Educación Psico-Social Ambiental El Sonido de La I... - (PG 53 - 59)

VI.
PERCEPCIÓN EN LA INTERRELACION
DE LA TRILOGÍA SISTEMICA
HOMBRE-SOCIEDAD-AMBIENTE
Vl.1. Aspectos generales
Tomando como marco el ámbito gran urbano y considerando como suce-

so un fenómeno ambiental, se requiere de un enfoque holístico en función
de analizar las interacciones entre los distintos factores actuantes.
Teniendo en cuenta una problemática, la contaminación ambiental, y en
este caso específicamente la contaminación sonora, existe en ella la
interacción de una compleja red de interdependencias entre elementos que
la integran.
Al respecto, "el problema es que cuando intentamos tomar en cuenta las
interrelaciones de más de una docena de estas cuestiones, el alcance de
sus efectos secundarios inmediatos, sus centenares de efectos indirectos,
todos mezclándose y superponiéndose con diferentes intervalos entre cau-
sas y efectos, nos encontramos con que el cerebro humano no puede abar-
carlo sin ayuda. No podemos modelar en nuestras mentes la ciudad: su
complejidad nos abruma" (Vigil, 1994).
Ante dicha complejidad, este enfoque propone considerar cada situación
desde una óptica ecosistémica, atendiendo a la multiplicidad de los elemen-
tos interactuantes.
En tal sentido puede considerarse la existencia de un gran sistema am-
biental, conformado por otros sistemas menores: individual, social, natural
—con sus diversos factores componentes—, los que se encuentran en per-
manente interacción, en un confluente contexto témporo-espacial (ver cua-
dro en página siguiente).
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Ahora bien, desde el sistema individual, cada sujeto realiza un recorte de

la realidad ajustando a su sistema particular lo que percibe de su entorno, e
interactúa y actúa en función de sus percepciones, sensaciones, experien-
cias, e informaciones que posee.
Por lo tanto, en cuanto a la dinámica sistémica, cada individuo se com-
porta como una verdadera "caja negra", siendo múltiples y disímiles las con-
ductas a tomar.
Ante cada situación el cerebro humano recibe a través de los sentidos un
cúmulo de información, que le permite ir configurando una percepción sen-
sorial.
"La percepción no es inmediata. Tarda algún tiempo en ir elaborándose la
Gómez, Mónica M.. <i>Educación psico-social ambiental: el sonido de la ignorancia</i>, Espacio Editorial, 2007. ProQuest Ebook Central,
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SISTEMA AMBIENTAL
SISTEMA INDIVIDUAL SISTEMA SOCIAL SISTEMA NATURAL
-Factores congénitos -Factor poblacional -Factor clima
y hereditarios -Factor político-adminis- -Factor relieve
-Factores adquiridos trativo -Factor fauna
-Factor disposición -Factor infraestructural -Factor flora
-Factores actuales o -Factor histórico-cultural -Factor físico-químico
desencadenantes -Factor económico -Factor panorama
-Factor temporal -Factor temporal -Factor temporal

-Factor espacial -Factor espacial -Factor espacial
imagen en el cerebro, hasta que el individuo pueda crear una especie de ar-
chivo de ella para ser consultado en otras oportunidades. Obviamente incluye
una serie de pasos, tales como reconocer que hay 'algo'; luego ir tomando
conciencia de las formas y otros aspectos, y por último el proceso de identifi-
cación y clasificación. En muchos casos necesitará más de una experiencia
para terminar de percibir con precisión al objeto en cuestión" (Balbi, 1997).
Este complejo proceso se produce continuamente "en las situaciones de
la vida cotidiana, en las cuales se puede ver claramente los objetos y se
verificará su naturaleza apelando a distintos tipos de información. Color, for-
ma, contextura, posición, movimiento o inmovilidad serán congruentes y
coincidirán con lo que el observador espera encontrar en tales situaciones"
(Balbi, 1997).
VI.2. Percepción y color

Con relación al color se puede afirmar que "es una ilusión que se manifiesta
por intervención de la luz. El colores sensación. Es la impresión compleja pro-
ducida sobre la retina ocular por la luz. René Descartes (1596-1650) expresa:
el color es vida. Es la receptividad de los seres vivos la que los capacita para
percibir una impresión física, es decir una sensación" (Espeche, 1993).
Al respecto, "Sigmund Freud realizó un estudio sobre los colores en los
sueños, en el que afirma que lo que allí aparece no es el recuerdo de lo que
el ojo percibió en estado consciente, sino que el inconsciente ha registrado
y ha interpretado, ha resignificado otra cosa. Algo así como que vemos los
colores por el ojo del inconsciente" (Espeche, 1993).
De allí que frente a un estímulo externo (color, sonido, movimiento, etc.)
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se reaccione de forma diversa. "Cada color nos envía un estímulo, un men-
saje. El hombre responde a los colores tanto como los colores aparecen a
su percepción. El color que aparece en una percepción tiene su sostén en
una conciencia cromática, en un cierto umbral de conciencia, diferente para
cada color y tono. Pero la conciencia nunca está aislada del mundo. Apre-
hendemos el color en tanto se forma la conciencia cromática y se forma la
conciencia cromática en tanto el mundo se colorea" (Espeche, 1993).
Desde lo cálido, lo frío, lo afectivo, lo peligroso, etc., el color aparece en
las ropas, las comidas, los anuncios, las campañas publicitarias, los rituales
de todas las religiones, y los emblemas de los países de todo el mundo.
Así pues, como ante un color surge una sensación o un recuerdo deter-
minado, una situación o fenómeno específico sugiere cierto color en función
a la percepción de dicho evento. En tal sentido, han quedado fijados en
nuestra "conciencia cromática" colores ligados a señales, tal el caso del
semáforo, en el que el rojo representa "peligro", el amarillo "atención" y el
verde "avance".
En forma inversa podría, a través de registros de resultados de encues-
tas masivas, quedar instaurada la identificación de determinados colores con
situaciones o fenómenos concretos de percepción ambiental (contaminación
química, biológica, física; contaminación sonora, etc.). Por ejemplo, podría
quedar reglamentariamente fijada la distinción entre una situación de riesgo,
alarma y daño ecológico, asociada a determinado color, como sucede con
los colores de las banderas colocadas en las playas como permanente se-
ñal para los avezados bañistas (mar peligroso, dudoso, etc.).
VI.3. Contaminación sonora. Percepción de amenaza ambiental

y conflicto desde una óptica eco-estratégica
En la cotidianeidad del ámbito gran urbano, la percepción acompaña al

individuo constantemente. "La percepción es tan real como cualquier otra
cosa... De hecho, la percepción es la única realidad para la persona. Por

regla general, la percepción no es una realidad compartida, ni tampoco se
puede cotejar con el mundo exterior, pero es ciertamente real" (Balbi, 1997).
También está demostrada la complejidad del proceso perceptivo. "La per-
cepción no es de ningún modo un proceso simple y directo, carente de
ambigüedad, sino que está sometida a muchas variaciones e interrupciones...
En el curso de su vida el individuo aprende a percibir más y más correcta-
mente, especialmente cuando lo guía algún interés, o cuando ha recibido una
educación especial. Pero los mismos efectos del conocimiento y de la expe-
riencia pueden producir una percepción selectiva y dirigir la atención hacia
objetos y hechos sobre los cuales se ha adquirido un conocimiento especial.
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La consecuencia es que no hay dos observadores que perciban la misma
escena de la misma manera, y que ellos pueden discrepar considerablemente
respecto de la naturaleza y el contenido de aquélla" (Balbi, 1997).
La falta de información, la baja concepción valorativa (ético-estética, reli-
giosa, filosófica, científica, etc.), las necesidades, los estados de ánimo, las
urgencias, la relación éxito-fracaso, influyen poderosamente y producen gran-
des alteraciones perceptivas, constituyéndose las mismas en poderosas vul-
nerabilidades o "zonas grises" dentro del sujeto.
Diferentes percepciones individuales respecto de un fenómeno

ambiental —contaminación sonora—
Esto condiciona a que un individuo (Actor "A") perciba de forma diversa

cualquier fenómeno que acontezca en el ambiente, como así también será
disímil su percepción de la percepción que otro individuo (Actor "B") tenga
sobre ese fenómeno. La percepción es, de esta forma, algo personal, único
e intransferible como la personalidad misma.
Desde la perspectiva eco-estratégica sobre un fenómeno ambiental (con-

taminación sonora, etc.), en determinado ámbito (ciudad, país, región), "un
actor determinado analiza el conflicto desde su óptica y nivel de interés y
luego trata de percibir que valores tiene dicho conflicto —o dicha área— para
cada uno de los restantes actores. Esos otros actores hacen lo mismo, ge-
nerando de esa manera una malla entrecruzada de percepciones que difícil-
mente coincidirán, puesto que cada uno de ellos tiene diferentes intereses y
objetivos" (Balbi, 1997).
Esta situación puede dar como resultado errores de percepción que
complican la interacción y "riesgosas diferencias, que pueden degenerar en
una incapacidad de comunicación y la subsiguiente pérdida de control", con
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las consecuentes conductas transgresoras y conflictivas (conductas conta-
minantes).
El papel de la educación, la información adecuada, la inculcación de va-
lores, la concientización sobre un fenómeno particular, es fundamental para
desempeñarse y saber actuar frente a esa situación.
En la implementación y fijación de estos elementos que redundarían no
sólo a favor de actitudes interpersonales-sociales, sino también inter-nacio-
nes, debe colaborar no sólo la acción educativa sino también la instrumen-
tación de políticas claras a largo plazo desde los sectores decisores, "esta-
bleciendo un diagnóstico estratégico, un enfoque estratégico, sobre la base
de conocer las amenazas, las oportunidades, las fortalezas y las debilida-
des, junto a una eficiente campaña de los medios de comunicación social,
los cuales permanentemente dan mensajes con un sentido, contenido o for-
mato que tiene la intención de producir una determinada interpretación o
sensación —un condicionante de la percepción— en el receptor" (Balbi, 1997).
Así se espera "que las cosas se comportarán de un modo razonable y
significativo; vale decir que si conocemos y comprendemos lo suficiente una
clase de situación podemos predecir más o menos correctamente lo que
sucederá y, lo que es aún más importante, sabremos cuál es la reacción más
indicada ante ello" (Balbi, 1997).
En tal sentido, desde la perspectiva eco-estratégica, si un individuo (gru-
po, nación, región, etc.) está más informado, educado, concientizado sobre
determinado fenómeno o situación ambiental, se verá más fortalecido, ten-
drá mejor comunicación e interacción con otros individuos (grupos, naciones,
etc.) y tendrá mayores posibilidades de prever situaciones conflictivas a
futuro.
Todas las vulnerabilidades que conformarían las zonas grises de un indi-
viduo, lo ubican en situación de riesgo, afectando su seguridad psicofísica y
deteriorando su calidad de vida, lo cual le ocasiona un conflicto.
Proyectando este panorama a un escenario macro-global, la sumatoria de
individuos que conforman una sociedad, un Estado-nación, poseedores de
dichas falencias, colocan en estado de riesgo a dicho país, y dichas vulne-

rabilidades pueden incluso provocar un conflicto con otros países.
Al respecto, el conflicto ambiental "se refiere precisamente a las desave-
nencias o problemas de intereses que se producen entre grupos, Estados o
sectores dentro de la sociedad. El conflicto ambiental surge cuando se con-
solida la noción o concepto de calidad de vida, desarrollo humano y susten-
tabilidad. En la medida en que se vea afectado el medio ambiente se dete-
rioran las posibilidades de desarrollo de las naciones. Esta conceptualización
integral, que involucra una estrecha relación de persona-medio ambiente,
reposiciona al humano dentro y no sobre el universo" (Rojas Aravena, 1996).
Es dable destacar que las percepciones de experiencias anteriores po-
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seen un papel esencial, no sólo a nivel intra e inter-individuo, sino también a
nivel intra e inter-nación, jugando aquí un rol fundamental las percepciones
históricas de amenaza. Esto se entiende, por ejemplo, ubicando en un esce-
nario a dos actores (A y B). El Actor "A" es un país tradicionalmente expan-
sionista, el Actor "B" percibe desde siempre esa amenaza con fuerte peso
histórico, y según se balanceen otros factores interactuantes, puede o no
potenciarse esa situación llegándose a un conflicto ambiental.
"Las explicaciones estructurales del conflicto, la violencia y la belicosidad
se refieren a la forma en que la organización de la sociedad configura la
acción, mientras que las explicaciones psico-culturales se fijan en los pro-
pios actores y en cómo éstos interpretan el mundo. Las explicaciones psico-
culturales expresan las diferencias interculturales en la conducta del conflic-
to y lo hacen basándose en las causas de la acción arraigadas en imágenes
y percepciones del mundo externo culturalmente compartidas. Estas dispo-
siciones forman la base de un marco interpretativo que influye poderosamente
en cómo los individuos y los grupos entienden las acciones de los demás y
reaccionan ante ellas" (Ross, 1993).
En tal sentido, "la interpretación del conflicto pone a nuestro alcance una
descripción coherente que une actores y acontecimientos antagónicos. Algo
esencial para las interpretaciones es la atribución de motivos. Una vez iden-
tificados, la existencia de tales motivos hace más fácil predecir las acciones
futuras del prójimo y también convertir —por medio de nuestra propia con-
ducta— dichas predicciones en profecías de autocumplimiento" (Ross, 1993).
Si se realiza una proyección imaginaria utilizando la contaminación sono-
ra como fenómeno de amenaza ambiental, podemos suponer que haciendo
uso del ruido como arma de utilización eco-terrorista, un Actor "A" preten-
diendo una porción territorial del Actor "B" envía una nave no detectable a la
zona limítrofe de hielos continentales de dicho actor y, mediante la emisión
de una onda sonora de altos decibeles, provoca el desmoronamiento de im-
ponentes témpanos de hielo ocasionando la inundación de una gran parte
del área continental del Actor "B", con todos los perjuicios socio-políticos y
económicos que esto trae aparejado.

Este potencial escenario nos ubicaría a nivel mundial dentro de lo que se
denomina "amenazas no militares" (Sandoval, 1999), que, dadas las carac-
terísticas del fenómeno de globalización existente, los países están más pro-
pensos a padecer.
En el plano de lo intra/inter-individual, citando a dos individuos (Actor "A"
y "B"), ambos vecinos enemistados de un edificio, el Actor "A" provoca rui-
dos (golpes, música en altos decibeles) en horarios en que el Actor "B" duer-
me, haciéndole imposible a éste conciliar su sueño con las demás conse-
cuencias y perjuicios psico-físicos que esto ocasiona, amén de los económi-
cos al tomar la decisión de mudarse del edificio.
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En ambos ejemplos, y ubicándonos en una perspectiva eco-estratégica,
de potenciarse positivamente las capacidades de los actores (individuos,
grupos, naciones), tendientes a educar sustentablemente, informar, concienti-
zar, comunicar, valorar, cohesionar, mediar, etc.; es decir, a lograr desarro-
llar una serie de "habilidades inespecíficas" (Hambra, 1998), como elemen-
tos fundamentales de una Inteligencia Psicosocial Ambiental, se obtendría
una poderosa red social interconectada, con mayor nivel educativo-sanita-
rio, con mayor calidad de vida y con perspectivas de conservar y proteger
a las generaciones futuras.
Retornando de estas hipotéticas situaciones, si se observa el entorno gran
urbano "ciudad de Buenos Aires" y se enfrenta al fenómeno de contamina-
ción sonora que conforma un patético paisaje acústico en dicha metrópolis,
surge emergente su instauración como parte integrante de la cotidianeidad
que convive y amenaza directa o indirectamente, intencional o accidentalmen-
te, la integridad psico-física y económica del habitante porteño.
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VI.

Vl.1. Aspectos generales

Tomando como marco el ámbito gran urbano y considerando como suce-

Ahora bien, desde el sistema individual, cada sujeto realiza un recorte de

-Factor temporal -Factor temporal -Factor temporal

VI.2. Percepción y color

VI.3. Contaminación sonora. Percepción de amenaza ambiental

En la cotidianeidad del ámbito gran urbano, la percepción acompaña al

cosa... De hecho, la percepción es la única realidad para la persona. Por

Diferentes percepciones individuales respecto de un fenómeno

Esto condiciona a que un individuo (Actor "A") perciba de forma diversa

Desde la perspectiva eco-estratégica sobre un fenómeno ambiental (con-

dichas falencias, colocan en estado de riesgo a dicho país, y dichas vulne-

económicos que esto trae aparejado.

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