Esta carta está dirigida a todos, los que aún apoyan un régimen al que llaman socialista y
aquellos que no lo apoyamos. También a los que comprendieron el daño que causarían por
seguirlo apoyando. Está dirigida a aquellos que nacimos cobijados por una bandera que
tenía 7 estrellas y que aprendimos a amar; y también a aquellos que aceptaron la bandera de
Hugo Chávez con 8 estrellas.
En ninguna de esas 2 banderas existe “4F”, esos caracteres fueron agregados para
mantener una separación no deseada entre dos Venezuela que sólo existen en la mente del
Gobierno.
Todos los que queremos a Venezuela aunque estén viviendo fuera de su territorio estamos
en la obligación de colaborar para tener un PAÍS donde “Todos sean tratados con respeto”.
Con valores que estén basados en la decencia, la honestidad y el amor al PAÍS; y
respetando siempre nuestra verdadera historia.
El breve análisis y propuesta de PAÍS que aquí presento es a título personal, es una visión
del PAÍS que pienso y por el que lucho. Antes de presentar “Valores por Venezuela” es
conveniente aclarar algunos puntos que llevarán a una mejor comprensión de lo aquí
presentado.
Antecedentes
Fidel Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, han tenido como objetivo lo siguiente:
• Fomentar el odio y la división entre la población Venezolana
• Destruir la nacionalidad Venezolana
• Alterar los valores que históricamente hemos tenido como personas, sociedad y PAÍS
• Establecer una forma de dominación basada en normas e ideología extranjera, que
son contrarias a la idiosincrasia del pueblo Venezolano
• La destrucción de cualquier persona u organismo que no esté sometida a la voluntad
de ellos
• Perpetuarse en el poder
Los máximos enfrentamientos que teníamos los Venezolanos se daban en los juegos de
BaseBall entre Magallaneros y Caraquistas (perdón Caraquistas y Magallaneros), esa
situación era tan especial que fuimos ejemplo mundial como fanáticos deportivos. Eso se
perdió en gran medida fuera de los stadiums gracias al llamado gobierno socialista del siglo
XXI.
Es innegable que esta división y odio político fue creada, mantenida y reforzada durante el
gobierno de Hugo Chávez y está siendo llevada hasta niveles explosivos de violencia por
Nicolás Maduro.
Los valores de las sociedades son creados, destruidos o alterados por sus propios
gobernantes. Sólo tratemos de imaginar que tipo de valores tuviera actualmente la sociedad
Cubana si durante estos últimos 50 años hubieran sido gobernados por personas como
Leopoldo López, Henrique Capriles o María Corina Machado por sólo mencionar tres líderes
venezolanos. Cuando Nelson Mandela llegó al poder en Sudáfrica demostró ampliamente el
daño o el bien que puede hacer en un PAÍS una sola persona.
Entre otros motivos, POR RESPETO al profesional venezolano no debemos permitir ser
atendidos por ningún “médico” cubano; estas personas en ningún momento han cumplido los
requisitos legales para ejercer la medicina en Venezuela. Los profesionales venezolanos en
todos los países donde ejercen sus profesiones han demostrado ampliamente la calidad de
la preparación aquí recibida y colocando muy en alto el honor de ser profesional venezolano.
Toda persona necesita creer en algo, y de seguro existe un Dios. Con esa actitud están
tratando de socavar uno de los valores que más arraigado tenemos los Venezolanos: la
creencia religiosa. Practicamos alguna religión por tradición familiar y porque al tener la edad
adecuada cada persona decidió seguir creyendo o comenzar a creer en otra religión. Creer
en un Dios y tener formación religiosa representa valores y eso es el máximo enemigo del
comunismo, socialismo, siglo XXI o como se les ocurra llamar eso.
Aquellos oficiales que han prestado ese juramento durante el gobierno de Hugo Chávez o el
de Nicolás Maduro deben estar conscientes que todo juramento, y muy especialmente el
militar, se debe hacer ante la bandera que juran respetar y personas que tienen el derecho y
el honor para estar al frente de ese acto.
Deberán ser fieles a su conciencia, su honor y el amor por su PAÍS.
Conclusión
Con “Carta a Venezuela” espero contribuir a salir en Paz de la situación en la cual han
colocado a Venezuela una banda que expropió el poder hace mucho más tiempo del que
quisiéramos. También espero haber dejado una idea de proyecto PAÍS por el cual valga la
pena luchar y LOGRAR QUE EL VENEZOLANO VIVA SIN MIEDO. Todo aquel que lea “Carta
a Venezuela” debe preguntarse cómo quiere ser recordado.