La globalización y sus efectos se han convertido en un objeto de debate cada vez más frecuente,
en gran medida debido a la extensión y militancia de los movimientos surgidos en su contra.
Entre otras cosas, éstos expresan una preocupación por las enormes y persistentes
desigualdades en los niveles de renta per cápita observables entre países que es difícil no
compartir. Pero se basan en una premisa que no sólo resulta innecesaria para la defensa de los
objetivos de equidad que persiguen, sino que hasta donde sabemos, situándonos en el ámbito
de la economía, posee pocos fundamentos teóricos y carece de evidencia favorable: que la
globalización engendra desigualdad y pobreza.
Sorprende que algunos de los participantes en el debate apoyen esta afirmación, haciendo caso
omiso no ya de las teorías económicas más extendidas, sino de los resultados de su
contrastación empírica, mostrando así escaso aprecio por los esfuerzos de un buen número de
economistas que desde el comienzo del decenio de 1970 se han preocupado por investigar las
relaciones entre la apertura de los mercados de un país a la competencia internacional y los
resultados obtenidos en términos de crecimiento de su PIB. En muchos casos, esta actitud revela
simplemente la raíz ideológica de las posturas antiglobalización que se defienden. En otros,
probablemente los menos, expresa el carácter de mal genérico que se pretende dar al proceso
de globalización, expresión acabada del capitalismo, multifacético y complejo, al punto que
resulta incluso difícil de definir.
Buscando, pues, contribuir a este debate, me propongo partir a continuación de una definición
sencilla de globalización, que no satisfará a los amantes de lo esotérico y metafísico, pero que
busca resaltar que no se trata de un proceso imparable, para resumir después lo que sabemos
de las relaciones entre globalización y crecimiento económico y finalmente reivindicar el lugar
adecuado de la lucha contra la pobreza.
2. Aunque se carece de evidencia concluyente, y será siempre difícil disponer de ella, existen
muchos indicios de que la apertura a la competencia exterior favorece el crecimiento económico
y muy pocos en contra. Desde la perspectiva teórica más convencional, la apertura a la
competencia internacional favorece la especialización de una economía en aquellos productos
para los que posee una ventaja comparativa, haciendo más eficaz la asignación de los recursos,
es decir, aumentando el producto obtenido con los factores disponibles. No obstante, en el
marco actual de imperfecciones de los mercados, de existencia de economías de escala, de
aprendizaje ligado a la experiencia laboral y de importancia radical de la investigación
tecnológica y el capital humano, caben, teóricamente, estrategias de protección del mercado
nacional que favorezcan el crecimiento. Pero no son fáciles de adoptar y sostener, porque suelen
conducir a desequilibrios macroeconómicos internos y externos que hacen inviable su
continuidad. Recuérdese que uno de los problemas de la estrategia sustitutiva de importaciones
fue que abocaba con mucha frecuencia a déficit importantes en la balanza por cuenta corriente
y a dificultades en el pago de la deuda externa.
¿Qué dice la evidencia empírica? En el decenio de 1970, Belassa, Krueguer, Bhagwaty, Michaely
y algunos otros autores encontraron una relación negativa entre el nivel de protección de los
países con respecto a la competencia exterior y el crecimiento real de su PIB. En cambio
encontraron una relación positiva entre la propensión media a exportar (un indicador frecuente
de apertura exterior) y el crecimiento real del PIB. En el decenio de 1990, el interés por este
tema creció y los trabajos se multiplicaron, destacando los de Sachs y Warner, Frankel, Romer y
Cyrus y Ben-David (una síntesis de muchos de ellos y una valoración de sus aspectos críticos
puede encontrarse en el documento de trabajo de la OCDE elaborado por Robert E. Baldwin en
el año 2000, página webwww.oecd.org). Todos estos trabajos corroboran la relación positiva
entre la apertura a la competencia exterior y el crecimiento económico, usando distintas
medidas de apertura y diferentes muestras de países. Algunos resaltan además el efecto positivo
de la apertura al mercado internacional sobre la convergencia en renta per cápita. No obstante,
la evidencia no puede considerarse concluyente, debido a las deficiencias de las medidas de
apertura a la competencia externa y a la falta de robustez de algunas estimaciones
econométricas. El trabajo de Rodríguez y Roderik es importante desde esta perspectiva crítica.
Las medidas de apertura sencillas no siempre ofrecen resultados positivos y frecuentemente se
ven afectadas por un problema de causación inversa. Por ejemplo, la participación porcentual
de las exportaciones en el PIB (propensión a exportar) influye en el crecimiento del PIB real, pero
también resulta influido por él. Otras medidas que muestran una fuerte relación positiva con el
crecimiento del PIB, como una reducida volatilidad cambiaria o la ausencia de un mercado negro
para el cambio de la moneda nacional, no sólo son un reflejo del grado de apertura a las
relaciones con el exterior, sino también de determinadas políticas monetarias y cambiarias. Esto
conduce a pensar que la apertura a la competencia internacional favorece el crecimiento si
además va acompañada de una firme política cambiaria, monetaria y de control de déficit
público, lo que no es sino un argumento a favor de la globalización, porque la apertura de la
economía a los intercambios internacionales acaba reclamando también la homogenización en
las pautas de gestión macroeconómica más exigentes para desplegar todos sus efectos
positivos.
3. La lucha contra la desigualdad y la pobreza ha de ser indisociable del proceso de
globalización. La globalización no extiende la pobreza y la desigualdad en el mundo, pero sí las
convierte en más perceptibles e insoportables. Precisamente porque la globalización favorece
el crecimiento económico, resultaría inaceptable que no contribuyera a la equidad. Desde esta
perspectiva, la protesta de los grupos antiglobalización tiene fundamento, y ha de ser recogida
y transformada en políticas y prácticas internacionales. No se puede predicar la apertura de los
mercados, la homogeneización de las políticas económicas, la cooperación internacional, la paz
y el respeto a las instituciones internacionales sin al mismo tiempo poner en marcha medidas
de desarrollo efectivas para los más pobres. La primera de ellas, la apertura completa de las
fronteras de los países desarrollados a los productos de los países menos desarrollados. Sin
compromisos internacionales se generará una creciente contestación social, que atraerá a
muchos militantes que no pueden encontrar satisfacción para sus ideales de justicia, paz e
igualdad en el plácido mundo desarrollado, amenazando los avances en la apertura exterior y
en la competencia en los mercados. La globalización exige, pues, una lucha decidida contra la
pobreza, por lo que se puede estar a favor de ambas, aunque eso duela a quienes en la
antiglobalización descargan su rebeldía general contra el mundo y a quienes con ella han
recuperado antiguas militancias juveniles y, con ello, nuevas ilusiones.
Introducción
El término Globalización es empleado para describir los cambios en las sociedades y la economía
mundial que resultan en un incremento sustancial del comercio internacional y el intercambio
cultural.
Este es el proceso por el que la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos
países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de
transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global.
Medio Ambiente
Los problemas ambientales originados por el sistema económico, político y social actual no han
dejado de aumentar desde la revolución industrial, aunque el deterioro ambiental no ha sido el
mismo en todos los lugares, ya que el nivel de agresión ambiental ha cambiado a lo largo del
tiempo. Esto, basado en diversos estudios que comprueban como algunos de los diferentes
problemas ambientales, como la calidad del agua corriente, y ciertos tipos de contaminación
como el dióxido de azufre mejoran evidentemente al crecer el nivel económico a partir de un
cierto nivel e históricamente, desde el inicio de la era industrial. Sin embargo, problemas como
la generación de residuos y las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas de
invernadero parecen crecer considerablemente; el consumo de recursos aumenta también de
manera visible con la prosperidad.
Efectos negativos
Otra problemática se presenta en los países más pobres que se ven en la posición de
sobreexplotar sus recursos naturales, debido a las altas demandas generadas por los
consumidores y de igual forma por la necesidad de cubrir diversas deudas externas que han
adquirido con los países ricos, ya que son estos quienes se encargan de explotar los recursos
generando mayores beneficios para estas compañías extranjeras.
Muchos países han abusado de sus recursos para lograr maximizar su producción, al grado que
si no existe una moderación estos pueden llegar a ser explotados hasta ser agotados. Ejemplos
claros de esto son la deforestación y la sobreexplotación de los bancos de peces en aguas
patrimoniales e internacionales.
Existen algunos países que con la finalidad de ser más competitivos y rentables en el mercado
internacional optan por reducir costos en cuanto a seguridad ambiental, y es el caso de grandes
empresas transnacionales que establecen sus fábricas dentro de países donde la mano de obra
es mucho más barata y que su legislación ambiental es menos estricta, obteniendo con esto
producir a menores costos y que los beneficien dentro de la oferta comercial para generar
mayores ventas.
Los efectos negativos sobre el medio ambiente más destacados son ;el adelgazamiento de la
capa de ozono producidos por los gases CFC emitidos a la atmósfera, lo que está provocando
una mayor exposición a la radiación emitida por el sol, un aumento de la temperatura, deshielo
de los casquetes polares, aumento del nivel del mar, desalinización de los mares, con sus
consecuentes cambios de corrientes, cambios de los fenómenos climatológicos, muerte de los
ecosistemas de peces y seres acuáticos por la desalinización; otro efecto es el efecto invernadero
por la emisión de gases nocivos a la atmósfera como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4),
óxido nitroso (N2O) y fluoruros, estos gases provocan una capa en la atmósfera que no deja
entrar ni salir el calor y que está provocando un aumento considerable de la temperatura en
todo el globo terráqueo.
De igual forma otro factor que afecta a la naturaleza es la utilización de energía contaminante y
escasa, como son la quema combustibles fósiles: petróleo, gas natural, combustibles sólidos,
que contribuye al efecto invernadero; humos producidos por los procesos industriales químicos,
minerales y metales, residuos industriales y nucleares, la destrucción de bosques, con la tala
indiscriminada de árboles y la consecuente reducción de oxígeno y que también producen
desertización; utilización de disolventes que contaminan el agua, destrucción de ecosistemas,
reducimos la biodiversidad para la comercialización de algunas especies y la caza indiscriminada
de algunas especies hasta su extinción, la población emplea fertilizantes en la agricultura que
degradan el suelo; se agotan los yacimientos y recursos minerales y se contaminan mares, ríos,
el aire y la tierra.
y producción actuales. En general son los habitantes de los países industrializados los que
generan a mayor escala estos cambios tan desfavorables hacia el medio ambiente global. Estos
cambios han llevado a grandes pérdidas puesto que desde 1970 se ha perdido el 50% de los
ecosistemas de agua dulce como lo son: ríos, lagos y humedales; el 30% de los ecosistemas
marinos se ha deteriorado; la superficie forestal del planeta se ha reducido en un 10%; y el
consumo global de energía ha aumentado en un 70%. Un tercio de la riqueza natural del Planeta
se ha perdido en tan solo 30 años. Pero estos impactos medio ambientales no están ocurriendo
de forma homogénea a través de todo el mundo, existen regiones que están sufriendo una carga
desproporcionada del problema. Debido a que la propia globalización está cambiando la
geografía de la presión ecológica mundial.
Todos los grandes problemas ambientales que se presentan actualmente, han existido desde
años atrás en los diferentes países del mundo, pero en los últimos años han tomado importancia
para la población de cada país.
Actualmente, México continúa con una modernización ambiental, incorporando ideas que se
discuten y aplican en el ámbito internacional. Pero todas estas medidas no han logrado ser del
todo suficientes ya que aunque se tienen avances en materia legislativa y normativa para
contrarrestar los problemas ambientales, estos aún persisten en México.
La contaminación atmosférica, afecta las diferentes ciudades del país al igual que el agua
presenta un problema grave en las ciudades y en el campo, en su consumo doméstico y
productivo. En cuanto a la pérdida de la biodiversidad esta se ha incrementado por la agricultura,
la ganadería y la tala excesiva.
Los avances en materia ambiental, llegan a ser referentes solo de carácter formal, en el plano
normativo y discursivo, pero no en el terreno concreto de los problemas y de la detención,
prevención o remediación del daño ambiental.
una de las razones por las cuales no se ha logrado un resultado positivo es la escasa contribución
que ha hecho la inversión extranjera en materia de tecnologías más limpias.
En México, la inversión extranjera sólo ha generado avances de este tipo en industrias donde es
fundamental incorporar nuevas tecnologías, como en el acero. Para cualquier otro tipo las
empresas extranjeras logran evadir estas responsabilidades ya que las normas existentes en el
país son poco estrictas, por lo cual resultan fáciles de ignorar.
Todos estos obstáculos propician el poco desarrollo que se ha podido generar para el progreso
en materia ambiental que se observan en México, para que el resultado fuera diferente para
México de forma positiva tendría que lograr que las empresas transnacionales que operan en el
país estuvieran sujetas a regulaciones internacionales con el fin de proteger el medio ambiente
y a los trabajadores que laboran en ellas, para propiciar el desarrollo y una relación favorable
con la globalización.
Conclusión
La contaminación en el Medio Ambiente es un problema grave que, debe ser enfrentado por los
países y de esta forma implementar soluciones eficaces, estrictas y definitivas. Hasta el
momento las políticas y normas implantadas, en algunos países no han logrado generar un
cambio considerable que pueda corregir los problemas ambientales que se perciben en todo el
mundo.
Por todo lo expuesto anteriormente es imprescindible que los estados opten por soluciones que
logren detener el deterioro ambiental, promoviendo la educación ambiental para que de esta
forma la población reflexionen su dependencia a diferentes productos de consumo que están
en su entorno y se hagan responsables por el uso de estos mismos.
Siendo fundamental que las personas adopten modos de vida que sean compatibles con la
sostenibilidad, adquirida mediante el consumo de los recursos de los que dispone el planeta a
la menor velocidad posible, de modo que estés se encuentren disponibles para sucesivas
generaciones y que el impacto ambiental provocado por la actividad humana y social sea el
menor posible. Dando paso a un correcto desarrollo sustentable que permita el uso racional de
los recursos naturales y sea respetuoso del medio ambiente.
Para evitar todo tipo de aspectos desfavorables la globalización debería ser utilizada como
instrumento para promover el desarrollo sustentable en todos los países, alrededor del mundo
y mediante la aplicación racional de tasas de explotación, para intentar preservar los recursos
naturales.
¿Hay alguna relación entre la globalización y el cambio climático? Sobre el cambio climático ya
hemos hablado profusamente en artículos anteriores del blog, así que no merece la pena incidir
más en ello. Sin embargo, creo que sobre la globalización podemos profundizar un poco más. La
globalización es un proceso fundamentalmente económico, que consiste en la integración de las
economías nacionales en un único mercado capitalista mundial.
Si para satisfacer este incremento de la demanda energética se opta por tecnologías fósiles,
emisoras de gases de efecto invernadero, obviamente dichas emisiones se incrementarán a nivel
global. Pero esto no tiene por qué ser así. Algunos mecanismos del protocolo de Kyoto tratan
precisamente de combatir este tipo de problemas. Estos mecanismos fomentan la inversión de
países en vías de desarrollo en tecnologías limpias como la solar, la eólica u otras fuentes de
energía renovables, consiguiendo que el efecto positivo del crecimiento económico no se vea
ensombrecido por un aumento de las emisiones contaminantes.
Por tanto, y como conclusión, la globalización y la lucha contra el cambio climático no son, como
algunos afirman, términos incompatibles.
Según Galindo y Samaniego (2010), las emisiones de gases que crean el efecto invernadero son
causadas fundamentalmente por las actividades humanas. El efecto invernadero está
ocasionando por el aumento en la temperatura global. Los científicos han expresado que las
inundaciones, las sequías y las condiciones meteorológicas extremas van a ser más
frecuentes. El aumento en el calentamiento global ocasiona una evaporación del agua de forma
más rápida. Esto ocasiona que las áreas secas de la Tierra sean más secas y que las áreas
húmedas tengan aún más lluvias. El efecto invernadero ocasiona, entonces, un aumento en los
eventos climáticos extremos como huracanes, terremotos, tsunamis y tifones.
Existe consenso de que los gases del efecto invernadero están alterando la atmósfera. Estos
gases contribuyen al cambio climático y al aumento de las temperaturas. Payne (2013)
establece que además de los gases que ocasionan el efecto invernadero, factores como la
deforestación, la urbanización desmedida y las actividades agrícolas afectan el clima global.
Howard (2009) establece que el cambio climático no es sólo un problema ambiental, sino que a
su vez puede tener implicaciones económicas, financieras y estratégicas para los diversos
países. El cambio climático puede destruir la infraestructura de regiones enteras. Los
gobiernos, entonces, tendrían que desviar los recursos para aliviar el desastre ambiental.
Payne (2013) expone que desde el descubrimiento del fuego, los habitantes del planeta están
ocasionando impactos ambientales. Sin embargo, no es hasta la Revolución Industrial que se
agudizan los problemas ambientales incluyendo el calentamiento global y el cambio climático.
O’Brien y Leichenko (2003) establecen que la globalización y el cambio climático están
estrechamente relacionados. El aumento global de la producción industrial ocasiona un
aumento en el consumo de combustibles fósiles y a su vez un aumento en las emisiones de gases
que crean el efecto invernadero. De forma similar los cambios climáticos también afectan los
patrones de intercambio comercial ya que los desastres naturales ocasionados por los cambios
climáticos afectan el intercambio de bienes principalmente los productos agrícolas.
Lane (2005) expone que el dilema entre la globalización económica y la globalización ambiental
aumenta principalmente porque los seres humanos utilizan cada vez más combustibles fósiles
para mantener y aumentar su desarrollo económico y social. El impacto ambiental se crea
entonces, cuando los países pobres tratan de modernizarse y lograr o mantener un crecimiento
económico.
Sheehan (2008) expone que el aumento en el desarrollo económico en las pasadas dos décadas
se ha debido principalmente a dos razones: nuevas tecnologías de comunicación y un proceso
de expansión comercial logrado a través de la liberación de los mercados nacionales e
internacionales. Este crecimiento económico ha ocasionado que países como China e India
emerjan como economías incipientes al demostrar un crecimiento económico acelerado. Este
crecimiento ha venido acompañado de una mayor demanda de energía que a su vez ha
ocasionados niveles de contaminación que no habían sido considerados anteriormente.
Aunque la posibilidad de la creación del efecto invernadero era conocida desde hace varios años,
en épocas pasadas otros aspectos cobraron precedencia. En la época de la Guerra Fría, la
seguridad nacional era mucho más importante que los problemas ambientales. Luego de la
Guerra Fría, la reducción de la capa de ozono tuvo precedencia sobre el calentamiento
global. La Guerra Fría con la antigua Unión Soviética terminó y el mayor impacto a la capa de
ozono se controló a través de controlar las emisiones que causaban la reducción.
El Protocolo de Kyoto representa el acuerdo ambiental global más importante. Este acuerdo
refleja el aumento en la concientización en la globalización ambiental. Lamentablemente, los
desacuerdos económicos e ideológicos han disminuido su influencia. Resulta interesante, que
Estados Unidos, siendo el mayor emisor de gases que ocasionan el efecto invernadero, se opone
al acuerdo. La oposición por parte de Estados Unidos se basa en que las regulaciones serían
perjudiciales para la economía estadounidense.
Según presentado por Payne (2013), los países en desarrollo también crearon un acuerdo
oponiéndose a las regulaciones ambientales. La declaración de Delhi sobre el Cambio Climático
y el Desarrollo Sostenible, establecía que los países en desarrollo tenían el derecho de
desarrollar sus propias estrategias para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Esta
declaración fue aprobada por los Estados Unidos.
Sachs (2010) establece que la estructura actual de las negociaciones para disminuir los cambios
climáticos no ha sido efectiva. Establece que el cambio climático no puede ser visto como “un
juego de póker, donde cada país mantiene sus cartas consigo para negociar con los otros
países.” Según Sachs (2010) las “cartas deben ser puestas encima de la mesa”. Las
negociaciones entre los países deben incluir qué se va a hacer y cómo se van a lograr los cambios
necesarios. Esto se refiere a mencionar los temas en específico que se necesitan considerar
como la energía solar, la energía nuclear, y la agricultura sustentable, entre otros.
Según Brooks, Grist y Brown (2009), las implicaciones de los cambios climáticos en el bienestar
de los seres humanos y de los pobres en los países desarrollados pueden ser mortales. Existe
evidencia que el desarrollo económico logrado a través de la globalización ha logrado sacar a
algunas personas de los niveles de pobreza, pero esto ha ocasionado costos severos. Los costos
al ambiente han sido altos, ya que según presentado incluyen no sólo el cambio climático sino
el impacto a la biodiversidad. La biodiversidad se afecta principalmente porque los seres
humanos están eliminando otras especies con la contaminación, la caza y el desarrollo
económico.
La globalización según Brooks et al. (2009) ha actuado a favor y en contra de los cambios
climáticos. Sin embargo, en general, el efecto de la globalización en el cambio ambiental global
ha hecho a los pobres más vulnerables y por lo tanto ha aumentado la desigualdad en la mayoría
de las situaciones. Galindo y Samaniego (2010) exponen que, de acuerdo a la evidencia
disponible, el cambio climático tendrá mayor impacto en las regiones menos desarrolladas. Las
regiones menos desarrolladas a su vez representan las regiones que tienen menor adaptación.
Gillespie y Leflaive (2007) exponen que sería irrealista esperar que los países en vías de
desarrollo sean los primeros en actuar para lograr detener el impacto ambiental ocasionado por
la globalización económica. Los países desarrollados deben tomar el liderato y actuar para
detener el impacto ambiental. Después de todo son los países desarrollados quienes generan
la mayor cantidad de las emisiones y a su vez tienen los recursos para enfrentar y mejorar estos
problemas. De otra parte, reconociendo la importancia de las economías emergentes como
China e India, el esfuerzo que los países desarrollados puedan realizar no sería suficiente si no
se logra el apoyo de estas economías.
Gillespie y Leflaive (2007) exponen que se debe fomentar la innovación como alternativa para
buscar soluciones a los impactos ambientales. Los autores consideran que ya se están
realizando esfuerzos para fomentar la innovación con el propósito de detener el impacto
ambiental. Como ejemplo presentan la manufactura y mercadeo de los autos híbridos y la
proliferación de los molinos de viento como fuente de energía alterna. Lidskog y Elander (2010)
establecen que necesitamos realizar cambios de forma urgente para lograr aminorar el impacto
ambiental, ya que la brecha entre lo qué se necesita hacer y lo que se ha hecho continúa
aumentando.
Galindo y Samaniego (2010) establecen que, en el caso de América Latina, el cambio climático
representa una restricción adicional al crecimiento económico. Aunque reconocen el impacto
económico como una limitación, exponen a su vez, que esto puede ser utilizado como una
oportunidad si logran crear un proceso de transición a una economía que dependa menos de
los combustibles fósiles.
Según Stern (2008) los cambios que implantemos en el período actual pueden tener un impacto
limitado, sólo en los próximos 40 o 50 años, en el cambio climático. Por otro lado, los cambios
que realicemos en los próximos 10 a 20 años pueden tener un impacto profundo en el cambio
climático en la segunda mitad del siglo XXI y el próximo siglo. La evidencia encontrada por Stern
(2008) establece que el ignorar el cambio climático va a traer eventualmente un daño al
crecimiento económico. Brooks et al. (2009) exponen que la información adquirida sobre cómo
las sociedades antiguas lograron adaptarse a los cambios climáticos en el pasado nos puede
ayudar a detener el impacto ambiental. Enfatizan en la necesidad de aplicar estrategias
disruptivas que ocasionen una reorganización en los sistemas políticos y económicos. Las
estrategias deben lograr manejar los recursos enfocándose en la seguridad de los seres
humanos.
Según Sachs (2010) el desarrollo sostenible es el reto mayor de nuestros días. El desarrollo
sostenible no es otra cosa que el reto de combinar el crecimiento económico con la
sostenibilidad del medio ambiente. El desarrollo sostenible se logra a través de la innovación,
la eficiencia y la conservación.
Considero que una de las principales razones por las cuales el cambio climático sigue aún
relegado en importancia, estriba en el hecho de que los mayores productores de emisiones de
gases al ambiente son los países desarrollados. Ante esta situación, y no queriendo ceder sus
ventajas competitivas en términos de la industrialización, prefieren que sean los países en vías
de desarrollo quienes se sacrifiquen para su beneficio. Al igual que en otros aspectos con
relevancia mundial, los países no se encuentran dispuestos a ceder porque sólo se enfocan en
su beneficio como estado/nación, pero se olvidan que aun cuando ellos mantengan soberanía
política dentro de sus fronteras nacionales, ya son parte de una gran comunidad global. Si los
países no son capaces de entender este aspecto no lograrán la cooperación necesaria para
limitar el impacto ambiental global. Ante esta situación, el impacto ambiental será tan
dramático que de nada servirán las ventajas competitivas en términos económicos, si no
tenemos disponibles los recursos naturales para que los seres humanos satisfagan sus
necesidades básicas.
Conclusiones Es importante aclarar que para incursionar en cualquier campo del saber hay que
remontarse a sus antecedentes y ubicarse en el respectivo marco teórico para garantizar
absoluta coherencia entre lo que se habla y se analiza. Las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones son, entonces, un puente que se debe fortalecer para unir un país o territorio
con el desarrollo económico. Nacieron para innovar no sólo en infraestructura sino en capital
humano, pues las TIC exigen involucrarse más con los asuntos digitales que hoy permean todas
las actividades humanas. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC)
únicamente pueden adoptarse si en el segmento donde se sitúan se goza de infraestructura
adecuada y se cuenta con evolucionado capital humano y un sistema que apruebe su sana
fluidez. Dichas tecnologías impactan positivamente a las sociedades; van mucho más allá de
brindar formas de agrupación y procesamiento de la información útil, ya que existe algo
indisolublemente ligado a la globalización: el mundo de los negocios. Las TIC han facilitado la
interacción entre los seres humanos y consecuentemente los negocios, los negocios
electrónicos. Todo lo anterior hace que las relaciones empresa – consumidor sean mucho más
estrechas y en cierta medida genera mayor satisfacción de los clientes, pues proveedores,
distribuidores y clientes conforman un ciclo sencillo de perfeccionar y efectivo para ajustarse a
situaciones diversas. El universo de los negocios es amplio, y en la estructura del comercio
electrónico se destacan: negocio a consumidor (forma de comercio electrónico en que se
relacionan distribuidor y consumidor final; negocio a negocio (la relación aquí es propiamente
negocio a negocio); consumidor a negocio (en ella que sobresale la relación entre un consumidor
final y el negocio, y el primero actúa como vendedor); comercio móvil (compra y venta mediante
dispositivos con conexión inalámbrica) y negocio a empleado (servicio que ofrece un negocio
por medio de la web a un empleado con el fin de que haga uso de los recursos de la empresa o
cumpla metas personales). Otra faceta del e-commerce es el gobierno electrónico como medio
efectivo de interacción entre los entes públicos y los ciudadanos. Una aplicación más es la
administración de la relación con los clientes de modo electrónico, la cual funciona como
estrategia para retener clientes con el objetivo claro de generar utilidades a la empresa. Por
último, predomina la cadena de suministro electrónica, una opción que facilita el flujo eficiente
de recursos (bienes, servicios, dinero, información) con el fin de minimizar inventarios. La
implementación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones debe ocupar un lugar
prioritario en los objetivos de las personas, de las organizaciones y del Estado, y ello implica
adaptarse a las novedades que traen consigo. Es importante resaltar que no son sólo conceptos,
pues lo primordial es su eficiente uso.
La globalización está presente en todos los ámbitos relacionados con el medioambiente. Son
muchos los beneficios que ha generado el desarrollo tecnológico permitiendo una integración
global de todas las políticas y economías, pero también existen consecuencias desfavorables
que afectan directamente a la gestión y protección medioambiental.
Además, es obvio pensar que la globalización, con todo lo que ello conlleva, ha incrementado
el consumismo a niveles insospechados e injustificados generándose nuevamente una
sobrexplotación de recursos para poder cubrir la demanda que se genera.
Como consecuencia del deterioro ambiental que se produce, muchos países están tratando de
establecer soluciones a medio y largo plazo que permitan que se genere un crecimiento
sostenible y que las consecuencias negativas de la globalización para el medioambiente puedan
quedar minimizadas.
Existen algunos aspectos que son clave para tratar de minimizar los efectos nocivos de la
globalización sobre el medioambiente:
– Educación ambiental: Resulta fundamental poder concienciar a todos los individuos desde el
inicio de su desarrollo a cerca de su responsabilidad sobre el entorno y las consecuencias que
sus acciones tienen sobre éste. La Educación ambiental y su aplicación sobre la sociedad suele
ser proporcional al grado de desarrollo de un país, por ello resulta fundamental que aquellos
países con mayores recursos, destinen una parte de los mismos a promover la educación no solo
en su propio territorio, sino también en aquellos que son más pobres y difícilmente pueden
hacerlo de manera independiente.Al fin y al cabo todos vivimos en el mismo planeta y su
protección es una responsabilidad compartida.
Siendo como es el fomento del desarrollo sostenible una clara solución al problema de la
globalización, surgen claras dudas sobre como potenciar el mismo. ¿Como promover que las
diferencias económicas entre países afecten de la menor manera posible al desarrollo
sostenible? ¿Como tratar de armonizar a nivel mundial unos estándares medioambientales que
tengan semejante repercusión sobre los diferentes modelos económicos existentes en nuestro
planeta para así evitar que se produzcan situaciones ventajosas dependiendo de donde se
desarrollen los procesos de fabricación?
A día de hoy el ser humano todavía no ha resuelto una de las claves necesarias para proteger su
propia supervivencia, el reto del siglo XXI sin duda es lograr la “globalización medioambiental” y
conseguir que cada punto de nuestro planeta goce del mismo nivel y medidas de protección
independientemente de la localización del mismo.