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Universidad de Santiago de Chile

Facultad de Humanidades
Escuela de Psicología
Electivo: Comprensión integrativa de los
fenómenos de violencia

Aproximación a los fenómenos de


violencia presentes en la película
“Room (2015)”

Autoras/es:​ Andrea Fuentes López


Karen Gaona Jerez
Cristóbal Medina Pérez
Elizabeth Vásquez Arenas

Profesora: ​Paula Novoa

Fecha de entrega: ​22 de abril, 2019


Datos de la Película

“Room” (La habitación).


Año​: 2015.
Director​: Lenny Abrahamson.
Escritora:​ Emma Donoghue.
País​: Irlanda, Canadá, Reino Unido, Estados Unidos.

1. ​Elegir mediante debate en grupo, la idea central que se pretende transmitir,


identificando problemáticas subjetivas-psicológicas, sociales, ideológicas y/o
políticas presentes en la película, que se relacionen con el/los fenómeno(s) de la
violencia de (los) que trata el film.

La película seleccionada desarrolla la historia de Joy (Brie Larson), una mujer


que lleva siete años secuestrada en una pequeña habitación, en la cual convive con
su pequeño hijo Jack (Jacob Tremblay) de 5 años, quien nació dentro de ese cuarto,
por lo que lo único que conoce del mundo es ese reducido espacio en el que ha
vivido toda su vida.
A lo largo de toda la trama es posible observar que los protagonistas se
encuentran atrapados en un contexto marcado por el maltrato interpersonal, el cual
según Beyebach (2007) sería

La utilización repetida de conductas maltratantes (agresiones


físicas directas, agresiones físicas indirectas, conductas de
descalificación, conductas de dominio y/o conductas de
desconfirmación) por parte de una o varias personas en su
interacción con otra u otras. El maltrato interpersonal supone
un riesgo explícito o implícito para la seguridad, el bienestar y
la salud física o mental de quien lo recibe (p. 4).

Si bien, las agresiones físicas podrían ser las más evidentes, por ser más
fácilmente identificables, creemos importante destacar la violencia de corte más
psicológica que también se puede apreciar en la historia. Especialmente la categoría
de dominio, en la cual se engloban conductas que “limitan la libertad o capacidad de
movimiento, sea en un sentido físico (contención física, encierro) sea en sentido
psicológico (…). El mensaje que se transmite es ​‘eres mía’​” (Beyebach, 2007, p. 6).
A la base de aquello, consideramos que el patriarcado ha jugado un rol
fundamental, pues como lo señala Lerner (1990) éste es una construcción histórica
elaborada por hombres y mujeres que puede definirse como la manifestación e
institucionalización de la dominación masculina por sobre las mujeres y los niños de
la familia, así como la extensión de tal dominio a toda la sociedad, articulándose
también con la opresión de clase, raza, nación, política, entre otras (Lagarde, 2005).
Si nos remontamos al periodo arcaico, encontramos que la sexualidad de las
mujeres, es decir, sus capacidades y servicios sexuales y reproductivos, era vista
como una mercancía, pudiendo los hombres adquirir a éstas como un recurso, del
mismo modo en que se apropiaban de las tierras (Lerner, 1990). Del mismo modo,
en el caso de la película analizada, ​el viejo Nick (Sean Bridgers) secuestra a Joy
durante al menos 7 años, situación donde de la manera más literal posible ejerce
dominio sobre la protagonista, a quien limita de forma física sin permitirle huir del
encierro en el cual la mantiene confinada. Es en este contexto que Joy se convierte
en víctima de maltratos físicos e incluso violaciones, a partir de las cuales nace
Jack, quien también se ve obligado a vivir en este contexto de encierro.
En este punto resulta interesante analizar las diferencias respecto a cómo
vivencian el encierro tanto Jack como Joy, esto ya que, para la madre, esta
situación resulta violenta pues, como define Han (2016), su secuestrador se
presenta como una influencia exterior que le quita su poder de acción y destruye su
libertad.
Por el contrario, para su hijo, la habitación donde se encuentran ha sido el
único espacio que ha conocido, por lo que el encierro no le resulta problemático ni
extraño, ni mucho menos logra visualizarlo como violencia, ya que como señala Han
(2016) “no toda influencia externa desconocida es violencia. En el momento en que
yo la consiento y la incorporo en mi comportamiento (​Handlung​), es decir,
establezco una ​relación con ella, deja de ser violencia” (p. 72). En este sentido, no
nos referimos a que no exista violencia hacia Jack en dicho contexto, sino que él no
logra asimilarla como tal, por lo que queda normalizada desde un principio y no
toma lugar en su consciencia.
Así, incluso aunque Jack no haya logrado comprender la violencia en la cual
vivió sus primeros 5 años de vida (debido a que no conoce otra realidad), esto no
significa que una vez liberado de la habitación no presente problemáticas a nivel de
su desarrollo vital, especialmente en el área de las relaciones sociales, pues es
posible ver que luego de ser liberados, a Jack le es difícil relacionarse con otras
personas que no sean su madre, y en general, el mundo exterior le resulta
sumamente desconocido y atemorizante, incluso es posible observar que, cuando
aún se encontraban en la habitación le resulta casi imposible imaginarse un mundo
fuera, donde todas las cosas que ve a través de la televisión puedan existir
realmente.
Además, Jack pasa los primeros años de su desarrollo psicosocial encerrado
y sin posibilidad de conocer el exterior, lo cual podría traer consecuencias a largo
plazo, ya que es en esta etapa en que los y las niñas comienzan a construir una
representación del mundo, así como de quienes lo rodean e incluso de sí mismo,
representación que es la base fundamental para lograr desarrollar una personalidad
que le permita interactuar dentro del marco de normativas que provee una sociedad.
Así, es posible suponer que a partir del evento no normativo vivido por Jack en las
fases más tempranas de su desarrollo, este podría experimentar dificultades en el
desarrollo de habilidades que le permitan participar de manera efectiva en la
sociedad (Fernández, 2016).
Por otra parte, diversas investigaciones nos muestran los diversos efectos
que pueden provocar los secuestros en las personas, los cuales pueden afectar
diferentes áreas, como por ejemplo efectos a nivel cognitivo, entre los cuales
podemos mencionar confusión y desorientación, además de que se pueden producir
flashbacks. A nivel emocional es posible experimentar miedo, ansiedad, impotencia,
ira, depresión y culpa, entre otros. Por último, a nivel social las personas pueden
sentirse retraídos e irritables. En periodos de cautiverio muy largos, incluso se ha
llegado a observar una actitud de desesperanza aprendida (Alexander y Klein,
2009).
Los efectos anteriormente mencionados son expuestos por el personaje de
Joy, quien luego de lograr liberarse de su cautiverio comienza a sentir un gran
malestar, incluso intentando quitarse la vida tras comenzar a cuestionarse sus
decisiones respecto a su hijo Jack (gatillado por una periodista quien le insinúa que
debió pedirle a su secuestrador que se lo llevara cuando nació para que pudiera ser
libre) además de las dificultades que experimenta a la hora del reencuentro familiar,
pues este conlleva un proceso de adaptación por parte de toda la familia, en donde
surgen diversos sentimientos encontrados y discusiones causados por la sensación
de Joy de que todos continuaron con sus vidas mientras a ella se le arrebataron
más de 7 años.
En conclusión, todo lo anteriormente expuesto es una muestra clara de los
efectos nocivos sobre el bienestar psicológico de las personas que se ven
expuestas a un tipo de violencia sistemática y por un periodo de tiempo tan extenso.

2. Describan y desarrollen las formas de violencia que están presentes en la película


y de qué manera son presentadas (explicadas) en ella, fundamentando con
ejemplos de la propia película y a través de la utilización de elementos conceptuales
del curso. Las explicaciones formuladas deben estar sostenidas teóricamente.

La OMS (2003) entiende la violencia como el empleo deliberado del poder


físico o fuerza, de forma efectiva o como amenaza, en contra de sí mismo/a, otra
persona o un grupo o comunidad, que tenga como consecuencia lesiones, muerte,
daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones, o que tenga altas
probabilidades de que algo de ello ocurra. La violencia corresponde a un fenómeno
complejo y de múltiples causas, pudiéndose realizar de forma interpersonal,
estructural, colectiva y social, lo que implica un análisis desde diversas perspectivas
(Soleto, 2015).
Por su parte, la violencia contra la mujer ha sido identificada como un
problema sociocultural (Gefter, Rood, Valentine, Bankoff & Pantalone, 2015) y como
una de las formas más habituales de violación a los derechos humanos (ONUM,
2013). Para Las Naciones Unidas (1993, en ONUM, 2013) la violencia contra la
mujer es:
Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que
tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se
producen en la vida pública como en la vida privada (p. 2).

Teniendo a la base aquello, podemos señalar que desde un inicio de la


trama, es posible visualizar la violencia a la que se ve expuesta la protagonista,
variando en sus diversas formas, ​desde agresiones físicas y sexuales, hasta
distintos modos de manipulación y agresiones psicológica.
En este sentido, la violencia psicológica vivenciada por Joy incluye todos los
ámbitos de su vida, ya que el largo secuestro y abuso la mantuvo alejada de su
familia, amigos/as, estudios, etc., afectando a su identidad misma, pues pasó de ser
una joven estudiante a ser una mujer secuestrada, abusada y madre. En relación a
ello, Agudelo (2000), plantea que el secuestro puede ser entendido como una
muerte suspendida, en donde el sentido de la vida puede incluso llegar a perderse,
generando impotencia en los/as afectados/as.
La anteriormente señalada sensación de muerte suspendida y la impotencia
que esta situación genera es apreciable en Joy cuando esta ya ha sido liberada,
pues es evidente que ella espera que al regresar a su antiguo hogar todo se haya
mantenido como ella lo recordaba, cosa que no sucedió y lo que la desconcierta
bastante. Un ejemplo de esto es lo sorprendida que se ve cuando le cuentan que
sus padres se han separado, que su padre ya no vive en su casa de la infancia y
que su madre tiene una nueva pareja. Además, la impotencia de la protagonista es
evidente especialmente en una escena donde encuentra una fotografía de sus
antiguas amigas y señala que a ellas nada les pasó y que pudieron continuar sus
vidas mientras ella se encontraba secuestrada.
A lo anterior, se suman las condiciones físicas del lugar de encierro, tales
como el espacio extremadamente estrecho, en donde no existían separaciones de
ambientes, lo cual implica peligros de salubridad y una calidad de vida deteriorada
en todos sus aspectos, especialmente ya que este reducido espacio no era solo
para ella, sino que debía compartirlo con su pequeño hijo, y además con el
secuestrador en las noches. En adición a lo anterior, a lo largo de las escenas de
encierro que se muestran en la película es posible apreciar que su secuestrador
tenía un día designado en el cual le llevaba alimentos y otros productos que
necesitara, los cuales estaban controlados por su propia decisión, por lo que en
ocasiones consideraba algunos alimentos demasiados caros o innecesarios, lo que
también permite suponer que además de las condiciones físicas deplorables del
lugar, tanto ella como su hijo sobrevivían con lo mínimo en cuanto a alimentación y
vestimenta.
En cuanto a la violencia física, ésta puede ser apreciada de manera explícita
en algunas escenas, como por ejemplo cuando el viejo Nick se acerca al armario
para ver a Jack, y Joy se abalanza sobre él para impedirlo, lo que genera el
enfurecimiento de éste, llegando a asfixiar a Joy por unos segundos, amén de las
continuas violaciones de las cuales ésta es víctima, sumado a la lesión que presenta
en su muñeca, la cual según se señala, tiene desde hace bastante tiempo producto
de una discusión con su agresor pero que solo es tratada cuando logran escapar de
su captor.
También se logra observar la presencia de violencia económica, pues la
situación de secuestro implicaba la dependencia de Joy con su secuestrador, ya que
éste poseía el control total de los recursos (agua, luz, comida, medicamentos, etc.).
Así mismo, aquello daba curso a una constante violencia psicológica, mediada por
el miedo y la vulneración.
Además, podemos hablar de violencia simbólica, la que como plantea
Castorina y Caplan (2006) se puede presentar dentro de una relación encantada
que la hace parecer suave, invisible e ignorada, que necesita la complicidad del
individuo quien no sabe que en realidad está siendo engañado. Las autoras
plantean que la violencia suave es una forma de dominación que se ejerce a través
de la comunicación en la que se oculta.
Este tipo de violencia suele ser invisibilizada porque no se percibe como un
comportamiento violento en sí. En el caso de Joy y su hijo vemos que después de
que consiguen escapar y volver a la casa de los abuelos de Jack, los medios de
comunicación y la comunidad le otorgan regalos a Jack, les organizan una
bienvenida a casa y todos se muestran muy preocupados por ellos. Sin embargo, a
la base podemos identificar que la verdadera razón de estos comportamientos es el
morbo que les provoca conocer los detalles de la experiencia traumática vivida por
ambos personajes, ya que en la entrevista que Joy acepta dar se puede identificar
que las preguntas son direccionadas y no existe delicadeza de parte de la
entrevistadora al abordar ésta situación traumática, llegando incluso a cuestionar y
juzgar las decisiones de la protagonista.
Por su parte, como se mencionó anteriormente, si bien Jack no concibió su
vida como violenta o traumática, no debe negarse la dimensión violenta de la
situación misma y las paupérrimas condiciones en las que vivió durante sus cinco
años de vida.
Cabe señalar que en cuanto a las consecuencias de la violencia, se pueden
apreciar tanto de índole físico como psicológico, encontrándose entre las primeras,
lesiones físicas, abuso sexual o el embarazo no deseado. Dentro de las
consecuencias psicológicas, tal como lo plantea Armijo (2010), encontramos las que
van desde efectos a corto plazo, como la paralización temporal, conmoción,
impotencia, hasta efectos a largo plazo como sentimientos de culpa, rabia,
compasión de sí misma, llanto incontrolado e incluso Trastorno de Estrés
Post-traumático.

3. ​Conclusiones: ​Mediante un debate grupal, expongan las reflexiones más


significativas sobre las formas de violencia descritas anteriormente y los desafíos
que la temática propone en términos de abordaje psicoterapéutico o psicosocial.
Pueden vincularlo con las emociones que la película movilizó en el grupo, con
experiencias de aprendizaje, formas y vivencias familiares de cada miembro, con la
realidad nacional o cualquier elemento contingente que pueda ser relacionado.
Articular sus respuestas con elementos teóricos del curso.

Es importante rescatar aquí el hecho de que la violencia que reciben las


víctimas en la película pasa a ser un continuo, en el cual ésta va adoptando distintas
formas y va siendo ejercida por diversos agentes, con lo que pareciera no detenerse
nunca. Con esto nos referimos a que, además de las evidentes vejaciones que
sufrieron Joy y su hijo durante todos esos años por parte de su secuestrador, luego
de que logran huir de ese lugar y ser libres, se comienzan a manifestar otros tipos
de violencia hacia la madre y el niño, por ejemplo el solo hecho de que hayan
programas de televisión que quieren lanzar una entrevista en horario estelar con el
testimonio de la víctima, donde le preguntarán sobre los aspectos más delicados de
lo que le sucedió, casi con un afán morboso para satisfacer la curiosidad del resto
del país.
Asimismo, en el momento en que la protagonista acepta dar la entrevista, la
entrevistadora comienza a cuestionar a Joy porque no acepta como padre de su hijo
al hombre que la violó durante años, y que no quiera hablarle de él a Jack cuando
crezca, o el hecho de que en vez de pedirle a su captor que se llevara al bebé a un
hospital cuando nació, decidiera criarlo en esa habitación y cuidarlo ella misma,
eliminando así la posibilidad de que Jack tuviera una infancia normal.
A través de este tipo de situaciones nos damos cuenta que la protagonista,
incluso luego de todo el maltrato que sufrió, sigue siendo juzgada una vez que fue
libre, por no haber hecho las cosas de otro modo, generando así una fuerte
revictimización, la cual según Dupret y Unda (2013) es entendida como la repetición
de una victimización, es decir, la “reproducción de una situación de victimización
anterior” (p. 103). Asimismo, las autoras plantean que el concepto sirve para hacer
alusión a una falencia en el abordaje y el tratamiento de ciertas situaciones de
violencia, luego de hacerse la denuncia respectiva, es decir, al tener un trato
negligente con las víctimas, al solicitarles su relato una y otra vez por ejemplo, lo
que se logra es que dichas personas reproduzcan nuevamente lo que vivieron, lo
cual solo hace que sea aún más tortuoso y difícil el proceso de recuperación y
progreso terapéutico de la víctima.
Por otro lado, según la ​“Guía para la Evaluación Pericial de Testimonio en
Víctimas de Delitos Sexuales” (2019) una gran parte de la victimización secundaria
tiene su origen en la exposición de la o el denunciante ante profesionales sin
formación especializada, la reiteración de declaraciones, la falta de delicadeza de
las preguntas formuladas, la exploración médico-forense y/o psicológica reiterada en
dependencias inadecuadas, la demora de los procesos -incluyendo el juicio oral
tardío-, el eventual contacto con el ofensor en el juicio oral, la declaración en
público, la crítica directa o encubierta a su estilo de vida o poner en tela de juicio de
su testimonio, entre otras conductas.
En este sentido, creemos que los desafíos respecto al abordaje
psicoterapéutico y psicosocial de la violencia se centran en primer lugar en evitar la
victimización secundaria de una persona que denuncia una situación violenta que ha
afectado su bienestar, por lo tanto se debe tener precaución con el abordaje que se
otorga a la situación traumática, evitando revivir momentos dolorosos
innecesariamente en declaraciones reiterativas por ejemplo.
Relacionado con lo anterior, una de las mayores innovaciones de la Ley
21.057 promulgada en 2018 es la incorporación de la entrevista investigativa
videograbada como técnica especializada para recoger el testimonio de niños, niñas
o adolescentes durante la etapa de investigación. Según Izquierdo (2018) a
diferencia de la actual regulación de la toma de declaración que no establece ningún
método específico, la entrevista investigativa videograbada permite que un
entrevistador especializado facilita la narración del niño, niña o adolescente
permitiéndole describir en sus propias palabras sus experiencias en relación al
presunto delito, por medio del recuerdo libre y sin influir en él. Tal como plantea
Izquierdo (2018) la entrevista investigativa videograbada facilitará que el sistema
procesal penal cuente con una estandarización de los procedimientos y protocolos
sobre el abordaje del relato que entrega el niño, niña o adolescente.
Por otra parte, trabajar en el concepto de víctima se vuelve primordial, ya que
aquella categoría pone a la persona en un posición pasiva dificultandole
empoderarse de la situación, por lo que comenzar a ocupar otras palabras como
sobreviviente es una consideración importante. El cambio del término víctima por
sobreviviente ayuda a ​resignificar y enfatizar los recursos de la mujer ante su
supuesta indefensión y defender las decisiones tomadas. En el caso de Joy, la
imagen de sobreviviente se muestra en que pese a que está herida y muy deprimida
después de escapar, intenta hacer todo para sobrellevar esta situación traumante y
seguir con su vida.
Tal como plantea Magallón (2006 citado en Comins-Mingol, 2015) la imagen
de las mujeres como víctimas es paralizante, nos ha de impedir notar la fuerza con
la que las personas tratan de seguir con sus vidas. Según Comins-Mingol (2015) la
resignificación del sujeto como agente es un elemento clave en la capacidad de
resiliencia que muchas mujeres manifiestan en situaciones adversas.
En este sentido vemos que Joy en un momento decide romper con su rutina y
contarle la verdad sobre el mundo a Jack, ya que en su recorrido de víctima a
sobreviviente hubo situaciones que les dieron el sentido y la fuerza necesaria para
no abandonarse al dolor y seguir adelante recomponiendo lo que la violencia había
destruido, considerando la fuerza del vínculo que tiene con Jack, lo que la motivó a
pelear por la libertad de ambos. Comins-Mingol (2015) plantea que los hijos son el
motivo por el cual las mujeres no se permiten flaquear, dejarse llevar por los
recuerdos ni desmoronarse, tal como está expuesto en la escena en la cual Jack le
entrega su fuerza a su madre, la cual pensaba que estaba en su cabello largo,
donde ella señala que en ese momento supo que todo iba a estar bien.
Por otra parte, la película provocó la movilización de diversas emociones en
nosotras/os, tales como impotencia, tristeza, frustración, rabia, alegría, esperanza,
entre otras, lo que asociamos a que si bien la situación presentada en el film resulta
ser una situación extrema y muy particular, logra conectarnos y posicionarnos desde
distintas perspectivas.
Del mismo modo, los diversos tipos de violencia a los que se vio expuesta la
protagonista, nos llevó a reflexionar sobre las muchas mujeres que si bien no se
encuentran en una situación de secuestro, son violentadas de manera muy similar
por sus parejas. En este sentido, las leyes que actualmente rigen la violencia hacia
la mujer en nuestro país, no ampara a aquellas personas que viven una relación de
pareja sin convivencia. Además, cabe destacar que la Ley de violencia intrafamiliar
ha sido criticada, debido a la reducción que hace de la violencia contra la mujer al
ámbito privado, es decir al espacio familiar (Boletín Nº 112225-07), situación que
puede comprenderse si tenemos en cuenta el carácter privado que ha tenido la vida
de la mujer a lo largo de la historia.
Referencias

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