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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE HONDURAS

“NUESTRA SEÑORA REINA DE LA PAZ”


Campus San Pedro-San Pablo

Asignatura:
Métodos y técnicas de investigación
1701

Catedrática:
Dra. Odessa Zelaya

Tema:
Hábitos Alimenticios

Integrantes:

Thania Gisselle Castro Melgar


Dayana Elisabet Alvarado Villanueva
0501-1992-01207
0501-1999-13223
Alma Amelia Sánchez Chinchilla
Gabriela Michelle Guevara Mejía
0501-1999-07541
0501-1999-06346
Paola Nicole MacCarthy Mejía
Christopher Alberto Orellana Tróchez
0501-2000-10423
0506-1999-00952 Alma Rebeca Funes Castro
Carla Nicole Villeda Mejía 0501-1997-15764
0501-2000-03218 Alejandra Nohemy Lobo Acosta
Bessy Carolina Martínez Santos 1623-2001-00185
0506-1999-01360 Valeria Miselem
Eberth Antonio Caballero Caballero 0501-1994-05970
1622-2001-00210
1
Contenido
Planteamiento del Problema ................................................................................................................ 3
Marco contextual ................................................................................................................................. 6
Marco Teorico ................................................................................................................................... 10
Hábitos de Alimentación en Estudiantes Universitarios ................................................................... 11
Hábitos Alimenticios en los Estudiantes de Medicina en Turno y Servicio Social........................... 13
Habitos Alimentarios a lo Largo de La Vida..................................................................................... 16

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Planteamiento del Problema

3
1.1 Situación Problemática

Los hábitos alimenticios es un tema científico porque se quiere llegar a una respuesta lo cual no

está muy clara y se quiere saber qué hábitos alimenticios tienen los alumnos de medicina de la

Universidad Católica de Honduras que cursan sus años del servicio social e internado ya que se

sabe que es una carrera muy pesada y consume mucho tiempo de el diario vivir, debido a esto se

da que los estudiantes empiezan a llevar un mal ritmo en su alimentación. Conoceremos

entonces, cuales son los hábitos alimenticios de los estudiantes de la facultad de medicina de la

Universidad Católica de Honduras que cursan su servicio social e internado.

1.2 Preguntas de Investigación

- ¿Cuáles son los habitos alimenticios durante la jornada estudiantes de los estudiantes en

su servicio social e internado?

- ¿Los estudiantes a nivel personal y autoevaluativo sienten que sus habitos son saludables?

- ¿Afectan sus habitos alimenticios en su rendimiento durante las jornadas?

1.3 Objetivos

1.3.1 Objetivo General:

Conoceremos los habitos los hábitos alimenticios de los estudiantes de la facultad de medicina de

la Universidad Católica de Honduras que cursan su servicio social e internado.

1.3.2 Objetivos Especificos:

- Conoceremos los habitos alimenticios durante la jornada estudiantes de los estudiantes en

su servicio social e internado.

- Sabremos por medio de una autoevaluación si los estudiantes consideran que sus habitos

son saludable.

4
- Determinaremos si sus habitos alimenticios afectan su rendimiento durante la jornada

estudiantil.

1.4 Justificación

El motivo de esta investigación es determinar los tipos de hábitos alimenticios en los estudiantes

de medicina durante su servicio social e internado, ya que esto servirá para identificar las

consecuencias, riesgos y problemas que trae la mala alimentación en los estudiantes y con el

resultado dado proponer nuevos hábitos para tener una alimentación adecuada.

Se tiene como punto importante los horarios de trabajo al que deben acudir ya que en su mayoría

no son tan accesibles para poder llevar un orden alimenticio adecuado, esto es algo que se ve en

el diario vivir de los estudiantes.

Con los resultados proponemos ayudar a aquellos que pronto cursaran esos años, se hará con el

fin de ayudarlos. Pensamos ejecutar esta investigación con ayuda de autoevaluaciones.

5
Marco contextual

6
Esta investigación se llevó a cabo en la Universidad Católica de Honduras en el Campus San

pedro y San pablo,

realizándola a

estudiantes de dicha

universidad a

estudiantes de

medicina en internado

y servicio social.

Universidad Católica de Honduras-


Campus San Pedro y San Pablo

Historia

La Universidad Católica de Honduras se estableció en Febrero de 1994, como producto de

concesiones entre las autoridades de la Universidad Católica con la Diócesis de Choluteca, la

cámara de Comercio, la Alcaldía Municipal y la Asociación San José Obrero. Se abre

oficialmente con una población estudiantil de 41 alumnos distribuidos en las tres carreras

siguientes:

 Licenciatura en Mercadotecnia.

 Ingeniería en Ciencias de la Computación.

 Ingeniería Industrial y Comercial.

7
En marzo de 1994 se nombró una directora en el Campus y se establecieron mecánicas de

coordinación y comunicación con las autoridades de Tegucigalpa. A su inicio el Campus de

Choluteca funcionaba en el local que ocupa el Instituto Santa María Goretti, mediante un

convenio especial firmado por la Diócesis de Choluteca, comenzando con 23 catedráticos y 6

miembros del personal administrativo, el 25 de Julio de 1998 se graduó la primera promoción con

4 egresados de la carrera de Ingeniería Industrial. (Universidad Católica de Honduras , S.F.)

Creada de acuerdo al derecho canónico en junio de 1992, fue autorizada oficialmente el 04 de

diciembre del mismo año e inicio sus actividades académicas el 03 de febrero de 1993, fiesta en

honor a la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras, en las instalaciones del antiguo seminario

menor de San José. La Universidad Católica De Honduras, Nuestra Señora Reina de la Paz, es

una institución de educación superior que pertenece a la iglesia católica y se rige tanto por el

derecho canónico como por las leyes de Honduras.

El campus San Pedro y San pablo brinda las siguientes carreras:

 Licenciaturas: mercadotécnica, finanzas, gestión estratégica de empresa, teología pastoral,

psicología, gestión estratégica de empresas, derecho y relaciones internacionales.

 Ingenierías: ciencias de la computación, civil, industrial

 Arquitectura

 Medicina y cirugía

 Cirugía dental

Visión

En el año 2022 seremos una universidad donde lo espiritual es tan importante como lo

académico, con un sistema certificado y acreditado de educación superior, para el desarrollo

8
intelectual, ético y moral de profesionales que contribuyan a la construcción de una nueva

sociedad.

Misión

Garantizar la presencia del catolicismo en la educación superior de Honduras y asegurar una

formación integral en función de las distintas dimensiones del ser humano: lo social, lo moral, lo

espiritual, lo científico, lo técnico y lo religioso.

Política de calidad

La Universidad Católica de Honduras “Nuestra Señora Reina de la Paz” es una universidad,

donde la formación espiritual es tan importante como lo académico. Nos comprometemos

permanentemente con la satisfacción de las partes interesadas y en especial con el estudiante,

nuestro principal cliente. Cumpliremos con los requisitos establecidos en el sistema de gestión, la

mejora continua y la sostenibilidad de los servicios.

Valores

Justicia, Orden, Paz, Amor y Verdad

Facultad de Medicina

Esta carrera estudia de la vida, la salud, las enfermedades y la muerte del ser humano, e implica

el arte de ejercer tal conocimiento técnico para el mantenimiento y recuperación de la salud,

aplicándolo al diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades. La duración estándar

de esta carrera es de 8 años, comenzando el internado de 7mo año y empezando el servicio social

en el 8vo año.

9
Marco Teorico

10
Hábitos de Alimentación en Estudiantes Universitarios
La alimentación humana se define como un proceso voluntario consiente y educable. El concepto

de la FAO acerca de una alimentación adecuada involucra los siguientes elementos: 1) la oferta

de alimentos debe ser adecuada, es decir, que los tipos de alimentos disponibles en el país y en

los mercados locales así como en los hogares deben ajustarse a la cultura alimentaria o dietética

existente; 2) la oferta disponible debe cubrir todas las necesidades nutricionales desde el punto de

vista de la cantidad y calidad de los alimentos; 3) los alimentos deben ser seguros (inocuos) sin

elementos tóxicos o contaminantes. Por lo tanto la nutrición alimenticia es el conjunto de

procesos que comprende la digestión de los alimentos, la absorción de sus componentes, su

utilización por los tejidos y la eliminación de los desperdicios por parte de estos. Las necesidades

energéticas de las personas varían dependiendo de varios factores: la estatura, la composición

corporal, la edad, el ritmo de crecimiento, sexo, tipo de actividad física, condiciones fisiológicas

o de salud entre otras.

Hoy en día, los jóvenes cada vez son más autónomos a edades más tempranas y uno de los

aspectos de esta autonomía es la alimentación; deciden qué comer, dónde, cómo y cuándo

quieren comer. En esta época los jóvenes tienen una tendencia muy marcada hacia sus hábitos

alimenticios, no comen a horas adecuadas, se saltan alguna de las comidas, ingieren mucha

comida “basura” en vez de nutrirse adecuadamente, y hay que recordar que cantidad no es igual a

calidad. Cabe destacar el hecho de que los jóvenes prefieren la comida “rápida” debido a sus

precios relativamente económicos y su disponibilidad en cualquier hora y en cualquier lugar.

Pero está es la comida menos saludable que puedan consumir, ya que en muchas ocasiones tienen

grandes cantidades de grasas, además que la calidad de los ingredientes con las que preparan no

son sanos. En general los adolescentes tienen unas preferencias alimentarias muy definidas,

11
prefieren la carne más que el pescado, son ávidos consumidores de leche y derivados lácteos,

mientras que la ingesta de vegetales es mínima, no cubren las cinco raciones diarias

recomendadas y la presencia de alimentos integrales como el pan, los cereales, el arroz o la pasta,

es muy escasa en sus menús. El consumo inadecuado de alimentos en adolescentes va en

aumento, las causas son variadas, la influencia de los compañeros, enfermedades, tendencias

sociales y los mensajes de los medios de comunicación. Estos dos últimos cobran una gran

importancia por el estilo de vida actual en el cual la preparación y selección de alimentos que

favorecen la ingestión de comidas rápidas (por falta de tiempo) y con mayor cantidad de calorías,

colesterol y grasas. Por lo tanto la independencia aumentada por una mayor participación social y

sus horarios más ocupados influyen en la selección de alimentos y en sus hábitos, la mayoría

suele comer fuera y con rapidez. Es preocupante saber que la mayoría de los adolescentes tengan

un consumo bajo de verduras, frutas o cereales con un aumento en el consumo de comida

chatarra o rápida, sumadas a bebidas azucaradas con alto contenido energético. La selección

inadecuada de alimentos y menor actividad, predisponen al niño y al adolescente a padecer

enfermedades como la obesidad, hipercolesterolemia, hipertensión arterial que afectaran

directamente su salud, disminuyendo la cantidad y calidad de años por vivir.

El aprendizaje de los hábitos alimentarios está condicionado por numerosas influencias

procedentes, sobre todo de la familia, la cual desempeña un papel fundamental en la

configuración del patrón alimentario del niño, sin embargo, al alcanzar la adolescencia realizan

un cambio en sus diferentes hábitos como jóvenes universitarios. (Montero A, Úbeda N, García

A. 2006.) Dentro de estos cambios, la alimentación resulta uno de los factores menos visibles en

los estudiantes, pero que generan mayores problemas en la salud a mediano y largo plazo. (Ibáñez

12
E., Thomas Y., Bicenty A., Barrera J., Martínez J, Gerena R. 2008.) La adolescencia es una etapa

de la vida marcada por importantes cambios emocionales, sociales y fisiológicos. Es una época

de poca conciencia sobre la salud y los buenos hábitos. De los muchos aspectos que hay que

cuidar en esta etapa la alimentación cobra una especial importancia, ya que la mayoría de los

jóvenes desconoce que la dieta que tengan el día de hoy repercutirá en la salud de mañana, a esto

hay que sumar que se está es la edad en la que se empieza a ser independiente, a tener disposición

de tomar decisiones y evidentemente, éstas no siempre son acertadas.(Ramos Vázquez, et al.,

2019)

Hábitos Alimenticios en los Estudiantes de Medicina

en Turno y Servicio Social


Estudios Previos

El servicio social constituye una actividad obligatoria para concluir la carrera de los estudiantes

de medicina, e implica alterar durante doce meses sus vidas y actividades de trabajo. A pesar de

que durante este periodo en la formación profesional ocurren trasformaciones y cambios

profundos en la vida y en la concepción laboral de los médicos, este proceso está poco

documentado.

El año anterior al servicio social los estudiantes de medicina realizan el denominado "internado

médico", que corresponde al quinto año; en los cuatro anteriores estudian diversas asignaturas o

módulos cuyos contenidos predominantes son básicos y clínicos, con orientación hacia el

currículo del primer nivel de atención; sin embargo, para la enseñanza de los ciclos clínicos, y en

13
el internado médico, se utilizan principalmente las unidades de segundo y tercer nivel de atención

(hospitales generales de referencia e institutos nacionales de salud). Los profesores son en su

mayoría especialistas clínicos y, salvo excepciones, los alumnos egresados sustentan más

adelante el Examen de Residencias Médicas, con la expectativa de realizar en un futuro cercano

un ejercicio profesional especializado (López et al., 2004: 184; López, 1998: 151; López y Real,

2001: 14).(Ramírez de la Roche, et al., 2011)

- Un estudio refirió que los estudiantes y jóvenes se interesan más por su imagen corporal

que por su nutrición, y que algunos de ellos muestran que su alimentación no está

balanceada. Dichos autores manifiestan que, si las personas cambian sus hábitos de

alimentación, incorporan o incrementan la actividad física, su calidad de vida mejoraría a

corto y mediano plazo. Luisa Fema, comentan que es muy importante considerar que el

no tener una alimentación balanceada y presentar hábitos alimentarios inadecuados puede

llevar a los estudiantes a presentar algunos trastornos emocionales, endocrinos,

metabólicos, así como alteraciones más severas como cardiopatías. (Ibañez, 2017)

- Los hábitos alimentarios se suelen adquirir tempranamente durante el desarrollo de la

persona, influenciados por el aprendizaje de la persona en su contexto familiar, social y

cultura. Sin embargo, algunas situaciones estresantes como el ingreso a la universidad

generan una serie de cambios desfavorables en los estilos de vida, incluyendo la

alimentación. Por ello, implementar estrategias que prevengan tempranamente la

adquisición o el reforzamiento de hábitos alimentarios inadecuados puede tener efectos

significativos en la salud a corto y largo plazo. Sin embargo, lamentablemente la

tendencia entre los estudiantes universitarios es la irregularidad en el consumo de

comidas, y el consumo excesivo de comidas rápidas. (Ponce, 2017)

14
- El papel de la alimentación es el de aportar al organismo la energía y los nutrientes

necesarios para su correcto funcionamiento. Durante la adolescencia las necesidades

nutricionales son muy elevadas, ya que la mayoría de las transformaciones son

fisiológicas (aumento de peso, estatura y maduración sexual). Se requiere, por tanto, un

correcto control de la alimentación para evitar carencias que podrían traer consigo

trastornos de salud. Para esto es necesario conocer los cambios que se producen en cada

etapa y como modifican las necesidades energéticas y nutricionales. Finalmente hay que

decir que la adolescencia es la última oportunidad de establecer normas dietéticas antes de

la instauración de hábitos de la edad adulta que en la mayoría de los casos son

definitivos.(s.f, 2019)

- Los hábitos alimentarios y otros estilos de vida se comportan de acuerdo con los

conocimientos que los jóvenes universitarios tienen sobre nutrición y dietética. En la

población universitaria se suele asociar su patrón alimentario y de estilo de vida con la

irregularidad en el patrón de comidas, el consumo elevado de comida “rápida” y de

bebidas con contenido alcohólico, el seguimiento de dietas nutricionalmente inadecuadas

con baja densidad nutricional, la elevada incidencia de los trastornos de la conducta

alimentaria, etc. Unido en un incremento de los requerimientos nutricionales, dificultarán

el seguimiento de dietas saludables y equilibradas. (Ibañez, 2017)

- Por otro lado, se producen unos estilos de vida muy diferenciados de unos a otros, que

van desde el sedentarismo hasta la práctica del deporte de competición, dificultando aún

más la valoración nutricional de este grupo y los mensajes correctos a transmitir. Es ya un

hecho bien conocido que la Dieta Mediterránea es un modelo de alimentación y estilo de

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vida saludable que se relaciona con una mayor esperanza de vida, asociada con un efecto

protector frente a diferentes enfermedades crónicas.(Ibañez, 2017)

Habitos Alimentarios a lo Largo de La Vida


Los hábitos alimentarios son comportamientos conscientes, colectivos y repetitivos, que

conducen a las personas a seleccionar, consumir y utilizar determinados alimentos o dietas, en

respuesta a unas influencias sociales y culturales.

El proceso de adquisición de los hábitos alimentarios comienza en la familia.

La Infancia es el momento óptimo para adquirir unos buenos hábitos alimentarios. Estos se

adquieren por repetición y de forma casi involuntaria, la familia tiene una gran influencia y esta

se va reduciendo a medida que los niños crecen.

En la adolescencia, los cambios psicológicos y emocionales pueden influir en la dieta, dando

excesiva importancia a la imagen corporal, tienen patrones de consumo diferentes a los

habituales: comidas rápidas, picoteos…

En los adultos y en las personas de edad avanzada los hábitos alimentarios son muy difíciles de

cambiar.

Como decía F. Grande-Covián:-“Es más fácil que un hombre cambie de religión que de hábitos

alimentarios”.

Los alimentos actúan como unión social, porque se comparten con la familia, amigos… están

siempre presentes en las demostraciones de amistad, cariño, etc. También permiten intercambios

16
de ideas. Casi todos los acontecimientos humanos están ligados a eventos gastronómicos como

las bodas, las ceremonias, las celebraciones, los congresos.

También existen factores que determinan los hábitos alimentarios como son los factores

fisiológicos (sexo, edad, herencia genética, estados de salud, etc.), factores ambientales

(disponibilidad de alimentos), factores económicos, o factores socioculturales (tradición

gastronómica, creencias religiosas, estatus social, estilos de vida, etc.)(Rodríguez Alonso, 2019)

Problemas

Uno de los problemas de salud actual vinculado a una nutrición inadecuada es la obesidad, cuya

magnitud alcanza el término de epidemia con efectos nocivos para la salud.

La nutrición clínica cobra cada vez mayor importancia por el riesgo incrementado de enfermar

como consecuencia de estilos de vida dañinos, los modos de alimentación, y los tipos de

alimentos que se prefieren o se imponen, lo que justifica a su vez la necesidad de que sea la

educación nutricional de la población una estrategia principal para el sector salud. Los hábitos

alimentarios son comportamientos conscientes, colectivos y repetitivos, que conducen a las

personas a seleccionar, consumir y utilizar determinados alimentos o dietas, en respuesta a unas

influencias sociales y culturales. El proceso de adquisición de los hábitos alimentarios comienza

en la familia. (Artículos, 2017)

Hábitos alimentarios en estudiantes de sexto año de una universidad privada de

Lima, Perú

Actualmente se recomienda el consumo de tres o más alimentos al día para mantener los niveles

de glucosa necesarios para realizar las actividades diarias. Sin embargo el 30,1% de los de sexto

año consumen por lo general tres o más comidas al día. Estas cifras bajas requieren estudios

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posteriores, aunque posiblemente se deban a un estilo de vida desordenado, producto de la

exigencia académica y la falta de educación alimentaria. Aunque se ha observado que esta

adaptación depende del colegio de procedencia y de las herramientas que tengan los estudiantes

para afrontar los cambios. De cualquier manera, estos resultados reflejan la necesidad de que las

universidades cuiden el bienestar físico y mental del estudiante durante los primeros ciclos,

brindándole las herramientas necesarias para afrontar los cambios sin caer en malos hábitos ni

trastornos de la conducta alimentaria.

El 15,6% de los encuestados consumían comida rápida y gaseosas frecuentemente (al menos tres

veces por semana), lo cual guarda similitud con estudios realizados en estudiantes universitarios

en otros países (32,33), y que refleja un problema de malos hábitos alimentarios que debe ser

abordado por las universidades.

Ante esta problemática, las "universidades saludables" deben implementar programas

nutricionales universitarios que sustituyan las comidas rápidas por alimentos saludables como

frutas y verduras en las cafeterías universitarias (34), así como cursos de capacitación sobre

educación nutricional para fomentar conductas saludables (35), trabajar el entorno familiar

mediante charlas y/o asambleas magistrales. (36), e incluso trabajar con estudiantes en riesgo

mediante consultas personales que logren diseñar un régimen alimenticio personalizado de

acuerdo a sus necesidades particulares para alcanzar un cambio sostenible en sus hábitos

inadecuados (35).

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Los estudiantes de sexto año tuvieron un mayor riesgo de este consumo, probablemente debido a

que pasan la mayor parte de su tiempo en diversas sedes hospitalarias, donde la comida rápida y

las gaseosas sean los alimentos y las bebidas más accesibles. Otra explicación sería que con el

pasar de los años estos estudiantes adquieren más libertad y corren el riesgo de desarrollar malos

hábitos alimentarios. Por lo cual parece lógico prevenir actuando desde los primeros años de

estudio (38,39).

Se encontró que las comidas más consumidas en los de sexto año fue alcohol y café. En un

estudio realizado en estudiantes de medicina de una universidad de Croacia (26), los alumnos de

sexto año también consumían significativamente más café que aquellos de primer año; sin

embargo en el caso de leche y alcohol no se encontró diferencia significativa.

También se encontró que tomar desayuno fue un factor protector para el consumo frecuente de

comida rápida y bebidas gaseosas. Este hallazgo podría deberse a que los estudiantes que no

toman desayuno optan eventualmente por consumir aquello que tengan más a la mano en su

centro de estudios. Para combatir esto, se ha diseñado la estrategia de desayunos universitarios,

capacitando a las concesionarias para brindar desayunos de calidad, como se ha realizado en

México, España y Ecuador. En el Perú, una universidad en Piura facilita que los estudiantes

puedan armar su desayuno con alimentos que se venden en la cafetería. Por otro lado, un estudio

realizado en vendedores de desayuno ambulantes en Lima Metropolitana, reveló que el 85% de

estos no contaron con un adecuado nivel de conocimientos sobre alimentación, lo que conlleva a

que no ofrezcan desayunos de buena calidad, situación que podría existir en las concesionarias

universitarias, y que merece ser estudiada.

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El desayuno es la comida principal del día, ya que el organismo obtiene la mayor fuente de

energía para realizar las actividades cotidianas, por lo que su ausencia, repercute negativamente

en el estudiante, dificultando su rendimiento académico. Existen diversos estudios que han

demostrado que la omisión del desayuno en la adolescencia y juventud está asociado a desarrollar

una ECNT como la diabetes, obesidad y enfermedades coronarias en la edad adulta, y se ha

evidenciado que tomar un desayuno saludable basado en fibra y frutas, reduce el riesgo de

sobrepeso.

Sin embargo, sólo 51.3% de los participantes afirmaron tomar desayuno siempre. Resultado

similar al obtenido en un estudio realizado en estudiantes universitarios del Sur de Chile. No

obstante, esta cifra resulta baja en comparación a estudios de Polonia (55), Buenos Aires, España

y Túnez. Esta baja cifra puede deberse a factores como el horario de clases, sobrecarga de

estudios, la calidad de sueño y otros aspectos psicológicos y socioeconómicos. Además, es

probable que la población estudiada presente menor educación alimentaria, lo cual requiere la

ejecución de programas nutricionales (enfatizando la selección, compra, preparación de los

alimentos) a nivel nacional y particularmente a nivel de las universidades, siendo la educación

alimentaria una estrategia de prevención de primer nivel de las ECNT.

Es necesario mencionar algunas limitaciones metodológicas del presente estudio: la tasa de

rechazo en la población de sexto año fue alta, probablemente debido a su ajustado horario.

También existe el riesgo de que los participantes menos preocupados por sus hábitos alimentarios

presenten mayor sesgo de memoria. Además, hay que tomar en cuenta que estos resultados

provienen de una universidad particular, con estudiantes que comparten ciertas características,

por lo cual no podrán extrapolarse a todos los estudiantes de Medicina Humana del Perú, siendo

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necesario realizar estudios multicéntricos para ello. Sin embargo, este estudio con pocos

antecedentes en el Perú nos alerta sobre una alta prevalencia de malos hábitos alimentarios, y la

necesidad de intervenir en factores asociados puntuales.

En conclusión, el presente estudio evidenció inadecuados hábitos alimentarios en estudiantes de

medicina de la Universidad San Martín de Porres, como la omisión de desayuno y el consumo de

comidas rápidas. Asimismo, se encontró que cursar sexto año puede ser un factor de riesgo, y que

tomar desayuno podría ser un factor protector al consumo frecuente de comidas rápidas y

gaseosas. Es indispensable la intervención en las universidades para promocionar una educación

alimentaria desde los primeros años, así como la aplicación de estrategias en los estudiantes y

concesionarias universitarias en favor de un desayuno saludable. (Torres-Mallma, Trujillo-

Valencia, Urquiza-Díaz, Salazar-Rojas, & Taype-Rondán, 2016)

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