En 1914 estalló la guerra más mortífera habida hasta entonces en Europa. Las razones de un conflicto
bélico de esta magnitud hay que buscarlas en las rivalidades económicas y coloniales entre las
grandes potencias y en los conflictos y reivindicaciones nacionalistas en el seno del continente. La
Primera Guerra Mundial enfrentó a dos bloques de países: los aliados que formaban la Triple
Entente (Francia, Inglaterra y Rusia, a los que se unieron entre otros Bélgica, Italia, Portugal,
Grecia, Serbia, Rumanía y Japón) y las potencias centrales de la Tripe Alianza (el Imperio
alemán y el Imperio austrohúngaro, apoyados por Bulgaria y Turquía).
Aunque todo el mundo creyó que sería breve, la Primera Guerra Mundial se prolongó por espacio de
cuatro años (1914-1918). Tras una fase de
estancamiento en que la muerte de centenares de
miles de soldados en las trincheras apenas movió los
frentes, en 1917 los Estados Unidos entraron en la
guerra en apoyo del bando aliado, que resultaría a la
postre el vencedor. Las tensiones de la guerra
propiciaron en octubre de 1917 el triunfo de la
Revolución Rusa, la primera de las revoluciones
socialistas, que se convertiría en referencia para las
organizaciones y partidos de la clase obrera en el
siglo XX. Con la devastación demográfica y
económica ocasionada por la Primera Guerra Mundial
se inició el declive de la Europa occidental en favor de nuevas potencias emergentes: los Estados
Unidos, Japón y la URSS.
La Europa de 1914
Como consecuencia de la expansión industrial de las décadas anteriores y del dominio colonial, en
1914 Europa el centro económico, político y cultural del mundo. El viejo continente, sin embargo, no era
en absoluto un conjunto homogéneo. Francia, Gran Bretaña y Alemania lideraban casi todas las ramas
de la industria; entre las tres naciones se
estableció una feroz competencia en la que
los germánicos comenzaron a destacar.
Rusia, el Imperio austrohúngaro, Turquía y
las pequeñas naciones de los Balcanes
habían comenzado a modernizarse, pero
todavía la mayor parte de la población de
estos países vivía de la agricultura.
Las relaciones políticas internacionales descansaban desde 1871 en el sistema de alianzas y equilibrio
entre las grandes potencias que había diseñado el canciller Otto von Bismarck con el objetivo de aislar
a su rival, Francia, y colocar a Alemania en una situación de supremacía en el continente europeo.
Europa en 1914: la Triple Alianza y la Triple Entente
Ya en tiempos de Bismarck, y por iniciativa del estadista alemán, se había constituido la Triple Alianza
(1882), que agrupaba a los llamados Imperios Centrales (El Imperio alemán y el Imperio
austrohúngaro) y al reino de Italia, que no obstante se uniría al bando contrario tras iniciarse las
hostilidades. El ascenso al trono de Guillermo II, que destituyó de Bismarck (1890), intensificó el
expansionismo económico del Imperio alemán. La respuesta al peligro potencial que suponía la Triple
Alianza fue la Triple Entente: lentamente gestada y negociada entre 1894 y 1907, consiguió reunir los
intereses comunes de Francia, el Reino Unido y el Imperio ruso.
Las causas profundas de la Primera Guerra Mundial se sitúan tanto en el orden económico como en el
político, y pueden reducirse al antagonismo económico y colonial entre las principales potencias
industriales (Francia e Inglaterra por un lado y Alemania por otro) y a la exacerbación de los conflictos
territoriales de signo nacionalista.
La unificación de Alemania en 1871 había convertido a esta nación en una gran potencia que
amenazaba directamente los intereses económicos de Francia y del Reino Unido. La fuerte
competencia por la búsqueda de nuevos mercados y materias primas ya había provocado tensiones y
enfrentamientos por la pretensión alemana de extender su imperio colonial, la cual chocaba con el
reparto diseñado por sus rivales. Gran Bretaña y Francia tenían numerosas posesiones en todo el
mundo, e incluso algunas naciones pequeñas o pobres, como Bélgica y Portugal, dominaban zonas
más extensas que sus propios estados. Los Imperios Centrales, en cambio, habían llegado tarde al
reparto colonial. El Imperio austrohúngaro carecía de colonias, y Alemania únicamente había
conseguido, después de muchas tensiones, cuatro territorios africanos sin riquezas ni demasiadas
posibilidades económicas (Togo, Camerún, el desierto de Namibia y la actual Tanzania).
La Primera Guerra Mundial vino precedida por diversos conflictos locales que pusieron a prueba las
alianzas internacionales y no hacían sino presagiar un enfrentamiento a gran escala que cualquier
chispa podía encender. Perfectamente
conscientes de ello, muchas naciones habían
venido realizando fuertes inversiones en el
fortalecimiento y modernización de sus ejércitos,
dotándolos de una potencia formidable con
finalidades teóricamente defensivas; la escalada
armamentista alcanzó tal nivel que el periodo
comprendido entre 1871 y 1914 es llamado «La
paz armada». Las fricciones por cuestiones
coloniales dieron pronto lugar a diversas crisis,
entre las que destacan las causadas por el
dominio de Marruecos (1905 y 1911), resueltas
ambas en perjuicio de Alemania y en favor de los
franceses, que contaban con el apoyo de Inglaterra.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria desencadenó la Primera Guerra Mundial.
El atentado provocó la indignada protesta del gobierno austrohúngaro, que por medio de un duro
ultimátum amenazó a Serbia con la guerra si no atendía sus exigencias de tomar medidas inmediatas
contra los nacionalistas radicales serbios. La negativa serbia condujo a una declaración de guerra y
puso en marcha el sistema de alianzas: sucesivamente se implicaron Rusia, Alemania, Francia e
Inglaterra. Recibida con cierto entusiasmo entre la población de los países contendientes, comenzaba
la «Gran Guerra», así llamada por aquel entonces; tras la nueva conflagración que asoló Europa entre
1939 y 1945, ambos conflictos serían bautizados con ordinales: «Primera Guerra Mundial» (1914-1918)
y «Segunda Guerra Mundial» (1939-1945).
Las consecuencias más evidentes de la Primera Guerra Mundial fueron las que derivaron de los
diversos tratados de paz, que modificaron profundamente el mapa de Europa. Contra lo que pueda
sugerir su nombre, la Conferencia de Paz de París fue una mera negociación entre los dirigentes de los
países vencedores: el presidente norteamericano Woodrow Wilson, el primer ministro británico David
Lloyd George, su homólogo francés Georges Clemenceau y el jefe del gobierno italiano, Vittorio
Emanuele Orlando. Ningún representante de Alemania participó en la conferencia, de modo que la
razón asistía a quienes calificaron de «diktat» (imposición) el tratado de Versalles, firmado el 29 de
junio de 1919, tras casi seis meses de conversaciones.
Aunque se partió de los bienintencionados catorce puntos propuestos por el presidente norteamericano
Woodrow Wilson, las condiciones impuestas a los vencidos fueron muy duras, y, especialmente por
parte de Francia, no hubo ninguna voluntad conciliatoria. El tratado de Versalles declaraba a Alemania
única culpable de la guerra y supuso para el antiguo Imperio alemán la pérdida de todas sus colonias y
también de numerosos territorios, que pasaron a manos de los viejos y nuevos países limítrofes
(Francia, Bélgica, Dinamarca, Checoslovaquia, Polonia). El tratado establecía asimismo la
desmilitarización general del país (prohibiendo a Alemania fabricar armamento, barcos y aviones de
guerra y tener más de cien mil soldados) y la obligación de pagar reparaciones de guerra, tasadas en
132.000 millones de marcos oro, a las potencias vencedoras.
A excepción de las fronterizas, muchas de estas disposiciones no llegaron a cumplirse; para Alemania,
sin embargo, supusieron una humillación que penetró profundamente en su tejido social y alimentó un
sentimiento revanchista que había de constituir una de las causas de la Segunda Guerra Mundial. Los
tratados de Saint-Germain-en-Laye (10 de septiembre de 1919) y de Trianon (4 de junio de 1920), por
su parte, supusieron el desmantelamiento del Imperio austrohúngaro, del que surgieron Austria,
Hungría, Checoslovaquia y la futura Yugoslavia. Austria y Hungría quedaron reducidas a la tercera
parte de la superficie que tenían antes de la guerra, y sin salida al mar; además, se prohibió
explícitamente a Austria cualquier unión con Alemania.
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Algunos países que defendían la posición de la Alemania Nazi apoyando el Eje eran Eslovaquia,
Hungría, Rumania y Bulgaria.
El Eje
Alemania
La Segunda Guerra Mundial inició a causa de la acción del gobierno alemán, cuyas miras
expansionistas se materializaron en la invasión de Polonia (septiembre de 1939).
Para finales de la primavera del año 1940, Alemania había invadido Dinamarca, Noruega, Francia,
Bélgica y los Países Bajos.
En 1941 las fuerzas nazis intentaron invadir el territorio de la Unión Soviética. Sin embargo, fueron
expulsados después de la derrota en Stalingrado (1943).
Además de sostener una política imperialista, los planes de los nazis incluían la destrucción de
cualquier sociedad humana que no perteneciera a lo que ellos denominaban “la raza aria”. Los judíos
fueron una de las principales víctimas de esta política racista.
En los últimos años de la guerra, los Aliados atacaron el ejército alemán desde distintos frentes, lo que
rompió la organización nazi y los debilitó. En mayo de 1945, Alemania se rindió y el 8 de ese mismo
mes finalizó la guerra en Europa.
Italia
En el año 1940, Italia comenzó a participar en la Guerra Mundial al lado de la Alemania Nazi. Sin
embargo, la falta de organización y de recursos hicieron que el ejército italiano no tuviese éxito en sus
empresas.
En 1943, las fuerzas aliadas comenzaron a invadir el territorio italiano, haciendo que colapsara el
gobierno de Benito Mussolini. Mientras esto ocurría, Víctor Enmanuel III, rey de Italia, firmó un
armisticio con los Aliados.
No obstante, el norte del territorio fue invadido por los alemanes. Así, se formó la República Socialista
de Italia (también conocida como la República de Saló). En el sur continuaba mandando la monarquía.
En abril de 1945, se produjeron movimientos revolucionarios con el objeto de liberar el norte de Italia.
Finalmente, el 25 de abril, con la ayuda del ejército estadounidense, los alemanes fueron expulsados
del país.
Japón
Algunos historiadores consideran que la causa de la Segunda Guerra Mundial fue en realidad la
invasión de China por parte de Japón.
La intervención del ejército japonés se observó más que todo en el frente Pacífco. Una de las acciones
más destacadas de las fuerzas japonesas fue el ataque a Pearl Harbor, en donde derrotaron a los
estadounidenses.
Poco tiempo después los estadounidenses respondieron lanzando dos bombas atómicas en Nagasaki
y en Hiroshima. Esto hizo que Japón se rindiera, marcando el fin de la Segunda Guerra Mundial
y trayendo sus diferentes consecuencias.
Los Aliados
Los Aliados eran la fuerza que se oponía al Eje. En un principio estaban formados por Reino Unido y
Francia. Sin embargo, en 1940 la invasión de Francia mermó las fuerzas aliadas. En 1941 se anexó la
Unión Soviética.
En ese mismo año, después del ataque en Pearl Harbor, Estados Unidos y China entraron en la
Segunda Guerra Mundial. De este modo, se unieron los “cuatro grandes”: Reino Unido, la Unión
Soviética, China y los Estados Unidos.
Reino Unido
En 1939 Reino Unido y Francia le declararon la guerra a Alemania en defensa de los derechos de
Polonia. Pero con la invasión del territorio francés por parte de los nazis, el gobierno británico se
convirtió en la única fuerza opositora al Eje.
Esta situación se mantuvo hasta 1941, cuando se anexaron las tres naciones aliadas restantes.
Unión Soviética
En un principio la Unión Soviética tenía alianzas con la Alemania Nazi. Sin embargo, en 1941 el ejército
alemán intentó invadir el territorio soviético. Como resultado, el gobierno soviético le declaró la guerra a
Alemania y se unió a los países Aliados.
Los soviéticos fueron responsables de más del 80 % de las bajas del ejército alemán, jugando un papel
importante en la derrota de los nazis.
Una de sus intervenciones más relevantes fue en la batalla de Stalingrado, la cual es considerada por
los historiadores como un punto decisivo para la victoria de los Aliados.
China
China había tenido conflictos con Japón desde 1931. Además, sus relaciones con Alemania habían
disminuido desde el inicio de la guerra.
No obstante, el hecho que movió a China en contra del Eje fue el ataque de Pearl Harbor por parte de
los japoneses. El 9 de diciembre de 1941, China le declaró la guerra a Alemania.
Estados Unidos
Cuando comenzó la guerra en 1939, Estados Unidos se declaró neutral. A pesar de esto, se observaba
que simpatizaba con las fuerzas aliadas.
Sin embargo, cuando los japoneses atacaron Pearl Harbor, el gobierno estadounidense le declaró la
guerra al Imperio de Japón (7 de diciembre de 1941). De este modo, pasó a formar parte de las fuerzas
aliadas y le declaró la guerra a Alemania y a Italia.
Además, llevó a cabo acciones decisivas que dieron fin a la guerra (por ejemplo, el bombardeo de
Nagasaki e Hiroshima).
Al finalizar la guerra, los Estados Unidos mantuvieron relaciones políticas y económicas en Europa.
Esto se hizo con el objeto de ayudar en la reconstrucción de las naciones devastadas por el conflicto.
Causas
Primera Guerra Mundial y resolución del Tratado de Versalles que castiga en exceso a Alemania.
Crisis socioeconómica mundial tras el “Crack del 29” que motiva el ascenso al poder del Partido Nazi
en Alemania liderado por Adolf Hitler.
Política exterior expansionista del gobierno de Adolf Hitler que invade Austria, Checoslovaqui y Polonia.
Desarrollo de la Guerra
Inicio. El 1 de Septiembre de 1939 tropas alemanas invaden Polonia y Reino Unido y Francia
declaran la guerra a Alemania. Comienza un periodo denominado “Guerra de Broma” en el cual los dos
bandos movilizan tropas pero todavía no hay enfrentamientos bélicos ni batallas.
Ofensiva alemana. Una vez conquistados Austria, Checoslovaquia y Polonia, Hitler reorganiza sus
tropas para comenzar la invasión de Francia y la colonización del norte de África ayudado por las
tropas italianas de Benito Mussolini. La estrategia de combate alemana denominada Guerra
Relámpago sorprende a las defensas francesas y las arrasa. Francia está en poder alemán para 1940
y Hitler trata infructuosamente de conquistar Reino Unido y Rusia con las operaciones León Marino y
Barbarroja.
Contraofensiva Aliada. Con el nuevo apoyo de la URSS y EEUU, el bando aliado es capaz de atacar
a Alemania por numerosos frentes lo que obliga a Hitler y sus comandantes a llevar a cabo mucho
desgaste y hace necesario el envío de suministros a muchos frentes. Los suministros no llegan de la
manera adecuada y la Wehrmacht comienza a perder batallas y territorios hasta ahora en poder
alemán. El desembarco de Normandía y la batalla de Stalingrado son dos victorias clave de los aliados
que suponen la reconquista de Francia y la derrota de Alemania en Rusia.
Fin de la guerra. Alemania derrotada en todos los frentes comienza a retirarse hacia la capital Berlín,
la superioridad numérica y de recursos de los Aliados hacen imposible cualquier reacción alemana.
Hitler se encierra en el Führerbunker de Berlín y finalmente se suicida el 30 de Abril de 1945, Alemania
cesa los ataques el 8 de Mayo de ese mismo año. La Guerra en el Pacífico entre EEUU y Japón
concluye con el bombardeo atómico de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, el emperador Hirohito
firma la rendición incondicional el 2 de Septiembre de 1945.
Consecuencias
EEUU y la URSS se reparten territorios y son las dos grandes potencias mundiales, dividen el mundo
en dos bloques, uno capitalista y otro comunista.
Los países europeos dejan de ser potencias mundiales y pierden sus colonias
GUERRA FRÍA
La Guerra Fría fue un período de tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética que se extendió
entre el fin de la Segunda Guerra Mundial (1945) y la caída del muro de Berlín (1990). Esta tensión se
daba por dos sistemas económicos y sociales opuestos: el capitalismo (sostenido por Estados Unidos)
y el comunismo (sostenido por la Unión Soviética).
Se llama “fría” porque este conflicto nunca llegó a un enfrentamiento armado oficial entre ambos
países. Sin embargo, los enfrentamientos se daban a través de guerras subsidiarias, es decir,
enfrentamientos armados en países periféricos (países que no son potencias económicas
mundiales). En estas guerras subsidiarias, tanto los Estados Unidos como la Unión Soviética
intervenían ofreciendo financiamiento, entrenamiento, información estratégica y armas a las facciones
locales, y en algunos casos incluso aportando sus tropas.
Dependiendo si ganaba una u otra facción, el país quedaría posteriormente alineado a Estados Unidos
(con un régimen capitalista) o a la Unión Soviética (con un régimen comunista). Estos
enfrentamientos cobraron millones de vidas y destruyeron economías que en muchos casos no
pudieron recuperarse. Por lo que, a pesar de ser una guerra “fría” oficialmente, a lo largo de las
décadas acumuló consecuencias tan severas como una guerra mundial.
La Guerra Fría fue además una guerra ideológica ya que el capitalismo y el comunismo se basan en
principios opuestos:
El comunismo se basa en la propiedad común de los medios de producción y por lo tanto la distribución
equitativa de sus beneficios. Critica al capitalismo por basarse en la explotación de la clase trabajadora
en beneficio de unos pocos
individuos que acumulan capital.
Detrás de estas diferencias ideológicas, se fueron acoplando distintos países, por medio de Alianzas.
OTAN: 1949
1- Gran Bretaña Inglaterra temía que los soviéticos establecieran el dominio de Europa del este
cuando los partidos comunistas comenzaran a ganar las elecciones en esas débiles
democracias.
2- Francia Con las secuelas de haber sufrido la guerra en su propio territorio, y ante la amenaza
soviética y el florecimiento del comunismo, Francia se convirtió en miembro fundador de la
OTAN.
3- Bélgica A pesar de haber sido ocupada por la Alemania nazi, Bélgica conservó todas sus
fábricas e industrias intactas y se recuperó rápidamente. Fueron siempre propulsores de una
unión económica.
4- Luxemburgo Con una pequeña fuerza militar, durante la Guerra Fría su mayor industria fue el
acero, pero los servicios financieros siguieron siendo su mayor fuente de ingresos.
5- Holanda La familia real y el gobierno, exiliados, regresaron y retomaron la administración del
país. Recibieron ayuda económica de los Estados Unidos, mediante el Plan Marshall.
6- Canadá Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, se acopló a varios acuerdos
internacionales de defensa, entre ellos la OTAN inclinada por mantener la paz.
7- Dinamarca Abandonó su política de neutralidad, que había adoptado desde 1864, al
incorporase a la OTAN.
8- Italia Había sufrido gran división con fuerzas aliadas a occidente y los fascistas aliados a
Alemania. Se convirtió en república después de un referéndum que causó aun más división.
9- Noruega La neutralidad y la garantía británica habían fallado de proteger a Noruega de los
alemanes, que un tanto reluctante, se unió a la OTAN en 1949.
10- Grecia En 1952, el ganador de las elecciones, Papagos, se enfocó en la recuperación
económica y mejora de la seguridad internacional uniéndose a la OTAN.
11- Turquía Al unirse a la OTAN, extendió los límites de los aliados con el bloque de oriente, y
agregó más de un millón de hombres a sus fuerzas.
12- Alemania Occidental Bajo los nuevos términos, los aliados estacionaron tropas en Alemania
Occidental para la defensa de OTAN.
B- Aliados de la URSS
Entre las principales causas que llevaron a suceder la Guerra Fría, podemos encontrar las siguientes:
La principal causa de esta guerra fue que tanto la Unión soviética como Estados unidos
querían imponer sus ideologías en todo el mundo.
La Unión Soviética quería imponer el socialismo en los demás países, mientras que Estados
Unidos, otra potencia mundial de la época, apoyaba el sistema capitalista.
Las diferencias entre estos países fueron de manera indirecta alimentando conflictos entre
otros países como, Corea del Sur y Vietnam. Esto desencadenó guerras tales como, la Guerra
de Vietnam, Guerra de Afganistan y Guerra de las Coreas, también se produjo la Carrera
Armamentista y Crisis de los Misiles.
El Plan Marshall, tenía como objetivo que los norteamericanos presentarían recursos
económicos a bajos intereses para que los países capitalistas resurgieran tras la segunda
guerra mundial, plan que no agradó al comunismo de Josef Stalin.
En ese mismo año Estados Unidos formó la alianza militar con la OTANdonde participaron
diferentes países con el objetivo del apoyo de tropas contra los ejércitos comunistas.
Entre los efectos que trajo la Guerra Fría están los siguientes:
Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética llegaron a acumular un arsenal de armamentos.
Se crearon bloques militares como la OTAN y el Pacto de Varsovia.
Se produjeron diversos conflictos entre otros países trayendo como consecuencias guerras
como la de Vietnam y Corea.
La Unión Soviética se desintegró debido a escasez económica.
El Muro de Berlín se derrumbó y el Pacto de Varsovia quedo desintegrado.
INTRODUCCIÓN
Los últimos años han sido especialmente fructíferos para la producción histórica acerca de la Guerra
Fría, el largo conflicto que enfrentó a los bloques soviético y norteamericano en la segunda mitad del
siglo XX. Lógicamente, fue la desaparición de la Unión Soviética y el final del enfrentamiento una de las
causas de que esto haya sido así. Un cierto orden mundial, por más tenso que fuera, desapareció
cuando la URSS dejó de existir en 1992 y el final de comunismo abrió a los investigadores los archivos
soviéticos, antes siempre opacos, permitiendo una nueva interpretación, normalmente más ajustada a
los hechos al completar la mirada sobre un mundo hasta entonces poco y mal conocido.
Es como si la visión de Kissinger y la política exterior de Nixon fueran asimilados como el mayor logro
de la diplomacia americana. Dicho de otra forma: el autor sostiene que mientras la URSS no fuera
asumida como una potencia, simple y llanamente, y tratada como tal, dejando de lado el rechazo de su
modelo cultural, político o ideológico, no podía abrirse camino una solución al problema.
Ciertamente en toda estrategia defensiva hay algo de esto: considerar primariamente el poder del
enemigo y sólo después analizar sus razones para una potencial agresión. Pero puede que el autor
vaya demasiado lejos en su insistencia en la desnudez ideológica como principio de análisis, puede
que la esencia ideológica, al menos la soviética, e incluso la norteamericana, tuvieran mayor entidad de
La Segunda Guerra Mundial se considera el conflicto bélico más grande de la historia. Ningún otro
número de víctimas. Para explicar sintéticamente este acontecimiento, el tema está dividido en tres
apartados: Causas, desarrollo y repercusiones. Las causas y las repercusiones están divididas a su
vez en categorías (economía, política, ideología y demografía) y la parte del desarrollo está ordenada
Primera Guerra Mundial, conflicto militar que comenzó el 28 de julio de 1914 como un enfrentamiento
finalmente pasó a ser una guerra mundial, en la que participaron 32 naciones, finalizada en 1918.
Veintiocho de ellas, denominadas ‘aliadas’ o ‘potencias asociadas’ y entre las que se encontraban Gran
Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados Imperios
Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, el Imperio otomano y Bulgaria. La causa inmediata
del inicio de las hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia fue el asesinato del archiduque Francisco
Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro, cometido en Sarajevo (Bosnia, entonces
nacionalista serbio Gavrilo Princip. No obstante, las causas profundas del conflicto remiten a la historia
europea del siglo XIX, concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en
Europa desde 1871, año en el fue fundado y emergió como gran potencia el II Imperio Alemán.
CONCLUSIONES
La I Guerra Mundial duró cuatro años, tres meses y catorce días. El conflicto representó un coste de
186.000 millones de dólares para los países beligerantes. Las bajas en los combates terrestres
A pesar de que todas las naciones confiaban en que los acuerdos alcanzados después del conflicto
restablecerían la paz mundial sobre unas bases estables, las condiciones impuestas promovieron un
conflicto aún más destructivo (que se inició en 1939 y que, no en vano, fue denominado II Guerra
Mundial). Los Imperios Centrales aceptaron los catorce puntos elaborados por el presidente Wilson
como fundamento del armisticio, esperando que los aliados los adoptaran como referencia básica en
los tratados de paz. Sin embargo, la mayor parte de las potencias aliadas acudieron a la Conferencia
territorios y posesiones de las naciones derrotadas según acuerdos secretos. Durante las
París aceptara su programa completo organizado en catorce puntos, pero finalmente desistió de su
propósito inicial y se centró en conseguir el apoyo de los aliados para la formación de la Sociedad de
Naciones.
CONCLUSIONES
Segunda Guerra Mundial, el acontecimiento histórico durante el cual fue creado el noticiario oficial,
encargado de vehicular la propaganda audiovisual del gobierno franquista, durante unos años que
fueron clave para el afianzamiento interior y exterior del Nuevo Estado surgido de la Guerra Civil.
La segunda gran guerra dejó como saldo, además de la pérdida de una cantidad impresionante de
vidas humanas, un caudal igualmente importante en lo que se refiere a déficit económico; los aparatos
productivos de las principales potencias de Europa occidental se encontraban destruidos y las
posibilidades de auto abastecerse en su reconstrucción eran ínfimas e imposibles.
Existe un saldo positivo en este conflicto, que se le atribuye a EE.UU. Fue la gran ganadora; la que
más capital, para carrera armamentista utilizó; y la que en conclusión, más fuerza tomará con el pasar
de los años gracias a este resultado.
Considero que a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial se produce un fenómeno poco
común en la historia de la política económica; en un inteligente y pensado accionar la
gran potencia ganadora (EE.UU.) colabora con la reconstrucción de los estados, que en combate
destruyó, y además lo hace casi desinteresadamente.
CONCLUSION
El problema de la guerra fría se mantuvo en el debate durante la segunda mitad del siglo XX. Ha
dejado de ser un tema porque el consenso generalizado es que ya terminó. Hay unanimidad en esa
opinión. Sin embargo, la cuestión de la guerra fría se presta para muchos interrogantes para los que no
hay respuesta o que incluso ni siquiera han sido formulados. Ahora que ha ido perdiendo interés para
los políticos y periodistas, es momento propicio para que el historiador retome esta temática.
Justamente porque ya no vivimos en tiempos de guerra fría, porque ya salimos de ella y porque desde
su conclusión será posible ahora una mirada de conjunto a esa época, que nos ofrezca una nueva y
mejor comprensión de la misma.