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PROGRAMA DE INTERVENCIÓN: RELAJACIÓN

Consideraciones previas para desarrollo del programa de relajación

Antes de iniciar la relajación con niños hay que tener en cuenta el siguiente proceso:

- La persona que vaya a enseñar la relajación debe aprenderla antes y conseguir un


suficiente nivel de eficiencia, esto es, debe conocer todo el procedimiento de
memoria, debe comunicarlo de forma efectiva y debe sentirse relajado cuando haya
completado el procedimiento.
- Practique enseñando relajación a un niño sin necesidades especiales.

Es importante comenzar cada sesión de relajación recordando todas las respuestas de


relajación previamente aprendidas antes de dar un nuevo paso. Por ejemplo, si el niño ha
aprendido a tensar y relajar sus manos antes de proceder a enseñar cómo tensar y relajar las
piernas.

En la medida de lo posible, y de acuerdo con la capacidad del niño, recuerde enfatizar


todos los aspectos de la secuencia de relajación. Esta es:

1. Tensar los músculos hasta su grado máximo.


2. Notar la sensación de tensión en todos los músculos que están tensos.
3. Experimentar la agradable sensación de la relajación.

Cuando se enseña la relajación a un niño por primera vez, recomendamos que


mantenga cada parte de su cuerpo tensa durante dos segundos y que la relaje al menos
durante diez segundos. La persona que enseñan la relajación debería contar internamente
estos tiempos cuando se le pide al niño que se concentre en la tensión y en la relajación.

Hay que tener en cuenta que la relajación es una habilidad y, como toda habilidad,
cuanto más practique una persona más eficiente se hace. Por lo tanto, la practica continuada
es muy importante para el programa de relajación.

Cada día se deberá dedicar algún tiempo para la practica de la relajación.

Se utilizarán hojas de recogida de datos al final de cada sesión para registrar


diariamente las sesiones. Los registros proporcionarán una información exacta de los
progresos del niño en el programa.

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Objetivos

1. Conseguir mejorar las respuestas ansiogenas mediante un control de la tensión muscular.


2. Reducir la tensión en cara y cuello.
3. Reducir la tensión en tronco.
4. Reducir la tensión en extremidades superiores e inferiores.

Actividades

Relajación en posición de sentado

Procedimiento: Se colocará al niño en una silla con una altura que le permita tocar el
suelo con los pies. El educador se deberá sentar frente al niño y a la altura de sus ojos. El niño
deberá estar sentado con la cabeza recta sobre los hombros y las manos colocadas sobre los
muslos. Se le dirá que esta posición es de relajación. Se pedirá que se mantenga en esta
posición durante cinco segundos sin moverse ni hablar. Es importante que comience siempre
cada ejercicio estando el niño en posición de relajación.

1. Relajación de brazos

Le mostraremos al niño la posición que consiste en mantener su brazo derecho recto,


con el puño cerrado y tensándolo desde la mano hasta el hombro. Haga que el niño
compruebe por sí mismo cuáles son las zonas del brazo que tenemos tensas (bíceps,
antebrazo, la parte de atrás del brazo, codo, la parte de arriba y de abajo de la muñeca y los
dedos).

A continuación, se le pedirá al niño que tense su brazo tal como se lo hemos


enseñado y que compruebe dónde siente la tensión tocándose el brazo con la otra mano. Para
facilitar la comprensión se utilizará cualquier tipo de sinónimos que permitan entender al
niño el concepto de tensión. Posteriormente, le pedimos que relaje gradualmente el brazo
hasta ponerlo en la posición de relajación.

Este procedimiento se repetirá con el otro brazo.

2. Relajación de manos

Se mostrará al niño la posición que consiste en mantener nuestras manos apoyadas


sobre los muslos y con las palmas hacia arriba; tensamos cerrando el puño y decimos TENSO.
Después abrimos poco a poco los dedos y decimos RELAJADO. Pedimos al niño que repita
estos movimientos y que después coloque sus manos sobre los muslos con las palmas hacia
abajo retornando a la posición de relajación.

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3. Relajación de piernas

Se mostrará al niño la posición que consiste en levantar nuestra pierna derecha con los
dedos de los pies hacia adentro y tensando toda la pierna. Se le pedirá al niño que compruebe
por sí mismo cuáles son las zonas de nuestra pierna que están tensas . Posteriormente, le
indicamos que él haga lo mismo que estamos haciendo y que compruebe cuáles son las áreas
tensas en su propia pierna. A continuación, le decimos que relaje poco a poco su pierna
doblando la rodilla y dejándola caer paulatinamente. Le pediremos que compruebe la
diferencia que existe en su pierna según que esté tensa o relajada.

Se repetirá el mismo procedimiento con la pierna izquierda.

4. Relajación de cara

- Mejillas

Hacer que la boca y la cara adopten una sonrisa forzada. El niño deberá sentir las
partes que se encuentran tensas (labio superior e inferior y ambas mejillas). Los labios deben
estar apretados contra las mejillas. Posteriormente, relajará gradualmente la cara. Se le deberá
hacer notar la sensación que manifiesta al tener todos esos músculos relajados.

- Lengua

El niño deberá apretar la lengua fuertemente contra el cielo de la boca. Se le deberá


hacer notar dónde siente la tensión: dentro de la boca, en la lengua y en los músculos que
están debajo de la mandíbula. A continuación, se le pedirá que relaje lentamente estos
músculos dejando caer la lengua poco a poco. Se le deberá hacer notar la sensación que
manifiesta al tener todos esos músculos relajados.

- Mandíbula

El niño deberá apretar los dientes. Se le deberá hacer notar dónde siente la tensión: en
los músculos laterales de la cara y también en las sienes. A continuación, se le pedirá que
relaje lentamente la mandíbula y note la sensación de distensión.

- Frente

El niño deberá arrugar la frente. Se le deberá hacer notar dónde siente la tensión:
sobre el puente de la nariz y por encima de las cejas. A continuación, se le pedirá que relaje
lentamente la frente y que preste especial atención a las áreas que estaban tensas.
Posteriormente, se comentarán las sensaciones al tener esos músculos relajados.

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- Ojos

El niño deberá cerrar fuertemente los ojos. Se le pedirá que note dónde los siente
tensos. Se deberá sentir la tensión por encima y por debajo de cada párpado y en los bordes
interior y exterior de cada ojo. Se prestará especial atención a aquellas zonas que están
particularmente tensas. Posteriormente, se relajará gradualmente los ojos mientras lo va
abriendo lentamente. Se observará la diferencia entre la tensión y la relajación.

- Nariz

El niño deberá arrugar la nariz. Se le hará notar las zonas que se encuentran tensas: el
puente y los agujeros de la nariz. A continuación, se relajará gradualmente la nariz muy
despacio dejando salir toda la tensión. Se deberá observar las sensaciones al dejar todos esos
músculos relajados. Se comentará la diferencia entre esta sensación y la anterior.

- Labios

El niño deberá apretar los labios y sacarlos hacia fuera. Deberá sentir la tensión en el
labio superior e inferior a cada lado de los mismos. A continuación, relajará poco a poco los
labios. Se deberá concentrar en las sensaciones entre tensión y relajación.

5. Relajación de cuello

- Movimiento anterior y posterior del cuello

Se moverá la cabeza hacia delante hasta que la barbilla toque el pecho. Se deberá
notar la tensión en la parte anterior del cuello, pero sobre todo en la parte de atrás.
Lentamente se volverá a poner la cabeza en la posición vertical.

- Movimientos laterales del cuello

Se inclinará la cabeza hacia la derecha hasta intentar tocar el hombro con la oreja.
Deberá sentir alguna tensión en el lado derecho del cuello, pero donde especialmente se
notará la tensión será en el lado izquierdo. Se volverá a poner la cabeza en la posición de
relajación. Se deberá notar la diferencia que experimenta el cuello.

Se repetirá el mismo procedimiento en la inclinación de la cabeza al lado contrario.

6. Relajación de espalda

El niño se echará hacia adelante en la silla. Levantará los codos e intentará unirlos en
la espalda. Se le hará notar las zonas de tensión: hombros y parte inferior de la espalda.
Lentamente relajará y volverá a la posición anterior en la silla, mientras que deja los brazos
sueltos y los pone sobre los muslos en la posición de relajación.

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7. Relajación de tórax

El niño deberá tensar el tórax. Intentará comprimirlo y apretar el pecho. Las zonas de
tensión son: hacia la mitad del tórax y arriba y abajo de cada pecho. Gradualmente relajará el
tórax.

8. Relajación de estómago

El niño tensará el estómago contrayéndolo de forma que lo ponga tan duro como una
tabla. Se le deberá hacer notar las zonas en las que siente tensión: en el ombligo y en una
superficie de diez centímetros alrededor de éste. Poco a poco relajará el estómago hasta que
vuelva a su posición natural.

Relajación en posición de pie

Le pediremos al niño que se levante y tense todo su cuerpo. Para ello deberá colocar
los brazos a ambos lados del cuerpo manteniendo los puños cerrados, las caderas y el cuello
tensos y, en general, todo el cuerpo tan tenso como pueda. Para facilitarle la tensión corporal
le podemos decir que se imagine que es un soldado de plomo. A continuación le pediremos
que se relaje e imagine que es un muñeco de trapo.

Relajación mientras camina

Una vez que el niño ha aprendido a relajarse estando de pie, deberá poner en práctica
lo siguiente:

- Le pedimos al niño que camine hacia nosotros. Le decimos VEN AQUÍ. El niño
deberá caminar hacia nosotros manteniendo una posición correcta.
- Cuando esté caminado le decimos PÁRATE, TENSA TODO TU CUERPO. La
posición de tensión debe ser la misma que la señalada en la relajación en posición de
pie.
- Le pedimos al niño que relaje todo su cuerpo.
- Se realizará una respiración profunda una vez.
- Le decimos de nuevo VEN AQUÍ y repetimos la secuencia anterior

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