Anda di halaman 1dari 17

TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

Componentes y dinámica de los


ecosistemas.
1.-Concepto de ecosistema .2.-Los factores abióticos. 2.1.-Los factores climáticos. A.-
La temperatura. B.- La humedad; C.- La interacción temperatura-humedad; D.-La luz. 3.-Los
factores bióticos. A.-Distribución espacial de la población; B.-Relaciones intraespecíficas; C.-
Relaciones interespecíficas. 4.- Estructura trófica de los ecosistemas. 5.- Flujo de energía y
ciclos de materia. 6.- Los ecosistemas en el tiempo: sucesión y regresión.

1.-Concepto de ecosistema.

El ecosistema es un nivel de organización integrado por el conjunto de los


organismos que viven en un lugar determinado y las relaciones que existen entre ellos y
con el medio.
Los seres vivos de un
Fig. ecosistema pertenecen a distintas
especies (fig. 1). El conjunto de
organismos de la misma especie
que viven en el mismo lugar al
mismo tiempo constituye la
población. Y el conjunto de las
poblaciones que habitan un medio
forma la comunidad o biocenosis.
Las relaciones entre los organismos
son los factores bióticos.

El medio presenta diversas


características físico-químicas (factores abióticos): temperatura, luz, grado de
humedad, composición del agua, composición del suelo, etc. El lugar y sus condiciones
constituyen el biotopo.

De esta manera, el ecosistema puede considerarse formado por la biocenosis


y el biotopo.

En nuestro planeta existen muchos ecosistemas distintos. Para que sea más fácil
estudiarlos los agrupamos en:
• Ecosistemas terrestres: bosques, praderas, desiertos, estepas, etc.
• Ecosistemas acuáticos: marinos o de agua dulce (ríos, charcas, lagos, etc.).

2.- Los factores abióticos


Son características físicas y químicas del medio variables a lo largo del tiempo y
que, al influir sobre los organismos, provocan en ellos diversas respuestas y
condicionan su distribución y abundancia.

1
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

Fig. 2

Si representamos gráficamente el número de individuos de una especie frente a


intensidades crecientes de un factor ecológico, obtenemos una curva (fig. 2) en la que se
diferencia una zona de intolerancia (no se desarrollan organismos), una zona de estrés
fisiológico (viven muy pocos organismos y la población no puede crecer) y un intervalo
óptimo (favorece el crecimiento y la reproducción). Cada especie tenderá a colonizar
aquellos lugares donde las condiciones sean próximas al óptimo, y de esta manera se
determina su distribución geográfica.

La capacidad que tienen los organismos para soportar variaciones de las


condiciones ambientales, o para colonizar medios distintos, se denomina valencia
ecológica. Si sólo soportan pequeñas variaciones (fig. 3), se consideran estenoicos (baja
valencia). Si por el contrario son capaces de soportar variaciones mayores, se les llama
eurioicos (alta valencia). Durante el desarrollo del individuo la valencia es variable
(menor valencia en los más jóvenes). Por ejemplo, los anfibios presentan una fase
larvaria acuática, mientras los adultos pueden vivir fuera del agua.

Las variables ambientales


reciben nombres que se asocian al
prefijo euri y esteno, para indicar la
tolerancia de los organismos. Por
ejemplo: termo para variaciones de
temperatura, halino para la
concentración de sales del medio,
higro para humedad del entorno.
Asociando prefijo y sufijo, se
construyen los términos euritermo o
Fig. 3 estenotermo, eurihalino o estenohalino
y eurihigro o estenohigro.

Los factores ecológicos se clasifican como:


• geográficos o topográficos: latitud, orientación, pendiente o altitud.
• climáticos: temperatura, humedad o luz.
• químicos: composición del aire o del agua.
• edáficos: estructura del suelo, porosidad o permeabilidad.

A continuación desarrollaremos con detalle algunos de estos factores.

2
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

2.1.-Los factores climáticos.


Son aquéllos factores abióticos que configuran el clima. Los primarios son la
temperatura, la humedad y la luz. También hay otros secundarios, condicionados por los
anteriores, como la presión atmosférica o el viento.

El clima que afecta a grandes zonas del planeta (macroclima o clima regional,
fig. 4) depende principalmente de la latitud y de la distribución de tierras y mares. El
mapa muestra que las temperaturas medias anuales más altas, por encima de 20ºC, se
registran en una amplia zona situada entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio
(climas intertropicales). Los climas fríos se sitúan en las zonas polares. Entre la zona
cálida y la fría se encuentra una franja de valores intermedios, que corresponde a los
climas templados.

Fig. 4

Dentro de cada región se diferencian climas que abarcan extensiones menores


(mesoclimas), según la altitud y la orientación. Por último, los microclimas se refieren
a extensiones mucho menores, afectan directamente a los organismos y pueden variar
dependiendo de su actividad. Por ejemplo en el interior de una colmena.

A.- La temperatura.

La mayor parte de los organismos se desarrollan en un intervalo de temperaturas


ambientales comprendido entre -2ºC (punto de congelación de las disoluciones acuosas
que forman el medio interno de los seres vivos) y 50ºC (temperatura de
desnaturalización de las proteínas).

3
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

Según la capacidad para controlar su propia temperatura, diferenciamos dos


tipos de organismos:
• homeotermos o endotermos: mantienen constante su temperatura
controlada por el sistema nervioso, y gastan una parte de la energía que
liberan en el metabolismo para ser independientes de la temperatura del
exterior. Se incluyen en este grupo las aves y los mamíferos.
• poiquilotermos o ectotermos: tienen una temperatura semejante a la del
medio. Tienen la ventaja de que no gastan energía para regular su
temperatura interna, pero dependen de la del exterior. Cuando desciende, su
metabolismo se ralentiza, por lo que disminuye su actividad, su crecimiento
es más lento, etc.

Los organismos que viven en condiciones extremas de temperatura llevan a cabo


adaptaciones, como la reducción de tamaño de las extremidades y apéndices, que son
las zonas con más riesgo de congelación cuando la temperatura es muy baja. Esta
adaptación puede observarse comparando las orejas y el hocico del zorro ártico (fig. 5
a), el común (fig. 5 b) y el del desierto (fig. 5c).

Fig. 5 a Fig. 5 b Fig. 5 c

Los vegetales mantienen durante el invierno sólo las estructuras más resistentes.
Así los árboles caducifolios pierden las hojas antes de que disminuya la temperatura
tanto como para congelar las disoluciones que circulan por ellas. Las hojas perennes se
mantienen durante el invierno porque tienen tamaño reducido (forma de aguja o
escama) y cubierta protectora.

También modifican sus recubrimientos algunos animales. Los que viven en


zonas con temperaturas muy bajas desarrollan un pelaje denso y una capa de grasa
subcutánea. Por el contrario, los insectos que soportan temperaturas muy altas presentan
una cubierta con aspecto metálico, que refleja la luz y evita el calentamiento excesivo.

En cuanto a la distribución geográfica, se observa que los organismos más


grandes se adaptan mejor a los climas fríos, porque las pérdidas de energía se producen
a través de la superficie externa, que en su caso es relativamente menor.

Otros organismos reducen su actividad cuando la temperatura es muy baja


(como los osos durante el invierno), o muy alta (como los animales del desierto durante
las horas centrales del día).

4
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

B.- La humedad.

Todos los seres vivos dependen del agua, porque forma parte de su organismo en
una proporción elevada (más del 70% en muchos casos).

La vida en el medio terrestre supone una pérdida continua de agua, que debe
compensarse con la que se incorpora del exterior y la que se genera en procesos
metabólicos, de manera que cada organismo mantenga el balance hídrico constante.

Según sus necesidades de agua, los seres vivos se clasifican en:


• xerófilos: viven en medios muy secos, como los cactus o los dromedarios.
• mesófilos: tienen necesidades moderadas de agua, como numerosos
mamíferos y aves.
• higrófilos: viven en medios muy húmedos, como las ranas o las lombrices de
tierra.
• acuáticos: viven en el agua, como los peces o las algas.

Las necesidades de agua pueden variar a lo largo de la vida de los organismos,


siendo más estrictas las fases iniciales que los adultos.

Muchos organismos han desarrollado adaptaciones para mantener el balance


hídrico. Así algunas plantas han modificado las hojas, que por su gran superficie
facilitan la pérdida de agua por transpiración. Han recubierto el haz con una capa de
cera impermeabilizante y han desarrollado estomas en el envés, para que los
intercambios gaseosos con el medio se acompañen de las mínimas pérdidas de agua.

Las plantas que viven en medios muy secos


han reducido el tamaño de las hojas,
transformándolas en escamas cubiertas de resina o
en pinchos (fig. 6) que además las protegen. Para
aprovechar al máximo el agua, disponen de un
sistema de raíces muy extenso y profundo, y han
transformado los tallos en estructuras especializadas
para el almacenamiento de agua.
Fig. 6 Entre los animales, algunos segregan mucus
para mantener la humedad de su superficie, como los caracoles o las lombrices de tierra.
Otros han formado revestimientos protectores, como las conchas de los moluscos
terrestres, el exoesqueleto de los artrópodos o la epidermis de los mamíferos.

Para respirar en un medio seco, los animales terrestres han desarrollado órganos
especializados, tráqueas y pulmones, que permiten el intercambio gaseoso con la
atmósfera en el interior del organismo para reducir las pérdidas de agua.

5
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

C.- La interacción temperatura-humedad.

En la naturaleza las variables


Fig. 7
temperatura y humedad no son
independientes, y ambas actúan
sobre los organismos. Como
ejemplo de la influencia combinada
de las dos variables, podemos
observar la distribución de la
vegetación en grandes zonas
geográficas (fig. 7).

La representación
simultánea de los datos de
temperatura y precipitaciones nos
ayuda a conocer el clima de los
ecosistemas. Para ello se utilizan los
climogramas (fig. 8 a y b), en los
que se indican en el eje de abscisas
los meses del año, en los ejes de ordenadas las temperaturas y las precipitaciones (en
escala doble).
Clima oceánico Clima mediterráneo
Temperaturas (ºC) Temperaturas (ºC)
Precipitaciones (mm) Brest (65 m.) Precipitaciones (mm) Argel (20 m.)
700 35 700 35
650 650
600 30 600 30
550 550
500 25 500 25
450 450
400 20 400 20
350 350
300 15 300 15
250 250
200 10 200 10
150 150
100 5 100 5
50 50
0 0 0 0
E F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N D

Precipitaciones 84 75 57 54 49 51 53 54 78 91 96 82 Precipitaciones 107 90 89 59 33 15 2 7 29 80 117 137

Temperaturas 6,7 7,2 8,3 10,9 13,3 16,2 17,9 18,1 16,3 12,8 9,3 7,2 Temperaturas 11,9 13 14,2 16,1 18,8 21,9 25 25,3 23,8 20,3 16,9 13,1

Fig. 8 a Fig. 8 b

D.- La luz.

La luz del Sol proporciona la energía necesaria para el funcionamiento de la


mayor parte de los ecosistemas de la Tierra, y al mismo tiempo interacciona con las
variables temperatura y humedad. La energía es captada por los organismos
fotosintéticos del plancton y los vegetales, que la utilizan para formar su materia
orgánica.

A lo largo de la evolución, las plantas que colonizaron el


medio terrestre desarrollaron las hojas como superficies
especializadas para captar la radiación solar, dispuestas a lo largo de
los tallos y ramas de forma que se consiga la mejor exposición.
Cuando los tallos no tienen suficiente consistencia, aparecen
adaptaciones, como los zarcillos (fig. 9).
Fig. 9

6
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

Por su influencia como factor ecológico, hay que tener en cuenta dos tipos de
variaciones de la luz:

• La intensidad luminosa: condiciona el rendimiento de la fotosíntesis. En las


plantas expuestas a luz demasiado intensa se produce una saturación de las
hojas, se oxida la clorofila y cierran los estomas para reducir la evaporación.
Cada especie tolera una intensidad luminosa, y esto nos permite diferenciar
las plantas heliófilas o de exterior (toleran la exposición a la luz intensa) y
las esciófilas o de interior (se desarrollan mejor con luz menos intensa).
• El fotoperiodo o variación cíclica de la intensidad de la luz que,
dependiendo del intervalo, dará lugar a:
* ritmos circadiales: se suceden con un intervalo de 24 horas, en
relación con los cambios de intensidad de la luz propios de los días y las noches.
Condicionan la actividad de muchos organismos, que suele desarrollarse durante
el día y descansan por la noche. Otros organismos tienen hábitos nocturnos,
como los murciélagos o las cucarachas.

En las plantas se observan adaptaciones relacionadas con la necesidad de


luz diurna, por ejemplo el cierre de los estomas durante la noche. En la especie
humana hay cambios fisiológicos ajustados a la periodicidad día-noche (como
las fases de vigilia-sueño), que deben responder a algún mecanismo de control
fisiológico (reloj biológico).

* ritmos circanuales: se producen cuando el fotoperiodo


(duración relativa del día y la noche) varía con la estación del año, como ocurre
en las latitudes medias. Algunos procesos se desencadenan durante los días
largos, como la floración de muchos vegetales o la actividad reproductora de los
animales. Otros ocurren cuando se inician los días cortos, como los movimientos
migratorios o la entrada en letargo de algunos animales, y permiten superar las
condiciones desfavorables de invierno.

3.- Los factores bióticos.


Se definen como las relaciones que se establecen entre los organismos que viven
en un ecosistema, y están condicionados por el número de individuos por unidad de
superficie o volumen (densidad de la población).

Entre las poblaciones que conviven en los ecosistemas podemos diferenciar las
que corresponden a especies nativas o autóctonas (pertenecen naturalmente al
ecosistema) y las especies inmigrantes (introducidas accidental o deliberadamente, por
ejemplo para luchar contra una plaga).

Para caracterizar una población se pueden utilizar algunos parámetros como:


• duración media de la vida: media del tiempo que transcurre entre el
nacimiento y la muerte.
• coeficiente de natalidad: número de descendientes que nacen en un intervalo
de tiempo, expresado con respecto al número total de individuos (efectivo de
la población).

7
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

• coeficiente de mortalidad: número de individuos que mueren en un tiempo,


expresado con respecto al número total.
• capacidad de reproducción (r): se obtiene por diferencia de los dos
coeficientes anteriores.
• distribución por edades o por sexos (fig. 10).

Fig. 10

A.- Distribución espacial de la población.


Dentro de los ecosistemas, los individuos se distribuyen en el
espacio tratando de que las condiciones sean óptimas para su desarrollo.
Una misma especie puede presentar distribuciones distintas en diferentes
ambientes o según el momento de su ciclo biológico. Podemos distinguir
varios patrones de distribución:
• aleatoria (fig. 11 a), como la que tienen las tarántulas del
desierto. Es poco frecuente.
• acumulada (fig. 11 b): se observa en plantas herbáceas,
bacterias, etc.
• regular (fig. 11 c), como la que se observa en los bosques de
coníferas.
• por gradientes: el número de individuos aumenta o disminuye
gradualmente en función de las variaciones de un factor
ecológico. Por ejemplo la distribución de los organismos del
suelo en función de la profundidad, relacionada con la
disponibilidad de nutrientes.
Fig. 11
En ocasiones las poblaciones se desplazan buscando nuevos
territorios con mejores condiciones. Así se producen las migraciones,
que son desplazamientos de un gran número de individuos de la misma especie en una
dirección determinada. Algunos tienen periodicidad diaria como los movimientos de
ascenso y descenso del fitoplancton, consecuencia de las variaciones en la intensidad de
la luz y la temperatura del agua. Otros tienen periodicidad estacional, como los que
llevan a cabo algunas aves.

8
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

Las dispersiones son movimientos en distintas direcciones. Las activas se


llevan a cabo por organismos móviles, y se inician con un número reducido de
individuos, que exploran nuevos territorios a ocupar con el fin de descargar el efectivo
de la población de origen. En las pasivas intervienen organismos con poca o nula
capacidad de movimiento, que consiguen transportar semillas, frutos, esporas, etc. con
el viento, el agua, los animales o el hombre.

B.- Relaciones intraespecíficas.

Se dan entre individuos de la misma especie, y pueden clasificarse en dos tipos:

• competencia intraespecífica: se produce cuando los individuos necesitan


compartir un recurso limitado, y tiene como consecuencia una reducción de
la supervivencia, el crecimiento y/o la reproducción de los competidores.

La variabilidad natural que se registra dentro de cada especie hace que unos
individuos, los competidores fuertes, resulten menos perjudicados que otros, los
competidores débiles. Así la competencia intraespecífica es un agente de la evolución,
que conduce a la supervivencia de los individuos más aptos, los cuales aportarán estas
características genéticas a las siguientes generaciones.

• cooperación: permite a los individuos de una población desarrollar


actividades que serían muy difíciles o imposibles si estuvieran aislados.
Funciones como la protección mutua, la búsqueda de alimentos, la
orientación, la reproducción, la distribución del trabajo, etc. son objeto de
cooperación. Según la causa que favorece el agrupamiento, distinguimos los
siguientes tipos de poblaciones:
- familiares: están formadas por individuos que se mantienen unidos por
relación de parentesco, y cooperan en las funciones de reproducción y cuidado
de la prole. El modelo más sencillo es la familia parental monógama, formada
por una pareja de individuos reproductores de distinto sexo y su descendencia,
como ocurre con las águilas y los lobos. Otro modelo es la familia parental
polígama, formada por el macho, varias hembras y la prole (ej.: ciervos,
gorilas), la matriarcal, integrada por la hembra y la prole (ej.: numerosos
arácnidos), y la filial, integrada sólo por la prole (ej.: peces).
- gregarias: están formadas por individuos entre los que no existe
necesariamente relación de parentesco. Se agrupan para protegerse de los
depredadores, orientarse en las migraciones o conseguir alimento. Ej.: bandadas
de golondrinas, manadas de renos.
- estatales, formadas por individuos agrupados en castas según una
división del trabajo (defensa, búsqueda, reproducción, etc.). Un individuo
aislado del resto de la población no puede sobrevivir. Ej.: hormigas, abejas y
termitas.
- coloniales: integradas por individuos unidos físicamente, formando un
conjunto. Pueden ser todos iguales o presentar diferencias morfológicas y
fisiológicas relacionadas con la división del trabajo (organismos cazadores,
reproductores, digestores, etc.). Ej.: los corales.

9
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

C.- Relaciones interespecíficas.

Especie A Especie B Se dan entre individuos de


Competencia - - diferente especie, y condicionan
Depredación + - la distribución y abundancia de
los organismos competidores, que
Parasitismo + -
pueden verse favorecidos (+),
Mutualismo + +
perjudicados(-) o no afectados (0),
Comensalismo + 0
como se resume en la tabla.
Amensalismo 0 -

• Competencia interespecífica: se produce cuando los individuos de una


especie experimentan una disminución en su supervivencia, fecundidad o
crecimiento como consecuencia de la explotación de recursos limitados, que
comparten con los individuos de otra especie. Aunque las dos especies resultan
perjudicadas, una lo es más que la otra, pudiendo llegar a desaparecer. Si
ambas tienen idénticos requerimientos, una eliminará a la otra (principio de
exclusión competitiva), pero si no son exactamente los mismos, o no coinciden
en el tiempo, o las condiciones del medio varían, podrán mantenerse las dos
(coexistencia).

• Depredación: es una relación en la que un organismo vivo (presa) es matado y


consumido total o parcialmente por otro (predador), diferenciándose dos tipos:

o Predadores verdaderos, que matan a sus presas con bastante


rapidez. Durante su vida matan y consumen muchos individuos de
especies diferentes. Ej.: animales carnívoros, plantas carnívoras, etc.

o Ramoneadores, organismos herbívoros, como vacas, ovejas, larvas


de insectos, etc. Atacan a las plantas y, aunque su acción no es letal a
corto plazo, puede serlo a largo plazo porque, además de ingerir
partes de las plantas (descortezado anular causado por cabras, ardillas
y conejos), les transmiten enfermedades (ej.: grafiosis del olmo
transmitida por escarabajos).
Aunque sobre el individuo presa la depredación es fatal, sobre el conjunto de la
población puede ser beneficiosa, porque se suelen eliminar los individuos más débiles, y
los que escapan adquieren reacciones de defensa frente a las agresiones.

Es frecuente que los


efectivos de las poblaciones
de depredadores y presas
experimenten cambios
mutuamente dependientes
(fig. 12).

Fig. 12
10
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

• Parasitismo: se produce cuando un organismo (parásito) consume una parte del


otro (hospedador), provocándole daño, pero sin causarle la muerte, al menos
durante un tiempo. Se distinguen dos tipos de parásitos:

o Microparásitos: son virus, bacterias, protozoos, etc., de pequeño


tamaño, que se multiplican dentro del hospedador, incluso en el
interior de sus células, y se pueden transmitir directamente de un
hospedador a otro, o a través de un intermediario (ej.: mosquito
transmisor del Plasmodium, causante del paludismo.).

o Macroparásitos, de mayor tamaño, entre los que diferenciamos los


endoparásitos, que viven dentro del hospedador, situándose entre las
células o en cavidades corporales (ej.: lombrices intestinales, tenias);
y los ectoparásitos, que viven sobre su superficie (ej.: piojos,
pulgas).

• Mutualismo: es una relación entre especies con beneficio mutuo. Como resultado
de la asociación, se produce un aumento
de la valencia ecológica y/o la
posibilidad de colonizar nuevos
ambientes. Si la interdependencia entre
los organismos es muy grande, se habla
de simbiosis (ej.: los líquenes, que se
desarrollan en ambientes donde el alga o
el hongo de forma independiente no
podrían crecer).

Otras especies mutualistas son


facultativas (la asociación no es
imprescindible, pero cuando se produce
es beneficiosa para ambas). Es el caso de
los “peces limpiadores”, que se
alimentan de algas, hongos y otros Fig. 13

microorganismos que se desarrollan


sobre el cuerpo de otros peces más
grandes (fig. 13).

• Comensalismo: una de las especies obtiene beneficio (alimento, protección,


transporte, habitáculo, etc.), mientras la otra no es beneficiada ni perjudicada. Ej.:
las plantas epifitas, que viven sobre los troncos de los árboles, o los cirrípedos
marinos, que se fijan sobre la piel de los grandes cetáceos, así se trasladan y
consiguen alimentos.
• Amensalismo: en este caso la actividad normal de una especie perjudica a la otra.
Ej.: los eucaliptos acidifican el suelo en el que viven y, como consecuencia, se
solubilizan cationes que son tóxicos para otras plantas, o los hongos, que liberan
antibióticos que impiden el crecimiento de las bacterias (acción bacteriostática), o
les producen la muerte (acción bactericida).

11
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

4.- Estructura trófica de los ecosistemas.


Los ecosistemas son las unidades básicas de la naturaleza y para conocerlos
necesitamos analizar las relaciones de alimentación entre sus integrantes.

Fig. 14

Según su tipo de nutrición, los organismos se clasifican en tres niveles tróficos:

• productores: son los organismos autótrofos, principalmente las plantas


verdes, las algas y las bacterias fotosintéticas, que forman su materia
orgánica a partir de sustancias inorgánicas sencillas, captando la energía de
la luz. También son autótrofos los organismos quimiosintéticos, que en lugar
de energía luminosa utilizan la que se libera en reacciones químicas.
• *consumidores: son organismos heterótrofos, que se alimentan de otros,
utilizando sus materiales como fuente de energía y materia. Pueden ser
consumidores primarios o herbívoros, si se alimentan de los productores, o
consumidores secundarios, si se alimentan de los herbívoros. En muchos
ecosistemas hay más órdenes de consumidores (terciarios, cuaternarios, etc.)
que se establecen dependiendo de qué organismos se alimentan y cuáles se
alimentan de ellos.
• descomponedores o detritívoros: se alimentan de los restos que dejan los
demás organismos de la cadena. Son principalmente hongos y bacterias, y
tienen una gran importancia porque cierran las cadenas tróficas,
transformando la materia orgánica y devolviendo al ecosistema sustancias
que pueden ser utilizadas por los productores.

12
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

Para conocer las relaciones de alimentación entre los organismos se establecen


las cadenas tróficas (fig. 14). El primer eslabón son los productores, le sigue un
conjunto de eslabones correspondientes a los distintos órdenes de consumidores, y se
cierra con los descomponedores.

En un ecosistema se pueden reconocer diversas cadenas tróficas que intervienen


simultáneamente y en ocasiones tienen algún eslabón común, por lo que debe
considerarse que integran un sistema complejo de redes tróficas.

5.- Flujo de energía y ciclos de materia.


En todos los ecosistemas tienen lugar simultáneamente dos procesos de
transferencia: un flujo de energía abierto y un ciclo de materia cerrado (fig. 15).

Fig. 15

La energía es el motor de los ecosistemas. En la mayoría de los casos, la fuente


principal es el Sol. Del total de la energía solar que llega a la Tierra, la mayor parte es
reflejada y absorbida por la atmósfera, la superficie de los continentes y el mar. Sólo un
0,2% es absorbido por las plantas y con ella se mantienen en funcionamiento todos los
ecosistemas terrestres.

En la fotosíntesis, los productores captan la energía radiante de la luz del Sol y la


utilizan para fabricar su propia materia (glúcidos, lípidos y proteínas principalmente), a
partir de sustancias inorgánicas sencillas como el H2O, CO2 y sales minerales.

Cuando un consumidor primario se alimenta de un productor, ingiere una parte


de él y utiliza la materia como fuente de nutrientes y energía. Lo mismo ocurre cuando
un consumidor secundario se alimenta de uno primario, y así en los demás eslabones de
la cadena, hasta que los descomponedores transforman los restos de la actividad de
todos los organismos.

13
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

De esta manera circula la materia y la energía en los ecosistemas, teniendo en


cuenta que:
- El flujo de energía discurre siempre a través de los seres vivos.
- Es unidireccional y abierto.
- En cada nivel trófico se pierde energía (fig. 15) y esto determina el
número de eslabones de la cadena.

Por lo que respecta a la materia:


- Circula a través de los seres vivos y del medio inerte (aire, agua o
suelo).
- La circulación se lleva a cabo en forma de ciclos.
- La materia pasa de unos organismos a otros y todos los restos son
transformados por los descomponedores (fig. 15), que liberan de
nuevo componentes utilizables por los productores.

Para conocer con más detalle cómo se producen las transferencias de materia en
los ecosistemas, se observa cómo evolucionan los elementos que la integran, por medio
de los ciclos biogeoquímicos (del C, N. O. P, etc.). De ellos estudiamos con más detalle
el que corresponde al carbono (fig. 16)
El carbono es elemento básico en la formación de las moléculas de carbohidratos,
lípidos, proteínas y ácidos nucleicos, pues todas las moléculas orgánicas están
formadas por cadenas de carbonos enlazados entre sí.

La reserva fundamental
de carbono, en forma de
moléculas de CO2, que
los seres vivos puedan
asimilar es la atmósfera
y la hidrosfera. Este
CO2 atmosférico es
utilizado en los
procesos de fotosíntesis
de las plantas terrestres
y por el fitoplancton
marino, y su vuelta a la
atmósfera se hace
cuando en la
respiración los seres
vivos oxidan los
alimentos produciendo
CO2. Fig. 16

Los seres vivos acuáticos toman el CO2 del agua. La solubilidad de este gas en
el agua es muy superior a la de otros gases, como el O2 o el N2, porque reacciona con el
agua formando ácido carbónico. En los ecosistemas marinos algunos organismos
convierten parte del CO2 que toman en CaCO3 que necesitan para formar sus conchas,
caparazones o masas rocosas en el caso de los arrecifes. Cuando estos organismos
mueren sus caparazones se depositan en el fondo formando rocas sedimentarias calizas
en el que el C queda retirado del ciclo durante miles y millones de años. Este C volverá
lentamente al ciclo cuando se van disolviendo las rocas.

14
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

Los combustibles fósiles


acumulados en el suelo son el resultado de
épocas en las que se ha devuelto menos
CO2 a la atmósfera del que se tomaba.
Como sabéis el ritmo creciente al que
estamos devolviendo CO2 a la atmósfera,
por la actividad humana, es motivo de
preocupación respecto al aumento de su
concentración, con el consiguiente
aumento del efecto invernadero que puede
estar provocando, y con el cambio
climático consiguiente.

Para el estudio cuantitativo de las cadenas tróficas puede utilizarse distintos


parámetros, con los que se llevan a cabo representaciones gráficas:

Fig. 17 Fig. 18
• pirámides de los números (fig. 17): en ellas se representa el número de individuos
de cada nivel trófico. Son fáciles de construir, pero proporcionan una información
limitada, puesto que no se tiene en cuenta la masa, velocidad de crecimiento,
capacidad de reproducción, etc. de cada individuo. Su forma no es siempre apuntada
hacia arriba (fig. 17 b).

15
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

• pirámides de biomasa (fig. 18): se construyen con los datos de biomasa (cantidad
de materia seca, expresada en g/m2 ) de cada nivel trófico. Generalmente este valor
disminuye al avanzar en las cadenas tróficas, (fig. 18 a), pero no ocurre así en los
ecosistemas acuáticos (fig. 18 b).

• pirámides de energía (fig. 19): en ellas se representan los valores de producción


(incremento de la biomasa de un nivel trófico en un tiempo determinado, expresada
en g/m2 /año, o su equivalente energético, en Kcal/ m2 /año). Son las que
proporcionan más información sobre el funcionamiento de los ecosistemas y
siempre tienen forma de pirámide.

Fig. 19

6.-Los ecosistemas en el tiempo: sucesión y


regresión.
Se denomina sucesión al conjunto de cambios que experimentan los ecosistemas
a lo largo del tiempo. Con frecuencia se trata de modificaciones graduales, que
manifiestan una tendencia a la autoorganización, aunque a veces ocurren grandes
perturbaciones.
.

Fig. 20

Una sucesión es primaria cuando se desarrolla sobre un biotopo nuevo, como


un material rocoso (fig. 20). Sobre el manto de alteración empiezan a desarrollarse los
primeros colonizadores, organismos con muy pocos requerimientos, como líquenes o
musgos.

16
TEMA 2 Cs de la Naturaleza y su didáctica II

Con el tiempo se va desarrollando un suelo con más espesor, y aparecen las


primeras plantas herbáceas que después darán lugar a una pradera, algunos arbustos y
los primeros animales.

Posteriormente se diferencian horizontes en un suelo más evolucionado, crecen


los primeros árboles, generalmente coníferas. Finalmente, tras varias decenas de años,
se desarrollará un bosque de robles, encinas y castaños, con la fauna asociada en cada
caso, alcanzándose una situación de equilibrio o climax.
Si cambian las condiciones del
medio o se produce alguna alteración,
como puede ser un incendio (fig. 21),
sequía, inundación, etc., se altera el
equilibrio y el ecosistema evoluciona hacia
una situación más parecida a la que tenía
al principio.

Se dice que se ha producido una


regresión, tras la cual se llevará a cabo
una nueva sucesión, que en este caso se
Fig. 21
considerará secundaria.

Toda sucesión se ajusta a unos patrones:

• Los primeros colonizadores son especies oportunistas, de gran capacidad de


reproducción y dispersión. Después van apareciendo especies de crecimiento más
lento, pero más resistentes y organizadas.

• Conforme avanza la sucesión, aumenta la biomasa total, y principalmente las


porciones menos activas, como partes leñosas de las plantas o caparazones de
animales.
• También aumenta la producción, pero en menor medida que la biomasa, indicando
que disminuye la tasa de renovación del conjunto del ecosistema.

• Las transferencias de energía se hacen más lentas, pero más constantes.


• Aumenta la biodiversidad, originándose una estructura más compleja, con redes
tróficas complicadas y numerosas relaciones entre organismos.

La sucesión no continúa indefinidamente porque, conforme la biomasa va


aumentando, también aumenta la respiración, y llega un momento en que la producción
iguala al gasto respiratorio. Entonces la biomasa y la biodiversidad son máximas, y los
ciclos de materia tienen lugar, la mayor parte del tiempo, entre los diferentes
organismos de la biocenosis. Estas son las características del climax, que muchas veces
no llega a alcanzarse, porque los cambios en las condiciones del medio originan una
regresión.

17

Anda mungkin juga menyukai