Al otro lado, Caribdis, un gran monstruo marino, que tragaba agua tres veces al
día, y la expulsaba otras tantas, formando un enorme remolino.
Se dice que una mañana, mientras Diógenes se hallaba absorto en sus pensamientos,
Alejandro, interesado en conocer al famoso filósofo, se le acercó y le preguntó si podía
hacer algo por él. Y Diógenes le respondió: “Sí, tan solo que te apartes porque me tapas el
sol”.
Emprendedores y empresarios
Cuando Jean-Baptiste Colbert (1619-1683) se hizo cargo de las finanzas
de Francia, hizo llamar a los principales hombres de negocios del reino. A
fin de congraciarse con ellos y para ganar su confianza, les preguntó:
—Le rogamos, señor —le contestaron todos a una—, que no haga nada.
Déjenos que lo hagamos nosotros.
Para volver del Silk Market y cómo íbamos un grupillo de 6 decidimos coger
un taxi de estos piratillas que te llevan en una furgoneta con los cristales
tintados al estilo Jack Bauer de 24. El caso es que durante el camino la
mujer del conductor nos empieza a sacar calcetines y gallumbos de una
bolsa de basura diciendo que los vendía muy baratos así que ni cortos ni
perezosos y como somos muy consumistas allá que cargamos con un
arsenal de ropa interior. Acto seguido nos fuimos a cenar al Hard Rock
Pekín. Cuando llega la cuenta, pagamos y nos marchamos y detrás
nuestro, una de las camareras persiguiéndonos, gritando en chino cosas
que no lográbamos descifrar, parecía la niña del exorcista. El caso es que la
furgoneta pirata nos había endiñado billetes falsos y nosotros, pardillos
todavía en la moneda del país no nos habíamos dado cuenta y se lo dimos
a la camarera para pagar la cena. Consecuencia: Nos tuvimos que tragar
una moneda que para mí la usaban para jugar al monopoli en algún país
extraño porque fuimos a cambiarla y no quisieron….