SEMANA 7
Evaluación Psicológica
Infantojuvenil
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Lea esto primero. UNIACC, semana 7
Introducción
I. Evaluación Emocional
Desde los tiempos de las cavernas, el ser humano ha utilizado la expresión gráfica
para expresar lo que ocurre en su entorno, tal como acciones, situaciones de la
vida diaria, eventos relevantes, etc. (Hammer, 2008; Esquivel y otros, 2007).
Widlöcher (1965, en Esquivel y otros, 2007) plantea que el dibujo es un signo del
dibujante y del objeto dibujado. Cambier (1990, en Esquivel y otros, 2007) agrega
que su significación siempre considera la influencia del contexto histórico cultural
en el que se realiza. Philipe Wallon (1990, en Esquivel y otros, 2007) por otro lado
plantea que es importante estudiar tanto el producto como el comportamiento del
niño o joven que dibuja, por lo que es relevante que el evaluador vaya registrando
lo que ocurre durante la actividad gráfica, tales como miradas, gesticulaciones,
verbalizaciones, movimientos corporales, u otras conductas que permitan
comprender la significación del producto gráfico.
La relevancia del estudio de los dibujos, es que permite comprender los problemas
que para el niño o joven son importantes, abriendo la puerta a su mundo interno, a
su percepción de las relaciones, de las situaciones ambientales, etc.
Para la aplicación de las pruebas gráficas, debe contarse con hojas tamaño carta
o A4, lápiz grafito, lápices de colores, sacapuntas y goma. Luego de dar la
consigna para la realización de cada dibujo, a cada pregunta que el evaluado
haga, el evaluador debe contestar “como tú quieras”. Al finalizar el dibujo, se
realiza un interrogatorio respecto del mismo para obtener mayor información,
como por ejemplo: “Cuéntame sobre tu dibujo, ¿qué está pasando en este dibujo?,
¿qué nombre le pondrías a esta persona?, ¿qué edad crees que tiene?, ¿dónde
está?, ¿qué está haciendo?, ¿cómo se siente?, ¿qué crees que va a pasar
después?”
Dada su naturaleza libre, este test es el prototipo de una prueba proyectiva, pues
promueve que el evaluado tome todas las decisiones, fomentando una alta carga
proyectiva en la hoja en blanco. Ante una consigna como ésta, la persona en su
totalidad busca una manera de expresarse, y al no tener un modelo, el individuo
muestra su mundo interno, su espontaneidad, rigidez, destreza, creatividad, etc.
(Esquivel y otros, 2007).
consigna tiene como finalidad que la persona haga su mejor esfuerzo por
desplegar todos sus recursos, y queda implícito que se espera que no haga un
dibujo de palotes.
Esta prueba puede aplicarse de forma individual o colectiva, sin embargo siempre
es preferible la aplicación individual pues permite la observación conductual y las
verbalizaciones espontáneas del niño o joven. Sumado a ello, se ha observado
que el vínculo terapéutico es fundamental en el desempaño del niño y en la
interpretación de las pruebas (Esquivel y otros, 2007).
La riqueza del DFH es que puede usarse como una técnica para evaluar
desarrollo intelectual por un lado, y por otro para medir aspectos emocionales
(percepción de sí mismo). Para ambos casos, el evaluador deberá considerar
distintos indicadores, los cuales en el caso de la medición del desarrollo
intelectual, se encuentran detallados en su manera de puntuar.
ambiental, las cuales están representadas por la lluvia (Hammer, 2008). Es un test
que debe ser comparado con el DFH, y no debe ser aplicado solo.
Solicitar al evaluado que dibuje “una” familia y no “tú” familia, permite una mayor
proyección en el dibujo, más libertad y facilidad en la expresión inconsciente, al
tratarse de una familia que se aparta de la real (Corman, 2008).
Esta prueba tiene un gran valor diagnóstico, pues pueden pesquisarse adaptación
al medio familiar, conflictos intrafamiliares, rivalidades, aspectos emocionales y
vinculares, etc. El DF permitirá observar clínicamente cómo el niño percibe, desde
su subjetividad, las relaciones entre los miembros de la familia y cómo se incluye a
sí mismo en el sistema (Esquivel y y otros, 2007). Acá lo más relevante es saber
cómo el niño representa y conceptualiza la familia, más que cómo es la familia en
realidad.
Como parte del análisis de este dibujo, Corman (2008) plantea que es relevante
observar qué personajes están valorizados y cuáles devaluados. Esto se observa
de la siguiente manera:
a. Indicadores formales
b. Indicadores de contenido
Conclusión
Referencias Bibliográficas
Corman, L. (2008). El test del dibujo de la familia. Buenos Aires: Centro Editor
Argentino.
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