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Escoliosis

Qué es Las alteraciones más frecuentes son


La escoliosis se define como una
 Anomalías de transición lumbosacra
curvatura lateral de la columna
vertebral de carácter estructural (es  Escoliosis
decir, no voluntaria ni postural).
 Hipercifosis
Esta definición excluye:
 Hiperlordosis
 Las “escoliosis posturales”,
que no son estructurales,  Rectificaciones
sino que se deben a vicios  Espondilolisis
posturales.
 Espondilolistesis
 Las “escoliosis reflejas”, que
a veces pueden aparecer  Signos Modic
transitoriamente a causa de  Inestabilidad vertebral
la contractura muscular
refleja desencadenada por  Degeneración discal y artrosis vertebral
un dolor intenso (con cierta (o "espondiloartrosis")
frecuencia se ven en casos
 Artrosis facetaria
de hernia discal sintomática).
En estos casos, es el dolor el  Estenosis espinal
que incita a buscar una
 Fisura
postura que alivie la carga
sobre la zona que lo causa,  Protrusión y hernia discal
desencadenando una
contractura muscular que  Fibrosis post-quirúrgica
mantiene una postura  Esguinces y luxaciones
curvada. Pero no existe una
“deformación estructural”, por lo que se trata de una “postura escoliótica” y no de una
“escoliosis”.

 Las “escoliosis compensatorias”, en las que la curvatura de la columna aparece para


equilibrar otras asimetrías (generalmente por tener una pierna más larga que la otra).
En las verdaderas escoliosis, es decir, las escoliosis primarias, la vértebra está, además
de inclinada, rotada, a diferencia de lo que ocurre en las escoliosis compensadoras.
Vista desde atrás una columna vertebral normal es recta, de forma que la espalda aparece
simétrica. Cuando existe una escoliosis, la columna se ve curvada y se pueden observar uno o
varios de estos signos:

 Una cadera más alta o abultada que la otra,

 Un omóplato (o "paletilla") más alto o abultado que el otro,

 Un hombro más alto que el otro,

 La cabeza no está centrada con respecto a las caderas,

 De pie, con los brazos colgando, el espacio entre un brazo y el tronco es mayor a un
lado que al otro,

 Al agacharse hacia adelante con las piernas estiradas hasta que la espalda quede
horizontal, un lado está más alto o abultado que el otro.

Cómo se produce

Las escoliosis pueden ser debidas a malformaciones. En este caso son congénitas (es decir,
existen desde el nacimiento); eso sucede, por ejemplo, en los casos debidos a la falta de
formación de la mitad de una vértebra). También pueden aparecer como una manifestación
más de otras enfermedades (como la neurofibromatosis, el síndrome de Marfan o
enfermedades neuromusculares). Sin embargo, la mayoría de las escoliosis, y que aparecen en
niños sanos, son “escoliosis idiopáticas”. Este tipo de escoliosis se pueden considerar
“síndromes mecánicos del raquis”, y son las que se describen en esta web.

Habitualmente la escoliosis no se detecta en el recién nacido, sino que aparece


progresivamente en la infancia y tiende a estabilizarse cuando, después de la pubertad,
termina el crecimiento óseo, aunque puede aumentar en las últimas etapas de la vida, al
sumarse fenómenos degenerativos.

Los mecanismos exactos por los que aparece la escoliosis no son todavía conocidos, pero se
sabe que están implicados varios genes; unos parecen estar vinculados a la aparición o
predisposición a que aparezca la curva escoliótica, y otros a su progresión.

Esta influencia genética explica que la probabilidad de que un niño tenga escoliosis es mayor
cuando sus padres también lo son; el que el padre o la madre tengan escoliosis se asocia a una
probabilidad aproximadamente un 36% mayor, que no aumenta significativamente si ambos lo
son.

En contra de lo que durante muchos años se ha creído, ni las posturas que adopte el niño, ni la
realización intensa de ejercicio o deporte, aumenta el riesgo de que aparezca escoliosis. La
única posible excepción demostrada a esto último es la práctica muy intensa, a nivel olímpico
o equivalente, de gimnasia rítmica, especialmente en niñas con un esqueleto inmaduro. Sólo
en esa fase y caso concretos, una práctica deportiva excepcionalmente intensa ha demostrado
ser capaz de modificar (ligeramente) la forma de la columna vertebral.

Aproximadamente el 2-3% de los niños tienen algún grado de escoliosis, definido como una
curva de 10 o más grados Cobb (método más habitual de medida del ángulo de la curva); el
0,3% a 0,5% tienen una curva de más de 20 grados, y menos del 0,1% la tienen de más de 40
grados. Aunque la proporción de niños y niñas con escoliosis es similar cuando se trata de
curvaturas pequeñas, la inmensa mayoría de las curvaturas de más de 20 grados se observan
en niñas, y la proporción aumenta cuanto mayor es la curvatura. El motivo de esta diferencia
entre sexos es desconocido.

Síntomas

Durante muchos años, se ha creído que la escoliosis causaba dolor de espalda en la niñez o
facilitaba que apareciera más tarde, en la vida adulta. Se creía que la “deformación” que
significaba la asimetría de la columna vertebral, tarde o temprano provocaría dolor por sí
misma u obligaría a la musculatura a hacer mucho más esfuerzo de lo que podía, causando
dolores de espalda crónicos e importantes, que limitarían la vida normal de las personas con
escoliosis.

También se creía que curvaturas de más de 60 grados en la columna dorsal, podrían producir
problemas cardíacos o respiratorios, por lo que para evitar esos problemas en la juventud y
prevenirlos en la edad adulta, era indispensable aplicar los tratamientos que fueran precisos
para “enderezar” la columna. Sin embargo, los estudios científicos realizados no han
demostrado que la escoliosis idiopática realmente cause problemas cardiorrespiratorios y, de
hecho, la capacidad aeróbica de los adolescentes que fueron operados porque ese parámetro
era inferior a lo normal, no mejoró (sino que, de hecho, empeoró ligeramente) después de la
cirugía.

Sin embargo, los estudios realizados han demostrado que esa creencia es errónea. Esos
estudios demuestran que:

 Quienes tienen escoliosis no padecen dolor de espalda de manera más intensa o


frecuente que quienes no lo tienen. Incluso en los estudios en los que se han
encontrado diferencias, estas son tan pequeñas que carecen de relevancia.

 Sólo un estudio ha hallado datos que sugieren que, al hacer esfuerzos físicos, jadean
más frecuentemente los ancianos que tienen una escoliosis situada específicamente
en la columna dorsal y de más de 80 grados, que aquellos que no tienen escoliosis. Sin
embargo, las características del estudio y el bajo número de personas que participaron
en él, hacen imposible descartar que esas diferencias se debieran a otros motivos,
como padecer otras afecciones o estar en peor forma física. De hecho, incluso en ese
estudio, la mayoría de las personas con escoliosis (incluyendo escoliosis dorsales de
más de 80 grados), no tenían ninguna limitación al desarrollar su vida cotidiana o
hacer esfuerzos físicos.

De hecho, otros estudios son consistentes con el concepto de que el grado de curvatura
resulta poco relevante desde el punto de vista clínico: el hecho de “enderezar” la columna no
conlleva mejorías relevantes en el dolor o la calidad de vida de los adolescentes, ni los grados
de desviación que quedan después de la operación se correlacionan con la calidad de vida de
los adultos que han sido operados por escoliosis.

En resumen, según los estudios disponibles y en contra de lo que se ha creído durante años, la
escoliosis idiopática no es una causa de dolor de espalda ni, habitualmente, de otros
problemas de salud, sino sólo una “peculiaridad estética”. De hecho, el único parámetro que
ha demostrado mejorar tras “enderezar” mediante cirugía la columna vertebral es el
“esquema corporal propio”,es decir, que los operados sienten que, estéticamente, su espalda
está recta, pero eso no tiene más trascendencia que la estética.

Sin embargo, con frecuencia el diagnóstico de escoliosis genera un alto grado de angustia
entre los padres, que perciben erróneamente que es una enfermedad progresiva que requiere
actuaciones urgentes para evitar que se agrave. Esa percepción errónea se agrava por el hecho
de que frecuentemente el padre o la madre se sientan (injustificadamente) culpables por tener
escoliosis y “habérsela transmitido” a su hijo. También son víctimas de mitos alentados
durante años, que presentaban la escoliosis como una enfermedad que condiciona el futuro
pese a que los datos demuestran que no es así. Además, la información disponible sobre
escoliosis en Internet está plagada de errores que tienden a alimentar esa angustia
injustificada, y los incentivos que supone su “manejo y control” (visitas y pruebas radiológicas
innecesarias, tratamientos costosos, etc.), suponen incentivos económicos adicionales para
perpetuarlos.

Realmente, las pruebas disponibles demuestran que:

 Las escoliosis secundarias a otras enfermedades se diagnostican fácilmente por las


enfermedades a las que están asociadas.

 No diagnosticar una escoliosis idiopática no supone un problema de salud. En contra


de lo que se ha creído durante años, la escoliosis no es una causa relevante de dolor
de espalda, la evolución a corto y largo plazo es igualmente positiva entre quienes
presentan y no presentan escoliosis, y no tratarla no genera problemas ni condiciona
el futuro de quien la presenta.

El tratamiento de los pacientes con dolor de espalda que tienen escoliosis es el mismo que el
de aquellos que no la tienen. Además, la existencia de escoliosis no modifica la respuesta de
los pacientes a esos tratamientos, ni influye en su pronóstico.

Riesgos
El grado de escoliosis puede ir aumentando a medida que el hueso se va desarrollando; así, su
ritmo de progresión suele acelerarse durante el “estirón” previo a la pubertad, y ralentizarse
después hasta prácticamente estabilizarse, pudiendo aumentar ligeramente durante la vejez,
cuando se suman fenómenos degenerativos.

Pero lo más importante es que los estudios demuestran que esa evolución (estética) no tiene
verdadera importancia práctica, pues el grado de curvatura de la espalda no desencadena
dolor ni otras repercusiones funcionales importantes.

Tratamiento

No tratándose de una “enfermedad” (puesto que en sí misma no causa dolor ni otras


limitaciones relevantes), es discutible que requiera “tratamiento”. Los estudios
disponibles indican que se trata de una afección “estética”, por lo que la agresividad del
tratamiento que se plantee debe ponerse en perspectiva con sus consecuencias, posibilidades
de éxito y riesgos.

Para el tratamiento de la escoliosis se han planteado las corrientes eléctricas, el ejercicio


(inespecífico y específico), distintos tipos de corsé, y la cirugía.

1. Las corrientes eléctricas se planteaban con la idea de estimular selectivamente la


musculatura de un lado de la columna, con el objetivo de que generara una resistencia
asimétrica y “enderezara” el crecimiento de la columna vertebral. Hace años que
los estudios demostraron que son ineficaces, y hoy en día no hay fundamento para
aplicarlas.

2. El ejercicio inespecífico no pretende “corregir” ni “frenar” la curvatura escoliótica, sino


simplemente mejorar el estado muscular y cardiovascular. Como el ejercicio
ha demostrado tener un efecto positivo sobre la prevención y evolución del dolor de
espalda, se plantea que eso puede resultar especialmente conveniente en una niño o
niña con escoliosis (o que la escoliosis puede resultar un buen argumento para incitar
al niño y su familia a que realice una actividad que en sí misma es beneficiosa para su
salud). De hecho, existe fundamento científico para recomendar que las niñas
escolióticas con curvaturas de grado medio hagan ejercicio, puesto que ha
demostrado mejorar su estado muscular, metabólico y cardiovascular.

3. El ejercicio específico pretende desarrollar concretamente aquellos grupos musculares


que teóricamente podrían reducir el ritmo de progresión de la curvatura escoliótica.
Aunque estudios iniciales sugerían que podía lograr ese efecto, realmente las pruebas
disponibles no son suficientes para afirmarlo, aunque sí reflejan que puede ser útil
como coadyuvante para ese fin y, eventualmente, reducir la prescripción de corsé.

4. Corsé

Su uso se plantea con el objetivo de reducir el ritmo de progresión de la curva escoliótica, o


incluso detenerla. El concepto es que encorsetar la columna puede dificultar mecánicamente
que se “siga torciendo”. Sin embargo, el uso continuado del corsé genera atrofia muscular, por
lo que se recomienda quitarlo unas horas al día y en ese momento hacer ejercicio para reducir
ese riesgo. Antiguamente, los corsés se hacían en escayola (lo que dificultaba quitárselo y
ponérselo, aumentaba el riesgo de atrofia muscular y hacía más molesto su uso por motivos
higiénicos y prácticos), pero actualmente suelen ser de material plástico. Para hacer más
soportable se uso se han diseñado corsés flexibles, pero han demostrado tener menos efecto
que los rígidos.

Algunos estudios han sugerido que el corsé, cuando se lleva durante 18-23 horas al día, puede
disminuir el porcentaje de niñas que alcanzan los 50º de curvatura.

El compendio de los resultados de todos los estudios disponibles demuestra que en la mayoría
de los casos ese efecto es discreto y carece de relevancia en la práctica, al no tener ni
repercusiones clínicas importantes a corto y largo plazo, ni estéticas. Eso plantea cuestiones
prácticas (e incluso éticas) sobre si realmente merece la pena exponer a un niño o niña a las
incomodidades y riesgos que conlleva un corsé, para lograr que su curva escoliótica tenga
menos grados que si no lo hubiera llevado, cuando eso carece de repercusiones relevantes a
corto y largo plazo, tanto clínicas como estéticas. De hecho, llevar el corsé es incómodo, limita
la manera de vestirse, las actividades de ocio y puede tener repercusiones en la vida social y
las relaciones de la niña, lo que puede conllevar un impacto psicológico considerable.

Así, en general, el eventual beneficio que puede aportar el corsé con respecto a la posible
reducción del ritmo de progresión de la curva, habitualmente no compensa el impacto (físico y
psíquico), ni las molestias que causa. Tal vez tenga sentido planteárselo en unos casos muy
específicos y durante unos períodos muy concretos; por ejemplo, en niñas que, durante el
“estirón” coincidente con su pubertad y la aparición de las primeras menstruaciones, la curva
escoliótica progresa muy rápidamente. Sin embargo, tanto los padres como los niños tienen
que ser conscientes de que:

o El corsé sólo ha demostrado tener efecto si se lleva muchas horas al día,

o Es esencial hacer ejercicio (intenso) en las horas en las que no se lleve (para
evitar la atrofia muscular),

o Las pruebas científicas reflejan que:

 Eso no influirá en absoluto en su salud (en términos de dolor de


espalda u otras limitaciones),

 Es posible que eso logre que sea algo menor el grado de curvatura que
terminará teniendo, aunque no es seguro, y si la reduce la magnitud
de esa disminución probablemente sea demasiado pequeña como
para resultar perceptible (incluso estéticamente).

5. Cirugía

Algunos casos de escoliosis asociadas a otras enfermedades o debidas a malformaciones,


necesitan ser operadas. Pero esos no son casos de “síndromes mecánicos del raquis”.

Realmente, basándose en los estudios científicos disponibles, ningún caso de escoliosis


idiopática “necesita” ser operado aunque “pueda” serlo, si se considera que las ventajas que la
operación puede aportar, y que son meramente estéticas, compensan los propios perjuicios
estéticos de la cirugía que, a cambio de reducir la desviación deja una cicatriz de tamaño
variable y habitualmente considerable, así como sus riesgos y complicaciones.

La cirugía de la escoliosis es agresiva, y aparecen complicaciones relevantes en el 10,2% de los


operados. Aunque la proporción de complicaciones es mayor entre la cirugía por escoliosis
debida a enfermedades neuromusculares (17,9%) y malformaciones congénitas (10,6%),
incluso entre las “escoliosis idiopáticas” operadas por cirujanos expertos, esa proporción es del
6,3%; las más frecuentes son déficits neurológicos, infección de la herida quirúrgica (profunda
o superficial), complicaciones respiratorias o relacionadas con el implante. La tasa de
mortalidad en la cirugía de las escoliosis idiopáticas, según distintos estudios, varía entre el
0.02% y el 1,17%.

Además, la cirugía de la escoliosis conlleva una perdida de movilidad de la columna en relación


con la movilidad previa. Cuando el nivel inferior de la fijación se sitúa en L1-2, se observa una
limitación de los movimientos de rotación, y si termina en L3 además limita los movimientos
de flexión, extensión, y laterales.

Con el fin de enderezar quirúrgicamente la columna, se aplican técnicas diversas, que


dependen de las características de la escoliosis y las preferencias del cirujano. Todas conllevan
la realización de una fijación de uno o varios niveles vertebrales (o “artrodesis”)
frecuentemente con la colocación adicional de barras a lo largo de ambos lados de la columna,
que la mantienen enderezada. Los estudios realizados demuestran que, incluso entre cirujanos
especializados con formación equivalente y que trabajan el ámbitos parecidos, hay grandes
variaciones con respecto a la técnica quirúrgica concreta que usan en casos similares, con
respecto a la aproximación quirúrgica, el nivel o niveles que fijan, el tipo de instrumentación
que usan, cuándo recomiendan que el paciente comience a moverse después de la cirugía, etc

Un estudio internacional, en el que participaron 48 cirujanos especializados que incluía


algunos de los principales expertos mundiales en este tipo de cirugía, y diseñado para “forzar”
el consenso, no logró que llegaran a acuerdos consensuados en los principales aspectos
técnicos de la cirugía por escoliosis. Es más, el mayor grado de acuerdo lo mostraron en que el
objetivo de la cirugía debería ser asegurar aspectos que no han demostrado en los estudios
tener importancia («evitar la progresión de la curva» y «mantener la columna equilibrada»)
que en el que si ha demostrado lograr según los estudios disponibles(la corrección estética
de la curva).

La cirugía tampoco ha demostrado mejorar la función cardiopulmonar dos años después de


ser realizada en pacientes con escoliosis de más de 45 grados y en los que la capacidad
aeróbica y tolerancia cardiorrespiratoria al ejercicio se hallaba disminuida antes de la cirugía.
Paciente con cifosis, escoliosis y una hernia discal

Actualizado jueves 07/02/2008 13:15 (CET)

PREGUNTA.- Soy un varón de 39 años. Desde los 14, presumiblemente por un crecimiento
descompensado en el tiempo y por malas posturas, padezco de diferentes grados de cifosis,
escoliosis, algo de lordosis y, imagino que a consecuencia de ello, una hernia discal L5-S1 con leve
afectación al nervio desde hace 10 años aproximadamente, presuntamente no operable;
añadiendo secuelas de grado medio por lesión cervical 'latigazo' a consecuencia de un accidente
de tráfico.

Desde hace dos años aproximadamente, no noto mejorías ni con analgésicos ni con
antiinflamatorios o miorelajantes como feldene, yurelax o myolastan. Estoy cansado de visitar
traumatólogos diferentes en Vizcaya, presuntamente altamente cualificados y únicamente
conseguir que me remitan a sesiones rehabilitadoras que simultáneamente me van mejorando una
zona de la espalda a la vez que me van empeorando la otra.

Todo ello ha cambiado mi forma de ser. Estoy siempre enfadado y soy inaguantable. Siempre me
duele. Con medicamentos mejora un poquito, pero me siento mal porque me sigue doliendo y
además soy consciente de que me destrozo el estómago.

No sé qué hacer. Estoy cansado de todo. Me despierto por la mañana más cansado de lo que me
acosté. Además de haberme desvelado cuatro o cinco veces como mínimo a consecuencia de los
dolores musculares, no tengo ganas de nada y tengo por delante a la familia el trabajo y el resto de
responsabilidades.

¿Hay algo que se pueda hacer con mi vida, médicamente hablando? Estoy dispuesto a ir donde sea
y a someterme de cobaya en cualquier tipo de tratamiento.

RESPUESTA.- Seguro que entiendes que a través de este tipo de consulta y siendo yo internista, me
es imposible resolver tu problema. Más teniendo en cuenta que tu problema es complejo y de
larga evolución. A tu favor está el que pareces un paciente disciplinado y que no ha perdido ni la
esperanza ni la fe en las posibilidades de la medicina.

Como seguramente entenderás, no hay un método único que sea capaz de resolver tu problema.
Por un lado están los procedimientos quirúrgicos. Para ello deberías ponerte en manos no de un
único especialista sino de una Unidad de Patología de la Columna. Sí vives en el País Vasco, elige la
mejor de entre ellas (pregunta a los médicos que te hayan visto hasta ahora). No te recomiendo
salir de tu zona, porque si se trata de cirugía será un proceso largo.

Lo que sí está al alcance de tu mano y es por donde debes empezar y con ánimos renovados es por
un plan de higiene de tu espalda. Debes plantearte una disciplina a largo plazo que consistiría en:

 Ejercicio regular: incluso diario. Lo inicial debe ser el aprendizaje de una tabla de gimnasia
con un profesional. No se trata de ir todos los días de tu vida, sino de aprender lo que tú
luego harás en casa o donde tú quieras "todos los días de tu vida". Debe enseñarte un
fisioterapeuta deportivo o un especialista de hospital.
 Natación al menos tres veces por semana insistiendo en la espalda y, si puedes aprender
una tabla de estiramientos de unos 15 minutos para realizar en la escalera de la zona
donde no cubre, pues mejor que mejor.

 Alguna clase de yoga un par de veces por semana también te vendría bien. No sólo por tu
espalda sino por tu cabeza. Se trata de relajarte e ir perdiendo tu cabreo poquito a poco.
Dependiendo de tu carácter (que desconozco), la terapia durante una temporada para que
aprendas a convivir y a aceptar el problema, es posible que te viniese muy bien.

 Los masajes, la acupuntura y todas esas vainas que algunos desprestigian son técnicas que
bien aplicadas y para dolores crónicos con mucho componente de tensión muscular,
funcionan realmente. En cualquier caso, y para problemas como el tuyo en los que el
paciente está muy quemado, forrado a fármacos y harto de todo y de todos, merece la
pena probarlo. Se resentirá el bolsillo, pero no se me ocurre mejor inversión que el propio
cuerpo, el estado de ánimo y tu felicidad.

incluidos en los resultados de muchas pruebas diagnósticas, por lo que espero que el paciente
aquejado de lumbalgia, conozca y reconozca la Hiperlordosis y la Rectificación Lumbar y tenga
conciencia de cuál es el tratamiento; haciéndole partícipe del mismo y en la mejora de su
sintomatología.

La Curvatura Lumbar, La Lordosis

La columna vertebral lumbar es un segmento del raquis formado por 5 vértebras (L1-L5) cuyo
volumen y discos intervertebrales son de mayor tamaño que las vértebras cervicales y dorsales ya
que su función principal en este caso es la de soporte, amortiguación y distribución de la carga.

Así mismo, este segmento del raquis es una zona de entrecruzamiento de fuerzas descendentes
que bajan del tronco y fuerzas ascendentes que suben por las piernas, por lo que la correcta
alineación y angulación de los cuerpos vertebrales es primordial ; a la curvatura lumbar la
denominamos LORDOSIS cuyo ángulo oscila entre 20º y 60º .

La curvatura lumbar, la clave para la salud de la espalda

Una curvatura lumbar correcta ( lordosis )es la clave esencial para una buena biomecánica
y distribución eficiente de las cargas a nivel lumbar.
Hiperlordosis y Rectificación Lumbar : definiciones y signos radiológicos

Decimos que existe una Hiperlordosis Lumbar, es decir un aumento de curva a nivel Lumbar
cuando el ángulo resultante formado por las 5 vértebras lumbares es mayor a 60º

Hablaremos de Rectificación Lumbar o Disminución de la curva lordótica lumbar, al encontrar un


ángulo menor a 20º.

Causas de la Hiperlordosis Lumbar

Las principales causas que provocan un aumento de la Lordosis Lumbar pueden ser intrínsecas al
sujeto tales como ( factores genéticos, hiperlaxitud, …) o extrínsecas ( estrés, sedentarismo, …)

 Sedentarismo

 Estrés

 Trastornos posturales

 Hipotonía muscular

 Hiperlaxitud

 Factores genéticos

 Alteraciones congénitas

 Pie plano y alteraciones de la biomecánica podal

Causas de la Rectificación Lumbar


Una pérdida o disminución de la curvatura lumbar estará causada también por factores intrínsecos
( enfermedades reumáticas, rigidez articular…) o por factores extrínsecos ( estrés, sedentarismo,...)

 Sedentarismo

 Estrés

 Trastornos posturales

 Espasmos o acortamientos musculares

 Rigidez articular

 Enfermedades reumáticas

 Pie cavo y alteraciones de la biomecánica podal

Músculos implicados en la Hiperlordosis Lumbar

En este caso, la pelvis caerá en anteversión pélvica por lo que habrá hipertonía o acortamiento de
la musculatura flexora de cadera y una pérdida de tono de la faja abdominal

 Espasmo psoas-ilíaco

 Espasmo cuadrado lumbar

 Hipotonía musculatura abdominal

Músculos implicados en la Rectificación Lumbar

La pelvis estará en retroversión pélvica por lo que habrá un aumento de tono o acortamiento de la
musculatura abdominal así como extensora de cadera e hipertonía lumbar.

 Acortamiento musculatura abdominal

 Acortamiento musculatura isquio-tibial

 Hipotonía de los músculos espinales

Consecuencias de la Hiperlordosis y la Rectificación Lumbar

En el caso de la Hiperlordosis, lo que sucederá en el raquis es un aumento de sus curvas


fisiológicas (lordosis y cifosis) que conlleva a que la distribución de la carga axial que sufre el
cuerpo debido a la gravedad y a su propio peso se distribuirá de manera más posterior ubicándose
sobre las carillas o facetas articulares de las vértebras, por lo que estas estructuras estarán
sometidas a una mayor carga lo que provocará su pronta degeneración y la aparición
de artrosis facetaria.

En lo que respecta a la Rectificación, el raquis sufrirá un "envaramiento" que mermará la


capacidad de éste de amortiguar y distribuir la carga axial distribuyendo esa carga hacia delante y
recayendo sobre el conjunto de los cuerpos vertebrales y los discos intervetebrales provocando así
a largo plazo lesiones que afecten a estas estructuras como discopatías tipo protusión o hernia
discal
Tratamiento mediante ejercicio y Pilates

El ejercicio terapéutico y en concreto el Método Pilates, son el más efectivo tratamiento ante este
tipo de alteraciones de la curva lumbar ya que, progresivamente aumentan el tono de aquellos
músculos hipotónicos y al mismo tiempo, otorgan flexibilidad a los que por otra parte, aparecen
acortados o poco flexibles.

Tratamiento para la Hiperlordosis lumbar

En este caso, los ejercicios terapéuticos indicados para su tratamiento serán aquellos que se
realicen con una retroversión pélvica corrigiendo así el exceso de curvatura lumbar así como el
estiramiento de los músculos acortados y el fortalecimiento de la musculatura abdominal.

10 consejos y ejercicios para la Lordosis Lumbar

Fáciles ejercicios que nos permitan fortalecer nuestra curva lumbar y frenar su aumento.

En el Método Pilates encontramos ejercicios muy indicados tales como :

 The hundred o el cien

 Rolling like a ball o rodar como una pelota

 Spine stretch forward o estiramiento de la espalda hacia delante

 The saw o la sierra

Tratamiento para la Rectificación Lumbar


Para este caso buscaremos ejercicios que nos permitan flexibilizar la zona lumbar ya que estará
normalmente muy rígida. Ejercicios en anteversión pélvica para aumentar esa curva fisiológica
lumbar y estirar los músculos con espasmo.

oxidinia – Causas, Síntomas Y Tratamiento

Coxidinia o coxis dolor o dolor de cóccix, es condición que puede causar dolor persistente en la
parte inferior de la columna vertebral o el coxis. También se conoce como coccigodinia, dolor
coccígeo, dolor de cóccix, coccyaglia o dolor coxis.

Coccigodinia es más común en mujeres que en varones. La condición es mucho más común en
mujeres que en hombres.

Coccigodinia es raro, representa menos del 1% de las condiciones de dolor de espalda.

Anatomía del coxis

El coxis es la parte inferior de la columna vertebral y consta 3-5 vértebras. Representa una cola
vestigial (lo que el término coxis) La parte ventral del coxis es cóncava ligeramente mientras que la
cara dorsal es ligeramente convexo. El coxis concede el sacro, a partir de las ranuras dorsales con el
accesorio de ser ya sea un sínfisis o como una verdadera articulación sinovial, y también para el
músculo glúteo mayor, el músculo coccígeo, y el ligamento anococcígeo.

Hay un movimiento muy limitado entre el coxis y el sacro.

Postacchini y Massobrio describen cuatro orientaciones del coxis wheren angulación anterior del
coxis puede ser una variante normal.

El coxis es curva ligeramente hacia adelante, con el vértice apuntando en sentido caudal. Es el tipo
más común y se encuentra en el 15% de las personas.

El coxis se curva más marcada hacia delante, con su vértice apuntando hacia adelante. Este tipo se
encuentra en aproximadamente el 15% de las personas.

El coxis es un ángulo muy agudo hacia delante entre la primera y la segunda o la segunda y tercera
segmentos. Se presenta en el 5% de las personas.
Tipo III coxis

El coxis está subluxación anterior a nivel de la articulación sacrococcígea o en el nivel de la primera


o segunda articulaciones intercoccygeal. Este tipo se encuentra en aproximadamente el 10%.

Los pacientes con un tipo coxis II-IV son más propensos a desarrollar coccigodinia idiopática que
aquellos con una configuración de tipo I.

Causas de Coccidinia

Cocydynia se produce si hay una lesión o exceso de presión sobre el área que causa que los huesos
se mueva más allá de su rango normal de movimiento muy limitado. Esto resulta en la inflamación
y el dolor localizado. Los ligamentos, el vestigio y los huesos del coxis pueden fuente de dolor. La
infección del cóccix también puede conducir a dolor.

Una caída en el coxis causa daño a los ligamentos o huesos. Es la causa más común de
coccigodinia.

Durante el parto, el bebé’s cabeza pasa por encima de la parte superior del coxis, y la presión
creada contra el coxis a veces puede resultar en lesiones a las estructuras coxis.

Paseos a caballo y sentado sobre una superficie dura durante largos períodos de tiempo, puede
provocar la aparición de dolor de cóccix.

Tumor o infección

En raras ocasiones, coccigodinia se debe a un tumor o infección en el área del cóccix que ejerce
presión sobre el cóccix.

Idiopática Coocydynia

No se entiende claramente qué partes de la anatomía pueden causar dolor en el cóccix. En muchos
casos, la causa exacta del dolor no se sabe (llama coccigodinia idiopática), y en estos casos se
gestionan los síntomas.

Los síntomas de Coccidinia

Por lo general hay dolor en en parte inferior de la columna vertebral que se vuelve peor cuando la
persona se siente. Se agrava cuando se coloca ningún tipo de presión sobre el mismo, al pasar de
una sesión a la posición de pie. Actividades que ejercen presión sobre la zona afectada son andar
en bicicleta, paseos a caballo y otras actividades tales como el aumento de estar que ejercen
esfuerzo directo en el coxis.

El examen podría revelar sensibilidad local. Si el coxis no es sensible a la palpación, entonces es


probable que se hace referencia desde otra estructura el dolor

Exámenes, rayos x físicas rectales y resonancias magnéticas pueden descartar diversas causas no
relacionadas con el coxis.

La inyección de anestesia local en la zona debe producir un alivio inmediato si el dolor está
relacionado con el cóccix. Si es positivo, entonces una dinámica (sentarse / soporte) radiografía o
una resonancia magnética puede mostrar si el cóccix se disloca cuando el paciente se sienta.
Imaging

AP y lateral de sacro para descartar una fractura obvia o un tumor grande. RM proporciona
mejores imágenes para descartar otras causas posibles.

En un caso típico, todos los estudios de imagen serán negativos.

Tratamiento

La aplicación de compresas frías en el área varias veces al día durante los primeros días después de
que comience el dolor. La aplicación de calor o una compresa caliente a la zona después de los
primeros días. AINE. antidepresivos como la amitriptilina pueden ayudar a aliviar el dolor. El
paciente debe evitar estar sentado durante períodos prolongados, o colocar ningún tipo de presión
sobre la zona, tanto como sea posible.

Una almohada de encargo / cojín suave ayuda a que mantiene la presión de la inyección de
anestésico coccyx.Local y las inyecciones de esteroides pueden proporcionar algún alivio duró
desde 1 semana hasta varios años. No se recomiendan más de 3 inyecciones por año.

Ejercicios de manipulación y las estrías también pueden ayudar a reducir el dolor en algunos
pacientes

Para las personas que tienen dolor persistente que no se alivia o bien controlada con el
tratamiento no quirúrgico y la modificación de la actividad, la extirpación quirúrgica de la totalidad
o una parte del coxis (coccigectomía) es una opción.

Esta cirugía rara vez se lleva a cabo, pero se ha reportado para producir alivio del 80-90% en las
manos adecuadas de coxis bajo anestesia

as 6 causas más comunes de la ciática

Al hablar de la ciática es importante entender la causa médica de fondo de los síntomas de la


ciática. Hay seis problemas de la parte inferior de la espalda que son las causas más comunes de la
ciática:

Video sobre hernia de disco lumbar

Hernia discal lumbar


Una hernia discal es un abombamiento o una herniación de la parte blanda interior (nucleus
pulposus) del disco por su parte fibrosa exterior (annulus), provocando la irritación de la raíz
nerviosa vecina donde esta raíz sale de la columna vertebral. Comúnmente se piensa que una
herida causada por una torsión repentina puede llevar, finalmente, a una hernia discal y a la
ciática. En realidad, la mayoría de los discos se debilitan con el tiempo, debido a
microtraumatismos repetidos que los lleva, al final, a herniarse. A la hernia discal también se le
denomina ruptura discal, disco protuberante o pinzamiento de nervio, y la ciática es el síntoma
más común de una hernia discal lumbar.
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Estenosis del canal lumbar


Esta afección frecuentemente causa la ciática debido al estrechamiento del canal vertebral –la
estenosis vertebral. La estenosis del canal lumbar está relacionada con el envejecimiento natural y
es bastante común en los adultos de más de 60 años de edad. Esta afección generalmente es el
resultado de una combinación de uno o más de los siguientes factores: articulaciones facetarias
hipertróficas, hipertrofia de los tejidos blandos y un abombamiento discal que presiona las raíces
nerviosas donde estas raíces salen de la columna vertebral, provocando así el dolor ciático.

Discartrosis
Aunque la degeneración discal es un proceso natural del envejecimiento, para algunas personas
uno o más discos degenerados en la parte inferior de la espalda también pueden irritar una raíz
nerviosa y causar la ciática. La discartrosis se diagnostica cuando un disco debilitado causa
micromovimientos excesivos en ese nivel de la columna vertebral y proteínas inflamatorias de
dentro del disco se quedan expuestas e irritan el área (incluidas las raíces nerviosas). A pesar de su
nombre, esto no es realmente una enfermedad, sino una parte natural del envejecimiento.

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Espondilolistesis ístmica
Esta afección ocurre cuando una pequeña fractura por sobrecarga permite que una vértebra se
deslice hacia adelante sobre otra vértebra (por ejemplo, la vértebra L5 se desliza sobre la vértebra
S1). La combinación del colapso del espacio intervertebral y la fractura y el deslizamiento hacia
adelante de la vértebra puede ocasionar el pinzamiento del nervio donde sale de la columna
vertebral, causando así la ciática.

Video sobre síndrome piriforme

Síndrome piriforme
El nervio ciático también puede ser irritado al pasar por debajo del músculo piriforme en la nalga.
Si el músculo piriforme irrita o pinza una raíz nerviosa comprendida por el nervio ciático, puede
causar un dolor parecido a la ciática. Esto no es una radiculopatía verdadera (la definición clínica
de la ciática), pero el dolor de pierna puede sentir igual que la ciática causada por la irritación de
un nervio.

Video sobre la disfunción de la articulación sacroilíaca

Disfunción de la articulación sacroilíaca


La irritación de la articulación sacroilíaca (ubicada en la parte inferior de la columna vertebral)
también puede irritar el nervio L5, encima de la articulación sacroilíaca, causando un dolor
parecido a la ciática. El dolor de pierna puede sentir igual que la ciática causada por la irritación de
un nervio.

In This Article:

 Lo que usted debe saber sobre la ciática

 Causas de la ciática

 Síntomas de la ciática

 Tratamiento de la ciática

 Fisioterapia y ejercicios para la ciática

 Cirugía para la ciática

 Video animado sobre ciática

Más causas de la ciática

 Embarazo. Los cambios por los que pasa el cuerpo durante el embarazo, incluidos el
aumento de peso, un cambio en el centro de gravedad y cambios hormonales, pueden
causar la ciática durante el embarazo.

 Tejido cicatricial. Si el tejido cicatricial comprime la raíz nerviosa, puede causar la ciática.

 Distensión muscular. En algunos casos, la inflamación relacionada a una distensión


muscular puede presionar una raíz nerviosa y causar la ciática.

 Tumor medular. En raros casos, un tumor medular puede comprimir una raíz nerviosa en
la parte inferior de la espalda y provocar síntomas de la ciática.

 Infección. Aunque es poco frecuente, una infección situada en la parte inferior de la


espalda puede afectar la raíz nerviosa y causar la ciática.

Es importante saber el diagnóstico clínico subyacente de la causa de la ciática, ya que los


tratamientos muchas veces serán diferentes según la causa. Por ejemplo, los ejercicios específicos
para la ciática, que casi siempre forman parte de un programa de tratamiento de la ciática, serán
diferentes según la causa de fondo de los síntomas de la ciática.

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