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La parte demandada, mediante escrito de fecha 04 de julio de 2012, formuló oposición a

la particióndemandada aduciendo que no son comunes todos los bienes indicados en la


demanda; que el demandante no tiene la condición jurídica o carácter de comunero
respecto a dichos bienes y tampoco el derecho a una cuota del 50% de los mismos. Que el
demandante afirma que contrajo matrimonio para legalizar la unión concubinaria que
existía desde hacía tres años, tal como supuestamente consta en el acta de matrimonio, lo
cual es absolutamente falso ya que nunca vivieron en concubinato y en el acta de
matrimonio no se deja constancia alguna de que se esté legalizando el mismo; y, en todo
caso, la jurisprudencia vinculante de la Sala Constitucional es explícita en señalar que para
reclamar cualquier efecto del concubinato, se necesita de una sentencia definitivamente
firme que lo declare, en la que se establezca su duración, lo que implica indicar la fecha de
inicio y la fecha de finalizació

Manifiesta que por aplicación de los artículos 151 y 152 ordinal 4° del Código Civil, así
como de la jurisprudencia de la Sala de Casación Civil recogida en la sentencia N° 1.278 de
fecha 29 de octubre de 2004, que determinó que de la interpretación sistemática de los
artículos 148, 149, 151, 152 ordinal 4°, 163 y 164 del Código Civil se puede concluir que los
bienes adquiridos antes del matrimonio son propios del cónyuge adquirente, aún en el caso
de que el precio se pague durante el matrimonio, puede afirmarse que la casa de habitación
descrita en la demanda no es un bien común, sino de su exclusiva propiedad. Que el
matrimonio fue contraído en fecha 11 de noviembre de 2005 y el referido inmueble fue
adquirido mediante opción de compra y posterior documento registrado, documentados la
opción de compra por instrumento autenticado ante la Notaría Pública Quinta de San
Cristóbal, bajo el N° 36, tomo 151, folios 81 al 82 de fecha 30 de junio de 2005 y el
documento definitivo de compraventa protocolizado ante la Oficina de Registro
Inmobiliario del Segundo Circuito del Municipio San Cristóbal del Estado Táchira, bajo el
N° 44, Tomo 65, Protocolo Primero de fecha 18 de octubre de 2005. Que el referido
inmueble fue comprado en forma pura y simple con pago del precio de contado, aunque
para pagar ese precio tuvo que obtener un crédito hipotecario con el Banco Provivienda
C.A., Banco Universal (BanPro), es decir, que del precio convertido en bolívares fuertes de
Bs. 110.000,00, pagó con recursos propios Bs. 76.500,00 equivalentes al 69,55% y con el
crédito hipotecario canceló Bs. 33.500,00 correspondientes al 30,45%. Que en el
documento de crédito hipotecario se constituyó como única deudora hipotecaria y, por lo
tanto, el bien inmueble y la obligación bancaria ingresaron a su exclusivo patrimonio. Que
con todos los problemas que le ha causado su ex-cónyuge y por la liquidación del Banco
Banpro cuya cartera de créditos fue asumida por el Banco de Venezuela, ha pagado sólo
algunas cuotas que por concepto de capital suman Bs. 2.125,04, razón por la que tiene
muchas cuotas atrasadas para un saldo de capital pendiente de pago de Bs. 31.374,96; de
manera que contradice que el crédito hipotecario lo haya pagado el demandante hasta el 11
de noviembre de 2011, como lo afirma en la demanda, pues tan sólo ha pagado Bs. 2.125,04
de la obligación que asumió como una obligación propia.

Igualmente, contradijo el alegato de que nunca ha trabajado porque ella es abogada y


desde antes de casarse ha trabajado en el establecimiento comercial de su padre. Señala
que según el documento de opción de compra de fecha 30 de junio de 2005, se puede
constatar que el inmueble estaba habitable, pues en la cláusula primera se describió la
unidad de vivienda constante de dos plantas; la primera con garaje, porche descubierto,
jardín, sala comedor, área de cocina y oficios, baño y un tanque subterráneo para agua; y
en la planta alta, habitación principal con baño, una habitación auxiliar con baño y un
estar para estudio y televisión. Que en ese mismo documento se expresó en la cláusula
cuarta que la unidad de vivienda se encontraba habitable, con techo, pisos y baños de
cerámica, acabados de primera, cableado de teléfono y TV cable, agua, electricidad, tubería
de gas; dejándose constancia que quedaba pendiente por parte de la compradora, colocar
las puertas en las habitaciones y baños, el pasamanos de la escalera, el tope de granito y la
madera de la cocina y que en el documento definitivo de compraventa ya no se hace
ninguna salvedad, porque para esa fecha ya se habían realizado los trabajos que estaban
pendientes. Que tales hechos se demuestran de manera fehaciente con el avalúo realizado
por la ingeniero tasadora para tramitar el crédito hipotecario de BanPro en fecha 1° de
julio de 2005, en el cual se dejó constancia de que el inmueble estaba habitable; que lo
único que le faltaba era colocar las puertas y marcos, pegar piezas sanitarias en un baño y
tope de la cocina, por lo que contradice que el demandante haya realizado en el referido
bien inmueble las mejoras que señala en la demanda por Bs. 38.800,00.

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