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DEFENSA

.-
XVIII

"Soy puesto para la defensa del


Evangelio". Filipenses 1:17.

--
LA NUEVA MORALIDAD

- _-,
Por
L. O. ENGELMANN.

INSTITUTO BÍBLICO
San J eronimito, Guerrero, México .

!'- -
.

EDITORIAL JOSE M. CAJICA JR., S. A.


19 Sur 2501
Puebla., Pue., Méx.
1972
INTRODUCCION

Vivimos en una época de mucho cambio. El pro-


greso material ha traído cambios en la manera de pen•
sa.r, pues se necesita un reajuste ante las condiciones
cambiadas. El aumento de la población ha traído cam•
bios en la manera de vivir, y todo junto ha traído un
espíritu de incertidumbre y de zozobra en las mentes y
en los espíritus de los hombres. Esto no sucede sólo lo-
Calmente; sino que abarca a todo el _mundo~ ..

Ciertos grupos se han aprovechado de esta situación


para intentar la destrucción de nuestro sistema social,
político y religioso.·· Los Comunistas han estado prontos
para meter sus ideas, atacando el "status quo", y abo-
gando por un nuevo sistema. Los Modernistas en sus
varias formas han atacado todo lo viejo; pero concen-
trando sus esfuerzos en la negación de las ideas cristia-
nas. La juventud ha prestado oído a los enemigos del
••sistema actual", y han resultado: jipis, motines, pro-
testas, pillaje, sabotajes, desfiles de protesta, asesinatos,
y otras formas de desafíos a la ley y la sociedad.

Las manifestaciones de este espíritu rebelde se ven


cada día en los muchos miles de niños que nacen cada
año fuera de matrimonio, en el inmenso aumento de ul-
. •.
e-

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trajes, en los robos, los asesinatos, en los viciosos ataques
en contra de la policía, en los adulterios, que han llega- Y(J}
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do en algunos países al grado de que un hombre ya no
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puede estar seguro de la castidad de su esposa.
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Se han levantado tres maneras de pensar acerca del
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pecado y de la ley.
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n La primera es, por supuesto, la bíblica, que, en po-
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cas palabras, dice que la rectitud del hombre consiste
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en obedecer a Dios y Sus santas leyes que son eternas.
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La segunda teoría es la que se llama ..Filosofía Play-
hoy", y que debe ese nombre al hecho de ser propagada
por un maga4ín así titulado. Según esta teoría, se niega
la inmortalidad y a Dios, y se enseña que el hombre de-
be comer, beber y gozarse, pues que esta vida es todo.
La moralidad de la persona, según ellos, es lo ·que a la
persona de que se trate le conviene o le gusta. · Esta
teoría es una modernización de la antigua filosofía gnega
ll~.mada el ''hedonismo''.

La tercera manera de pehsar sobre la moralidad. es


la que se llama "ética de la situación,.. Según esta teO-
ría, no hay una ley fija, sino que uno es su propia ley, ...__
-& •••

para hacer en cada caso lo que conviene. La atención


se dirije más bien al prójimo que a sí mismo. Si puedo
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servir a mi prójimo echando una mentira, entonces es

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asesinatos, Reto mentir, y sería pecado decir la verdad. Todas las
antiguas leyes de Dios, tales como los diez; mandamien-
UJ&. se echan en la basura.
wlxlde se ven
filE nacen cada De manera que tenemos tres actitudes básicas: ( l)
••WtJtn de ul-
Seguir lo que Dios mandó. (2) Seguir nuestros deseos.
w ioso6 ataques Y ( 3) Seguir lo que conviene al prójimo, sin hacer caso
que han llega-
de los mandatos de Dios. La primera es la Cristiana; la
llombre ya no
segunda es egoísta; la tercera es mundana, basada en el
aplSl
humanismo.

Las últimas dos teorías tienen mucho en común. Las


dos rech~an tanto los diez; mandamientos, como la exis-
tencia de leyes humanas fijas. Las dos tienden al anti-
consiste nomionismo, y al nihilismo, que no acepta ningún go-
eternas. bierno, dejando que cada persona haga lo que le parez;-
ca bueno. Las dos dejan al individuo resolver qué es
lo justo, y qué va a hacer. Las dos levantan rebeliones
en contra tanto de la Biblia y las Iglesias como contra
los gobiernos civiles. Las dos niegan la idea cristiana
de pecado y de la soberanía de Dios.

Estas dos teorías también se parecen en que tratan


de cambiar palabras antiguas por nuevas, para suavizar
sus ideas. Por ejemplo, al adulterio le llaman ..sexo ex-
tramarital", y a la fornicación le llaman ..sexo premari-
tal". Es de moda para todas las filosofías que sus adep-
esta too- tos inventen palabras nuevas para expresar sus ideas,
propia ley, siendo estas muchas veces términos nuevos que expre-
- la atención san exactamente lo mismo que las palabras viejas que
Si puedo dejan. Las dos ideas apelan a la ..libertad individual"
es como derecho suyo.
El propósito de este libro es el considerar estas tres
actitudes, para ver cuál es la mejor y la correcta. .Pue-
do decir desde luego que el que esto escribe es Cristia-
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no, y que acepta la Biblia como la santa Palabra de
¡r:·, Dios, verbalmente inspirada y eterna.
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CAPITULO l.

LA POSICION CRISTIANA

Muchas calumnias han salido en los últimos año3 a


cerca de la persona de Cristo. Se le ha llamado un so-
cialista, aunq~e . El .reconocía el derecho de propiedad par-
ticul~. Una de. las más recientes acusaciones. ~n contra
de. Cristo ·die~ que él fue un rebelde .que se oponía a ··1o
establecido... CiertaiDente, El se opuso a ciertas malas
prácticas, y a _los Fariseos y Saduceos y Escribas que vio-
laban el espíritu de la Ley de Dios. Pero nunca fue re-
beide a la. Ley. Dijo que la Ley es eterna. (Mateo S:
17-18). Es de moda decir hoy que el Antiguo Testa-
mento presentaba la Ley, pero que el Nuevo Testamen-
to abrogó la Ley y nos puso bajo la gracia. Esto es
mal entender. la Biblia. Nadie jamás se salvó guardan-
do la Ley. Antes de darse la Ley por Moisés ya era
malo matar (como vemos ~ el caso de Caín y Abel).
Y era malo violar cualquier punto de la Ley. La Ley
es la expresión de la voluntad divina, y nunca cambia.
Se dio la Ley a Moisés para que nadie se quedara en
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• aEL
&ktada.la
dudas de lo que es recto y lo que es malo. La ley ex,
presa la voluntad de Dios. Esta Ley todavía está en
vigor, y violarla es todavía pecado.

..... Pero, aunque la pena por violar la Ley es muerte,


t: y muerte eterna, Dios sabía bien que el hombre es pe,
;· cador desde su nacimiento, y que ninguno sería perfecto
en su obediencia. De modo que nos dio el Evangelio,
1 .. que nos ofrece la salvación por fe en Jesús. En la sal,
...,~,¡!. vación entra el perdón del pecado por la sangre de la
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cruz; pero entra también el nuevo nacimiento, en el cual
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Dios nos da una nueva naturaleza y nos hace Sus Hijos.
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Abarca también la redención del mundo físico, para eS'
tablecer, cuando Cristo vuelva, el Reino. de los Cielos
aquí. Pero, lo que es más importante para nuestro caso,
nos dio el Espíritu Santo para morar en el cuerpo del
Creyente, para ayudarlo a obtener una vida nueva d~
justicia.

Y esta morada del Espíritu en nosotros es la clave

•. ,.
de la moralidad Cristiana. (1 Tim. 1:8,9; Heb. 10:16;
Rom. 3:31; 10:4; 8:9; 8:14; I Cor. 3:16; Gál. 5:18).

Aquí tenemos el centro de la Ley y de la moralidad


cristianas. El que es guiado por el Espíritu no está bajo
la Ley. Pero el inconverso, que no es guiado por el ES'
píritu Santo porque no Le tiene morando en su cuerpo, sil
está bajo la Ley. Y bajo la Ley en todas sus partes.
Hay 637 mandamientos en la Ley de Moisés, no sólo
los diez mandamientos que son sólo el centro. Y el hom-

12

lt
bre que no es guiado por el Espíritu está obligado a
cumplirlos todos. Y si en un punto peca, es culpable
de toda la Ley. (Sant. 2: 1O) . Y la paga del pecado es
la muerte. {Rom. 6:23).

Esta restricción de la libertad de la Ley para los


Convertidos, para los que son guiados por el Espíritu,
tiene sus ~nes.

En primer lugar, el inconverso es incapaz de juz.gar


qué es lo justo y lo que no lo es. Tiene la naturaleza
de pecador, heredada de Adán. Y ha crecido en un
mundo malo donde, desde la niñez, ha sufrido una "'la-
vada de cerebro" por las ideas y las actitudes mundanas.

En segundo lugar, es imposible que un mortal com-


prenda la mente divina. Es como esperar que un perro
entendiera los pensamientos del hombre. El perro ve a
su amo escarbar en la tierra, y piensa que busca un hue-
so enterrado. Y no sabe por qué el hombre no se acuer,
da dónde enterró el hueso.

En tercer lugar, aún cuando el hombre sabe qué es


lo recto, su voluntad es débil; y es la voluntad la que
generalmente determina la acción.

En cuarto lugar, somos hijos de Adán; y nuestras


mentes y nuestro poder de razonar son falibles. Nece-
sitamos la dirección del Espíritu Santo para ver la Ver-
dad. El hombre natural es egoísta y egocéntrico. Sus
juicios son inconscientemente basados en nuestro propio
punto de vista. A esto se debe que hay tantos pleitos

13
entre hombres y naciones que se creen justos. Cada
nación está plenamente convencida de que tiene razón
en la lucha. Las mentes de los inconversos incapaces de
j~gar lo recto y lo malo.

En quinto lugar, la gente inconversa no tiene cono-


cimiento de la Biblia. He oído citar la Biblia de ma-
nera que da risa. Textos que no están en la Biblia se
citan con toda la seguridad de un oráculo. Y es una
ley bien conocida y aceptada entre los abogados y jueces
que nadie es capru; de juzgar de una ley si no la conoce.

Una ramera dijo, con sorpresa: ..Yo no soy mala.


Nunca he cometido el pecado imperdonable; nunca me
~F he pintado la cara". Desconociendo la Ley de Dios, se
¡L , creía justa.
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Pero para los Cristianos, para los que. se han rendido
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a Cristo de corazón y han nacido de nuevo, de modo
que el Santo Espíritu mora en ellos para dirigir su vida,
para ellos es válida la nueva moralidad. Para ellos dice
la Biblia que del amor a Dios y el amor al prójimo de-
penden t<XIa la Ley y los Profetas. De esto hablare-
mos más en otro capítulo.

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Cada

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de roa-
Biblia se

CAPITULO II.

LA NUEVA MORALIDAD

--su vida,
dios dice
prójimo de-
Los que proponen la llamada "nueva moralidad", que
es más correctamente llamada la "ética de las circuns-
tancias", son básicamente rebeldes contra lo que ellos
llaman el "establecimiento", el sistema social, político y
religioso en que vivimos. En parte se debe a una reac-
.-o hablare- ción contra el extremismo de los puritanos y de la edad
victoriana. Porque unos 'se han ido al extremo del le-
galismo, ellos reaccionan al otro extremo y se acercan al
antinomianismo.

Platícase que había en la antigüedad un estrecho don•


de los barcos pasaban entre dos peligrosas rocas. Y
como la una se veía muy peligrosa, no se fijaban los ma-
rineros en el peligro de la ·otra, y a menudo se estrella-
ban contra ella perdiendo el barco y la vida.

15
De igual manera, el extremismo de algunos ha lleva-
do a algunos, especialmente jóvenes, a irse al otro ex•
tremo.

Hasta aquí podríamos extenderles nuestra simpatía.


..
-· ..j

-.--
Pero entra otro factor: como generalmente son inconver•
sos, y como siempre son ignorantes de la Biblia y de la .-a•
'" Ley divina, su extremismo es un desastre. Cuando no
ft''' hay ley superior, resulta desorden y caos. En todas las 5 a.·'~
cosas se necesita ley. Me acuerdo del supremo desor• aiiiK el
l'
11'
den aquí en México durante la revolución, cuando no
había gobierno federal, sino que muchos ejércitos y ga,
~~ villas se disputaban el mando.
f

1'
¡:
Les propongo a mis amables lectores una ilustración
sencilla, pero entendible para los Latino-americanos. Es-
tá muy extendido el juego de futbol entre nosotros. Tie•
ne sus reglas, y sus jueces para ju~gar de las infraccio-
~

.....
......-
ii(aola
nes a esas leyes. Ahora, supongamos que algunos juga-
dores no estén de acuerdo con los fallos de los jueces,
y se resuelven a jugar sin reglas, cada jugador haciendo
lo que él cree mejor, lo que él quisiera. ¿Cómo saldría
....
4 .-
tiDJD aa

.......
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a

el juego? Estoy seguro de que no se terminaría el jue•


go en p~ y orden. Como cada uno ponía sus reglas
propias, habría peleas entre los que tuviesen opiniones
..........
.-a el

diversas. b~
Así es este mundo. Hay cosas que no nos gustan,
pero necesitamos leyes. Un mal gobierno es mejor que
ninguno. Por eso manda la Biblia sometemos a los go-
biernos humanos, aún a los malos. (Rom. 13:1·7; Tito
3: 1; 1 Pedro 2: 13) .

16
•;¡•IDOS ha lleva- En un juego de pelota hay pocos jugadores, pero si
otro ex- cada uno pudiera reali2<ar sus ideas de como quisiera
jugar y lo que desea hacer, el resultado sería el desor-
den y la riña. En este mundo hay miles de millones de
seres humanos, cada uno con sus propias ideas de cómo
debe manejarse la sociedad, y cuáles son los remedios
para los males y para los problemas. Lo sorprendente
es que no hay más guerras y enemistades y desórdenes.
Siempre, y en todo, se necesitan reglas y leyes fijas para
evitar el caos.
Cuando los marineros salen a alta mar, no hay le-
treros que les señalen sU camino para cruzar el océano.
Por miles de kilómetros no se ve ni tierra, ni árbol, ni
nada sino sólo agua y cielo. Para guiarse, estudian las
estrellas. Hay ciertas estrellas fijas, que no cambian de
lugar mes tras mes, y año tras año. Para nuestro he-
misfero la principal es la estrella del norte. Ella está
arriba del polo norte, y nunca cambia de posición. Cuan-
do yo era muchacho fui por un tiempo marinero, y
aprendí a conocer esa estrella. Y por toda la vida me
ha servido. Donde esté yo, puedo saber la dirección que
debo seguir viendo a las estrellas. La estrella del norte
para el alma es la Ley de Dios. Fijando en ella nues-
tros ojos, no erramos.
La mente humana es falible; se equivoca. Cuando
yo era estudiante, en mi segundo año univeriitario, me
1106 gustan, encantaba la filosofía. Había rentado un cuarto en una
es mejor que casa particular donde había ocho estudiantes mas, todos
·a los go- amantes de la filosofía. Desde la mañana hasta media
13:1,7; Tito noche discutíamos las varias filosofías, desde las antiguas
de los Griegos, hasta las más modernas.

17
Un día me di cuenta de que, aunque comenzaban
más o ·.menos de acuerdo, pronto se separaban, y termi-
......
.-
naban muy distintos uno del otro. Y cada uno, estu-
diando solo, parecía tener ~n. Entonces me di cuen-

r
¡¡d·
ta de que la mente humana no es infalible, sino que se
equivoca. Las filosofías cambian de época en época, y
casi de año en año. Una se hace de ''moda" por un
......
''': tiempo, y luego cede su lugar a otra nueva. Sólo la
ri''
¡,
,, Ley de Dios es permanente y no cambia. Es nuestra
,. "estrella del norte".
1

La moralidad cristiana se basa en esta permanencia.


El Cristiano acepta ciertas verdades:

1, Que hay un Dios, Creador y sustentador del uni-


verso.

2, Como Dios ha establecido las leyes de la naturaleza~


la violación de las cuales trae castigo, así también ha
dictado las leyes espirituales, cuya violación trae pena.

Nuestra cocinera en el Instituto Bíblico tiene una


gata bonita. Una noche se fijó en una avispa, y resol-
vió comérsela. Le puso una mano, y luego fue brincan-
do como loca cuando la avispa le picó. Pero siempre
volvió a la avispa, y se .la comió, algo a la carrera, Pero
a la avispa no le gustó su nuevo lugar en el estómago
de la gata. Y la gata, sintiendo los piquetes dentro de sí,
fue bailando y echando maromas en el suelo, hasta que
al fin vomitó la avispa, la cual siguió su camino.

Cuando uno trata· de salir de su esfera, y ·viola la

18
ley, sea natural o sea espiritual, la violación de la ley
trae su pena.

3, Las leyes de Dios son eternas, inmutables.

4, El hombre necesita algo permanente a que adherirse,


por un es decir, una autoridad suprema. Reconociendo esto, los
Sólo la hombres por toda la historia han tratado de formar un
Es nuestra gobierno supremo, internacional, que gobernara todo el
mundo; y han fracasado, y fracasarán hasta el fin, cuan•
do venga Cristo a reinar en este mundo. Nabucodono-
sor y los Romanos trataron de lograr esto por la fue14a,
la conquista. Y muchos les han seguido el ejemplo, en·
tre ellos Carlomagno y Napoleón. Otros han tratado de
del uni- lograrlo por la diplomacia, como Wilson y Roosevelt.
Todos fracasaron, y todos fracasarán, porque el hombre
es hijo de Adán, pecador, y sus leyes no tienen la per-
manencia de las de Dios. La Btblia nos presenta una
autoridad permanente.

5, La ausencia de gobierno supremo y de leyes superio-


res y fijas trae desórdenes y guerras. Ejemplo bíblico
es el período de los jueces cuando no había gobierno cen•
tral, y ..cada uno hacía lo que era justo en sus ojos".
Cuatro siglos de desórdenes.
6, Dios tiene en la Biblia una ..nueva moralidad" para
los salvos. Siendo uno salvo, y con la nueva naturaleza,
y siguiendo la dirección del Espíritu Santo, es libre de
la Ley, y puede aplicar a cada caso la ..ley del amor".
El inconverso no está preparado para ello, y para él si·
gue en vigor la Ley en todas sus partes. No se da a
un niño una pistola, ni un cuchillo filoso. Estos. obje·

19
tos son para la gente grande. Y aunque el niño llora,
el padre sabio le niega sus deseos.

7, Creemos en la sabiduría de Dios. Aunque no po-


., demos, como humanos, entender por qué Dios hizo tal
o cual ley, creemos que El tuvo sus razones, y acepta-
1:
'!.
mos Su Ley. A veces uno que maneja un carro llega
;¡: a donde hay un letrero que dice: Precaución. Peligro. Y
"'
! no puede ver ningún peligro. Siente la tentación de se-
guir con toda velocidad, algo molesto por la señal de
peligro donde él no lo ve. Pero el hombre sabio ra-
zona: ''Los ingenieros que hicieron este camino saben
más que yo acerca de él. Y si ellos dicen que hay pe-
ligro, es probable que lo haya aunque yo no lo pueda
ver". El hecho de no poder ver el peligro hace más ne-
cesario andar con precaución. Así pasa con la Ley divi-
na. Si yo no entiendo el por qué de una Ley divina,
me acuerdo que Dios sabe más que yo, y ve el peligro
donde no lo veo yo.

Cuando yo era niño, entraron en mi pueblo las pri-


meras bicicletas y mi padre y mi hermano mayor com-
tE a••• - -·
praron unas. Supieron que el presidente de la repúbli-
ca pronunciaría un discurso en Lansing, a poco más de
cien kilómetros de nuestro pueblo, y resolvieron ir a
oírlo. No había caminos en aquellos tiempos, y siguie-
ron una vereda que comunicaba varios pueblos. En un
pueblo se les dijo que siguieran cierta vereda y que se
cargaran a la derecha. "El camino al lado izquierdo les
parecerá mejor, pero no lo tomen", dijo el hombre que
les indicó el camino.

Siguieron la senda marcada, pero después de unos

20
kilómetros mi papá se fijó que la senda al lado izquier-
do era más plana, y se cambió a ella. De repente esa
vereda llegó a un precipicio, y no pudiendo detenerse
mi papá se vino abajo. Mi hermano lo halló tendido sin
sentido, aunque no gravemente herido. No siguió las
instrucciones porque no veía el peligro.
8, Hemos visto muchos esfuerzos humanos para mejo-
. rar el mundo; todos han fracasado, y todos fracasarán,
porque el hombre es pecador, y con el corazón expuesto
al mal. No hay gobierno cristiano en el mundo. Pocos
convertidos trabajan en los gobiernos. Un reino se co-
rrompe porque el rey y sus consejeros son inconversos,
pecadores. Hay revolución, y se establece una democra•
cia. Pero los que controlan tampoco son santos, y do-
mina el cohecho y el abuso. Hay otra revolución, y se
establece una oligarquía como en los países comunistas.
Pero ellos tienen pecadores en el mando, y la pobre gen·
te es oprimida por la tiranía y el abu...c:o. Es un círculo
VICIOSO. No hay gobierno justo en el mundo, ni podrá
haberlo mientras los hombres sean pecadores.
El gobierno ideal sería el de un rey todopoderoso,
todosabio, y todosanto. Todosabio para poder establecer
leyes justas; todopoderoso para hacerlas cumplir; todo-
santo -para no abusar. En esta época humana no tendre-
mos tal rey. · Pero cuando Cristo venga en la nube para
gobernar el mundo, entonces tendremos un Rey todo-
poderoso, todosabio- y todosanto. Y será -una época glo-
riosa, de paz, prosperidad, orden. Y aunque los Moder•
nistas de la nueva moralidad usan mal la palabra shalom
(Hebrea para ''paz"), en esa época habrá el "shalom"
que ellos buscan, además de la paz mundial.

21
Mientras tanto, es necesario resignarnos con un mun·
do imperfecto, malo. Debemos estar sujetos a los go-
biernos, sabiendo que un gobierno malo es mejor que
ninguno, y que no hay un buen gobierno. Y debemos
trabajar para traer a los hombres a ··nacer de nuevo",

~"'•\
1
a entregarse a Cristo para que reciban la nueva ·natura•
le2;a, y tengan al Espíritu Santo morando en sus cuer·
pos; sí, debemos trabajar para llevar a los hombres por
t'
!'
L
el camino de amor a Dios y al prójimo.

Uno de los argumentos de los que abogan por la Nue•


va Moralidad es que las Iglesias no son lo que deben ser,
y que por lo tanto no debemos seguir las reglas de las
i Iglesias (o, como suelen decir, de ••1a Iglesia"). Esta•
.!
1
mos de acuerdo. Los verdaderos Cristianos también ne•
gamos el derecho de las Iglesias para legislar y estable·
cer reglas. No debemos obedecer a nuestra Iglesia sino
a Dios. Cada uno es responsable directamente ante Dios
por sus acciones y actitudes. Y por lo tanto, cada uno
debe leer con cuidado, y continuamente, la Biblia, para
ver qué dice Dios. El es el Jefe, el que hizo las verda·
deras y eternas leyes. Y a El daremos cuenta un día.

Las leyes hechas por Iglesias son cambiables, pues


las Iglesias se componen de hombres frágiles y pecadores.
Las Leyes de Dios son eternas e inmutables.
Hay quienes sostienen que debemos· descartar la ley
divina, porque muchos, en su apoyo a esta ley, han lle·
gado al extremo en su interpretación literal y en su lega•
lismo. A ellos diré que reconozco . algo de verdad en
su acusación; aunque muchos se apoyan en este argumen·

22

¡i
¡:
con un mun- to como pretexto para poder desobedecer la Ley. Pero
j bitS a los go- si bien hay quienes han llegado al extremo de legalismo,
no debemos ir al otro extremo hasta desechar la Ley.
Pues sin la Ley nos quedamos en el caos. Los multipli-
cados desórdenes de nuestros tiempos son prueba de ello.

también ne•
y estable-
Iglesia sino
•MDte ante Dios

IAI-=a:Jrtar la ley
han lle-

23
M &i 11.
CAPITULO 111.

LA ETICA Y LA ESCATALOGIA

Cabe aquí un corto capítulo sobre la espe~a. tan-


to del Cristiano individual como del mundo. !la Di- ·ti
La Biblia es un libro de profecía. Está llena de pro-
fecías, de la primera venida de Cristo, y de Su Segunda
Venida, y acerca de los gobiernos del mundo y su futuro.
No me meteré en discusión minuciosa de los aconte-
cimientos de los últimos tiempos, puesto que el Herma-
no Moisés Arévalo está preparando un libro sobre este
asunto, y esperamos tenerlo en la Serie DEFENSA pron-
to, si él lo permite.
.,_. 1
Pero la Palabra de Dios no nos deja sin esperama,
en un mundo malo y perverso. Dios ha prometido la
salvación a las personas que acepten a Cristo como su
-••R al

24
Rey, y esta salvación abarca una vida futura de felici·
dad y gozo perpetuo en un mundo purificado por el fue•
go y hecho nuevo. Este mundo nuevo, descrito en nu•
merosos capítulos de la Biblia, especialmente se presenta
en Isaias 35, capítulo tan amado de los Redimidos.

Pero también ha prometido una época de paz uni·


versal y de orden y prosperidad en el mundo. Cristo
vendrá desde el Cielo con poder y establecerá aquí su
..Reino de los Cielos", en que El, todosabio, todopodero-
so y todosanto, gobernará, y no habrá maldad ni tenta•
ción. Para detalles de este Reino de los Cielos, reco-
miendo a mis amables lectores lean mi librito, DEFENSA
IX: EL REINO DE LOS CIELOS. Aquí basta decir
que Dios tiene preparado para los Suyos un futuro fe·
liz y próspero. Uno de los errores de los de la Nueva
Moralidad es que quieren la perfección inmediata, en
nuestros tiempos, en lugar de esperarla en el tiempo del
Plan Divino.

Hay defectos en nuestro ••sistema." actual, o más


bien, en los varios ..sistemas" que existen en distintas
partes del mundo. Pero no debemos cortamos la nari.z
porque en ella .tenemos come.zón. Los esfuerzos humanos
s0n deficientes y débiles; nunca llegarán a lo que deben
ser. · Pero tengamos paciencia;· Dios ha hecho Su Plan
de las Edades, ·y al llegat el tiempo, establecerá el orden
y la justicia.

sin esperanza, Hacer una revolución, y negar la Santa Ley de Dios,


la prometido la aunque tenga éxito tal revolución, sólo pondrá .en poder
a Cristo como su a otros pecadores para otro ..sistema" malo.

25
El plan de Dios para el debido control de la sociedad
y el ..sistema" es la conversión de los individuos por me-
dio de la predicación del Evangelio, de modo que el hom-
¡¡ bre, con corazón y voluntad cambiados, quiera hacer Su
voluntad, lo justo. Para los que aceptan ·a Cristo como
~·. su Rey y Salvador, la Ley no es imperativa, sino que
~~
~;·
tiene libertad para adaptar la Ley a cada caso. Pero
el inconverso, no teniendo la ayuda del espíritu Santo,
frl.·'
!ti
'l;
es incapa.-4 de ju2;gar bien lo que conviene, y por lo tan-
~~ to está todavía bajo la Ley en todas sus partes.
il:
il
"i
1 El Cristiano es gobernado por el amor a Dios y al
; ~
prójimo; el inconverso no entiende lo que es el verdade-
li ro amor, y es gobernado por su propia naturale2;a peca-
t' minosa, y por su capricho. Para poder ·realmente cono-
cer el amor de Dios y del prójimo, y para j~garlo es
en cada caso conveniente, el hombre pecador tendrá que
nacer otra ve.2;, desde arriba. (Juan 3: 3, 5) .

Decir que el Cristiano es libre de la Ley no equiva-


le decir que tiene derecho de hacer mal. El que ama
no quiere hacer mal. El que ama a Dios no abandona-
¡ rá los cultos, ni blasfemará Su santo riombre. El que
l
1 ama a su prójimo no le robará su mujer, ni le hará daño
i
alguno. El que ama a su prójimo no le negará ayuda
cuando la necesite. En el amor a Dios y al prójimo se
cumple toda la ley. De modo que el Cristiano, nacido
de nuevo, siguiendo la dirección del Espíritu Santo, no
está bajo la Ley. Pero esta libertad es para los Cristia-
nos, no para los inconversos, quienes · son incapaces de
gobernarse a sí mismos.

26
CAPITULO IV .
. . . . . a Dios y al
es el verdade·

LA MORALIDAD Y LA SALUD

Dijo un doctor: ..Los hombres no se mueren; se ma•


tan a sí mismos". Hay una base de verdad en esto, pues
existe una relación muy estrecha entre nuestra morali•
dad y nuestra salud. La Biblia manda guardar los Man·
damientos .. . . . . para que se alarguen tus días .... ,,
(Deut. 5:16). Dijo un anciano: ••Mi experiencia es que
mi salud física está en exacta escala con mi salud moral
y espiritual". Cierto que la vida y la muerte son cosas
espirituales, pero también son carnales.

La ciencia moderna confirma esta verdad. En gran•


de parte la condición del cuerpo depende de la mente y
del espíritu. Hace algunos años asistí a una convención
de siqtiiatra,s. Un conferencista, famoso siquiatra de Nue-
va ·York,· dijo; ••El noventa por ciento de los que me

27
consultan no necesitarían mi ayuda si fueran a la Igle-
sia y se arreglaran con Dios".

La mayoría de las enfermedades no vienen repentina-


mente, como un rayo del cielo azul; el camino de ellas
se ha ido preparando por muchos años por una dieta mala,
la intemperancia, el exceso de trabajo o de juego, los con-
flictos morales, los pecados, los malos pensamientos. T o-
r·· memos unos ejemplos:

r El enojo levanta la presión de sangre y hace andar


más rápidamente el pulso. Hay una pequeña glándula
en el cuerpo, que echa en la sangre un veneno cuando
la persona sufre trastornos mentales como el enojo, la
congoja, la tristeza, y otras cosas semejantes. Se au-
menta la respiración, la cual se hace más rápida; el co-
.....
razón late furiosamente; la presión de la sangre aumen- -¡. se
ta; el cuerpo tiembla; la mente se pone confusa; todo
el ser se descompone, porque el pequeño líquido que esta
glándula vierte en la sangre es un veneno. Una vez,
nos puede sacar de un apuro. Pero repetido, o prolon-
gado, produce males en el cuerpo.

Dijo un doctor: ..La vida mala envejece el cuerpo,


así como la regeneración espiritual le hace al hombre sen-

-· . .
tirse diez años más joven. El cuerpo registra los efec-
tos del comportamiento del que lo ocupa". · Esto es cier-

···--
1'
¡
!:
to, pues la rebelión contra Dios causa zozobra de cuer- ....-...
po, y la paz con Dios trae paz y quietud de espíritu.

....
Consideremos un momento la templanza en el comer,
1 en el trabajar, en el jugar, en el dormir. Los holgaza-
h nes sufren por su flojera. Es bien sabido que los atle-
!'
28

.[.
'!'
tas, para tener fuena, hacen ejercicio y no se quedan
acostados en la cama. Jugar la lotería o las carreras de
caballos no hace fuerte el cuerpo, aunque así lográsemos
WDt:n repentina- hacemos de dinero para vivir. El tratar de ganar algo
canñno de ellas sin pagarlo contamina la constitución humana. Nadie
. a dieta mala, puede descartar el mandamiento: ..Seis días trabajarás .... "
a juego. los con- (Ex. 20:9) sin sufrir como pena tener cuerpo debilitado.
. To-
Y por otra parte, el trabajar en exceso también trae
consecuencias funestas en el cuerpo. Ulceras de estóma-
go y de intestinos son sólo uno de los resultados de en-
tregarse en demasía al trabajo. Es tan fácil para un
hombre pavimentar su camino al hospital como al In-
fiemo.

Hace poco un doctor me dijo: ..Sr. Engelmann, la


mejor medicina para Ud. es el buen sueño".

Igualmente el comer es malo en exceso o en su fal-


ta. Bien sabido es que el hambre mata. Menos sabido
es que también mata el comer demasiado. Leí en ·estos
días sobre un negociante Norteamericano que tenía una
enfermedad de las coronarias (del corazón). Un grupo
el cuerpo,
de especialistas que lo examinaron hallaron que la causa
allx>mbre sen- era que por muchos años había tragado sus alimen,
los efec- tos a la carrera, sin darse el tiempo adecuado para la
digestión. Su estómago demandaba sangre para la di-
gestión. pero a la v~ su cerebro y sus pies exigían san,
gre para el trabajo. La lucha al fin le llevó cerca de la
muerte.
m el comer,
Los holga.za- Un doctor dijo que la mitad de la gente que le es-
que los atle- peraba en la sala de espera podría irse desde luego a

29
\

sus casas si sólo se propusieran comer y dormir con re-


1 gularidad. Lo malo era que ellos preferían sus píldoras
1' a una reforma de sus vidas.
¡t La alta presión de la sangre, que últimamente ha
llegado a la atención pública, a menudo es una expre-
sión física de una alta presión moral. Una clínica en
Boston informó que más de la mitad de los casos de ar-
r
[
tritis tienen su origen en un conflicto moral o espiritual.
Podríamos seguir hablando del efecto del cigarro en
el cuerpo, que causa cáncer de labios, de garganta y de
pulmón, debilidad y enfermedad del corazón, y otros ma-
les que llevan a la muerte. Podríamos hablar de los efec-
tos del alcohol, que son bien conocidos. Podríamos ha-
blar del inmenso número de accidentes de tránsito cau-
sados por la embriaguez, por aflicciones morales y pensa-
mientos indebidos.

Pero, en el mundo actual, en el que la infame ..píldo-


ra" ha llevado a muchos a abusar del sexo, es necesario
mencionar el resultado de la .. libertad" sexual de nues-
tros tiempos. El descubrimiento de la penicilina como
remedio de la sífilis (enfermedad de la sangre) y de la
~: píldora que impide la concepción de hijos en la mujer,
han hecho creer a muchos, especialmente a los jóvenes,
que podrán gozar del acto sexual sin peligro de enfer-
medad venérea y embarazar a la muchacha. El resultado
ha sido un inmenso aumento en el número de niños ile-
gítimos y de personas infectadas de sífilis. Las Leyes de
Dios no se pueden violar impunemente.

Las enfermedades del cuerpo · están íntimamente rela-

30
y .bmir con re- cionadas con nuestros pecados. El cuerpo responde a
una conciencia buena o mala. Dijo un doctor distingui-
• • • sus píldoras
do: ..No hay reforma física sin reforma moral".

Hay quienes, sufriendo de un complejo de inferiori-


dad, se defienden con su jactancia. Hay los que, con
un complejo de persecución (creyéndose maltratado por el
mundo) echan la culpa de sus males en un partido polí-
tico que predomina en el gobierno civil, en la ..Iglesia",
en el ''sistema" actual. Si en el extremo contrario, esa
persona se cree un Napoleón, es llevada al manicomio;
si no se muestra peligroso, sigue libre, molestando a la
y otros ma- demás gente.
11111~de los efec-
Podríamos ha- Dijo el Dr. Sladen, (director del hospital Ford en
de tránsito cau• Detroit, con 140 doctores bajo su mando), en una con-
worales y pensa• ferencia frente a una reunión de cirujanos en Pittsburg:
''Caballeros, en un día como éste, cuando en todo nues-
tro alrededor vemos a los hombres fracasar, necesitamos
en la medicina algo que no se puede comprar en la far·
,macia en la esquina: necesitamos asimos firmemente de
Dios". Siguió diciendo que él y otros nueve cirujanos
habían sido nombrados por el gobierno federal para for-
mular die4 ..leyes de salud" para el pueblo norteameri•
cano. Por die4 días alegaron, y al fin uno dijo, ..To-
memos las bienaventuramas de Cristo. Las disminuimos
a nueve, y cambiamos sólo la palabra "bienaventurados"
para ser "de buena salud". Y allí teníamos nuestras re•
glas de salud. ..De buena salud son los mansos". "De
buena salud son los limpios de cora4án". "De buena sa•
lud son los pacificadores ... " ..De buena salud son los
rela- que tienen hambre y sed de Dios .... " (Mateo 5) .

31
••pero", me dijo una señorita: ••Mi cuerpo es mío, y
si le quiero hacer daño, es asunto mío. A nadie más
le importa si quiero hacer cosas que destruyen o dañen
mi cuerpo, que es netamente mío".

¡Qué insensate.z! Si ella se enferma, ¿quién pagará


el médico, al hospital, la curación? ¿El gobierno? El
gobierno paga con lo que obtiene de la gente por impue&-
tos. Y ¿con qué derecho esa muchacha hace cosas que
la gente, el público, tendrá que pagar? Nadie vive para
sí, y ni siquiera puede morir para sí solo. Pues alguien
tiene que enterrarlo. Si una muchacha se queda encin-
ta, ¿quién pagará el nacimiento del niño y su sostén?

••Pero", dice ella. ••¿Qué hay de mi libertad?" La li-


bertad no es el derecho de hacer lo que uno quiera; abar-
ca también las consecuencias. Uno es libre para actuar
tontamente siempre que esté uno dispuesto a aguantar
las consecuencias y siempre que no afecte a otros. Como
dijo un antiguo maestro mío, ••Tengo derecho de hacer
bien, pero no de hacer mal". Esta es la verdadera li-
bertad. Por ejemplo: cuando era yo muchacho, allá en
el rancho, lejos de otra gente, llevaba pistola y tiraba
donde yo quería. Pero ahora vivo en la ciudad, y hay
ley que prohibe disparar armas, porque con ello podría
matar a mi vecino. Siempre la libertad tiene, y tiene
que tener, sus límites.

Alguien preguntó al famoso siquiatra, el Dr. Karl


Menninger, qué debía hacer si viera que estaba cerca de
un colapso nervioso. Su contestación fue: ··cierre la
puerta con llave, vaya al barrio de los pobres, y busque
gente que necesitan ayuda. Trate de ayudarles a éstos

32
i'
~~:

1¡:

~--,-~

~--
aapo es mío, y que le necesitan, y probablemente no tendrá Ud. su e<>'
A nadie más lapso nervioso". Esto se llama en la medicina la ..ética
-.¡¡lallnJJI'al o dañen prescriptiva".

Pero hay que decir más. Es más fácil evitar un mal


que corregirlo cuando ya está desarrollado. Viva como
Cristiano antes de enfermarse; no espere a que ya esté
enfermo.

Tomando en cuenta lo que recomendaron los docto-


res acerca de las Bienaventuran~as, diremos que nuestra
buena salud y vida larga dependen en gran manera de
comemar desde pequeño la vida de fe en Dios, y vivir
de acuerdo con Sus Mandamientos.
lix:rtad?" La li-
. . , quiera; abar- La Nueva Moralidad no ofrece los beneficios físicos
JiiLre para actuar y salud que da el conformarse con las Leyes divinas.

el Dr. Karl

33
CAPITULO V.


¡
1
LA ETICA Y LAS BIENAVENTURANZAS

En dos ocasiones Jesucristo predicó el famoso "Ser-


món del Monte,. En una ocasión lo hizo en un monte
(Mateo de 5-7). En la otra ocasión lo predicó en for-
ma abreviada en un llano (Lucas 6 de 20 en adelante) .
Pero en los dos casos dio las bienaventuranzas, señalan-
do el camino a la felicidad. La palabra ••bienaventura·
do" significa "feliz", y aquí Cristo señala cómo llegar
a ser feliz. Y en cada caso termina recomendando a los
oyentes que edificaron "sobre la roca". Hay quienes
exclaman con ademán de horror, que este sermón es "im-
práctico, y que no se puede aplicar a la vida práctica en
nuestros tiempos. Pero me llama la atención que un
grupo de diez médicos de fama hayan estado de acuerdo
en que este sermón, aplicado a la vida nacional de lo~
Estados Unidos, fuese la base de salud para la nación.
Veamos algunos puntos de Su sermón sobre la felicidad: aumtio'l

34

¡·

¡
'1
'
""Bienaventurados (felices, de buena salud) vosotros
los pobres ...... " (Lucas 6:20) . Esto iba directamente
en conflicto con las ideas que prevalecían en aquel en-
tonces. Entonces todos miraban a los ricos como los
felices, bendecidos de Dios. Pero Jesús les presenta el
otro lado: que la pobre4a tiene también sus ventajas.
Nunca se ha sabido que un pobre tenga úlcera. El rico
se afana por no perder sus posesiones; el pobre, si con-
fía en Dios, está contento y feli2;.

Y aquí entra una gran ley de la felicidad: La felici-


dad nunca viene de recibir lo que queremos. Pues siem-
pre queremos más. El runo que tiene veinte centavos
quiere un peso; el que tiene un peso quiere dos; y el
que tiene un millón de pesos quiere dos millones. Los
deseos de un hombre van en aumento según lo que re-
cibe. Nunca tienen fin. El único camino de la felici-
dad es la regla de Pablo:· ""He aprendido con lo que
tengo, con eso estar contento". (Fil. 4:11). Más feliz
es el que tiene un peso y está satisfecho con él, que el
que tiene millones y quiere más. La pobre4a puede ser
bendición, pues a menudo nos lleva más cerca de Dios.

Supe de un caso extremo en Texas, allá cerca del


año 1919. Un hombre pobre, con su mujer, tenía un
rancho rocalloso y de poco valor. A penas se ganaban
la vida en él. Pero vinieron los ingenieros y hallaron
petróleo, y de la noche a la mañana el campesino se en-
contró rico. Lo llamaron al banco, le entregaron cin-
cuenta mil dólares, y le prometieron que mensualmente
para la nación. recibiría igual cantidad. El hombre y su esposa fueron
.aiR 1a felicidad: a una tienda grande, y llenaron su vieja carreta de cua-

35

BIBLIOTECA "MOISES AREVALO A."


SEMINARIO TEOLOGICO BAUTISTA DEL SUR
tro ruedas de comestibles. Comenzaron a comer, pen-
sando en los años de escas~. Al mes murieron los dos.
Las riquezas fueron para ellos una maldición.

Y la pobreza protege a un hombre del vil pecado


del orgullo.

~; ..Bienaventurados (felices, de buena salud) los que


,;

tenéis hambre .... " (Lucas 6:21). En Mateo 5:6, Cris-


to aplica esta máxima a lo espiritual, diciendo ..hambre
y sed de justicia". La aplicación es clara. La buena
salud viene de tener la mente puesta en las cosas de
arriba. Y sigue con la siguiente bienaventuranza: .. Bien-
aventurados (felices, de buena salud) los que ahora llO'
ráis ... " Y nos acordamos cómo Jesús lloró con Mar-
tha y María cuando murió su hermano Lázaro. Trae
buena salud y felicidad compadecemos de los demás. Y
sigue la promesa: después nos reiremos.

Y la juventud moderna debe aprender la lección an-


tigua: Sólo en la oscuridad de la noche pueden verse
las estrellas.

.. Bienaventurados (felices, de buena salud) los man-


sos ..... " (Mateo 5: 5) . Para aceptar esta declaración pío coraJiia..l
divina de corazón, se requiere tener corazón fuerte, ser
verdaderamente hombre. Porque va directamente en con
tra de la filosofía de este mundo. En la escuela prima-
ria me enseñaron, ..No te dejes; imponte; sé grande; so-
brepasa a tus compañeros". Pero Dios dice lo contra-
rio. ..Si quieres felicidad y buena salud, no te jactes;
sé. manso··.

36

.
!:'

ti .
d.~' .. ~
En el pueblo donde yo nací vivía un rico. Era an-
ciano, pero tenía muchos millones de dólares. Y dijo
que daría un millón de dólares al médico que le hiciera
posible comer una sola buena comida. La enfermera le
daba de comer durante el día galletas saladas con un
vaso de leche.

alud) los que Cristo aquí no habla de un hombre dejado, miedo-


Vm=o 5:6, Cris- so, sino de uno que es lo bastante hombre para creer en
dícimdo ..hambre Dios y contentarse con las honras que Dios le da. Dejad
cbra.. La buena a Dios repartir los galardones. Y esto trae felicidad y
m las cosas de buena. salud.
•.a&raiJ~Za.:· .. Bien-
••Bienaventurados (felices, de buena salud) los mise-
ricordiosos. . . . .. (Mateo 5:7). Los doctores nos dicen
que la mente tiene inmensa influencia sobre el cuerpo.
Cuando pensamos en comida, nuestra boca se llena de
agua. En cada parte del cuerpo es lo mismo. Cuando
pensamos en ella, se excita y estimula. Los pensamien-
tos malos tienen sus efectos en nuestros cuerpos, y for-
man nuestro destino físico. ..Mas su delicia está en la
pueden verse
Ley de Dios ..... " (Salmo 1) . ..Como piensa el hom-
bre en su corazón, así es·· .

..Bienaventurados (felices, de buena salud) los de lim-


pio corazón ..... " Los de limpio corazón no permiten
fuerte, ser a sus pensamientos vagar en terreno malo. Controlan sus
liRLUIDeinte en con· mentes. No critican a sus compañeros, sabiendo que
la escuela prima- también ellos son pecadores. Más bien tratan de gober-
sé grande; so- nar sus propios co~on.es, tanto en acto como en pen-
dice lo contra- samiento y deseo. Su mira es en ser fieles a Dios en
no te jactes; todo. Ponen primero en sus vidas la santidad y la pu-
reza. Tratan de vivir de tal manera que pueden mirar-

37
le directamente al ojo y decirle a Dios, "Señor, con t<Y
das mis faltas, he buscado serte fiel. Mi coramn está
r limpio". Y el que esto hace tendrá buena salud. Será
felh.
~: ..Bienaventurados (felices, de buena salud) los que
1'·
1'
padecen persecución por causa de la justicia ... " En Lu-
f'
~!
cas 6:23 se agrega que nos debemos g~ y alegrarnos
f'• por la fortuna que nos pennite sufrir por Cristo. Qué
dicha, cuando lleguemos al día final, ser contados entre
los mártires. Y de veras es un privilegio, y el que sos-
tiene su tranquilidad ante la oposición lleva una vida fe-
li.'4 y de buena salud.
Qué feli-4 y qué contento es el hombre que puede
hacer frente a los enemigos diciendo y creyendo de co-
ramn: "Un día tendré que morir, pues sin ello nunca
llegaría a la Mansión Celestial ni recibir la corona de la
vida. Pero mientras tanto, estoy en las manos ,de Dios,
y ni hombre ni diablo podrá tocarme. Para mí es cier-
ta la verdad expresada en Isaías 54:17. Gloria a Dios".
El mundo dice que •• cada uno tiene su precio". Pero
el Cristiano tiene precio. Platícase que el famoso esta-
dista inglés Winston Churchill en una ocasión preguntó
j'
a· una actri4 de Hollywood si se acostaría con él por un
millón de dólares. Ella contestó que sí. Luego le pre-
guntó él si lo haría por cinco pesos. Escandalizada, ella
dijo, "Por supuesto que no; ¿qué cree Ud~ que soy?''
A lo cual el Sr. Churchill contestó secamente, ..y a he-
mos establecido qué es Ud. Señora. Ahora sólo busca-
mos saber su precio". El Cristiano verdadero no tiene
precio. Y esto se muestra en su vida, su felicidad, y en·
su salud física. nación,

·38
~'

¡;'
il:l >'.j''
lli_~,:·' l
CAPITULO VI.

WS DIEZ MANDAMIENTOS

manos ·de Dios,


P.ua mí es cier- Platicase que cierto hombre compró un aparato, y
Gioria a Dios". trató de armarlo. Trabajó y luchó, pero no pudo armar-
lo correctamente. Cuando estaba a punto de desani-
m precio". Pero
marse, se fijó en un papelito en el fondo de la caja de
d famoso esta- empaque. En él estaba escrito: "Si de ninguna manera
puede Ud. armar este aparato, lea las instrucciones". Lo
hizo y d aparato se armó con facilidad.
La dificultad de muchos jóvenes para ajustarse al
mundo en que vivimos~ es que no han leído las instruc-
ciones· que Dios, El que hizo este mundo, nos da para
vivir en él.

La Ley de Dios es eterna. Se aplica a cualquiera


nación, cualquiera época, cualquiera persona. Es uní-

39
versal. Pues la naturaleza humana sigue lo mismo de
siglo en siglo.
\:
H Por todos los siglos los hombres se han rebelado en
1'
r contra de estos diez mandamientos de Dios; y por los

'!:
n
'
'
'
siglos, en lugar de destruir los mandamientos divinos,
los hombres se han destruido a sí mismos.

~
A un herrero se le preguntó por qué tenía tantos
martillos viejos y rotos. Contestó que se desgastaban en
los golpes que daban al yunque. Entonces le pregunta-
ron cuántos yunques se habían gastado, y el herrero con- lE (011¡& -·
testó que ninguno. ••1.os martillos se desgastan y se rom- i2r«•anria
pen dando golpes al yunque, pero el yunque no se des-
gasta al recibir los golpes". Así la Palabra de Dios, re- I,""'ND
crbiendo los golpes de los enemigos y los ataques anti- 20:3). B
)a ..........
cristianos, permanece, mientras que los que la atacan se
destruyen a sí mismos.
Dice un joven, ..Papá, el mundo ha cambiado; no es
hoy como era en tu juventud". Aparentemente, sí. Pero
netamente, no. Pues las leyes de la naturaleza no han
cambiado, y tampoco la naturaleza humana ha cambiado.
Con todos los inventos modernos, todavía el que mete
la mano en la lumbre se quema. Y todavía la paga del
pecado es la muerte.

Los diez Mandamientos son eternos, y no necesitan


adaptarse a una nueva época. Ninguna sociedad podrá
existir sin controles. Una nación sin control, sin gobier-
no, sin leyes, es una anarquía, un caos. La libertad ver,
dadera siempre es libertad dentro de los límites de la aad- •
ley. Hasta una banda de ladrones se deshace si los la-

40
drones se roban uno a otro. Se hacen reglas para la
banda.

R hm rebelado en Hemos dicho, pero repetimos: ¿Cómo sería un juego


Dils; y por los de futbol en que no hayan reglas, sino que cada jugador
divinos, hiciera como él quisiere o creyera que estaba bien? Y
¿Cómo será este mundo si se desconocen las Leyes San-
tas que para él ha hecho el Creador?
qué tenía tantos
R desgastaban en Los Diez Mandamientos no comenzaron con Moisés.
. .BJ~ le pregunta- Estuvieron ya en vigor desde la creación del mundo, y
y d herrero con- se codificaron sólo para que el hombre no pecara por
ignorancia.

I, ..No tendrás dioses ajenos delante de mí". (Ex.


20: 3) . El centro de todo pecado es la rebelión contra
la autoridad. Si es contra el gobierno humano le ~~ci­
mos crimen. Y si es directamente en contra de la Ley
divina, le decimos pecado. Pero de cualquiera manera
cambiado; no es se basa en el desconocer las leyes superiores. General-
. .-.oe.r:lte. sí. Pero mente el pecador desea obrar por sí mismo, es decir, ser
no han autónomo, haciendo sus propias leyes, y enojándose de
. .IDiL ha cambiado.
que alguien los quiera mandar. Por eso vemos ahora los
el que mete
ataques a la policía, a quienes los jóvenes rebeldes de la
Pllil~ la paga del
actualidad suelen llamar .. cuches". Los toman por ene-
migos porque tratan de poner en vigor las leyes de la
nación.

Generalmente la rebelión es a base de oposición indi-


vidual a la ley superior. Pero puede consistir también
en el apoyar a un gobierno inferior contra el gobierno
supremo. Por ejemplo, cuando un estado desea deseo-

41
nocer una ley del gobierno federal. Y es precisamente 11, . . .
esto a lo que se refiere el primer Mandamiento. Dios es imágmesmll
1' Rey supremo. Y no debemos poner a otro por e~cima cióo del ...
de El en autoridad. Dios hizo el mundo y todo lo que pero Degm
en él hay. Lo sostiene con Su divino poder. El es el
juez supremo y Gobernador de· todo. Los demás gobier•
nos existen por tolerancia de El. Y tratar de poner ·de-
lante de El a otro es el crimen máximo.

Dios es eterno. Su sabiduría es infinita y es eterna.


Su poder también es eterno. Su justicia es perfecta, y
nunca cambia. De esto resulta como consecuencia natu-
ral que la autoridad de Dios es eterna. Como dijo Ale-
jandro Magno al rey de Persia, ..No puede haber dos
soles en el cielo". Si dos potencias pretenden la suma
autoridad, tiene que resultar guerra y desorden hasta que
uno de ellos triunfe. En esta condición está nuestro
mundo ahora. O gobierna Dios, o gobierna Satanás. Y
cada persona escoge en qué partido estará.

Nuestro mundo no ha avanzado hacia arriba, para


dejar atrás a Moisés. Todavía sigue en vigor la ley de
la naturaleza: ..Nadie puede servir a dos amos". {Ma-
teo 6:24). La Ley no ha sido probada y hallada falta;
ha sido hallada dura y no se ha probado falta. Toda-
vía la base de toda ley es: ..Amarás a Jehová tu Dios
de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu .men-
te y de toda tu fuerza .... " (Marcos 12:30).

La soberanía de Dios es la base de todo el Cristianis-


mo. Y la rebelión contra esta soberanía divina es la base
de todo pecado, .y de los desórdenes y disturbios y males
de nuestra sociedad moderna.

42

·~ : ..
·

ill¡
Y a precisamente II, ••No te harás imagen .... " (Ex. 20:4). Las
oto. Dios es
. . . .ir:- imágenes son peligrosas. Primero porque desvían la aten-
a CJbo por e11cima ción del que adora. Se hacen de una manera inocente,
. ..., Y todo lo que pero llegan a hacerse céntrico en la adoración.
JXIder- El es e]
la demás gobier• Y no digamos que esta es una falta netamente . de
...llllilll" de poner de- los Paganos y de los Católicos. He visto Templos Bau-
tistas con imágenes. El nuevo Templo Bautista en Gua-
dalajara es una monstruosidad pagana, cubierto por todo
el exterior con imágenes de seres bíblicos. Y o sé, yo
no niego, que se hizo esto de buena intención, y sin
malicia. Pero el efecto es el mismo como si se hiciera
con mala intención. En una Iglesia en los Estados Uni-
dos· donde fui pastor, al llegar hallé detrás del púlpito
en la pared un cuadro del rostro de Cristo. Lo quité.
Y una hermana vino a reclamar, diciendo que ella ora-
ba mucho mejor cuando estaba contemplando ese cua-
dro de Cristo. Exactamente por eso es malo. Porque
le quita la atención del adorador de Dios para ponerla
en el cuadro, que es material. No sería tan peligroso
si nadie se fijara en él cuando ora.
Otra razón en contra de las imágenes es que son ma-
teriales. ••Dios es Espíritu, y los que Le adoran, en es-
píritu y en verdad es menester que Le adoren ..... "
(Juan 4:24). Y la presencia de una imagen impide la
adoración en espíritu.

En tercer lugar, estas tmagenes y pinturas no son


realmente retratos, sino pinturas hechas por hombres de
lo que ellos se imaginan es Cristo. Cada pintor se for-
ma su propio concepto de cómo fue Jesús, y dibuja, no
lo que es Cristo, sino un concepto humano de Cristo.

43
Y estos conceptos humanos están muy lejos de lo que
de veras es El.

Vivimos en una época en que se trata de hacer ..ar-


tístico, todo lo que se refiere a la Iglesia o a la religión.
Ponemos música para hacer fondo a la oración, con el
resultado que la oración se pierde en la estética de la
música, y deja de ser oración. Ponemos cuadros o esta-
tuas para ••ayudamos" a orar, con el resultado de que
la adoración se cambia en culto pagano.

Con razón muchas personas dejan la Iglesia para irse


al mundo. El segundo mandamiento está aun en vigor.

III, ..No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en


vano ... , (Ex. 20:7). En tiempos pasados los Cristia-
nos habrían ido a la muerte antes de violar el precioso
nombre de Dios. Ahora se ha hecho de moda jurar y
maldecir impunemente, creyendo que esto es cosa de poca
importancia. Debemos recordar la segunda porción del
versículo citado: ..Porque no dará por inocente Jehová
al que tomare Su Nombre en vano".

El nombre representa la persona. Cuando escribo un


cheque, éste tiene valor porque en él va mi firma. Y
si otro escribe un cheque igual, poniendo mi firma, se
expone a ir a la cárcel por falsificador de documento.
Sería interesante leer todos los textos de la Biblia que
mencionan cosas que Dios hará ..por amor de Su nom-
bre". Como, por ejemplo, en el Salmo 23: ..Guiaráme
por sendas de justicia por amor de Su nombre". La
costumbre de usar el Nombre Santo en imprecaciones y

44
en vano es una muestra de nuestro desprecio de la Per•
sona de Dios, y de la rebelión contra Sus Leyes.

Sí, cualquiera nueva ética que llegáramos a formular


tendría que tener como base fundamental el respeto pa•
ra la Persona de Dios y para Su nombre.

IV, "Acordarte has del día de reposo para santifi·


carlo ... " (Ex. 20:8). El pecado no es dañoso porque
esté prohibido, sino que está prohibido porque es daño-
so. Un amigo mío visitó una fábrica grande en Nueva
York. El dueño le mostró todo, incluyendo la maqui•
naria grandísima. Mi amigo le dijo, "Y estas máquinas
trabajan sin descanso los siete días de la semana. ¿Ver•
dad?" A lo cual el hombre contestó, "De ninguna ma•
nera. Nosotros dejamos descansar la maquinaria un día
de la semana. Porque hemos hallado que así dura mu•
cho más. La máquina que se hace andar continuamen•
te se acaba pronto".
Tenía razón el hombre. Pero pregunto. Si una má-
quina de acero se acaba pronto si no descansa, ¿cuánto
más se destruye a sí mismo el hombre que es de carne,
y que no descansa?

El día de descanso fue una muestra de la misericor•


. .Ido mi firma, se dia de Dios para nuestra raza. Y es más necesario en
de documento. nuestra época que en los tiempos pasados. Vivimos en
ele b. Biblia que una época de presión. Todo se hace a la carrera. He•
. ...-.de Su nom- mos inventado mil cosas para evitar el trabajo. Máqui·
13: ..Guiaráme nas de lavar ropa. Planchas eléctricas. Automóviles.
La Luz incandescente. Y mil inventos más para ahorrarnos
el trabajo. Pero la vida que llevamos no es más quieta.

45
Al contrario, se hace más y más frenética, y andamos
todo el día con el reloj en la mano para no perder un
momento útil. Sí, la Ley santa del Sábado (descanso Estamos aDIJI
semanal) está en vigor; y es tan necesaria como nunca. miento está
Las muchas úlceras en los hombres lo comprueban. es cosa. que
derno.
V, ..Honra a tu padre y a tu madre ..... " (Ex.
20: 12) . Este es el primer mandamiento con promesa,
la de tener larga vida. Y las promesas de Dios todavía
se cumplen.

Este mandamiento es muy necesario para nuestra vida


moderna. Pues se dirige, no tanto a los niños, sino a VI,
los adultos. Un niño Judío no necesitaba tanto esta ley,
pues no se habría atrevido a mostrar falta de respeto a
sus padres de chico. Eran demasiado bien enseñados
para ello. Pero los adultos eran los que faltaban en su
respeto a los padres. En Marcos 7: 1(} 13 se nos dice
que este mandamiento se refiere especialmente a los que
no suplen las necesidades materiales de sus padres en su
veje4. La costumbre moderna aconseja que cada uno
prepare lo suficiente para su vejez, mediante la previsión
o el ahorro; o que el gobierno cuide de uno cuando no
puede trabajar.

Es de notarse que Jesús mismo esperó hasta la edad


de casi treinta años para comen4ar Su ministerio público,
pues antes cuidó de su madre y familia hasta que los
hijos menores llegaran a sostenerla. aunque
su deber
Este mandamiento abarca el sostener a nuestros pa- y el~
dres cuando sean viejos o cuando estén enfermos o de son lo que
alguna manera incapacitados. Comprende también tra- día vendri
46

1:

~ .·
'.,
:!!:~
,lllli\
tarlos con respeto en su vejez, no regañándolos ni tra-
tándolos como mendigos a quienes damos una limosna.
Estamos cumpliendo con nuestro deber. Y este manda-
miento está en vigor todavía, y necesita enfatizarse, pues
es cosa que poca importancia recibe en el mundo mo-
derno.
Y cada uno debe recordar que un día él también
será viejo, y recibirá la cosecha de lo que sembró. Por-
que sus hijos, viendo el trato que recibió su abuelo, ha-
rán igual cosa a sus padres cuando sean viejos.

VI, ..No matarás .... " (Ex. 20: 13).


Correctamente traducido este mandamiento no prohi-
be la pena de muerte a un criminal. Significa, ..No ase-
sinarás". La pena capital, pena de muerte, a un asesino,
a un rebelde, a uno que se roba una muchacha, a un
se nos dice
adúltero, no sólo es permitida en la Biblia, sino que es
a los que mandada. En mi libro sobre los Diez Mandamientos doy
sus padres en su
numerosas citas sobre esto.
que cada uno
. . . . la previsión Tampoco está prohibido en este mandamiento matar
1DlO cuando no en la guerra. Debemos buscar la paz, pero cada uno
tiene el deber de servir a la patria en la milicia.

" hasta la edad Lo que aquí se prohibe es el asesinato, el matar por


••-.lsb:no público, venganza o por enojo. Dios ha puesto a los gobiernos
hasta que los civiles para guardar el orden y castigar el pecado. Y
aunque muchas veces el gobierno civil no cumple con
su deber para con Dios, la venganza está en sus manos,
a nuestros pa- y el individuo no debe matar. Y si los gobiernos no
eofermos o de son lo que deben ser, tenemos la promesa de que un
también tra- día vendrá Cristo para terminar el pecado y establecer

47
el Reino Celestial y la justicia. Nosotros no lo logra-
remos con motines y huelgas y desobediencias civiles. ciones siDD
muchas
Incluídos en esta prohibición están el suicidio y la
llamada "eutanasia", es decir, matar a un enfermo para La
que no sufra.

Pero Cristo fue más allá del mandamiento de no gusto, rol •


~
¡,
matar. Dijo (Mateo 5:21·22) que el que se enoja sin
causa con su hermano ya es culpable del juicio.

l!
i:
'i¡

~
En el Griego hay dos palabras para matar a una per-
sona. (Hay otra, "thuo", que se usa para matar un
animal, especialmente para sacrificio) . ''Apokteino" es
tiene
redl06..
auiJ +-.
!t
sencillamente "matar". Pero cada vez que Jesús citó la
Ley sobre matar usó la otra palabra, ''Phoneo", que
significa "asesinar". la 5aDIJlFIO
1 nuestra
Y aquí vale la pena hacer un paréntesis. Los Mo- Quitarle a
dernistas hablan muy pomposamente de que debemos
que es de
tomar en cuenta la Septuaginta, la traducción de los se• tra Dios..
tenta, del Antiguo Testamento que existía en el tiempo

del Nuevo Testamento. Dicen que debemos tomar en
cuenta cómo los Judíos de aquel tiempo entendían la
'~ Biblia. Pero, no sólo no hay en el Nuevo Testamento
texto que apruebe la traducción de los setenta, smo que
Jesús abiertamente desconoció esa traducción. Muchas
veces deliberadamente desconoció esa traducción, dando
la suya propia. Pues la Septuaginta es una traducción
mala, llena de equívocos y errores. Y Cristo sabía me-
jor que los setenta lo que quiso decir El en el Antiguo
Testamento. De la misma manera tenemos hoy día una
plétora de traducciones "populares", que no son traduc-

48
. . .l:m&no lo logra- ciones sino paráfrasis. Debemos evitarlas, pues enseñan
. .dil:ocias civiles. muchas falsas ideas.

suicidio y la La prohibiCión de asesinato todavía se necesita hoy.


1111 enfenno para Hay un espíritu de falta de respeto a la opinión y al d~
recho ajeno, que lleva a la gente a hacer las cosas a su
gusto, robando, matando, ultrajando. Este mandamiento
de no reconoce que cada persona tiene ciertos derechos, que
sm no se le pueden quitar sin acción legal: entre ellos están
la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad. Sólo
el gobierno civil, obrando como representante de Dios,
tiene autoridad para despojar a un hombre de estos de-
para matar un
rechos.
- Apokteino" es
que Jesús citó la En este mandamiento también va incluída la idea de
-Phoneo", que la santidad de la vida. No somos nuestros, sino que
nuestra vida y nuestro cuerpo Le pertenecen a Dios.
Los Mo- Quitarle a un hombre la vida es en su fondo quitar algo
que es de Dios, y abarca la impiedad y la rebelión con-
que debemos
lllllloa:ión de los se- tra Dios.
. .llia en el tiempo
tomar en VII, "No cometerás adulterio .... " (Ex. 20:14). Co-
entendían la mo hay en la "nueva moralidad" varias definiciones de
adulterio, y varias palabras usadas para él, diremos sen-
stno que cillamente que adulterio es el acto sexual con persona
Muchas casada, y de una persona casada con quien no es su le-
dando gítimo cónyuge. Para evitar la condenación que en to-
dos los tiempos y en todas las naciones se ha vertido so-
bre tal acto, le han dado nuevos nombres, de los cuales
los más comunes son, ··cópula premarital" para la for-
nicación, y "cópula extramarital" para el adulterio. Pero
el nombre no cambia el hecho, todavía la Ley Divina

49
f;'

1
1

[. prohibe tal cosa. La prohibición abarca varios elemen-


!. tos:
r:- 1, Esta prohibición asienta la santidad del sexo. El
¡¡ sexo no es cosa sucia, como afirman los mundanos, sino
1''-
1
cosa santa, y su violación o abuso es pecado porque vio-
1 la la santidad que Dios ha establecido. La Biblia re-
1 conoce la santidad del matrimonio, como institución di-
j vina. A la vez propone la santidad de cuerpo humano,
' el que debe usarse como Templo del Espíritu Santo.

2, La Biblia establece el matrimonio como cosa per-


manente, para durar toda la vida. Por eso prohibe el
divorcio excepto en caso de fornicación. No hay divor- mo se esrw••
cio sin pecado. Cuando un gobierno civil autoriza el
divorcio, está violando tanto la Ley de Dios como su
propia justicia. La Ley de Dios está por encima de la
del gobierno civil, y el matrimonio es religioso, aunque
no sea eclesiástico. Porque Dios mandó sujetarnos a los
gobiernos, nosotros obedecemos la ley civil del matrimo-
nio civil, sabiendo que, aun sin el matrimonio civil quien ni.smo.
toma para sí a una mujer está casado. En ese caso el
hombre es casado, pero ·su matrimonio no está legalizado,
~: y él tiene el deber cristiano de legalizarlo.

3, Esta Ley es para la protección de todos. Protege


a la mujer contra el abandono, a los hijos contra el aban-
dono y el descuido, al hombre contra la violación de sus
derechos por parte de otra persona, a la sociedad contra
el tener que cuidar a unos bastardos y abandonadas po-
bres. Esta ley fortalece la misma base de nuestra civi-
lización.

50
elemen- 4, Esta Ley santa es protección contra las enferme-
dades venéreas que están inundando el mundo moderno.
El inmenso aumento de la sífilis y otras enfermedades
del sexo. El sexuales podrían acabarse si nuestro pueblo obedeciera
mundanos, sino la Ley de Dios. Los gobiernos están gastando inmensas
IPa.::ado porque vio- sumas cada año para combatir estas enfermedades. Y
la Biblia re- no han logrado hallar remedio efic~. A veces nos alen-
tamos con el descubrimiento de algún remedio nuevo,
como la penicilina, pero pronto se ve que no logra do-
minar a la enfermedad venérea. Creyendo en el poder
de la penicilina, multitudes de muchachas han dado rien-
como cosa per- da suelta a sus pasiones, y el número de enfermos de
eso prohibe el sífilis ha aumentado notablemente en lugar de bajar, co-
No hay divor- mo se esperaba.
. civil autoriza el
Hemos dicho que el uso del sexo no es malo, sino
santo. El matrimonio es libre para todos. La Biblia no
establece las reglas a que lo someten algunas personas
bien intencionadas, pero erradas. Dios no dice que es
pecado casarse sin enamorarse. Esto es resto del paga-
. .ilooo:io civil quien nismo. El hombre y la mujer son libres para escoger
En ese caso el su pareja. Pueden hacerlo por lo que el mundo llama
está legalizado, "'amor"; pero también pueden casarse para llevar un
compañerismo, para tener un hogar, para evitar la po-
bre.za. Pero una ve.z casados, por la ra.zón que haya sido,
el matrimonio es firme e indisoluble. Una mujer tiene
todo el derecho de casarse para tener dinero y una bue-
violación de sus na casa; pero si lo hace, tendrá que contentarse con la
sociedad contra vida que viene con ese matrimonio.
abandonadas po-
de nuestra civi- De aquí se ve la falsedad de los argumentos que dan
algunos para el ··amor libre". Dicen que no hay peca-

51
do en una pareja que viven juntos sin casarse si se aman,
que el amor todo lo santifica. Yo contesto que la mera
atracción física no es verdadero amor. Pues en tal caso
el perro de la calle sería el más grande amante, pues se
ve atraído por cualquiera hembra que pasa. trimonio.
No somos animales; somos hombres, hechos a ima-
nal. El hmalll
El que se
gen de Dios. Y como tales debemos portarnos. Y cuan-
do hablamos con los médicos, que tienen que tratar con
muchachas que sin matrimonio se hallaron encinta y
con los miles y miles que padecen de las enfermedades
venéreas vemos que la Ley de Dios está todavía en vigor,
vuelve a
y que la paga del pecado es muerte. Es indispensable
obedecer los diez. mandamientos.

Pero la Ley de Dios va más allá del hecho del adul-


terio. Dijo Jesús en Mateo 5:28 que el que mira a una
mujer para codiciarla ya adulteró con ella en su coraz.ón
y es culpable. Pues el pensamiento es padre del acto.
VIII,
El otro lado también es cierto: la mujer que se viste
para atraer la atención del hombre e incitar sus deseos
carnales es, en su coraz.ón ramera, y culpable delante de
Dios.

Aquí se ve lo desastroso de la pornografía. En las


tiendas se venden cuadernos de cuentos impuros, y tar-
jetas indecentes. Los cines se han hecho últimamente
r un chiquero, con películas tan sucias que son verdadera-
(
;¡;. mente infam·es. Los gobiernos cobardes toleran esto, pero
la gente decente debe evitar el contacto con ello.
Hay los de la Nueva Moralidad que abogan por la medios maW
libertad de los casados para tener sus queridas además

52
. .aaae si se aman, de sus esposas y de ..cambiar esposas" con amigos. Ale-
que la mera gan que prohibir esto es coartarles su libertad individual.
..-!~ en tal caso
Contestamos que cuando un hombre pierde la confianza
en el pudor de su esposa, ha perdido el corazón del ma-
trimonio. Este se cambia en una mera satisfacción car-
nal. El hombre es por naturaleza celoso, y así debe ser.
El que se encela sin razón, hace mal. Pero el que no
Y cuan-
se pone celoso al saber que su mujer le es infiel no es
que tratar con
digno de tener mujer. El hombre que se encela cuando
encinta y
enfermedades ve que su mujer es enamorada por otro hombre, no la
ama. Y lo menos que puede decirse es que nunca le
•Jda:via en vigor,
vuelve a tener confianza.
Es indispensable
De la misma manera, el que se casa, y después sabe
hecho del adul- que la mujer había estado ya con otro hombre, puedE'
qoe mira a una perdonarla y seguir con ella, pero nunca volverá a te-
nerle la debida confianza ni cariño.

VIII, ..No hurtarás". (Ex. 20: 15).


que se viste
sus deseos La base de este mandamiento es que Dios reconoct>
delante de
el derecho de propiedad privada. El mundo es de Dios,
y lo que en él hay también es de él. Y Dios lo presta
a quien El quiere. No es pecado ser rico. Abraham
En las
fue rico. También de Job, de Isaac, de Jacob, de José,
y de muchos otros de los siervos de Dios nos dice la
Biblia que fueron ricos. Ser rico tiene ante Dios el mis-
mo valor que ser poderoso, fuerte, gobernador. Dios da
a quien El quiere Sus bendiciones, y el hombre no peca
al recibirlas. Que uno busque la riqueza o el poder por
medios malos, sí es pecado. Pero la riqueza en sí nada
tiene de malo. Este mandamiento reconoce el derecho

33
de propiedad privada. Nadie tiene derecho de quitar a miento.
otro sin el debido procedimiento legal, lo que tiene.

Este mandamiento reconoce también que detrás del nio".


derecho humano está el de Dios. El mundo es de El, testimonio
Quien lo hi~ y Quien lo sostiene. más allá.
de otras ma •
Un Alemán que fue soldado en la primera Guerra ''mentira
Mundial, me platicó que fue capturado. Un soldado muchos.
Americano, teniéndole lástima, le dio un cigarro. Un drá que dar
soldado Francés, disgustado, se lo quiso quitar. Pero el (Prov. 6:
Americano intervino, diciendo que el cigarro había sido 21: 8).
suyo, y que tenía derecho de darlo a quien él deseaba.
Así Dios, de Quien son las riquezas, tiene poder de dar-
las a quien El quiere. Robar a un hombre es afrentar
a Dios, pues fue El quien le dio sus posesiones.

A veces no nos gusta que ciertas perronas indignas


tengan riqueza y poder. Pero debemos recordamos que
Dios es más sabio que nosotros y ha de saber lo que hace.

La base del robo es la codicia; y la base de la codi·


cia es el egoísmo.

Y debemos acordarnos de que las riquezas gener:ll-


mente son el producto de nuestro trabajo y afán. Si un
trabajador recibe veinte pesos por un día de trabajo,
estos veinte pesos representan un día de su vida. Y el
que se los roba, realmente está robándole un día de su
vida. Y le roba lo que estos veinte pesos habrían com•
prado, ropa, alimento, educación de sus hijos, etc. Don·
de el robo está muy extendido una nación no progresa.

54
Todavía se necesita en nuestros tiempos este manda-
miento. No hurtarás.
IX, ••No hablarás contra tu prójimo falso testimo-
detrás del nio". {Ex. 20: 16). Aunque aquí el versículo habla del
. .amllo es de El, testimonio legal, el fondo del mandamiento va mucho
más allá. En un sin número de textos la Biblia habla
de otras mentiras, y de la mentira en general. No hay
primera Guerra ··mentira blanca", ..mentirita chiquita", como afirman
Un soldado muchos. Dios aborrece la mentira y el mentiroso ten-
cigarro. Un drá que dar cuenta por sus mentiras, chicas o grandes.
quitar. Pero el {Prov. 6:16-19; Apoc. 21:27; 22:15; Prov. 19:22; Apoc .
. .!liiiiO había sido
21: 8).
am~~m él deseaba.
poder de dar- Esto es lo que dice la Biblia. Pero los de la vida
.....~ es afrentar moderna alegan que si se puede salvar una vida con una
mentira, es nuestra obligación mentir. Como hemos di-
cho ya, el verdadero Cristiano, que es guiado por el Es(
indignas píritu Santo, no está bajo la Ley, y no sería para él pe-
ru:ordamos que cado en tal caso mentir. Pero, y el pero es grande: A
lo que ha.ce. este Cristiano se le cree su mentira porque tiene fama
de decir verdad. El inconverso, que tiene fama de men-
tiroso, no puede esperar que se le crea su mentira cuan-
do es necesaria para salvar la vida. De modo que que-
da en pie el mandamiento que prohibe la mentira. Si
no fuera por este mandamiento se acababa el comercio
del mundo. Si un banco adquiere la fama de que sus
jefes son mentirosos, la gente deja de confiarle su dine-
ro, y de tratar con él. Lo mismo los comerciantes, y
demás. Nuestra civilización está basada en la fe en los
demás. Y si bien hay quienes violan esa fe, queda la
regla que los clientes esperan verdad y honradez en los
comerciantes y en los demás con quienes tratan.

55
Queda una ley de la naturaleza que nadie puede abro-
gar: La ley que ampara a uno, ampara también al otro.
Cuando unos jóvenes hacen motín, quemando automóvi-
les y saqueando comercios y golpeando gente, alegando
que tienen el derecho de ..expresarse" y de luchar por
sus ideas, tácitamente asientan también el derecho de los
oponentes de hacer igual cosa, golpeándolos y quitándo-
les lo que tienen. De hecho, aunque lo negaran, todavía una~
creen en sus corazones que permanece en vigor la ley
contra el robo y contra la mentira. El hombre que vio-
la a la hija de otro, por el mismo hecho reconoce que
los demás hombres tienen derecho de violar a su prop:ia
hija o esposa.
neras qt.Uen4
X, ••No codiciarás ..... " (Ex. 20: 17). to Espíritu.
violarlas es
El primer mandamiento va a la raíz de la vida mo-
ral: Poner a Dios sobre todo. Los mandamientos que
que
siguen aplican esta Ley a varios casos, hasta llegar al
alta,
último, donde otra vez se va a la base de todo: La mente
controla las acciones, y necesita regenerarse. La base de
todo pecado es la avaricia, la codicia, el deseo malo. N a-
die roba si no desea primero lo ajeno. Por la codicia,
el ··amor al dinero", se comete toda clase de pecado. Y,
como Dios sabe esto, y quiere un mundo de justicia y
orden, manda no pensar lo malo. ••Bienaventurados los
de limpio corazón .... " Mateo 5:8.

El centro de la rebelión contra la moralidad bíblica


está precisamente en este punto: Se codicia lo ajeno. El
hombre no quiere contentarse con lo que Dios les haya
concedido.

56
La tarea de las Iglesias no es reprimir el crimen; eso
le toca a la policía. No corresponde a las Iglesias hacer
nuevas leyes; esto le toca al gobierno civil. A las Igle-
sias les toca predicar el Evangelio, para así cambiar los
~es de los pecadores y hacer que quieran hacer lo
bueno, y que piensen en lo justo. Pues sin tal cambio,
los pecadores nunca se harán justos, y nunca tendremos
una sociedad justa.
..Pero", dicen algunos, ..esto es de las leyes que nos
gusten, pero las leyes actuales no me gustan. Toda mi
naturaleza me impulsa a violar las leyes". Precisamen-
te. La Ley divina no existe para los que de todas ma-
neras qu.-j,eren hacer lo bueno, siendo guiados por el San-
to Espíritu. Precisamente cuando se sienten deseos de
violarlas es cuando se necesita hacer cumplir la Ley.

Proclaman los que proponen la Nueva Moralidad


que debemos violar la Ley para cumplir una Ley más
alta, la Ley de Amor. Y Dios ya hi~o provisión para
este caso cuando libró de la Ley a los que, siendo naci-
dos del Espíritu, son guiados por el Espíritu. Pero no
todo el mundo es nacido de arriba. Los demás necesi-
Ja codicia,
tan la Ley.
pecado. Y,·
de justicia y Y para ellos, agregaré que Dios no necesita abandO'
los nar Sus principios en ninguna situación humana. Cree-
mos en la sabiduría de Dios. El sabe cómo irán los mo-
vimientos de este mundo, y El hizo Sus Leyes de acuer-
.-.~Id bíblica do con Su inmensa sabiduría. No se equivocó. Y mien-
lo ajeno. El tras tenemos gente inconversa, necesitamos la Ley y la
Dios les haya policía para proteger a los que quieren hacer el bien.

57
CAPITUW VII.

LOS GRANDES MANDAMIENTOS

Hay personas en la actualidad que proponen que


Cristo nos dio en lugar de los Die2; Mandamientos el man-
damiento de amor, que nulifica lo que antes había de
Ley. Esto tiene algo de verdad; Pero no es toda la
verdad. Ciertamente Jesús propuso que en la Ley de
Amor se cumple ..toda la Ley y los Profetas". {Mateo
5:37-39).

Pero, notemos en primer lugar que donde los hom-


bres actualmente quieren poner en primer lugar el amor
al prójimo, Cristo puso en primer lugar el amor hacia
Dios. Jesús ofreció dos mandamientos, y no uno solo.

En segundo lugar, ya hemos dicho que la Ley anti-


gua no fue abrogada, para todo el mundo, sino para los su amoc

58
que andan en el Espíritu, los que son guiados por el Es·
píritu Santo. Para los demás, la Ley sigue con toda su
fuerza.
Notemos en tercer lugar, que este grande mandamien•
to no nulifica los diez mandamientos antiguos. Ninguno
de ellos se suprimió. Es tan malo matar ahora como en
el tiempo de Moisés. Es tan pecado robar y mentir hoy
como entonces. La justicia es eterna, y no es cambia•
ble. Dios tampoco cambia. Es lo mismo ..hoy y ayer
y para siempre". Existe ahora un espíritu de rebelión
contra toda autoridad. Y es prueba de lo malo que es
nuestro corazón humano que hasta citamos a Dios para
aprobar nuestras maldades.

En este pasaje del amor, Cristo está simplificando y


explicando la Ley, no desechándola. Aplica la atención
al espíritu de obediencia a Dios, y no a la letra.

El hombre tiene relaciones con Dios y con los hom•


bres. Es la moda en nuestros tiempo,s dar la preferencia
a nuestras relaciones humanas, olvidando las que tenemos
con Dios. CrÍi-to no se olvidó de ninguna de las dos.
Amar a Dios y amar a nuestro prójimo. Ambos amo.-
res tienen su lugar. Pero, nótese que Cristo dio prefe·
renda a la parte divina, el amor a Dios. Dios es el So-
berano, Rey de este mundo, y nuestro primer amor y
el amor nuestra primera lealtad, deben ser para Dios, y sólo en
segundo lugar debemos poner el amor al prójimo. Esta
preferencia tiene su razón. Pues el que pone primero
el amor a Dios, amará también a su prójimo; pero el que
pone primero el amor al prójimo siempre se olvida de
su amor y su deber para con Dios.

59
Y aquí vemos la astucia del Diablo. Siempre trata
de poner en primer lugar lo que es secundario. El hu-
manismo es atractivo para el corazón humano. En cier-
to sentido, el humanismo es alabanza a sí mismo. Es
exaltar al hombre, a expensas de la Divinidad. Dando
servicio de labios a Dios, se concentra la atención en lo
material, lo temporal, y lo humano, casi olvidándose por
completo de lo espiritual, lo eterno, lo divino.

Si se predica el Evangelio, y los hombres se convier-


ten y experimentan el nuevo nacimiento, también se
hallarán llenos de amor hacia sus semejantes. No debe-
mos poner el carro delante del caballo para jalado. Los
verdaderos Cristianos son los que aman a sus prójimos y
tratan de ayudarlos.

Ejemplo es el famoso ··cuerpo de Paz", de los Esta-


dos Unidos. En él se alistan a los jóvenes para salir a
otros países menos aventajados para ayudar en el mejcr
ramiento físico de estas naciones atrasadas. Esta es la
contramedida de Satanás a la obra misionera Cristiana.
Viendo el éxito que han tenido los misioneros en ganar no".
almas para Cristo, se formó este movimiento, apoyado dos". ..Sólo
por la política, para dirigir la atención y los esfuerzos de
la juventud cristiana a lo material, prohibiéndoles hablar Y la
de Cristo donde trabajan. Y hasta en las agencias mi-
sioneras se ha metido la idea de servicio social en lugar
de la predicación del Evangelio de Vida.
amar al oróiil
Estos dos grandes mandamientos, de amar a Dios y
de amar al prójimo, no nulifican ni eliminan a los demás
mandamientos santos. Por amor a nuestro prójimo no
debemos matarlo. Por amor a nuestro prójimo no debe-

60
mos robarle, ni codiciarle la mujer, ni adulterar con ella
ni con su hija. Por amor a Dios no debemos ausentar,
nos del culto, ni hacernos otros dioses ni imágenes. La
Ley es eterna, y los dos mandamientos del amor no la
eliminan, sino que la hacen más honda, más espiritual,
más fuerte. Y personalmente creo que los líderes del
movimiento de la nueva moralidad hablan con la lengua
en la mejilla, sabiendo bien que sus pomposos argumen,
tos no son más que una salida para no cumplir con sus
deberes.

Estas leyes de amor no añaden nada a la Ley divina.


Sencillamente nos llaman a una relación íntima con Dios,
una relación que es mucho más amplia que la mera obe,
diencia. Y después de Dios, nos liga en una nueva rela,
ción con nuestros prójimos .
• &ta,
b;
¿Qué es lo principal para Ud.? ¿Qué es lo que en
pa salir a Ud. ocupa el principal lugar? La naturaleza humana nos
• d mejo- impele a ponerse primero a sí mismo. Hay muchos pro-
&a es la verbios sobre esto: "Primero es comer que ser Cristia,
no". ..Primero es el número uno, y después el número
dos". "Sólo pido que respeten mis derechos".

Y la grande pregunta nos queda: "¿Quién viene pri,


mero en tu vida?" El pecador natural dice, ..Yo". El
humanista, pecador algo altruista, dice, ..Mi prójimo".
El Cristiano dice, .. Dios". Pues nadie puede realmente
amar al prójimo como debe, si no ama primero a Dios.

Y nótese una cosa que los mundanos no ven, que la


Biblia pone primero amar a Dios, y en lugar secundario
amar al prójimo. El orden es indispensable. Pues el que

61
ama a Dios como debe, también amará a su proJimo.
Pero el que primero ama a su prójimo no tendrá lugar
para el amor a Dios.

¿A quién pone Ud. primero en su vida? ¿A quién


acude cuando tiene aflicción o tristeza? ¿A quién va
Ud. cuando tiene algún gozo o alguna bendición? ¿A
quién consulta Ud. cuando tiene problemas? Uno que
ama a su esposa y la respeta, en cada caso va con ella,
para consultar sobre sus problemas, para su consolación
cuando está afligido, para darle las buenas nuevas cuan-
do ha recibido una bendición, para hablar con ella en
cualquier trance de la vida. Pues la ama, le da lugar
principal en su vida. Así es el que pone a Dios en pri- cinos".
mer lugar. Con El va en gozo y en tristeza, en aflicción rechos.
o en bendición, en problemas y para hacer planes para
la vida. Amarás a Jehová tu Dios. . . . Primero.

No podemos vivir como hermanos si no primero vi-


vimos como hijos. Las relaciones humanas no pueden
estar en buena salud sin el apoyo de Dios. De otra ma-
nera torceremos nuestra ética para nuestros fines.

En resumen, la Ley de Amor es para los Cristianos,


no para los inconversos, quienes no están en condiciones
de ejercitarla. Y en la Ley de Amor, primero viene el
amor hacia Dios, y en segundo lugar viene el amor ha-
cia el prójimo. Esta Ley de Amor no deshace los diez
mandamientos, sino que los canaliza, y los amplifica. La
Ley es eterna.

Para cumplir con la Ley de Amor, necesitamos antes


habernos sometido a la Ley, para que las urgencias del

62
momento no nos arrastren. La Ley divina nos sirve de
ancla, para que las corrientes del mundo no se lleven
nuestro barquillo. En una crisis la mente se calienta y
se ofusca el pensamiento de manera que no nos es posi•
ble juzgar claramente a menos que de antemano nos ha,
yamos entregado a la Ley de Dios. Sin la Ley de Dios,
aún el Cristiano no tiene base para dirigir el amor hacia
el prójimo.

La falta de leyes produce una anarquía espiritual.


Cuando no hay un "standard" aceptado, cada uno trata
de hacer el suyo, y viene la anarquía. Un dicho norte,
americano dice: "las buenas cercas aseguran buenos ve,
cinos". Cada uno sabrá así hasta dónde llegan sus de-
rechos.

Y debemos reconocer que, como nuestra mente no lle-


ga a la de Dios, sólo El sabe completamente lo que es
justo y lo que no.
Para poder saber qué es lo justo, es necesario estar
dispuestos a hacer lo justo. El Cristiano se ha entrega•
do a hacer la voluntad de Dios; el inconverso, no reco-
nociendo a Dios, quiere obrar a su gusto, siguiendo su
propio juicio torcido. Es necesario nacer de nuevo, na-
cer desde arriba.

Para el hombre no regenerado sólo el temor al casti,


go le hará hacer lo justo, sea bajo la Ley o bajo la Nue•
va Moralidad. Para el niño se usa el cinturón del papá.
La horca y la siUa eléctrica han impedido a muchos hom-
bres cometer un asesinato. Cuando yo era joven, decía
que la mejor manera de acabar con el crimen es castigo

63

pronto y seguro. Ya no digo eso; ahora digo que es la
única manera. El hombre con tendencias criminales
(todos) se detendrá algo si sabe que recibirá un pronto
y seguro castigo. Pero, si no se cree en eso, hasta el
mejor de nosotros hará cosas indebidas.

la libedal

64
tpe es la
.criminales
... pmoto
lasta el

CAPITULO VIII.

LA LIBERTAD INDIVIDUAL

Mucho se oye en estos tiempos hablar del derecho de


la libertad individual, que cada uno tiene el derecho de
vivir su vida como él quiere, y hacer lo que él quiere,
sin intervención de los demás. Esta idea es básicamen-
te equivocada y mala. Pues la libertad de cada uno es
limitada por los derechos de los demás. Adán, antes de
la caída, tenía en el Huerto de Edén plena libertad. Todo
el mundo le pertenecía. No había leyes de tráfico, de
modo que podía andar al lado izquierdo del camino. No
podía robar, pues todo era suyo. No podía matar, por-
que no había a quién. Pero necesitaba mujer, compañe-
ra, y Dios se la dio. Al instante, sus derechos fueron
cortados a la mitad. Ya la mitad del mundo era de Eva,
su compañera. Cuando les nacieron los dos hijos, Caín
y Abel. fueron cortados otra ve2; sus derechos. pues el

65
t
~:
mundo ya no era suyo, sino que pertenecía a los cuatro.
Y así sucesivamente; cada vez que nace una persona en
,f:.... este mundo, se acorta mi libertad algo. Dicen que hay
l.j

como cinco mil millones de gente en el mundo. Esto


1' quiere decir que tengo la cinco mil millonésima parte de
1 los derechos que tenía Adán.
¡:

1
Por eso tenemos gobiernos, para delinear los derechos
~' del individuo, y proteger a los demás. Las leyes necesa-
h
riamente son más duras cada año, y limitan cada vez
¡ más los derechos de cada persona. Un mundo sin go-

1 bierno sería un caos, un desorden que resultaría en la
¡;
f,
maldad desenfrenada, el crimen en extremo. Por eso,
¡
!'
Dios mismo estableció que hubiera gobierno civil, y man-
dó que nos sujetemos a él.

Debemos, pues, considerar a nuestra patria como sier-


va de Dios para nuestro bien. Debemos apoyarla, como
cosa santa, y no desobedecer una ley civil excepto en
caso de que nos mande desobedecer a Dios.

Claro es, pues, que el Supremo Gobierno, arriba de


todas las naciones, es el gobierno de Dios. El es el Due-
ño de mi conciencia, Señor de mi vida. Pero ·debajo de
El, y representando a El, está el gobierno civil, cuyos
oficiales son ministros de Dios.

Se sigue de lo anterior, naturalmente, que aunque


nuestra fe y nuestra lealtad son para Dios, se extienden
naturalmente y abarca a los gobiernos y a todos los .hom- Pero
t bres. Nuestra libertad no es un derecho, sino un privi-
r
¡:
podemos
legio. Tenemos libertad de hacer lo bueno, pero no lo hacemos
malo. Tengo libertad de ayudar a mi prójimo, pero no cumplan
t ,
' 66
1¡·
r·:
',
·:,
ft

t ·.'
. '
la de matarlo ni robar lo que es suyo. La verdadera
libertad viene de seguir la justicia y la piedad Cristiana.

Hay la tendencia entre los humanos, cuando se en-


cuentran con un problema serio, de decir, ..Esto es de-
masiado difícil para que Dios lo sepa resolver. Tendré
que arreglarlo yo mismo, con mi grande inteligencia, de-
sechando lo que Dios en Su ignorancia ha mandado en
la Ley".

Dice la Biblia que ..El sábado fue dado para el hom-


bre .... " Lo mismo podría decirse de toda la Ley. Fue
dada, en la grande sabiduría divina, para beneficio del
mortal. Y su violación siempre es para el mal y para
el daño de los hombres. El pecado daña al pecador. La
violación del voto matrimonial, antes o después del ma·
trimonio, lleva a la destrucción del matrimonio mismo,
y esto siempre trae mal. Nuestro comportamiento actual
determinará la felicidad o infelicidad de nuestros hijos y
de nuestros nietos.

La lucha moderna por los ..derechos civiles" es un


ejemplo. Cuando sentimos que sufrimos una injusticia,
comenzamos a sentir lástima de nosotros mismos, y entra
el enojo contra los demás, de tal manera que nos olvida-
mos de que cada uno tendrá que resolver sus . propios
problemas. La reacción consiste en resolverse a violar
las leyes que no nos gustan, que nos parecen injustas.

Pero aquí se nos presenta un problema serio: ¿Cómo


podemos abogar por el gobierno de la mayoría, como
hacemos en una democracia, esperando que los demás
cumplan con la ley cuando estamos con la mayoría, si

67
desobedecemos la ley cuando estamos con la minoría, o
cuando no nos parece la ley? La democracia debe ser lumnas, a·
pareja para todos, y demanda que nos sometamos a la ••Jachim-._
ley, gústenos o no nos guste. Sólo así puede haber or-
significa
den en la tierra. Pues si cada uno desobedece las leyes
cada
que no le parecen, habrá un desorden perpetuo.

La rebelión destruye el equilibrio de la naturaleza.


Se ilustra en una fase de la rebelión moderna, el movi-
miento feminista, o sea, como ahora le quieren decir, el
••lib feminif'. La mujer mundana demanda igualdad de
derechos con los hombres y éstos no se dejan.

Hay una diferencia fundamental entre el hombre y la mujer,.


la mujer. Se nota luego en el cuerpo esta diferencia. para ellos
Pero la diferencia principal no está en el cuerpo sino en que la
su naturaleza íntima. La diferencia drástica sicológica. bre no ae
.. Físicamente la mujer es diferente del hombre. (Y, como que lo
dijo el senador francés, ..Viva la diferencia"). El hom-
i bre no está capacitado por la naturaleza de su cuerpo
para atender a niños chicos, ni para amamantar a un
chiquillo que llora. Pero tampoco está moral y sicoló-
gicamente capacitado para atender niños. Para la mujer
esto es una cosa natural. Para el hombre es cosa difícil
o imposible.

Que la mujer puede, y en caso necesario debe, reali-


~ trabajos fuera de la casa, se entiende. Inteligencia
tiene para ello. Pero no es su ambiente natural, y pier-
de bendiciones. Rara es la mujer que puede ser feliz
trabajando fuera de la casa, como el hombre.

68
En la entrada del Templo de Salomón, había dos co-
lumnas, a las que Salomón puso los nombres ••Boa.4,,, y
••Jachim,. B004 significa, en Hebreo, fuer~a. Jachim
significa belle~a. Estas dos columnas se necesitan en
cada hogar. El hombre debe ser fuerte y duro. La mu-
jer debe ser bella y suave. Cuando un hombre pierde
su fuerza y se hace suave, es una vergüeru;a. Cuando
la mujer pierde su suavidad y se hace dura como el hom-
bre, es de veras una lástima. De que tenga la capacidad
física para hacerlo, nada diremos aquí. Pero pierde mu-
cho de ello cuando quiere vivir como hombre.

Como no son de la misma natural~a el hombre y


la mujer, se sigue, naturalmente, que las leyes divinas
para ellos no son las mismas. Dios mandó (Deut. 22:5)
que la mujer no se ponga ropa de hombre, y que el hom-
bre no se ponga lo que es de mujer. Y agrega que el
que lo hace es abominación a Jehová. Sabemos que
menospreciaríamos al hombre que saliera a la calle con
enaguas. Pero lo mismo es que la mujer salga con ropa
de hombre. Dios los abomina.

Y viene la pregunta, ¿por qué? Y la contestación es


iluminadora, Dios quiere que el hombre sea hombre y que
se porte como hombre, y que la mujer sea mujer y se
porte como mujer. Este anhelo moderno de parte de
las mujeres de ser iguales a los hombres es una acechan-
~a diabólica ante Dios, (y también ante la gente cris-
tiana) . Y no debemos andar tratando de hacer que las
leyes sean parejas para los dos sexos. La mujer necesi-
ta más protección legal, y debe recibirla. No necesita
igualdad, sino justicia.

69
El hecho de que los hombres reconocen esto se ve
claramente en el inmenso aumento de solteros en las na-
ciones más "'avanzadas" en la igualdad legal de las mu-
jeres. La nación que primero legisló en este sentido, y
que tiene más ..igualdad" de los sexos es Suecia. Y en
Suecia gran parte de los hombres sencillamente se nie-
gan a casarse. Y en Irlandia, donde, no tanto por ley,
sino por costumbre, las mujeres han captado el dominio,
tan pocos hombres se quieren casar que la población de
la nación está disminuyendo.

La completa libertad no es posible para el hombre,


ni es de desearse. La libertad sexual no trae ni felicidad
ni contentamiento. La promiscuidad puede ser buena
para un perro, pero nunca para un hombre. . La vida
nocturna no demuestra que uno es hombre; en ello nos
gana el gato. El ••amor libre" no es libre: cada uno
tendrá que pagar el precio de: él. Cuando un hombre
bueno tiene envidia de uno malo, es porque no .ha leído
la marca del precio. Dijo un experto consejero matri-
monial, ..La cosa más importante que un hombre puede
hacer por sus hijos es amar grandemente a la madre de
ellos".

Libertad significa que el hombre puede portarse corno


un tonto si está dispuesto a pagar el precio de ello. Cual-
quiera actividad sexual antes del matrimonio pondrá en
peligro la felicidad matrimonial y a la vez, la salud y fe-
licidad e inteligencia de la siguiente generación. Un
hombre que sabe que su esposa antes de su matrimonio
no era casta, nunca le tendrá completa confianza después
del matrimonio. Uno que se casa con mujer divorciada

70
nunca le tendrá completa confianza. Nunca sabe cuán-
do vendrá otro hombre que ·le guste más. La poligamia
antes del matrimonio se propagará inevitablemente des-
pués del matrimonio.

Una persona culpable siempre estará preocupada con


se nie- el pensamiento sobre la posibilidad de que sea descubier-
por ley, to su pecado, y la persona ofendida se preocupará por la
dominio, posibilidad de que vuelva a repetirse la falta. Y ¿está
de Ud. viviendo de tal manera que lo podrá más. adelante
confesar a su esposa y sus hijos? Y, joven, ¿Quisiera
Ud. que su novia haga con otro hombre lo que Ud. tra-
ta de hacer con ella?
Es la moda ahora que los jóvenes traten de escanda-
lizar a sus padres. Pero sugiero, al lector, que si de ve-
ras desea Ud. escandalizar a sus padres, acepte a Cristo
y hágase ministro. Gánales a tus amigos y a tus padres:
Si es preciso rebelarte haz tu rebelión en una buena cau-
sa: la causa de Cristo, la rebelión de Cristo contra la
maldad.
Dios bien sabía qué hacia al crear al hombre de dos
sexos. Es para nuestra felicidad y beneficio. Dios hizo
a la mujer hermosa, para agra.dar la vista y atraer al
sexo, pero desea también que al placer de la vista se
añada la atracción de belleza de espíritu y de .mente. Y
aquí está el pecado del homosexual, el sodomita, el que
se junta hombre con hombre: es un acto netamente egoís-
ta, que se verifica para placer personal sin las responsa-
bilidades correspondientes. La base de todo pecado se-
xual es el deseo de tener placer sin · la correspondiente
responsabilidad.

71
Cabe aquí preguntar, ¿Qué es el amor? El amor no tequilla.
es una cosa involuntaria, como suele aparecer en las pe,
lículas y en las novelas. Más bien es algo que se conS'
truye, que se edifica, que se escoge. Y tú dices, joven,
que estás enamorado de esa señorita, y que ella te ama.
Bien, ¿cómo sabes que estás enamorado? Y ¿cómo sabes
que ella te ama? Dios no se propone destruir tu amor.
El mismo te hi2;o con :la facultad, por tu naturaleza, de
enamorarte. Y El hi~o a aquella muchacha con la natu,
raleza de corresponderte. Lo que Dios quiere hacer es
purificar tu amor y el de ella; perfeccionarlo, de modo
que pase de un mero deseo carnal y animal, y se haga
cosa espiritual y permanente. El romance es bueno, y
vale mucho como medida que nos guía al amor verda,
clero, que se va desarrollando después del matrimonio.
Para un matrimonio feli~ se necesita la ayuda de Dios.
El hombre sólo no podrá lograrlo. Dios.

Los Judíos tienen un proverbio que dice, ''Si dos hom,


bres van juntos de viaje, que nombren a uno como jefe".
La igualdad entre hombre y mujer en la familia es un
mito, es imposible. Alguien tiene que ser jefe. Y al,
guíen tiene que ..hacer hogar,,. Si por alguna ra.zón,
enfermedad u otra ra.zón semejante, el hombre no puede
mandar, que entregue el mando de la familia a su espü'
sa, y él se quede haciendo hogar. Para una familia fe~,
es indispensable que la mujer obed~ca a su marido con
gusto y se someta a él en todo.

Para la verdadera libertad es necesario que haya me,


dida fija, aceptada entre todos. En 1926, cuando fui
a radicarme en Toluca, fui a comprar un kilo de man,

72
tequilla. Cuando el comerciante. me entregó el paquete,
me pareció muy liviano, y lo puse en la báscula. Pesa-
que se cons- ba 900 gramos. Cuando me quejé con el vendedor, me
clices, joven, contestó, ..Señor, esto es lo que aquí llamamos un kilo,,.
cDa te ama. Y yo contesté, ..Esto es lo que yo llamo estafa. Pues
por ley el kilo es de mil gramos". El hombre se creía
en lo justo poniendo su propia medida a un kilo, pero
de la misma manera yo podría poner la mía, diciendo
que un kilo es de 1250 gramos.

No, para que funcione bien el comercio y la vida


pública, es indispensable tener ley de medidas, y ésta la
puede poner sólo el gobierno. Lo mismo es cierto en
todos los ramos de la vida. Tenemos que tener leyes.
Y para que sea aceptada por todos, sólo el gobierno pue-
de hacerlas. Y el gobierno supremo es Dios. La base
de toda ética es un ..standard" fijo, la Ley invariable de
Dios.

Actualmente es de moda decir que la Biblia es an-


ticuada, que vivimos en una época nueva, de nuevas
ideas. Contesto que la Biblia no es anticuada. La Ley
de Dios es tan moderna como la salida del sol en la ma-
ñana. Los mandamientos de Dios no se hacen viejos,
pero los hombres todavía se quiebran ante ellos. Hay
ciertas cosas que nunca cambian. Dios nunca cam.bia;
es eterno. La justicia nunca cambia. El pecado nunca
cambia. Lo que era malo en tiempo de Moisés, robo,
asesinato, adulterio, fornicación, mentira, todo ello toda-
vía es malo. Y lo que al principio era bueno, todavía
es bueno. Y la verdadera libertad está dentro de los
límites de la Ley,· y de los derechos ajenos. Saliendo de
estos límites, se produce caos y desorden y maldad.

73
humana.
barbón,
mundo.
las de un

CAJ>ITULO IX.

UN DIOS VIVO EN NUESTRAS VIDAS

La causa del Modernismo actual y de la incredulidad


en genera:l, es que el hombre no tiene experiencia perso-
nal con Dios, y basa sus creencias en la filosofía huma-
na. La religión cambia, y en lugar de ser una ciencia
(lo que se sabe por experiencia) llega a ser una mera
filosofía (lo que se saca de razonamientos humanos) ,

Y, para ser honrado, tengo que añadir que la base


de tanta mundanidad en nuestras Iglesias y del formalis-
mo que domina en muchos cultos, es exactamente lo
mismo, que los que se dicen ser Cristianoo no conocen
a Dios personalmente, sino que aceptan doctrinas teóri~
cas. Pocos son, realmente, los que ..andan con Dios".

Los que no tienen experiencia personal· con Dios~ ge•


neralmente afirman que aceptan la Biblia y que hay un

74
Dios; pero su concepto de cómo es Dios se forma me-
diante razonamientos, comenzando con la experiencia
humana. Se imaginan a Dios como ••un hombre viejo,
barbón, sentado en el Cielo" con poco interés en este
mundo. Y se cree que las características de Dios .son
las de un hombre.

Por lo tanto, no creen en su poder de creación, por•


que ellos no tienen tal poder. No creen en Su poder
de predecir lo futuro porque no lo tienen ellos. Hablan
de creer en Su amor, pero es un amor que conciben ellos
a base de amor humano. No entienden el juicio divino,
porque no entienden la justicia divina. Piensan como
hombres, y creen que Dios es como ellos.

Hay algunos que, como Nietsche, oyen del juicio de


Dios y del castigo eterno en el lago de fuego, y se eno-
jan, diciendo que es un bruto, porque juzgan sin cono-
cer la majestad de Dios como Juez supremo, y creen que
el castigo es una mera venganza. Ellos, como dijo Niets-
che, afirman que si hay un Dios debemos matarlo.

Todo esto se resume en la pregunta: ¿Qué es Dios?


Y si uno se da cuenta de que Dios no es hombre, sino
inmensamente superior y diferente, cambia la actitud ha•
cia Dios. · · Y la base de ·. esta · ignorancia de Dios es la
falta de experiencia con EL

Para un verdadero Cristiano, la mera pregunta de si


ha· muerto Dios es una ridiculez. Pues ¿cómo podría mo-
rir El que es eterno? ¿Cómo puede aplicarse a un ser
infinitamente superior y diferente del hombre una pala-
bra como esa que es netamente carnal? Dios no tiene
carne.

No debe sorprendemos que los Modernistas no crean


en el Dios de la Biblia ni en Sus milagros. No conocen
a Dios; y no han visto ni experimentado Sus milagros.
Juzgando humanamente, niegan los milagros de Dios por-
que ellos no pueden hacer milagros. Creyendo que Dios
es como el hombre, inconscientemente I"a.Wnan de que
..lo que yo no puedo hacer, Dios no lo puede hacer".
Por supuesto, acepto que no todos los verdaderos
Cristianos hacen milagros. En el tiempo de la Biblia no
los hacían todos. Pero Dios hace sus maravillas por
manos de los que Le sirven y entre éstos escoge los que
han de hacer milagros. Y todos los verdaderos Cristia•
nos se encuentran con Dios en la salvación y posterior•
mente en las contestaciones a sus oraciones. Y a algu•
nos, escogidos de Dios, es dado experimentar personal-
mente el poder divino de manera sobrenatural.

Y aquí me permito salir de mi silencio acostumbrado


para dar testimonio de algunas experiencias personales
que he tenido con Dios. Raras veces me he atrevido a
hablar de ellas a otros, porque el hombre teme la burla
de la gente si dice que experimentó un milagro, o que
tuvo una experiencia personal con Dios. Dicen que uno
está loco, que ya se cree grande como un profeta a quien
Dios habla.

Pero, creo que en este tiempo de ateísmo en las Igle- a m=ihide!i


sias, debemos dar testimonio a la verdad, y si se burla 14
1.lllQ;

la gente inconversa, pues, que se burlen. aenaycl

76
Cuando trabajaba yo de profesor de idiomas en Mon,
tezuma College en 1922, el presidente de la escuela era
el Sr. Layton Maddox, hombre no tan ilustre en la pre,
dicación, pero con fama de tener poder en la oración.
Un miércoles, cuando nos juntamos para el servicio
de oración, él nos platicó que le había hablado el presi,
dente de la cámara de comercio de la ciudad de Las V e,
gas, diciendo que la falta de lluvia amenazaba traer una
pérdida de la cosecha que produciría un desastre para
la región. Y dijo, ..Sé que su escuela necesita dinero.
Oren a Dios para que llueva fuertemente dentro de tres
días, y si viene la Uuvia Uds. tendrán el dinero que
necesitan para la escuela". El Sr. Maddox prometió
presentar el asunto a la reunión esa noche, y así lo hizo.
Preguntó quién tenía fe para pedirle a Dios una fuerte
lluvia dentro de tres días. Y un grupo se adelantó y
com~ a orar. Después de un tiempo de oración, dijo
uno, ..Ya tengo en mi corazón la contestación. Vendrá
la lluvia". Y nos fuimos a dormir. Eso fue miércoles.
No llovió esa noche, ni el día siguiente, ni el viernes,
pero el sábado de repente se llenó el cielo de nubes, y
vino una lluvia fuerte y extendida. El capitán del par,
tido de futbol dijo al Sr. Maddox: ..Ya pidamos que
Dios quite la lluvia, pues nuestro campo de deporte se
está haciendo un mar de lodo".
Otro caso en el mismo año escolar fue cuando vino
la noticia de que el padre de una de mis alumnas venía
de visita. Otro profesor y yo fuimos en un viejo Ford
a recibirlo en la estación de ferrocarril, a distancia de
unos 14 kilómetros de la escuela. El camino era de
tierra y el Ford no tenía techo contra la lluvia. Halla,

77
mos al hombre en la estación, enfermo. Y emprendimos
el viaje de regreso. Pero casi a medio camino vino una
de esas lluvias repentinas que se ven en fa sierra y co-
menzó a llover delante de nosotros. Sabíamos que si se
mojaba el enfermo podría morir. Pedimos a Dios que
no permitiera que nos cayera la lluvia. Llovió delante
de nosotros, detrás de nosotros, y a los dos lados, en
círculo a nuestro derredor, pero ni una gota cayó en el
carro.· Dios vive, y está al lado de los que Le siguen.

Cuando trabajaba como pastor de la pequeña Iglesia


Mexicana en Tucson, Ari.zona, servía de ..consejero" en
una estación de radio. Aunque estaba la estación, KEVT,
en los Estados Unidos, difundía en Español, porque hay
muchos mexicanos allá. Un día, cuando me preparaba
para dar mi programa, me llamaron. al teléfono. La vo.z
era de una mujer, y me dijo, ""Ud. es ministro ¿Verdad?
Yo tengo más de veinte años de no salir de la cama. Mi
hija me atiende, y cuando ella se va a trabajar, tengo
en la mesita junto a mi cama un radio y el teléfono.
Mucho le oigo a Ud. Pero hoy me vino la impresión
de que si Ud. viene y ora por mí, me aliviará Dios de
mi larga enfermedad. ¿Vendrá Ud.?" Tomé su direc-
ción, y prometí ir esa tarde a verla. Cuando colgué el
teléfono, de detuve para una breve oración por la mujer.
Esa tarde, cuando llegué a la casa de ella, toqué, y ella
misma vino a la puerta. Expresé mi sorpresa de que no
estaba en cama. Y ella contestó, ..Pero, Ud. oró por mí
al dejar el teléfono, ¿verdad? Pues en ese momento sentí
que la enfermedad me dejaba y me puse fuerte. Me le-
vanté; me vestí; y aquí me tiene aliviada. Es la prime-

78
ra vez en 25 años que he salido de la cama sin ayuda
de mi hija".

que SI se Mis hermanos que me conocen bien saben que no


..a. Dios que ando predicando las sanidades, como hacen algunos. Pero,
delante Dios tiene poder y sana cuando le place, aún por mano
Jados, en de algún ignorante que no se da cuenta de ello.
cayó en el
Cuando era pastor de la susodicha Iglesia en .Tucson,
Le siguen. vivía al otro lado de la ciudad, lejos del Templo, a dis-
tancia ·de unos ocho kilómetros. Un domingo llegué al
Templo un poco temprano, y entró una señora a quien
no conocía, con unos hijos. Me presenté, y ella me dijo
que era la Sra. Leyba, y que su esposo trabajaba en una
mina cercana. Eran Presbiterianos, pero como no había
Iglesia presbiteriana cerca, vino a la nuestra. Le di la
bienvenida, y seguí delante.

A las dos: semanas un hijo, de 14 años, aceptó a


Cristo. Pronto lo hizo otro. Y entonces el primero pi-
dió el bautismo. Yo lo presenté a la Iglesia, y fue acep-
tado. Pero pensaba que habría dificultades con la ma-
dre, que era Presbiteriana. Eso fue el domingo. El jue-
ves siguiente después del desayuno, fui a mi estudio para
estudiar. Me senté, y me acuerdo de haber visto el re-
loj. Eran las nueve. De repente todo se puso negro,
y parecía que había desaparecido el mundo. Aislado· yo
de lo que me rodeaba, oí una voz que me decía, ..Vete
a hablar con la Sra. Leyba. Ella quiere ser salva". Yo,
ignorante, contesté, ..Pero, Señor, ella es Presbiteriana,
y los Presbiterianos son Cristianos". Y contestó la voz,
··ve. Porque ella te necesita". Contesté, ••Bien, Señor,

79
Tú sabes lo que haces", y se quitó de mí la obscuridad,
y volví a la conciencia de donde estaba. Vi el reloj, y
eran las di~. Había estado una hora en el éxtasis.

Me fui a la cocina, y dije a mi esposa que Dios me


decía que fuera a hablar con ··esa mujer presbiteriana".
Y nos subimos al viejo Ford, y fuimos. Cuando llega-
mos a la casa Leyba, hallamos a la señora en el patio.
Viéndonos, vino con las dos manos extendidas, diciendo, cuatro homblll
..Ay, hermano, qué gusto tengo en verlo. Tengo dos to, y la
horas pidiendo a Dios que lo traiga, porque necesito a}1U' eran fieles.
da".
Le dije, ..Pues Dios me dijo que viniera. ¿Qué es
lo que desea?" Y me dijo que tanto ella como su esposo
habían nacido en familia presbiteriana, y que nunca ha-
bían sabido io que era ausentarse de los cultos. Pero
luego agregó, ..Pero hermano, no nos dijeron que tenía-
mos que arrepentirnos del pecado,· que debíamos entre-
garnos a Cristo, que debíamos bau~arnos. Que debía-
mos vivir una vida de consagración. ¿Por qué no nos
predicaron eoo?"

Le contesté que no valía la pena por el momento dis-


cutir eso, sino llevarla a la salvación. Por una hora,
sentados en la sombra de la casa, platicamos, leímos la
Biblia, y oramos. La Sra. Leyba fue salva. Poco des-
pués se salvó también su hija, que hoy es esposa de un
ministro Bautista, y a1 último su esposo.
Dicen los Modernistas que Dios ha muerto. A mí
no me lo pueden decir, porque yo sé; he tenido experien-
cia con Dios.

80

-.:c.··
No tengo idea de cuántos de mis hermanos han teni-
do estas experiencias; pues por temor de la burla, no que-
remos decirlo. Pero nuestra fe no viene de razonamien-
tos ni filosofía humana, sino de la experiencia personal.

En 1935 abrí la obra Bautista entre los Indios Ma-


sahues. Iba a Ixtlahuaca en el tren, y de allá a pie a
San Miguel Tenoxtitlas. La primera noche estuvieron
patio.
cuatro hombres en el culto. Los cuatro aceptaron a Cris-
diciendo, to, y la última vez que estuve allí, tres todavía vivían y
Tengo dos eran fieles. Una mañana que iba a volver a casa, me
acompañaron parte del camino hacia el ferrocarril los
cuatro. No me acuerdo por qué razón me detuve, para-
¿Qué es do, viendo hacia la sierra. Pero de repente los herma-
nos comenzaron a gritarme, ..El toro. El toro". Al mo-
mento no entendí, porque se me olvidaba que los indios
acostumbran decirle a una serpiente peligrosa ..toro", por
el sonido que hace la boa. Pero ellos que estaban a
unos diez metros de lejos, siguieron gritando, y señala-
ron mis pies con sus dedos. Miré abajo, y allá, enrOSt
cada entre mis dos pies, estaba una víbora de cascabel.
Era grande, más o menos del grueso de mi brazo, y de
casi dos metros de largo. Parece que había estado ex-
"•mento dis~ tendida cuando me paré junto a ella, y que se enroscó
una hora, de tal manera que tocaba mis dos zapatos. Miraba a una
leímos la de mis piernas y luego a la otra, como si no supiera qué
Poco des- hacer. Parecía no estar acostumbrada a que los hombres
así se pararan junto a ella. No me quedé; pegué un
brinco largo. Y matamos la víbora. Hay Modernistas
que alegan que los últimos versículos del Evangelio de
Marcos no deberían estar allí, y que no son ciertas. Pero
es porque no conocen a Dios, y no han experimentado

81
ill!(
¡u;::

IU<':
Su tierno cuidado. Pues, pregunto, ¿por qué no me mor-
dió esa serpiente? Yo sé que Dios vive.
ilfllL
En 1936 andaba yo en viaje misionero a caballo. En
el pueblo de Placeres del Oro, dormimos el grupo que
andaba conmigo. A media noche, de repente nos des-
pertó un joven que allí estaba, diciendo que fe había pi-
cado un alacrán (escorpión) de los grandes güeros que
matan. En esos tiempos no había en los pueblitos doc-
tores, y no teníamos remedios más que el antiguo reme-
dio de darle de beber mucha agua. Y así lo hicimos.
Pero, cuando yo puse mi mano en la pared, me picó tam-
bién uno de esos malos alacranes en el dedo. Por un
momento me asusté. Pero entonces me acordé de Dios,
y Le dije, ..Señor, yo estoy ocupado con este joven. Cuí-
dame Tú", y seguí adelante sin hacer caso al piquete
del alacrán.

Mi dedo se durmió hasta la primera coyuntura, de


modo que por varios días podía picarme con una aguja
y no sentirlo. Pero nada más me pasó. Dios me cuidó.
Las promesas que se hallan en Marcos todavía tienen va-
lidez y se cumplen.

Cuando comencé a predicar, fue sin sueldo. Y por


años ni un centavo se me pagó. Cuando iba a venir a
México como misionero, la junta de la Convención del
Sur me había aceptado tentativamente. Pero cuando lle-
gó el tiempo, terminados ya mis estudios, me avisaron
que por escasez de fondos no me podrían emplear, acon-
sejándome que esperara hasta que mejoraran las colectas.
Me acordé de Mateo 6:33, ..Mas buscad primeramente

82
el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os
serán por añadidura". Y dije, si la Biblia es verdad, Dios
me cuidará. Y si no es verdad, echémosla a la basura.
Me vine sin sostén. Casi toda mi vida ministerial, de
más de 57 años, he trabajado sin sueldo. Y nunca me
ha faltado lo necesario. Sí. Dios vive.

Hace poco más de un año comencé a sentir síntomas


de glaucoma, una enfermedad de los ojos que, si no se
trata pronto, deja ciego al hombre. Me molestó la idea
de ser ciego, y fui a México a consultar al oculista. En
:me picó tam- el camino, me puse a orar, diciéndole a Dios que no
Por un quería ser ciego, y que El podría curarme directamente
de Dios, o por medio del doctor. Cuando me examinó el oculis-
joven. Cuí- ta, después de media hora de estudiarme, me dijo, ''Sr.
al piquete Engelmann, vaya a su pueblo y enseñe y escriba y estu-
die todo lo que quiera. Ud. no tiene nada de glauco-
ma". Y desde ese día no he sentido ningún síntoma de
de glaucoma. Sí, Dios vive, y cuida del que Le sirve.

Todo esto ha sido mi propia experiencia. Pero tam-


bién en otros pasa esto. Cuando tenía yo el cargo del
campo del sur, allá por 1930-36, nos deteníamos el Sr.
Moisés Arévalo y yo al pasar por Tuxpan, Jalisco, para
y por repartir folletos en la calle, y cuando se abrió casa, tener
culto. El Hermano Arévalo trabajaba conmigo como ayu-
dante y consejero en el manejo del campo. Cuando él
era joven se le había enseñado que aunque los milagros
de la Biblia son ciertos, el tiempo de ellos ha pasado y
que actualmente ya no ~os hay.

En una ocasión le pedí que fuera a Jalisco para aten-

83
der un asunto, y, como por costumbre, se detuvo en
Tuxpan una noche para predicar. Cuando iba a co-
menzar, vio entrar a una joven pareja de Cristianos, tra-
yendo a fuerzas a la vieja madre de la mujer, que era
completamente sorda, de tal manera que no podía oír
el silbato de una locomotora. Y el Hermano Arévalo
pensó, ••¿por qué traen a esa mujer cuando nada oirá?"
Pero sentaron a la anciana en una banca, y los dos jóve-
nes se sentaron a sus dos lados, para que no pudiera
salir.
Cuando el Sr. Arévalo comenzó a leer la Biblia, la
mujer de repente prestó atención, inclinándose hacia ade-
lante. Y al fin del culto, cuando el Sr. Arévalo estaba
en la puerta, saludando a la gente que salía, se acercó
la anciana y le cogió la mano en las dos suyas, diciendo
que el sermón había sido magnífico. Pero el Sr. Aréva-
lo, no creyendo, le preguntó, ..¿Y cómo sabe Ud., si es
sorda?" Y ella contestó que al momento cuando él abrió
la Biblia para leerla, ella había recibido su oído. Y para qué y quién
comprobarlo le platicó al Hno. Arévalo casi un bosquejo Dios, me da
de su sermón. Estuve en casa de esta señora muchas de los semia~
veces después, pues fue una Cristiana consagrada como Ud. no cree..
pocos. Y el Sr. Moisés Arévalo aprendió que Dios to- tipo de Dios·.
davía tiene poder de hacer milagros cuando Le place.
Cuando me
Yo tengo la idea que hay muchos otros hermanos, Pero una se• '11
fieles siervos de Cristo, que han tenido experiencias se- mejor, y con d
mejantes. Y me daría gusto saber de ellas. Hermanos, me imaginaba
escríbanmelas, para la gloria de Dios. ¿Qué importa si cerla. Lo
los incrédulos no crean?
Pero el resumen de lo que hemos dicho es esto: Hay
un Dios que vive, y que merece nuestra obediencia. Es

84
eterno, y Sus santas Leyes son eternas. Se aplican a
cualquiera época y en cualquiera circunstancia.

Pero este Dios es Persona, y quiere andar a nuestro


lado ayudándonos y cuidándonos; quiere ser nuestro Ami·
go y Compañero.
nada oirá?" La oposición a Dios y a Sus Leyes viene de perso-
los dos jóve• nas que no Le conocen. El que una vez ha experimen•
no pudiera tado la Personal relación con Dios, y vive en Su presen·
cia, nunca vuelve a ser rebelde a Su Ley. Poco a poco
va entendiendo el propósito de la Ley divina, y, lo que
es más importante, va cogiéndole a Dios confianza y amor
que lo lleva a aceptar aún lo que no entiende. La fe
personal en Dios crece cada día. Y vamos conociendo
más y más el carácter de Dios.

La gran mayoría de los que dicen que no creen en


Dios, lo dicen porque se han formado una idea falsa de
qué y quién es Dios. A los que dicen que no creen en
Dios, me da ganas de preguntarles, como se dijo a uno
de los semiateos, ..Pues dígame cómo es el Dios en quien
Ud. no cree. Podría ser que yo tampoco crea en ese
tipo de Dios".

Cuando me casé, pensaba conocer a mi nueva esposa.


Pero una semana después de casamos, la conocí mucho
mejor, y con el tiempo la iba conociendo tanto como no
me imaginaba antes. Viviendo con ella, llegué a cono-
cerla. Lo mismo con Dios. Uno acepta por fe al prin·
cipio, pero al andar con Dios, vamos pasando de la fe
al conocimiento personal. Este es el Plan de Dios para
todos. Pero no todos lo siguen. Y los que de veras

85
andan con Dios y conocen Su amistad personal, son re-
lativamente pocos. Pero esto debe ser el blanco de· todo
Cristiano, y la medida de la Ley para los que no son
Cristianos.

Debemos mencionar también, de paso, otro · aspecto


del carácter del hombre inconverso. Dijo Nietsche que
si hubiera Dios, sería necesario al hombre tratar de ma-
tarlo. Pues la mera existencia de tal Dios sería intole-
rable para el hombre. . El hombre es egoísta, y tratar de
ponerle leyes y reglas, por justas y buenas que fueren,
le repugna y le hace enojar. El hombre natural es por
naturale.za rebelde a toda disciplina. Precisamente es esto
lo que tiene que cambiarse cuando el hombre se salva;
tendrá que ··nacer de nuevo". Tendrá que ser nueva
criatura. (Juan 3 : 3) .

Aquí tenemos la verdadera base del conflicto entre


la nueva moralidad y las Leyes de Dios. El que no ha
tenido experiencia personal con Dios trata el asunto abs-
tractamente, como le parece que debe ser y como le gus-
ta. El que aceptó a Cristo como Rey Salvador acepta
las leyes divinas por fe hasta poder tener las experien-
cias, y después las acepta e interpreta en la Ley dél Amor.
El que vive en contacto con Dios, en relación personal,
ni discute si hay o no un Dios. Dice, ••¿Para -qué me
hablan de eso? Yo sé qu_e hay un .Dios, pues he tenido-
experiencias prácticas con El. . Nadie ni nada podrá qui-
tarme las experiencias que con Dios he tenido. Yo sé
a Quien, he cret'do ..... , En el
(v. 6};
7}; todo lo

86
CONCLUSION: EL CAMINO MAS EXCELENTE

En el capítulo 13 de 1 Corintios, se nos presenta un


"'Camino más excelente", que declara es el del amor. Ya
hemos dicho que el amor comienza con amar a Dios, y
hasta después nos lleva a amar a nuestros prójimos. Y
hemos dicho ya que el amor es más que un mero senti-
miento, o una atracción física como en las novelas y pe-
lículas. Pero debemos notar también lo que dice que
no hace el amor, y lo que sí, hace el amor.

En el lado negativo, el amor (el verdadero amor) ·no


tiene envidia {v. 4); no hace sinrazón {v. 4); no se en-
sancha {v. 4); no es injurioso {v. 5); no busca lo suyo
(v. 5); no se irrita (v. 5); no piensa el mal {v. 5); no
se huelga en la injusticia {v. 6); no se porta como niño
(v. 11).

En el lado positivo: el amor se huelga en la verdad


{v. 6); todo lo sufre (aguanta) (v. 7); todo lo cree (v.
7); todo lo espera {v. 7); todo lo soporta {v. 7).

87
Llamo la atención sobre dos cosas, a los que propo-
nen el amor en lugar de la ley. Primero, que al abogar
por la ley del amor, la pongan en práctica en sus desfiles
y demás demostraciones, no caigan en los errores prohi-
bidos por el verdadero amor, tales como violencia, des-
trucción de propiedad, molestar al público, etc.

En segundo lugar, les recuerdo que la ley del amor


es solamente para los Cristianos, y que no deben tratar
de incluir a los paganos, que se dejan llevar por sus pa-
siones y enojos.

Pero no puedo dejar la cuestión de la nueva mora-


lidad sin hacer a mis amables lectores un sincero llama-
miento a que se entreguen a Cristo, recibiéndolo como
Rey y Salvador, pa:fa así tener derecho a usar la Ley del
Amor. Y entonces no traten de poner a vivir por la
Ley de Amor a los que no son convertidos ni capaces
de seguir tal Ley.

Por lo demás, diré que el Cristiano viva por esta Ley,


y a la vez trate de ganar a los demás a la salvación para
que puedan ellos también vivir la dichosa Ley de Amor.
Y .al que no es Creyente, le insto que acepte a Cristo
como su Rey y Salvador, y pida la ayuda del Espíritu
Santo ·para poder vivir la Nueva Moralidad.
tiana
San Jeronimito, Guerrero, México, los inconve&~
Nov. 24 de 1971. nos, especia~~

L. O. ENGELMANN.

88
que propo-
qoe al abogar
m sus desfiles
errores prohi-
Wolencia, des-
de.

ley del amor


deben tratar
por sus pa• PAGINAS VARIAS

LOS liBROS CRISTIANOS

Uno de los problemas del pastor es el de hacerse de


libros buenos, y que él necesita. Generalmente no le bas-
ta su poco sueldo para comprar los libros que necesita,
menos los que él quiere. Y le es necesario escoger con
sumo cuidado los que va a comprar. Por eso es de suma
importancia que los que compre sean buenos y útiles.

Para ayudarle al ministro a escoger los libros buenos,


a la ve~ que para hacer propaganda de nueStras ideas,
se han abierto en lugares céntricos librerías cristianas. El
propósito de estas librerías no es ganar dinero, y de he-
cho cada mes pierden. El propósito de una librería cris-
tiana es presentar la verdad, tanto como propaganda a
los inconversos, como de forma que ayude a los Cristia-
nos, especialmente a los ministros.

·· Pero, es lástima decir que ha surgido la idea en al-


gunas librerías y casas de publicaciones que deben ven•
der libros tanto buenos como malos, ••para que los her•

89
manos sepan lo que dicen los enemigos". Tendría esto
su lado de verdad si las librerías tuvieran los libros ma•
los aparte, no a la vista, para venderse a los que los bus-
quen, o que ofrecieran pedirle un libro si algún hermano
lo buscara. Pero el tenerlo a la vista, ofreciéndolo a la
venta pública, es hacer propaganda a favor del error. Y
esto es malo y muy peligroso. Cuando menos deberían
ponerles letrero como, ••Libros no recomendados··.
En general, nuestras librerías Bautistas han tenido más
cuidado en lo que venden que las librerías protestantes.
Pero no son perfectos, y a veces logran meterse entre
los libros de venta de nuestras librerías libros indignos,
malos. A estos debemos rechazar; y debemos protestar
en contra de la venta de tales libros.
Pero las librerías protestantes son otra cosa. Hay al•
gunas librerías protestantes, como la Casa Unida, que
sacan tantos libros indignos, que personalmente casi nun-
ca compro nada en esa librería.
Pero aún en nuestras librerías, es necesario que ten·
gamos cuidado. Debe ·examinarse con cuidado cada li-
bro antes de comprarlo, para ver si es cristiano o no. Y
es bueno pedirle .consejo a algún hermano fiel, Fundamen•
ta:lista Bautista, acerca de un libro que se le ofrece. En
la Librería Progreso probablemente, si Ud. le pregunta al
gerente acerca de algún ·libro, le dirá la verdad respecto
a ·si el libro no es bueno. ·

Debemos tener mucho cuidado de comprar libros de


fuentes desconocidas. Los llamados ..Testigos" venden
muchos libros, casi .todos malos y que tuercen la Escri-
tura para el mal. Los Sabatistas (Adventistas del Sépti·

90
mo Día) tienen libros hermosos, y que nos dan codicia,
pero que enseñan sus doctrinas. Al momento, el más
popular de ellos es una serie de tomos hermosamente en-
cuadernados y con bonitos cuadros, de la historia de la
Biblia. Podrá Ud. leer las primeras 100 páginas sin ha-
llar error, pero al fin meten sus doctrinas legalistas.
Pero el peligro es más grande entre los mismos Bau-
tistas. Pues como son Bautistas, les tenemos confianza
de que lo que venden es la verdad. Cuando salen {no
con mucha frecuencia, pero siempre) libros perversos en
nuestras propias librerías, es necesario que compremos con
mucho cuidado. Pues hay hermanos que no hacen caso
de la venta de libros sobre falsas doctrinas, y a veces,
con la mejor buena intención, los hermanos dejan pasar
libros indebidos, por descuido.
Y si es necesario tener cuidado qué ·libros compramos,
es de doble importancia cuidar de no permitir que en-
tren en nuestras Iglesias, en sus bibliotecas y en las ca-
sas de los hermanos sencillos, libros con errores doctri-
nales o bíblicos. No queremos doctrinar a nuestros miem-
bros, especialmente los jóvenes y niños, en las ideas de
los enemigos de nuestra santa Fe.
Hermano pastor, fíjese qué libros hay en la mesa y
en los libreros que Ud. visita y no tema decirle a los
hermanos, ••Ese libro es malo. Líbrese de él".
El precio de la: verdad, como de la libertad, es la eter;
na vigilancia. Y en la librena donde Ud. ve de venta
muchos libros indebidos, sencillamente deje de comprar
allí.
L. O. ENGELMANN.

91
LA FUERZA DE LOS LIBROS

El poder que tienen los libros para formar el carác·


ter y las ideas de los jóvenes y ministros, se ilustra en mi
propia vida. A la ve~ se contesta a los ignorantes que
afirman que nadie se convence en un argumento.
Cuando comencé a predicar, no conocía libros reli·
giosos excepto la Biblia y el himnario. Predicaba pebre·
mente, estudiando sólo la Biblia.

Un día cayó en mis manos un libro por el Dr. Terry,


en el que dijo, de paso, que ..la Iglesia" comenzó en el
día de Pentecostés. Cándido e inocente, yo creía que
todo lo que se decía en los libros tenía que ser cierto, y
poco después, predicando en mi Iglesita, también afirmé
como un hecho que ..la Iglesia" se fundó en el día de
Pentecostés.
Después, cuando iba yo a comer, se me pegó un vie·
jo hermano, diácono, que tenía cincuenta años de Cris-

92
tiano. Y, al rato, me dijo, ••Bueno, hermano, ahora me·
tiste la pata, ¿verdad?"
:'
..¿Cómo?" Le dije. ..¿Por qué dice Ud. eso?"

••Pues,con
.. testo'. ..Dijiste que la Iglesia comenzó en
el Pentecostés" .

..y ¿no es verdad?" le pregunté.

No, dijo el viejo. ..La Iglesia grande, de todos los


salvos, todavía no se forma, aunque en perspectiva exis-
te, y estén escritos nuestros nombres en el Cielo. Hoy
día, cada Iglesia es una Congregación, una Asamblea lo-
cal. Fueron añadidos a la Iglesia de Jerusalem las tres
mil almas. Y, fíjate que no dice que se forma de ellos
la Iglesia, sino que fueron añadidos a ella los tres mil.
No se puede añadir a lo que no existe".

Huelga decir que me cayó esto como una bomba. Le


dije a mi buen hermano que estudiaría el asunto. Fui
a casa y así lo hice, estudiando la Biblia con cuidado so-
bre el asunto. Y, para mi sorpresa, hallé que el viejo
tenía razón. La Iglesia de Jerusalem, al igual que va•
rias otras Congregaciones, ·existían ya antes, y f';leron
añadidos a ella las tres mil personas nuevas en el día de
Pentecostés.

Aquí había recibido una idea falsa, por haberla leído


en un libro recomendado por los ministros bautistas. Hay
muchos hermanos, láicos y ministros, que piensan que
todo lo que está escrito en un libro tiene que ser la ver•

93
dad. No debemos darles ni venderles libros que ense-
ñan errores.

Otro caso en mi propia experiencia fue más intere•


sante. Cayó en mis manos un libro escrito por el Dr.
B. H. Carrol, fundador y primer presidente del Semina•
rio de Fort Worth.

Había (y todavía hay en menor número) un grupo


de personas que se decían ..Postmilenistas". Es decir, ale- vor.
gaban que nosotros los Cristianos vamos a establecer el estudios _
Reino de los Cielos en este mundo por nuestros esfuer• mentos de
.4Qs, poniendo buenas leyes, asilos, escuelas, y otras insti· de que yo
tuciones por nuestras fuer.zas. En contra de ellos esta• de hoy en
ban los ••Premilenistas", quienes decían que el mundo va
hacia el mal, y que sólo la venida de Cristo en Persona
establecerá ese reinado de justicia que se llama el milenio.
Casi han desaparecido los Postmilenistas, unos yendo al
Modernismo, y otros, estudiando la Biblia, haciéndose
Premilenistas. Pero quedan unos pocos.

El Dr. Carrol, a pesar de su inmensa erudición, fue


Postmilenista. Y cayó en mis manos un libro escrito por
él. Me lo tragué entero. ¿No estaba escrito po,r un
Bautista, presidente de seminario ..Bautista"? ¿No había
sido publicado por los Bautistas y vendido en una libre•
ría bautista? No se me ocurrió dudar de su contenido.

Pasaron algunos años, y me fui a estudiar en la uni•


versidad. Allá había una sociedad de estudiantes para
el ministerio, y hablando con ellos, mencioné mis ideas
de Postmilenista. Brincaron. Uno de ellos, entusiasmado,
me retó a un debate público, lo cual acepté inmediata•

94
mente. Se arregló fecha; se consiguieron tres ministros
de la asociación como jueces; se designó presidente; se
invitó al público. Cada uno de nosotros tendría media
hora para su discurso principal.

Llegó el día, y se tuvo la discusión. Los jueces die-


ron el fallo a mi favor y resolvieron que yo había gana-
do. Pero entonces me levanté, y dije: "Les doy mis sin-
ceras gracias a los hermanos jueces por el fallo a mi fa-
vor. Pero la honrade%; me obliga a decir que, por los
estudios que hice para este debate, junto con los argu-
mentos de mi amable contrincante, me han convencido
~lr.lS insti- de que yo estaba en el error, y que él tiene ra~ón. Des-
dlos esta- de hoy en adelante, soy Premilenista, .
.JDWldo va
Con esta experiencia mía, queda contestada la tonta
aserción de algunos en el sentido de que nadie se con-
vence en un argumento. Los honrados se convencen
oyendo y considerando los argumentos. Los que no se
pueden convencer en un argumento son los que no tienen
honradez.

Pero también ilustra el grande peligro de vender y


prestar y circular libros que tienen errores. Envenenan
las mentes de los hermanos, especialmente las de los jó-
venes predicadores. Mucho cuidado hermano: NO VEN-
DAS, NI PRESTES, Nl CIRCULES LIBRO QUE NO
TENGA TU COMPLETA APROBACION. Podrías,
sin quererlo, servir de agente de Satanás. Y cuando com-
pres un libro, examínalo bien para ver si es cristiano, aun-
que se esté vendiendo en una librería que se dice ser cris-
tiana o bautista. Pues quien vende, regala, o presta li-

95
bros o folletos con enseñanzas falsas, hace la obra de
Satanás, propagando el error.

*
* *

SIGUE LA LUCHA

Ya han pasado varios años desde que comenzó nues-


tra DEFENSA contra los ataques de los enemigos de
Cristo. Ha sido un dolor de corazón ver a algunos que
contábamos como hermanos salir en las filas de nuestros
enemigos. Pero ha sido un gozo ver a tantos hermanos
fieles que se han puesto a defender la Verdad.

En 1967 escribí DEFENSA VIII, que puso en forma


breve lo que era necesario hacer en defensa del Evan-
gelio. Me alegro de que mucho de ello se ha hecho;
pero falta mucho, y la guerra contra los seguidores del en tales esa-'•
Anticristo sigue. Alguien ha dicho que el precio de la
libertad es eterna vigilancia. Lo mismo podremos afir-
mar acerca de la pur~ del Evangelio que Cristo nos ha
encargado.

Hemos logrado que se adopte en la Convención Na-


cional Bautista de México una Confesión de Fe, y bue-
na. Algunas Asociaciones e Iglesias han seguido el ejem-
plo adoptando esta confesión de fe o una parecida. Esto
es bueno. Pero falta rehusarse a elegir como oficiales,
o miembros de junta o consejo, a personas que no acep- Yo quisiera
ten esta confesión. Y las Iglesias y Asociaciones que no
tra República
tienen buena confesión de fe deben aprobar una pronto. nicas 7:14,
96
obra de Hemos declarado nuestra enemistad contra el Ecw
menismo. Pero unas personas, diciéndose ser Bautistas,
siguen dando ayuda y sostén a los Ecumenistas. No de-
bemos tolerar a tales personas en nuestro número. De-
bemos declarar en VC>2í alta que tales personas no son
Bautistas y que no son nuestros hermanos, y especialmen-
te que no nos representan.

Hemos logrado que algunas Iglesias se hayan dado


cuenta de la necesidad de la doctrina pura y de ministros
fieles, pero necesitamos todavía ser más estrictos en evi-
tar que estos "'doctores en Filosofía" sean recibidos como
pastores, y que viertan en los cor~ones de los oyentes
las mugres porcinas de su filosofía humana en lugar de
las santas enseñall4aS de Dios. Debemos tener sum\1
aa forma cuidado de no recibir como pastor ni consejero a quien
Evan- haya estudiado en seminario o escuela bíblica moderni"
hecho; ta. Y no debemos enviar a nuestros jóvenes a estudiar
en tales escuelas.
del
de la
Hemos progresado en la evangelización. Pero muy
lejos del progreso que debíamos tener. Los Hermanos
Haste y sus compañeros han hecho buena labor. Pero
es lástima que, siendo tan buena, no sea mejor. Los pla-
nes presentados han sido sabios, los mejores que la men-
te humana ha podido idear. Pero falta el poder del Es-
píritu Santo, y no hemos tenido un verdadero avivamien-
to pentecostal.

Yo quisiera ver que en cada Iglesia y misión en nues-


tra República se tomara en serio las palabras de 2 Cr&
nicas 7:14, predicando el pastor sobre él, y poniéndola

97
por obra la Iglesia. Es una promesa gloriosa, y nos daría
un verdadero avivamiento de evangelismo. El texto dice: en

..Si se ( 1) humillare mi pueblo, sobre los cuales es


invocado mi nombre, y ( 2) oraren, y ( 3) buscaren mi
rostro, y ( 4) se convirtieren de sus malos caminos; en-
tonces yo ( 1) oiré desde los cielos, y ( 2) perdonaré sus
pecados, y ( 3) sanaré su tierra".
Hemos logrado un poco (muy poco, pero algo) en
el asunto de nacionalizar la Obra, independi2íándola de las en un sueño.
juntas extranjeras. La nacionali2íación abarca: ( 1) el
Si no se
manejo de fondos, ( 2) el lograr que los Mexicanos den
para nuestro
los fondos, ( 3) asumir las responsabilidades de los misio-
neros extranjeros en nuestra Obra, y preparar a un gru- vación.
po de jóvenes escogidos para ser líderes, con educación
igual a la de 'los misioneros, que generalmente compren-
de por lo menos una carrera universitaria.

No quiero aquí tratar largamente de lo que nos falta


para ganar la guerra contra los Modernistas y contra el
pecado. Pero recomiendo a mis queridos heriñanos lean
otra Ve-4, y detalladamente, el número VIII de DEFEN-
SA, anotando las cosas que debemos todavía hacer. Oren
y prometan a Dios ser fieles a Cristo, y hacer las cosas
que faltan.

PREDICANDO LAS DOCTRINAS

Hay una tendencia mundana hoy día a decir, ..No nadie se "" •
prediques las doctrinas; no les interesa al pueblo. Predi-

98
ca el Evangelio, y deja las doctrinas para las discusiones
en las escuelas".
Esta idea es falsa, y ha destruído mucha labor Cris-
tiana. Pues la base del evangelio y de toda nuestra Obra
son las doctrinas. Sin las doctrinas no hay Evangelio
ni evangelización.

Si no se predica la doctrina del pecado, y que todo


hombre es por naturaleza pecador, los pecadores vivirán
en un sueño, y no se entregarán a Cristo.

Si no se predica la doctrina de la sangre de Cristo


para nuestro rescate, los perdidos nunca buscarán la sal-
vación.

Si no se predica la doctrina de la segunda venida de


Cristo para establecer Su Reino, no habrá esperanza pa-
ra el Cristiano, ni verá el incrédulo el por qué hacerse
Cristiano.

Si no se predica la doctrina de la salvación por la fe,


irán los pecadores a buscar su salvación en las buenas
obras u otro ramo del paganismo.
1
Si no se predica la doctrina del arrepenturuento, la
gente nunca dejará sus pecados y vicios.
Si no se predica la. doctrina del nuevo nacimiento, los
hombres no se entregarán a Cristo.
Si no se predica la doctrina de la Persona de Cristo,
nadie se entregará a El, porque Lo creerán un mero hom-
bre como ellos.

99
Si no se predica la doctrina de que la Iglesia es una
Congregación local e independiente, los hermanos caerán
en los nefandos errores del Ecumenismo.

Si no se predica la Inspiración total y verbal de la


Biblia, ni los Cristianos tendrán base de vida y proce~
der, ni los pecadores creerán nuestras prédicas· evange~
lísticas.

Las doctrinas son la base de la evangelización. Y es


un hecho que los grandes avivamientos de evangelismo en no~
la historia del mundo han venido después de una larga
y profunda predicación de las doctrinas.

PORQUE NO SOY EVANGELICO


man;

Mi padre fue Católico, y mi madre fue Evangélica.


Conozco algo de esa religión.

La Iglesia Evangélica no existe en la República Me- guerra m~


xicana, · de modo que los ignorantes han aceptado que nos del tra
cualquiera que predica el Evangelio es Evangélico. Esta niones de 1a
idea ha dado origen a muchos problemas y muchos erro- donados, b
res. Es la base del interdenominacionalismo que ha traí-
do pleitos, herejía~. y problemas, resultando en la pérdi-
J En
da de muchas almas.

La ..Iglesia Evangélica" es una secta completamente


separada de las demás Protestantes. Existe muy fuerte
en Alemania y países vecinos en Europa. En Alemania
el gobierno sostiene el ministerio de ciertas religiones,
entre las cuales se hallan el Catolicismo y la ..Iglesia

100
Evangélica". Esto es una rama del Luteranismo, y tie-
ne las mismas doctrinas. Es una religión espiritualmen-
te en bancarrota. Los ministros reciben su educación en
universidades del gobierno, con maestros ateos, y general-
mente toman el ministerio como •• carrera". El gobierno
les da sü campo de trabajo, y el gobierno les paga su
streldo. Cuando sus misioneros van a otro país, van
como agentes del gobierno, y por eso se ha levantado
la crítica de que los misioneros son agentes de un . gQbier-
no extranjero y que destruyen el patriotismo de la gente.

Hay, por supuesto, excepciones; pero por regla ge-


neral los ministros evangélicos en su tierra son un de-
sastre moral. Por lo general no son hombres converti-
dos y no tratan de vivir una vida de consagración. To-
man; fuman; reciben su cerveza entregada en sus casas
por caja; muchos tienen sus queridas. El resultado en
la gente es funesto. En una carta que escribí a una
amiga Bautista de Hamburgo, le pregunté cómo iba la
vida religiosa de Alemania ahora, después de la segunda
guerra mundial. Contestó largamente, diciendo que me-
nos del tres por ciento de la gente ponía pie en las reu-
niones de la Iglesia Evangélica. Los Templos están aban-
donados, los miembros entregados al vicio.

En 1934 tuve ocasión de pasar un domingo en el


pueblo de Oberamergau, provincia de Bavaria, en Alema-
nia. Como no hallé Iglesia Bautista, me fui a la Evan-
gélica. Hubo una asistencia aproximada de una docena
de personas, casi todas turistas. El ministro salió con
su ropaje sacerdotal como hacen los curas católicos. Ha-
bía un altar al frente del salón, con un crucifijo grande,
ante el cual el pastor genuflexionaba con la espalda a la

101
congregación cada vez que pasaba. En un estante había
un libro grande de oraciones, así puesto que el pastor, al
leer una oración {frecuente) daba la espalda a la gente.
Nada hubo de predicar el Evangelio. Todo el culto duró
menos de media hora, y de esto buena parte se gastó en
una insistencia de parte del pastor para que los visitan•
tes dieran liberalmente la ofrenda, siendo que se necesi·
taba dinero.

Ha sido de perjuicio a nuestra Obra tanto Bautista


como Protestante que los hermanos acepten llamarse
..Evangélicos". Tiene tan mala fama la religión evangé·
lica en Europa, que cuando los curas afirman aquí que
los pastores evangélicos son borrachos y mujereros, no
dicen sino la pura verdad; no nos calumnian; pues si
aceptamos el nombre de Evangélicos, tenemos que acep,.
tar también la fama de ellos.

Yo pido a mis queridos hermanos que quiten de nues•


tro vocabulario la palabra ··evangélico", y especialmente
que no pongamos esa palabra en el nombre de una Igle·
sia. Es una afrenta decirle a un Cristiano, Evangélico.
Yo soy Bautista; no soy Protestante, ni Evangélico, ni
nada más, sino Bautista. Con esto basta.

BIBLIOTECA "MOISES AREVAlO A."


SEMINARIO TEOLOGICO BAUTISTA DEL SUR

102
INDICE

Bautista LA NUEVA MORALIDAD


lamarse
Pág.
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
CAPITULO l.-La Posición Cristiana . . . . . . . . 11
CAPITULO II.-La Nueva Moralidad . . . . . . . 15
CAPITULO III.-La Etica y la Escatalogía . . . . 24
CAPITULO IV.-La Moralidad y la Salud . . . . 27
CAPITULO V.-La Etica y las BienaventuratlZas 34
CAPITULO VI.-Los Die-4 Mandamientos . . . . 39
CAPITULO VII.-Los Grandes Mandamientos. . . 58
CAPITULO VIII.-La Libertad Individual . . . . 65
CAPITULO IX.-Un Dios Vivo en Nuestras
Vidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
CONCLUSION: El Camino más Excelente . . 87
PAGINAS V ARIAS-Los Libros Cristianos . . . . 89
La Fuer.4a de los Libros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Sigue la Lucha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Predicando las Doctrinas . . . 98
Porque no soy Evangélico . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
••
. , si;: •

SE DIO TERMINO A LA IMPRESION DE


ESTE LIBRO, EL DIA 3 DE MARZO DE
1972, A~O DE JUAREZ EN LOS TA-
LLERES GRAFICOS DE LA EDITO-
RIAL JOSE M. CAJICA JR., S. A.,
INSTALADOS EN LA CASA
NUMERO 2501 DE LA CA.-
ILE 19 SUR DE LA CIUDAD
DE PUEBLA, PUE., MEX.

N2 O448

Tiro: 2,000 Ejemplares.

BIBLIOTECA "MOISES AREVALO A."


SEMINARIO TEOLOGICO BAUTISTA DEL SUR
NOTA:
Hasta ahora han salido 18 uiWac» de DEFENSA, co-
mo siguen:
I, El Anticristo Modtr110..
11, Emmanuel, Dios Ooo Nod:aca.
III, El Evangelismo Bitliro
IV, El Pecado de Josaplat.
V, El &umenismo.
VI, La Inspiración de b. BiiiD..
VII, Declaración de Pe Pasii'AI
VIII, La Solución de NUE:SIRJ5 Prol.&.mas.
IX, El Reino de los Cirios
X, La Diferencia entre los 0cÑ4iall!íl6 y los Moder,
nistas.
XI, El Evangelismo Pasonal
XII, El Infierno.
XIII, El Pecado.
XIV, Ekklesia-La Iglesia.
XV, Quienes son los Bautistac.
XVI, La Evolución.
XVII, El Matrimonio Ante los Ojos de Dios.
XVIII, La Nueva Moralidad.
Además han salido dos hbros atta: 1
'
Religioso pero Perdido. ~
l
Manuscritos Viejos. l
Hasta donde ha sido posible, se han enviado gratis a los lj
predicadores de todas las sectas. Si Ud. no ha recibido la
serie entera, podrá pedirla a esta editorial, o a la Librería
Progreso, Viz.cainas 16, México, D. P. Mé:Dco. Si Ud. se
interesa en recibir la serie hennosunmte encuadernada, di,
ríjase a la editorial, donde se proyecta hacer tal edición para
los que desean conservar la serie en su lxblioteca o en la de
su Iglesia.
Oren por este trabajo, y por mí, el indigno Defensor.
L. O. ENGELMANN.

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