
instrucción militar como promoción para la población civil.
 Medidas de control: es el caso de la potencia protectora, en el que un país
neutral protege los intereses de un país en conflicto en el territorio del
enemigo. Contemplada en la Convención sobre Relaciones Diplomáticas de
1961. De las Leyes de Ginebra surge la posibilidad de que el mandato
recaiga sobre el Comité Internacional de la Cruz Roja.
 Medidas de represión: los Estados y sus agentes serán pasibles de
responsabilidad internacional por acciones medidas de represión penal
(ejemplo: crímenes de guerra o lesa humanidad). Los Convenios de Ginebra
tipifican algunos de los comportamientos que se encuadran dentro de los
crímenes de guerra, como por ejemplo: homicidio internacional, tortura,
deportaciones, detenciones ilegales, toma de rehenes, etcétera.
Respecto a los agentes del Estado, en principio, serán juzgados por el
derecho interno del que sea nacional ese agente, siendo pasibles de
sanciones administrativas, disciplinarias o judiciales.

1) Los medios preventivos (hacer respetar el derecho por parte del Estado):
 Difusión del Derecho Humanitario
 Formación de personal calificado, con el objetivo de facilitar la aplicación
del DIH, y el nombramiento de asesores jurídicos en las fuerzas
armadas
 Adopción de medidas legislativas y reglamentarias que permitan
garantizar el respeto del DIH
 Traducción de los textos convencionales
 Cooperación con las Naciones Unidas
2) Los medios de control (previstos para toda la duración de los conflictos y que
permiten velar constantemente por la observancia de las disposiciones del
derecho humanitario):
 Intervención de las Potencias protectoras o de sus sustitutos;
 Acción del Comité Internacional de la Cruz Roja.
 Cooperación con las Naciones Unidas.
3) Los medios de represión cuyo principio se expresa en la obligación que
tienen las partes en conflicto de impedir y de hacer que cese toda violación:
 La obligación de reprimir, recurriendo a tribunales nacionales, las
infracciones graves consideradas como crímenes de guerra
 La responsabilidad penal y disciplinaria de los superiores y el deber que
tienen los jefes militares de reprimir y de denunciar las infracciones;
 La asistencia judicial mutua entre Estados en materia penal.
 Cooperación con las Naciones Unidas. ·

En general, se toman algunas de las siguientes medidas para garantizar el


cumplimiento de los compromisos por parte del Estado:

333
Eunice Carri

- Instrucción a las fuerzas armadas y formación: Educar sobre los principios


estipulados en los Convenios y los Protocolos al personal militar, de la manera
más clara posible, teniendo en cuenta que los buenos manuales de derecho
humanitario han de desempeñar un papel decisivo para fomentar eficazmente
dicho derecho.
- Legislación relativa a la aplicación del derecho humanitario a escala nacional:
El Estado debe dictar leyes, instrucciones y demás disposiciones para
garantizar el cumplimiento de sus obligaciones internacionales. En especial, las
relacionadas con los "crímenes de guerra", así como los abusos que se
cometan contra sobre el emblema de la cruz roja o de la media luna roja o su
mal uso.
- Acciones penales contra aquellas personas que pueden haber cometido una
violación grave del derecho internacional humanitario: el Estado debe hacer
comparecer ante sus propios tribunales o entregar a otro Estado interesado
para su enjuiciamiento a los individuos que de una u otra forman infringen los
principios del DIH. Algunas infracciones del derecho humanitario pueden
igualmente ser juzgadas por un tribunal penal internacional o por tribunales
penales ad hoc creados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Igualmente, las Naciones Unidas aprobaron el Estatuto de la Corte Penal
Internacional, en lo cual una corte internacional permanente tendrá jurisdicción
sobre los crímenes cometidos no sólo durante los conflictos armados
internacionales, sino también durante los conflictos armados no
internacionales.
Por otra parte, los Convenios exigen que cada parte implicada en un conflicto
internacional designe a un país tercero (neutral) como Potencia protectora (una
Potencia protectora es un Estado encargado de defender los intereses de una
de las partes en el marco de sus relaciones con la otra parte en conflicto),
quienes garantizarán que los beligerantes cumplen con las obligaciones que
estipula el DIH.
Así mismo, los Convenios de Ginebra, obliga a las partes implicadas en un
conflicto armado internacional a aceptar que los delegados del CICR visiten
todos los campamentos de prisioneros de guerra, todos los lugares en los que
se hallan detenidos civiles de la nacionalidad enemiga, así como, el territorio
ocupado.

Heridos, enfermos, náufragos. Prisioneros de guerra. Población civil.


Protección de los bienes culturales.

El 12 de agosto de 1949 se adoptaron en Ginebra cuatro importantes


convenios que actualizan las normas humanitarias en los conflictos armados: el
primero sobre heridos y enfermos en guerra terrestre, el segundo sobre
heridos, enfermos y náufragos en guerra naval, el tercero sobre prisioneros de
guerra, y el cuarto sobre población civil en pueblo enemigo.
En 1954 se adoptó en La Haya el Convenio para la Protección de Bienes
Culturales, acompañado por un Protocolo relativo a la restitución de los bienes
culturales (bienes materiales o inmateriales, que por su valor propio deben ser
considerados de interés relevante para a la permanencia de la identidad y la
cultura de un pueblo).

Los Convenios de Ginebra de 1949

334
Eunice Carri

El resultado de las observaciones recogidas en las guerras mencionadas y la


necesidad de actualizar y perfeccionar las normas del Derecho Internacional
Humanitario impulsó al gobierno de Suiza, bajo el impulso del Comité
Internacional de la Cruz Roja, a convocar a la "Conferencia Diplomática para
elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger a las victimas de la
guerra", que se celebro en Ginebra, desde el 21 de abril hasta el 12 de agosto
de 1949. asistieron representantes de 63 países, 59 como participantes activos
y 4 como observadores. El objetivo central era revisar tres antiguos convenios:
el de Ginebra aprobado en 1929 para aliviar la suerte que corren los heridos y
los enfermos de los ejércitos en campaña, el X de La Haya de 1907 para
adaptar a la guerra marítima los principios del convenio anterior y el Convenio
de 1929 relativo al trato debido a los prisioneros de guerra. También se
deseaba elaborar un nuevo convenio para la protección de las personas civiles,
cuya inexistencia había tenido graves consecuencias en la Segunda Guerra
Mundial. Los documentos que sirvieron de base de discusión fueron
redactados, tras numerosas consultas y conferencias preparatorias efectuadas
bajo el auspicio de la Cruz Roja.
Finalmente la Conferencia aprobó los cuatro llamados "Convenios de Ginebra
del 12 de agosto de 1949".
El Primer Convenio. Este tratado se aplica en caso de guerra declarada o de
cualquier otro conflicto armado que surja entre las partes contratantes, aunque
una de ellas no haya reconocido el estado de guerra. También se aplica en
caso de ocupación total o parcial del territorio, aunque la misma no encontrase
resistencia. Todas las personas que no participen en las hostilidades, incluidos
los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las
personas puestas fuera de combate, serán tratadas con humanidad, sin
distinción alguna. Se prohíben los atentados contra la vida y la integridad
corporal, la toma de rehenes, los atentados contra la dignidad personal, las
condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante tribunal legitimo y
con garantías judiciales. Los heridos y los enfermos serán recogidos y
asistidos. En cada conflicto cada parte podrá tener una Potencia Protectora o
un organismo que ofrezca garantías de imparcialidad, para ocuparse de
salvaguardar sus intereses. Los miembros de las fuerzas armadas que estén
heridos o enfermos tienen que ser respetados y protegidos en todas las
circunstancias.
El Segundo Convenio. Este tratado tiene normas similares a las del Primer
Convenio pero referidos a los miembros de las fuerzas armadas navales y a los
náufragos. Legisla sobre las garantías de los barcos hospitales y sobre los
transportes sanitarios. Incluye también la protección para el personal medico,
sanitario y religioso de los barcos hospitales y sus tripulaciones.
El Tercer Convenio. Tiene las mismas Disposiciones Generales de los dos
convenios anteriores. Este instrumento internacional protege a los prisioneros
de guerra que están en poder de la potencia enemiga. Es esta la responsable
de los mismos y no los individuos o los cuerpos de la tropa que los hayan
capturado. No podrán ser. Transferidos sino a otra potencia que sea miembro
del Convenio. Los prisioneros de guerra deben ser tratados humanamente en
toda circunstancia. Se prohíben los actos u omisiones que causen la muerte o
pongan en peligro la salud de los prisioneros. Los prisioneros tienen derecho al
respeto de la persona y de su honor. El prisionero no esta obligado a declarar
mas que sus datos personales y numero de matricula y, menos las armas,

335
Eunice Carri

puede guardar sus objetos personales. Los prisioneros deben ser evacuados,
con humanidad, lejos de la zona de combate para no correr peligro y pueden
ser internados en un campamento en tierra firme y con todas las garantías de
higiene y salubridad. El convenio legisla sobre el alojamiento, alimentación y
vestimenta de los prisioneros de guerra y sobre la higiene y asistencia medica.
El personal sanitario y religioso que hubiera sido retenido por la potencia
detentará para asistir a los prisioneros no será considerado prisionero de
guerra y deberá contar con facilidades para prestar la asistencia medica y el
auxilio religioso. Los oficiales prisioneros serán tratados con las
consideraciones a su grado y edad.
El Cuarto Convenio. Este tratado se refiere a la protección general del
conjunto de la población de los países en conflicto, sin distinción alguna, contra
ciertos efectos de la guerra. Contiene las mismas disposiciones generales que
los otros tres convenios. Las partes en conflicto podrán, de común acuerdo
designar zonas neutralizadas para los heridos y enfermos, combatientes o no, y
para las personas civiles que no participen en las hostilidades. Los heridos y
los enfermos, así como los inválidos y las mujeres encinta serán objeto de
protección y de respeto particulares. En ningún caso podrá atacarse a los
hospitales, pero estos deberán abstenerse de efectuar actos perjudiciales para
el enemigo. También se respetaran los traslados de heridos y de enfermos
civiles, de los inválidos y de las parturientas.
Los cuatro convenios de Ginebra, al 1º de septiembre de 1997, tienen la
ratificación de 188 Estados. Están en vigencia desde el 21 de octubre de 1950.
Los protocolos adicionales.
Una nueva Conferencia diplomática sobre la Reafirmación y el Desarrollo del
Derecho Humanitario Internacional volvió a reunirse en Ginebra, desde 1974 a
1977, con el objeto de actualizar los cuatro convenios anteriores. Como
resultado de sus tareas se aprobaron dos protocolos adicionales que se
refieren, el primero, a la protección de las victimas de los conflictos
internacionales, y el segundo, a la protección de las victimas de los conflictos
armados internos, incluso entre las fuerzas armadas de un gobierno y
disidentes u otros grupos organizados que controlan una parte de su territorio
sin comprender los disturbios y tensiones internas en la forma de tumultos u
otros actos de violencia aislados o esporádicos.
Ambos protocolos instan a las partes a otorgar un tratamiento humanitario a
todas las personas que no toman parte de las hostilidades, o que han dejado
de tomar parte. Están totalmente proscriptos el homicidio, la tortura, las
mutilaciones y las penas corporales. Se prevé la atención a los enfermos,
heridos y náufragos y la protección de los civiles contra actos o amenazas de
violencia, el hambre como método de combate y movimientos forzados. Se
prohíben los actos de hostilidad dirigidos contra los monumentos históricos,
obras de arte o lugares de culto, o su utilización en apoyo del esfuerzo militar.
Primer protocolo. Se refiere a la protección de las victimas de los conflictos
internacionales. Se desarrollan en él las normas relativas a la función que les
corresponde a las potencias protectoras designadas por cada parte en un
conflicto con el fin de supervisar la aplicación de los cuatro convenios y sus
protocolos adicionales. Incluye decisiones para mejorar el estado de los
heridos, enfermos y náufragos y prevé la recopilación y el suministro de
información sobre las personas que hayan desaparecido o que hayan fallecido
durante la guerra.

336
Eunice Carri

Todo combatiente que caiga en manos del adversario será prisionero de


guerra. Ni los espías ni los mercenarios tienen derecho al estatuto de prisionero
de guerra. Existen protecciones especiales para mujeres y niños.
Segundo Protocolo. El 8 de junio de 1977 se aprobó este instrumento relativo a
la protección de las victimas de los conflictos armados internos, que desarrolla
y completa el Art. 3, común a los cuatro Convenios de Ginebra. Ninguna
disposición de este Protocolo puede invocarse para menoscabar la soberanía
de un Estado o la responsabilidad que incumbe al gobierno de mantener o
restablecer la ley y el orden o defender la unidad nacional y la integridad
territorial por todos los medios legítimos. Todas las personas que no participen
en las hostilidades tienen derecho a ser respetadas y ser tratadas con
humanidad.
Se prohíben los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental
de las personas, en particular el homicidio y los tratos crueles tales como la
tortura, las mutilaciones y los castigos corporales, los castigos colectivos, la
toma de rehenes, los actos de terrorismo, los atentados contra la dignidad de
las personas (en especial los tratos humillantes y degradantes, la violación, la
prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor), la esclavitud y la
trata de esclavos, el pillaje y las amenazas de realizar los actos mencionados.
Se contemplan tratos especiales para los niños menores de quince años (los
que no podrán ser reclutados) y para las personas privadas de la libertad.
El protocolo también prevé los casos de enjuiciamiento y la sanción de
infracciones penales cometidas en relación con el conflicto armado. Se otorgan
garantías para un enjuiciamiento ecuánime y se prohíbe la pena de muerte a
menores de 18 años, a las mujeres encinta y a los niños de corta edad.
Otros instrumentos de Naciones Unidas han servido para afianzar el derecho
humanitario. Uno ha sido la Convención sobre la imprescriptibilidad de los
crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad, que aprobó la
Asamblea General en 1968 y que entro en vigencia dos años mas tarde, en el
que los Estados se comprometieron a abolir las prescripciones de la pena y de
la acción penal sobre estos crímenes. En 1972 se crea la Convención sobre la
prohibición del desarrollo, la producción y almacenamiento de armas biológicas
y toxínicas y sobre su destrucción, en 1993 la prohibición de las armas
bacteriológicas, y en 1995 sobre armas láser cegadoras.. Otro fue el Tratado
para la prohibición total de las Minas Antipersonales, aprobado en Ottawa,
Canadá, a comienzos de diciembre de 1997 con la oposición de Estados
Unidos, China y Rusia. El acuerdo incluye el compromiso de no fabricar ni
utilizar mas estas minas ni permitir que nadie las emplee en su territorio, y
contempla la destrucción de todas las minas en un plazo de cuatro años y la
neutralización de los campos minados en un plazo de diez años, plazo que solo
puede extenderse por razones técnicas.
Mientras que no se logre el objetivo de obtener un unánime respeto al derecho
a la paz, la acción desarrollada para hacer cumplir las normas del derecho
humanitario en caso de conflictos armados, constituye la manera más eficaz
para asegurar el respeto de los derechos humanos en esas circunstancias
extremas.

¿Cuáles son los principios del DIH?


-El principio de distinción y la inmunidad de los no combatientes. Es
responsabilidad y obligación de las partes en conflicto distinguir

337
Eunice Carri

permanentemente entre combatientes y no combatientes y entre bienes


protegidos y objetivos militares. También lo es respetar la inmunidad de los no
combatientes en el desarrollo de las acciones militares, lo cual implica que las
personas que no sean combatientes activos o no estén participando
directamente en las hostilidades, nunca pueden ser consideradas objetivo
militar. De manera adicional, la presencia entre la población civil de personas
que no respondan a esta definición no priva dicha población de su inmunidad.
-El principio de la no reciprocidad. El DIH es de obligatorio cumplimiento para
las partes. Por lo tanto, ninguno puede justificar su incumplimiento
argumentando que las otras partes en conflicto están violando las
prescripciones establecidas.
-La aplicación del DIH no afecta el estatuto jurídico de las partes. La aplicación
del DIH no genera privilegios, ni tampoco da lugar al reconocimiento de un
estatuto especial de los combatientes del cual pueda derivarse una obligación
adicional, más allá de las contempladas en el artículo 3 y en las normas
complementarias. En consecuencia, no es necesario que el gobierno
reconozca a un grupo como parte en conflicto para que se aplique el DIH.
Igualmente, el gobierno no tiene la obligación de conceder el estatuto de
prisioneros de guerra a los miembros de las organizaciones guerrilleras o de
los grupos de autodefensa.
-Principio de igualdad. El DIH se aplica sin distingo de raza, sexo, credo,
religión, edad, condición social o cualquier otra característica.
-Principio de proporcionalidad: Establecer el equilibrio entre dos intereses
divergentes, uno dictado por consideraciones de necesidad militar y el otro por
dictados de humanidad, cuando los derechos o las prohibiciones no son
absolutos.

Comité internacional de la Cruz Roja

El CICR desempeña el cometido de "guardián" del derecho internacional


humanitario. Es un complejo cometido que está estrechamente asociado a su
origen y que le ha asignado oficialmente la comunidad internacional.
Fundado en 1863, y con sede en la ciudad suiza de Ginebra, es una
organización imparcial, neutral e independiente, que tiene la misión
exclusivamente humanitaria de proteger la vida y la dignidad de las víctimas de
la guerra y de la violencia interna, así como de prestarles asistencia.
En situaciones de conflicto, dirige y coordina las actividades internacionales de
socorro del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja engloba a


todas las organizaciones relacionadas con la Cruz Roja y la Media Luna Roja,
ellas son:
a) Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR),
b) Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna
Roja (FICR),
c) Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Los principios fundamentales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de


la Media Luna Roja son siete (proclamados en Viena en 1965):
1) Humanidad,

338
Eunice Carri

2) Imparcialidad,
3) Neutralidad,
4) Independencia,
5) Carácter voluntario,
6) Unidad, y
7) Universalidad.

Los órganos del Comité Internacional de la Cruz Roja (según sus estatutos,
todos los integrantes de los mismos deben ser ciudadanos suizos) son:
 La Asamblea: integrada de 15 a 25 miembros. Es la máxima autoridad del
Comité Internacional de la Cruz Roja, al igual que su Presidente.
 El Consejo de la Asamblea: integrado por 5 miembros electos por la
Asamblea. Actúa dentro de las sesiones de la Asamblea, y se encarga del
enlace entre esta y la Directiva.
 La Directiva: integrada por el Director General y tres directores, todos
nombrados por la Asamblea. Órgano ejecutivo del Comité Internacional de la
Cruz Roja. Es el encargado de ejecutar las decisiones de la Asamblea y la
administración del Comité.

339
Eunice Carri

FALLOS Y DEMAS, ANEXOS,

Fallo: Ekmekdjian vs Sofovich (1992)

Temas:
§ Derecho de réplica
§ Acción de amparo
§ Queja por denegación de recurso extraordinario
§ Tratados y convenios internacionales (Convención Americana sobre Derechos
Humanos de San José de Costa Rica)

Hechos:
Este fallo adquirió gran importancia debido a que la Corte resolvió de manera contraria
a como había resuelto en la causa Ekmekdjian vs Neustadt.
El sábado 11 de junio de 1988 el señor Dalmiro Sáenz expresó algunas frases
involucrando a Jesucristo y la Virgen María
Miguel Ekmekdjian al sentirse “profundamente lesionado en sus sentimientos
religiosos” por dichas frases dedujo una acción de amparo dirigida al conductor del
ciclo –Gerardo Sofovich- para que en el mismo programa diera lectura a una carta
documento que contestaba a los supuestos agravios vertidos por Dalmiro Sáenz.
Ante la negativa del conductor del programa de leer la carta documento, el accionante
inició un juicio de amparo fundado en el derecho de réplica basándose para ello en el
artículo 33 de la CN y en el 14 del Pacto de San José de Costa Rica.
Art. 33 CN (derechos y garantías implícitos): “Las declaraciones, derechos y garantías
que enumera la Constitución, no serán entendidas como negación de otros derechos y
garantías no enunciados...”
Art. 14 P SJ de CR (derecho de rectificación o respuesta): “Toda persona afectada por
informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de
difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, tiene
derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en las
condiciones que establezca la ley”.

Resolución:
Cómo se llegó a la Corte Suprema:
En primera instancia el juez rechazó la demanda con los mismos argumentos
empleados por la Corte al resolver en la causa Ekmekdjian vs Neustadt: “no tiene lugar
el derecho de réplica por no haber mediado una afectación a la personalidad” y “el
derecho de réplica no puede considerarse derecho positivo interno porque no ha sido
aún reglamentado”
La Cámara de Apelaciones resolvió igual que el juez de primera instancia con los
mismos argumentos.
Como consecuencia el actor dedujo recurso extraordinario ante la Cámara pero no le
fue concedido. Esto motivó que Ekmekdjian presentara una queja por denegación de
Recurso Extraordinario ante la CSJN.

Corte Suprema de Justicia de la Nación:


340
Eunice Carri

1. Hace lugar a la queja declarando procedente el recurso extraordinario:


Debido a que la Cámara de Apelaciones rechazó el recurso deducido por el actor, el
primer tema que debía resolver la Corte era: ¿le compete a la CSJN pronunciarse sobre
esta cuestión?
Ante este interrogante la Corte resolvió que debía pronunciarse por tratarse de una
cuestión Federal en cuanto se cuestionan cláusulas de la Constitución (art. 33) y del
Pacto de San José de Costa Rica (art. 14)
2. El derecho de replica integra nuestro ordenamiento jurídico.
En cuanto a este punto, el Supremo Tribunal resuelve de manera opuesta a como lo
había hecho años atrás en la causa Ekmekdjian vs Naustadt.
La Corte interpretó que al expresar el Pacto de San José (art. 14): “en las condiciones
que establece la ley” se refiere a cuestiones tales como el espacio en que se debe
responder o en que lapso de tiempo puede ejercerse el derecho; y no como se
consideró en el caso antes mencionado, en que el a quo interpretó que esa frase se
refería a la necesidad de que se dictara una ley que estableciera que el derecho de
réplica fuera considerado derecho positivo interno.
“Por lo tanto, el derecho de réplica existe e integra nuestro ordenamiento jurídico sin
necesidad de que se dicte ninguna ley”.
Para ello la Corte se basó en el art. 31 de la CN y en lo establecido por la Convención
de Viena sobre el derecho de los tratados –donde se confiere primacía al derecho
internacional sobre el derecho interno-.
Art. 31 CN (supremacía de la Constitución, leyes nacionales y tratados internacionales):
“Esta Constitución, las leyes de la NAción que en su consecuencia se dicten por el
Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la
Nación...”

Importante: la razón principal para que la Corte Suprema haya resuelto de manera
diferente a como lo había hecho en el caso Ekmekdjian vs Neustadt hay que buscarla
en la diferente interpretación que se le dio a la frase “en las condiciones que establece
la ley” en ambos casos.

3. El actor está legitimado para actuar por verse afectado profundamente en sus
sentimientos religiosos
“El Sr. DAlmiro Sáenz interfirió en el ámbito privado del Sr. Ekmkdjian conmoviendo
sus convicciones más profundas, lo que implica un verdadero agravio a un derecho
subjetivo”.

En consecuencia la Corte resolvió hacer lugar al derecho de réplica ordenando la


aclaración inmediata y gratuita en el mismo medio.
“se condena al demandado, señor Gerardo Sovfovich, a dar lectura a la carta
documento en la primera de las audiciones que conduzca el demandado”

Disidencia: Petracchi; Moline O’ Connor; Levene; Belluscio


Hacen lugar a la queja, declaran admisible el recurso extraordinario y confirman la
sentencia apelada.

Consecuencias:

341
Eunice Carri

queda implementado el derecho de réplica sin necesidad de una ley que lo autorice
se evitan abusos de la libertad de expresión
se reconoce prioridad al derecho internacional sobre el derecho interno
se establece que “las garantías individuales existen y protegen a los individuos”
(protección de las garantías constitucionales)

--

En este fallo la Corte Suprema resolvió de manera contraria como la había resuelto en
la causa Ekmekdjian c/ Neustad.
El sábado 11 de junio de 1988 el señor Dalmiro Sáenz, en el programa televisivo de
Gerardo Sofovich, expresó todo un largo discurso con palabras verdaderamente
ofesívas, irrespetuosas y blasfemas sobre Jesucristo y la Virgen María. Miguel
Ekmekdjian al sentirse profundamente lesionado en sus sentimientos religiosos por las
frases de Sáenz, interpuso una acción de amparo dirigida al conductor del ciclo
televisivo para que en el mismo programa diera lectura a una carta documento que
contestaba a los supuestos agravios vertidos por Sáenz. Ante la negativa del conductor
del programa a leer la carta documento, Ekmekdjian inició un juicio de amparo
fundado en el derecho a réplica basándose para ello en el Art. 33 de la Constitución
Nacional y en el Art. 14 del Pacto de San José de Costa Rica.

El juez de primera instancia rechazó la demanda con los mismos argumentos


empleados por la Corte Suprema al resolver en la causa Ekmekdjian c/ Neustad, “no
tiene derecho a réplica por no haber mediado una afectación a la personalidad”. “el
derecho a réplica no puede considerarse derecho positivo interno porque no ha sido
aún reglamentado”. La cámara de Apelaciones resolvió en este mismo sentido. Como
consecuencia el actor dedujo recurso extraordinario ante la Cámara el cual no fue
concedido, esto motivó la queja por denegación del recurso ante la Corte Suprema.

La Corte hace lugar a la queja declarando procedente el recurso extraordinario,


entendió que debía pronunciarse por tratarse de una cuestión federal en cuanto se
cuestionaban cláusulas de la Constitución Nacional y del Pacto de San José de Costa
Rica.
Deja establecido que el derecho a réplica integra nuestro ordenamiento jurídico, sobre
este punto la Corte resuelve de manera opuesta a como lo había hecho años atrás en
la causa Ekmekdjian c/ Neustad. Interpretó que al expresar el Pacto de San José de
Costa Rica, Art. 14, “en las condiciones que establece la ley” se refiere a cuestiones
tales como el espacio en que se debe responder o en qué lapso de tiempo puede
ejercerse el derecho, y no como se consideró en el caso antes mencionado, en el que
el a quo interpretó que esa frase se refería a la necesidad de que se dictara una ley que
estableciera que el derecho de réplica fuera considerado derecho positivo interno.
Por lo tanto, el derecho a réplica existe e integra nuestro ordenamiento jurídico, sin
necesidad que se dicte ley alguna.
Para ello la Corte se basó en el Art. 31 de la C.N. y en lo establecido por la Convención
de Viena sobre el derecho de los tratados, donde se confiere primacía al derecho
internacional sobre el derecho interno.
Consideró la Corte que el actor estaba legitimado para actuar por verse afectado

342
Eunice Carri

profundamente en sus sentimientos religiosos, el Sr. Dalmiro Sáenz interfirió en el


ámbito privado del Sr. Ekmekdjian conmoviendo sus convicciones más profundas, lo
que implica un verdadero agravio a un derecho subjetivo.
En consecuencia la Corte resolvió hacer lugar al derecho a réplica ordenando la
aclaración inmediata y gratuita en el mismo medio, y fue así que se condenó a Gerardo
Sofovich a dar lectura a la carta documento en la primera de las audiciones que
conduzca.
Los Dres. Petracchi, Moliné O´connor, Levene y Belluscio, hacen lugar a la queja,
declaran admisible el recurso y confirman la sentencia apelada.

Se implementa el derecho a réplica sin una ley que lo autorice. Se evitan abusos de la
libertad de expresión. Se reconoce prioridad al derecho internacional sobre el derecho
interno. Se establece que las garantías individuales existen y protegen a los individuos.

El Caso de las Pesquerías Reino Unido contra Noruega fue un litigio internacional que
se inició el 28 de septiembre de 1949, que sentó un importante precedente de
Derecho internacional público en cuanto a la definición de la costumbre internacional.
Británicos y noruegos tenían una discusión sobre la delimitación del mar territorial.
Noruega aplicaba un método para la delimitación de las aguas territoriales que era
contrario a la costumbre internacional, según alegaba Inglaterra.
Para la solución de la controversia ambos Estados acordaron acudir a la Corte
Internacional de Justicia.
La Corte Internacional de Justicia dictó la sentencia el 18 de diciembre de 1951,
dándole la razón en cuanto a que su forma de actuar va en contra de la costumbre
generalizada, sin embargo, matizo su decisión al reconocer que Noruega se había
opuesto desde un principio a la formación de dicha costumbre, y que en ningún
momento histórico la había acatado, por lo que siguiendo el principio de soberanía de
los Estados miembros, no se le podía aplicar dicha norma.

14. CASO DE LAS PESQUERÍAS


Fallo de 18 de diciembre de 1951
£1 caso de las pesquerías fue incoado por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte contra No- ruega. Por un decreto de 12 de julio de 1935, el Gobierno de Noruega
había delimitado en la parte septentrional del país (al norte del Círculo Polar Ártico) lu
zona en la que la pesca estaba reservada a sus nacionales. El Reino Unido solicitó a la
Corte que declarara si esa delimitación era o no contraria al derecho internacio- nal. En
su fallo, la Corte concluyó que ni el método de delimitación empleado en el decreto, ni
las líneas fija- das en él eran contrarios al derecho internacional; la primera conclusión
fue adoptada por 10 votos contra 2, la segunda por 8 votos contra 4. Tres Magistrados
—los señores Alvarez, Hackworth y 13su Mo— adjuntaron al fallo una declaración o
una opinión individual en la que exponían las razones par- ticulares en que se habían
inspirado sus votos; otros dos Magistrados —Sir Arnold McNair y el Sr. J. E. Read—
agregaron al fallo las exposiciones de sus opi- niones disidentes.
En el fallo se recuerdan la situación que dio lugar a la controversia y los hechos que
precedieron a la pre- sentación de la solicitud británica a la Corte. La zona costera en

343
Eunice Carri

litigio tiene una configuración característica. A vuelo de pájaro, su longitud pasa de


1.500 kilómetros. Montañosa toda ella, profundamente cortada por fiordos y bahías,
sembrada de innumera- bles islas, islotes y arrecifes (algunos de los cuales forman un
archipiélago continuo conocido con el nom- bre de skjaergaard, “muralla rocosa”), no
constituye, como casi en todas las demás partes del mundo, una línea divisoria clara
entre la tierra y el agua. El relieve del continente se prolonga en el mar, y lo que
constitu- ye realmente la costa noruega es la línea exterior de ese conjunto de
formaciones terrestres. A lo largo de la costa hay pozas profundas muy ricas en peces.
Desde tiempo inmemorial, los habitantes de la tierra firme y de las islas las han
explotado: es la base esencial de su subsistencia. En siglos pasados, los pescadores
británicos hacían incursiones en las aguas vecinas a las costas de Norue- ga. Debido a
las quejas del Rey de Noruega, a partir de comienzos del siglo XVII dejaron de hacerlo
durante 300 años. Sin embargo, en 1906 aparecieron de nuevo buques británicos. Se
trataba esta vez de palangreros dotados de motores perfeccionados y potentes. La po-
blación local se alarmó, y Noruega tomó medidas para precisar los límites dentro de
los cuales estaba prohibi- da a los extranjeros la pesca. Se produjeron incidentes cada
vez más numerosos y, el 12 de julio de 1935, el Gobierno de Noruega delimitó por
decreto la zona de pesca noruega. Los dos Gobiernos habían iniciado ne- gociaciones
que continuaron después de la promulga-
ción del decreto, pero sin llegar a un acuerdo. Numero- sos palangreros británicos
fueron apresados y condena- dos en 1948 y 1949. Fue entonces cuando el Gobierno
del Reino Unido incoó un procedimiento ante la Corte.
En el fallo se especifica en primer lugar el objeto de la controversia. No se discute la
anchura del mar terri- torial de Noruega. Las 4 millas reivindicadas por ese país son
admitidas por el Reino Unido. Se trata de sa- ber si las líneas fijadas en el decreto de
1935 con obje- to de delimitar la zona de pesca noruega fueron traza- das o no
conforme al derecho internacional (esas líneas, denominadas “líneas de base”, son
aquellas a partir de las cuales se calcula la anchura del mar terri- torial). El Reino Unido
niega que hayan sido trazadas con arreglo al derecho internacional, invocando princi-
pios que considera aplicables al presente caso. Por su parte, Noruega, sin negar que
existan normas, sostiene que las indicadas por el Reino Unido no son aplicables, y se
atiene a su propio sistema de delimitación, que afirma que se ajusta totalmente al
derecho internacio- nal. En el fallo se examina, en primer lugar, la aplicabi- lidad de los
principios propuestos por el Reino Unido, después el sistema noruego y, por último, la
conformi- dad de ese sistema al derecho internacional. El primero de los principios
británicos es que toda línea de base debe seguir la marca de la bajamar. Ese es
efectivamente el criterio generalmente adoptado en la práctica de los Estados. Las dos
partes lo aceptan, pero difieren respecto a su aplicación. Las realidades geográficas
anteriormente descritas, que inevitable- mente llevan a la conclusión de que la línea
aplicable no es la de la tierra firme, sino más bien la del skjaer- gaard, llevan también a
rechazar el requisito de que la línea de base deba seguir siempre la marca de la baja-
mar. Partiendo de puntos apropiados de esa marca, y alejándose hasta un grado
razonable de la línea física de la costa, la línea de base ha de obtenerse mediante una
construcción geométrica. Se trazarán líneas rectas a través de las bahías bien definidas,
de las curvas me- nores de la costa y de los espacios de agua que separan las islas, los
islotes y los arrecifes, lo que dará al cin- turón de aguas territoriales una forma más
simple. El trazado de líneas rectas no constituye una excepción a la norma: el conjunto

344
Eunice Carri

de esa costa irregular obliga a recurrir al método de las líneas de base rectas.
¿Deben tener las líneas rectas una longitud máxima, como sostiene el Reino Unido,
salvo en el caso de la línea de cierre de aguas interiores a las que el Reino Unido
admite que Noruega tiene un derecho histórico? Algunos Estados han adoptado la
norma de las 10 mi- llas para la línea de cierre de las bahías, pero otros han adoptado
una anchura diferente; por consiguiente, la norma de las 10 millas no ha adquirido la
autoridad de
29
una norma general de derecho internacional ni para las bahías ni para las aguas que
separan las islas de un archipiélago. Además, la norma de las 10 millas es ina- plicable
frente a Noruega, que siempre se ha opuesto a su aplicación a la costa noruega. Por
tanto, ateniéndose a las conclusiones británicas, la Corte decide que la delimitación de
1935 no violó el derecho internacional. Sin embargo, la delimitación de espacios
marítimos tiene siempre un aspecto interna- cional, ya que interesa a Estados distintos
del Estado ribereño; por tanto, no puede depender solamente de la voluntad de éste.
A ese respecto, ciertas consideracio- nes fundamentales, inherentes a la naturaleza del
mar territorial, llevan a adoptar los siguientes criterios que pueden orientar a los
tribunales: como el mar territo- rial está estrechamente ligado al dominio terrestre, la
línea de base no puede apartarse de modo apreciable de la dirección general de la
costa; algunos espacios marí- timos están especialmente vinculados a las formacio- nes
terrestres que los separan o los rodean (idea que debe tener una amplia aplicación en
el presente caso, debido a la configuración de la costa); puede ser nece- sario tener en
cuenta ciertos intereses económicos pro- pios de una región cuando un largo uso
atestigüe su realidad y su importancia.
Noruega presentó el decreto de 1935 como la aplica- ción de un sistema tradicional de
delimitación conforme al derecho internacional. A su juicio, el derecho interna- cional
tiene en cuenta la diversidad de situaciones y ad- mite que la delimitación se adapte a
las condiciones parti- culares de cada región. El fallo toma nota de que un decreto
noruego de 1812, así como varios textos posterio- res (decretos, informes,
correspondencia diplomática), muestran que el método de las líneas rectas, impuesto
por la geografía, ha sido consagrado en el sistema noruego y consolidado por una
práctica constante y suficientemente larga. La aplicación de ese sistema no ha
encontrado opo- sición en otros Estados. Incluso el Reino Unido no lo
impugnó durante muchos años: sólo en 1933 presentó una protesta oficial y definida.
Sin embargo, interesa- do tradicionalmente en cuestiones marítimas, no podía ignorar
las manifestaciones reiteradas de la practica noruega, que era notoria. La tolerancia
general de la comunidad internacional muestra, por tanto, que no se consideraba que
el sistema noruego fuera contrario al derecho internacional. No obstante, aunque el
decreto de 1935 se ajuste a ese método (lo que se constata en el fallo), el Reino Unido
pretende que algunas de las líneas de base rectas fijadas en él carecen de justificación,
por no responder a los criterios anteriormente mencionados; a su juicio, no respetan la
dirección general de la costa, ni han sido trazadas de un modo razonable.
Al examinar los sectores así criticados, en el fallo se concluye que las líneas trazadas
están justificadas. En un caso —el de Svaerholthavet— se trata de una ense- nada que
tiene el carácter de una bahía, aunque esté dividida en dos grandes fiordos. En otro
caso —el de Lopphavet—, la divergencia entre la línea de base y las formaciones
terrestres no es tan grande que desfigure la dirección general de la costa noruega.

345
Eunice Carri

Además, el Gobierno noruego se ha basado en un título histórico claramente aplicable


a las aguas de Lopphavet: el privi- legio exclusivo de pesca y de caza de ballenas
concedido en el siglo XVII a un noruego, de lo que se deduce que se consideraba que
esas aguas estaban sometidas exclusivamente a la soberanía noruega. En un tercer
caso —el del Vestfjord—, la diferencia es mínima; la solución de esas cuestiones de
carácter local y de importancia secundaria debe corresponder al Estado ribereño.
Por esos motivos, en el fallo se concluye que el método empleado en el decreto de
1935 no es contrario al derecho internacional, y que las líneas de base fijadas por ese
decreto tampoco son contrarias a él.

Gomez Samuel c/ Embajada Británica -resumen-


CSJN. 24/6/1976

Hechos:

Samuel Goméz interpuso demanda laboral contra la embajada británica por despido.
Se había desempeñado por varios años en esta, como jardinero.
El magistrado interviniente, requirió, conforme art. 24 inc. 1 del decreto - ley 1285/58
la conformidad del Reino Unido para someterlo a la jurisdicción de los tribunales
argentinos. Este se negó.
Pero, el juez, por aplicación del caso "Roldán..." resuelto por la sala IV de la Cámara de
Apelaciones del Trabajo, decidió continuar con el proceso.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, en pos de hacer valer la postura adoptada por el
estado extranjero en cuestión, presentó ante la Corte Suprema un escrito, que es el
que da lugar al presente caso.

Opinión del Procurador General de la Nación:

a) El escrito presentado por el Ministerio de Relaciones exteriores, lo es en virtud del


inc. 7 del art. 24 del mencionado decreto - ley. Allí, se establece que la Corte Suprema
entenderá: ..."sobre el juez competente cuando su intervención sea indispensable para
evitar una efectiva privación de justicia".
Por lo que, siendo una norme de neto carácter procesal, no corresponderá a la CS
pronunciarse o no sobre la procedencia de la inmunidad, en cuanto al fondo hace,
hasta tanto no se determine la vía pertinente para hacer valer el privilegio, y en su
consecuencia, se arribe a la Corte en virtud de su aplicación.

A raíz de esto, reconoce dos maneras de alegar la inmunidad:

1) Presentándose el estado extranjero a la causa como parte para suscitar cuestión


jurisdiccional;
2) Si tuviese objeción, a presentarse , recurrir al por reclamo ante el poder ejecutivo.

346
Eunice Carri

Esta segunda hipótesis, está, según el procurador, plasmada en el art. 24 inc. 1 parr. 2
del decreto 1285/58 que establece:
"Sin embargo, el poder ejecutivo puede declarar con respecto a un país determinado la
falta de reciprocidad a los efectos consignados en esta disposición por decreto
debidamente fundado. En este caso el estado extranjero, con respecto al cual se ha
hecho tal declaración, queda sometido a la jurisdicción de los tribunales argentinos. Si
la declaración de PE limita la falta de reciprocidad a determinados aspectos, la
sumisión del país extranjero a la jurisdicción argentina, se limitará también a los
mismos aspectos. El Poder Ejecutivo declarará el establecimiento de la reciprocidad,
cuando el país extranjero modificare sus normas al efecto".
Luego si el estado argentino considera apropiado el reclamo del estado extranjero (una
vez despejada la cuestión de la reciprocidad, cuyos efectos están idefectiblemente
determinados en la ley), deberá presentarse al juicio en virtud del art. 90 del CPCCN. Si
no lo considera, el estado extranjero, deberá defender por sí ante los tribunales su
inmunidad.

En virtud de esto, es que el Procurador considera que se da un estado de privación de


justicia. Si el Reino Unido se presenta directamente ante la Corte, corre el riesgo de
que se termine decidiendo sobre el fondo, tal como aconteció en instancias anteriores.
Luego, no existe decreto del ejecutivo alegando falta de reciprocidad. Tampoco la ley
alude a otras objeciones a la inmunidad cuando esta se hace valer a través de PE.

Por ello, la Corte debe decidir cuál es el medio más idóneo para hacer valer el
privilegio. Porque, según opinión del procurador: "si no se hace valer el privilegio por
alguna de las vías consideradas aptas para deducirlo, se produce la pérdida del
mismo".

Corte Suprema:

Sostiene que no surge de la causa que se haya hecho lugar a las previsiones legales.
Que el art. 24 inc. 1 del decreto ley, no permite hacer distingos sobre la naturaleza de
la cuestión, por lo que, pretender someter al Reino Unido a la jurisdicción de los
tribunales argentinos, aún frente a su negativa, importa violar, los principios de
derecho internacional vigentes entre las naciones, principios de derecho de gentes,
que se imponen como solución prioritaria aplicada al caso.
Por lo tanto, no se debió proseguir con las actuaciones.

Si bien reconoce que notas de cancillería no son los medios establecidos por ley, en
este caso, la considera, como un medio suficiente de hacer valer la inmunidad, máxime
teniendo en cuenta las diversas presentaciones efectuadas a lo largo de la causa.
Que, si bien, no media falta de reciprocidad ni decreto limitativo de PE, no cabe exigir
otras formalidades que poco o nada agregan a la declaración ya efectuada.

Es decir, si bien el medio adoptado no es el de los previstos por la ley, la Corte lo


considera como suficiente, con lo que le permite resolver acerca de la cuestión de
fondo.

347
Eunice Carri

Se admite la inmunidad de jurisdicción.

Se denomina Disputa de la laguna del Desierto a la controversia limítrofe entre la


Argentina y Chile en una región patagónica de 481 km² ubicada entre el hito 62 —en la
ribera sur del lago O'Higgins/San Martín— y el monte Fitz Roy, zona en la que se
encuentra la laguna o lago del Desierto, la cual fue resuelta el 21 de octubre de 1994
por el fallo de un tribunal arbitral que sentenció en favor de la argumentación
argentina; y se convalidó el 13 de octubre de 1995 cuando el mismo tribunal rechazó el
pedido de reconsideración por parte de Chile.

Antecedentes

Desde el comienzo de su vida independiente, los dos países trataron de precisar sus
límites entre ambos de acuerdo al principio del uti possidetis de 1810. Así el artículo 39
del Tratado de paz, amistad, comercio y navegación que entró en vigor en abril de
1856 disponía que:

Ambas partes contratantes reconocen como límites de sus respectivos territorios los
que poseían como tales al tiempo de separarse de la dominación española el año 1810
y convienen en aplazar las cuestiones que han podido o pueden suscitarse sobre esta
materia, para discutirlas después pacífica y amigablemente (...)

Art. XXXIX, Tratado de paz, amistad, comercio y navegación, 1856.

En cumplimiento del artículo 39 del Tratado de 1856, los dos países firmaron el
Tratado de Límites de 1881. El que en su artículo 1 dispone:

El límite entre Chile y la República Argentina es, de Norte a Sur, hasta el paralelo
cincuenta y dos de latitud, la Cordillera de los Andes. La línea fronteriza correrá en esa
extensión por las cumbres más elevadas de dicha Cordillera que dividan las aguas y
pasará por entre las vertientes que se desprenden a un lado y otro (...)

Se acordó que en los valles cordilleranos en donde no sea clara la línea divisoria de las
aguas, las diferencias serían resueltas amistosamente por dos peritos nombrados uno
por cada parte y en caso de no arribar éstos a un acuerdo, sería nombrado un tercer
perito designado por ambos gobiernos.

El 20 de agosto de 1888 se suscribió un convenio para llevar a cabo la demarcación de


los límites de acuerdo al tratado de 1881, nombrándose a los peritos Diego Barros
Arana por Chile y Octavio Pico Burgess por la Argentina. En 1892 Barros Arana expuso
su tesis según la cual el Tratado de 1881 había fijado el límite en el divortium aquarum
continental, lo que fue rechazado por el perito argentino.

348
Eunice Carri

Debido a que surgieron diferencias en varios puntos de la frontera en la que los peritos
no se pusieron de acuerdo, la demarcación se suspendió hasta que se suscribió el
Protocolo de Límites de 1893, que en su artículo 1 dispone:

Se tendrá, en consecuencia, a perpetuidad, como de propiedad y dominio absoluto de


la República Argentina, todas las tierras y todas las aguas, a saber: lagos, lagunas, ríos y
partes de ríos, arroyos, vertientes que se hallen al oriente de la línea de las más
elevadas cumbres de la Cordillera de los Andes que dividan las aguas, y como de
propiedad y dominio absoluto de Chile todas las tierras y todas las aguas, a saber:
lagos, lagunas, ríos, y partes de ríos, arroyos, vertientes, que se hallen al occidente de
las más elevadas cumbres de la Cordillera de los Andes que dividan las aguas (...)

En enero de 1894 el perito chileno declaró que entendía que el encadenamiento


principal de los Andes era la línea no interrumpida de cumbres que dividen las aguas y
que forman la separación de las hoyas o regiones hidrográficas tributarias del Atlántico
por el oriente y del Pacífico por el occidente. El perito argentino respondió que ellos no
tenían facultades para definir que significaba encadenamiento principal de los Andes ya
que sólo eran demarcadores.

Al no ponerse de acuerdo los peritos Barros Arana y Francisco Pascasio Moreno


(reemplazante de Pico), se decidió en 1898 recurrir al artículo VI párrafo 2 del Tratado
de Límites de 1881 y solicitar a la Reina Victoria del Reino Unido una sentencia arbitral
en la cuestión, quien designó tres jueces británicos.

El gobierno argentino sostuvo que el límite debía ser esencialmente una frontera
orográfica por las más altas cumbres de la cordillera de los Andes y el gobierno chileno
sostuvo la Divisoria continental de las Américas. El tribunal consideró que el lenguaje
del tratado de 1881 y del protocolo de 1893 era ambiguo y susceptible de varias
interpretaciones, siendo irreconciliables las dos posiciones.

El 20 de mayo de 1902 dictó el rey Eduardo VII la sentencia que dividía los territorios
de las cuatro secciones en disputa dentro de los límites definidos por las reclamaciones
extremas en ambos lados y designaba un oficial británico para que demarcara cada
sección en el verano de 1903. El mapa arbitral anexo al laudo dividió de forma
imprecisa la zona de la Laguna del Desierto en tres partes irregulares, que asignaba el
extremo norte y el extremo sur a Chile y la zona central a la Argentina, formando un
ángulo con vértice apuntando hacia el oeste en el cerro Gorra Blanca, sin tener en
cuenta los límites orográficos ni la divisoria de aguas que eran desconocidas para los
árbitros. Con respecto a esta zona, el laudo expresa:

(...) Desde este punto seguirá la línea medianera del lago hacia el Sur hasta un punto
que enfrenta el contrafuerte que termina en la ribera sur del lago, longitud 72º 47´ O,
desde cuyo punto el límite ascenderá a la divisoria local de aguas hasta el monte Fitz
Roy y desde allí a la divisoria continental de aguas hacia el noroeste del Lago Viedma.

Al año siguiente el demarcador británico capitán H. L. Crosthwait, colocó el hito 62 el


28 de febrero y sin recorrer la zona de la laguna elaboró un mapa aproximado que
difería del mapa arbitral, corriendo por el cordón oriental del valle (Cordón Martínez
349
Eunice Carri

de Rozas) casi en forma recta entre los puntos extremos. Los problemas eran
derivados del desconocimiento que en parte se poseía sobre la geografía de la zona ya
que al momento del laudo arbitral se desconocía la existencia de la Laguna del
Desierto y del cordón montañoso más elevado situado al oeste del valle (Cordón
Mariano Moreno).

A partir de 1921 comenzaron a instalarse colonos chilenos en la zona, y dos años


después, pobladores y exploradores de esa nacionalidad descubren la Laguna del
Desierto. Chile otorgó títulos de propiedad en 1934 y 1937.

El 16 de abril de 1941 se creó Comisión Mixta Chileno-Argentina de Límites.

Comienzo de la disputa

La disputa sobre el territorio comenzó a partir de un estudio aerofotogramétrico de la


zona realizado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1947 que mostró al
cordón Mariano Moreno (descubierto en 1915) y elaboró un mapa con la divisoria
continental de aguas. Además se comprobó que era de vertiente atlántica, ya que
desaguaba por el río de las Vueltas (o Gatica) hacia el lago Viedma y de éste al océano
Atlántico.

A finales de 1949 la Gendarmería Argentina informó a los colonos chilenos que vivían
en la cuenca de la laguna que debían regularizar su situación ante el Estado argentino y
dirigirse a Río Gallegos.

En 1953 el Instituto Geográfico Militar de Chile elaboró un mapa provisional que


dejaba la laguna del Desierto en el lado argentino basándose en el mapa elaborado por
los estadounidenses en 1947, así llevó el límite a la divisoria continental de aguas.
Hasta ese momento los mapas chilenos seguían al mapa arbitral. En 1956 el gobierno
chileno retiró ese mapa, elaborando uno nuevo en 1958 con el límite un poco más al
este del que sostuvo hasta 1953.

La Argentina sostuvo hasta 1969 el mapa del demarcador británico, sin reflejar en él la
existencia de la laguna. A partir de ese año adoptó el mapa estadounidense de 1947
que coincidía con el chileno de 1953.1

La muerte de Hernán Merino

Foto de la revista argentina "Gente y actualidad" del momento anterior a la muerte del
Teniente de Carabineros Hernán Merino Correa. Gendarmes argentinos agazapados se
acercan al lugar donde estaban los carabineros.

Un problema se suscitó después de que el 4 de octubre de 1965 la gendarmería


argentina notificara al colono Domingo Sepúlveda, que debía dirigirse a Río Gallegos
para regularizar su situación. Éste, solicitó cinco días después ayuda al retén de
carabineros de lago O'Higgins, el cual envió efectivos a la zona el 17 de octubre.

350
Eunice Carri

En esos días los presidentes de ambos países (Arturo Illia y Eduardo Frei Montalva) se
reunieron en Mendoza, acordándose el retiro de los carabineros chilenos en 48 horas y
la resolución del asunto por la Comisión Mixta Chileno-Argentina de Límites. En
Argentina se interpretó que tras ese plazo la Gendarmería avanzaría sobre el territorio
que debía estar evacuado por los carabineros.

El 6 de noviembre de 1965 se produjo en enfrentamiento entre cuarenta (versión


argentina) y noventa (versión chilena) gendarmes argentinos y cuatro carabineros
chilenos que aún se hallaban en la zona de laguna Cóndor -asentamiento de la familia
Sepúlveda- sin conocimiento de la orden de retiro, que llegó recién al día siguiente. El
enfrentamiento se saldó con la muerte del teniente chileno Hernán Merino, el
sargento de carabineros Miguel Manríquez gravemente herido, y el apresamiento de
los otros dos policías hasta el 8 de noviembre.

A raíz de esto se produjeron en Santiago de Chile manifestaciones anti argentinas con


la quema de la bandera argentina, el apedreo del edificio de Aerolíneas Argentinas y
de la embajada,[cita requerida] además un avión chileno realizó el 3 de diciembre un vuelo
rasante sobre el crucero ARA La Argentina cerca de Ushuaia.[cita requerida]

El 5 de diciembre se logró un acuerdo entre las partes que distendió la disputa, sin
exigir Chile el retiro argentino de la zona, la Comisión Mixta de Límites iniciaría sus
trabajos.

En 1967 la Gendarmería Nacional Argentina instaló un puesto permanente para


custodiar la laguna del Desierto.

Resolución de la disputa

El 31 de octubre de 1991 los presidentes Patricio Aylwin de Chile y Carlos Saúl Menem
de la Argentina acordaron, según lo previsto en el Tratado de Paz y Amistad de 1984,
acudir a un arbitraje internacional sobre la disputa.

El 15 de diciembre de 1991 se constituyó en Río de Janeiro el Tribunal Arbitral con


juristas latinoamericanos encabezados por el colombiano Rafael Nieto Navia que fue
elegido presidente del tribunal por los demás jueces. Los demás jueces eran el
salvadoreño Reynaldo Galindo Pohl, el venezolano Pedro Nikken, el argentino Julio
Barberis y el chileno Santiago Benadava.

La presunción de cosa juzgada (res judicata) por el laudo de 1902 no sería tomada en
cuenta, reconociendo ambas partes que las disposiciones del tribunal serían
jurídicamente vinculantes para ellas. Se dispuso que el tribunal debía decidir
interpretando y aplicando el laudo de 1902 conforme al derecho internacional vigente
para ambas partes.

Ambos países discreparon sobre que instrumentos formaban parte del laudo de 1902,
para la Argentina eran el laudo propiamente dicho, el informe del tribunal al rey y el
mapa del árbitro, Chile quería agregar además la demarcación en el terreno. El tribunal
tuvo en cuenta que el laudo arbitral de 1966 sobre el caso de Palena decidió que

351
Eunice Carri

formaban parte del laudo de 1902 los instrumentos mencionados por la Argentina,
excluyendo así como parte del laudo el mapa del demarcador británico.

El 11 de abril de 1994 comenzaron los alegatos de las partes. La Argentina sostuvo en


su Memoria y en su Contramemoria que el límite era de acuerdo al laudo de 1902, la
divisoria local de aguas, sostuvo que Chile pretendía un límite más al este del que
había reclamado al someterse al arbitraje de 1898 que era la divisoria continental de
aguas y por lo tanto el laudo de 1902 no podría haberle adjudicado más de lo que
había pedido (non ultra petita partium), una cuenca atlántica (la del río de las Vueltas)
no podía adjudicársele sin cometer un exceso de poder viciado de nulidad, el límite se
había fijado entre las pretensiones extremas de cada parte hidrográfico/orográfico.
Chile en cambio sostuvo en su Memoria una línea que cortaba dos cursos de agua que
iban hacia el Atlántico. En su contramemoria sostuvo que sus pretensiones de máxima
en 1898 eran las líneas trazadas en los mapas, que en la zona estaba más al este, ya
que no se conocía entonces la divisoria de aguas en la zona lo único que importaba era
lo dibujado en los mapas y no debía interpretarse de acuerdo a los conocimientos
geográficos actuales. Dada la discrepancia sobre cuál era la pretensión de máxima de
Chile en 1898, el tribunal decidió tener en cuenta lo que Chile sostuvo entonces en sus
presentaciones al árbitro británico concluyendo que había sido el divortium aquarum
continental rechazando la tesis chilena fundamentada en la precedencia de los mapas
ya que ese país había considerado la facilidad de la demarcación por la divisoria de
aguas en los casos en que no se conociera el terreno.

Surgió también la controversia sobre qué era la divisoria local de aguas. Para la
Argentina se trataba de una línea continua entre dos puntos determinados que, sin
cruzar ríos ni lagos, separa en cada uno de sus puntos cuencas fluviales, considerando
que lo esencial era que dividiera aguas entre los dos puntos. Para Chile la divisoria local
separa aguas que van hacia un mismo océano. El tribunal rechazó el argumento
chileno teniendo en cuenta las argumentaciones sostenidas por Chile en el arbitraje de
1898, que concordaban con la posición argentina, en que una divisoria de aguas no
puede cortar ríos ni lagos.

Tanto la Memoria argentina como la Memoria chilena estuvieron de acuerdo el la


primera sección del límite: ambos países sostuvieron una línea que partiendo del
Hito 62 sigue la divisoria local de aguas, pasando por el cerro Martínez de Rozas, luego
continúa por el cordón Martínez de Rozas hasta el cerro Tobi y luego hasta otro cerro
de 1767 msnm.

A partir de este cerro la Memoria argentina sigue la divisoria continental de aguas y se


dirige al portezuelo de la Divisoria, luego pasa por un cerro sin nombre de 1629 mnnm
siguiendo por el cordón que lo une con el cerro Trueno, alcanza luego el cerro
Demetrio, el Portezuelo el Tambo, y el cerro Milanesio. Siguiendo el cordón
cordillerano oriental, alcanza luego el cerro Gorra Blanca, el paso Marconi, y el cerro
Marconi Norte, llegando al cerro Rincón. A partir de allí sigue la divisoria local de
aguas, pasando por el cerro Domo Blanco, cerro Pier Giorgio, cerro Pollone, llegando
finalmente al monte Fitz Roy.

352
Eunice Carri

La Memoria chilena sostuvo una línea que a partir del cerro de 1767 msnm sigue hacia
el sur por la divisoria local de aguas hacia el valle de la Laguna del Desierto, cruzando el
río de las Vueltas o Gatica hasta un punto señalado por coordenadas. Desde ese punto
sigue la divisoria local de aguas hasta cruzar el río Eléctrico y alcanzar otro punto
señalado por coordenadas. Desde ese punto ascenderá por la estribación noreste del
monte Fitz Roy por la divisoria local de aguas hasta su cumbre.

El 26 de diciembre de ese año se pasó a la etapa de deliberación entre los jueces.

El 21 de octubre de 1994 el tribunal dio a conocer el fallo que reconoció en su mayor


parte la posición argentina. El 13 de octubre de 1995 el tribunal desestimó
unánimemente el recurso de interpretación en subsidio planteado por Chile, y con el
voto en contra del árbitro chileno Santiago Benadava, rechazó el recurso de revisión
también planteado por Chile. Ambos recursos habían sido planteados en días
posteriores al fallo alegando que había errores de documentación.2

El tribunal arbitral dispuso la colocación en el terreno de tres hitos por el perito


geógrafo del tribunal (Rafael Mata Olmo) antes del 30 de enero de 1996.3

Fallo

Por las razones expuestas, el Tribunal por tres votos contra dos, decide:

1) El recorrido de la traza del límite, entre la Repúblicas Argentina y de Chile, entre el


hito 62 y el monte Fitz Roy de la 3° región, a que se refiere el Laudo de S.M. Eduardo
VII definida en el número 18 del Informe del Tribunal Arbitral de 1902 y descrita en el
párrafo final del N° 22 del citado informe, es la divisoria local de aguas identificada en
el parágrafo 151 de la presente sentencia. 2) El recorrido de la traza aquí decidido será
demarcado y esta sentencia ejecutada antes del 15 de febrero de 1995 por el señor
perito geógrafo del Tribunal con el apoyo de la Comisión Mixta de Límites. El señor
perito geógrafo indicará los lugares en donde se erigirán los hitos y adoptará las
medidas relativas a la demarcación. Terminada la demarcación, el señor perito
presentará al Tribunal un informe de su trabajo y una carta geográfica donde aparezca
el recorrido de la traza del límite decidido en esta sentencia. A favor los señores Nieto
Navia, Barberis y Nikken; en contra los señores Galindo Pohl y Benadava.

Hecha y firmada en Río de Janeiro, hoy 21 de octubre de 1994, en castellano, en tres


ejemplares de un mismo tenor, uno de los cuales se conservará en los archivos del
Tribunal y los otros se entregan en esta fecha a las Partes.4

La divisoria local de aguas identificada en el parágrafo 151 de la sentencia arbitral, es la


realizada en el terreno por el perito geógrafo del Tribunal y que coincide con la
Memoria Argentina excepto en una pequeña sección entre el cerro Gorra Blanca y el
paso Marconi que fue reconocida a Chile.

Chile reconoció el fallo tras el rechazo de una impugnación.

353
Eunice Carri

--

La Laguna del Desierto (forma usada en Chile con exclusividad) o Lago del Desierto
(forma usada en la Argentina, pero no exclusivamente) se encuentra en el
departamento Lago Argentino de la provincia de Santa Cruz en la República Argentina
en inmediaciones de la frontera con Chile.

Características geográficas:
La zona es una estrecho valle de forma rectangular de 12 km de ancho promedio con
un máximo de 18 km, que corre en sentido nor-nordeste/sur-suroeste al oriente del
encadenamiento principal de la cordillera de los Andes, entre el Lago O'Higgins/San
Martín y el Monte Fitz Roy o Chaltén a lo largo de 48 km en línea recta entre los dos
puntos. La altura mínima en el Hito 62 es de 250 msnm y la máxima en el monte Fitz
Roy es de 3.406 msnm. El valle está enmarcado por dos cordones montañosos, el más
occidental recibe varios nombres en distintos tramos (cordón Gorra Blanca, cordón
Marconi, etc.), el más oriental, de mayor continuidad pero más eschecho y menos
elevado, es llamado cordón Oriental por Chile y cordón Martínez de Rozas (al norte) y
cordón del Bosque (al sur) por la Argentina. En la laguna nace el río de las Vueltas que
luego de atravesar el lago Azul desemboca en el lago Viedma. La localidad de El
Chaltén, de reciente fundación, se halla a 25 km en línea recta al sur del lago.

La zona entre el hito 62 en la ribera sur del Lago O'Higgins/San Martín y el Monte Fitz
Roy en la que se encuentra la Laguna del Desierto, fue objeto de una disputa limítrofe
entre Chile y la Argentina que fue resuelta el 21 de octubre de 1994 por el fallo de un
tribunal arbitral que sentenció en favor de la argumentación argentina en una zona de
481 kilómetros cuadrados que se hallaba en disputa, convalidada el 13 de octubre de
1995 cuando el mismo tribunal rechazó el pedido de reconsideración por parte de
Chile.

Antecedentes:
Desde el comienzo de su vida independiente, los dos países trataron de precisar sus
límites entre ambos de acuerdo al principio del uti possidetis de 1810. Así el artículo 39
del Tratado de paz, amistad, comercio y navegación que entró en vigor en abril de
1856 disponía que:

Ambas partes contratantes reconocen como límites de sus respectivos territorios los
que poseían como tales al tiempo de separarse de la dominación española el año 1810
y convienen en aplazar las cuestiones que han podido o pueden suscitarse sobre esta
materia, para discutirlas después pacífica y amigablemente (...)

Art. XXXIX, Tratado de paz, amistad, comercio y navegación, 1856.


En cumplimiento del artículo 39 del Tratado de 1856, los dos países firmaron el
Tratado de Límites de 1881. El que en su artículo 1 dispone:

El límite entre Chile y la República Argentina es, de Norte a Sur, hasta el paralelo
cincuenta y dos de latitud, la Cordillera de los Andes. La línea fronteriza correrá en esa
extensión por las cumbres más elevadas de dicha Cordillera que dividan las aguas y

354
Eunice Carri

pasará por entre las vertientes que se desprenden a un lado y otro (...)

Se acordó que en los valles cordilleranos en donde no sea clara la línea divisoria de las
aguas, las diferencias serían resueltas amistosamente por dos peritos nombrados uno
por cada parte y en caso de no arribar éstos a un acuerdo, sería nombrado un tercer
perito designado por ambos gobiernos.

El 20 de agosto de 1888 se suscribió un convenio para llevar a cabo la demarcación de


los límites de acuerdo al tratado de 1881, nombrándose a los peritos Diego Barros
Arana por Chile y Octavio Pico por la Argentina. En 1892 Barros Arana expuso su tesis
según la cual el Tratado de 1881 había fijado el límite en el divortium aquarum
continental, lo que fue rechazado por el perito argentino.

Debido a que surgieron diferencias en varios puntos de la frontera en la que los peritos
no se pusieron de acuerdo, la demarcación se suspendió hasta que se suscribió el
Protocolo de Límites de 1893, que en su artículo 1 dispone:

Se tendrá, en consecuencia, a perpetuidad, como de propiedad y dominio absoluto de


la República Argentina, todas las tierras y todas las aguas, a saber: lagos, lagunas, ríos y
partes de ríos, arroyos, vertientes que se hallen al oriente de la línea de las más
elevadas cumbres de la Cordillera de los Andes que dividan las aguas, y como de
propiedad y dominio absoluto de Chile todas las tierras y todas las aguas, a saber:
lagos, lagunas, ríos, y partes de ríos, arroyos, vertientes, que se hallen al occidente de
las más elevadas cumbres de la Cordillera de los Andes que dividan las aguas (...)

En enero de 1894 el perito chileno declaró que entendía que el encadenamiento


principal de los Andes era la línea no interrumpida de cumbres que dividen las aguas y
que forman la separación de las hoyas o regiones hidrográficas tributarias del Atlántico
por el oriente y del Pacífico por el occidente. El perito argentino respondió que ellos no
tenían facultades para definir que significaba encadenamiento principal de los Andes
ya que sólo eran demarcadores.

Al no ponerse de acuerdo los peritos Barros Arana y Francisco Pascasio Moreno


(reemplazante de Pico), se decidió en 1898 recurrir al artículo VI párrafo 2 del Tratado
de Límites de 1881 y solicitar a la Reina Victoria del Reino Unido una sentencia arbitral
en la cuestión, quien designó tres jueces británicos.

El gobierno argentino sostuvo que el límite debía ser esencialmente una frontera
orográfica por las más altas cumbres de la cordillera de los Andes y el gobierno chileno
sostuvo la divisoria continental de aguas. El tribunal consideró que el lenguaje del
tratado de 1881 y del protocolo de 1893 era ambiguo y susceptible de varias
interpretaciones, siendo irreconciliables las dos posiciones.

El 20 de mayo de 1902 dictó el rey Eduardo VII la sentencia que dividía los territorios
de las cuatro secciones en disputa dentro de los límites definidos por las reclamaciones
extremas en ambos lados y designaba un oficial británico para que demarcara cada
sección en el verano de 1903. El mapa arbitral anexo al laudo dividió de forma

355
Eunice Carri

imprecisa la zona de la Laguna del Desierto en tres partes irregulares, que asignaba el
extremo norte y el extremo sur a Chile y la zona central a la Argentina, formando un
ángulo con vértice apuntando hacia el oeste en el cerro Gorra Blanca, sin tener en
cuenta los límites orográficos ni la divisoria de aguas que eran desconocidas para los
árbitros. Con respecto a esta zona, el laudo expresa:

(...) Desde este punto seguirá la línea medianera del lago hacia el Sur hasta un punto
que enfrenta el contrafuerte que termina en la ribera sur del lago, longitud 72º 47´ O,
desde cuyo punto el límite ascenderá a la divisoria local de aguas hasta el monte Fitz
Roy y desde allí a la divisoria continental de aguas hacia el noroeste del Lago Viedma.

Al año siguiente el demarcador británico capitán H. L. Crosthwait, colocó el hito 62 el


28 de febrero y sin recorrer la zona de la laguna elaboró un mapa aproximado que
difería del mapa arbitral, corriendo por el cordón oriental del valle (Cordón Martínez
de Rozas) casi en forma recta entre los puntos extremos. Los problemas eran
derivados del desconocimiento que en parte se poseía sobre la geografía de la zona ya
que al momento del laudo arbitral se desconocía la existencia de la Laguna del
Desierto y del cordón montañoso más elevado situado al oeste del valle (Cordón
Mariano Moreno).

A partir de 1921 comenzaron a instalarse algunos colonos chilenos en la zona, siendo


descubierta la Laguna del Desierto en 1923. Chile otorgó títulos de propiedad en 1934
y 1937.

El 16 de abril de 1941 se creó Comisión Mixta Chileno-Argentina de Límites.

Comienzo de la disputa
La disputa sobre el territorio comenzó a partir de un estudio aerofotogramétrico de la
zona realizado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1947 que descubrió la
existencia del cordón Mariano Moreno y elaboró un mapa con la divisoria continental
de aguas. Además se comprobó que era de vertiente atlántica, ya que desaguaba por
el río de Las Vueltas (o Gatica) hacia el lago Viedma y de éste al océano Atlántico.

A finales de 1949 la Gendarmería Argentina informó a los colonos chilenos que debían
regularizar su situación ante el Estado argentino y dirigirse a Río Gallegos.

En 1953 el Instituto Geográfico Militar de Chile elaboró un mapa provisional que


dejaba a la Laguna del Desierto del lado argentino en base al mapa elaborado por los
estadounidenses en 1947, llevando el límite a la divisoria continental de aguas. Hasta
ese momento los mapas chilenos seguían al mapa arbitral. En 1956 el gobierno chileno
retiró ese mapa, elaborando uno nuevo en 1958 con el límite un poco más al este del
que sostuvo hasta 1953.

La Argentina sostuvo hasta 1969 el mapa del demarcador británico ignorando en él la


existencia de la laguna. A partir de ese año adoptó el mapa estadounidense de 1947
que coincidía con el chileno de 1953.

356
Eunice Carri

La muerte de Hernán Merino:


Un problema se suscitó después de que el 4 de octubre de 1965 la Gendarmería
Argentina notificara al colono Domingo Sepúlveda de la estancia La Florida que debía
dirigirse a Río Gallegos para regularizar su situación, éste, cinco días después solicitó
ayuda al retén de Carabineros de Lago O'Higgins que envió efectivos a la zona el 17 de
octubre.

En esos días los presidentes de ambos países (Arturo Illia y Eduardo Frei Montalva) se
reunieron en Mendoza, acordándose el retiro de los carabineros chilenos en 48 horas y
la resolución del asunto por la Comisión Mixta Chileno-Argentina de Límites. En la
Argentina se interpretó que tras ese plazo la Gendarmería avanzaría sobre el territorio
que debía estar evacuado por los carabineros.

El 6 de noviembre de 1965 se produjo en enfrentamiento entre unos 90 gendarmes


argentinos y cinco carabineros chilenos que aún se hallaban en la zona de Puesto
Arbilla sin conocimiento de la orden de retiro que llegó al día siguiente. El
enfrentamiento se saldó con la muerte del teniente chileno Hernán Merino y el
apresamiento de los demás hasta el 8 de noviembre.

La versión argentina, sin embargo, dista ser así. Desde un principio se negó la
presencia de 90 gendarmes argentinos, dado que nunca abundan mas de 15 en la
zona, y por cuestiones de lógica.

Según la versión argentina, sino que cinco hombres de Gendarmeria, deun grupo de
avanzada y un fotografo de la revista "7 Días" rodearon una cabaña en la que se
hallaban cuatro, de una avanzada de carabineros, que penetraron mas de 50 km al
Este de la línea divisoria trazada por el arbitro en 1902. Bajo el razonamineto
argentino, esto fue una invasión, y carabineros, al no deponer las armas, se produjo
una situación delicada, en la que Gendarmeria replico de forma contundente.

A raíz de esto se produjeron en Santiago de Chile manifestaciones anti argentinas con


la quema de la bandera argentina, el apedreo del edificio de Aerolíneas Argentinas y
de la embajada, además un avión chileno realizó el 3 de diciembre un vuelo rasante
sobre el crucero La Argentina cerca de Puerto Williams.

El 5 de diciembre se logró un acuerdo entre las partes que distendió la disputa, sin
exigir Chile el retiro argentino de la zona, la Comisión Mixta de Límites iniciaría sus
trabajos.

En 1967 la Gendarmería Nacional Argentina instaló un puesto permanente para


custodiar la Laguna del Desierto.

Resolución de la disputa:
El 31 de octubre de 1991 los presidentes Patricio Aylwin de Chile y Carlos Saúl Menem
de la Argentina habían acordado, en base al Tratado de Paz y Amistad de 1984, acudir
a un arbitraje internacional sobre la disputa.

357
Eunice Carri

El 15 de diciembre de 1991 se constituyó en Río de Janeiro el Tribunal Arbitral con


juristas latinoamericanos encabezados por el colombiano Rafael Nieto Navia que fue
elegido presidente del tribunal por los demás jueces. Los demás jueces eran el
salvadoreño Reynaldo Galindo Pohl, el venezolano Pedro Nikken, el argentino Julio
Barberis y el chileno Santiago Benadava.

La presunción de cosa juzgada (res judicata) por el laudo de 1902 no sería tomada en
cuenta, reconociendo ambas partes que las disposiciones del tribunal serían
jurídicamente vinculantes para ellas. Se dispuso que el tribunal debía decidir
interpretando y aplicando el laudo de 1902 conforme al derecho internacional vigente
para ambas partes.

Ambos países discreparon sobre que instrumentos formaban parte del laudo de 1902,
para la Argentina eran el laudo propiamente dicho, el informe del tribunal al rey y el
mapa del árbitro, Chile quería agregar además la demarcación en el terreno. El tribunal
tuvo en cuenta que el laudo arbitral de 1966 sobre el caso de Palena decidió que
formaban parte del laudo de 1902 los instrumentos mencionados por la Argentina,
excluyendo así como parte del laudo el mapa del demarcador británico.

El 11 de abril de 1994 comenzaron los alegatos de las partes. La Argentina sostuvo en


su Memoria y en su Contramemoria que el límite era de acuerdo al laudo de 1902, la
divisoria local de aguas, sostuvo que Chile pretendía un límite más al este del que
había reclamado al someterse al arbitraje de 1898 que era la divisoria continental de
aguas y por lo tanto el laudo de 1902 no podría haberle adjudicado más de lo que
había pedido (non ultra petita partium), una cuenca atlántica (la del río de las Vueltas)
no podía adjudicarsele sin cometer un exceso de poder viciado de nulidad, el límite se
había fijado entre las pretensiones extremas de cada parte hidrográfico/orográfico.
Chile en cambio sostuvo en su Memoria una línea que cortaba dos cursos de agua que
iban hacia el Atlántico. En su contramemoria sostuvo que sus pretensiones de máxima
en 1898 eran las líneas trazadas en los mapas, que en la zona estaba más al este, ya
que no se conocía entonces la divisoria de aguas en la zona lo único que importaba era
lo dibujado en los mapas y no debía interpretarse de acuerdo a los conocimientos
geográficos actuales. Dada la discrepancia sobre cuál era la pretensión de máxima de
Chile en 1898, el tribunal decidió tener en cuenta lo que Chile sostuvo entonces en sus
presentaciones al árbitro británico concluyendo que había sido el divortium aquarum
continental rechazando la tesis chilena fundamentada en la precedencia de los mapas
ya que ese país había considerado la facilidad de la demarcación por la divisoria de
aguas en los casos en que no se conociera el terreno.

Surgió también la controversia sobre qué era la divisoria local de aguas, para la
Argentina se trataba de una línea contínua entre dos puntos determinados que sin
cruzar ríos ni lagos separa en cada uno de sus puntos cuencas fluviales, considerando
que lo esencial era que dividiera aguas entre los dos puntos. Para Chile la divisoria local
separa aguas que van hacia un mismo océano. El tribunal rechazó el argumento
chileno en base a argumentaciones sostenidas por Chile en el arbitraje de 1898
concordantes con la posición argentina, coincidiendo que una divisoria de aguas no

358
Eunice Carri

puede cortar ríos ni lagos.

Tanto la Memoria argentina como la Memoria chilena estuvieron de acuerdo el la


primera sección del límite: ambos países sostuvieron una línea que partiendo del Hito
62 sigue la divisoria local de aguas, pasando por el cerro Martínez de Rozas, luego
continúa por el cordón Martínez de Rozas hasta el cerro Tobi y luego hasta otro cerro
de 1.767 msnm.

A partir de este cerro la Memoria argentina sigue la divisoria continental de aguas y se


dirige al Portezuelo de la Divisoria, luego pasa por un cerro sin nombre de 1.629 mnnm
siguiendo por el cordón que lo une con el cerro Trueno, alcanza luego el cerro
Demetrio, el Portezuelo el Tambo y el cerro Milanesio. Siguiendo el cordón
cordillerano oriental, alcanza luego el cerro Gorra Blanca, el paso Marconi y el cerro
Marconi Norte llegando al cerro Rincón. A partir de allí sigue la divisoria local de aguas,
pasando por el cerro Domo Blanco, cerro Pier Giorgio, cerro Pollone, llegando
finalmente al Monte Fitz Roy.

La Memoria chilena sostuvo una línea que a partir del cerro de 1.767 msnm sigue hacia
el sur por la divisoria local de aguas hacia el valle de la Laguna del Desierto, cruzando el
Río de las Vueltas o Gatica hasta un punto señalado por coordenadas. Desde ese punto
sigue la divisoria local de aguas hasta cruzar el río Eléctrico y alcanzar otro punto
señalado por coordenadas. Desde ese punto ascenderá por la estribación noreste del
Monte Fitz Roy por la divisoria local de aguas hasta su cumbre.

El 26 de diciembre de ese año se pasó a la etapa de deliberación entre los jueces.

El 21 de octubre de 1994 el tribunal dio a conocer el fallo que reconoció en su mayor


parte la posición argentina. El 13 de octubre de 1995 el tribunal desestimó
unánimemente el recurso de interpretación en subsidio plateado por Chile y con el
voto en contra del árbitro chileno Santiago Benadava, rechazó el recurso de revisión
también planteado por Chile. Ambos recursos habían sido planteados en días
posteriores al fallo alegando que había errores de documentación.

El tribunal arbitral dispuso la colocación en el terreno de tres hitos por el perito


geógrafo del tribunal (Rafael Mata Olmo) antes del 30 de enero de 1996.

Fallo:
Por las razones expuestas, el Tribunal por tres votos contra dos, decide: 1) El recorrido
de la traza del límite, entre la Repúblicas Argentina y de Chile, entre el hito 62 y el
monte Fitz Roy de la 3° regió, a que se refiere el Laudo de S.M. Eduardo VII definida en
el número 18 del Informe del Tribunal Arbitral de 1902 y descrita en el párrafo final del
N° 22 del citado informe, es la divisoria local de aguas identificada en el parágrafo 151
de la presente sentencia. 2) El recorrido de la traza aquí decidido será demarcado y
esta sentencia ejecutada antes del 15 de febrero de 1995 por el señor perito geógrafo
del Tribunal con el apoyo de la Comisión Mixta de Límites. El señor perito geógrafo
indicará los lugares en donde se erigirán los hitos y adoptará las medidas relativas a la
demarcación. Terminada la demarcación, el señor perito presentará al Tribunal un

359
Eunice Carri

informe de su trabajo y una carta geográfica donde aparezca el recorrido de la traza


del límite decidido en esta sentencia. A favor los señores Nieto Navia, Barberis y
Nikken; en contra los señores Galindo Pohl y Benadava. Hecha y firmada en Río de
Janeiro, hoy 21 de octubre de 1994, en castellano, en tres ejemplares de un mismo
tenor, uno de los cuales se conservará en los archivos del Tribunal y los otros se
entregan en esta fecha a las Partes.[5]

La divisoria local de aguas identificada en el parágrafo 151 de la sentencia arbitral, es la


realizada en el terreno por el perito geógrafo del Tribunal y que coincide con la
Memoria Argentina excepto en una pequeña sección entre el cerro Gorra Blanca y el
paso Marconi que fue reconocida a Chile.

El campo de hielo Patagónico Sur es una gran extensión de glaciares situada en los
Andes patagónicos en la frontera entre Argentina y Chile, que constituye el mayor
campo de hielo de carácter continental no polar y con acceso terrestre. Se lo
denomina hielos continentales en Argentina y campo de hielo sur en Chile, para
diferenciarlo del campo de hielo norte. La frontera entre ambos países en el campo de
hielo Patagónico Sur, a 2015, está pendiente de demarcación.

Delimitación

El área fue delimitada mediante el Tratado de 1881 entre Argentina y Chile:

Artículo 1º. El límite entre Chile y la República Argentina es, de Norte a Sur, hasta el
paralelo cincuenta y dos de latitud, la Cordillera de los Andes. La línea fronteriza
correrá en esa extensión por las cumbres más elevadas de dicha Cordillera que dividan
las aguas y pasará por entre las vertientes que se desprenden a un lado y otro. Las
dificultades que pudieran suscitarse por la existencia de ciertos valles formados por la
bifurcación de la Cordillera y en que no sea clara la línea divisoria de las aguas, serán
resueltas amistosamente por dos Peritos nombrados uno de cada parte. En caso de no
arribar éstos a un acuerdo, será llamado a decidirlas un tercer Perito designado por
ambos Gobiernos. De las operaciones que practiquen se levantará una acta en doble
ejemplar, firmada por los dos Peritos, en los puntos en que hubieren estado de
acuerdo y además por el tercer Perito en los puntos resueltos por éste. Esta acta
producirá pleno efecto desde que estuviere suscrita por ellos y se considerará firme y
valedera sin necesidad de otras formalidades o trámites. Un ejemplar del acta será
elevado a cada uno de los Gobiernos.

El 20 de agosto de 1888 se suscribió un convenio para llevar a cabo la demarcación de


los límites de acuerdo al tratado de 1881, nombrándose a los peritos Diego Barros
Arana por Chile y Octavio Pico Burgess por la Argentina. En 1892 Barros Arana expuso
su tesis según la cual el Tratado de 1881 había fijado el límite en el divortium aquarum
continental, lo que fue rechazado por el perito argentino.

360
Eunice Carri

Debido a que surgieron diferencias en varios puntos de la frontera en la que los peritos
no se pusieron de acuerdo, la demarcación se suspendió en febrero de 1892, hasta que
se suscribió el Protocolo de Límites de 1893, que en su artículo 1 dispone:

Estando dispuesto por el artículo Primero del Tratado de 23 de julio de 1881, que "el
límite entre Chile y la República Argentina es de Norte a Sur hasta el paralelo 52 de
latitud, la Cordillera de los Andes", y que "la línea fronteriza correrá por las cumbres
más elevadas de dicha Cordillera, que dividan las aguas, y que pasará por entre las
vertientes que se desprenden a un lado y a otro", los Peritos y las Sub-comisiones
tendrán este principio por norma invariable de sus procedimientos. Se tendrá, en
consecuencia, a perpetuidad, como de propiedad y dominio absoluto de la República
Argentina, todas las tierras y todas las aguas, a saber: lagos, lagunas, ríos y partes de
ríos, arroyos, vertientes que se hallen al oriente de la línea de las más elevadas
cumbres de la Cordillera de los Andes que dividan las aguas, y como de propiedad y
dominio absoluto de Chile todas las tierras y todas las aguas, a saber: lagos, lagunas,
ríos, y partes de ríos, arroyos, vertientes, que se hallen al occidente de las más
elevadas cumbres de la Cordillera de los Andes que dividan las aguas.

Este protocolo reviste especial importancia, pues el retroceso de los glaciares podría
permitir que fiordos del Pacífico penetraran en territorio argentino.

En enero de 1894 el perito chileno declaró que entendía que el encadenamiento


principal de los Andes era la línea no interrumpida de cumbres que dividen las aguas y
que forman la separación de las hoyas o regiones hidrográficas tributarias del Atlántico
por el oriente y del Pacífico por el occidente. El perito argentino Norberto Quirno Costa
(reemplazante de Pico) respondió que ellos no tenían facultades para definir que
significaba encadenamiento principal de los Andes ya que sólo eran demarcadores.

En abril de 1896 se firmó el Acuerdo para facilitar las operaciones de deslinde


territorial, que designó al monarca británico para laudar en caso de desacuerdos.

En el acta de 1 de octubre de 1898, firmada por Barros Arana y Francisco Pascasio


Moreno (reemplazante de Quirno Costa, quien renunció en septiembre de 1896) y por
sus ayudantes Clemente Onelli (argentino) y Alejandro Bertrand (chileno), los peritos:

concuerdan con los puntos y trechos señalados (...) 331 y 332 (...), resuelven aceptarlos
como formando parte de la línea divisoria (...) entre la República Argentina y la
República de Chile (...)

En el mapa adjunto, el punto 331 es el monte Fitz Roy y el 332, el monte Stokes,
quedando acordado ambos como hitos fronterizos, aunque el primero no se encuentra
sobre la divisoria de aguas y fue tomado como un hito natural. Como los peritos no
accedieron a la zona, establecieron la salvedad de que si el principio geográfico no
corría por donde ellos habían supuesto que corría, podía haber modificaciones.1

Al no ponerse de acuerdo los peritos sobre distintos trechos de la frontera, se decidió


en 1898 recurrir al artículo VI párrafo 2 del Tratado de Límites de 1881 y solicitar a la
reina Victoria del Reino Unido una sentencia arbitral en la cuestión, quien designó tres

361
Eunice Carri

jueces británicos. En 1901 uno de los jueces, el coronel Thomas Holdich, viajó a
estudiar las zonas en litigio.2

El gobierno argentino sostuvo que el límite debía ser esencialmente una frontera
orográfica por las más altas cumbres de la cordillera de los Andes y el gobierno chileno
sostuvo la divisoria continental de aguas. El tribunal consideró que el lenguaje del
tratado de 1881 y del protocolo de 1893 era ambiguo y susceptible de varias
interpretaciones, siendo irreconciliables las dos posiciones.

El 20 de mayo de 1902 dictó el rey Eduardo VII la sentencia que dividía los territorios
de las cuatro secciones en disputa dentro de los límites definidos por las reclamaciones
extremas en ambos lados y designaba un oficial británico para que demarcara cada
sección en el verano de 1903. El laudo no se expidió sobre el campo de hielos, pues en
su artículo III sentenció:

Desde el monte Fitz Roy al monte Stokes la línea de frontera ha sido ya determinada.

El laudo consideró así que en esa zona las altas cumbres son divisorias de aguas y por
lo tanto no había disputa. Desde entonces la demarcación de la frontera en el campo
de hielo, entre los dos montes señalados, quedó pendiente de realizar. En 1914 fue
descubierto el cordón Mariano Moreno.

Demarcación

En 1941 se firmó el protocolo relativo a la reposición de hitos en la frontera argentino


chilena, creando la Comisión Mixta de Límites (COMIX), formada por técnicos de
ambos países. Esos técnicos deben encargarse de la demarcación de la frontera en
base a los criterios establecidos por el tratado de 1881 y el protocolo de 1893.

El 29 de agosto de 1990 los presidentes Carlos Saúl Menem y Patricio Aylwin


suscribieron la Declaración de Santiago, en la cual se instruyó a la Comisión Mixta de
Límites para acelerar los trabajos de demarcación y emitir un informe sobre las
cuestiones pendientes de demarcación.

El 12 de septiembre de 1990, la Comisión Mixta, a través del Acta Nº 132 definió los 24
puntos que faltaban demarcar en la frontera. El 10 y el 12 de febrero la Comisión se
reunió en Punta Arenas, logrando resolver 22 de las 24 áreas sin demarcar.

En Chile se adujo que los peritos identificaron en 1898 como cumbres intermedias
entre los cerros Fitz Roy y Stokes a: Torre, Huemul, Campana, Murallón, Bertrand,
Bolados, Peineta y Mayo. El Stokes de 1898 fue considerado para ser el Cervantes.
Dando carácter definitivo a lo que ellos vieron de acuerdo a las técnicas y
conocimientos de su época. Con una carta del Instituto Geográfico Militar (Chile) de
1972 a escala 1:50.000, determinaron que la línea debía ser trazada desde el Fitz Roy
por: cordón Adela (cerros Torre, Ñato y Grande), Huemul, Campana, Murallón,
Bertrand, Oasis, Bolados, Peineta, Mayo, Cervantes, cordón Piedrabuena y de allí al
Daudet.

362
Eunice Carri

En la Argentina se adujo que la demarcación debía hacerse por las más altas cumbres
que dividan aguas, de acuerdo a lo acordado en 1881 y con las técnicas más modernas
disponibles para determinarlo. Tomando como referencia 6 cartas del Instituto
Geográfico Nacional (Argentina) confeccionadas entre 1981 y 1991 a escala 1:100.000,
determinaron que la línea debía ser trazada desde el Fitz Roy hasta un punto sobre el
cordón Mariano Moreno, desde donde se sigue el criterio de las altas cumbres
divisorias de aguas por los cerros: Murallón, Torino, Agassiz, Bolados, Onelli Central, un
pico de 2.130 m, cordón Malaspina, los dos cerros Inmaculados, cordón Dos Codos,
cordón Pietrobelli, un cerro del cordón Piedrabuena, Cubo y Stokes.

Los cerros Murallón y Bolados eran los dos únicos puntos en común de ambas trazas
pretendidas.

El 2 de agosto de 1991 los presidentes Menem y Aylwin firmaron un acuerdo para


trazar una línea poligonal para dividir equitativamente el territorio en disputa desde el
cerro Fitz Roy hasta el monte Stokes, dejando de lado lo acordado en 1881 y 1893.

La poligonal comenzaba en el Fitz Roy, seguía en línea recta hacia el oeste hasta un
punto innominado (2584 m de altura), luego atravesaba el glaciar Viedma hasta el
cerro Puntudo y continuaba por los cerros Torino, Roma, Inmaculado, Dos Picos,
Teniente Feilberg, Gemelo, Stokes y Daudet. Todos los puntos quedaban unidos por
líneas rectas.

En su presentación al congreso del 27 de febrero de 1992, el ministro argentino Guido


Di Tella argumentó que la poligonal se había acordado por la imposibilidad geofísica
para determinar donde están las altas cumbres que dividen aguas.

La poligonal no fue aceptada por los Congresos de los dos países. En la Argentina se
alegó la pérdida de 1057 km² del Parque Nacional los Glaciares y en Chile se alegó la
pérdida de 1238 km² en caso de aprobarse la línea.

Acuerdo

El 16 de diciembre de 1998 se firmó el Acuerdo para precisar el recorrido del límite


desde el Monte Fitz Roy hasta el Cerro Daudet de 1998 para reemplazar la poligonal
propuesta. El acuerdo mantiene lo firmado en el Tratado de 1881, altas cumbres que
dividen aguas y se respeta la divisoria continental de aguas, excepto en algunos
sectores en donde se trazan rectas. También se mantiene el acceso para Chile al cerro
Fitz Roy, y para la Argentina al monte Stokes.

El territorio alcanzado por el Acuerdo se divide en dos sectores:

 Sección A: desde el cerro Murallón hasta el cerro Daudet. La línea del límite
queda determinada de la siguiente manera: partiendo desde el Cerro Murallón
la línea sigue la divisoria de aguas que pasa por los cerros Torino Este,
Bertrand-Agassiz Norte, Agassiz Sur, Bolados, Onelli Central, Spegazzini Norte y
Spegazzini Sur. Luego la línea prosigue mediante segmentos de recta que unen,
sucesivamente, los puntos señalados con las letras A, B, C, D, E, F, G, H, I y J.

363
Eunice Carri

Entre J y K sigue la divisoria de aguas, luego por rectas uniendo los puntos L y
M. Continúa por la divisoria de aguas hasta N, desde donde continúa por la
divisoria de aguas por los cerros Pietrobelli, Gardener, Cacique Casimiro y el
punto Ñ. Luego por una recta alcanza el punto O y por otra recta llega al cerro
Teniente Feilberg, sigue por la divisoria de aguas hasta el punto P, desde donde
mediante segmentos de recta alcanza el punto Q, el Cerro Stokes, los puntos R,
S, T y el Cerro Daudet, donde termina su recorrido.3

 Sección B: desde la cumbre del Monte Fitz Roy hasta el Cerro Murallón. Desde
la cumbre del Monte Fitz Roy la línea descenderá por la divisoria de aguas hasta
un punto de coordenadas X=4.541.630 Y=1.424.600. De allí proseguirá en línea
recta hasta un punto situado en coordenadas X=4.540.950 Y=1.421.200. Luego
la línea seguirá por el paralelo del lugar hacia el Occidente y será trazada de
acuerdo al Protocolo sobre Reposición y Colocación de Hitos en la Frontera
Chileno-Argentina del 16 de abril de 1941 y en el Plan de Trabajos y
Disposiciones Generales que rige a la Comisión Mixta de Límites Chile-
Argentina.

En el área determinada entre los paralelos de Latitud Sur 49º10'00" y 49º47'30" y los
meridianos de Longitud Oeste 73º38'00" y 72º59'00", la Comisión Mixta de Límites
Chile-Argentina deberá confeccionar una carta a escala 1:50.000 para poder demarcar
el límite, en ese sector no se aplicará el Protocolo Específico Adicional sobre Recursos
Hídricos Compartidos del 2 de agosto de 1991.4 Ese sector corresponde a un territorio
rectangular que va desde pocos kilómetros al norte de la cumbre del monte Fitz Roy
hasta el cerro Murallón, en el que existe un área sin demarcación de límites. Dentro
del cual, sin embargo, el propio acuerdo demarcó el límite desde el Fitz Roy hasta
algunos kilómetros al sudoeste (punto B), y desde el mismo monte hacia el norte fue
demarcado por medio del laudo arbitral de laguna del Desierto de 1994.

Se acordó que todas las aguas que fluyen hacia y desaguan por el río Santa Cruz serán
consideradas a todos los efectos como recurso hídrico propio de la República
Argentina. Asimismo, serán consideradas a todos los efectos como recurso hídrico
propio de la República de Chile las aguas que fluyen hacia los fiordos oceánicos,
comprometiéndose cada Parte a no alterar, en cantidad y calidad, los recursos hídricos
exclusivos que corresponden a la otra Parte.5

Demarcación tras el acuerdo de 1998

La Comisión Mixta de Límites que fue encargada por el Acuerdo para realizar los
estudios geográficos y confeccionar la carta a escala 1:50 000, requisito imprescindible
para llevar a cabo la demarcación en el terreno, no se había conformado aún al 30 de
agosto de 2006. En esa fecha las cancillerías de ambos países emitieron comunicados,
expresando el comunicado de la Cancillería argentina:6

Ante las manifestaciones vertidas en un comunicado de prensa emitido por el


Ministerio de Relaciones Exteriores chileno en el día de hoy relacionado con el
“Acuerdo entre la República Argentina y la República de Chile para precisar el recorrido
del límite desde Monte Fitz Roy hasta el cerro Daudet” del 16 de diciembre de 1998, la
364
Eunice Carri

Cancillería argentina toma nota del interés de Chile en dar cumplimiento al referido
Acuerdo y recuerda la invitación cursada por la Comisión argentina de límites a su par
chilena por carta remitida el 27 de febrero de 2006 para demarcar el límite cuyo
recorrido se precisa íntegramente en ese instrumento.
No habiéndose hasta la fecha recibido respuesta por parte de Chile a la citada
invitación, esta Cancillería ha cursado instrucciones a la Comisión argentina de Límites
Internacionales para que reitere a su contraparte la necesidad de comenzar los
trabajos de demarcación lo antes posible y proponga la puesta en marcha de las
primeras tareas necesarias para ello.

El cruce de comunicados se había producido a causa de la queja del gobierno de Chile


respecto al no uso en mapas de la Secretaría de Turismo de Argentina del rectángulo
del área no demarcada.7 El 24 de agosto de 2006 el subsecretario de turismo argentino
expresó que los mapas que utilizaba el sitio web de la Secretaría de Turismo eran de
carácter oficial porque estaban aprobados por el Instituto Geográfico Nacional de
Argentina.8 De esa manera Argentina desconoció que el acuerdo de 1998 haya
prescrito el uso obligatorio del rectángulo en la cartografía, lo que al 6 de septiembre
de 2011 puede verse en el mapa del sitio web de esa secretaría.9

Informes periodísticos indican que el 8 de enero de 2008 comenzaron a realizarse


vuelos diarios en helicópteros del Ejército Argentino, basados en El Chaltén, con
personal del Instituto Geográfico Nacional para realizar los estudios geográficos
necesarios para levantar el mapa prescrito en el Acuerdo.10 Los informes indican que
personal chileno actuaba como veedor, mientras que el Ejército de Chile realizaba
tareas similares en otros sectores.

Se conoce como Tratado de Paz y Amistad al acuerdo firmado entre Argentina y Chile
en 1984 que determina «la solución completa y definitiva de las cuestiones a que él se
refiere», esto es, la fijación del límite entre los dos desde el canal Beagle hasta el
pasaje de Drake al sur del cabo de Hornos. El tratado finalizó el conflicto del Beagle,
que llevó a ambos países hasta el borde de la guerra en diciembre de 1978.

Aprobación del tratado

 El 18 de octubre de 1984 los negociadores (Marcelo Delpelch por Argentina y


Ernesto Videla por Chile) iniciaron en la Ciudad del Vaticano el acta de
consolidación del texto de acuerdo, y al día siguiente hicieron público el
contenido.
 El 25 de noviembre de 1984 el texto de acuerdo fue aprobado por el pueblo
argentino en una consulta popular no vinculante.
 El 29 de noviembre de 1984 fue firmado el Tratado de Paz y Amistad en la
Ciudad del Vaticano por los ministros de Relaciones Exteriores Dante Caputo
(Argentina) y Jaime del Valle (Chile).

365
Eunice Carri

 El 30 de diciembre de 1984 fue aprobado con media sanción por la Cámara de


Diputados de Argentina.
 El 14 de marzo de 1985 fue sancionada la ley de aprobación por el Senado de la
Nación Argentina.
 El 26 de marzo de 1985 fue promulgada la ley de aprobación n.° 23172 por el
vicepresidente argentino Víctor Martínez, en ejercicio del poder ejecutivo.
 El 11 de abril de 1985 fue aprobado por la Junta Militar de Chile en su papel de
poder legislativo.
 El 2 de mayo de 1985 ambos ministros de Relaciones Exteriores intercambiaron
los instrumentos de ratificación en el Vaticano ante el papa Juan Pablo II.
 El 6 de mayo de 1985 fue promulgado por el presidente chileno Augusto
Pinochet.1

Aunque el tratado fue firmado en 1984, la ratificación se produjo en 1985, lo que


explica por qué a veces se habla del tratado de 1984 y otras veces del tratado de 1985.

El tratado incluye la delimitación marítima, un procedimiento para la solución de


controversias, estipula derechos de navegación y precisa los límites en la boca oriental
del estrecho de Magallanes. En cada uno de estos puntos reafirma también los
derechos de ambos países en la Antártida y exhorta a ambos pueblos a seguir el
camino de la paz y la cooperación.

Preámbulo

En su preámbulo el tratado tiene presente como «fundamento inconmovible» el


Tratado de 1881 «y sus instrumentos complementarios y declaratorios» e inicia el
trazado del límite marítimo desde «el término de la delimitación existente» en el canal
Beagle. Es decir, considera implícitamente válida la delimitación trazada por el laudo
arbitral de 1977 y no se refiere a la soberanía sobre las islas en disputa, pero traza una
línea que las deja del lado chileno de la misma. El tratado llama lo estipulado en él una
«transacción».

Mapa con los puntos de frontera marítima A, B, C, D, E y F, y los derechos de


navegación otorgados por el Tratado de Paz de 1984 y la zona del arbitraje en 1971.
Vértice Latitud Sur Longitud Oeste
A 55°07',3 66°25',0
B 55°11',0 66°04',7
C 55°22',9 65°43',6

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Eunice Carri

D 56°22',8 65°43',6
E 56°22',8 67°16',0
F 58°21',1 67°16',0

La delimitación marítima

A partir del extremo oriental del canal Beagle ("la delimitación existente" o "55°07",3
latitud sur y 66°25",0 de longitud oeste") traza una línea ABCDEF (ver mapa a la
derecha) el mar al occidente es chileno y al oriente es argentino. Ambos países se
reconocieron mutuamente las ya establecidas líneas de bases rectas, que son las que
delimitan con precisión lo que cada país considera como orilla de las islas y que
determinan las aguas juridiccionales.

Los derechos de navegación

Chile concedió derechos de navegación por aguas interiores chilenas a barcos de todas
las banderas entre los puertos argentinos en el canal Beagle y el estrecho de
Magallanes por una vía definida en el tratado: canal Magdalena, canal Cockburn, canal
Brecknock o canal Ocasión, canal Ballenero, canal O'Brien, paso Timbales, brazo
Noroeste del canal Beagle y canal Beagle hasta el meridiano 68° 36",5 longitud oeste.
En la otra dirección se debe utilizar el mismo camino. Para ello deben tomar un
práctico a bordo y solicitarlo con 48 horas de anticipación.

Argentina otorga derechos de navegación a Chile a través del estrecho de Le Maire y


Chile otorga a Argentina derechos de navegación desde y hacia la Antártida y la zona
económica exclusiva de Argentina por una vía definida en el tratado. Todas las
concesiones de este párrafo son sin piloto ni aviso.

El estrecho de Magallanes

Artículo principal: Cuestión de la boca oriental del estrecho de Magallanes

El estrecho de Magallanes es, desde el Tratado de Límites de 1881, una zona


desmilitarizada y abierta a todas las banderas del mundo.

Nuevo en ese sentido es la obligación que aceptó Argentina:.

a mantener, en cualquier tiempo y circunstancias, el derecho de los buques de todas


las banderas a navegar en forma expedita y sin obstáculos a través de sus aguas
juridiccionales hacia y desde el estrecho de Magallanes.

Con el reconocimiento de las líneas de base chilenas, en las cuales aparecen los
canales Abra, Barbara, Magdalena y Cockburn como aguas interiores chilenas,
reconoce Argentina que el estrecho de Magallanes no tiene un delta en su extremo
oeste.

367
Eunice Carri

Según la tésis defendida por el almirante argentino Segundo Storni, Argentina debía
participar en la regulación de la navegación en el estrecho de Magallanes porque sería
corribereña del mismo al ser propietaria de la boca oriental del estrecho, en la cuña
formada entre punta Dungeness, el cabo Vírgenes y el cabo del Espíritu Santo. Esta
tesis fue postulada posteriormente como oficial por el Ministerio de Relaciones
Exteriores de Argentina.2 Este punto de vista quedó descartado por el artículo 10 del
tratado, que limita las soberanías de Chile y Argentina en el estrecho de Magallanes al
occidente y al oriente de la línea recta punta Dungeness-cabo del Espíritu Santo,
respectivamente.

Acuerdo para la solución pacífica de controversias

Esquema del mecanismo de solución de controversias acordado en el Tratado.

Además, el tratado incluye un detallado marco de acuerdos para la solución pacífica de


controversias entre ambas naciones que incluye a la Santa Sede como mediadora, una
"Comisión Permanente de Conciliación" y, en caso necesario, un "tribunal arbitral"
cuyas sentencias serán obligatorias, definitivas e inapelables y estarán entregadas al
honor de las naciones signatarias.

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Eunice Carri

El Tratado de paz, amistad, comercio y navegación de 1856

Ambos países, firmaron el Tratado de paz, amistad, comercio y navegación de 1856.


Entre otras cosas, acordaba la aplicación del principio del uti possidetis relativo a lo
que cada estado poseía en 1810 y posponía la resolución de los litigios limítrofes para
el futuro. En su artículo 39º, el tratado proponía los mecanismos de la negociación
diplomática directa y del arbitraje para solucionar las diferencias en las tierras
australes.

Ambas partes contratantes reconocen como límites de sus respectivos territorios los
que poseían como tales al tiempo de separarse de la dominación española el año 1810
y convienen en aplazar las cuestiones que han podido o pueden suscitarse sobre esta
materia, para discutirlas después pacífica y amigablemente sin recurrir jamás a
medidas violentas, y en caso de no arribar a un acuerdo, someter la decisión al
arbitraje de una nación amiga.

Art. XXXIX, Tratado de paz, amistad, comercio y navegación, 1856.

La afirmación del uti possidetis era muy importante además de la más requerida para
Argentina que sostenía tener mejores derechos coloniales sobre la región que Chile...

El Tratado de Límites de 1881


Artículo principal: Tratado de 1881 entre Chile y Argentina

Después de la firma del tratado de 1856, ambos estados iniciaron la ocupación de los
territorios patagónicos en disputa al tiempo que buscaban una solución definitiva y
completa al límite entre ambos países.

El 14 de febrero de 1879 comenzó la Guerra del Pacífico que enfrentó a Chile contra
Perú y Bolivia y que duró hasta 1884. Perú y Bolivia habían ofrecido a Argentina
integrar el ya existente Tratado de Alianza Defensiva Perú–Bolivia. La cámara de
diputados llegó a aprobar el tratado, pero el tratado no logró pasar todos los trámites.
A pesar del rechazo, Chile se vio obligado a llegar a un acuerdo con Argentina para no
quedar expuesto a una guerra en tres frentes.

El 23 de julio de 1881 fue firmado un tratado de límites entre ambas repúblicas vigente
hasta hoy. Este tratado fija completamente el límite entre ambos países, dividiendo
para ello la frontera en tres partes. Desde el norte hasta el paralelo 52 sur, luego
define el límite al norte del Estrecho de Magallanes y por último en la región del canal
Beagle.

El límite entre Chile y la República Argentina es, de Norte a Sur, hasta el paralelo
cincuenta y dos de latitud, la Cordillera de los Andes. La línea fronteriza correrá en esa
extensión por las cumbres más elevadas de dicha Cordillera que dividan las aguas y
pasará por entre las vertientes que se desprenden a un lado y otro. ...

Artículo 1 del Tratado de Límites entre Chile y Argentina de 1881

369
Eunice Carri

La línea fronteriza fue definida en Tierra del Fuego a lo largo del meridiano 68º 34' O,
entre el Cabo del Espíritu Santo y el Canal Beagle, donde terminaba. Al sur de este
canal todas las islas pertenecerían a Chile. La Argentina reconocía la soberanía chilena
en el Estrecho de Magallanes mientras que Chile reconocía la soberanía argentina
sobre la Patagonia Oriental. El artículo III del tratado establece:

En la Tierra del Fuego se trazará una línea que, partiendo del punto denominado Cabo
del Espíritu Santo en la latitud cincuenta y dos grados cuarenta minutos, se prolongará
hacia el Sur; coincidiendo con el meridiano occidental de Greenwich, sesenta y ocho
grados treinta y cuatro minutos hasta tocar con el canal Beagle. La Tierra del Fuego
dividida en esta manera será chilena en la parte occidental y argentina en la parte
oriental. En cuanto a las islas, pertenecerán a la República Argentina la isla de los
Estados, los islotes próximamente inmediatos a ésta y las demás islas que haya sobre
el Atlántico al oriente de la Tierra del Fuego y costa orientales de la Patagonia; y
pertenecerán a Chile todas las islas al Sur del Canal Beagle hasta el Cabo de Hornos y la
que haya al occidente de la Tierra del Fuego".

Artículo 3 del Tratado de Límites entre Chile y Argentina de 1881

Para Chile reviste especial importancia el artículo 6 del Tratado:

Los Gobiernos de Chile y de la República Argentina ejercerán pleno dominio y a


perpetuidad sobre los territorios que respectivamente les pertenecen según el
presente arreglo.

Artículo 6 del Tratado de Límites de 1881 entre Chile y Argentina

Es decir, el Tratado Límites de 1881 es determinante en la fijación de límites entre


ambos países, dejando obsoleto el Tratado de 1856. Así también lo consideró el Laudo
Arbitral de 1977, y luego ambos países en el Tratado de Paz y Amistad de 1984.

Cabe destacar que años más tarde se realizarían nuevas investigaciones que
demostraron el error de la longitud del inicio de la frontera en el Estrecho de
Magallanes (Cabo del Espíritu Santo), inicialmente 68º 34' 0" Oeste siendo movido en
1892 el límite internacional hasta la longitud 68º 36' 38.5" Oeste que era la posición
exacta.

Otro punto importante sobre este tratado es la posesión del Canal Beagle: en Chile,
algunas interpretaciones del texto "... hasta tocar con el canal Beagle ..." determinaban
que el límite era la costa y la totalidad del canal sería chilena. Si este fuera el caso la
Argentina tendría una costa seca, es decir tendría costa, pero no acceso al mar. Esta
interpretación fue llevada por Chile en la consulta al Tribunal Arbitral que dictó luego
el Laudo Arbitral de 1977, pero solo como petitorio alternativo, en el punto segundo al
final de las audiencias orales del 14 de octubre de 1976. En su falló la corte arbitral
señaló que toda atribución de un territorio debe ipso facto traer aparejado sus aguas
anexas, por lo tanto consideró inaceptable la tesis chilena.

370
Eunice Carri

Esta interpretación fue dejada de lado y ya en la consulta a la Corte Arbitral Chile pidió
sólo las islas interiores del canal que estaban en la parte sur del Canal Beagle.

Los problemas del Tratado de Límites de 1881

El Tratado de Límites entre Chile y Argentina de 1881 debió enfrentar varios


problemas:

1. En algunos lugares la línea de las cumbres más altas no coincide con la divisoria
de las aguas. En general, la divisoria de las aguas es más favorable a Chile, en
cambio la línea de las cumbres más altas favorece a la Argentina que en
algunos casos obtiene una salida al Océano Pacífico. Esto ocurría en el lago
Lácar y otros tres lugares. Primero se intentó solucionar esto acordando el
Protocolo de Límites de 1893, pero no fue suficiente, hubiéndose de recurrir al
artículo VI párrafo 2 del Tratado de Límites de 1881 y solicitar a la Reina
Victoria de Inglaterra en 1896 una sentencia en la cuestión. El 20 de mayo de
1902 dictó el rey Eduardo VII la sentencia.
2. Durante la Guerra del Pacífico Chile ocupó territorios bolivianos entre otros, la
Puna de Atacama que posteriormente fue entregada por Bolivia a la Argentina
a cambio de la renuncia argentina a sus reclamos sobre Tarija, lo que no fue
aceptado por Chile. Este conflicto fue resuelto con la mediación del cónsul de
los Estados Unidos en Buenos Aires, William Insco Buchanan. El laudo del
árbitro estadounidense determinó la división del territorio en disputa: de 1/3
para Chile y 2/3 para la Argentina.
3. El conflicto por el trazado de la frontera en la región del río Palena y del río
Encuentro. Para ello se utilizó el Tratado General de Arbitraje, solicitando en
junio de 1960 Chile y la Argentina a la corona británica una sentencia definitiva
en la cuestión. La sentencia fue dictada el 9 de diciembre de 1960 trazando la
frontera aproximadamente por los límites de la colonización chilena y
argentina.
4. El conflicto por el Canal Beagle.

Los tratados que se firmaron para solucionar estos problemas afectaron


posteriormente la solución del Conflicto del Beagle.

El Protocolo de Límites de 1893

Para evitar que Chile quedase dividido por una salida argentina al Océano Pacífico se
firmó el Protocolo de Límites de 1893 donde se especificó que ni Chile puede tener
costas en el Océano Atlántico ni la Argentina en el Océano Pacífico.

Sin embargo ambos países posteriormente no estuvieron de acuerdo en cuanto al


sector de la frontera en que se debe aplicar este principio. La Argentina sostenía que
era válido a lo largo de toda la frontera. Chile, en cambio, sostiene que se aplica sólo al
sector al norte del paralelo 52° S.

371
Eunice Carri

La Argentina esgrimió este principio como uno de los fundamentos de sus derechos en
el Conflicto del Beagle.

Pactos de Mayo: El Tratado General de Arbitraje del 28 de mayo de 1902

En mayo de 1902 se firmaron tres pactos entre Chile y la Argentina que a menudo son
llamados 'Los Pactos de Mayo'. Estos son:

Acta Preliminar

En esta acta Argentina se compromete a no inmiscuirse en la problemática exterior


chilena " ... respetando en su latitud la soberanía de las demás naciones, sin inmiscuirse
en sus asuntos internos ni en sus cuestiones externas ...". Esta útil afirmación se
aplicaba y aplica a los problemas chilenos en la frontera norte. De esta manera se
entra al pacto...

Convenio de Limitación de Armamentos Navales

Este fue el primer pacto de limitación de armamentos en tiempos modernos y tenía


como objetivo detener la carrera armamentista entre Chile y la Argentina.

En el Conflicto del Beagle este tratado revestía especial importancia para Argentina
pues hace mención de "Chile en el Pacífico y Argentina en el Atlántico" en referencia al
uso que debían cumplir las respectivas escuadras.

Chile no considera el Convenio de Limitación de Armamentos Navales como un tratado


de límites, más aún si no define lo que debe entenderse como límite entre el Pacífico y
el Atlántico.

El Cabo de Hornos, nombrado por Argentina como límite, es solo una convención
posible entre otras:

 las Islas Diego Ramírez están ubicadas más al sur aún que el Cabo de Hornos y
pertenecen geológicamente a América.
 el arco de las Antillas es el límite de la placa tectónica del Pacífico.
 el extremo oriental de la Isla de los Estados es la parte más oriental del
continente.

Tratado General de Arbitraje entre Chile y Argentina de 1902

En éste se acordó un marco general para la solución de diferendos limítrofes para los
casos en que no se llegase a un acuerdo por negociaciones directas. Éste tratado fue la
base del Compromiso del año 1971 en que se acordó someter el litigio de las islas
Picton, Nueva y Lennox a la corona británica. Entre otros este tratado estipula que:

1. La corona británica será la instancia a que se someterán los problemas o en su


reemplazo la Confederación Suiza.
2. La sentencia será inapelable.

372
Eunice Carri

El Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina de 1984


Artículo principal: Tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina

Este tratado puso fin a varias controversias que afectaban el límite entre ambas
repúblicas en el Estrecho de Magallanes, el canal Beagle, las islas al sur del canal
(Picton, Nueva, Lennox, Wollaston, Evout, Barnevelt, de Hornos, Gratil, Augustus,
Deceit, Terhalten, Sesambre y Freycinet) así como el límite oceánico.

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