2015
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cognoscitiva del sujeto y tiene significatividad en su correspondencia con la
naturaleza y su lógica dialéctica objetiva del objeto de la realidad.
Por último, los métodos científicos particulares son los que se aplican en una o
varias ciencias, como pueden ser los métodos etnográficos, los métodos de
investigación acción, los métodos ópticos de análisis, los métodos
calorimétricos, entre otros.
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procesos, a través de una interacción dialéctica o movimiento del pensamiento
que va del todo a las partes y de estas al todo, en un contexto social y natural,
lo que es opuesto a la suposición de que los datos y resultados experimentales
son infalibles.
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relaciones e indicadores revelados en los múltiples métodos y técnicas
específicas en cada investigación individual.
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Una metodología es de hecho una lógica profunda y diferenciada dentro de una
teoría, define el marco en que el sujeto desarrolla el proceso investigativo, por
otra parte, la metodología permite ser trabajada simultáneamente por distintos
sujetos, lo que hace al sujeto cognoscente singular y diverso.
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en la investigación científica varios métodos o a establecer métodos y
procedimientos particulares, según el objeto de investigación y los paradigmas
de la ciencia y la investigación, que se traducen en métodos. Se caracterizan
los fundamentos y planteamientos de los diferentes paradigmas, enfatizando en
aspectos tales como: la relación sujeto - objeto en el proceso de elaboración
del conocimiento científico, la construcción epistemológica, la finalidad del
conocimiento científico y la lógica de la investigación, todo lo cual permite
revelar la metodología en la que se articula la sucesión de eslabones del
proceso de construcción del conocimiento científico.
Paradigma Dialéctico.
Paradigma Fenomenológico.
Paradigma Sistémico.
Paradigma Empírico-Analítico
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siglo XVIII, en que se denominó “Ciencia Moderna”, la cual surgió como una
reacción contra el carácter universal, causal y silogístico que predominó en la
Ciencia Antigua o Clásica. Autores como Francis Bacon (1561-1626) y Galileo
Galilei (1564-1642), iniciaron una concepción de la ciencia que se opuso a la
visión clásica, tanto desde el punto de vista del método como de los propósitos.
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En el Paradigma Empírico-Analítico se identifican diferentes alternativas
reconocidas como corrientes del pensamiento, aunque su génesis se desarrolla
mucho antes en algunos de los conceptos positivistas que se remontan al
filósofo británico D. Hume (1711-1776), al filósofo francés Saint-Simon (1760-
1825), y al filósofo alemán I. Kant 1724-1804). Las posturas teóricas que
pertenecientes a este paradigma han mantenido rivalidad durante los siglos
XIX, XX y persisten en el XXI, donde todas inciden en el debate epistemológico
contemporáneo en el estudio y la solución de los objetos investigados.
El Positivismo irrumpe con A. Comte (1798-1857), para ello eligió este término
sobre la base de que señalaba la realidad y tendencia constructiva que él
reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. Se interesó por la
reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del
conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales, a
partir de éste transita por tres estadios fundamentales, tanto en la ley de los
tres estadios planteada por A. Comte, (teológico, metafísico y positivo) como en
las reglas metodológicas que caracterizan su teoría de la ciencia.
A. Comte plantea, entonces, que la ciencia debe ocuparse de los hechos reales
y no de las quimeras de la metafísica, y para ello se apoya en la observación
sistemática y en el manejo de las reglas del método positivo.
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amplían el campo de la observación sensorial de los sujetos y con ello la
obtención de datos más “confiables”.
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desde sus inicios hasta la actualidad. En esta dirección se han desarrollado y
aplicado refinadas técnicas matemáticas y sofisticados procesos estadísticos
para explicar los procesos y fenómenos de la realidad, pero todas estas
técnicas permiten buenos resultados, sólo cuando se cumplen las dos
condiciones antes señaladas, es decir, cuando se trata de entes más estáticos
que dinámicos o de realidades constituidas por partes yuxtapuestas y sin una
fuerte interacción.
A pesar del profundo impacto que en las Ciencias Naturales provocaron las
discusiones acerca del indeterminismo, la relatividad y la teoría cuántica, así
como las nuevas concepciones lógicas y matemáticas, las ciencias
contemporáneas conservan aún los presupuestos antes mencionados,
considerando que desde el punto de vista de su contenido, proporciona un
conocimiento sobre la realidad y desde su método, hace posible un
conocimiento ordenado y creciente.
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El aspecto experimental se apoya en un conjunto de datos fácticos, siendo
entendidos los experimentos como una intervención sistemática en el curso de
los fenómenos y procesos, mediante un procedimiento se produce un efecto
determinado, que se detecta y analiza en circunstancias preparadas de
antemano y en función de hipótesis previamente elaborada, lo cual es
manifestación del carácter lineal de la concepción empírico-analítica. Tanto el
aspecto teórico como el experimental pueden ser analizados en términos de
operaciones matemáticas, así como del montaje de aparatos, los registros de
datos, la utilización de esquemas de procesamiento estadístico, así como los
procedimientos inductivos, deductivos, entre otros.
Dentro de esta perspectiva se establecen las disputas entre las corrientes del
inductivismo y el racionalismo como dos posiciones que se abordan en
concreto en la investigación científica, y en especial en la construcción del
conocimiento científico.
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falseadas o no verificadas al descubrirse nuevos hechos que no se ajusten a la
teoría.
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propiamente científicos: las proposiciones analíticas o no contradictorias y las
que pueden ser confirmadas por la experiencia. Las primeras recogen los
enunciados de las matemáticas, de la lógica y, en general, de las ciencias
formales. El positivismo lógico considera todas estas ciencias no empíricas y
estrictamente sintácticas.
En cuanto a las ciencias que poseen un contenido empírico, todos y cada uno
de sus enunciados han de ser confirmables, al menos en principio, por la
experiencia, con lo que aparece el criterio de verificabilidad.
Como bien plantea A. J. Ayer (1965) una oración O tiene significado empírico si
y sólo si es posible indicar un conjunto finito de oraciones de observación,
entendidas como conjunto de términos que expresan un concepto, O1, O2,...,
On, tales que, si son verdaderas, O es necesariamente verdadera también.
Como se puede apreciar toda proposición analítica se puede inferir a partir de
un conjunto finito de oraciones cualesquiera, así como que oraciones
observables contradictorias entre sí permitirían inferir correctamente cualquier
proposición, por lo que las proposiciones analíticas tendrían significación
empírica, por tanto las mismas dependen de las propiedades lógicas. Para
evitar estas consecuencias inadecuadas de la primera formulación del criterio,
excluyeron de la significatividad empírica los enunciados analíticos, así como
exigieron que el conjunto de proposiciones observables no fuesen consistentes.
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ciencia será aquel que ha podido ser axiomatizado, total o parcialmente, y que
funciona en su razonamiento en virtud de reglas de derivación adaptadas a los
preceptos de la metalógica o lo que está sobre la lógica. Desde esta
perspectiva aparece otra consecuencia importante y fue que las ciencias
formales quedaron radicalmente escindidas de lo que R. Carnap llamó Ciencias
Reales.
Por otra parte L. Wittgenstein estableció una dependencia lógica entre los
enunciados científicos y las proposiciones elementales (que equivalen a las
denominadas protocolares en el Círculo de Viena), así “La proposición es una
función de verdad de la proposición elemental”, pero este criterio se reveló
excesivamente estricto, ya que no es posible inferir los enunciados generales a
partir de los elementales. Y desde el punto de vista de la metodología de la
ciencia (naturales), las leyes científicas son proposiciones cuantificadas
universalmente y constituyen componentes fundamentales en una teoría
científica.
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Ayer 1965:123.) que el último paso de verificación ha de consistir en
observaciones o en percepciones de los sentidos.
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Una de las distinciones que, en etapas ulteriores, fue generalmente aceptada
por los miembros del Círculo es la que diferencia verificación y verificabilidad.
Una proposición es verificable cuando, al menos en principio, es posible llevar
a cabo experimentos y observaciones empíricas que concuerden con lo dicho
en la proposición. En cada momento, no todas las proposiciones empíricas han
sido efectivamente verificadas, pero sí lo han sido algunas, y las demás son
verificables en principio. Esta corrección, muy importante, matizaba el criterio
de cientificidad inicial.
Otra cuestión esencial dentro de los distintos criterios enunciados por parte de
los representantes del círculo de Viena lo, fue el carácter traslaticio hacia la
inducción y la probabilidad, como lo es por ejemplo las tesis de R. Carnap que
fueron evolucionando, desde sus posiciones verificacionistas iniciales hacia
una afirmación de la confirmación progresiva, e incluso de un grado de
confirmación de los enunciados empíricos.
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cada hipótesis, nos permite elegir como hipótesis confirmada aquella que, para
unos determinados datos observados, posee mayor grado de probabilidad.
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Si bien Karl Popper tuvo numerosos contactos con el Círculo de Viena en su
juventud nunca perteneció a este círculo; no compartió las tesis fundamentales
de esta escuela, lo que se manifestó en la crítica del inductivismo, a partir de la
afirmación que la observación siempre está vinculada a la teoría y la contiene,
lo cual es valido, pero no fue consecuente con ello y llegó a posiciones
absolutas sobre ello.
Para K. Popper (1967, 1971) el trabajo científico implica, por una parte, la
construcción de teorías o lógica del descubrimiento y, por la otra, la justificación
y validez de tales teorías. En su primera propuesta surgen “cuestiones de
hecho” y en la segunda “cuestiones lógicas”. Las “cuestiones de hecho” hacen
referencia a las condiciones históricas en que se produce el conocimiento
científico, a los valores, a los intereses e ideologías de los científicos y no
interesan a la lógica del conocimiento científico, que debe ocuparse de los
métodos empleados en las pruebas sistemáticas, a las cuales se someten las
hipótesis. En tal sentido, la lógica de la ciencia debe de ocuparse solamente de
la comprobación de teorías y contrariamente para el filósofo, según K. Popper
constituía el punto de partida en la reflexión filosófica sobre la ciencia, eran las
teorías científicas, así como su contrastación negativa con la experiencia, por la
vía de la “falsación” y la elaboración de una lógica del método científico.
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al desarrollo de la ciencia, que tiene lugar por la integración y
perfeccionamiento del conocimiento científico establecido.
La eliminación de la metafísica.
La unificación de la ciencia.
La lógica inductiva.
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científica y la exigencia de verificación del positivismo lógico, K. Popper se
opone al convencionalismo crítico, entendido como una invitación a un acuerdo
o convención.
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explicar, aproximadamente, los fenómenos empíricos; pero nunca todos los
hechos que se pueden presentar en un campo determinado y en un momento
histórico, dado como base empírica de dicha ciencia.
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En conclusión, el empirismo lógico es partidario del enunciado significativo sí
tiene verificación; de otra manera K. Popper afirma que un enunciado es
significativo si es refutable. Pero este criterio de la “falsación” es una invitación
a un acuerdo; es decir, que es una convención, lo que es coherente con su
concepto de teoría.
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Un enunciado de base afirma que un acontecimiento observable tiene lugar en
una región determinada del espacio tiempo, y en todos los casos, los
enunciados de base son convenciones; es decir, acuerdos intersubjetivos en
una comunidad científica.
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K. Popper asume la tesis de la corroboración de teorías en lugar de la
verificación, cuando del inductivismo se trata, de ahí que la corroboración tiene
para él, relación con el grado en que una hipótesis ha hecho sus pruebas. La
posición de K. Popper descarta el principio de la “uniformidad de la naturaleza”,
que a sus ojos es un principio metafísico, lo cual no excluye que en la
naturaleza o en mundo en general haya regularidades. Por lo tanto, no hay que
discutir sobre la probabilidad de una hipótesis; sino evaluar los “tests” que ha
pasado; es decir, la corroboración de una hipótesis está en función de: a) La
“falsación” de esta hipótesis o teoría, b) El número y severidad de los “tests” a
los que ha sido sometida y c) La manera como resiste las pruebas.
Según este filósofo mientras más “falsable” sea una hipótesis es más
corroborada, desde este punto de vista, hace alusión a que por grado de
corroboración de una teoría se entiende una relación concisa que evalúa el
estado (en un momento dado) de la discusión crítica de una teoría, en cuanto a
la manera como resuelve sus problemas, su grado de “testabilidad”, la
severidad de los “tests” a los que ha sido sometida y la manera como resiste a
estos.
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consecuencia para K. Popper siempre se busca verosimilitudes, no existiendo
un criterio último de la verdad, este es un concepto lógico, por tanto la ciencia
no alcanza la verdad; a la hora de la verdad no se sabe, sólo se adivina.
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tienen igual comportamiento que la Física con respecto a la naturaleza. El
antecesor primero de esta tendencia fue N. Maquiavelo, quien pensaba que
había en el mundo de lo social y de lo político la misma regularidad que en los
fenómenos naturales. A. Comte continuará esta tradición y en nuestros días el
estructural funcionalismo, con sus variaciones. K. Popper rechaza esta posición
del naturalismo por razones que se desprenden de su posición teórica.
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teorizan de manera más o menos consciente y ello es válido e imprescindible
para las Ciencias Sociales.
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pensamientos, a partir de las transformaciones que se suceden en las ciencias
y en la técnica, máxime los cambios desde el punto de vista tecnológico.
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grupo dado y b) Las realizaciones previas que pueden servir como ejemplo
para la práctica de la ciencia en un campo específico del saber.
Para entender el concepto de ciencia normal debe pensarse que toda ciencia
se estabiliza paulatinamente. Cuando se tiene una matriz estable (conjunto de
conocimientos comunes), ésta permite jerarquizar los hechos; de lo contrario,
todos serían igualmente significativos. La matriz aparece en el momento en que
una teoría domina sobre otras y los especialistas comienzan a referirse a
aquella sin que cada generación de especialistas tenga que partir cada vez de
cero. De esta manera la comunicación científica se articula en torno a “puntos
frontera” de la disciplina, a los resultados últimos del paradigma. En este
sentido la matriz disciplinaria se retorna en el marco de referencia para las
publicaciones y el horizonte de formación de los discentes. Por ello
precisamente, se constituye una comunidad científica o grupo inscrito a un
mismo paradigma, con una misma formación, que se apropia de una literatura
técnica o especializada y que emplean unos mismos procedimientos.
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El paradigma o matriz disciplinar sirve a los científicos en la determinación de la
certeza al escoger problemas en los cuales sea razonable pensar, y exista
alguna solución. Si no hay salida ante el enigma ello comienza a generar una
situación de crisis. Las anomalías se multiplican y la revolución se avecina.
Pero el paradigma no se abandona hasta que haya otro que lo reemplace.
Los problemas que no pueden ser solucionados se dejan de lado para ser
resueltos por una nueva generación de especialistas.
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enunciados de base susceptibles de ser contradichos. Pero como estos, a su
vez, son producto de una decisión (crítica) tomada por los sujetos de una
disciplina particular sobre un punto adquirido del “test”, los enunciados terminan
por ser contradichos por otros enunciados y no por observaciones de
experiencia.
Pero en tal caso va más allá de la posición del racionalismo crítico para asumir
una práctica de la epistemología que no se reduzca al estudio de la lógica de la
construcción de teorías, sino que involucre las condiciones histórico-materiales
de la práctica científica.
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fenómeno científico contemporáneo, con aportes que hacen explicita la relación
entre saber y poder que penetran todas las prácticas de la vida social.
Esta disputa neopositivista del Siglo XX, marcó la tendencia del estilo de
pensamiento en lo referente a la significación de lo empírico-analítico y su lugar
en la construcción del conocimiento científico; sin embargo, la variante
adoptada por ellos transita en el plano del idealismo, que no permite revelar la
verdadera esencia y el rol que en el plano epistemológico tiene el enfoque
empírico-analítico de la ciencia.
1 Nota del autor; en los momentos actuales sería hablar de la Revolución del Conocimiento, la
globalización tecnológica, económica y de la información
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Paradigma Dialéctico.
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Hegel se reduce a tres bases esenciales; tesis, antítesis y síntesis. Sin
embargo esta dialéctica se sustentó en una base idealista objetiva, que a su
vez tuvo una contradicción entre su método y su sistema, pues el método era
dialéctico y su sistema metafísico.
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Ahora bien, la dialéctica es una concepción filosófica de la realidad fue
enriquecida y profundizada y desarrollada por los seguidores del marxismo a
finales del siglo XIX y el primer cuarto del Siglo XX, que le permitió trascender a
planos superiores en el perfeccionamiento de ella como concepción científica
del mundo, ante todo en la comprensión de los procesos del pensamiento y la
conciencia humana.
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diversas versiones de los textos bíblicos, por lo que su surgimiento ha estado
en la exégesis bíblica y en la filología clásica.
Todas estas formas apuntan a las fases bíblica, filosófica, científica, existencial
y cultural de la hermenéutica.
A lo largo del Siglo XIX y principios del XX, se consideran clásicos del estudio
hermenéutico F. Scheiermacher (1768-1834) y W. Dilthey (1833-1911), que
ofrecieron aportes sustanciales como disciplina filosófica.
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En las teorías hermenéuticas, desarrolladas en Alemania en el Siglo XIX, se
encuentran las premisas filosóficas para un acercamiento moderno a la
hermenéutica, sin desconocer que muchos de estos estudios se insertaron en
un contexto fenomenológico y en una filosofía existencial, y que aún no se
dispone completamente de fundamentos adecuados para la interpretación de
los fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. No obstante a
ello, estas concepciones sentaron las primeras ideas modernas de esta ciencia
y han permitido estudios posteriores, que critican a esas concepciones
primarias.
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La hermenéutica, como esencia y fundamento del proceso de investigación
científica, tiene en W. Dilthey a uno de los precursores de la hermenéutica
contemporánea, quien desarrolló el “círculo hermenéutico” como el movimiento
del proceso interpretativo del todo a sus partes y de estas al todo, lo que
condujo a la aplicación de la hermenéutica al tratamiento de tres procesos
interpretativos, que indiscutiblemente constituyen una unidad dialéctica y
superan la primera concepción de las tres direcciones del significado que
emergieron en la antigüedad.
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proposiciones teóricas a hechos establecidos mediante la observación
sistemática. En las ciencias sociales y humanísticas se procede a la
comprensión de sistemas simbólicos mediante una vivencia creativa; donde se
integran la experiencia de los sujetos y la aprehensión teórica como
movimiento hacia el interior de un contexto objetivamente dado.
W. Dilthey reconoce la necesidad de integrar el todo con las partes del objeto
de investigación, y con ello penetra en el encadenamiento interno del texto, en
relación con el contexto, como un proceso dialéctico, donde las partes reciben
significado del todo y el todo adquiere sentido de las partes.
Por otra parte, para Paul Ricoeur (1913-2005) se centra en la exégesis textual
como característica, define y reconoce a la hermenéutica como la teoría de las
reglas que rigen una exégesis, es decir, una interpretación de un texto
determinado o un conjunto de signos susceptible de ser considerado texto,
para lograr una exégesis es necesario extraer el significado oculto. La
hermenéutica, por tanto, es el proceso de descifrar lo que va desde el
contenido y significado manifiesto hasta el significado latente u oculto. El objeto
de interpretación, es decir, el texto en el más amplio sentido, pueden ser los
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símbolos de un sueño o incluso los mitos y símbolos de la sociedad o de la
literatura.
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filosofía hoy día se centra en el lenguaje, por tanto, es ya, en cierto sentido,
hermenéutica, el reto consiste en hacerla creativamente hermenéutica.
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relevancia y significado en la investigación científica y en la aplicación a las
diversas disciplinas de la cultura, lo que no es sólo relevante en las ciencias
sociales y humanísticas.
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así como por las concepciones de la fenomenología, la concibe corno el
procedimiento de interpretación cotidiano, que se emplea para dar sentido a
nuestras acciones y a la de los demás, para quienes viven en una realidad
social como escena intersubjetiva, que se nos da o es potencialmente
accesible a cada uno de nosotros, por medio de la intercomunicación y el
lenguaje.
El valor de una obra científica dependerá de muchos factores, entre ellos, del
nivel de precisión y profundidad terminológica, del rigor metodológico desde la
selección correcta de sus métodos y técnicas hasta la coherencia entre todos
los análisis que se van construyendo como un sistema de relaciones, en la
sistematización de las principales conclusiones parciales que se van
obteniendo, la actitud crítica y divergente del sujeto ante la ciencia y la
argumentación de una interpretación científica de su objeto de investigación
que debe expresarse en la reconstrucción de ese conocimiento desde un
pensamiento hermenéutico.
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la cultura desde una perspectiva totalizadora y exhaustiva y esta interpretación
del significado de ese objeto constituyen la esencialidad de un proceso
hermenéutico, y permite la transformación dialéctica en el movimiento del
pensamiento.
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El Interaccionismo Simbólico, concepción histórico hermenéutica, vinculada a la
denominada “Escuela de Chicago” que desarrolló el empleo de la observación
participativa, criticando las concepciones empírico-analíticas en las que
interpretan los procesos sociales como externos a los sujetos y presupone una
separación radical entre el sujeto y el objeto, así como entre el sentido común y
el conocimiento científico.
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experimental en busca de leyes, sino como una ciencia interpretativa en busca
de significaciones.
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J. Habermas connota la necesidad de una pragmática trascendental en
términos de una teoría del conocimiento (como lo plantea en Conocimiento e
interés) para demostrar que las ciencias humanas son contra-ilustradas. Desde
esta perspectiva asume que la comprensión del lenguaje implica a todas luces
un sentido práctico.
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Desde el punto de vista metodológico para J. Habermas se hace necesaria una
reformulación de la Teoría Crítica, en cuanto a su contexto de utilización, pues
para él es indispensable que en el paradigma una observación no tiene validez,
sino la interrogación, y es que en la comunicación quien comprende debe
introducir, como de costumbre, partes susceptibles de control de su
subjetividad para sí poder encontrar al otro que está enfrente de él al nivel de la
intersubjetividad de un entendimiento posible general.
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deseos intelectuales. La más importante contribución de J. Habermas a la
hermenéutica como filosofía se encuentra en la división de los intereses
cognitivos mismos, sin embargo: el primero es la explicación, relacionada con
la regulación y el control; el segundo es el interés hermenéutico-práctico o de la
“acción comunicativa”; y el más importante es el tercero, el interés crítico-
emancipatorio, que establece a la razón y a la racionalidad como instrumento
de monitoreo y auto-corrección del mundo-vida que buscan señalar las
maneras de superar limitaciones cognitivas derivadas de neurosis e ideologías
tanto a nivel individual como colectivo.
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rigor metodológico, de la sistematización con que se desarrolle todo el proceso
cognoscitivo - valorativo de los investigadores.
Paradigma Fenomenológico
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expeditas por encontrar el camino de la verdad en la construcción del
conocimiento científico.
Por su parte I. Kant usó el término en su obra la Crítica de la Razón Pura, para
ello denominaba Phaenomenologia generalis, la cual era según este gran
erudito la doctrina de lo que se nos muestra y que debía servir de propedéutica
a la metafísica. Mas, luego restringió su uso a los modos en que se nos
manifiesta lo corporal a los sentidos.
2 En Prefacio al Neues Organum;1764: quien pretendió renovar el Novum Organum de Bacon como teoría del método, pero lo sugiere desde
una gran amplitud que no permitió concretar en su determinación esencial, y es que este filosofo hace alusión a cuatro cuestiones esenciales en
lo referente al acceso del conocimiento, donde especifica preguntas que buscan la relación univalente entre verdad, error, equívocos e
inteligencia.
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En contraste con el enfoque más abstracto de G. Hegel, W. Hamilton (1858)3,
que diferenciaba la psicología y la lógica, asignaba a la Phenomenology of
Mind la tarea de describir las distintas formas en que se manifiesta la vida del
alma orientándose a la descripción de lo vivencial. Esta fenomenología no
tendría como tarea el estudio del pensamiento como tal, sino sólo el examen,
como una psicognosia, de las ideas tal como surgen y desaparecen en el flujo
vivencial mental.
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Entonces, naturalmente, hay una translación de la psicología a la validez de los
objetos ideales, que no son individuales, que no son temporales, que no
quedan afectados por la individualidad ni por las circunstancias de la realidad y
que son simplemente algo que tiene validez. Y estos objetos ideales tienen una
validez universal, no quedan afectados en modo alguno por las vicisitudes de lo
real y tienen simplemente ese carácter de validez objetiva y universal,
desligando el objeto real de la construcción del conocimiento sobre el mismo.
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Se puede señalar que existe una diferencia entre lo que sea la “epoché” y la
exposición husserliana de ella. Si bien relacionadas, para Husserl no están los
pasos de un método como una serie o secuencia, antes bien, pretende
hacernos ver fenomenológicamente para que, posteriormente, alguien pueda
plantear una secuencia si lo desea.
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E. Husserl, él añade algo muy interesante: es que para E. Husserl, cuando
hace su filosofía fenomenológica, él dice que la realidad -la traducción es muy
curiosa- "relativa a nada", que es una manera curiosa de decir "absoluta", es
precisamente la eliminación de toda vivencia empírica y por consiguiente de la
conciencia pura. Para E. Husserl, la realidad "relativa a nada" es la conciencia.
55
del saber se realiza aquello que distingue al hombre de los demás seres con
los que comparte la “existencia terrenal”. Este poder de darse cuenta que
señala a los hombres admite, por cierto, muchas diferencias internas;
diferencias de claridad y grados de elaboración, niveles de mayor y menor
generalidad, coherencia, rigor. Las ciencias, por ejemplo, existen sólo gracias a
un entrenamiento especial de las facultades conscientes, a una intensificación
deliberada y sostenida de la vocación humana natural.
Este poder del hombre se vuelca en las más diversas direcciones, del cielo a la
tierra, de lo microscópico a lo inmenso, fundando áreas de experiencia
inteligente con distintos ideales de verdad, métodos para alcanzarla y
argumentos que la fundan.
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posee la conciencia a solas consigo. En otras palabras: no parte del yo pienso,
yo soy, último punto de referencia para que tenga sentido hablar de cosas y de
mundo; no comienza con la razón pura o la subjetividad trascendental, sino con
la conciencia en su situación habitual Esta situación habitual es la de la
conciencia empírica, sumida entre las cosas que son el tema de su darse
cuenta. E. Husserl la llama conciencia en actitud natural.
57
realiza o logra. El "producto" de las operaciones no es segregado de ellas, que
lo engendran, sino tratado como íntimamente ligado a estas operaciones. Por
eso se habla de una actividad o de actos de la conciencia.
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Pero esta descripción no es un fin en sí mismo y la fenomenología no acaba en
ella. Está, por el contrario, al servicio de la fundamentación del conocimiento, la
cual consiste en aducir razones, esto es, una justificación de las pretensiones
de validez del saber en general; en legitimar las formas especiales en que el
saber se escinde y las relaciones entre estas formas; en buscar una explicación
de la posibilidad del conocimiento verdadero, en alcanzar claridad plena sobre
las condiciones con que debe cumplir el saber para satisfacer las exigencias de
la verdad.
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seguro y que sirve de guía y de base a todo conocimiento posterior acerca de
las cosas que dependen de tal esencia.
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junto a las cosas otras que ella, es que tiene sentido tratar de aislar esta
actividad suya para considerarla por sí misma, tratar de efectuar un corte entre
la mención y lo mentado. La reducción fenomenológica pone entre paréntesis
el mundo y lo que en él se nos presenta, para considerar, separadamente,
todas aquellas funciones conscientes gracias a las cuales ese mundo se
entrega paso a paso a lo largo de las experiencias humanas.
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como cuerpo, un lugar en el espacio y existe en un cierto momento del proceso
temporal.
Como los actos de reflexión apuntan a objetos que son actos también, no hay
entre mención y objeto mentado la alteridad, la diferencia infranqueable que
existe entre la conciencia que conoce y la cosa espacio-temporal conocida. En
la esfera de la conciencia pura, en cambio, el acto y su término de referencia
pertenecen a la misma región ontológica. De manera que en la reflexión
confluyen ambos polos para formar una sola unidad vivida, determinada
exclusivamente por sus propios contenidos vivenciales. En este ámbito de la
conciencia trascendental o reducida se cumple por fin el ideal del conocimiento
adecuado, inalcanzable en otras esferas del conocimiento.
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La obra de E. Husserl, puede ser aducida como un ejemplo del llamado
esoterismo característico de la filosofía contemporánea. Quizás sea un poco
más claro para todos nosotros ahora, después de hablar del método de las
reducciones, de la preparación del fenomenólogo, de las tareas que son las
suyas y de lo que ha de lograr de sí para empezar a resolverlas, de dónde
provienen las dificultades que opone el pensamiento filosófico actual a la
intención de penetrarlo sin pasar por esta disciplina y sin compartir la voluntad
de verdad que le da sentido.
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Paradigma Sistémico
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Otra consideración en los sistemas biológicos, de gran repercusión en la Teoría
General de Sistemas, fue la de que los sistemas biológicos se caracterizan por
su equilibrio y por su autorregulación, o sea, por la homeostasis, como
tendencia al equilibrio, y la autopoiésis, como tendencia al autodesarrollo del
sistema. Por medio de la autorregulación se mantiene la propia existencia de
los sistemas, su composición, estructura y desarrollo, con sus relaciones
internas propias y las transformaciones expresadas en las leyes que se revelan
para todo el sistema en el espacio y el tiempo.
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ciencias mecánico clásicas y olvidan el pensamiento dialéctico y la dialéctica
como método filosófico en el conocimiento científico.
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En correspondencia con lo anterior, se pueden derivar como limitantes
fundamentales en el uso de la concepción sistémico estructural para el empleo
de la interpretación del proceso social.
Por otra parte, la Teoría General de Sistemas está condicionada por ideas
básicas que se han generado a partir de su aplicación y que se resumen en las
siguientes:
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dialéctica de la construcción del conocimiento científico, especialmente
en las ciencias sociales.
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contexto o medio ambiente tiene un carácter relativo, lo que es establecido
según los criterios con que se delimite el propio sistema.
Totalidad. Todo sistema tiene una naturaleza orgánica, por la cual una acción
que produzca cambio en uno de sus elementos componentes, con mucha
probabilidad producirá cambios en todos los otros elementos componentes de
éste. En otros términos, cualquier acción en un elemento componente del
sistema afectará todos los demás elementos, debido a la relación existente
entre ellos. El efecto total de esos cambios o alteraciones se presentará como
un movimiento de todo el sistema, el que siempre reaccionará como totalidad a
cualquier estímulo producido en cualquiera de sus elementos componentes.
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Entropía. Es la tendencia al desorden que tienen los sistemas, a la
desintegración y a un aumento de la aleatoriedad. A medida que la entropía
aumenta, los sistemas se transforman a estados más simples, por el contrario
cuando disminuye la entropía es consecuencia de una tendencia en el proceso
al orden.
70
identifican sus límites, lo que permite comprenderlo, explicarlo e interpretarlo y
con ello establecer causas y consecuencias dentro del sistema o entre el
sistema y su medio ambiente o entorno, lo esencial es tener presente que el
sistema es cualquier entidad que se muestra como independiente y coherente,
aunque se encuentre situada al interior de otro sistema, o bien, aunque
envuelva y contenga a otros subsistemas de menor alcance, eso es lo que se
llama la recursividad de los sistemas. En otro sentido, la coherencia del sistema
se puede determinar a través de comprobar la recursividad del sistema.
71
seguidos por el sujeto en la construcción del conocimiento científico, en
correspondencia con la Teoría General de Sistemas.
72
opción ideológica, que asumiendo las aportaciones de la ciencia de la
complejidad, es orientadora de una orientación que se empieza a gestar en las
crisis que afectan al conocimiento.
73
En primer término, sostiene E. Morin que el paradigma de la complejidad no es
una receta o una respuesta para las búsquedas e incertidumbres, sino un
desafío al conocimiento científico, en la transformación integrada de la realidad,
interpretada como compleja. Esto no permite ver los hechos de la realidad
dentro de un contexto, de una globalidad, de una multidimensionalidad que
evidencia, epistemológicamente, una posible construcción lógica del
conocimiento científico, máxime si el resultado final lo ha de constituir el orden
a partir de comprender el desorden en unidad dialéctica.
En la figura. 1. se
resumen en síntesis el
recorrido en la
construcción del
conocimiento científico
desde la diversidad de
paradigmas de las
ciencias y la
investigación como
estadios de desarrollo
de la construcción del
conocimiento científico. Figura 1.
74
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