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La curva de Phillips en Venezuela

Obtención de los ciclos y análisis de los resultados para Venezuela

Para este estudio se trabajó únicamente con la variable inflación, medida a través de las
variaciones interanuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC), y con la variable
Indicador General de la Actividad Económica Mensual (IGAEM) como proxy del PIB, tanto
a escala general como para el sector no petrolero (IGAEMNP). El periodo de estudio tiene
una periodicidad mensual y abarca desde 1986 hasta 2003 en el caso del IGAEMNP,
mientras desde 1987 hasta 2003 para el IGAEM, debido a que la data del sector petrolero
esta disponible desde 1986.

Aplicando la metodología propuesta por Pérez y Schwartz (1999), se procedió a obtener los
componentes cíclicos de la inflación, del IGAEM y del IGAEMNP, para ello, la variaciones
interanuales del IPC, del IGAEM, y del IGAEMNP se desestacionalizaron utilizando el X12
ARIMA. A la data desestacionalizada se le calculó la tendencia, por medio del filtro de
Hodrick - Prescott y, finalmente, el ciclo se obtuvo por la diferencia entre la serie de ciclo
tendencia final y la tendencia que se halló por el mencionado filtro4.

Estudiando los ciclos por separado se encontró que el ciclo de la actividad económica es
ligeramente más estable que el de la inflación, comportamiento que se verificó al calcular
las desviaciones estándar de las series, en las cuales se obtuvo 13,4 puntos porcentuales
(pp) para el caso de la inflación cíclica, mientras 10,0 pp para el caso del componente cíclico
del IGAEMNP y 8,5 pp para el del IGAEM.

La inflación cíclica muestra el mínimo más significativo en octubre de 1995 (-20,6 pp),
asociado al control de cambio, a la flexibilización en el otorgamiento de divisas para las
importaciones que permitió que la oferta de bienes aumentara, y al control de precios que
logró reprimir el alza en los mismos. De igual forma, evidenció el máximo más considerable
(42,7 pp) en septiembre de 1996, año en el cual se realizó un ajuste con la participación
del FMI (Agenda Venezuela), donde se eliminó el control de cambio implementando a
mediados de 1994, se liberaron las tasas de interés, se liberaron los precios de los bienes
y servicios controlados, se aumentó el impuesto al consumo suntuario y a las ventas al
mayor, presionando hacia el alza los precios.

En cuanto al componente cíclico del IGAEM, éste mostró su mínimo más importante (-23,8
pp) en octubre de 1989, el cual estuvo asociado al programa económico de ajuste
estructural con el FMI, en el cual se liberaron precios de bienes y de servicios, se
instrumentó la libre flotación del tipo de cambio, se presentó un crecimiento de la oferta
monetaria, entre otros, impactando negativamente sobre la actividad económica, mientras
que el máximo se observó en diciembre de 1997 (14,2 pp), motorizado por una considerable
expansión del gasto público, especialmente, durante el segundo semestre, la reactivación
de la inversión privada, y un mayor dinamismo del consumo privado. Igualmente, el
componente cíclico del IGAEMNP observó su mínimo más importante en octubre de 1989 (-
28,7 pp) y su máximo en diciembre de 1997 (16,4 pp).

Es de destacar que en el caso de la actividad económica, las fases recesivas han sido de
una magnitud considerablemente superior a las de auge, mientras que en el caso de la
inflación cíclica, los dos máximos más importante (89.06 y 96.09), superan en una cuantía
importante a los mínimos.

Una vez que se describieron los ciclos de las variables de forma separada, se procedió a
realizar un gráfico de dispersión, en el cual se evidencia la relación negativa que existe
entre los mismos. La correlación simple entre el componente cíclico del IPC y del IGAEMNP
resultó de -0,7058, mientras que entre la inflación cíclica y el componente cíclico del IGAEM
fue de -0,6716. Adicionalmente, se le colocó una tendencia lineal al gráfico, la cual evidencia
La curva de Phillips en Venezuela

la mencionada relación negativa entre ambos componentes cíclicos 5.

Graficando ambos componentes cíclicos se evidencia que, en la mayor parte del periodo de
estudio, mientras la tasa de inflación se encontraba por encima de su tendencia, tanto el
IGAEM como el IGAEMNP se ubicaban por debajo de la suyas, y viceversa .
La curva de Phillips en Venezuela

Graficando ambos componentes cíclicos se evidencia que, en la mayor parte del periodo de
estudio, mientras la tasa de inflación se encontraba por encima de su tendencia, tanto el
IGAEM como el IGAEMNP se ubicaban por debajo de la suyas, y viceversa6 .
La curva de Phillips en Venezuela
La curva de Phillips en Venezuela

La existencia de la correlación negativa pudiera estar vinculada al predomino de los choques


de oferta. De hecho, Pineda y Pineda (2003)7, encontraron que en Venezuela el peso de los
choques de oferta en la variación de los precios oscila entre 40,0% y 60,0%.

Al obtenerse las correlaciones cruzadas entre la inflación cíclica y el componente cíclico del
IGAEM se evidencia que la relación entre ambos se manifiesta de manera contemporánea,
debido a que la correlación más elevada ocurre en X(t), lo cual quiere decir que una inflación
por encima de su tendencia origina que la variación interanual del IGAEM se encuentre por
debajo de la suya.

Al fechar los ciclos de ambas variables éstos no coincidieron, y el rezago entre los máximos
y mínimos oscila entre 1 y 4 meses.

De igual forma, con la finalidad de verificar el orden de precedencia de las variables, se


realizó el test de Granger con 3 y 8 rezagos, ya que por el criterio de Schwarz se obtuvo
como rezago óptimo 3 y por Akaike y Hannan – Quinn se obtuvo como rezago óptimo 8:
La curva de Phillips en Venezuela

Utilizando un nivel de significancia de 5,0%, se evidencia que cuando se utilizan 3 y 8


rezagos, se rechaza la hipótesis nula de que el ciclo del IGAEM no causa al ciclo del IPC y,
a su vez, se rechaza la hipótesis nula de que el ciclo del IPC no causa al ciclo del IGAEM,
por tanto, no se puede establecer la precedencia en sentido de Granger de las variables, ni
se validan de manera concluyente los resultados obtenidos por las correlaciones cruzadas.

Por su parte, las correlaciones cruzadas entre la inflación cíclica y el componente cíclico del
IGAEMNP arrojaron:

Nuevamente, el componente cíclico de la inflación es contemporáneo al del IGAEMNP,


debido a que la mayor correlación entre ambos componentes cíclicos se observa en X(t), y
al realizar la comparación entre el fechado de ambos ciclos, se observó que durante dos
periodos (94.08 y 2003.01) coinciden los máximos registrados por la inflación con los
mínimos mostrados por la actividad económica. En los restantes ciclos existe un rezago
entre 1 y 4 meses.
La curva de Phillips en Venezuela

Adicionalmente, se calculó el test de Granger con 3, 7 y 11 rezagos, debido a que éstos se


obtuvieron como rezagos óptimos según los criterios de Schwarz, Hannan – Quinn y Akaike,
respectivamente:
La curva de Phillips en Venezuela

Con un nivel de significancia de 5,0%, se pudo observar que cuando se utilizan 3 rezagos,
la hipótesis nula de que el ciclo del IGAEMNP no precede en sentido de Granger a la tasa de
inflación cíclica no se rechaza8 , mientras que la segunda hipótesis (la inflación cíclica no
precede al ciclo del IGAEMNP) se rechaza, entonces, sobre la base de este resultado,
pareciera que la dirección de la precedencia entre las variables viene del ciclo del IPC al
ciclo del IGAEMNP. Sin embargo, con 7 y 11 rezagos, las dos hipótesis no se rechazan 9 y,
por tanto, el orden de precedencia entre la inflación cíclica y el componente cíclico del
IGAEMNP no se puedo determinar.

Por otra parte, se obtuvieron las brechas entre la inflación cíclica y el componente cíclico
del IGAEM, donde se observó que la brecha más importante alcanzó 68,0 pp en agosto de
1989, mientras que la menor fue de -35,0 pp en septiembre de 1995. El mismo
procedimiento se realizó con el componente cíclico del IGAEMNP, resultando, la mayor
brecha en octubre de 1989 (62,3 pp) y la menor en septiembre de 1997 (-30,6 pp).

Asimismo, es de resaltar que el comportamiento de estas brechas ha variado notablemente.


Considerando, inicialmente, los componentes cíclicos del IPC y del IGAEMNP se evidencia
que después de haber mostrado los valores más importantes en 1989, donde el promedio
de la brecha ascendió a 48,1 pp, éste se desaceleró con el control de cambio (94-96) hasta
ubicarse en -4,5 pp, incrementándose tras su abandono en 1996 a 45,6 pp, para reducirse
a 1,2 pp entre 1998 y 1999 y, finalmente, entre 2002 y 2003 situarse en 4,7 pp. Cabe
señalar que pese a las importantes depreciaciones que se manifestaron durante 2002 y
enero de 2003, las cuales presionaron hacia el alza los precios, y las considerables caídas
en la actividad económica, el promedio de la brecha estuvo significativamente por debajo
de los registros de 1989 y 1996, años en los cuales la diferencia entre ambos componentes
cíclicos se amplió. Similar comportamiento presenta la brecha entre la inflación cíclica y el
componente cíclico del IGAEM, aunque en una cuantía menor a la del caso anterior, pues el
promedio de la brecha pasó de 44,3 en 1989 a -4,3 entre 1994 y 1995, para repuntar en
1996 a 42,2, situarse en 1,3 entre 1998 y 1999 y, por último, aumentar a 4,8 entre 2002
y 2003.

Consideraciones finales

1) La inflación cíclica muestra una volatilidad mayor a la observada por el componente


cíclico del IGAEM e IGAEMNP.

2) Las fases recesivas del ciclo de la actividad económica son significativamente superiores
a las de auge.

3) Las fases del ciclo que muestran los mayores repuntes inflacionarios son
considerablemente más amplias que las que muestran disminuciones.

4) Similar al caso mexicano, se encontró una relación negativa entre los componentes
cíclicos de la tasa de inflación y de la tasa de crecimiento del IGAEM e IGAEMNP, sugiriendo
que cuando una variable se encuentra por encima de su tendencia la otra esta por debajo,
y viceversa.

5) Por las correlaciones cruzadas se encontró que la relación entre los componentes cíclicos
de las variables de estudio es contemporánea.
La curva de Phillips en Venezuela

6) Por el test de precedencia de Granger utilizando el rezago óptimo suministrado por los
criterios de Akaike, Schwars y Hannan – Quinn, no se pudo establecer claramente el sentido
de la precedencia entre los ciclos de la inflación y de la actividad económica, más aún,
cuando se trabajó con el IGAEMNP, se obtuvieron resultados contrarios cuando se utilizaron
3 u 11 rezagos.

7) Al obtener las brechas entre los ciclos se observó que las más significativas corresponden
a periodos en los cuales se realizaron programas de ajuste estructural.

Referencias bibliográficas

Blanco, Enid y Belkys Reyes (1999), “Inflación subyacente”, Banco Central de


Venezuela, Documento de Trabajo N° 19, julio.

McCallum, Bennett "Monetary Economics Theory and Policy", Macmillan Publishing Co.

Pérez, Alejandro y Moisés Schwartz (1999), “Inflación y ciclos económicos”, Banco de


México, Documento de Investigación N° 9904, mayo.

Pineda, Julio y José G. Pineda (2003), “Factibilidad de un área monetaria para los
países de la Comunidad Andina de Naciones”, Banco Central de Venezuela,
Documento de Trabajo N° 39, enero.

Reyes Belkys e Hilda Meléndez (2003), “Indicadores adelantados de inflación y de


actividad económica”, Banco Central de Venezuela, Documento de Trabajo N° 47,
junio.

ANEXOS
La curva de Phillips en Venezuela
La curva de Phillips en Venezuela

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