También está el llamado angiomiolipoma pobre en grasa, el cual contienen solo pequeñas
cantidades de células grasas, muy pocas para ser detectadas con imágenes, y algunas
veces confundido con cánceres renales. Estas poseen mayor cantidad de tejido vascular,
mostrando el clásico signo de área de fumadores.
Para evaluar angiomiolipomas de muy poca grasa con TC, se deben trabajar con cortes
muy finos (Para evitar variación de las HU por volumen parcial) y utilizando un ROI
pequeño o incluso secciones de píxeles pueden ser necesarias para detectar la grasa que
de otro modo no se detectaría debido a un volumen parcial
El subtipo más común de CCR es el carcinoma de células claras, seguido del CCR papilar
y cromófobo.
Este es el subtipo más común de RCC, que representa el 70% de todos los RCC. Estos
tumores surgen de la corteza renal y son a menudo expansivos.
No confunda este hallazgo con la grasa extracelular y no cometa el error de concluir que
está tratando con un angiomiolipoma.
El RCC papilar representa el 10-15% de todos los RCC. Estas lesiones son típicamente
homogéneas e hipovasculares y, por lo tanto, pueden simular quistes.
Un CCR papilar más grande puede ser heterogéneo debido a una necrosis, hemorragia o
calcificacion.
El 5% de los RCC son del tipo cromófobo. Es una lesión sólida, marcadamente
demarcada y, a veces, ligeramente lobulada. Pueden tener una cicatriz central o un
patrón de rueda de radios de realce de contraste, similar a los oncocitomas.
NEFROBLASTOMA
En general, se puede demostrar una masa heterogénea que reemplaza al riñón y
desplaza a los órganos adyacentes.
Las masas son de atenuación de tejidos blandos y pueden estar incrustadas con
pequeñas calcificaciones.
CANCER GASTRICO.
El engrosamiento focal de 10 mm o mayor, en un estómago adecuadamente distendido
con reforzamiento gracias al medio de contraste, se consideró diagnóstico de cáncer
gástrico. El segundo criterio utilizado fue un reforzamiento de moderado a intenso en la
fase venosa.
En este caso, la administración de medio de contraste sirve para ver las distintas capas
del estomago y ver compromiso del tumor gástrico en estas.
CARCINOIDE INTESTINAL.
Si bien su comportamiento biológico es variable, en general son lesiones malignas con capacidad
de producir metástasis ganglionares locales y metástasis a higado. Representan el tumor maligno
más frecuente del intestino delgado.
Dada la gran prob. de metastisar a hígado, es muy importante la adición de una fase arterial.
El tumor primario suele presentarse como una lesión nodular pequeña solitaria o múltiple que
rara vez supera los 3,5 cm o como un engrosamiento parietal circunferencial, presentando en
ambos casos hiperrealce con contraste endovenoso, muy complicado de observar.
La tomografía computarizada (CT) es la técnica de imagen más utilizada para la evaluación de los
pacientes con tumores carcinoides intestinales. Sin embargo, a menudo no es muy útil en la
detección del tumor primario en el intestino delgado ya que son generalmente pequeños. Es más
útil para la identificación de metástasis voluminosa en los ganglios linfáticos y metástasis hacia
higado. Las metástasis hepáticas de los tumores carcinoides suelen ser hipervasculares y se
tornan hipodensas en relación con el parénquima hepático normal tras la administración de
contraste intravenoso. Como resultado, imágenes de CT se debe hacer antes y después de la
administración de contraste intravenoso.
TUMOR DE WILMS.
Con el estudio de TC igualmente detectamos masa de densidad heterogénea, y
se definen muy bien las áreas intratumorales de grasa o calcificación. La
administración de contraste en estos estudios es fundamental para detectar
metástasis a distancia, extensión del tumor a la vena renal o a la cava, la
existencia de tumores sincrónicos o la existencia de restos nefrogénicos.
Se considera necrosis pancreática al área del páncreas que no realza con el contraste. El realce
normal del páncreas es de 50-150UH, vs un realce minimo de 30-50 esperable en pancreatitis.
Tambien es importante la inyección de MCI para evaluar algún tipo de recibida o para evaluar el
riñon posoperatorio.