Al comenzar a elaborar la idea central del trabajo, el tema a desarrollar en nuestra tesis eran
las “cuestiones constitucionales del impuesto de renta”. Nos apasionan las cuestiones
constitucionales y, al mismo tiempo, nos despierta un gran interés el derecho tributario así
que, nos preguntamos, ¿por qué no hacer algo que fusione las dos áreas del derecho?
Como advertimos, el asunto del poder tributario, como el lector podrá notar durante el
texto, se matiza políticamente, pues representa la disputa financiera de las entidades
territoriales en busca de mayor autonomía, y por otro lado, el sector central y el papel que
desempeña en un Estado unitario con descentralización. Representa también al Presidente
en busca de poder tributario, y una Corte Constitucional que debe matizar estos intereses al
son de la carta política del 91. En fin, se da un interesante choque en el Estado en busca de
poder financiero, de una fuente que le permita desarrollar sus fines constitucionales, y en
últimas, de poder tributario.
Nuestra intención es mostrar al lector el origen político y constitucional del poder y como
de este se llega al poder tributario. Una vez conceptuado el poder tributario, iniciar un
análisis del texto constitucional que llevara al lector a conocer que entes gozan de poder
impositivo. Evidentemente, en este camino por la Constitución, encontrará el lector
remisiones a doctrina y sobre todo, a jurisprudencia de algunas de las altas Cortes de
Colombia.
Pues bien, una vez introducido el tema, solo nos queda desearle al lector que esta tesis sea
del total agrado y que, por la facilidad y estructura con que se desarrolló, le brinde la
mayor utilidad posible.
11
1. DEL PODER POLÍTICO AL PODER TRIBUTARIO
Cuando se habla del concepto de “poder tributario”, entendido este como la facultad o
capacidad que tiene el Estado de crear tributos e imponerlos sobre sus asociados (los
ciudadanos), se debe tener en cuenta que esta es una de las tantas manifestaciones del poder
público del Estado; por lo tanto, es necesario en primer lugar, realizar una referencia
general al concepto del Poder Público (poder político concentrado en cabeza del Estado), es
decir a cual ha sido su evolución histórica, cuales son sus características determinantes y
como se ejerce y organiza dentro del contexto de un Estado democrático de Derecho. Así
mismo, y concretándonos en el tema objeto de este trabajo, debemos señalar la manera en
que se estructura y se ejerce el poder público en Colombia, es decir de acuerdo con la
Constitución política de 1991 y respondiendo los cuestionamientos acerca de quien es el
titular de tal poder, que sujetos u órganos dentro del Estado lo ejercen y con que
limitaciones (funciones y competencias).
El término “poder público” hace referencia al concepto del poder político (entendido este
como la capacidad de un individuo o grupo de llevar a cabo su voluntad, incluso a pesar de
la resistencia de otros 1 ) existente en una sociedad, pero ya no ejercido por varios
individuos o grupos de manera disgregada y desigual, sino concentrado e institucionalizado
en la figura del Estado, como un ente donde tal poder se distingue claramente del individuo
o persona que lo ejerce2 .
1
BODENHEIMER Edgar. “Teoría del Derecho”. Pág. 17. Fondo de Cultura Económica. 1997.
2
Este es el fenómeno de la “institucionalización del poder”, entendido este como el proceso en el cual el
poder deja de ser identificado con el individuo que lo ejerce y asimilarse más bien con la figura del Estado.
Naranjo MESA Vladimiro. Teoría Constitucional e Instituciones políticas”. Págs. 83-87 Temis 1997.
3
LOWENSTEIN Karl. “Teoría de la Constitución”. Págs. 26-27. Ariel 1983.
12
libertades de los asociados comienza a ser desconocido por la colectividad perdiendo así su
legitimación 4 . La idea de la limitación del poder político, es decir la imposición de límites a
los sujetos que lo detentan, es el aspecto central de lo que se conoce como
“constitucionalismo” y comprende un acuerdo social sobre las reglas fijas a las que se
deben sujetar tanto detentadores como destinatarios del poder (lo que vendría a ser un
Constitución), garantizando así el ejercicio de una debida autoridad por parte de los
gobernantes para el cumplimiento de los cometidos estatales y por otro lado protegiendo la
libertad de los destinatarios frente al ejercicio de tal autoridad; así mismo, esta fijación de
reglas exige que el ejercicio del poder se distribuya y divida entre varios sujetos
independientes (principio de separación de poderes), evitando su concentración y
monopolización en cabeza de un solo detentador como ocurre en los sistemas autocráticos,
en los cuales el poder tiende a excederse en mayor magnitud. 5
Se han distinguido dos elementos de la esencia del poder público ejercido por el Estado, los
cuales son la dominación y la competencia. En lo referente a la dominación, esta
comprende la capacidad que tienen los gobernantes de hacer cumplir sus decisiones,
incluso por la fuerza; este elemento puede aparecer de manera extrema o de forma
acentuada según el sistema de Estado o de gobierno imperante. En cuanto al elemento de la
competencia, esta comprende la aceptación de la comunidad frente a los mandatos de
quienes ejercen el poder, sin que estos tengan la necesidad de recurrir a la fuerza. Teniendo
en cuenta lo anterior, se afirma que se esta en presencia de un poder de hecho cuando lo
que predomina es el elemento de la dominación y que, en cambio, se habla de un poder de
derecho cuando lo que prevalece es la aceptación “libre” de la comunidad a ese poder
(competencia) 6 .
4
Esto es lo que Lowenstein señala como “el carácter demoníaco del poder” y que se resume en la conocida
frase “Power tends to corrupt, absolute power tends to corrupt absolutely”. Ibíd. Pág. 28-29.
5
Para Lowenstein, la “autocracia” se opone a los fundamentos del constitucionalismo. Ibíd. Pág. 29-35.
6
NARANJO MESA Vladimiro. Ibíd. Págs. 120-122.
13
De la legitimación del poder público, se han distinguido diferentes tipos que son; a)
tradicional: se refiere al gobierno por dinastías; b) carismático: que comprende la
legitimación por las cualidades personales del gobernante; y c) el racional o legal, en el cual
las autoridades gobiernan de acuerdo con un poder investido por la Ley7 .
Frente a la necesidad de frenar los excesos en los que caen aquellos que detentan y ejercen
el poder, surge la idea de que este radica en la misma colectividad (lo cual es otro aspecto
fundamental del constitucionalismo) y que ella es la que debe participar en su formación y
funcionamiento, en razón de garantizar los derechos y libertades de quienes la conforman.
Esta concepción, cuyos antecedentes históricos se remontan a la filosofía aristotélica y a
gran parte del pensamiento medieval (aunque, obviamente, no de manera preponderante)8 ,
cobra su mayor fuerza en el siglo XVIII, y principalmente con la obra de J.J Rousseau,
llegándose a constituir como uno de los principales fundamentos del constitucionalismo; se
afirma entonces que el poder pertenece al pueblo, en el que encuentra su origen, y que los
gobernantes únicamente reciben de este su autoridad, creándose así la conciencia de que tal
poder debe ejercerse en interés de toda la comunidad y procurando el bien común, todo
dentro de un marco de reglas que garantice tales finalidades, llegando a la concepción del
Estado de derecho. La titularidad del poder es entonces algo de carácter colectivo, razón
por la que se habla de “poder público”, perteneciendo la soberanía al pueblo y quienes
ejercen la autoridad (de manera transitoria) no son más que agentes transitorios de este; en
resumen, esto es lo que caracteriza al poder público en el Estado de derecho, y tal principio
(el de la soberanía popular) es el que ha sido adoptado por todas las democracias
occidentales, incluyendo la nuestra, como fundamento de la organización del Estado9 .
7
NARANJO MESA Vladimiro. Ibíd. Págs. 123.
8
En la edad media la doctrina que predomina en cuanto al fundamento del poder de los gobernantes es la del
“origen divino” de la autoridad o teocracia.
9
NARANJO MESA Vladimiro. Ibíd. Págs. 128-129
10
NARANJO MESA Vladimiro. Ibíd. Págs. 129-133.
14
a) Superposición y centralización.
Esta característica supone que el poder del Estado (poder público), suprime todo poder
político intermedio y ajeno a su ámbito dentro de la sociedad, imponiéndose y
consolidándose como un ente centralizado en el que se concentra el poder.
La naturaleza política del poder del Estado se debe, principalmente, a tres connotaciones:
1) Es un poder de arbitraje frente a toda la comunidad, es decir que interviene en las
relaciones sociales.
2) Es un poder que no tiene el carácter de patrimonial, en razón a que el patrimonio del
Estado no se confunde con el patrimonio particular y privado que quienes ejercen la
autoridad de forma transitoria.
3) Impone sanciones de carácter jurídico, es decir que estas amonestaciones están
contempladas en la Ley y van dirigidas a la persona que la infringe, sin atacar sus
medios mínimos de subsistencia.
c) Poder civil.
Es decir, que prevalece la autoridad civil sobre la militar, la cual debe sujetarse a los
mandatos de la primera; esto se concreta en aspectos tales como la prohibición que tienen
los miembros de las fuerzas militares de participar en las decisiones políticas, y en que el
jefe de Estado, el cual es una autoridad civil, sea el comandante supremo de las fuerzas
armadas.
Una de las funciones principales del Estado de derecho, y siendo esto consecuencia del
principio de la soberanía popular, es la de proteger la seguridad de todos sus asociados y lo
cual se logra por todos los medios de coerción material y jurídica que tiene a su disposición
(fuerzas armadas y de policía, sistema carcelario, administración de justicia), que radican
en su cabeza de forma exclusiva con el fin de garantizar el cumplimiento de las reglas de
derecho por parte de todos los asociados.
e) Poder soberano
El poder del Estado se impone frente a otros poderes coexistentes dentro de la sociedad y
15
en relación con otros Estados (es decir en el ámbito internacional) se encuentra en un plano
de igualdad.
Con respecto al tema del poder público del Estado, y como consecuencia lógica del
principio de la soberanía popular el cual exige que el poder público sea limitado y regulado
en garantía de las libertades y derechos de quienes conforman al pueblo, es necesario hacer
mención al principio de separación de poderes aplicable a todo Estado democrático de
derecho, ya que este lleva a determinar la forma en la que se organiza y estructura ese poder
público para ser ejercido 12 , es decir que hace referencia a cuales son los sujetos y órganos
instituidos para el ejercicio de tal poder y cuales son sus funciones, competencias y
limitaciones.
11
Estas características son desarrolladas por el tratadista Álvaro Echeverri Uruburo, en su obra “Teoría
Constitucional y Ciencia Política”. Tomado de NARANJO MESA Vladimiro. Op.cit. Pág. 133.
12
LOWENSTEIN Karl. Op.cit Págs. 54-57
16
propios de su ámbito, dándose así una “independencia” y separación absoluta que impidiera
el ejercicio arbitrario del poder 13 .
Sin embargo, esta formulación original del principio de separación de poderes no tiene
actualmente una aplicación plena en ningún Estado democrático de derecho, ya que se debe
tener en cuenta la evolución de este principio y en la cual se distinguen las siguientes
etapas: 14
Esto es una consecuencia lógica de que el Estado internamente es uno solo, frente a lo cual
no es comprensible la existencia de tres poderes totalmente separados y autónomos al
interior del mismo; teniendo en cuanta esto, la concepción tripartita del poder ideada por
Montesquieu no es incompatible con el hecho de que el poder público sea uno solo, ya que
este, dentro del contexto de un Estado de derecho, se halle dividido en tres partes
denominadas “ramas” u “órganos” del poder público.
Con la idea de que el poder público es uno solo, es imposible afirmar una separación
absoluta y extrema de las ramas y órganos que lo conforman, ya que estas deben estar
relacionadas entre sí y colaborarse mutuamente, con el fin de llevar a cabo los intereses
comunes del Estado. De esto se concluye que si bien cada una de las ramas u órganos ejerce
de manera principal la función que le corresponde, tal ejercicio no sea exclusivo ni
excluyente, y no impide que otras ramas colaboren en el ejercicio de la función, participen
de ella o la ejerzan de manera efectiva. 15 Se habla entonces de una colaboración simple
cuando una rama u órgano del poder contribuye al ejercicio de una función que corresponde
a otra rama u órgano, y de colaboración plena cuando un órgano o rama del poder público
cumple o ejerce de manera efectiva la función que le corresponde a otro.
13
NARANJO MESA Vladimiro. Op.cit Págs. 247-249 y RODRÍGUEZ Libardo. “Estructura del poder
público en Colombia”. Págs. 2-3. Temis. 2003.
14
RODRÍGUEZ Libardo. Ibíd. Págs. 1-10.
15
Esto es fundamental cuando nos vayamos a referir al tema de los titulares del poder tributario en la
Constitución de 1991, ya que hay sujetos y órganos dentro de la estructura del Estado que lo ejercen de
manera principal, sin implicar esto que otros intervengan en el mismo.
17
ejecutiva (ejercida por el órgano o rama ejecutiva del poder público) comprendía la
aplicación y concreción de la Ley dictada por la rama legislativa; sin embargo, sumándose
a la idea de que el poder público es uno solo y que debe existir colaboración entre los
órganos y ramas que lo conforman, una tercera etapa en la evolución del principio
comprende el reconocimiento a la rama ejecutiva de poder ejercer funciones que, desde una
primera percepción, corresponderían a otras ramas u órganos.
Después de haber definido el poder público y la manera en que este se manifiesta dentro de
un Estado de derecho, lo concerniente ahora es ver la forma en que esta concebido dentro
de la Constitución Política de 1991, es decir determinar quien es el titular del poder en
Colombia, y de que forma se manifiesta el principio de separación de poderes para el
ejercicio de las funciones del Estado.
16
Importante también resulta este aspecto en lo relativo al tema del poder tributario, ya que surge la cuestión
de si la rama ejecutiva del poder público, vía esta facultad de reglamentación (inherente a su función) puede
ejercer tal poder.
17
La existencia de entidades u órganos autónomos e independientes en los niveles territoriales del Estado,
también constituye un tema importante dentro del poder tributario, ya que una de las cuestiones es si estos
órganos tienen la posibilidad de ejercerlo o no.
18
1.1.2.1 La titularidad del poder público en la Constitución de 1991.
Según el artículo 113 de la Carta Política, se establece que son ramas del poder público la
legislativa, la ejecutiva y la judicial y que, además de los órganos que integran a estas,
existen otros que son autónomos e independientes que también cumplen las demás
funciones del Estado; finalmente, establece que si bien los diferente órganos del Estado
18
En adelante CP.
19
Se habla aquí del poder constituyente primario, cuyo titular es el pueblo.
19
tienen funciones separadas, estos colaboran armónicamente entre sí para la realización de
sus fines.
Una forma de colaboración simple es la iniciativa exclusiva del gobierno( órgano integrante
de la rama ejecutiva) en la presentación de proyectos de Ley en temas como la
organización del crédito público, el régimen de comercio exterior y de cambios
internacionales, participación en las rentas nacionales o sus transferencias, y exenciones de
impuestos, contribuciones y tasas nacionales (Art. 154 CP), el Plan Nacional de desarrollo
y de inversiones públicas y el presupuesto de rentas y gastos (Art.200 numeral 3 y 4 CP);
en cuanto a la colaboración plena, esto es ejercicio pleno de la función, esta la expedición
por parte del gobierno de decretos con fuerza de Ley en estados de excepción (Conmoción
interior-Art. 213; Guerra exterior-Art. 212; emergencia económica, social y ecológica-Art.
215), en los cuales tiene la posibilidad de “crear” tributos, y en lo referente al Plan de
desarrollo e inversiones Públicas (Art. 341 Inc. 3 CP) en donde se discute esa posibilidad.
20
2. EL PODER TRIBUTARIO.
“Como sujeto del poder tributario, el Estado representa una soberanía que mantiene bajo
su sujeción a los particulares, no simplemente como una manifestación de fuerza política y
jurídica, sino con la finalidad fundamental de realizar el bien común de los asociados. Por
virtud de ese poder encaminado al bien común, el Estado puede y debe establecer los
tributos necesarios para proveer los recursos destinados al cumplimiento de sus fines” 21 .
21
Congreso, y como veremos más adelante, otras autoridades públicas la ostentan de manera
derivada.
A esto Ramírez Cardona agrega que:
“la imposición fiscal, en sentido amplio para que se ejerza adecuadamente dentro del
Estado de derecho, debe someterse a los mismos principios de la división de las ramas del
poder político. El impuesto debe establecerse por medio de Leyes dictadas por el
Congreso, recaudarse por la Administración Pública (fiscal) y someterse a la legalidad de
los actos administrativos correspondientes a un control político, jurisdiccional y
administrativo, en igual forma a como se cumple la misión del Estado en los demás
sectores de Derecho Público”. 22
Son diversas las definiciones que se encuentran en la doctrina acerca de lo que es el poder
tributario, veamos algunas de ellas:
“La expresión de poder tributario significa la facultad o posibilidad jurídica del Estado de
exigir contribuciones con respecto a personas o bienes que se hallan en su jurisdicción” 24
22
RAMÍREZ CARDONA. Alejandro. Op.cit Pág. 53.
23
CALVO ORTEGA, Rafael. “Derecho Tributario Parte General”. Pág.123. Civitas. 2001.
24
FONROUGE Giuliani. “Derecho Financiero” tomo I. Pág. 268. Depalma. Buenos Aires. 1977.
25
BAFILE.C, “Introduzione al Diritto Tributario”.Cedam, Pág.23Padova 1978.Citado por CARZOLA
PRIETO Luis Maria. “Poder Tributario y Estado Contemporáneo”.Pág.95.Instituto de estudios Fiscales
Ministerio de Hacienda.1981.
22
“Usualmente la expresión de poder tributario significa la facultad o posibilidad jurídica
del Estado de exigir contribuciones a las personas o bienes que se hallan dentro de sus
fronteras o límites territoriales”. 26
Para la citada autora, este concepto se desprende como una especie del poder financiero,
bajo el cual el Estado,
El autor Vicente Arche29 , citado por la profesora Lucy Cruz en su texto, establece que:
26
AMOROS Rica, “Derecho Tributario”.Pág.158 Ed. Derecho Financiero, Madrid 1970, Citado por
CARZOLA PRIETO Luis Maria Ibíd. Pág.95
27
PLAZAS Vega Mauricio. “Derecho de la Hacienda Pública y Derecho Tributario” Pág.611.Temis.2000.
Comillas tomadas del texto original.
28
CRUZ DE QUIÑÓNEZ Lucy “Derecho Tributario”. Varios Autores. Págs.225-262. ICDT.1999.
29
ARCHE Fernando Vicente.”Notas de Derecho Español a los Principios de Derecho Tributario de Antonio
Berliri”. Madrid. Pág. 177.1964.
23
Para Otto Mayer, “el poder tributario es la fuerza publica dirigida hacia las rentas del
Estado”. Para este autor, según el texto de Lucy Cruz, el poder tributario es una situación
de supremacía y de sujeción de los ciudadanos frente al Estado, por lo que coexiste con el
poder de policía, pues se sirve de los mismos medios, tan solo que este busca procurar el
orden de la comunidad, mientras que el poder tributario busca satisfacer los ingresos
necesarios a la actividad del Estado.
Otra corriente, según el texto citado, considera que la administración al entrar en contacto
con los administrados no lo hace en virtud de una relación de poder, sino de un vínculo
jurídico en sentido propio. En este sentido, el poder tributario no seria un poder de
supremacía para subordinar a los administrados, sino una facultad para crear relaciones
jurídicas.
1- EXPRESO. La titularidad sobre este poder debe ser asignada directamente por la
Constitución, de forma expresa. Esta puede ser exclusiva del Congreso o concurrente
con otros entes.
30
CRUZ DE QUIÑONES Lucy. Op.cit Pág.225-262.
24
5- PERMANENTE. Como se desprende de la soberanía del Estado, se considera
inherente a la misma, de tal forma que este no se extingue sino con la extinción del
Estado.
Hemos visto que existen diversos titulares de poder tributario, pero no todos adquieren
dicha potestad de la misma manera, por esto la doctrina ha clasificado al poder tributario en
originario y derivado.
“tanto la Nación como las provincias y los municipios tienen poder originario inherente,
porque es connatural al Estado en cualquiera de sus manifestaciones; la diferencia no
radica en la “esencia” sino en el ámbito de actuación,... “la única delegación de poderes
(incluyendo el tributario) es la efectuada por el pueblo, depositario de la soberanía, al
sancionar la Constitución que nos rige...” 32
31
FONROUGE, Giuliani. “Derecho Financiero” tomo I. Pág. 273. Depalma. Buenos Aires. 1977.
32
FONROUGE Giuliani. Ibíd. Pág.277.
25
En cambio para repúblicas organizadas en forma unitaria, estos conceptos son de útil
aplicación, puesto que se entiende que el poder tributario es originario cuando proviene de
la Constitución “y derivado cuando el ente público lo posee por autorización del ente
público con poder originario” 33 .
Así, el poder tributario se puede clasificar como originario y derivado, el originario es aquel
que ha sido establecido por la propia Constitución, el derivado en cambio es fruto de
mecanismos de desviación de competencias como lo es la descentralización. En nuestro
caso el poder tributario originario se encuentra radicado en el Congreso, y el poder
tributario derivado en las Asambleas Departamentales y los Concejos Municipales.
De acuerdo con esta clasificación el poder tributario será nacional cuando el origen o la
modificación de los elementos estructurales del tributo provengan de la manifestación de
voluntad de un órgano estatal y en ejercicio de una competencia expresamente atribuida por
la Constitución.
Por otro lado tienen un fundamento social. No podemos negar la finalidad social del poder
tributario, aunque si bien este se traduce en un esfuerzo económico para los contribuyentes,
lo cierto es que también por medio del gasto público se traduce en obras, bienes y servicios
para la población, como la atención en salud y la justicia gratuita, mejorando la calidad de
vida de los habitantes y cumpliendo también con los fines del Estado, siendo aquí esencial
33
RAMÍREZ CARDONA, Alejandro. Ibíd. Pág.54
26
el papel de las entidades públicas territoriales puesto que son ellas las que tienen una mejor
idea de aquello que es realmente necesario en materia de gasto público para su región.
27
3. EL PODER TRIBUTARIO EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
COLOMBIANA.
"Art. 3. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder publico.
El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes, en los términos que
la Constitución establece."
Este articulo no habla expresamente del poder tributario, mas refiere a la existencia de
soberanía. Para nosotros es suficiente este reconocimiento genérico, pues ello implica que,
como primera piedra de la estructura del Estado, tiene el pueblo la facultad de tomar
decisiones, y dentro de estas se incluyen las de tipo tributario.
Además de los efectos e implicaciones políticas se puede colegir este importante efecto
tributario; la norma esta creando el poder de imponer tributos en cabeza del pueblo, dado
que la soberanía, entendida esta como un poder absoluto y por encima del cual no puede
haber otro poder, es decir que al reconocer que el pueblo es soberano, todos los demás
elementos le están subordinados 34 ; es de su exclusivo resorte, diciendo entonces que, en
principio, solo este soberano podrá establecer los gravámenes.
34
NARANJO MESA Vladimiro. Op.cit. Págs. 133,134, 223-224.
35
No obstante el pueblo es el soberano, la Constitución ha querido que ejerza este poder exclusivamente a
través del Congreso, como explicaremos mas adelante. En este sentido, limita también su actuación en
materia impositiva, como se puede ver en el artículo 170 CP, donde no permite la participación del pueblo,
vía referendo, para que se derogue una norma relativa a materia tributaria. Disposiciones de este tipo hallan
justificación en la razón de existencia de los tributos. Estos responden tanto a necesidades de gasto, como a
desarrollos de política fiscal en busca de efectos macroeconómicos. Siendo así las cosas, ambas situaciones
son del resorte exclusivo del presidente en cuanto, solo el gobierno nacional conoce los requerimientos de
ingresos del estado (por ser quien elabora el presupuesto). En la medida de lo anterior, no se justifica la
existencia de iniciativa o poder derogatorio en el pueblo (vía referendo) por cuanto no seria responsable que
una decisión que debería depender del criterio de necesidad de ingreso y de sus efectos macroeconómicos,
baje al plano popular, a ser tomadas con motivaciones diferentes.
28
decir el conjunto de personas que tiene derechos políticos y que elige a sus gobernantes 36 ;
y sobre esta premisa de orden constitucional debe estructurarse el análisis que estamos
realizando.
3.2 EL CONGRESO
Una vez sabemos que el poder tributario existe de forma originaria en el pueblo, debemos
entrar a analizar como ejerce el pueblo este poder. En este punto se observa dificultad para
que el pueblo, como un componente abstracto pueda tomar decisiones, no solo tributarias,
sino de cualquier tipo. Para esto, las constituciones se han valido de elementos como la
democracia representativa y participativa, de tal forma que aquella soberanía decorativa se
convierta en una herramienta eficaz, bajo la cual, es el pueblo el artífice de la dinámica del
Estado, participando activamente en las decisiones del mismo y constituyéndolo.
Es entonces claro que el pueblo es el soberano, pero que participa a través de ciertas figuras
que hacen efectiva su intervención. En este caso concreto, la figura que utiliza el pueblo
para realizar las Leyes, es el Congreso de la República, según texto del artículo 114 CP:
Es así como podemos decir que en el Congreso se ha delegado la competencia para crear
Leyes. Pues bien, a través de estas Leyes, y conforme a la Constitución Política, en el
artículo 150 numeral 11 y 12, se establecen los tributos:
"Art. 150. Corresponde al Congreso hacer las Leyes. Por medio de ellas ejerce las
siguientes funciones:
11. Establecer las rentas nacionales y fijar los gastos de la administración.
12. Establecer contribuciones fiscales y, excepcionalmente, contribuciones parafiscales en
los casos y bajo las condiciones que establezca la Ley."
36
NARANJO MESA Vladimiro. Op.cit. Págs. 89-90.
29
Al respecto, la Corte ha entendido la competencia general del Congreso en la imposición de
tributos como consecuencia del principio democrático, en sentencia C-510 de 1992:
“Fue en desarrollo del principio democrático que el Constituyente de 1991 confirió a los
cuerpos colegiados y de elección y representación popular antes mencionados, esa
facultad de establecer tributos, la cual se encuentra sometida a los presupuestos propios
del principio de legalidad tributaria37 , dentro de los cuales adquieren especial vigencia
los de representación popular para el señalamiento de los impuestos y el de
predeterminación de los elementos esenciales de los mismos, en los términos analizados
por esta Corte en la Sentencia C-987 de 1999, de la siguiente manera:
37
Ver, entre otras, las Sentencias C-209 de 1993, C-537 de 1995, C-220 de 1996 y C-583 de 1996.
38
Ver, por ejemplo, las sentencias C-004 de 1993. M.P. Dr. Ciro Angarita Barón y C-084 de 1995, MP
Alejandro Martínez Caballero, Fundamentos 12 y ss
30
la obligación tributaria, así como los hechos, las bases gravables y las tarifas (CP Art.
338). Y, finalmente, la Constitución autoriza a las entidades territoriales a establecer
tributos y contribuciones, pero de conformidad con la Constitución y la Ley. Esto muestra
entonces que las entidades territoriales, dentro de su autonomía, pueden establecer
contribuciones pero siempre y cuando respeten los marcos establecidos por la Ley, puesto
que Colombia es un país unitario, y por ende los departamentos y municipios no gozan de
soberanía fiscal (CP Art. 287 y 338).”. 39
En este estado de la tesis ya hemos explicado como el poder tributario reside, de forma
delegada40 , en el Congreso. Ahora bien, el Congreso establece los tributos, según la norma
recientemente citada, pero ¿existen otros titulares del poder tributario?; la norma
constitucional 338 parece darnos la respuesta:
Si bien es cierto el artículo reafirma lo dicho líneas arriba sobre la titularidad del poder
tributario en cabeza del Congreso, establece además, otros titulares que enunciaremos a
continuación:
- Los primeros titulares son las Asambleas Departamentales y los Concejos Municipales y
Distritales. El punto es interesante pues pareciera que la Constitución esta facultando a
estas entidades para crear tributos, independientemente del Congreso. Sin embargo,
veremos mas adelante si esta afirmación es cierta desde un análisis omnicomprensivo de la
constitución.
- El segundo titular que se desprende de este articulo son las "autoridades", quienes pueden,
39
Sentencia C-597 de 2000.
40
El titular del poder tributario es el pueblo, en la medida que crea la Constitución, y en el reside la soberanía,
de tal forma que el Congreso es apenas un delegado, en términos políticos, del soberano.
31
fijar la tarifa de las tasas y contribuciones (y ya sabemos que fijar algún elemento del
tributo, es per se el ejercicio de poder tributario) cuando la Ley, la ordenanza o el acuerdo
se lo permitan y siempre que el sistema y método para definir los costos y beneficios, sea
fijado por estas. Mas adelante ahondaremos sobre este tema, buscando concretar si las
autoridades tienen o no poder tributario.
- El tercer titular, resulta de un silencio del artículo 338 CP. Cuando la disposición nos dice
que el poder tributario reside en el Congreso, las Asambleas y los Concejos, y lo refiere
solo a "tiempos de paz", es porque puede haber tiempos de convulsión, en cuyo caso la
norma citada no puede aplicarse plenamente, luego ¿quien tiene el poder tributario en
tiempos de convulsión? Es un interrogante que responderemos mas adelante, de la mano de
los artículos 212, 213, 214 y 215 CP, que establecen los estados de excepción, bajo los
cuales el texto constitucional podría dar autorización al poder tributario del Presidente de la
República.
De la lectura del artículo 338 CP, podemos concluir que podría haber tres titulares de poder
tributario (si son o no titulares, y en que condiciones, lo analizaremos mas adelante). No
obstante, existen otras normas constitucionales que abren la discusión sobre otros titulares
no enunciados en el 338 CP:
- El artículo 200 CP en concordancia con los artículos 339 y 341, nos habla de la obligación
del Presidente de presentar el plan nacional de desarrollo, el cual consta de una parte
general, y otra de inversiones publicas. El general, son los objetivos y propósitos
nacionales de largo plazo, mientras que la parte de inversiones públicas incluye los
proyectos de inversión pública nacional y la especificación de los recursos financieros
requeridos para su ejecución. La pregunta que surge a la luz de este artículo es:
A- ¿Es posible crear o modificar tributos por medio de la Ley del plan de desarrollo?
Como vemos, la situación no es pacifica, por lo que mas adelante analizaremos el tema.
32
- El Presidente, a la luz del articulo 224 CP puede dar aplicación provisional a los tratados
de naturaleza económica. Si el tipo de tratado en cuestión contuviera disposiciones bajo las
cuales se modifican elementos de alguna relación jurídica tributaria y, dado que el
Presidente le puede dar aplicación provisional, ¿estaría el Presidente, en este caso,
ejerciendo poder tributario?
En conclusión sabemos, por lo explicado arriba, que el Congreso tiene poder tributario,
pero a la par de la lectura constitucional, surgen varias situaciones donde podría insinuarse
poder tributario en cabeza de otros órganos, situaciones que analizaremos a continuación.
Conforme al artículo 338 CP arriba trascrito, podría pensarse que existe un poder tributario
"originario" en las Asambleas y Concejos. Originario en el sentido que no requiere del
concurso de una Ley para que el impuesto sea efectivo.
Además, al leer el articulo 287 CP, pareciere reforzarse la idea, pues permite a las entidades
territoriales "establecer" los tributos necesarios. Este artículo reza,
"Art. 287. Las entidades territoriales gozan de autonomía para la gestión de sus intereses,
y dentro de los límites de la constitución y la Ley. En tal virtud tendrán los siguientes
derechos:
1. Gobernarse por autoridades propias.
2. Ejercer las competencias que les correspondan.
3. Administrar los recursos y establecer los tributos necesarios para el cumplimiento de
sus funciones.
4. Participar en las rentas nacionales."
41
En el desarrollo de este punto, partiremos de la noción de poder tributario originario y derivado en el
sentido utilizado por Blumenstein, Lucy Cruz de Quiñónez y la Corte Constitucional, entre otros. No obstante,
es un imperativo advertir al lector que una parte sustancial de la doctrina considera que el poder de las
Asambleas y Concejos es originario en la medida que este ha sido conferido expresamente por la Constitución
a un determinado ente, como bien sucede con el articulo 338 CP. Por ende, si un órgano es nombrado por la
Constitución como titular del poder tributario, este tendrá poder originario, sin importar que por distribución
de los niveles de competencia (nacional, departamental y municipal) requiera de una ley previa de
autorizaciones, que insisten, nada afecta lo originario o derivado de este poder.
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Sin embargo, de una lectura constitucional integral, observamos que el poder tributario de
las Asambleas y Concejos es limitado. El articulo 300 CP, que se refiere exactamente a las
facultades de las Asambleas, declara lo siguiente,
Puede observarse en este artículo como se realiza una remisión directa a la Ley, es decir,
que sin el concurso de una Ley, no podrán existir los tributos Departamentales,
Municipales, ni Distritales. Podríamos decir a la luz de este artículo, que no existe tal
poder tributario originario en cabeza de las Asambleas, y por el contrario, deberá siempre
haber una habilitación realizada por el Congreso Nacional a través de Ley.
Ahora, en el caso de los Concejos Municipales y Distritales se llega a una conclusión
similar, basados en el artículo 313 CP,
Nótese como, al igual que sucede con las Asambleas Departamentales, los Concejos
pueden "votar" los tributos de conformidad con la Ley. Esto reafirma la tesis bajo la cual no
puede partirse de una concepción originaria de poder tributario en estas entidades, pues
cualquier actuación donde pueda entenderse la fijación de tributos debe realizarse conforme
a la Ley nacional.
42
NARANJO MESA. Vladimiro. Op.cit. Pág.290.
34
las entidades territoriales tienen una autonomía fiscal limitada (que es una de las
diferencias con los Estados federales) y, por tanto, se circunscribe su potestad a establecer
los tributos que la Ley nacional ha autorizado.
El profesor Lewin Figueroa, nos da luces sobre la posición de la Corte Constitucional frente
a la autonomía tributaria de las entidades territoriales, al referirse a la sentencia C-517 de
1992, donde:
“(…) la Corte juzga necesario poner de presente que la denominada tesis de la soberanía
fiscal de las entidades territoriales no tiene asidero constitucional. Así se infiere de manera
clara e inequívoca no solo del contexto sistemático de la carta y en particular de los
artículos citados, sino además de la misma historia de dicha iniciativa.
La propuesta de consagrarla fue derrotada en la Asamblea Constitucional. Esos mismos
elementos permiten sin reticencias afirmar que en la nueva carta el constituyente en esta
materia conservo los lineamientos básicos del régimen anterior pues les reconoció una
autonomía fiscal limitada. Es decir, su ejercicio se subordina a los términos que señale la
Ley”
Pues bien, la posición reflejada por la Corte, desde el mismo inicio de su función como
suprema guardadora de la constitución, es la de considerar que no existe una total
autonomía fiscal en cabeza de las entidades territoriales. Esta tesis se ha mantenido durante
toda la evolución jurisprudencial constitucional, como se ve en sentencia C-335 de 1996,
citada por el doctor Lewin 43 :
43
LEWIN FIGUEROA Alfredo. “Principios Constitucionales del Derecho Tributario. ICDT. Págs.54 y 55.
2002
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“Estas normas determinan inequívocamente que la potestad impositiva de los
departamentos y municipios tienen que ejercerse de conformidad con la Ley. No es, por lo
mismo, aceptable sostener que en esta materia cada Departamento y cada Municipio
pueden ejercer su competencia dentro de los límites que el mismo quiera trazarse. Sostener
semejante tesis implicaría la consagración del desorden y el caos en lo que tiene que ver
con los tributos departamentales y municipales, pues lo Departamentos y Municipios
podrían establecer tributos y contribuciones sin otro limite que el inexistente de la
imaginación. En tales circunstancias, se quebrantarían, ahí si, dos principios
fundamentales de la Constitución: el primero, el que Colombia esta organizada en forma
de República unitaria (artículo 1) el segundo, el de igualdad ante la Ley (artículo 13)”
En este punto parece haberse aclarado el problema sobre el contenido del poder tributario
de las entidades territoriales donde se reconoce, en los términos usados por la doctrina, un
poder tributario derivado; mas surge un interrogante fundamental; ¿en que consiste esta
remisión a la Ley nacional? ¿En la fijación absoluta de todos los elementos de la relación
jurídica tributaria, para que las entidades territoriales los adopten o no, sin modificación
alguna? A continuación analizáremos este punto.
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