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Fuentes de Potencia en la agricultura

Actividad No. 2
Sara Valentina Noel, Diego Ricardo Higuera,
Juan Diego González, Oscar Gerardo Murillo

CICLO ENERGÉTICO HUMANO


El cuerpo humano obtiene energía procedente de la alimentación, específicamente de los
carbohidratos, lípidos y proteínas, y la almacena de diferentes maneras, el metabolismo tiene como
objetivo transformar el alimento en energía. Por ello, lo ingerido produce una fuente energética
universal, conocida como ATP. Esta permite mantener la función estructural, los músculos, órganos,
el sistema nervioso central, así como el movimiento e interacción.

El requerimiento de energía de una persona está relacionado con su gasto energético (GE) y se
define como la energía que consume un organismo, está representado por la tasa metabólica basal
(TMB), la actividad física (AF) y la termogénesis inducida por la dieta (TID). La TMB es la mínima
cantidad de energía que un organismo requiere para estar vivo y representa del 60-70% del total
del gasto energético (TGE), en la mayoría de los adultos sedentarios. La AF representa entre el 25-
75% del TGE y la TID representa cerca del 10% del TGE. Debido a su simplicidad, bajo costo y alta
precisión el método comúnmente usado en el estudio de la composición corporal es la
antropometría. (Vargas, Lancheros, & Barrera, 2010)

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define el GET como “el nivel de energía necesario para
mantener el equilibrio entre el consumo y el gasto energético, cuando el individuo presenta peso,
composición corporal y actividad física compatibles con un buen estado de salud, debiéndose hacer
ajustes para individuos con diferentes estados fisiológicos como crecimiento, gestación, lactancia y
envejecimiento”. La TMB representa la integración de la actividad mínima de todos los tejidos del
cuerpo en condiciones de equilibrio, se expresa como producción de calor o consumo de oxígeno
por unidad de tamaño corporal. Mitchell, la definió como la “tasa mínima de gasto energético
compatible con la vida”. (Olguín, s.f.) Existen varias características fisiológicas que hacen que el GER
varíe de unas personas a otras, las principales son el tamaño, la composición corporal, la edad, el
sexo y la producción de hormonas.

Medición de la actividad calórica


Calorimetría directa

El GET puede determinarse por la medición de la cantidad de calor producida por el organismo. Este
procedimiento se realiza en cámaras herméticas con paredes aislantes, en donde se confina al sujeto
y se registra el calor almacenado y el perdido por radiación, convección y evaporación; se precisa
un mínimo de seis horas para estabilizar el sistema; el método más conocido es la cámara de
Atwater, en la cual el calor producido es absorbido por el agua que pasa a través de ésta y
cuantificado mediante termosensores o termómetros que registran la temperatura a la entrada y a
la salida en un tiempo determinado. (Hernández & Contreras, 2005)

Calorimetría indirecta
La calorimetría indirecta (CI) es un método no invasivo que permite estimar la producción de energía
equivalente a la TMB y la tasa de oxidación de los sustratos energéticos. La denominación de
indirecta señala que el gasto metabólico se determina por medio de los equivalentes calóricos del
oxigeno (O2 ) consumido y del dióxido de carbono (CO2).

La cantidad de O2 consumido y de CO2 producido se determina multiplicando la frecuencia de


ventilación, típicamente de 1 L/seg, por el cambio en la concentración del gas. El GE se calcula
usando el consumo de O2 , la producción de CO2 y la producción de nitrógeno urinario con la
ecuación de Weir. Esta relación también provee información acerca del sustrato nutricional utilizado
para la energía metabólica. El cociente respiratorio es un componente importante en la
determinación de la CI y se define como la relación que existe entre la producción de CO2 y el
consumo de O2 ; tiene un valor de 1,0 para la oxidación de carbohidratos, de 0.81 para la proteína
y de 0.71 para la grasa. (Boticario & Angosto, 2012)

Medición de la energía por el registro de la frecuencia cardiaca

Este método se fundamenta en la relación entre las pulsaciones de esfuerzo (FC) y consumo de
oxígeno (VO2) durante la realización del mismo. El parámetro global determinado por esta relación
es directamente proporcional y lineal en un individuo, de manera que este valor nos permite
conocer también el volumen de O2 utilizado. Para ello podemos tener como dato fundamental que
cada litro de O2 consume 5,05 kcal. Las características más relevantes de este método son: Es un
método fiable en esfuerzos entre 2530% y 7080% del VO2máx. El procedimiento de esta
metodología depende de factores como el tipo de contracción, estado nutricional, hidratación y
temperatura exterior. (Guillamón, 2015)

Ecuaciones de estimación

(Parra-Carriedo, y otros)

Estimación del consumo metabólico a través de tablas


• Consumo metabólico según el tipo de actividad
- Metabolismo ligero
- Metabolismo moderado
- Metabolismo elevado
- Metabolismo muy elevado
• Consumo metabólico según la profesión
• Consumo metabólico en tareas concretas
• Consumo metabólico a partir de los componentes de la actividad
- Metabolismo basal
- Componente postural
- Componente del tipo de trabajo
- Componente de desplazamiento

(Vargas, Lancheros, & Barrera, 2010)

Trabajo muscular
El trabajo muscular en las actividades laborales puede dividirse, en general, en cuatro grupos: el
trabajo muscular dinámico pesado, la manipulación manual de materiales, el trabajo estático y el
trabajo repetitivo. El trabajo muscular dinámico pesado lo hallamos en las actividades forestales,
agrícolas, metalmecánicas y en la construcción. La manipulación manual de materiales es común,
por ejemplo, en las labores de almacenamiento y transporte, mientras que el trabajo estático existe
en las oficinas, en la industria electrónica y en las tareas de mantenimiento y reparación. Las tareas
repetitivas pueden encontrarse, por ejemplo, en las industrias de procesamiento de alimentos y de
la madera. (Garavito, 2012)

En el trabajo dinámico

Los músculos esqueléticos implicados se contraen y relajan rítmicamente. El flujo sanguíneo que
llega a los músculos aumenta para satisfacer las necesidades metabólicas. Este aumento del flujo
sanguíneo se logra incrementando el bombeo del corazón (gasto cardíaco), reduciendo el flujo que
llega a las áreas inactivas, como los riñones y el hígado, y aumentando el número de vasos
sanguíneos abiertos en la musculatura que está interviniendo en el trabajo.

La frecuencia cardiaca, la presión sanguínea y el consumo de oxígeno en los músculos, aumentan


en relación directa a la intensidad del trabajo. También aumenta la ventilación pulmonar, debido a
la mayor profundidad de las respiraciones y al aumento de la frecuencia respiratoria. La finalidad de
la activación de todo el sistema cardiorrespiratorio es mejorar la llegada de oxígeno a los músculos
implicados. (Garavito, 2012)

Los valores de consumo de oxígeno pueden traducirse en gasto energético (1 litro de oxígeno
consumido por minuto corresponde a aproximadamente 5 kcal/min o 21 kJ/min).

Trabajo muscular estático

En el trabajo estático, la contracción muscular no produce movimientos visibles, por ejemplo, en un


miembro. El trabajo estático aumenta la presión en el interior del músculo lo que, junto con la
compresión mecánica, ocluye la circulación total o parcial de la sangre. El aporte de nutrientes y de
oxígeno al músculo y la eliminación de productos metabólicos finales del mismo quedan
obstaculizados. De esta forma, en los trabajos estáticos, los músculos se fatigan con más facilidad
que en los trabajos dinámicos. La característica circulatoria más destacada del trabajo estático es el
aumento de la presión sanguínea. La frecuencia cardiaca y el gasto cardíaco no varían mucho. Por
encima de una determinada intensidad de esfuerzo, la presión de la sangre aumenta en relación
directa con la intensidad y la duración del esfuerzo.

Figura 1. Esquema comparativo trabajo dinámico y estático. (Garavito, 2012)

Consecuencias de la sobrecarga muscular en las actividades laborales

El grado de carga física que experimenta un trabajador en el curso de un trabajo muscular depende
del tamaño de la masa muscular que interviene, del tipo de contracciones musculares (estáticas o
dinámicas), de la intensidad de las contracciones y de las características individuales.

Mientras la carga de trabajo muscular no supere la capacidad física del trabajador, el cuerpo se
adaptará a la carga y se recuperará rápidamente una vez terminado el trabajo.

Si la carga muscular es demasiado elevada, se producirá fatiga, se reducirá la capacidad de trabajo


y la recuperación será más lenta. (Garavito, 2012)

Carga de trabajo aceptable en el trabajo muscular dinámico pesado

La valoración de la carga de trabajo aceptable en tareas dinámicas se ha basado tradicionalmente


en la medida del consumo de oxígeno (o en el correspondiente gasto energético). La carga de
trabajo relativa se calcula con la denominada fórmula de Karvonen Donde la FC máxima, se realiza
con una prueba de esfuerzo. (Guillamón, 2015)

Carga de trabajo aceptable para trabajos musculares estáticos

El trabajo muscular estático se requiere principalmente en el mantenimiento de las posturas de


trabajo. La duración de la contracción estática depende exponencialmente de la fuerza relativa de
la contracción. Esto significa, por ejemplo, que cuando la contracción estática requiere un 20 % de
la fuerza máxima de contracción, la duración de la contracción será de cinco a siete minutos, y
cuando la fuerza de contracción es del 50 %, el tiempo de duración de la contracción será de
aproximadamente un minuto. Estudios recientes han demostrado que la fuerza de contracción
aceptable es específica para un músculo o grupo de músculos determinados y equivale a un 2-5 %
de la fuerza estática máxima. (Garavito, 2012)

Carga de trabajo aceptable en el trabajo repetitivo


El trabajo repetitivo realizado con grupos musculares pequeños es similar al trabajo muscular
estático, desde el punto de vista de las respuestas circulatorias y metabólicas. Normalmente, en el
trabajo repetitivo, los músculos se contraen más de 30 veces por minuto. Cuando la fuerza relativa
de la contracción supera el 10 % de la fuerza máxima, la duración de la contracción y la fuerza
muscular empiezan a disminuir. Sin embargo, existe una variación individual muy grande en cuanto
al 11 Escuela Colombiana de Ingeniería. Laboratorio de Producción. “Julio Garavito” tiempo de
duración de la contracción. Por ejemplo, el tiempo de duración varía entre 2 y 50 minutos cuando
el músculo se contrae entre 90 y 110 veces/minuto para una fuerza relativa de contracción entre el
10 y el 20 %. (Olguín, s.f.)

Tiempos de reposo

Cuando, una vez optimizados los métodos y medios de trabajo, el metabolismo de trabajo aún
sobrepasa los límites admisibles, es necesario prever tiempos de reposo para permitir la
recuperación del organismo; puesto que reduciendo el tiempo total de trabajo se reduce el consumo
energético. Lehman y Spitzer han propuesto la fórmula siguiente para calcular el tiempo de reposo
en función del consumo energético. (Garavito, 2012)

D = Duración del reposo en % de la duración del trabajo


M = Kcal/minuto consumidas en la realización del trabajo

Referencias
Boticario, C. B., & Angosto, M. C. (2012). Digestión y metabolismo energético de los nutrientes.
Obtenido de https://www2.uned.es/ca-plasencia/DocumentosPDF/libros/Digestion.pdf

Garavito, E. C. (2012). GASTO ENERGÉTICO. Obtenido de FACULTAD INGENIERIA INDUSTRIAL


LABORATORIO DE PRODUCCION:
https://www.escuelaing.edu.co/uploads/laboratorios/5357_gasto.pdf

Guillamón, A. R. (2015). Metabolismo energético y actividad física. Obtenido de


http://www.efdeportes.com/efd206/metabolismo-energetico-y-actividad-fisica.htm

Hernández, Á. G., & Contreras, F. S. (2005). Funciones y metabolismo de los nutrientes. Obtenido
de https://www.biol.unlp.edu.ar/qcabiolfarmacia/LN-fymnutrientes.pdf

Olguín, G. Q. (s.f.). FUNDAMENTOS DEL GASTO ENERGÉTICO . Obtenido de Universidad autónoma


Nueva León: http://eprints.uanl.mx/9370/1/Documento0.pdf

Parra-Carriedo, A., Cherem-Cherem, L., Noriega, D. G.-D., Díaz-Gutiérrez, M. C., Pérez-Lizaur, A. B.,
& Hernández-Guerrero, C. (s.f.). Comparación del gasto energético en reposo determinado
mediante calorimetría indirecta y estimado mediante fórmulas predictivas en mujeres con
grados de obesidad I a III. Obtenido de
http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v28n2/13original08.pdf
Vargas, M., Lancheros, L., & Barrera, M. d. (2010). GASTO ENERGÉTICO EN REPOSO Y
COMPOSICIÓN CORPORAL EN ADULTOS. Obtenido de
http://www.scielo.org.co/pdf/rfmun/v59s1/v59s1a06.pdf

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