El libro de Susan Socolow, tiene como objetivo establecer los mecanismos

de ascenso de los comerciantes en el entramado social del siglo XVIII. En

primer lugar, trabajó con los padrones militares de 1744 y de 1778 con el fin de
establecer las características ocupacionales de la población, extrayendo los
datos de aquellos que denominaron comerciantes. Por otro lado, a partir de un
estudio minucioso de las testamentarias, se concentró en los comerciantes de
mayor riqueza. Llega así a la conclusión de que a partir de un proceso de
asimilación de las redes instaladas, que van desde la conformación de la
familia, religiosa y por similar origen,
se produjo una consolidación de los actores ya establecidos y la
incorporación de nuevos, los cuales, a partir de demostrar sus “aptitudes” para
el comercio, eran asimilados dentro de esta elite.
Según establece la autora esta forma de ascenso social, en la cual los
nuevos actores se incorporaron a la elite comercial, no fue producto del libre
acceso al mercado sino que se originó por medio de dos mecanismos: el
trabajo con algún gran comerciante que los formaba y les permitía ingresar en
el selecto grupo o, la consolidación de redes relaciones en Cádiz (que podían
durar más de una generación), que les permitía viajar
a Buenos Aires con una parte del camino ya realizado
En varios textos, Zacarías Moutoukias se concentró en analizar las redes de
los comerciantes, señalando que la importancia de las redes de relaciones
personales fue una característica central del comercio del siglo XVIII en
América. En primer lugar, relaciona la importancia de los excedentes y la
extensión geográfica de las transacciones. En segundo lugar, expone que, en
condiciones de producción estables, la comunidad de comerciantes competía
por un número igualmente equitativo de oportunidades. De este modo, la
carrera ascendente de un comerciante se confundía con la incorporación de
nuevas actividades y el progresivo control de un territorio, el único medio por el
cual se podía obtener economías de escala y rendimientos crecientes, con la
particularidad de que cada nueva actividad se agregaba a las anteriores.
Finalmente, la ausencia de instituciones formales que asegurasen la fluidez de
las transacciones y del crédito a lo largo de tan vasto territorio, permitía el éxito
de quienes lograban construir sólidos y flexibles tejidos de relaciones
personales. El crédito era rudimentario, de donde se comprende la importancia
del adelanto de mercancías a fiado.
. Según su óptica los comerciantes eran generalmente hijos de grupos de la
sociedad española de la clase media y media-baja. Esa afirmación surge de la
idea de que en la cúspide de la escala social la carrera mercantil no era muy
atractiva para los hijos de los profesionales o de los oficios militares, ya que
estas dos ocupaciones se consideraban generalmente de mayor prestigio que
la de los comerciantes. En el otro extremo de la escala social, parecía que los
hijos de los artesanos, los trabajadores manuales y los obreros no
especializados generalmente no se hacían comerciantes, porque les faltaba
educación y capital. Sobre el origen de este comerciante, se va a aseverar que
no era de origen vasco, sino que la mayoría provenían del centro y norte de
España (Castilla, Santander, Asturias y Galicia) ya que se consideraban
hidalgos y todos los comerciantes de Buenos Aires se titulaban Don y sus
esposas Doñas.
En el segundo capítulo de la obra, se van a describir las redes de lazos
matrimoniales, donde las pautas de los comerciantes son significativas debido
a que están ligadas a pautas de movilidad social. De esta manera casarse con
una joven de clase alta o media de una ciudad era la meta de todos los jóvenes
comerciales. Asimismo, vale aclarar, que la dote era poco frecuente y no
marcaba un símbolo de estatus en la sociedad colonial del Virreinato del Río
de la Plata.
En cuanto al análisis de la economía virreinal esta estaba dominada por el
capital comercial. En este aspecto la autora va a recurrir a otra tipología para
clasificar a los comerciantes porteños en tres categorías de acuerdo a su
actividad, poder económico y prestigio social: mayoristas, minoristas y
proveedores de alimento. De la misma manera se menciona otras de las
actividades que realizaban estos comerciantes, como por ejemplo, el
contrabando.
También se describe el modelo generalizado de estructura y formas de
intercambio (importación de manufacturas y formas de intercambio), así como
los lazos que establece Buenos Aires con Madrid, Cádiz, Sevilla y Bilbao. Una
de los grandes aportes que realiza la obra es explicar que sucede con la gran
cantidad de capital sobrante cuyo destino era que volvía a invertirse en el
comercio, en nuevos cargamentos de mercaderías castellanas y en barcos.
Asimismo otra área de inversiones preferida por los comerciantes era la
inmobiliaria ya que los comerciantes consideraban a la propiedad urbana (de
gran importancia para conseguir crédito hipotecándolas), para uso personal o
comercial, ya que garantizaba una inversión segura sin los riesgos de las
inversiones fluctuantes de la actividad comercial. También se va a estudiar a
los comerciantes dentro de la sociedad colonial, su participación en el Cabildo
de Buenos Aires y el Regimiento Urbano de Comercio. Socolow realiza un
exhaustivo estudio acerca del problema del libre comercio y las consecuencias
del comercio de neutrales, explicando la división ideológica interna de los
comerciantes como el enfrentamiento de dos formas de comerciar y de
intereses contrapuestos.
Finalmente al final de la obra la autora va a materializar su modelo teórico
en un comerciante en particular quien reunirá todas las condiciones del “típico
comerciante” actuando de esta manera, como la demostración fehaciente de
las evidencias previamente analizadas en los capítulos anteriores. El sujeto en
cuestión es Gaspar de Santa Coloma, un comerciante porteño moderadamente
exitoso que se encuentra dentro del grupo de mayoristas de nivel medio-alto.
Aunque la mayor parte de su capital lo dedico a actividades bancarias y
 préstamos también participa en un número limitado de otras inversiones (las
más grandes de éstas las hizo en propiedad urbana) a la vez que cuenta con
una serie de empleados-aprendices para realizar sus tareas comerciales.
Socolow texto:
Durante todo el siglo 17 el comercio porteña mente contrabando estuvo dominado
por los comerciantes portugueses aunque ocasionalmente una española adquirir
prominencia entre los rasgos de los comerciantes. Tal fue el caso de riglos que
había iniciado su vida comercial a través de un matrimonio con la viuda de un
comerciante portugués.

Los comerciantes que se dedicaban el comercio ultramarino eran la columna

vertebral de la vida económica de la colonia. Función primaria importación y
exportación mayorista de mercadería.

El comercio era de importancia capital para el desarrollo de Buenos Aires.

Todo el comercio legal patria debía seguir la ardua ruta por Panamá hacia Lima y
Desde allí Cruzando los Andes por vía del alto Perú hasta las Pampas argentinas.

El río de la plata era la preocupación especial de la corona española debido a su

estrecha proximidad geográfica con Brasil. Además al perder los jesuitas sus
misiones en Uruguay y Paraguay se creó un vacío de poder los españoles como
los portugueses llenar. También había crecido interés británico en el área desde
su experiencia con el comercio asiento 1713. Por estas razones la necesidad de
un liderazgo fuerte en el río de la plata grecia los ojos del Rey español. Una
creciente demanda exportaciones masa mercaderías y el desarrollo canciones
más grandes y más rápidas brindó el estímulo económico para un cambio en el
estatus del río de la plata. Una de las principales exportaciones de la zona era el
cuero vacuno que podía transportarse en barcos.

La fundación del virreinato fue de Gran importancia el desarrollo continuado del

puerto de Buenos Aires se colocará Buenos Aires en un pie de igualdad con lima,
la evolución la ciudad de fuerte militar a centro comercial se estímulo aún más.2
años después de la fundación del virreinato un nuevo código comercial la
ordenanza del libre comercio de 1778 abrió el puerto de Buenos Aires al comercio
legal con las ciudades de España. Con la apertura del puerto el contrabando no
desapareció, ya que el comercio era sólo legal con España o con otras colonias
españolas. Despues de la ordenanza de 1778 los viajes individuales sistema de
flotas pero el contrabando sigue siendo una actividad importante para muchos
comerciantes.

El comercio de Buenos Aires creció durante las décadas restantes del siglo 18 de
los conflictos europeos que continuaban afectan adversamente al comercio de
tanto en tanto. El rey español se vio presionado permitir una reducción de las
restricciones tradicionales contra el comercio con otras naciones para conservar
abiertas las líneas de suministro que permitirá sobrevivir las colonias.

Hacia 1778 tienes más prestigiosas en la jerarquía social eran las figuras
burocraticas militares eclesiásticas de alto rango de la colonia. Lo seguía muy de
cerca los comerciantes mayoristas principales. Detrás de este grupo venía en un
grupo cada vez mayor de clérigos mayoristas y minoristas - prósperos abogados y
funcionarios civiles y militares de menor Rango todos estos grupos juntos.
Sectores sociales Superior y medio de la colonia. Curiosamente los dueños de las
estancias no están Generalmente dentro de los rangos superior o medio de la
sociedad. La posición social en esta estructura de clases estaba determinada más
por la ocupación el dinero y la raza que por el estatus familiar. El nombre de la
familia Aunque era un factor nunca se le va va a una posición de primacía ninguno
de los residentes permanentes de Buenos Aires podía reinvindicar parentesco con
familias españolas importantes o nobles. La carrera mercantil no era muy atractiva
los hijos de Los profesionales modelos oficiales militares. En el otro extremo de la
escala social ya que los hijos de los artesanos trabajadores manuales y obreros
Generalmente no se sean comerciantes porque le faltaba la educación
rudimentaria y las pequeñas sumas de capital para inversiones los comerciantes
provenían de los segmentos medios de la sociedad española.

Además del lugar renacimiento y los orígenes sociales la legitimidad indicación del
entorno socioeconómico de los comerciantes porteños. Legitimidad dada la
importancia que se le da en la mayoría de los documentos legales relacionados
con las calificaciones personales era un valor importante realmente entre los
grupos medio y alto los comerciantes de Buenos Aires grupos mas alfabetizados
de la sociedad española para los comerciantes como para los funcionarios
profesionales y el clero saber leer y escribir era un requisito ocupacional.

Los comerciantes establecidos a menudo acudían a sus Parientes cuando

buscaban un aprendiz. La práctica más común ese cargo de un sobrino o una
hermana más joven rosa Buenos Aires y enseñándoles los rudimentos del
comercio. Los jóvenes que no estaban emparentados con un comerciante
importante trataban de establecer una relación familiar permanente siempre que
era posible. Era bastante habitual que un aprendiz ambicioso combinar el trabajo
de comerciante establecido con un casamiento dentro de la familia DS
comerciante en una fecha posterior. Otro método de entrar en las filas de los
comerciantes porteños era llegar a Buenos Aires como representante de una firma
mercantil española. Era frecuente que los capitanes de barcos se convirtieron
gradualmente en comerciantes: Un hombre trabajaba un barco mientras ahorraba
suficiente dinero para financiar empresas mercantiles. Las leyes de la herencia
también producían una sociedad en que todos los hijos varones comerciantes
contaban esencialmente con las mismas oportunidades de hacer carrera y la
misma Herencia. El patrón de i primer hijo que hereda la tierra y segundo que
ingresa en la iglesia no existía en Buenos Aires. En cambio había libre elección de
carrera da las limitaciones sociales y económicas normales.

Las pautas matrimoniales de los comerciantes son importantes porque están

ligados a sus pautas de movilidad social, además él matrimonio brindaba
comercial de su medio de ligar a los individuos y las familias en grupos y clanes de
parentesco. Por lo tanto el entorno social y geográfico de las mujeres con las que
se cazaban los comerciantes así como la posición social y legal de las mujeres
mismas era crucial para la organización y para los patrones de la vida del grupo
comerciante.

Ninguna mujer de clase media podía tener una profesión porque pensaba qué es
incapaz de cualquier tipo de vida fuera de su hogar. Para las mujeres de Buenos
Aires sólo había tres opciones el matrimonio la soltería hola entrada En un
convento de clausura. Las mujeres porteñas valoradas por cualidades
esencialmente infantiles eran también castigadas como niños. La esposa o la hija
de un hombre de clase media o alta podía ser internada por su esposo o su padre
en una institución religiosa femenina cuando se consideraba que su conducta no
era la adecuada para su Rango. Las mujeres podían ser nombradas tutoras y
guardianas de sus propios hijos a la muerte de sus maridos también podían servir
como administradoras de los patrimonios de su marido. Sin embargo en general
se pensaba que aunque eran legalmente competentes para cumplir con esos roles
a las mujeres les faltaba suficiente conocimiento de la vida en general y de los
negocios en particular como para tener éxito. Desde el punto de vista del
comerciante independientemente de su Piedad religiosa la entrada de una hija En
un convento no era muy deseable porque el apartado definitivamente del mercado
del matrimonio cimentar Los lazos de negocios a través de un matrimonio. El
requisito de de que las monjas tuvieran dote de qué estado Te fueran dinero en
efectivo disminuye aún más el atractivo de la vocación religiosa.

Los casamientos de comerciantes solían ir seguidos muy pronto de nacimiento de

un hijo y esto unido a la diferencia de edades entre un comerciante y su esposa
afectado a la pirámide de edades de las esposas de comerciantes. El parto de la
extremadamente azaroso y muchas mujeres mueren al dar a luz. Los lazos de
consanguinidad y los lazos políticos producían clanes de mercaderes que aunque
no forman una sociedad concreta era leales entre sí y les interesaba la
prosperidad del otro. El matrimonio y el parentesco ritual hablaban entre ellos a los
comerciantes de Buenos Aires y formado en poderosos clanes mercantiles. Las
mujeres de los comerciantes sus esposas e hijas servían para reclutar nuevos
comerciantes en los clanes, perpetuando de esta manera el grupo de
comerciantes y forjando nuevas alianzas.

Los comerciantes de Buenos Aires eran una fuerza central en la economía de la

ciudad, en el campo que la rodeaba y en las zonas más distantes del virreinato del
río dela plata. Como comerciantes prestamistas e inversores los hombres
dedicados al comercio controlaban una gran parte de la economía cotidiana de la
colonia. En realidad la economía colonial estaba dominada por el capital
comercial. Los comerciantes en su papel de agentes locales de la política
mercantil española buscaban exportaciones que tuvieran demandas en los
mercados de Cádiz y Madrid. Los comerciantes porteños clasifican en tres
categorías de comercio: Mayoristas minoristas y proveedores de alimentos y estas
categorías se basaban en el poder económico y el prestigio social

Ningún comerciante independientemente del rubro principal de su trabajo

totalmente otras ramas del comercio. Los comerciantes que se especializaban en
la importación de mercaderías castellanas, generalmente preferían exportar
capital, plata y oro en pago por estos bienes, pero la escasez de ciertos artículos o
la saturación del mercado podrían obligar a un comerciante a trocar. Además de
las mercaderías que comerciaban la ubicación de los mercados otro factor
importante al considerar la actividad económica era la estructura y la forma de la
empresa colonial.

Sólo existía una forma de sociedad comercial a finales del siglo 18 en Buenos
Aires sociedad colectiva. Esta era la única sociedad reconocida por las
ordenanzas de comercio bilbao 1737. Que proporcionaba el marco legal para todo
el comercio Porteño. La sociedad colectiva una sociedad familiar de
responsabilidad ilimitada que databa del siglo 16 permitía a dos o más individuos
mire su trabajo y sus propiedades incrementando este modo la cantidad disponible
de capital y de fuerza de trabajo. Pero esta forma de sociedad ofrece a protección
a las cualidades personales de Los Socios. Aunque hay poca documentación se
supone que muchos de los comerciantes de Buenos Aires además de su comercio
legal también se dedicaban en alguna medida al contrabando. Como las mismas
mercaderías con las que comerciaban legalmente eran también objeto del
contrabando cuero mercaderías castellanas textiles. La combinación más común
era la de comerciante y burócrata. Estos comerciantes burócratas servían al
gobierno virreinal en una amplia gama de cargos. Estos cargos generalmente se
compraban a la corona por periodos de tiempo específicos aunque algunos se
ocupaban durante toda la vida y algunos se le daban a los hijos. Entre los cargos
burocráticos que ocupaba el grupo de comerciantes estado de administrador de
correos y postas del virreinato del río dela plata , ensayador mayor de metálicos,
administrador de los pueblos de indios guaraníes de misiones, uruguay y Paraná,
y asentista de víveres del ejército real. Aunque muchos comerciantes invertían en
propiedad urbana y semi rural las tierras para granja Más allá del cinturón de
quintas y chacras no traían inversiones significativas En los comerciantes durante
la época del virreinato.

La bancarrota era un hecho común en la vida económica de los comerciantes y

aunque la guerrara era su causa principal había otros factores inherentes al
modelo comercial español que conducían a la inestabilidad económica. Recibir un
cargamento de mercaderías que no eran vendibles era una de las razones más
comunes de la pérdida

El comercio virreinal caracterizado por el crecimiento y la prosperidad sin embargo

en factores altamente inestables. La inestabilidad de los aspectos estructurales del
comercio es exacerbado aún más por la pesada maquinaria legal del imperio
español. La inestabilidad económica inherente a las pautas mercantiles de los
comerciantes porteños naturalmente conducían a la inestabilidad social. Un
comerciante que con intenso trabajo dualidad matrimonio y un poco de suerte
lograba salir de la categoría empleado para ser un miembro respetado de la
comunidad sabía que fácilmente podría derrumbarse

Por su ocupación pautas de inversiones mi vida los comerciantes porteños eran

principalmente un grupo social urbano. Tenían una ocupación urbana vivían en el
corazón mismo de la ciudad e invertir fuertemente en propiedades urbanas forma
de casa negocios y edificios. El mayor regalo qué se le podría hacer a un esclavo
Leal era su manumisión pero la liberación voluntaria aunque no era infrecuente
estaba lejos de ser universal. El negro era un bien se compraba portada y se
vendía ya fuera en Buenos Aires o en las provincias del Norte. En segundo lugar
un sirviente y un cristiano recién convertido que necesitaba guía en ambos roles.
Los negros por su parte le mostraron estar poco dispuestos a aceptar
plácidamente la obliteracion total de su cultura y de este modo asustaban a los
comerciantes que exigían respeto por su religión propiedades clase social y
pertenencias personales.

los comerciantes de Buenos Aires eran uno de los grupos más devotos en la
sociedad colonial. La participación religiosa la brindaba mayor reconocimiento
social lawal beneficiaba al individuo a su familia y a los comerciantes en conjunto.
Una de las funciones religiosas más importantes realizadas por los comerciantes
era la de tesorero de las órdenes religiosas de la ciudad. Las órdenes religiosas
estaban profundamente comprometidas en empresas económicas tales como el
manejo de la tierra y el dinero que recibían de los fieles además de las estrechas.
Alianza que se forjaron entre comerciantes y órdenes religiosas algunos de los
más poderosos comerciantes de Buenos Aires se relacionaban con el santo oficio
de la inquisición.

Las más grandes contribuciones religiosas que hacían los comerciantes se

realizaban en forma póstuma porque todos los comerciantes de buena posición
económica independientemente de los regalos que habían hecho la iglesia de su
vida querían que se hiciera misa por sus almas después de morir. Los
comerciantes Buenos Aires eran generalmente hombres vida externa. Imputados
motivos puramente económicos a la participación de todos los comerciantes en las
organizaciones religiosas sería cínico Porque algunos de estos hombres eran
también internamente piadosos preocupados por su propia salvación y por la de
su familia. Sin embargo su participación en las actividades dear iglesia y su
Alianza con la iglesia local les brinda importantes retribuciones sociales y
económicas. Los comerciantes y la iglesia se apoyan entre sí. Está proporcionado
salvación eterna y estatus social. Había diversos tipos de comercio informes
antipatías entre los grupos que se dedicaban a diferentes aspectos de esta
actividad. El grupo más prestigioso y poderoso de comerciantes era los que se
ocupaba principalmente del comercio mayorista de la colonia. Además de las
mayoristas y los minoristas la ciudad de Buenos Aires mantenía a un gran grupo
de mercachifles o mercaderes de bandola eran los vendedores ambulantes que
transitaban por las calles ponían puestos de ventas en los mercados públicos

Aunque los comerciantes de varias franquicias 1801 No tuvieron éxito en su

pedido de ser liberados es obligaciones más molestas y humillantes que se les
había impuesto servicio en la milicia de la colonia.

El servicio militar no siempre había sido considerado oneroso por el grupo de

comerciantes.

Finalmente se presentó una relación de los comerciantes y comisionistas de

España y el reino está lista preparada por los oficiales y miembros de la junta del
Consulado divide a los comerciantes. En tres grupos en orden de importancia
clasificado por su mérito y riqueza dentro de cada grupo. Los comerciantes que no
cumplían debidamente con sus deberes militares eran arrestados y encarcelados.

Como miembros del Cabildo los comerciantes cuencia ocupaban los cargos el
defensor de Pobres y el defensor de menores. Estos hombres servían como
guardianes oficiales de los Derechos legales de los respectivos grupos

Unidos en su defensa del comercio y los privilegios mandé para los comerciantes
la fila de los mayoristas realizaban más a causa de la fricción causada conceptos
del comercio lema de los límites del gobierno a la actividad mercantil y conflictos
de personalidad. La primera de estas controversias giro alrededor de los
esclavistas pequeño grupo que adquirió preeminencia económica y social durante
la década 1780.

Los comerciantes comercio tradicional luchando contra Romero áreas esclavistas

Durante los siguientes 20 años primero por el tema de los cueros y más tarde por
él de la importación de esclavos a la colonia barcosos extranjeros. El punto
principal subyacente estos prolongados conflictos era si el tráfico de esclavos o el
comercio Castellano más tradicional eran el comercio más importante en el área
del río dela plata. Los monopolistas veían en Romero y en su grupo no sólo una
amenaza a su comercio sino también una amenaza social, porque los esclavistas
eran, en su mayoría, hombres ambiciosos de los sectores más bajos de la
sociedad española que habían hecho fortuna en un comercio lleno de desastres
económicos..

Poco después de que alzaga ocupará el cargo el consulado se dividió en su

respuesta a la cédula real del 20 de abril de 1799 que abolió el comercio con
neutrales el comercio con neutrales 1 de la serie de políticas liberales de comercio
adoptadas para brindar salidas comerciales alternativas a las colonias
desvinculadas de España por las guerras europeas.

Los comerciantes porteños se identificaban estrechamente con la ciudad en la que

residían y pocos incluso entre los más exitosos en el comercio volvían España en
forma permanente A diferencia de los primeros comerciantes de Lima invertían
extensamente en propiedad inmobiliaria, eran dueños de sus casas, sus tiendas y
frecuentemente de otras propiedades urbanas y semiurbanas. Aunque podían
embargarle sus propiedades en caso de quiebra, los comerciantes porteños no
operaban como individuos que están de paso para mantener todos los activos en
estado de liquidez. Las tierras urbanas se consideraban una inversión conveniente
porque proporcionaban rentas regulares y podían usarse para fundar capellanías.
Además los comerciantes porteños se dan cuenta de que el crecimiento de la
ciudad aumenta constantemente el valor de la propiedad urbana

Como otros comerciantes en la América colonial los de Buenos Aires eran

frecuentemente elegidos por las organizaciones religiosas para asumir las
responsabilidades de mayordomo. Los comerciantes están por supuesto bien
calificados para manejar la propiedad de la iglesia que se desconfiaba. Para estos
cargos se elegía Generalmente a los comerciantes más prestigiosos y estos
cargos otorgaban más prestigio y mejor posición social.

Los comerciantes de Buenos Aires controlaban virtualmente el Cabildo local. Su

poder en el consejo de la ciudad hígado la estratificación social de Buenos Aires
porque estaban entre los grupos sociales y económicos más importantes de la
ciudad. En la ausencia de encomenderos o hacendados los comerciantes era más
prósperos y los que tenían fuertes relaciones comerciales en España ocupaban
los cargos próximos en la cima de la jerarquía social. Los comerciantes de Buenos
Aires aunque gozaban de poder y prestigio locales, no tenían virtualmente ningún
poder ni prestigio frente a todo el Imperio colonial o en la España Metropolitana.
Buenos Aires se consideraba un lugar de menor importancia perio: A su comercio
le faltaba la importancia del comercio de México o Perú. La expansión de los
saladeros hasta el lado de Buenos Aires, el mayor acceso al mercado brasilero, la
demanda inglesa y angloamericana de cueros, todo esto contribuyó a un rápido
ascenso en la valuación de la Tierra, una inversión que los comerciantes habían
evitado durante el periodo virreinal. Las 2 décadas independencia fueron testigos
del movimiento en gran escala de las familias mercantiles tradicionales a las
estancias, que compraban en la provincia de Buenos Aires compras que más
tarde se emplearon durante el gobierno de rosas.