UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, DECANA DE AMERICA)

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA DE ANTROPOLOGÍA

Resumen de lectura:

Puquio, una cultura en proceso de cambio.

Alumno: Pintado Velásquez Renzo Bryan

Código: 18150270
Curso: Antropología Peruana
Profesor: Pablo Sandoval

2019
Puquio, una cultura en proceso de cambio.

En este gran trabajo de antropología, José María Arguedas muestra la situación de cambio en
la cultura de la cuidad de Puquio, en Ancash. Más allá de ello, se toma el tiempo de dar a conocer
distintas facetas de la cultura del pueblo mencionado, especialmente en el ámbito religioso. Mediante
múltiples encuestas y entrevistas a los pobladores se dilucidan y se van encontrando distintas muestras
de la permanencia o no de la esencia cultural de las tradiciones de Puquio. Esta ciudad se encuentra
dividida en cuatro ayllus, los cuales están mutuamente relacionados en pares que funcionan como
“hermanos”. Estos son Chaupi, Qollama, Qallao y Pichqachuri. Los dos primeros presentan un elevado
nivel demográfico de “mistis” y mestizos, los cuales crean una situación de dependencia y explotación
por parte de la población de naturales de los ayllus, principalmente ocurre en Qollana más que en
Chaupi. En el caso de Qallao y Pichqachuri, se presenta una mayor independencia con respecto de los
“mistis” con poder, esto porque principalmente la cantidad demográfica de naturales es grande.

Desde la construcción de la carretera hacia Lima y la costa en general, se dieron múltiples

cambios en las formas de la sociedad puquiana tanto económica, cultural como socialmente. Respecto
al culto religioso del pueblo y sus festividades en honor a sus deidades se hace gran hincapié.
Resaltando aquí la gran diferencia que se tiene respecto de los dioses locales y los oficiales en el
pueblo. Se ha dado una especie de sincretismo. En las entrevistas realizadas a ancianos respetados de
cada ayllu se habla del Inkarri, el que creo a los Wamanis que proveen a los pobladores de todo lo que
necesitan, el que alguna vez volverá para reformar lo acontecido hasta ahora en el pueblo, el que es
considerado ahora una deidad latente. Por otro lado, está el Dios católico, el cual producto del
sincretismo ya mencionado está considerado por encima de las divinidades locales en algunos casos.
Estas percepciones del pasado de los naturales de Puquio solo se encuentra los sectores más ancianos.
Producto del influjo exterior y el escepticismo en los jóvenes por las historias de un pasado que no
quieren recordar. La juventud actualmente en Puquio está relacionada cada vez más con las ansias de
parecerse más al “misti” o mestizo e ir a Lima que continuar con su tradición originaria.

No solo son los Wamanis las deidades que son aún tomadas en cuenta en la comunidad de
Puquio, sino que también están la Mama Pacha (Allpaterra), el Aguay Unu y los héroes de Wachoq.
Cada uno de ellos posee un papel fundamental en la cosmovisión de los pobladores que aún mantienen
vivas las costumbres. Respecto a esto último, existen fiestas dedicadas al culto de estas deidades
locales, que a su vez presentas elementos de la religión católica.
 La llamada “sequia” es una festividad en la cual inicialmente se realiza un ritual de pago a los
Wamanis por todo lo dado y luego se torna en pura algarabía y fiesta. Todos los ayllus, a excepción de
Qollana, lo realizan una misma fecha. Los caracteres católicos que se incluyen en la festividad se ven,
por ejemplo, en las cruces que son elogiadas en dos momentos del evento.

Arguedas, al describir esta festividad religiosa, realiza un gran trabajo de etnología y

etnomusicología para ser más precisos, busca crear en el lector una atmosfera de entendimiento del
mundo desde la visión de los pobladores que guardan la tradición. Cada detalle es importante para
comprender la importancia de estos eventos para los naturales de Puquio y sus respectivos ayllus.
Concluyentemente, se podría mencionar que los cambios económicos que se están dando en la ciudad
de Puquio, alteran también a nivel cultural, los nativos poco a poco se están despegando de las
tradiciones que los representan, en especial las nuevas generaciones escépticas de las festividades
religiosas, de tanto el culto local como el oficial.