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LULA LEWIS: SEMBLANZA

Lourdes Figueroa Lewis es conocida por la comunidad artística como Lula Lewis. Nace en la Ciudad
de México en febrero de 1965. Su formación como creadora está asociada a su entorno familiar,
en particular a la experiencia posar para su madre, la artista plástica Lourdes Lewis, formada en la
Escuela Nacional de Pintura y Escultura “La Esmeralda”. Es en el 85, a raíz del terremoto, que ella
junto a su familia llegan a Tijuana, inaugurando una creciente y sólida carrera artística, tanto
individual como colectiva.

Durante la década de los 80’s, Lula tiene sus primeros acercamientos a las diversas escenas de la
Ciudad de México, colaborando en proyectos de música, poesía y plástica con artistas emergentes
como Rubén Ortíz, las Insólitas Imágenes de Aurora y Nazca. Un proyecto importante en esta
etapa underground es la colaboración (un retrato-performa) con Ricardo Nicolayevky, cineasta
visual que produce Lost Portraits, consistente en una serie de fragmentos que retratan a la
juventud underground y oscura de la Ciudad de México durante el 82 al 85.

A su llegada a la Ciudad de México, Lula Lewis entra en contacto con otra comunidad, y otras
instituciones y galerías. En 1997 cofunda Colectivo M.Artes, grupo de mujeres artistas donde
colabora con obra plástica; y en 1998, Producciones del Tercer Mundo, grupo multidisciplinario
orientado a performa, música y danza butoh. Mujeres y niños primero, su más reciente exposición
individual se inauguró en septiembre del 2017, en la Galería de la ciudad dentro del IMAC.
Organizada a manera de retrospectiva, reúne un cuerpo de obras que examina su trayectoria
artística desde el 94 hasta la actualidad.

La trascendencia de la producción artística de Lula Lewis radica en el entrecruzamiento de diversas


disciplinas en cada una de sus piezas, y en su pericia técnica con distintos materiales. La plástica, la
escultura blanda y la performa han sido los medios de expresión principales con los que ha
producido una vasta obra. Con ellos ha configurado un lenguaje visual que forman un imaginario
individual, y a su vez colectivo. Se puede apreciar en sus primeros trabajos, carbones, técnicas
mixtas y performa, aproximaciones a la carnalidad del cuerpo, un cuerpo dispuesto a ser tocado,
visto, desmembrado, expuesto a la mirada del espectador impersonal (Costumbres y Sueños de
libertad, ambas series de 2001). En años recientes, Lula ha dirigido su producción a la creación
colectiva. Con Producciones del Tercer Mundo ha explorado otras narrativas sobre el cuerpo
(Amortiguando la Danza, 2018), los la resignificación de valores cívicos (Bestiario, 2017) y la sátira
política (Antes de la Consumación, 2018).

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