Delante de tanta belleza, es difícil decantarse por una sola población, y sin duda cada
una tiene su encanto único e irrepetible. Pero una de las ciudades coloniales que más
me han impactado por la mezcla de su arquitectura ha sido la antigua capital del
Tahuantinsuyo: Cusco. No es casual que esta población, denominada el ombligo del
mundo, y punto de partida para ir hasta el Machu Picchu, sea en la actualidad el
lugar más visitado del Perú. Además de sus innumerables iglesias y conventos, la
que fue una de las ciudades más importantes del virreinato del Perú conserva
vestigios únicos de la cultura incaica.
En Cusco deambulamos por sus calles y callejuelas una y otra vez, cruzándonos con
turistas que hacen fotografías sin cesar, como si se fuera a acabar el mundo sin que
pudieran llevarse en sus tarjetas de memoria un pedazo de la ciudad sagrada. Una
mañana cualquiera, paseamos por un camino que transcurre por una estrecha calle
empedrada. A lado y lado se levantan las implacables piedras de los muros incas,
que han visto pasar el tiempo y los terremotos sin inmutarse durante más de cinco
siglos. Donde se terminan los muros empieza una pared blanca y más arriba asoman
las tejas típicas del estilo colonial. Al fondo de la calle se pude ver la cúpula una de
las muchas iglesias coloniales que se encuentran diseminadas por toda la ciudad.
Con la llegada de los españoles, cada palacio y templo inca fue substituido por una
iglesia o templo cristiano, en la lucha por conquistar no sólo el territorio, sino también
las creencias de los pobladores. De esta manera, se construyeron los nuevos templos
encima de las construcciones incaicas. En algunos casos poco o nada se puede ver
de las anteriores civilizaciones, mientras que en otros se puede apreciar una
sorprendente mezcla arquitectónica, en que los monumentos coloniales quedan
salpicados por los vestigios prehispánicos que pudieron sobrevivir a la conquista.
Desde sus terrazas se puede disfrutar de una agradable vista de la plaza, donde los
visitantes se mezclan con la gente del lugar y las cholitas, vestidas con los trajes
típicos de su comunidad, se pasean con una llama o una cabra para captar las
fotografías de los turistas, a un dólar la instantánea. Cosas del turismo de masas.
DATOS PRÁCTICOS:
ENTRADA A LOS MUSEOS Y CENTROS ARQUEOLÓGICOS
Para visitar la mayoría de museos y algunos monumentos de la ciudad de Cusco hay
que comprar un boleto turístico. Hay que planificar bien la compra del boleto, ya que
hay uno general que permite la entrada a los museos, a Sacsayhuaman y a los
centros arqueológicos ubicados en el Valle Sagrado de los incas, mientras que existen
otros boletos parciales para ver únicamente los atractivos del centro de la ciudad o
las ruinas de los alrededores y el valle sagrado.
Vale la pena matizar que la entrada al Qoricancha o Templo del Sol no entra en
ninguno de los boletos turísticos, que sí dan acceso al museo de Sitio de Qorikancha
(son dos lugares distintos). El costo del acceso al Templo del sol es de 10 soles.
Entrada a 16 lugares y válido para 10 días. Engloba los mayores atractivos del centro
histórico de la ciudad de Cusco, el ingreso a sitios arqueológicos que se encuentran
en el parque arqueológico de Sacsayhuaman y a los centros arqueológicos ubicados
en el Valle Sagrado de los incas.
Uno de los remedios que se ha usado en la cordillera de los Andes desde tiempos
precolombinos y que se sigue usando en la actualidad en esta zona consiste en
mascar la hoja de la planta de la coca, que es legal en Perú. En la actualidad se
pueden conseguir también infusiones, caramelos y hasta chocolate y otros productos
alimenticios con extracto de hoja de coca. Para los que prefieran la opción sintética,
en las farmacias también se pueden comprar pastillas contra el mal de altura.
El restaurante que más frecuentamos en Cusco fue el Green Point del barrio de San
Blas, con un menú de 12 soles que incluye crema o sopa, buffet de ensaladas,
elección de dos platos fondos, postre y refresco. Además de estar muy bueno y tener
un precio bastante ajustado -para ser Cusco- tienen unos platos a la carta deliciosos.
(Por si alguien se quedó con las dudas, cabe matizar que no nos llevamos ningún tipo
de comisión por mencionar este restaurante en el post. Simplemente es un local que
nos encantó para la relación calidad-precio que tenía y que ofrece comida vegana).
DÓNDE DORMIR EN FURGO O CAMPER EN CUSCO