Universidad del valle

Facultad de Artes Integradas

Licenciatura en Artes Visuales
Psicología del Arte
Laura Andrea Gallo Morales 1343255

WILD CHILD: THE STORY OF FERAL CHILDREN

Este documental relata algunos casos de niños que durante su niñez vivieron aislados de la
sociedad durante un periodo importante de su desarrollo. Algunos niños fueron criados por
animales, una en particular estuvo encerrada y alejada del mundo hasta sus 13 años. Este
tipo de circunstancias han demostrado constantemente a quienes han estudiado los casos
cosas sorprendentes. Entre ellas se puede hablar de la capacidad de adaptación que tiene
el cerebro humano ante tales circunstancias.
Un niño en su primera etapa de vida desarrolla las habilidades cognitivas, del lenguaje,
socioemocionales y motoras. En tal sentido, al estar en el ambiente social en que usualmente
todos crecemos, se estimula de manera adecuada las áreas donde aprenden a hacer uso
del lenguaje y la expresión, a darle un sentido a la imaginación, desarrollan empatía e
interacción, y aprende a dominar su cuerpo. Pero este proceso que creemos es normal en
el desarrollo de un ser humano, pasa a otro plano con lo que estos “niños salvajes” dejan
ver.
Dichos niños, al crecer en medio de otro entorno y tener otro tipo de estimulaciones, alteran
en medida su desarrollo en dichas áreas. La diferencia más significativa se encuentra en su
lenguaje y empatía. En la cuestión del habla, no solo carecen del conocimiento del idioma,
sino que al realizar la terapia en la que se intenta introducirlos en el lenguaje, su cerebro
parece haber cerrado una puerta a tal aprendizaje por lo que no logran más que sólo asociar
ciertas frases y palabras. Por cuestión de la empatía parecen, en un principio, no
experimentar emociones, aunque en esta área obtienen mejores resultados.
Finalmente, los niños crecen con unas limitaciones que les impide relacionarse como seres
sociales. Es aquí donde constantemente se cuestionan sobre el desarrollo de la mente.
Puede especularse que la mente la desarrollamos conforme nos desenvolvemos junto al
otro. La interacción social con nuestros iguales nos da una identidad que vamos encontrando
desde las primeras semanas de vida en las que el cerebro busca adaptación y entendimiento
del entorno.
Considero que tanto al conceptuar la mente como un agente externo como un epifenómeno,
a partir de lo que comparte el documental, en ambas posiciones está claro que el medio en
el que crecemos es el principal factor influyente. Pero la cuestión aquí parece estar en que
en estos niños no apareció una consciencia que le permitiera precisamente interrelacionarse
con su nuevo entorno, uno en el que el sujeto próximo vive más allá del instinto.
¿Qué es entonces la mente? Me arriesgaría a contemplar la idea de la mente como un
epifenómeno del entorno, más que un elemento propio de nuestro desarrollo biológico, uno
que nos permite comunicarnos consciente y con sentido, que nos permite hacer y entender
aquello que creamos y recreamos, y todo aquello que encontramos en la cultura a la que
nuestra mente se adapta, en la que nuestra mente se crea y en la que precisamente nuestra
mente nos permite llegar a un mejor entendimiento de dichas creaciones, descubrimientos,
interpretaciones e imitaciones.