Según Angenent & Man (1996), la escuela es el lugar donde los jóvenes
aprenden, pero también es el escenario en donde se entrenan para las
relaciones sociales por medio de la exposición a variadas normas, reglas y
costumbres del contexto escolar. Es quizá el contexto más importante y con
más influencia para el desarrollo social e individual de los adolescentes, allí se
adquieren y se pueden mantener patrones de aprendizaje de diferentes
comportamientos, (Lotz & Lee, 1999).