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LECTURA CLASIFICACIÓN DE LAS IDEAS POLÍTICAS

Prof. Andrés Luetich

El objeto del presente trabajo es mostrar que entre las cuatro ideologías
fundamentales no hay dos que se opongan en todo. Se podría decir que son
equidistantes entre sí: en las cuestiones de mayor importancia, cada una coincide con
otra y se opone a las restantes dos.

Primer Criterio de Clasificación: Primacía del individuo o del grupo

El hombre, tal como lo conocemos, vive en relación con otros hombres. No hay
sociedad sin individuos ni individuos sin sociedad. Al reflexionar sobre esta mutua
relación, algunos autores asignan mayor importancia a uno de los dos términos y
colocan al otro a su servicio.

Según este criterio, las cuatro ideologías políticas fundamentales pueden ser divididas
en dos grupos: las totalistas, socialismo y nacionalismo, que priorizan al grupo; y las
individualistas, liberalismo y anarquismo, que dan prioridad al individuo.

Segundo Criterio de Clasificación: Aceptación o rechazo de la propiedad privada

La propiedad de los bienes es un tema de suma importancia para los intelectuales. Del
régimen de propiedad depende, en definitiva, toda la organización económica de la
sociedad. Algunos autores entienden que en la propiedad privada de los medios de
producción reside el origen de todos los males sociales; otros, por su parte, la
consideran indispensable para la marcha de la economía y para el ejercicio efectivo de
la libertad individual.
Según este criterio, las cuatro ideologías políticas fundamentales pueden ser divididas
en dos grupos: las contrarias a la propiedad privada, socialismo y anarquismo; y las
que están a favor de la propiedad privada, liberalismo y nacionalismo.

Tercer Criterio de Clasificación: Relación con el “mito” racionalista del progreso

¿Es la Historia un camino gobernado por un sentido, por una ley racional que la rige y
orienta más allá de las decisiones de los individuos y los grupos hacia un destino de
perfección? Muchos lo creen así y piensan y actúan convencidos de colaborar con el
desarrollo que la Historia impone al hombre en cuanto camino de paulatino
perfeccionamiento. Otros, por el contrario, descreyendo de todo finalismo, basan sus
propuestas en la decisión personal de individuos o grupos limitados sólo por su
contexto y su propia capacidad, o aceptan un cierto finalismo pero de tipo romántico,
no racionalista, cuyos protagonistas son los pueblos con sus particularidades.
Según este criterio, las cuatro ideologías políticas fundamentales pueden dividirse en
dos grupos: las progresistas, socialismo y liberalismo; y las románticas o no
racionalistas, anarquismo y nacionalismo.
LIBERALISMO

Primacía del individuo sobre el grupo:


Resalta la libertad del individuo como un derecho inalienable, previo a toda
experiencia social. Considera que, si bien la libertad es un derecho primario, la falta
total de límites acarrearía un caos que impediría su ejercicio. La propuesta es,
entonces, renunciar voluntariamente a una parte de la libertad individual para
conservar con seguridad la restante. Por ello para el liberal el Estado —que es quien
custodia ese resto— es un mal necesario, surgido del acuerdo de los individuos,
mediante un “contrato”. La Teoría del Contrato Social sirve de fundamento teórico
para quienes defienden al individuo frente a la sociedad y al Estado, reivindicando su
originalidad y sus derechos y mostrando que el fin del Estado es el individuo y no al
revés.

Sí a la propiedad privada:
El liberalismo acepta la propiedad privada de los medios de producción como una
condición necesaria para el normal desarrollo de la vida económica de la sociedad. El
liberal ve en la propiedad una condición necesaria para la vigencia efectiva de la
libertad individual. Cada uno puede hacer con sus bienes lo que crea conveniente,
dentro de unos límites muy amplios custodiados por el Estado para evitar la
disolución social y el riesgo de la pérdida de los bienes propios. El esfuerzo del
individuo en sus tareas está relacionado directamente con el deseo egoísta de
progresar económicamente y acumular riquezas en forma personal. Buscando
optimizar sus ganancias, quien ha reunido un capital, pequeño o grande, lo invierte,
generando proyectos y emprendimientos. Al actuar de este modo, y sin proponérselo,
genera más riquezas y fuentes de trabajo, beneficiando al conjunto de la sociedad.
Si bien reconoce que el régimen de propiedad privada genera, tarde o temprano,
marcadas diferencias económicas, prefieren eso a la ausencia de propiedad y, por lo
tanto, de libertad individual.
Progresismo:
El liberalismo descansa sobre la creencia de que la Historia marcha hacia una
realización plena de la vida humana. Incluso muchos de ellos no dudarían en sostener
que ya la hemos alcanzado.
Para el liberalismo, la Historia es la lucha por conquistar la libertad individual y esta
conquista es paulatina. El último gran acontecimiento en este camino fue la
Revolución Francesa y el surgimiento de los gobiernos constitucionales. Con el
sistema republicano de gobierno, el individuo —ahora ciudadano— logra el máximo
status político posible. Participa en un plano de igualdad con los demás individuos y
sólo reconoce autoridad a unos representantes elegidos por él mismo que tienen una
injerencia limitada sólo a aquello que es indispensable controlar para evitar el caos y
garantizar la libertad.
Esta herencia racionalista aporta al liberalismo un claro tinte universalista. Por ello
los revolucionarios franceses proclamaron los “derechos del hombre” y no sólo los de
los franceses, a quienes representaban
SOCIALISMO
Primacía del grupo sobre el individuo:

Para el socialismo el todo es mayor que la suma de las partes. es decir, la sociedad es
más que los individuos que la integran. La sociedad, que preexiste a los individuos y
continúa existiendo después de la muerte de tal o cual individuo particular, es más
importante que ellos.
Para el socialismo el grupo de pertenencia y el sujeto de la Historia es la clase social.
De allí que sus historiadores pongan énfasis en describir los modos de producción y
las relaciones de producción, mostrando los intereses de las clases en lucha, su
dinámica y sus avatares.
Llevada al extremo, una teoría de este tipo puede justificar el sacrificio de unos por el
“bien” de todos. Ese sacrificio puede no ser voluntario: muchas veces es decretado por
quienes tienen el poder para decidir qué conviene al Estado o al partido que gobierna.
El Estado se convierte en el centro de la vida política y, explícita o implícitamente, se
genera un sistema de partido único. Esto recorta las libertades individuales, tanto de
expresión como de participación en la vida política y favorece el sostenimiento de una
unidad monolítica. Así, el totalismo se transforma en totalitarismo, no quedando
espacio para la crítica y la generación de propuestas opuestas a las del partido en el
gobierno.
No a la propiedad privada:
El socialismo ve en la propiedad el origen de las desigualdades, la violencia y, en
general, de todos los males sociales.
Desde una postura que se pretende “científica”, los socialistas se declaran contrarios
no a todo tipo de propiedad, sino específicamente a la propiedad privada de los
medios de producción. La razón es clara y sencilla: es este tipo de propiedad el que
genera la división en clases sociales. Si un particular es dueño de un medio de
producción inevitablemente terminará contratando a otros que trabajarán para él.
(Pensemos en una fábrica, por ejemplo. ¿Podría el dueño hacerla producir por sí
mismo?) Si el primer objetivo del socialismo es llegar a una sociedad sin clases (sin
división de clases) y la propiedad privada de los medios de producción es lo que
genera esa división, comprendemos por qué el socialismo se muestra tan contrario a
ella.
A pesar de los escritos de Marx sobre la “abolición del Estado”, en la práctica el
socialismo reemplaza la propiedad privada de los medios de producción por una
propiedad estatal. De este modo, todos terminan trabajando para el Estado y nadie se
ve necesitado de vender su fuerza de trabajo a un particular.
Progresismo:
Descansa sobre la creencia de que la Historia marcha hacia una realización plena de la
vida humana. Sin embargo, los socialistas consideran que la sociedad capitalista es
esencialmente injusta y que la plena realización del hombre sólo se dará cuando ésta
sea superada.
El socialismo ve a la Historia como un camino de emancipación y anuncia y propugna
el advenimiento de una nueva y definitiva etapa en la Historia Política: la sociedad
comunista. Por ello, no se identifica con el statu quo : es revolucionario. Considera que
sólo una transformación radical de la estructura económica posibilitará la
construcción de una sociedad verdaderamente justa e igualitaria. Su componente
racionalista se trasluce en su carácter universalista. El “Manifiesto Comunista” dice
“proletarios del mundo unios”, más allá de las circunstanciales diferencias nacionales
o culturales.

NACIONALISMO

Primacía del grupo sobre los individuos:


Para el nacionalismo el todo es mayor que la suma de las partes. ¿Qué significa esto?
Que la sociedad es más que los individuos que la integran. La sociedad, que preexiste a
los individuos y continúa existiendo después de la muerte de tal o cual individuo
particular, es más importante que ellos.
Para el nacionalismo, el grupo esencial de pertenencia y el sujeto de la Historia es la
nación. Por eso, cuando un nacionalista escribe libros de Historia, centra su atención
en el surgimiento, desarrollo y ocaso de las grandes naciones.
Llevada al extremo, esta ideología puede justificar el sacrificio de unos por el “bien” de
todos. Un sacrificio que muchas veces no es voluntario sino decretado por quienes
tienen el poder para decidir qué conviene a la nación o al partido que la gobierna.
El Estado se convierte en el centro de la vida política y, explícita o implícitamente, se
genera un sistema de partido único. Esto recorta las libertades individuales, tanto de
expresión como de participación en la vida política, y favorece el sostenimiento de una
unidad monolítica. Así, el totalismo se transforma en totalitarismo, no quedando
espacio para la crítica y la generación de propuestas opuestas a las del partido en el
gobierno.

Sí a la propiedad privada:

El nacionalismo acepta la propiedad privada de los medios de producción como una


condición necesaria para el normal desarrollo de la vida económica de la sociedad.
El nacionalista está preocupado por el crecimiento económico de su nación, por que
ella logre independencia y, de ser posible, se convierta en dominante. La propiedad
privada es para él un medio en pos de la grandeza nacional. Las desigualdades
económicas son vistas como un mal que debe ser soportado si beneficia a la nación. El
Estado, fuerte y omnipresente, no niega ni anula el derecho de propiedad pero busca
ponerlo al servicio de sus intereses.
El nacionalismo reconoce que el régimen de propiedad privada genera, tarde o
temprano, marcadas diferencias económicas, pero prefieren eso a la ausencia de
propiedad, para salvaguardar o aumentar el poderío nacional.
Irracionalismo:
El nacionalismo no ve a la Historia como un camino de realización, orientado hacia la
conformación del tipo más perfecto de sociedad: destaca el componente no racional
tanto del obrar humano cuanto de la Historia en su conjunto.
Los nacionalistas ven a las naciones como los sujetos de la Historia. Ésta es la lucha
entre los pueblos por dominar a los demás, prosperar y mantener la propia existencia.
Y ese dominio no tiene una fundamentación racional sino vital y emocional. Las
naciones luchan por sobrevivir e imponerse, como lo hacen todos los demás seres
vivos: es la ley de la vida. Y para lograrlo bien valen la astucia y el engaño. El individuo
se siente unido a la nación y este sentimiento de pertenencia es tan fuerte que
moviliza las emociones más profundas.

ANARQUISMO

Primacía del individuo sobre el grupo:

Resalta la libertad del individuo como un derecho inalienable, previo a toda


experiencia social. Es tan celoso de la libertad individual que entiende que reconocer
cualquier otra autoridad implicaría renunciar a la libertad y someterse a la esclavitud.
Por ello para el anarquista el individuo es su propia norma y el Estado es un órgano
represor. Toda autoridad es impuesta e injustificable y debe ser repudiada y
desobedecida.

No a la propiedad privada:

El anarquismo ve en la propiedad el origen de las desigualdades, la violencia y, en


general, de todos los males sociales. No distingue entre distintos tipos de propiedad,
limitándose a pregonar una visión simple y monolítica: «Toda propiedad es un robo.»
Es propietario quien se apropia, y quien se apropia toma para sí algo que es de todos.
Ello genera injusticias, miedo, agresividad, envidias. Gran parte de los males que
aquejan al hombre en su dimensión social pueden ser explicadas, desde esta
perspectiva, como el resultado de esa injusta apropiación.

El anarquismo pretende eliminar la propiedad privada en todas sus formas, sin


reemplazar a los particulares por otro propietario. Se hace difícil imaginar una
aplicación práctica de esta propuesta, la cual permanece más como una idea
irrealizable —convocante y movilizadora— que como una verdadera alternativa.
Irracionalismo:

El anarquismo no ve a la Historia como un camino de realización, orientado hacia la


conformación de un tipo más perfecto de sociedad. Destaca, de un modo mucho más
profundo y tajante que el marxismo, el componente no racional del obrar humano y de
la Historia.

Considerar que la Historia tiene un sentido y que al hombre sólo le cabe aceptarlo o
rechazarlo es, para el anarquista, atentar contra la libertad individual. De haber tal
orden y sentido, se estaría reconociendo la existencia de una autoridad superior y esto
es, por una cuestión de principios, inadmisible para el anarquista. Cada quien decide
sobre su vida, libremente, sin referencia a una escala de valores absoluta. Cada uno
construye su propia escala de valores, no en base a la verdad que descubre, sino en
base a su libre determinación.
Publicado por Mercedes Useche
"Ser de izquierda es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el
hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de
hemiplejia moral. Además, la persistencia de estos calificativos contribuye a
falsificar más aún la realidad del presente, como lo demuestra el hecho de que hoy
las derechas prometen revoluciones y las izquierdas proponen tiranías".

Ortega y Gasset.

LAS IDEOLOGÍAS POLÍTICAS ACTUALES.

IZQUIERDA:

ANARQUISMO: libertad personal, propiedad cooperativa, sin Estado coercitivo, sin


política. Está muy fragmentado. Promueve una economía participativa. Desatiende la
ciencia y la tecnología y las relaciones internacionales. Es más bien una filosofía anti
política.

COMUNISMO O BOLCHEVISMO: Igualdad, propiedad colectiva, Estado fuerte. El


comunismo es confuso por la identificación con el desaparecido régimen soviético,
que no socializó los medios de producción, sino que los estatalizó. El comunismo
afirma buscar la socialización de los medios de producción y la plena autorrealización
de los individuos cuando lo que realmente hace es procurar la estatización de la
economía junto con un Estado de bienestar, así como la total sumisión del pueblo a los
dictados de una despiadada clase política interesada principalmente en aumentar su
propio poder.

SOCIALISMO: Igualdad, libertad personal, derechos civiles, cooperativas


(socialización de los medios de producción), democracia política.

CENTRO:

SOCIALDEMOCRACIA: Libertad personal, derechos civiles, capitalismo regulado,


Estado de bienestar, democracia política, reformas sociales respetando el derecho de
propiedad.

LIBERALISMO: Libertad personal con limitación del poder estatal, derechos civiles,
capitalismo, red de seguridad y democracia política.

ADMINISTRATIVISMO: Capitalismo y gobierno tecnocrático.

DERECHA:
NEOLIBERALISMO: Libertad personal, derechos civiles, gobierno del mercado, sin red
de seguridad, Estado mínimo, oposición a la redistribución de la riqueza.

Podemos definir al Neoliberalismo como el conjunto de ideas políticas y económicas


capitalistas que defiende la no participación del Estado en la economía, dejando por
fuera cualquier injerencia gubernamental, fomentando así la producción privada con
capital único sin subsidio del gobierno. De acuerdo con esta doctrina, no debe haber
plena libertad de comercio (libre comercio), ya que este principio garantiza el
crecimiento económico y desarrollo social de un país. Surgió en la década de 1970 a
través de la escuela monetaria de MILTON FRIEDMAN como una solución a la crisis
que afectó a la economía mundial en 1973, causada por el excesivo aumento de los
precios del petróleo.

Características del Neoliberalismo (principios básicos):

– La mínima participación del Estado en la configuración de la economía de un país.


– La poca intervención del gobierno en el mercado laboral.
– Política de privatización de empresas estatales.
– Libre circulación de capitales internacionales y el énfasis en la globalización.
– La economía le abre las puertas a las multinacionales para que inviertan.
– Adopción de medidas contra el proteccionismo económico.
– La operación de las actividades económicas son notoriamente mas simplificadas, ya
que se resume la burocracia del estado en el proceso.
– Oposición al exceso de impuestos y gravámenes.
– Aumento de la producción, para lograr el objetivo básico del desarrollo económico
del círculo inversor.
– Contra el control de los precios de los productos y servicios por parte del Estado, es
decir, la ley de la oferta y la demanda es suficiente para regular los precios.
– La base económica debe estar formado por empresas privadas.
– Fundamentado totalmente en el capitalismo.

Los que aplican el neoliberalismo afirman que este sistema es capaz de proporcionar
el desarrollo económico y social de un país. aseguran que convierte a la economía en
fuerte, resistente, por lo que es capaz de mantener niveles óptimos de inflación.

TRADICIONALISMO: Capitalismo y cultura tradicionalista.

FASCISMO: Capitalismo y dictadura. El fascismo procura la sumisión total del grueso


de un pueblo a un Estado fuerte, en interés de los miembros más ricos de la sociedad,
e intenta conseguir su objetivo por medio de organizaciones militares o paramilitares,
estas últimas motivadas por las promesas de fortalecer la patria y construir un orden
social nuevo, limpio, justo y sin clases, sin decirles a las masas que los líderes y sus
patrocinadores monopolizarán todos los privilegios.
AMBIENTALISMO O MOVIMIENTO VERDE: Hace hincapié en la protección del
entorno natural.

FEMINISMO: Centra su atención en la liberación de la mujer. Intenta debilitar el poder


político.

COMUNITARISMO: Exalta el valor de la comunidad. Limita la libertad. Intenta


debilitar el poder político.

COOPERATIVISMO: Sostiene que las empresas propiedad de sus trabajadores y


administradas por ellos son social y moralmente superiores a las empresas privadas.

NACIONALISMO: La mayor importancia la tiene la soberanía nacional.

OPORTUNISMO: Cualquier cosa que pueda facilitar el acceso al poder.

Bibliografía: Mario Bunge. Filosofía política. Gedisa. 2009.

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