Es un informe escrito que comunica y explica los resultados de una investigación. La finalidad
esencial de un artículo científico es comunicar los resultados de investigaciones, ideas y debates
de una manera clara, concisa y fidedigna. En 1978 se reunió en Vancouver, Canadá, un grupo
de editores de revistas biomédicas en inglés, los cuales convinieron en crear requerimientos
uniformes de preparación de escritos. Este grupo más tarde fue llamado Comité Internacional de
Editores de Revistas Médicas. Los requerimientos han sido revisados periódicamente y más de
300 publicaciones han acordado aceptar éstos.
La mejor manera de aprender a escribir un artículo científico es, haciéndolo, aceptando la crítica
de los revisores, que desempeñan una función primordial, porque lo que se escribe siempre es
menos preciso de lo que se piensa. El autor, al repasar el manuscrito, lee lo que escribió y lo que
pensó; el revisor, sólo lee lo que se escribió, esta lectura permite la detección de errores y la
expresión de ideas incompletas desde una posición externa que ayudan al autor a corregir sus
deficiencias en la expresión de su discurso, de allí que su actuación sea de notoria importancia
en el proceso de elaboración del artículo.
Por otra parte, cuando se trata el tema del artículo científico, es ineludible declarar el nexo que lo
une con el proceso de investigación. Lo que se investiga y no se escribe, o se escribe y no se
publica, equivale a que no se investiga, en tal caso se pierde la consistencia en el tiempo y el
caudal de información de investigadores y colectivos científicos. Es poco probable que de una
investigación con deficiencias metodológicas se pueda escribir un buen artículo. Resulta poco
frecuente que una revista científica rechace un artículo por problemas formales, éstos tienen
arreglo; lo importante, trascendente e irreversible son los problemas de contenido y estos últimos
son causados, generalmente, por un mal diseño experimental. Pero una buena investigación
puede no conducir a un buen artículo si no se conoce el modo adecuado de elaborarlo. Un
artículo mal redactado puede dar al traste con el resultado de una buena investigación, si no está
bien presentado.
El artículo científico cuenta con dos modalidades: el artículo formal y la nota investigativa.
Ambos tienen la misma estructura y función pero las notas investigativas son más cortas y por lo
general no tienen secciones subtituladas, y contienen gráficos, tablas, fotografías y dibujos.
Partes
o Palabras Claves: Son las palabras más significativas del escrito deben de ser en
promedio de 3 a 10 palabras y ordenadas alfabéticamente.
o Introducción: Su objetivo es informar de los elementos más importantes de la
investigación:
o Identificar el problema
o Ajustar el problema a la actualidad
o Exponer trabajos importantes
o Contribuciones de otros autores al tema
o Razones de la investigación
o Hipótesis formuladas
o Propósito de la investigación
Material y métodos: Esta parte es de suma importancia porque es en ella donde cualquier
persona pueda repetir el experimento. Se especificara el material usado y la forma en que se
llevó a cabo el experimento:
o Población y/o material que se utilizó
o Métodos utilizados para obtener la población, las muestras o los
o Materiales, y los datos numéricos
o Descripción del material, de la población y de los datos.
o Control, patrón o testigo.
o Aparatos utilizados identificados por el modelo y la marca de fábrica.
Resultados: Solo se mostraran los resultados pertenecientes a los objetivos del estudio (meta o
propósito), los hallazgos deben seguir una secuencia lógica, y mencionar los relevantes, incluso
aquéllos contrarios a la hipótesis, se debe informar con suficiente detalle que permita justificar
las conclusiones. El autor también se puede apoyar en tablas o graficas que reflejen mejor sus
resultados.
Redacción: El tipo de redacción usada es formal, ya que son artículos escritos por primera vez
y su único propósito es informar el resultado de la investigación.
Requisitos para una buena Redacción: Dominio del Idioma: Riqueza del vocabulario tanto del
lector como el redactor
Dedicación: La redacción científica exige un grado de precisión, por esta razón se debe reservar
el tiempo para escribir, revisar o reescribir el artículo.
Claridad: Esto es cuando se lee y entiende rápidamente; el lenguaje debe ser sencillo,
oraciones bien construidas y párrafos siguiendo un orden lógico.
Propiedad y precisión: Es la utilización de palabras usadas exactamente para expresar lo que
queremos decir.
Las cartas o comunicados (no confundir con las «cartas al director»), que son
descripciones cortas de importantes hallazgos en investigación. Suelen seguir una vía
más rápida de publicación porque se consideran urgentes, por lo tanto —y debido al
formato de las revistas (que, por lo general, no aceptan más de 3 páginas por artículo)—
poseen un alto conocimiento técnico y no es sencillo de entender rápidamente.
Las revisiones (más conocidas como reviews) son recopilaciones extensas sobre un
tema en particular. Por lo general, éstas son pedidas por la misma revista a algún
científico destacado en el área. Suelen tener una extensión variada, desde 5 a
50 páginas dependiendo de la revista. Pero son el mejor lugar para comenzar a entender
un cierto tema en particular.
Los artículos originales (más conocidos como papers) que son una descripción
completa de los resultados de una investigación. Suelen tener entre cinco y veinte
páginas, pero hay variaciones importantes en función de la revista y el campo de
investigación: en matemáticas y en informática teórica no son raros los artículos de más
de 80 páginas.
El material suplementario, que no es precisamente el artículo per sé, sino la
información experimental obtenida de los artículos originales, pero que —por problemas
de espacio o claridad de exposición— se decide dejar fuera del artículo. En estos días, es
común tener artículos que no muestren los datos experimentales, sino que establezcan
que se pueden ver en el material suplementario