I. INTRODUCCIÓN
Gran parte del agua que llega a la tierra regresa a la atmósfera en forma de vapor
directamente por evaporación o a través de las plantas por transpiración. Esta fracción de
agua no aprovechable por el hombre es una variable importante dentro del ciclo
hidrológico ya que, según las cuencas, puede alcanzar entre un 50 y un 90% de la
precipitación.
La evaporación es un proceso esencial del ciclo hidrológico, pues se estima que
aproximadamente el 75% de la precipitación total anual que ocurre sobre los continentes
retorna a la atmósfera en forma de vapor, directamente por evaporación o a través de las
plantas, por transpiración (Gray, McKay and Wigham, 1973).
La cantidad de agua evaporada o transpirada constituye una pérdida directa para los
almacenamientos superficiales (embalses) y los subterráneos (acuíferos), de tal manera
que su estimación es necesaria en todos los análisis hidrológicos relativos a la distribución
de las aguas y en los estudios de balance y operación de almacenamientos. La estimación
de los escurrimientos de una cuenca y de las dotaciones a los cultivos, la determinación
de la capacidad necesaria en los embalses, y la cuantificación de la extracción factible en
los acuíferos, son algunos de los estudios hidrológicos en los que los procesos de
evaporación y transpiración juegan un papel preponderante (Campos, 1998).
II. OBJETIVOS
III. MARCO TEÓRICO
1. EVAPORÍMETRO DE PICHE
El evaporímetro de Piché sirve para controlar la evaporación potencial que es la cantidad
de agua por unidad de área y por unidad de tiempo que se evapora en una pequeña
superficie expuesta al aire libre.
Este aparato se instala dentro de la caseta meteorológica y consiste en un tubo de vidrio
graduado, con el extremo inferior abierto por el que se evapora el agua a través de un
papel secante circular de dos centímetros de diámetro. Cada día, restando de la lectura
actual la del día anterior, se obtiene la cantidad de agua evaporada en 24 horas.
Fig. 1
1.1. DESCRIPCIÓN
Está formado por un tubo de vidrio cerrado por un extremo y abierto por el otro, que se
llena de agua destilada o de lluvia; su extremo abierto se tapa mediante un disco de papel
secante sujeto por una. arandela de alambre. El aparato se cuelga dentro de la garita
meteorológica con la boca abierta hacia abajo; el disco impide que el agua se derrame,
pero se impregna con ella y la deja evaporar sobre toda su superficie con mayor o menor
rapidez, según las condiciones de temperatura y humedad del aire.
El tubo lleva grabada una graduación creciente de arriba abajo que representa milímetros.
El tamaño de los discos debe ser rigurosamente constante, pues la graduación del aparato
está hecha teniendo en cuenta dicho tamaño. No se olvide que la superficie evaporante es
la de dicho disco (en parte por ambas caras) y que el tubo se ha hecho mucho más estrecho
con objeto de aumentar su sensibilidad y que puedan apreciarse fácilmente las décimas
de milímetro.
Fig. 2
MANTENIMIENTO
Cuando baje el nivel del agua se deberá volver a llenarlo y proceder al cambio del filtro.
Es aconsejable cambiar el filtro entre 7 a 10 días.
IV. CONCLUSIONES
V. BIBLIOGRAFÍA
https://es.wikipedia.org/wiki/Evapor%C3%ADmetro_Pich%C3%A9
https://www.tiempo.com/ram/1410/instrumentos-meteorolgicos-4/