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ANECDOTAS

Ulises en su largo viaje de regreso a Ítaca:

Ulises y sus compañeros, en su larga travesía por el Mediterráneo de regreso a


la isla de Ítaca, tras pasar el mar de las sirenas, llegaron al estrecho de Mesina,
donde dos monstruos marinos dificultaban el paso.

A un lado, Escila, monstruo de torso de mujer y cola de pez. De su cintura salía


el medio cuerpo de seis perros.

Al otro lado, Caribdis, un gran monstruo marino, que tragaba agua tres veces al
día, y la expulsaba otras tantas, formando un enorme remolino.

Circe le había aconsejado acercarse más a Escila. Perdería seis de sus


hombres, pero si se arrimaba a Caribdis perdería todo el barco, pues era
imposible enfrentarse al remolino.

Así lo hicieron. Se acercaron más a la cueva de Escila, que no se veía por


ninguna parte. Aunque Circe le había advertido que toda defensa era inútil, le
había aconsejado que pasase muy rápido y ligero, le había dicho que lo único
que podía hacer era invocar el amparo de Creteis, madre de Escila, Ulises se
puso su refulgente armadura y cogió dos lanzas, presto al combate, y olvidó
invocar a Creteis. Escila seguía sin aparecer. Pero, de pronto, mientras
observaban el estruendo y la espuma formada por el remolino de Caribdis,
espantados, Escila le arrebató seis de sus hombres.
No pudo hacer nada, salvo ver cómo Escila devoraba a sus compañeros al pie
de su gruta. Ese fue el espectáculo más triste y horrendo que vieron sus ojos
en su viaje. Con el corazón compungido, siguieron el viaje.

Alejandro Magno y Diógenes de Sinope


Pudo haber sido durante los Juegos Ístmicos en Corinto, que Diógenes de
Sinope y Alejandro Magno se conocieron.

Se dice que una mañana, mientras Diógenes se hallaba absorto en sus pensamientos,
Alejandro, interesado en conocer al famoso filósofo, se le acercó y le preguntó si podía
hacer algo por él. Y Diógenes le respondió: “Sí, tan solo que te apartes porque me tapas el
sol”.

Los cortesanos y acompañantes del monarca de Macedonia se burlaron delfilósofo,


diciéndole que estaba ante el rey. Diógenes no dijo nada, y los cortesanos seguían riendo.
Repentinamente Alejandro cortó sus risas, diciendo: “De no ser Alejandro, habría deseado
ser Diógenes”.
Gente de dinero y gente sin dinero
El político, científico e inventor estadounidense Benjamin Franklin (1706-
1790) estaba enseñando la ciudad de Filadelfia a unos visitantes
extranjeros cuando un grupo de gente extrañamente vestida pasó junto al
grupo. Uno de los visitantes le preguntó:

—¿Quiénes son esas personas?

—Pertenecen a una secta religiosa y se llaman cuáqueros —contestó el


improvisado guía.

—¿Y en qué creen?

—Creen en el seis por ciento de interés compuesto

Emprendedores y empresarios
Cuando Jean-Baptiste Colbert (1619-1683) se hizo cargo de las finanzas
de Francia, hizo llamar a los principales hombres de negocios del reino. A
fin de congraciarse con ellos y para ganar su confianza, les preguntó:

—Caballeros, que puedo hacer por ustedes.

—Le rogamos, señor —le contestaron todos a una—, que no haga nada.
Déjenos que lo hagamos nosotros.
Para volver del Silk Market y cómo íbamos un grupillo de 6 decidimos coger
un taxi de estos piratillas que te llevan en una furgoneta con los cristales
tintados al estilo Jack Bauer de 24. El caso es que durante el camino la
mujer del conductor nos empieza a sacar calcetines y gallumbos de una
bolsa de basura diciendo que los vendía muy baratos así que ni cortos ni
perezosos y como somos muy consumistas allá que cargamos con un
arsenal de ropa interior. Acto seguido nos fuimos a cenar al Hard Rock
Pekín. Cuando llega la cuenta, pagamos y nos marchamos y detrás
nuestro, una de las camareras persiguiéndonos, gritando en chino cosas
que no lográbamos descifrar, parecía la niña del exorcista. El caso es que la
furgoneta pirata nos había endiñado billetes falsos y nosotros, pardillos
todavía en la moneda del país no nos habíamos dado cuenta y se lo dimos
a la camarera para pagar la cena. Consecuencia: Nos tuvimos que tragar
una moneda que para mí la usaban para jugar al monopoli en algún país
extraño porque fuimos a cambiarla y no quisieron….

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