Trabajo # 1:
contexto donde lo decisivo era la absolutización de la historia misma. Esto permitía al arte
cuanto que manifestaciones superiores del Espíritu Absoluto. Dicho de otro modo, el
Absoluto. Pero, por otra parte, significaba también la condena del arte a su autodisolución
en el seno de esa verdad, que no podía ser otra que la establecida por la Razón.
respectivamente, entonces hay que pensar que el contenido de verdad del arte no puede
ser sino el Espíritu, la Razón, de manera que su sentido tiene que poder resolverse sin
exige la teoría sobre el arte y, por tanto, la estética. Y es esto también lo que determina
1
Jarque Vicente, G.W.F. Hegel, en Bozal Valeriano (ed), Historia de las Ideas Estéticas y de las Teorías Artísticas
Contemporáneas, Volumen I, Op. Cit.,p. 228
Así nos encontramos con que la estética de Hegel, es la primera que se define a sí
misma como filosofía del arte, que hace del arte su objeto exclusivo 2, y le concede el
manifestación sensible de la “Idea”, esto es, del Absoluto. “El reino del arte bello es el
mundo espiritual en la finitud de las formas. El arte no es, así, el simple reflejo de la
naturaleza, sino que se impone a nosotros como la verdadera y profunda realidad. Esta
sólo nos llega en apariencia, pero en una apariencia cargada de espíritu, compenetrada
individual.
Hegel considera que el arte es expresión externa y sensible del espíritu absoluto
por lo que considera que debe ocupar el primer “momento” de su manifestación. Todas
las determinaciones finitas no son sino “momentos” de lo Infinito. El Infinito es, pues, el
Todo o la Totalidad de lo real. Esta manifestación al ser parcial tendrá que combinarse
con la expresión interna del espíritu: la Religión, en la que la verdad se da bajo forma de
2
Hegel Friedrich, Estética, Volumen I, Op. Cit., pp. 9-19
3
Hegel Friedrich, Estética, Volumen I, Op. Cit., p. 87
representación. Ambas serán asumidas, es decir, superadas pero conservadas, en la
forma de pensamiento.
manifestación del concepto absoluto. El arte muestra una conformidad sensible entre la
es presentado de tal manera en el arte que revela su propio concepto, lo cual supone la
la naturaleza, puesto que en la obra la presencia del espíritu es consciente y no, como
en la naturaleza, simple exterioridad sensible. En este sentido puede decirse que la obra
del absoluto. No en su manifestación definitiva, que es la filosofía, sino como una de sus
etapas previas. Por eso, también para Hegel el arte tiene un fuerte componente para el
Hegel considera que el arte realiza su propio ideal en el arte clásico, en el que forma
sensible. Hegel considera que si la filosofía puede explicar la verdad del arte, es porque
el cometido del arte en cierto modo ha concluido, porque sólo en la filosofía hegeliana el
el arte.
todo el devenir, toda la historia, y no solo el pasado sino también el presente y el porvenir.
conocimiento de sí, que culmina en su propia filosofía. Existe una relacionalidad universal
orientada a una suma total: lo absoluto, el espíritu absoluto, la idea absoluta, la verdad o
Dios. Así como Platón consideraba que, en el mundo inteligible, la idea suprema era la
como concepto. Aunque diferentes entre sí, el arte, le religión y la filosofía tienen un
imitación de lo humano por la naturaleza. También está de acuerdo en el objetivo del arte
En todo ello se advierte el carácter reflexivo del arte como apunta Inciarte: “El
carácter reflexivo del arte moderno, a diferencia del arte tradicional, fue proféticamente
anticipado por Hegel ya mucho antes de que apareciera en el curso de la historia. Hegel
llega a hablar incluso del fin del arte como aquello que había colmado antes nuestras
más altas aspiraciones espirituales. Implícito en ese diagnóstico queda el hecho de que
el arte ya había sustituido antes a la religión en ese lugar privilegiado. Y así como en la
a la religión, así la filosofía sustituiría pronto a su vez al arte; de manera que lo que se
convertiría en el futuro en la cuestión más viva con respecto al arte sería la pregunta
sobre lo que sea el arte. Hasta aquí la profecía de Hegel”4. Hay por supuesto otras
vuelto filosófico.
Volviendo a Hegel, la perfección del arte depende del grado de coherencia entre
se realiza surgen tres tipos diferentes de arte. En primer lugar, cuando la idea es en sí
misma indefinida se da el arte simbólico, lo simbólico (lo oriental), que procura compensar
colosales. Aunque más bien habría que decir que para Hegel no sería arte verdadero,
En la tercera forma, el arte romántico (que es el arte de la Edad Media para Hegel),
respecto a la forma, hay más espiritualidad que sensibilidad. Por ello, Hegel considera
religión. El artista, para Hegel, no debe imitar a la naturaleza, sino presentar algo que
procede del espíritu: presentar sensiblemente la unidad de lo ideal y lo real. Para alcanzar
este fin, deberá recurrir a la fantasía. El verdadero artista, el genio, es aquel que sabe
4
Inciarte, F., “La situación actual del arte” en Breve teoría de la España moderna, Pamplona, Eunsa, 2001, p. 131.
De este modo, el arte revela la verdad. El arte, como la religión y la filosofía,
pertenece a la esfera del espíritu absoluto, de la verdad. Las diferencias entre estas tres
formas del espíritu proceden del modo por el cual conducen a la conciencia lo que es
idéntico para las tres: el espíritu. La misión del arte, pues, es representar en modo
de su ideal, significa para Hegel conseguir la perfecta unidad entre la forma sensible,
sensible, la Idea. El arte hace presente la Idea por medio de la belleza. La Idea como tal,
absoluta, no coincide, sin embargo, con la idea de la belleza artística, que tiene una
realidad individual. La belleza no es más que una forma particular, que Hegel llama ideal,
En su camino hacia una verdad siempre más alta, y antes de llegar a su verdadero
concepto, el espíritu debe atravesar diversas etapas mediante las cuales adquiere