- CONCEPT0S PRELIMINARES
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conforme la naturaleza de las cosas, esto es, valorando las situaciones
criminológicas que acontecen en la realidad social nacional. Si bien los
ataques terroristas han reportado una baja significativa en los últimos
tiempos, con escasas acciones en zonas alejadas a las ciudades, no es
menos cierto que se han venido mostrando una suerte de reingeniería
ideológica, en cuanto a nuevos frentes que se vienen abriendo, bajo otras
mascaradas, rótulos y denominaciones, lo que pone en alerta al Estado y
la sociedad, a fin de evitar que este movimiento ideológico-doctrinario,
pueda a la postre provocar que se reanude en el Perú el ilícito accionar de
estos aparatos subversivos.
2
. Heridas muy difíciles de cicatrizar.
2
Es así, que se tiene al Movimiento por la Amnistía y los Derechos
Fundamentales (MOVADEF), creado en el año 2009, estaría solicitando la
liberación de los civiles, policías y militares involucrados, que en sus
propios términos: "guerra interna desatada en el país por el grupo de
ideología "marxista-leninista-maoísta", que busco el poder por medio de la
lucha armada, lo que lógicamente rechazamos, tanto por razones
históricas, fácticas y jurídicas. Resultando que dicho movimiento, el año
pasado (2017), efectuó dos marchas en Lima, cuyos protagonistas llevaron
consigo imágenes del líder de Sendero Luminoso Abimael Guzmán y otros
condenados por delito de terrorismo. Autoridades del Ministerio de Interior
indicaron que el sentenciado por graves crímenes contra la Seguridad y
Paz Pública, estaría detrás de esta organización, tal como lo señaló el ex
Ministro del Interior - Carlos Basombrío, considerando la postura
adoptada por la Dirección contra el Terrorismo de la Policía Nacional
(DIRCOTE).
Los actos descritos, provocaron una repulsa por varios sectores sociales y
estatales, dando lugar a la discusión si serían o no constitutivos del delito
de «Apología», contemplado en el artículo 316° del Código Penal; una
tipificación penal que sin duda no puede importar la penalización de la
libertad de expresión y el derecho a la información, baluartes de una
sociedad democrática de derecho.
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7/2000, supuso la introducción del artículo 578° a su cuerpo legal
punitivo, señalándose en su Exposición de Motivos lo siguiente: “Las
acciones que aquí se penalizan, con independencia de lo previsto en el art.
18 del propio Código, constituyen no solo un refuerzo y apoyo a actuaciones
criminales muy graves y a la sostenibilidad y perdurabilidad de las mismas,
sino también otra manifestación muy notoria de cómo por vías diversas
generará el terror colectivo para hacer avanzar los fines terroristas. No se
trata, con toda evidencia, de prohibir el elogio o la defensa de ideas o
doctrinas por más que éstas se alejen o incluso pongan en cuestión el marco
constitucional, ni, menos aún, de prohibir la expresión de opiniones
subjetivas sobre acontecimientos históricos o de actualidad. Por el contrario,
se trata de algo tan sencillo como perseguir la exaltación de los métodos
terroristas, radicalmente ilegítimos desde cualquier perspectiva
constitucional, o de los autores de estos delitos….”. De forma, que se tiene
que ser muy fino y riguroso, tanto en la composición del tipo penal en
mención como en el ámbito mismo de su interpretación, para no caer en
una inadmisible e intolerante represión de conductas propias de la libertad
de expresión, siendo importante que tales invocaciones y/o
manifestaciones rebasen, desborden de forma clara los parámetros sobre
los cuales debe conducirse este derecho fundamental en una real
democracia, ingresando a la esfera de punición solo aquellos
comportamientos que denoten un enaltecimiento o justificación de un
delito de terrorismo atribuible a una persona determinada, capaz de
propagar y difundir un discurso activista de estas demenciales actuaciones
humanas.
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delito. Sobre ello, la DIRCOTE alertó que ninguna persona denunciada por
la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) y el Ministerio Público por delito
de apología del terrorismo ha sido sentenciada con pena de cárcel por el
Poder Judicial, que en casi todos los casos ha resuelto “no ha lugar”. Uno
de los casos más emblemáticos que fueron archivados por la justicia
estuvo relacionado con el libro autobiográfico del genocida Abimael
Guzmán, “De puño y letra” (En: "El Comercio" del 30 de mayo de 2017).
Esto es, se han producido denuncias en el país por esta modalidad
delictiva de terrorismo, que por una serie de factores no ha merecido una
respuesta positiva por parte de los órganos jurisdiccionales, lo cual debe
ser analizado a la luz de las circunstancias que rodea esta figura delictiva:
- una clara delimitación entre una manifestación típica de la libertad de
expresión3 y otra, su desnaturalización, en cuanto ensalzar, alabar y
propagar pro activamente el ilícito accionar de estas organizaciones
subversivas, capaces de generar un impacto en su posicionamiento en
parte de la población.
3
. Derecho esencial y fundamental en un Estado de derecho, donde las libertades
individuales y colectivas, se encumbran en el pórtico de los valores consagrados
constitucionalmente, cuya finalidad es la de formar una opinión pública verás y objetiva,
como expresión del derecho de los ciudadanos de generar corrientes de opinión y de
adoptar posición sobre temas cruciales de la vida pública, cultural y económica de la
Nación. Es precisamente, la libertad de expresión que ejercen los ciudadanos y sobre
todos los hombres y mujeres de prensa, que ha permitido destapar en el país graves actos
de corrupción política y eventos de símil desvalor antijurídico.
5
entusiasmo4”. Y en nuestras propias palabras, que dicha exaltación al
ilícito accionar terrorista, pueda propiciar una suerte de asunción de dichos
actos como positivos5 para determinadas personas, con ello se pone en
riesgo la Seguridad Púbica, objeto de tutela por la ley penal especial. La ley
penal en un verdadero Estado constitucional de derecho, ha de ejercer los
efectos preventivos que se esperan de su mensaje conminatorio, de no ser
así, cae en un simbolismo que nada abona en su utilidad social.
4
. Peña Cabrera, R.S.; Traición a la Patria y Arrepentimiento Terrorista. GRIJLEY, L ima, 1994,
cit., p. 97.
5
. Asunción e interiorización de los mismos como suyos, entiendo a los valores y fines del
orden jurídico-estatales como un escollo para la realización de los primeros.
6
. Por el congresista Marco Miyashiro.
6
b)- Que cuando la apología se refiera a la persona que haya cometido
el delito, esta debe tener la condición de condenada por sentencia firme;
7
un lugar privado pero al cual puede asistir cualquiera sin necesidad de
invitación especial7. Son precisamente, estos espacios públicos, donde se
germina, donde toman lugar los vasos comunicantes de quienes ensalzan,
alaban y justifican a viva voz, las acciones terroristas, la violencia
subversiva en toda su esencia y magnitud, no deben tratarse de
manuscritos, obras u folletos donde se desarrollen ideas, doctrinas,
estudios programáticos propias de posturas comunistas, revolucionarias
política y económicamente hablando, pues ello encuentra amparo en el
derecho constitucional a la libertad de expresión. Si estos encuentros,
entre varias personas, se producen en ámbitos privados, por más que
entrañen un discurso apologético en todo el sentido de la palabra; ello
podrá ser parte del adoctrinamiento ideológico que se da en el interior de
estos aparatos criminales, susceptible de ser cubierto por el artículo 5° del
DL 25475 - delito de filiación terrorista, mas no por el tipo penal en
cuestión, que al referirse a esta clase de injustos penales, calaría en el
artículo 316°-A del CP.
7 MESÍA R AMÍREZ, C.; Libertad de reunión en locales privados y públicos, cit., p. 154.
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. Según nuestra lege lata, sería las figuras de la instigación y la complicidad (primaria y
secundaria).
9
. Vide, al respecto, Peña Cabrera Freyre, A.R.; Manual de Derecho Procesal Penal, 4ta.
edición, Instituto Pacífico, Lima, 2016.
8
protección de la norma. Así en la doctrina española al explicar, que no se
trata, por tanto de aquellas actividades de simple apología ideológica, sino
de un tipo específico descrito por el legislador sin tacha de
constitucionalidad, consistente en ensalzar, encumbrar o mostrar como
digna de honra la conducta de una determinada gravísima actuación
delictiva, como es la de los elementos terroristas10.
10
. Urbano Castrillo, E.; Delitos contra el orden público..., cit., p. 3260.
11
. Santos Alonso, J.; El Tratamiento Jurídico del Terrorismo en el Código Penal Español, cit.,
p. 24.
9
sistemáticos en los supermercados al carecer el mercado laboral de plazas
suficientes para cubrir la enorme demanda de trabajo de los ciudadanos,
alentando su perpetración en la población.
12
. Sala Casacional española.
13
. Citado por Urbano Castrillo, E.; Delitos contra el orden público..., cit., p. 3259.
14
. Español.
10
“Tal acción de enaltecer o justificar ha de realizarse por cualquier
medio de expresión pública o difusión, como puede ser evidentemente un
periódico que se distribuye entre sus lectores, cualquiera que sea la
extensión de tal distribución”15.
15
. Fierro Rodríguez, D.; Aspectos del Delito de Enaltecimiento y Justificación del Terrorismo,
Colaborador Permanente en Derecho & Perspectiva, del 18 mayo de 2017.
16
. Citado por Urbano Castrillo, E.; Delitos contra el orden público. En: Comentarios y
Jurisprudencia, Coordinador: Julián Sánchez Melgar, II, Vol. II, cit., p. 3259.
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3.- APOLOGÍA AL DELITO DE TERRORISMO
£ Ingresando al análisis del artículo 316°-A del CP, vemos que la distinción
con la conducta prevista en el artículo 316°, es en principio, solo por el
delito que es objeto del discurso apologético. Podríamos decir, que el
primero de los mencionados, viene a recoger una suerte de «apología
delictiva específica», la cual pudo haberse reglado en un párrafo aparte del
artículo 316°, como una modalidad agravada, sin embargo el legislador
optó por proceder a su incriminación por separado, tal vez por los
siguientes motivos a saber: - primero, en uso de los fines promocionales,
socio - pedagógicos de la norma penal y, segundo, ante las situaciones
sucedidas en tiempos recientes, donde el probable discurso apologético se
estaría enmarcando en los delitos de terrorismo, al pretenderse que
sentenciados por tan graves delitos sean beneficiados por una ley de
amnistía.
12
Tribunal Constitucional considera que, en este supuesto, no es preciso
delimitar interpretativamente el supuesto prohibido en ambas disposiciones
legales, toda vez que ella es expresión de una innecesaria
sobrecriminalización, al encontrarse contemplado dicho ilícito en el artículo
316 del Código Penal, que obviamente queda subsistente”. Se advierte de tal
argumentación, que la inconstitucionalidad de dicha figura del injusto
terrorista, no tendría que ver con su materialidad sustantiva, sino con la
técnica legislativa empleada para la construcción de la modalidad típica, al
no haberse definido con toda precisión y riguridad conceptual, que debe
entenderse por "apología" y como es que ésta se materializa por parte del
agente, por lo que el artículo 316° del CP -antes de la reforma-, contaba
con la suficiente cobertura legal para reprimir esta clase de conductas.
Empero, transcurridos varios años de dicha declaratoria del TC, se vuelve
a tipificar un delito propio y particular, de la «apología al terrorismo», con
la distinción, que ahora es acogido en la codificación penal y no en la ley
especial, bajo un mejor grado de precisión típica. Volvemos a reiterar la
idea, que la tipificación de la apología al terrorismo en un articulado
específico, obedece a una planeación político criminal volcada en los fines
socio-pedagógicos-cognitivos de la ley penal. Y claro está, que la
delimitación entre manifestaciones propias de la libertad de expresión con
aquellas que no son amparadas bajo tal cobertura constitucional y
susceptibles de ser catalogadas como delito de apología al terrorismo, no
solo adquiere materialidad con un mejor diseño de construcción típica,
sino también de la mano con un afinamiento normativo interpretativo que
pueda dar cabida sustancial a conductas como las descritas en el artículo
316°-A del CP.
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alabanza del delito terrorista o de quienes hayan participado en el mismo,
requiriéndose además que el hecho sea público (no deberá resultar así
punible la opinión emitida ante un número reducido de personas), lo que,
normalmente, supondrá la difusión a través de medios de comunicación
como la televisión, prensa o radio e incluso cabe plantearse la idoneidad
del correo electrónico cuando se difunde a un amplio número de
personas17.
17
. Lamarca Pérez, C. (coordinadora); Delitos contra el orden público. En: Delitos. La parte
especial del Derecho penal, cit., p. 877.
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Lo otro, «utilizando o facilitando la presencia de menores de edad»,
situación que describe la instrumentalización de personas que por su
particular condición, se muestran como seres vulnerables, ante otros, que
aprovechando de dicho estado de indefensión, los involucran en actos de
tal naturaleza, v. gr., hacen que los niños se encarguen de distribuir los
panfletos, las obras, manuscritos, etc., conteniendo el discurso
apologético. Al mencionar la literalidad normativa, que lo que se hace es
utilizar al menor de edad, estaríamos ante típico caso de autoría mediata,
donde el dominio al tenerlo la persona de atrás, el que ejecuta objetivamente
la acción criminosa, quedaría exento de responsabilidad criminal, con la
acotación que no es igual la participación de un adolescente de 17 años de
edad con la de uno de 10 años. Lo otro, es facilitar la presencia de menores
de edad, en aquellos espacios públicos, donde tomar lugar la exaltación, la
alabanza o la justificación per se del delito que se invoca o engrandecer la
figura de aquella persona que cuenta con condena firme por un delito de
terrorismo. El mayor reproche penal se asienta sobre la idea, de que
viabilizar la presencia de menores en actos de tal naturaleza, importa
exponerlos a una situación de vulnerabilidad, tanto de ser arrastrados con
estas corrientes ideológicas subversivas así como el propio riesgo que
entraña participare en eventos de tales características. Como todo
componente subjetivo, la esfera cognitiva del dolo ha de abarcar la minoría
de edad del instrumento, si es que se devela un error sobre tal aspecto, la
conducta ha de ser reprimida por la cobertura legal del tipo base.
15
exaltación, de un discurso apologético, que por el medio que se utiliza por
su difusión, lo hace más lesivo al poder llegar a una mayor cantidad de
persona (destinatarios); v. gr, libros, folletos, escritos, impresos e editados
en número significativo, poseen la capacidad de cubrir una gran cantidad
de lectores, por tanto una difusión si se quiere decir "masiva". En lo que
los medios de comunicación social o tecnologías de la información refiere,
sea la televisión o la radio, sin duda el alcance y acceso de una gran
cantidad de personas, es algo propio de estos instrumentos informativos;
en mayor medidas, las redes sociales como las páginas de Internet, son
expresiones de la modernidad, de una rapidez e inmediatez para extender
el mensaje, a colectivos que se encuentran dentro y fuera del territorio
nacional.
Eso sí, para efectos consumativos, basta con que la propagación del
discurso apologético (terrorista), se haya efectuado, de que el mensaje
18
. Así, el delito de Difamación - artículo 132° del CP.
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llegue a un número indeterminado de personas, sin necesidad de verificar
que producto de ello se cometa un atentado terrorista. Lo que se necesita
en sustancia, es comprobar la idoneidad y aptitud del medio empleado,
para que pueda propagarse la exaltación o la justificación del delito de
terrorismo como de ensalzar al condenado por alguno de los tipos penales
contemplados en el DL N° 25475.
- REFLEXIÓN FINAL
Sin duda, las ideas no son portadoras de la lesividad que se exige para que
una conducta sea legítimamente objeto de punición. A su vez el Estado y la
sociedad tienen el derecho de organizarse jurídica y políticamente para
hacer frente a toda situación que ponga en riesgo la paz y la seguridad
pública. Es así, que se sientan las bases para la incriminación del delito de
«apología», según los contornos normativos del artículo 316° del CP, en su
momento del artículo 7° del DL N° 25475. Dándose cuenta de su escasa o
casi nula aplicación por parte de los Tribunales de justicia y ante un
contexto social revelador de la propagación de la ideología subversiva, es
17
que se sanciona la Ley N° 30610 con la finalidad de dotar a este tipo penal
de mayor exhaustividad regulativa. A la par, se incluye el artículo 316°-A
al CP, tomando lugar el delito de «apología al terrorismo», nada armónico
con el principio de economía legislativa, mas llevado a los fines
promocionales y socio-pedagógicos de la ley penal.
19
. Lo que se conoce como "prevención general negativa".
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