INTRODUCCION:
Debes hacer que tu rodilla repose hasta que ya no sientas dolor al ejercer presión en
ella. Identifica todo dolor que sientas exactamente cerca o detrás de tu rodilla cuando
doblas o estiras la pierna. Debes hacer que tu rodilla repose con la mayor frecuencia
posible durante 1 o 2 días como mínimo.
Una compresa sirve para aliviar la hinchazón en el área de la lesión, y también para
estabilizar la rodilla. Cubre la lesión con un vendaje elástico (como un vendaje Ace),
cinta para deportistas, una rodillera o incluso una prenda.
5 Eleva la pierna.
Esto también sirve para aliviar la hinchazón y hace que la sangre regrese al corazón.
Recuéstate y luego eleva la pierna por encima del nivel del corazón, o a la mayor
altura posible en la que no sientas dolor. Si no puedes elevar la pierna afectada, al
menos intenta mantenerla horizontal al suelo.
Asimismo, puedes mantener las piernas elevadas mientras duermes colocando
almohadas debajo de ellas.
6 Consume medicamentos para el dolor de venta sin receta.
El doctor debe averiguar cuál es la causa subyacente del quiste y luego tratarla. Entre
algunas de las posibles causas tenemos los traumatismos, la artritis reumatoide,
osteoartritis, y el traumatismo de cartílago o tendón.
Existe un estudio clínico que ha demostrado que los pacientes con quistes de Baker
provocados por osteoartritis pueden aliviar la hinchazón y el dolor, y mejorar su
rango de movimiento con una inyección de corticosteroides aplicada directamente en
el quiste.[8] El doctor inyectará una aguja en la cavidad del quiste. Los esteroides
permiten aliviar la inflamación o la hinchazón del área.
El doctor también podría extraer el líquido que se encuentra en el interior del quiste.
También es probable que extraiga el líquido de la parte frontal o del costado de la
rodilla si tienes quistes secundarios (acumulación de líquido en la parte frontal y la
posterior de la rodilla). Esto aliviará el dolor y la hinchazón, y hará que puedas mover
la rodilla con más libertad, lo que hará que te sientas más cómodo. El doctor empleará
una ecografía para inyectar la aguja en el líquido de forma correcta, y jalará el émbolo
para absorberlo.
Debido al líquido espeso en el interior del quiste, el doctor tendrá que usar una
aguja de calibre 18 o 20.
Asimismo, es probable que el doctor tenga que llevar a cabo el procedimiento más
de una vez, según la cantidad de líquido o si este se ha acumulado en diferentes áreas.
Por lo general, los doctores realizan una aspiración (drenaje) luego de la inyección de
esteroides. Existen varios estudios que han demostrado que los síntomas pueden
reducirse y la rodilla puede funcionar mejor si se llevan a cabo ambos procedimientos.
Por lo general, el procedimiento tarda 1 hora (o tal vez menos, según el tamaño del
quiste). En el caso de un quiste grande, se requerirá más tiempo, ya que la hinchazón
puede haber hecho que los nervios y los vasos sanguíneos lo cubran.
Ten en cuenta que podrían recetarte medicamentos para el dolor, según sea
necesario.
Cuando estés en casa, tendrás que seguir el método de terapia que consiste en
descansar, colocarte hielo, aplicar compresión y elevar la rodilla (RICE, por sus
iniciales en inglés).
El cirujano podría recomendarte que uses muletas o un bastón por varios días,
para no depositar peso en el área
Método3
Conservar la fuerza de la articulación y el músculo si tienes un
quiste de Baker
Debes centrarte en los cuádriceps, los músculos isquiotibiales, las nalgas y los
músculos de la pantorrilla.
Busca un banco o un objeto que tenga una altura aproximada de 50 cm (1,5 pies).
Coloca el pie de la pierna no afectada en el banco con la rodilla un poco doblada.
Inclínate hacia adelante y hacia abajo (manteniendo la espalda erguida) hasta sentir
que tu muslo se estira. Mantén la postura por 30 segundos.
Recuéstate boca arriba y dobla la rodilla de la pierna que deseas estirar. Coloca una
mano detrás del muslo y la otra, detrás de la pantorrilla. Usa las manos para jalar tu
pierna en tu dirección, con la rodilla doblada a 20°. Debes sentir que la parte posterior
de tu muslo se estira. Mantén la postura por 30 segundos.[18]
Para hacer este ejercicio, debes sentarte en el borde de una silla. Dobla la pierna en
buen estado en una postura habitual de sentado, coloca la pierna afectada hacia
adelante y dobla un poco la rodilla. Desde esta postura, inclínate hacia adelante (con la
espalda y la cabeza erguidas) hasta sentir que la parte posterior de tu muslo se estira.
Quédate en esta postura por 30 segundos.
Haz 3 repeticiones en cada sesión 2 veces al día, o antes y después de hacer ejercicio.
Estira la pierna y coloca una toalla enrollada debajo de la rodilla. Presiona la rodilla
contra la toalla para tensar los músculos del muslo (cuádriceps). Los músculos se
tensarán conforme la contraigas, y tendrás que colocar tus dedos en tus cuádriceps
para sentirlo.
Mantén la postura en cada repetición por 5 segundos y repítelo 10 veces con el mayor
esfuerzo posible, sin causarte dolor.
Consejos
Si sufres de obesidad, se recomienda empezar a bajar de peso una vez que el quiste se
haya curado, ya que el sobrepeso puede hacer que ejerzas mucha tensión en tu rodilla y la
lastimes más.
Advertencias
Este artículo brinda información acerca de los quistes de Baker, pero no debes basarte solo en él
sin acudir a un doctor. Asimismo, consulta a un doctor antes de elaborar un plan de tratamiento.