Aracelli de los Ángeles Esquivel Varela

Fecha: 21/06/2019
¿Por qué llamar delitos electorales y no faltas a las conductas tipificadas en
la ley electoral?
Para llegar a una respuesta concreta a este planteamiento, es necesario recurrir a lo que se
establece en el código penal sobre lo que es un delito y una falta, siendo estos según el art.
21 “las acciones u omisiones dolosas o imprudentes calificadas y penadas”, pero aún no hay
una clara distinción entre ellos, es por ello que el código penal hace una clasificación de los
hechos punibles por su gravedad, siendo estos: los delitos graves, delitos menos graves y las
faltas, aquí el código penal ya delimita una diferencia entre ellos, siendo los delitos graves,
las infracciones que la ley castiga con pena grave, los menos grave, las infracciones que la
ley castiga con pena menos grave y las faltas, las infracciones que la ley castiga con pena
leve. Para establecer que conllevan esos tipos de infracciones que la ley castiga, el código
penal te remite al art. 49 el cual denota una clasificación de la pena por su gravedad; siendo
las penas graves, las penas de prisión e inhabilitación que estén sancionadas en su límite
máximo con pena de cinco o más años de prisión, en cambio las penas menos graves son las
de prisión e inhabilitación de seis meses hasta cinco años; la multa proporcional, la multa
superior a noventa días, y el trabajo en beneficio de la comunidad superior a treinta jornadas,
este pena se diferencia de las penas leves ya que estas constituyen a multa de hasta noventa
días y el trabajo en beneficio de la comunidad hasta treinta jornadas.
Ahora bien, en la ley Electoral las sanciones de los delitos Electorales son de treinta a ciento
ochenta días de arresto (art.171), seis a doce meses de arresto (art.174) y de arresto
inconmutable de uno a dos años (art.175), también a toda personas responsable de la
comisión de los delitos electorales contemplados en los artículos 173 y 174 de la presente
Ley, además de la pena principal se le impondrá las accesorias correspondientes y se le
inhabilitará para el desempeño de cargo público durante un tiempo igual al doble de la pena
(art.176) y si los delitos establecidos en el Capítulo IV, del Título VII o en este Capítulo
fueren cometidos por candidatos inscritos, se les cancelará su inscripción como tales y serán
inhabilitados para ejercer cargos públicos de uno a tres años. Si la comprobación de los
delitos se diera cuando ya los candidatos estuvieren electos, no podrán ejercer el cargo para
el que fueron electos (art. 177).
Dicho esto, se puede decir que los delitos electorales fueron tipificados con este nombre por
el hecho de que su sanción a pesar de ser mínima conlleva a un delito menos grave y no a
una falta, es por ello que el legislador establece dicha modalidad.
La definición del Diccionario electoral del Instituto Interamericano de Derechos Humanos
(IIDH) define como delito electoral “aquellas conductas, acciones, incluso omisiones
atentatorias contra los principios que han de regir un sistema electoral en un Estado
democrático y que, por su propio carácter peculiar, son definidas y castigadas, por lo general,
no en el Código Penal, sino en la propia Ley Electoral”.