Correspondencia:
jalonso@adepac.org
RESUMEN
Aunque los mitos se han abordado desde múltiples disciplinas que trabajan con
el lenguaje simbólico, es poco conocida la aproximación que hace de ellos la
Psicología analítica. La perspectiva de este enfoque creado por el médico suizo
Carl G. Jung parte de considerar que los mitos pueden ser concebidos como
proyecciones psíquicas de sus creadores en distintas épocas y culturas, que
representan manifestaciones simbólicas del inconsciente colectivo. Este
artículo busca dar a conocer algunas de las hipótesis y fundamentos básicos de
este enfoque y dar un ejemplo de su utilidad interpretativa al aplicarlos a un
mito colombiano, lectura que no pretende sustituir el análisis de otras
disciplinas, sino complementar la comprensión de los mitos desde una mirada
psicológica diferente.
*
Artículo de reflexión
Juan Carlos Alonso G.
UNA INTERPRETACIÓN PSICOLÓGICA DEL MITO KOGI DE LA CREACIÓN
ABSTRACT
Although myths have been approached from multiple disciplines that deal with
symbolic language, the studies carried out by Analytical Psychology on this
subject are not very known. The perspective of this approach, created by the
Swiss Psychologist Carl G. Jung , starts from the assumption that myths can be
conceived as the psychic projections of their creators at different times and
cultures, representing symbolic manifestations of the collective unconscious.
This article intends to present some of the hypotheses and elemental
foundations of this approach and also, illustrates its interpretative value in the
Colombian Kogi creation myth. Such analysis does not intend to take the place
of other’s approaches analyses, but to complement the mythological
understanding from a different psychological point of view.
Además, la Madre del relato Kogi “no en nueve mundos. Pero realmente son
era gente”, porque el mito no está linderos en los que se mezclan las
referido a una madre personal sino a la dimensiones espacio-temporales, ya
representación arquetípica de la Gran que se trata de mundos-meses. Es como
Madre, que por definición contiene en si existieran dos ejes: una línea
sí el conocimiento acumulado colectivo imaginaria de lo inferior a lo superior,
de lo materno. De ahí que la narración en la que se definiera una ubicación
mencione que la diosa era “espíritu de espacial que iría desde el ámbito de lo
lo que iba a venir y ella era más pre-consciente (en donde vive sola
pensamiento y memoria”. Es lo la Diosa Madre) hasta lo más
materno en sus dimensiones pasadas y consciente, antes del alumbramiento.
futuras. Afirma Neumann que “la teoría Indica Reichel-Dolmatoff (citado por
mitológica del preconocimiento explica Correa, 2000) que esta concepción
también la concepción según la cual espacial del universo se refleja también
todo conocimiento es ´memoria`” en el templo y en las viviendas de los
(1968, p. 37)7. Kogis, los cuales también son
concebidos como un huevo cósmico o
Al final del segmento analizado, se hace útero materno, la mitad del cual es
explícita la soledad de la Diosa Madre, visible sobre la tierra, pero con una
drama de los dioses creadores, que parte inferior especular no visible,
alude desde ese momento a la debajo de ella. Pero también hay una
necesaria creación de un mundo que línea horizontal, de carácter temporal,
haga compañía a la diosa y que la que transcurre desde los primeros
reconozca. meses del embarazo, cuando aún los
seres están incompletos, hasta el
Exposición noveno mes en que el embrión-ego está 101
cada vez más conformado.
Desde siempre, la humanidad ha tenido
la experiencia de ver que la gestación En el mito, el proceso de la creación
de cada ser humano se produce en el avanza a medida que se crean más
vientre materno y que finalmente “ve mundos y la imagen del ego en
la luz” al cabo de nueve meses. Esta formación es cada vez más completa.
vivencia inmemorial es proyectada en la Mayor es además el conocimiento de
cosmogonía Kogi, representando el cómo será el ser humano que aparezca
universo-inconsciente como un gran finalmente en el universo. En el sexto
vientre o huevo materno tan familiar en mundo se fracciona el huevo cósmico
tantas mitologías. en dos partes, lo que representa la
división arquetípica de los opuestos a
En este segmento del mito se advierte partir de la perfecta unidad original. El
la manera como los Kogi imponen unos azul representa el cielo y el negro
límites al escenario del huevo cósmico representa la tierra, otro par de
7 opuestos habituales en la mitología, ya
Recordemos también que en la mitología
griega, Mnemosine, la diosa de la Memoria, era
que es creencia común de las culturas
el poder del Espíritu que garantiza la victoria antiguas que el cielo y la tierra estaban
de éste sobre la materia (Grimal, Pierre. La originalmente unidos uno al otro, sin
mitología griega. Bogotá: Editorial Pluma, que nada los dividiera, y es parte de la
1977).
Siempre que la diosa es adorada en esta quien surgió una mañana de la Laguna
forma andrógina, está destacando su de Iguaque con un niño de tres años en
carácter autónomo en el que falta una sus brazos, que al hacerse mayor, va a
diferenciación entre lo masculino y lo tener hijos con la diosa, y serán los
femenino. Sin embargo, la Diosa cede primeros pobladores del mundo
posteriormente sus funciones activas a (Ocampo, 2001).
los hombres, y adquiere otras de
carácter más pasivo. Esta fase de Para el ego naciente, la salida del
transición y de transformación vientre materno significa la clara
representa claramente la aparición de diferenciación entre él y el mundo, y
los pares de opuestos en el mundo experimenta además sensaciones
externo. Es decir, que del estado dolorosas, que convierten el mundo en
híbrido y andrógino, se pasa a constituir una fuente ambivalente de placer y
lo masculino y lo femenino, como dolor. Tal ambivalencia incluye la
figuras sexualmente inequívocas. Así vivencia de la Madre que a la vez que
mismo se inicia la tendencia paternal dadora, protectora y bondadosa, puede
del principio masculino, que hasta este manifestarse también como malvada y
momento había sido exclusividad del persecutoria. En la narración Kogi, la
principio maternal femenino. Madre hace sentir al hijo amante su
presencia celosa, en el rechazo a
Aunque progresa la diferenciación entregarle la Mujer Negra-Tierra, única
sexual, se trata de un proceso lento, con capacidad regeneradora como ella.
por lo que aún se observan rezagos de No obstante, pronto surge en la
ambivalencia. El papel femenino de la consciencia naciente el descontento y,
reproducción parece desconocerse, en un arrebato de autonomía, se roba a
pues los hombres todavía no sabían lo la hija fértil que le pertenece. 103
que era una mujer. Dice el relato:
“Cada hijo estaba casado con una cosa: Es posible detectar dos fases en esta
uno con la olla, otro con el telar, otro relación de la Gran Madre con el hijo
con la piedra de moler. Ellos no sabían amante. La primera se caracteriza por
qué era mujer. Se masturbaban y el dominio absoluto de la Madre sobre
pensaban que era mujer”. Pero van a el hijo, ya que la recién nacida
descubrir a la mujer luego que Sintána consciencia se muestra aún en un
fecunda a la Madre para dar origen al estado de dependencia e impotencia
resto de la humanidad, incluyendo a las ante el inconsciente. En la segunda
nueve mujeres. fase, el hijo amante se rebela contra la
supremacía del poder materno, lo que
En esta fase sexual de la creación, es desde la aproximación junguiana,
frecuente encontrar el incesto sagrado representa la tendencia del ego y de la
en el que el recién nacido ego deja el consciencia a la auto-reflexión y
estado de perfección del que gozaba estabilidad. Reichel-Dolmatoff dirá que
dentro del vientre cósmico de la Gran “hay que vencer la madre… hay que
Madre, crece y se convierte en amante librarse de ella para poseerla del todo”
de la Diosa para generar el resto de la (1985, p. 215).
humanidad. Un tema arquetípico similar
lo encontramos en el mito de Bachué, La reacción de la Madre es mostrar su
REFERENCIAS
Campbell, J. (1993). El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito. México: Fondo
de Cultura Económica.
Correa R., F. (2000). Geografía Humana de Colombia - Región Andina Central, Vol III,
Sierras Paralelas de, Santa Fe de Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura
Hispánica.
Neumann, E. (1968). História da Origem da Consciência. São Paulo: Editora Cultrix. 106
Reichel-Dolmatoff, G. (1987). “The Great Mother and the Kogi Universe: A Concise
Overview”. In Journal of Latin American Lore, 13 (1), 73-113.
Von Franz, M-L. (1970). Érase una vez...: Una interpretación psicológica. Barcelona:
Ediciones Luciérnaga.