La (des)cortesía comunicativa
Tomado de http://urbinavolant.com/pragmaubu/2016/05/24/estrategias-de-cortesia/
Algunas expectativas que tienen los hablantes no tienen que ver con la transmisión de información, sino con el
modo de transmitir la información para mantener buenas relaciones entre los interlocutores.
Aunque pueda parecer extraño, decir la verdad puede resultar descortés en determinadas circunstancias: para
ello, existen procedimientos lingüísticos de atenuación.
Cortesía social y cortesía lingüística
La cortesía social tiene que ver con la “educación” y las “buenas maneras”. La cortesía comunicativa se basa en
elementos lingüísticos para conseguir una comunicación eficaz en la relación entre emisores y receptores.
Por lo tanto, cuando hablamos en Pragmática de cortesía no nos referimos a las reglas sociales de
comportamiento (limpiarse la boca con la servilleta en vez de hacerlo con la mano, dejar sentarse a una persona
mayor en el autobús), sino que nos referimos a las elecciones que realizamos en el ámbito comunicativo.
El hablante quiere ser valorado positivamente (imagen positiva) y que no invadan su territorio (cortesía
negativa). Además, también se preocupa de que su interlocutor se sienta apreciado y no sea tratado de forma
negativa.
La cortesía supone un equilibrio en el empleo de los mecanismos comunicativos para conseguir lo que
deseamos sin forzar en exceso al destinatario de nuestro mensaje. Hablar supone, pues, actuar sobre el
interlocutor.
La utilidad de la cortesía comunicativa
Hablar es hacer y esto supone, a veces, entrar en el territorio del otro.
La cortesía sirve para combatir o anular las defensas que pueda tener nuestro interlocutor a entrar en su
“territorio”. La descortesía intenta, por el contrario, levantar un muro para que no se invada o el territorio o
atacar directamente al que se considera “enemigo”.
Cortesía ritual y cortesía estratégica
La cortesía ritual está fijada socialmente: los saludos, los agradecimientos, las felicitaciones, los cumplidos,
etc.
La cortesía estratégica depende de la propia voluntad del hablante, que busca, la colaboración del
interlocutor, su buena disposición a escucharle, a atenderle, a prepararle para posibles recriminaciones, etc
Cortesía, actos de habla indirectos y ruptura de las máximas
Como veíamos en su momento, los actos de habla indirectos permiten hacer nuestras intervenciones
comunicativas más corteses. Aunque corre el peligro de que la fuerza ilocutiva sea ignorada por los oyentes,
permite a los hablantes darles opciones sin ser impositivos.
¿Hace un poco de calor aquí, no?
Del mismo modo, las fórmulas corteses pueden incumplir alguna máxima del principio de cooperación.
En esta las frases siguientes, estamos realizando una solicitud de ayuda, órdenes, ironías, etc., pero incumplimos
alguna máxima del principio de cooperación para ser más corteses.
Mira que no encuentro por ninguna parte el teléfono del dentista que me dio tu hermana…
Qué libro más bonito. ¡Lástima que no tenga ahora 30 euros para comprarlo!
¿Por qué nadie tira la basura en esta casa?
Parece que alguien lo pasó fenomenal anoche…
Por otro lado, diciendo las cosas de manera directa y abierta mediante los actos de habla directos damos menos
opciones a nuestros interlocutores para no hacer lo que pedimos.
Pide a tu hermana el teléfono de su dentista.
La bombilla de la habitación está fundida. Cámbiala.
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Se les da pocas opciones a nuestros interlocutores, pero si no hacen lo que les decimos puede parecer poco
cooperativo. También hay que tener en cuenta a quién le pedimos las cosas de esa manera y el riesgo al que nos
enfrentamos.
Pásame el agua.
Cásate conmigo.
En este tipo de enunciados, el hablante ya ha realizado un cálculo de probabilidades pensando que el riesgo a
una negativa es pequeño.
La franqueza, que en ocasiones puede ser mala, también indica un deseo de ser visto como alguien cercano.
Sin embargo, hay que realizar un cálculo adecuado de las estrategias para optar por las expresiones directas o
utilizar la cortesía negativa o positiva.
Ofrezca opciones. Cuando hay equilibrio social entre los interlocutores pero falta familiaridad y confianza.
Los posibles rechazos no sitúan a nadie en posición incómoda.
Refuerce los lazos de camaradería. En situaciones en las que la relación entre interlocutores es muy
cercana. Se intenta colocar al otro en una posición agradable y mostrar interés por sus cosas
Conflictivos. Acciones que van directamente en contra de las buenas relaciones sociales entre los
interlocutores: amenazar, acusar, maldecir, reñir…
Competitivos. Entran directamente en conflicto con la cortesía: ordenar, pedir, preguntar, solicitar, rogar…
El fundamento de la (des)cortesía
Hay varios tipos de acciones que ponen en peligro la imagen pública de uno mismo o del interlocutor. Para
suavizar esa amenaza potencial, es necesaria la cortesía.
El nivel de cortesía que ha de emplearse depende de tres factores:
El poder relativo del destinatario con respecto al emisor. Es el eje horizontal de la relación social.
La distancia social: grado de familiaridad y contacto entre los interlocutores. Es el eje vertical de la
relación social.
El grado de imposición de un acto con respecto a la imagen pública. Depende de la consideración de cada
cultura.
Las estrategias de la cortesía
Tú, el pasaporte.
Pase usted, señora. Yo no tengo prisa.
Buenos días, ¿qué desea?
Estrategias de cortesía
Cortesía ritual
1. Saludos, despedidas y presentaciones.
2. Cumplidos, elogios y piropos.
3. Relaciones sociales o afectivas.
Cortesía estratégica
1. Pedir información, preguntar.
2. Dar información / responder.
1. Proporcionar información
2. Acuerdo / desacuerdo.
3. Expresión de la opinión y la valoración.
4. La invasión del campo del otro.
1. Peticiones y mandatos.
2. Consejos.
3. La interrupción.