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Universidad Central del Ecuador

Examen Sociología de la Comunicación


Integrantes: Bryan Castillo, Franklin Morocho, Alejandro Pozo

Octavo semestre Ciencias Políticas.

Introducción:

Para empezar la presente explicación; primero debemos tener en cuenta cuáles serán las
directrices que tomaremos. En primer lugar, las desintegraciones y desigualdades con las
que trabaja Martín Barbero a diferencia de nuestro trabajo son la cualidad de poner a
colación el distanciamiento centro periferia; pero no dentro de un mismo contexto
económico-nacional; si no, más bien; entender desde un centro distinto al centro mismo
del país; por ejemplo, la Señora Mercedes Serrano y el señor Napoleón Pozo (sujetos
entrevistados); no crecieron en las urbes Quiteñas, a la vez no sintieron el ingreso en una
sociedad de fábrica y vivieron un destiempo, a nuestro modo de ver, más pronunciado
que los ejemplos que nos pone Barbero a colación. De la misma manera queremos
entender que las sociedades en las épocas estudiadas y con los sujetos analizados (abuela
de Franklin y padre de Alejandro). Sintieron; de distinta manera, las dificultades del
éxodo vivido del campo a la ciudad; aunque, de cierta manera, si sintieron esa
masificación de los medios de comunicación, las vicisitudes de la vida tanto en el camp
como en una ciudad pequeña y el acceso a los medios de comunicación, lejanos al centro
del país. Es por esto, y para concluir esta breve introducción que nos permitimos analizar
la vida de nuestros familiares desde los pensamientos de Barbero y así demostrando que
las capacidades de construir nación o mejor dicho un estado nacional no se dio a un mismo
ritmo. Ni de una misma manera.

Los abuelos y la crisis de los treinta.

Mercedes Serrano nacida el 9 de agosto de 1935 es la abuela de Franklin, nacida en


Cariamanga ciudad ubicada a 3 horas de Loja, proviene de una familia humilde de la
localidad, en un seno familiar en donde compartía su hogar con tres hermanos.

En su ciudad natal todo ha llegado a destiempo, transcurren los años 40 y empiezan sus
primeros recuerdos, a su mente vienen los primeros juegos y peleas con sus hermanos,
las primeras reuniones con sus familiares y sus primeros de días de escuela.
De la escuela recuerda como la única profesora de la institución la regañaba por saberse
la vaconitas (vocales) y como le llamaba la atención a su padre por esto cada vez que la
iba a retirar. De su casa y vida cotidiana tiene los mejores recuerdos, aunque luego de
clases acompañaba a su padre a cortar leña, la experiencia era muy placentera debido a
que su padre siempre conversaba con ella y le contaba historias que siempre la hacían
sonreír, guarda un grato recuerdo de su padre y todo lo que pudo compartir con él.

Mercedes recuerda que, tras llegar con su padre a casa, lo primero que él hacía era buscar
su radio y prenderlo en la única emisora que existía “Radio Cariamanga” aquí escuchaba
música cuando la señal se lo permitía. Según Martín Barbero “Cine y radio serán al mismo
tiempo los gestores de una integración musical latinoamericana que se apoyará tanto en
la popularidad de ciertos ritmos -bolero, rancheras, tango- como sobre la mitificación de
algunos ídolos de la canción. (Barbero, 2001, 212). Los boleros eran los preferidos de mis
padres menciona Mercedes, en la radio se escuchaban pocas noticias de lo que sucedía en
el país, cuando todos se reunían para la última comida del día la comunicación era fluida.

Al poco tiempo recuerda la llegada del cine a la ciudad, pero no recuerda que películas
vio en él, a los 19 años decide formar un hogar, tiene 6 hijos y su vida gira entre el trabajo
en el mercado y la vida familiar, en el trabajo la comunicación es fundamental, se transite
y se recepta información de manera constante. La radio sigue siendo el medio por el cual
la familia interactúa con el exterior, recuerda que con el tiempo llegaron las radio novelas
a la emisora local, las que más recuerda que escuchaban en familia son “chucho el roto”
y “caliman” Las radio novelas se convierten en el tema de discusión en el barrio, Para
Martín Barbero “el barrio aparece entonces como el gran mediador entre el universo
privado de la casa y el mundo público de la ciudad” (Barbero, 2001, 217)

Pero no solo son las radio novela lo que se sintonizaban en la radio del país, Mercedes
recuerda que la lucha libre ahora es más importante para sus hijos y que ella no entiende
a que se refiere este programa, nuevamente el barrio le brinda ese espacio de
comunicación tanto entre vecinos como entre familiares, es en el barrio donde la
comunicación permite identificarse y ser identificado como miembro de un determinado
lugar, tal y como nos señala Martín Barbero en su texto. Mercedes recuerda aún con
alegría el momento en que por primera vez tuvo una televisión en su casa, la
comunicación definitivamente no fue la misma desde ese momento, la televisión traía
consigo un espacio diario dedica a las noticias que sucedían en el país, algo que con la
radio era poco escuchado.
Las noticias hablaban con un lenguaje común, con una identidad propia, recuerda que
mientras la radio era su única fuente de contacto diría con lo de afuera era común escuchar
somos cariamanguenses, mientras que con la llegada de la televisión, en los barrios y en
toda la ciudad la palabra ecuatoriano empezaba a ser común, demostrando lo que Martín
Barbero nos menciona en su texto como que a nuestros países todo ha llegado tarde, en
este caso particular, la identidad ecuatoriana recién entrados los 60 empezaba a
familiarizarse y empezar a ganar terreno a la identidad local. Según Martín Barbero “en
la televisión la visión que predomina es la que produce la sensación de inmediatez que es
uno de los rasgos que hacen forma de lo cotidiano” (Barbero, 2001, 235)

Con el pasar del tiempo las novelas se adueñan de los espacios televisivos, haciendo que
la ciudad se empiece a identificar con el millonario, el pobre, el bueno, el malo, etcétera,
el barrio se vuelve el espacio prefecto para sentir de cerca la inmediatez o la cercanía de
la cual Martín Barbero nos habla en el texto. Para inicios de los años 80 Mercedes y su
familia decide migrar a la gran ciudad, a esa ciudad llena de oportunidades, decide que
Quito será la ciudad en donde la familia encuentre el progreso anhelado y esquivo de su
ciudad natal.

Quito cuenta con una dinámica distinta, la solidaridad que reinaba en sus barrios queda
distante ahora, la ciudad marca una distancia clara entre lo que es el pueblo (campo) y el
desarrollado mundo de la capital, atrás quedan por ahora lo siempre que era comunicarse
con los vecinos y parientes, una nueva etapa ha iniciado para Mercedes y papel en la
comunicación. La televisión será el mecanismo perfecto para que la comunicación haga
que Mercedes se adapte al ritmo de la capital, las novelas, los noticieros, el futbol, son
parte de la vida cotidiana, de a poco la tecnología es el instrumento para adentrase dentro
de la masa popular capitalina y a la vez que Mercedes y su familia se reconozcan como
los principales actores dentro su historia, Martín Barbero lo señalará lo siguiente: “la
lección está ahí para quien quiera oírla, verla: melodrama y televisión permitiéndole a un
pueblo en masa reconocerse como actor de su historia, proporcionando lenguaje a las
formas populares de la esperanza” (Barbero, 2001, 259)

Los padres y la transición de crecer en los sesenta.

Tras haber pasado la dura etapa de adaptación de los 30, las formaciones de entender los
procesos de comunicación y entrada de una masa en la ciudad, a más hacerse (de alguna
manera) una cultura popular; la masificación de la radio, la prensa. Es aquí donde
debemos entender que paso, como y a qué medida el avance de las se da el destiempo; la
fluctuación entre los 30 y los 50; en verdad se dio un cambio, en verdad encontramos que
la masificación hacia lo popular se entendió de la misma manera en un mismo territorio;
lo que queremos decir es que no se puede simplemente mirar desde el panorama
extranjero el destiempo, entendiendo que Ecuador hasta el momento sigue siendo
heterogéneo en la medida en que lo puede ver. Imaginemos en ese momento de la historia,
el paso de los abuelos en los treintas y los padres en sesentas. analicemos el panorama
mundial; que obviamente va a dar cambios en cómo se concibe la comunicación en el
país.

Teniendo en cuenta de que ponemos dos panoramas de indagación, diremos que el


primero sería el más importante: encontrar el destiempo dentro de un mismo territorio;
pues, no podemos comparar el crecer en la capital (Quito) a crecer en donde creció El
padre de Alejandro, Tulcán; y aún más al ser el hijo menor de una familia que entro a ser
parte de lo popular a mediados de los años cincuenta. El señor Napoleón Pozo nace un 21
de enero de 1962 en una casita de barro entras las calles gran Colombia y Ayacucho a
unas cuantas calles del parque Isidro Ayora en Tulcán. En una familia que años antes
había perdido unas tierras por descuido del abuelo. Es aquí donde encontramos que
existen diferencias en la entrada a lo popular de una y otra provincia dentro de nuestro
país; a lo cual nos remitimos a que la comunicación a lo largo del Ecuador no se
encontraba en su máximo actual, pero que ya posea una serie de medios y lugares de
comunicación; El señor Pozo nos cuenta que el primer recuerdo que él tiene es referente
a la radio; “una radio pequeña que tenía papá encima de la cama donde dormíamos mis 4
hermanos y yo” donde todos los días a las 6 de la mañana sonaban las noticias del país en
la radio “La voz de Imbabura” y algunas radios que se sintonizaba provenientes de
Colombia”, entonces no era una nacionalización por parte del estado Ecuatoriano la que
está formando de manera cultural al señor Pozo; era una hibridación (no entre la masa y
lo popular) si no una hibridación en lo cultural, basándonos en que “se quería crear nación
para lograr al fin una identidad”(Barbero, 2001, 186); que nación se estaba formando en
el medio en donde creció el señor Pozo, el no poseía televisión, ni la masificación de una
nueva cultura popular ecuatoriana estaba presente. Aquí es donde nos preguntamos por
qué las radios de Quito, Guayaquil no llegaban a la sintonización los cual Barbero nos
contestó: “No se concibe la unidad sino como fortalecimiento del "centro", esto es,
organizando la administración del país a partir de un solo lugar en el que se concentran
las tomas de decisión”(Barbero, 2001, 168-169), en este caso no solo decisiones, si no
que la capital enfocaba directamente “el centro” de toda la cultura del país; dejando que
la urbanización en otras provincias sea dejará un poco de lado; pues, como el señor Pozo
ya nos dijo antes, el nació en una casita de barro de un solo dormitorio, “una salita, una
cocina, el soberado y un baño en el pequeño patio de atrás”. Así que la urbanización no
llego a la par con las condiciones de cómo se construyeron las ciudades y la adaptación
de la masa en la urde fue, por decirlo de alguna manera un poco lúgubre y pesada en las
periferias.

El señor pozo continua con su relato y nos empieza contar las tristezas y las alegrías;
“mientras a unos les llegaba juguetes de Colombia yo tenía un carrito hecho con una lata
de sardina”. La masificación en las periferias no es para todos al mismo tiempo; mientras
una parte de la ciudad poseía las facilidades de la masificación y no vivía del todo un
destiempo nacional; la otra vivía aun en la categoría de masa. Entonces nos salta la
pregunta; el destiempo de la periferia a diferencia del centro es una construcción de lo
popular y la urbanización distinta; la urbanización era una forma de mantener a los pobres
donde estaban y los ricos alejados de ellos; la masa exigía cambios, “querían trabajo,
salud, educación y diversión. Pero no podían reivindicar su derecho a esos bienes sin
masificarlo todo” (Barbero, 2001, 172), es decir; la masificación de todo, a nuestro modo
de ver en este caso, no es por la llegada de bienes o el acceso fácil a la masificación de lo
masivo. El señor Pozo nos explica “como sabía que ese niño tenía un Tonca, pues por que
lo veía en la escuela todos los días”. No encontramos mejor perspectiva para poder
explicar, ahora sí, la masificación de un medio; que para los padres del señor Pozo lo
tenían muy en claro, La educación. En provincias periféricas la educación suele ser lejana
a la capital; de menor calidad, pero aun así se trata de un ingreso de la masa a lo popular;
la educación es lo que hace que la masificación de medios sea más cercana, aun mas en
ciudades pequeñas; pues como Barbero nos dice ‘las clases altas intentaban mantenerse
alejados de la masa’, pero que hacen las clases altas cuando no tienen mucha forma de
elección en educación para sus hijos. El encuentro de hibridación cultural en los años 60
en Tulcán eran las escuelas, no existía una segregación hacia las masas; más aún en una
ciudad donde la mayoría de los adultos de clases medias y masas eran analfabetas; y por
eso buscaban el acceso a la educación; el señor Pozo nos dice “para papá la educación era
lo importante, recuerdo que todos los días sábados después del desayuno cogía el
periódico y nos hacía leer, si no leías bien te ganabas una mandada al diablo”. Vamos
mirando que lo que da el acceso a la formación de identidad nacional popular, a hacer que
la masa se vaya convirtiendo poco a poco en una clase media y la respuesta que
encontramos hasta aquí es la Educación: miremos, primero le da el acceso a la masa a
conocer la masificación de medios la Radio, la Prensa; pues “a través de lo nacional-
popular la búsqueda de reivindicaciones sociales y políticas de las clases subalternas se
hicieron oír del conjunto social, fue en un discurso de masa donde lo nacional popular se
hizo reconocible por las mayorías”(Barbero, 2001, 179).

El Señor Pozo continua, “recuerdo un día en donde mi mamá salió a buscar a mi hermano,
porque por la dictadura de Velasco, no sé porque, había enviado soldados para reprimir
una manifestación que ya llevaba mucho tiempo y mi hermano siempre fue rebelde, y
decía para matarnos si se acuerdan de nosotros”. Aquí el señor Pozo nos explica la entrada
de el mismo hacia la política; de esta manera es como el centro se hacía conocer pues “el
populismo no puede ya sostenerse sin radicalizar las reformas sociales” (Barbero, 2001,
179) y es aquí, en donde la masa se convierte en clase media tras la radicalización de la
política y la crisis hegemónica en los países, Ecuador se empieza hacer más pequeño, la
televisión entra en la escena social de forma masificada, así como también el cine y la
clase media naciente; lo popular, empieza a tener conciencia social o por lo menos eso
pasa en el caso de el señor Pozo y su hermano. “al terminar el colegio, en el Bolívar de
Tulcán, lo que debíamos hacer era ir a la universidad, siempre fui un gran atleta gané
medallas y el ciclismo también se me daba bien. Así que llegue a la universidad por que
un grupo mandado por la URSS llamado ‘estrella roja’ me miro en la bicicleta, no era una
beca, pero era una forma de llegar a la universidad” entonces no fue el estado ecuatoriano
en si lo que (en este caso) le dio la Educación al señor Pozo, si no, más bien; el ingreso
de la política mundial en el mundo pues, “la ideología se torna ahora sí vertebradora de
un discurso de masa, que tiene por función hacer soñar a los pobres el mismo sueño de
los ricos” (Barbero, 2001, 179) y cual era ese sueño de los ricos pues llegar a una
educación adecuada y lograr un trabajo que le permita continuar con las formas de
comunicación en la escena social.

Eran los años ochenta, la edad del Disco, el rock y la película Grease, y la imagen en los
cines de Travolta y el estilo de los cincuentas en Estados Unidos, se hizo los años 80 en
Ecuador. la masificación del “proyecto del nacionalismo musical, donde opera sobre un
eje interior y obro exterior. Establecimiento de un "cordón sanitario" que separe
nítidamente la buena música popular [...] y lo mejor de la tradición erudita europea y
estadounidense” (Barbero, 2001, 188), el señor Pozo nos da una explicación directa para
esta cita de Barbero, pues no dice “en los primeros años de la universidad empieza a darse
este estilo ‘ochentero’ a lo Travolta y saber bailar disco era conseguir chicas, entonces
me gustaba ir a una discoteca cerca de la universidad, no recuerdo el nombre, pero solía
ir con mi peine largo, mi chompa de cuero y un estilo de cabello que no quisiera volver a
tener” pues, Mezclarle rock al tango o cumbia al huayno y guitarra eléctrica a la quena es
más de lo que cualquiera oído "sano" puede soportar”(Barbero, 2001, 219-220). Entonces
se entiende que las relaciones de comunicación en el Ecuador se van masificando,
haciéndose más claras y de alguna manera más concisas en referencia a la música en la
radio, las revistas en lo social y económico, para el señor Pozo la masificación de los
medios se da de manera más directa cuando llega a la capital, pero a la vez el escenario
político del país se empieza a tornar oscura y el germen latinoamericano de la revolución
empieza a surgir en ecuador, como dijimos antes, la crisis hegemónica da paso a las
dictaduras militares y las dictaduras militares acceso a la democracia; y aquí ocurre lo
que para el señor Pozo será un antes y un después en la masificación de la identidad
cultural y política popular, por la masificación de la prensa, en este momento “La
masificación se sentirá incluso allí donde no hay masas.” (Barbero, 2001, 195) la
televisión informa del robo de las espadas de Eloy Alfaro y llama al grupo que las robo;
Alfaro Vive, ¡Carajo!, la prensa los forma como algo mítico como algo interesante y la
radio los plantea como héroes y villanos; “Los medios de comunicación entraña no sólo
un aumento en la inversión económica y la complejidad de la organización industrial,
también un refinamiento cualitativo de los dispositivos ideológicos” (Barbero, 2001, 195)
la difusión de la información en radio, televisión y prensa era como la masa se organizó
en un ‘acceso a la cotidianidad, lo popular se hace cotidiano; el cuestionamiento a la
opresión y las salidas de lo que se presenta como esperanza; se va a formar una identidad
y de alguna manera, una densidad dentro de lo cultural y lo social; los procesos de
reconocimiento propio del individuo donde ya no hay masa, donde el folclor paso hacer
popular y lo popular a ser visto como lo saneado dentro de la sociedad. Donde ya no es
solo la radio, la televisión, etc. lo que presenta las resistencias a las elites, si no también
los grafitis y de alguna manera los movimientos sociales se empiezan a presentar como
“el sentido de desmadre” y la actividad barrial empieza a hebraizarse con lo popular y
asimilándola para convertirla de nuevo en cotidianidad’ (Barbero, 2001, 215 - 218). Pasa
por las configuraciones de lo cotidiano las reivindicaciones sociales y la radicalización
de las mismas; “el diario hoy nos dio a conocer (Alfaro Vive, ¡Carajo!) más que ningún
otro” nos dice el señor Pozo. Luego se acabó todo y “a mis 30 años naciste tu haciendo
que mi vida cambiara de desmadre a conllevar una responsabilidad de familia”.

Conclusión:

De manera de conclusión es como abordaremos nuestra generación; en distintas edades y


distintas formaciones sociales. Nos narramos como un producto de la crisis de nuestros
abuelos y la transición de nuestros padres; es decir, somos el producto de lo cotidiano; de
la hibridación, del sueño en busca de una mejor vida de nuestros abuelos y padres. No
viviendo las vicisitudes de los entrevistados, y mirándolos como cosa del pasado. Lo que
hemos logrado entender al final de todo lo que ya expusimos es que nuestra generación;
de cierta manera, vive un privilegio en el acceso comunicación y una añoranza de tiempos
pasados. Siendo tres estudiantes que degustan música que van desde los treinta (boleros)
hasta los ochenta (rock) y aunque ellos escucharan radio novelas y nosotros miremos
series en internet las grandes discrepancias entran en singularidades del cotidiano tan solo
cambiando los métodos en cómo entiende la comunicación, los alcances de la misma y
demás factores, que (a nuestro modo de ver) han puesto en perspectiva los distintos
medios de vida y acontecimientos encontrados en la rutina del día a día; a la vez disfrutan
de textos de autores que escribieron en esa temporalidad; alguna vez hemos fantaseado
con vivir en esos momentos; pero lo que no teníamos en cuenta es que la entrada de
Ecuador en el panorama de música, exposición a textos académicos y demás formas de
cultura llegaron (un tanto tarde); a “destiempo”. Es por esto que para concluir solo
podemos decir; o mejor dicho reafirmar; que somos una amalgama de costumbres, ritos
familiares, etc.; heredadas por nuestros padres y abuelos; y que, aunque suene redundante
y un poco trillado; somos la construcción social que vienen desde nuestros abuelos y las
discrepancias de nuestros padres, que al analizar el texto y poner a nuestros familiares
como sujetos de estudio logramos conocer el porqué de algunos de nuestros gustos o
porque tenemos una añoranza de un pasado, es entonces donde más un sentido nostálgico
aparece pero a la vez existe una negación con la cabeza al pensar que el factor destiempo
existió y no tendríamos las facilidades de encontrar medios de comunicación tan
accesibles como ahora; para concluir solo nos queda expresar que esta investigación, a
delegado a la discrepancia de lo existente a una mera causalidad; un grupo de valores
objetivos que nos hicieron llenarnos de (en un principio) fantasía sobre un pasado; que
ahora lo miramos con una utilización de los medios para el disfrute menos que para la
información, que la educación es accesible gracias a las crisis y las transiciones.
Bibliografía:

 Martín B, J. (1991). De los medios a las mediaciones. 4th ed. Naucalpan, México:
G. Gili, pp.146 - 249.

Entrevistas:

 Serrano, M. (2019). Los abuelos y la crisis de los treinta. [En persona]. Quito.
 Pozo, N. (2019). Los padres y la transición de crecer en los sesenta. [En persona].
Quito.

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