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El proceso de diseño

Ing. Roy Acuña

Introducción

Se presenta de forma resumida los pasos que se realizan (a veces de una forma no muy
consciente y explícita) para desarrollar el diseño de los elementos que forman una
estructura y de la estructura misma.

1. Estructuración, materiales, dimensiones iniciales

El primer paso consiste en definir las características básicas de la estructura, a partir de


la forma que se quiere desarrollar.

En la propuesta arquitectónica ya está implícita generalmente una definición de la forma


de la estructura y de los materiales que van a ser utilizados en los elementos que la
componen. También se definen los tamaños de los elementos.

La estructuración consiste en la forma estructural que se adopta a partir de la


concepción inicial y de los materiales que se utilizarán.

En el caso de un edificio, definir la estructuración incluye decidir la ubicación de los


ejes estructurales, si la estructura principal es de concreto o de acero, si se van a utilizar
algunas paredes como parte de la estructura, si esas paredes son de mampostería o de
concreto, etc. Generalmente una buena estructuración se asocia a un buen
comportamiento de la estructura ante los eventos sísmicos; las condiciones de simetría y
regularidad ayudan a que la estructuración sea buena.

En el caso de una vivienda, definir la estructuración se relaciona con escoger la


ubicación de las paredes y con disponer los elementos necesarios para tener una buena
estabilidad. También se relaciona con la concepción del techo como estructura apoyada
en las paredes o como estructura de amarre para las paredes.

En cuanto a los materiales, en viviendas se puede escoger para las paredes entre
mampostería (bloques de concreto o ladrillos de barro), concreto, paneles prefabricados,
estructura liviana con doble forro, etc. Para el entrepiso se puede escoger entre losas,
viguetas (de concreto, de metal o de madera) con losa o con lámina de otro material. La
escogencia de los materiales puede determinar la necesidad de una estructuración
específica; por ejemplo, tener una losa en el entrepiso o no tenerla provoca que no exista
un amarre de las paredes y que la estructura pueda ser diferente.

Las dimensiones iniciales que se asignen a los elementos son necesarias para definir la
estructura, y deben ser determinadas pensando en las fuerzas que deben soportar y en
los desplazamientos que se pueden presentar ante la acción de las cargas verticales y de
las cargas horizontales. Si en los pasos siguientes del diseño se encuentra que las
dimensiones de los elementos deben ser modificadas, puede ser necesario replantear de
nuevo el proceso.
2. Cálculo de cargas

Después de definir la forma estructural y los elementos que la componen se realiza el


cálculo de las cargas que deben ser resistidas.

Se incluye la carga permanente o carga muerta, que consiste en el peso de la estructura,


de los acabados y de las instalaciones que forman la edificación o la vivienda.

La carga temporal o carga viva consiste en un valor calculado del peso máximo de
personas, mobiliario, materiales guardados, etc., que debe soportar la estructura por
metro cuadrado. Se toma el valor máximo calculado para la vida útil de la edificación,
que por lo general es cercano a 50 años. Es posible que nunca se alcance el valor
asignado en el diseño o que en algún momento sea excedido. El Código sísmico de
Costa Rica tiene un cuadro con los valores mínimos aceptables.

También se debe considerar los efectos relacionados con los desplazamientos


horizontales, como son las fuerzas provocadas por el viento y los desplazamientos del
terreno provocados por los sismos.

3. Análisis estructural

El siguiente paso consiste en realizar un análisis de la estructura para determinar las


fuerzas internas (fuerza axial, fuerza cortante y momento flector) provocadas por cada
una de las cargas verticales u horizontales.

Es necesario definir los tipos de apoyo que se van a considerar. Por ejemplo, en el
extremo de una viga, si el apoyo no permite que el elemento gire, se puede considerar
un empotramiento (caso de una viga de concreto apoyada en un muro), pero si el apoyo
es muy flexible y no restringe el giro, se puede suponer un apoyo simple (caso de una
viga metálica apoyada transversalmente en una pared con un perno de anclaje).

El análisis estructural puede ser realizado mediante un método aproximado, como el


método de coeficientes del ACI 318 para vigas continuas, por medio de tablas de diseño
si el caso de carga y los apoyos coinciden con los de la tabla, o a través de la utilización
de programas de cómputo específicos para análisis de estructuras.

El resultado del análisis de cada carga se compone de diagramas de las fuerzas internas
y de los desplazamientos. Los valores correspondientes a cada tipo de carga se
combinan para obtener los valores de diseño.

En caso de que los desplazamientos excedan los valores máximos aceptables, será
necesario devolverse al primer paso, modificar el tamaño de los elementos de la
estructura o modificar la estructuración misma.

También puede ser necesario modificar la estructuración si el resultado del análisis


refleja un comportamiento no deseado, como un movimiento en torsión excesivo en el
caso de un edificio, o deformaciones muy altas en una viga en voladizo en una vivienda.
4. Dimensionamiento de los elementos

Cuando la estructura se comporta adecuadamente, según el análisis realizado, se


procede a dimensionar los elementos estructurales.

Si se trata de una estructura de techos, se determina el calibre de los elementos (en el


primer paso se había definido si era tubo, canal atiezado RT, viga I u otra sección).

Si se trata de una viga de concreto, se determina la cantidad de refuerzo longitudinal y


transversal (aros) necesarios para resistir las fuerzas internas calculadas. En caso de
que la cantidad de acero sea excesiva o muy pequeña, puede ser necesario volver al paso
inicial y modificar las dimensiones de los elementos o la estructuración, para volver a
calcular las fuerzas mediante el análisis.

5. Conclusión

Se puede notar que el proceso de diseño puede requerir volver al primer paso cuando no
se alcanzan los resultados satisfactorios.

Es muy importante tener un conocimiento amplio sobre el comportamiento de las


estructuras y de los elementos para que la propuesta inicial sea adecuada y no haya que
replantearla.

En una vivienda, donde las paredes representan generalmente la estructura


sismorresistente, al determinar su ubicación de acuerdo con la distribución
arquitectónica, se está definiendo simultáneamente la estructuración. Por consiguiente,
estos primeros pasos resultan muy importantes para lograr un comportamiento
estructural adecuado.

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