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Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 7º Turno

Sentencia N° 45/2015
Montevideo, 04 de marzo de 2015
VISTOS:
Para definitiva de segunda instancia estos autos caratulados: "Lamela Santurio, Jorge
Alberto c/ ANEP, Daños y Perjuicios, IUE: 0002-054590/2012" venidos a
conocimiento del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por la parte
actora contra la sentencia SEF-0465-000026/2014 dictada por el Sr. Juez Letrado de
Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo de Tercer Turno, Dr. Pablo
Eguren.
RESULTANDO:
1) La recurrida, realizando una correcta relación de antecedentes, a la que habrá de
remitirse por ajustarse a las resultancias de autos, recibió parcialmente la demanda y
en su mérito condenó a ANEP al pago de la suma de $ 200.000 por concepto de daño
moral, reajustada desde la producción del ilícito más intereses legales desde la
demanda sin especial sanción (fs. 594/600).
2) Agraviándose de lo resuelto, la parte actora a fs. 601/607 se agravia de
parcialmente de lo resuelto sosteniendo en lo medular y en síntesis su discrepancia
con el rechazo de la pretensión de reajuste y aplicación de intereses efectuado
respecto de las sumas reembolsadas, en tanto, por tratarse de rubros salariales
omitidos, recibirlos a través de la cuenta bancaria donde se depositan los haberes no
puede significar aceptación.
Asimismo cuestiona el rechazo de la pretensión fincada en la no recomposición de la
carrera administrativa. Entiende que se probó fehacientemente que podía acceder a los
cargos de Dirección y Subdirección de Escuelas Técnicas al tener causal jubilatoria en
el Ministerio del Interior a partir de marzo de 2008 sin perjuicio de solicitar la baja en
dicho Ministerio. Se ha demostrado el interés de concursar y hacer carrera en ANEP,
no ponderándose correctamente la prueba superviniente agregada ni la testimonial
ofrecida por su parte. Entiende que se ha demostrado el daño y el nexo causal entre el
perjuicio y el acto anulado, por lo que corresponde acceder al reclamo puntual.
Finalmente le agravia el monto fijado en concepto de daño moral que considera
exiguo para la situación máxime cuando el demérito no se había eliminado aún del
registro, lo que amerita se fije en la suma reclamada.
3) Evacuando el traslado de rigor, el representante de ANEP a fs. 611/616 aboga por
el por el mantenimiento de lo resuelto en todos sus términos.
4) Franqueada la alzada (fs. 618) se reciben los autos a fs. 623. Dispuesto el pasaje a
estudio de precepto, constando que la titular de la Sala Dra. Mª Cristina Cabrera tomó
posesión del cargo el 27/8/2014, suscitándose discordia se convoca a audiencia de
sorteo para la correspondiente integración del Tribunal, recayendo la designación en
la Sra. Ministro Dra. Beatriz Fiorentino. Cumplidas las instancias correspondientes se
acordó emitir la decisión en forma anticipada de acuerdo a lo dispuesto por los arts.
200.1 y 344.2 del Código General del Proceso (fs. 624/628).
CONSIDERANDO:
I) El Tribunal, integrado y con el voto coincidente de sus miembros – art. 61 de la ley
Nº 15.750 - habrá de confirmar la sentencia recurrida salvo en cuanto rechaza el
reclamo de reajustes e intereses a aplicar a las sumas ya reembolsadas lo que se
admitirá, y en cuanto al monto del daño moral que se fijará en la suma de $ 237.000 o
su equivalente en moneda nacional, entendiendo que los agravios articulados en punto
a ambas cuestiones logran conmover lo resuelto en primera instancia a lo que se arriba
luego de superar una inicial discordia con múltiples intercambios de opiniones, según
lo que se expresará.
II) En el caso, el actor promueve una acción reparatoria patrimonial tendiente a que se
le indemnicen los perjuicios que le causó la Resolución dictada por el Consejo
Directivo Central de ANEP Nº 9, Acta 63, recaída en el expediente 4-3588/04c/1-
2987/05 de fecha 18/10/2007 que fuera anulada por el TCA mediante sentencia Nº
427/2010. Reclama los reajustes e intereses sobre las sumas retenidas; la pérdida
sufrida por no recomponérsele la carrera administrativa no pudiendo acceder a cargos
ni a los llamados a elección de cargos por cuatro años y el daño moral .
III) Sobre tales bases es de precisar que, por Resolución Nº 103 de fecha 10/11/2005,
se dispuso la instrucción de un sumario administrativo con la finalidad de precisar el
problema planteado con la acumulación de funciones entre el cargo docente de
Coordinador del Bachillerato Tecnológico con el cargo de Encargado de
Departamento de Informática en la Jefatura de Policía de Canelones. Se constató que
percibía del Ministerio del Interior una remuneración por 40 horas semanales
declarando – a los efectos de la acumulación con el cargo del Consejo Técnico
Profesional – la cantidad de 30 horas en tanto se superaba el tope de 60 horas. Por
Resolución Nº 9 Acta 63 (fs. 325 y vto.) se le sanciona con una suspensión de seis (6)
meses con la pérdida de los haberes respectivos, coincidiendo con la recomendación
de la ONSC. Promovida la acción de nulidad, el TCA mediante sentencia Nº 427/2010
de fecha 17/6/2010(fs.3/7) declara la nulidad de la decisión en lo medular por
entender excesiva la sanción en relación a la falta imputada al funcionario.
IV) No hay dudas en cuanto a la procedencia del reclamar los perjuicios ocasionados
habida cuenta los efectos ex — tunc de la sentencia dictada por el Tribunal de lo
Contencioso Administrativo de tal modo que al ser anulado el acto se considera como
no dictado en punto a las consecuencias que hubieren derivado del mismo ya que
resulta retroactivamente extinguido por la decisión jurisdiccional (Cf. SAYAGUES,
Tratado Tomo II Edic. actualizada, paga. 549; sentencia SCJ 258/94; LJU 14.287
entre otros) como correctamente se resuelve en la sentencia hostigada.
V) En tal marco y acorde al contenido de los agravios, es de señalar en punto a los
reajustes y aplicación de intereses a las sumas reembolsadas (retención de haberes
entre diciembre de 2007 a mayo de 2008) que le asiste razón al apelante.
En efecto la Sala en anterior integración, que se ratifica en la actual ha sostenido al
respecto que el pago de haberes retroactivos luego de la anulación del acto
administrativo involucrado por el TCA genera una lesión patrimonial que debe
resarcirse a través de la medida de sus intereses y en su caso los reajustes al ser como
en el caso, pretendidos judicialmente (art. 1º del Decreto-Ley No. 14.500).
Como se expresara en sent. 142/2013 en términos aquí trasladables "...es cierto que la
paga extingue la obligación principal y las accesorias (art. 1466 del Código Civil),
pero para que se considere bien hecha, debe contemplar y cubrir la satisfacción
íntegra de ambas clases de obligaciones. Si se pretende que están abonada la
obligación principal, no puede considerarse la paga como bien hecha si no están
también cubiertas las prestaciones accesorias, como los reajustes e intereses".
En efecto, el art. 1459 del Código Civil es muy claro en establecer que el deudor no
puede obligar a recibir por partes una deuda ni basta ofrecer el capital si devenga
intereses. Asimismo, el art. 1477 del mismo normativo, Civil preceptúa que, quien
debe un capital con intereses no puede imputar al capital la paga que verifica si
generó acrecidas, debiendo presumirse que el pago por cuenta de capital e intereses se
imputa en primer lugar a los intereses. Solo podría imputarse al capital si mediara
consentimiento del acreedor en recibirlos así y manifestación del deudor de que paga
a cuenta del capital. Pero ninguna de estas manifestaciones de voluntad puede
presumirse ni admitirse tácitamente. Especialmente, el consentimiento del acreedor de
que recibe por cuenta del capital o de que se considera por satisfecho renunciando a
los accesorios debe ser expreso y debe probarse por el deudor si así lo quiere alegar
conforme a las reglas generales (arts. 137 y 139 del C.G.P.).
De tal modo, el silencio del acreedor en recibir el dinero que se le ofrece no se reputa
como acto de voluntad de recibir el pago a cuenta del capital renunciando a los
intereses y reajustes, y en obrados no existe prueba alguna de tal manifestación.
Si bien existe un sector jurisprudencial que entendía básicamente que si cuando se
recibía del Estado el pago sin formular reserva precluía el derecho a reclamar
intereses y reajustes – entre los cuales estuvo esta Sala con anterior integración sent.
205/2007- luego modificada en el antecedente antes enunciado - se entiende que las
normas que vienen de enunciarse son claras y no pueden desatenderse (art. 17 del
Código Civil).
Las mismas establecen que no puede imputarse al capital el pago a cuenta o tardío si
no es consentido fehaciente y expresamente por el acreedor recibiéndolo bajo esa
calidad renunciando a la imputación sobre las acrecidas (intereses y eventualmente
reajustes) y si no hay tal manifestación expresa, la paga se imputa a los intereses en
primer lugar (art. 1477 inc. 2º C.C.). Esto significa que, para tener por cumplido el art.
1466 ejusdem debe previamente analizarse cómo se cumplió con el art. 1477 del
mismo Cuerpo legal (art. 20 C.C.).
Entonces, el consentimiento del acreedor retirando la suma consignada sin decir nada
no permite interpretar la deuda como "pagada" si no se trata de la suma debida, no
siendo "suma debida" lo entregado parcialmente o lo abonado por partes y con atrasos
sin sus correspondientes reajustes e intereses. Para pagar a cuenta del capital
incluyendo los intereses y en su caso reajustes, tomando en cuenta el art. 1477 incs. 1º
y 3º del código Civil (en materia de intereses), debería constar expresamente tanto la
declaración del Estado de que paga a cuenta del Capital como a la vez la
manifestación de voluntad explícita del acreedor de que consiente o aceptar recibir las
cantidades o la cantidad entregada bajo esa calidad sin querer los reajustes e intereses.
No basta pues la declaración o intención unilateral del Estado expresa, implícita,
tácita o presumida, de que abona a cuenta del capital, si el acreedor estatal no lo
acepta ni consiente expresamente, para exonerarse de intereses y de reajustes sobre el
monto todavía impago.
Acorde a ello, la simple recepción de un dinero a través de la cuenta bancaria donde
se depositan los haberes salariales como ocurre infolios no importa remisión de sus
reajustes e intereses aunque para que ésta opere no se requiera ninguna forma especial
y pueda ser expresa o tácita (art. 1517 del Código Civil), si no hay prueba fehaciente
de una manifestación expresa y positiva por la que consta que el acreedor
inequívocamente remitía o renunciaba a las acrecidas (Cfm. SCJ sents. 313/1995,
371/1999, 427/2000,161/2001; TAC 6º sents. 138/2005 y 338/2007).
Por consecuencia, en autos no existió admisión expresa del acreedor (arts. 16, 20,
1253, 1459, 1477inc. 1 y 2 del Código Civil para que el pago a valores históricos de
las sumas retenidas como consecuencia del sumario que se le había instruído sea
tenido como a cuenta del capital, precluyendo las prestaciones accesorias, en tanto –
se reitera – dicha aceptación no puede presumirse. Corresponde entonces aplicar el
reajuste dispuesto por el DL Nº 14.500 así como los interese legales por la mora en el
cumplimiento de la obligación. Es de notar que el monto estipulado en la demanda no
fue controvertido por la parte demandada (fs. 389 literal B) por lo que se tendrá por
válida la misma, revocándose la apelada en el tema puntual y en su mérito se hará
lugar al reclamo promovido.
VI) Respecto del agravio relativo a la recomposición de la carrera, luego de múltiples
intercambios de posturas, se concluirá en el rechazo de la reclamación y por ende se
irá a confirmar la impugnada al respecto.
Se entiende que el actor no logró probar el sustento fáctico del reclamo específico.
Véase que de la prueba obrante no surge que el actor hubiera accedido a un cargo
superior (Sub-dirección o Dirección) al que ocupaba por haber sido sometido a
sumario y sanción administrativa. Como sostiene el A-quo el actor solicitó la
reducción de 10 horas de su cargo al Consejo de Educación Técnico Profesional al
notificársele la decisión de instruirle el sumario por los motivos ya explicitados en
este dispositivo (fs. 106/119; 142/146). Por tanto ya no estaba en condiciones de
ejercer un cargo de Dirección o Subdirección que tiene una carga horaria de 40 horas
semanales, solo 30 horas.
Pero además, si bien de la declaración de parte (fs. 589/590) y deposición de Sra.
Bessonat a fs. 564/566 surge que, en el año 2008 hubo un llamado para provisión de
los mencionados cargos y el actor no se pudo presentar por estar sancionado, no
puede soslayarse que, de la documentación incorporada emerge que en el año 2007 se
llamó a interesados, se inscribieron 291 aspirantes (entre los cuales figura el actor en
el lugar 261 (fs. 412/423). Asimismo no quedan claros los motivos por los cuales el
actor no se presentó al llamado del 2010. Es de ver que del informe obrante a fs. 404 y
ss. remitido por ANEP resulta que el actor ocupó el lugar 263 (fs. 436) en el listado de
docentes confeccionado para la elección de cargos suplentes del llamado a
aspiraciones a nivel nacional de Directores y Sub-directores de Escuelas Técnicas.
También que no se presentó, pudiendo haberlo hecho, atento al puntaje que ostentaba
en su calificación, según informe de fs. 444 y la declaración de la testigo Bessonat. Se
necesitaban 81 puntos para poder presentarse al concurso y el actor los tenía. Actitud
que cabe calificar como renuncia voluntaria a dicho derecho, lo que impide el
progreso del reclamo de recomposición funcional que ahora se pretende.
VII) Sobre el monto fijado en primera instancia en concepto de daño moral, le asiste
razón al reclamante por lo que se irá a incrementar la suma fijada en primera instancia
como se adelantara. Es de ver que se trata del detrimento espiritual causado por la
sanción excesiva padecida por quien mantenía un desempeño docente calificado con
el máximo puntaje, en un medio reducido donde se conocen las circunstancias
personales y laborales de los individuos en general y en particular de quienes
desempeñan cargos públicos como bien se relaciona en la sentencia en examen (fs.
598vto. /599) y evidencian los testimonios rendidos a fs. 567/571 asi como la
declaración del reclamante fs. 589/590. Valorando tales extremos la Sala entiende
razonable y acorde a las circunstancias espacio-temporal en que se establece el
resarcimiento incrementar la suma fijada en la hostigada y en su lugar cuantificar el
daño en la suma equivalente a U$S 10.000 que al momento de dictarse el acto anulado
equivalían a $ 237.000 (cotización dólar $23,70 Búsqueda 22/1/2015).
VIII) La revocatoria parcial a recaer y la correcta conducta procesal de las partes
amerita que no se impongan especiales sanciones en el grado de acuerdo a lo
dispuesto por los arts. 56, 261 del Código General del Proceso y art. 688 del Código
Civil.
Por los fundamentos expuestos y disposiciones legales citadas, el Tribunal
FALLA:
Confírmase la sentencia apelada salvo en cuanto desestimó la reclamación por
aplicación de reajuste e intereses a las sumas reembolsada y retenidas por el sumario,
lo que se admite condenando a ANEP al pago del monto reclamado en la demanda por
tal concepto ante la falta de controversia, y en cuanto al monto de condena en
concepto de daño moral que se incrementará fijándoselo en $ 237.000 con el reajuste
e intereses como se había dispuesto en la impugnada. Sin especiales sanciones en el
grado.
Oportunamente devuélvase.
Fiorentino Ferreiro - Ettlin Guazzo - Couto Vilar(r.)

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